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Los Cuatro Principios Cardinales de Hartmann
Los principios cardinales de Hartman (1957) son las formas en que las naciones se
relacionan entre ellas. Estos principios son la base de la política exterior, ya que reflejan
como las naciones interactúan entre ellas. Según el autor, estos cuatro principios cardinales
son, (a) la influencia de terceras partes, (b) los lazos pasados y presentes, (c) el contra
balance de intereses y (d) la conservación de enemigos. La importancia de los principios
cardinales de Hartmann es que brindan una herramienta para analizar las distintas relaciones
entre países con el fin de evaluar el impacto de éstas en la nación.
Los intereses nacionales son las necesidades y deseos de los países. Estos intereses se
convierten en objetivos y es mediante las relaciones internacionales que se busca ya sea
conseguirlos o protegerlos de otras naciones. Según Levi (1970) la política exterior es la
declaración de los países sobre cuáles son sus objetivos internacionales y como buscan
obtenerlos. Como indica el investigador al establecer sus objetivos y su plan de acción ante
la comunidad internacional, estos objetivos se vuelven relevantes para las demás naciones, ya
que ello podría afectar o beneficiar los intereses de las otras naciones.
Las relaciones internacionales ocurren cuando los países interactúan entre ellos con la
finalidad de obtener o defender sus intereses. Las relaciones internacionales y los resultados
que estas produzcan generan cambios dentro de los países. Existen distintas formas en que los
países interactúan, pero todas ellas producen cambios en los países.
Dichos cambios afectan también a las empresas. Por lo tanto, resulta necesario que los
gerentes puedan evaluar cómo estas interacciones se dan y cuáles son sus implicancias para
ellos. Las relaciones internaciones producen un efecto directo en dos aspectos, el entorno
externo y el interno de las empresas. El primer de los efectos se produce en el entorno
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externo. Esta modificación ocurre debido a que las relaciones entre países impactan a los
intereses nacionales.
Al cambiar los intereses nacionales ello produce un efecto en el entorno del país. Las
empresas al estar dentro del país, también perciben esos impactos. Éstas por lo tanto deben
considerar estos cambios. Cuando el entorno de las empresas cambia Éstas deben adaptarse a
ellos, ya que de no hacerlo, éstos podrían afectar los planes estratégicos de la empresa. Las
relaciones internacionales pueden brindarle al país oportunidades como por ejemplo recursos
económicos más baratos, intercambios de tecnología, acceso a recursos entre otras cosas. De
manera contraria una mala relación entre dos países, puede denegarles a los países accesos a
bienes y servicios que podrían aumentar las amenazas a las que las empresas están expuestas.
La gerencia debe estar al tanto de los cambios en el entorno para poder aprovechar esas
oportunidades o por el contrario, prepararse para enfrentar las amenazas.
El segundo aspecto en que las relaciones internacionales producen cambios en las
empresas es mediante la generación de cambios en las fortalezas y debilidades del país. Las
fortalezas y debilidades de cada país afectan a las empresas dentro de su ámbito geográfico.
Éstas son relativas, lo que quiere decir que son fortalezas o debilidades en relación al “otro”,
pudiendo ser este otro una empresa, un sector o un país. Como mencionan Murtha y Lenway,
(1994) los países pueden mediante las políticas nacionales incentivar a que las empresas
desarrollen sus fortalezas o por el contrario pueden ser la causa de las debilidades de las
empresas. Dependiendo de la postura del país, este puede buscar implementar políticas
exteriores que fomenten la generación de fortalezas o debilidades. Esto puede hacerse por
ejemplo mediante cooperación entre países o mediante políticas para atraer a empresas
trasnacionales que traigan capacidades y tecnologías nuevas al país (Singh, 2007).
Cada empresa desarrolla sus propias fortalezas y debilidades. No obstante, éstas
tienen relación con el país en donde se ubican. Por ello el que una nación utilice la política y
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las relaciones exteriores para generar fortalezas o debilidades del país tiene un efecto en las
debilidades y fortalezas de las empresas. En consecuencia, ellas se benefician de estar al tanto
de las relaciones exteriores del país y de sus posibles efectos en sus negocios.
