7/30/2019 Los Peñascales; una residencia de ancianos de calidad. http://slidepdf.com/reader/full/los-penascales-una-residencia-de-ancianos-de-calidad 1/2 LOS PEÑASCALES Cuando Elena llegó a Los Peñascales Dijo: “Ésta es la residencia que yo quiero”. Le llamó la atención Maria Dolores, con su gran cariño hacia los mayores, También el comedor, rosa, limpio y luminoso, que parecía un dulce, Y los geranios alegres, el patio lleno de flores. Mi madre llegó con la cadera rota Y Lourdes la ayudo, con habilidad y tenacidad, hasta que se recuperó. Cuántas veces habrá dicho Lourdes “muy bien, Teresa”: Muchas, no cabe duda. Su cuarto estuvo muy bonito desde el principio. Luisa fue, también desde el principio, la encargada de ayudarla. “Me ayuda muy bien”, decía mi madre, y lo sigue diciendo. Luisa le ayudaba a ducharse, a asearse, a ponerse colonia, A perfumarse. También ha sido su amiga, su íntima, la que le daba conversación, Y la que la ha apoyado en todo momento. Las comidas le gustaban mucho a mi madre: Ella venía acostumbrada a comer en casa y de cualquier manera. “En la Residencia como muy bien”, decía siempre. Del mismo modo, la medicación -que mi madre tomaba de cualquier manera- aquí se la han administrado las enfermeras y todo ha sido organizado y ordenado. Los Peñascales es todo orden y organización, eso se nota: Pero a la vez el trato es humano y familiar… Las supervisoras están siempre ahí, cuando se las necesita: Lola con su alegría; Puri con su paz; Marina con su juventud y simpatía… Si mi madre se ha despertado por la noche Siempre ha habido alguien que la ha llevado nuevamente a dormir. Cuando se hizo una brecha, el Doctor la trató con cuidado y delicadeza. Si se ha despistado con las horas, Inés la ha avisado. Con Julio ha debatido, con Magda ha hecho diversas actividades Si se le han caído pielecillas de almendra al suelo, Ramón ha barrido. Sonia, en cualquier lugar, siempre ha estado dispuesta a sonreír y ser amable… Muchas personas han colaborado para que todo haya ido tan bien. La que entiende que lo más importante es el amor y el respeto es María Jesús. Las que todos los días han atendido a mi petición de hablar con mi madre son Mila y Teresa. Un lugar organizado, de buen funcionamiento, de un personal generoso y dedicado, Bien llevado, bien dirigido; un lugar capaz de crear felicidad al final de la vida. Gracias, gracias, gracias a todos y a todas. Y un abrazo a todas las señoras y señores residentes, espero que recuerden a mi madre tanto como mi madre les va a recordar a ellos. “Los Peñascales” queda grabada no en nuestras memorias, que se borran con los años sino en nuestros corazones, que son fieles para siempre. Cuando, al salir del ascensor, veáis el arcón por favor, pensad: “éste es el arcón de una persona que fue muy feliz aquí, en los Peñascales: Teresa Giner”.

Los Peñascales; una residencia de ancianos de calidad

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Page 1: Los Peñascales; una residencia de ancianos de calidad

7/30/2019 Los Peñascales; una residencia de ancianos de calidad.

http://slidepdf.com/reader/full/los-penascales-una-residencia-de-ancianos-de-calidad 1/2

LOS PEÑASCALES

Cuando Elena llegó a Los PeñascalesDijo: “Ésta es la residencia que yo quiero”.

Le llamó la atención Maria Dolores, con su gran cariño hacia los mayores,

También el comedor, rosa, limpio y l uminoso, que parecía un dulce,Y los geranios alegres, el patio lleno de flores.

Mi madre llegó con la cadera rotaY Lourdes la ayudo, con habilidad y tenacidad, hasta que se r ecuperó.

Cuántas veces habrá dicho Lourdes “muy bien, Teresa”:Muchas, no cabe duda.

Su cuarto estuvo muy bonito desde el principio.Luisa fue, también desde el principio, l a encargada de ayudarla.

“Me ayuda muy bien”, decía mi madre, y lo si gue diciendo.

Luisa le ayudaba a ducharse, a asearse, a ponerse colonia,

A perfumarse.También ha sido su amiga, su íntima, la que le daba conversación,Y la que la ha apoyado en todo momento.

Las comidas le gustaban mucho a mi madre:Ella venía acostumbrada a comer en casa y de c ualquier manera.

“En la Residencia como muy bien”, decía siempre.

Del mismo modo, la medicación-que mi madre tomaba de cualquier manera-aquí se la han administrado las enfermeras

y todo ha sido organizado y ordenado.

Los Peñascales es todo orden y organización, eso se nota:Pero a la vez el tr ato es humano y familiar…

Las supervisoras están siempre ahí, cuando se las necesita:Lola con su alegría; Puri con su paz; Mari na con su juventud y simpatía…

Si mi madre se ha despertado por la nocheSiempre ha habido alguien que la ha llevado nuevamente a dormir.

Cuando se hizo una brecha, el Doctor la trató con cuidado y delicadeza.Si se ha despistado con las horas, Inés la ha avi sado.

Con Julio ha debatido, con Magda ha hecho diversas actividadesSi se le han caído pielecill as de almendra al suelo, Ramón ha barrido.

Sonia, en cualquier lugar, siempre ha estado dispuesta a sonreír y ser amable…

Muchas personas han colaborado para que todo haya ido tan bien.La que entiende que lo más importante es el amor y el respeto es María Jesús.

Las que todos los días han atendido a mi petición de hablar con mi madre son Mila y Teresa.

Un lugar organizado, de buen funcionamiento, de un personal generoso y dedicado,Bien llevado, bien dirigido; un lugar capaz de crear felicidad al fi nal de la vida.

Gracias, gracias, gracias a todos y a todas. Y un abrazo a todas las señoras y señoresresidentes, espero que recuerden a mi madre tanto como mi madre les va a recordar a

ellos.

“Los Peñascales” queda grabada no en nuestras memorias, que se borran con los añossino en nuestros corazones, que son fieles para siempre.Cuando, al salir del ascensor, veáis el arcón

por favor, pensad: “éste es el arcón de una persona que fue muy feliz aquí,en los Peñascales: Teresa Giner”.