32

Libre Por Sobre Todas Las Cosas

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Documento político y donde se defiende el primer objetivo histórico de la Ley del Plan de la Patria, escrito por el joven filósofo Miguel Pérez Pirela

Citation preview

  • LIBREPOR SOBRE

    TODASLAS COSAS!

    MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

  • Miguel ngel Prez Pirela. Libre por sobre todas las cosas!Fondo Editorial de la Asamblea Nacional Willian Lara

    Junta directivaDip. Diosdado Cabello RondnPresidente

    Dip. Daro VivasPrimer vicepresidente

    Dip. Blanca EekhoutSegunda vicepresidenta

    Vctor Clark BoscnSecretario

    Fidel VsquezSubsecretario

    Fondo Editorial de la Asamblea Nacional Willian Lara PresidenteFarith Fraija NorwoodEdicin y correcin al cuidado de:Carlos Alberto Zambrano RodrguezJuanbal ReyesDiseo y diagramacin:Armando Rodrguez Hernndez

    ISBN: 978-980-7603-03-4Depsito Legal lf 38720133202884

  • [7]

    LIBRE POR SOBRE TODAS LAS COSAS!

    Discurso solemne, sesin especial

    de la Asamblea Nacional por los 230 aos

    del natalicio del Libertador Simn Bolvar,

    190 aos de la Batalla Naval

    del Lago de Maracaibo

    y Da de la Armada Nacional Bolivariana.

    Teatro Baralt, Maracaibo-estado ZuliaSesin especial, 24 de julio de 2013

    Por el Dr. Miguel ngel Prez Pirela

    Ciudadano Francisco Javier Arias Crdenas, Gober-nador del estado Zulia y su distinguida esposa e hijos;

    Integrantes de la Junta Directiva y dems Diputados de la Asamblea Nacional, especialmente Diosdado Cabello y Daro Vivas.

    Mi abrazo y mi agradecimiento por esta oportunidad.

    Ciudadano Manuel Galindo Ballesteros, Procurador General de la Repblica;

    Ciudadana Presidenta, Vicepresidente y dems inte-grantes del Consejo Legislativo del estado Zulia;

    Ciudadanos alcaldes y alcaldesas de los diferentes muni-cipios de este, mi estado Zulia.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [8]

    Autoridades civiles y militares del estado Zulia; Directoras y Directores del Gabinete Ejecutivo del es-

    tado Zulia; Ciudadanos Presidentes y Directores de los diferentes

    institutos autnomos de empresas regionales y estadales; Ciudadanos integrantes de la Direccin Nacional y Regional

    del Partido Socialista Unido de Venezuela, nuestro PSUV; Ciudadanos integrantes del Gran Polo Patritico, ga-

    ranta de victoria; Ciudadanos representantes de los consejos comunales y

    voceros del Poder Popular, fundamento y esencia de esta Revolucin;

    Pueblo bolivariano de Venezuela;Seores invitados especiales;Pueblo del estado Zulia; Seoras y seores:

    Se ley una parte de mi currculo acadmico y profe-sional, pero quisiera tambin hablarles de la parte ms im-portante de mi vida para que ustedes puedan entender el relieve y la trascendencia de este Discurso de Orden.

    Soy un nio nacido en esta Maracaibo ma, como di-jera Udn. Nac en el Hospital Chiquinquir, aqu, a pocas cuadras. La Chinita, justo al lado en su Baslica, me dio la bienvenida. Pas toda mi infancia siendo nio cantor del

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [9]

    Zulia, ah en la Catedral los 24 de diciembre, misas de gallo, tedum, semanas santas, etctera.

    Mi padre un obrero explotado durante toda la vida por los gobernadores del estado Zulia durante la Cuarta Repblica hizo que me la mantuviera yo ah, en la Go-bernacin, saltando de escritorio en escritorio y de barrio en barrio.

    La Casa de la Capitulacin fue otro de mis nidos y de mis cunas. Ah tambin estuvimos y pasamos muchas horas de nuestra infancia.

