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El camino de los sueños Apuntes de viaje, historias y memoria

Los caminos de los sueños

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Los Caminos de los sueños

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El camino de los sueñosApuntes de viaje, historias y memoria

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EL CAMINO DE LOS SUEÑOS Apuntes de viaje, historias y memoria

Fondo Canadiense para la NiñezAgencia Canadiense para el Desarrollo Internacional – ACDI

© 2011, Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional – ACDI

COMITÉ EDITORIAL

Francesca BellonePrimer Secretario – Cooperación Técnica y Financiera ACDIEmbajada de Canadá

Patricia SánchezCoordinadoraFondo Canadiense para la Niñez

Edición general: Natalia RamírezTextos: Andrés Marcel GiraldoFotógrafo: Camilo RozoDiseño gráfico: Mottif

Fondo Canadiense para la Niñez – ACDI Bogotá D.C. – Colombia

www.fondocanadienseparalaninez.com www.acdi-cida.gc.ca

El contenido de esta obra puede ser citado y difundido por cualquier medio, con autorización expresa y previa del Fondo Canadiense para la Niñez – ACDI, siempre que sus fines no sean comerciales. Deberá citarse la fuente.

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“No sólo tenemos la oportunidad de estar seguros, sino que también podemos estudiar para ser alguien en la vida y pensar en buenas cosas para nuestro futuro.”

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Presentación comenzó como

un viaje visual y narrativo por diversos lugares del territorio colombiano en los cuales el Fondo Canadiense para la Niñez – ACDI, impulsa proyectos para la promoción y protección de los derechos de la niñez y de la juventud. En esen-cia, este documento intenta visualizar los rigores de la vida de muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes y al mismo tiempo resaltar sus potenciales, plantear caminos y futuros mejores en el marco de sus derechos.

El objetivo del recorrido consistió en explorar la vida cotidiana y los sueños de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, expresados a través de sus rostros, recuerdos, paisajes, lugares, afectos, vivencias, y también, por qué no, las ausencias y los silencios.

Conocimos y escuchamos sus percepciones, sentimientos e ideas en relación a derechos como proteger la vida, expresarse y ser escuchados, participar, jugar, estudiar, amar, sentirse

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protegidos, reír, ser hombres o mujeres, y escogimos grupos de palabras que con mayor frecuencia relacionan con estas nociones para también incluir sus voces a lo largo del libro.

Hacia el final, el lector se encontrará con una historia épica realizada en el Bajo Cauca antioqueño, basada en hechos reales, que pone en evidencia las historias de miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que, como Elías, el personaje cen-tral, sienten que “hoy es su día de suerte”.

Por último, queremos reconocer muy especialmente la generosidad de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que compartieron con nosotros sus historias, y el apoyo de las organizaciones socias del Fondo Canadiense para la Niñez – ACDI. A todos y todas, nuestro cariñoso agradecimiento.

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ESTUDIAR SUEÑOS JUGAR SER ALGUIEN TENER FAMILIA SALUD RESPETO CRECER DESEAR DERECHOS CONOCER COMER BIEN NO TRABAJAR RECREARME AMIGOS SER MAMÁ DECIDIR LIBERTADES PREMIOS

“Anteriormente ni siquiera sabíamos cuáles eran nuestros propios derechos. El mío por ejemplo es estudiar.”

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COLEGIO NO VOLVÍ ESCUELA NO SÉ PROFE CIENCIAS INGLÉS AMIGOS NO HAY APRENDEMOS JUGAMOS ESTUDIAR RECREO NOS ENSEÑAN SER ALGUIEN LA PROFE CAMINAR MUCHO NO TENGO PERDÍ

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“Un día feliz, me levanto a las seis, desayuno, ayudo en la casa y voy a la escuela. Vemos matemáticas, ciencias, sociales, tecnología, inglés. Me gusta pues lo que enseñan sirve para tener buenos criterios.”

