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34 LA GACETA Viernes, 24 de febrero de 2012 ESPECIAL/MEDIO AMBIENTE Los españoles reciclan más pero siguen sin aprobar en Europa María L. Nalda y Pierre Boulat. Es uno de los esfuerzos a nuestro alcance que conllevan una acción directa sobre el medio ambiente. El reciclaje, dicho en otras pala- bras, la acción de procesar mate- riales usados para poder volver a utilizarlos, ha adquirido una importancia capital en nuestra mentalidad y vida cotidiana. Esta concienciación ciudadana para prolongar la vida útil de pro- ductos y materias primas se ha revelado con especial contunden- cia desde los años noventa a raíz de una serie de políticas interna- cionales, como refleja la última Directiva Marco de Residuos aprobada en 2008. El texto esta- blece una meta ambiciosa para los ayuntamientos de todas las ciu- dades europeas: reciclar o prepa- rar para la reutilización la mitad del volumen actual de desechos antes de 2020. En ese mismo horizonte, también deberán haber ejecutado acciones de tratamien- to y reutilización para el 70% de los residuos de construcción y demolición. Con el objetivo de cumplir estos requerimientos, el reciclaje ha progresado a un ritmo muy veloz en los últimos años con un eviden- te impacto socioeconómico en España. Basta echar un vistazo a la evolución de la fisonomía de las ciudades, como atestigua la mul- tiplicación del número de puntos limpios y contenedores. Los ayuntamientos deberán reutilizar la mitad del volumen de residuos antes de 2020 l Mientras Alemania recicla el 45% de sus desechos, nosotros el 15% tenar de presuntos incumplimien- tos en gestión de residuos, sobre todo, de Italia, Grecia, Francia y España (más de 10 reclamacio- nes). Basándose en ellas, en los próximos meses, España se some- terá a la lupa de esta institución, que ya ha anunciado que realiza- rá cinco visitas de investigación, una de ellas, en Huelva. A fin de cuentas, el reciclaje y la gestión de residuos son cuestiones muy complejas sobre las que con- vergen muchos intereses encon- trados –especialmente del lado de la industria– y, hoy por hoy, reina la falta de consenso nacional. De hecho, en los últimos días hemos asistido a una de las últimas vuel- tas de tuerca que evidencian las abiertas discrepancias sobre este tema con la presentación de un recurso de inconstitucionalidad de la última Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Conta- minados. La gestión de residuos como nicho de empleo La gestión integral de residuos, sus posibilidades energéticas y la prolongación de la vida útil de las materias primas supone uno de los principales nichos de empleo reconocido por la Comisión Euro- pea y el Ministerio de Trabajo. Las corporaciones municipales se han convertido en los principa- les cuarteles de reclutamiento de profesionales especializados. Y es que estos tratamientos se han convertido en un proceso exigen- te que precisa personal de alta cualificación para proceder a una mayor optimización y reducción de sustancias contaminantes. La aplicación de estas técnicas ha adquirido, asimismo, un creciente valor, en tanto la práctica tota- lidad de los ayuntamientos han establecido tasas de recaudación por este concepto. Se estima que el cumplimiento de las metas europeas de reduc- ción de residuos implicará la in- tervención de más especialistas, 500.000 según estimaciones co- munitarias, así como mayor plani- ficación y buenas dosis de I+D. LABORAL El volumen de residuos alcanza más de 25 millones de toneladas al año; una cuarta parte son envases El último Informe de Sostenibi- lidad (2011) –documento realizado por el Observatorio de la Sosteni- bilidad en España que analiza, entre otros factores, la generación e intensidad de residuos urbanos–, pone de manifiesto que el volumen de basura comenzó a descender a partir de 2006, alcanzado 25 millo- nes de toneladas anuales en la actualidad. En lo que respecta a comporta- mientos, un estudio publicado en diciembre de 2011 por la empresa InterfaceFLOR (compañía reco- nocida por sus esfuerzos y estudios sobre impacto medio ambiental), señala que el 85% de los españoles asegura que separa su basura de forma habitual y seis de cada diez consideran que el reciclaje debería ser obligatorio. Este informe reve- la también que la población que no recicla es minotaria y suele alegar la falta de espacio en las viviendas como principal excusa. Al mismo tiempo, siete de cada diez encuestados creen que Espa- ña está a la cola de la UE en esta materia. Su percepción no está lejos de la realidad. Según las últi- mas cifras de Eurostat, de los 547 kilogramos de basura que se gene- ran al año por persona en España, sólo se reciclan 83 kilos (15%), unos resultados lejos de las modé- licas cifras alemanas: del volumen total de residuos (583 kilos) se recicla un promedio de 260 kilos (44,6%), casi la mitad. En esta comparación asoma el estado general de la cuestión. Y es que, en efecto, en la última déca- da los españoles han realizado un importante esfuerzo en sus hoga- res (en 2009, la tasa de reutiliza- ción ocupaba el noveno comunita- rio); no obstante, el número de irregularidades detectadas por parte de las instituciones europeas no sitúa a España en una posición especialmente favorecedora. ¿Inconstitucionalidad? La semana pasada, un informe europeo del diputado español Car- los Iturgaiz (PPE) fue aprobado por abrumadora mayoría en la Eurocámara, para dar respuesta a más de 100 peticiones de ciuda- danos europeos preocupados por la mala gestión de residuos. El documento recalca que una organización más eficaz generaría más puestos de trabajo y más ingre- sos para la industria del reciclaje. Eso sí, esta estrategia supone una mayor implicación ciudadana y una aplicación estricta de las nor- mativas nacionales, cuestión que, hasta la fecha, sigue siendo “una asignatura pendiente” en palabras del representante español. Esta acción no es un hecho ais- lado. En el periodo 2004-2010, la Comisión de Peticiones del Parla- mento Europeo, el organismo encargado de recoger denuncias de los ciudadanos de la Unión Europea, tramitó más de un cen- España es uno de los países que acumulan más denuncias comunitarias por gestión inadecuada de residuos

