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Tema totalmente desarrollado de los Reinos Cristianos a modo de esquema para facilitar al alumno la comprensión y a su vez el estudio de la formación de los distintos Reinos en la Península Ibérica.
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LOS REINOS CRISTIANOS
1. LOS REINOS CRISTIANOS
Los musulmanes entraron en la península ibérica en el año 711 y en pocos años la ocuparon
casi por completo, excepto el territorio al Norte del Duero y del Ebro, que siguió siendo cristiana.
Hasta el año 1000 aproximadamente, Al-Andalus fue superior frente a los cristianos en el
aspecto militar, económico y cultural, pero desde el siglo XI la situación comienza a cambiar: por
un lado, Al-Andalus se disgrega en reinos de taifas, y por el lado cristiano se inicia una expansión
imparable hacia el sur. Se inicia así lo que se ha denominado reconquista, que culminó en 1492
con la expulsión del último rey de Granada por los Reyes Católicos.
Tres factores influyeron decisivamente en este proceso:
- El notable aumento demográfico en los núcleos cristianos.
- Las nuevas tácticas militares empleadas.
- La mentalidad de cruzada entre los ejércitos cristianos: los reyes cristianos se consideraban
herederos de los reyes visigodos y, por tanto, con derecho a recuperar sus antiguos territorios.
Surgieron así los distintos Reinos Cristianos.
1.1. EL REINO ASTURLEONÉS
Los ejércitos islámicos que habían invadido la Península Ibérica no alcanzaron a dominar
plenamente todo su territorio. Una de las regiones que los árabes controlaban con mayor dificultad
era la zona más abrupta de la cordillera Cantábrica situada en los actuales territorios de Asturias y
Cantabria y habitada por pueblos cántabros y astures.
Hacia el año 718, una asamblea de astures había elegido como jefe a un noble visigodo
llamado Pelayo. Éste, seguido por unos cuantos guerreros fieles, se había refugiado en Asturias
huyendo del dominio árabe.
Unos años más tarde, hacia el 722, un grupo de guerreros dirigido por Pelayo, derrotó a una
expedición militar musulmana en la zona de Cangas de Onís. Este enfrentamiento será recordado
como la batalla de Covadonga.
A mediados del siglo VIII el grupo de rebeldes de Asturias empezaron a adquirir
importancia bajo Alfonso I, un noble visigodo que ya se titulaba rey. Este monarca va a llevar a
cabo una serie de expediciones militares contra las poblaciones situadas entre la cordillera
Cantábrica y el río Duero. Pero fue otro rey, Alfonso II quien estableció la capital de este reino en
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Oviedo, además de proseguir con la expansión cristiana hacia el Oeste (dominó buena parte de
Galicia). De hecho fue este rey quien mandó construir una iglesia en un lugar de Galicia llamado
“campo de la estrella” (Compostela), donde se había descubierto un antiguo sepulcro que pronto dio
lugar a peregrinaciones porque se dijo que contenía los restos del apóstol Santiago el Mayor.
A partir de mediados del siglo IX los reyes asturianos aprovecharon la debilidad de los emires de
Córdoba (pasaban por dificultades internas), de ahí que Alfonso III pudiera ocupar, sin muchas
dificultades, las tierras situadas entre la cordillera Cantábrica y el río Duero. Para controlar mejor
esta zona trasladó la capital a la ciudad de León (año 854).
El avance del reino leonés se vio frenado en el siglo X por los ataques de los califas de
Córdoba, que alcanzaron en este período su máximo poderío militar. Los reyes de León tuvieron
que acudir entonces al pago de tributo y debieron reconocer la superioridad política y militar de los
musulmanes. Éstos demostraban su fuerza mediante expediciones militares sobre los núcleos de
población del valle del Duero.
Las más famosas de estas expediciones las realizó Almanzor a finales del siglo X.
1.2. EL ORIGEN DEL REINO DE CASTILLA
Una zona del reino de León, en el alto valle del Duero, entre Soria y Burgos, sufrió a lo
largo de los siglo IX y X los ataques más fuertes de los ejércitos islámicos. En esta zona se habían
instalado habitantes procedentes de Cantabria y del territorio vasco. Para defenderse construyeron
una línea defensiva frente a los ejércitos árabes formada por múltiples castillos. Estas defensas
dieron el nombre a este territorio: Castilla.
