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1 2013 • Año de la Convicción
CONTENIDO
Capítulo 1: El entendimiento de la fe
1. Viendo lo que no se ve
2. Convicción: ¿Lo que veo? ¿Lo que oigo?
3. Creyéndole a Aquel a quien amo
Capítulo 2: Las 4 C
1. Convicción
1.1 Implicaciones de la convicción
1.2 ¿En qué debemos cifrar nuestra convicción?
1.3 Aliados de la convicción
1.4 Enemigos de la convicción
1.5 ¿Convicción o condición?
2. Certeza
2.1 "De cierto" o "Desierto"
2.2 "Ciertamente" o "Cierta mente"
3. Confianza
3.1 Confiando en Dios y en Su Palabra
3.2 La fe sí tiene ojos
3.3 Implicaciones
3.4 El caso de Bartimeo
4. Credibilidad
4.1 Lo que obtengo por la fe
4.2 Dando buen testimonio
2 Familia CENTI
Capítulo 3: ¿Quién soy para Dios?
1. Especial
2. Único
3. Su exclusiva posesión
Aplicación Teoterápica
3 2013 • Año de la Convicción
Introducción
Sobre la fe se ha hablado ampliamente en la literatura cristiana; y aunque
se ha definido con precisión, para muchos hijos de Dios sigue siendo un
concepto abstracto y poco entendible.
El libro de Hebreos, en su capítulo 11, versículo 1, explica la fe con dos
términos específicos que no admiten erradas interpretaciones: certeza y
convicción: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de
lo que no se ve". La certeza está asociada con el tiempo; la convicción, con
el sentido de la vista.
En cuanto a la vista, tenemos que hay dos tipos de convicción: en lo que
veo y en lo que no veo. La convicción en lo que no veo se llama fe. La
convicción en lo que veo se llama razón. Entonces cabría preguntarse: ¿La
razón es convicción? Algunas personas piensan que no, pero la verdad es
que sí: la razón también es certeza y es convicción. En otras palabras, a la
fe y la razón son inherentes la certeza y la convicción. Cuando hay
algo en el presente y podemos verlo, estamos usando la razón, y cuando
esperamos algo y aún no lo hemos visto, estamos usando la fe.
Como se puede ver, a la vista se suma el tiempo: la razón es la convicción
de lo que se ve en el aquí y en el ahora. La fe es la convicción de lo que no
se ve en el presente, pero se tiene plena certeza de que se verá en el
futuro.
4 Familia CENTI
Permítame que lo ilustre: Supongamos que estamos frente a una persona
postrada en su lecho, desahuciada por los médicos. Para la razón, con base
en la vista del aquí y el ahora, hay certeza de que es imposible que se
levante nuevamente. Para la fe, en cambio, que no se conforma con el
presente ni con la vista, hay certeza de que se va a levantar en el tiempo
determinado por Dios, pues tiene convicción de lo que no se ve
A lo largo de este libro usted descubrirá que no estamos llamados a
cultivar una fe ciega. Descubrirá que la fe sí ve; ve al Invisible. Como hijos
de Dios no estamos llamados a caminar por lo que vemos, sino a caminar
convencidos de lo que no vemos, según la Palabra que Él nos ha dado.
5 2013 • Año de la Convicción
CAPITULO 1
El ENTENDIMIENTO DE LA FE
La Palabra de Dios habla de la fe desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis, pues la fe permite que todo el plan de Dios se consume a través de quien es el Autor de ella (Hebreos 12:2).
Dios nos enseña que la fe está asociada con entender; en otras palabras, la
fe me lleva por el camino del entendimiento. Así nos lo dice hebreos 11:3:
"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Por la fe
entendemos la Creación. Sin embargo, tristemente encontramos a
muchos líderes cristianos que con base en sus propios razonamientos
tratan de explicar la Creación. Dudan del poder de Dios para crear: su fe
no les es suficiente, por lo cual añaden la razón.
1. Viendo lo que no se ve
Hay una frase muy conocida en el mundo: “yo tengo que ver para
creer” ¿De dónde se originó? La pronunció un discípulo de Jesús
llamado Tomás. Lo que Tomás quiso decirle a Jesús fue: “Déjame ver
más de cerca, déjame tocar”. Esa experiencia hubiera sido
convincente para Tomas y lo hubiera llenado de gran satisfacción.
Podemos preguntar, entonces: ¿La fe de un hijo de Dios es ciega?
Aparentemente eta ciega respecto al presente, pero en realidad tiene
una completa certeza respecto al futuro (convicción de lo que no se ve).
6 Familia CENTI
Dios me lleva a ver lo que no veo, es decir, la fe me permite tener no
vista sino visión. La vista está asociada con el presente; la visión, con lo
que aún no veo pero lo espero. Luego, la fe no es ciega; por el contrario,
nos permite ir más allá y tener visión de lo que vendrá.
Veamos algunos ejemplos:
Noé vio el Diluvio: Por la convicción de lo que no veía Noé preparó el
arca, y de esta manera condenó al mundo. "Por la fe Noé, cuando fue
advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor
preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al
mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe"
(Hebreos 11:7). El mundo tenía una convicción fundamentada en su
razón: en un sistema meteorológico como el de entonces un diluvio de
tales magnitudes era imposible. Pero la convicción de Noé se cimentaba
en su fe: aunque no veía lluvia, tenía certeza de que vendría un diluvio,
conforme a la Palabra que Dios le había dado.
Abraham salió sin saber a dónde iba: Abraham nunca vio a dónde iba,
no conocía ese lugar; pero salió de su tierra porque depositó su fe en la
promesa dada: "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir
al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde
iba" (Hebreos 11:8).
Moisés dejó Egipto: No temió la ira del rey a quien sí veía, porque se
sostenía viendo al Invisible. "Porte fe dejó a Egipto, no temiendo la ira
del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible" (Hebreos 11:27).
7 2013 • Año de la Convicción
Esto es una paradoja interesante: vemos lo que es invisible. Debido a
nuestra tendencia humana tememos por lo que vemos; pero lo que nos
sostiene y nos da seguridad es ver lo que no vemos.
2. Convicción: ¿Lo que veo? ¿Lo que oigo?
En la convicción están involucrados dos sentidos: la vista y el oído (lo
que no se ve y lo que oigo). La fe está asociada con el oír; por eso yo
tengo que decidir a quién oigo y qué oigo. Lo que veo es razón, y no
necesita de fe. Por ejemplo, usted no necesita fe para decir que lo que
tiene en este momento delante de sus ojos es un libro.
La fe se origina en el oír. La razón se origina en la vista. “Así que la fe es
por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). De esta
manera, la convicción basada en el oír se llama fe; basada en la vista se
llama razón.
Ahora bien, Dios nos habla a través de Su Palabra. Pero no basta oír; es
necesario oír con fe. "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el
Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?" (Gálatas 3:2).
Precisamente si hemos recibido al Espíritu Santo ha sido por una
decisión de fe; no por las obras de la ley.
Es cierto que la fe viene del oír; pero el mero oír no causa la fe. Un
ejemplo de esto lo encontramos en los judíos: habían oído
suficientemente una y otra vez, pero seguían desobedeciendo.
8 Familia CENTI
"Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como
a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de
fe en los que la oyeron" (Hebreos 4:2).
Vemos, entonces, que la Palabra se anuncia a todos, pero para unos es
provechosa y para otros no; si no hay fe, la buena nueva de Dios (Su
Palabra) I resulta vacía e inútil.
El Emisor de la Palabra es el mismo, y la Palabra es la misma; Ia
diferencia es Ia fe del que oye. Si lo que yo Oigo no es convicción de lo
que no se ve, no me aprovecha. Dios no me dice que no vea, pero mi
vista debe estar sujeta y sometida a mi oído (lo que oigo).
Las dificultades presentes no deben ensombrecer la promesa de Dios.
Lo que vemos nos transmite una información, y lo que oímos, otra, de
tal manera que se contradicen; pero yo debo decidir cuál es mi
convicción: lo que veo o lo que oigo.
Con base en lo que oigo (Su Palabra) puedo tener certeza y convicción
en el hoy y en el ahora, aunque aún mis ojos no vean lo esperado. Es
decir, estoy experimentando una realidad pero tengo certeza en la
verdad que espero, aunque todavía no pueda verla.
La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Estamos depositando
nuestra fe en lo que oímos o en lo que vemos? Si la respuesta es en lo
9 2013 • Año de la Convicción
que oímos, estamos viviendo por fe, y este es el plan de Dios para
nuestra vida: “… Mas el justo por la fe vivirá" (Romanos 1:17).
