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Algo de historia regional LOS LIZÁRRAGA EN EL MUNDO Y EN INTERNET Por Juan Lizárraga T. Cuando nací en Escamillas, y al tener en la conciencia los primeros atisbos de mi identidad, creí que Lizárraga era un apellido propio de mi padre y mío. Y que luego, por la misma vía que yo, lo fueron adquiriendo mis hermanos y hermanas, ocho en total. Después creí que era sólo de la familia, heredado del abuelo Francisco y del bisabuelo y... así sucesivamente. Pero el abuelo Pancho, hijo único, ya lo había desparramado ahí mismo en Escamillas, por El Recodo, Villa Unión, Culiacán, Guadalajara y hasta por Cancún con otras mujeres de las que lo proveyó su bien parecido físico y su oficio de músico. Para mi, Lizárraga dejó de ser parte exclusiva de mi patrimonio familiar cuando me di cuenta de que otras personas, con las que no me unía ningún parentesco consanguíneo, lo llevaban en el mismo pueblo. Los vecinos de enfrente, de enseguida, de la vuelta de mi casa, lo llevaban, algunos hasta por partida doble, eran Lizárraga Lizárraga, hijos de padre y madre Lizárraga Lizárraga (¿incesto?). Luego supe que era común en los pueblos de alrededor: El Recodo, Cofradía, Siqueros, El Tecomate, San Francisquito, El Guayabo y pueblos circunvecinos, como anuncian en su itinerario los carros pasajeros de la región. Era abundante “mi” apellido. A los 12 años (1968) llegué a Mazatlán. Me di cuenta pronto de que Lizárraga era muy común en el sur de Sinaloa, especialmente en Concordia, Mazatlán, Rosario y Escuinapa, un poco menos en San Ignacio, y que era numeroso igualmente hacia el norte del municipio en el Habal, en El Quelite, en La Noria. DESDE ESPAÑA A SINALOA

Los Lizárraga

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Escrito sobre el origen del apellido Lizárraga y su abundancia en el Sur de Sinaloa y en el mundo, a partir de su presencia en internet

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Algo de historia regionalLOS LIZÁRRAGA EN EL MUNDO Y EN INTERNET

Por Juan Lizárraga T.

Cuando nací en Escamillas, y al tener en la conciencia los primeros atisbos de mi identidad, creí que Lizárraga era un apellido propio de mi padre y mío. Y que luego, por la misma vía que yo, lo fueron adquiriendo mis hermanos y hermanas, ocho en total. Después creí que era sólo de la familia, heredado del abuelo Francisco y del bisabuelo y... así sucesivamente. Pero el abuelo Pancho, hijo único, ya lo había desparramado ahí mismo en Escamillas, por El Recodo, Villa Unión, Culiacán, Guadalajara y hasta por Cancún con otras mujeres de las que lo proveyó su bien parecido físico y su oficio de músico.

Para mi, Lizárraga dejó de ser parte exclusiva de mi patrimonio familiar cuando me di cuenta de que otras personas, con las que no me unía ningún parentesco consanguíneo, lo llevaban en el mismo pueblo. Los vecinos de enfrente, de enseguida, de la vuelta de mi casa, lo llevaban, algunos hasta por partida doble, eran Lizárraga Lizárraga, hijos de padre y madre Lizárraga Lizárraga (¿incesto?).

Luego supe que era común en los pueblos de alrededor: El Recodo, Cofradía, Siqueros, El Tecomate, San Francisquito, El Guayabo y pueblos circunvecinos, como anuncian en su itinerario los carros pasajeros de la región. Era abundante “mi” apellido.

A los 12 años (1968) llegué a Mazatlán. Me di cuenta pronto de que Lizárraga era muy común en el sur de Sinaloa, especialmente en Concordia, Mazatlán, Rosario y Escuinapa, un poco menos en San Ignacio, y que era numeroso igualmente hacia el norte del municipio en el Habal, en El Quelite, en La Noria.

