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Los Hijos de Huari Sofia Venturoli PROLOGO

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libro antropologico, describiendo el fenomeno huari

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  • COLECCIN ESTUDIOS ANDINOS

    Coleccin Estudios Andinos

    Los curacas hechiceros de JaujaBatallas mgicas y legales en el Per colonialJos Carlos de la Puente Luna

    Adivinacin y orculos en el mundo andino antiguoMarco Curatola Petrocchi y Mariusz S. Zikowski

    Voces del AndeEnsayos sobre onomstica andinaRodolfo Cerrn-Palomino

    Los rostros silenciososLos huacos retrato de la cultura Moche

    En busca del orden perdidoLa idea de la Historia en Felipe Guaman Poma de Ayala

    La catstrofe demogrfica andinaPer 1520-1620Noble David Cook

    Los lipes en las tradiciones andinasy el imaginario colonialJos Luis Martnez C.

    Cajones de la memoriaLa historia reciente del Per a travs de los retablos andinosMara Eugenia Ulfe

    ChipayaLxico y Etnotaxonoma

    Janusz Z. Wooszyn

    Juan M. Ossio A.

    Gente de la tierra de guerra

    Rodolfo Cerrn-Palomino - Enrique Balln Aguirre

    Los hijos de HuariEtnografa y etnohistoria de tres pueblos

    de la sierra de Ancash, PerSofia Venturoli

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    Sofia Venturoli es docente-investigadora de la Facultad de Ciencias Polticas de la Universit di Bologna.

    Es autora de Il paesaggio come testo. La creazione di un'identit tra territorio e memoria nellarea andina (Bologna, 2004) y Religioni del Per Antico (Roma, 2006), y editora de Espacios, tradiciones y cambios en la provincia de Huari (en prensa).

    Fruto de varios aos de trabajo de campo etnogrfico e investigacin etnohistrica, este libro explora las relaciones entre dos comunidades campesinas y una capital de provincia de la zona de Conchucos, en ncash.

    Sofia Venturoli investiga las representaciones y las interpretaciones producidas por los habitantes de la provincia de Huari acerca de sus prcticas sociales, culturales y econmicas, tanto en el mbito temporal como espacial. El estudio de las relaciones entre sujetos y grupos de sujetos, siempre jerrquicamente definidas, revela cmo las practicas cotidianas modifican continuamente las jerarquas y las normas, que nunca son estticas.

    Lo novedoso del acercamiento de Sofia Venturoli a estos temas es el anlisis de las relaciones entre los tres aspectos, social, cultural y econmico, que muestra cmo estos se relacionan entre s, cmo cambian en el tiempo y cmo modelan las categoras presentes. En la globalizacin de la tarda posmodernidad, donde el trabajo de campo multi situado es indispensable, el anlisis de las relaciones espaciales y temporales permite comprender la complejidad de una realidad en continua transformacin.

  • Los hijos de Huari Etnografa y etnohistoria de tres pueblos

    de la sierra de Ancash, Per

  • Coleccin Estudios Andinos 10Dirigida por Marco Curatola Petrocchi

  • Programa de Estudios Andinos (Escuela de Posgrado)

    Facultad de Letras y Ciencias Humanas

    Los hijos de Huari Etnografa y etnohistoria de tres pueblos

    de la sierra de Ancash, Per

    Sofia Venturoli

  • Los hijos de Huari Etnografa y etnohistoria de tres pueblos de la sierra de Ancash, PerSo!a Venturoli

    So!a Venturoli, 2011

    De esta edicin Fondo Editorial de la Ponti!cia Universidad Catlica del Per, 2011Av. Universitaria 1801, Lima 32, PerTelfono: (51 1) [email protected]/publicaciones

    Imagen de cubierta: Msicos de Huari. Charles Wiener, Prou et Bolivie, 1880

    Cuidado de la edicin, diseo de cubierta y diagramacin de interiores: Fondo Editorial PUCP

    Primera edicin: noviembre de 2011Tiraje: 500 ejemplaresProhibida la reproduccin de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2011-14401ISBN: 978-9972-42-980-4Registro del Proyecto Editorial: 31501361101376

    Impreso en Tarea Asociacin Gr!ca EducativaPasaje Mara Auxiliadora 156, Lima 5, Per

  • A Fabio

  • Algunas divinidades de los mundos antiguos solan denominar a los hombres con el nombre de: efmeros.

