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LLAMADOS A LIDERAR
LLAMADOS A LIDERAR
VIVIENDO A LA ALTURA DEL LLAMADO
El liderazgo debe ser asumido como un estilo de vida. No debemos limitar el liderazgo a un
puesto en una empresa, a un cargo en una congregación o simplemente a cumplir con un
deber en la familia.
Muchos líderes han perdido credibilidad ante sus seguidores porque su forma de vida varía
de acuerdo con el ámbito en el que se encuentran. Un ejemplo, si eres pastor debes vivir
como tal en toda tu forma de vida y de no hacerlo, algunas áreas de tu vida van a testificar en
tu contra.
La integridad y la entereza moral son necesarias en la vida del líder. Es preciso ser
coherentes con nuestras palabras y hechos, nuestra vida privada y pública se vuelve una sola,
el líder cristiano no tiene poses ni dobleces, la coherencia se trata precisamente de hacer lo
que decimos, tanto a la luz como en lo secreto.
El enfoque del apóstol Pablo:
¨Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis
llamados. ¨ Efesios 4:1 RVR 1960.
La palabra “andéis” que se menciona en este verso, tiene que ver con la manera en que nos
conducimos en la vida, debemos estar conscientes que, por causa del llamado al liderazgo,
tenemos demandas más altas sobre nuestras vidas. Nuestra forma de vivir debe ser un
referente del liderazgo que hemos asumido. Es preciso revisar cada día nuestra conducta,
nuestras motivaciones, nuestras actitudes pues el líder predica con el ejemplo, es una de las
maneras de honrar a Dios y el llamado que ha hecho a nuestra vida.
Estamos llamados a vivir en humildad y en mansedumbre con nuestros semejantes, tal como
Cristo nos indicó “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” Mateo 11:29 RVR 1960.
Pablo pudo presentarse como un referente para sus seguidores (sean imitadores de mi, así
como yo lo soy de Cristo), él había entendido que su vida debía ser el más alto testimonio del
liderazgo al cuál él había sido llamado (para mí el vivir es Cristo).
LLAMADOS A LIDERAR
Ser para hacer
Cuando hablamos de “ser”, nos referimos a lo que una persona es según su carácter y su
personalidad, pero cuando hablamos de “hacer” nos referimos a la posición y a la función
que desempeña una persona. ¡Dios quiere primero trabajar en ti, y luego a través de ti!
Cada vez que en la Biblia se habló de buscar líderes para alguna tarea, se puso como único
requisito el ser, abarcando con esto una serie de cualidades.
¨Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de
verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas,
de cincuenta y de diez. ¨ Éxodo 18: 21 RVR 1960.
“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”. Hechos 6: 3 RVR 1960
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos
para enseñar también a otros”. 2 Timoteo 2:2 RVR 1960
“Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para
enseñar;” 1 Timoteo 3:1-2 RVR 1960.
Siempre habrá requisitos en el “ser” para luego ejercer el “hacer”. Dios siempre
trabajará en nuestro ser, para luego entregarnos cualquier asignación.
Irreprensible, no quiere decir perfecto, porque sabemos que perfecto es Dios. Ser
irreprensible se refiere a una persona que tiene su vida en orden, sus acciones y emociones
controladas aún sus debilidades, porque se ha sometido a la obediencia.
Así mismo Pablo indica a Tito, sobre las cualidades para ser apto para ejercer funciones en
la iglesia primitiva.
“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en
cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga
hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”. Tito 1: 5-6 RVR 1960.
LLAMADOS A LIDERAR
Ciertamente lo que no eres antes de estar en la posición, difícilmente lo seas cuando
estés en ella.
Jesús lo dijo de esta manera: “el que es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho y yo lo
digo de esta manera: el que es infiel antes de estar en la posición, también lo será cuando
este en ella”.
Es preciso considerar que “El líder no trabaja porque es líder, es líder porque trabaja”.
Cultivando el ser:
Ya hemos explicado que sobre cualquier otra cualidad, al líder lo define su forma de vida,
pero es bueno que enfoquemos que la forma de ser de una persona lleva una serie de
componentes, entre ellos están sus creencias, sus valores, su carácter y sus hábitos.
En el cultivo del ser, es necesario considerar el papel que juegan los hábitos, ya que estos
ocupan la vida del líder. Un hábito es una costumbre que se adhiere a nuestras vidas por
medio de la repetición de una práctica.
