LIBERANDOME DEL RENCOR

DE LA DRA. ROSA ARGENTINA RIVAS LACAYO.

El perdón requiere de un cambio en nuestra percepción, de aprender a considerar a los eventos y a las personas de otra manera, pero para esto tenemos que ser conscientes de nuestros sentimientos, el rencor y la ira nos hacen perder la consciencia de nuestros verdaderos sentimientos internos, el rencor y la ira son sentimientos muy fuertes, y como dicen algunos autores hemos aprendido a escuchar sólo aquellas emociones y sentimientos que saben gritar más fuerte.

Para iniciar un proceso de perdón, es importante tomar consciencia de nuestros propios sentimientos auténticos, que puede estar detrás de nuestro enojo, miedo, tristeza, inseguridad, desamparo, impotencia, desilusión, hay algo que consciente o inconscientemente estamos pidiendo detrás de nuestra rabia, amor, respeto, reconocimiento, ser escuchados, las personas que nos lastiman contrario a lo que pensamos, son generalmente muy débiles, temerosas, inseguras, porque generalmente son estos sentimientos los que se esconden detrás de la rabia, el perdón no está en lo que hacemos sino en la manera como percibimos a las personas y circunstancias, las creencias muchas veces inconscientes que tenemos sobre nosotros mismos y la naturaleza humana, determinan la capacidad y la disposición que tenemos a arriesgarnos, a confiar, a amar y perdonar, creemos que los seres humanos somos en nuestra esencia buenos, o creemos que la gente es mala y siempre busca como perjudicarnos, enojarse se suele considerar como algo inaceptable, sobre todo cuando uno expresa la cólera que siente, se dice que el que se enoja pierde, aunque a veces tenga la razón, hay personas que “perdonan”, para mantener la paz, mientras que por debajo fluye una corriente constante de frustración y resentimiento, no se puede perdonar si se hace caso omiso de la rabia y el resentimiento, la ira y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras, cuando nos perdemos en la rabia, nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos, hemos aprendido a escuchar sólo aquellos que saben gritar más fuerte, que hay bajo tu rabia, miedo, tristeza, inseguridad, desamparo, impotencia, sientes que te han herido o abandonado, tienes una sensación de desilusión ante expectativas no satisfechas, o sueños no realizados, bajo ese miedo, esa frustración y tristeza, hay un ruego a alguien de que te preste atención, de que te escuche, hay una petición consciente o inconsciente de respeto, reconocimiento, interés, o amor, la ira puede expresarse abierta y directamente, o puede ocultarse en forma de resentimiento crónico, esa sensación constante de agravio o de mala voluntad, que persiste aún mucho tiempo después que haya pasado la situación que provocó la ira, se ha comparado el

