LOS ROSTROS DEL CORAJE Derecho 13... · “gente buena, gente mala y gente regular, como en todos los sitios”. Re-cuerda, con mezcla de resignación y rabia, los incidentes que

REVISTA DE RED ACOGE • PRIMAVERA 2015 • Nº 1

“Creo que la alegría hay que salir a buscarla”, Aymé Andrade

entrevista:

Migrantes de paso por Méxicomirada invitada:

LOS ROSTROSDEL CORAJE

Análisis de mediosinmigracionalismo:

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SUMARIO

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03. EDITORIAL Con billete de ida.

04. A PIE DE CALLE Lo que ha pasado en Valladolid,

Madrid, Córdoba y Valencia.

05. REPORTAJE Los rostros del coraje.

10. ENTREVISTA Aymé Andrade Conde:

“Se ha creado apoyo mutuo y es bonito porque es como una segunda familia”.

12. OBSERVATORIOAnálisis de noticias publicadas.

13. LA OPINIÓN DE...Se busca: perfil de la prostitución en nuestro país.

16. ACTÚA• Convertir una casa en un hogar.• Campaña También Soy Gafotas.• Campaña por la #SanidadUniversal.

14. MIRADA INVITADA Migrantes de paso por México.

19. HOY CONOCEMOS... José Alarcón Moreno,

Presidente de Red Acoge.

18. CUÉNTAME Las gaviotas de Ahmed.

EDITORIAL

“El racismo se cura viajando”. Creemos que Miguel de Unamu-no no podía tener más razón cuando dejó para la posteridad esta frase. Viajar da la oportunidad de conocer otras realida-des, que ayudan a entender la propia y revelan que las dife-rencias entre personas son tan numerosas como, en el fondo, inexistentes. Viajar supone marchar para regresar. Sin embar-go, migrar no suele tener el billete de vuelta comprado de antemano.

Red Acoge nació hace 24 años para apoyar a su llegada a Es-paña a las personas que decidieron o se vieron en la necesidad de dejar atrás sus hogares confiando en que tenían derecho a salir libremente de su país, como así recoge el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La acogida es la razón de ser de la federación de ONG que componen Red Acoge, firme defensora de la diversidad y el multiculturalismo.

La revista Derecho 13 surge del deseo de la entidad de dar a conocer de una manera más cercana una muestra de las viven-cias, retos, anhelos, luchas o contribuciones de las personas a las que Red Acoge dedica su día a día, hombres y mujeres de todos los países del mundo que hacen de España un lugar donde para viajar sólo se necesita mirar alrededor.

Este primer ejemplar de Derecho 13 arranca con un reportaje sobre víctimas de discriminación, personas valientes que no se han resignado y han buscado ayuda para que su dignidad sea respetada. En el observatorio de medios denunciaremos ejem-plos de inmigracionalismo. También mostramos varias de las últimas actividades que Red Acoge ha realizado en diferentes puntos del país. Podéis conocer más sobre el presidente de la federación a través de una entrevista personal, así como el testimonio de una de las mujeres a la que estamos atendiendo en la actualidad. Contamos con una firma invitada, la de Nimsi Arroyo, voluntaria del centro FM4 Paso Libre, ONG de apoyo a los migrantes centroamericanos a su paso por México. Pro-puestas y ejemplos de acción o un cuento sobre un niño que ha de migrar son tan solo parte del resto de contenidos que podréis encontrar en este primer ejemplar de nuestra revista trimestral.

Esperamos que sea el primero de muchos ejemplares. En tu mano está hacerlo posible. ¡Buen viaje!

Con billete de ida

EDITA: Red Acoge Cea Bermúdez, 43-4ºB 28003 Madrid T.: 91 563 37 79 - Fax: 91 550 31 14 www.facebook.com/RedAcoge twitter.com/REDACOGE Youtube: youtube.com/user/RedAco-geComunicacion

Dirección: Manuel Sobrino @msobrinof

Coordinación: Celia Ahijado @celiahijado

Redacción: Emma Garrido @_Emma_Garrido Fran Lores @FranLores María Pacheco @_mpacheco Miguel de Juan @dej_miguel

Diseño y maquetación: Arantza Lizarralde

Red Acoge nace en 1991 con el ob-jetivo de promover los derechos de las personas inmigrantes en España. Actualmente, Red Acoge es una fe-deración de 17 organizaciones re-partidas por diversas regiones del territorio estatal, compuesta funda-mentalmente de voluntarias y vo-luntarios.

Fue declarada de Utilidad Pública el día 18 de febrero de 2010.

Los principios de funcionamiento sobre los que se articula la federa-ción son:

• Laacogida.

• Eltrabajoenred.

• La consideración del inmigrantecomo sujeto igual en derechos.

Red Acoge apuesta por el trabajo en red con otras entidades y muestra de ello es su participación en nume-rosos foros y plataformas.

Más información en: www.redacoge.org

PRIMAVERA 2015 • Nº 1

Celia Ahijado @celiahijado

A PIE DE CALLE

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CÓRDOBA

Lucena Acoge con la integración social y laboralEl proyecto ‘Itinerarios In-dividualizados de Inserción Laboral’ se lleva realizando desde hace años en Lucena Acoge. La organización trata de integrar en este ámbito a personas inmigrantes de la localidad. En 2014, setenta hombres y mujeres participa-ron en cursos de castellano, inglés, técnicas de búsque-da de empleo, informática, ayuda a domicilio o auxiliar administrativo para mejorar su empleabilidad. Se trabaja tanto con el usuario como con el entorno, a través de acompañamientos a institu-ciones, y a su vez se media con empresas para potenciar las posibilidades de contrata-ción. El proyecto se desarro-lla en la actualidad en otras nueve provincias.

VALLADOLID

Presentación informe inmigracionalismo

El 24 de febrero se presentó en Valladolid el informe inmigracionalis-mo, elaborado durante 2014 por Red Acoge. Primero, tuvo lugar un en-cuentro con los medios de comunicación en el Enara Boutique Hotel de la ciudad. Después, a media mañana, el equipo de Red Acoge se trasla-dó a la Facultad de Filosofía y Letras para exponerlo ante estudiantes de periodismo de manera más didáctica. Ambas citas tuvieron una buena acogida y contaron con la presencia de Jorge Francés, presidente de la Asociación de Prensa de Valladolid, y de Javier García Medina, director del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Valladolid.