    Imagnense ustedes lo que significa para m hablar aqu en el Teatro Baralt; delante de la excelentsima Asamblea Nacional; delante de todos estos diputados y todas estas diputadas. Definitivamente, en Revolucin los sueos se hacen realidad. Y, sin menospreciar al norte, ningn anfi-teatro de la Sorbonne de Pars, de la Sapiencia, Harvard o Cambridge, podra darme el orgullo, el reconocimiento y la profunda alegra que siento en este momento al hablar en este teatro, mi teatro, nuestro Teatro Baralt.

    Me adelanto al discurso y felicito a nuestra Armada, a quien van dedicadas estas palabras. A la Armada y a su Lago; a Gilberto Blanco Pinto: gracias por todo lo que hasta ahora nos han dado. Muchsimas gracias.

    Por un hermoso azar de la historia, dos inmensos acon-tecimientos ocurrieron en una misma fecha:

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [10]

    1. El 24 de julio de 1783 vea la luz el mismo hombre que unas cuatro dcadas despus hara nacer a toda una Patria Grande.

    2. Ms tarde, en 1823, ese mismo da, las tropas republicanas libraban una batalla naval decisiva para rematar la emancipa-cin primera de Venezuela; lo que le permiti a aquel hombre, en su cumpleaos nmero 40, seguir cabalgando hacia la emancipacin tambin definitiva de Ecuador y Per, y con-cretar la creacin de su hija predilecta, su amor desenfrenado de libertad: Bolivia.

    Hoy 24 de julio de 2013 nos unen, pues, el natalicio del Libertador, la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, y, por supuesto, aquel que hizo renacer de las cenizas del olvido

    esa historia patria mancillada: nuestro Hugo Rafael Chvez Fras.

    Cmo comenzar este discurso solemne sin antes congratular a los hijos e hijas de quienes, a pocos me-tros de este recinto, libraron una batalla nica y defini-tiva en medio del chapoteo del Lago de Coquivacoa?

    Felicidades de parte de todo el pueblo maracaibero a la Armada Nacional Bolivariana, componente cuyo primer estandarte fue enarbolado en 1806 en una expedicin ar-mada comandada por aquel caraqueo universal que se llama Sebastin Francisco de Miranda.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [11]

    Hemos venido hoy a celebrar el Lago, porque nosotros los venezolanos somos hijos de estas aguas, nido de liber-tades y seno de nuestra Independencia.

    Si en la conquista, el nombre alucinante de piccola Ve-nezia, hoy Venezuela, naci precisamente de los poblados palafticos de origen precolombino que estaban asentados en sus costas y que el navegante italiano Amrico Vespucio pens que se trataba de una isla muy parecida a aquella ciudad italiana, la autonoma de nuestra patria tambin se cristaliz entre sus riberas.

    Una de las primeras descripciones de un poblado in-dgena asentado en el Lago fue hecha por el propio Ves-pucio. Est contenida en una carta que l envi, desde Sevilla a Florencia, el 18 de julio de 1500 a Lorenzo Pier Francesco de Medici. Reza as:

    Desde esta isla fuimos a otra vecina de aquella, a diez le-guas, y encontramos una grandsima poblacin que tena sus casas construidas en el mar como en Venezia, con mucho arte; y maravillados de tal cosa acordamos ir a verlas, y al llegar a sus casas quisieron impedir que entr-semos en ellas. Probaron cmo cortaban las espadas y se conformaron con dejarnos entrar, y encontramos que te-nan colmadas las casas con finsimo algodn, y las vigas eran tambin de brasil, y les quitamos mucho algodn y brasil, volviendo luego a nuestros navos. Habis de saber

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [12]

    que en todas partes donde saltamos a tierra encontramos siempre gran cantidad de algodn, y los campos llenos de plantas de l, tanto que en esos lugares se podran cargar cuantas carabelas y navos hay en el mundo, con algodn y brasil.

    Cuntas veces no escuchamos al Comandante

    Chvez decir que mirramos hacia el horizonte

    nrdico de nuestra patria?

    Somos agua. Tenemos una costa que abarca ms de 3.700 kilmetros, que se extiende a lo largo del Mar Ca-ribe y del Ocano Atlntico y en la que todava se descu-bren destellos de esos tiempos pasados que nos hablan de nuestra venezolanidad: La mar nos habla a los venezo-lanos en cada oleaje.

