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¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular! 1 Colección Emancipación Obrera IBAGUÉ-TOLIMA 2013 GMM

Libro no 433 historia de la economía desde el siglo xvii hasta la actualidad sieveking, heinrich col

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Historia de la economía. Desde el siglo XVII hasta la actualidad. Sieveking, Heinrich. Biblioteca Emancipación Obrera. Guillermo Molina Miranda.

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    Coleccin Emancipacin Obrera IBAGU-TOLIMA 2013

    GMM

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    2 Libro No. 433. Historia de la economa. Desde el siglo XVII hasta la actualidad. Sieveking, Heinrich. Coleccin Emancipacin Obrera. Junio 15 de 2013.

    Ttulo original: Historia de la economa. Desde el siglo XVII hasta la actualidad. Heinrich Sieveking. Versin Original: Historia de la economa. Desde el siglo XVII hasta la actualidad. Heinrich Sieveking. Circulacin conocimiento libre, Diseo y edicin digital de Versin original de textos: http://www.eumed.net/cursecon/textos/Sieveking/index.htm Licencia Creative Commons: Emancipacin Obrera utiliza una licencia Creative Commons, puedes copiar, difundir o remezclar nuestro contenido, con la nica condicin de citar la fuente. Autora-atribucin: Respetar la autora del texto y el nombre de los autores No comercial: No se puede utilizar este trabajo con fines comerciales No derivados: No se puede alterar, modificar o reconstruir este texto. Portada e Ilustracin E.O. de Imagenes: http://www.eumed.net/cursecon/textos/Sieveking/index.htm

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    HISTORIA DE LA ECONOMA

    Desde el siglo XVII hasta la actualidad.

    HEINRICH SIEVEKING

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    Heinrich Sieveking fue profesor en la Universidad de Berna, historiador de la Economa y discpulo de Gustav Schmoller. Esta "Historia de la Economa, desde el siglo XVII hasta la actualidad" que ofrecemos aqu en formato electrnico a texto completo, es copia de la edicin que hizo la Editorial Labor en 1942 con la traduccin del alemn por Francisco Payarols. Es la continuacin de otra obra anterior: "Historia de la Economa, Antigedad y Edad Media" de O. Neurath y el mismo H. Sieveking.

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    5 NDICE

    Prlogo

    Desde el siglo XVII hasta la actualidad

    1. El mercantilismo

    1.1 La posicin del mercantilismo en el proceso econmico

    1.2 La expansin ibrica y los adversarios del imperialismo espaol

    1.3 Holanda

    1.4 Francia

    1.5 Inglaterra

    1.6 Alemania e Italia

    1.7 La expansin rusa y el mercantilismo oriental

    1.8 Los tratadistas

    2. Los fundamentos del librecambio

    2.1 Los fisicratas

    2.2 Adam Smith

    2.3 Mser y Fichte

    2.4 El fracaso del sistema mercantilista

    2.5 La economa agrcola en Francia y en Inglaterra. Los comienzos del socialismo moderno

    2.6 La emancipacin de los campesinos y la libertad profesional en Alemania

    2.7 La unin aduanera de Alemania y la formacin de grandes regiones econmicas

    3. El desenvolvimiento del capitalismo moderno

    3.1 El Banco de Inglaterra

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    6 3.2 Los progresos de la tcnica

    3.3 La gran explotacin y el artesanado

    3.4 El cambio de situacin de la agricultura

    3.5 Malthus y Ricardo

    3.6 La implantacin del librecambio

    3.7 La poltica colonial inglesa. La abolicin de la esclavitud y de la servidumbre

    3.8 La oposicin al librecambio

    3.9 La ofensiva del proteccionismo

    4. Socialismo y Capitalismo

    4.1 Saint-Simon y el Saint-Simonismo

    4.2 La organizacin social del capital

    4.3 Anarquismo y Socialismo

    4.4 El socialismo cientfico

    4.5 Capital y Trabajo

    4.6 Nuevas orientaciones

    Grficos

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    7 PRLOGO

    No es tarea fcil encerrar en reducido nmero de pginas las lneas fundamentales de la evolucin moderna de la Economa. Es evidente que, al hacerlo, no puede tratarse ms que de un estudio de lo esencial del proceso. La benvola acogida que se ha dispensado a las ediciones precedentes es prueba de que he logrado mi propsito, hasta cierto punto. Lo que de modo particular me ha satisfecho ha sido la aprobacin de Schmoller, quien, no obstante, ha debido reconocer que mi posicin, que parte de la teora econmica, se corresponde con la suya poltica de modo totalmente independiente.

    En la presente edicin ha sido modificada especialmente la primera parte. La polmica pudo reducirse y la exposicin ampliarse. Para los captulos restantes ninguna razn me movi a introducir cambios de importancia, y as slo se hallara en ellos algunos aditamentos. En la corriente de los hechos, la nica misin de la Historia consiste en exponer los procesos ultimados, pero sin dejar de referirse a las tendencias del presente. En este punto el autor crey deber limitarse, tanto ms cuanto que ya en otros lugares ha expuesto su posicin con respecto a los problemas tericos y prcticos de la actualidad.

    Heinrich Sieveking

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    Desde el siglo XVII hasta la actualidad

    LEMA: "Ya que tanto se arremete sin cesar contra las hiptesis, hora sera de intentar adentrarse en la Historia, prescindiendo de ellas".

    FED. SCHLEGEL, Athen. I, 2.

    Un estudio histrico cientfico puede arrancar de la poblacin de un pas y seguir las oscilaciones que determinan el aumento de ella y el crecimiento de las necesidades en punto a la organizacin econmica. Pero como sea que las diversas economas particulares se articulan y conjugan entre s por el trfico y que la posicin que en l adoptan, as como la que la economa de cada regin sostiene con respecto al extranjero, son otros tantos factores decisivos para la propia estructuracin del orden econmico, resulta que puede partirse tambin de los hechos del intercambio universal y de su organizacin. Lgicamente, el primer mtodo ser ms indicado para la historia primitiva de un pueblo, sindolo el segundo para las pocas ms modernas de l. La Economa alemana, independiente y orientadora en ciertos aspectos, no puede comprenderse, sin embargo, ms que como una parte del desenvolvimiento europeo. Debido a haber perdido Alemania, en el siglo XVI, el lugar hegemnico que haba mantenido hasta entonces en la vida del trfico, la vemos renacer bajo mltiple dependencia de las potencias directrices de la economa del intercambio. Las posibilidades de la organizacin no fueron impuestas solamente desde el exterior, sino que tambin tuvieron origen extrao las orientaciones volitivas e ideolgicas de los dirigentes modernos de la Economa. Por eso la Historia de la Economa moderna debe arrancar del desenvolvimiento de los pueblos bajo la gida del comercio.

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    9 1. El mercantilismo

    1.1. La posicin del mercantilismo en el proceso econmico

    Para la Historia de la Economa, la Edad Media tiene una importancia especial por la lucha entre el trabajo organizado y la propiedad territorial. En las ciudades, el comercio y el artesanado logran elevarse a la categora de potencia independiente, frente a la propiedad seorial. En las villas los terratenientes urbanos alcanzan una influencia decisiva aun cuando lzanse frente a ellos los trabajadores, organizados en gremios, y en el campo los labradores consiguen conquistar determinados derechos, amparados, ora en asociaciones libres, ora en corporaciones cortesanas. En oposicin a la Antigedad, en las ideas de santo Toms de Aquino ya se concede al trabajo el lugar primero en la determinacin del valor.

    Paralelamente aparece, ya en la Edad Media, un nuevo factor el capital. Es imposible explicar el capital sencillamente como una secuela de la produccin, como pretendi hacerlo Marx, quien, por otra parte, defiende repetidamente el concepto de que el capital mercantil ha sido un precursor del de produccin. El revolucionamiento de la produccin por el capital no se produce hasta el siglo XVIII. Los mtodos capitalistas, empero, se haban estructurado ya anteriormente; el capitalismo es una determinada ordenacin jurdica que, en sus comienzos, supieron utilizar ciertos circulos mercantiles. Pero cuI es la misin del comercio? Acaso debe concretarse nicamente a cuidar de la colocacin de la produccin y a realizar su valor? No sirve ms bien el comercio a los consumidores, satisface del modo ms completo y variado? Kuske opina que los mercaderes de los primeros tiempos de la Edad Media salieron, en parte, de las gentes del squito de los palatinos, para el abastecimiento de ellos (1). En todo caso, el mercader libre aparece como proveedor de los grandes, particularmente de la Iglesia, cuyo crdito sabe utilizar. No tiene objeto contraponer, como quiso Hildebrand, el Medioevo, como era de la economa monetaria, a la Edad Moderna, como era de la economa de crdito (2). Precisamente fu en los comienzos cuando el trfico se fundament especialmente en el crdito. El comerciante fiaba a los demas y se procuraba para s esta confianza. La importancia decisiva del sistema capitalista empez, como con tanta clarividencia comprendi Ehrenberg, con el incremento de la demanda.

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    10 Una caracteristica importante del capitalismo moderno consiste en no descansar, como el de la Antigedad, en la propiedad territorial (no pudiendo, por lo tanto, ser

    considerado como mera continuacin del capitalismo antiguo) (3), sino en haber surgido de las condiciones corporativistas de la Edad Media.

    Por rica y variada que se desenvolviera en el Norte la vida econmica, no cabe duda que el centro de gravedad del nuevo proceso se hall en las "comunas" italianas independientes. A los libros de cuentas, cuya existencia se revela ya en el siglo XIII y que desde el XIV llenan, en apretadas hileras, grandes salas de Gnova y Florencia, no puede equiparrseles nada semejante. Dichas ciudades no podan cubrir ya con impuestos las cargas de las guerras, y as creronse entre los burgueses, segn el catastro tributario, emprstitos forzosos cuya renta deba pagarse con los ingresos arancelarios que se establecian al efecto. En Gnova los acreedores tuvieron desde 1274 una organizacin que cuid, hasta la desaparicin de la Repblica, de la continuidad de aquella institucin. Las deudas contradas en ocasin de las luchas contra Venecia quedaron consolidadas en 1409 en la "Casa di San Giorgio", cuyo capital se haba elevado en 1597 a la cifra de 43 770 870 liras, de las 2 938 462 que haba posedo anteriormente. Como fuera que por transferencia poda disponerse de los intereses y del capital, ao tras ao iban redactndose nuevos libros. A este trfico se asoci un Banco. La constitucin de la Casa haba sido copiada de la del Estado; como en ste la comunidad, as en aqulla la ltima decisin corresponda a la totalidad de los acreedores. Sin embargo, los negocios, dirigidos en el Estado por el Consejo, lo eran en la Casa por los "Protectores". Slo por privilegio especial podan los forasteros conseguir participacin en la deuda del Estado. De modo idntico fueron organizadas las Sociedades coloniales, las Maonas de Quos, Chipre y Crcega, fundadas en el siglo XIV y absorbidas ms tarde por la Casa di San Giorgio (4). De idntico modo que aqu de la comunidad de los burgueses, desarroIIronse en el Norte las formas del trfico capitalista, surgiendo de las asociaciones de los copartcipes a los bosques y a las minas, de los propietarios de molinos y barcos.