Debido a los efectos que las relaciones internacionales tiene en los intereses
nacionales y por lo tanto en las empresas, los empresarios requieren poder analizarlas. Para
facilitar el análisis, Hartmann planteó los cuatro principios cardinales que se mencionaron
anteriormente. Estos permiten categorizar las relaciones y establecer los impactos posibles
que podrían ocurrir.
El primer principio cardinal, es la influencia de las terceras partes. Este principio se
refiere a como las interacciones no sólo afectan a los países que están relacionándose sino
también afecta a otros países (Hartmann, 1957). Por lo que es necesario que los estados
consideren como cada interacción que los demás países realizan y como esta afectará a su
país. Los países deben poder determinar si ésta influencia será positiva o negativa para la
nación, con el fin de tomar acciones para mitigar la influencia o para explotarla de ser el caso.
De la misma manera, los países deben estar al tanto de las interacciones de su país, y como
éstas pueden afectar a terceros. De no considerar si sus relaciones afectan a otros países, ello
podría ser perjudicial para éste.
El segundo principio cardinal propuesto por Hartmann, (1957) son los lazos pasados
y presentes. Este principio se refiere a como la historia de las interacciones entre dos países
afecta como éstos se relacionan en el presente. Ello se debe a que los países que hayan
mantenido relaciones en el pasado, basaran sus actitudes actuales en cómo estas relaciones se
hayan dado. Si las interacciones pasadas fueron positivas, es más probable que los países
tengan un mayor grado de confianza lo cual ayudará a mantener relaciones actuales. Mientras
que si las relaciones en el pasado han estado marcadas por la desconfianza, en el presente
estas probablemente mostrarán esta misma actitud.
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El tercer principio cardinal es el contra balance de intereses. (Hartmann, 1957) Este
principio está relacionado al análisis de la ventaja comparativa frente al costo comparativo de
las alternativas políticas. Este principio implica que los países deben evaluar en sus relaciones
como las posibles ventajas que pueden obtener, valen el costo que éstas suponen obtenerlas.
Los países deben evaluar cuáles son los países que les pueden proveer de la ventaja
comparativa al menor costo comparativo. Es por ello que es necesario que los países busquen
aliarse con las naciones con las que tengan intereses en común.
Finalmente el último principio cardinal mencionado por Hartmann (1957), está
relacionado a la importancia de mantener enemigos. La idea de este aspecto es que mantener
un número de enemigos, permite a las naciones en mantener las capacidades del país a un
nivel competitivo. Los enemigos no necesariamente deben ser bélicos, pero si deben
representar competencia para los países. Sin competencia las naciones no pueden mejorar y
por ello sin enemigos, los países tienden a perder la competitividad. Por lo cual, es importante
que los países mantengan enemigos.
Estos cuatro principios cardinales representan la forma en que los países se
relacionan. No obstante, cabe recalcar que para Hartmann, las relaciones internacionales sólo
se dan a nivel de gobiernos. De acuerdo, con Haas & Whitin (citado en Sondermann 1957)
las relaciones internacionales no sólo se circunscriben a las relaciones entre las naciones, sino
que también incluyen las relaciones entre grupos y además de grupos con estados.
El hecho de que los grupos puedan también relacionarse de manera internacional
afecta a las empresas directamente. Al éstas, estar involucradas directamente como
participantes les permite tomar decisiones basadas únicamente en sus intereses propios. Las
empresas internacionales actualmente negocian con estados directamente o con empresas de
otros países. Estas relaciones internacionales a nivel empresarial les permiten obtener
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recursos financieros o materiales de distintos países, les abre mercados, o les permite ubicarse
en países que les brinden algún tipo de incentivo entre otras cosas.
