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CATALINA LÓPEZ Universidad Nacional LA TRAGEDIA GRIEGA. ENTRE EL MITO, LA RELIGIÓN Y LA RESPONSABILIDAD MORAL Resumen: Teniendo en cuenta que Aristóteles define la poiesis como una mimesis de las acciones humanas, en este ensayo se intenta establecer una posible relación entre ética y poética, a partir del concepto de praxis. Como resultado de este vínculo, el hombre actuante de la poiesis tiene valor como agente responsable. No obstante, en las obras trágicas, el destino del hombre parece estar determinado de antemano. Entonces, en las tragedias, ¿el hombre es finalmente responsable de sus actos? Abstract: The purpose of this paper is to establish a possible relationship between ethics and poetics from the conception of praxis in Aristotle, bearing in mind that the philosopher defines poiesis as a mimesis of human actions. As a result of this link, the actor of the poiesis is worthy as a responsible agent. Nevertheless, in tragedy the destiny of man seems to be determined. So, in tragedy, man is responsible of his own acts. La poiesis es, para Aristóteles, una mímesis de las acciones humanas. De ahí que la praxis pueda interpretarse como un elemento común de la ética y la poética. Este concepto fundamental de la ética aristotélica adquiere, por lo tanto, relevancia en la producción artística. Como la poiesis es una imitación de las acciones humanas, la praxis permite que quienes las ejecutan (al interior de la poiesis) adquieren valor como agentes responsables, tal y como se da en la ética. De esta manera, la praxis puede entenderse como el puente de una posible relación entre ética y poética. A partir de este vínculo puede determinarse, en el caso de Edipo por ejemplo, cómo se equivocó en ciertas elecciones y, por tanto, en algunas de sus acciones. No obstante, el mito y la religión juegan un papel fundamental en las obras trágicas. Los oráculos, las esfinges y los dioses intervienen de manera decisiva en la vida de los hombres. El destino está determinado de antemano por los dioses, lo cual impide que el hombre sea dueño de sus acciones. El conflicto que aquí emerge es un problema de responsabilidad. ¿Es Edipo responsable de lo que le sucede? ¿La tragedia ilustra un fatalismo 1 o es una muestra de libertad? Para resolver tal problema es necesario tener presente la importancia que Aristóteles le da a la tradición como elemento unificador de la comunidad. Por otra parte, resulta necesario tener en cuenta la relevancia que le otorga Aristóteles a la educación moral, lo cual supone cierta libertad del hombre para actuar. Si se asume que la tragedia es muestra de un determinismo puro, habría que abandonar necesariamente la hipótesis de una relación entre ética y poética. Pero si se afirma que la tragedia representa una libertad del hombre para actuar, ¿qué papel jugarían el mito y la religión en ella? Así, la pregunta a la que se debe responder es:¿ son las acciones que se revelan en las tragedias parte de un determinismo o ilustran la libertad humana?¿ Es, en última instancia, el hombre de las tragedias responsable de sus actos? *** 1 Se considera aquí fata- lismo la creencia según la cual todos los acontecimientos trágicos son irrevocables por el hecho de ser establecidos por una causa única y sobre- humana.

Lopez Tragedia Griega

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Tragedia Griega

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  • CATALINALPEZ

    UniversidadNacional

    LA TRAGEDIA GRIEGA. ENTRE EL MITO, LARELIGIN Y LA RESPONSABILIDAD MORAL

    Resumen: Teniendo en cuenta que Aristteles define la poiesis como una mimesis de lasacciones humanas, en este ensayo se intenta establecer una posible relacin entre tica ypotica, a partir del concepto de praxis. Como resultado de este vnculo, el hombreactuante de la poiesis tiene valor como agente responsable. No obstante, en las obrastrgicas, el destino del hombre parece estar determinado de antemano. Entonces, en lastragedias, el hombre es finalmente responsable de sus actos?

    Abstract: The purpose of this paper is to establish a possible relationship betweenethics and poetics from the conception of praxis in Aristotle, bearing in mind that thephilosopher defines poiesis as a mimesis of human actions. As a result of this link, theactor of the poiesis is worthy as a responsible agent. Nevertheless, in tragedy the destinyof man seems to be determined. So, in tragedy, man is responsible of his own acts.

