Liberación de Buchenwald

7/23/2019 Liberación de Buchenwald

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Liberación de Buchenwald

por Harry J. Herder, Jr.

Hace más de cincuenta años, me fui a través de un conjunto de experiencias que nunca

he sido capaz de librarse de mi mente. Ellos desaparecen en mi mente, y, acontinuacin, en la primavera siempre, al!unos pequeños !atillo se activarlos y yoestaremos inmersos en estas experiencias una vez más. El !rado de inmersin var"a deaño en año, pero no hay una disminucin !radual con el tiempo. #omo nota, pero no loentiendo, que los hechos sucedieron en la primavera, y la re$inmersin parece estarsiempre en la primavera. Este año me puse esos recuerdos en el papel, todos ellos, o almenos todos ellos me recuerdan. Espero que para la catarsis. %o espero una pur!acompleta $ que se esperaba demasiado $ pero si puedo conse!uir estos recuerdos pararastrear profundamente en mi mente, para volver a aparecer con menos intensidad, ycon menor frecuencia, que será una ayuda.

&omos como somos, vimos lo que vimos, y recordamos como lo recuerde. 'ue as" sea.Estos son mis recuerdos. Es suficiente para m" que yo siento lo que siento, y ahora estoytratando de adel!azar esos sentimientos. ( uso que usted, el lector. )ebo pur!ar estossentimientos de al!uien, y si ten!o lectores, es que estoy usando. *ido disculpas austedes, y les pido su comprensin.

#odo esto ocurri a un !rupo de nosotros el ++ de abril de +-. /as cosas queencontramos entonces eran lo suficientemente !rotesco sin conocer al!unas de las otrascosas que aprend" más tarde. 0omo *10 en el Ejército de EE.22., no hab"a manera deque yo pudiera aprender el ori!en de las rdenes que lo empez todo. )e hecho, cuando

empezamos no hab"a manera para aquellos de nosotros en la parte inferior de la escalera para tener al!una idea de dnde "bamos o lo que estábamos haciendo. /o que s"recuerdo es que con el tiempo fuimos un poco suave valle donde hab"a árboles a cadalado de nosotros, cuando nos hizo un !iro brusco a la izquierda, tan a!uda que los queestamos en la parte superior de los veh"culos estaban a!arrando cosas para no caer off.*or el tiempo que hab"a recuperado el equilibrio, ah" estaba3 una !ran valla de alambrede p4as, al menos, tres metros de altura. Entre nosotros y la valla y que corre paralela ala valla era un camino de tierra, con altas torres de vi!ilancia cada cincuenta metros máso menos. 5ás allá de la cerca hab"a dos capas más de cerca de alambre de p4as no tanaltos. *arec"a que hab"a alrededor de cinco metros entre esas vallas. El alambre de p4asen esas vallas fue atada en una malla fina, tan finamente malla nadie iba a conse!uir a

través de él. %uestros tanques se desaceleraron, pero no se detuvieron6 volarondirectamente hacia ya través de la alambrada. 7quellos de nosotros que monta la partesuperior se escabulleron rápidamente para ponerse detrás de la torreta, mientras que losveh"culos slo continuaron en car!arse. 0uando rompimos a través de la primera de esasvallas que ni idea, la primera pista de lo que hab"amos venido sobre, pero no ten"amosnin!una comprensin real en absoluto de lo que estaba por asalto a nuestros sentidos

para las prximas horas, los prximos d"as.

/le!amos a esas vallas con la suficiente velocidad para que no estaba claro para m" siera el primer nivel, o el se!undo o el tercero, pero al menos uno de esos niveles eracaliente con electricidad. /le!amos a las vallas, volamos a través de ellos, y un

cortocircuito lo que estaba en el suelo h4medo. 2na vez que estábamos a través de lasvallas 8iramos a la izquierda un poco y quitamos una suave colina despejado hacia una



concentracin de edificios. /os edificios estaban todav"a a unos doscientos metros omás de la colina de nosotros, pero no pas mucho tiempo para que esos tanques a !ruñir su camino hacia esos edificios. 9ecuerdo que yo estaba muy alerta. El petrolero ennuestro veh"culo asi!nado a la ametralladora estaba en esa arma y listo para usarlo, yaquellos de nosotros montando la parte superior estaban listos para rescatar apa!ado y

chocar con el suelo en la carrera y hacer lo que fuera que "bamos a tener para hacer. (oera un hombre bazoo:a ayudante, y yo ten"a un saco con diez rondas bazoo:a col!adoencima de mi hombro6 (o ten"a un 8arand 5+ y al!unos bandoleras de municin paraeso6 al!unas !ranadas col!ando un lu!ar y otro6 una cartuchera a plena car!a6 y yoestaba en mis dedos de los pies listos para trepar fuera de ese depsito a la primera señalde problemas. 5e !ustar"a se!uir al hombre bazoo:a3 dondequiera que iba yo ir"a.9esult que no hab"a necesidad al!una de que el hard;are.

9ecuerdo explorando la zona en frente de nosotros rápidamente con mis ojos. %o hubo!randes detalles, pero vi que a la izquierda, al lado de, y justo en el interior de la valla, y

para nuestro frente, fueron al!unos de los edificios más importantes, y al lado de uno de

esos edificios era un monstruo de una chimenea, un monstruo tanto en diámetro comoen altura. El humo ne!ro se derramaba fuera de él, y soplando lejos de nosotros, perotodav"a pod"a oler. 2n horrible olor feo. 2n olor vicioso.

El tanque que estábamos a caballo, junto con otros dos tanques en nuestra columna, !ira la izquierda por lo que los tres de ellos hicieron un frente. )os columnas más quecontienen el resto de nuestra empresa, de nuestro derecho, hizo la misma maniobra paraque todos nos present un frente. %uestro comandante de la compañ"a y el comandantedel equipo destructor del tanque viajaban en un jeep en al!4n lu!ar cerca de la mitad detodo ese l"o. 2na vez que hemos presentado ese frente, aquellos de nosotros que estabanen la parte superior de los tanques saltaron y se extendi fuera en el mismo frente. (oestaba preparado para aplanar en la terraza, pero result que no tuvimos que, y nin!unode nosotros lo hizo. 5e quedé cerca de &tover, mi hombre bazoo:a, dispuestos a hacerlo que fuera que iba a hacer. %in!uno de nosotros $ bien, nin!uno de nosotros en losran!os inferiores $ sab"a lo que era que estábamos haciendo o dnde estábamos, peroesperábamos plenamente un tiroteo con las tropas alemanas, cuyo campamento quehab"amos asaltado y tomado, y pensamos que estar"an enojados con nosotros. 9esultque no hab"a tropas alemanas presentes.

*oco a poco, a medida que formamos arriba, un !rupo irre!ular de seres humanoscomenz a deslizarse fuera y de entre los edificios en frente de nosotros. 5ientras

observábamos estos hombres, el n4mero y los diferentes tipos de edificios lle!aron a miatencin. 7 partir de ellos lle!aron a estos seres humanos, con timidez, poco a poco,mostrando deliberadamente sus manos, todo en una especie de uniforme, o pedazos deun uniforme, hecha de tela !ruesa horriblemente con rayas que corre verticalmente. /asrayas alternas de un !ris opaco con un color azul oscuro. 7l!unos de esos sereshumanos llevaban pantalones hechos del material, al!unos ten"an la camiseta < chalecos,y al!unos ten"an sombreros. 7l!unos slo ten"an una pieza del uniforme, otros ten"andos, muchos ten"an las tres partes. Ellos salieron de los edificios y se quedaron all",haciéndome sentir tonto con todo ese poder de fue!o que cuel!a sobre m". (o desdelue!o no lo necesitaré con estas personas.

/os jeeps, laminados de nuestro comandante de la compañ"a y al!unos otros, haciaadelante muy lentamente hacia estas personas, y, cuando se separaron, condujeron



lentamente a través de ellos, al edificio de ladrillo junto a la chimenea alta, y nuestrosoficiales desaparecieron en el interior. %uestro sar!ento de pelotn nos hab"a formaral!o y relajarse, entonces señalado que horda de seres humanos que estáis firmes6 queacaba de celebrar ambas manos, con las palmas hacia fuera, y les hizo un !esto haciaatrás lentamente. #odo estaba muy tranquilo. /os tanques estaban todos en ralent" lento.

