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Lecciones Sobre Fundamentación de La Sociología en Términos de Teoría Del Lenguaje

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(19) 1. Lecciones sobre una fundamentacin de la sociologa en trminos de teora del lenguaje. (1970-1971)*PRIMERA LECCINPlanteamientos objetivistas y planteamientos subjetivistas en Teora SociolgicaEn las ciencias sociales compiten diversos planteamientos tericos que no slo se distinguen por los problemas que tpicamente abordan y por las estrategias de investigacin de que hacen uso, sino por cuestiones de principio. Me refiero a diferencias en la eleccin del marco categorial y en la conceptualizacin del mbito objetual. En tales diferencias de estrategia conceptual se expresan conflictos profundos: distintas concepciones de la ciencia e intereses cognoscitivos diversos. Pero no es mi intencin investigar y exponer sistemticamente estos diversos planteamientos teorticos. Mi intencin es ms bien desarrollar una determinada estrategia conceptual para las ciencias sociales y hacer plausible su fecundidad. Las consideraciones metodolgicas comparativas con las que voy a comenzar y las clasificaciones preliminares a que conducen tienen como nico fin circunscribir qu puede ser una teora de la sociedad planteada en trminos de teora de la comunicacin. Tal teora todava no existe en forma satisfactoria: de modo que slo puedo considerar algunos problemas que me llevan a tener por fecundo tal planteamiento articulado en trminos de teora de la comunicacin.La primera decisin en punto a estrategia conceptual, que es de fundamental importancia para un programa de teora sociolgica, consiste en admitir o rechazar el sentido (meaning) como concepto fundamental. Por sentido entiendo paradigmticamente el significado de una palabra o una oracin. Parto, pues, de que no existe algo as como intenciones puras o previas del hablante; el sentido tiene o encuentra siempre una expresin simblica; las intenciones, para cobrar claridad, tienen (20) que poder adoptar siempre una forma simblica y poder ser expresadas o manifestadas. Estas manifestaciones pueden ser elementos de un lenguaje natural, o un derivado lingstico (por ejemplo, pertenecer un sistema de signos, con qu se entienden los sordomudos o los participantes en el trfico automovilstico). La expresin puede ser tambin extraverbal, es decir, adoptar la forma de una accin o de una expresin ligada al cuerpo (ademanes, gestos), de una representacin artstica o una representacin musical. En todo lo cual supongo que un sentido expresado extraverbalmente puede en principio y aproximativamente reproducirse con palabras: what ever can be meant can be said[footnoteRef:1]. Si bien no es verdad, que, a la inversa todo lo que puede decirse, pueda ser tambin expresado en trminos extralingisticos. [1: Cfr. J. Searle, Speech Acts, 1969, 19 y ss.]

Si el sentido puede introducirse a limine como sentido lingstico, es decir, por referencia al significado de palabras y de oraciones, cabe dar de la primera decisin bsica, que en punto a estrategia conceptual hemos tomado, una versin ms precisa: se trata de una decisin metaterica acerca de si la comunicacin lingstica ha de considerarse nota constitutiva del mbito objetual. El trmino constitutivo expresa que el mbito objetual mismo viene constituido en trminos de comunicacin lingstica. Si describimos el lenguaje en categoras de comportamiento observable o de noticias susceptibles de transmisin y explicramos, por ejemplo, los procesos lingsticos en trminos de teora del comportamiento, entonces las formas estructuradas en trminos de sentido habran de considerarse como unos objetos ms entre otros objetos fsicos, que se describen en un marco conceptual que no hace especficamente referencia al lenguaje y se investigan en trminos de una teora emprica. En cambio, el lenguaje es constitutivo para un mbito objetuaI, cuando categorialmente tal mbito est articulado y sea aprehendido de suerte que en l puedan aparecer elementos estructurados en trminos de sentido (como son personas, manifestaciones, instituciones) como fenmenos necesitados de explicacin. El sentido cobra el status de un concepto sociolgico bsico si con su ayuda caracterizamos la estructura del mbito objetual mismo y no slo este o aquel elemento dentro de ese mbito objetual. Voy a glosar esta primera decisin metaterica atendiendo a tres consecuencias. a) Comportamiento versus accin. Slo si se permite el sentido como concepto sociolgico bsico, podemos distinguir entre accin (action) y comportamiento (behavior). No voy a entrar aqu en el problema previo de la delimitacin de los sucesos observables que podemos interpretar como comportamiento frente a los sucesos que no podemos interpretar como comportamiento. El esquema de interpretacin que nos permite entender el movimiento de un cuerpo como manifestacin vital (21) de un organismo, o como podramos tambin decir: como movimiento de un cuerpo vivo, todava no ha sido analizado satisfactoriamente[footnoteRef:2]. Al describir un movimiento observable como comportamiento, lo atribuimos a un organismo que reproduce su vida adaptndose a su entorno; lo entendemos como un movimiento producido por un organismo, con lo cual suponemos que existe un X que en sentido muy lato es responsable de este movimiento. En este contexto la categora de responsabilidad slo puede emplearse entre comillas, es decir, con reservas. Pues a un organismo animal no se le puede hacer responsable de su comportamiento en el mismo sentido que a un sujeto capaz de lenguaje y conocimiento se le puede hacer responsable de sus acciones. Pero, segn parece, los puntos de vista para la interpretacin de los movimientos como formas de comportamiento los obtenemos a partir de una modificacin privativa de la precomprensin de nuestro propio mundo social de la vida. Llamo privativa a esa modificacin porque nos pone en condiciones de distinguir las reacciones comportamentales de otros sucesos sin tener que servirnos de la categora de sentido. Pues es esta categora la que establece una diferencia entre el comportamiento que podemos entender como accin intencional y el comportamiento que no podemos subsumir bajo tal descripcin. [2: Cfr. los anlisis conceptuales de D. S. Schwayder, Stratification of Behavior, Londres, 1965.]