MADRID

Aniversario de las muertes del TarajalEl templo de Debod fue el lugar escogido para recordar a los quince migrantes que murieron tratando de llegar a nado a las costas ceutíes el año pasado. Fue el 16 de febrero de 2014 cuando sucedió esta tragedia en la playa del Tarajal, Ceuta, donde la Guardia Civil les lanzó material antidisturbios para impedir su llegada. Un año después, Amnistía In-ternacional (AI) y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), junto con Caminando Fronteras, Coordinadora de Barrios, Red Acoge y SOS Racismo, realizaron este acto para pedir justicia para las víctimas.

VALENCIA

Sinhogarismo, aporofobia y xenofobiaEl 18 de febrero alrededor de cien personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento de Valencia para denunciar la muerte de tres perso-nas sin hogar y las agresiones a otras dos por motivos racistas desde que comenzó el año. Bajo el lema “No más muertes por frío y aporofobia en la ciudad de Valencia”, las plataformas ciudadanas convocantes, entre las que se encontraba Valencia Acoge, leyeron un comunicado en el que condenaron los hechos, que han tenido como consecuencia, según sos-tienen, “la muerte y agresiones de personas de especial vulnerabilidad, personas excluidas del sistema social y a quienes no se les asegura los derechos básicos”.


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REPORTAJELos rostrosdel coraje

La discriminación tiene muchas caras. Desde el insulto racista hasta el acoso en las entrevistas para poder conseguir la nacionalidad. Desde el abuso laboral hasta las persecuciones por razón de etnia, origen o religión. Rostros y vivencias retratados por la fotógrafa Sofía Moro, quien pone imágenes, y casi voz, a historias cotidianas que reflejan Su coraje, nuestro compromiso. Este es un recorrido por las vidas de personas que han luchado teniendo todo en contra y que ponen luz y esperanza allí donde otros sólo ven oscuridad.

Miguel de Juan @dej_miguel

Fotografías: Sofía Moro / Red Acoge


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La vida está llena de héroes anóni-mos. Karifa Sinaba, Malí, 36 años lle-gó a Valencia en 2005. Allí se gana la vida en el campo, recogiendo naran-jas por 20 o 25 euros al día y jornadas de 15 horas. La vida de Fhad Talla, Marruecos, 31 años, cambió el día en que un policía se acercó a él y a su mujer embarazada, a la salida de un supermercado, y le acusó de estar dis-cutiendo con ella. A partir de ahí co-menzó una persecución a la que Fhad no encuentra explicación. Mor Diag-ne, 22 años, Senegal arribó a Teneri-fe en 2007. Fue perseguido hasta tal punto que le detuvieron en las ofici-nas de la policía cuando iba a hacer la entrevista para contraer matrimonio

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FOTO 1: Karifa Sinaba. Trabajador del campo en los alrededores de Valencia. Recoge naranjas en jornadas maratonianas. Sabe que la lucha es el mejor camino . “Yo soy trabajador, tengo mis derechos, no soy un criminal”.

PORTADA REVISTA: Faith Osaigbovo. En España cree que desde la crisis, la discriminación ha aumentado, y que la situación de los inmigrantes en general ha empeorado.

PORTADA REPORTAJE: Idrissa Fuad. Estaba con su hijo de cuatro años en un parque, cuando un niño de unos diez años se le acercó inquiriéndole varias veces: “Negro, dime la hora”. Le respondió: “¿Qué clase de educación te dan en casa?”. Lo que más le dolió es que fuera una persona tan joven, y que su hijo lo escuchara todo.

FOTO 2: Fhad Talla. Transportista. Su vida ha cambiado para siempre y piensa en salir de Murcia, ciudad donde reside junto a su mujer y sus hijos. Cree que la solución ahora es empezar de cero.

FOTO 3: Joel Bendita. Trabaja en una empresa de transportes en Azuqueca de Henares. “Buscando piso de alquiler, cuando me oían que era extranjera, solían ponerme excusas de todo tipo”. Encontró un piso en el que es feliz junto a sus hijos.

FOTO 4: Karine Faakyan. Vive en Murcia junto a su marido y su hija. Afirma que la entrevista para obtener la tarjeta comunitaria tuvo un tono inquisitivo e incómodo, y que a ella y a su marido les hicieron preguntas con la intención de confundirles.

con su actual compañera. Le intenta-ron deportar, aunque se paralizó en el último momento en el aeropuerto de Barajas ya subido en el avión.

Héroes. Heroína sin capa ni máscara, con matices, con grises, porque aquí no todo es blanco o negro. Lo sabe bien Joel Bendita, natural de Repú-blica Democrática del Congo, 42 años, porque, como ella dice, hay de todo, “gente buena, gente mala y gente regular, como en todos los sitios”. Re-cuerda, con mezcla de resignación y rabia, los incidentes que ha sufrido en la búsqueda de pisos de alquiler. “A veces llamaba por teléfono y cuan-do te oyen que eres extranjera, em-


piezan las excusas. Entiendo que se pregunte, pero con tantas preguntas, te hacen sentirte tan mal... En vez de echarnos directamente, nos echan con preguntas. Estamos acostumbrados”.

Matices como los que reflejan los ojos de Karine Faakyan, rusa, 56 años, una mirada que expresa lo que puede ha-cer a través de sus palabras. Karine todavía no habla bien el castellano, y le negaron la asistencia de su hija durante la traducción en la entrevista para obtener la tarjeta comunitaria. Le denegaron la tarjeta, sin tarjeta no hay trabajo, y sin trabajo no hay resi-dencia. Le dijeron que no van a hacer-le ninguna entrevista más, pero ni Ka-rine ni su hija pierden la esperanza.

La que ha sufrido Karine es otro tipo de discriminación; una discriminación más silenciosa y menos mediática, casi invisible. También la ha sufrido Blanca Lilia Barrionuevo, colombiana de 39 años, a la que le fue denegada la nacionalidad a pesar de estar inte-grada en la vida y costumbres de su ciudad. El juez alegó falta de integra-

ción. Dice Blanca que nunca se sintió tan humillada y que no paró de llorar durante dos días después de la entre-vista. Se sintió como si hubiera come-tido un crimen. “Me voy a encargar personalmente de que no consigas la nacionalidad”, le dijo el juez. Pasó vergüenza. “Me bloqueé, el trato fue humillante. Solo quería salir corrien-do, no podía ni hablar”, recuerda.

