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Carlos Castillo Peraza “Corre el riesgo y confía” Redacción En la misiva, escrita el 8 de mayo de 1996, le aconseja dominar su temperamento y le dice cómo armar su equipo Ocho párrafos le bastaron al ex líder del PAN, Carlos Castillo Peraza, para diagnosticar y recetar el remedio a las frustraciones que sentía Felipe Calderón Hinojosa en mayo de 1996, dos meses después de haber asumido la presidencia del partido. “Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra”, escribió quien es considerado el mentor político del actual Presidente de la República. “Si te dejas llevar por ése, entonces no te asustes de no confiar ni con tu sombra: ella misma se dará cuenta que es sombra, pero que no es tuya; será sombra para sí, no contigo, no tuya”, sentencia. La misiva, divulgada ayer por la revista Etcétera (vea la versión íntegra), fue escrita el 8 de mayo de 1996, cuando el hoy extinto dirigente panista había cedido el timón de Acción Nacional a su ahijado político. Castillo Peraza inicia su auscultación tomando como referencia dos lamentos del propio Calderón. “Me preocupó sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra más reciente conversación en tu oficina provisional. La primera fue: ‘Si no me meto, no me hacen caso’; la segunda: ‘No he encontrado mi alter ego’”. Según el político yucateco, el origen de ese problema está en el recelo con el que actuaba Calderón. “Nadie se sentirá tu ‘otro yo’ si le revisas todo, si le sospechas todo, si le desconfías, si acabas haciendo las cosas tú. Así nunca encontrarás todos los alter ego que hoy necesita un presidente del PAN. “Y te ahogará el trabajo. Y sabrás todo, pero no presidirás. Y tendrás a tu gente en el temor, en la disciplina, pero no en el entusiasmo ni en la creatividad. Y tendrás que en todo para que te hagan caso, porque tú no le haces caso a tus subalternos, y ellos saben que no cuentan, que tienen que esperar a que tú decidas, que les vas a cambiar las órdenes sobre la marcha, que no los consideras responsables.” La carta fue redactada días después de que Castillo Peraza terminara su gestión al frente del panismo y horas antes de viajar a Alemania, donde permaneció 22 días en compañía de su hijo mayor. Calderón, por su parte, llevaba dos meses de haber ganado las elecciones internas, tras imponerse a Ernesto Ruffo Appel (159 papeletas contra 107) y convertirse en el presidente de Acción Nacional más joven de la historia, con apenas 33 años. Según Castillo Peraza, para que un líder se rodee de los mejores colaboradores, “el subalterno debe saber que el jefe depende totalmente de él porque lo considera capaz de hacer las cosas bien, tal como el jefe mismo las

liderazgo Carta a Felipe

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Puntos para ser un buen líder

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Carlos Castillo Peraza Corre el riesgo y confaRedaccinEn la misiva, escrita el 8 de mayo de 1996, le aconseja dominar su temperamento y le dice cmo armar su equipoOcho prrafos le bastaron al ex lder del PAN, Carlos Castillo Peraza, para diagnosticar y recetar el remedio a las frustraciones que senta Felipe Caldern Hinojosa en mayo de 1996, dos meses despus de haber asumido la presidencia del partido.Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra, escribi quien es considerado el mentor poltico del actual Presidente de la Repblica. Si te dejas llevar por se, entonces no te asustes de no confiar ni con tu sombra: ella misma se dar cuenta que es sombra, pero que no es tuya; ser sombra para s, no contigo, no tuya, sentencia.La misiva, divulgada ayer por la revista Etctera (vea la versin ntegra), fue escrita el 8 de mayo de 1996, cuando el hoy extinto dirigente panista haba cedido el timn de Accin Nacional a su ahijado poltico.Castillo Peraza inicia su auscultacin tomando como referencia dos lamentos del propio Caldern. Me preocup sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra ms reciente conversacin