¿Cuál es mi convicción? Si yo le creo a la Palabra de Dios, Él me
permitirá ver lo que hoy no estoy viendo. Una vez cumplida la Palabra,
si miramos en retrospectiva, estaremos viendo lo que antes no
veíamos. Por ejemplo, si se trata de una sanidad, veríamos en pie a una
persona que ayer estaba postrada en su lecho.
La fe es confianza en la Palabra de Dios independientemente del
entorno que nos rodea. Esa fe nos lleva a confiarle a Dios enteramente
nuestra vida. La pregunta que hemos de respondernos es: ¿Su Palabra
es plenamente confiable para mí?
3. Creyéndole a Aquel a quien amo
No solo es importante que oiga, sino a quien oigo. Cuando me inicié en
la vida cristiana me enseñaron que
Debía poner mi fe en Dios y en Su Palabra, pues la Palabra no puede ir
separada de su Autor.
Las palabras pueden ser muy bonitas pero, dependen de quien las
pronuncie; Sólo si el autor tiene credibilidad, sus palabras también
tendrán credibilidad. Algunos escritores actuales dicen que la palabra
es poder; yo no creo eso.
10 Familia CENTI
Las palabras son poder en la medida que el autor tenga poder; de lo
contrario, es solo retórica.
Hoy nos están inundando de mensajes muy bonitos. Si usted entra a
una oficina, encontrará un cartel con palabras muy bellas, que
conmueven. En la red circulan cantidad de mensajes motivacionales, Y
le piden a usted que los reenvíe a todos sus contactos para que así el
mundo cambie. En sí estos mensajes que no tienen nada de malo, pero
que para mí no tienen sentido a menos que yo conozca al autor. Si el
autor tiene credibilidad, creo en su palabra; de lo contrario, no. Por
ejemplo: ¿Cómo creer en las palabras de Benjamín Spock, pediatra y
autor norteamericano quien postuló que a los hijos no debía
disciplinárseles par que no se truncara su personalidad, cuando el
propio hijo del doctor Spock se suicidó?
La sugerencia del doctor Spock pudo ser-y aun hoy es adoptada como
una excelente sugerencia, "por I bien de los hijos"; pero no produce
vida. Toca la fibra más sensible de todos los padres y pretende dar una
manera de criar a personas saludables, seguras y equilibradas. Pero es
una teoría sin fundamentos válidos, realmente vacía.
A diferencia de estos mensajes, la Palabra de Dios es viva y eficaz, pues
por ella fue constituido el universo. "Porque la palabra de Dios es viva y
eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4: 12).
11 2013 • Año de la Convicción
Es viva y eficaz porque quien la pronuncia está vivo, y esto garantiza
que se cumpla. El apóstol Pablo, en la primera carta a los Corintios, nos
lo explica: "Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra
predicación, vana es también vuestra fe" (1 Corintios 15: 14).
Si Cristo no hubiera vencido a la muerte, su palabra estaría muerta y
entonces nuestra fe seria vana, pues no tendríamos convicción. Ahora
bien, aunque es Palabra viva y eficaz, no es de provecho si no va
acompañada de convicción; luego la clave radica en mi fe, no en la
Palabra como tal.
Por otro lado, la fe y el amor siempre van juntos; podríamos decir que
son inseparables. El hombre, por naturaleza, sólo confía en quien sabe
que lo ama, y ante el amor responde con confianza. En otras palabras,
yo le creo a ese a Quien amo, y como consecuencia ya no tengo temor.
"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el
temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha
sido perfeccionado en el amor”. (1 Juan 4: 18). Vemos, entonces, que el
temor no lo generan las situaciones amenazantes de la vida; lo
ocasiona el no tener convicción en lo que oigo. Lo que como hijo de
Dios me hace sentir seguro es la confianza en Aquel a quien amo, y por
esa confianza el temor no me puede doblegar.
Otro aspecto asociado a la convicción es la seguridad. La Palabra de
Dios nos ratifica que nuestra fuente de seguridad y lo que debe
determinar nuestra vida es lo que oímos. "Más el que me oyere
habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal"
12 Familia CENTI
(Proverbios 1:33). Este fue el estilo de vida del apóstol Pablo: en medio
de todas las situaciones tenía convicción y certeza de que nada lo
podría separar del eterno e incondicional amor de Dios (Romanos 8:38-
39).
Hoy nosotros también estamos llamados a acercarnos a Dios con plena
certidumbre de fe, entendiendo la fe como seguridad en Su amor, lo
cual nos llevará a confiarle, como Padre, todo asunto de nuestra vida
(Hebreos 10:22).
13 2013 • Año de la Convicción
CAPITULO 2
LAS 4 C
A hora, veamos qué es fe. Hay cuatro palabras claves que la definen. Son
palabras complementarias que nos ayudan a entender por qué debemos
vivir por fe. Las he denominado las 4 C:
Convicción
Certeza
Confianza
Credibilidad
1. Convicción
1.1 Implicaciones de la convicción
En Hebreos 11 la Biblia hace una detallada lista de hombres y mujeres
de convicción, y en ellos encontramos unos rasgos comunes.
Veamos a continuación doce términos asociados a la convicción:
Constancia: En la palabra de Dios ser constante es sinónimo de
perseverar, y se refiere a continuar con lo que se ha empezado. Hace
referencia a un esfuerzo continuo. (Hebreos 13:43).
14 Familia CENTI
Conocimiento: La fe me lleva a crecer en el conocimiento de Dios; no es
sinónimo de ceguera ni de ignorancia (Colosenses 3: 10).
Certidumbre: Es tener plena certeza (Hebreos 10:22a).
Complacencia: La única manera como yo complazco y agrado a Dios es
con una vida de fe y convicción
(Hebreos 11:6).
Crecimiento: La convicción va creciendo; no es algo nominal ni estático.
En la medida en que vamos madurando nuestra fe va creciendo (2
Timoteo 1:3). Cada uno de nosotros tiene una medida de fe: en unos es
poca, en otros puede ser mucha. Hubo ocasiones en que el Señor Jesús
no pudo obrar por la fe de los discípulos. Y Hubo casos como el del
centurión romano en que sorprendió al ver su gran fe, la cual le fue
muy provechosa y efectiva, pues su siervo fue sano (Mateo 8:10, 13).
Corazón puro: La convicción se cultiva en los corazones limpios
(Hebreos 10:22b).
Conciencia: Una persona de convicción tiene la conciencia limpia (1
Timoteo 1:19).
Conversión: Alguien de convicción se ha vuelto de sus caminos y se ha
convertido a Dios (Hechos 3:19).
15 2013 • Año de la Convicción
Coraza: La fe nos protege como una coraza y nos permite ver, con la
perspectiva de Dios, más de allá de las presentes circunstancias (1
Tesalonicenses 5:8).
Comunicación: A través de la fe tenemos una comunicación efectiva con
Dios para acercarnos y orar con certeza; de lo contrario, nuestras
palabras son inocuas, no valen, no son efectivas (Mateo 21:22).
Caminar: Estamos llamados a andar por fe y no por vista (2 Cor. 5:7).
Convencimiento: Los hombres y mujeres de fe tienen tal
convencimiento que nada puede debilitarlos (Romanos 4:21).
1.2 ¿En qué debemos cifrar nuestra convicción?
Cristo: Nuestra convicción es en Cristo, porque Él es el Autor de la
Palabra. Esta convicción nos lleva a permanecer en Su presencia y en Su
amor. A menos que centremos nuestra mirada en El, titubearemos al
mirarnos a nosotros mismos y al contemplar las circunstancias
presentes (Hebreos 12:1-2).
Cumplimiento de las promesas: Dios tiene promesas para nosotros en
su Palabra, pero la pregunta es:
16 Familia CENTI
¿Estamos poniendo nuestra convicción en Dios y en Su Palabra o en lo
que vemos? Aplicar convicción implica ya no guiarnos por lo que vemos,
pues si lo vemos, ya no sería promesa.
CEPC-CENTI: Si Dios nos permitió nacer en esta familia en la fe, es
porque tiene un propósito con nuestra vida. Esta convicción no lleva a
tener seguridad en Dios y a creer todo lo que dios habla a través de sus
siervos; de esta manera seremos prosperados (2 Crónicas 20:20).
Cinco visiones: Convicción en las cinco visiones dadas por Dios
como Teoterapia en esta generación.