    Como esas "ores que "orecen un solo da al ao: un evento de poca importancia, aunque lleno de expectativa.

    Algunas veces, hasta los mortales logran, aun con sus ojos miopes y destinados por los rayos cortos de sus tr!cos, ver cun breve

    ser nuestro viaje, y de poca importancia, si se le mira en la vaste-dad inmensa de la espiral de la historia.

    Y sin embargo, en la duracin insigni!cante y no mesurable de esa mirada, la luz, por una razn improvista, se hace blanca y !ja y las regiones del bien y del mal, se abren vastas y sin tiempo. Es

    el momento en que todas las cosas se acercan entre ellas, como tocadas por el latido de otro mundo, que puede ocurrir solo a

    travs de su mismo ocurrir.

    Azzurra DAgostino, Donne e Resistenza. Creature dazione. (obra teatral indita, 2005)

  • ndice

    Prlogo 15Agradecimientos 19Introduccin 21Llegar a Huari 21Nombres y apellidos... 24

    El hombre en el Callejn de Conchucos 27Las huellas de Raimondi y ms all 27Dos comunidades campesinas y una cabecera provincial 35Qu cosa... 42 El paisaje como texto 43 La lectura del proceso 47... Y cmo 49

    Huaritambo. Una mirada hacia el pasado 53Huarirunas 53Huari: entre historia y mito? 69 Huari y su mito de origen 76 Huari en las crnicas 82Yayarunas: Yacya y su pasado 91El obraje: Acopalca y su pasado 96El manejo del pasado hacia las relaciones presentes 100

  • Divisiones espaciales y organizacin ritual 103Espacio en Huari: la reduccin y la construccin del espacio 103 Las dos biparticiones 107Huari (Llacta) y Llacuaz: el rey extranjero 114Los barrios y sus !estas: ser cobarriano 122La Mama Huarina 125 La Virgen hace que las cosas pasen 142Las comunidades y sus !estas 143 Mama ati en Yacya 143 Yacya en su plaza 146 Mama Consolaciona y Tayta Bartolo en Acopalca 149 Acopalca en su plaza 154 Los que no cumplen 157Relaciones entre Huari y las comunidades: espacio y rito 159

    El trabajo del hombre y los dones de la tierra 165Organizacin econmica y poltica 165Acopalca, de obraje a comunidad 167Yacya, comunidad expansionista 178El trabajo y la reciprocidad 190Ciclo agrcola 195 El maz 199 El trigo 201La pareja, fundamento de la sociedad? 202Los huarinos somos gente decente 209Relaciones sociales entre Huari y las comunidades 213

    Ruku, chakwa y runa 221Personi!cacin del espacio 222Yo hablo con los cerros 230Antes era chcaro, ahora es manso 238

  • El dilogo individual 243Dilogo colectivo 249 La !esta de las cruces en Yacya 250

    Awilu turkuy: el ritual de los huesos en Acopalca 256

    Eplogo 261Lo que es y lo que parece... 262Todava en movimiento... 270

    Bibliografa 273

  • Prlogo

    En su ltimo captulo, So!a Venturoli nos explica los nombres quechua ruku, chakwa y runa, y las relaciones entre ellos: son los cerros, los awilitos (abuelos), el viejo ruku y la vieja chakwa, con quienes hablan la gente, los runa, personalmente y por medio de interlocutores privilegiados. Su libro antropolgico, histrico y potico nos lleva a entender, desde sus primeras pginas, por qu ese es el enfoque de su estudio sobre los pueblos de Huari, Yacya y Acopalca. Ya en una obra anterior haba analizado en forma ms general el concepto terico de cmo pueblos andinos construyeron y siguen construyendo una identidad entre su territorio y la memoria de su pasado por medio del paisaje como texto (Venturoli 2004). Ahora demuestra la importancia de esta idea en casos concretos.

