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7 Octubre 2006 COMPAÑÍA DEL SALVADOR COLEGIOS MATER SALVATORIS Madre María Félix Fundadora de la Compañía del Salvador

Madre María Félix Torres - Nº7

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Boletín nº7 - Fundadora de la Compañía del Salvador y de los Colegios Mater Salvatoris

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Page 1: Madre María Félix Torres - Nº7

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Octubre2006

COMPAÑÍA DEL SALVADOR COLEGIOS MATER SALVATORIS

Madre María FélixFundadora de la Compañía del Salvador

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Las lecturas piadosas tuvieron en María Félix un efecto semejante al inicio de latransformación espiritual de San Ignacio de Loyola, durante su convalencia. A los cator-ce años, María tuvo que trasladarse a Lérida para estudiar el Bachillerato. Allí tomó con-tacto con la espiritualidad ignaciana a través de los libros y, sobre todo, practicando losEjercicios espirituales. Así lo cuenta ella en sus escritos autobiográficos:

SU CONVERSIÓN

[Mis padres] determinaron queingresase como alumna interna en «LaEnseñanza», colegio que la Compañíade María tenía en Lérida.

Llegaron los últimos días de sep-tiembre de 1921, los secretamentetemidos para mí. Me acompañabanmis padres. Hicimos un alto en el pue-blo natal y allí se quedó mi padre por-que –después me enteré– no se viocon ánimos para encerrarme en elcolegio. A las puertas de éste lleguécon mi madre y ¡qué llanto más amar-go derramé al separarme de ella!Amaba mucho a los míos. Les amabacon toda mi alma.

Me sentí terriblemente sola. Noentendía nada de cuanto allí veía. Miscompañeras se movían como pez en elagua; para ellas no había ni misteriosni extrañezas. Para mí todo era raro.Una de ellas me acompañó por la casay me propuso la primera travesura:abrir la alcoba de la Madre Prefecta ymirar dentro. Asentí y me imaginé veruna alcoba con muebles más bonitos,por lo menos, que los del cuarto demis padres. ¡Qué sorpresa, Dios mío!Un pobre catre, una mesa de pino conun Cristo, un palanganero de hierro,sencillísimo, con una pequeña palan-gana de porcelana, una silla de enea…y nada más. Ante la tranquilidad ynaturalidad de mi compañera, sepultéen mí la honda impresión y el gran

desconcierto en que aquella alcobame sumía. «¿Por qué esa vida tanrara…?», me preguntaba a mí misma.

Enseguida me di cuenta de que todocuanto me extrañaba en el colegio eranormal y tenía una razón de ser. Que loúnico anormal era mi extrañeza y miignorancia de todo y que estaba engrado de inferioridad respecto de miscompañeras. Sentí vergüenza, procurédisimular mi ignorancia y pensé que enlos libros piadosos hallaría la solución.Empecé a leerlos a hurtadillas y a estu-diarme el padrenuestro, el credo, el yopecador, la salve, etc., que había olvida-do. Me los llevaba a mi camarilla y losguardaba debajo del colchón y los leíamientras teníamos la luz encendida.

Para Semana Santa hicimos Ejercicios.Nos los dio el P. Llorens. Era un Padre«S.J.» ¡Qué contento sentí! Por vez pri-mera oí hablar de un jesuita; oí hablara un jesuita y hablé con él. Me prepa-ré para la confesión general de todami vida con mucho dolor y con grandeterminación de satisfacer cuantofuere menester, porque sentía yamucho amor a Dios y quería desagra-viarle y contentarle.

Después de confesarme le pedí alPadre que me dejase ayunar, pasar lasnoches en oración y hacer muchaspenitencias. Me contestó que la nochedel Jueves Santo pidiese a la MadrePrefecta permiso para quedarme unrato velando ante el Monumento. ElPadre no me dejó más, pero yo antesde los Ejercicios, en aquellos días ydespués, suprimía el postre casi a dia-rio y lo daba a los pobres al ir alInstituto o a la portera, viejecita seglarque las Madres tenían por caridad;rezaba con los brazos en cruz, etc.

Aquel Jueves Santo de 1922, elSeñor me concedió una gran gracia.

Las internas hacíamos turnos de velaante el Monumento, de media hora. Eluniforme de gala y el velo blanco.Esperaba mi turno con anhelo y pedíaa la Santísima Virgen que acicalase mialma para poder estar ante la presen-cia del Señor a gusto de Él.