Obtener un empleo es lo más difícil. Todos son conscientes de que la crisis no ha hecho sino dificultar aún más las posibilidades que los más vulne-rables para encontrar trabajo. En un mercado cada vez más a la baja, mu-chos son los que se aprovechan de los inmigrantes para pagar por debajo del precio o no hacer contrato labo-ral. Karifa Sinaba no estuvo dispues-to al chantaje de su “cabo”, que le amenazaba por no subirle en la fur-goneta para ir a recoger naranjas si seguía reclamando lo que era suyo. No me arredró al pedir justicia y re-clamar continuos atrasos de pago se-manales, no se arredró al denunciar

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Sofía Moro ha sido la encargada de realizar las fotografías para la exposición Su coraje, nuestro compromiso, que está recorriendo varias localidades españolas. Fotógrafa nacida en Madrid en 1966, su obra busca plasmar la lucha por la justicia social y los derechos humanos, a través de retratos y fotografías de artistas, escritores, cineastas, activistas y políticos. Entre otros premios, fue galardonada en 1999 con el Premio FotoPress. Ha trabajado para diferentes medios de comunicación como el País Semanal, Vogue o Vanity Fair.

EXPOSICIÓN

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FOTO 1: Blanca Lilia Barrionuevo. Diplomada en enfermería y residiendo en Murcia. “Me voy a encargar personalmente de que no consigas la nacionalidad”, le dijo el juez. Pasó vergüenza. Felizmente, la consiguió unos meses después. Está felizmente casada.

FOTO 2: Cristian Hendre. Se gana la vida recogiendo chatarra. “Todos nuestros niños están escolarizados y tenemos internet en casa para que los chicos se puedan sentir como el resto de jóvenes de España”, explica.

FOTO 3: Gabriela Rostas. Madre de un bebé de meses. A los pocos días de nacer su hija, ambas requirieron de asistencia médica, pero en el centro de salud les aseguraron que no podían atenderlas. Luego les dijeron que fue un error “burocrático”.

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La exposición recoge hasta 16 historias de personas anónimas, igualmente reveladoras.

A Leopold Mendy (Senegal, 39 años), le han parado varias veces en el autobús solo por su color de piel.

Adela Rodríguez, gitana española, empresaria y guerrera, está acostumbrada a muestras de discriminación.

Mor Diagne (Senegal, 22 años) estuvo a punto de ser deportado tras ser detenido justo en el momento en el que iba a casarse con su compañera.

Amparo Sánchez, valenciana convertida al Islam, sabe lo que es que le digan por la calle que se quite el pañuelo, pero también sabe que el pañuelo no incapacita a nadie.

A Abdou Aziz, (Senegal, 35 años) músico y profesor de baile, le dejaron fuera de una discoteca “por ser negro”.

El hijo de Ángela Pedraza (Colombia, 31 años), se vio discriminado para escoger educación en valenciano en el colegio.

Mohamed Ennachet (Marruecos, 35 años) quien sufrió una agresión a manos de la Policia Nacional.

LOS OTROS ROSTROS


que en el campo no hay control ni justicia. Tampoco horarios ni precio. Su caso es un ejemplo de lo que a diario sufren miles de inmigrantes en el mercado laboral. También sabe lo que es buscarse la vida Cristian (seudó-nimo); se dedica a la recogida de chatarra, al igual que la mayoría de hombres de su familia. “Es un trabajo honesto y nos da de co-mer”, comenta Cristian, gitano rumano que llegó a España hace ocho años. “Hacemos las cosas lo mejor que podemos: pagamos todos los meses el alquiler de la casa y del local donde almacena-mos la chatarra, la recogemos en nuestros carros y bicicletas, mu-chas veces de la calle, así que la dejamos más limpia de lo que es-taba. Todos nuestros niños están escolarizados y tenemos inter-net en casa para que los chicos se puedan sentir como el resto de jóvenes de España”, explica.

Junto con la discriminación en la búsqueda de trabajo, la discrimi-nación sanitaria es, quizá, la más grave de todas aquellas que se sufren. Es la conocida como ex-clusión sanitaria, derivada del Real Decreto Ley (RDL) 16/2012, reforma que limitó el acceso a la atención sanitaria para cientos de miles de personas. Exclusión como la que vivió Gabriela Ros-tas, chica rumana de 19 años. A los pocos días de nacer su hija, ambas requirieron de asisten-cia médica, pero en el centro de salud les aseguraron que no podían atenderlas. “Me quedé de piedra, no entendía nada, ¿no iban a atender a mi hija?”. Finalmente, tras pedir ayuda, sí recibieron la debida asistencia médica. Les explicaron que al parecer se había tratado de un problema burocrático.

Salir corriendo, querer escapar, querer huir del lugar a donde un día llegaron para buscar una vida mejor. Es el pensamiento que muchas veces les asalta a personas que lo dejaron todo

para buscar algo mejor. Fhad no sabe si se acabará marchando. Su vida, después de sufrir per-secuciones, ha cambiado para siempre y está pensando en sa-lir de su ciudad. Había sufrido anteriormente varios incidentes racistas, pero lo que más le sor-prende es que en esta ocasión vengan de parte de un policía, “porque ellos tienen que dar ejemplo. La solución- añade- es cambiar de vida y empezar de cero, porque no puedo verme en esta situación cada mañana”. Tampoco Mor Diagne sabe si se quedará. Ahora trabaja como al-bañil y ha tenido recientemente varias entrevistas de trabajo. Y aunque no tiene prisa, siempre tiene abiertas las puertas para volver a Senegal con su mujer, donde les esperan oportunida-des laborales.

Karifa aguantó que le llamaran negro, que le menospreciaran, que mintieran sobre él, pero no aguantó que intentaran acabar con su dignidad. Aguantó que le doliera el corazón y aguanta también tener a su mujer y su hijo en Mali desde hace años. “Yo soy trabajador, tengo mis derechos, no soy un criminal”. Sabe que tiene que aguantar porque no hay nada mejor, sabe que está aquí, como muchos otros, para buscar comida, también sabe que otros no tienen más reme-dio que robar o pedir en la calle. Piensa que si cada uno hiciera lo que pudiera de verdad, las cosas cambiarían. Él puso su parte. Si-gue trabajando, en otro sitio, en otra furgoneta distinta. Karifa Sinaba es uno de esos héroes que los que no sería necesario ni hablar si no fuera porque siguen existiendo villanos.