Llamo intencional a un comportamiento que viene dirigido por normas o se orienta por reglas. Las reglas y normas no son algo que acaezca, sino que rigen en virtud de un significado intersubjetivamente reconocido. Las normas tienen un contenido semntico, justamente un sentido que siempre que un sujeto capaz de entenderlo las sigue, se ha convertido en razn o motivo de un comportamiento; y es entonces cuando hablamos de una accin. Al sentido de la regla responde la intencin de un agente que pueda orientar su comportamiento por ella. Slo a este comportamiento orientado por reglas lo llamamos accin; slo de las acciones decimos que son intencionales. Un comportamiento observable cumple una norma vigente si y slo si ese comportamiento puede entenderse como producto de un sujeto agente que ha entendido el sentido de la norma y la ha seguido intencionalmente. Un comportamiento que observamos durante un determinado periodo de tiempo, .puede fcticamente concordar con una norma dada sin que venga dirigido por esa norma. Distinguimos por tanto entre comportamiento regular y comportamiento regido por reglas, es decir, entre comportamiento regular y accin. Las regularidades las descubrimos por va de generalizaciones inductivas; se dan o no se dan; las reglas, en cambio, tenemos que entenderlas en su sentido; pretenden validez. A las reglas podemos contravenirlas; pero no tiene sentido decir que se violan regularidades. Las reglas que subyacen a una prctica pueden (22) aceptarse o rechazarse; pero la existencia de regularidades del comportamiento solo puede afirmarse o ponerse en cuestin. Naturalmente que podemos afirmar regularidades tanto relativas a contextos de accin intencional como a una secuencia de reacciones comportamentales; pero en el primer caso la correspondiente afirmacin puede deducirse de una especificacin de la probabilidad de que vayan a seguirse tales o cuales normas, mientras que en el segundo caso la afirmacin ha de apoyarse en la generalizacin inductiva de observaciones de comportamientos.b) Observacin versus comprensin del sentido. De la distincin que hemos hecho entre comportamiento y accin se sigue una ulterior distincin entre diversas formas de experiencia en que nos resultan accesibles reacciones comportamentales y acciones. El comportamiento y las regularidades comportamentales pueden ser observadas, mientras que las acciones pueden ser entendidas. Es de nuevo la categora de sentido la que establece una distincin entre ambos modos de experiencia. Las acciones no puedo observarlas exclusivamente como comportamiento por la sencilla razn de que para poder describir un comportamiento dado como accin tengo que referir determinadas notas de ese comportamiento a reglas subyacentes y entender el sentido de esas reglas. Lo cual no quiere decir que la aprehensin de los contextos de accin por va de comprensin del sentido no tenga que apoyarse en observaciones.Permtanme comparar dos juicios de percepcin o enunciados observacionales. Veo que una mosca choca contra el cristal de la ventana es una oracin con la que reflejo la observacin de un comportamiento; en cambio, veo que Juan vuelve del trabajo es una oracin con la que describo una accin observada. En ambos casos me sirvo por igual de la expresin ver, pues ambas oraciones reflejan procesos que el hablante dice acabar de percibir. Sin embargo, ver significa en el primer caso la observacin de un suceso que puede entenderse como comportamiento; en el segundo la comprensin de una accin. Bien es verdad que tal comprensin se apoya en la observacin de un proceso: el sonido del timbre de la puerta, la entrada de una persona, etc., pero las caractersticas comportamentales observadas y los sucesos observados interpretan por referencia a un contexto de accin. Este consta de normas de accin, en nuestro caso de normas sociales, que, por ejemplo, regulan el tiempo de trabajo o las relaciones profesionales. He de conocer tales normas, a la vez que sus condiciones de contorno, para saber cundo un proceso dado puede interpretarse como un caso de aplicacin de tales normas: veo que Juan vuelve del trabajo significa que un proceso observado se entiende como cumplimiento de una determinada norma, como una determinada accin: aqu como vuelta del trabajo. Ver u observar o percibir una accin implica siempre (23) la comprensin de una norma (o de la correspondiente intencin del agente) y la interpretacin de movimientos (o estados) a la luz de una regla de accin (o intencin) entendida.La decisin acerca de si ha de admitirse o no la accin intencional tiene consecuencias metodolgicas precisamente en lo tocante al modo de experiencia. Esto queda patente en el plano de los problemas de medida[footnoteRef:3]. Las mediciones sirven para transformar experiencias en datos, y es entonces cuando satisfacen el requisito de fiabilidad intersubjetiva y pueden servir de base a la comprobacin de la pretensin de validez emprica de enunciados teorticos. Las observaciones de sucesos (y de reacciones comportamentales) pueden asociarse con el juego de lenguaje que es la medicin fsica. Pero para los objetos que, como las acciones, slo resultan accesibles a una experiencia articulada en trminos de comprensin del sentido no disponemos del correspondiente sistema de operaciones bsicas de medida a las que quepa atribuir la fiabilidad que suponemos para el caso de los cuerpos (o los puntos masa) en movimiento. Con otras palabras: las observaciones que pueden expresarse en oraciones descriptivas de un lenguaje relativo a cosas y sucesos pueden controlarse por procedimientos reconocidos, reducibles a mediciones fsicas; en cambio la interpretacin (en trminos de comprensin del sentido) de formas simblicas, como son las acciones, que pueden exponerse en oraciones descriptivas de un lenguaje relativo a las personas y a sus manifestaciones, no pueden operacionalizarse con la misma fiabilidad. La mencin del sentido simbolizado tiene que recurrir a procedimientos ad hoc, que en ltima instancia dependen de una comprensin precientfica del lenguaje, disciplinada a lo sumo hermenuticamente. Todo aquel que domine un lenguaje natural puede en virtud de su competencia comunicativa comprender en principio y hacer comprensibles a otro, es decir, interpretar, cualesquiera expresiones con tal que tengan sentido. Ciertamente que en este negocio unos son ms duchos que otros: la hermenutica es un arte y no un mtodo[footnoteRef:4]. Nos servimos de la hermenutica, del arte de la interpretacin, en lugar de un procedimiento de medida; pero la hermenutica no es ningn procedimiento de medida. Slo una teora de la comunicacin en el lenguaje ordinario, que no se limite, como hace la hermenutica, a dirigir y disciplinar la capacidad natural que supone la competencia comunicativa, sino que tambin la explique, podra contribuir a dirigir y orientar tambin las operaciones bsicas necesarias para la medicin del sentido. [3: Cfr. A. V. Cicourel, Method and Measurement in Sociology, San Francisco, 1965. ] [4: H. G. Gadamer, Wahrbeit und Methode, Tubinga, 19652.]