Llegué ante el Monumento, mearrodillé en el reclinatorio, levanté losojos al altar y vi una inmensa llamaque ardía con una claridad y suavidadque me llenó de una dulzura inefable.Abrí bien los ojos, quise cerciorarmebien de aquello que veía, pero aquellallama sin contornos, dorada y lumino-sa, quieta y penetrante en mi espíritu,no era fuego de la tierra; era fuegocelestial que abrasaba mi alma.

Con un conocimiento pleno, conuna luz extraordinaria de lo que hacía,irresistible y dulcísimamente atraída porel Señor me ofrecí a Él para siempre.Y desde aquel día felicísimo soy suyaplena y conscientemente; a pesar demis infidelidades, de mis grandes mi-serias, soy suya plena y consciente-mente para siempre.

Capilla del Colegio «La Enseñanza». Lérida

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PENSAMIENTOS FAVORES

• Mi actuación será eficaz si soysanta, y lo seré si vivo unida a Dios yentregada a su voluntad. No importasalud ni enfermedad, mandar u obede-cer, pobreza o riqueza, vida corta olarga. Lo que importa es cumplir amo-rosamente la divina voluntad.

(Ejercicios Espirituales, 1943)

• Necesito entregarme al amormisericordioso. No importan mis mise-rias, mis infidelidades, mi dureza, midesvío: el amor misericordioso delSeñor me ama y quiere que me entre-gue a Él. ¡Cuánto daría por sentir sóloy únicamente el amor a Dios!…

(Apuntes Espirituales, 1950)

• Sorprendida por el gran misteriode amor de la Redención. Soy redimidaporque Dios me ama y me entrega a suHijo, a mi Jesús. Mi vida no ha de ser“algo”; ha de ser “ALGUIEN”: ha de serÉL, mi Jesús, y así renaceré.

(Apuntes espirituales, 1963)

• El Señor me atrae como un poten-te imán a una pobre limadura de hie-rro. Soy bien suya y ser posesión de Éles mi felicidad total.

(Apuntes espirituales, 1963)

• El amor que se da y que pide eslo que cuenta. Me pide mi todo, mi serentero y para siempre. Despojada detodo, por el empuje divino del amor…No cuentan las cosas; lo que cuenta esel amor. Las cosas desaparecen, elamor se adueña de mi alma.

(Ejercicios espirituales, 1992)

“No encuentran” el tumorEl 30 de diciembre de 2004, mi her-

mano tuvo que ingresar de urgencia enel Hospital Virgen Macarena de Sevilla,por un dolor muy fuerte. En la primeraprueba que le hicieron, una ecografíaabdominal, apareció un quiste de tipotumoral en el riñón derecho, que habíaque extirpar. Este mismo diagnóstico seconfirmó, a primeros de enero, en laspruebas preoperatorias a que fue someti-do por el servicio de Urología delHospital Ruber Interna- cional de Madrid.Desde el primer momento lo encomendéa la intercesión de la M. Félix. El caso esque antes de operar, en la última de laspruebas que le hicieron, no se encontrótumor alguno, sino que se trataba deunos coágulos que, gracias a Dios, des-aparecieron y no fue necesaria la inter-vención.

Agradezco a Dios, que por interce-sión de la Madre María Félix, mi her-mano no tuviera ningún tumor y nonecesitó ser operado.

(M.C., Madrid, España)

Consigue la cátedra

Me dirijo a Vds. llena de ilusión yaque puedo informarles de un favorque he recibido de la M. María Félix.

Le empecé la novena hace unosdías pidiéndole su intercesión para queuna amiga que se presentaba a cátedrapara la Universidad consiguiera la habi-litación. A los tres o cuatro días deempezarla le aprobó el Tribunal. Comomuchas veces pasa, las dificultades

venían del escaso número de plazas conrespecto a los que se presentan y de losintereses del Tribunal, ya que algunapersona de las que concursaban traba-jaba ya en esa facultad.

La novena se la dediqué a ella sinconocerla. Cuando me enteré de losexámenes de esta amiga, me llegó a lasmanos el boletín n.º 5 y me dije: “apro-vecharé esta oportunidad para pedirle alSeñor a través de los santos del cielo,que ayude a C.” Y a la M. María le enco-mendé el asunto. No nos ha defraudadoy le estoy muy agradecida.

(M.O., Pamplona, España)

Obtiene la curación

La familia D. queremos dejar testi-monio escrito de nuestro agradecimien-to a la Madre Fundadora de nuestrocolegio por su intercesión en la cura-ción de M.E., antigua alumna delColegio Mater Salvatoris de Madrid.