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FELIZ HERMANITA AMIGOS REGALA INVITA ME TIENE EN CUENTA VAMOS JUNTOS AFECTO CARIÑO ME AYUDA ME CUIDA NOS ACOMPAÑA ME LLEVA VAMOS AL RÍO CONTEMPLA ME ENAMORÉ ME GUSTA

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“Con el hermanito mío pasamos mucho tiempo juntos, vamos al río, sembramos yuca y arroz, no somos grandes agricultores, pero para la subsistencia por el momento.”

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GÉNERO UNO NACE ASÍ A NOSOTROS NOS TOCA MI HERMANITA NOS PARECEMOS IGUALES? EL SEXO MUCHAS DIFERENCIAS MUJERES HOMBRES BUSCAR EQUILIBRIO PRIMERO NOSOTROS ACEPTAR DERECHOS SER MAMÁ VARÓN INFERIOR MI PAPÁ

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“Uno tiene derechos, pero también deberes. Ya uno es mayor de edad, si busca mujer tiene que cumplir con el deber de cuidarla, y si tiene un niño, de alimentarlo bien.” 13

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BUSCAMOS AYUDAR JÓVENES COMUNIDAD CINE TODOS HABLAMOS HACER PARTE ORGANIZACIÓN CONCILIAR COMUNES CONVOCAR CONOCER PARTICIPO COLABORO REPRESENTO DECIDO LÍDER CAMBIO MEJORAR ENTRE TODOS VOZ DAR A CONOCER14

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“Nos comenzaron a enseñar sobre los conflictos, nuestros derechos como jóvenes, ahora soy representante de los jóvenes de diez comunidades y buscamos apoyo para que nos hagan una vía de acceso a nuestro territorio.”

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RECREARSE DIVERTIRSE ENTRETENERSE BRINCAR CORRER RÍO FÚTBOL COMPETIR TRABAJAR NO HAY QUÉ HACER PASAR EL DÍA AMIGOS NO HAY TIEMPO A VECES VER PELÍCULAS JUGAR CUALQUIER PALITO RASTROJO CAMINAMOS POR MI CUENTA VOY AL MONTE ME ABURRO ANIMALES PINTAR CANTAR CONCIERTO VALLENATO

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“No tenemos balones, no practicamos para campeonatos pero a veces resulta una pelotita y nos entretenemos jugando, pero no para competir en otras partes.”

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“Si yo me encontrara a esos tipos de frente, qué va a hacer uno, si ellos todo a la fuerza, uno dice no y de todas maneras ellos llevan la delantera.”

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PROTECCIÓN MIEDO MALTRATO QUÉ SE HACE ABURRICIÓN FAMILIA SOLITO AYUDA DURO ENTRENAMIENTO A LA BRAVA CHIQUITO FUERZA SOLEDAD SUSTO VOLVER MAMÁ ME CUIDA NECESITO DE SIEMPRE NO ME GUSTA

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“Logré definir mi proyecto de vida porque aprendí muchas cosas y tengo claro quién soy y qué voy a hacer.”

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POR QUÉ HABILIDADES CREENCIAS MI HISTORIA INDIVIDUO MÍ MISMA IDENTIDAD MI IMAGEN ME DEFINE NO SÉ SENTIDO DE MÍ ES UN PROCESO SOY YO CONFLICTOS NO TENGO

QUÉ ES? CAMBIA MIENTRAS CREZCO DESARROLLO AUTOESTIMA NADA DESCUBRIR LA PROPIA

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“Cada quien tiene sus metas. Mi sueño es salir adelante con mi familia y coger una profesión como profesor.”

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PAPÁS A VECES ME GUSTA AYUDO MI CASA HERMANOS ABUELITOS EL PUEBLO CUIDAN REGAÑO JUNTOS VIVIMOS NACÍ AYUDO MI FAMILIA DORMIMOS TECHO SALIMOS DOMINGOS

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Elías descarga la barra sobre la tierra y corta el barranco otra vez. Con la pala recoge el bocado y lo suelta sobre la batea. Lo moja, lo espulga, lo menea, con la esperanza de que ahora sí salga la pepita que justifique todo el trabajo de la semana.