e) Convencionalismo versus esencialismo. Pero cualquiera sea la forma como se resuelva el problema de la medicin de los significados de las (24) expresiones simblicas, la base experimental de una teora de la accin tiene que ser distinta de la de una teora planteada estrictamente en trminos de ciencia del comportamiento. Pues la adecuacin de la descripcin de un producto estructurada en trminos de sentido, de una oracin pronunciada por alguien, o de una accin, slo puede comprobarse por referencia al saber del sujeto que ha producido esa manifestacin. Un sujeto capaz de accin puede que en muchos casos no sea capaz de explicitar las normas por las que orienta su comportamiento. Pero en la medida en que domina las normas y puede seguirlas tiene un saber implcito de regla (Regelwissen); en virtud de este know how puede en principio decidir si una determinada reaccin comportamental puede entenderse a la luz de una regla conocida, es decir, si puede entenderse como accin; si responde a una determinada norma o se desva de ella; y en qu grado se desva de la norma subyacente. Y otro tanto acaece con las manifestaciones lingsticas. Los hablantes competentes puede que normalmente no sepan hacer explcitas, o slo sepan hacerlo de forma muy incompleta, las reglas gramaticales de un lenguaje natural en el que forman y entienden oraciones. Sin embargo, todo hablante suficientemente socializado dispone de un know how que le basta para distinguir entre actos fonticos y puros ruidos, entre oraciones correctamente formadas desde un punto de vista sintctico y semnticamente dotadas de sentido y oraciones mutiladas, y clasificarlas comparativamente conforme a su grado de desviacin. Este saber de regla de los sujetos que hablan y actan competentemente, intuitivamente disponible, pero susceptible mayuticamente de precisin, constituye la base experimental sobre la que han de apoyarse las teoras de la accin, mientras que las teoras estrictamente articuladas en trminos de ciencia del comportamiento slo dependen de datos observacionales. De esta circunstancia resulta una importante diferencia para la construccin de las teoras y para la relacin que guardan con su respectivo mbito objetual.Las teoras que tratan de explicar aquellos fenmenos que slo son accesibles a una comprensin del sentido, es decir, las manifestaciones de los sujetos capaces de lenguaje y accin, tienen que apoyarse en una explicitacin sistemtica de aquel saber de reglas con cuya ayuda los propios hablantes y agentes competentes generan sus manifestaciones. La formacin de la teora sirve a una reconstruccin de los sistemas de reglas conforme a los que se producen las oraciones y acciones, es decir, las formas estructuradas en trminos de sentido. Estas reglas generativas no pueden extraerse directamente de las estructuras superficiales de las oraciones. Como ocurre en el caso de la gramtica, puede tratarse de estructuras profundas que simplemente subyacen a las estructuras superficiales generadas, si bien son implcitamente sabidas en tanto que know how de hablantes competentes. La meta es aqu la reconstruccin hipottica de sistemas de reglas con los que alumbramos (25) la lgica interna de la generacin, dirigida por reglas, de estructuras superficiales susceptibles de comprensin. Pues bien, si partimos de que las estructuras superficiales susceptibles de comprensin constituyen el equivalente de las regularidades de sucesos (y reacciones comportamentales) observables, entonces cabra comparar la reconstruccin de los sistemas de reglas abstractos subyacentes a las estructuras superficiales con las teoras experimentales de las que deducimos las leyes naturales subyacentes a las regularidades empricas. Esta comparacin hace, empero, visible la diferencia en el status que adoptan ambas clases de teora. Las reconstrucciones hipotticas platean una pretensin casi esencialista que es extraa a las teoras experimentales de tipo nomolgico. Pues los conceptos fundamentales de los sistemas nomolgicos de enunciados, en la medida en que se refieren al mbito objetual que son los sucesos susceptibles de medicin fsica, se empiezan introduciendo en trminos convencionales. Sirven a la construccin de lenguajes teorticos, que pueden acreditarse a travs de la deduccin de hiptesis legaliformes susceptibles de comprobacin. Quiz pueda decirse que las hiptesis nomolgicas, cuando son verdaderas, corresponden a las estructuras de una realidad objetivada, sea en trminos fsicos, sea en trminos de ciencia del comportamiento (o que dan con elementos invariantes en esa realidad as objetivada). Pero no puede decirse que se limiten a reconstruir un saber intuitivo que los observadores competentes de esa realidad hubieran ya siempre posedo; antes bien, los conocimientos de esa procedencia son por lo general contraintuitivos.En cambio, las reconstrucciones racionales del saber de regla de los sujetos capaces de lenguaje y accin plantean tal pretensin esencialista. Los conceptos fundamentales que han de servir a la reconstruccin de plexos de reglas generativas operativamente eficaces no se introducen en trminos slo convencionales, sino en anexin con las categoras que pueden tomarse de la autocomprensin de los propios sujetos generantes. El momento esencialista lo veo en que las reconstrucciones hipotticas, cuando son verdaderas, no slo corresponden a estructuras de una realidad objetivada, sino a estructuras halladas en el saber implcito de sujetos que juzgan competentemente: son las reglas operativamente eficaces mismas las que han