Ojala el trabajo de apoyo a estas personas no fuera necesario por-que viviésemos es una sociedad acogedora y tolerante con la diversidad. Debemos seguir tra-bajando para que ese día llegue. Llegará.

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ENTREVISTA

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Aymé Andrade Conde: “Se ha creado apoyo mutuo y es bonito porque es como una segunda familia”

Aymé Andrade Conde conoció Proco-mar Valladolid Acoge en octubre del año pasado a través de una amiga. No dudó en acudir porque necesita-ba encontrar algún lugar en el que le pudiesen orientar. Han pasado cinco meses y Aymé es una más. No sólo recibe por parte de la ONG sino que aporta muchísima alegría y entusias-mo con su carácter y sus ganas “de cambiar de aire y empezar una nueva vida”.

Desde Red Acoge tuvimos el gusto de hablar con ella y conocer su historia y desde luego que no nos dejó indi-ferentes.

¿Cómo fue tu primera llegada a Es-paña?, ¿tuviste algún problema en la adaptación?

No tuve ningún problema porque al estar casada con un español no viví el empezar de menos cero y conseguí la residencia en dos meses y poco. Pero sí que conozco casos de personas que les ha costado, más si eres mujer. Una amiga de Orense, también cubana,

sufrió discriminación por el hecho de ser negra, una discriminación que yo nunca sentí.

¿Cómo comenzaste tu nueva vida en Valladolid en octubre después de es-tar unos meses en Cuba?

Me puse a buscar trabajo. Soy técnico medio en Química analítica y también trabajé en televisión en mi país y aquí encontré trabajo de camarera en un hotel. No fue muy difícil conseguirlo. Todas las mañanas entregaba currícu-lums en mano y después me iba al lo-cutorio a buscar otras ofertas en dis-tintos portales de empleo hasta que me salió éste.

Entiendo que tu carácter abierto ha influido también a la hora de encon-trar trabajo rápidamente, ¿no crees?

Sí, claro. La gente tiene miedo a pre-guntar, a llegar al lugar, a expresarse. Muchas veces, nosotros mismos nos cerramos las puertas.

¿Qué tal fue tu acogida en Procomar Valladolid Acoge?

De madre gallega y padre cubano, Aymé Andrade Conde, técnica medio en Química analítica y de 42 años, llegó a España por primera vez el 22 de julio de 1999 tras casarse en La Habana con un español.

Después de varios años de matrimonio en los que ha vivido en distintas ciudades de España, se divorciaron y actualmente Aymé vive en Valladolid donde ha decidido tomar las riendas de su vida y ser una mujer independiente.

DE CERCA

PROCOMAR VALLADOLID ACOGE Y AYMÉ


“Al estar casada con un español no viví el empezar de menos cero y conseguí la residencia en dos meses y pico. Pero sí conozco casos de personas que les ha costado, más si eres mujer. Una amiga cubana sufrió discriminación ”

FOTO 1. Aymé Andrade Conde.Muy bien. Les conocí en octubre y una cosa llevó a la otra porque se preocupan mucho. Viene gen-te de todas las nacionalidades y es un punto de encuentro para todos. Hay personas especiali-zadas en idiomas que ayudan a rumanos, marroquíes... Se ha creado apoyo mutuo y es boni-to porque es como una segunda familia.

¿Qué te aporta Procomar Valla-dolid Acoge?

Me gusta conocer las distintas culturas que integra, es muy en-riquecedor. También disfruto en los talleres porque vemos la vida de otra manera; normalmente arrastramos las penas allá por donde vamos y una vez que sa-limos de casa o del trabajo hay que saber dejarlas atrás. Ahora estamos haciendo el taller de “Catering y colectividades” don-de aprendemos y lo pasamos bien. Creo que la alegría hay que salir a buscarla.

Optimismo no te falta y desde luego que así sea siempre, ¿pe-dirías algo a este país en el que actualmente vives?

Siento que la política de ningún partido me defiende, con ningu-no me identifico. Me hace falta trabajar por lo que necesito, que el estado no se rompa y que ese

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derecho nos lo garantice a todas las personas.

Además de trabajar no me cabe duda de que tienes aficiones y que disfrutas con ellas...

Sí, me encanta cocinar comi-da española y he aprendido un poco de tailandesa. También me gusta bailar salsa, caminar, el jazz, la música negra... Además, disfruto con el cine y el arte pero es excesivamente caro y creo que es algo contradictorio en un país. Aquí es un lujo; en Cuba veía a menudo a la bailarina y coreógrafa Alicia Alonso y ape-nas te costaba dinero.

¿Cuáles son tus expectativas?

Me gustaría estabilizarme aquí en Valladolid y para eso tienes que tener una mira y luchar por materializarlo. Pintaría mi futu-ro de verde en esta ciudad.

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OBSERVA- TORIO

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En Red Acoge también queremos dirigirnos a las personas que consumís medios de comunicación para invitaros a que os acerquéis ellos.

Podéis contactar con sus periodistas a través de las redes sociales para hacerles ver lo inexacto de lo escrito o dicho, ampliar su información, y expresar vuestros puntos de vista.

Un buen profesional de la comunicación siempre está en disposición de aprender y de escuchar. Por ello, cualquier crítica respetuosa debería ser bien recibida.

¿NOS PUEDES AYUDAR?

Durante el análisis de noticias sobre inmigración es habitual que aparez-ca el uso de conceptos y terminología erróneos, entre ellos, el uso constante del término como “inmigrante ilegal”

o “sin papeles”. Como podemos ver, en el caso de las informaciones sobre inmigración cada palabra importa por ello hay que tener especial cuidado y documentarse de forma correcta. En este ejemplo, se presenta como delito la estancia irregular en Es-paña. El propio Código Penal no considera ilegal el estar en situación administrativa irregular.

Fran Lores @FranLores Maria Pacheco @_mpacheco

Análisis de noticias publicadas Diario de ámbito nacional. 26 enero 2015.

Según Naciones Unidas, la única raza que existe es la del ser humano, lo que sí existen son grupos étnicos. Por lo tanto, es un término que no debería utilizarse en este ni en otros contextos

porque resulta discriminatorio. En el cuerpo del tex-to también se refiere a la nacionalidad de la perso-na detenida: “Tiene 28 años es natural de Costa de Marfil”. No es necesario apelar a la nacionalidad del agresor para comprender la noticia.

