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LILIANA QUINTERO – POESIA INEDITA – Vol. I Poesía escrita en soledad

Liliana Quintero - Poesía Inédita Volumen I

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Poemario inétido de la poetisa mexicana radicada en alemania, Liliana Quintero, publicado digitalmente por el Colectivo artístico cultural Río Negro.

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Page 1: Liliana Quintero - Poesía Inédita Volumen I

LILIANA QUINTERO – POESI A INE DITA – Vol. I Poesía escrita en soledad

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1 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Una cancio n de todo

Dentro y fuera de este cuerpo,

existe un universo que te contiene;

te respiro con bocanadas de aire,

que me llenan los pulmones y los deseos.

Te siento en los latidos mudos,

los aleteos de las mariposas secas,

las que acompañan a las mañanas llenas;

en las que tus brazos me protegen del desvelo.

Fuera y dentro de tus manos,

existe el mundo al que he vuelto;

el retorno de lo perdido, de lo buscado, de lo recuperado.

Tienes el poder del habla, del oido;

De la risa pura y el silencio;

Me haces reir y llorar a un tiempo;

Como una quinceañera enamorada de hace siglos.

Tienes el poder de hacerme sangrar,

cuando no es por fe es por desvelo;

de mirar tu rostro sumido en el sueño,

iluminado por la luna que me cuenta tus secretos:

Aprendí a soñarte cuando me encontraba lejos;

Donde las almas se pierden, cuando se les acaban los deseos.

Aprendí a tenerte una mañana de invierno;

Cuando me contaste a media luz,

de nuevos días por compartir.

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2 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

En tus ojos encontré la paz;

Los unicornios sueltos que habitan mis bosques negros;

Contigo encontré la fantasía,

de expresar mis poemas nuevos.

Y ahora son las palabras de antes, las de hoy, las de mañana,

las que descubres en mis besos.

Amamos

Amamos…

como dos locos en la penumbra

con la mirada ardiente,

el pulso calcinado.

Y los besos, los silencios

las bocas, los ojos y las manos

ultrajando la eternidad;

una eternidad desnuda,

la pasión que no se sacia.

Hablamos…

con la voz muda,

en el frío de la noche

en la soledad de las caricias

el tumulto de las calles.

Y ahora nos miramos

de frente a frente

sordos los dolores, los lamentos

ahuyentando al olvido

recordándonos a secas

en ti, en mí.

La existencia se nos viene encima

como dos enamorados,

los que somos,

los que fuimos,

Y callamos…

callamos para no robar,

para no enterrar en vida

lo que tenemos.

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3 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Y sabemos…

para no sufrir, no soñar,

ni destruir,

que somos nosotros

el principio y el fin

de nuestro pasado…

Mayo, 1997

Tu partida Al parecer has sido tú el que se ha marchado: el halo de tu perfume aún invade la habitación. Te has

olvidado de tus geranios y tus violetas que se marchitan en la penumbra de tu ausencia. Aún no

reconozco las huellas de tu sombra, pintadas en las paredes, pero sé que tú te fuiste y no yo… Reconozco

algunos de tus libros en las repisas despintadas, releídos y deshojados en tu impaciente curiosidad.

Seguramente has sido tú y no yo el que se ha marchado; los suspiros en los rincones no son más que el

eco de tu voz que se diluye en mi presente.

Y sé que no has sido tú, me habré marchado yo, sin decirte adiós siquiera. Mis heliotropos desprenden

mi tristeza en su fragancia y mis manos tiemblan en su cercanía.

Mas no eres tú, quizá ni lo soy yo. Tal vez es sólo la vida juntos, la que esta vez nos abandonó…

Despue s de habitar mi cuerpo Alguna vez habitaste mi cuerpo,

Bebiste mi sangre, tomaste mi aliento,

irrumpiendo en mi vida,

alzando las voces, rasgando los nervios

siendo por ser mi fracaso, mi desdicha.

Mordiste mis entrañas

Con los ojos incendiados, repletos,

Amándome sin tenerme,

Sintiéndote morir.