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    11 El Estado utiliz esos elementos adventicios organizndolos para sus propios fines. All se encierra la esencia del mercantilismo, en el que no fu necesario estimular al

    comerciante de un modo especial, sino que todos fueron incorporados a la economa del trfico. El campesino hubo de poner a la venta sus cereales y el tejedor sus tejidos, sin

    esperar a que nadie se los pidiera; l mismo haba de acudir al mercado. El poder creciente de los prncipes haba podido ver abrirse ante s otro camino todava: el de la creacin de un Estado patrimonial con administracin propia y economa estatal exclusiva, tal como lo encontramos en el antiguo Egipto, tal como se realiz en Bizancio y como intent imponerlo Federico II de Hohenstaufen (5) en sus dominios sicilianos. El desenvolvimiento econmico de Occidente vise determinado por el hecho de haber fracasado el intento del Emperador, como consecuencia de haberse malquistado con la Iglesia. Npoles toc en suerte a la casa de Anjou, la cual, sin embargo, solamente logr sostenerse abandonando a los florentinos la explotacin econmica del pas, particularmente la exportacin de coreales. De este modo los florentinos del siglo XIV supieron hacerse indispensables a los soberanos de Francia e Inglaterra (6). En adelante, el poder del Estado vi su propio sostn en el impulso de las empresas privadas. La era mercantilista cifr su objetivo en la estructuracin racional de estos dos factores: el Estado con su burocracia y la Empresa particular con su contabilidad.

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    12 Ha sido mal enfocado el conocimiento de la poca de los Fugger, al ver en ella un florecimiento especial de la economa del crdito. Cierto que puede hablarse, en este

    punto, de una supremacia de la organizacin capitalista sobre la corporativista de la Edad Media; no obstante, este capitalismo vino determinado principalmente por las necesidades financieras de los monarcas, por lo que podra denominarse capitalismo financiero. Strieder (7) nos ha descrito con todo detalle la naturaleza de esa economa, ligada al arrendamiento del impuesto. Los Habsburgos, necesitando reunir dinero para sus empresas (o sea un fondo de consumo), conceden a las casas augsburguesas derechos sobre explotaciones mineras contra la entrega de determinadas sumas. Para utilizar esos derechos, los Wesler y los Fugger deben colocar su capital mercantil en las minas, pasando a convertirse en grandes productores de plata y cobre. Los prstamos que hacen a los prncipes consisten, en su mayor parte, en mercancas, en el aprovisionamiento de la Corte y de las tropas, para procurarse las cuales organizan el comercio y, como detallistas, la produccin, pensando, naturalmente, al hacerlo, en su colocacin en el mercado. Tambin hay comerciantes alemanes que prestan su apoyo al rey de Portugal en los viajes que organiza a las Indias. Sin embargo, tan pronto como esas expediciones quedan aseguradas, el monarca se reserva el monopolio de los viajes a Oriente y cuida de que los mercaderos extranjeros se provean de pimienta india en Lisboa y aun en Amberes (8).

    En conjunto, la marcha del proceso fu diferente. Particularmente en Holanda e Inglaterra cada da adquiri mayor independencia la empresa privada. Mientras en la era del mercantilismo los principes impulsan el aumento del trfico con el fin de dar a sus finanzas una estructura econmico-monetaria, la nueva poca que se abre en el siglo XVIII quiere abandonar por completo el campo de la Economa a la iniciativa de los particulares ligados por las actividades del trfico, las cuales dejar desarrollar el Estado.

    Por oposicin a las restricciones autoritarias de su poca, Adam Smith consagr el concepto del "Mercantilismo", contra el cual se situ, no viendo que tanto la economa libre que l defendia como el mercantilismo que combata se basan en el trfico. Held describe el sistema de Smith como "producto natural de la evolucin del sistema mercantil progresivo" (9).

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    13 Equivocarase quien se imaginara la Edad Media como una poca de escaso intercambio comercial, tal como nos ha sido descrita por Bcher (10). Cierto que, en el

    Medioevo, el campo nos aparece las ms de las veces sujetado por el feudalismo. Cierto tambin que la ciudad favoreci el intereambio directo entre el productor y el consumidor, y que el artesano trabaj con mayor intensidad que ms tarde a sueldo directo del cliente, como hoy es todavia corriente en la industria de la construccin. Sin embargo, no debemos representarnos los pases poblados nicamente por campesinos que trabajan exclusivamente para el propio consumo y el de sus seores, con ciudades rurales que slo truecan sus artculos manufacturados por los productos agrcolas de la comarca. Los testimonios que nos han llegado, no solamente de las ciudades italianas, sino tambin de Colonia y Lbeck, para no citar sino las principales villas hanseticas, muestran, desde la poca de las Cruzadas, un activo trfico a grandes distancias. En sus principios ese trfico realizse con gran libertad; las restricciones a que se refieren Bcher y Sombart corresponden esencialmente a perodos posteriores, cuando las ciudades, estrechadas por el mismo desarrollo alcanzado, se vieron obligadas a delimitar recprocamente sus reas de actividad. Pero si alguna que otra pequea ciudad, cuyos habitantes rebasaran en otro tiempo sus muros, descendi a la categora de villa rural, otras, en cambio, que supieron concentrar el comercio en el interior de su recinto, adquirieron una importancia tanto mayor. En Flandes reunironse el comercio italiano y el hanseatico, y con razn puede Hpke hablar del "mercado mundial de Brujas".

    En tanto la era del mercantilismo viene a continuar la economa intervenida desarrollada en las ciudades medievales, puede oponerse dicha era, junto con la Edad Media, a la Edad Moderna, tal como lo hacen Roscher (11), v. Below (12), Sombart (13), mientras que Bcher, Schmoller, Cunningham (14) consideran de gran importancia el cambio habido en el siglo XVI. Tambin nosotros podemos hablar de una nueva poca de la Historia de la Economa en cuanto que en este tiempo se ensancha la del trfico y se van perfilando los mtodos de la era capitalista.

    (1) B. KUSKE, Die Entstehung der Kreditwirtschaft und des Kapitalverkehrs. Klner Vortrge, I, 1927.

    (2) H. SIEVEKING, Die mittelalterliche Stadt. VSozWG, II.

    (3) Contra esta opinin defendida por BRENTANO, cfr. mi Mittlere Wirtschaftsgeschicte

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    14 (trad. espaola, 1926), as como mi articulo sobre Handels- und Wirtschaftsgeschichte, en HWb. des Kaufmanns, 1925.

    (4) H. SIEVEKING, Genueser Finanzwesen mit besonderer Bercksichtigung der Casa di San Giorgio, italiano: Atti della Societ Ligure di Storia Patria, vol. XXXV.

    (5) V. MAX WEBER, Wirtschaft und Gesellschaft, 2. ed., 1925.

    (6) R. DAVIDSOHN, Geschichte von Florenz, IV, 2, 1925.

    (7) Studien zur Geschichte kapitalistischer Organisationsformen, 2. ed., 1925.

    (8) F. HMMERICH, Die erste deutsche Handelsfahrt nach Indien, 1505-6, 1922.

    (9) CAREY, Sozialwissenschaft u. das Merkantilsystem, 1866.

    (10) Die Entstehung der Volkswirtschaft.

    (11) Nationalkonomik des Handels und Gewerbfleisses.

    (12) Probleme der Wirtschaftsgeschichte, 1920.

    (13) Die deutsche Volkswirtschaft im 19. Jh. En la 2. ed. de Modernen Kapitalismus, SOMBART designa los siglos XIII al XIX como la era del protocapitalismo.

    (14) The growth of English Industry and Commerce in modern times. Cambridge, 1903.

    1.2 La expansin ibrica y los adversarios del imperialismo espaol

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    1.2. La expansin ibrica y los adversarios del imperialismo espaol

    A la era de las Cruzadas sigui la de los descubrimientos. AI arremeter todo el mundo occidental de entonces de una manera directa contra el Islam, era natural que las expediciones de los portugueses a las costas africanas y ms all del Cabo de Buena Esperanza, camino de las Indias, tendieran a eludir a los rabes. Mediante el viaje directo a las Indias Orientales perdieron los pases

    islmicos el monopolio de intermediarios del comercio. Un efecto derivado de dicho estado de cosas fu el descubrimiento de un nuevo Continente; en sus expediciones en busca del camino de las Indias, los espaoles se posesionaron de las Occidentales y del Continente, el cual dividieron en los virreinatos del Per y Mxico, mientras los portugueses adquiran la ms importante de sus colonias, el Brasil.

    El mundo qued repartido entre Portugal

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    16 y Espaa, pero las inmensas regiones nuevamente adquiridas quedaron sujetas a la coercin de un sistema econmico intervenido. No qued solamente transferida al Nuevo Mundo la constitucin feudal al ser asignados a los conquistadores, por el

    sistema de las encomiendas, determinados territorios con sus habitantes, sino que el dominio del suelo y la mano de obra, al ser incorporados a Ias transacciones comerciales y al condicionar la economa a la ganancia, adoptaron una forma especial. La cultura de plantaciones que explotaba el suelo americano por medio de los cultivos de azcar, caf, algodn y tabaco, vise pronto supeditada a la importacin de esclavos negros, rama del abastecimiento que se convirti en lucrativo negocio, en el cual la Corona supo obtener una participacin al monopolizarla y ceder luego este derecho al mejor postor. Primero los genoveses, ms tarde los franceses y en ltimo trmino los ingleses intentaron entrar en este pacto (Pacto de Asiento), valindose incluso de medios polticos. Los tratantes de esclavos del Nuevo Mundo hallaron en los productos coloniales un artculo remunerador que expidieron a Europa. Knapp est en lo cierto al sostener que all se cre una forma del capitalismo. Pero no fu la nica ni la ms prometedora. Por su reglamentacin podemos denominar esta forma (que se sostuvo desde el siglo XVI al XIX) la feudal-capitalista.

    As como Portugal concentr su trfico indio en Lisboa, as lo hizo Espaa primero en Sevilla, despus en Cdiz. Siguiendo el ejemplo de Venecia, los Estados ibricos montaron el trfico transoceanico sobre la base de la direccin estatal. De las flotas nacionales que Espaa expeda anualmente, dirigase una, por Santo Domingo y la Habana, a Veracruz, donde se celebraba la feria de Nueva Espaa. Un barco iba de Acapulco, con rumbo Oeste, hasta Filipinas. La otra flota, ms numerosa (27 veleros contra los 23 de la anterior), se dirigia a Portobello por Cartagena. All, en el istmo de Panam, tena lugar la feria del Per. En ella los pases meridionales, Chile y la misma Argentina, tenan su punto de conexin con la metrpoli. Claro es que esta organizacin oficial vease turbada por un activo contrabando. Los establecimientos coloniales de los holandeses, franceses e ingleses en Amrica tuvieron su origen en otros tantos refugios de aquellos contrabandistas. En el siglo XVIII inicise un relajamiento del sistema, el cual, no obstante, fu mantenido, en su esencia, hasta la emancipacin de las colonias.