Desde hacia un tiempo se encon-traba mal pero los médicos no dabancon lo que tenía. Por fin, el día 27 denoviembre de 2005 la ingresaron parahacerle pruebas y descubrieron unagrave lesión de corazón. La operaron deextrema urgencia y durante la interven-ción –que duró varias horas– se llegó atemer que muriera. Su estado era inesta-ble cuando salió del quirófano. Al díasiguiente una profesora del colegio noshizo llegar una estampa con una reliquiade la Madre Félix. Empezamos a rezarley el estado de M.E. empezó a estabili-zarse. Desde entonces no ha dejado demejorar. No tenemos ninguna duda deque la Madre ha cuidado desde el cieloa una de sus alumnas.

Seguimos encomendándonos a suintercesión para que el milagro de lacuración física sirva también para ayu-darnos a tener más fe en Dios. Un abra-zo muy fuerte.

(Familia D.L., Madrid, España)

El embarazo llega a buen término

Aprovecho estas líneas paradecirle algo que me parece como unagracia que Dios ha concecido por laintercesión de la Madre Félix. Se tratade mi sobrina, que está esperando unbebé; ya había perdido dos y teníamiedo que le ocurriera lo mismo. Alprincipio del embarazo me preguntabaa qué santo se podía encomendar paraque llegara bien su hijo, y que le hacíailusión educarlo en católico (ella seconvirtió en la Pascua pasada reci-biendo el bautismo). Le envié laestampita de la Madre; y al mismotiempo yo le he pedido con fe cadadía para que intercediera en el naci-miento del niño. El niño nació el 30 demarzo y está muy bien.

(M.F., Maracaibo, Venezuela)

Damos las gracias a las personasque nos remiten testimonios de lavida de la M. María Félix y favoresrecibidos por su intercesión, asícomo los donativos para su causa,enviados por giro postal o por trans-ferencia a:

• Compañía del Salvador: c/c 2100-4426-11-0200020387 de la Caixa,Madrid, ESPAÑA.

• Instituto Religioso Compañía delSalvador. Cta. n.º 1963961 El Señorial,Citibank, San Juan, PUERTO RICO.

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ORACIÓN

para la devoción privada

Padre misericordioso, cuyo Hijo, Salvador nuestro,te glorificó cumpliendo amorosamente hasta el fin tuvoluntad. Tú suscitaste en tu hija María el deseo ardien-te de glorificarte y de seguir de cerca a Jesucristo, coo-perando a la redención del mundo mediante laCompañía del Salvador, por ella fundada. Concédenospor su intercesión la gracia que te pedimos, para quela Iglesia, a la que amó apasionadamente como aEsposa de Cristo, la eleve al honor de los altares, paratu mayor gloria. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

De conformidad con los decretos del papa Urbano VIII, en nadase pretende prevenir el juicio de la Iglesia.

Se ruega comuniquen los favores recibidos por su intercesión a:

Religiosas de la Compañía del SalvadorTapia de Casariego, 19 • 28023 Madrid (España)

www.ciasalvador.org •e-mail: [email protected]

Con licencia eclesiástica

Nació en Albelda, Huesca, el 25 deagosto de 1907 y fue bautizada el 12 deseptiembre en la misma villa.

A los catorce años sintió la llamada auna entrega total a Jesucristo, y un atrac-tivo irresistible hacia la espiritualidadignaciana. La mayor gloria de Dios,siguiendo a Cristo y unida a Él, se con-virtió en la razón de su existencia. Entretanto, obtuvo la licenciatura en CienciasQuímicas, para ser un instrumento másapto para su servicio.

A través de un sorprendente y nopretendido paralelismo con el itinerarioespiritual de San Ignacio de Loyola, elSeñor la llevó a fundar la Compañía delSalvador, erigida en Congregación

Religiosa de derecho diocesano en 1952,y de derecho pontificio en 1986.

Dios le asignó dentro de su Iglesia laparcela de la educación cristiana de lajuventud, sobre todo universitaria, encualquier parte del mundo. Con este finsurgieron los Colegios Mater Salvatoris,que tienen como misión propagar elcarisma que Dios le concedió de adhe-sión al Papa, amor tierno a la SantísimaVirgen y hacer de los jóvenes perma-nente fermento evangélico en la socie-dad, para llevarla a Jesucristo.

Murió santamente en Madrid, el 12 deenero de 2001, y sus restos descansan enel cementerio de la Compañía delSalvador en Mota del Marqués, Valladolid.

DATOS BIOGRÁFICOS