Castilla se independiza del reino de León en el siglo X cuando un conde llamado Fernán
González, consiguió unificar algunos territorios y transmitirlos a sus descendientes.
Por otro lado, el reino de Castilla y León se formó en el siglo XI cuando el rey Fernando I
consiguió la unión de Castilla y león. Con posterioridad hubo una época de ruptura, pero en 1230
quedaron definitivamente unidos.
1.3. EL REINO DE PORTUGAL
En sus inicios fue un condado perteneciente a Castilla y León, pero a principios del siglo XII
se separó y se convirtió en reino con Alfonso Henríquez.
Con el avance de la Reconquista se extendió hacia el sur de la península y ocupó los valles
del Tajo y del Guadiana.
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Mientras el reino de Asturias se consolidaba, en la zona pirenaica surgieron, entre francos y
musulmanes, otros núcleos cristianos independientes: Navarra, Aragón y los condados catalanes.
1.4. EL REINO DE NAVARRA
En el actual territorio francés existía en el siglo VIII el reino de los francos. Este reino se
sintió amenazado por los ejércitos árabes que, frecuentemente, atravesaban los Pirineos. Sólo a
finales del siglo VIII, bajo el reinado de Carlomagno, el reino franco estuvo en condiciones de pasar
a la contra-ofensiva frente a los árabes. Este monarca realizó varias expediciones al Sur de los
Pirineos, donde llegó a controlar importantes ciudades (Pamplona, Jaca, Gerona y Barcelona).
Pero este dominio de los francos sobre Jaca y Pamplona duró poco tiempo. Se sabe que
hacia el 817 una familia noble de Pamplona, los Arista, logró expulsar a los gobernadores francos.
Los jefes de este pequeño núcleo independiente se titularon pronto reyes y constituyeron el núcleo
original de lo que sería el Reino de Navarra.
1.5. EL REINO DE ARAGÓN
Hacia el año 818 los cristianos de Jaca expulsaron a los representantes de los reyes francos y
crearon otro núcleo independiente: el condado de Aragón. En el siglo X este condado se unió al
reino de Navarra hasta que, en el siglo XI, se hizo independiente y comenzó su expansión con
Ramiro I. Nacía así el Reino de Aragón.
1.6. EL ORIGEN DE CATALUÑA
Los condados catalanes estaban integrados en la denominada Marca Hispánica, uno de los
territorios fronterizos del Imperio carolingio hasta que, en el siglo IX, Wifredo el Velloso, conde de
Barcelona, consiguió transmitir su condado a sus descendientes.
En el siglo XII, en tiempos del rey Alfonso III, el condado de Barcelona quedó unido a
Aragón. Este reino se extendió hacia Valencia y posteriormente hacia el Mediterráneo, donde ocupó
parte de las Baleares, Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
En el siglo XIV, los reinos cristianos atravesaron la misma crisis que se vivía en Europa:
malas cosechas, peste negra, Guerra de los Cien Años y una crisis religiosa (el Cisma de Occidente.
En el siglo XV se consiguió la unidad política de todos los reinos, salvo Portugal: los Reyes
Católicos unieron las dinastías de Castilla y Aragón gracias a su matrimonio, se anexionaron
Navarra y conquistaron el reino nazarí de Granada, último reducto islámico de la península.
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2. LA OFENSIVA DE LOS REINOS CRISTIANOS: LA RECONQUISTA
Cuando se descompuso el Califato de Córdoba, dividido en múltiples TAIFAS, desapareció
la inferioridad militar de los reinos cristianos frente a Al-Andalus. Por este motivo, a partir de
mediados del siglo XI, los estados cristianos del Norte de la Península iniciaron una fuerte presión
militar sobre las taifas islámicas.
Los reyes musulmanes intentaron detener estos ataques comprometiéndose a entregarles anualmente
una cantidad de dinero: las Parias. Éstas eran, por lo tanto, una especie de tributo con el que los
jefes musulmanes pretendían “comprar” la paz.