    La poiesis es, para Aristteles, una mmesis de las acciones humanas. De ah que lapraxis pueda interpretarse como un elemento comn de la tica y la potica. Esteconcepto fundamental de la tica aristotlica adquiere, por lo tanto, relevancia en laproduccin artstica. Como la poiesis es una imitacin de las acciones humanas, lapraxis permite que quienes las ejecutan (al interior de la poiesis) adquieren valor comoagentes responsables, tal y como se da en la tica. De esta manera, la praxis puedeentenderse como el puente de una posible relacin entre tica y potica. A partir deeste vnculo puede determinarse, en el caso de Edipo por ejemplo, cmo se equivocen ciertas elecciones y, por tanto, en algunas de sus acciones.

    No obstante, el mito y la religin juegan un papel fundamental en las obras trgicas.Los orculos, las esfinges y los dioses intervienen de manera decisiva en la vida de loshombres. El destino est determinado de antemano por los dioses, lo cual impideque el hombre sea dueo de sus acciones.

    El conflicto que aqu emerge es un problema de responsabilidad. Es Ediporesponsable de lo que le sucede? La tragedia ilustra un fatalismo1 o es una muestrade libertad? Para resolver tal problema es necesario tener presente la importancia queAristteles le da a la tradicin como elemento unificador de la comunidad. Por otraparte, resulta necesario tener en cuenta la relevancia que le otorga Aristteles a laeducacin moral, lo cual supone cierta libertad del hombre para actuar. Si se asumeque la tragedia es muestra de un determinismo puro, habra que abandonarnecesariamente la hiptesis de una relacin entre tica y potica. Pero si se afirma quela tragedia representa una libertad del hombre para actuar, qu papel jugaran el mitoy la religin en ella?

    As, la pregunta a la que se debe responder es: son las acciones que se revelan enlas tragedias parte de un determinismo o ilustran la libertad humana? Es, en ltimainstancia, el hombre de las tragedias responsable de sus actos?

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    1 Se considera aqu fata-lismo la creencia segn la cualtodos los acontecimientostrgicos son irrevocables porel hecho de ser establecidospor una causa nica y sobre-humana.

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    Apartarse del culto equivaldra a dejar de ser ellos,como si perdieran el uso de su lengua.

    VERNANT, Jean Pierre, p. 10.

    Antes de considerar cualquier punto de vista aristotlico acerca de la poiesis,tendremos en cuenta los elementos de tradicin, mito y religin que encontramosimplcitos en las obras trgicas. Es necesario tener presente que la religin griega no seencuentra desvinculada de la vida social, domstica, cvica y poltica. La religingriega no es uniforme, ni se encuentra fijada estrictamente, no es dogmtica. Se expresapor el contrario como un modo de vida; rechazar este fondo de creencias comunessera lo mismo que no hablar griego, no vivir a la manera griega, dejar de ser unomismo (Vernant, 1991, p. 16). As, la religin se vive en la Grecia antigua como partede la vida diaria. Aristteles defiende la solidez de la cultura y la tradicin griegas, ycon ello, la creencia en los dioses, los orculos y las esfinges. No obstante, esto no lollevara necesariamente a aceptar los destinos determinados que les imponen los diosesa los hombres de las tragedias?

    Resulta claro que al interior de la obra trgica existe una fuerte intervencin de losdioses en el destino del hombre. Esta intervencin podra entenderse como unfatalismo que le es impuesto al hombre y del cual le es imposible escapar. Por ejemplo,en Edipo Rey, de Sfocles, Edipo cuenta cmo Loxias afirm, hace tiempo, que[l] haba de [unirse] con [su] propia madre y coger en [sus] manos la sangre de [su]padre (Sfocles,1995, verso 995). Finalmente, la tragedia muestra cmo este destinopredeterminado llega a cumplirse a travs del tiempo. Lo anterior parecera llevarnosa concluir que, no importa cual sea el rumbo que tome el personaje, el desenlacesiempre ser el mismo. Sin embargo, no da la sensacin de que Edipo pudo haberevitado lo que le sucedi?