de ser as objeto de explicitacin.Tras haber explicado valindome de tres importantes consecuencias metodolgicas la decisin relativa a si se admite o no el sentido como concepto sociolgico bsico, puedo delimitar provisionalmente los planteamientos objetivistas y los planteamientos subjetivistas en la formacin de la teora sociolgica. Voy a llamar subjetivista a un programa terico que conciba la sociedad como un plexo estructurado en trminos de sentido; y, por cierto, como un plexo de manifestaciones y estructuras simblicas que es constantemente generado conforme a reglas abstractas subyacentes. La teora se plantea como tarea de reconstruccin (26) de un proceso generativo del que brota una realidad social estructurada en trminos de sentido; en cambio, llamo objetivista a un programa terico que entienda el proceso vital que es la sociedad, no desde dentro como un proceso de construccin, es decir, de generacin de estructuras dotadas de sentido, sino desde fuera como un proceso natural que puede observarse en sus regularidades empricas y explicarse con la ayuda de hiptesis nomolgicas. Objetivistas en este sentido son todas las teoras comportamentales en sentido estricto, por ejemplo, la teora clsica del aprendizaje. En este lugar no voy a elegir entre ambos tipos de planteamientos. Me voy a contentar con decir que dentro de sus lmites los programas objetivistas desarrollados con xito tienen que luchar con dificultades que resultan de tal abstraccin metodolgica respecto de la preestructuracin simblica de la realidad social. En el plano de los problemas de medida discutidos por Cicourel y otros, estas dificultades se tornan patentes en la tentativa de reducir la accin a comportamiento[footnoteRef:5]; y de forma paradigmtica se tornan patentes en la tentativa de desarrollar una teora behaviorista del lenguaje, tentativa que puede considerarse fracasada[footnoteRef:6]. Pero no voy a entrar en esta discusin. En vez de eso voy a limitarme en las prximas lecciones al programa subjetivista de teora sociolgica. Las teoras generativas de la sociedad, que es como las llamar en adelante, tienen que luchar con dificultades complementarias. Pues un programa terico de este tipo tiene que responder a tres preguntas. Suponiendo que la sociedad se entiende como un proceso generativo de una realidad estructurada en trminos de sentido: a) Quin es el sujeto de ese proceso de generacin, o es que no se da ningn sujeto? b) Cmo hay que pensar la manera de ese proceso de generacin: como actividad cognoscitiva (Kant, Hegel), como manifestacin lingstica (Humboldt), como trabajo (Marx), como creacin artstica (Schelling, Nietzsche), como pulsin (Freud)? Y finalmente c): los sistemas de reglas subyacentes, conforme a los que se construye la realidad social, son invariables para todos los sistemas sociales o se da tambin una evolucin histrica de estos sistemas abstractos de reglas y quiz tambin una lgica interna de esa evolucin, que por su parte sera susceptible de reconstruirse? [5: N. Macolm, International Activity Cannot be Explained by Contingent Causal Laws, en L. I. Kimermann (ed.). The Nature and Scope of Social Sciences, Nueva York, 1969, 344-350; mientras tanto Th. Mischell, Psychologische Erklrungen, Francfort, 1981.] [6: Cfr. la crtica de Chomsky a Skinner, en J.J. Katz (ed.), The Structure of Language, Englewoods Cliffs, 1964, 547-578.]

Antes de pasar a hacer una tipologa de las respuestas que las ms importantes teoras generativas de la sociedad han dado a esas cuestiones, voy a discutir con toda brevedad otras dos decisiones bsicas en punto a estrategia conceptual, que son de suma importancia para la formacin de la teora sociolgica. (27) La segunda decisin metaterica consiste en si la accin intencional en tanto que concepto bsico de la teora de la sociedad ha de conceptualizarse en forma de accin racional con arreglo a fines o en forma de accin comunicativa. Permtanme caracterizar primero estos dos tipos de accin por referencia al status de las reglas que dirigen en cada caso el comportamiento. Por accin racional con arreglo a fines entiendo, bien la accin instrumental, bien la eleccin racional, bien una combinacin de ambas. La accin instrumental se orienta por reglas tcnicas, que descansan en un saber emprico. Esas reglas implican en cada caso pronsticos condicionados sobre sucesos observables, fsicos o sociales. Estos pueden resultar acertados o falsos. El comportamiento de eleccin racional se orienta por estrategias que descansan en un saber analtico. Estas estrategias implican deducciones a partir de reglas de preferencia (sistemas de valores) y mximas de decisin; esos enunciados estn bien o mal deducidos. La accin racional con arreglo a fines realiza determinados fines bajo condiciones dadas; pero mientras la accin instrumental organiza medios que son adecuados o inadecuados conforme a criterios de un control efectivo de la realidad, la accin estratgica slo depende de la valoracin correcta de posibles alternativas de comportamiento, que slo resulta de una deduccin efectuada con ayuda de valores y mximas.De otro lado, por accin comunicativa entiendo una interaccin simblicamente mediada. Se orienta por normas obligatorias que definen expectativas recprocas de comportamiento y que tienen que ser entendidas y reconocidas al menos por dos sujetos agentes. Las normas sociales vienen corroboradas por sanciones. Su contenido semntico se objetiva en expresiones simblicas y slo es accesible a la comunicacin en el medio del lenguaje ordinario. Mientras que la