resentimiento, al acto de aferrarse a una braza encendida, con la intención de lanzársela a otro, quemándose uno la mano mientras tanto, esto tiene un efecto lamentable en nuestra bienestar emocional y también repercute negativamente en nuestro bienestar físico, los seres humanos no maltratamos, ni agredimos a otros, ni tratamos de dominar a no ser que nos sintamos descontrolados, desvalidos e impotentes, comprender la dinámica psicológica que subyace en el comportamiento agresivo, no significa que debemos de reaccionar con tolerancia absoluta, podemos aprender a escuchar la petición de auxilio, que se esconde bajo los gritos y desvaríos de otra persona, y elegir defendernos, irnos o imponer ciertas exigencias que habrán de cumplirse para continuar la relación, recuerda que el perdón no está en lo que hacemos, sino en la manera como percibimos a las personas y circunstancias, recuerda también que es muy importante que no neguemos la existencia y los efectos de la rabia que pudimos haber sentido consciente o inconscientemente durante muchos años, es necesario disponer de un lugar seguro y apropiado para desahogarse, para expresar el dolor, donde esto pueda ser, sin que se nos juzgue, si no hay un lugar en donde poder sentir la emoción y expresar el dolor y el temor en el momento en que ocurren las experiencias traumáticas, entonces el trauma puede quedar guardado en nuestro cuerpo y en nuestra mente durante años, dolor y sufrimiento no son lo mismo, el dolor es el resultado de una herida o lesión física o emocional, todo el mundo lo siente en diversos grados, el sufrimiento es la reacción al dolor, es la consecuencia de nuestro modo de relacionarnos con el dolor, se trata de una experiencia determinada por la actitud, y que se puede reformular y superar a través de nuestra voluntad, el perdón nos libera del veneno del odio y de la opresión espiritual, un antiguo libro de sabiduría china, dice que el odio es una forma de compromiso subjetivo que nos ata al objeto odiado, a la larga el odio paraliza, aviva un sentimiento de peligro, que genera a su vez un ciclo de defensa, ataque y venganza, que el ego siempre considera justificado, el motivo más obvio para perdonar, es liberarnos de los efectos debilitadores de la rabia y el rencor crónicos, perdonar no es un regalo que le damos a otros, sino algo que nos damos a nosotros mismos, el cuestionamiento no es si lo merecen o no, sino si nosotros merecemos o no una vida espiritual más integra, el perdón empieza con un acto de la voluntad, una decisión de ser victoriosos, siempre resulta fácil decir, es que mi caso es excepcional, si recién nos acabamos de enterar que nuestro esposo o esposa ha venido teniendo una larga aventura, o si fuimos literalmente torturados cuando éramos niños, es probable que nos sintamos con el derecho de no observar las normas que deben observar las personas que no fueron tan severamente lastimadas, existen muchas situaciones que por todas las razones racionales en el mundo, podamos utilizar para justificar el rehusarnos a perdonar, podemos racionalizar, por qué quedarnos con nuestro resentimiento, y él porque, ni siquiera pensar en movernos hacia el nivel espiritual del perdón, y por supuesto depende de nosotros, el hacer o no el intento en

esa dirección, solo nosotros podemos decidir si el esfuerzo vale la pena, pero al menos debemos comprender que si nos quedamos atascados en el rencor, tan justificado como sintamos que pueda ser, estamos atascados, el movernos requiere de esfuerzo mental y lleva tiempo, detrás de nuestra incapacidad para perdonar, muchas veces está la rabia, tener una rica vida espiritual requiere de la superación de las diferentes etapas de la ira, que podemos llegar a experimentar en el viaje que va de la rabia al perdón, conocer éstas etapas nos puede ayudar a identificar nuestra posición en el camino y a ser verdaderamente sanos.