    Los yacimientos de metales preciosos del Nuevo Mundo, cuya produccin, en la segunda mitad del siglo XVI, sebrepas en mucho la de las minas de plata alemanas, determinaron en Europa una verdadera revolucin en los precios, si bien stos no se

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    17 elevaron en proporcin al aumento de la cantidad de dinero. Mientras sta se quintuplicaba o sextuplicaba, el nivel de los precios no se elev sino al triple, segn D'Avenel, y aun esta alza no se verific de manera gradual y uniforme. Los obligados

    a compras en firme quedaron rezagados, en tanto que los que participaron en la diferencia de los precios ya aizlados o en curso de alza pudieron realizar magnficos beneficios.

    No obstante, esas ventajas beneficiaron menos a Espaa que a los pases que de ella dependan. Ranke ya observ que, para el imperialismo hispano, era de mayor importancia el dominio de las regiones de trfico ms activo de Europa que los tesoros de Amrica, y Ehrenberg confirma aquella opinin. Carlos V pudo apoyarse sobre la capacidad financiera de los bancos de Augsburgo, particularmente de los Fugger. Los Pases Bajos, Miln y Gnova colocronse a disposicin de Felipe II al comenzar ste su reinado. Adems, el mundo catlico contaba con la tcnica, avanzadsima, del trfico mercantil y de crdito. Ranke nos describe la administracin financiera del Vaticano. El servicio de deudas forestales poda estudiarse en la administracin municipal, que, desde la Edad Media, supo utilizar este sistema crediticio. Ranke se admira de que Sixto V reuniese un tesoro fundado en deudas. Y sin embargo lo mismo encontramos en otros tiempos, bajo Alberto Achilles, por ejemplo. No siempre era posible, y menos en pocas de complicaciones blicas, dirigirse al mercado de capitales, al cual se haba ya recurrido con anterioridad, en horas ms tranquilas.

    El trfico europeo se haba concentrado en Amberes, en sustitucin de Brujas, cuyo puerto se arramblaba. Guicciardini nos da sobre l algunos datos (1560), demonstrativos de su volumen y composicin. De los 15 935 000, escudos a que aseenda el valor de la exportacin, correspondan as:

    Telas inglesas......................................................................5.000.000 31,4%

    Tejidos de seda italianos................................................... 3.000.000 18,8%

    Fustn alemn.................................................................... 600.000 3,8%

    Artculos manufacturados.................................................. 8.600.000 54,0%

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    18 Lana espaola.................................................................... 625.000 4 %

    Lana inglesa........................................................................ 250.000 1,6%

    Colorantes franceses......................................................... 300.000 1,8%

    Materias primas.................................................................. 1.175.000 7,4%

    Granos de Alemania del Norte....................................... 1.680.000 10,5%

    Vino alemn...................................................................... 1.500.000 9,4%

    Vino francs...................................................................... 1.000.000 6,3%

    Vino espaol..................................................................... 800.000 5 %

    Especias portuguesas..................................................... 1.000.000 6,3%

    Sal francesa...................................................................... 180.000 1,1%

    Artculos alimenticios y de desgustacin....................... 6.160.000 38,6%

    Pirenne considera muy verosmiles estas cifras, equivalentes a 31,8 millones de florines o 50 millones de marcos aproximadamente, en valor monetario. Schanz evala la exportacin de telas inglesas, bajo Enrique VIII, en 98.000, piezas, igual a 294.000 Ibras esterlinas, de las 427.830 a que asciende la cifra total de exportacin. Segn Ludovico Falier, el valor de sta, en 1531, elevse a 2 millones de ducados, igual que el de la importacin. En 1612, las cifras que se dan para Inglaterra son 2.487.435 libras esterlinas para la exportacin, contra 2.141.151, valor de la importacin (15). Sirva de dato de comparacin el hecho de que hacia fines del siglo XIV, el intercambio comercial entre Lbeck y Gnova se cifraba en 5 contra 20 millones de marcos, respectivamente, y que Mocenigo, en el siglo XV, evaluaba el trfico entre Venecia y Lombarda (aunque slo lo hiciera para hacer resaltar su importancia) en 2,8 millones de ducados, es decir, 28 millones de marcos. Ya entonces los paos desempeaban importante papel. La Lombarda pagaba con telas el tercio de sus importaciones. El balance de Venecia con el Oriente, Egipto y Siria era pasivo: Venecia tena que remitir all de 300 a 500 mil ducados, la mayor parte en plata alemana. En camblo, el balance de Inglaterra, a pesar de la importacin continua de vinos, era activo, al principio gracias a la exportacin de lanas y, ms tarde, a la de paos (16). Los valores elevados se explican en parte por la desvalorizacin de la moneda; Schanz tasa el pao ingls en 3 libras esterlinas, en tanto que Guicciardini lo hace en 6. Todo, empero, confirma el incremento del trfico. Contra

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    19 la evaluacin de Guicciardini puede oponerse el argumento de que en sus apreciaciones no incluye una serie de mercancas, tales como los artculos de hierro, que ya se elaboraban en aquella poca (17). No obstante, la gran importancia del

    pao destaca perfectamente.

    Este comercio supo crearse nuevas formas. Abrise en Amberes una Bolsa, tomndose por modelo la de Brujas, y en ella desenvolvise, no solamente la labor del establecimiento de precios que deban regir para el intercambio de mercancas, sino que se form tambin un mercado de capitales que concertaba emprstitos con los monarcas extranjeros. Para las necesidades financieras de Espaa tuvieron todava mayor importancia las ferias que en 1552 celebraron los genoveses en Besanon. En esas ferias (que a partir de 1579 fueron trasladadas a Placencia) concentrse todo el trfico de pagos de Occidente. El cambio estipulado en ellas di la pauta para todas las transacciones, con excepcin de las efectuadas en Francia, cuyo centro era Lyon (18). Las ferias servan a la Corona de Espaa para convertir en disponibles, en el teatro de la guerra de los Pases Bajos, capitales no vencederos hasta ms tarde, procedentes de impuestos, de bienes pblicos napolitanos o de la flota de la plata americana.

    A pesar de todo este conjunto de recursos econmicos, a pesar de la nueva ordenacin administrativa del trfico, Espaa no pudo mantener su posicin. La causa de ello hay que buscarla en la exageracin de sus objetivos polticos y en la crisis econmica motivada por las medidas que su realizacin exiga. Ya en 1560 Felipe II deba el importe de dos anualidades de salarios atrasados. Las cargas fiscales impedan toda aportacin al desenvolvimiento de la vida econmica. La desconfianza que inspiraba la administracin financiera y sus repetidas bancarrotas paralizaban el crdito del pas. Y as vemos cmo en una poca de mxima potencia poltica y militar decaen las industrias ciudadanas, el pas debe acudir a la importacin extranjera y la clase campesina se ve reducida, por los rebaos nmadas de ovejas, a los derechos de pasturaje consignados en la Mesta. El intento de realizar la unidad religiosa fracasa. En el pas se mantiene por la expulsin de los laboriosos descendientes de rabes y judos. Para el espaol, el ideal sigue siendo el guerrero asceta; la direccin de la vida econmica ha de ser abandonada a los herejes, quienes la manejan con mayor desembarazo.

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    20 Si en la direccin econmico-racional de estos circulos aparece un rasgo caracterstico del desenvolvimiento accidental, el origen del fenmeno debe buscarse

    remontndose muy a lo lejos. Sombart ve la fuerza impulsiva en la naturaleza psicolgica de los judos pero son muchos los que han impugnado sus afirmaciones. La primera objecin que se nos ocurrre es que en los judos, como en todo grupo humano, al lado de la actitud vital racional est la entusistica. En los circulos artesanos de los judos orientles la tendencia mstica del Chassidim se subleva contra el rabinismo oficial. Es cierto, empero, que en la religin judaica lo mgico pierde pronto terreno; incluso los profetas subrayan nicamente la simple doctrina moral de los sacerdotes. Los rabinos se sitan reflexivamente frente a los hechos de la vida.

    Mientras en las esferas de las culturas china e india lo mgico se mantiene en las masas, en la cristiana retrocede. El mismo Jesucristo invoc explcitamente la doctrina de los antiguos (Moiss y los profetas). El monacato occidental ve en el trabajo, a la par que en la oracin, el servicio de Dios; y del mismo modo que la campana divide el tiempo, as tambin las Ordenes monsticas que cultivan y explotan la tierra y llevan sus productos al mercado (como los Cistercienses) han desarrollado un notable sentido especulativo.

    La audacia y el sentido ponderativo caracterizan a los emprendedores. Encuntranse en la poca de las Cruzadas. Desde el siglo XIV Italia desarrolla los principios de la partida doble. Ms tarde, calvinistas y anabaptistas hermanan la osada con la exacta contabilidad. As como el Renacimiento exige del Soberano una actitud reflexiva frente a los poderes existentes, as tambin la ilustracin estipula por doquier como objetivo la comprensin racional de la situacin. Holanda e Inglaterra pasan a ser los centros principales de esa actitud racional de la vida, y de ellas irradiar y se extender por Francia y Alemania. Cuando Sombart, en su Bourgeois, admite, en oposicin a su libro sobre los judos, a escoceses y florentinos entre los agentes de aquel desarrollo, reconoce, al nombrar valiosos representantes del Norte y del Sur, que se trata de un movimiento general, definido por Ranke como la unidad de los pueblos latinogermnicos.

    Para caracterizar a los modernos maestros de la Economa, precisa aadir un tercer factor al sentido de empresa y ponderacin: la limitacin exclusiva a esta tarea. Esta

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    21 limitacin se encuentra especialmente en los excludos de la vida poltica. Los Cistercienses fueron mejores calculadores que los Benedictinos, quienes hicieron de su inmunidad una fuerza estatal, mientras aqullos se sometan quietamente a los

    prncipes terrenales que los protegan. Los excludos del gobierno de la ciudad ocupronse con preferencia de la vida econmica, como los nobles de Asti o de Gnova, donde, desde 1339 a 1528, no lograron llegar a la cumbre del poder, reservado al Dux popular. Los Mdici y los Strozzi acumularon sus fortunas en el destierro. As encontramos ms tarde en la Holanda calvinista, a los mennonitas y remonstrantes desplegando gran actividad en el sector econmico. En Inglaterra, los puritanos y los cuaqueros alcanzaron gran prosperidad econmica bajo un gobierno nada benvolo para con ellos.