eficacia de reglas tcnicas y de estrategias depende de la validez de enunciados empricamente verdaderos o analticamente correctos, la validez de las normas sociales viene asegurada por un reconocimiento intersubjetivo fundado en el entendimiento o en un consenso valorativo. En ambos casos la violacin de las reglas tiene consecuencias distintas. Un comportamiento incompetente, que viola reglas tcnicas acreditadas o estrategias correctas, est condenado al fracaso al no poder alcanzar el xito apetecido; el castigo viene inscrito, por as decirlo, en el propio fracaso ante la realidad. Un comportamiento desviante que viola normas vigentes, provoca sanciones, que slo estn asociadas con las reglas externamente, es decir, por convencin. El aprendizaje de las reglas de accin racional con arreglo a fines nos dota de la disciplina que son las habilidades; las normas interiorizadas nos dotan de estructuras de la personalidad. Las habilidades nos ponen en condiciones de resolver problemas, las motivaciones nos permiten actuar de manera conforme a las normas. El siguiente diagrama recoge estas caractersticas; necesitan de una explicacin ms detallada que en este lugar no puedo hacer. (28)

En la formacin de la teora sociolgica se da la alternativa de definir el mbito objetual de suerte que slo puedan aparecer en l acciones de tipo estratgico, o acciones tanto de tipo comunicativo como de tipo estratgico. La accin estratgica puede entenderse como caso lmite de la accin comunicativa, que se presenta cuando entre los actores queda rota como medio de aseguramiento del consenso la comunicacin en el medio del lenguaje ordinario y cada uno adopta frente al otro una actitud objetivante. Pues a la accin estratgica subyacen reglas de una eleccin racional con respecto a fines de los medios, que cada agente puede en principio hacer por s solo. Las mximas de comportamiento vienen definidas por intereses, en el marco de una competicin por maximizar ganancias o minimizar prdidas. Quien tengo enfrente deja entonces de ser un alter ego, cuyas expectativas puedo cumplir (o violar) conforme a normas intersubjetivamente reconocidas; antes bien, es un oponente, cuyas decisiones puedo tratar indirectamente de influir mediante disuasin o recompensa. Las acciones instrumentales no son en general acciones sociales: pueden presentarse (29) como elementos de acciones sociales (por ejemplo, como elementos de las definiciones de roles). Si slo se permiten acciones estratgicas, podemos desarrollar, por ejemplo, teoras del intercambio; pero si tambin se permiten acciones comunicativas, podemos desarrollar teoras convencionales de la accin conforme al modelo de la de Weber o la de Parsons.La tercera decisin metateortica que considero importante consiste en si ha de elegirse un planteamiento elementalista o lo que se suele llamar un planteamiento holista. En la amplia discusin[footnoteRef:7] habida acerca de esta cuestin, no puedo entrar en detalles. Ambas estrategias conceptuales las considero practicables; sin embargo, las correspondientes teoras tienen diferentes mbitos de aplicacin y diferentes capacidades. El planteamiento elementalista adopta en el plano de las teoras de la accin la forma de un individualismo metodolgico. J. V. N. Watkins formula (coincidiendo en ello con Popper) dos postulados independientes entre s: a) Los constituyentes ltimos del mundo social son personas individuales que actan ms o menos adecuadamente a la luz de sus disposiciones y de su comprensin de la situacin (loc. cit., pg. 604). Todos los fenmenos sociales tienen, pues, que poder analizarse en forma de enunciados sobre acciones de sujetos individuales. Enunciados de un lenguaje teortico, en el que aparezcan expresiones para entidades sociales supraindividuales cuales son roles, instituciones, sistemas de valores y tradiciones, no son permisibles si no pueden reducirse a enunciados de otro lenguaje teortico, en el que aparezcan exclusivamente predicados para sujetos agentes, y para sus manifestaciones y sus motivaciones. El segundo postulado dice as: b) No existe tendencia social que no pueda ser cambiada si los individuos implicados quisieran cambiarla y poseyeran para ello la adecuada informacin (loc. cit., pg. 605). Esta fuerte afirmacin tiene el status de un supuesto filosfico que afirma que los sujetos capaces de lenguaje y de accin representan las nicas fuerzas motoras en las evoluciones histricas de los sistemas sociales. El cambio social puede explicarse por referencia a propiedades de una unidad suprasubjetiva (como son los sistemas, grupos, estructuras) si y slo si esas propiedades suprasubjetivas pueden reducirse a propiedades de sujetos individuales capaces de lenguaje y de accin. Para ejemplificar la posicin contraria a esta teora individualista de la accin cabe recurrir hoy a ese tipo de teora sociolgica de carcter sistmico (Deutsch, Parsons, Luhmann) que tiene en cuenta la circunstancia de que el plexo de normas vigentes va ms all del sentido que subjetivamente le dan aquellos que actan bajo las normas. Los sistemas se introducen como unidades que pueden resolver (30) los problemas que se plantean mediante procesos suprasubjetivos de aprendizaje. [7: Cfr. Krimermann (1969), parte VII, 585 y ss., con trabajos de Watkins, Goldstein y Mandelbaum.]

Las tres mencionadas alternativas en la eleccin de estrategia conceptual para el desarrollo de la teora sociolgica ofrecen puntos de vista apropiados para la clasificacin de los planteamientos teorticos ms importantes (cfr. Fig. 2).

