1
67 El Oso de Anteojos tiene todo para convertirse en un emblema ecológico por antonomasia, como en la asolada China lo ha sido el Oso Panda. Un animal noble y orgulloso, cuyos cachorros fácil- mente inspirarían a fabricadores de peluches del mundo entero. Estrictamente vinculado al hábitat primario, en peligro, que con el cuidado de sus sabias pisadas domina, este imponente mamí- fero quiteño es, además, salvo el casual roedor o conejillo, un empedernido vegetariano. Hay que imaginárselo, pues, al oso andino, furti- vamente guardando nuestros parques nacionales y zonas protegidas. “¿Habrá más que silencio, inmovilidad, al pie de los árboles, de los bejucos...? Pues bueno es que haya guardianes” reza el Popol Vuh, antigua Biblia quiché de los Mayas… Santiago Molina, biólogo y amante sin vuelta del Oso de Anteojos, se dio el trabajo de revertir la ecuación divina, colocando en más de 15.000 hectáreas un sinnúmero de “cámaras trampa” para descubrir al guardaparques en su elusivo quehacer, fotografiarlo ‘al pie de los árboles, de los bejucos’, obteniendo de él datos de comportamiento, trayecto y género que le ayudarán a revelar las realidades más recón- ditas del bosque montano alrededor de Quito. En la zona de Maquipucuna y Yunguilla, ya ha ubicado venticuatro individuos. “Ver a una mamá oso y sus pequeños…”, dice Santiago Molina, “me cambió la vida”. Desde ese día le ha dedicado tiempo, sudor y lágrimas a la protección de esta especie emblemática de los Andes, delineando las bases para la creación de un corredor natural que le sirva de colchón frente a los retos que lo afectan: un hábitat cada vez más fragmentado, una frontera agrícola en crecimiento, tala, caza furtiva y el simple desconocimiento de la gente sobre su importancia y efecto positivo en los ecosistemas. Al proyecto se han sumado entidades como la Secretaria de Ambiente del Municipio de Quito y el Centro de Transferencia de Tecnologías de la USFQ, quienes, bajo la dirección técnica de Santiago y su equipo, trabajan en pos de proteger y mejor entender al único oso del Ecuador. Lo importante, por supuesto, dentro de este tipo de proyectos es que se siga protegiendo el bosque y que dicha pro- tección amplíe el trabajo ya realizado por reservas privadas y estatales pioneras en la región, como el Bosque Protector Mindo-Nambillo o la Reserva Maquipucuna. The Spectacled bear could easily become Ecuador’s panda. A proud and noble creature, whose adorable cubs would have no problem inspiring stuffed animal makers across the first world —Paddington is actually supposed to be a Spectacled Bear!— this silent forest denizen strictly linked to the endangered habitats on which it so carefuly treads, is also, except for the occasional rodent, an inveterate vegetarian! “To see a mother bear and her cubs...” says Santiago Molina, biologist, “changed my life forever”. Santiago has since shed blood, sweat and tears in an effort to protect the Spectacled Bear. His project provides the basis for the creation of a natural corridor that would serve as a buffer against the major challenges it faces: an increa- singly fragmented habitat, a growing agricultural frontier, logging, hunting, poaching and the fact that people are just unaware of the importance and positive impact bears have on the ecosystem at large. The iconic Andean bear is shy and elusive. The project therefore began by locating camera traps in an area of over 15,000 hectares to photograph the bear in its home territory, in order to obtain data regarding gender, habits… even to record indi- viduals. Some 24 bears have been recorded within the areas of Yunguilla, Maquipucuna and Santa Lucia. Organizations like the Quito Municipality’s Envi- ronment Secretariat, together with the Environ- mental Fund and the Center for Transfer of Techno- logy of Quito’s San Francisco University, have since joined forces, under the direction of Santiago and his team, in their efforts at protecting the species. What matters, of course, in these kinds of projects is that forests are protected, which in the end will strengthen the efforts of pioneering reserves such as the Bosque Protector Mindo Nambillo or Maquipucuna. Para más información sobre sobre el Proyecto Osos de Anteojos. For further information on the Spectacled Bear Project contact: Santiago Molina [email protected] 0991681601 The Spectacled Bear project ESPECIAL / FEATURE STORY Proyecto Osos Los Osos quiteños

Los Osos quiteños · El Oso de Anteojos tiene todo para convertirse en un emblema ecológico por antonomasia, como en la asolada China lo ha sido el Oso Panda. Un animal noble y

  • Upload
    others

  • View
    8

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

67

El Oso de Anteojos tiene todo para convertirse en un emblema ecológico por antonomasia, como en la asolada China lo ha sido el Oso Panda. Un animal noble y orgulloso, cuyos cachorros fácil-mente inspirarían a fabricadores de peluches del mundo entero. Estrictamente vinculado al hábitat primario, en peligro, que con el cuidado de sus sabias pisadas domina, este imponente mamí-fero quiteño es, además, salvo el casual roedor o conejillo, un empedernido vegetariano.