    Esa mar de donde vino lo mejor y lo peor de lo que somos. Bendita y maldita mar, como dijo el poeta chileno Pablo Neruda de la lengua castellana; por donde incluso, antes de todo lo conocido venido del norte, transitaron nuestros indios caribes, desde las aguas del Ro de la Plata, all en el extremo sur del mundo, hasta las costas del norte de Mxico y Florida.

    Desde siempre fuimos gente de mar que se aliment fsica y espiritualmente de esos oleajes que nos trajeron europeos perdidos, enfermedades venreas, genocidios, y africanos tristes y amarrados.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [13]

    Tenemos la dicha, la inmensa dicha, de ser hijos del Caribe. Esa vorgine de genes y culturas que nos cre una identidad nica y a la vez maravillosa. Somos caribeos gra-cias a ese misterio silencioso, que acaso por obra del des-tino nos hizo ser la puerta nutica de todo un continente.

    As que Antes de hablar de una de las pocas y ltima campaa

    naval de la Independencia, que sell lo logrado en Cara-bobo, apenas dos aos atrs;

    Antes incluso de estremecernos con el heroico estruendo de esos caones apartando imperios de la faz de la Patria y haciendo nacer la Repblica;

    Antes de referirme al general (o almirante segn la his-toriografa tradicional) Jos (Prudencio) Padilla, hroe cuyo bautismo de fuego fue la batalla de Trafalgar en 1805, donde fue hecho prisionero por los ingleses;

    Quiero hablarles del Lago, de mi Lago, de nuestro Lago:

    Ese Lago que es principio y fin de lo que fuimos, somos y, sobre todo y ms que todo, de lo que hemos de ser como Patria. Pa-tria lacustre, patria martima, patria acufera, de la que poco se conoce y tanto nos queda por aprender.

    Lago de historia bonita, como cant Al Primera; de sentido profundo, pretrito y originario; asiento de lo autctono,

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [14]

    escenario de batallas, proveedor de peces y petrleo. Herra-dura que recoge todas las luces (las de la aurora y las de la noche) y constituye el espejo de agua ms extenso de Amrica del Sur, con una superficie que alcanza casi los 13 mil metros cuadrados.

    Ese monumento natural de identidad superba, en el buche de los grandes buitres de metal (as lo escribi Eduardo Ga-leano), constituido por nueve islas y rudas chozas primitivas (palafitos) formadas por el empantanamiento de las tierras de ribera y por la necesidad de nuestros indgenas de estar a salvo de ataques por tierra.

    Lago de aguas dulces, y al mismo tiempo salobres porque se abraza con el Caribe todo.

    Transbordo milenario de productos inimaginables venidos de los ms alocados mercados de la Tierra.

    Lago alimentado por ms de 50 ros y 200 afluentes, que se comunica por un canal con Baha del Tablazo y el Golfo de Venezuela.

    Ma, Maracaibo ma

    Somos lago pues en esta ma, Maracaibo ma, como lo dijera el poeta Udn. Compleja esta tierra de gracia, besada a cada instante con labios de costa y tocada con caricias de gotas.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [15]

    Ma, Maracaibo ma, puente histrico entre Venezuela y la Nueva Granada, que al fin y al cabo son la misma na-cin: la Gran Colombia soada por Bolvar.

    Ma, Maracaibo ma, asiento de indgenas wayuu, resis-tentes a milenios y en convivencia con la contempornea urbe.

    Ma, Maracaibo ma, ltimo rincn occidental de la Patria al que lleg en 1499 Alonso de Ojeda y luego fue encomendado por la Corona de atajar el descubrir de los ingleses []por aquellas costas que descubristeis[].

    Ma, Maracaibo ma, separada y unida por un Lago de cristal y uno de los puentes de hormign armado ms grandes del mundo y el mayor monumento de luces de Amrica Latina.

    Ma, Maracaibo ma, conocida por piratas y corsarios renacentistas, como los llam Luis Britto Garca, que no se cansaron, una y otra vez, de saquear la ciudad del sol amada, pero tambin de esconder dorados tesoros que todava bri-llan tempranito en la maana, por aqu y por all en esta Maracaibo ma.

