CALEB FERNÁNDEZ PÉREZ

LA TENTACIÓN DE CRISTO

LUCAS 4:1-13Lo que impediría la misión de

Jesús

Lo que impediría la misión de Jesús / Caleb Fernandez PérezSeptiembre 2012

www.valparaisoipch.clvalparaisoipch@gmail.comFacebook: valparaisoipchTwitter: @valparaisoipch

Edición, programación y diseño logo: iBooks AuthorLo que impediría la misión de Jesús por Caleb Fernandez Pérez se encuentra bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND 3.0

Todos los derechos reservados, no obstante, queda permitida la reproducción, difusión, o exposición total o parcial de la obra al público, en cualquier tipo de soporte, sin que sea necesario el consentimiento previo del autor siempre que sean citados: autor y contenido de origen.

i

LO QUE IMPEDIRÍA LA MISIÓN DE JESÚS

Para comenzar...

Las tentaciones experimentadas por Jesús no son propiamente de orden moral. Son planteamientos en los que se le proponen maneras falsas de entender y vivir su misión. Aquí no estamos frente a pecados de orden general, en donde se comprueba cuán fuerte o santo es Jesús, sino cuán claro tenía su misión en la tierra. Esto mismo es lo que puede impedir hoy la misión de la Iglesia.

¿Cómo podemos ser una Iglesia fiel a Jesús si no somos conscientes de las tentaciones más peligrosas que intentaron desviar a Jesús de Su misión?. Por eso, cuando estudiamos este texto, vemos que su reacción nos sirve de modelo para nuestra actitud frente a la vida, porque nos alerta para no desviarnos de esta misión preciosa que nos ha confiado: El Reino de Dios.

Existe la Ilusión que personas que van creciendo en santidad, piensan que alcanzan un nivel en que ya no los tienta nada.

Entonces, ¿qué podemos pensar de Jesús, el hijo de Dios, lleno del Espíritu Santo que fue tentado por un pedazo de pan?. Y aunque digan: “Jesús está mas allá del bien y del mal. No puede ser tentado en serio”, lo cierto es que sí fue una tentación. Con todo, al parecer hay quienes piensan que un pedazo de pan no los puede tentar, porque son más espirituales y tienen solucionado todo en sus necesidades, en sus preocupaciones, en su sexualidad, etc.

Por otro lado, ¿no se supone que al estar lleno del Espíritu Santo debo vivir en una nube, lleno de bendiciones? El texto es claro al decirme que Jesús fue llevado al desierto estando lleno del Espíritu Santo. Esto significa, entonces, que ser lleno de Él implica vivir en la realidad, y muchas veces el mismo Espíritu nos llevará al desierto. Jesús vivía en la realidad, y aún lleno del Espíritu fue realmente tentado con tres cosas que tenían el poder de impedir su misión.

2

1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo.

1

Autosuficiencia

2 Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4  Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.

El diablo escogió este momento como su oportunidad dorada. Jesús tenía hambre. Esto es literal, después de cuarenta días sin comer. Entonces le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Fue un malvado intento de destruir la confianza de Jesús en la voluntad y el poder de su Padre para sustentarle. La tentación no consistía en comer el pan y saciar el hambre, sino en hacer que Jesús desconfíe de la providencia de Su Padre e intentar tener el control. Él sabía que estaba revestido de poder para hacer milagros, además tenía la confirmación de su poder cuando fue declarado Hijo de Dios desde los cielos en su bautismo (Lucas 3:21-22).

Jesús respondió: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios” (Dt. 8:3). Las Escrituras eran para Jesús el criterio de verdad final para la

vida y la doctrina, el tribunal último al que puede apelar la razón. La respuesta fue potente, no sólo porque utiliza la Palabra, sino porque lo hace con inteligencia, sabiduría y poder. Jesús le está diciendo que así como Dios cuidó a Su pueblo por cuarenta años y los alimentó con maná, de la misma manera el Señor sustentará a Su pueblo.

La necesidad no debe encontrar un hollo de auto-suficiencia en nuestra vida. Un pedazo de pan no saciará nuestra hambre. Esa es una mentirosa y falsa premisa del diablo. Jesús le enrostra en la cara que no es el pan sino el poder creador, vigorizador y sustentador de Su Padre la única fuente indispensable para la vida y bienestar del hombre.

Su misión dependía de Su confianza en la providencia del Padre. Jesús renuncia a utilizar a Dios para convertir las piedras en panes y saciar así su hambre. No vivirá buscando su propio interés, no será egoísta. Ésta es probablemente la tentación más grave, utilizar la religión para completar nuestro bienestar material, tranquilizar nuestras conciencias y vaciar nuestro cristianismo de lo esencial. ¿Lo esencial? Su Palabra. Su providencia. Su Reino.

iv

Autosuficiencia

2

Inmediatez

5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7  Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

Todo el poder y la gloria es ofrecida a Cristo, por el precio de un fácil acto de postrarse. Sólo debía arrodillarse y adorar a Satanás. Pero, Jesús sabía que el diablo estaba mintiendo, como siempre lo hace, diciendo medias verdades. Al diablo sólo se le había dado poder de influenciar y engañar a las naciones, no tenía reinos encantadores para regalar. Entonces, ¿en qué sentido podemos decir que fue una tentación real para Cristo?