En la etapa número uno hay enojo, pero o no lo sé o no lo reconozco, en la etapa número dos hay enojo y lo sé, en la etapa número tres hay enojo pero no estoy listo para hacer algo al respecto, es justo en esta etapa, en donde muchas veces caemos en la consecuencia de no perdonar el resentimiento, en la etapa número cuatro hay enojo, y estoy listo para hacer algo al respecto, en la etapa número cinco deseo hacer el esfuerzo pero no sé cómo hacerlo, en la etapa número seis, estoy en el camino pero voy despacio, EL ANCLA OCULTA QUE MANTIENE REPRIMIDA NUESTRA IRA, ES NUESTRA INCAPACIDAD DE ACEPTAR LA REALIDAD, por otra parte, la ira siempre tiene que ver con la injusticia ya sea ésta real o una mera percepción, la ira es la respuesta emocional a la injusticia, cada vez que algo injusto sucede, la ira también sucede, y esto nos puede hacer caer fácilmente en el papel de víctimas, hacernos sentir como incapaces de tomar decisiones, es obvio que para superar éstas etapas que hemos mencionado, debemos reconocer la ira que puede existir en nosotros, y que a veces se esconde bajo diversas mascaras; la primera es la depresión, la depresión es probablemente la máscara más común de la ira, el no tener entusiasmo es un síntoma, nos sentimos incapaces de involucrarnos emocionalmente en términos de nuestros sentimientos, parece que nada nos mueve, ni para un lado ni para otro, otro síntoma puede ser la fatiga, en este caso hasta la tarea más pequeña, parece consumir demasiada energía, el simple hecho de salirse de la cama, se convierte en algo insoportable, otro síntoma de la depresión es una tendencia a escondernos y aislarnos de otros, una segunda mascara es la rabia incontrolable, uno de sus síntomas es interpretar todo de manera personal, esta rabia se demuestra con frecuencia en abruptos emocionales, es como si tuviéramos que estar en contra de alguien, necesitamos un enemigo, cuando se padece de éste tipo de rabia, se puede ser muy arrogante, nos gusta saber que tenemos todas las respuestas, en algunas ocasiones no sabemos escuchar y muy rara vez consideramos que alguien más, tenga algo significativo que decir, una tercera mascara, es lo que yo llamo la nerviolera, la gente con nerviolera tiene dificultades para relacionarse y para la intimidad, detrás de nuestro miedo al compromiso, está el profundo miedo a la vulnerabilidad, parece que no podemos pensar o hacer una cosa a la vez, la cuarta mascara, es el convertirnos en guarda secretos, lo importante son las apariencias, siempre debe uno verse bien, se

dicen mentiras, respecto a nuestro dolor, porque no queremos arriesgar nuestra imagen, si es necesario para mantener la fachada llegaremos a minimizar todo aquello que duela, la quinta mascara es ser víctima, la víctima siente que no tiene opciones, en el fondo siente que no cuenta para nada, al no asumir la responsabilidad de nuestro propio crecimiento, como víctimas no nos respetamos ni siquiera a nosotros mismos, la sexta y última es el cambio de adicciones, a pesar de desviar nuestra atención, el proceso adictivo con toda su negación, engaño, preocupación e inflexibilidad se mantiene activo, y así pasamos a engancharnos con otra adicción, de todas éstas mascaras es probable que la más obvia sea la de la rabia, es la que más relacionamos y sentimos con el rencor y el resentimiento, puesto que es tan generalizada ésta emoción, valdría la pena conocer mejor algunas de sus expresiones, entre las expresiones de la rabia está la hipersensibilidad, esa tendencia a interpretar las cosas como personales, ser hipercríticos, y con gran rapidez para atribuir motivos infundados a otras personas, otra expresión es la inflexibilidad, ser un tirano cuando se habla con otros, la actitud es te lo voy a pelear hasta que te rindas, sentir que se sabe todo, e insistir en tener la última palabra en todos los temas, otra expresión de la rabia es el miedo a ser rechazado, temor constante de que te descubran, sobre todas las cosas se trata de ser agradable, aunque estés pagando un altísimo precio por ello, miedo al conflicto, otra expresión más, con tan sólo el indicio de que puede haber conflicto, salimos corriendo para protegernos, se hará cualquier cosa para evitar aún la más remota posibilidad de problemas con otros, éste miedo al conflicto invariablemente nos lleva a arriesgar nuestra integridad, así que en vez de ser asertivos, a riesgo de que puede haber un inconveniente para otros, minimizamos nuestros deseos y necesidades, nos tragamos nuestra dignidad y nos olvidamos de nuestra autoestima, una quinta expresión de la rabia es el miedo al abandono, cualquier persona que haya descubierto, que la cercanía puede doler desarrolla un miedo a ser abandonado, extrañamente no hay cosa que más deseemos que la intimidad, y a la vez no hay cosa que más tememos, tristemente hemos aprendido a esperar la traición, esperamos que eventualmente se nos deje, y estemos solos, puesto que la expectación tiene una extraña manera de auto realizarse, con mucha frecuencia eliges depender de personas, que no son capaces de comprometerse, y el ciclo mortal permanece una y otra vez, eres abandonado, miedo a ser descubiertos, a pesar de que activamente busques la cercanía, puedes llegar a encontrar casi imposible liberarte de tus máscaras, y permitir que realmente te conozcan, insatisfacción, no importa que tan grande sea tu logro, parece ser que nunca es suficiente, tu gran tarea de vida es probar lo que tú eres, a veces es probárselo a alguien que ya no vive, o que nunca puede estar satisfecho de lo que tú logras, sea lo que sea, la última expresión de la rabia que queremos mencionar es el control, tener una desesperada necesidad de influir sobre los resultados, por esos nunca puedes relajarte,