    Maracaibo, ciudad petrolera, transculturizada, maltra-tada, pisoteada y vejada por intereses nrdicos, donde el beisbol vino para distraer a aburridos y explotados obreros petroleros.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [16]

    No en vano el Comandante Chvez denunci en ms de una ocasin que aqu mismo, en la costa oriental del Lago, lleg a cuantificarse una reserva superior a los 60 mil millones de barriles de crudo, tanto en zonas sub-lacustres como en tierra firme. Riqueza toda saqueada con incle-mencia en tiempo rcord.

    Con estas mismas palabras lo explic el Comandante aquel 21 de julio de 2012, en plena campaa por su ree-leccin:

    Despus de la II Guerra Mundial se vino una avalancha de empresas yanquis sobre el Zulia como una invasin de vampiros que empez a perforar, contaminar, y a llevarse petrleo y ms petrleo.

    Y agreg que el fondo del Lago es como un plato de es-pagueti, pues est lleno de unos 20 mil kilmetros de tu-beras, instaladas primero, y abandonadas, despus, por las transnacionales. Chvez tambin nos dijo:

    Contaminaron el Lago y se llevaron tanto petrleo que se hundi la Costa Oriental en 8 metros, y ms en algunas partes. Ahora nos toca construir nuevas ciudades para des-plazar poblaciones enteras, porque eso est en peligro de seguir hundindose.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [17]

    Ma, Maracaibo ma. Ciudad luz, no por los inspirados iluministas franceses Rousseau, Montesquieu, Voltaire, sino porque aqu se encendi el primer bombillo que, claro est, jams habra de iluminar las mentes desaforadas de los maracaiberos como lo hace cada da el relmpago del Ca-tatumbo.

    Ma, Maracaibo ma, como tambin escribi Udn:

    Cuna de mis padres y mis abuelos, cuna de mi ida, para siempre ida, cuna de mi prole, y en donde mi vida se abri como un cliz al sol de tus cielos.

    Ma, Maracaibo ma, descrita en sus bambucos, gaitas y contradanzas como ciudad taciturna que desprende el aroma de su alcano, que despierta y se estremece. Terruo de pasin indiana, de bruma, de sonido pueblero que mi corazn expande, y melodas aejas que deleitan y empa-rrandan a quienes las escuchan. Maracaibo de muchachera bulliciosa y musas que van sonriendo entre la noche bullan-guera, de barriadas que conviven entre cultura y tertulia.

    Ma, Maracaibo ma, donde doncellas de color canela y cabelleras oscuras y sedosas lavaban sus vestidos de flores a orillas del reservorio de agua dulce ms grande de este He-misferio; donde, como dice Ricardo Aguirre en su gaita:

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [18]

    Lavando una viejecita a orillas de nuestro Lago, ella tuvo un gran hallazgo, pues se encontr una tablita, terminada la faena, a su casa la llev, la tinajita tap pa salvarla de la arena.

    Ese mar divino nos trajo la divinidad, y bien es sabido que en Maracaibo es posible que alguien no crea en Dios, pero no existe quien no crea en su madre la Chinita, nuestra reina morena arrojada a nosotros por el Caribe, ofrendada a nosotros por el marullo.

    Ese viento lacustre que nos refresca la vida despus de un da de inclemente sol: Maracaibo, donde hay que arrugar la cara y entrecerrar los ojos para mirar lo que apenas est a medio metro de distancia. De ah el dicho, distinguidos visitantes: el calorn en esta ciudad es tan fuerte que

    a Maracaibo la venden de da y la compran de noche!

    Regionalismo

    Y no quiero con estas palabras, que realzan el gentilicio y la geografa de nuestro lar, menospreciar o avasallar lo que est ms all de nuestro Lago. Me rehso a siquiera creer que alguien se sienta zuliano, sin primero sentirse profun-damente hijo de la tierra de Bolvar.

    Se puede acaso pensar en Urdaneta, sin imaginarlo con Bolvar, a quien Chvez describi como ese relmpago

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [19]

    que no termina, como el Catatumbo que resplandece sin cesar?