    En efecto, Edipo intenta huir de su destino y de manera inesperada regresa a l.Esta determinacin del destino parecera corresponder a un suceso del cual el personajeno es responsable. Sin embargo, Halliwell (1998) afirma que la sensacin de que lospersonajes no razonan sus acciones es, sobre todo, un efecto literario. Mediante ste,el autor produce en el receptor los sentimientos propios del gnero trgico: la piedady el temor. Lo que se hace entonces, es dotar a los personajes de lo que Halliwellllama ignorancia trgica, mediante la cual se produce una disparidad entre el conocimientoo las intenciones de los personajes y la naturaleza que subyace en sus acciones (Halliwell, 1998, p. 212). As, en la tragedia los sucesos parecen no depender de la intervencinracional de los personajes, sino del destino que les ha sido impuesto, de la suerte quepuedan tener en su vida. No obstante, esta situacin es ilusoria y ficticia, pues segnAristteles, para que el argumento de la tragedia forme una unidad es preciso que ensta los hechos se sigan de manera necesaria o al menos probable, es decir, que cadaacto implique el siguiente. Desde este punto de vista, las ideas de suerte y probabilidad,que por lo general se relacionan con el gnero trgico, parecen ser percepcioneserradas o instrumentos estilsticos de la tragedia. El hombre necesariamente debe serel labrador de su propio destino y actuar sin esperar a que las cosas sencillamente lesucedan.

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    La intervencin de los dioses en la tragedia debe entenderse tiende como unelemento cultural y estilstico que no descarta, de ninguna manera, la intervencin delhombre actuante en la tragedia.

    La tragedia es imitacin, no de personas,sino de una accin y de una vida,

    y la felicidad y la infelicidad estn en la accin,y el fin es una accin, no una cualidad.

    Aristteles, La Potica. 145016

    En el primer libro de la tica Nicomquea, Aristteles afirma que el fin ltimo delhombre es la felicidad. Sin embargo, es consciente que determinar qu es la felicidades una tarea difcil y que para llevarla a cabo es necesario realizar, en primera instancia,un estudio acerca de la virtud. En efecto, como la felicidad es una cierta actividad delalma de acuerdo con la virtud( Aristteles, 1997, Libro I, 1099b26), parece evidenteque entre virtud y felicidad existe una estrecha relacin, en la que la virtud es el mediopara llegar a la felicidad. Sin embargo, la definicin de virtud tampoco es clara. Porello, Aristteles establece, en el segundo libro de la obra, una clasificacin jerrquicade las virtudes, dndole as a su estudio un carcter terico. No obstante, teniendo encuenta la importancia que le da Aristteles a la experiencia y a la relacin individuo-Polis,es necesario sealar que, en el tercer libro, su propuesta es abarcar el aspecto prcticode la virtud. As, Aristteles sostiene una relacin de sta con la vida en comunidad.En efecto, l mantiene que la ciudad-estado es la nica forma poltica en que lasvirtudes de la vida humana pueden ser autntica y plenamente mostradas(Macintyre,1987, p. 187). Aristteles introduce las acciones y las pasiones del hombre, al ser en unmbito prctico, los objetos de la virtud.

    Aristteles sostiene la tesis segn la cual las acciones pueden dividirse de acuerdo ala intencin que se les haya puesto al ejecutarlas. Una accin puede ser entonces voluntariao involuntaria. Al hablar de intencionalidad, Aristteles recurre a un juicio de concienciaque debe concernir necesariamente tanto al individuo como a la Polis. Aristtelessostiene una relacin entre la capacidad volitiva del hombre y los cnones sociales,mediante la cual el individuo adquiere una responsabilidad moral. As, todo hombreactuante se convierte, segn Aristteles, en un agente responsable que debe ser capazde dar razn de sus actos, tanto en lo pblico como para s mismo.

    Aristteles llama acciones involuntarias a aquellas que se hacen por fuerza o porignorancia y considera forzoso aquello cuyo principio es externo y de tal clase que enl no participa ni el agente ni el paciente(Aristteles, 1997, Libro III, 11102). As, enlas acciones involuntarias el hombre no interviene como un agente responsable. Enefecto, para ejecutar la accin, el hombre no utiliza su capacidad racional, ni sucapacidad volitiva. El hombre acta sin haber elegido actuar, para estas acciones elhombre no realiza el proceso deliberativo de la eleccin. Ser esto posible? No esnecesario que el hombre provoque, permita o promueva de alguna forma todo loque le sucede? Parece que Aristteles se refiere aqu a las acciones excusables porcompleto. Debemos entonces preguntarnos en el caso especfico de Edipo: es acaso

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    su destino producto de una sucesin de acciones forzosas e involuntarias? ParticipEdipo en sus acciones?