Diario de ámbito nacional. 2 enero 2015.

El término “avalancha” está mal em-pleado en este titular ya que en su significado más amplio se refiere a un desprendimiento de materia. La re-petición de conceptos como este crea

alarmismo ante el proceso migratorio y acaba nor-malizando una palabra que no debería utilizarse en este contexto. En la noticia concreta la denominada “avalancha” como “un total de 157 personas han llegado en seis pateras y embarcaciones neumáticas a las costas andaluzas en los primeros ocho días de 2015”. ¿Se debe llamar “avalancha” a la llegada de seis embarcaciones? ¿A partir de qué número pode-mos considerar algo como “avalancha”?

Diario de ámbito regional. 9 enero 2015.

Se busca: perfil de la prostitución en nuestro país


LA OPINIÓN DE...

María Pacheco @_mpacheco

Si esa persona es mujer y extranjera, puede estigmatizar aún más a la mujer, por el hecho de ser mujer y a la persona inmigrante, por su lugar de origen.

“35 años, con hijos y extranjera, perfil de la prostituta en Valladolid”

¿Es necesario evidenciar la nacionalidad de las personas en las noticias?

Importan las causas de la pros-titución, las condiciones de la profesión, las consecuencias de ejercerla o la persona que se de-dica a ello. Importa todo. O no importa nada. La cuestión es que hace unas semanas recibíamos una noticia de agencias con el siguiente titular: “35 años, con hijos y extranjera, perfil de la prostituta en Valladolid”. ¿Aca-so es necesario dibujar la silueta de una persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero? Puede ser que trazando ese perfil se caiga en clasificar a un determinado grupo, sin tener en cuenta consecuencias como la estigmatización de ese colectivo.

El titular se extrae de unas con-clusiones elaboradas a partir de un informe presentado por el Ayuntamiento de Valladolid y la asociación ACLAD sobre la pros-titución en el ámbito local y su evolución. En el estudio se de-tallan múltiples aspectos del de-sarrollo de esta profesión en la ciudad: el número de personas que la practican, las edades a las que se inician, los lugares donde se ejerce, las causas, los métodos empleados y la nacionalidad de las personas que se dedican a ella, entre otros.

Lo que es noticiable o no, queda a la elección del medio de comu-nicación, de su libro de estilo y de las presiones empresariales o sociales a las que se enfrenta dicho medio. Y no estamos aquí para debatir los criterios de no-ticiabilidad de las informaciones, sino para analizar el trato perio-

dístico que reciben las personas inmigrantes en estos contextos. Lo cierto es que no es tan atracti-vo titular que el número de per-sonas que ejerce la prostitución en Valladolid se ha reducido a la mitad en los últimos veinte años, como destacar el retrato robot de la persona que desempeña este oficio. Y si esa persona es mujer y extranjera, puede estig-matizar aún más a la mujer, por el hecho de ser mujer y a la per-sona inmigrante, por su lugar de origen. De la misma forma que estigmatiza el titular: “Un ma-rroquí detenido por vender dro-ga en un bar”. ¿Resulta impres-cindible para la comprensión del

texto decir el origen de la perso-na detenida?, ¿o tal vez se con-tribuye a señalar a un colectivo vulnerable en nuestro país?

Por lo tanto, ¿es necesario evi-denciar la nacionalidad de las personas en las noticias? Habrá casos en los que sí y otros en los no, simplemente cuando se rela-ciona una nacionalidad con un suceso concreto, el imaginario colectivo se apoya en que todas las personas de un determinado origen tienden a hacer lo mismo. Por lo tanto, si la nacionalidad no es necesaria para compren-der la información, tampoco es necesaria destacarla en el titu-lar. Si tras el estudio objeto de análisis se hubiese concluido que las personas nacidas en España son las que más ejercen la pros-titución en Valladolid, reflexio-nemos, ¿se habría especificado que es española la persona que se dedica a esta actividad en la ciudad?

Después de varios argumentos en contra de esta lógica, desde presuponer que la prostitución es algo negativo, hasta pensar en una actuación mal intencionada por parte del o la periodista ha-cia las mujeres extranjeras, surge la disyuntiva: si la noticia consiste en buscar el perfil de la prostitu-ción en nuestro país, ¿se podría elaborar ese perfil sin atender al sexo y a la nacionalidad de una persona? En cambio, si la noti-cia versa sobre las personas más afectadas por la crisis económica en España, ¿pasarías por alto su sexo y su nacionalidad?


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Recuerdo bien la primera vez que supe de FM4 Paso Libre, fue hace 4 años, en el 2011, en una de mis clases en la universidad. En ese primer encuentro no me llamó mucho la atención, mi ca-beza estaba en otras cosas. Dos años luego del breve encuentro con esa otra realidad, hurgando un día me encontré con un docu-mental que sin saber de qué tra-taba decidí verlo, el documental se llama Los Invisibles.

Cuando terminé de verlo me despertó una necesidad de ha-cer algo, fue entonces que co-mencé a investigar el tema de la migración por mi cuenta, a leer, a informarme; cada vez que lo hacía, mis ojos se abrían un poco más, me sentí abrumada por la realidad, y me abrumó aún más que no era una realidad que se encontraba lejos de mí, en otro país, no, estaba cerca de mí.

Eso que había visto y leído, que tanto me había horrorizado su-cedía en mi ciudad y jamás me había percatado de ello, en ese momento recuerdo que me pre-gunté a mi misma, ¿cuántos mi-grantes has visto en la ciudad? No me supe responder, recordé vagamente a mi papá darle di-nero a un salvadoreño que nos encontramos años atrás cerca de Av. 16 de septiembre y Av. Was-hington, pero eso era todo. No había más del tema en mi vida hasta que un día decidí ir a las oficinas de FM4 Paso Libre y anotarme en esa larga lista de voluntarios.

Para mi suerte entré al poco tiempo, recuerdo la llamada de Santiago Aguilar, coordinador de Acción Humanitaria en FM4 Paso Libre, preguntándome sí podía ir al comedor para platicar conmigo, dije que sí sin titubear,

Migrantes de paso por MéxicoA las afueras de Guadalajara, la capital mexicana de Jalisco, se encuentra FM4 Paso Libre, un centro de atención al migrante donde a diario se atienden a decenas de personas en su trayecto a EEUU. Se encuentra próximo a las vías, lugar donde transcurre un viaje en tren exento de horarios y estaciones. Las personas migrantes consiguen subirse a unos trenes de mercancías en marcha que atraviesan el país de sur a norte.

y al día siguiente ahí estaba, pla-ticando con él dentro del come-dor, con los migrantes.