    Y no lo digo desde el laberinto de una ingenuidad pol-tica, pues en esta ciudad y en este estado ciertos personajes han querido secuestrar la identidad zuliana para hacerse del poder y mantenerse en l. Basta de esa dictadura malin-tencionada y rastrera de polticos prfugos y sus secuaces que nos hicieron creer que ramos ms zulianos si nos opo-namos a la patria toda. No caigamos en tentaciones, los cantos de ballena ya son parte del oscuro pasado de esta regin.

    Si algo nos ha enseado la Historia Patria es que una in-dependencia descuidada es como una luz titilante que va y viene segn los designios de potencias forneas y la ter-quedad de emancipaciones y luchas populares.

    Seamos sinceros, en Venezuela no ha habido

    una nica Independencia

    Este pueblo ha tenido que bregar por su libertad en medio de gerundios, pasos agigantados, derrotas anun-ciadas y retrasos histricos imperdonables.

    Podramos entonces hablar de una Independencia primera que a los pocos aos se perdi. Por eso Carabobo y la Naval del Lago son batallas vivas, nuestras grandes vic-torias pendientes. Son estas palabras del mismsimo Hugo Chvez.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [20]

    Bolvar es Bolvar porque fue General Rafael Urdaneta en el occidente, Mariscal Antonio Jos de Sucre en el oriente, General Jos Antonio Pez en Los Llanos, y General Manuel Piar en el sur, por nombrar apenas cuatro de

    nuestros soldados fundadores.

    Nosotros somos unin. He ah el secreto de nuestras victorias centenarias. All donde la desunin o la traicin nos han sorprendido aletargados, hemos sacrificado liber-tades e independencias ya adquiridas, con sangre, sudor y lgrimas. Dejemos el sectarismo y la divisin a nuestros ad-versarios polticos histricos.

    Pero los invito a volver, antes que todo, a aquella tarde triunfal de Carabobo, en 1821, porque el co-mienzo fue Carabobo.

    Entonces Bolvar, con su modlica maniobra, quebr la potencia militar del ejrcito espaol, logr que se disper-sara la caballera realista y que varias unidades de infantera se entregaran casi enteras, mientras otras procuraban huir.

    Pero aquella tarde no bast. La topografa del suelo y la eficaz accin de los Dragones y Guas ayudaron al batalln Valencey a escapar de la derrota.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [21]

    Presentarse en la sabana, en formacin de combate, sirvi de punto de reunin y muralla, gracias a lo cual no pudo el Libertador realizar el objetivo mximo de su brillante ma-niobra: copar completamente el ejrcito espaol.

    Jinetes dispersos y el Valencey llegaron como pudieron en huida hacia Puerto Cabello. Sobrevivieron, pues, al-gunos focos imperiales, y todo indicaba que vendran aos de nuevos enfrentamientos. Desde Mitare hasta Maracaibo se extenda la insurreccin realista.

    Morales y Latorre, los grandes perdedores de la Batalla de Carabobo, se replegaron, pero seguan controlando Coro, Puerto Cabello, y tenan cierta incidencia sobre Ma-racaibo.

    Coro, desde el inicio de la lucha independentista, fue una provincia profundamente realista. Su situacin la con-virti en nuevo teatro de operaciones y adquiri para el mando real una importancia extraordinaria, pues le ofreca la manera efectiva de reanudar movimientos militares y tomar la ofensiva.

    Puerto Cabello era otra fortaleza importante en manos de las tropas expedicionarias. Estas circunstancias fueron propicias para que, luego de Carabobo, los realistas se fuesen replegando progresivamente hacia la zona del Lago de Maracaibo.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [22]

    He aqu, amigos y amigas, la importancia de la Batalla Naval del Lago, que habra de realizarse solamente dos aos ms tarde.

    La derrota realista en la Batalla del Lago comenz en el desacuerdo de los dos jefes espaoles ms importantes del momento, Francisco Toms Morales y ngel La-borde, y no en el sonido ensordecedor de los caones.

    De hecho, ir de una Carabobo perdida a la plaza de Ma-racaibo, como futuro escenario blico decisivo, no fue una eleccin fcil para los realistas. Laborde crea que era mejor para las banderas reales buscar por

    Barlovento la va de Caracas, y con ella la posibilidad de una batalla que destruyera la fuerza patritica del Departamento.

