MADRID NUMERO 2-53 H ENERO 1953

^os sfMfnifl^fs fn f^ U^nflou ^^nflflPor A^^TONIO SANCHEZ BELDA

Gel Cuerpo Voterin-rro ^^'ecional.

La ganadería lanar española=salvo algunos reba-ños de ganaderos excepcionalmente cuidadosos-estámuy necesitada de mejora, para elevar sus rendi-m.ientos, tanto en cantidad como en calidad.

Factor preponderante en esta necesaria labor dem.ejora es la selección y ordenado empleo de los mo-rc^ecos, cuyo influjo en la descendencia es decisivay está multiplicada por el número de ovejas cubiertas.

En muchos rebaños se sigue empleando el sistemadE^ "monta en libertad ", con el que resulta imposibleconocer con certeza la descendencia de cada repro-d^ictor, punto de partida indispensable para toda se-lección.

Es preciso sustituir este ,procedimiento por el de"^nonta dirigida" o vigilada, cuyas ventajas eviden-tes pueden comprobarse con la simple lectura de estaHOJA DIVULCADORA.-J. DEL C.

LOS SEMENTAlES EN EL 6ANAD0 IANAR

La influencia del rnacbi> en la cría animal es tan decisiva,que la selección, mejora o simple conservacicín de todos aque-llos caracteres deseables en la explotación ganadera dependende la fortuna o cíesacierto en la elección cíel semental. Dadala extensa intervencibn cuantitativa del reproductor mascu-lino en la descendencia, fácil es de comprender que sus efec-tos, positivos o negativos, alcanzarán expresión igual al nú-mero de nembras fecundadas por el mismo.

Precisamente para decíttcir estos efectos y diagnosticarla acción favorecedora o perjttdicial del semental, es nece-sario recurrir al control de sus intervenciones como repro-ductor, cuya fase inicia] corresponde al registro de las cubri-ciones, base imprescindible del eonocimiento de la descen-der^cia.

Sistemas de mont.a de las ovejas.

Cn el ganaclo lanar el sistema de cubrición sigue dos mo-clalidades distintas, tradicionalmente denominadas monta enlibert^d y ryaorzt^z dirigid^a, zri^^ila^da o fr^-tervenid^.

Durante la ntiozata lihre, machos y hembras componen re-baño único, y, salvo las ]imitaciones impuestas por las nece-sidacles de la explotación, la cubrición sucede sin direcciónalguna, siendo el azar o las leyes que rigen los acoplamientosentre animales salvajes las ílnicas responsables del aparea-miento e intervención de los moruecos. En estas condiciones,resulta imposible la valoración de los reproductores, porquees muy difícil ase^^urar la paternidad ^cle los productos obte-nicíos. '

La naor^it^a c^i-ri^i^d^, por el contrario, consiste en retenerpor separado, dentró del aprisco o redil, ]os moruecos repro-ductores, quienes reciben un ntímero determinado de ovejasele^-idas e identificadas hreviament.e. Para ello, los sementa-les quedan estabulados dttrante el tiernpo cle cubrición, y

por la tartlc, ^^l recogerse el grueso del rebaño, se introduceen el apartado destinadu a cada morueco el lote de ovejasprecl^eterminado.

La r^aozrtn cliri^idc^ tuma dos foriuas prácticas de aplica-ción. Una consiste en dividir las ovejas ^lestinadas a la repru-ducción en tantos lotes como uúmeru de moruecus a emplear;a cacla lote se le asigna un semental y opera en la tormamencionada. La cuantía de estos lotes depende de mítltiplescircunstancias (-níimero de sementales selectos o simplemen-te di:sponibles, íorma5 dc^ presentación o maniiestación cu-lectiva del celo de las oveja^. modalidade; de explotación delrebañ^, grado de selección clel mismo, iines de mejora perse-guidos, etc.l, pero como término medio se adjudicarán 2^ a3o hembras para cada morueco y período de monta. La otra,dispone de un nútnero de moruecos comunes o cle dudosa ca-Iidad genética que, debi ĉlamente enmandilados al objeto deevita.r la cópula, sirven para descubrir el estado de celo enlas ovejas. I?stos moruecos acompañarán al lote de hembrasclurante el clía para que puedan Ilevar a cabo su papel cles^ccel'as, y las ovejas denuncia^cías por los inismos son desti-nada.s, por la tarde, al departamento ocupado por el sementalelegido.