    Esta clase de actos suscita al menos un problema, que para el hombre resultamucho ms cmodo atribuirle la responsabilidad de sus acciones a una causa externa(v.g. a los dioses, en el caso de Edipo). Aristteles introduce para ello una diferenciacinque es decisiva: la de una accin por ignorancia y la accin con ignorancia. De acuerdocon esta distincin, las acciones por ignorancia son aquellas cuya causa es la ignorancia.Por su parte, las acciones con ignorancia son aquellos actos que se realizan por causasdistintas a la ignorancia, pero no a sabiendas sino con ignorancia. Segn Aristteles,se puede obrar con ignorancia, es decir de forma ignorante respecto de situacionesconcretas, pero no se puede ser ignorante en su totalidad, no se debe desconocer loconveniente pues la ignorancia en la eleccin no es causa de lo involuntario sino dela maldad (Aristteles, 1997, Libro III, 1110b32). Es necesario admitir que Edipo, sibien poda desconocer ciertas circunstancias concretas, no poda estar justificado poruna ignorancia total, pues esto no es admisible en un ser actuante. A Edipo no lesuceden las cosas mientras l se encuentra en un estado de ignorancia total. Estadistincin realizada en la tica aristotlica excluye la posibilidad de que Edipo sea unhombre engaado y manipulado por los dioses. No obstante, es necesario recordarque en La Potica, Aristteles define la agnicin como un cambio desde la ignoranciaal conocimiento(Aristteles, 1992, 11, 145230) y que considera como una posiblejustificacin del error trgico el desconocer las circunstancias en un sentido pleno.

    Para Aristteles, la virtud y el vicio se encuentran tambin bajo el poder del hombre.As, depende del hombre el ser virtuoso, pues el ejercicio de las virtudes se refiere alos medios para llegar a los fines. As, desconocer que los modos de ser se adquierenpor las correspondientes actividades es propio de un completo insensato(Aristteles,1997, Libro III, 111410). En este punto, Aristteles se separa de la concepcinplatnica, segn la cual no existen hombres malos, sino hombres ignorantes. Laignorancia para Aristteles no puede cargar con todo el peso del modo de serhumano3 , pues aunque para l es posible ser ignorante en casos particulares, no esposible ser un ignorante universal. El hombre ha de ser responsable de la mayora desus acciones y no debe refugiarse continuamente en la involuntariedad de sus actos.La posicin de Aristteles parece incluso ir ms all, pues sostiene que el hombretiene en sus manos la eleccin de ser o no ser algo, de llevar o no a cabo una accin,y que despus de un cierto tiempo que se ha decidido, ya no es posible dar marchaatrs. Aristteles defiende entonces una relacin intrnseca entre el querer y el actuar,en donde el hombre es el causante de su modo de ser pues una vez que [se hallegado a ser], ya no [es] posible no [ser] (Aristteles, 1997, Libro III, 111422). Locensurable se entiende entonces en trminos aristotlicos como lo que teniendo laposibilidad de ser remediado, no se remedia.

    Aristteles es riguroso al plantear las acciones involuntarias, por lo que estableceotra diferencia segn la cual las acciones se distinguen entre involuntarias y no voluntarias,pues, todo lo que se hace por ignorancia es no voluntario, pero, si causa dolor ypesar es involuntario (Aristteles, 1997, Libro III, 1110b18). Parece entonces queAristteles adiciona un elemento decisivo para juzgar una accin: el dolor. En el casode Edipo, sus acciones lo llevan a un dolor y a un pesar que mostraran claramente

    3 Para Aristteles los mo-dos de ser corresponden a lasconductas particulares de loshombres. Por ejemplo, dosmodos son: ser injusto y serlicencioso.

