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Los Pilares O los dos lados de una presa en el territorio macurawe / guarijío de Sonora Breve antecedente El presente documento en una versión original más extensa fue elaborado con el objetivo de ofrecer diversos planteamientos en torno al anteproyecto de la Presa Los Pilares y fue entregado a las autoridades macurawe y a algunos funcionarios de gobierno en Mesa Colorada en reunión realizada en esa localidad en noviembre del 2010 y parte de la consideración de que el primer punto a tomar en cuenta es el respeto a la decisión del pueblo guarijío y sus formas de negociación. Para su inclusión en el libro Piri owitiame nenénapu kawé, el padre David

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Los Pilares

Los Pilares

O los dos lados de una presa

en el territorio macurawe / guarijío de Sonora

Breve antecedente

El presente documento en una versión original más extensa fue elaborado con el objetivo de ofrecer diversos planteamientos en torno al anteproyecto de la Presa Los Pilares y fue entregado a las autoridades macurawe y a algunos funcionarios de gobierno en Mesa Colorada en reunión realizada en esa localidad en noviembre del 2010 y parte de la consideración de que el primer punto a tomar en cuenta es el respeto a la decisión del pueblo guarijío y sus formas de negociación. Para su inclusión en el libro Piri owitiame nenénapu kawé, el padre David Beaumont agregó el relato del grillo y la mariposa, las reflexiones guarijío en un retiro y sus propias reflexiones.

Aketori y tukuchurumi

Piye tawe hariwame oirepú piripi akatóri ekaka wapi piripi karichi napé inamurepú apoe wikatame piripi tekuchurumi wapi karichi naya warepú. Ago ajama katepú kihta waasi peni tiame ika mundochi akatowari enimetiachi cherepú. Neea joenia kaweerame cheriata tekuchurumia napekachisika apichume eranine amochitia. Tesiwa tiame animari chere kawe eranimú wikataka y apichuka akatoria nanaritio repú apichuka arioy wichiyai piye tawe wanami piripi kuita machenarepu kampochi pukeri tetewinoi y enirepú piripipenitiame akatori yoma tratarowarepú chapinaria tesiwa tiame, akatori kitetewinia tia chi kineipameria eraripú resipakame weriparepú toiwechi y nuutichi toja. Kukuchia waikao chapirepú masarachi y topachitito tehpunarepú. Apoe tukuchurumia ahpo kariwachi tetewarepú y inateparepú nati enimotuka tekuchurumi kaweeraninia kiachi tetiamechitia animari.

El cuento de la mariposa y el grillo

Una tarde andaba una mariposa volando cerca de unos pedregales. Cuando oyó el canto de un grillo, se acercó a la casita para platicar con él. La mariposa le dijo al grillo, ¨No hay nada más hermoso en este mundo que ser mariposa¨. ¨Yo vivo muy feliz¨ contestó el grillo. Aunque no podía volar como una mariposa, el pobre animalucho dijo que se sentía feliz cantando y saltando. La mariposa seguía volando en cuanto caía la tarde. Al día siguiente, unos niños salieron al campo y lo primero que vieron fue una linda mariposa. Todos trataron de agarrarla. La pobre mariposa se iba de un lugar a otro sin poder escapar y, cansada de tanto volar, se paró en una ramita de un encino pequeño. Los niños la atraparon: unos le agarraron por las alitas y otros por el cuerpecito y la destrozaron. El grillo desde su casita lo vio todo y pensó, ¨Siendo grillo, soy más feliz que cualquier otro animal¨.

Reflexiones de participantes guarijíos en el Retiro de Planeación Pastoral en Álamos, 21 de octubre, 2009

¿Qué sabemos sobre la presa?

· La gente no queremos que se haga

· La mayoría no acepta este proyecto

· Avisaron por radio sobre el proyecto

· Fue a vernos Hilario Yocupicio en la Mesa Colorada

· No sabemos la fecha del inicio

· No nos han comunicado claramente las dimensiones de la presa

· No hay información de los recursos y repercusiones.

¿Qué queremos en cuanto al proyecto de la presa?

· Información clara y precisa: dimensiones, beneficios, repercusiones, todo referente a posibles enfermedades

· Respeto por la naturaleza y los animales

· Respeto a nuestros campo santos de Mochibampo y Mesa Colorada

· Empleo, trabajo, (Cuestionamos si realmente existe una demanda para la venta de pescado, nunca hemos trabajado en eso)

· Información sobre la contaminación del agua

· ¿Cómo nos afectarían los generadores de energía?

