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49 LA NOVELA DE LA SEMANA LIBROS MORAL E l sacerdote escolapio Eduardo Bonnín Barceló celebró su 50 aniversario ministerial con la publicación de su más reciente libro de mo- ral y ética cristiana La ley perfec- ta de la libertad donde, a partir de los versículos de la Carta de Santiago “El que fija la atención en la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será di- chosa a practicarla” provoca una crítica a los diferentes mo- delos de cultura contemporánea que privilegian la corrupción como estilo de vida y ofrece en contraste, bajo conceptos de la teología moral y la doctrina so- cial, los caminos para propiciar un encuentro verdadero con el hombre nuevo. Bonnín es mordaz con la co- rrupción, la llama por su nombre y la desvela en sus diferentes presentaciones con las que se ha enclavado en la sociedad mo- derna: “desde la clásica mor- dida al más alto nivel o al más bajo nivel, hasta la corrupción de funcionarios que continúan manipulando las elecciones, del comerciante que tiene kilos de 900 gramos o del estudiante que hace sus pininos de corrup- to al copiar en los exámenes. Corrupto es el que vive en la mentira en lugar de confesar la verdad en el amor”. En su travesía por las dimensiones morales con las que constante- mente convive el ser humano, el teólogo moralista nos com- parte la lámpara de aceite de la Palabra y el magisterio para iluminar los conceptos entur- biados por las conformidades sociales, respecto a valor de la vida, de la dignidad humana, de la libertad, la autoridad y la conciencia. Más allá de lo correcto o lo incorrecto, del deber ser y lo que es, Bonnín Barceló abre una puerta a una casona llena de te- larañas donde la culpa en forma de ‘pecatología’ no permite vivir en plenitud de libertad y gozo a los fieles de ciertas doctrinas religiosas, incluso desde el ca- tolicismo: “Han convertido la moral cristiana en una ciencia de los pecados, y no se han en- terado de que la moral cristiana debe ser la ciencia del amor”. La libertad, comprendida como don, como regalo y no como imposición inalterable, es el fundamento desde el cual, el hombre puede restablecer su re- conciliación con su semejante y la propia creación; pero Bonnín va más allá: “esta reconciliación lleva consigo una exigencia de justicia en todos los campos, incluido el social, el político y el económico”. Una obra que no permite la indiferencia pues como alerta el autor: “ser cristiano trae una serie de consecuencias”. FMG La libertad y la corrupción NOTARTE LA LEY PERFECTA DE LA LIBERTAD Eduardo Bonnín Barceló Sch. P. Buena Prensa México, 2012 · 118 pp. D esde hace unas sema- nas y hasta el 4 de ju- nio se “cocinarán” Ravioles negros en el Teatro El Grane- ro, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque. Original del dramaturgo Alberto Villarreal, Ravioles negros es un intenso monó- logo que, en palabras del autor, pretende “recobrar la estética beckettiana, es decir, el poder de la palabra, que es sumamente breve con un enorme significado y provocación.” Aludiendo un poco a la ancestral, casi mágica, primigenia palabra creadora que dio origen al universo, esta puesta en es- cena pretende materializar emociones y memoria de su protagonista. A través de un montaje experimental, que incluye el performance y el body art, el autor nos muestra el cuerpo como objeto, alejado del sentido de despojo de la dignidad, cercano a la visión estética de convertirlo en lienzo en el que barro, agua y tinta se conjugan para convertirlo en el reflejo de una transforma- ción interior. El protagonista, encarnado por el actor Mario Balan- dra, literalmente se forja, se reconstruye, se renueva en una especie de rito iniciá- tico que, emula la creación del primer hombre sobre la tierra. Después de moldear el barro, agregarle un poco de tinta la pieza está lista para llevarla al horno. Moldeados a partir las cir- cunstancias, todos llevamos en la piel negras palabras inscritas que han determi- nado lo que somos ahora. IRIDIANA ISLAS Pasta al dente EL CUERPO HUMANO Paolo Giordano Salamandra Barcelona, 2013 352 pp. P aolo Giordano (Turín, 1982), físico teórico, tuvo esa ilumi- nación de las primeras novelas rotundas, profundas y exitosas: La soledad de los números primos (2008), que le ha decantado, siete millones de ejemplares median- te, como novelista. De aquellos personajes marginales y tiernos, Giordano da una vuelta de tuerca con una novela agreste sobre la guerra, el poder y la violencia. El cuerpo humano es una obra coral en la que la guerra de Afganistán transforma la vida y, por supues- to, el cuerpo de doce personajes condenados a no volver a ser los mismos. Paralelamente, centrado en el protagonismo del teniente Egitto, es un testimonio de dolor y madurez –de soledad, también– en el que Giordano parece que ha querido preguntarse si es novelis- ta. La respuesta ya sabemos que es sí. Su paso por la base de Fob Ike para escribir un reportaje pe- riodístico sobre las tropas italianas acabó resultando una novela (y una segunda visita) en la que la pregunta es aparentemente sim- ple: ¿quiénes son los verdaderos héroes y los verdaderos hombres? JUAN CARLOS RODRÍGUEZ

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LA NOVELADE LA SEMANA

LIBROS MORAL

El sacerdote escolapio Eduardo Bonnín Barceló celebró su 50 aniversario

ministerial con la publicación de su más reciente libro de mo-ral y ética cristiana La ley perfec-ta de la libertad donde, a partir de los versículos de la Carta de Santiago “El que fi ja la atención en la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será di-chosa a practicarla” provoca una crítica a los diferentes mo-delos de cultura contemporánea que privilegian la corrupción como estilo de vida y ofrece en contraste, bajo conceptos de la teología moral y la doctrina so-cial, los caminos para propiciar un encuentro verdadero con el hombre nuevo.