y con la corriente bajar la guardia, o sacudirte las pulgas de la culpabilidad, después de todo si tú eres responsable, y las cosas no están perfectas, a quién se puede culpar más que a ti, la rabia en cualquiera de sus disfraces genera o incrementa nuestros resentimientos, el resentimiento es una combinación de las emociones, las acciones, y los patrones de pensamientos que resultan de nuestra rabia no resuelta, ante lo que consideramos como una injusticia, el resentimiento es la consecuencia de la rabia como el humo es del fuego, si podemos decir que ha habido injusticias en nuestras vidas y que nos dolió entonces, es probable que tengamos resentimientos, puede ser que tengamos todas las razones del mundo para justificar tu resentimiento, pero independientemente de las razones, si andas cargando con resentimientos, tú eres el que éstas pagando por ellos, vale la pena recordar que lo que fue entonces, fue entonces, y lo que es ahora es ahora, tal vez allá y entonces no podíamos elegir, allá y entonces no teníamos el poder para detener el abuso que creo la rabia y el resentimiento en nuestra vida, pero ahora si lo tenemos, tenemos el poder de la comprensión y depende de nosotros si vamos a continuar viviendo como esclavos de nuestros viejos resentimientos. Podemos sobreponernos y cambiar sí lo elegimos a través del perdón y la reconciliación, ¿Cuáles son los pasos del Perdón, ocho vamos a mencionar.

Número uno, elegir nuestra intención, intención significa que nos guste o no decidimos que queremos perdonar, la verdad es que muchos de nosotros no queremos perdonar, deseamos continuar elaborando nuestras exquisitas venganzas, te encuentras tú en un punto donde aunque sea intelectualmente, eres capaz de decirte, si quiero perdonar, tal vez no lo sientas pero lo quiero, tienes la intención, haz tomado la decisión de que quieres ir más allá del resentimiento y la hostilidad, entonces vamos al segundo paso, poner atención, poner atención significa mantenerte sobre algo, muchas personas les ponen atención a sus quejas cada minuto, de cada hora, de cada día por muchos años, y es por eso que sentirse lastimado es tan intenso y tan constante, cuando le hemos prestado tanta atención a nuestro dolor, no te parece lógico que tendremos que ponérsela con igual intensidad al moverse en otra dirección, elige en tu mente una imagen diferente, para visualizar en forma constante, y dar el tercer paso significa tomar acción consistente, el perdón y la reconciliación empieza en nuestra propia cabeza, así que ya sea que busquemos el acercamiento con alguien más o no, necesitamos primero pensarlo, debemos construir esquemas de pensamientos, a partir de lo que nos decimos internamente a nosotros mismos, recordemos que el uso del lenguaje crea a través del pensamiento, patrones de conducta, si no puedes decir estos pensamientos en voz alta, repítelo en tu cabeza, ESTOY LIBRE DE TODO RESENTIMIENTO, ELIJO VIVIR UNA VIDA DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL, ELIJO VIVIR SIN RENCOR Y SIN DOLOR Y CON ACTITUDES

POSITIVAS, podemos admitir que la vida no es justa, podemos reconocer ante nosotros mismos, lo que creemos saber que es verdad, fui engañado, abusaron de mí, no obtuve lo que yo necesitaba, la vida no es justa, pero la elección de hoy es mía, con esto ya te estás atreviendo a pensar, yo quiero perdonar, si no puedes pensar en las caras de esas personas, visualiza tú propia cara libre de rabia, resentimientos y de hostilidad.