La atención diaria a las personas migrantes

Ahora cada área dentro del co-medor me es tan familiar. Pri-mero en puerta, una tarea difícil donde las personas voluntarias más experimentadas tienen que ser capaces de identificar ano-malías, o estados inconvenientes para los y las migrantes que en-tran al comedor, ahí mismo de-ben de explicarles las reglas, ahí ellos y ellas también deciden si las aceptan o no, de no aceptar pues no pueden ingresar; las re-glas son sencillas: respetar a to-dos, lavar su plato y su toalla, no fumar ni ingerir alcohol.

Luego de que entran pasan a una entrevista, esta actividad

MIRADA INVITADA

Nimsi Arroyo Flores

Testimonio de Nimsi Arroyo Flores,

una de las voluntarias que trabaja a diario

en el centro FM4 Paso Libre.

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nos permite conocer cómo les ha ido, qué les ha pasado y a veces terminamos conociendo muchos detalles de su vida personal. Esta parte es difícil emocionalmente, tanto para la persona migrante como para la voluntaria, siempre salen a relucir aspectos de la vida que te hacen dar cuenta que no somos diferentes, que a veces sus problemas también pueden ocu-rrirte a ti. Les ofrecemos una lla-mada con un programa de Télé-coms Sans Frontières, llamada que pueden hacer a sus lugares de origen o de destino. Nosotros debemos monitorear la llamada. Al escucharla uno se sumerge en su intimidad, en sus conversacio-nes con sus familiares. Escucha-mos la preocupación y angustia de sus familiares al otro lado de la línea, escuchas los sueños de ambos lados, las bendiciones y el amor de la familia. Es la parte más complicada al final de la es-tancia del migrante en el alber-gue FM4 Paso Libre.

Después pasan a ropería, donde se les brinda ropa básica como un pantalón, camisa o playera, una cobija, mochila y zapatos. Esta parte es complicada para la persona voluntaria porque debe aprender a administrar bien los recursos que tenemos pues no siempre hay de todo, y se debe pensar en la población migrante que aún no llega, pero que ven-drá. Ahí mismo les damos toalla para el baño, jabón para el cuer-po y champú, también los auxi-liamos con medicamentos bási-cos y si hay necesidad de realizar alguna curación básica también lo hacemos. Si se trata de algo más delicado los canalizamos con alguna institución de salud pública.

Luego de esto, pasan a los ba-ños, donde pueden tomar una ducha con agua caliente. Des-pués pasan a la cocina, donde un grupo de personas hace siempre comida digna. Es un momento de convivencia excelente, por-

que se sientan en la misma mesa tanto las personas migrantes como las voluntarias, comemos juntas, platicamos o jugamos a las cartas. Fortalecemos lazos, generamos una breve amistad condicionada por el tiempo y su corta estancia en el comedor. Tras la comida, los y las migran-tes pueden descansar o dormir un rato.

El voluntariado en FM4 Paso Libre

Siempre es una mezcla extraña de sentimientos nuestra estancia como personas voluntarias en el comedor, una a veces siente ra-bia y coraje por lo que les suce-de a los compañeros migrantes, pero esos sentimientos se trans-forman en indignación, que más tarde se vuelven en acción; la lu-cha. Hoy recuerdo con gran cari-ño a los primeros migrantes que atendí, recuerdo sus nombres, rostros, pláticas y sueños, que espero se hayan cumplido.

FM4 Paso Libre, la organización completa, el comedor, los y las migrantes, todos mis compañe-ros y compañeras voluntarias se han convertido en una gran fami-lia para mí, donde me encuentro con mi lugar sagrado, el Centro de Atención al Migrante (CAM), que es nuestro comedor, el más grande de todos los lugares sa-grados que tengo en mi vida, ahí

encuentro paz, encuentro amor, amistad, solidaridad y un sinfín de motivos que me mantienen ahí. Cada ‘’gracias’’ y cada son-risa por parte de un o una mi-grante son mi paga; ser parte de sus vidas por unas cuantas horas, compartir una parte de mí con la población migrante es de las co-sas más grandes y satisfactorias que tengo hoy en día.

Sentir el dolor ajeno, cada heri-da, cada asalto, cada violación a sus derechos, incluso cada triun-fo o alegría como propios, es algo que va más allá de la em-patía, algo que incluso después de este tiempo, aún no logro nombrar. Pero lo que sí sé, es que es algo que me hace sentir más viva que nunca cada vez que estoy ahí en el comedor con los y las migrantes. Me hace reafirmar mis ganas de luchar y de ser la voz de aquellos que no pueden hablar. Me recuerdan que hoy en México está esa realidad y que hay muchas otras de las que no tenemos que escapar, no po-demos, somos parte de ellas.

Porque al final del día, cuando escucho el silbato del tren, de “La Bestia”, no puedo evitar pensar que todos nos hemos mo-vido, que constantemente va-mos de aquí para allá, sin nada que nos detenga y confirmo que no somos diferentes, al final to-dos y todas somos migrantes.

“ Sentir el dolor ajeno, cada herida, cada asalto, cada violación a los derechos, incluso cada triunfo o alegría como propios, es algo que me hace sentir más viva ”


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Una vivienda debería siempre poderse considerar también un hogar, el lugar donde una per-sona vive y siente la sensación de seguridad, estabilidad y dig-nidad. Sin embargo, cuando la vivienda no reúne los mínimos requisitos de habitabilidad y ni favorece el desarrollo pleno de sus habitantes, nos podemos en-frentar a situaciones de exclusión social, no podremos hablar de hogares.

Según los datos, y en términos proporcionales en relación al to-tal de la población que reside en España, las personas inmigrantes están siendo golpeadas por la crisis en mayor medida. Las ci-fras de pobreza son alarmantes y decenas de miles de hombres y mujeres procedentes de otros países se están viendo obligados a vivir en condiciones que ame-nazan su salud y la de sus hijos e hijas. El informe “Pobreza Infan-til y Exclusión Social en Europa” de Save the Children”, corrobo-ra este dato; la cifra de niños y niñas en situación de pobreza aumenta en más de 15 puntos cuando se trata de menores con al menos uno de sus progenito-res de origen extranjero.