Veamos algunos hábitos que como líderes debemos cultivar, aunque suenan básicos, pero a
muchos les hacen falta cultivar, entre ellos están: La oración, la lectura, el ejercicio y el
descanso.
1. Oración: esta debe ser una práctica habitual en el líder ya que su liderazgo le es dado
por Dios, por tanto, debe ser ejercido en comunión con él, Jesús dijo: “separados de mí
nada pueden hacer” Juan 15:5 RVR 1960.
Un ejemplo bíblico de la oración como hábito lo vemos en Daniel:
“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las
ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y
oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.¨ Daniel 6:10 RVR
1960.
Para orar, es preciso alejarse de las ocupaciones y de los compromisos, es importante
considerar que estar a los pies de nuestro Señor es tomar “la mejor parte”.
“Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te
da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo
Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una
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cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” Lucas
10: 40-42 RVR 1960.
2. Lectura: Debemos reconocer que la lectura como hábito, para muchos resulta difícil,
ya que no cuentan con el deseo, ni la costumbre y terminan acomodándose en esta
indisposición, al punto de decir a mí no me gusta leer. Sin embargo, el líder debe ser
competente en el conocimiento.
Dentro de los requisitos para un líder espiritual, aparece “apto para enseñar” 1
Timoteo 3:1-2 RVR 1960.
También Pablo le exhortó a Timoteo que en su función de líder debía de tener
dedicación a la lectura: Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura. 1 Timoteo 4:13
RVR 1960.
3. Ejercicio: Suena extraño, pero la condición de nuestros cuerpos va a determinar
nuestra duración en esta tierra, el líder tiene una misión que cumplir y su cuerpo es
uno de sus principales recursos como para lograrla.
“Está bien que te ejercites físicamente, pero es mucho mejor que te ejercites para vivir
piadosamente, ya que esto es útil para todo, te ayudará en esta vida y también en la
venidera”. Timoteo 4:8 NBV.
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, por tanto, el ejercicio y la alimentación
deberían ser tomados en consideración dentro de nuestros buenos hábitos. Cuidar lo
que hacemos con nuestro cuerpo, con lo que lo alimentamos, tanto lo que vemos, lo
escuchamos, también es parte de la alimentación que le damos a nuestro cuerpo,
nuestra alimentación debe ser integral porque somos espiritu, alma y cuerpo.
4. Descanso: Uno de los principales enemigos y que más fácil atrapa al líder es el estrés,
como debe vivir constantemente en actividades, esto va acumulando cansancios y
fatigas, caemos muchas veces en la trampa de sustituir los momentos de descanso por
más y más tareas. El estrés ha cobrado la vida de muchos líderes, causándoles
enfermedades, hasta la muerte.
¨Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no
hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra,
el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo
el día de reposo y lo santificó. ¨ Éxodo 20:9-11. RVR 1960.
“También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa
del día de reposo.” Marcos 2:27 RVR 1960.
LLAMADOS A LIDERAR
Cientificamente cuando dormimos, nuestro cerebro se regenera, la falta de descanso acelera
el envejecimiento, distorsiona y desactiva funciones de nuestro cuerpo.
Es necesario administrar nuestro tiempo de modo que nuestras actividades no nos arropen
tanto que no tengamos el hábito del descanso. “La sabiduría, está en el hacer”.
El Espíritu Santo nos ayuda con los hábitos
“Porque, si ustedes viven conforme a la naturaleza pecaminosa, morirán; pero, si por medio del
Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. ¨ Romanos 8:13-14 NVI.
Estos pasajes relacionan los malos hábitos con la naturaleza pecaminosa, todos llevamos
dentro esta inclinación al mal, la cuál nos invita constantemente a hacer cosas que
desagradan a Dios, es cuando obedecemos estos malos deseos y nos vamos familiarizando
con ellos, que se establecen esos hábitos en nuestro cuerpo.
El verso también nos da la salida ante este mal, la cuál establece al Espíritu Santo como el
medio para lograrlo. Nos dice que podemos dar muerte a esos malos hábitos para así poder
progresar en la nueva vida.
El verso 14 nos muestra la condición para poder recibir la ayuda del Espíritu, nos dice: “los
que son guiados por él” esto va a implicar una relación personal, conocerlo y obedecerlo.