Luego de un rato de mazamorreo, el oro queda en el fondo. Es menudito. Elías saca el tarro donde tiene el azogue, muerde la tapa y lo gira con la mano libre. Como un imán, el líquido brillante va halando el polvo amarillo y lo agrupa hasta formar una bolita. Con los dedos en pinza y mucho cuidado, Elías pellizca el mercurio, extrae el botín de oro y lo guarda en su bolsillo envuelto en el celofán transparente de un paquete de cigarrillos.

A la hora del almuerzo la familia se reúne bajo la sombra de un árbol. Juntan sus bolitas y calculan tener entre todos un tomín y medio. Aunque no es mucho, los cuarenta y nueve mil pesos alcanzarán para ajustar el mercado de la semana. Al parecer este es un día de suerte.

Cae el sol. Hoy el oro se escondió. Las cinturas duelen y las manos arden. El papá da la orden de recoger la herramienta. – Ya está bueno. Elías, vamos antes de que te pesqués otro paludismo.

Mientras caminan hacia la casa, prenden el radio y tararean juntos el vallenato que suena en Bagre Digital Estéreo. Entre canción y canción, el locutor anuncia:

- Y no olviden: ya está cerca la gran fiesta Vallenata del Oro, la Cultura y el Renacer Bagreño, con la participación de agrupaciones musicales de Caucasia, Cáceres, Tarazá, Zaragoza y Nechí… tenemos una boleta doble para la primera persona que nos llame al…

Elías piensa en lo bueno que sería ganarse esas boletas. Pero no tiene minutos. Ni celular. Entonces le pide a su hermano Edwin que le regale una llamada.

- Aló? Buenas tardes, quién habla?... Elías… y ¿cuántos años tienes? … Qué bueno tener jóvenes oyentes en nuestra emisora, y ¿de dónde nos llamas? … ¡Uy, lejos! ¿Cómo están las cosas por allá en la vereda? … Bueno Elías, ¿Te queda fácil venir al concierto como para regalarte dos boletas? … Ja, ja, ja, ja.

La Guitarra Inventada

La batea es un tipo de bandeja hecha en madera, de forma circular que no posee asas, utilizada en la minería artesanal para lavar la tierra y encontrar fragmentos de oro.

El azogue: Mercurio.

El mazamorreo es el proceso artesanal de la minería que se realiza escarbando o raspando las superficies de los ríos para lavar la tierra y extraer oro y platino.

El tomín es una unidad de medida para el oro. Aproximadamente equivale a 0,575 gramos del metal. En la minería se habla de tomín, medio tomín, castellano, medio castellano y libra. El castellano tiene 8 tomines.

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Elías nos resultó avispado… Bueno hagamos una cosa: vamos a premiar tu esfuerzo y tu interés con dos pases dobles, osea 4 boletas, para que puedas venir al concierto con tus papás y tu hermano. ¿Te parece?

Ya están las boletas. Ahora falta conseguir la plata para las moto-taxis y para la comida en el pueblo.

Como todavía no hay profesora asignada para la escuela, los niños están en vacaciones hasta nueva orden. Las semanas pasan lento y Elías espera con impaciencia el día del concierto. Para no perder el hábito del estudio, la Junta de Acción Comunal de la vereda acuerda comenzar los talleres sobre los derechos de los niños. El presidente de la Junta le ha pedido a los padres que no lleven a sus hijos a trabajar en las minas. A los papás no les suena mucho la idea.

Los talleres se dan dos veces por semana desde hace dos años. El profesor se llama Ricardo. A Elías y a sus compañeros les cae bien. Es un señor joven, sencillo y amable que habla con palabras educadas y trata bien a todo el mundo. Parece que estudió una carrera en la Universidad. Trajo morrales con lápices, colores y cuadernos para todos.