El primer procedimiento sólo es factibles en rebaños poconumerosos (por ejemplc^, en los de tipo lechero de nuestrazona. central) donde; no sin molestias, puede realizarse el apar-tado y loteado vespertino de las ovejas. Yor el contrario, elsegundo carece de limitaciones prácticas y es susceptible deaplic.ación en cualquier modaliclacl cle explotación ; es tambiéníndehendiente del número de cabezas iiltegrantes cle la n^ajada.Fste íiltimo tiene, acfiemás, la ventaja de facilit<u- el acto de lacópnla al destinar a la ni^nta solamente ac^ttellas ovejas queestá°7 en coudicione^ de ser cubiertas y regttlar a voluntad elníni^ero cte cubriciones, e^^itanclc^ l^_i fatiga clcl ^cmental antela cc^yuntura de, un celc, colectiv^ síibit^.

l;n ambos casos la tecundación de la hemhra tiene tui se-guro niargen de garantía, si tenenio^ en cuenta clue la dura-ción del celo en la oveja oscila entre veinticuatrc^ v treinta yseis horas, con ovulación hacia el final del mismo, o^poco des-

pués. Ln las circunstancias ^descritas, las ovejas disponen sólode cloce horas, sin posibilidad •de fecunclación. Así, cuando laoveja entra en celo en las primeras horas de la mañana, alllegar por la tarde al aprisco presc:nta concliciones muy apro-piadas para quedar gestante; a la inversa, si el celo comenzóen las íiltiinas huras de la tarde, puede queclar muy bien pre-fiada en las doce y más horas de estancia nocttirna con elrnorueco, y en caso contrario resta un período de tiempo ade-ruadc> para rel^^etir la mc)nta, con éxito, a la noche siguiente.

Con^prendemos due la ^lrotzt;a dirigida implica para el ga-naclero y el pastor mayor preocttpación y trabajo qtte lt^primitiva e incontrolada monta libre; pero dados los excelen-tes resultados a los fines de mejora que venimos comproban-do con su aplicación, bien merece ponerla en príictica.

Ventajas de la monta dirigida.

Veanws seguidamente las ventajas consecuentes al empleode este método de reproducción controlada de los ovinos, so-bre el ancestral y rutinario cíe la monta en libertad.

i.-C.ONTROL FUAiCIONAL DE LOS MORUECOS.

Ocurre, sobre todo en rebaños de gran número de cabezas,due disponen de im elevado plantel de sementales, el cualanualmente lleva a cabo una funciún procreadora de equipo,unas veces a satisfacción del ganadero y otras no.

Al no existir control del comportamiento individual de losrnoruecos como reproductores, puede ocurrir, y en la prácticasucede con bastante frecuencia, que el peso de la cubriciónrecaiga sobre un ntímero determinado de sementales, en tan-to que otros llevan una vida parásita al no cttmplir, o hacerloimperfectamente, el papel que les está asignado. El resultadofinal, a veces, puede ser el mismo : pero por la monta libreclamos posibilidades de existencia a moruecos fríos, de bajafecundidad, impotentes, estériles, cuya negativa actuaciónqueda enmascarada por la diligencia, dinamismo y energía delos buenos sementales, c,^n cl cr^nsi;;uiente agotamiento ydecrepitud prematura; tales hechos resttltan a todas luces con-traproducentes en cualquier labor de mejora.

Hemos de señalar tainbién clue n^> >iempre el resultado ti-nal es el misnio, y, hor el contrario, sin causas atribuíbles alfactor liembra, asi^timos a la prulongación de la estaciónde monta, las ovejíl, rel^iten^ celos y no quedan preñadas, yluego la paridera se liace eterna, todo ello c^^n gran clesespe-ración del ganadero.