    El forastero no se siente ligado por consideraciones sociales. Los hugonotes no necesitaban sujetarse a preceptos gremiales; en cuanto a los judios, el precio tradicional les era indiferente.

    Inglaterra, donde el movimiento religioso ha tenido efectos ms persistentes que en cualquier otro pas, estaba destinada a asumir la direccin econmica ms adelante, en el perodo de la transicin a la Economa moderna. No obstante, la primera nacin entre las protestantes que entabl la lucha contra Espaa, fu Holanda, pas modlico, cuyo ejemplo iban a seguir, no slo las mercantilistas Inglaterra y Francia, sino tambin Prusia, Austria, Rusia (Pedro el Grande), Suecia (Gtheburg) y Dinamarca. Los mismos campeones del Catolicismo, como Austria, hubieron de avenirse a tolerar a los herejes para hacer posible el florecimiento del comercio y la manufactura (19).

    (15) PIRENNE, Geschichte Belgiens, Ill, pg. 334. - SCHANZ, Englische Handelspolitik gegen Ende des MA., pgs. 31 y ss.

    (16) W. STIEDA, Ueber die Quellen der Handelsstatistik im MA. Academia de Ciencias, Berln 1903. - H. SIEVEKING, Aus Genueser Rechnungs - und Steuerbchern. SBAk. Viena, 1909, 162, 2.

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    22 (17) En los siglos XV y XVI los opulentos zuriqueses debieron su riqueza al comercio del hierro. Anuario para Suiza, Hist., 1910: Zur Zrcherischen Handelsgesch.

    (18) PERI, II Negoziante II, Gnova 1647, der Kurszettel. Vase en Handlungsbchern, de DAVID GAUGERS, 1588-90, Archivo municipal de Augsburgo, la cuenta de la lana remitida por Brgamo a las ferias de Besanon.

    (19) M. ADLER, Wiener Staatsw., St. IV, 3, 1903, pg. 50.

    1.3. Holanda

    Los holandeses debieron un gran florecimiento econmico al fomento metdico que de sus intereses realizaron los duques de Borgoa y sus sucesores, los Habsburgos. Con todo, los Pases Bajos septentrionales no lograron conquistarse el Iugar hegemnico en el

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    23 comercio mundial hasta el da en que se produjo la decadencia de Espaa. Despus de haber los espaoles conquistado Amberes en 1585, la mayor parte del comercio de esta ciudad se traslad a Amsterdam. Pero, mientras Brujas y Amberes se vean

    animadas por los comerciantes forasteros, contentndose sus ciudadanos con servirles de intermediarios, los holandeses, imitando el ejemplo de hanseticos e italianos, tomaron a su cargo la navegacin martima. Sus veleros cruzaban el BItico, transportando los granos de Danzig. En otros tiempos los genoveses se haban abastecido del trigo del sur de Rusia; pero entonces, cuando los turcos les cerraban el acceso al mar Negro, los holandeses cuidaron de suministrarles cereales de los Pases blticos. Al circunnavegar el Africa, los portugueses se haban adueado de buena parte del comercio veneciano, y cuando, en 1580, Portugal se uni a Espaa, los holandeses no vacilaron en inmiscuirse en el rea del trfico portugus. En 1595 Cornelis Houtman sala con rumbo a las Indias Orientales; desde 1591 el amberense Willem Usselinx propugnaba por el establecimiento de los holandeses en las Indias Occidentales. Mientras anteriormente Italia abasteca de especias ndicas al Norte, entonces era Amsterdam la que suministraba pimienta al Mediterrneo. As fu cmo los holandeses se convirtieron en los herederos del comercio hansetico e italiano.

    La ltima guerra europea ha demostrado lo difcil que resulta aun hoy da el clculo del tonelaje de los buques. En caso preciso surgen los pequeos barcos veleros, de cuya utilizacin nadie se ocupa. Tanto menor crdito absoluto puede concederse, pues, a datos procedentes del siglo XVII; de ellos cabe deducir nicamente la importancia relativa de las flotas, y de las rutas.

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    24 Clculos tales como los de Colbert, quien asignaba a la flota holandesa las tres cuartas partes de la total europea, con 15.000 buques; o los de Petty, quien le

    conceda 450.000 last (de dos toneladas); o bien los detallados en un proyecto tributario de 1634, deben ser considerablemente reducidos, segn las recientes investigaciones de Vogel (1). De todos modos, a juzgar por ellas, la flota holandesa, que a fines del siglo XV igualaba a la alemana con 30.000 last, al terminar el XVI la duplicaba con sus ms de 100.000 last y equivala a las de Alemania, Francia e Inglaterra juntas; en los ltimos aos del siglo XVII contaba con 300.000 last, es decir, el doble de todos los barcos alemanes, ingleses y franceses.

    La travesa del Bltico ocupaba para los holandeses el primer lugar, con 103.500 last y 735 de sus 3.510 buques. Petty consideraba que, para los Pases Bajos, la pesca del arenque era ms importante que el viaje a las Indias Orientales. Vogel pudo equiparar los 100 barcos que efectuaban el viaje a las referidas tierras transocenicas, con sus 30.000 last, a 1.000 embarcaciones pesqueras. Sin embargo, precisa tener tambin en cuenta la distinta duracin del viaje. Los buques podan efectuar de dos a tres viajes al ao en la direccin del Bltico, mientras que en la de Espaa no podan realizar ms de dos. Tambin podan utilizarse embarcaciones pequeas para largas travesas, siendo destinadas ora a una, ora a otra de aqullas.

    Las listas de peajes del Sund nos muestran cmo los holandeses participaban en aquella ruta con un promedio de 2.226 barcos, cerca del 60 % del trfico total. No obstante, en 1608 nos encontramos con la cifra de 4.362 buques holandeses. La maxima frecuencia del transito del Sund, nnca ms igualada en el curso de la primera mitad del siglo XVII, corresponde al ao 1597, y es de 6.673 barcos. En el comercio de Levante la exportacin holandesa se elev a 2,5 millones de florines y la importacin a 2 millones y un tercio.

    Frente a los 30 millones de florines anuales del

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    25 comercio de Amberes en el perodo de su mximo esplendor, el holands alcanz, a mediados del siglo XVII, la cifra anual de 75 a 100 millones. Hasta mediados del siglo XVIII no le sobrepas el comercio exterior ingls. En 1667 Amsterdam percibi en

    concepto de permisos (2% para la importacin, 1% para la exportacin), un miIIn de florines. Las salidas de tabaco ascendieron a 526.736 florines, mientras las drogas y colorantes no excedan la cifra de 329.792 florines. Los ingresos de la Repblica, procedentes principalmente de la imposicin del trfico martimo, importaron de 32 a 34 millones de florines.

    Holanda fu el gran emporio para pesca, cereales, vinos, sal, madera, materiales para construccin de buques, tejidos de lana y productos coloniales. Esta situacin comportaba, para Holanda, en ms de un aspecto, una poltica comercial diferente de la que haban venido siguiendo incluso otras ciudades comerciales. El trfico de cereales hubo de sujetarse a las ms diferentes limitaciones, en inters del abastecimiento de la poblacin indgena. Gracias a la libertad de trfico, Holanda poda esperar una afluencia tan copiosa, que por ella favoreca en alto grado el propio consumo. A fines del siglo XVII calculbase que, de 76.000 last de granos, se reservaban el 27,5% para

    Amsterdam, el 29% para el resto de Holanda, mientras el 43% restante se destinaba a la ulterior exportacin.

    De mayor importancia fu la tolerancia, la libertad de establecimiento que los Pases Bajos concedan a los extranjeros. Petty considera la libertad de conciencia y la seguridad de la regulacin del trfico como la base principal de la prosperidad de Holanda.

    El intercambio comercial sac a colacin la importancia del capital. Slo la tenedura de libros por partida doble, tal como la haban estructurado los italianos entre los siglos XIII y XVI, permite al hombre de negocios la penetracin lgica de la materia, el examen de

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    26 su situacin. Simon Stevin introdujo en Holanda la partida doble italiana (2). En 1609 fu creado el Banco de Amsterdam, y todos los pagos importantes deban realizarse asentndolos en sus libros, con lo cual se evitaba el engorroso recuento de las

    diversas y heterogneas monedas. De este modo qued creado un centro de compensacin segn el modelo italiano. Bien dirigido en el siglo XVII, en el XVIII el Banco de Amsterdam incurri en la misma falta en que haba cado la Banca italiana, consistente en echar mano de los depsitos de la clientela para conceder prstamos secretos al Estado (o a la Compaa de las Indias Orientales).

    Anteriormente la libertad de comercio se haba desenvuelto, en un punto importante, en contraposicin con la moral dominante. La Iglesia prohiba la percepcin de intereses; por eso el rdito apareca con frecuencia en forma velada. Ya en el siglo XVI, Calvino y el jurista francs Molinus haban rehabilitado el inters del capital numerario, fundamentndose en su similitud con la renta de otro capital invertido en casas o tierras de cultivo; sin embargo, los escritos del holands Salmasius (3) fueron los que produjeron la revolucin decisiva en esta cuestin. Los escrpulos religiosos que en otro tiempo haban limitado el comercio, desaparecieron. "Libre debe ser el comercio en todas partes, hasta en el infierno", tal era el lema central de los mercaderes de la poca.

    Con la Compaa de las Indias Orientales qued creada en 1602 la primera gran organizacin capitalista moderna, el modelo de las sociedades annimas (4). All, como en la Compaa Nrdica, fusionronse empresas comerciales y navieras competidoras, las denominadas Voorkompanien, hasta el punto de que puede hablarse de precursores de los modernos trusts o crtels. La Compaa era una unin de capitales que tena el lucro por finalidad. Se le dotaba de una constitucin, copiada de la del Estado, y quedaba bajo la vigilancia del Gobierno, el cual nombraba tambin a los primeros directores. Dicha constitucin era aristocrtica; los mayores imponentes, los Bewindhebber, eran los presidentes de las diversas Cmaras, y de ellos

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    27 sala el Comit central de los XVII. Slo a fines del siglo XVIII confiaron la marcha de los negocios a la gestin de un director. Los participantes, en la esperanza de ser ms adelante Bewindhebber, concedan escaso valor a los derechos de control tal como

    los propona Usselnix, o por medio de una Comisin permanente de participantes. Fu cedido a la Compaa el derecho exclusivo de comercio y dominio entre el extremo meridional de Africa y Amrica. Su stock bsico constituanlo 65 toneladas de oro, 6500000 florines. En veinte aos el curso de las acciones se haba triplicado, pagndose anualmente dividendos del 20 al 24%.

