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Lesiones Malignas y Premalignas de Cuello Uterino
Estudios ginecológicos han descubierto múltiples lesiones en el cuello uterino, mediante la aplicación conjunto de citologías, colposcopia,
biopsias entre otros métodos.¿Cuáles son esas lesiones?
¿Con qué frecuencia se presentan?¿Cuál es su incidencia en el mundo y en
Venezuela?
En cuanto a las lesiones de cuello uterino, podemos diferenciar las lesiones malignas y
premalignas.
Toda lesión que dañe el epitelio cervical con predisposición a la malignidad y la displasia se considera una lesión premaligna. Estas soon
proliferaciones epiteliales atípicas limitadas por la membrana basal.
Mientras que cuando estas lesiones sobrepasan la membrana basal se consideran malignas, y
son tumores epiteliales malignos que se originan mayoritariamente en el revestimiento
mucoso.
Evolución de las lesionesNormalmente se inicia con un contacto al VPH, el VPH es un virus corriente que se transmite
por vía sexual, la mayoría de las infecciones por el VPH ceden espontáneamente, de no ser así
se producirá, junto con la presencia de cofactores genéticos, ambientales o
inmunológicos una infección que puede ser de bajo o alto riesgo. Una infección de alto riesgo desencadenara una lesión premaligna que si
persiste y no recibe tratamiento, posteriormente evolucionará a una lesión más
grave: cáncer in situ y cáncer invasor, esto puede tomar mucho tiempo entre 12-18 meses
e incluso décadas.
Evolución de las células normales hasta llegar a lesiones premalignas y posteriormente malignas
Las lesiones malignas y premalignas de cuello uterino son un problema mundial de salud pública.
El cáncer cervicouterino es una de las principales causas de fallecimiento por cáncer en las mujeres del
mundo en desarrollo.
En el año 2002, se registraron más de490 000 casos nuevos de cáncer cervicouterino, de los cuales el 90% correspondía a países en
desarrollo. Más de 260 000 mujeres fallecieron a causa de esta enfermedad y cerca del 95% de
esas defunciones ocurrieron en países en desarrollo; todo ello convierte al cáncer
cervicouterino en una de las amenazas más graves para la vida de la mujer.
Más del 80% de las mujeres con diagnóstico reciente de cáncer cervicouterino viven en países
no industrializados; a casi todas ellas se les diagnostica el cáncer cuando la enfermedad se
encuentra en un estadio avanzado. Se estima que el 95% de las mujeres que viven
en países en desarrollo nunca se han sometido a
un cribado de cáncer cervicouterino.
Se identifican diferentes subtipos de cáncer cervical:Carcinoma de las células escamosas, que se origina a expensas del epitelio pavimentoso; es el más frecuente
(aproximadamente 80% de los casos); el precursor inmediato de este carcinoma son las lesiones
intraepiteliales escamosas de alto grado;Adenocarcinoma cervical, que constituye el 15% de
los casos y se desarrolla a partir de lesiones precursoras denominadas adenocarcinoma in situ;
Carcinomas adenoescamosos y neuroendocrinos, que constituyen el 5% restante de los casos.
El cáncer cervicouterino afecta raramente a las mujeres menores de 30 años de edad; es más frecuente en las mujeres de más de 40 años.
Al igual que con otras enfermedades crónicas, las tasas de incidencia y mortalidad del cáncer cervicouterino aumentan con la edad. Un análisis de las tasas de mortalidad específica por edades en
cuatro subregiones de las Américas demuestra claramente dicha tendencia
A escala mundial, el VPH es responsable de un 5,2% de todos los tumores humanos,
correspondiendo un 2,2% de los cánceres a los países desarrollados y un 7,7% de los cánceres a los países en vías de desarrollo. Los estudios epidemiológicos o clínicos que han incorporado
técnicas de biología molecular detectan determinados tipos oncogénicos o de alto riesgo
de VPH en prácticamente el 100% de los cánceres cervicales cuando la muestra es
adecuada y la tecnología de detección viral es de alta sensibilidad. Formalmente, ha llegado a descartarse la existencia de cánceres cervicales
no asociados al VPH.Las asociaciones observadas entre la infección
por VPH y el cáncer de cuello uterino están entre las más fuertes de las identificadas en
cancerología humana, existiendo un consentimiento creciente en calificarlas como causa necesaria (ausencia de enfermedad en ausencia de infección) e insuficiente (presencia de infección sin presencia de
enfermedad).