E;tos caso^ también ;on consecuencia <le la rudimenta-ria e incontrolable monta libre ; sucede entnnces tlue los mo-

Un buen nwrueco rle raza churra : EI semental es factor preponderante para la

:nejora dc la ganadería lanar.

rucco;; lnediocres n^^, ctuitplen su cometidu, y aque^llos confacultades para la cúpula, a causa de las repeticlas eyacula-ciones a que se ven forzados, teriniuau por "saltos en blan-co", caracterizados hor la ausencia de espermatozoides en elesperrna. El wul^ de la oveja, en estas c^ndiciones, no en-cuentra el elemento fecundante masculino y por eso aquellasquedan "vacías". E, necesario r^ue el factor tiempo dé mar-geu de rehabilitación a estos buenos sementales agota^dos,para que la cubrición anual concluya. La consecuencia finales que ya los resultados no son los mismos, pordue el naci-mient^^ de los c^^rderos acaece en aquellos amplios períodos detiempo, con los perjuicios consiguiente^.

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Si sustituímos 1a nlonta en libertad por la controlada,^^^uedarán sttprimidos fá ĉilmente estos serios incc^nvenientes.l^Tediante ella, el comportamiento de un morueco como re-Z^roductor queda en evidencia a las pocas semanas de ser uti-lizado; igualmente puede decíucirse, con todo detalle, su índi-^ce de fecundidad.

2.-^^ON'fROL GL\I?'CICO i)E LOS MOILUI^;Ct),y'.

Nuestra ganadería lanar, sal^^u honrosas excepciunes, está^utty necesitada de mejora. Los rendimicntos de los ovinos

Loie premlado ^ie raza merina. (Ganadería dc l,ópez Montenegro, de Cáceres.)

españoles responden más a la cantidad que a la calidad delas cabezas que componen la cabaiia nacional. Para que di-cha mejora tenga realidad práctica, un buen sistema es re-currir al empleo de sementales que sean capaces de transmitira su descendencia los caracteres objeto de selección de queson portadores.

La mejor forma de lle^ar a conocer estos sementales se-lectos es recurrir a la observación de sus hijos y comprobaren éstos si sus caracteres responden a los presentados por elpadre ti^ son superiores a los de las respectivas madres en vías

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de mejora. En caso positivo, estamos trente a animales dig-nos de conservar y emplear como reproductores.

En el ganado lanar, mientras la monta en libertad ^eael sist:ema ordinario de cubrición, resultará de todo puntoimposible conocer la descendencia de los moruecos destina-dos a padrear. En la monta libre, los moruecos, a veces todoel conjunto de machos del rebaño, acosan a la oveja en celoy, lle,vados por su ardor sexual, todos intentan e inclusuvarios consiguen el salto. En estas condiciones no es posiblededucir la paternidad del futuro cordero. Las informacionesdel pastor a este respecto, en muchos casos debemos inter-pretarlas como un rasgo más de la buena voluntal informa-tiva que les caracteriza, ya que las probabilidades de errorson tan numerosas como las de acierto,

Si, mediante la monta vigilada, solamente consiguiéramosesta i:ndudable ventaja de controlar la descendencia y dedu-cir el valor genético de los sementales probados, sería lo su-ficiente para generalizar el método en toda explotación deganado lanar.

L^i bítsqueda y caracterización genotípica de los semen-tales mediante la monta dirigida, lleva pareja otra consecuen-cia ventajosa, y es que limita paralelamente la acción repro-dtictora de los sementales no probados, y con ello previenei.ncom^enientes cuando aquéllos resultan con una calidadopuesta o inferior a la deseada. En la monta en libertad, anteel mismo caso, si el morueco a probar es activo, sus efectosnegat:ivos pueden alcanzar proporciones de fracaso en el finperseguido.

3.---CONSERV.^CIÓN Y MEJOR APROVECHAMIENTO DE LOS

SEMENTALES.