Para paliar estas situaciones, Red Acoge ha desarrollado en los úl-timos años programas dirigidos a la mejora de las condiciones de habitabilidad de las viviendas de familias en situación de exclu-

sión. Este tipo de iniciativas sólo son posibles gracias a la solida-ridad de personas y empresas convencidas de que una vivienda debe ser además un hogar segu-ro que reúna unos requisitos bá-sicos de confort, higiene... Este el caso de Leroy Merlin España, empresa que en el marco de su responsabilidad social corporati-va y a través de su línea de ac-ción social, contribuye a la me-jora del entorno social mediante el desarrollo de proyectos de acondicionamiento de hogares de niños y niñas en situación o riesgo de exclusión social.

Leroy Merlin España ha prestado su colaboración para acondicio-nar la vivienda en la que viven Regragui y Bouchra con sus tres hijos. De este modo han podido ver su hogar libre de las hume-dades que perjudicaban su salud y acondicionar el cuarto de baño para disponer de unas óptimas condiciones de salubridad. Esta familia marroquí, que vive des-de hace dos años en el pequeño pueblo murciano de Puente To-cinos, se siente afortunada de esta ayuda.

Regragui, quien sufre todavía circunstancias difíciles deriva-das de la pérdida de su empleo como consecuencia de la crisis, agradece profundamente la co-laboración de Leroy Merlin y de Red Acoge porque “ahora dispo-nemos de agua caliente y de una

ducha en condiciones. Antes la casa estaba llena de humedades, era peligroso para la salud de los niños. ¡Claro que hay mucha di-ferencia!”.

Regragui lleva 14 años en Es-paña, donde vino a trabajar y a buscar un futuro mejor para su familia. Durante mucho tiempo así fue, y Regragui era uno de tantos trabajadores y trabajado-ras que contribuyeron al creci-miento del país y que se integra-ron perfectamente en nuestras comunidades. Tras perder su empleo se gana la vida como puede, encadenando pequeños trabajos que no le garantizan el sustento durante mucho tiempo y, aunque sobrevive, no oculta que espera un futuro mejor para él y para su mujer, pero sobre todo para sus hijos nacidos en España y a los que desea ofrecer todo lo mejor.

“Sabemos que el futuro está lle-no de obstáculos, pero con opor-tunidades todo es posible. Noso-tros no queremos ni un chalet ni un coche de lujo, solo poder dar la educación a nuestros hijos”, afirma con esperanza.

Red Acoge agradece a Leroy Merlin España su compromiso con los hogares de personas en situación de exclusión social, y espera que esta colaboración sea fructífera y, fruto del trabajo conjunto, logremos crear hoga-res para todas y todos.

Leroy Merlin ayuda a Red Acoge a convertir una casa en un hogar

Miguel de Juan @dej_miguel ANTES DESPUÉS

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#SanidadUniversal: Receta médica para elaborar un programa electoral que no perjudique la saludAmnistía Internacional, Asocia-ción de Juristas de la Salud, el Centro por los Derechos Eco-nómicos y Sociales, Médicos del Mundo, Red Acoge, Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en España, la Sociedad Española de Medicina de Fami-lia y Comunitaria (SEMFYC) y la Sociedad Española de Salud Pú-blica y Administración Sanitaria (SESPAS), tienen en marcha una

campaña en redes sociales en la que exigen a los partidos políti-cos que incluyan en sus progra-mas electorales autonómicas y locales, un compromiso con la sanidad universal.

En concreto, las organizaciones piden que los partidos incluyan

Ciberactúa y súmate a esta campaña en Twitter y utiliza el hashtag #SanidadUniversal

medidas legislativas que garan-ticen el acceso a los servicios de salud y tratamientos médicos para todas las personas, con in-dependencia de su situación ad-ministrativa y sin ningún tipo de discriminación.


“Al barrio ha llegado una fami-lia de esas… Sí, sí, ¡con gafas”, aseguran temeroso un matrimo-nio. “Aquí no se discrimina, sólo se selecciona”, comenta el due-ño de un restaurante. “Son más conflictivos, claro que sí, que una persona normal por el he-cho de llevar gafas”, afirma un vendedor de pisos. Todos estos testimonios forman parte de la campaña También Soy Gafotas. Tras estos testimonios ficticios se oculta el mensaje que Red Aco-ge ha querido transmitir en esta ocasión con motivo de la conme-moración del 21 de marzo, Día Internacional para la Elimina-ción de la Discriminación Racial. La organización se cuestiona por qué no nos resultan otro tipo de discriminaciones igual de ridícu-las que la que supuestamente sufren mujeres y hombres que llevan gafas.

La campaña se puede seguir en Facebook y en Twitter a través de la etiqueta #TambiénSoy-Gafotas. Para darle la máxima visibilidad, Red Acoge propone compartir los vídeos y ayudar así

a concienciar de que ninguna persona debería ser discrimina-da por ningún motivo. Todos los audiovisuales están disponibles en los perfiles de Youtube y de Vimeo.

Red Acoge lleva 24 años traba-jando en España en favor de la diversidad y la cohesión social. Fruto de su experiencia, la fede-ración puede constatar que con demasiada frecuencia la pobla-ción inmigrante es discrimina-da desde muy diversos ámbitos, afectando a multiplicidad de

derechos, pero, de manera más preocupante si cabe, a derechos básicos como la vivienda, el acce-so y la permanencia en el puesto de trabajo o el acceso a bienes y servicios. Además, en numero-sas ocasiones estos hechos van acompañados con expresiones racistas o xenófobas. Luchar para acabar con esta situación resulta urgente.

¿Discriminación hacia las personas con gafas?


A Ahmed le gustaba caminar y ver las estrellas cada noche. Disfrutaba como nadie mirando las gaviotas volar sobre el mar y perdiéndose con ellas en el cielo. También le encantaba pasar las tardes jugando en un pequeño descampado que había cerca de su casa. Tenía muchos amigos, tantos que a veces le faltaban dedos de la mano para contar-los y tenía que seguir sumando con los de los pies. Lo hacía muy a menudo, siempre que tenía la mínima oportunidad para que todo el mundo supiese lo bien que sabía contar. Era un niño bastante responsable para la edad que tenía pues en enero había cumplido tan sólo siete años. Y como todo niño, tam-bién era un poco rebelde. Cuan-do su madre le regañaba por no comerse la merienda decidía ha-cer su peculiar huelga del silen-cio: estar callado hasta contar 13 veces 13.