    El libro es tambin uno de los primeros resultados de ms envergadura del Proyecto Arqueolgico y Antropolgico Antonio Raimondi en los Andes de Ancash, el proyecto italiano iniciado por Laura Laurencich-Minelli en 1996 y ahora dirigido en el campo por Carolina Orsini y la autora. Su riqueza resulta tambin de la colaboracin de otros estudiosos y estudiantes, italianos y peruanos, de la fertilizacin cruzada de intereses diversos. Podemos esperar publicaciones sobre otras conexiones, a la msica, la comida, la representacin del cuerpo, la poltica, como resultado del mismo proyecto1. En conjunto van a ser nuestra mejor introduccin al conocimiento del Callejn de Conchucos.

    1 Vase el libro en prensa coordinado por So!a Venturoli, Espacios, tradiciones y cambios en la provincia de Huari, Ancash, Per, donde se recollectan los ltimos trabajos de los estudiantes que desarrollaron trabajo de campo en la region Conchucos, en el marco del proyecto Antonio Rai-mondi. Tambin vanse los trabajos de Canghiari, Ciccacci, Garra, Ingar, Lollo, Molinari, Romio Rossi, Trentanove, Weissensteiner, en la bibliografa.

  • Los hijos de Huari

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    Todos los captulos tienen un tema central, y documentan adecuadamente los intereses ms amplios. El de la historia regional, sobre la base de una buena inves-tigacin documental, parte del nombre tan sugerente de su capital. Huari haba sido el dios de la tierra, su nombre probablemente usado ms en esta regin del Per central y todava conocido con aplicaciones espec!cas en la cultura actual. Fue adorado en primer lugar por la gente de los pueblos con races locales anti-guas, reconocidos por eso tambin como (la gente) Huari. Pero aparte de esto, lo estimulante del captulo es que podemos conocer, de los tres pueblos actuales, ya desde tiempos inca, sus personalidades tan distintas entre s. Somos introducidos tanto en la historia progresiva de los pueblos como en la memoria regresiva en su pasado de entonces.

    El siguiente captulo, ms etnogr!co, empieza con una discusin de la construccin del espacio de origen colonial. Muestra hasta qu punto est in"uido y transformado por ideas anteriores, de mitades de arriba y abajo, de la derecha y de la izquierda, y especialmente de la oposicin de los Huari a los Llachuas, los pastores advenedizos cuyo nombre claramente deriv de un rito que ellos ejecutaban, lo de llachuar (el verbo quechua en su forma espaolizada) matando una llama gentilmente metiendo la mano por el ijar del carnero, sacndole el corazn y bofes palpitando, soplando los bofes en que, por ciertas seales, saban lo que haba de suceder; repartan la carne supersticiosamente (Visita de Rodrigo Hernndez Prncipe a Recuay (1622) en Duviols 2003: 771). Denominar una clase de gente como Llachua fue algo espec!co de esta regin pero su rito de matar una llama es todava conocido en todo el Per, aunque con cuis (cavia) para determinar la enfermedad de una persona. Ms interesante todava, la discusin de los Llachua es la mejor introduccin para la segunda parte del captulo sobre Mama Huarina, la Virgen como madre de Huari, y los mitos actuales de origen de los tres pueblos en que la mujer ancestro juega un rol tan principal. Son ellas las que, como reinas extranjeras, introducen las nuevas condiciones sociales en los pueblos. Recuerdan a Mama Huaco, la conquistadora mtica Inca del Cuzco, que ejecut el mismo rito como lo de llachuar, soplando los bofes de los vencidos matados, y que introdujo el nuevo cultivo de maz. En cada pueblo la Virgen tiene otro nombre; su mito y su celebracin en la !esta ms importante del ao es la expresin ms viva y bella de la cultura local.