    Morales ms bien estaba ganado a la idea de pasar a Mara-caibo, transportndose adonde no hubiese plvora, como l mismo lo dej registrado. As, en su hoja de servicio, el ma-riscal espaol planteaba:

    Caer sobre Maracaibo, nico pas que restaba por su lo-calidad intacto de la guerra, y en que poda esperar el re-sultado de sus comisionados () Y nico asimismo por donde poda entonces operarse contra Colombia con me-nores auxilios y mayores ventajas y resultados.

    Adems, sellar una victoria en esas costas le traera se-guramente mayores crditos y dividendos de la Corona.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [23]

    No era casual que Laborde utilizara la palabra alhaja para referirse a Maracaibo.

    As que antes de operar en Barlovento, como lo quera Laborde (jefe de la marina de corso, con amplia experiencia en el ataque de frente), y buscar el combate en la capital, prefiri Morales la direccin de occidente; ya desde ese tiempo se subestimaba la plaza de Maracaibo.

    Las noticias amenazadoras se conocieron por estas tie-rras maracaiberas los primeros das de septiembre de 1822:

    A su llegada, Morales atac con todo vigor al almirante patriota Lino de Clemente, quien antes haba movido un pequeo des-tacamento de 100 hombres y doce unidades navales de dis-tinto porte para proteger la entrada del Castillo San Carlos.

    Morales alcanzaba posesin cada vez ms peligrosa de Mara-caibo, al punto que se da el lujo de trasladarse hacia Mrida, justo seis meses antes del enfrentamiento naval. Desde ah se refiri a los bolivarianos como esos 4 zambos que tienen en Colombia. El imperio prepotente histricamente nos ha subestimado.

    En medio de un optimismo enfermizo, Morales crey que con su paso por Los Andes haba despertado el entusiasmo de los pueblos en favor de la causa real. Pero, salvo unos cuantos partidarios, no pudo convencer e insurreccionar a los ms valiosos.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [24]

    Por su parte, el marino Laborde no apoyaba la idea de bata-llar contra los patriotas, pero no tuvo ms opcin que obe-decer la orden de Morales, Capitn General de Venezuela. La decisin de este ltimo coloc a Maracaibo como capital po-sible de la libertad venezolana.

    En misiva dirigida a Morales en 1823, Laborde expresa:

    Debo hablar a su Excelencia con claridad, yo no veo modo que esta guerra se pueda sostener, ni es posible que unos hombres abandonados a la suerte por ms de dos aos, tengan resistencia para sufrir ms tiempo: bastante se ha sufrido, pero se sufrir con esperanza, que le digo que ya no tenemos, y que, sin duda, desmayaramos al cabo de tanto padecimiento. Tal vez nuestra suerte sera menos desgra-ciada si los continuos clamores de esta superintendencia hubiesen sido odos () El resultado, excelentsimo seor, ha sido la prdida del ejrcito por falta de recursos, pues bien es justa su capitulacin.

    Es sorprendente, pero esto se comunicaban los espa-oles en medio del fragor de la batalla.

    As que en pleno combate, mientras Laborde y Morales se peleaban a travs de comunicaciones que iban y venan del Lago a tierra firme, echndose culpas el uno al otro por los errores cometidos, la concentrada escuadra republicana,

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [25]

    bolivariana, avanzaba unida hacia una victoria inminente que nos dara la anhelada libertad.

    Dos horas de batalla

    Desde su cuartel, el 15 de enero de 1823, investido con la auto-ridad de Jefe del Ejrcito de operaciones, Mariano Montilla haba declarado el bloqueo de Maracaibo, que iba desde el Cabo de San Romn hasta Chivacoa. Manrique contaba con suficientes fuerzas para cooperar por tierra.

    En mayo lleg a la Punta de los Estanques el bergantn In-dependiente, comandado por el Capitn de Navo Renato Beluche, quien dio la mala noticia de la prdida en combate de las dos corbetas Carabobo y Mara Francisca con la fragata Constitucin y la corbeta Ceres, ambas espaolas.

