¿Qué escribes cuando no tienes nada que escribir? ¿Qué piensas cuando no quieres pensar en nada? Cuando cada pensamiento es un paso más hacia la locura. Cuando cada vez que tus neuronas hacen sinapsis lo único que cruza entre ellas es el deseo imperioso de acabar con tu cordura. Solo un empujón hace falta para ello.

En noches como esta no quiero escribir, pero debo hacerlo, de lo contrario mis pensamientos me ahogarían en un mar de dudas, impulsos, sentimientos, ansiedad en su estado más puro. Tampoco quiero pensar, pero tengo que, tal vez mi cordura se desvanezca pronto, cual gota de agua que cae en la arena ardiente, o quizás como un grumo de arena que se precipita sobre el infinito océano. Así de paradójica es. ¿Pero qué es? ¿Qué es eso a lo que llamamos cordura? ¿Una necesidad de tener el control? ¿Y si la locura es en realidad controlar lo incontrolable? ¿Pensar lo impensable? Podría ser la respuesta a mis problemas. Un loco no le debe respuestas a nadie más que a sí mismo, pero él nunca se pregunta por nada. Entonces esa es la solución, ¿no?

¿Por qué ser lógico? ¿Por qué ser realista? ¿Por qué responder preguntas? ¿Por qué resolver ecuaciones? La evolución es solo un intento desesperado por arreglar algo que en su misma esencia es un error. No se puede guiar una casualidad.

Entonces, ¿por qué ser cuerdo? ¿Qué sentido tiene? ¿Y qué sentido tiene estar loco? Creo que lo único que puedo hacer el deliberar escribiendo, hacer preguntas que nadie responderá, pensar con la mente en blanco.

Estar loco no tiene sentido para la cordura, y para la locura, no tiene sentido ser cuerdo. Entonces, ¿por qué elegir una? ¿Y cuál es la línea que separa una de la otra? Lo aceptado, no puedes matar a 100 personas porque estarías loco si lo hicieses a conciencia. ¿Entonces la locura es la conciencia? La conciencia de hacer algo malo. ¿Un mecanismo roto? ¿O uno completo? ¿Uno en descomposición o funcionando a la perfección? Imagina si pudiéramos hacer cosas malas a conciencia, tendríamos el control, pero podemos. ¿O no? ¿Entonces estamos locos?

Sea como sea, sí, deliberar me hace libre, y es hermoso que estando en una habitación encerrado, con lobos a mí alrededor. Con una tormenta llevándose todo a su paso. Y con un pañuelo para lágrimas que no usaré, no porque sea valiente, sino porque estoy seco por dentro. Pueda tener libertad para “juguetear como la mente de Dios”.

¿Cómo volar sin alas? ¿Cómo soñar sin imaginación? ¿Cómo odiar sin corazón? ¿Cómo tener pensamientos sanos en una mente tan impura? Pero nadie es del todo puro, inocente.

¿Entonces cuál es la diferencia? Un loco más en un mundo de locos, hablando, caminando y soñando entre ellos. Creo que sé cuál es… aceptar que estoy loco me lleva un paso más allá. Tengo el control de mí, mi cordura está encerrada en una jaula, mi eterna enemiga, mi mártir. Entre rejas, con grilletes, jamás volverá a salir de allí, irónicamente mientras ella esté en cautiverio, yo seré al fin libre.

Puedo juguetear, controlar, hacer cosas malas, manejar hilos, causar daño.

He oído que amar es la mayor locura, a no ser que se ame con locura. ¿Y qué si ahora puedo amar con locura? ¿Liberaría de nuevo a aquella bestia? Eso me haría cautivo a mí. No... No quiero eso, no quiero amar. ¿Quién decide eso?

No quiero odiar, cualquier sentimiento que tenga definición está a favor de la cordura, no puedo sentir nada. Porque estoy loco. ¿O no? Puedo oírlo, si, es mi corazón, está latiendo, gritando.

Soy humano, puedo sentir, ¿es por esto que estar loco es inhumano? ¿Y si pudiese matar mis sentimientos? Tendría que matar a mi corazón. ¿Es eso posible? ¿Lo haría? ¿Por el solo placer de ser libre? Libertad o humanidad… ¿Cómo elegir? Muerto no podría disfrutar de mi libertad, pero vivo estoy en cautiverio.

Preso y carcelero, captor y cautivo, llaves y cerraduras. Todo dentro de un solo cuerpo, luchando eternamente unos contra los otros. Ahora entiendo, no se puede estar loco sin estar muerto. ¿O sí?