Los españoles reciclan más pero siguen sin aprobar en europa

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34 la GaCETa Viernes, 24 de febrero de 2012

ESPEcial/MEDIO AMBIENTE

Los españoles reciclan más pero siguen sin aprobar en Europa

María L. Nalda y Pierre Boulat.Es uno de los esfuerzos a nuestro alcance que conllevan una acción directa sobre el medio ambiente. El reciclaje, dicho en otras pala-bras, la acción de procesar mate-riales usados para poder volver a utilizarlos, ha adquirido una importancia capital en nuestra mentalidad y vida cotidiana. Esta concienciación ciudadana para prolongar la vida útil de pro-ductos y materias primas se ha revelado con especial contunden-cia desde los años noventa a raíz de una serie de políticas interna-cionales, como refleja la última Directiva Marco de Residuos aprobada en 2008. El texto esta-blece una meta ambiciosa para los ayuntamientos de todas las ciu-dades europeas: reciclar o prepa-rar para la reutilización la mitad del volumen actual de desechos antes de 2020. En ese mismo horizonte, también deberán haber ejecutado acciones de tratamien-to y reutilización para el 70% de los residuos de construcción y demolición. Con el objetivo de cumplir estos requerimientos, el reciclaje ha progresado a un ritmo muy veloz en los últimos años con un eviden-te impacto socioeconómico en España. Basta echar un vistazo a la evolución de la fisonomía de las ciudades, como atestigua la mul-tiplicación del número de puntos limpios y contenedores.

los ayuntamientos deberán reutilizar la mitad del volumen de residuos antes de 2020 l Mientras alemania recicla el 45% de sus desechos, nosotros el 15%

tenar de presuntos incumplimien-tos en gestión de residuos, sobre todo, de Italia, Grecia, Francia y España (más de 10 reclamacio-nes). Basándose en ellas, en los próximos meses, España se some-terá a la lupa de esta institución, que ya ha anunciado que realiza-rá cinco visitas de investigación, una de ellas, en Huelva. A fin de cuentas, el reciclaje y la gestión de residuos son cuestiones muy complejas sobre las que con-vergen muchos intereses encon-trados –especialmente del lado de la industria– y, hoy por hoy, reina la falta de consenso nacional. De hecho, en los últimos días hemos asistido a una de las últimas vuel-tas de tuerca que evidencian las abiertas discrepancias sobre este tema con la presentación de un recurso de inconstitucionalidad de la última ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Conta-minados.

