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7/31/2019 Lo Que Hacemos, Lo Hacemos Bien
http://slidepdf.com/reader/full/lo-que-hacemos-lo-hacemos-bien 1/1
LO QUE HACEMOS LO HACEMOS BIEN
E. Lobato
Las cosas que uno hace ha de hacerlas bien. O por lo menos procurarlo. Claroque sí. Desde pequeños nos enseñan a leer, a escribir, a sumar, a restar…,
vamos, lo básico para ir tirando en la vida, y se da por supuesto que todos lo
aprendemos al dedillo. Sin embargo, al ir creciendo, nos dejamos por el camino
aquello que nos ocupa un espacio demasiado grande en nuestro delicado
cerebro, bien porque no nos interesa, o porque no lo usamos todo lo que
debiéramos para conservarlo en nuestra frágil memoria. (También se puede
dar el caso de quien nunca lo llegó a aprender del todo…) Y si no, ¿por qué a
algunos les cuesta tanto multiplicar por 9, o dividir por dos cifras, o recordar las
funciones vitales de los seres vivos, o saber si la “a” lleva “h”, o si se acentúabaúl?... (Reconozco humildemente haber olvidado alguna de estas cosas, pero
no diré cuál…)
Hasta hace algún tiempo, y por razones obvias e inherentes a mi persona y a
mi profesión, yo era de las que creían que todo el mundo tenía la obligación de
saber escribir correctamente, sin faltas de ortografía ni de gramática, y de
hecho ponía el grito en el cielo si me encontraba a alguien que tuviera alguna
duda de este tipo. No podía creer que no hubiera aprendido todas estas
normas en el colegio, era algo completamente básico, como respirar, dormir o
comer… ¡Fíjate lo que te digo! Pues sí, eso pensaba, hasta que me di cuentade que si todo bicho viviente, o escribiente, lo hiciera tan bien como yo creía, o
suponía, que había que hacerlo, mi trabajo, y, por ende, mi salario, se
esfumarían de la faz de la tierra.
Pero resulta que un día el Gobierno redacta una petición de rescate para
nuestro país, y cuando ese informe sale a la luz puedo ver que está tan mal
escrito, tanto en el fondo como en la forma, que no se sabe si lo ha hecho el
ministro mientras tomaba un café con tres colegas (del ministerio) o su hijo
después de una noche de copas (con otros tres colegas).
Sí. Hay que preocuparse: nuestros políticos no se acuerdan de lo que
aprendieron en el cole (y probablemente de lo de la universidad tampoco).
Tenemos que preocuparnos porque demuestran que no recuerdan lo básico, y
porque, en caso de asumir ese pequeño desliz, ¡no se les ocurrió que podía
existir alguien que se dedicara a corregir textos de manera profesional e
infalible que evitara el ridículo más clamoroso!
Así que, exceptuando a los ministros y a los de su especie, absuelvo al resto
de seres humanos (de habla hispana) que no recuerdan bien las normas de
ortografía, que dudan sobre el complemento directo, sobre la tilde diacrítica, elpunto y coma… Sin ellos, mi vida no tendría sentido.