Mal de Ojo

El Mal de ojo es una de las influencias más negativas y oscuras que pueden interferir con nuestras vidas y objetivos. A veces nos sentimos mal, notamos cómo nuestras fuerzas son escasas, cómo nuestros sentimientos se ven perturbados por sensaciones negativas, todo nos sale mal, no funciona nuestra vida sentimental, profesional y amorosa.

Obviamente, despues de haber analizado todas las posibles causas objetivas y no encontrar razones o soluciones, debemos considerar que es posible estemos afectados por un elemento externo provocado por alguíen que siente envidia o desea nuestro mal. Desgraciadamente, esto es algo común.

La Brujería es una acción realizada por una o varias personas que utilizan sus poderes, rituales e invocaciones a diferentes entidades que a través de sus capacidades realizan trabajos de curación o de daño; a una de estas prácticas se le llama "mal de ojo".

A pesar de que va en contra de los preceptos de la religión, hacer daño a través de brujería es una práctica muy extendida, porque es relativamente sencillo y bastante efectivo, y además no deja evidencias.

Hay que hacer dos claras diferenciaciones importantes, entre el mal de ojo, digamos mental o un trabajo de brujería.

Mal de ojo mentalEjecutado po una persona para conseguir algo de otra o simplemente hacer daño, pero sin realizar ningún ritual, es la proyección consciente o inconsciente de energías negativas.

En este caso con la disposición interior de rechazo del mal o la ejecución de un ritual de limpieza realizado por uno mismo, suele soluciona el problema, siendo conveniente repetirlo cuantas veces sea necesario.

Mal de Ojo por Brujería.Son hechizos realizados por medio de rituales e invocaciones por personas con conocimientos y fuerza necesarios para conseguir el fin que se desea. Cuando se es víctima de una brujería maligna hay una serie de síntomas indicativos:

- La persona siempre toma la decisión equivocada aunque quiera ir por otro camino.

- Parece como si la intuición personal estuviese siempre equivocada.

- La persona se da golpes sin sentido, sensación de ser empujado.

- Discuciones frecuentes casi llegando al histerismo sin causa aparente.

- Ver frecuentemente obejetos punzantes y armas apuntando hacia nosotros.

- Cansancio progresivo, falta de ilusión y desmotivación.

- Si se rompe un objeto con ruido desmedido y sin causa aparente

- Si se funden bombillas o se estropean aparatos electrodomésticos.

Si notamos que esto nos sucede lo mejor es consultarse, hay que hacer preguntas concretas y pensar en quién puede desear nuestro mal.

Si somos fuertes podremos romper conjuros, pero si las cosas no mejoran, hay que tener muy claro que se necesita ayuda de alguien capacitado.

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