· ¿Cuáles son los caminos que nos conectarán como guarijíos, pues vivimos en ambos lados del Río Mayo?

· Necesitamos un centro más grande de salud, medicina y doctor. Nos dicen que no hay dinero para estos proyectos de salud pero para construir la presa si hay dinero.

· ¿Dónde se reubicarán nuestros pueblos guarijíos?

Síntesis de la propuesta del antropólogo Alejandro Aguilar Zeleny, Profesor/Investigador, Centro INAH- Sonora

Resumen:

El proyecto de la construcción de la presa Los Pilares, en la región históricamente habitada por los integrantes de la etnia macurawe (guarijío) en el sureste de Sonora, representa un posible profundo impacto en la forma de vida tradicional de esta sociedad indígena mexicana que por muchos años ha sido relegada del contexto nacional.

1. Breve antecedente para una historia del mundo guarijío:

En una extensa región que se extiende entre el sureste del estado de Sonora y en el suroeste del de Chihuahua, desde la época prehispánica hasta la época actual se desarrolló la presencia de una sociedad indígena conocida históricamente como ¨guarijío¨, relacionada con otros grupos tales como los chínipas, los guazáparis, los temoris, los varohíos y los ihíos, entre otras parcialidades reconocidas por los españoles a su llegada a esta región.

Con el paso del tiempo y por efectos de la conquista hispana, algunos de esos grupos desaparecerían o se fusionaron con los grupos mayoritarios, siendo así que poco a poco se comienza a reconocer la existencia o reconfiguración étnica de los propiamente llamados como guarijíos por los españoles.

2. La cuenta nueva

Los años setenta del siglo XX representan un período de lucha por la tierra y el reconocimiento étnico. Obtener el reconocimiento de sus derechos territoriales, ver como un hecho la consolidación de las dotaciones ejidales y ser sujetos de crédito para distintos programas de gobierno representaban las bases esenciales para perseguir su tan anhelado desarrollo; como parte de este impulso se consideraba además el inicio de programas de educación indígena bilingüe y bicultural, la formación de maestros originarios del propio grupo; también se hablaba de la implantación de programas de salud y toda una serie de medidas encaminadas a lograr que los guarijíos pudieran tener las mismas condiciones de desarrollo que cualquier pueblo indígena de nuestro país. Este período fue señalado por don José Zazueta, líder histórico del grupo, como “la cuenta nueva”

3. De la cuenta nueva a los riesgos y retos del presente:

Un elemento clave que determina también la dificultad de alcanzar los anhelos de aquel período de cuenta nueva, tiene que ver también con el fenómeno del narcotráfico y la violencia que esta actividad trae aparejada y que en el caso de la región y cultura de los macurawe, se ha venido convirtiendo con fuerza en un problema que pone en riesgo su existencia y la adecuada conservación de sus fiestas, tradiciones, religión y otros elementos de su cultura que son reconocidos hoy en día como parte sustancial del patrimonio cultural vivo e inmaterial de México; recordemos que nuestro país ha firmado ante la UNESCO y otras organizaciones su compromiso explícito de coadyuvar a la adecuada conservación y desarrollo del invaluable patrimonio cultural que representan las culturas indígenas de nuestro país, como base y sustento de la diversidad étnica y cultural, reconocida constitucionalmente desde hace algunos años.

No debemos de perder de vista de que se trata de una cultura indígena viva y que ha tenido una gran persistencia étnica a lo largo de su historia, la cual debemos conocer, valorar y apreciar en su justa dimensión, antes de pretender transformarla sin necesidad alguna.

I. El proyecto de la Presa Los Pilares.

Según la aún escasa información pública con que se cuenta al respecto de esta presa y según datos publicados en la prensa, se entiende que se trata de una presa con una posible cortina de 600 metros de largo y con una elevación de 165 metros de alto. Este proyecto ayudaría a la protección civil, mediante el control de las aguas y sus posibles crecientes; en segundo lugar se habla de un mayor almacenamiento de agua, para las crecientes necesidades de desarrollos agrícolas, industriales y urbanos de las regiones beneficiarías de este proyecto; en tercer lugar se señala el beneficio de la generación de energía eléctrica de 77 gigawatts de potencia, mediante la construcción de una central hidroeléctrica, que funcionará con 2 unidades generadoras, la primera de 10 mil gigawatts y la segunda de 4 mil gigawatts de potencia. Tomando en cuenta en este momento la información con la que se cuenta, se desprende de ella que en apariencia ya existe un estudio del impacto ambiental, así como social y cultural que un proyecto de esta magnitud tendría sobre la existencia de todo el conjunto de esta sociedad indígena y no sólo en especial de las comunidades principalmente afectadas. Se desprende también de esta información la idea no sustentada de que ya existen acuerdos en el sentido de la relocalización de algunas de estas comunidades, pero también se expresa la idea de que eventualmente se les explicará mejor a los integrantes del grupo acerca de todo este proyecto.