La gestión de residuos como nicho de empleoLa gestión integral de residuos, sus posibilidades energéticas y la prolongación de la vida útil de las materias primas supone uno de los principales nichos de empleo reconocido por la Comisión Euro-pea y el Ministerio de Trabajo. Las corporaciones municipales se han convertido en los principa-les cuarteles de reclutamiento de profesionales especializados. Y es que estos tratamientos se han convertido en un proceso exigen-te que precisa personal de alta cualificación para proceder a una mayor optimización y reducción de sustancias contaminantes. La aplicación de estas técnicas ha adquirido, asimismo, un creciente valor, en tanto la práctica tota-lidad de los ayuntamientos han establecido tasas de recaudación por este concepto. Se estima que el cumplimiento de las metas europeas de reduc-ción de residuos implicará la in-tervención de más especialistas, 500.000 según estimaciones co-munitarias, así como mayor plani-ficación y buenas dosis de I+D.

LABORAL

El volumen de residuos alcanza más de 25 millones de toneladas al año; una cuarta parte son envases

El último Informe de Sostenibi-lidad (2011) –documento realizado por el Observatorio de la Sosteni-bilidad en España que analiza, entre otros factores, la generación e intensidad de residuos urbanos–, pone de manifiesto que el volumen de basura comenzó a descender a partir de 2006, alcanzado 25 millo-nes de toneladas anuales en la actualidad. En lo que respecta a comporta-mientos, un estudio publicado en diciembre de 2011 por la empresa InterfaceFlOR (compañía reco-nocida por sus esfuerzos y estudios sobre impacto medio ambiental), señala que el 85% de los españoles asegura que separa su basura de forma habitual y seis de cada diez consideran que el reciclaje debería ser obligatorio. Este informe reve-la también que la población que no recicla es minotaria y suele alegar la falta de espacio en las viviendas como principal excusa. al mismo tiempo, siete de cada diez encuestados creen que Espa-ña está a la cola de la UE en esta materia. Su percepción no está lejos de la realidad. Según las últi-mas cifras de Eurostat, de los 547 kilogramos de basura que se gene-ran al año por persona en España, sólo se reciclan 83 kilos (15%), unos resultados lejos de las modé-licas cifras alemanas: del volumen total de residuos (583 kilos) se recicla un promedio de 260 kilos (44,6%), casi la mitad.

En esta comparación asoma el estado general de la cuestión. Y es que, en efecto, en la última déca-da los españoles han realizado un importante esfuerzo en sus hoga-res (en 2009, la tasa de reutiliza-ción ocupaba el noveno comunita-rio); no obstante, el número de irregularidades detectadas por parte de las instituciones europeas no sitúa a España en una posición especialmente favorecedora.

¿Inconstitucionalidad?la semana pasada, un informe europeo del diputado español Car-los Iturgaiz (PPE) fue aprobado por abrumadora mayoría en la Eurocámara, para dar respuesta a más de 100 peticiones de ciuda-danos europeos preocupados por la mala gestión de residuos. El documento recalca que una organización más eficaz generaría más puestos de trabajo y más ingre-sos para la industria del reciclaje. Eso sí, esta estrategia supone una mayor implicación ciudadana y una aplicación estricta de las nor-mativas nacionales, cuestión que, hasta la fecha, sigue siendo “una asignatura pendiente” en palabras del representante español. Esta acción no es un hecho ais-lado. En el periodo 2004-2010, la Comisión de Peticiones del Parla-mento Europeo, el organismo encargado de recoger denuncias de los ciudadanos de la Unión Europea, tramitó más de un cen-

España es uno de los países que acumulan más denuncias comunitarias por gestión inadecuada de residuos