1. Visión de Dios como Padre, lo cual me lleva a buscarlo, a
conocerlo y a hacer Su voluntad.
2. Visión de mí mismo como hijo de Dios, como hombre de linaje,
ciudadano eterno e instrumento de Dios para Sus propósitos.
3. Visión de Capernaum como el lugar donde nos ha colocado para
ser de bendición y cumplir nuestra misión.
4. Visión de Israel como la tierra escogida por Dios para subir a ella y
volver sobre las huellas frescas de Jesús.
5. Visión del mundo como nuestro objetivo, pues hemos de llevar las
buenas nuevas con un lenguaje Teoterápico a todos los rincones
de la Tierra.
Conquista: Convicción de nuestra visión: cumplirle a Dios, enfrentar a
los gigantes y conquistar nuestros "montes".
17 2013 • Año de la Convicción
1.3 Aliados de la convicción
El Espíritu Santo: Este maravilloso regalo que nos ha sido dado no es
una figura decorativa. Cuando no lo entristecemos ni apagamos, sino
que vivimos Su total plenitud, indefectiblemente llegamos a ser
hombres de fe (Hechos 6:5).
El amor: El amor es aliado de la fe, pues precisamente la fe obra por
el amor, y estos dos son la base de la Teoterapia; luego, un
teoterapista está llamado a vestirse de amor como el vínculo
perfecto (1 Tesalonicenses 5:8).
La oración: la oración de convicción es una oración de confianza que
refleja una credibilidad total en la fidelidad de Dios y nos permite
tener certeza en lo que esperamos. El apóstol Santiago nos ilustra la
oración de convicción: una persona yace postrada: mi certeza basada
en la razón es la enfermedad; la convicción es que veo delante de mí
a una persona sufriendo. La fe es la convicción de que Dios la va a
levantar y certeza que espero es que va a ser sana. Hoy veo la
sanidad con base en la fe (Santiago 5:15).
La verdad: La fe está asociada con la verdad de Dios, y la razón está
asociada con la realidad del hombre. Nosotros necesitamos decidir
de acuerdo con qué viviremos: con la realidad (lo que veo), o con la
verdad de Dios (lo que me ha dicho). Por eso, la fe nos hacer se
hombres de verdad (1 Timoteo 2:7).
18 Familia CENTI
La buena doctrina: La fe está asociada con la buena doctrina; es una
combinación maravillosa. En el corazón de un hombre de convicción
mora abundantemente Su Palabra no adulterada (1 Timoteo 4:6).
El arrepentimiento: Nuestro llamado es a testificar a otros acerca del
arrepentimiento y de la fe en Dios. En otras palabras, les hacemos un
llamado a que cambien de actitud con Dios y le confíen su vida. De
eso se trata nuestro testimonio (Hechos 20:21).
La buena conciencia: La buena conciencia también va ligada a la fe.
Cada vez que deliberadamente ignoremos la voz de Dios a través de
nuestra conciencia se endurecerá nuestro corazón y naufragará la fe
(1 Timoteo 1: 19)
La bondad: la fe va ligada a la bondad, pues ambas son fruto de la
llenura del Espíritu Santo. Los propósitos de la bondad de Dios con
nosotros van ligados con las obras de la fe, no con las obras de la ley
(2 Timoteo 1:11).
La esperanza: La fe y la esperanza son inseparables, pero es
necesario comprender que no son sinónimos. La esperanza es una
manera de entender la fe, pero no la única. A la certeza de lo que se
espera se debe añadir la convicción de lo que no se ve (1 Pedro
1:21).
19 2013 • Año de la Convicción
La paciencia: las promesas de Dios exigen paciencia, pues si no
comienza a decaer la fe y la persona se resiente contra Dios. En el
mundo actual, la gente tiende a ser muy inmediatista e impaciente;
todo lo quiere para ya; pero el hombre de fe y de convicción ejercita
la paciencia hasta que todo se de en el tiempo de Dios (Hebreos
6:12; Apocalipsis 13:10).
1.4 Enemigos de la convicción
Veamos a continuación catorce enemigos que se oponen a la
convicción:
1. La razón: La sabiduría de los hombres se fundamenta en la razón, y
la fe se fundamenta en el poder de Dios. Luego, la sabiduría de los
hombres está en contraposición con la de Dios (1 Corintios 2:5).
2. Las obras de la ley: Cuando deposito mi confianza en el Señor,
soy salvo y declarado justo por mi identificación en Él; de lo
contrario, me muevo por obras y termino como un legalista o
moralista. La vida cristiana no es una vida de obras, sino de fe
(Gálatas 2:16).
3. La incredulidad: Es un gran enemigo de la convicción, pues es lo
opuesto a la fe. En una ocasión los discípulos no pudieron liberar a
un joven oprimido (Marcos 9:17-29).
20 Familia CENTI
El Señor Jesús les reprochó su incredulidad como algo que le resulta
insoportable: “... ¡Oh generación incrédula! Hasta cuándo os he de
soportar?.. ". En el pasaje paralelo de Mateo 17:19-20 el Señor
asocia la incredulidad con la poca fe: “... por vuestra poca fe;
porque de cierto os digo, que si tuvieres fe como un grano de
mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasaría"
(Mateo 17:20). Distinto tratamiento le da el Señor Jesús al padre
del joven, quien reconoce que el problema no es lo que está
viviendo su hijo, sino su incredulidad.
Por esto la confiesa y pide ayuda; así muestra su confianza en la
misericordia de Dios. Vemos, entonces, que el verdadero problema
es la incredulidad, y este es el género que requiere oración y ayuno
para ser victoriosos: “... ¿Por qué nosotros no pudimos echarle
fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración
y ayuno" (Marcos 9:28-29).
4. La sabiduría humana: El apóstol Pablo contrasta la sabiduría de Dios
con la sabiduría del hombre. La sabiduría del hombre 0pera en el
plano de lo racional y natural; por eso necesitamos someter
nuestro entendimiento a la revelación (1 Corintios 2:5).
5. La vista: Nuestro andar lo debe caracterizar no lo que vemos sino lo
que oímos (2 Corintios 5:7).
21 2013 • Año de la Convicción
6. La duda: Lo opuesto a la fe es la duda. La fe me lleva a creer; la
duda me lleva a la incredulidad. Los hombres de fe, como Abraham,
aunque pase el tiempo, viven convencidos de la promesa (Judas
22).
7. Excelencia de palabras: Pablo era un expositor brillante que podía
mantener cautivados a sus oyentes, pero su convicción no radicaba
en su agudo intelecto o en su habilidad para hablar, sino en la guía
del Espíritu Santo y el poder de la Palabra de Dios (1 Corintios 2:1)
8. Palabras persuasivas: El hombre de convicción no necesita cautivar
con expresiones elocuentes o palabras rebuscadas; tampoco
necesita usar ornamentos retóricos, que no pueden añadir ni un
ápice a la revelación de Dios (1 Corintios 2:4).
9. La incertidumbre: La sabiduría humana está relacionada con lo
natural, con los sentidos y con asuntos de la vida presente; por eso
se manifiesta en actitudes carnales, de miedos y temores. Contrario
a esto, el hombre de convicción tiene sabiduría que desciende de lo
alto y que se manifiesta en forma de certeza, seguridad y paz
(Santiago 3: 17).
10. La hipocresía: El que no vive por fe es hipócrita; duda y tiene
doblez de ánimo. Esto lo lleva a ser inconstante y a guardar imagen
(Santiago 3: 17).
22 Familia CENTI
11. El temor: Hay momentos en que al guiamos por lo que vemos Y
acudir a la razón nos llenamos de temor. Ante el temor se prueba
la fe, y debo tomar una decisión: basado en lo que he oído confío
en Dios y en Sus promesas, o basado en lo que veo doy lugar al
temor (Salmo 56:3, 11).
12. La confusión: "Cuando confiamos en las promesas de Dios no
pasamos vergüenza alguna ni nos decepcionamos. Todo lo
contrario sucede cuando damos lugar a la incredulidad
(Salmo 31: 1, Isaías 42: 17).
13. El trastorno: La fe está expuesta y puede ser trastornada; por eso
debemos desarrollar convicción en las promesas dadas
(2 Timoteo 2:18)
14. La pereza: Lo contrario a la paciencia es la pereza. El perezoso no
se esfuerza, pero el que confía sí. Hoy hay una tendencia en los
hijos de Dios a ser inmediatistas y cómodos; no se esfuerzan y lo
quieren todo fácil. Estamos llamados a imitar a aquellos que con fe
y paciencia heredaron las promesas (Hebreos 6:12).