0on indecisin nos acerc un poco más a ese !rupo extraño, ya que tambiéncomenzaron cada vez más cerca de nosotros. 7l!unos de ellos hablaba =n!lés, y

pre!unt3 >?Está usted americano@> %os dijo que estábamos, y la reaccin de toda lamasa se hizo esperar3 al mismo tiempo en sus rostros eran la relajacin, tranquilidad,ale!r"a, y todos ellos comenzaron charlando con nosotros en una babel de len!uas queno pod"amos responder $ pero podr"amos, y lo hizo, apuntar los cañones de las armas enel suelo, por lo que es obvio que estas armas no estaban >en la lista>.

1ue entonces cuando el olor del lu!ar comenz a lle!ar a m". %uestras narices, se rebelacontra el entorno que fueron sometidos constantemente para no funcionaban ni de lejos

con normalidad. *ero ahora hay un nuevo olor, espeso y col!antes, y asalt los sentidos.

#odav"a hab"a espacio entre nosotros y el !rupo delante de nosotros, la !ente de amboslados ahora relajados, un lado mucho más jubiloso que el otro, pero todas las tensionesse hab"an ido. Estábamos cada vez más cerca juntos cuando nuestro sar!ento de pelotnfue llamado de nuevo a uno de los tanques y se meti en la radio. Al no estaba all", perounos minutos, re!res, formada por nuestro pelotn, y nos llev lejos, hacia el lu!ardonde hab"amos entrado en el campamento, hacia las vallas por la que hab"amosarrancado a!ujeros. En cada a!ujero en la valla que dej a dos de nosotros. El sar!entonos dej all" con instrucciones de que estábamos a dejar que nadie por ese a!ujero desdecualquier direccin. )ej Bill y yo en el centro del a!ujero en la valla, y nos dijo quemantener ese a!ujero. Bill y yo éramos jvenes cosas vi!orosos con una inmensacuriosidad, y era dif"cil quedarse quieto en el centro de un a!ujero a través de unconjunto de tres vallas. %osotros no ten"amos la menor idea de lo que hab"amos topado.#odav"a no.

*ronto sar!ento &opladores vino y nos dijo que todas las personas en el interior delcampamento se hab"a dicho que se quedara dentro de la valla, que estábamos abajo porlos a!ujeros para ase!urarse de que se quedaron adentro. Bill y yo nos dijeron que ir a latorre, ir a la planta superior, para quedarse all", y para evitar que la !ente que sale através del a!ujero. #odav"a ten"amos ni idea de lo que este lu!ar era.

0ontiene los prisioneros no se esperaba que fuera nin!4n problema porque entendieronla necesidad, y que se estaban ofreciendo en todos los sentidos que podr"amos pensar3 elhospital de campaña acababa de lle!ar, una unidad l"o !rande estaba en el camino, unmontn de *C raciones que ven"an. &ar!ento &opladores nos dijo que al!unos de los

prisioneros hablaban =n!lés. /ue!o se hizo a4n más tranquilo, mir al suelo durante elmomento, levant los ojos, y mirando por encima de nuestras cabezas, comenz muysuavemente, en voz tan baja que apenas lo pod"a o"r. Al nos dijo que esto es lo que sellama un >campo de concentracin>, que estábamos a punto de ver cosas que no eran enmodo preparado. Al nos dijo que mirara, para mirar el tiempo que nuestros estma!os se

prolon!aron, y lue!o salir de all" por un paseo por el bosque. (o nunca hab"a conocido

sar!ento &opladores que ser as". El hombre hab"a visto todo lo que pude ima!inar se



pod"a ver, y este lu!ar fue tener este efecto sobre él. (o no entend"a. (o no sab"a lo queera un campo de concentracin, o podr"a ser, pero yo estaba a punto de aprender.

Bill, #im, y se ubic entre los árboles, por la colina hasta la puerta principal, que eraslo un par de cientos de metros de distancia. /a puerta hab"a un a!ujero rectan!ular a

través de la cara slida del edificio sobre el que era el espacio de oficina y un pasillo. Enlo alto por encima de la abertura de la puerta era una pesada cruz de madera con las palabras talladas en él en escritura alemán 7rbeit 5acht 1rei. )e una manera torpeintenté traducir la inscripcin a Bill y #im como3 >El trabajo os hará libres>. /os tres denosotros nos diri!imos a través de la puerta, a través de los veinte o treinta metros hastael otro lado del edificio. Estábamos un poco preocupados de lo que podr"amos ver.

%uestras antenas aumentaron. %os hab"an burlado por los bits de informacin, yquer"amos saber más. El carril estábamos caminando sobre doblado hacia la derecha amedida que limpiamos el edificio. 7penas hab"amos hecho la vuelta, y all" estaba.1rente a nosotros un poco bueno, pero claramente visible.

/os cuerpos de los seres humanos fueron apilados como madera espinal. #odos ellosmuertos. #odos ellos despojados. /a inspeccin que hice de la pila no estaba muy cerca,

pero los cadáveres parec"an ser todos hombres. /a capa inferior de los cuerpos ten"a unaorientacin norte < sur, la si!uiente capa fue hacia el este < oeste, y continuaron alterna./a pila era de unos cinco metros de altura, tal vez un poco más6 *ude ver por la partesuperior. &e extend"an por la colina, slo una pequeña colina, por cincuenta hastasetenta y cinco pies. /os cuerpos humanos prolijamente apilados, desnudo, listo para sueliminacin. /os brazos y piernas estaban bien ordenados, pero una extremidad de vezen cuando col!aban de manera extraña. /os cuerpos que pod"amos ver eran todas bocaarriba. Hab"a un pasillo, y lue!o otro montn, y otro pasillo, y más pilas. El &eñor slosabe cuántos eran.

/a sola observacin de estos or!anismos hace creer a uno que hab"a muerto de hambre.*arec"an ser piel que cubre los huesos y nada más. /os ojos de al!unos se cerraron, enotras abiertas. Bill, #im y yo crecimos muy tranquila. 0reo que mi 4nico comentariofue3 >Desucristo>.

(o he visto desde la pel"cula sobre Buchen;ald. /a pila de cuerpos está claramenterepresentada en la pel"cula, al i!ual que lo vi el primer d"a, pero no es lo mismo. )enin!una manera es lo mismo. /a pel"cula en blanco y ne!ro no represent el color sucioverde$!ris de esos cuerpos, y, lo que no podr"a captura fue el olor, el olor, el hedor.

iendo la pel"cula fue, en cierto modo, a revivir la primera caminata a través de losmontones de cuerpos.

/os tres nos miramos, y caminamos por el borde de esos montones. &é que no contéellos $ que no habr"a importado. %os miramos y dijimos ni una palabra. 2n !rupo dechicos de la compañ"a nos dio cuenta y dijo3 >Espera a que veas en ese pa"s.>

&eñalaron a un lar!o edificio que estaba a unos dos pisos de altura, y la empalmapretadamente a la chimenea. #en"a dos puertas de !ranero en cada extremo del edificioque estábamos buscando, y las puertas estaban de pie abierto. %os dimos la vuelta ycaminamos de re!reso al edificio donde nos encontramos a otros de nuestra empresa,

junto con al!unos de los prisioneros dando vueltas en el espacio entre los cuerpos y eledificio. %os movimos suavemente a través de las personas, a través de las puertas y nos



sentimos la calidez de inmediato. %o muy lejos de las puertas, y en paralelo a la partedelantera del edificio, hab"a una pared de ladrillo, slido a la parte superior del edificio.En la pared hab"a pequeñas aberturas con puertas de hierro. Esas puertas estaban un

poco más de dos metros de ancho y los pies cerca de dos y medio de alto6 la partesuperior de las puertas hab"an curvado formas muy parecidas a las entradas de las

i!lesias. Esas puertas de hierro fueron en sets, tres de alto. )ebe haber habido más dediez de esos conjuntos, que se extiende hacia abajo esa pared de ladrillo. /a mayor"a delas puertas estaban cerradas, pero hacia abajo cerca de la mitad unos pocos estabaabierta. Bandejas de metales pesados se hab"an retirado de esas aberturas, y en esas

bandejas se cuerpos quemados parcialmente. En una bandeja era un cráneo parcialmentequemado, con un a!ujero en la parte superior6 otras bandejas celebradas desinte!radas

parcialmente los brazos y las piernas. *arec"a que las bandejas podr"an sostener trescuerpos a la vez. ( el olor, mi )ios, el olor.