en tu oficina provisional. La primera fue: Si no me meto, no me hacen caso; la segunda: No he encontrado mi alter ego.Segn el poltico yucateco, el origen de ese problema est en el recelo con el que actuaba Caldern. Nadie se sentir tu otro yo si le revisas todo, si le sospechas todo, si le desconfas, si acabas haciendo las cosas t. As nunca encontrars todos los alter ego que hoy necesita un presidente del PAN. Y te ahogar el trabajo. Y sabrs todo, pero no presidirs. Y tendrs a tu gente en el temor, en la disciplina, pero no en el entusiasmo ni en la creatividad. Y tendrs que en todo para que te hagan caso, porque t no le haces caso a tus subalternos, y ellos saben que no cuentan, que tienen que esperar a que t decidas, que les vas a cambiar las rdenes sobre la marcha, que no los consideras responsables.La carta fue redactada das despus de que Castillo Peraza terminara su gestin al frente del panismo y horas antes de viajar a Alemania, donde permaneci 22 das en compaa de su hijo mayor. Caldern, por su parte, llevaba dos meses de haber ganado las elecciones internas, tras imponerse a Ernesto Ruffo Appel (159 papeletas contra 107) y convertirse en el presidente de Accin Nacional ms joven de la historia, con apenas 33 aos.Segn Castillo Peraza, para que un lder se rodee de los mejores colaboradores, el subalterno debe saber que el jefe depende totalmente de l porque lo considera capaz de hacer las cosas bien, tal como el jefe mismo las hara. Debe saber que el jefe pone en sus manos su nombre, su fama, su prestigio, su capacidad e incluso su liderazgo.Debe sentir contina que lo que l hace lo est haciendo el jefe, y que el jefe responder si se equivoca. Debe sentir que en lo que su jefe le encomienda el jefe es l, esto es, el alter de ese ego. Pero esto implica que el jefe jefe deje su ego en ese alter. Y que lo deje en serio: en lo que se le encarga, el alter tiene que estar seguro de que l es el perro de adelante; y que el jefe no se pondr ni ni antes ni al lado de l, sino detrs; que el jefe lo seguir en lo que le puso en las manos; que leer lo que le encomend escribirle; que se sentar donde decida el alter al que le encomen disear el presidium; que slo cuando el subalterno le diga que esto debe resolverlo usted debe tomar el asunto en sus manos de jefe.Antes de despedirse y pedir perdn por la intromisin, Castillo Peraza lanza una ltima recomendacin al joven e inseguro lder del PAN: Diles que quieres y para cundo. No les digas ni te metas en el cmo y confa; corre el riesgo de confiar.Ocho prrafos le bastaron al ex lder del PAN, Carlos Castillo Peraza, para diagnosticar y recetar el remedio a las frustraciones que senta Felipe Caldern Hinojosa en mayo de 1996, dos meses despus de haber asumido la presidencia del partido.Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra, escribi quien es considerado el mentor poltico del actual Presidente de la Repblica. Si te dejas llevar por se, entonces no te asustes de no contar ni con tu sombra: ella misma se dar cuenta que es sombra, pero que no es tuya; ser sombra para s, no contigo, no tuya, sentencia.La misiva, divulgada ayer por el sitio web de la revista Etctera (www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=827), fue escrita cuando el hoy extinto dirigente panista haba cedido el timn de Accin Nacional justamente a su ahijado poltico.Esta es la versin ntegra:Mxico, D.F., 8 de mayo de 1996Querido Felipe:Para m es mucho ms sencillo expresarme por escrito. Por eso lo har as, poco antes de ausentarme por unos 22 das, lo que nos dar al uno y al otro tiempo para pensar en lo escrito y en lo -espero- ledo.Me preocup sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra ms reciente conversacin en tu oficina provisional. La primera fue: Si no me meto, no me hacen caso; la segunda: No he encontrado mi alter ego.Creo que las realidades que expresan esas dos frases tuyas estn emparentadas. Tratar de explicarme, comenzando por la segunda.Por qu no encuentra un jefe a ese alter ego? Creo que porque para