Con los ingresos de las parias los reinos cristianos emprendieron un fuerte rearme y así pronto
dispusieron de un mayor número de guerreros dotados de mejor armamento. Estos guerreros no sólo
procedían de la Península sino que también acudieron de otros países europeos, especialmente
Francia, atraídos por la posibilidad de obtener un buen botín. Todos eran cristianos y fueron
adquiriendo la idea de que luchaban por el triunfo del cristianismo frente al islamismo, es decir,
surge la idea de “guerra como cruzada”. Así empezó la Reconquista: los reyes cristianos empiezan a
arrebatar por la fuerza territorio a los reyes islámicos.
El ataque de los reinos cristianos atemorizó a los musulmanes , que vieron que, ni con el pago de las
parias, podían detenerlos. Para defenderse, estos reyes islámicos pidieron ayuda a los Almorávides
y, posteriormente, a los Almohades, tribus del Norte de África. A pesar de este apoyo, los
musulmanes sufrieron una importante derrota en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).
La fase final de la Reconquista se centró en la zona de Andalucía, que fue ocupada casi por
completo por Fernando III y su sucesor, Alfonso X El Sabio. Sólo subsistió el Reino Nazarí de
Granada, que fue anexionada más tarde, en 1492, por los REYES CATÓLICOS, lo que puso fin al
dominio musulmán en España.
3. LA REPOBLACIÓN
La repoblación fue un fenómeno que tuvo lugar durante la Reconquista y consistió en la
ocupación de las tierras que eran ganadas a los musulmanes por población cristiana.
A los reyes les interesaba tener esos territorios ocupados, ya que servían de contención ante el
posible avance musulmán. Por eso su objetivo era atraer nuevos pobladores a estas tierras. ¿Cómo
lo hicieron? mediante las siguientes fórmulas:
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- En los territorios situados al Norte del río Duero se llevó a cabo una repoblación oficial
“dirigida” por los reyes. También nobles, monasterios y otros propietarios libres realizaron una
repoblación particular (privada). Lo que se les concedía a los nuevos pobladores era una Carta de
Población o Carta Puebla, que regulaba el reparto de tierras y las normas de convivencia.
- En los territorios entre Río Duero y Sistema Central, la repoblación la llevaron a cabo los
Concejos de las ciudades, a los que se les otorgó Fueros, es decir leyes especiales para los
habitantes de un territorio, junto con grandes extensiones de terreno que luego se dividían en
pequeñas parcelas y se concedían a los repobladores.
- En Andalucía, Valencia y Murcía, los últimos territorios en repoblarse, se estableció el
sistema del Repartimiento, que consistía en la distribución de casas y tierras de los antiguos
territorios musulmanes entre los nuevos pobladores y en la concesión de fueros.
5. ARTE, CULTURA Y SOCIEDAD
En la Península Ibérica había en esta época una mezcla cultural importante entre: cristianos, musulmanes y judíos. Eran abundantes los mozárabes (que eran los cristianos que no se convirtieron al Islam en la época de conquistas árabes) y también los mudéjares, que eran los musulmanes, que permanecieron en los territorios repoblados por los cristianos, pudieron conservar sus leyes y su religión.
Esta variedad influyó en la cultura, la lengua y arte; entre otras cosas.
Entre los S. IX y X, se desarrolló el “Arte Mozárabe”. Eran iglesias cristianas pequeñas pero con detalles en su arquitectura y la decoración del arte árabe, como por ejemplo, el arco de herradura.Cuando las grandes iglesias del Gótico o incluso del Románico, tenían influencia árabe, se les denominaba “Arte Mudéjar”.Otros edificios representativos eran las sinagogas, que son los templos judíos. Destacan las de la ciudad de Toledo.
La comunicación entre la cultura cristiana, la musulmana y la judía floreció notablemente en el desarrollo de la Escuela de Traductores de Toledo fundada a comienzos del siglo XII. Allí se dio a conocer buena parte del pensamiento griego y oriental, que había sido recogido por los árabes; por ejemplo la obra de Aristóteles. En la segunda mitad del siglo XIII, bajo el amparo del rey de Castilla Alfonso X el Sabio, se produjo un fecundo intercambio entre intelectuales de las tres religiones. Esta tolerancia perduraría pocas décadas más, dando paso a manifestaciones de exclusión y de xenofobia.
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