#uve suficiente. %o pod"a soportarlo más. &al" del edificio con Bill y #im cerca detrásde m". 7l pasar por la puerta de al!uien de la empresa, dijo, >el crematorio.> Hasta

entonces no ten"a ni idea de qué era un crematorio.

5e di cuenta mucho más tarde $ el n4mero de or!anismos que podr"an ser quemados enun tiempo, tres cuerpos a una bandeja, al menos treinta bandejas $ y los alemanestodav"a no pod"a se!uir el ritmo. /os cuerpos de las pilas fuera estaban creciendo a unritmo más rápido de lo que pod"an ser quemados. Era dif"cil ima!inar lo que debe haberestado pasando.

5ás tarde esa noche, sentado en los escalones de la entrada del cuartel con un !rupo de personas de la empresa, el sar!ento &opladores entre nosotros, los tres de nosotrosempezamos a reco!er las partes de la historia que nos hab"amos perdido porqueestábamos de !uardia en las torres . #odos los !uardias alemanes hab"an maletas y semud a unas tres horas antes de nuestra lle!ada. Hab"a pedazos de equipo personal quea4n quedan alrededor de los cuarteles, pero no mucho. imos ni el pelo a los !uardiasalemanes. 0uando los alemanes se fueron, el crematorio a4n estaba haciendo todovolumen, la quema de una tormenta, la chimenea eructos a que el humo ne!ro. %uestro

primer sar!ento, sar!ento Blo;ers, nuestro comandante de la compañ"a, y el l"der del!rupo #) encontr la fuente del combustible, y ju!aron un poco con una cosa y otra,hasta que encontraron la manera de encender la maldita cosa.

Ese fue el comienzo. Eso fue slo el >abrelatas>. Hab"a más, pero era imposible de

asimilar todo de una vez. 8eneral *atton nos hab"a asi!nado a este lu!ar durante cuatrod"as, aparentemente para mantener a los prisioneros ahora libres fuera de los caminosnecesarios para abastecer a sus tropas que estaban compitiendo por 7lemania al final dela !uerra. /a explicacin completa se le dio a los prisioneros, y no hab"a nin!4n

problema, ellos entendieron. *atton hab"a asi!nado un hospital de campaña entera allu!ar junto con una unidad de cocina !rande. 0on el tiempo se envi un equipo dein!enier"a con excavadoras para cavar una fosa com4n para los cuerpos. Hac"amos todolo que fuera posible para los presos. 5ás tarde, cuando las cosas se pusieron mástranquilo, la !ente del !obierno militar lle! para ayudar a los presos a casa $ si hab"acasas para ellos para lle!ar a.

2n poco más tarde en la noche, los tres de nosotros caminamos de re!reso alcampamento, aprobada por el crematorio y las pilas de cuerpos, y dando vueltas por el



campamento adecuado. Hab"a luces temporales encadenados alrededor por los médicos para hacer su trabajo. /os presos se acercaron y nos rodearon, moviéndose con nosotros,ya que farfull, pero hablaban un idioma que no entend"a $ probablemente hablabanvarios idiomas que no entend"amos. %o hab"a la más m"nima de comunicacin. Elloscedieron y se traslad junto con nosotros. %os debe de haber aparecido como !i!antes

en medio de ellos3 nosotros los bien alimentados,,, hombres jvenes fuertes y sanos6 queflaco, enco!ido, sus uniformes a rayas feas col!ando de ellos.

1ueron farfullando, y quer"amos escuchar, de entender, pero no parec"a haber nin!unamanera que pudimos. )espués de al!unos momentos nos dimos cuenta de que quer"annuestros ci!arrillos. En muy poco tiempo estábamos fuera de ellos $ simplementedesaparecieron. %o ten"amos nada más con nosotros que realmente quer"a, peroquedamos con nosotros y nos remiti a otro conjunto de edificios, que ten"a el aspectode !randes !raneros con puertas anchas en el medio de la frente. 7l entrar en la primerade ellas nos dimos cuenta de que estábamos entrando en su casa. Hab"a montones deliteras cinco o seis de alto, amontonados con muy poco espacio entre una litera y una

encima de ella. F1ue mi idea de que uno puede tener un mal momento simplementevuelco.G /as literas eran demasiado corto incluso para personas de baja estatura. /asliteras inferiores sirven como peldaños de una escalera a los superiores. ?0uántoscientos de personas durmieron en este edificio estaba más allá de m". /ue!o estabantodos esos cadáveres fuera de eso debe haber venido de aqu". ?)e dnde los alemanestodos ellos consi!uen@

Dusto dentro de la puerta estaban las personas en las literas inferiores tan cerca de lamuerte que no ten"an fuerzas para levantarse. Ellos fueron, literalmente, esqueletoscubiertos de piel $ nada más que eso $ no parec"a haber nin!una sustancia para ellos. 7ld"a si!uiente cuando la prensa lle!, uno de los fot!rafos de la revista /=1E ten"a unode los realmente malos apoyada contra el marco de la puerta en la luz del d"a. Al tom lafoto!raf"a, pero fuera de la vista en la oscuridad del edificio, detrás del hombre, eran las

personas que le apuntalar. He visto esa foto!raf"a varias veces en los años desdeentonces, y cada vez que veo que mi estma!o tira un poco, mi mente entra en unaespecie de danza, y que me lleva un poco de tiempo para volver a la normalidad.#odav"a quedan por completo demasiadas cosas que inundan mi mente una vez que sesac un disparo.

5ás tarde nos dijeron que la unidad médica se mov"a alrededor de la b4squeda de loscasos más desesperados, con el fin de conse!uir que el médico lo más pronto posible.

%os dijeron que la historia de un preso que estaba tan cerca de la muerte que el caldo de pollo, incluso diluido era demasiado rico para su estma!o. /os médicos estabanhaciendo todo lo posible, intentando poderosamente6 pero en muchos casos no ten"annin!una oportunidad en absoluto y perder"an a pesar de sus mejores esfuerzos.

Estábamos a punto de hacer lo que el sar!ento &opladores nos hab"a dicho que hacer $dar un paseo en el bosque. %os diri!imos hacia el bosque hablando en voz baja entre s",la charla llena de asombro $ los cmos, los porqués. %o hemos tenido respuestas. #anlimitado como nuestra experiencia de combate hab"a sido, que hab"a visto hombresmuertos, hab"amos visto los heridos de ambos lados con la inmediatez de la batalla, sintiempo para conjeturas. Hab"amos hecho todo lo posible a los heridos y lue!o hab"amos

conse!uido con el trabajo que hab"a que hacer. %in!uno de nosotros, nadie en nuestraempresa, incluso entre los que hab"an sido los ori!inales, estaba preparado para lo que



ahora estábamos rodeados de. %o era >humano>. %o parec"a real. *ero era demasiadoreal, que era la 4nica vida que al!unos de los prisioneros hab"an conocido durante años.#al vez era demasiado humano. #al vez esto es lo que somos.

5ás tarde esa noche, un !rupo de nosotros, de la compañ"a estaban sentados en los

escalones de la entrada de los cuarteles, hablando. Hubo pre!untas, muchas más pre!untas que las que hab"a respuestas. 7quellos de nosotros asi!nado a las torres al principio hab"an perdido una !ran parte de lo que hab"a pasado, y estábamos poniendoal d"a.