Ahora soy yo la que culpa tu insomnio,

La que vaga por tus oscuridades

Como lo hiciste en el ayer.

Mas no por eso despiertas mi tristeza,

Revientas en mis venas

Dependiente de mi existencia

Olvidándote me encadeno,

A tu eterno padecer…

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4 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Mayo, 1997

Entre sa banas Tu respiración se pierde

Entre unas sábanas llenas de secretos…

El marfil de tu piel

Reflejada en mi córnea.

Tus besos llenan mis sentidos,

Me pierdo en tus brazos

Y el tiempo parece detenerse.

Has vencido una vez más:

Me tienes a tus pies.

El sabor de tu saliva

Me transpira por los poros.

Eres mía: un segundo, un momento.

Quisiera escapar de mi alrededor,

Detener el mundo un instante

Para contemplar tu inocencia

Cubierta de diabólica malicia.

Parece que siempre hubiese sido así…

Cada beso, cada abrazo:

Un suspiro, tus caricias…

Noviembre, 2002

Fragilidad

Qué frágil es el cuerpo

Cuando se trata de ti…

Tu voz rompe cualquier silencio

Los sentidos despegan en estampida

Y siento caer y caer y caer.

Los ruidos de la ciudad

Asemejan de repente al estruendo de las olas.

Un secreto que se suda

Mas no se pierde.

Tu boca, sólo tu boca…

Octubre, 2002

Imaginación

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5 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Anoche soñé que la imaginación no era más que un astro agónico, un candor estrujado por el más vil de

los enigmas.

Te soñé a ti, desnudo guerrero andante; ferviente amante, pasión pasajera: imaginando solo el último de

tus pecados.

Me soñé a mí, alabando el placer de tus besos, desbordando mis suspiros y gemidos en tu vientre y

arrullando tu silencio con mi canción.

Soñé con la muerte y su fracaso eterno, su frustrante sollozo al mirarnos así, amándonos como dos locos,

prisioneros de nosotros mismos, fundidos en un solo cuerpo, ambicionándonos a morir…

Y soñé, como sueñan aquellos que tan sólo extrañan, murmurando a ratos, y tan sólo a ratos, algunas

lejanas palabras de amor…

Mayo, 1997

Insomnio

Serán tan pocas las veces

Que me encontrarás dormida.

No duermo, nunca,

Por miedo a despertar de nuevo.

La vida se ha convertido

En una batalla contra el sueño.

Lucho con mis párpados,

Con cada segundo que me trae el cansancio

No reconozco que es el sueño

El que me invierte.

Me dan miedos los cambios

Que trae consigo la mañana,

Prefiero las noches en vela, arrimada

A la ventana, a la cocina,

A cualquier parte.

Si supiera que no me araño en las noches,

Que concilio el sueño…

La desilusión desaparece,

Cuando despierto y sé que la ilusión ha muerto.

Tengo lágrimas en los ojos,

Por la mañana son lagañas…

El romántico encuentro con las sábanas

Se convierte en una prisión sin cerrojo.

Y me tienes aquí,

Tratando de no dormir

Para poder tenerte,

Si he de quedarme dormida,

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6 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Ya no podré verte.

Las voces A veces son los murmullos,

Los que me estorban cuando te escucho…

Los oídos se me llenan de todas tus voces

Y ya no sé ni quién habla.

Te he dicho

Tanto, para no decir nada.

Me he callado tanto tiempo,

Tanto, para guardar silencio.

Son tus voces,

Las de hoy, las que se han secado.

Cada hueso tuyo me habla

Por los rincones

Cuando hablo, por hablar nada.

Palabras que se me filtran por las células,

Y se me van haciendo viejas…

A veces pienso que son locura,

Aquella que no comprendo cuando te escucho

Si me hablas me confundes

Me pierdo en tanto decir

Y tal vez, en mi propio silencio.