Si algo le aterraba a Jesús, en su lado más humano, era la cruz. Recordemos tan sólo el episodio antes de la cruz y su oración más conmovedora: “Padre, si es posible que pase que pase de mi esta copa” (Lucas 22:42). La insinuación implícita de que podría obtener la exaltación sin sufrir la cruz podía provocar una intensa lucha en su interior. La tentación está

ahí: una cosa es que me digan que el poder y la gloria me pertenecen “allá”, con sufrimiento de por medio; y otra es que me digan que están “aquí” completamente a mi alcance, sin sufrimiento, fácil e inmediato.

Jesús renuncia a cumplir su misión recurriendo a este éxito fácil e inmediato propuesto diabólicamente. Él tiene en claro que no será un mesías triunfalista ni exitista. ¿Cuál era la misión de Jesús? ¿Cuál es nuestra misión? Esto siempre significa un proceso, nada será de inmediato, si se presenta así, desconfiemos. El sufrimiento y las crisis son parte de la vida.

Jesús nos enseña a vivir de manera realista, incorporando y asumiendo las crisis como parte de nuestra existencia. Y aunque Dios nos prometió vida en abundancia y plenitud de vida, debemos entender que eso no se vende en forma de salud, prosperidad financiera, y felicidad terrenal. La abundancia y la plenitud pasan por otro lado, en cosas que no se ven (2 Corintios 4:18) y que nos ayudan a madurar y ser más sabios.

vi

Inmediatez

3

Pseudo-Seguridad

9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11  y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 12  Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

Cuando el espíritu nos lleva al desierto y nos tienta, las tentaciones intimas, siempre tienen que ver con nuestra identidad. Aquello con lo cual hemos construido lo que somos. Entonces, la pregunta es ¿dónde tenía Jesús puestos los pies? Su confianza y convicción de la presencia y soberanía divina en su proyecto, hacían que pudiera caminar seguro hacia la cruz.

Entonces, ahí encontramos la tercera tentación. El diablo decidió colocar a prueba esa seguridad. En lo alto del templo, le sugiere buscar en Dios seguridad y la descripción detallada es asustadora. A los ángeles enviará, ellos lo guardarán, lo sostendrán en sus manos, y no permitirán que tropiece en piedra ¡Cuánto conocimiento puede tener el diablo de la Escritura!

¿Se habrá tentado Jesús?, ¿probar que Dios estaría de Su lado? Suena tentador. Lo que Satanás le propone sustituye la fe por la conjetura, y la sumisión a la dirección de Dios por la insolencia. Le propone experimentar con el Padre. Entonces, Jesús se acuerda del pueblo de Dios cuando acusaron a Moisés de haberlos sacado cruelmente de Egipto, junto con sus niños y ganados, y haberlos llevado al desierto para destruirlos y como desafiaron en forma insolente y provocativa a Dios diciendo, “¿Está Jehová entre nosotros?” (Exodo 17:7).

Y Ya se ha preguntado esto alguna vez. “¿Está el Señor entre nosotros?” si es así, la pregunta debería ser: ¿dónde están pisando nuestros pies? ¿En aquello que el Señor nos da? ¿En las tradiciones doctrinarias que defendemos? ¿Se da cuenta? ¿qué es lo que nos da seguridad? Las bendiciones de Dios o un sistema de doctrinas, se desmoronan si no hay una relación plena con Jesús.

Jesús le dice: “Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios” (Deuteronomio 6:16). La seguridad en el Señor no está en las bendiciones materiales, ni en el sistema se doctrinas que tengamos. Sino en la relación que podamos tener con ese Dios soberano, cuidador, protector, sanador, padre y Roca firme para siempre.

viii

Pseudo-Seguridad

LO QUE IMPEDIRÍA LA MISIÓN DE JESÚS

Hacia nuestra espiritualidad...

Podríamos decir que habiendo sido tentado ya no habría más peligro de tentación para Jesús, pero el texto nos dice claramente que al diablo se le habían acabado, tan sólo, los recursos de tentación de aquella ocasión, prometía volver.

En esta ocasión tres cosas tentaron a Jesús que tenían el poder de minar e impedir Su misión en la tierra: autosuficiencia, inmediatez y falsa seguridad.

¿Acaso no son las mismas tentaciones las que experimentamos nosotros como seres humanos? ¿Acaso no son estas cosas las que no impiden cumplir nuestra misión en la vida como padres de familia, esposos, estudiantes, profesionales?

¿Acaso la autosuficiencia, aquella que nos sugiere que un pedazo de pan puede saciar nuestra hambre, puede darnos plenitud en la vida? ¿Acaso la inmediatez, aquella que nos ofrece todas las cosas ahora y de manera fácil, puede darnos

madurez y sabiduría? ¿Acaso la falsa seguridad, aquella que colocamos en sistemas de doctrinas y en las cosas que conseguimos, puede ayudarnos a caminar seguros?

Es diabólico organizar nuestra vida en función de la autosuficiencia, de la inmediatez y de la falsa seguridad. Estaremos mejor si confiamos en la providencia de Dios, si vivimos la vida como un proceso de crecimiento, y si pisamos firme en la Roca mediante una relación personal con Jesucristo.

9

13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.

© 2012 www.valparaisoipch.cl Caleb Fernández Pérez, Pastor de la 1ra Iglesia Presbiteriana de Valparaíso; capellán del Colegio Presbiteriano "David Trumbull", y profesor del Seminario Teológico Presbiteriano en Santiago, Chile.

x

Lo que impediría la misión de Jesús

La tentación de Cristo - Lucas 4:1-13