23 2013 • Año de la Convicción
1.5 ¿Convicción o condición?
La convicción de un hijo de Dios debe estar basada en el oír; sin
embargo, vemos que muchos condicionan su fidelidad y su obediencia a
las circunstancias y su propia conveniencia. Es común escuchar
expresiones como: "Si Dios me da lo que le pido, lo busco más", "Si Dios
me da el trabajo que le estoy pidiendo, le sirvo", etc.
El mismo Señor Jesús enfrentó esta situación en su ministerio:
"Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis,
no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os
saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida
que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará;
porque a éste señaló Dios el Padre" (Juan 6:26-27).
La vida de condicionamiento y conveniencia se contrapone a la vida de
fe. De esta manera, estas personas nunca dan pasos de fe, sino que
viven del aquí y del ahora, y de sus razonamientos, su vida es un vaivén
y no tienen certeza para su futuro. Si no reciben lo que están pidiendo,
se llenan de dudas, y de manera absurda se resienten contra Dios.
La convicción de nuestro padre Abraham
Abraham entendió que por la Palabra pronunciada por el Dios vivo se
constituiría su descendencia. Sometió su visión a lo que Dios le dijo:
"Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y
de /a casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una
nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás
24 Familia CENTI
bendición" (Génesis 12: 1-2). Cuando recibió esta promesa Abram tenía
setenta y cinco años, y su esposa Sarai tenía sesenta y cinco. Después
de veinticinco años, es decir, cuando Abram ya tenía cien años, las
circunstancias empeoraron: Sarai no había sido sanada de su esterilidad
y además ya era menopáusica. Sin embargo, le creyó a Dios y su
promesa y todo se cumplió.
Veamos en qué consistía la convicción de nuestro padre Abraham
(romanos 4: 18-22):
"Creyó en esperanza contra esperanza" (v.18). Abraham antepuso
la esperanza basada en la certeza de lo que Dios le había dicho a la
esperanza basada en el hoy y en el ahora. Podemos decir que su
esperanza estaba en contravía de la razón.
"No se debilitó en la fe" (v, 19). Más bien, su fe se fortalecía ante
las imposibilidades.
"No dudó por incredulidad" (v.20). La incredulidad lleva a la duda,
y siempre se manifiestan juntas. Abraham nunca dudó de la
promesa.
"Se fortaleció en la fe" (v.20). La tendencia humana es que con el
paso de los años nos debilitemos. En el caso de Abraham cuanto
más pasaba el tiempo más crecía su fe.
25 2013 • Año de la Convicción
"Plenamente convencido" (v.21). Cuando Dios, para probar a
Abraham, le pidió que sacrificara a su hijo Isaac, aun sabiendo que
su descendencia sería en él, obedeció Y se dispuso a entregarlo.
"Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que
había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele
dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios
es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde,
en sentido figurado, también le volvió a recibir" (Hebreos
11: 17-20).
Abraham estaba ante un dilema: si obedecía y le quitaba la vida a
Isaac, con él también se merma la promesa; pero si no obedecía y no le
quitaba la vida a Isaac, significaría I que no se había apropiado de la
promesa, y por lo tanto tampoco tendría descendencia.
Podemos decir, en términos coloquiales, que para Abraham era un
"pierde-pierde": pierde si le quita la vida a Isaac, pero también si no
obedece. En ambos casos no tendría descendencia y su fe moriría.
Abraham obedeció, pes su fe no solo era grande sino que era precisa.
No solo conocía la promesa sino el cómo de Dios: sabía que si
sacrificaba a Isaac, Dios era poderoso para levantarlo de entre los
muertos, como en sentido figurado realmente sucedió. "Plenamente
convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que habla
prometido (Romanos 4:21).
Cuando levantó su mano contra su hijo, Dios se lo impidió, pero
Abraham sí consumó el sacrificio, pues obedeció.
26 Familia CENTI
Abraham es el padre de la fe, pues fue el primer hombre en creer que
Dios levantaría de los muertos, y el que fue levantado de entre los
muertos fue Jesucristo. Por eso la única manera como yo puedo
experimentar vida y salvación es con la fe de mi padre Abraham: creer
que Dios levantó de los muertos al Señor Jesucristo. Si no creemos
esto, vana es nuestra fe.
Es de suma importancia entender que nuestra fe debe ser la fe de
nuestro padre Abraham. Esa es la decisión más importante en nuestra
vida. De esa fe depende que tengamos eternidad o muerte, determina
si somos o no linaje de Abraham.
Lo que significa ser linaje de Abraham:
La simiente de Abraham es Cristo. Si yo fuera de Cristo y no de
Abraham, Pablo hablaría en plural, pero habla en singular porque se
trata de una sola simiente. "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase
de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo"
(Gálatas 3:16).
Al estar en Cristo la bendición de Abraham nos alcanza y por esa fe
recibimos la promesa del Espíritu. "Para que en Cristo Jesús la bendición
de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe, recibiésemos
la promesa del Espíritu (Gálatas 3: 14).
27 2013 • Año de la Convicción
Esta herencia viene por la promesa (Palabra de Dios) dada a Abraham,
no por las obras de la ley. Si fuera por las obras de la ley, Sara, que era
estéril, Jamás hubiera concebido, e Isaac hubiera muerto. Pero como
fue por la promesa, Sara concibió mediante la fe de Abraham. "Porque
si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; ero Dios la concedió
a Abraham mediante la promesa" (Gálatas 3: 18).
La fe de Abraham al creer que Dios levantaría de los muertos
(refiriéndose a Jesucristo) es la fe que me ha sido dada por la promesa;
no ha sido dada de otra manera. "Más la Escritura lo encerró todo bajo
pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a
los creyentes" (Gálatas 3:22).
Somos herederos según la promesa, no según la ley. En Cristo Jesús
todas las promesas que Dios dio a Abraham son para nosotros, pero
necesitamos apropiarnos de ellas como verdaderos israelitas que
somos. "Si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y
herederos según la promesa" (Gálatas 3:29).
Si bien es cierto que somos linaje-de Abraham y herederos de las
promesas, vale la pena preguntarnos: ¿lo estamos viviendo?
A diferencia de los hijos de Dios, los judíos están convencidos de que
son el pueblo de Dios, un pueblo especial, y de que las promesas son
para ellos. En el panorama mundial se destacan por ser prósperos,
creativos, emprendedores y hombres de ciencia. Aunque están
28 Familia CENTI
convencidos de que las promesas son para ellos, no lo dan por hecho;
se esfuerzan porque conocen su herencia.
A diferencia de esto, tristemente, hoy muchos hijos de Dios no están
experimentando la bendición de los israelitas; más bien experimentan
frustración, confusión y dudas. Son mediocres, conformistas; no brillan,
cuando deberían ser los mejores estudiantes, los mejores empresarios,
los mejores en su oficio o profesión. Esto sucede porque no tienen
convicción de que son descendientes de Abraham y no imitan su fe.
2. Certeza
2.1 "De cierto" o "Desierto"
Asociada con el término certeza encontramos expresión que viene
desde los tiempos de Abraham y que constantemente usaba el Señor
Jesús: "De cierto, de cierto os digo. Siendo el Autor la Palabra, el Señor
la usó cuando quería transmitir un mensaje inequívoco, que con toda
seguridad se cumpliría. Si la parafraseáramos, sería como decir: "tenga
la certeza", "tenga la convicción", "tenga fe en esto...", "crea en
esto….".
En contraste con esta expresión, está el desierto. Si no oímos con fe Su
Palabra, que es certeza para nosotros, vamos a vivir un desierto en
nuestra vida. O nuestra vida es De cierto, de cierto, o va a ser un
desierto; esto lo determina nuestra fe.
29 2013 • Año de la Convicción
Ahora hagamos un paralelo de las implicaciones, de ambos conceptos:
"DE CIERTO, DE CIERTO"
Bendición y multiplicación - (Génesis 22:18)
Abraham depositó su confianza no en lo que veía sino en Quien le había
dado la promesa.
Sujetó la vista al oído y le creyó al "de cierto" de Dios.
Recompensa (Mateo 10:42) La convicción nos lleva a disfrutar del
galardón.
Lo imposible es posible – (Mateo 17:20)
Tan solo con un poco de convicción, con una fe como un grano de
mostaza, nada será imposible.