No voy a entrar a examinar aqu la fecundidad relativa de estos distintos planteamientos teorticos. El repaso tena ms bien por objeto clasificar aquellas teoras generativas de la sociedad, por las que estoy interesado. Es obvio que esas teoras no pueden pertenecer a las ciencias comportamentales en sentido estricto. Pero tampoco pertenecen a las teoras de la accin estratgica. Pues en estas teoras se hacen hiptesis relativas a racionalidad que slo son vlidas (aproximadamente) para fragmentos limitados de la realidad social. Tanto las teoras de la accin racional como los modelos de ciberntica social tienen un status normativo-analtico. Slo pueden aplicarse bajo el presupuesto de que los sujetos agentes se comportan racionalmente y ponen, en efecto, a la base de su accin las mximas de comportamiento que se suponen o bajo el presupuesto de que los sistemas autorregulados se estabilizan (31) exactamente en el estado que en trminos convencionales se ha introducido como estado meta. Las teoras generativas de la sociedad no pueden pertenecer a este tipo de teoras porque se presentan con la pretensin de aprehender el proceso de la vida social en conjunto y ello tal como fcticamente discurre en tanto que proceso de generacin de estructuras dotadas de sentido. No se contentan con fragmentos de la realidad, que pudieran aproximarse a modelos de racionalidad, es decir, no se contentan con un status normativo-analtico. Tienen, por tanto, que asignarse al tipo de teora, que aparece en la columna derecha del diagrama.Para poder diferenciar en este marco entre diversas teoras generativas de la sociedad, voy a retomar la cuestin que ya nos sali al paso al considerar que an estaba por clarificar el concepto de generacin de plexos de vida estructurados en trminos de sentido. Si no me equivoco, podemos tratar de clarificar el proceso de generacin de una sociedad valindonos de los siguientes modelos.El primer modelo es el del sujeto cognoscente y juzgante. Kant investig las condiciones subjetivas necesarias del conocimiento experimental en general e introdujo para ello el concepto de constitucin de objetos de la experiencia. Husserl concibi conforme a este mismo modelo la constitucin del mundo cotidiano de la vida, en el que hacemos experiencias, tratamos con objetos y personas y ejecutamos acciones; Alfred Schtz desarroll a partir de ah una teora de la sociedad en trminos de constitucin. En el ttulo de un conocido trabajo de sus discpulos Berger y Luckman cabe reconocer el origen que esa teora fenomenolgica de la sociedad tiene en la teora del conocimiento: ambas hablan de constitucin social de la realidad (social construction of reality). Entienden el proceso generativo de la sociedad como un proceso de generacin de una imagen de la realidad por la que los sujetos se orientan en el trato entre sDe ah tambin que para Berger y Luckman la sociologa sea en el fondo sociologa del saber: la constitucin de la realidad social coincide con la generacin de una imagen del mundo orientadora de la accin. Las teoras de la constitucin atribuyen el proceso de generacin a las operaciones de un sujeto. Este puede ser un yo inteligible ms o menos proyectado a semejanza del sujeto individual emprico o, como ocurre en Hegel y en Marx y en la teora dialctica de la sociedad, un sujeto genrico que se constituye histricamente. Veremos todava que precisamente estos conceptos de una conciencia individual generalizada (trascendental) o una conciencia colectiva plantean problemas a la hora de transferir el modelo de la constitucin desde el mundo de la experiencia posible a la sociedad.El segundo y tercer modelos, conforme a los que podemos pensar el proceso de generacin de la sociedad son, en cambio, sistemas de reglas exentos del sujeto. Me refiero, por un lado, a la Antropologa Social estructuralista y, por otro, a las teoras sistmicas en sociologa. Ambas, (32) tanto el estructuralismo como la teora de sistemas, entienden la sociedad de suerte que sta es generada mediante estructuras subyacentes como un plexo, bien de formas simblicas, bien de flujos de informacin. Las estructuras profundas son en ambos casos estructuras exentas de sujeto. Representan sistemas annimos de reglas que en el caso del estructuralismo se representan conforme al modelo de la pragmtica del lenguaje, y en el caso de la teora de sistemas conforme al modelo de sistemas autorregulados. En el primer caso fue el estructuralismo lingstico de Saussure, y en el segundo la ciberntica de las mquinas, que despus tambin ha sido transferida a los organismos, los que abrieron el camino. Exentas de sujeto son las estructuras subyacentes del mismo modo que la gramtica de un lenguaje natural o que un autmata que se regula a s mismo. Lo que primero parece ser una ventaja, acaba revelndose como una debilidad especfica: ni el modelo de la constitucin muestra un camino por el que salir del estuche mondico de las operaciones del sujeto, ni en el modelo sistmico de la sociedad puede darse acomodo a los sujetos hablantes y agentes y sobre todo a las relaciones que entablan entre s. Pues el sistema de reglas gramaticales exige hablantes competentes que hay que aadir para actualizarlo; mientras que el autmata se regula a s mismo y no necesita de un sujeto que lo sirva. En ambos casos el paradigma es inapropiado para precisar la generacin de plexos de sentido intersubjetivamente vinculantes.Para ello se ofrece, en cuarto lugar, el modelo de la