Anteriormente apuntábamos que es norma común, en lamonta libre, el clesarrollo de un pugilato entre los machosfrente a la oveja en celo, cuyo resultado es altamente perju-dicial,

E:n primer lttgar, el hecho de imponerse el más fuerte noquiere decir que sea el mejor. Esta lttcha, por^ otra parte,impide una cópttla normal, pues la oveja huye, estableciéndose

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una 1<.trga y dura persecuciún, los mac^hos ^e acolnetei^ entresí, se interl^onen y entorpcce^i unr,s a otros, los salto; se re-hiten sin conse^uir cohulaci^^n; en fin, se da pie a clue un seu-cillo y tugaz acto f siolbgico quede tratisformatlo en Prolon-gado ci^mbate, donde todos lo^ pai-ticipantes terniinan enestado e^trenio de fatiga. La consecticncia es el hretnaturoagotamiento de los sementales, factor más ^t sun^ar entre los^lue inflttyen en la di^minución ^tlc la tertilidacl dc lt^s n^isinos.

I.os sementales necesitan una buena alimentación que cubra el desgaste plásticoy energético clerivado de la función reprocluctora.

La itulwsici^"^n ^clel n^ás fuerte, elimina y descai'ta la inter-^^ención en la >nonta libre de los borros que entran ^^or ^^ezl,rinier^t en cubricit^n. hstos han de espei•ar que su desarrollocorl^nral ^^ ftterza ií^ica alcancen límite, de haran^^Sn conlos del adtlltu hara entrar en lid con al^unas l^osihilidades deéYitt^. Iata nai^ticttlariclad retrasa en tina ieml^nrada la uti-lizaci^m amhlia de 1_os sementales jóvenes.

T(1(11^ C'^i^lS CINS^'Ciltaj^lS (ICS<tl)11'('Cen COtl 1R Ill^^llt^l ^'1^1-

lada, al utilizar un solo semental, en local ai,laclo, ^^ara ca ĉia^rupo de ovejas a cuhrir.

Otro factor due contribttye nluy intensatnente a la mej^^i-

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conservación y aprovechamiento de los moruecos derivadade la monta dirigida, es el referente a la alimentación. Sabidoes que todo reproductor macho, en época de cubrición, deberecibir un complemento dietético c]e la ración normal, quevenga a cubrir las mayores necesidades energéticas y plásti-cas derivadas de la función procreadora. En la rnonta vigi-lada no resulta problema alguno proporcionar una raciónadecuada a los sementales, dada la estabulación continuadaa que están sometidos durante todo el período de monta.Además, cabe la excelente posibili^dad de confeccionar racio-nes individuales con arreglo a las particularidades cíe cadamorueco.

El reverso de este panorama lo encontramos en la monta.libre; !os sementales no sólo pierden la oportunidad de recibirraciones supletorias adecuadas, sino que durante el pastorectien época de cubrición, mientras las hembras pacen, los machos.otean, buscan, cruzan en todas las direcciones la masa delrebario, se inquietan y f.atigan en un continuo ir y venir en.persecución ^de la oveja en celo o simplemente indagando su.existencia. Presos de esta intranquilidad, comen poco y apre-suradamente, olvidándose de elegir las hierbas más tiernas.y sabrosas (si existen), como normahnente lo hace el ganadolanar que pasta con sosiego ; y esto, unido a la prolongación delacto cíe la cópula, hace que los sementales reciban un aportealimenticio totalmente insuficiente. I,os moruecos pierden rá-pidamente carnes, lo que contribuye al agotamiento apuntadr^en párrafos anteriores.

Finalmente, hemos de recordar otra ventaja de la montavigilacla, nacida del control fisiológico cle los sementales : y esque permite reducir el número de los mismos en proporcionesmuv considerables con respecto a la canti^lad de machos ne-cesarios en la monta libre. Esta particularidad, deseable encualquier modalidad de eYplotación de los ovinos, adcluiere^franco valor en los rebaños destinados a]a producción ^cleleche, donde las plazas ocupadas por cierto nímlero de ma-chos pueden ser sttstituídas por hembras ]echeras.

^7;ldrid, enero de 1^^3.

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