Entre otras cosas, el sar!ento &opladores estaba explicando nuestros deberes mientrasestábamos aqu"3 fuimos a montar !uardia durante cuatro horas a la vez, y lue!o tardar"aocho horas de descanso6 no habr"a uno de nosotros en cada otra torre mayor parte delcamino alrededor del campamento. 'ueremos estar cubriendo todos los a!ujeros quehab"a arrancado en la valla. El primer pelotn, la nuestra, ten"an las y los turnos demedianoche$a$cuatro horas$a$cuatro.

&ar!ento &opladores nos cont al!unas cosas sobre el comandante de Buchen;ald y suesposa. *udimos ver su casa por la colina a través de los árboles sin hojas de nuestrosasientos en los escalones de la entrada. &opladores pint un cuadro de los sereshumanos verdaderamente despreciables. /a esposa, =lse och, favoreci pantalones demontar, botas y una fusta. Al nos cont esta historia acerca de ella3 2na vez, ella ordena todos los prisioneros jud"os en el campo pelado y alineados6 /ue!o marcharon por lasfilas de ellos, y, al ver a un tatuaje que le !ustaba, ella tocar"a ese tatuaje con la fusta6los !uardias llevar"an al hombre lejos de inmediato al hospital del campo, donde losmédicos le quite el parche de piel con el tatuaje, lo han curtido, y el parche junto conotros para hacer pantallas de lámparas. Hab"a tres de esas cortinas de la lámpara $ loslibros de historia dicen que eran dos, pero hab"a tres. 2no de ellos desaparecieron pocodespués de que lle!amos. Esto le puede dar una luz de una idea de lo que =lse och eracomo $ y su marido $ y el campamento de los >doctores>.

%os enteramos de que slo unos pocos Dudios permanecieron en Buchen;ald, lamayor"a de ellos en forma f"sica terrible. /os Dudios que hab"an estado sanos, encualquier !rado, se hab"an marchado lejos de las semanas de campamento antes. %adiesab"a por qué hab"an sido quitados, o cuando los hab"an llevado. Iri!inalmente, en elcampamento, los Dudios y los no$Dudios se separaron y dieron diferentes raciones dealimentos y los diferentes puestos de trabajo que hacer en !ran medida. El tratamiento

de los prisioneros también vari, dependiendo del ori!en étnico. Hab"a al!unas mujeres presas, pero no los ver"an por un tiempo, ya que se hab"an tomado de inmediato alhospital de campaña que comprobar una y limpiado. 7quellos que fueron capacescomenz a trabajar con las enfermeras americanas o ayudar en la cocina. )aban laimpresin de que ya no se sent"an como mano de obra esclava6 de hecho, parec"an másque encantados de ayudarle. Hab"a niños presos, al!unos de ellos nacidos en elcampamento. /as mujeres hab"an sido obli!adas a ejercer la prostitucin a menudoFaunque no los DudiosG. 7prendimos más de un teniente estadounidense que hab"aentrado en el campamento más tarde como intérprete. /as cosas que hab"a aprendidoentrevistando prisioneros en el hospital.

)espués de escuchar todo esto, una media docena o as" de nosotros fue a la casa del0omandante de 0ampo, entr y mir a su alrededor. Era una !ran casa, con mobiliario



de lujo, pero desordenado ahora de los muchos pies caminando penosamente a través deél todo el d"a. Buscamos las cortinas de la lámpara $ slo encontramos las bases de lalámpara donde hab"an estado.

Entonces, puesto que nos vamos a ir de !uardia desde la medianoche hasta las cuatro de

la mañana, pensamos un poco de sueño estaba en orden, as" que volvimos al cuartel,tiramos nuestras mantas en todo nuestros colchones, se meti debajo de ellos, ydormimos, o intentamos a dormir. 5i mente estaba llena. El sueño no es fácil. &ar!ento&opladores nos estall poco después de las once de la noche. %os reunimos nuestroequipo y amontonamos en un camin y nos fuimos alrededor de las torres de vi!ilancia,saltando como lle!amos a nuestras tareas. &ub" las escaleras hasta el piso superiorusando la linterna entre!ado a m" por el hombre con el que aliviado. 5ientras estaba enla planta superior con vistas, no vi nada. %o hab"a electricidad para las luces de

b4squeda en la torre no funcionaban. (o ten"a conmi!o mi fusil 8arand, el cinturn derifle con una cantimplora llena col!ando de ella, una chaqueta de campo por encima demi camisa de lana. /os bolsillos de la chaqueta de campo fueron car!ados3 en el bolsillo

superior izquierdo era un cepillo de dientes que yo hab"a dejado de usar por su propsito principal una vez que empecé a limpiar mi rifle con él6 hab"a un :it cuchara l"o justo allado, junto con un paquete de ci!arrillos y dos o tres ci!arros6 en el bolsillo superiorderecho fue otro paquete de ci!arrillos y al!unas barras de Hershey.

Empecé por el apilamiento de mi rifle en la esquina, se quit el cinturn y lo puso sobrela mesa, y, apoyado en la mesa, me puse a pensar en todas las cosas que hab"an sucedidodurante el d"a. 0osas extrañas. /as cosas que todav"a no pod"a entender $ no pod"anentender. *ensé en esas cosas y las pre!untas se me pas por la mente, pero no hab"arespuestas. 1inalmente &implemente dejé caer y me di cuenta lo bueno que una taza decafé sin sabor. (o ten"a mi taza cantina. %o hab"a a!ua en la cantimplora. Hab"a

paquetes de café instantáneo Fcosas horriblesG en el bolsillo junto con paquetes deaz4car. #en"a todo lo que necesitaba para una taza de café, excepto el calor. 0on laayuda de una linterna que comencé mendi!ar alrededor, encontrando pequeñas astillasde madera por todo el lu!ar. El cuchillo de trinchera de mi cinturn me ayud a hacer un

poco más de ellos, y terminé con un !rupo ordenado de astillas de madera. 0onstru" elfue!o justo en el medio de la mesa ametralladora, calenté el a!ua en mi taza de cantinay me hice una taza de café. )espués de barrer el fue!o de la mesa y pisando fuerte enlas chispas, me senté en una esquina de la mesa, encend" un ci!arro, beb" el café, y miréhacia la oscuridad. 7 menos de una media hora más tarde vi a un incendio en la torre deBill y supuse que hab"a visto lo que estaba haciendo y ha hecho lo mismo.

7 la mañana si!uiente, mientras estábamos bebiendo café después del desayuno, un!ran revuelo se desat hacia abajo en la puerta. %os pre!untábamos en esa direccin, lastazas de café en la mano. 2n jeep brillante y brillante vino a través de la puerta, con estehombre de pie delante del asiento del acompañante, la celebracin en el parabrisas. &ucasco era brillante y elaboradamente decorado, su uniforme spic y palmo, su pistolamuy pulido y de forma extraña, y, por )ios, ah" estaba3 era el propio 8eor!e *attonrecorrer este lu!ar. )e vez en cuando el jeep se deten"a y le hac"a pre!untas. 1rente alcrematorio del jeep se detuvo, se ape y entr. Estaba fuera de la vista por al!unosminutos, apareciendo de nuevo con una espalda muy tiesa. En el jeep y él era todo ellu!ar en pocos minutos. Al nos pas en el camino $ y maldito él mir enojado $ casi tan

loco como yo hab"a visto nunca a nadie mirar. (o no he querido cruzar ese hombre enese momento. El jeep se apresur a salir de la puerta y en el camino y 8eor!e slo sáb



7hora que hab"amos pasado por un per"odo de servicio en las torres, sab"amos qué eralo que quer"amos para tomar junto con nosotros. #en"a toda la intencin de car!ar conlas barras de caramelo, cacao instantáneo, y un montn de otras cosas buenas paraesconder lejos en uno de los armarios de la torre.

