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Los recursos financieros Ya hemos visto que para crear una empresa es necesario disponer de determinados recursos financieros. Esos recursos financieros, que serán aportados por los promotores, por prestamistas externos -como los bancos o los proveedores- o proceder de subvenciones de cualquier tipo, deben de ser suficientes para afrontar: Las inversiones fijas y circulantes que se estimen necesarias (y siempre mínimas). Las posibles pérdidas recogidas, en su caso, por el plan de empresa. Los posibles imprevistos o desviaciones razonables del plan de empresa. Por supuesto, existen proyectos empresariales que se basan en ideas que precisan de unos recursos mínimos. Es deseable que el emprendedor trate de poner en marcha toda su imaginación y creatividad para lograr ofrecer a su mercado potencial el mayor valor añadido con los menores recursos financieros posibles. Aunque en sucesivos puntos, los dedicados a la parte económico financiera del plan de empresa, se presentará una metodología para el cálculo de los recursos financieros que el emprendedor deberá obtener necesariamente para el arranque y posterior desarrollo de su proyecto. A continuación se repasan someramente los principales: A Principales recursos financieros que la empresa no debe devolver (pasivos no exigibles): Aportaciones directas de los propietarios, ya sean dinerarias o no dinerarias (mediante la aportación, en este caso, de bienes o derechos). Aportaciones indirectas de los propietarios, que las realizan cuando no retiran de la empresa una parte, o el total, de los beneficios, dejándolos en ella en forma de reservas. Subvenciones de capital, concedidas por alguna administración pública como ayuda para la adquisición de algún bien del inmovilizado. Este tipo de fuentes financieras permite a la empresa reducir el riesgo de insolvencia (imposibilidad por parte de la empresa de atender los pagos en el momento de su vencimiento). B Principales recursos financieros que la empresa debe devolver en un plazo superior a un año (pasivos exigibles a largo plazo): Préstamos y créditos a largo plazo, concedidos por alguna entidad financiera. Operaciones de leasing, tipos particulares de operaciones financieras que permiten al empresario obtener plazos prolongados para el pago de sus inversiones. Proveedores de inmovilizado, cuando los suministradores de los bienes de inversión permiten el pago, total o parcial, de sus tienes en plazos superiores a un año.

Los Recursos Financieros

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Los recursos financieros

Ya hemos visto que para crear una empresa es necesario disponer de determinados recursos financieros. Esos recursos financieros, que serán aportados por los promotores, por prestamistas externos -como los bancos o los proveedores- o proceder de subvenciones de cualquier tipo, deben de ser suficientes para afrontar:

Las inversiones fijas y circulantes que se estimen necesarias (y siempre mínimas). Las posibles pérdidas recogidas, en su caso, por el plan de empresa. Los posibles imprevistos o desviaciones razonables del plan de empresa.

Por supuesto, existen proyectos empresariales que se basan en ideas que precisan de unos recursos mínimos.

Es deseable que el emprendedor trate de poner en marcha toda su imaginación y creatividad para lograr ofrecer a su mercado potencial el mayor valor añadido con los menores recursos financieros posibles.

Aunque en sucesivos puntos, los dedicados a la parte económico financiera del plan de empresa, se presentará una metodología para el cálculo de los recursos financieros que el emprendedor deberá obtener necesariamente para el arranque y posterior desarrollo de su proyecto. A continuación se repasan someramente los principales:

A Principales recursos financieros que la empresa no debe devolver (pasivos no exigibles):

Aportaciones directas de los propietarios, ya sean dinerarias o no dinerarias (mediante la aportación, en este caso, de bienes o derechos).

Aportaciones indirectas de los propietarios, que las realizan cuando no retiran de la empresa una parte, o el total, de los beneficios, dejándolos en ella en forma de reservas.

Subvenciones de capital, concedidas por alguna administración pública como ayuda para la adquisición de algún bien del inmovilizado.

Este tipo de fuentes financieras permite a la empresa reducir el riesgo de insolvencia (imposibilidad por parte de la empresa de atender los pagos en el momento de su vencimiento).

B Principales recursos financieros que la empresa debe devolver en un plazo superior a un año (pasivos exigibles a largo plazo):

Préstamos y créditos a largo plazo, concedidos por alguna entidad financiera. Operaciones de leasing, tipos particulares de operaciones financieras que permiten al empresario obtener plazos prolongados para el pago de sus inversiones.

Proveedores de inmovilizado, cuando los suministradores de los bienes de inversión permiten el pago, total o parcial, de sus tienes en plazos superiores a un año.

C Principales recursos financieros que la empresa debe devolver en un plazo inferior a un año (pasivos exigibles a corto plazo):

Préstamos y créditos a corto plazo, concedidos por alguna entidad financiera. Acreedores comerciales, obtenidos cuando nuestros suministradores de bienes y

servicios nos conceden un período de crédito, o de aplazamiento de pago. Otros acreedores, obtenidos cuando algunos acreedores nos permiten el pago

aplazado de nuestras obligaciones: pago trimestral del IVA o del IRPF, pagas extras a los empleados, etc.

