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Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons “Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que desee ser” Jean Paul Sartre Algunas entradas anteriores hablé del punto de vista de algunas personas que opinan que nuestros condicionamientos biológicos, genéticos, psicológicos y sociales entre otros, determinan o configuran nuestros actos, de tal suerte que, realmente somos muy poco libres de lo que hacemos o dejamos de hacer. Los avances contemporáneos en algunas disciplinas como la neurobiología, la neurología aplicada a las ciencias de la conducta, la genética y sus distintas ramas, la bioinformática y demás adelantos científicos y técnicos están ofreciendo novedosos planteamientos para los cuáles el derecho y la misma filosofía están siendo cuestionados en sus fundamentos. Muchos de los avances mencionados anteriormente han querido plantear que ante ciertos escenarios y circunstancias, las personas no son libres en realidad o al menos responsables de sus actos a cabalidad. Así que no es extraño contemplar historias contemporáneas en las que se utiliza legalmente defensa por locura temporal, casos reales en las noticias en los que se plantea que una persona afectada en su cerebro no tiene la capacidad de juicio y de toma de decisiones, debates en los que se discute si los adolescentes tienen un cerebro completamente desarrollado para el juicio moral como defiende la Asociación Médica Estadounidense y otros grupos, inclusive; se introducen los resultados de imágenes por resonancia magnética del cerebro (IRMf) para presentar fronteras nuevas entre cerebros normales y anormales dentro de juicios en la Corte; según nos explica Jeffrey Rosen, colaborador del New York Times. http://www.obsmagazine.com/articulos.php?id_sec=1&id_art=75 Existen posturas como la de Robert Sapolsky, neurobiólogo de Standford que explica que existen personas con sus cerebros muy dañados, que aunque pueden distinguir entre el bien y el mal no pueden controlar su conducta. Otros como Stephen J. Morse, profesor de derecho y psiquiatría de la universidad de Pensilvania, que equipara las explicaciones de las neurociencias con las psicológicas, explica que los cerebros no son los que cometen crímenes, los cometen las personas; porque si los cerebros adolescentes fueran la única causa de su comportamiento, esperaríamos tasas de homicidios iguales a las de los Estados Unidos en todo el mundo, pero las cifras muestran índices muy distintos. Locura Temporal viernes, 12 de febrero de 2016 04:18 p. m. Notas sin archivar página 1

Locura Temporal

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Breve artículo que reflexiona sobre los alcances de la responsabilidad personal y la libertad humana, frente a las circunstancias y condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales.

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“Quien es auténtico, asume la responsabilidad por serlo que es y se reconoce libre de ser lo que desee ser”

Jean Paul Sartre

Algunas entradas anteriores hablé del punto de vista de algunas personas que opinan que nuestros condicionamientos biológicos, genéticos, psicológicos y sociales entre otros, determinan o

configuran nuestros actos, de tal suerte que, realmente somos muy poco libres de lo que hacemos o dejamos de hacer.

Los avances contemporáneos en algunas disciplinas como la neurobiología, la neurología aplicada a las ciencias de la conducta, la genética y sus distintas ramas, la bioinformática y demás adelantos

científicos y técnicos están ofreciendo novedosos planteamientos para los cuáles el derecho y la misma filosofía están siendo cuestionados en sus fundamentos. Muchos de los avances

mencionados anteriormente han querido plantear que ante ciertos escenarios y circunstancias, las personas no son libres en realidad o al menos responsables de sus actos a cabalidad.

Así que no es extraño contemplar historias contemporáneas en las que se utiliza legalmente defensa por locura temporal, casos reales en las noticias en los que se plantea que

una persona afectada en su cerebro no tiene la capacidad de juicio y de toma de decisiones, debates en los que se discute si los adolescentes tienen un cerebro completamente desarrollado

para el juicio moral como defiende la Asociación Médica Estadounidense y otros grupos, inclusive; se introducen los resultados de imágenes por resonancia magnética del cerebro (IRMf) para

presentar fronteras nuevas entre cerebros normales y anormales dentro de juicios en la Corte; según nos explica Jeffrey Rosen, colaborador del New York Times.

http://www.obsmagazine.com/articulos.php?id_sec=1&id_art=75

Existen posturas como la de Robert Sapolsky, neurobiólogo de Standford que explica que existen personas con sus cerebros muy dañados, que aunque pueden distinguir entre el bien y el mal no

pueden controlar su conducta. Otros como Stephen J. Morse, profesor de derecho y psiquiatría de la universidad de Pensilvania, que equipara las explicaciones de las neurociencias con las

psicológicas, explica que los cerebros no son los que cometen crímenes, los cometen las personas; porque si los cerebros adolescentes fueran la única causa de su comportamiento, esperaríamos

tasas de homicidios iguales a las de los Estados Unidos en todo el mundo, pero las cifras muestran índices muy distintos.

Locura Temporalviernes, 12 de febrero de 2016 04:18 p. m.

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La ciencia ficción y la industria del entretenimiento han llegado a plantear escenarios donde la policía y las autoridades jurídicas, procesarán personas por acciones que potencialmente pueden

llegar a cometer, introduciendo elementos esotéricos como la adivinación de parte de videntes y otro tipo de recursos fantásticos y tecnológicos; como nos muestra la película Minority

Report que protagoniza Tom Cruise.

Como dice Fernando Savater, la responsabilidad es la contrapartida necesaria de la libertad, el sujeto es libre para actuar pero no para desprenderse de la consecuencia de sus actos. Jorge

Bucay, en el mismo sentido observa que declararse libres es dar este paso en mi definitiva autonomía, asumir el costo de mis decisiones, es encarar la vida con verdadero protagonismo,

entendiendo los hechos de mi vida como una consecuencia de mis decisiones.

Así que yo decido ser responsable de mi vida o víctima de las circunstancias, soy libre de quedarme o salir, de decir o callar, de insistir o abandonar, de correr los riesgos que decida y de

salir al mundo a buscar lo que necesito.

Creo que cuando nos situamos de esta forma ante nuestra vida, tomando sus riendas, buscando cada vez más en nosotros mismos la génesis o la raíz de nuestro presente y nuestras

circunstancias, en lugar de buscar excusas o culpables en terceros, o fuera de nosotros, avanzaremos en el camino diario de construirnos como seres humanos más completos y

auténticos, más libres, más dueños de nuestra historia. Creo también, que en la misma medida, en la que nos decidamos a ser libres y responsables de nosotros mismos, en la misma

proporción tendremos la capacidad de cambiar, re-escribir sobre nuestros acontecimientos,reinventarnos una y mil veces si es necesario.

Posted in Antropología, Auténticidad, Avances científicos, Avances Tecnológicos, Avanzar,Bien

Ser, Bienestar, Bienvivir, Bioinformática, Cambio, Carácter, Ciencias de la Conducta,Circunstancias, Civilización, Condiciones, Conocimiento, Conquista, Creación de

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agosto 17, 2007 | Editar | 3 Comments »Creative Commons License

Sergio Moreno Ibarra

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Desde <https://trayectosdevida.wordpress.com/2007/08/>

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