Eventualmente sar!ento &opladores lle! al final del pasillo, fuera de la puerta, y en losescalones de la entrada con el resto de nosotros. /le!ué a mi torre, me arrastré hasta laescalera, y aliviado al becario a partir del tercer pelotn. *use todas mis cosas ycontempl la escena frente a m". 7pilé mi rifle en la esquina y tiré mi cinturn rifle en lamesa de ametralladora. Hab"a una pequeña marca de carbn sobre la mesa por ahora, la

palabra aparentemente haber sido pasa alrededor. Era una tarde cálida, as" que tomé michaqueta, la dejé caer sobre la mesa y me apoyé en la cornisa de la apertura por untiempo. )espués de un poco me met" en la mesa y me senté sobre él con las piernascruzadas. &aqué un ci!arro de mi chaqueta, lo encend", y lo disfruté, y estudié el paisajealrededor del campamento. Hab"a al!unas zonas muy boscosas alrededor de la parteexterior del campamento, y el clima primaveral estaba convirtiendo los brotes de las

hojas de un color verde borrosa. 5e ima!inaba que ser"a muy hermoso all" en el veranocon todos los árboles de hojas fuera.

Estaba rumiando de esta manera cuando o" una vocecita, y mi atencin re!resé alinterior del campamento. %o pod"a ver nada, pero he o"do la voz de nuevo, debajo dem", abajo, cerca de la valla. 7rru!ué hacia adelante sobre la mesa hasta donde pude vercasi en l"nea recta hacia abajo. 7ll", justo en el centro del a!ujero en la valla, mirandohacia arriba, que me llamaba, era esta pequeña persona. &aludé con la mano el brazo deél haciéndole saber que estaba bien para venir a través de la cerca, para lle!ar a la torre.7s" lo hizo inmediatamente. El sonido de sus pasos que sub"an la escalera fue casiinstantánea. 7penas tuve tiempo de salir de la mesa y sobre la apertura de la escaleraantes de que él estaba a mi lado.

Era joven, muy pequeño, y él no hablaba =n!lés. Estaba vestido con retazos de todo,desi!ual en el mejor, y muy sucio. Al charlaba por los codos y yo no pod"a entender una

palabra. En primer lu!ar, yo le ten!o que reducir la velocidad de la charla, y lue!o tratéde hablar con él, pero él no pod"a entender ni una palabra de lo que dije. Estábamos enuna situacin de estancamiento temporal. Empezamos de nuevo desde cero, tanto denosotros decidiendo que los nombres eran las cosas correctas con las que empezar, as"que cambiamos los nombres. (a no recuerdo el nombre que él me enseñ, y me !ustar"atan mal, tan a menudo, que pudo. %uestra conversacin comenz con sustantivos,

nombrar las cosas, y avanz a los verbos simples, acciones, y estábamos ocupados coneso. 7 medida que pro!resamos Estiré la mano en la chaqueta de campo a sacar cosasdel bolsillo para nombre. 5e encontré con una barra de chocolate y le enseñé la palabra>dulce>. /o repiti, y me lo corri!i. Al lo repiti de nuevo, y él ten"a la pronunciacinde cerca. 9omp" la envoltura de la barra de chocolate y le mostré el caramelo. Estaba

perplejo. %o si!nificaba nada para él. %o ten"a idea de lo que era o lo que ten"a que vercon eso. 9omp" una esquina y lo puse en mi boca y lo mastic. 9omp" otra esquina y sela entre!ué a él y él imitaba mis acciones. &us ojos se abrieron de par en par. &e meocurri que nunca hab"a probado el chocolate. Era dif"cil de ima!inar, pero ah" estaba.#om el resto de la barra de chocolate lentamente, pieza por pieza, lo mastic, losabore. /e tom un poco de tiempo, pero termin la barra de caramelo, mirándome con

asombro todo el tiempo. 5ientras com"a la barra, Busqué la vieja envoltura, encontré la palabra >chocolate> en él, señal a la palabra, y pronuncié la palabra >chocolate>.



#rabaj en la pronunciacin correcta. Estoy se!uro de que fue el primer caramelo al pequeño hab"a tenido. %o ten"a idea de lo que era hasta entonces el caramelo.#rabajamos las palabras para esas cosas cercanas a nuestro alrededor. Estabaaprendiendo un poco de =n!lés, pero yo no estaba aprendiendo una palabra de su idioma$ %i siquiera sé qué idioma hablaba. Esto no fue al!o que ocurri conscientemente, era

slo al!o que pas.

5e pasé el resto de mi viaje de cuatro horas con él. (o bastante bien i!noré lo quesucedi en el resto del campo. %o hab"a nada de cosas que pasan en mi esquina, as" queera fácil de i!norar. #odo mi mundo se redujo a la parte interior del cuarto piso de latorre y el niño.Hacia el final de la !ira, me encontré con uno de esos bloques de cacaocomprimido que viene en la $raciones en un bolsillo de la chaqueta de campo, y losdos de nosotros constru" una taza de chocolate caliente para nosotros mismos. &e utilizel mismo método que hab"a utilizado la noche anterior para hacer una taza de café. 2nataza de cantina es un lu!ar taza !rande y los dos de nosotros lo comparti. En el primersorbo me mir con una !ran sonrisa y dijo la palabra >chocolate>. Estábamos

empezando a comunicarse. /e di otras cosas de los paquetes de $cin, entre ellos una pequeña lata con queso y trozos de tocino, que abrimos con el abrelatas que llevaba enmi cadena de la etiqueta de perro. Esto si!nificaba que ten"a que estudiar las placas deidentificacin. &u curiosidad era inmensa. &e comi la mezcla de queso Fque me com"slo cuando ten"a mucha hambreG, y se ordena la palabra >queso> y >bacon>, y seenamor de la materia. %i siquiera comienzan a entrar en mi mente que él podr"a habersido jud"o y no deber"a haber sido comer tocino. 5e hice a la idea de car!ar realmentehasta antes de lle!ar a la torre al d"a si!uiente.

Esa es la forma en que la !ira fue, y todo era tan a!radable. El hombrecillo fue unaale!r"a correteando alrededor. 5e ima!iné que fuera en al!4n lu!ar entre cinco y ochoaños de edad, pero estaba probablemente equivocado, en la parte baja. *osteriormente,cuando pensé más en ello, me di cuenta de lo que hab"a hecho en crecimiento hab"aestado en las raciones de ese campamento. %in!4n !ran crecimiento podr"a esperarse deuna dieta as". 0uando nos separamos al final de las cuatro horas, se refiri a mi paquetede ci!arrillos. 5i primer pensamiento fue que yo no quer"a que se fume, pero entoncesme acordé de los acontecimientos de ayer en el campamento cuando mi paquete deci!arrillos, simplemente desapareci. /os ci!arrillos eran para el trueque6 que eranmaterial de intercambio. %o ten"a ni idea de cmo era rico cuando uno ten"a un paqueteentero de ci!arrillos. *ara estas personas los ci!arrillos eran el dinero, y yo estabarecibiendo en forma !ratuita a partir de las raciones de *C. 0uando nos despedimos me

lo car!ué con barras de chocolate y mi mochila extra de ci!arrillos. Al los ten"a dentrode su camisa y se fue rayando a través del a!ujero en la valla y en la colina. )espués mesent" aliviado y re!resar a la colina, vi a #im viene por el camino detrás de m" y mereduje hasta que él alcanz. 0uando lle!amos a la torre de Bill, Bill estaba esperando

por nosotros, y los tres nos llevaron por el camino juntos.

0uando nos acercamos al área de la puerta, notamos que el lu!ar estaba en una especiede conmocin leve. /os representantes de la prensa se!u"an all", junto con un montn de

peces !ordos del ejército. Buchen;ald estaba llena de aquellos que tuvieron que>spectate.> /a !ente caminaba alrededor ya través de los pasillos de los montones decadáveres. *ara m" fue la indi!nidad final. 1ue una exposicin. )ios nos ayude.

7quellas personas en las pilas estaban muertos, ya no estaban. En realidad nada les



podr"a perjudicar a4n más, pero me duele que ahora eran una exposicin. /os tres denosotros en la puerta se qued all", mir, volvi la espalda y se alej.