    En 1621 y con 7 millones de florines, fundse la Compaa de las Indias Occidentales, a imagen y semejanza de la de las Indias Orientales. La nueva empresa supo sacar partido especialmente del contrabando y de la guerra corsaria en la Amrica espaola (5) y domin el Brasil desde 1636 a 1645. Como consecuencia de la paz con Espaa, en 1648 terminaron los beneficios procedentes de la guerra corsaria, y en cuanto al Brasil, emancipado desde 1640 de la soberana hispana, los portugueses supieron arrebatarla

    de nuevo a los holandeses. Pero aun cuando la Compaa de las Indias Occidentales hubo de limitarse a las islas contrabandistas de las Antilas (Curaao) y Surinam, y aun cuando perdi en 1667 la Nueva Holanda norteamericana, Nueva Amsterdam-Nueva York, para disolverse en 1674, la Compaa de las Indias Orientales pudo arrebatar a los portugueses en 1653 El Cabo y en 1657 Ceiln.

    Las acciones de las Compaas de las Indias constituyeron pronto una base del negocio burstil, que se desarroll en gran escala ante todo en Amsterdam. Ya en 1610 promulgse una disposicin, intilmente ratificada con frecuencia, prohibiendo las operaciones a plazo a la baja (6). La fiebre de la especulacin se apoder de vastos crculos cuando se crey ver en los tulipanes un producto de valor cada da creciente. Aventurronse en los tulipanes fortunas enteras, y

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    28 cada cual intent obtener participacin en la nueva riqueza, hasta que la aficin desapareci bruscamente, acabando la mana de la flor, en 1637, con una crisis general (7).

    Holanda debi su potencia capitalista al comercio, pero hay que reconocer que tambin contribuyeron al fomento del capital las ramas de la actividad anejas a aqul, tales como las construcciones navales, la industria cervecera y la azucarera. El comercio mayorista de Amsterdam tuvo bajo su dependencia la industria textil de Leyden.

    De igual modo que el comercio, tambin la industria fu causa de que, en el siglo XVII, el capital cristalizara en nuevas formas en el suelo holands. Despus de la revocacin del Edicto de Nantes establecironse en el pas refugiados franceses, a los cuales no se aplicaron las trabas de la vieja constitucin gremial, y as pudieron, sobre el sistema de fondos de comercio, o capital, desenvolver manufacturas, explotaciones en las cuales trabajaban numerosas personas reunidas en un mismo local y bajo una vigilancia nica. Ya en 1682 el languedociano Pierre Baille organiz en Amsterdam una fbrica de tejidos de 110 telares. Los molinos de viento holandeses, trabajando para la desecacin del pas, o como molinos de cereales, aceite y papel, representaron, en el proceso de produccin, una inversin de capitales como raramente se vi en aquella poca. Leyden y Haarlem se convirtieron en centros de la industria

    textil de exportacin, como en otro tiempo lo fueron Ypres y Gante.

    Holanda no slo se enriqueci gracias a la agricultura, sino que tambin la agricultura floreci en Holanda. El mercado urbano, al ofrecer al campesino grandes facilidades de venta, capacitle para un intessimo cultivo. En ninguna parte la horticultura y la ganadera se vieron mejor atendidas que en Holanda, y el capital comunal, por la

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    29 desecacin de los lagos, vino a engrosar la superficie de las tierras de labor. Por otra parte, las colonias, particularmente Nueva Holanda y El Cabo, abrieron vastos horizontes de emigracin al exceso de poblacin metropolitana.

    No obstante, la libertad de la economa del trfico tal como Holanda la pretenda, estaba llamada a favorecer solamente a un reducido crculo de sus ciudadanos. Integraba el pas una Liga de provincias autnomas, cuyas diversas clases sociales y ciudades se mantenan separadas entre s. Los Oranges, a quienes segua el bajo pueblo, no lograron romper las barreras de la constitucin de clases. Holanda presenta el aspecto de una economa municipal, como anteriormente la haban presentado las ciudades italianas y alemanas en su fuerza, pero tambin en su exclusivismo (8). Por mucho esplendor que consiguiera en el siglo XVII esta potencia, tan enaltecida por Rembrandt, nunca supo desarrollar homogneamente las distintas fuerzas del pas ni estuvo a la altura de la capacidad conjunta de los grandes Estados.

    Amsterdam se haba engrandecido gracias a la cada de Amberes. Los holandeses bloquearon el Escalda, de igual modo que en tiempos pasados Venecia haba cerrado el Po a los ferrareses, con el fin de apropiarse el monopolio de la navegacin. Por sus puestos aduaneros los holandeses se hicieron dueos del trfico del Mosa, el Rhin y el Ems.

    La mdula espinal del comercio holands la constitua el trfico del Bltico. El objetivo de la poltica neerlandesa era lograr para sus barcos el libre paso por el Sund, dificultando, en cambio, el de los de otras naciones, particularmente de Inglaterra, siquiera por medio de elevados aranceles. Los holandeses intentaron, mediante la concesin de emprstitos a Dinamarca, eximirse de la aduana del Snud, como antao los venecianos haban conseguido franquicias

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    30 aduaneras como compensacin de servicios prestados al imperio griego.

    Prescindiendo de la autoridad del Papa y de Espaa, Hugo Grocio escribi en 1609 su Mare liberum para la Compaa de las Indias Orientales. El libro llevaba por subttulo: De jure quod Batavis competit ad Indiiana commercia. La libertad de comercio de Indias deba ser valedera nicamente para los holandeses. Los ingleses fueron arrojados violentamente de las islas de las Especias (9), de igual modo que en tiempos pasados los hanseticos les haban expulsado violentamente de Bergen; y sabidos son los obstculos que los holandeses opusieron a los proyectos de colonizacin del Gran Elector, su aliado.

    Las grandes Compaas no mostraron menos severidad para con los intrusos nacionales que con los extranjeros. El comercio indio deba quedar en manos de los miembros de las Sociedades, y cuando, en 1638, se relaj el monopolio de la Compaa de las Indias Occidentales, pensse que todos los desastres haban de achacarse nicamente a las restricciones del libre cambio de ello derivadas.

    Limitaciones semejantes a las del comercio las encontramos en la industria holandesa, para cuyo progreso ulterior faltaba la libertad necesaria en el mercado interior. La mayora de los oficios permanecan encerrados en las ciudades. En estas condiciones, los holandeses deban resentirse amargamente del cierre de mercados exteriores, de las medidas aduaneras o de las prohibiciones que dificultaban la importacin de materias primas y la exportacin de los artculos manufacturados.

    Francia e Inglaterra haban apoyado a los holandeses en su guerra contra Espaa; pero al fortalecerse el poder de los Pases Bajos, aquellas dos naciones empezaron a sentir celos de su protegida. Por su Acta de Navegacin, Inglaterra intentaba arruinar la navegacin holandesa, mientras las tarifas de Colbert iban dirigidas ante todo contra Holanda. Tres rudas guerras sostuvo la Gran Bretaa contra su hermana protestante. En 1654, Holanda vise obligada a reconocer la Navigation Act, y en 1667 hubo de renunciar a Nueva Holanda. Solamente de 1672 a 1674 pudieron los holandeses hacerse fuertes contra franceses e ingleses unidos. Con su flota y su potencia capitalista, lograron entonces conquistarse una posicin que puede compararse con la

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    31 de la propia Inglaterra en las guerras contra Napolen. Ruyter, hroe del mar equiparable al mismo Nelson, mantuvo a raya a las flotas unidas de los aliados y los subsidios holandeses sostuvieron a los ejrcitos de Espaa, del Emperador y de los

    prncipes alemanes, todos en guerra contra Francia.

    En 1689 subi al trono ingls Guillermo III, y a partir de aquel momento Holanda e Inglaterra marcharon juntas; en el siglo XVIII la primera renunci a una poltica independiente. Cuando, en la segunda guerra con Inglaterra, Holanda haba renunciado a Nueva Amsterdam (Nueva York) en favor de Surinam, el hecho haba equivalido a un retroceso de su situacin comercial en beneficio de las plantaciones coloniales. El centro de gravedad de la riqueza holandesa estaba en las posesiones ultramarinas, del mismo modo que anteriormente haba estado en el comercio y la industria. Holanda pas a ser un pas de rentistas. Como en Italia, la gente se contentaba con un rdito de un 2% y se inquietaba ante el reintegro del papel del Estado. En cambio, una gran parte de las fortunas neerlandesas se colocaba en el extranjero. Mientras menguaba la importancia del comercio autnomo de productos, florecan los negocios de cambio y de seguros. Procurbase ganar en la emisin de valores extranjeros y en la especulacin burstil. Todava en el siglo XVIII Holanda segua siendo la primera potencia capitalista, pero el espritu de empresa holands haba ya sido sobrepasado por el de otros pases. La fuerza defensiva de la nacin decreca, y cuando en 1780, Amsterdam concert un tratado comercial con las Colonias americanas emancipadas de Inglaterra, sta destruy la potencia martima holandesa. En 1795 los franceses invadieron el pas. La posicin comercial de Amsterdam pas a Londres y a Hamburgo, que durante algn tiempo fu el primer puerto del Continente.

    (1) W. VOGEL, Zur Gr sse der e urop. Handelsflotten i m 15, 16 und 17 Jh. F. und Versuche z. G. des MA. und den Neuze i t, Festschrift f. Di e trich Sch f er, 1915.

    (2) Hypomnemata Mathematica II, 2, 1605; cfr. E. L. JGER, Luca Paccioli und Simon Stevin. Stuttgart, 1876.

    (3) BHM-BAWERK, Kapital und Kapitalzins, 2. ed. Innsbruck, 1900, I, pgs. 39 y ss.

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    32 (4) Cunningham llama regulated Company a la Compaa inglesa de las Indias Orientales fundada en 1600. Al principio, el capital era aportado exclusivamente para

    cada viaje, para ser distribudo luego junto con los beneficios. El primer joint stock (1613) deba bastar para cuatro viajes. Slo a partir de 1657 consigui la empresa una situacin financiera ms estabilizada. En la Compaa holandesa previse tambin primero nicamente una actividad comercial de diez aos. Al principio, la contabilidad no supo tomar en consideracin las nuevas circunstancias. Los dividendos no guardaban relacin ninguna con los beneficios, teniendo en cuenta la conservacin del capital. Siguiendo el sistema de liquidacin practicado en las Voorkompanien, ponase a contribucin el capital en la distribucin de los dividendos. Y cuando, ms tarde, llegse a concertar emprstitos a este fin, la Compaa quebr (1781).

    (5) De 1621 a 1636 apres 547 barcos espaoles y portugueses por un valor total de 30 millones de florines, y en 1628 Piet Heyn consigui capturar en la costa de Cuba la flota de plata, con 15 millones de florines.

    (6) EHRENBERG, Die Fondsspekulation und die Gesetzgebung, 1883; J. G. VAN DILLEN, Isaai le Maire en de Handel in Actien der oost-indische Compagnie. Economisch-Historisch Jaarbok XVI, 1930.