que haya un otro yo, varios otro yo el jefe debe hacerle saber y sentir a sus subalternos que, en efecto, son yo, es decir, darles toda su confianza. El subalterno debe saber que el jefe depende totalmente de l porque lo considera capaz de hacer las cosas bien, tal como el jefe mismo las hara. Debe saber que el jefe pone en sus manos su nombre, su fama, su prestigio, su capacidad e incluso su liderazgo. Debe sentir que lo que l hace lo est haciendo el jefe, y que el jefe responder por l si se equivoca. Debe sentir que en lo que su jefe le encomienda el jefe es l, esto es, el alter de ese ego. Pero esto implica que el jefe deje su ego en ese alter. Y que lo deje en serio: en lo que se le encarga, el alter tiene que estar seguro de que l es el perro de adelante; y que el jefe no se pondr ni antes ni al lado de l, sino detrs; que el jefe lo seguir en lo que le puso en las manos; que leer lo que le encomend escribirle; que se sentar donde decida el alter al que le encomend disear el presidium; que slo cuando el subalterno le diga que esto debe resolverlo usted, debe tomar el asunto en sus manos de jefe, etc.Nadie se sentir tu otro yo si le revisas todo, si le sospechas todo, si le desconfas, si acabas haciendo las cosas t. As nunca encontrars todos los alter ego que hoy necesita un presidente del PAN. Y te ahogar el trabajo. Y sabrs todo, pero no presidirs. Y tendrs a tu gente en el temor, en la disciplina pero no en el entusiasmo ni en la creatividad. Y... tendrs que meterte en todo para que te hagan caso, porque t no les haces caso a tus subalternos, y ellos saben que no cuentan, que tienen que esperar a que t decidas, que les vas a cambiar las rdenes sobre la marcha, que no los consideras responsables.Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra. Si te dejas llevar por se, entonces no te asustes de no contar ni con tu sombra: ella misma se dar cuenta que es sombra, pero que no es tuya; ser sombra para s, no contigo, no tuya. Dile al perro de adelante de cada uno de los trineos de tu flotilla que l es el nico que ve un horizonte distinto. T tendrs as la mirada de todos los horizontes; no tendrs que verles las patas a todos, ni las correas a todos: sers el Can Mayor, viga de todos los horizontes y patrn de todos los trineos. Presidirs: estars sentado arriba. Desde all, vigila y exige con suavidad; carga sobre ti los errores de ellos. Acertars con ellos. El riesgo es que todas las fallas se te carguen a ti. La oportunidad es que los aciertos sern todos tuyos. Pero con este proceder, logrars que tus subalternos sern tuyos contigo: no envidiarn tus medallas porque las sabrn de ellos; no te cargarn sus tropiezos porque los sabrn suyos. Sern uno. Crecer el partido con el crecimiento de sus dirigentes. Sers su lder, la cabeza del cuerpo que sabrn y sentirn suyo; te sabrn su cabeza. Y esto es importante porque nadie te niega que eres cabeza y que tienes cabeza. Yo menos que nadie.Diles qu quieres y para cundo. No les digas ni te metas en el cmo y confa; corre el riesgo de confiar. Puedes hacerlo, porque en torno de ti no hay gente de mala voluntad y tampoco retrasados mentales. Slo personas que tienen derecho a la oportunidad de ser ellas, de pensar por s mismas, de correr el riesgo de equivocarse, de agradecer la oportunidad de acertar. Estoy seguro de que acertarn ms veces de lo que imaginas. A los hijos dice un refrn japons hay que darles slo dos cosas: races y alas. Gibrn aade: Nuestros hijos son flechas, nosotros somos arqueros. Nuestra responsabilidad es darles la tensin de la buena madera y la buena cuerda y el buen msculo, no hacerles el vuelo.Perdona la intromisin. Un abrazo. Me voy con mi hijo mayor a Alemania. Voy a darle la ltima entrega de races, antes de que parta a volar con sus alas en octubre, cuando cumplir dieciocho aos. Espero tensar bien la cuerda por vez postrera, antes de soltarla para que parta esa amada flecha, ya sola en pos de su propia trayectoria y en busca de su propio blanco.Hasta pronto, JefeCarlos Castillo PerazaEn la misiva, escrita el 8 de mayo de 1996, le aconseja dominar su temperamento y le dice cmo armar su equipoOcho prrafos le bastaron al ex lder del PAN, Carlos Castillo Peraza, para diagnosticar y recetar el remedio a las frustraciones que senta Felipe Caldern Hinojosa en mayo de 1996, dos meses despus de haber asumido la presidencia del partido.Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra, escribi quien es considerado el mentor poltico del actual Presidente de la Repblica. Si te dejas llevar por se, entonces no te asustes de no confiar ni con tu sombra: ella misma se dar cuenta que es sombra, pero que no es tuya; ser sombra para s, no contigo, no tuya, sentencia.La misiva, divulgada ayer por la revista Etctera (vea la versin ntegra), fue escrita el 8 de mayo de 1996, cuando el hoy extinto dirigente panista haba cedido el timn de Accin Nacional a su ahijado poltico.Castillo Peraza inicia su auscultacin tomando como referencia dos lamentos del propio Caldern. Me preocup sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra ms reciente conversacin en tu oficina provisional. La primera fue: Si no me meto, no me hacen caso; la segunda: No he encontrado mi alter ego.Segn el poltico yucateco, el origen de ese problema est en el recelo con el que actuaba Caldern. Nadie se sentir tu otro yo si le revisas todo, si le sospechas todo, si le desconfas, si acabas haciendo las cosas t. As nunca encontrars todos los alter ego que hoy necesita un presidente del PAN. Y te ahogar el trabajo. Y sabrs todo, pero no presidirs. Y tendrs a tu gente en el temor, en la disciplina, pero no en el entusiasmo ni en la creatividad. Y tendrs que en todo para que te hagan caso, porque t no le haces caso a tus subalternos, y ellos saben que no cuentan, que tienen que esperar a que t decidas, que les vas a cambiar las rdenes sobre la marcha, que no los consideras responsables.La carta fue redactada das despus de que Castillo Peraza terminara su gestin al frente del panismo y horas antes de viajar a Alemania, donde permaneci 22 das en compaa de su hijo mayor. Caldern, por su parte, llevaba dos meses de haber ganado las elecciones internas, tras imponerse a Ernesto Ruffo Appel (159 papeletas contra 107) y convertirse en el presidente de Accin Nacional ms joven de la historia, con apenas 33 aos.Segn Castillo Peraza, para que un lder se rodee de los mejores colaboradores, el subalterno debe saber que el jefe depende totalmente de l porque lo considera capaz de hacer las cosas bien, tal como el jefe mismo las hara. Debe saber que el jefe pone en sus manos su nombre, su fama, su prestigio, su capacidad e incluso su liderazgo.Debe sentir contina que lo que l hace lo est haciendo el jefe, y que el jefe responder si se equivoca. Debe sentir que en lo que su jefe le encomienda el jefe es l, esto es, el alter de ese ego. Pero esto implica que el jefe jefe deje su ego en ese alter. Y que lo deje en serio: en lo que se le encarga, el alter tiene que estar seguro de que l es el perro de adelante; y que el jefe no se pondr ni antes ni al lado de l, sino detrs; que el jefe lo seguir en lo que le puso en las manos; que leer lo que le encomend escribirle; que se sentar donde decida el alter al que le encomen disear el presidium; que slo cuando el subalterno le diga que esto debe resolverlo usted debe tomar el asunto en sus manos de jefe.Mxico, D.F., 8 de mayo de 1996Querido Felipe:Para m es mucho ms sencillo expresarme por escrito. Por eso lo har as, poco antes de ausentarme por unos 22 das, lo que nos dar al uno y al otro tiempo para pensar en lo escrito y en lo -espero- ledo.Me preocup sobremanera un par de expresiones utilizadas por ti durante nuestra ms reciente conversacin en tu oficina provisional. La primera fue: Si no me meto, no me hacen caso; la segunda: No he encontrado mi alter ego.Creo que las realidades que expresan esas dos frases tuyas estn emparentadas. Tratar de explicarme, comenzando por la segunda.Por qu no encuentra un jefe a ese alter ego? Creo que porque para