#odo el camino desde la torre que hab"a estado diciendo a Bill y #im sobre el niño. Billse hab"a fijado en los dos de nosotros en la torre. (o hab"a tenido el niño de pie sobre la

mesa y hab"a puesto la chaqueta de campo sobre él, que era mucho, demasiado !rande para él6 Entonces puse mi casco de acero en la cabeza, y los dos de nosotros re". En elcamino de vuelta por el camino de nuestros estados de ánimo ali!erado un poco con lashistorias sobre el pequeño, que hab"a comenzado a sentir un poco mejor. /le!amos a la

puerta y vimos el ambiente de carnaval, y nuestros buenos esp"ritus se desvanecieron.0on el ceño fruncido, que en silencio caminamos de re!reso al cuartel. #uvimos que ircerca de la casa del comandante, y todos los >turistas> hac"an fila para pasar por otro>exhibicin>, donde al!uien estaba diciendo ocupado historias >=lse>. Eso fue suficiente

para m". 5e ale!ré de volver a los cuarteles.

%os diri!imos a la tienda comedor, hablando de lo que hab"a estado ocurriendo durante

todo el d"a con la prensa y los visitantes. 7l!unos de nuestros chicos se hab"andis!ustado por un !rupo de enfermeras o J70 en sus uniformes de 0lase 7 de tomarimá!enes de los muertos desnudo. %o fue la exhibicin de los !enitales que sacudierona al!unos de nosotros para arriba6 era esa indi!nidad final, la exposicin. 7l!uien hamencionado, mientras com"amos, que los in!enieros podr"an estar aqu" mañana paraenterrar a esa pobre !ente. Eso me hizo sentir un poco mejor6 nadie pod"a hacerles dañomás después de su entierro. /as bandejas en el horno crematorio se vac"an también. %oser"a el más deseable de los entierros, pero ser"a deshacerse de parte de la exposicin.

Hubo otro hablar demasiado, y me estaba convirtiendo en un infierno de un oyente.*arec"a que *atton se hab"a vuelto tan enojado con lo que hab"a visto en el campamentoque se desliz en la ciudad más cercana, Jeimar, rompi el alcalde de la ciudad, y ledijo que quer"a a todos los ciudadanos a la mañana si!uiente, listo para marchar a travésde Buchen;ald con el fin de ver lo que el pueblo alemán se encar!aron de. /osin!enieros no fueron a enterrar a los muertos hasta después de la !ran !ira por la !entedel pueblo alemán.

Hemos escuchado historias de esa noche a partir de dos profesores que hab"an sido prisioneros no jud"os a Buchen;ald durante más de cuatro años. Eran inteli!entes. Elloshab"an visto y estaban al tanto de todo lo que hab"a ocurrido en el campamento. /es

pre!untamos a las pre!untas y nos dieron respuestas. Estábamos inundados de

informacin. %o hay manera de que pudiera presentar esas historias como nosotros losescuchamos, cronol!icamente, después de este !ran uno. /o que recuerdo ahora son partes y piezas, y al!unos de esos bits superficie más rápidamente que otros.

%os sentamos, esa noche, alrededor de la mesa en el se!undo piso de la torre de Bill yhablamos $ Bill, #im, el hombre de la tercera seccin, los dos prisioneros profesor y yo.En cierto modo la charla fue un interro!atorio3 cuatro de nosotros con curiosidadinsaciable, dos que podr"an satisfacer esas curiosidades. 0uatro de nosotros haciendo

pre!untas, dos proporcionar las respuestas. Hubo momentos en que encendimos latas de&terno y nos hicimos un poco de café instantáneo, pero la charla no cesaba. /os cuatronos vac"an los bolsillos de las pequeñas !olosinas que llevábamos, las extendi sobre la

mesa, y los puso a disposicin de todos. &e!uimos hablando y desapareci tiempo. /asmentes de los cuatro de nosotros crecieron y se estiran en cuanto no hay psicoanalistas



ser"a capaz de medir. 0uatro horas de educacin que pas esa noche que podr"a habersucedido en nin!4n otro lu!ar.

)e los eventos en Buchen;ald descritos por los dos profesores, recuerdo al!unos. 5edije a los dos profesores acerca de la persona joven que hab"a estado en mi torre el

pasado por la tarde, y lo describi como pude. Ellos pensaban que sab"an cuál de loschicos jvenes que era y cre"a que hab"a nacido en Buchen;ald. /a 4nica vida queconoc"a era la de los campos de concentracin. %o hab"a manera de que pudiera habersabido acerca de caramelo de chocolate antes de esta tarde. Eso me volteado.

2na historia3 El ejército alemán hab"a estado perdiendo hombres en el frente ruso porque estaban muriendo de fr"o. 7l!unos hab"an sido todav"a vivo cuando es llevado alos hospitales de campaña, pero hab"an muerto a pesar de los mejores esfuerzos de losmédicos alemanes. Esos hospitales de campaña hab"an solicitado una investi!acinsobre cmo revivir los seres humanos que fueron casi con!elados a muerte, pero todav"aestaban vivos. /a investi!acin se hab"a hecho en Buchen;ald. 8rupos de hombres

jud"os se hab"an tomado al aire libre en las noches de invierno, pelado, y rociado conuna niebla de a!ua hasta que estuvieron a punto de morir. /ue!o se rodaban en elhospital, y se hizo todo lo posible para revivirlos. 0ada esfuerzo fracas. /os

prisioneros jud"os in!ratos acaban de ir por delante y murieron, a pesar de los mejoresesfuerzos de la medicina alemana de la época. *or 4ltimo, al!unos de tipo médico

brillante pens que podr"a ser una especie de calor animal que revivirlas. &e llevaron acabo un !rupo más, con!elarlas hasta que estuvieron a punto de morir, lo tra"a de vueltaal hospital, y los pusieron en la cama con mujeres desnudas. &us deseos animales ser"anrevivirlos, o eso dice la teor"a se fue. %o hace falta decir el experimento fracas $ denuevo. /os prisioneros a4n in!ratos simplemente continuaron muriendo.

Itra historia3 Hab"a habido una fábrica de un par de :ilmetros por la l"nea deferrocarril de Buchen;ald que fabricaba al!o que estaba en la demanda por el !obiernoalemán. %o estaba claro para m" lo que la planta hab"a estado haciendo, pero, encualquier caso, que era el lu!ar donde la mayor"a de los presos pol"ticos trabajaban.7l!unos prisioneros jud"os trabajaron all" también, pero slo se les confiaron lostrabajos de baja cate!or"a. 2na noche en particular nuestros bombarderos sobrevolaronel campamento a la fábrica, que se pulverizan. Ellos empataron por completo. #odo elmundo que trabaja all" fue asesinado, pero eso no parece importar a los dos profesores6ni una sola bomba hab"a perdido la fábrica, ni una sola bomba hab"a ca"do en el interiorde Buchen;ald. /os dos profesores pensaron que era notable $ ser capaz de bombardear

con tal precisin. *ara escucharlos era conse!uir la sensacin de que ellos cre"an que erauna bendicin para morir en un bombardeo más que en otras circunstancias enBuchen;ald. /os muertos estaban mejor, y la fábrica fue a la quiebra también. /osalemanes hab"an hecho nin!4n esfuerzo para reconstruirlo. #odo hab"a sucedido nomucho tiempo antes de lle!ar.

Itra historia Fpara m" la más espantosaG3 médicos alemanes en el campamento estabanhaciendo investi!aciones sobre al!unas enfermedades humanas. 8rupos de prisioneros

jud"os ser"an seleccionados Fque debe haber sido una especie de una admisin de queeran seres humanosG y se inocularon con las enfermedades. Entonces ser"an observados,y todas sus reacciones trazaron hasta que se produjo la muerte. /a autopsia del cuerpo

se har"a, y esos r!anos afectados por la enfermedad ser"a preservada y almacenada./os doctores lue!o pasar a otra enfermedad, repitiendo el proceso. 2n edificio en el



campo, cerca del hospital, que se celebra todos los espec"menes preservados. /os dos prisioneros nos dijeron del edificio y su ubicacin, la forma en que pudimos encontraren la mañana si fuéramos tan inclinado. En ese edificio eran salas dedicadas a cada unode los r!anos3 una sala de riñn, una sala de h"!ado, una sala de corazn, etc /os dosnombrado al!unas de las enfermedades estudiadas, pero he olvidado

Fintencionalmente@G /os nombres.