Tendría ganas de no escucharte

Pero son tantas las voces que te acompañan…

El vacío me declararía impenetrable,

Pero aún me quedan gotas de sangre.

Anoche sentí que me hablabas,

Era un susurro de ésos de antaño,

Con mucha nostalgia

De ayer, de antes, de hoy, de siempre.

Nunca sé cuándo escucharte,

Porque cuando te escucho,

No oigo mi propia voz.

No te pediré que te quedes

No te pediré que te quedes

Porque nada puedo ofrecerte.

Te miraré a los ojos

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7 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Y no lloraré hasta que te marches.

No seré yo quien te detenga,

No seré yo quien siembre dudas en tu vida.

Yo seré el ancla que te mantenga a flote,

Mientras quieras emprender tu viaje.

No te pediré que te quedes,

Pues sé que no puedo llenarte por completo.

Yo estaré aquí, con el agua hirviendo,

Por si quieres regresar

A tomarte un café.

Noviembre, 2002

No tengas miedo de la tormenta No tengas miedo de la tormenta…

Lloverá como tantas veces,

Quizá estruendosos relámpagos

Te harán temblar.

Yo tomaré tu mano,

Esperaré contigo hasta que se disipe la tormenta,

Luego abriremos la puerta

Y me dirás adiós como si nada fuera…

Noviembre, 2002

Por el lapso de una cancio n Te canto una canción,

De ésas que ya no se escuchan,

Que se confunden con deseos vagos,

De bailar en un salón.

El ritmo de tus labios

Haciéndose presente en un beso.

Quisiera hablarte más despacio

Pero el tiempo se me va.

Tu pelo y mi pelo,

Entrelazados en un abrazo mutuo.

¿Sabes la falta que me hiciste?

No abro la boca…

Tengo miedo de que escapen

Aquellas mariposas incansables

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8 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Que gritan tu nombre en el silencio.

Todo es testigo y a la vez nada;

Mis ojos te quieren a gritos

Mis manos anhelan tus manos.

Quisiera estar a solas contigo,

Para poder darles libertad.

La noche acecha, nos acecha…

Por un momento serás mía

Por un momento que en mí

Durará toda una vida…

Noviembre, 2002

¿Quie n eres tu ? ¿Quién eres tú?

Sombra marítima,

Ola que no acaba de quebrarse.

Luna que sale de día,

Llanto contenido en un gemido largo…

Una gota de sudor que corre por la espalda.

Un grano de arena

Un manantial de lujuria.

¿Quién eres tú?

Primavera florecida,

Mariposas en el vientre.

Lluvia que golpea las ventanas

Prohibidas palabras de amor…

Oleaje de pasiones

Fuego de invierno.

¿Quién eres tú?

Canción de amor,

Piel sedosa,

Olor a papaya

¿Quién eres tú?

¿Quién soy yo?

Ahora lo sé…

Octubre, 2002

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9 LILIANA QUINTERO – POESÍA INÉDITA – VOL. I

Te tengo miedo

Te tengo miedo,

Alma muerta, sin colores.

Me entras por las noches,

Como si te anduvieras escondiendo de mi cuerpo.

Me duele pensar que me abandonas,

Que te vas de mí, sin buscarme.

Me he quedado vacía.

Siento que se me escapa el aire,

Las manos me quedan colgando

No tengo fuerzas para retenerte

Para convencerte

Para atarte.

Alma muda,

Llena de silencios que no me hablan

Cuerpo inerte, hecho mecánico.

La sangre se seca en tu ausencia,

Me invade el anhelo de tu regreso.

Respiro,

Vivo los días en tu espera.

Y tu me dejas el silencio,

Me dejas muerta.

Voces de tormenta En esas noches cuando el cielo revienta en tormentas insaciables, acaece el último suspiro de aquellos

que no verán el amanecer.

Desnudos los vientos, armados los rayos, mudos los truenos, parecen susurros de voces que alguna vez

escaparon de una boca.

y acatarán el silencio

que impone la muerte mía

el silencio de los soles

de las lunas,

de todo lo nuestro.