Es de señalarse también como un aspecto preocupante la idea expresada con cierta facilidad de que lo guarijíos están de acuerdo y que recibirán cursos para cultivar tilapias en el vaso de la presa, que tendría una extensión aproximada de 19 kilometros cuadrados, se trata fundamentalmente de una sociedad agrícola, que además aprovecha los distintos recursos de su entorno de diferentes maneras.

Es de suponerse que se considera como algo fundamental, en caso de que el proyecto se lleve a cabo el definir adecuadamente la forma de indemnizar realmente a los miembros de este grupo por las posibles afectaciones, y considerando que se trata de un proyecto que se fundamenta en la sustentabilidad, pues buscar la manera efectiva y real de lograr un desarrollo sustentable de la cultura, tradición y derechos del pueblo indígena guarijío. No hay propuestas específicas y concretas, presupuestos o recursos asignados para su desarrollo.

II. Acerca de la relación entre las presas y los pueblos indígenas, perspectivas antropológicas

A fines de la década de los años noventa la Comisión Mundial de Presas, reconoció que las presas "han conducido al empobrecimiento y al sufrimiento de millones de personas" Esto ha llamado la atención sobre la necesidad de desarrollar de una mejor manera un profunda reflexión y un diálogo básico y necesario para evitar cometer errores que en otras partes del mundo se han cometido y hacer el mejor esfuerzo por lograr un mayor reconocimiento de los derechos tradicionales de los indígenas y la búsqueda de un justo equilibrio ante las necesidades y exigencias de estos modelos de desarrollo.

Cuando se trata de sociedades y culturas alternas, como las indígenas, la crisis existencial individual y colectiva suele ser aún más intensa y disruptora que entre otros grupos sociales de tradición occidental. Las sociedades indígenas son específicas formas de organización social, política y económica, dotadas de conocimientos milenarios que suponen la adaptación a un territorio que es también un ámbito sacrificial. La pérdida del territorio ancestral y los cambios drásticos, poco o mal planificados, pueden conducir a agudos procesos de anomia social y descaracterización cultural” Es, decir, que es necesario reconocer los riesgos que este tipo de proyectos pueden representar para una sociedad como la integrada por los guarijíos y a partir de un claro análisis buscar las mejores alternativas para reducir impactos negativos sobre esta sociedad y aprovechar de una mejor manera sus posibles beneficios; hay que insistir en ello, en acuerdo con los integrantes y autoridades del grupo macurawe/guarijío, ya que se forma de vida como pueblo indígena se basa en la interrelación entre las distintas comunidades y su relación con el río y la preservación del mismo.

III. Una propuesta operativa de acción, la perspectiva antropológica Propongo y sugiero la constitución de un Programa o Proyecto Integral de Apoyo y Análisis para el Desarrollo y Permanencia de la Cultura Macurawe/Guarijío, con la especial atención al significado, impacto, riesgos y posibles beneficios que pudiera tener el proyecto de la Presa Los Pilares, para este pueblo Indígena; considerando en su conjunto a todos los miembros, autoridades y representantes reconocidos de este pueblo indígena; con la participación de autoridades y representantes de las distintas instancias de gobierno involucradas y con el apoyo académico también de instituciones científicas y educativas que concurran en los distintos tipos de estudios y alternativas a explorar. En lo que se refiere específicamente al Instituto Nacional de Antropología e Historia y con base en la Ley Federal de Monumentos Históricos y Zonas Arqueológicas, que da sustento a la acción de esta dependencia, se requiere tomar en cuenta la necesidad de elaborar los estudios de impacto y factibilidad orientados a la protección del patrimonio arqueológico.

Por parte de la antropología, se debe tomar en cuenta el estudio de impacto socio-cultural sobre la cultura, religión y tradiciones del pueblo macurawe/guarijío, que podrían tener los efectos de la presa, la posible desaparición y la relocalización de algunas de las comunidades guarijío.