que haya un otro yo, varios otro yo el jefe debe hacerle saber y sentir a sus subalternos que, en efecto, son yo, es decir, darles toda su confianza. El subalterno debe saber que el jefe depende totalmente de l porque lo considera capaz de hacer las cosas bien, tal como el jefe mismo las hara. Debe saber que el jefe pone en sus manos su nombre, su fama, su prestigio, su capacidad e incluso su liderazgo. Debe sentir que lo que l hace lo est haciendo el jefe, y que el jefe responder por l si se equivoca. Debe sentir que en lo que su jefe le encomienda el jefe es l, esto es, el alter de ese ego. Pero esto implica que el jefe deje su ego en ese alter. Y que lo deje en serio: en lo que se le encarga, el alter tiene que estar seguro de que l es el perro de adelante; y que el jefe no se pondr ni antes ni al lado de l, sino detrs; que el jefe lo seguir en lo que le puso en las manos; que leer lo que le encomend escribirle; que se sentar donde decida el alter al que le encomend disear el presidium; que slo cuando el subalterno le diga que esto debe resolverlo usted, debe tomar el asunto en sus manos de jefe, etc.Nadie se sentir tu otro yo si le revisas todo, si le sospechas todo, si le desconfas, si acabas haciendo las cosas t. As nunca encontrars todos los alter ego que hoy necesita un presidente del PAN. Y te ahogar el trabajo. Y sabrs todo, pero no presidirs. Y tendrs a tu gente en el temor, en la disciplina pero no en el entusiasmo ni en la creatividad. Y... tendrs que meterte en todo para que te hagan caso, porque t no les haces caso a tus subalternos, y ellos saben que no cuentan, que tienen que esperar a que t decidas, que les vas a cambiar las rdenes sobre la marcha, que no los consideras responsables.Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra. Si tedejas llevar por se, entonces no te asustes de no contar ni con tu sombra: ella misma se dar cuenta que es sombra, pero que no es tuya; ser sombra para s, no contigo, no tuya. Dile al perro de adelante de cada uno de los trineos de tu flotilla que l es el nico que ve un horizonte distinto. T tendrs as la mirada de todos los horizontes; no tendrs que verles las patas a todos, ni las correas a todos: sers el Can Mayor, viga de todos los horizontes y patrn de todos los trineos. Presidirs: estars sentado arriba. Desde all, vigila y exige con suavidad; carga sobre ti los errores de ellos. Acertars con ellos. El riesgo es que todas las fallas se te carguen a ti. La oportunidad es que los aciertos sern todos tuyos. Pero con este proceder, logrars que tus subalternos sern tuyos contigo: no envidiarn tus medallas porque las sabrn de ellos; no te cargarn sus tropiezos porque los sabrn suyos. Sern uno. Crecer el partido con el crecimiento de sus dirigentes. Sers su lder, la cabeza del cuerpo que sabrn y sentirn suyo; te sabrn su cabeza. Y esto es importante porque nadie te niega que eres cabeza y que tienes cabeza. Yo menos que nadie.Diles qu quieres y para cundo. No les digas ni te metas en el cmo y confa; corre el riesgo de confiar. Puedes hacerlo, porque en torno de ti no hay gente de mala voluntad y tampoco retrasados mentales. Slo personas que tienen derecho a la oportunidad de ser ellas, de pensar por s mismas, de correr el riesgo de equivocarse, de agradecer la oportunidad de acertar. Estoy seguro de que acertarn ms veces de lo que imaginas. A los hijos dice un refrn japons hay que darles slo dos cosas: races y alas. Gibrn aade: Nuestros hijos son flechas, nosotros somos arqueros. Nuestra responsabilidad es darles la tensin de la buena madera y la buena cuerda y el buen msculo, no hacerles el vuelo.Perdona la intromisin. Un abrazo. Me voy con mi hijo mayor a Alemania. Voy a darle la ltima entrega de races, antes de que parta a volar con sus alas en octubre, cuando cumplir dieciocho aos. Espero tensar bien la cuerda por vez postrera, antes de soltarla para que parta esa amada flecha, ya sola en pos de su propia trayectoria y en busca de su propio blanco.Hasta pronto, JefeCarlos Castillo Peraza