    Prosigue en el libro el captulo sobre la organizacin econmica y social. La autora nos hace conscientes de las diferencias todava notables entre los tres pueblos: Huari, la capital donde antes vivan las familias ricas y que ahora se han modernizado mucho; Yacya, ms pequeo y tradicional que de!ende la propiedad

  • Prlogo

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    de sus tierras; y Acopalca, que lucha contra su pasado como antiguo obraje. Pero somos llevados tambin hacia el ltimo captulo: Ruku, chakwa y runa. Aqu, Venturoli evoca la relacin emocional que la gente de cada uno de los tres pueblos mantiene con sus terrenos, con la tierra, con sus cerros y las !estas de santas y santos que en honor a ellos con intensidad celebran. Nos da los textos de las sentidas e ntimas palabras que hombres y mujeres dirigen a los cerros con que tienen ms conexin, los mansos y los chcaros, y a las piedras illas, las que representan ya sea una vaca u oveja o una mazorca de maz.

    Este captulo y sus textos me hicieron releer los captulos anteriores, desde el !nal al principio. Da mucho a pensar el nombre del cerro ms adorado en Huari, el de Llamoq que aparece tambin en pueblos no tan lejanos. Pero el uso ms intrigante es en el antiguo pueblo de Recuay, ms cercano y que ya mencion (Duviols 2003: 756). All, los llachuases adoraban al Rayo como tres personas: Lliviac, el mismo dios del Rayo; amoc (= Llamoc) su padre; y Uchu Lliviac, su hijo. Sospecho que amoc realmente fue el dios de la antigua gente del pueblo (llacta), los Huari. Somos introducidos a una idea teolgica que los espaoles en otras partes de los Andes iban a comparar con la Trinidad Cristiana. Pero el dato ms revelador para m son las cortas citas que Venturoli nos da de una costumbre durante la !esta (movible) de Corpus Cristi cuando los santos patronos de todos los pueblos y comunidades del distrito de Huari bajan a la iglesia de Huari. Corpus reemplaz la antigua gran !esta de celebracin de la cosecha. Ahora, durante toda la noche, se dice jueguen a timba con las cartas, Cada santo apuesta sus moradores, quien pierde los hace morir, charlan y juegan, los santos que pierden, muere alguien en su comunidad. Timba es una antigua, oscura palabra espaola para jugar a las cartas. Reemplaza a los antiguos juegos andinos. Pero lo que leemos aqu es, por lo que yo s, la primera y ms evocadora descripcin de una costumbre a la cual el cronista indgena Felipe Guaman Poma de Ayala ya nos introdujo en forma ms inocua. l describe cmo, solamente durante la cosecha en el Cuzco incaico, en un mes cuando la gente no tena que trabajar para el rey, se poda jugar diferentes juegos, uno de los cuales era la pichqa, que todava por todos los Andes se juega durante las cinco (pichqa) noches despus de la muerte de una persona. El dato moderno nos revela que haba algo mucho ms profundo tras esta costumbre.

    Sin embargo, el eplogo de!ende, con mucha razn, que lo que interesa es el estudio de la sociedad en movimiento, hacia el futuro inseguro. Conocer el pa-sado es esencial para entender el proceso y no para utilizarlo como fundamento de una inmovilidad. El eplogo no es una conclusin sino un anuncio de lo que

  • Los hijos de Huari

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    podemos esperar de otros estudios sobre el Callejn de Conchucos. Esta regin tiene, como hemos aprendido ahora tan elocuentemente, una rica tradicin que mucho contribuye al estudio antropolgico general del Per. El libro de So!a Venturoli es una mina de informacin y de!ende una teora importante que hace mucha falta tomar en consideracin.

    R. T. Zuidema