Conversión (Mateo 21: 31b) Nos volvemos de nuestros ídolos al Dios
vivo
DESIERTO
Esterilidad y estancamiento Siendo del linaje de Abraham y herederos
de las promesas, muchos hijos de Dios, por incredulidad, no viven como
descendientes suyos.
30 Familia CENTI
Pérdida
La incredulidad lleva a la pérdida de la recompensa.
Lo imposible es imposible
La razón dice que lo imposible va a permanecer imposible. Lo que
vemos hoyes lo que veremos mañana; es más, será peor.
Moralismo
Nos quedamos señalando a otros conductista e hipócrita.
Arrepentimiento y perdón
(Marcos 3:28) Disfrutamos la gracia de Dios y la proyectamos a otros.
Libertad y credibilidad - (Marcos 10: 15)
Somos como un niño, que basa su fe en lo que oye y cree en su padre y
en la palabra que le da.
Generosidad (Marcos 12:43) En la visión del Señor Jesús la viuda
ofrendó más que todos porque echó lo que tenía.
Eternidad y vida (Juan 5:24) La eternidad se experimenta desde la tierra
y hace referencia a una mejor calidad de vida, una vida de excelencia.
31 2013 • Año de la Convicción
Paternidad y libertad (Juan 8:34-35)
La convicción lleva a crecer en una relación íntima con Dios como Papá,
lo cual trae cada vez mayor libertad.
Mayores obras (Juan 14: 12) La convicción nos llevará a hacer mayores
obras que las que hizo el Señor Jesús. Respuesta (Juan 16:23)
La oración obtiene respuesta de Dios: un "sí", un "no" o un "espere". El
esperar desarrolla paciencia y perfecciona la fe.
Llenura del Espíritu (Hechos 2:18)
Disfruta la plenitud de la presencia de Dios.
Dureza y culpas
Las culpas nos llevan a sentirnos lejos de Dios y de Sus promesas. Un
triste ejemplo fue Judas: su remordimiento lo llevó a una decisión fatal.
Esquemas mentales y razonamiento
Ha quien no oye la Palabra de Dios como un niño su incredulidad lo
lleva a volverse cuadriculado, rígido, intransigente Y calculador.
Egoísmo
Los discípulos estaban ciegos:
La convicción de lo que se ve (realidad) es ceguera porque la vista se
equivoca.
32 Familia CENTI
Muerte
Por causa de la incredulidad la vida se vuelve oscura; otra vez se
experimenta separación de Dios.
Orfandad y esclavitud
Aun siendo hijo las marcas de esclavitud no dejan disfrutar la condición
de heredero.
Retórica y conformismo
Al no creerle a Dios la persona se queda solo hablando palabras bonitas.
Frustración
Como no va acompañada de fe, la oración no trae provecho. Dios no
responde una oración que no tenga convicción.
Carencia de poder
Vive como raquítico espiritual, debilitado en su fe y derrotado.
2.2 "ciertamente" o "cierta mente"
Otra expresión muy usada en las Escrituras para referirse a las
promesas de Dios es “Ciertamente”: un hecho certero y convincente
que se espera como resultado de la fe. Esta expresión contrasta con
“ciertamente”, que refleja la tendencia humana a dejarse llevar por lo
que se ve y por la razón.
33 2013 • Año de la Convicción
Veamos a continuación la comparación de estas dos expresiones:
CIERTAMENTE CIERTA MENTE
Promesa de Dios (Génesis 17:19)
Abraham estaba creciendo en la fe, pues ahora Dios le aseguró que la
promesa del hijo se cumpliría a través de Sara (de edad de noventa
años de edad) y no de otra mujer. Abraham no escuchó su mente sino
el ciertamente de Dios.
Realidad que se opone
Lo que se ve lleva a cuestionar las promesas de Dios, sobre todo cuando
ha pasado mucho tiempo. Abraham pudo haber cuestionado la
esterilidad y la edad de Sara, pero no lo hizo.
Certeza (Génesis 50:24-25) Por la fe José, antes de morir, dio mandato
de que llevaran sus huesos a la Tierra Prometida, y efectivamente así se
cumplió (hebreos: 11:22).
Incertidumbre
Debido a la incredulidad la persona no tiene nada cierto. Ha dado lugar
a la duda y al temor.
Convicción en lo que no se ve El "ciertamente" de Dios para Israel era la
tierra que fluía leche y miel (Números 14:8). La fe no es ciega: Caleb vio
34 Familia CENTI
a los gigantes, pero exhortó al pueblo a que no olvidaran la promesa de
Dios (Números 13:30).
Convicción en a vista
El "ciertamente" del pueblo es el lamento Y el deseo de regresar a la
esclavitud de Egipto. Un lenguaje de desconfianza, pereza e
Impaciencia. Basaron su convicción en lo que veían y en su razón
(Números 11: 18).
Confianza en la presencia de Dios (Números 14:9)
Josué y Caleb se apartaron del mal informe que dieron los otros diez
espías. Específicamente, Caleb tenía una convicción diferente:
vencerían porque la presencia de Dios estaba con ellos.
Se apropia de la promesa (Josué 14:9) Cuarenta y cinco años más tarde,
Caleb pelea con los gigantes y recibe como heredad el Monte Hebrón,
porque tenía certeza de la promesa dada.
Obedece por fe (1 Samue115:22)
Dios no se complace en sacrificios de machos cabríos, sino en la
obediencia. El sacrificio a Dios hoy en día sigue siendo la obediencia, tal
como lo hizo nuestro padre Abraham.
Temor y justificación Basados en lo que vieron, el informe de diez de los
doce espías que fueron a rece: nacer la Tierra Prometida era
desesperanzador. La "realidad" del presente es 1 que estaban ante un
pueblo más fuerte que, según ellos, ciertamente los derrotaría
(Números 13:27-28,31).
35 2013 • Año de la Convicción
Perece
La incredulidad no permite alcanzar las promesas de Dios para su vida y
esto lleva a perecer en el desierto de la frustración y la amargura.
Rebelde por razonamiento Contrariando la instrucción de Dios y guiado
por su razón, Saúl preserva lo mejor del ganado destinado al
holocausto. La obediencia es por fe, pero la incredulidad nos lleva a la
rebeldía.
Certeza en el futuro (Salmo 23:6)
David hizo caso omiso a su "cierta mente" y vivió los "ciertamente" de
Dios. Tenía certeza de que en el futuro le esperaban el bien y la
misericordia de Dios. Paciencia (Salmo 25:3)
Quien sabe esperar los tiempos de Dios hereda las promesas y nunca
será avergonzado ni confundido.
Galardón (Salmo 58:11)
Los "ciertamente" de Dios nos llevan a perseverar en Su voluntad,
sabiendo que habrá recompensa.
Es escuchado (Salmo 66:18-19)
La oración de convicción produce la respuesta de Dios y el gozo de
saberse atendido por Él.
36 Familia CENTI
Acercarse a Dios trae el bien (Salmo 73:1, 27-28) Experimenta en todos
sus caminos la bondad de Dios, pues todo cuanto pase ayuda a bien.
Sirve a Dios (Salmo 116: 16) Tiene certeza en su identidad de hijo-siervo
y vive para agradar al que lo llamó.
Temor al futuro
La falta de convicción genera inseguridad respecto al porvenir. En lugar
de reafirmar las promesas de Dios, se llena de malos presagios.
Confusión
La persona impaciente se angustia con el paso del tiempo, y por eso se
debilita su fe.
Juicio
La razón lleva a claudicar y a seguir su propio camino, desagradando a
Dios.
Siente que Dios no atiende Aunque pide insistente y caprichosamente,
se frustra porque no ve la respuesta.
Alejarse lleva a perecer
No disfruta la Tierra Prometida ni las promesas heredadas. Perece en
sus propios razonamientos.
37 2013 • Año de la Convicción
Sirve al mundo y a la carne Habiendo entrado en "pacto" con Dios, se
deja seducir de la filosofía del mundo y de sus propios deseos.
3. Confianza
El término fe, en su traducción original, está asociado a confianza. Se
trata, entonces, de creerle a "alguien"; tanto, que le confiamos toda
nuestra vida. Le creemos a Dios Padre y la Palabra que ha pronunciado.
3.1 Confiando en Dios y en Su Palabra.
Una palabra en sí no tiene sentido. El Sentido se lo da quien la
pronuncia; por eso lo importante es a quién estoy oyendo. No importa
lo bello que alguien hable o escriba; es imprescindible la credibilidad
que esa persona tenga. Aquí quiero citar un ejemplo que encontramos
en el libro de Job. Como personaje, Job está asociado con la paciencia.