Fue una mañana de otoño cuan-do Ahmed aprendió a sumar. Desde aquel día, quiso ser mate-mático. Sería el mejor de todos sus antepasados de la cultura árabe, le decía su hermana. Pero escondía un secreto y era que, aunque aprendió muy bien tam-bién, no le gustaba dividir. Pen-saba el muchacho que por qué habría que quitarle algo a al-guien sin su permiso, dejarlo sin su esencia, descomponerlo en partes. Por eso le gustaba tanto

CUÉNTAME

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el número 13 y todos los demás números primos porque para él eran los más auténticos. Sólo le gustaba dividir si se trataba de compartir.

Un día de verano con más de 13 gaviotas sobre el mar, Ahmed re-cibió una noticia por parte de su familia: se iban a vivir a España. No entendía por qué tenía que hacerlo si él era feliz y toda la gente de su alrededor también. No les faltaba alegría y aunque sus padres sólo le podían dar un dulce delicioso muy de vez en cuando, a él no le importaba. En unas pocas semanas, una vez en el nuevo lugar donde sus padres encontraron un agradable ho-gar, comenzó a ir a un colegio de un pueblo cercano. No conocía a nadie y por un momento creyó haber olvidado sumar, así que se miraba los dedos de la mano

cada tarde por si desaparecían por algún descuido. Cuando ju-gaba en el patio, buscaba cosas que unir, construía con sus pe-queñas manos largos caminos para que las hormigas no perdie-sen el rumbo.

Laura, su nueva profesora, iba a su casa un rato todos los días y le recordaba que el día menos pensado las gaviotas volverían y que serían muchas más. Luego se irían. Algunas elegirían otros ca-minos, pero nunca desaparece-rían por completo del cielo y por eso, para seguir sumando gavio-tas y contando estrellas, tendría que vivir con los ojos abiertos.

Las gaviotas de AhmedCelia Ahijado @celiahijado

Si quieres participar, mándanos tu cuento a [email protected]


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José Alarcón Moreno, Presidente de Red Acoge.

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HOY CONOCEMOS

José Alarcón, Presidente de Red AcogeNo podrías vivir sin… Mis amigos.

Lo que más detestas es… La into-lerancia y la ignorancia.

El último libro que has leído es…Pabellón de mujeres de Pearl S. Buck.

Tu serie de televisión favorita es… No sé. Ahora me gusta mu-cho Modern Family.

Una canción que no dejas de es-cuchar es… Pendel de Yvonne Catterfeld.

Una persona o personaje histó-rico a la que admiras es… Agno-cide. Considerada para muchos como la primera mujer científica de la historia tuvo que disfrazar-se de hombre para ejercer la me-dicina en la antigua Grecia. Me parece un ejemplo a seguir en la vida de superación.

¿Cuál es la última manifesta-ción a la que acudiste o petición online contra algo/alguien que firmaste? Además de todas las campañas de Red Acoge, y por supuesto mi adhesión a la actual

campaña También soy gafotas, ayer firmé en contra del desahu-cio de una familia en Alicante por un banco.

¿Qué opinas de las redes socia-les? Creo que bien utilizadas tienen un potencial de difusión de información incalculable del cual las entidades sociales debe-mos sacar provecho.

¿Qué destacarías de la labor de Red Acoge? Pues la gente que hay detrás para sacar día a día ese trabajo en la Federación y en todas sus ONG. Desde volunta-rios desinteresados que dedican su tiempo y esfuerzo a ayudar a los demás, pasando por trabaja-dores que dedican una barbari-dad de horas a sacar un volumen de trabajo inmenso con unos recursos a veces muy limitados, terminando por miembros de las juntas que asumen riesgos y se enfrentan a diario retos im-portantes para que esto siga funcionando. Para que funcione una federación hace falta detrás muchas dosis de solidaridad, es-

Fran Lores @FranLores

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fuerzo y valor por parte de mu-cha gente.

Una anécdota de tu trabajo en Red Acoge… Pues hay muchas, pero yo me quedo con una de mi etapa como abogado en Elche Acoge. En concreto con la sensa-ción que tuve cuando un usuario de Mali de casi dos metros de altura rompió a llorar cuando le dije que había sido resuelta favorable su solicitud de tarjeta de residencia. Llevaba más de 10 años en España sin haber visto a su esposa e hijos en Mali y por fin ya podía salir del país.

¿Qué significa la diversidad para ti? Riqueza. En todos los ámbi-tos: familiar, entre amigos, la-boral a mayor diversidad mayor riqueza en vivencias y experien-cias.

Un sueño por cumplir… Subir al Himalaya.


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hoga

r, mi mundo

“Mi hogar,mi mundo”Todos los niños y niñas necesitan que el mundo sea un lugar seguro, y su hogar es su mundo.

Para que los niños y niñas sean felices y se desarrollen armónicamente, hace falta que su mundo sea estable, que sus necesidades estén permanentemente cubiertas, que puedan desarrollar la creatividad, el conocimiento y las relaciones con todos los demás, como iguales.

“MI HOGAR, MI MUNDO”, RESPALDA A LOS HOGARES DE LOS MENORES QUE MÁS LO NECESITAN

En España, el 33,8% de los niños

y niñas viven en riesgo de pobreza

y esta cifra aumenta en más de

15 puntos, hasta el 49,2%,

cuando al menos uno de los padres

es de origen extranjero.

COLABORA 91 563 37 79Para realizar donativos: redacoge.org

FINANCIAMOS LOS GASTOS MENSUALES DE ELECTRICIDAD DE UN CENTRO DE ALOJAMIENTO TEMPORAL PARA LAS MADRES CON HIJOS.

30€15€

CUBRIMOS LAS NECESIDADES ESPECÍFICAS DE ALIMENTACIÓN DE UN NIÑO O NIÑA MENOR DE 3 AÑOS DURANTE UN MES.

FACILITAMOS EL ACCESO A LAS ACTIVIDADES DE ORIENTACIÓN PARA AL EMPLEO A MUJERES SOLAS CON HIJOS DURANTE UN MES.

50€

¿QUÉ HACEMOS CON EL DINERO?

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LOS ROSTROS DEL CORAJE Derecho 13... · “gente buena, gente mala y gente regular, como en todos los sitios”. Re-cuerda, con mezcla de resignación y rabia, los incidentes que