comunicacin lingstica cotidiana del habla (del habla y la interaccin). Se trata aqu de la generacin de las situaciones en que hablamos unos con otros y actuamos unos con otros, es decir, de la forma de intersubjetividad del entendimiento posible. Los sistemas abstractos de reglas subyacentes tienen que estar concebidos de suerte que puedan explicar, as la generacin pragmtica de la comunidad del sentido intersubjetivamente compartido, como la generacin lingstica en sentido estricto de las oraciones que empleamos en los actos de habla tanto con fines cognitivos como con fines relativos a la accin. Este modelo permite la inclusin temtica de la relacin de intersubjetividad en una teora generativa de la sociedad.Ejemplos son la psicologa social del juego de roles de George Herbert Mead y la teora de los juegos de lenguaje del ltimo Wittgenstein. Las reglas generativas subyacentes a los juegos de roles y a los juegos de lenguaje son concebidas tan exentas de sujeto como el sistema de reglas de la gramtica de una lengua; pero estn planteadas de suerte, que como estructuras superficiales no solamente pueden aparecer productos simblicos como son manifestaciones lingsticas y acciones, sino al tiempo sujetos capaces de lenguaje y accin que se forman como tales en el medio de la comunicacin lingstica cotidiana. La psicologa social de Mead es a la vez una teora de la socializacin. Entre las estructuras dotadas de sentido que una teora generativa de la sociedad ha de explicar (33) figuran tanto las estructuras de la personalidad como las formas de intersubjetividad dentro de las cuales los sujetos se expresan mediante el habla y la accin.A las teoras generativas de la sociedad que de algn modo presuponen un sujeto trascendental, voy a llamarlas teoras de la constitucin de la sociedad; aqullas, que a la base del proceso de generacin ponen estructuras sin sujeto, las llamar teoras sistmicas de la sociedad; y aqullas, finalmente, que suponen sistemas de reglas abstractos para la generacin de relaciones intersubjetivas en las que tambin los propios sujetos se forman, las llamar teoras de la sociedad planteadas en trminos de comunicacin. Como punto de vista diferenciador podemos aceptar que algunas teoras permiten la evolucin histrica del sujeto del que provienen tales operaciones, o de los sistemas de reglas generativas subyacentes, mientras que otras teoras, o bien se atienen a una estricta dicotoma entre operaciones trascendentales y fenmenos constituidos, o excluyen en todo caso una historia (susceptible de reconstruccin) de los elementos constituyentes. Resulta entonces la siguiente dosificacin (cfr. Fig. 3, pg. 34).El contenido informativo del resumen que acabo de hacer se oculta naturalmente en el cuadro vaco de abajo a la derecha. La tabla sirve para delimitar un planteamiento teortico, que hasta el momento no ha sido desarrollado con precisin, de modo que no puedo remitirme aqu a un corpus bien fijado de investigaciones. Por otro lado, puedo al menos partir de la teora del juego de roles de Mead y de la teora de los juegos del lenguaje de Wittgenstein. Pues en ellas ya est prefigurada esa pragmtica universal que considero adecuado fundamento de la teora de la sociedad y cuyos rasgos fundamentales voy a tratar de desarrollar. Pero antes quisiera partir del caso de una teora de la constitucin de la sociedad que conecta con Kant. Analizando este ejemplo podemos percatarnos de antemano de las premisas con que hemos de habrnoslas, en cuanto tratamos de entender el proceso de aprendizaje de la sociedad como un proceso de generacin. Adems la debilidad caracterstica de las teoras de la constitucin se har patente precisamente en la problemtica de la que toma su punto de partida la teora de la comunicacin: en la deduccin de las teoras intersubjetivas a partir del planteamiento monolgico de una filosofa trascendental de la conciencia.George Simmel dedic un famoso excurso del primer captulo de su principal obra a la cuestin de cmo es posible la sociedad. Esa pregunta es a todas luces el equivalente de la pregunta bsica de la Crtica de la Razn Pura: cmo es posible el conocimiento de la naturaleza. Kant haba tratado de responder a esta cuestin mostrando que el sujeto cognoscente constituye l mismo a la naturaleza como mbito de los (34, 35) objetos de la experiencia posible: haba analizado las condiciones subjetivas necesarias de la intuicin y del juicio, slo bajo las cuales es posible la experiencia, es decir: la organizacin de la pluralidad de las sensaciones en un complejo de fenmenos sujetos a leyes. Pues bien, en Simmel encontramos una formulacin clsica de la tentativa de ampliar este planteamiento de teora de la constitucin del conocimiento de la naturaleza a una teora de la constitucin de la sociedad, entindase bien: no del conocimiento de la sociedad, sino de la sociedad misma: Resulta tentador tratar la cuestin de las condiciones apriricas en virtud de las cuales es posible la sociedad, de forma anloga a la cuestin de las condiciones apriricas del conocimiento de la naturaleza. Pues tambin aqu estn ya los elementos individuales que en cierto sentido permanecen tambin separados los unos de los otros, como lo hacen las impresiones de los sentidos, y su sntesis en la unidad de una sociedad slo pueden obtenerla en un proceso de conciencia que pone en relacin en determinadas formas conforme a determinadas reglas el ser individual de un elemento particular con el de otro.