Es muy conocida la frase "La paciencia del santo Job". Él era un hombre
temeroso de Dios y muy próspero en todo, pero en cierto
momento Dios lo probó permitiendo que pasara por circunstancias
dolorosas: perdió todos sus bienes y su salud y sus hijos murieron.
En este escenario tan desconcertante aparecieron tres "amigos"
aparentemente para ayudarlo, pero sus palabras resultaron inefectivas,
pues no venían de parte de Dios, aunque sonaban muy bonitas.
38 Familia CENTI
Elifaz, Bildad y Zofar se las daban de espirituales e hicieron un discurso
muy florido, con conmovedoras palabras, acerca de la situación de Job.
Se volvieron cada vez más severos y amenazantes, y al final, haciendo
uso de sus razonamientos, lo acusaron abiertamente: Job debía haber
cometido algún gran crimen para que Dios permitiera su aflicción
(Algunas persona sin respetar el contexto, citan muchas frases de los
tres amigos de Job, si darse cuenta de quiénes las pronunciaron).
Cuando Dios finalmente hizo Su aparición,
Mostró Su desagrado, desaprobó todas estas palabras y los exhortó a
que tuvieran temor de Él como su siervo Job. Ellos podían engañar a
cualquiera, pero no a Dios. En ese momento todas esas bonitas
palabras se cayeron; no tenían ningún sentido (Job 42:7).
En la medida en que confiamos en Dios creemos Sus promesas, porque
Él es un Padre muy confiable y Su Palabra debe sernos suficiente. El
problema, entonces, siempre será en qué creemos y a quién le
creemos. Luego, cuando Papá Dios ha dado promesa, ya no hay
necesidad de pedir más, pues ya no se trata de "si Dios quiere", ya que
Él lo expresó claramente.
Esto lo aprendemos de Abraham. Dios le dio la promesa de una
descendencia, aun antes de llegar a su tierra prometida. Abraham
nunca pidió un hijo; al contrario, era Dios quien le insistía y le ratificaba
la promesa una y otra vez.
Veinticinco años sin respuesta pudieron haber sido un desierto para
Abraham; pero en lugar de esto, como hombre de convicción que era,
él vivió en el "de cierto, de cierto os digo" de Dios. Después de tantos
39 2013 • Año de la Convicción
años, si alguien tenía derecho a pedir era él; pero le creyó a Dios y cada
vez que Él se lo reiteraba, Abraham lo oía y se convencía más.
Contrario a esta actitud de Abraham, muchos hijos de Dios se acercan a
Él como aquel niño caprichoso que pide insistentemente dulces y llora y
hace pataletas como si su papá fuera sordo. Insisten en una repetitiva
oración y piden siempre la misma cosa, y de manera absurda hay
quienes hasta los admiran y quieren imitarlos.
También son semejantes al niño que hace todo lo contrario a las
instrucciones de su padre. Si le dice, por ejemplo, que se aleje de las
escaleras o de cualquier otro peligro, el niño más bien desafía la orden
dada.
Criticamos a nuestros hijos y decimos que es inexplicable esa conducta,
pero nos comportamos de igual forma con el Señor: nos ha hablado
reiteradamente las mismas cosas a través de Su Palabra y no lo oímos.
Hay quienes después de que Dios les da promesa dicen “Si Dios quiere",
cuando ya es explícito que Dios sí quiere.
Esta frase es una herencia cultural tanto secular como cristiana; es muy
común oír "mañana nos vemos, si Dios quiere". Pero esto no es
convicción sino duda; y es contrario al "ciertamente" y "de cierto, de
cierto" de Dios. Debería bastarnos con que Dios Padre nos diga algo
40 Familia CENTI
para creerle y vivir de acuerdo con eso, sabiendo que todo podría
derrumbarse a nuestro alrededor y aun así Dios cumplirá lo prometido.
Cuando nuestra credibilidad está basada en las promesas de Dios como
Padre, depositamos nuestra convicción en Él y en lo que ha prometido
hacer, y de ahí en adelante comenzamos a ver de conformidad con lo
que hemos oído.
3.2 La fe sí tiene ojos
La fe no es ciega, pues Dios no nos pide que dejemos de ver; por el
contrario, la fe lo que hace es quitar las fallas de los ojos y permitir ver
claramente. Yo tengo miopía desde hace más de veinticinco años, y con
el paso de los años se me ha ido agravando más; es más, ahora, por la
edad, tengo también astigmatismo. En pocas palabras, ya no veo de
cerca ni de lejos. Si dejo de usar los lentes me da un dolor de cabeza
muy agudo. Frente a esta situación mi esposa me consiguió una cita con
un prestigioso oftalmólogo.
Yo le conté a él cómo me había dado cuenta de que no veía bien: en
una ocasión una persona conocida me pidió que leyera algo, pero no
pude hacerlo; hasta ese momento creía que mi visión era correcta y que
si yo no podía leer algo los demás tampoco podían. Pero realmente el
problema era que mi visión era muy corta frente a lo que debía poder
ver. Por eso me adaptaron lentes y de ahí en adelante comencé a ver
bien.
41 2013 • Año de la Convicción
Pero tiempo después, tras un examen, el oftalmólogo llegó a la
conclusión de que lo que yo tenía no se podía solucionar ni con una
cirugía, y se iba a agravar cada vez más. Me dio la instrucción de dejar
de usar los
Lentes y hacer unos ejercicios visuales, pues los lentes se convirtieron
en una especie de "muletilla" y mis músculos dejaron de trabajar. Al
atrofiarse ya no se contraían ni se dilataban para enfocar la visión según
la distancia.
Esta experiencia me ilustró que todo es cuestión de tener visión. Como
me ocurrió con los lentes, uno tiene la tendencia a utilizar ciertas
“muletillas” para Incrementar la fe.
No nos basta la Palabra de Dios y queremos apoyamos en la razón,
cuando esta no nos puede guiar en todos los aspectos. Por ejemplo, si
estamos en un lugar oscuro, la razón no sirve para nada; al no poder ver
tropezamos y caemos.
De igual manera, si estamos pasando por un momento oscuro en
nuestra vida ("región de sombra de muerte") y alguien que es
absolutamente confiable para nosotros nos guía, nos dejamos orientar
y seguimos sus Instrucciones.
Si quien está hablando es una persona que quiere que tropecemos o
caigamos, no le haremos caso sino que trataremos de salir de ahí como
podamos y extenderemos los brazos para evitar posibles obstáculos. De
42 Familia CENTI
eso se trata la vida de fe y convicción: ver lo que Dios nos dice, no lo
que nos dice la razón.
Escuchar a Dios Padre es lo que debe determinar nuestra visión. En la
Palabra de Dios encontramos varios ejemplos de cómo Él nos anima a
ver:
A Abraham Dios le dijo que se fijara en la arena del mar y las estrellas
del cielo, pues así sería su descendencia. Abraham escuchó y con base
en eso fu enfocando su visión, de esta manera, sujeto su vista al oído.
A Moisés le dijo que abriera sus ojos para ver la Tierra Prometida, que
le sería dada a su pueblo. A los doce espías les indicó que miraran la
tierra, sus frutos y sus pobladores.
A Caleb no le dijo que dejara de ver gigantes, sino que cuando los viera
no se amedrentara. Él vio los mismos gigantes que vieron sus amigos,
pero la vista no determinó su convicción.
Contrario a lo que muchos líderes aconsejan a la gente, que no miren
los gigantes porque se debilitan, la instrucción del Señor es que los
miremos, pero que no permitamos que determinen nuestra fe.
Cuando mi vista está supeditada a mi oído, se llama visión. Por eso
tomar la decisión de tener convicción es someter nuestra visión a lo que
oímos de Dios.
43 2013 • Año de la Convicción
3.3 Implicaciones
A continuación desarrollaremos ampliamente lo que implica la
confianza en Dios:
Viene de depositar nuestra en Él. No es una fe ciega. “Dios mío,
fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación,
mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.”
(2 Samuel: 22:3).
Nos lleva a vivir como hijos confiados y seguros. Ya no hay lugar
para los temores y las inseguridades: "En paz me acostaré, y
asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado"
(Salmo 4:8).