Hay que imaginárselo, pues, al oso andino, furti-vamente guardando nuestros parques nacionales y zonas protegidas. “¿Habrá más que silencio, inmovilidad, al pie de los árboles, de los bejucos...? Pues bueno es que haya guardianes” reza el Popol Vuh, antigua Biblia quiché de los Mayas… Santiago Molina, biólogo y amante sin vuelta del Oso de Anteojos, se dio el trabajo de revertir la ecuación divina, colocando en más de 15.000 hectáreas un sinnúmero de “cámaras trampa” para descubrir al guardaparques en su elusivo quehacer, fotografiarlo ‘al pie de los árboles, de los bejucos’, obteniendo de él datos de comportamiento, trayecto y género que le ayudarán a revelar las realidades más recón-ditas del bosque montano alrededor de Quito. En la zona de Maquipucuna y Yunguilla, ya ha ubicado venticuatro individuos.

“Ver a una mamá oso y sus pequeños…”, dice Santiago Molina, “me cambió la vida”. Desde ese día le ha dedicado tiempo, sudor y lágrimas a la protección de esta especie emblemática de los Andes, delineando las bases para la creación de un corredor natural que le sirva de colchón frente a los retos que lo afectan: un hábitat cada vez más fragmentado, una frontera agrícola en crecimiento,

tala, caza furtiva y el simple desconocimiento de la gente sobre su importancia y efecto positivo en los ecosistemas.

Al proyecto se han sumado entidades como la Secretaria de Ambiente del Municipio de Quito y el Centro de Transferencia de Tecnologías de la USFQ, quienes, bajo la dirección técnica de Santiago y su equipo, trabajan en pos de proteger y mejor entender al único oso del Ecuador. Lo importante, por supuesto, dentro de este tipo de proyectos es que se siga protegiendo el bosque y que dicha pro-tección amplíe el trabajo ya realizado por reservas privadas y estatales pioneras en la región, como el Bosque Protector Mindo-Nambillo o la Reserva Maquipucuna.

The Spectacled bear could easily become Ecuador’s panda. A proud and noble creature, whose adorable cubs would have no problem inspiring stuffed animal makers across the first world —Paddington is actually supposed to be a Spectacled Bear!— this silent forest denizen strictly linked to the endangered habitats on which it so carefuly treads, is also, except for the occasional rodent, an inveterate vegetarian!

“To see a mother bear and her cubs...” says Santiago Molina, biologist, “changed my life forever”. Santiago has since shed blood, sweat and tears in an effort to protect the Spectacled Bear. His project provides the basis for the creation of a natural corridor that would serve as a buffer against the major challenges it faces: an increa-singly fragmented habitat, a growing agricultural frontier, logging, hunting, poaching and the fact

that people are just unaware of the importance and positive impact bears have on the ecosystem at large.

The iconic Andean bear is shy and elusive. The project therefore began by locating camera traps in an area of over 15,000 hectares to photograph the bear in its home territory, in order to obtain data regarding gender, habits… even to record indi-viduals. Some 24 bears have been recorded within the areas of Yunguilla, Maquipucuna and Santa Lucia.

Organizations like the Quito Municipality’s Envi-ronment Secretariat, together with the Environ-mental Fund and the Center for Transfer of Techno-logy of Quito’s San Francisco University, have since joined forces, under the direction of Santiago and his team, in their efforts at protecting the species. What matters, of course, in these kinds of projects is that forests are protected, which in the end will strengthen the efforts of pioneering reserves such as the Bosque Protector Mindo Nambillo or Maquipucuna.

Para más información sobre sobre el Proyecto Osos de

Anteojos.

For further information on the Spectacled Bear Project

contact: Santiago Molina [email protected]

0991681601

The Spectacled Bear project

ESPECIAL / FEATURE STORY

Proyecto OsosLos Osos quiteños