    (7) MAX WIRTH, G. der Handelskrisen, 4. ed., Francfort, 1890, pgs. 23 y ss.

    (8) PRINGSHEIM destaca, contra SCHMOLLER, el carcter de economa municipal de Holanda. Lo mismo hace HAGEDORN. El espritu exclusivista de las comunidades municipales holandesas impidi la anexin de Emden. BAASCH: El capitalismo holands es una manifestacin emanada exclusivamente de la ciudad.

    (9) Tormento y ejecucin de ingleses en Amboyna (1623).

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    33

    1.4. Francia

    Ocasionalmente se ha credo ver en las disposiciones de Colbert, el ministro de Luis XIV, el ncleo esencial del mercantilismo, hasta el extremo de que hubo quien llam Colbertismo al sistema. Esta opinin es parcial, sin embargo, ya que el mercantilismo no floreci nicamente en monarquas absolutas como la de Francia; antes bien se inici y se desarrollo en repblicas ciudadanas, para conseguir ms tarde una estructuracin ms amplia en el Parlamento ingls. En Inglaterra, dicho sistema econmico hallo incluso una aplicacin ms diversificada que en Francia. All la reglamentacin fiscal que deba llevar a la extensin de la economa del trfico, abarcaba todas las profesiones, la agricultura lo mismo que el comercio y la industria, mientras en la agraria Francia, donde todava Sully, el ministro de Enrique IV, haba considerado el cultivo de la tierra y la ganadera como las fuentes de vida del Estado, Colbert hubo de empezar despertando

    el comercio y la industria por medio de un trato de favor. Adems, Colbert no logr influir de modo permanente en la economa francesa; su brillante labor no se extendi ms all de dos decenios, y no puede decirse que sus sucesores persistieran en el camino por l iniciado.

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    34 La potencia de la Francia moderna no se consolid hasta el siglo XVII, en el cual tuvieron fin las guerras religiosas del anterior en las cuales se dirimi a la vez la pugna

    existente entre la Corona y los Estamentos. Richelieu tom La Rochelle en 1628. El poder hispano, que atenazaba a Francia por todos lados, habase alzado nuevamente en el siglo XVII, y solamente bajo Turenne los franceses se manifestaron superiores a la infantera espaola. La victoria definitiva de Francia no tuvo lugar hasta 1659, cristalizando en la Paz de los Pirineos.

    Colbert ejerci el cargo de Intendente general de la economa pblica francesa desde 166l hasta 1683 habiendo sido l quien libr las finanzas de su pas del fardo de deudas y del desorden en que lo haba encontrado, y creando as los recursos que iban a hacer posible la poltica de altos vuelos de Luis XIV (1). Una de las medidas principales que adopt para el saneamiento de las finanzas fu el estimulo de la economa poltica. Impuls la agricultura aligerando el impuesto de la taille y suprimiendo muchos privilegios abusivos de la nobleza; su preocupacin principal, empero fu la prosperidad del comercio y de la industria. Francia deba ocupar en el Meditarrneo el lugar de las ciudades espaolas e italianas el comercio levantino iba a concentrarse no en Gnova y Barcelona, sino en Marsella, y as como la plaza comercial de Lyon deba dejar atrs a la de Ginebra, as tambin la industria de exportacin de aquella ciudad deba abastecer de artculos

    manufacturados al mundo, en lugar de las ciudades italianas. En este punto Colbert adoptaba las medidas de soberanos anteriores, particularmente de Francisco I. Si los franceses, en la guerra contra los Habsburgos, acudieron a aliarse con los turcos, al hacerlo consiguieron a la vez ventajas comerciales en el imperio otomano, y as como Francisco I, en 1535, concert con el Sultn un tratado por el que se aseguraba esas ventajas, as logr tambin Colbert, mediante una alianza idntica, crear al comercio francs de Levante una situacin de privilegio. No obstante, dicho comercio qued

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    35 concentrado en Marsella, cuyo puerto fu declarado libre, concedindosele derecho preferente de importacin de especias a Francia.

    En 1581 fu abolida en este pas la autonoma de los gremios; la Corona reclam para s el derecho de la ordenacin de los oficios. No obstante, no derog la antigua constitucin econmica, sino que se limit a asentarla sobre una nueva base jurdica, y as los gremios pasaron a ser instituciones oficiales, persistiendo los privilegios ciudadanos. En 1673 Colbert intent extender a todo el pas la constitucin gremial. Los gremios deban servir ante todo a la creacin de un impuesto industrial escalonado por clases y localidades. Con el fin de mantener en toda su eficiencia al artesanado, se eliminaba la competencia mediante la limitacin del nmero de maestros y oficiales. Pero la diversidad de las demandas y de los trabajos que las satisfacan se hicieron tan grandes, particularmente en el siglo XVIII, que cada da resultaba ms difcil delimitar entre si las diferentes profesiones. Forbonnais calculaba que los gremios gastaban anualmente ms de un milln de libras en procesos por desavenencias recprocas, y era de una dificultad extrema reducir al artesanado de los suburbios al cumplimiento de los

    reglamentos gremiales. Por otra parte, la nueva industria capitalista de exportacin no poda desenvolverse con libertad. Como en las ciudades italianas, adopt tambin las formas del gremio, y as vemos en posicin de rivalidad, en la industria sedera de Lyon, las organizaciones de los maitre marchands, capitalistas, y de los maitres ouvriers, maestros artesanos. Sin embargo, las actividades de ambos estaban minuciosamente estipuladas en reglamentos oficiales (2).

    El trfico, circunscrito hasta entonces a las ciudades, deba beneficiar a todo el pas. Francia haba de ser centro industrial donde se abastecieran los dems pases, como en das pretritos la comarca lo haba sido para la ciudad. A tal fin Colbert se haba propuesto eliminar los obstculos, as de orden natural corno jurdico, que entorpecan el intercambio en el pas.

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    36 Construy carreteras y canales, siendo su obra maestra el Canal du Midi, que une el Atlntico con el Mediterrneo. En la tarifa de 1664 redujo a un solo arancel, pagadero en la frontera a la entrada y salida de las mercancas, las diversas cuotas aduaneras

    de trnsito que eran exigidas en las carreteras y en los ros. Cierto que este edicto se aplicaba nicamente a une parte de Francia (Normanda, Picarda, Champaa, Borgoa, Berry, Bourbonnais, Poitou, Anjou, y las provincias en ellas incluidas, de Isle de France, Orlannais, Nivernais, Touraine); y aun cuando Colbert, en su ltimo Compte au Roi, manifest que en este punto haba an mucho quo corregir, lo cierto es que nadie se preocup de llevar a la prctica aquella sugerencia.

    Quedaban exentos los Pays d'Etat, que, como el Languedoc, la Provenza, Bretaa y Artois, haban logrado salvar restos de representacin comunal. En cierto sentido eran considerados como pas extranjero, y las provincias alemanas de Alsacia y Lorena fueron tratadas corno del todo extranjeras. Por fuera de la lnea arancelaria de 1664 qued Lyon como regin aduanera independiente, y en la aduana del Rdano de Valence se mantuvo un sensible obstculo al trfico de las provincias del Sur. La Bretaa, y con ella la desembocadura del Loire, Nantes, qued fuera de la demarcacin de las cinq grosses fermes a las cuales se aplicaba la tarifa de 1664. Todava en el siglo XVIII se protesta de las aduanas interiores; as, por ejemplo, el vino transportado de Languedoc a Paris, debe pagar en 35 puntos de trnsito. Las aduanas fluviales obligaban con frecuencia a emplear los caminos terrestres, mucho ms incmodos, como ocurra

    en el Rhin. Con todo, en el interior del Reino se lleg a una relativa libertad de comercio, debido a la circunstancia de haber sido abolida la responsabilidad de los particulares por las deudas de sus municipios, proceder que en otros tiempos haba sido causa de represalias incalculables. Si Colbert no consigui implantar en Francia la unificacin aduanera, cuando menos cre la unidad jurdica, no menos importante que aqulla

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    37 (Ordonnance de Commerce de 1673).

    El comercio y la industria franceses vironse ayudados, de una parte, por premios directos otorgados a los particulares y, de otra, por un gravamen diferencial de los extranjeros. Con objeto de realzar la navegacin nacional, aplicse a la extranjera un derecho de tonelaje, concedise a las Compaas francesas el privilegio del comercio con las colonias del Cenada y las Antillas, con Africa (Senegal) y las indias Orientales, y, finalmente, acudise en ayuda de la industria nacional con la tarifa de 1667, por la que se gravaban fuertemente o se excluan las manufacturas extranjeras, a la par que se facilitaba la entrada de materias primas.

    Las Manufactures royales eran, en parte,

    establecimientos oficiales qua trabajaban principalmente para la Corte (como la fbrica de Gobelinos) y, en parte, empresas dotadas con elevadas subvenciones y privilegios, de organizacin parecida a la militar, y cuyo aspecto exterior era el de una pequea ciudad amurallada. Junto a ellas encontrbanse las

    manufacturas privilegiadas, posesoras, asimismo, de derechos monopolistas. Esas patentes y privilegios eran tambin concedidos a extranjeros; as los van Robais, de Middelburg, establecieron en 1665 una fbrica de telas en Abbeville.

    Colbert pudo vanagloriarse del xito de sus disposiciones, cuyo resultado vena a resumirse del modo siguiente:

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    La exclusin de los holandeses del trfico con las islas azucareras haba representado para Francia un beneficio anual de 4 millones de libras, y otro tanto la exportacin de paos y medias; la industria encajera de Venecia y de Gnova quedaba destruda, y su rendimiento, de 3 600 000 libras, pasaba a Francia, amn de otro milln que le valan sus espejos. Todos esos establecimientos dieron vida a numerossimas gentes y conservaron el dinero en el Reino (Forbonnais).

    Pese a tantos xitos iniciales contra la Inglaterra de la Restauracin, la economa francesa hubo de dejar el primer lugar a la inglesa bajo el reinado del mismo Luis XIV. Cules fueron las causas del fracaso?