El paso número cuatro, es dilo en voz alta, al principio en la privacidad de la casa, tal vez dentro del baño, con la puerta cerrada, pero empieza a decirlo y a oírte a ti mismo, decir yo perdono, dite a ti mismo, elijo ser libre, mírate en el espejo, y di merezco ser libre, todo aquello que hacemos con frecuencia, todo aquello que pensamos con suficiente frecuencia, se convierte en lo normal, se convierte en lo que nosotros somos, una vez que lo sientes cómodo con el pensamiento, y después con la verbalización en privado, estás listo para practicar el decirlo a alguien más, puede ser con tu mejor amigo, con quién ensayes, y se vale expresar todos tus sentimientos, decir cosas, como en verdad quiero perdonar, pero al mismo tiempo deseo tanto vengarme, que casi no duermo en las noches y mi estómago se retuerce, pero a pesar de todo eso, sinceramente quiero perdonar.

El quinto paso es decirle algo a la persona, con quién has tenido el resentimiento, pero recuerda esto, no requiere forzosamente de la presencia de la otra persona, lo puedes hacer por escrito, por teléfono, o en tu mente, cierras tus ojos y mentalmente ensayalo.

El paso número seis, sonríele a la gente, recuerda que la gente negativa, hostil y con mentalidad de víctima, lo único que hace, recuerda que la gente negativa, hostil y con mentalidad de víctima, lo único que hace es llevar siempre consigo y a todo lugar, sus resentimientos que van a bloquear una actitud de perdón.

El séptimo paso es orar, necesitamos hacer contacto consciente con Dios, vencer resentimientos muy añejos, especialmente si son grandes, no es muy fácil, la batalla es intensa y requerimos de un poder superior a nosotros para ganarla, la oración que necesitamos, debe ser algo constante en nuestra mente, más que la repetición de palabras, rezar significa que debemos tomar consciencia, de que siempre tenemos ayuda, elige una imagen, un poema, una frase que te ayude a mantener ese contacto consciente, una verdadera vida espiritual, requiere de ese contacto consciente y amoroso con Dios mismo, recuerda que el perdón es, definitivamente algo que está ligado con nuestra espiritualidad.

El octavo paso del perdón, es hablar directo, en cualquier ocasión cuando no hablamos directo, o no somos honestos, porque lo que deseamos es ser aceptados, o

porque deseamos caerle bien a la gente, o porque buscamos obtener la aceptación, y el amor que no obtuvimos cuando éramos niños, estamos dejando ir parte de nuestra integridad, cuando no pedimos lo que necesitamos, o no le decimos a la gente lo que sentimos, nosotros mismos vamos tendiendo trampas en nuestro camino, si habitualmente callas tus opiniones y sentimientos destruirás tu autoestima, y ello hará que no te sea fácil comprometerte con el verdadero perdón espiritual, cada día que pasa y que tú no hablas directo la situación empeorará, tenemos muchas razones por las cuales no expresar nuestras opiniones, como el deseo de ser aceptados, y de que se nos apruebe, sí dependemos de la opinión de los demás, diremos que cualquier cosa está bien, cuando en realidad no lo está, pero si estás sacrificando la integridad para ser aceptado, estás poniendo en riesgo tú propia autoestima, y vas a tener dificultades para perdonar y poder reconciliarte, en un muy verdadero sentido, una autoestima saludable, es la semilla que nos ayuda a alcanzar el perdón que sana.