Es necesario evaluar también los posibles costos y pérdidas en la infraestructura, hogares, centros educativos y de cultura, espacios tradicionales de reunión, infraestructura y equipamiento para el trabajo agrícola y de ganado vacuno y caprino, la conservación de sus fiestas y tradiciones, el desarrollo artesanal y otros aspectos cruciales de su existencia, frente a la posibilidad del cambio.

Un aspecto que se considera también de gran relevancia serán las alternativas comunitarias y habitacionales, pues es necesario reconocer primero su forma de vida, su cultura y tradición arquitectónica, armonizada con su existencia y prevenir la imposición de modelos habitacionales que alteren aún más su forma de vida. El objetivo de todo este diálogo, trabajo y esfuerzo conjunto se encamina a aprovechar inteligencias, recursos, labor interdisciplinaria e interinstitucional, con el apoyo del gobierno del estado de Sonora y del gobierno federal, en hacer justicia de una buena vez y por largo tiempo a estos miembros de la cultura y la sociedad sonorense, cuyo pensamiento y tradiciones tienen aún mucho que mostrarnos, ofrecernos y enseñarnos y de lo cual dan cuenta claramente importantes y profundos rituales como son la ceremonia de la augurada, un rito de agradecimiento colectivo e individual, que junto con la fiesta de la cava-pisca representan los fundamentos del maravilloso pensamiento mágico-religioso, naturalista y contemporáneo que da sentido a la existencia de los miembros de este grupo.

Reflexión final

Los macurawe/guarijío, como toda sociedad humana y en nuestro caso mexicana y sonorense, lo que buscan y pretenden es vivir bien, vivir en paz y con seguridad; con respeto a su cultura y tradiciones, pero conscientes de su mismo derecho al acceso y disfrute de los beneficios del progreso y la modernidad, sin perder su forma de vida. Consideramos que con base al trabajo conjunto, el diálogo intercultural, la voluntad de respeto a sus tradiciones y los compromisos en conjunto se podrán fortalecer las bases para un nuevo proceso de desarrollo de esta cultura, darle vigor a aquella noción de una cuenta nueva y no poner en riesgo su existencia, ni su forma de ser y de pensar.

Respetuosamente sugerimos ante las autoridades e instancias correspondientes se tomen en cuenta los planteamientos preliminares hasta aquí expuestos y se puedan tomar los acuerdos pertinentes para dar seguimiento y forma a dicha Comisión propuesta.

Reflexión de Padre David Joseph Beaumont Pfeifer, OFM, Cap. Vicario Episcopal de las Etnias de la Diócesis de Ciudad Obregón

Todos sabemos que el agua es la vida de nuestros pueblos y realmente de todo nuestro planeta. En nuestro estado de Sonora hay tres ríos grandes que han sido la vida de nuestros pueblos originarios: el Río Sonora, El Río Yaqui y el Río Mayo. Los primeros pobladores llegaron a vivir por los lados de estos ríos de vida que también fueron caminos de los valles hacia la sierra por miles de años. Después de la revolución mexicana en 1910 muchos empresarios echaron sus ojos a estos ríos y a las tierras tan fértiles a sus lados. Con el gobierno se tomaron decisiones a favor del ¨progreso¨ y ¨modernización¨ que si trajeron beneficios pero a la vez, como en tantas comunidades indígenas en Brasil y otros países, cambió el estilo de vida de los primeros pobladores para siempre. Así es que construyeron la presa de Mocuzari en la cuenca del Río Mayo en 1955, la presa Abelardo L. Rodriguez en la cuenca del Río Sonora en 1948 y tres presas en la cuenca del Río Yaqui: La Angostura en el principio de los 1940s, el Oviachi en los 1950s y el Novillo en los 1960s. Desde entonces fueron reubicados descendientes de los ópatas y pimas que vivían por el Río Sonora. Desde entonces los niños y niñas mayos y yaquis no saben lo que es vivir al lado de un río, pues el cauce de su río es arena y polvo.Los niños y niñas guarijíos, al contrario, si tienen el gozo de vivir al lado del Río Mayo y el Arroyo Guajaray y lo disfrutan plenamente. Pueden pasar todo el día bañándose y pescando en este refugio del calor tan intenso del verano. Allí he visto en el pueblo guarijío lo que ha de haber sido el gozo de los yaquis y mayos en tiempos pasados. Ahora este gozo también está en peligro para los mismos guarijíos con el proyecto de la construcción de La Presa Los Pilares arriba de San Bernardo por el Río Mayo.