    En primer trmino, los franceses no supieron incorporarse aquella libertad de espritu emprendedor que, en holandeses e ingleses, fu el fundamento de la potencia econmica. No sin razn se han comparado las reglamentaciones de Colbert con las medidas de Isabel y del primer Estuardo. Pero mientras en Inglaterra la revolucin condujo a la abolicin de los monopolios, en Francia fracasaron totalmente las demandas del tercer estado (1614 y 1648), encaminadas a conseguir la supresin de monopolios y privilegios, y la instauracin de la libertad profesional de las industrias hasta entonces emancipadas de la constitucin gremial. Frente a la gran industria, artificialmente cultivada, hubo de retroceder la pequea explotacin, particularmente la industria agrcola, que en Inglaterra formaba la base del sistema capitalista y que ms tarde, a mediados del siglo XVIII, abandonado ya el sistema de Colbert, contribuy esencialmente, bajo Gournay (1750-1770), a la prosperidad de Francia. El mismo Colbert calific de muletas, de expediente educativo, la proteccin que otorgaba a la industria nacional, proteccin que habra de cesar en el momento en que los industriales se hubieran emancipado. No obstante, en contradiccin con esta concepcin amplia, los reglamentos se convirtieron, bajo los sucesores de Colbert, en trabas burocrticas que obstaculizaban la libertad de movimientos. Mientras el gran ministro de Luis XIV haba procurado limitar el nmero de empleos, sus seguidores no cesaron de crear nuevas plazas en enorme proporcin. La creacin de la Curia en el siglo XIV haba sido una medida financiera. Cuando el Estado necesitaba dinero, creaba un nuevo cargo venal, dotado con emolumentos y derechos que perciba el funcionario una vez satisfecha al erario el importe del empleo adjudicado. El perjuicio ocasionado por esta institucin era

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    39 doble: en lugar de explotar independientemente una empresa, muchos preferan posesionarse de aquellos lucrativos puestos, mientras los gastos que su sostenimiento ocasionaba gravitaban sobre el comercio y el trfico.

    La represin de la libertad religiosa tuvo, para el espritu de empresa de los franceses, efectos peores an que el embotamiento fiscal de la constitucin industrial. Pareci como si con los herejes anduvieran aparejados el comercio y el bienestar, y precisamente fueron aquellos elementos, los hugonotes, los afectados por la con-versin forzosa y la revocacin dad edicto de Nantes de 1685. No es precisamente que la persecucin del protestantismo hubiese destruido la industria francesa, sino que, al llevar los rfugis sus manufacturas a Holanda, Inglaterra, Brandenburg y otros Estados alemanes, impulsaron la industria de esos pases a costa de la francesa, de la cual no slo les emanciparon, sino que los convirtieron en competidores de Francia en los mercados extranjeros, frustrando as el proyecto de Colbert de situar a los dems pulses bajo la hegemona econmica de su patria.

    Adems, la economa de trfico, tal como la conceba Colbert, presupona el mantenimiento del dominio del mar (3). Colbert cre una flota nacional que se hizo famosa en el Mediterrneo por los bombardeos de Argel y Gnova. Unicamente que Luis XIV desvi el centro de gravedad de sus empresas en conquistas territoriales que le enfrentaron con una coalicin de potencias, contra las cuales los recursos de Francia eran insuficientes.

    Como lo haban hecho Holanda e Inglaterra, tambin Francia procur enriquecerse a costa de Espaa; y como Francia estaba rodeada de territorios hispnicos y la debilidad del vecino germnico prometa pinges beneficios, Luis XIV se lanz vidamente contra la frontera oriental.

    Cierto que logr grandes xitos, puesto que se anexion una parte de los Pases Bajos espaoles, el Franco Condado y Estrasburgo, y que la guerra espaola de Sucesin llev a los Borbones al trono de Espaa; en la cuestin principal, empero, Luis XIV fracas por completo. La dominacin de Holanda le result tan poco ventajosa como la reunin del imperio colonial espaol con la potencia industrial francesa, reunin que no

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    40 dur ms all de un breve espacio durante la antedicha guerra de Sucesin. Segn la paz de Utrecht de 1713, Espaa no debera unirse nunca a Francia; el Pacto de Asiento, el productivo transporte de negros a la Amrica espaola, quedaba

    adjudicado a los ingleses, mientras pasaban a poder de Austria los ricos dominios hispanos de los Pases Bajos e Italia.

    Estas luchas motivaron el abandono de la propia expansin colonial. El plan de Leibniz de una expedicin a Egipto qued sin efecto, y la fIota creada por Colbert experiment una derrota decisiva frente a La Haya, en 1692. A pasar de todos los esfuerzos de Colbert, Luis XIV dej a Francia tan agotada y con tantas deudas como haba estado en otro tiempo. Al finalizar el siglo XVII la deuda del Estado francs se elevaba, segn Davenant, a 100.130.000 libras, mientras que la de Inglaterra no exceda de 17.552.544 libras y la de Holanda de 25.000.000.

    No faltaron ensayos, en el siglo XVIII, encaminados a restablecer el equilibrio en beneficio de Francia, habiendo sido uno de los principales el emprendido por el escocs Law, sucesor, en 1720 y por breve tiempo, de Colbert en el cargo de Intendente general de finanzas.

    Mientras Colbert haba visto en las aduanas la palanca principal para impulsar los fundamentos de la riqueza nacional, Law tuvo una idea ms amplia del comercio exterior. Cierto que tambin l procur atraerse, y lo logr durante un tiempo, a tcnicos ingleses, fundidores de caones y especialistas en construcciones navales, tejedores de lana y vidrieros, acudiendo para ello a la concesin de premios y privilegios. Con todo, la varita mgica que deba servirle para animar la circulacin interior era el crdito, con cuya organizacin habanle familiarizado sus estudios en Inglaterra, Holanda e Italia. En la corte de Turin, Law haba propuesto, en 1711, sus planes de la utilizacin en gran escala del crdito; una organizacin bancaria en la que se conceda especial atencin a la garanta en dinero efectivo. Pero, muerto ya Luis XIV y convertido Law bajo el Regente en el personaje mas influyente del poderoso reino de Francia, ms unificado cada da, crey poder jugar sin miramientos con el nuevo instrumento.

    Al igual que su compatriota Paterson, el fundador del Banco de Inglaterra, Law se

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    41 propona crear una nueva organizacin capitalista. Y del mismo modo que Paterson no tuvo xito con otra de sus fundaciones, la Compaa escocesa del Darin, as fracas tambin por completo la empresa de Law. El principal motivo del fracaso

    estuvo en la sobreestimacin mercantilista que hizo Law del proceso de circulacin y en el hecho de haber confundido el dinero con el capital.

    En un pas, un aumento de los medios de pago puede cooperar al impulso de las explotaciones. Law vi en aquella incrementacin un elemento principalsimo para el realce de la economa nacional. El milagro deban realizarlo no el oro y Ia plata, sino los billetes de emisin, billetes que deberan emitirse en la proporcin del importe de las acciones de su fundacin. En Escocia, Law haba propuesto la creacin de un Banco hipotecario. En su concepto, el suelo del pas posea un valor ms positivo que el oro y la plata, puesto que poda elevarse hasta lo infinito, mientras que aquellos metales se desvalorizaran a medida que aumentase su produccin. Deba prestarse sobre las tierras la cantidad equivalente a los dos tercios de su valor, y emitir, sobre el capital de la fundacin, billetes que vendran e ser lo que hoy nuestras cdulas hipotecarias. En Francia, Law edific su sistema sobre las acciones de la Compaia del Mississippi (5), las cuales deban representar tambin un valor ms slido que el oro y la plata, y que, en consecuencia, ofrecan, con sus billetes, el mejor elemento de circulacin. Aun suponiendo que ese raciocinio hubiese sido justo, nada autorizaba an a inferir que aquellos valores se prestaran de modo especial a constituir un medio general de circulacin. Aun siendo estimados como un buen recurso de inversin de capitales, su valor como medio de circulacin dependa de la demanda de medios de pago y de su eventual capacidad de realizacin, de su conversin en otras modalidades de capital, particularmente de capital numerario en metales nobles, tan apreciada tambin en el extranjero. Mientras no se emiti un nmero excesivo de billetes y los poseedores de ellos pudieron utilizarlos como medios de pago, todo march bien. Pero en cuanto hubo en circulacin un exceso de medios de pago, cada cual procur realizar los que posea. Los primeros pudieron hacerlo, pero cuando el movimiento se generaliz, vise que los valores destinados a servir de garanta no podan liquidarse con la rapidez necesaria. De igual manera ms tarde, durante la Revolucin, los asignados fueron tambin garantizados sobre los bienes nacionales procedentes de las expropiaciones de la Iglesia y de la nobleza fugitiva; pero quin iba a comprar, dada la inseguridad poltica del momento? Quin poda adquirir tantas tierras? Los bienes debieron ser cedidos a un precio inferior a su valor, y con todo, su venta se realiz con gran lentitud. Cunto

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    42 ms las acciones de la Compaa del Mississippi! Sumamente buscadas durante un tiempo, porque de su posesin dependa la adquisicin de acciones de otras empresas, una terrible bancarrota sucedi al alza artificial de aquel modo provocada.

    Al lado del escocs Law puede colocarse a Iren Carey como inflacionista, como multiplicador de los medios de pago sin consideracin a su seguridad. Como el segundo en Amrica en el siglo XIX, as el primero en Francia obr animado por el deseo de quebrantar la potencia capitalista inglesa por medio de la estimulacin de la economa adversaria. Y, en realidad, en Londres preocuparon seriamente los proyectos de Law (6).

    Law se brind a hacerse cargo de la Deuda pblica de Francia. Seductora proposicin! Tan pesada carga deba transformarse incluso en palanca impulsora de la economa nacional al ser convertida en medio de circulacin. En lugar de rentistas ociosos iban a aparecer accionistas de una poderossima empresa que abarcara todo el comercio francs. Law supo convencer al Regente de la bondad de sus proyectos.

    En 1716 el financiero escocs fund un Banco que emita billetes y descontaba giros y, al ao siguiente, cre la Compagnie d'Occident, a la cual se le confiri el derecho exclusivo al comercio de Luisiana. En 4 de diciembre de 1718 aquel establecimiento bancario fu convertido en Banco del Estado. El fondo del proyecto de Law, sin embargo, no era la simplificacin del movimiento de pagos por medio de un Banco central, cuyas ventajas haba explicado el escocs a los franceses, ni tampoco la colonizacin de la Luisiana, a la cual se entreg Law con gran celo, atrayendo a emigrantes o haciendo deportar a gentes, persiguiendo la adquisicin de metales preciosos y procurando, aunque en vano, traspasar a Francia el comercio con las colonias espaolas; ms que en todo eso, pensaba en la utilizacin del agio en una empresa que a todo el mundo fascinaba, con el fin de facilitar el crdito del Estado.

    Nadie como Law ha sabido hacer subir el cambio de sus valores mediante negocios con prima, supeditacin de toda nueva emisin de acciones a los derechos adquisitivos de los antiguos accionistas y reducidos reintegros al lanzar emisiones nuevas.