Itra historia@ %o. 7cerca de lo que hicieron con las mujeres presas@ %o, yo renuncio. %o más. *robablemente fue la noche más brutal que he vivido. &uficiente. 2na raznimportante que necesito una catarsis.

7 la mañana si!uiente hicimos un control sobre el edificio, y all" estábamos.Habitaciones llenas de botellas de r!anos, todas bien y copiosamente etiquetados. %osdimos la vuelta y se alej. (o hab"a tenido suficiente.0ualquier preso pod"a decirmenada deseaba a partir de ahora, y me !ustar"a creer. Ese edificio era suficiente.

)espués de ver la construccin de r!anos y mi paseo por el bosque, todav"a ten"a un par de horas antes de mi prxima !ira de !uardia. *asé el tiempo enderezar mi equipo yla car!a hasta los bolsillos de mi chaqueta de campo. (o esperaba que la joven denuevo, y yo quer"a ser capaz de darle todo lo que pude.

)espués de un almuerzo en!ullido rápidamente en la tienda comedor, despe!amos paranuestras torres y aliviados los terceros hombres de pelotn. 7penas hab"a lle!ado a la

planta superior, cuando el joven sali corriendo por las escaleras. (o no lo hab"a vistoen el campo en el otro lado de la cerca, pero all" hab"a estado observando, esperando por m". /o primero que consi!ui fue otra barra de chocolate, y se tom su tiempo con quemientras trabajamos un poco más en nuestro idioma. Hicimos otra taza de chocolate,esta vez a través de una &terno puede en lu!ar de un incendio en la mesa. #raté de darleal!unas cajas de raciones , pero, demonios, él estaba comiendo mejor que en la tiendacomedor. #al vez esas raciones se utilizar"a para el trueque $ eso estaba bien conmi!o.(o ten"a más ci!arrillos para darle cuando nos separamos también.

i a un !rupo de unos treinta o cuarenta de los presos todav"a con su atuendo a rayas. &ediri!"an de nuevo hacia el campamento, lo que me desconcert, porque no deber"anhaber estado fuera del campamento en el primer lu!ar. 7l pasar junto a la torre me dicuenta de que uno de ellos, uno en el centro del !rupo, ten"an las manos atadas a laespalda, y una cuerda atada alrededor de su cuello. Al era llevado de vuelta a la prisin.

/a conmocin fue centrado alrededor de ese individuo. El compañero poco en la torreconmi!o hizo todo emocionado y trat de explicar las cosas para m". )espués de un poco, ten!o la idea de que la persona en el extremo de la cuerda hab"a sido uno de los!uardias alemanes en el campo de prisioneros, y esta !ente lo encontré en un pequeño

pueblo cerca del campamento. Ellos le tra"an de vuelta.

1ue entonces, también, que me di cuenta de un montn de accin en el campo. 7l!oimportante estaba ocurriendo all". /a !ente estaba correteando alrededor, y la mayor"ade los presos se diri!"an hacia la puerta. Estaba demasiado lejos en la colina de discernir la naturaleza de lo que estaba pasando, pero me apuesto que era el pueblo de Jeimarrecorrer el campamento después de haber marchado fuera de la ciudad. 9esult ser una

buena opcin.



2n intérprete se reuni con ellos en la puerta, ellos marcharon alrededor, y, conforme ala palabra que o" más tarde, explic cuidadosamente con !ran detalle lo que hab"aestado sucediendo en el campamento. )e hecho todo el intérprete habr"a necesitadohabr"a sido unas pocas palabras y un dedo puntia!udo. /a evidencia era todo lo que hay6la enorme pila de cuerpos a4n apilados, tal y como estaban cuando nos los encontramos6

las puertas en el crematorio ahora todos abiertos, y más de las bandejas se retiraron consus contenidos visibles. El pueblo alemán estaban viendo lo que hab"a estado ocurriendoen ese lu!ar todos los años. 7hora podr"amos enterrar los cuerpos.

)espués de que se ha administrado el recorrido, al !rupo re!res por la puerta y volver por el camino de Jeimar. Hab"a una !ran patrulla de nuestras tropas marchando ellos,al!unos a ambos lados de la carretera. 7 medida que avanzaban de re!reso a Jeimar, nisiquiera fuera de la vista del campamento, un n4mero de alemanes en el !rupo encontral!o para re"rse. El comandante de las tropas estadounidenses les escuch y se pusol"vido de ira. Al les dio la vuelta y les diri!i, entonces y all", de vuelta por elcampamento de nuevo. Esta vez se pas por mucho más lentamente. *ara cuando

re!resaron al campamento los cuerpos en las pilas ya estaban siendo car!ados encamiones para ser trasportado a la fosa com4n. Esta vez, en la casa de marcha haciaJeimar, no hab"a risas. 7l d"a si!uiente nos enteramos de que después de re!resar a suciudad, el alcalde de Jeimar y su esposa se suicid.

/os hornos de pronto fueron limpiados hacia fuera, y los cuerpos fueron casi todos sehan ido, siendo enterrado en la cima de la colina donde los in!enieros hab"an cavadouna zanja monstruoso. /os prisioneros de Buchen;ald hab"an encontrado uno de sus!uardias alemanes en un pueblo cercano vestido de civil, y lo ten"a ahora en una celdade uno de los edificios y lo estaban interro!ando. %adie sab"a cmo esta pandilla de

prisioneros hab"a sido capaz de colarse por el a!ujero en la valla para lle!ar a la aldea.0aminamos a través de la puerta de la puerta que daba a la zona de celdas. Estaba llenode !ente y los espectadores se apart para dejar que los tres de nosotros a través de, ynos fuimos a la puerta de la celda. El alemán estaba en posicin de firmes en medio dela habitacin y estaba salpicada con pre!untas que no entend"amos. #odas las respuestasfueron monos"labos. /as lá!rimas bajaban por las mejillas. 2no de los prisioneros deBuchen;ald parec"a estar a car!o, pero un !rupo de ellos participaban en elinterro!atorio. El que parec"a estar a car!o también parec"a ser una persona tranquila./os tres nos miraba, pero no pod"a entender lo que dec"an, as" que se volvi y se fue. /amultitud se abri de nuevo para dejarnos pasar. 2n espectáculo de lo más bienvenido amis ojos era la ausencia de la pila de cuerpos cuando entré por la puerta del área de la

celda.)e vuelta al interior de la célula a los ex prisioneros de Buchen;ald y su prisionerocorriente presentan una fascinante escena3 /as manos de los alemanes fueron desatados,y, en ellos se coloc un trozo !rueso de la cuerda. Al se estaba dando instrucciones, y,como vimos, no pas mucho tiempo antes de que yo y las personas que hab"an venidoconmi!o se dio cuenta de que le estaban diciendo cmo atar un nudo en la cuerda. El!uardia alemán fue corre!ido tres o cuatro veces, y tuvo que deshacer al!unos de sustrabajos para volver a hacerlo correctamente. 0uando termin, él ten"a una so!a deverdu!o muy adecuada, trece vueltas de la cuerda y todo. 2na mesa fue llevado alcentro de la habitacin y se coloc bajo un fuerte dispositivo en busca de corriente. El

!uardia fue asistido a la mesa y dio instrucciones para fijar la cuerda a la lámpara.7cabado que se le dijo que poner todo su peso en la cuerda y levante sus pies. El



aparato realiz. El !uardia fue avisado para colocar la so!a en la cabeza, en el cuello, y para dibujar el lazo bastante ajustado. Entonces le dijeron para colocar las manos detrásde su espalda y sus muñecas estaban atadas juntas. /a mesa se movi hasta que apenasestaba en su borde. %o pod"a ver que $ sus ojos estaban unhooded y abierto, pero la so!ale imped"a mirar hacia abajo. 1ue habl un poco más y lue!o salt. 1ue capturado antes

de que todo su peso estaba en la cuerda, y lo puso sobre la mesa. /a prxima vez que pisaba con cuidado fuera de la final, y la mesa se desliz rápidamente lejos de él y fuerade su alcance, y que col!aba all". Al lentamente estran!ulada. &u rostro pas por unavariedad de colores antes de col!ar todav"a.