    Nuestro Padilla decidi forzar la barra de Maracaibo y ocupar la laguna de Maracaibo. Hasta el 24 de julio, este prota-goniz minsculos y parciales combates contra la flota realista.

    El 16 de junio, sabiendo que Morales andaba por el ro Sucuy, Padilla y Manrique atacaron la plaza y, despus de casi un da entero de pelea, lograron penetrar en ella y apresar a varios sol-dados y oficiales realistas.

    Las ltimas horas previas a la Batalla, el militar patriota ama-neca arengando a las tropas y dando las ltimas instrucciones.

    Tambin en tierra firme, en una ciudad ya convulsionada, se in-tua de antemano la inminente derrota espaola. La atrevida y valerosa Ana Mara Campos, en una de aquellas reuniones

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [26]

    clandestinas que ella misma organizaba, expres con valenta femenina, Morales si no capitula, monda. En otras pala-bras, Si no capitula, muere. Tamao atrevimiento lleg a los odos de un Morales enfurecido y cobarde que tuvo la fantasa de pensar que una mujer de la Patria se tragara sus palabras despus de un interrogatorio y posterior tortura. En cada azote de su verdugo Valentn Aguirre, este le preguntaba si ella se quera disculpar y la noble doncella insista retando a la muerte: Si no capitula, monda, si no capitula, monda, si no capitula, monda: Amrrenla, encarclenla, somtanla, humllenla!

    Nada poda detener ya el combate final en la mar. Las cartas estaban echadas. La escuadra republicana est fon-deada frente a los Puertos de Altagracia, y posee: 88 piezas, 872 hombres de dotacin en 3 bergantines, 7 goletas y una fuerza sutil, con 13 piezas de diferentes calibres y 327 hombres.

    La de Morales est lista con sus 87 piezas, 820 hombres de tropa embarcados, 497 marineros, 3 bergantines,

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [27]

    12 goletas y 16 embarcaciones menores.

    El ambiente est enrarecido. Comienza el abordaje. Se escuchan los primeros caones. Las fuerzas grancolom-bianas avanzan a pesar de los disparos. Se acercan irreme-diablemente a las banderas imperiales y la rabia, por tanta esclavitud, se funde de pronto con amor patrio.

    Maracaibo es casi nuestra. De por entre las casas hu-mildes sale pueblo a continuar la batalla en tierra firme. Fuerzas navales y pueblo negro e indio se funden en un solo puo. Rpido! Cierren la salida hacia el Caribe para que las fuerzas martimas enemigas no se fuguen.

    Ya el viento de la victoria bolivariana nos est refres-cando el rostro. Despus de dos horas de recio combate han cado 8 oficiales y 36 individuos de tripulacin de los nuestros. Resultaron heridos 165. Las bajas imperiales son muchas ms. Tenemos prisioneros a 69 oficiales y 368 sol-dados y marineros. El Lago est teido de rojo patria. El Lago de Coquivacoa ya es nuestro. El almirante espaol Laborde rompe el cerco y logra escapar. Despavorido va a parar a costas puertorriqueas. Maracaibo ahora es republi-cana. El inmenso jbilo se apodera de sus calles.

    Las gotas de agua dulce de nuestro lago de Coquivacoa

    estn regando los campos de Carabobo!

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [28]

    Las fuerzas espaolas estaran destinadas a abandonar la Patria. Con la victoria queda abierto el camino de las nego-ciaciones con Morales, Capitn General de Venezuela, re-cordemos. Estas concluyen el 3 de agosto siguiente, cuando se ve obligado a capitular ante Manrique y Padilla y a entregar el resto de los buques espaoles, y a desocupar los territorios que estaban bajo su control: la plaza de Maracaibo, el Castillo San Carlos y la fortaleza San Felipe en Puerto Cabello, ltimo reducto realista.

    El da 5 Morales evacu el territorio definitivamente. Primero march a Cuba, luego a Espaa.

    Para algunos analistas de nuestra historia militar y pol-tica, si no hubiese sido por la Batalla Naval, posiblemente Simn Bolvar hubiese tenido que retornar a Venezuela. Si el resultado de aquella jornada hubiese sido otro, el imperio espaol hubiera podido seguir consolidndose aqu en Ma-racaibo, en el Lago y, por supuesto, en Puerto Cabello.

