Lectura de media noche.

Pab! Aquella noche la lluvia golpeaba los cristales de la habitacin, cada vez con ms fuerza, o eso es lo que a m me pareca, aunque quiz fuese mi imaginacin, ya sabis que dicen que por la noche, todo hace ms ruido de lo habitual, pero no fue el sonido de la lluvia lo que me sobresalt, ni tampoco fueron los maullidos de Casper, mi gata blanca, lo que me oblig a levantarme del sof. Esa noche algo extrao alteraba el ambiente normal de mi casa, toda apagada, debido a un fallo elctrico que haba hecho que se fuera la luz varias horas atrs. Me dispuse a levantarme, no sin antes coger la vela que me haba servido de tanto, ya que si no hubiera sido por ella, no podra haber continuado leyendo la nueva novela que haba adquirido das atrs en la biblioteca. Yo era un hombre muy ordenado, a pesar de que viva solo. Mi madre siempre me deca que antes de que ella muriera, yo deba buscar una buena mujer que supiera cuidarme, pero estaba bien solo, las mujeres nunca han sido mi fuerte; en cambio los libros s, en mi casa no haba rincn en el que no se pudiese leer, me gustaba el silencio por lo que pocas veces pona la televisin o encenda la radio. Los libros eran mi pasin, lea cientos de ellos en muy poco tiempo. Odiaba a esas personas que se pasan la vida mirando a la tele, viendo programas en los que solo se despotrica de los dems. Mientras caminaba por el estrecho pasillo, una luz me ayud a comprender de donde provena ese extrao sonido, frente a mi se encontraba mi telfono mvil, sin duda, estaba sonando, pero era curioso, ya que no lo haca con su meloda habitual, si no con una parecida al mismo sonido que emiten las moscas al volar. Me resultaba un ruido molesto, as que me apresur a desconectarlo, no quera que me molestaran ms, al pulsar la tecla de desbloqueo, algo llam mi atencin, tena un mensaje nuevo, me result de lo ms raro recibir un mensaje a tan altas horas de la madrugada, no pude ver quien envi ese mensaje, en lugar de aparecer el nmero desde el que se envi, apareca la palabra desconocido; lo abr, el comunicado deca lo siguiente: ''Seor Sez, sabemos lo que usted ama los libros, por eso nos gustara obsequiarle con un ejemplar que llego a nuestras manos das atrs, si de verdad tiene inters, es importante que baje ahora mismo a su portal a recogerlo, gracias''.Me resultaba gracioso y poco creble que alguien quisiera entregarme un libro a las tres de la madrugada, pero tampoco perda nada por bajar a mi portal, adems llevara algn arma para evitar un posible ataque de algn ladrn o maleante nocturno. Baj las escaleras como un rayo, divis un hombre en la puerta, estaba tapado por tnica negra con capucha, que le cubra el rostro, par en seco. Aquel extrao individuo pronuncio unas palabras:No se alarme, le he dejado el libro en el buzn, yo me voy, disfrute de la lectura seor Sez.

El sujeto abandon el portal y se dirigi hacia un callejn, acud a mi buzn an con cautela, si ese hombre haba abierto la puerta y se haba introducido en el edificio para dejar el libro, sin duda podra volver a hacerlo. Lo abr rpidamente y cog el ejemplar. Decid no mirarlo hasta que estuviera en casa. Ya en la seguridad del hogar, me dispuse a echarle un vistazo a mi nueva adquisicin, no sin antes terminar la novela que estaba leyendo como ya os dije antes; si hay algo que me gusta, es finalizar bien una cosa antes de empezar otra. El libro misterioso era de tapas negras, de grosor medio, como nica decoracin tena unas letras doradas, que parecan ser el ttulo: ''Lectura de media noche''.Me pareci cutre, automticamente, lo tir contra la mesa y me dispuse a dormir, pero conforme transcurran los segundos notaba como una extraa sensacin que me coma por dentro, me obligaba a querer empezarlo; as que eso hice. Tom el libro y lo abr dispuesto a terminarlo esa misma noche.Al poco tiempo de empezar, algo me golpe la cabeza. Perd el conocimiento, pero an recuerdo algunas sensaciones extraas que not mientras estaba desmayado.Despert en un lugar que desconoca hasta entonces, yo estaba sentado en un silln de piel, enfrente de m haba una cama; sin duda me encontraba en una habitacin, pero no era de mi casa; en la cama una extraa figura llam mi atencin, cuando pude enfocar bien mis ojos, ya que an estaba aturdido, distingu una extraa sombra amorfa que se encontraba quieta y rgida como una estatua, la ligera inclinacin de esta figura me impeda distinguir si posea rostro o no. La cosa habl:-Buenas noches seor su voz era horripilante, igual que un grito de angustia, me provocaba dolor de cabeza con solo oirla un momento como ver, est atrapado cierto, no haba reparado en ello, pero me encontraba unido al silln por unas cadenas fuertemente atadas y bastante gruesas si de verdad aprecia su vida, y quiere regresar a su casa, lo nico que debe hacer es leer, pero recuerde, no debe parar por nada, si no, su existencia llegar a su fin. Una mano abri un libro delante ma, no pude ver a quien perteneca, ya que las cadenas me obligaban a estar pegado al sof. Aquella mano era nauseabunda, de aspecto descuidado y muy sucia, con uas largas y encima apestaba. No dije nada, si solo tena que leer para poder acabar con toda esta pesadilla, lo hara sin rechistar. Estuve leyendo durante horas y horas; aquella historia no terminaba nunca, era como estar delante de la muerte, todo el libro hablaba de lo mismo, los personajes moran de forma violenta, algunos eran gente conocida por m, e incluso familiares, ya no recuerdo bien todas las personas y todas las atrocidades que tuve que transmitir a ese ser de la cama. No me pausaba, quera terminar con todo ya, el dolor que me provocaba leer eso era inmenso. De pronto llegu a un punto que me sobresalt, os lo contar tal y como all lo pona: ''Sez no aguantaba ms, sus palabras se le clavababan como cuchillos en los costados, su corazn iba a toda velocidad, aquello era demasiado para l; de pronto el ser de la cama se levant y se acerc al lector asustado; Sez quera ver el rostro de esa criatura, pero saba que si levantaba la vista del libro, su fin sera inminente''. No lo pude evitar, levant los ojos de la pgina, una cara demacrada y horrorosa se postraba ante m, era lo ms feo y triste que jams haba visto, ni si quiera s si existen palabras para describir tal aberracin, esa piel demacrada, esos ojos hundidos, esas cicatrices en los pmulos, esa sonrisa malvola de oreja a oreja.-No! - grit; de repente despert, todo pareca normal, haba vuelto a mi casa, pero un momento, baj la vista, en mi silln me encontraba yo, pareca estar muerto, tena un libro negro en las manos, no poda ser, haba fallecido mientras lea ''Lectura de medianoche''. Cmo mor? Realmente lo desconozco, no s si lo vivido en aquella extraa habitacin pas de verdad, o si acab muriendo por otra razn. Quiz si no hubiese cometido ese desprecio contra la misteriosa novela que me entregaron aquella noche, mi ltima noche vivo, todo hubiese sido diferente.Pero lo que s aprend, aunque a m ya me sirve de poco, es que NUNCA se debe juzcar a un libro por su aspecto.