Pero Simmel se da cuenta enseguida de la decisiva diferencia: en lo tocante a teora de la constitucin, naturaleza y sociedad no estn a un mismo nivel de anlisis: mientras que la naturaleza slo puede ser definida como mbito objetual del conocimiento por referencia a las operaciones sintticas fundadoras de unidad del sujeto cognoscente, el sujeto cognoscente encuentra ya ante s la sociedad como una unidad ya constituida por los propios sujetos empricos. La pregunta por la constitucin de la naturaleza se refiere al problema del conocimiento de la naturaleza; la pregunta por la constitucin de la sociedad al problema de cmo es posible la sociedad. El proceso vital que es la sociedad, se efecta en el plano de las operaciones constituyentes y no, como el proceso de la naturaleza, en el plano de una naturaleza ya constituida. Con otras palabras: en los procesos de conciencia constituidores de su sociedad los sujetos sociales se mueven precisamente en el plano trascendental en que el sujeto cognoscente constituye a la naturaleza como objeto de experiencias posibles. Con ello, la esfera de la sociedad cobra frente al espritu cognoscente una especie de objetividad que la naturaleza no puede pretender frente al sujeto que la constituye y conoce: La diferencia decisiva entre la unidad de la sociedad y la unidad de la naturaleza es la siguiente: que esta ltima -conforme al punto de vista kantiano que aqu suponemos- se produce exclusivamente en el sujeto cognoscente, es generada exclusivamente por l a partir de los datos sensibles no ligados entre s, mientras que, en cambio, la unidad social es realizada sin ms por sus elementos, que son elementos conscientes y ejercitadores de actividades sintticas, y no necesita de sujeto cognoscente alguno que la mire desde fuera... La unificacin no necesita aqu (36) de ningn factor fuera de sus elementos, pues cada uno de stos ejerce la funcin que frente a lo externo ejerce la energa anmica del observador: la conciencia de formar una unidad con el otro es aqu en efecto toda la unidad que entra en consideracin". Y: En estas circunstancias la pregunta "Cmo es posible la sociedad?", cobra un sentido metodolgico completamente distinto que la pregunta "Cmo es posible la naturaleza?". Pues a esta ltima responden formas de conocimiento por las que el sujeto efecta la sntesis de elementos dados, resultando de esa sntesis la "naturaleza". Pero a la primera, las condiciones a priori puestas en los elementos mismos, por las que en trminos reales se unen dando como sntesis la "sociedad".Esta consideracin es de central importancia para el planteamiento de todas las teoras generativas de la sociedad, lo mismo si parten de Dilthey y Rickert, que de Husserl o Wittgenstein, o provienen directamente de Kant o de Hegel y Marx. Pues funda una teora dualista de la ciencia que establece una separacin metodolgica de principio entre las ciencias de la cultura, del espritu, sociales, o de la accin, por un lado, y las ciencias de la naturaleza por otro, porque la naturaleza es entendida como un mbito objetual, que puede hacerse derivar de las operaciones constitutivas del sujeto cognoscente, mientras que la constitucin de la sociedad, a travs de las operaciones sintticas de los sujetos socializados mismos, genera frente a la naturaleza algo peculiarmente objetivo que sale al paso al sujeto cognoscente como algo ya estructurado en trminos de sentido y que slo le deja la posibilidad de reconstruir o de tratar de entender repasndolo conceptualmente el proceso de construccin ya de antemano efectuado. En punto a programa terico, de este dualismo se siguen tres consecuencias que ya estn en germen en Simmel.En primer lugar, una teora de la constitucin de la sociedad trasciende la esfera del conocimiento de la naturaleza, es decir, de la ciencia; el mundo preconstituido que las ciencias sociales han de reconstruir para poder explicar los procesos sociales es la esfera de la experiencia precientifica y de la prctica de la vida cotidiana. De ah que en Husserl el anlisis del mundo de la vida pase a ocupar el centro de la Fenomenologa.Esta aplicacin del anlisis trascendental a operaciones no cognitivas, relativas a la prctica de la vida, propias de una subjetividad, que ya no slo se entiende como sujeto del conocimiento posible, conduce, en segundo lugar, a que el plexo de la vida social se conciba como dice Simmel, como un hecho de saber. El programa de investigar las condiciones subjetivas necesarias de la socializacin posible con los medios tomados de la teora del conocimiento dista de resultar obvio, (37) porque las formas que resultan de los procesos de socializacin, normadas por el tipo de esos procesos, no son conocimiento, sino procesos prcticos y estados reales. Sin embargo, aquello cuyas condiciones hemos de investigar y recoger bajo el concepto general de socializacin es algo afn al conocimiento: la conciencia de socializarse o estar socializado. Quiz fuera mejor llamarlo saber que conocimiento. Pues el sujeto no se enfrenta aqu a un objeto del que poco a poco fuera adquiriendo una imagen teortica Se trata de procesos de influjos recprocos que para el individuo significan el hecho -ciertamente que no abstracto, pero susceptible de expresin abstracta- de estar socializado. Qu formas han de subyacer aqu o qu categoras especficas ha de aportar, por as decirlo, el hombre, para que surja esa conciencia y cules son en consecuencia las formas que han de servir de soporte a esa conciencia -a la sociedad como un hecho de saber-, a todo ello podemos llamarlo muy bien cuestiones de una teora de la sociedad planteada en trminos de teora del conocimiento".Este giro tiene una notable implicacin. Si el plexo de la vida social surge de actos de saber, no puede menos que descansar en la facticidad de aquellas pretensiones de validez que vienen puestas con toda forma de saber. Una conciencia, as solemos decir, puede ser verdadera o no verdadera, correcta o falsa, racional o irracional. Una sociedad, que se estructura en trminos de sentido mediante operaciones sintticas de la conciencia, y se constituye como hecho de saber guarda, por tanto, como todava habremos de explicitar, una relacin inmanente con la verdad. Fue de nuevo Husserl quien se dio cuenta de ello y desarroll una teora de la verdad que abrazaba tambin la prctica de la vida. En tercer lugar ya Simmel choca con la dificultad con la que en vano laboran todas las teoras de la sociedad planteadas en trminos de constitucin. La teora del conocimiento tiene que ver con la relacin fundamentalmente monolgica entre el sujeto trascendental (o el sujeto particular) y su objeto de conocimiento; la sociedad, en cambio, se constituye por las operaciones sintticas de muchos sujetos al reconocerse stos mutuamente como sujetos. Pero, cmo cabe entender la estructura de esta intersubjetividad con los medios de una teora del conocimiento planteada en trminos monolgicos? Como centro de posibles operaciones constituyentes, el otro sale al encuentro del sujeto cognoscente en el mismo plano que el sujeto cognoscente se halla: El alma del otro tiene para m la misma realidad que yo mismo, una realidad, que es muy distinta de la de una cosa material... el que ste "para s del otro no nos impida, empero, convertirlo en representacin nuestra, el que aquello que en absoluto puede disolverse en nuestro representar, pueda convertirse, sin embargo, en contenido, es decir, en producto de nuestro representar -he aqu el ms profundo esquema y (38) problema psicolgico- epistemolgico de la socializacin. Husserl abord este problema sometindolo (en sus Meditaciones Cartesianas) al desarrollo ms sutil que haya habido.