    En consecuencia, este 24 de julio de 2013 podemos decretar, sin temor alguno y con la frente en alto, que los imperialistas que volvieron a secuestrar nuestra ciudad de Maracaibo estn a punto de recibir otra derrota, que ser definitiva para el avance de los bolivarianos en todo el terri-torio nacional. Carajo!

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [29]

    Chvez historiaAcaso otros pueblos, en otras latitudes, podran honrar,

    recordar y admirar las batallas pasadas como quien mira una estatua. No es el caso del pueblo venezolano, sumer-gido desde hace por lo menos 200 aos en la bsqueda empeada de una libertad, soberana e independencia que, ms de una vez, se nos han diluido por entre los dedos.

    No he querido yo venir a este recinto, compaeras y compaeros, a revivir batallas pasadas como quien mira un viejo lbum familiar: con esa pasiva nostalgia.

    Tampoco ha sido mi intencin llenar un espacio proto-colar con bellas y fantasmales palabras que se las terminara llevando el viento fresco de nuestro Lago.

    Les he hablado desde una sinceridad histrica y poltica agridulce, pues este es el primer natalicio del Libertador y conmemoracin de la Batalla Naval del Lago, despus de la muerte fsica de nuestro Comandante Chvez.

    He tenido que revisitar la historia para venir a conversar con ustedes hoy aqu. En otras palabras, he tenido que pa-searme con y por el mismsimo Hugo Chvez: el gran resu-citador de la historia venezolana.

    Gracias al Comandante Chvez el siglo XXI no sor-prendi a Venezuela escuchando los ronquidos de una his-toria adormentada por los grises de siempre.

  • Libre por sobre todas las cosas! MIGUEL NGEL PREZ PIRELA

    [30]

    El Comandante Chvez, que tanta falta hace hoy en esta Mara-caibo ma, nos hizo escuchar el galope de los caballos en Cara-bobo, y el ruido terco de las velas en la Batalla del Lago. Pero sobre todo y ms que todo, nos hizo volver a apreciar, en todo su esplendor y magnitud nica, la voz enternecedora, y a la vez fulminante del padre Bolvar.

    A un pueblo como el venezolano nada se le ha concedido gra-tuitamente. Cada una de nuestras libertades nos las hemos ga-nado al calor de batallas interminables. Muchas de ellas vivas, an despus de siglos. Cada instante de soberana, cada mil-metro de independencia, este pueblo lo ha batallado.

    La muerte fsica y temprana de Chvez es una baja, un golpe bajo, una bajeza del destino en medio de la batalla.

    Pero no me resigno a pensar que somos presa irreme-diable del destino. Deca Maquiavelo que la fortuna, la suerte, es una mujer que debemos seducir con nuestras ac-ciones. Vaya qu maravillosa suerte!, qu magnfica fortuna!, hemos

    tenido los venezolanos y las venezolanas de haber sido diri-gidos en la batalla, en las batallas, por un Bolvar y un Chvez.

    Nos queda pues a nosotros, hijos de la ms grande de las for-tunas, seguir seducindola cotidianamente a punta de lucha, batalla y victoria.

  • MIGUEL NGEL PREZ PIRELA Libre por sobre todas las cosas!

    [31]

    En una muy triste, pero a la vez inspiradora tertulia que tuve con el Comandante Fidel Castro, despus de la partida fsica de nuestro Chvez, el hroe del Cuartel Mon-cada y Playa Girn, me aconsej sin ms: no despilfarren a Hugo Chvez!

    Venezolanas y venezolanos que me escuchis: Zarpemos, pues, con nuestros navos de dignidad. Como

    en 1823, el viento est a nuestro favor, abramos velas hacia la buena mar, dirijmonos hacia las costas occidentales ma-racaiberas secuestradas vilmente por los imperialistas y no permitamos que las fuerzas de una sper potencia puedan contra la voluntad metafsica de un pueblo empeado en ser:

    Libre por sobre todas las cosas!Muchsimas gracias.

  • Esta edicin de 10.000 ejemplaresse imprimi en el mes de agosto de 2013, en P&P Producciones Grficas C. A.Caracas, Venezuela