Es muy difícil para el mundo moderno entender y conservar tanto la naturaleza como estos estilos de vida tan sencillos y hermosos. No obstante las presas por el Río Yaqui, de vez en cuando la cantidad de lluvia que cae y pasa por los arroyos que después forman el Río Yaqui es tan grande que se abren las compuertas de las presas para que corre el agua libremente de nuevo. La última vez que eso había pasado y el agua del Río Yaqui había corrido por Tórim, fue en 1985. El verano actual de 2010 ha sido otro de estos veranos de muchísima agua de manera que las autoridades federales de la comisión del agua decidieron abrir las compuertas de nuevo. ¡Qué vista tan espectacular, hermosa y inesperada para mí fue ver correr el agua por el Río Yaqui en Torim! Yo había llegado el 10 de septiembre para ver el progreso de nuestra construcción del centro pastoral y luego me contaron sobre el río. No esperaba verlo tan ancho y tan fuertes las corrientes.

Este día fuimos unos diez adultos y veinte niños a la orilla de nuestro Río Yaqui en Torim y allí me invitaron a nadar con ellos en el agua. Como vengo de la sierra de Yécora el agua se me hacía caliente pero ellos decían que era muy helada. Primero unos jóvenes me pasaron al otro lado del río en una panga guiada por un cable. Iban con una jovencita para pasar una chiva del otro lado. De allí me eché en el agua y nadé de regreso al lado de origen en donde me estaban esperando la gente. Sus sonrisas y carcajadas de los niños y niñas me hacían acordar de la vida gozosa de los guarijíos en Mochibampo, Mesa Colorada y Guajaray. Quisiera que los yaquis y los mayos siempre tuvieran el agua del río corriendo para ellos.

Entre todas las personas presentes en este día había una mujer yaqui de unos treinta años quien se sentó a un lado, descalza en la arena, muy tranquilamente contemplando el panorama con el sol ya bajando sobre el caminar del río. Ella irradiaba la paz. Su hija de ocho años se arrimó a su lado y las dos juntas, en el silencio, bañadas con el agua del río y los rayos del sol, se formaron parte de este momento glorioso de la obra de nuestro Creador. Este panorama maravilloso lo viven los guarijíos todos los días. Es una de sus riquezas y herencias más ricas. Es fuente de su vida, economía, cultura y espiritualidad. La pérdida de esta cultura, este estilo de vida, sería una tragedia para todos los guarijíos, para toda Sonora, para todo México y, de hecho, para toda la humanidad. Juntos con el pueblo guarijío debemos asegurar su historia, cultura y espiritualidad tanto para futuras generaciones guarijíos como también para el futuro de toda la humanidad.

Colofón

Como se señaló al principio, este documento fue elaborado y entregado al pueblo guarijío con el fin de ofrecerles mejores elementos para su reflexión y toma de decisiones. Fue entregado en una reunión entre el pueblo guarijío y representantes de los gobiernos federal y estatal, en noviembre del año 2010.

Se proponía desde entonces fomentar el diálogo institucional y formal con el pueblo guarijío, claridad en las propuestas y alcances del ante-proyecto de la Presa Los Pilares. Se propuso una comisión de trabajo relacionada con la cuestión de la presa, pero también una comisión permanente para elaborar un plan de desarrollo con y para la comunidad macurawe / guarijío de Sonora.

Dos años después apenas se ha comenzado el diálogo formal con los guarijíos mientras aparentemente se ha avanzado en el diseño del proyecto de la presa; no se han llevado a cabo de manera adecuada los procesos de información, consulta y negociación con la comunidad guarijío. No se les ha logrado mostrar de manera adecuada cuales podrían ser los beneficios reales para ellos, en caso de llevarse a cabo este ante-proyecto. Contrasta también la amplia información que los medios de comunicación del sur del estado ofrecen, dando por hecho que el ante-proyecto avanza en tiempo y forma, con la falta de información oficial y bilingüe hacia los macurawe / guarijío.

No se han iniciado aún los estudios arqueológicos, ya que se requiere que los promotores del proyecto aporten los recursos para los estudios pertinentes, sin embargo se han venido realizando estudios antropológicos como parte del proceso de recuperación de la memoria histórica del pueblo macurawe / guarijío.

Septiembre del 2012

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� � HYPERLINK "http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/09/solidaridad/1281360822.html"��http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/09/solidaridad/1281360822.html�

� Barabas, Alicia y Miguel Bartolomé. Antropología y Relocalizaciones. Revista Alteridades, 1992, 2 (4) Págs 5-15, Universidad Autónoma Metropolitana, D.F.