DESDE ESPAÑA A SINALOA

Lizárraga es un apellido de origen vasco-navarro (norte de España, límites con Francia) que significa lugar donde abundan los fresnos. ¿Cómo y cuándo llegó al sur de Sinaloa? No tengo fuentes sólidas. Unos frailes peruanos lo trajeron durante una expedición realizada por el sur del estado, aunque desconozco la fecha precisa en que llegaron. Siempre lo creí así, ahora lo dudo, pues la conquista de América empezó por México..

El antecedente en el Perú sería Reginaldo Lizárraga y Obando (1540-1615), quien nació en Medellín, España y antes de morir en Asunción, Paraguay distribuyó el apellido por Ecuador, Chile y Perú. El tipo era cronista, religioso, pero también se daba permiso para hacer tareas mundanas, como reproducir el apellido. De esta rama deben haber salido los frailes que llegaron al sur de

Sinaloa, quizá por el rumbo de Concordia, quienes hicieron la distribución por estas tierras y luego por el mundo. ¿Cuándo?. La respuesta está pendiente.

Los primeros españoles conquistadores pasaron por aquí en 1531 capitaneados por Nuño Beltrán de Guzmán. Entre sus huestes no se contaba ningún Lizárraga o al menos en mis lecturas no me he topado con ninguno. En 1563, Francisco de Ibarra refunda lo que ahora conocemos como Concordia con el nombre de San Sebastián, pueblo vasco donde nació el conquistador... Tampoco se menciona el apellido Lizárraga entre su tropa.

En 1756, un grupo de exploradores mineros provenientes de Zacatecas-Durango fundaron Siqueros, pero no aparece el apellido Lizárraga. Antonio Nakayama ofrece una relación extensa de sinaloenses que en 1769-1773 se fueron a poblar California, en Estados Unidos y en esta relación tampoco encontramos el apellido.

Lo anterior me hace concluir que el apellido Lizárraga llegó un poco más tarde. La prolífica capacidad reproductiva de sus portadores lo multiplicó e inundó los municipios del sur del Estado, especialmente Concordia y Mazatlán y ahora, los Lizárraga están en todos los niveles sociales, en todas las áreas de producción y en el ambiente político, cultural, artístico: son dueños de industrias, destacan en diversas profesiones y claro, hay mucho pobre que vive las consecuencias que esto implica.

EN LA RED DE INTERNET

El apellido se distribuía al mismo tiempo por toda América, incluyendo los Estados Unidos y hasta Canadá. Haciendo búsquedas en internet, especialmente por el ICQ, he podido constatar que muchos “parientes” Lizárraga de Sinaloa están conectados al espacio virtual. Curiosamente, son pocos los Lizárraga de España.

Y buscando en México, los encontramos en Culiacán, en Guadalajara, en Monterrey, en el Distrito Federal, en Mexicali, en Tijuana.

Por supuesto, existen peruanos, muy ligados a Machu Pichu y a Lima, pero, oh sorpresa, el país donde es más abundante el apellido en Latinoamérica es ¡Argentina! ¡che!, quién se lo iba a imaginar. Claro que también hay en Brasil, Guatemala, Honduras y Panama, pero son de origen mexicano, peruano o argentino que han ido a radicar por allá. En Bolivia, Venezuela, Uruguay y Chile también están conectados a la red numerosos Lizárraga.

La mayor sorpresa es que los Lizárraga conectados a internet radican fundamentalmente en Estados Unidos, en California y en diferentes estados del país vecino. Esto se explica, creo, porque los Lizárraga residentes en aquellos lares cuentan con recursos económicos suficientes para hacerse de una computadora y contratar internet.

Expuesto el anterior panorama y a fuerza de que se demuestre lo contrario, se puede afirmar que es en el sur de Sinaloa donde, con o sin red virtual, el apellido Lizárraga es más abundante que en cualquier otro lugar del mundo, incluyendo la misma España donde hace varios siglos nació.