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    que su accin no slo es realizada sin intencin, sino que es ms excusable por causardolor. En efecto, Edipo afirma al saber toda la verdad: Ay, ay! Todo se cumple concerteza. Oh luz del da, que te vea ahora por ltima vez! Yo que he resultado nacidode los que no deba, teniendo relaciones con los que no poda y habiendo dado amuerte a quienes no tena que hacerlo! (Sfocles, 1995, verso 1183). A travs de estadistincin resulta de nuevo pertinente preguntarse: las acciones de Edipo puedenconsiderarse involuntarias por causar dolor? Es acaso este elemento suficiente paraeximir a Edipo de toda responsabilidad?

    Esta consideracin no puede desviarnos de lo que realmente est formulando latica aristotlica. Es claro que la nica forma de eximir a Edipo de toda responsabilidades permitiendo la intervencin de los dioses como principio externo, pues si se permitela intervencin de Edipo como agente de la accin, entonces la accin se descartarainmediatamente como una accin involuntaria. No obstante, resulta difcil considerarloas, ya que si Edipo no ejecuta las acciones, stas simplemente le suceden sin serparticipe de ellas. Y hemos dicho que lo que imitan las obras trgicas son hombresactuantes, por lo tanto no resultara coherente afirmar que a Edipo le suceden lascosas pero que a su vez es un hombre actuante. Esto, en trminos aristotlicos, equivalea aceptar que Edipo no interviene en la accin que le sucede pero que, al mismotiempo, es un ser con la capacidad de deliberar y decidir. Lo anterior resultacontradictorio, pues es precisamente la capacidad deliberativa del hombre la que lepermite ser dueo de sus actos. Llegamos pues a la conclusin de que las acciones quese le atribuyen a Edipo no pueden ser consideradas involuntarias (o forzosas), porqueEdipo participa en ellas.

    Resulta entonces necesario estudiar la otra opcin de la divisin de acciones quepropone Aristteles: las acciones voluntarias. Aristteles define las acciones voluntarias encontraposicin con la definicin de las involuntarias, y sostiene que son aquellas cuyoprincipio est en el mismo agente que conoce las circunstancias concretas en las queradica la accin (Aristteles, 1997, Libro III, 111123). En estas acciones, por elcontrario, s parece intervenir la capacidad racional del hombre. Aqu, el estudio esms complejo y extenso, pues para hacerlo es necesario tener presente la naturalezaespecfica del hombre, que abarca sus pasiones, sus deseos, sus virtudes, su actitud deliberativay su capacidad de eleccin. Esta clasificacin parece corresponder de mejor maneraa las acciones que se imitan en las tragedias. En efecto, en ellas est presente la esenciadel ser humano: su capacidad racional. Y por lo tanto, toda su actividad deliberativa.Si se logra demostrar que son stas las acciones que imitan las tragedias, entonces sedebe afirmar que los hombres que se representan en ellas son agentes responsables y,de esta manera, hay que aceptar la existencia de una relacin entre potica y ticaaristotlica.

    La deliberacin, dice Aristteles, es una facultad propia del hombre en sano juicio,pues slo se delibera acerca de lo que est en nuestro poder y es realizable (Aristteles,1997, Libro III, 1111b32). As, la deliberacin tiene como objeto todo lo que elhombre puede hacer por s mismo, es decir, todo en lo que puede intervenir. Ladeliberacin parece ser un buen argumento para sostener la libertad. En efecto, ladeliberacin es la constancia de que el hombre no posee slo una alternativa y que,por el contrario, se enfrenta a una multitud de opciones, lo cual lo hace un ser libre.

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    Todo indica que ste es el caso de Edipo; en efecto, el coro se muestra siempre comootra posible alternativa, como otra eleccin probable. Pues si bien Edipo parece estarcondenado por los dioses, por otra parte tiene, en todas las circunstancias, otrasalternativas por tomar. As, su eleccin no est sometida a un determinismo, sino auna deliberacin que en la mayora de los casos lo sumergen en una mala eleccin. Enefecto, el error trgico, o Hamartia, se expresa aqu como un error no intencional,pero, en todo caso, un error.

    Aristteles realiza una distincin de las acciones voluntarias entre acciones deliberadasy no deliberadas. En efecto, Aristteles considera que las acciones impulsivas aunqueson voluntarias, no pueden llamarse elegidas, pues para llegar a ellas no se ha deliberado.Edipo parece en algunas ocasiones actuar de manera impulsiva sin medir sus palabras,como por ejemplo cuando le dice a Tiresias: Nada de lo que estoy advirtiendodejar de decir, segn estoy de encolerizado. Has de saber que me parece que t hasayudado a maquinar el crimen y lo has llevado a cabo en lo que no ha sido darlemuerte con tus manos (Sfocles, 1995, verso 345). Son las desgracias de Edipoproducto de una ausencia de deliberacin, de una mala deliberacin o de un destinoprefijado de los dioses?