Causa alegría en nuestra vida. Si un hijo de Dios pierde el gozo y cae
en depresión, es porque no vive por fe: "Pero, alégrense todos los
que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los
defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre" (Salmo 5:11)
Nos trae salvación y liberación. "Jehová Dios mío, en ti he confiado;
sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame" (Salmo 7:1)
44 Familia CENTI
Nos da libertad para acercamos a Dios Papá. La única manera de
acercarnos a Él es por medio de la fe, confiando en que por Su
misericordia nos perdona y nos levanta. No es por las obras de la
ley. "Más yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará
en tu salvación" (Salmo 13:5).
Somos guardados. "Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado"
(Salmo 16:1)
Recibimos fuerza, fortaleza y protección. "Jehová, roca mía y
castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”
(Salmo 18:2).
Nunca seremos avergonzados. "Dios mío, en ti confío; no sea yo
avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos" (Sal 25:2). El
mismo pensamiento nos lo expresa con claridad el apóstol Pedro
(1 Pedro 2:6b).
Nunca seremos confundidos. La confusión viene cuando lo que
oímos no va acompañado de fe. "En ti, oh Jehová, he confiado; no
sea yo confundido jamás. Líbrame en tu justicia" (Salmo 31:1).
Seremos bienaventurados. "Bienaventurado el hombre que puso en
Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se
desvían tras la mentira" (Salmo 40:4).
45 2013 • Año de la Convicción
Nos mantenemos firmes. "Los que confían en Jehová son como el
monte de Sion que no se mueve, sino que permanece para
siempre" (Salmo 125:1).
Habitamos confiadamente. La fe es esencial para experimentar
diariamente la Teoterapia. "Más el que me oyere habitará
confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal"
(Proverbios 1:33).
No temeremos a los hombres. Nuestro único temor será no oír al
Señor y perder nuestra confianza en Él. "En el temor de Jehová está
la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos"
(Proverbios 14:26).
Seremos prosperados. Cuando el oír va acompañado de fe, nuestra
vida experimentará prosperidad total. "El altivo de ánimo suscitara
contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará"
(Proverbios 28:25).
Seremos exaltados. Dios honra a quienes depositan su confianza en
Él. "El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová
será exaltado" (Proverbios 29:25).
46 Familia CENTI
Experimentamos paz. La paz no viene de lo que vemos, sino de lo
que oímos. No importa lo que veamos, nos sostenemos como
Moisés: viendo al Invisible. "Tú guardaras en completa paz a aquel
cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado"
(Isaías 26: 3).
Experimentamos todo el bien de Dios Padre. "Bendito el varón que
confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová " (Jeremías 1'7:7). Lo
contrario también se experimenta cuando dejamos a Dios y
confiamos en el hombre (Jeremías 17:5).
Seremos guardados de todo daño. Daniel vio leones, pero depositó
su confianza en lo que oía de Dios. "Entonces se alegró el rey en
gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue
Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había
confiado en su Dios" (Daniel 6:23).
Seremos guardados de confiar en las riquezas. El problema no son
las riquezas, sino depositar nuestra confianza en ellas. "Los
discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús,
respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en
el reino de Dios a los que confían en las riquezas!" (Marcos 10:24).
Tendremos acceso a Su presencia. "En quien tenemos seguridad y
acceso con confianza por medio de la fe en él" (Efesio: 3: 12).
47 2013 • Año de la Convicción
Cristo será magnificado en nosotros, y en nada seremos
avergonzados. "Conforme a mi anheló y esperanza de que en nada
seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre,
ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o
por muerte" (Filipenses 1:20).
Perseveramos hasta el fin. "Porque somos hechos participantes de
Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza
del principio” Hebreos 3:14
Alcanzamos misericordia. "Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el
oportuno socorro" (Hebreos 4:16).
Tendremos certeza de ser oídos. "Y esta es la confianza que
tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,
él nos oye" (1 Juan 5: 14).
3.4 El caso de Bartimeo
De camino a Jerusalén, Jesús entró a Jericó. Allí se encontraba un
ciego mendigando junto al camino, el cual le gritó con fuerte voz:
"Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Marcos 10:47). Aunque
lo reprendían para que no gritara, Bartimeo seguía clamando.
48 Familia CENTI
Al oírlo Jesús lo mandó a llamar: " Entonces Jesús, deteniéndose,
mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza;
levántate, te llama. " (Marcos 10:49). La capa era muy importante
para un ciego, pero ante esta invitación, Bartimeo la echó fuera y
corrió al encuentro del Señor. "Respondiendo Jesús, le dijo:
¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la
vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la
vista, y seguía a Jesús en el camino" (Marcos 10:51-52). Acudió con
confianza y recibió respuesta.
De esta manera, vemos que a nuestro clamor por misericordia, Dios
responde pidiéndonos confianza. En vano clamamos si no nos
acercamos a Él confiadamente.
4. Credibilidad
4.1 Lo que obtengo por la fe
A continuación se expone todo lo que obtenemos y nos pertenece
legítimamente por medio de la fe:
Somos Bendecidos. Al ser del linaje de Abraham hemos sido
justificados por la fe al estar en Cristo Jesús y como consecuencia
recibimos todo el bien de Dios para nuestra vida. "La Escritura,
49 2013 • Año de la Convicción
previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de
antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán
benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son
bendecidos con el creyente Abraham" (Gálatas 3:8-9).
Vivimos por fe. Por fe nos movemos, nos acostamos, nos
levantamos, confiando siempre en Dios y en Su Palabra. “Y que por
ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo
parla fe vivirá" (Gálatas 3: 11).
Disfrutamos de la paternidad de Dios. Como hijos de Dios, nos
acercamos a Él con libertad para disfrutar como herederos, y con
esa visión le servimos. "Pues todos sois hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús" (Gálatas 3:26)
Nos apropiamos del amor incondicional de papa Dios. Vivimos con
la certeza de que hará que aumente o disminuya el amor que Dios
nos tiene. Dejaremos de "mendigar" amor, y nos convertiremos
más bien en canales para que ese amor fluya hacia otros, "Por lo
cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto,
ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos
8:38-39).
Somos llenos del Espíritu Santo. Es un acto de fe vaciar nuestra vida
de nuestro ego y rendiría para disfrutar de la total plenitud del
50 Familia CENTI
Espíritu Santo. "Esto solo quiero saber de vosotros: “Recibisteis el
Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?” (Gálatas 3:2).
Permanecemos firmes. La fortaleza (musculatura) de un hombre de
Dios está en su fe; no puede estar cimentada en la razón. Ser de
convicción nos hace fuertes frente a cualquier situación que
enfrentemos. "No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que
colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes" (2
Corintios 1:24).
Andamos por fe. Nuestro andar es guiado por lo que hemos oído de
Dios Padre, no por lo que nuestros ojos ven. "Porque fe andamos,
no por vista" (2 Corintios 5:7).
4.2 Dando buen testimonio
La palabra testimonio está siempre asociada a la fe. La extensa lista de
personas de fe que aparecen en Hebreos capítulo 11 tienen algo en
común: todas dieron buen testimonio por su fe, y eso las hizo diferentes
a los demás. No se trató, entonces, de que tuvieran buena conducta. "Y
todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no
recibieron lo prometido" (Hebreos 11:39).
51 2013 • Año de la Convicción
La lista es muy larga. Se citan sólo algunos de estos testimonios:
Abel ofreció más excelente sacrificio, y con esto dio testimonio de que
era justo (Hebreos 11:4). Enoc dio testimonio de haber agradado a Dios,
por lo que no vio la muerte (Hebreos 11:5).
Noé fue hecho heredero de la justicia, y con su fe condenó al mundo
(Hebreos 11:7).
Rahab no pereció en el juicio contra Jericó (Hebreos 11:31).
Queda claro, entonces, que el testimonio de un hijo de Dios es su fe;
cuanto mayor sea su fe, mayor será su testimonio. En la actualidad
muchos cristianos creen que el testimonio es una conducta o un
comportamiento, como si se tratara de hacer unas cosas y dejar de
hacer otras, basándose en estándares aceptables socialmente.
Lo que da testimonio es vivir y actuar basado en lo oído de Dios. “Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le
buscan.” (Hebreos 11:6).
52 Familia CENTI
CAPITULO 3
¿QUIÉN SOY PARA DIOS
El autoconcepto es el conjunto de ideas que tenemos acerca de nosotros
mismos. Actualmente en los cursos de superación personal a la gente se le
enseña a tener claridad sobre quiénes son para ellos mismos y para los
demás. En la Biblia encontramos que cultivar un adecuado autoconcepto
tener convicción de quiénes somos para Dios. Es aprender a vernos como
Él nos ve.