Ya que en estos ocho pasos del perdón, hay varios que requieren de visualización, te invito ahora, a realizar un ejercicio mental, que con tú práctica te ayudará a liberarte del rencor, ponte cómodo, cierra tus ojos, y en una posición cómoda con tus ojos cerrados respira profundamente varias veces, siente el entrar y salir del aire en tu cuerpo, te pido que imagines como al inhalar estás llevando el oxígeno, el elemento vital a todas y cada una de tus células, tejidos y órganos, llenando de ésta manera tu cuerpo con ésta energía que te revitaliza, te pido que imagines como al exhalar te vas liberando de presiones, tensiones y preocupaciones innecesarias, respira profundamente, concentra tu atención en tú cuero cabelludo, relaja todos tus músculos que cubren tu cabeza, relaja tu frente siente la piel, y la vibración de la piel que cubre tu frente, relaja tus parpados, y todos los tejidos que rodean tus ojos, relaja tus mejillas, todos los músculos de la cara, relaja tú cuello y tu garganta siente su flexibilidad, concentra tu atención en tus hombros, siente la ropa en contacto con esta parte del cuerpo, relaja todos tus músculos en el área de tus hombros, y prolonga esta sensación hacia los brazos y manos. Relaja tu espalda, siente una agradable sensación de calor que cubre tu espalda, concentra tu atención en tu pecho, siente la piel y la vibración de la piel que cubre tu pecho, relaja todas las tensiones, y pon tu pecho en un estado de relajación profunda, relaja la parte interior de tu pecho, imagina tus órganos, glándulas tejidos y células funcionando, rítmica y saludablemente, concentra tu atención en tú abdomen, siente la ropa en contacto con ésta parte de tu cuerpo, relaja todas las tensiones y pon tu abdomen en un estado de relajación profunda, relaja la parte interior de tu abdomen, imagina tus órganos glándulas tejidos y células funcionando rítmica y saludablemente, relaja tus muslos, concentra tú atención en las rodillas, siente la piel y la vibración de la piel que cubre tus rodillas, relaja todas las tensiones, y pon a tus rodillas en un estado de relajación profunda, relaja tus pantorrillas, relajas tus pies, con ésta agradable sensación de relajamiento en tu cuerpo, proyecta

ahora en tu mente, la imagen de un lugar ideal para descansar, una escena que para ti represente paz y tranquilidad, imagina los colores, los sonidos, los aromas, la temperatura, siente estar ahí disfrútalo, con ésta agradable sensación de relajamiento, voy a contar del uno al tres, y a la cuenta de tres, vas a proyectar en la pantalla de tu mente, la imagen de la persona con quien quieres practicar éste ejercicio, uno, dos, tres, ahora concentra tu atención en el centro de tu pecho, y visualiza, imagina y siente una estrella brillante, cuyo centro de combustión, es tú propio corazón, permite que desde ese centro lleno de luz y amor, se proyecte energía que revitalice todos tus órganos, glándulas, tejidos, células mismas, siente tú cuerpo totalmente revitalizado y lleno de luz, y permite que ésta luz, ésta energía, ésta luminosidad se proyecte al exterior, revitalizando tú campo de energía, envolviéndote en una nube de calor y luz, cuyo centro es tú propio corazón, ahora visualiza, imagine y siente, como en éste centro de luz, ese centro de combustión empieza a crecer una hermosísima flor, visualiza como a través de la combustión de esa estrella, surge una hermosa flor, la más hermosa que puedas imaginar, es flor lleva en sí lo mejor de ti, la capacidad creativa, la generosidad, los deseos de crecer, la capacidad de amar, todo lo mejor de ti, está en esa flor en el centro de tu estrella, visualízala, imagínela y siéntela, ahora visualiza de nuevo a la persona que has elegido, sé honesto y asegúrate bien de elegir a la persona, que realmente menos deseamos perdonar, la persona está ahí imagínela, siéntela, sabes que está ahí, toma consciencia de lo que ahora sientes, para que al terminar el ejercicio, puedas concientizar lo que significa libertad, lo que significa sentirte diferente, vivir diferente, imagina que la persona se va acercando hacia ti, y cuando esté a pocos centímetros de distancia de ti físicamente, moverás tus manos hacia tu pecho, y sientes como vas arrancando esa flor de raíz, con todo lo que ella implica, esa flor que representa y posee lo mejor de ti, despréndela desde el interior, y al desprenderla extiende tú brazo, y entrégala a la persona, conforme le entregas ésta flor, mentalmente di; YO TE PERDONO DESDE EL FONDO DE MI CORAZÓN, TE DESEO QUE SEAS FELIZ, Y QUE SIEMPRE ESTES MEJOR, puedes regresar tu mano a descansar, ahora visualiza a la persona que tiene esa flor en su mano, llena de luz, visualízala en perfecto estado de salud, tal vez es alguien que aún vive, tal vez ya no vive, ahora sí visualízala en perfecto estado de salud, bien, contenta llena de una luz radiante, con esa luz deja que la imagen de esa persona se desvanezca, la imagen de la persona ha desaparecido de la escena, respira profundamente y relájate bien, y centra tu atención en el centro de tu pecho, y visualiza ahora como una, diez, cien, mil, miles de flores crecen en el centro de tu estrella, cada una de ellas aún más hermosa que la anterior, el amor es la fuerza potente del universo, por la cual todo existe, el amor es el ritmo en cada átomo, amor es el latido en cada corazón, el amor es el grito del alma, el amor es todo poderoso, perdona y pronto tendrás el poder creado por el amor, usa su fuerza y las energías del universo te serán comprendidas, el amor es lo divino en todo,