Para poder determinar si el análisis de los principios cardinales propuesto por
Hartmann es válido para analizar las relaciones internacionales de grupos se debe consideran
algunos aspectos en que se diferencian las empresas de los países. Uno de éstos es que existe
un mayor número de actores involucrados en las relaciones. Otro factor a considerar es que
dentro de un mismo país puede haber intereses contrarios. Por ejemplo, puede ser que dos
empresas tengan intereses distintos o puede que los intereses de una empresa estén en contra
de los intereses del país en que se ubican. A continuación se analizará cada uno de los
principios cardinales para establecer si la herramienta de análisis de Hartmann puede ser
utilizada para grupos considerando estos dos aspectos.
El primer principio es la influencia de terceras partes en las relaciones internacionales.
Cuando se analizan las empresas como parte de las relaciones internacionales, este aspecto
puede ser complicado por la cantidad de influencias que se tendría que considerar si se tienen
en cuenta las empresas que podrían influir en la relación. Las compañías deberían gastar una
enorme cantidad de recursos analizando como las relaciones internacionales de su empresa
con otra de otro país o con el estado de otro país, afectarían a las demás empresas. Inclusive
si el análisis se centra sólo en las empresas del sector, la cantidad de empresas puede ser
demasiado alta. Es por ello que las empresas deberían determinar si el análisis de la
influencia que ejercen vale el costo. Sin embargo las empresas si deberían tener en
consideración como las relaciones de otras empresas con su gobierno pueden afectar sus
intereses.
Otro aspecto a considerar en relación a este principio es que las empresas tienen un
poder de influencia mucho menor que los países. A pesar de que algunas empresas
transnacionales producen más que ciertas naciones, esto no les da más poder que los estados.
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Por lo tanto la influencia que los gobiernos ejercen sobre las empresas es mucho mayor que el
que las empresas puedan tener sobre éstos. En conclusión, las empresas deben concentrarse
mucho más, en la influencia de las relaciones internacionales que los países pueden tener en
ellas.
El segundo principio de Hartmann son los lazos pasados y presentes. En relación a las
empresas, los lazos presentes y pasados pueden ser no existentes, dado que las empresas
pueden no haber tenido relaciones previas con las empresas de otro país, o con la nación en
general. Por lo cual es más difícil que se cumpla este principio, porque en su mayoría las
empresas internacionales son muy recientes. Por otro lado, si las empresas ya han tenido
relaciones previas, evidentemente su experiencia actual se vería afectada por cómo se dieron
las experiencias previas. Como mencionan Holm, Eriksson, & Johanson (1996) las
incertidumbres generadas por el posible negocio así como el miedo a que alguna de las
empresas se aproveche se manejan mejor, en los casos en donde haya habido una interacción
anterior.
El principio cardinal del contra balance de intereses, es un tema que si es importante
para las relaciones internacionales entre empresas de otros países y gobiernos de otros países.
Las empresas deben analizar de todas las posibles relaciones internacionales que pueden
tener, ya sea entre empresas del extranjero o con otros países para establecer cuál de éstas le
pueden brindar la mejor ventaja comparativa al menor costo comparativo. No obstante,
debido a la enorme cantidad de posibilidades es posible que ello suponga un costo muy alto
para las compañías. Consecuentemente, las empresas debe tratar de reducir el número a
analizar, por lo que podría considerar el análisis de las alternativas que tienen que sean más
resaltantes y con las que compartan intereses comunes, dado que sino los costos serían muy
altos.
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Finalmente el último principio cardinal propuesto por Hartmann es la conservación de
enemigos. En el caso de las empresas, los enemigos a nivel internacional vendrían a ser
competidores del otro país. Las empresas al igual que los países, requieren mantener
competidores para que éstos se desarrollen lo más posible. Aunque algunas empresas
prefieren tener monopolios por lo rentable que éstos son. Difícilmente las empresas pueden
tener monopolios en más de un país, por lo que están acostumbradas a tener competidores,
más aún si tienen sus operaciones en varios países.
Las empresas a diferencia de los países no prefieren mantener a sus enemigos, sino
por lo contrario preferirían reducirlos. Reducir el número de competidores para las empresas
significa aumentar su potencial de mercado, lo que se traduce en una mayor ganancia. Es por
ello que Yu, Subramaniam, & Cannella (2013) consideran que las empresas internacionales
que son rivales muchas veces al llegar a países con mucha competitividad se alían. Las
alianzas permiten obtener mayores fortalezas y reducir el número de competidores. Luego,
es poco probable que las empresas en sus relaciones internacionales quieran mantener su
número de competidores.