5i estma!o no quer"a mantener los alimentos por más tiempo. 5e volv" y me alejé, elresto de nuestros chicos de se!uirme. /os prisioneros de Buchen;ald se quedaron paraver su obra.

0aminé a través de la multitud, por la puerta, a través de la puerta, en un máximo de loscuarteles, y yo no dije una palabra. /os otros conmi!o no hablaba tampoco. 1ue un

asesinato6 no puede haber nin!una duda de eso. /os prisioneros de Buchen;ald nuncatocaron la cuerda después de que fue puesto en manos de los alemanes. %o atar el nudo,ni tampoco lo arre!lan hasta el techo. Ellos no ponen la so!a alrededor del cuello delhombre. %o tire de la tabla de debajo de él. En un sentido, que no hab"an cometidoasesinato6 más bien, los alemanes se hab"an suicidado. 2n sofista podr"a racionalizarque uno sospecho.

Eso no era lo que me molestaba, sin embar!o. (o ten"a la capacidad y los medios paradetener toda la cosa, y no lo hice. #ampoco lo hicieron mis compañeros. 7qu"estábamos $ cinco o seis de nosotros $ totalmente armados con rifles semi$automáticos,y no hicieron los presos de Buchen;ald se detienen. )ejamos que ellos si!uen. Encierto modo, sancionamos el evento. )esde ese d"a he estado convenciendo a m" mismoque yo entend"a por qué los prisioneros de Buchen;ald hicieron lo que hicieron. Hab"asido testi!o de sus a!on"as. 5e pre!untaba cmo los seres humanos pueden tratar aotros seres humanos como hab"an tratado a los prisioneros en Buchen;ald. &ent" quesab"a por qué los prisioneros de Buchen;ald hicieron lo que hicieron $ as" que nodetenerlos.

5e he convertido en una especie de sofista para m" ahora. *odr"a haber dejado toda laaccin, y no lo hice. He tenido que bajo mi sombrero de los 4ltimos cuarenta y o seisaños. 7hora lo he escrito. He reconocido. #al vez va a desaparecer. Hay tantas cosas de

esa semana que deseo que se vaya, cosas que me !ustar"a podr"an ser lavados de mimemoria. 0uando re!resamos al cuartel que no le decimos a nadie lo que hab"amos presenciado.

(o no iba a dormir, sin embar!o. 5e dejé caer en mi cama sin pensar en mis pequeñoscompañeros de literas, los insectos $ &implemente quedé all". 5is ojos estaban cerrados,

pero mi mente no lo era. #raté de pensar en otras cosas, pero era imposible. 9evisé enmi mente las m4ltiples cosas a los prisioneros de Buchen;ald hab"an pasado por, lacantidad de tiempo que hab"an estado viviendo en el infierno, y yo no ten"a queracionalizar sus acciones. )iablos, yo sab"a por qué estaban haciendo lo que hicieron.Esa l"nea de pensamiento me llev más y más de mi propia culpa, y, dentro de un rato,

me fue absuelto. *or lo menos, ya que absolvi como al!una vez iba a ser. 7bsuelto



suficiente para ser un poco más cmoda conmi!o misma. Eso fue suficiente paraentonces.

El !rupo de nosotros camin alrededor de nuestras torres y al!unos de nosotros sediri!i en voz muy baja. Itros estaban llenos de hablar de mañana. /a electricidad

hab"a sido restaurada en todas las torres, pero no se molest con ella cuando entré en lam"a $ yo sab"a que mi camino alrededor. 7rriba, alivié el chico delante de m" y puse mirifle en el rincn, tir el cinturn de rifle debajo de la mesa, me met" en la mesa, encend"un ci!arro, y mis pensamientos continué.

*ensé en mi herencia alemana, mi abuelo Hu!o que hab"a venido de los Estados 2nidosde 7lemania cuando a4n era un adolescente, los abuelos de mi madre que hab"a venidode 7lemania mucho antes de eso, mi madre, que hab"a crecido a principios de este si!loen un pequeño pueblo de 5innesota, donde hab"a dos i!lesias catlicas3 una para losalemanes, el otro para los irlandeses. Eran slo una manzana alejados unos de otros,cada uno con su propia escuela primaria. 5i madre hab"a asistido a la escuela alemana,

y el 4nico idioma que se habla a través del cuarto !rado hab"a sido alemana. 0uando eramuy joven me hab"a enseñado cmo contar en alemán, y la forma de cantar el alfabetoalemán. #ambién me enseñ unas pocas palabras en alemán, clases diarias de las

palabras que todav"a me acordé. #res cuartas partes de m" era de ori!en alemán, slidade valores alemán. 1otos de la formidable Hu!o siempre hab"an sido alrededor de m"mientras yo estaba creciendo.

5e pre!untaba ... &upon!o que mis antepasados no hab"an lle!ado a los Estados2nidos6 supon!amos que hab"an quedado en 7lemania, y, a través de al!4n !olpe desuerte, las dos personas que se hab"an convertido en mi madre y mi padre hab"anconocido, y yo hab"a nacido un ciudadano alemán. ?'ué iba a ser as"@ ?&er"a como la!ente que se hab"a instituido y custodiados un lu!ar como Buchen;ald@ ?*odr"a habersido eso@ ?Habr"a estado en el ejército alemán@ /a respuesta a la 4ltima pre!unta esobvia $ ciertamente yo habr"a estado en el ejército alemán. *ero, ?qué tipo de trabajohabr"a hecho yo@ #en"a la esperanza de que no hubiera sido como la mayor"a de losalemanes que hab"a visto. (o podr"a haber aceptado un parecido con al!unos miembrosdel ejército alemán que hab"amos luchado, pero eran muchos los que me habr"a sentidoincmodo con. 8ran parte de lo que hab"a visto va en contra de todo lo que mi madreme hab"a criado creyendo. #oda esta situacin se habr"a horrorizado ella. %unca me heella, o mi padre dijo bien, la mayor"a de estas historias acerca de Buchen;ald. (o nosiento que sea necesario. Ellos sab"an desde el principio que yo hab"a estado all", y

tomaron la revista /=1E. Hab"an sido informados, como la mayor"a de personas en losEstados 2nidos, de lo que hab"a pasado.

)urante estos 4ltimos cuarenta y o seis años, estos recuerdos se han ido aumentandofuera de mi mente, y me dej con noches sin dormir después. %unca la historiacompleta de una sola vez. Hasta ahora.9evivo aquella noche, sentado en ese bancoametralladora, fumando un ci!arro, mirando la oscuridad. Esa noche me senté en laoscuridad y me fui a través de dos o tres ci!arros y varios ci!arrillos. 5e quedé mirandola oscuridad, y hab"a dos razones para no ver nada3 mis ojos no pod"an ver nada, y mimente no se ve nada. 5is pensamientos me mantuvieron muy ocupados. /o hacen ahoratambién.



i las luces en el campamento, pero, en ese momento de la noche, nada de distraccinque estaba pasando. 5i alivio lle!, pero no lo not hasta que estaba en el camino porlas escaleras, encender las luces mientras se acercaba. En el momento en que lle! a la

planta superior que ten"a el cinturn de nuevo, mi rifle en mis manos, y estaba junto a laabertura de la escalera. %ada hab"a sucedido durante mi turno, y eso era lo que yo

informé a él cuando lle! a la parte superior. Bajé, y alcancé a Bill en la carretera. /osdos caminaron lentamente hasta que #im nos alcanz. 7 medida que los tres caminamos juntos nuestra 4nica conversacin era de nuestra salida tarde en la mañana.

#en"a diecinueve años, Bill y #im eran dieciocho $ cronol!icamente de todos modos. %os hab"amos envejecido años en unas pocas horas.

FHarry Herder Dr. sirvi en la !uerra de 0orea también, en el que perdi una pierna a unamina terrestre enemi!o.G

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Liberación de Buchenwald