siempre que vivas el amor, lo divino se manifestará en ti, y podrá alcanzar a otros a través de ti, no existe ley más alta que la del amor. Amor, es el poder que gobierna al mundo, todo lo que se hace por él, tiene tras de sí la fuerza de la creación, no confundas el sentimentalismo con el amor, el amor es la voluntad de servir, el amor es la capacidad de perdonar, el perdón es la palabra mágica que te conduce hacia el amor, la libertad, la fortaleza y el conocimiento, sólo el amor dominará los obstáculos en nuestros senderos, sin el poder del amor la creación no existiría, y el hombre tiene que despertar, y reconocer que el amor es el único poder que puede revivir al mundo y liberar el alma, si no existiera el amor, no pudiera progresar el mundo, haz del amor una realidad a tu alrededor, y no una cosa vaga apartada de ti, vívelo y dalo a todos sin excepción , debes amar a todos sin importar que lo merezcan o no según tus ideas, toda alma es querida, y tienes que amarlas a todas como vehículo universal, da el amor con abundancia, sin importar lo que los demás hagan, vive con el amor siempre, hasta que se convierta en el latido de tu corazón, en el aliento mismo de tu vida, nadie puede amar al mundo por ti, lleva amor a todas partes donde vayas, compenétrate de tal modo del amor, que ningún pensamiento que no lleve su mensaje sea emitido jamás en tu conciencia, sanemos al mundo por amor, vivámoslo primero, enseñémoslo a todos, respira profundamente, relájate, y con ésta sensación de libertad, de reconstrucción, de transformación, empieza lentamente a estirarte, brazos, manos, piernas y pies, bostezando si lo deseas, moviendo tu cuello, estirándote con toda libertad, y con tú cuerpo de nuevo en movimiento, si haz tenido tus ojos cerrados, es ahora el momento de abrirlos, ojos abiertos, bien despiertos, muy a gusto, bien descansado y en perfecto estado de salud, sintiéndote mucho mejor que antes, reconciliación, cómo es que más efectivamente podemos restablecer las condiciones que se rompieron, o que nunca existieron como deberían haber existido, que es lo que hace la diferencia, entre los intentos de reconciliación que sí funcionan y los que no, la reconciliación requiere primero que todo, que tengamos las cosas claras dentro de nosotros mismos y que estemos en paz, la calidad de nuestro contacto con el exterior, siempre depende de la calidad de nuestro interior, desde donde nos proyectamos, entre más seamos capaces de aceptar en nuestra personalidad todos los aspectos positivos y negativos de nuestras vidas, lo que es sano y lo que no es sano, nos convertimos en personas íntegras, la integridad de nuestro interior, dictamina la calidad de nuestro contacto, el ser asertivos es de vital importancia, cuantas veces en nuestra vidas, hemos erosionado nuestra integridad por darle gusto a la gente, que tan a menudo hemos estado dispuesto a hacer cualquier cosa para ser aceptados, nos convertimos en esclavos de todo aquello que fuera necesario para sentir que pertenecíamos, para finalmente ser parte de algo o de alguien, es obvio que entre más nos hemos prostituidos por ser aceptados, menos nos aceptan, sabemos dónde pintar nuestra raya, para ser capaces de decir, si cruzo ésta línea para ser aceptado por ti,