    A pesar de que Aristteles ha intentado incluir en su divisin de acciones involuntariasy voluntarias todos los casos particulares, l mismo reconoce la dificultad que existepara juzgar en algunas posibilidades, a qu clase pertenece una accin. Es evidenteque los criterios no se encuentran estrictamente delimitados. Aristteles lo adviertedesde su primer libro, recordando que la tica no es una ciencia exacta, por lo que nose puede exigir un anlisis exhaustivo de ella. Para resolver este problema, Aristtelescrea una nueva clasificacin de las acciones para todos los casos que no parecen ni deltodo voluntarios ni del todo involuntarios: las acciones mixtas. Estas se definen comoacciones voluntarias (al haber participado el individuo de ellas), pero involuntarias enel sentido en que nadie las elegira por s mismo.

    Las acciones mixtas parecen ajustarse al caso de Edipo. En efecto, Edipo lanzauna sentencia que es producto de una eleccin y de una deliberacin. Al sufrir elpueblo tebano una fuerte peste que slo se solucionar al descubrir y expulsar alasesino de Layo, Edipo, como gobernante, promete encontrar a este hombre y lanzacontra l una sentencia: aquel de vosotros que sepa por obra de quin muri Layo,[...], le ordeno que me lo revele todo (Sfocles, 1995, verso 225). As, Edipo tomauna eleccin deliberada, pero ignora al lanzarla, mltiples circunstancias. Por una partesu accin es voluntaria, pues l es claramente su agente. Pero vista desde otro enfoque,la accin es involuntaria pues Edipo desconoce que aquel hombre a quien est buscandopara castigar es l mismo. La accin se convierte entonces en una accin mixta.

    ***

    En conclusin, podemos decir que las Tragedias griegas, en este caso Edipo Rey,pueden ser vistas como instrumentos tiles para ilustrar la teora de la accin queexpone Aristteles en el libro III de la Etica Nicomquea. En efecto, en ellas se encuentranacciones involuntarias (por y con ignorancia, no voluntarias e involuntarias), acciones voluntarias(deliberadas e impulsivas), y acciones mixtas. As, si se mantiene una relacin entre potica

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    y tica, las obras trgicas podran considerarse como un posible campo de estudio dela accin humana. El problema que suscitaba la intervencin de los dioses tiende adesvanecerse en la medida en que se debe descartar, de entrada, la posibilidad de undeterminismo radical, es decir, de un fatalismo en las obras trgicas. As, la idea segnla cual el destino impuesto por los dioses coincide con el destino que se ha trazado elpropio hombre no parece causar mayores dificultades. Queda claro que Edipo, porejemplo, posee en cada momento de su vida un espacio para deliberar que a veces noaprovecha suficientemente, o que por sus condiciones de hombre (no de un seromnisciente) a pesar de emplearlo lo lleva a desavenencias. La obra trgica se vuelvede esta manera, un mbito en el que la falibilidad del hombre se expresa fuertemente.De esta manera, la ignorancia inevitable, que se podra considerar como infortunio,sera una posible justificacin de la Hamartia (o error trgico). No obstante, la tragediano debe dar lugar a mostrar nada irracional en los hechos. Todo debe ser fruto deuna perfecta coherencia en donde no son posibles los hechos desligados.

    BIBLIOGRAFA

    Aristteles(1997) tica Nicomquea, Editorial Planeta DeAgostini, Madrid.(1992) La Potica, Editorial Gredos, coleccin Biblioteca Clsica Gredos, Madrid.

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    Vernant, Jean-Pierre(1991)Mito y religin en la Grecia antigua, Editorial Ariel, Barcelona.

    Halliwell, Stephen (1998)Falibility & Misfortune: the Secularisation of the Tragic, Cap. VII en: AristotlesPoetics, The University of Chicago Press.

    Macintyre, Alasdair (1987)Tras la virtud, Editorial Crtica, Barcelona.