Elías piensa que lo bueno de los talleres con Ricardo es que ya no le toca trabajar en el bareque. Hasta le queda tiempo para jugar en el río o en la escuela. Está aprendiendo muchas cosas. Ha escrito cuentos, ha leído historias. Y las manos se le están poniendo bonitas. La cintura ya no le

duele. Lo malo es que en la casa hay menos plata.

Antes de entrar al concierto deben pasar por la compraventa para cambiar el oro. La mamá dice que el precio está bajito, pero hay que venderlo, qué se le va a hacer. Cuando lo venden, Elías recibe cinco mil para gastar a su antojo. Ya tienen con qué pagar los pasajes y la comida. Se pone contento.

Dentro del coliseo William Knight hace calor. Con tanta gente es imposible amarrarse los zapatos. Mientras la primera agrupación prueba el sonido, el público se estruja con urgencia en dirección a la tarima: todos quieren ver a los músicos

de cerquita. Suena el primer acordeón y el gentío responde con gritos de alegría. Los amplificadores sueltan golpes bajos que retumban en el pecho y se alcanza a escuchar que el cantante, un hombre triste, le pide perdón a la mujer más bonita que hay sobre la tierra.

De repente, dos manos enormes aprietan sus costillas y lo remolcan como una grúa hasta la altura de un andamio. Elías mira para atrás, asustado, pero se alegra al ver que se trata del profe Ricardo, quien se burla de su cara de pánico y le saluda muerto de la risa.

Desde el andamio la fiesta es otra cosa. Ahora sí se ven los músicos, el animador,

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Taque, taque, pum, pak. Esa misma noche termina de siluetear la guitarra con las herramientas. Antes de acostarse termina de abrirle los huecos para enhebrar las cuerdas. Le falta abrirle el roto de la mitad, conseguir un pedazo largo de nailon y una docena de clavos.

los carteles y el montón de peladas bonitas. El concierto está bacano. La gente se divierte. Elías está pendiente de los instrumentos. El acordeón es igual al que tiene el papá de Wilfer, pero está más nuevo. También hay caja, guacharaca y teclados. Wilfer, que quiere aprender a tocar rápido el acordeón, se lo roba al papá del armario a cada rato para tocarlo al escondido. Últimamente ya le está sacando algunas notas.

El animador anuncia el último grupo de la noche. Elías bosteza porque ya tiene sueño. Ricardo lo anima a que espere hasta el final. Entre los músicos se sube a la tarima un muchacho con una guitarra de colores. Cuando el guitarrista comienza a tocar, Elías siente algo muy fuerte en la barriga. Hasta se le quita el sueño. El señor de la guitarra sabe tocar muy bien. Fascinado por el instrumento, Elías no se pierde detalle. Simplemente ya no puede mirar a otra parte. Está alelado por el nuevo descubrimiento. Al final del concierto, Elías y Ricardo se despiden, pero quedan de verse en la escuela para la reunión del grupo.

El ronquido de un cerdo muy cerca de la oreja y el pío pío de los pollitos en el patio despiertan a Elías. Desde la hamaca y entredormido, escucha a su mamá que mueve ollas en la cocina

y canta con el radio mientras empaca el almuerzo antes de salir para la mina: “Pues ya no queda nada a a a, de aquel amor tan grande e e e…” Elías se para, se rasca los ojos con los nudillos y camina a tropezones hasta su desayuno. Mientras mastica el plátano, Elías sigue pensando en lo bueno que sería tener una guitarra. Pero y de dónde, si para comprar una guitarra hace falta plata? Y cuál plata, si ya le había prometido a Ricardo que no volvería a trabajar en la mina?