entonces ni tú, ni tu aceptación valen la pena, esto es lo que se requiere para establecer límites sanos, saber respetar los límites es lo que se necesita para que exista una verdadera reconciliación con los demás, hemos dejado atrás nuestra necesidad de controlar a otras personas y a los resultados, para tener una actitud más sana ante la vida, y dejar vivir a los demás, imagina que alguien esté haciendo algo que no te guste, es su comportamiento lo suficientemente grave, como para que necesitemos irnos a la guerra, existe para esa persona solamente la alternativa de hacerlo a nuestra manera, o dejar de tener que ver con nosotros, sí nuestra necesidad de estar en control, es aún muy fuerte, cuando llegamos a la reconciliación y tratamos de volver a hacer contacto con alguien, lo más probable es que digamos que nos podemos reconciliar, únicamente mientras se de acuerdo a nuestros términos, no debemos buscar la perfección sino el progreso son dos cosas completamente diferentes, nos encontramos con la imperiosa necesidad de ser perfectos, sí la reconciliación no es perfecta, lo que significa que no es exactamente como nosotros creemos que debe ser, pensamos que no puede funcionar, pero esto no es lo que es la reconciliación, reconciliación es saber que hicimos todo lo posible, si hemos hecho nuestro mejor intento después de habernos preparado, aún si los otros no fueron capaces de responder de una manera sana, hemos ganado, cual es nuestra expectativa cuando vamos a entrar en contacto con alguien que no puede sintonizar con nosotros, si esperamos que el éxito de éste esfuerzo dependa, en que la otra persona comprenda plenamente y escuche todo lo que decimos, nos podemos llevar una desilusión , si contamos con ellos para responder lo que nosotros necesitamos decir, estamos soñando, lo más probable es que no suceda, eso no es reconciliación, no es reconciliación, la reconciliación no es quedar bien con la gente, la reconciliación no es sumergir nuestros pensamientos y sentimientos, para desesperadamente tratar de conectarse con el otro, eso no funciona, eso sólo creará más rabia, culpa y dolor, la reconciliación es una realidad más profunda, que se refiere a confrontar con lo que fue inadecuado en el pasado, se requiere hablar con claridad, respecto a cómo nos sentimos, y respecto a aquello que se perdió, la recompensa es maravillosa, pero el camino requiere esfuerzo, y nada mejor para ayudarnos que la oración. Señor mío y Dios mío, estoy en la oscuridad y prisión del resentimiento, no acierto a perdonar, el rencor me destruye, las críticas me lastiman, los fracasos me hunden, mi corazón es soberbio, la vida me duele siento falta de ti, aunque sé que tú estás en mí, callado, respetuoso esperando mi decisión, dame la gracia de la humildad, dame el perdón que desata los nudos, que abre las puertas, que soluciona los conflictos, dame la libertad para dejar el pasado atrás, por sobre todo dame tu amor y fortaleza, para vivir un presente de plenitud, y poder construir un mañana de realización.