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Resumen

Hemos visto en estos apartados con qué contamos, pensamos contar o necesitamos contar para poder vender lo que queremos vender, a quien queremos vender y donde queremos vender. Hemos agrupado estos recursos en: personas (recursos humanos), medios materiales (recursos técnico y/o recursos económicos) y dinero (recursos financieros).

Aunque en los siguientes capítulos se desarrollará con más detalles los conceptos siguientes, adelantamos ahora algunos de los rasgos más característicos:

INVERSIÓN

La empresa necesita para su creación y funcionamiento reunir y gestionar un conjunto de recursos económicos y técnicos que podríamos simplificar denominándolo inversiones.

Las inversiones son los medios (inmuebles, maquinaria, vehículos, utillaje, herramientas, mobiliario, patentes, software, materias primas, mercaderías, etc.) de los que la empresa se va a servir para poder desarrollar su actividad y sin los cuales no podría existir.

Como ese conjunto de inversiones necesita ser financiado, es muy útil que el emprendedor lo considere y lo calcule como un conjunto de necesidades de financiación. Por ello, deben ser los mínimos imprescindibles.

FINANCIACIÓN

Podemos dividir ese conjunto de necesidades de financiación en dos grandes grupos:

Las necesidades financieras fijas

Son las que tardarán varios ciclos de explotación -normalmente varios años- en ser recuperadas de nuevo y, por tanto, deben ser financiadas con dinero que también se devuelva a largo plazo.

Las necesidades financieras circulantes

Son las que se recuperan en un solo ciclo de explotación y, consecuentemente pueden ser financiadas, al menos en parte, con dinero a devolver a corto plazo.

La finalidad de esas inversiones es, como se ha dicho, posibilitar que la empresa pueda desarrollar su actividad, pero sin olvidar que su destino final es ser convertidas de nuevo en dinero, a ser posible con beneficio. Con ese dinero la empresa adquirirá nuevos medios de producción y el ciclo inversión-liquidación comenzará otra vez.

No todas las empresas que nacieron, lo hicieron contando desde el principio con todo el capital que necesitaban, ahora bien, resulta claro que toda empresa necesita de un capital para arrancar.

Es posible que contenemos con un capital inicial propio, pero si una vez elaborado nuestro plan de empresa nos enteramos que ese capital propio no es bastante, debemos empezar a buscar financiación por otros lados.

La cifra que mide la proporción existente entre los capitales propios de la empresa y los capitales obtenidos a través de la financiación de terceros es lo que se llama: El ratio de endeudamiento.

El ideal, desde luego, sería contar con todo, o al menos, la mayoría del capital necesario para poner en marcha nuestra empresa sin necesidad de acudir a la financiación de terceros. Y, en

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caso de que necesitemos acudir a la financiación, deberemos tener la capacidad de convencer a quien nos vaya a financiar de que nuestro negocio es válido y viable, por eso es obligatorio contar con un buen plan de empresa.

Hay dos grandes grupos de fuentes de financiación ajena de una empresa :

A corto plazo. A largo plazo.

Como regla general los recursos financieros la corto plazo se deberían destinarse a financiar la actividad típica o común de la empresa, como como por ejemplo, la compra de materias primas, el pago de nuestros abastecimientos, etc. Los recursos a largo plazo, por otro lado, se deberían destinar a financiar la estructura fija de nuestra empresa, como por ejemplo, la adquisición de maquinaria o de material informático. De todas las maneras, esto no siempre es así, e incluso pode ser conveniente que una parte de los recursos a largo plazo, propios o ajenos, de la empresa estén financiando parte de la actividad común de la empresa (lo que se llama hondo de giro o de maniobra).

Los recursos ajenos a corto plazo pueden provenir, como por ejemplo, de los provedores de nuestras materias primas, y esto sucede cuándo llegamos a un acuerdo con ellos de que les vamos a pagar las materias primas servidas a 90 días (lo que se llama crédito comercial), o bien de un banco cuándo deducimos letras de cambio. Los recursos ajenos a largo plazo también provienen de una entidad bancaria cuándo nos concede uno prestamo un año o más tiempo, o nos abre una línea de crédito que es renovada continuamente.

De todos modos, debe quedar claro que hay que elegir las fuentes de financiación con mucho cuidado, habida cuenta no sólo del mayor o el menor coste que llevan consigo, sino también por el peligro que suponen los llamados picos de tesorería o desfases.

Las fuentes de financiación ajena son tan numerosas, que aquí sólo nos vamos a referir a las más habituales, a las más utilizadas por las PYMES:

Préstamo o préstamo hipotecario. Líneas de crédito. Descuento comercial. Leasing. Renting. Factoring. Confirming. Otras fuentes de financiación: capital riesgo y garantía recíproca. Ayudas oficiales.

Son múltiples las posibilidades que existen de encontrar una ayuda oficial que se ajuste a las necesidades de las empresas nacientes, procedentes de diversos organismos oficiales.

El carácter de estas ayudas es de lo más variado: ayudas a la inversión, incentivos fiscales, ayudas a la innovación, ayudas a la contratación de trabajadores, etc. En principio, cualquier forma jurídica podría acceder a las mismas.