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    43 Los billetes de Estado no valan ms que el 30% cuando Law les otorg el derecho de ser recibidos por la totalidad de su valor nominal en los pagos destinados a

    constituir el capital de la Compaa y del Banco. Con todo, el curso de su propio papel apenas lleg a la par, hasta que, en 1719, Law consigui incorporar a su Compaa las empresas financieras ms importantes de Francia. En junio del citado ao las Compaas de las Indias Orientales y de China se fusionaron con la suya, bajo el nombre de Compaa de las Indias, y en julio fule traspasado el arriendo de la moneda. En consecuencia, a las 200.000 acciones de la Compaa vinieron a sumarse, en 20 de junio de 1719, otras 50.000 nuevas para indemnizacin de las antiguas Sociedades coloniales, y en 27 de julio otras 50.000 en pago de la concesin del arriendo de la moneda. Dise el nombre de filles a las acciones de la primera nueva emisin, porque para adquirir una de ellas era preciso presentar cuatro de las antiguas, o mres. Las de la segunda nueva emisin denominronse petites-filles, debido a que no pedan ser adquiridas sin poseer cuatro de las viejas y una de la emisin anterior. Eso determin un cambio de 110 para las primeras y de 200 % para las segundas.

    El sistema de Law lleg a su cspide cuando el financiero hubo conseguido, no sin la oposicin do otros concurrentes, hacer adjudicar a la Compaa el arriendo general de los impuestos, a la par que se haca cargo del pago de los rditos de la Deuda nacional. En agosto de 1719 la expectacin de este negocio haba hecho subir las acciones de la Compaa al dcuplo de su valor nominal. En septiembre y octubre, Law pudo colocar a dicho cambio las 300.000 acciones necesarias para entrar en posesin del arriendo general. De estas acciones exigise solamente el pago inmediato del 10%, es decir, 500 libras; de ah que se las llamara cinq cents. Una vez en marcha, la mquina hizo subir las acciones, en diciembre, hasta 20.000 libras, es decir, hasta cuarenta veces su valor nominal. Por consiguiente, los que haban comprado en la primera emisin de acciones pagando con papel del Estado al 30%, obtuvieron un beneficio equivalente a 120 veces su aportacin. Nada tiene, pues, de sorprendente que todas las clases sociales se sintieran dominadas por la fiebre de la especulacin, y que en la rue Quincampoix pudieran presenciarse las escenas de loco frenes que ms adelante iban a verse en Londres, en la South Sea Bubbles Change Alley.

    La renta correspondiente a tan elevados cambios difcilmente poda extraerse de la administracin del impuesto y de los beneficios comerciales y de arriendo de la moneda

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    44 con que contaba la Compaa; y aun cuando Law, en diciembre de 1719, decidi el reparto de un dividendo del 40%, el rentista que haba comprado a un cambio elevado se encontr con que su capital le produca un inters menos que mediano. No

    habiendo ya ms emisiones en expectativa, las gentes empezaron a realizar. Los mississippienses compraron terrenos y desplegaron un lujo inusitado, los precios subieron y el cambio de las acciones comenz a vacilar.

    A fin de evitar la cada de las acciones, Law, en 23 de febrero de 1720, fusion el Banco y la Compaa; en 5 de marzo fij el curso de las acciones en 9.000 libras, es decir, en 18 veces su valor nominal, y declar que en todo momento aquel papel poda ser cambiado por billetes. Con ello proponase Law convertir las acciones en dinero. Al mismo tiempo el metal noble deba ser rebajado a la categora de moneda de velln. Ya en 21 de diciembre de 1719 la plata haba sido autorizada nicamente para pagos de hasta 10 libras, y para pagos de hasta 300 el oro; en 27 de febrero de 1720 qued prohibido el pago en metlico de cantidades superiores a 100 libras; nadie poda guardar en su casa ms de 500 libras en moneda efectiva. Por otra parte, los repetidos cambios de tarifacin y la desvalorizacin del dinero determinaron en los poseedores el afn de desprenderse de l, cambindolo contra billetes que, al parecer, tenan mayor estabilidad.

    Tanto los poseedores de dinero como los propietarios de acciones se apresuraron a trocar en billetes sus existencias, hasta el extremo de que, en el mes de mayo, se haba desembolsado en billetes un valor de 2 1/2 miliardos de libras. Su acumulacin gravitaba sobre su valor, circunstancia que movi a Law, en 21 de mayo de 1720, a reducir el cambio de los billetes a la mitad, fijando el de las acciones en 500 libras, es decir, el dcuplo de su valor nominal solamente, el curso de emisin de los cinq cents.

    Con razn vise en este edicto un abuso de confianza, principio de una crisis, la cual se tradujo en un pnico que no logr detener la revocacin de aquella disposicin promulgada en 27 de mayo. El mismo Law quera que ese descenso del cambio del billete no se considerase ms quo como una tarifacin modificativa de las monedas de

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    45 oro y plata, modificacin que habra sido justificada por el estado de la circulacin. As como los medies de circulacin pertenecan al rey en virtud de su derecho a la acuacin de la moneda, as poda tambin el soberano determinar sus valores

    recprocos. Pero precisamente esta facultad de estabilizar a capricho, sin tener en cuenta para nada las condiciones del mercado y la opinin del mundo de los negocios, hizo perder toda confianza en el Gobierno, el cual, del mismo modo que haba forzado por todos los medios la coyuntura de alza, haca ahora todo lo posible para agudizar la bancarrota. Los beneficios de los mississippienses fueron declarados ilegtimos y castigados, y los billetes revocados.

    Billetes y acciones fueron convertidos nuevamente en valores a crdito fijo; los atrevidos accionistas volvieron a ser rentistas; la deuda flotante del Estado trocse de nuevo en deuda perpetua, aunque, como se comprende, con grandes cercenamientos, que debieron soportar, no slo los antiguos rentistas, sinoy principalmenteel mundo de los negocios, cuyo capital de circulacin en billetes qued transformado sbitamente en renta ruinosa. En vano los comerciantes extranjeros protestaron por boca de sus gobiernos; la liquidacin del papel de Law fu una verdadera bancarrota.

    La asociacin de las formas capitalistas de la economa con la omnipotencia del absolutismo, asociacin de la cual tan grandes cosas haba esperado Law, haba resultado fatal por causa de la voluntad caprichosa del monarca. El brusco cambio en las condiciones de fortuna determinado por el sistema, conmovi la posicin de los antiguos privilegiados. La constitucin democrtica qua Law di a su Compaa, en contraposicin a la de sus modelos holandeses, la igualdad de los accionistas, contribuy a preparar la igualdad poltica de la Revolucin.

    Es curioso que escritores tan destacados como James Steuart y Bsch no reconocieran el error de Law. Ambos creyeron que si se hubiese dejado circular tranquilamente todo el cmulo de billetes, las cosas se hubieran mantenido en regla. Pasaron por alto la desvalorizacin. As, el sistema de Law pudo resucitar, ms tarde, en la economa de los asignados. Mientras el empleo moderado del recurso de la emisin de billetes no cubiertos con numerario haca del Banco de Inglaterra la mdula de la potencia econmica y financiera del pas en su lucha contra la Revolucin francesa y Napolen, el Banco de Francia no pudo prestar el mismo servicio a su nacin hasta 1870.

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    La guerra de los Siete Aos cost a Francia la prdida del Canad; adems, hubo de retirarse ante los ingleses en las Indias Orientales. En 1770 disolvise la Compaa francesa de las Indias Orientales. En compensacin, la supresin de los privilegios de la Compaa de las Indias Occidentales (1734), la autorizacin de un cierto trfico de los neutrales con las colonias (1784), fueron la causa del florecimiento de las Antillas francesas en el siglo XVIII. Su produccin anual elevse a la suma de 170 millones de francos, correspondiendo los primeros lugares al azcar y al caf, siguiendo despus el algodn, el cacao, el jengibre y el ndigo. Pero la industria francesa recibi tambin un gran impulso entre 1750 y 1770, gracias a la gran libertad que le otorgaron Gournay y sus discpulos; impulso solamente comparable, segn Martin, al que recibi en los aos 1850 a 1870. Las viejas disposiciones sobre fabricacin cayeron en desuso, mientras que, a partir de 1749, encontramos medidas contra las organizaciones de trabajadores, favorecidas por los cambios de residencia de los obreros, pero divididas en diversas asociaciones secretas. Para comprender cmo logr Francia convertirse en pas de exportacin industrial, bastar con decir que, segn clculos de Necker, de 300 millones de libras a que ascenda la exportacin francesa, la mitad corresponda a artculos manufacturados de la industria textil y 40 millones a vinos y licores, mientras qua la cifra de importacin, equivalente a 230 millones, contena 26 millones en lana bruta, 30 en seda bruta, y solamente 40 millones en artculos fabricados.

    Al lado de los ricos comerciantes y fabricantes, los arrendadores de impuestos y los compradores de empleos formaban la aristocracia financiera, ante la cual, ya en el siglo XVIII, la vieja nobleza se eclipsaba.

    Las turbulencias subsiguientes a la Revolucin arrebataron a Francia sus ricas posesiones coloniales, dando en este punto la hegemona a Inglaterra. Todava Napolen intent quebrar el podero ingls combatiendo, de acuerdo con las ideas de Colbert, la importacin britnica por medio de aranceles y prohibiciones, y dirigiendo sus ataques, en concordancia con los planes de Law, contra el crdito del Banco de Inglaterra.

    El mercantilismo francs lleg a su punto culminante el da en que la Revolucin y

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    47 Napolen hubieron dado mayor fuerza a la potencia militar de Luis XIV. En 1791, con la supresin de las aduanas interiores, Francia qued convertida en una regin econmica unificada. Las victorias de las armas francesas abrieron a las mercancas

    nacionales los mercados de los pases continentales dominados, sin compensacin por parte de Francia, quo fracas nicamente en la lucha contra Inglaterra. En vano el Directorio prohibi en 1796 la entrada de los productos britnicos; en vano decret Napolen en 1805 el bloqueo continental. En 1805 Nelson obtuvo, frente a Trafalgar, una victoria decisiva. El dominio de los mares confirm a Inglaterra el monopolio del comercio colonial. Y del mismo modo que fall la exageracin de la interdiccin mercantilista, as tambin la mengua de la fuerza adquisitiva de las regiones sometidas condujo, en 1811, a una crisis de la industria francesa, perjudicada en sus mercados de salida. Ya antes del derrumbamiento poltico manifestse la derrota econmica de Francia.

    (1) G. K. HECHT, Colberts politische und volkswirtschaflische Grundanschauungen. Volkswirtsch. Abh. d. bad. Hochschulen I, 2. Friburgo, 1898.

    (2) SAVARY, Dictionnaire du Commerce, 1743 y ss.

    (3) Cfr. Edicto de 1664: afin d'exciter par ce moyen tous nos sujets des Provinces Maritimes d'entreprendre des voyages de long cours, et ceux des autres Provinces y prendre intrt. Donn la meilleure parte de nos soins au rtablissment de la Navigation et du Commerce au dehors comme tant le seul moyen d'attirer cette abondance, dont nous souhaitons si ardemment que nos Peuples jouissent. FORBONNAIS, I, pgs. 345, 337.

    (4) H. GRAVIER, La colonis