Bonnín es mordaz con la co-rrupción, la llama por su nombre y la desvela en sus diferentes presentaciones con las que se ha enclavado en la sociedad mo-derna: “desde la clásica mor-dida al más alto nivel o al más bajo nivel, hasta la corrupción de funcionarios que continúan manipulando las elecciones, del comerciante que tiene kilos de 900 gramos o del estudiante que hace sus pininos de corrup-to al copiar en los exámenes. Corrupto es el que vive en la mentira en lugar de confesar la verdad en el amor”. En su travesía por las dimensiones

morales con las que constante-mente convive el ser humano, el teólogo moralista nos com-parte la lámpara de aceite de la Palabra y el magisterio para iluminar los conceptos entur-biados por las conformidades sociales, respecto a valor de la vida, de la dignidad humana,

de la libertad, la autoridad y la conciencia.

Más allá de lo correcto o lo incorrecto, del deber ser y lo que es, Bonnín Barceló abre una puerta a una casona llena de te-larañas donde la culpa en forma de ‘pecatología’ no permite vivir en plenitud de libertad y gozo a los fi eles de ciertas doctrinas religiosas, incluso desde el ca-tolicismo: “Han convertido la moral cristiana en una ciencia de los pecados, y no se han en-terado de que la moral cristiana debe ser la ciencia del amor”.

La libertad, comprendida como don, como regalo y no como imposición inalterable, es el fundamento desde el cual, el hombre puede restablecer su re-conciliación con su semejante y la propia creación; pero Bonnín va más allá: “esta reconciliación lleva consigo una exigencia de justicia en todos los campos, incluido el social, el político y el económico”.

Una obra que no permite la indiferencia pues como alerta el autor: “ser cristiano trae una serie de consecuencias”.

FMG

La libertad y la corrupción

NOTARTE

LA LEY PERFECTA DE LA LIBERTADEduardo Bonnín Barceló Sch. P.Buena PrensaMéxico, 2012 · 118 pp.

Desde hace unas sema-nas y hasta el 4 de ju-

nio se “cocinarán” Ravioles negros en el Teatro El Grane-ro, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.Original del dramaturgo Alberto Villarreal, Ravioles negros es un intenso monó-logo que, en palabras del autor, pretende “recobrar

la estética beckettiana, es decir, el poder de la palabra, que es sumamente breve con un enorme signifi cado y provocación.” Aludiendo un poco a la ancestral, casi mágica, primigenia palabra creadora que dio origen al universo, esta puesta en es-cena pretende materializar emociones y memoria de su

protagonista. A través de un montaje experimental, que incluye el performance y el body art, el autor nos muestra el cuerpo como objeto, alejado del sentido de despojo de la dignidad, cercano a la visión estética de convertirlo en lienzo en el que barro, agua y tinta se conjugan para convertirlo en

el refl ejo de una transforma-ción interior. El protagonista, encarnado por el actor Mario Balan-dra, literalmente se forja, se reconstruye, se renueva en una especie de rito iniciá-tico que, emula la creación

del primer hombre sobre la tierra. Después de moldear el barro, agregarle un poco de tinta la pieza está lista para llevarla al horno. Moldeados a partir las cir-cunstancias, todos llevamos en la piel negras palabras inscritas que han determi-nado lo que somos ahora.

IRIDIANA ISLAS

Pasta al dente

EL CUERPO HUMANOPaolo GiordanoSalamandraBarcelona, 2013352 pp.

Paolo Giordano (Turín, 1982), físico teórico, tuvo esa ilumi-

nación de las primeras novelas rotundas, profundas y exitosas: La soledad de los números primos (2008), que le ha decantado, siete millones de ejemplares median-te, como novelista. De aquellos personajes marginales y tiernos, Giordano da una vuelta de tuerca con una novela agreste sobre la guerra, el poder y la violencia. El cuerpo humano es una obra coral en la que la guerra de Afganistán transforma la vida y, por supues-to, el cuerpo de doce personajes condenados a no volver a ser los mismos. Paralelamente, centrado en el protagonismo del teniente Egitto, es un testimonio de dolor y madurez –de soledad, también– en el que Giordano parece que ha querido preguntarse si es novelis-ta. La respuesta ya sabemos que es sí. Su paso por la base de Fob Ike para escribir un reportaje pe-riodístico sobre las tropas italianas acabó resultando una novela (y una segunda visita) en la que la pregunta es aparentemente sim-ple: ¿quiénes son los verdaderos héroes y los verdaderos hombres?

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ

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