En la Teoterapia el aspecto clave para tener una adecuada imagen de
nosotros mismos es tener una visión clara de quien es Cristo,
identificándonos con Él y Apropiarnos de esa posición que ahora tenemos.
Esto nos llevará a interiorizar el concepto que Dios Padre tiene de
nosotros.
La verdad de la Biblia referente a usted y a mi es el punto de partida para
formar un concepto saludable de quiénes somos, independientemente de
la "realidad" dé nuestras circunstancias.
Como hijos de Dios estamos llamados a opinar de nosotros mismos
solamente después de haber escuchado al que nos creó y nos redimió; de
esta manera nos miraremos y actuaremos como Él quiere que lo hagamos.
53 2013 • Año de la Convicción
Si somos de Cristo, descendientes de Abraham somos; luego, todas las
promesas dadas son para nosotros. Sin embargo, no basta saberlo; se
requiere vivir de acuerdo con esa verdad y renunciar a la incredulidad ya la
razón.
1. Especial
Cuando algo se define como especial es porque es muy valioso, de una
gran significancia, de la más alta valía. Lo contrario sería algo ordinario,
común. Luego, como hijos de Dios no somos uno más; somos especiales
tesoros. "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu
Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los
pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que
Todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros
erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová
os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha
Sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre,
de la mano de Faraón rey de Egipto.
“(Deuteronomio 7:6-8). En este pasaje encontramos una aparente
contradicción: Israel era el pueblo más insignificante, pero algo lo hacía
especial: que Dios lo había amado.
Esto aplica perfectamente para nuestras vidas como linaje de Abraham:
somos especiales para Dios no por nuestro mérito sino porque Dios nos
ha amado. Ahora bien, si creemos realmente que Dios nos ama y nos ha
54 Familia CENTI
hecho por una razón especial, tal como la Biblia lo enseña, podemos
aceptar con gratitud nuestra apariencia, capacidades, linaje y medio
ambiente. Una vez aceptamos estas cosas por fe resulta fácil
aceptarnos y amarnos a nosotros mismos.
La pregunta es: ¿Nos hemos apropiado del amor de Dios? Con
demasiada frecuencia olvidamos que Dios nos ama con amor
incondicional, inmerecido e inmotivado; amor que fue demostrado al
mandar a Su Hijo a morir por nosotros. Quizá hemos aceptado de un
modo "intelectual" este amor. ¿Pero lo estamos experimentando? La fe
y la convicción nos permiten apropiarnos de esa verdad y creerle a Dios
y Sus promesas para vivir y actuar como personas especiales.
2. Único
Dios lo hizo a usted para que fuera Su hijo, y como buen Padre puso en
usted lo mejor; por eso lo ve de una forma única y especial.
Luego, hemos de hablar un lenguaje personalizado: no es "soy un hijo
de Dios más", sino “ Soy el hijo amado de Dios". "Porque eres pueblo
santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un
pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra."
(Deuteronomio 14:2).
Lo singular es irrepetible, no es clonado; por lo tanto, es escaso. ¿Por
qué son tan costosos los diamantes? Precisamente porque son difíciles
55 2013 • Año de la Convicción
de hallar, de extraer y de refinar. No se encuentran en todas partes
como las rocas, pues si así fuera nadie los usaría o serían muy baratos.
Ahora bien, no se trata solamente de la hermosura de los diamantes; es
además el más fuerte de los minerales. Un diamante solamente puede
ser cortado por otro diamante; ningún otro elemento lo puede cortar o
rayar.
Dios tenía una idea muy clara de cómo íbamos a ser, aun antes de que
naciéramos; sabía lo que estaba haciendo cuando nos hizo" ¡y lo hizo
bien! En la vida de todo hijo de Dios ha sido colocada una huella, una
marca de bendición. Esta huella nos ha dado características propias y
singulares, diseñadas para que vivamos según nuestro linaje. Esta
convicción nos llevará a agradecerle a Dios por ser objeto de Su amor y
por habernos hecho tal y como nos hizo.
Somos valiosos porque somos una creación única de Dios Padre y
fuimos redimidos en la cruz. No somos un código o número más. Somos
ese diamante de gran valor para Dios. Pero, ¿le creemos?
3. Su exclusiva posesión
Nada ejerce tanta influencia negativa sobre nuestra vida como el
sentimiento de soledad y orfandad. En todo tiempo necesitamos sentir
que pertenecemos a alguien: ¡necesitarnos un Padre!
56 Familia CENTI
En Su Palabra Dios Papá nos ha declarado que somos Suyos, le
pertenecemos; luego, no nos va a dejar ni a descuidar. "Y Jehová ha
declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su a exclusiva posesión,
como te lo ha prometido para que guardes todos sus mandamientos; a
fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y
gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha
dicho" (Deuteronomio 26: 18-19).
Como amoroso Padre, Dios nos ha tenido paciencia, soporta nuestras
inmadureces y no nos dejará hasta que cumpla su buen propósito con
nuestra vida. Porque somos de su exclusiva posesión se ha propuesto
exaltamos sobre todos los demás pueblos, de tal manera que Su
nombre sea conocido y glorificado.
Así nos ve Dios Papá: especiales, únicos y de Su exclusiva posesión.
Nuestro problema es que a causa de nuestra incredulidad no nos vemos
como Él nos ve ni queremos vivir conforme a nuestra herencia.
En la medida que les demos más crédito a los pensamientos de Dios
que a los nuestros cambiaremos la percepción que tenemos de
nosotros mismo y le confiaremos a El nuestra vida. De eso se trata
tener convicción de lo que somos para Dios.
57 2013 • Año de la Convicción
Aplicación Teoterápica
Hoy abundan los cristianos pero escasea la fe. Aunque aumentan los
templos y las congregaciones, tristemente lo que está menguando es la fe.
Esto necesariamente es señal de que se está enfriando el amor hacia Dios,
pues uno confía es en Aquel a quien ama.
La pregunta obligada es: "...pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿Hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8).
En la actualidad cada vez hay menos hombres de convicción; por eso
entre los hijos de dios hay más debilidad, confusión, trastorno,
incredulidad y duda.
La vida de convicción es la única vida que le agrada a Dios. Esto implica las
obras de la fe y no las de la ley; de lo contrario, terminamos en una vida
conductista y moralista.
La Biblia está llena de promesas; pero, ¿por qué la inmensa mayoría de los
hijos de Dios no las experimentan en su vida? La respuesta nos la da la
misma Palabra de Dios: no les aprovecha porque aunque la oyen no la
acompañan de fe.
La fe es característica de los del Linaje de Abraham. Hoy somos hijos de
Dios; Sin embargo, ¡qué lejos estamos de vivir la vida de convicción que sí
viven los judíos! Adonde quiera que van sobresalen y prosperan porque se
58 Familia CENTI
saben herederos de las promesas. Ahora bien, no se trata simplemente de
creer en las promesas de Dios, sino de creerle al que las pronunció; esto es
lo que nos llevará a confiarle nuestra vida a Él.
Dios no nos invita a una fe ciega ni nos dice que dejemos de ver; esto sería
fanatismo. Nos pide que veamos conforme a lo prometido; no basando
nuestra convicción en lo que vemos, sino en lo que hemos oído. La única
vida que le agrada a Dios es la vida de fe; por eso nuestro desafío es que
mientras estemos en esta Tierra seamos personas de convicción.
¿Cuál va a ser su decisión? ¿Vivir como Abraham, plenamente convencido
de lo que le dice Dios en su Palabra, o con base en la razón, vivir de lo que
en el hoy y en el ahora?
59 2013 • Año de la Convicción
Contraportada
En marcha hacia el Cumplimiento y en la Conquista de nuestro "Monte
Hermón", presentamos ante toda la familia de la Cruzada Estudiantil y
Profesional de Colombia, del CENTI y a todo el pueblo cristiano, el tercer libro de
la SERIE CUMPLIMIENTO. Este se titula "LA CONVICCIÓN", Módulo 1.
En un mundo donde abundan los cristianos pero escasea la fe, estamos
llamados a vivir el linaje de Abraham siendo hombres y mujeres de convicción.
Hoy, como nunca, se hace necesario que como hijos de Dios ya no vivamos por
"vista" sino por las promesas que hemos oído de nuestro Padre Celestial.
Hoy tenemos el desafío de vivir como Abraham, plenamente convencidos y en
"esperanza contra esperanza", para alcanzar las promesas de Dios en esta
generación.