- ”Ya sé, me la voy a inventar”

Elías deja media yuca en el plato y se para a buscar un cuaderno y un lápiz para pintar su recuerdo de la guitarra. No quiere que se le olvide. La guitarra que dibuja es igual a la de verdad. Está seguro. Tanto, que ya se la quiere mostrar a Ricardo. Se da un baño, se lava los dientes, empaca sus cosas en la mochila y sale a buscar a Wilfer para que se vayan juntos hasta la escuela. Por el camino quiere contarle las ideas que tiene para concretar su invento.

Por la tardecita Elías camina solo hacia su casa. El sol está picante y le dan ganas de mojarse. Se quita la ropa, asegura su mochila en un palo de níspero

y se zambulle en el río como un pisingo. ¡Ah, qué frescura!

Por la corriente baja una tabla lo suficientemente larga, lo bastante gruesa. Elías sale del río y corre por la orilla para tomarle ventaja y esperarla. Cuando es el momento, Elías se lanza al río y la saca. Nota que en tierra está más pesada que en el agua. Se queda mirándola un rato, la carga en la cintura, la mide con las manos y se da cuenta que allí cabe la guitarra que no ha podido borrar de su cabeza.

Con dificultad, Elías arrastra la tabla hasta su casa. Wilfer habría podido ayudarle a cargarla, pero ha preferido quedarse jugando fútbol en la escuela. Elías llega sudando. No piensa siquiera en descansar. Eso sí, agarra el machete y se abre un coco de agua. Lo bebe rápido mientras busca la azuela que su papá utiliza para fabricar las bateas. Busca también un serrucho, el martillo y comienza a trabajar.

Taque, taque, pum, pak. Esa misma noche termina de siluetear la guitarra con las herramientas. Antes de acostarse termina de abrirle los huecos para enhebrar las cuerdas. Le falta abrirle el roto de la mitad, conseguir un pedazo largo de nailon y una docena de clavos.

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Mientras que Ricardo llega, Elías reúne a sus compañeros para ensayar la canción del Pepino Enamorado. Es fácil cantarla porque ya todos se la saben. Por si las moscas, Elías se para frente al tablero y la copia completa para que a nadie se le olvide.

La ensayan tres veces hasta que nadie se equivoca. Desde la portada se escucha el ruido de la moto que trae a Ricardo. Todos corren a organizar las sillas y cada uno se sienta en su puesto. Elías esconde la guitarra detrás de la puerta para que sea una sorpresa de verdad. Apenas entra Ricardo, Elías saca su guitarra hechiza y comienza a rasgar las cuerdas. Todos cantan la historia de un pepino enamorado…

En la calle del comercio del pueblo hay dos almacenes donde venden algunos instrumentos. Ricardo lleva un rato ensayando el sonido de todas las guitarras y está dudoso entre las dos que encuentra mejores. Una es negra y la otra amarilla de colores fuertes. Ricardo recuerda la cara de Elías al ver la guitarra en el escenario y toma la decisión. Además, con la amarilla le enciman el estuche y un juego de cuerdas de repuesto.

Cuando Ricardo llega, los padres de familia ya tienen el sancocho listo. Los niños se ríen en el potrero mientras persiguen a un caballo desbocado con una carga de hojas de palma amarrada al anca. Ricardo se apura a esconder la guitarra detrás de la puerta y se sienta a almorzar con todos sobre un tronco viejo.

El acto de clausura se lleva a cabo en el salón de clases. Los adultos están sentados en la parte de atrás. Ricardo agradece a toda la comunidad por haberlo acogido durante este tiempo y los invita a seguir trabajando juntos aunque él no esté con ellos. En nombre de los niños, Elías le expresa su tristeza y se dispone a cantarle una canción. Saca su guitarra inventada y se sienta al frente para dirigir a sus compañeros.