Del análisis se puede observar que la mayoría de los principios cardinales pueden
aplicarse en las relaciones internacionales de empresas con otras empresas o con otros países.
La principal diferencia se encuentra en el cuarto principio cardinal, en donde para las
empresas si prefieren eliminar a sus enemigos o competidores. En lo que refiere al segundo
principio de lazos presentes y pasados, por la naturaleza de las empresas es menos probable
que hayan tenido lazos pasados con otras empresas del exterior o con países. Por lo tanto, el
principio es sólo aplicable, si es que las empresas han compartido una historia pasada que les
permita considerarla para determinar cómo actuar en las relaciones actuales. Si no han tenido
una historia en común, el principio no es válido.
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Para el principio de la influencia de terceras partes y del contra balance de los
intereses se puede determinar que por la cantidad de empresas y países que entrarían en el
análisis, estos se vuelven demasiado costosos. La factibilidad de estos principios está
relacionado en el costo beneficio de dicho análisis. Tal como lo planteó Hartmann el costo
superaría los posibles beneficios. Por lo que para que se aplique, las empresas deben usar
criterios que limiten la cantidad que se analizará.
Los principios cardinales planteados por Hartmann son una herramienta útil para
considerar los diferentes aspectos de las relaciones internacionales. Como se vio en el análisis
esta herramienta es muy buena para los estados, sin embargo se requiere adaptar la
herramienta para incorporar a grupos o empresas. En estos casos por la mayor cantidad de
posibles actores y la diferencia entre la naturaleza de los países y la naturaleza de las
empresas se requiere adaptar el análisis a dichas circunstancias.
Las empresas, por lo tanto al elaborar sus planes estratégicos deberían considerar el
análisis de las relaciones internacionales entre países, ya que éstas afectan las condiciones del
entorno del país y por lo tanto las empresas deben identificar potenciales amenazas u
oportunidades que surjan de estas interacciones. De la misma manera las relaciones
internacionales entre países pueden conllevar a éstos a implementar políticas que produzcan
fortalezas de las cuales las empresas se benefician o perjudiquen dependiendo cuál sea el
caso.
Las relaciones internacionales entre empresas o con países también es parte
importante del análisis estratégico ya que ésta permite a las empresas generan fortalezas u
debilidades propias producto de estas interacciones. Para realizar dicho análisis deben
adecuar los principios cardinales de Hartmann según criterios que permitan que dicha
evaluación no conlleve costos muy altos.
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Referencia
Hartmann, F. H. (1962). The relations of nations. Macmillan.
Holm, D. B., Eriksson, K., & Johanson, J. (1996). Business networks and cooperation in
international business relationships. Journal of International Business Studies, 1033-
1053. Recuperado de: http://www.jstor.org/stable/155580
Murtha, T. P., & Lenway, S. A. (1994). Country capabilities and the strategic state: How
national political institutions affect multinational corporations' strategies. Strategic
Management Journal, 15(S2), 113-129. Recuperado de:
h ttp://www.jstor.org/stable/2486879
Levi, W. (1970). Ideology, interests, and foreign policy. International Studies Quarterly, 1-
31. Recuperado de: http://www.jstor.org/stable/3013538
Singh, J. (2007). Asymmetry of knowledge spillovers between MNCs and host country
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http://www.jstor.org/discover/10.2307/4540456
Sondermann, F. A. (1957). The Study of International Relations: 1956 Version. World
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Yu, T., Subramaniam, M., & Cannella Jr, A. A. (2013). Competing globally, allying locally:
Alliances between global rivals and host-country factors. Journal of International
Business Studies, 44(2), 117-137. Recuperado de:
http://www.bc.edu/content/dam/files/schools/csom_sites/faculty/pdf/
SubramaniamJIBSpaper2013.pdf