Un momento. Paren. Ricardo los detiene y se mete detrás de la puerta. Les ha traído un regalo de despedida y cree que este es el momento de entregárselo. Elías se queda mirando el estuche negro y no puede creer lo que ve. Le tiemblan los cachetes de la emoción. Wilfer es el primero que se para de su silla. Uno a uno los niños se van acercando para abrir juntos el regalo. Ricardo aprovecha para enseñarles un par de cosas básicas y tocan juntos la canción.

Ricardo no se cansa de dar abrazos. El moto-taxista acosa porque se hace tarde y la carretera está muy mala para manejar a oscuras. Elías se queda averiguando el teléfono del señor Marcos, para llamarlo y pedirle el favor de que le enseñe a tocar la guitarra. El presidente de la Junta emocionado piensa en presentar un proyecto a la alcaldía para conseguir instrumentos y un profesor de música que venga al menos una vez a la semana hasta la vereda.

Ricardo y Elías se despiden con una promesa: Elías nunca va a abandonar su primera guitarra inventada y, cuando Ricardo vuelva, va a tener su propio conjunto vallenato. Seguro.

El sol cae sobre la sabana. El moto-taxista reniega por la hora. Ricardo trae las piernas cansadas, el corazón arrugado y un nudo de lana en la garganta. Las botas de caucho húmedas por dentro le hacen añorar un baño largo con agua caliente. Pero le falta empacar. Recoger la ropa. Escribir el informe. Mañana temprano tomará el avión de regreso a su casa. Elías, Wilfer, Karen y Checho estarán sentados en una sombrita, ensayando su primer vallenato.

Esta es la historia de un pepino enamorado

que era valiente y arriesgado en el amor

un día domingo que se andaba emborrachando

5 pepinos le corrieron avisar

cuídate Pepe que por ahí te andan buscando

5 tomates no te vayan a matar

no tuvo tiempo de montarse en su canasta

cuando una arveja atravesó su corazón

en la cocina la cebolla está llorando

la zanahoria está amarilla de dolor

PEPINO ENAMORADO

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Encontrarnos con testimonios como el de Elías nos ha dado la oportunidad de contar las historias de muchos niños, niñas y adolescentes que como él, han nacido y crecido en contextos en los cuales el trabajo es parte de la vida cotidiana. Pero a la vez, su relato se reviste de esperanza ante la posibilidad auténtica de tocar la guitarra y construir con otros y otras sueños cada vez más posibles como la música.

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FONDO CANADIENSE PARA LA NIÑEZ

El Fondo Canadiense para la Niñez es un mecanismo de la Agencia Canadiense para el

Desarrollo Internacional – ACDI para apoyar iniciativas que contribuyan a la promoción,

garantía y disfrute de los derechos de las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes

de Colombia y asegurar que estén protegidos de las consecuencias de todo tipo de

violencia.

Las iniciativas apoyadas por el Fondo promueven que los niños, niñas, adolescentes y

jóvenes fortalezcan sus capacidades para aportar activamente en la construcción de la

paz y la seguridad humana en Colombia.

Las organizaciones responsables de la implementación de los proyectos son

instituciones multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no

gubernamentales y actores estatales. Los proyectos que se apoyan desde el Fondo

tienen cobertura a nivel nacional.

AGENCIA CANADIENSE PARA EL DESARROLLO INTERNAC ACDI

La Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional – ACDI apoya el desarrollo

sostenible a fin de reducir la pobreza y contribuir a un mundo más seguro, justo y

próspero.

En Colombia, la ACDI concentra una gran parte de su trabajo en la protección y

promoción de los derechos humanos con especial atención en los derechos de los

niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se ven amenazados por la violencia y las

peores formas de trabajo infantil, incluyendo la explotación sexual.

Los proyectos de la ACDI están alineados con las prioridades del Gobierno de Colombia

definidas en el Plan Nacional de Desarrollo y la Estrategia Nacional de Cooperación Internacional y se articulan de manera más amplia con los distintos niveles de gobierno – nacional, departamental y municipal – y otros actores de la cooperación internacional en Colombia.

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