ManifiestoSe escribe aquí, lo que se mueve por dentro

Nunca antes en mi vida había sentido que la ira se establece dentro de mi. Es imposible evocar algún recuerdo del día de hoy, sin la aparición de rabia e indignación.

Al parecer, dentro de mí cohabitan múltiples mentalidades que permanecían dormidas hasta hoy. Son capaces de crear imágenes de guerra, ideas de venganza y pensamientos de maldad.

Pareciera que hay otro ser dentro de mi, el cual ha recibido todas las injusticias, los sufrimientos, las preocupaciones, los temores, las angustias... El cual, quisiera poder salir y demostrar que la estúpida incapacidad para vivir la vida de esta sociedad, le está quemando los pulmones.

Hoy aquella iguana de la que tanto me he quejado y con la que tanto me he enfrentado, me ha cagado en los ojos.

Pero a pesar de todo esto, conservo cierta gracia que me aleja de tirarme al abismo. No es justo conmigo mismo, permanecer cagado cuando los pájaros aún cantan por mi. Aunque deben cantar por sus vidas, aún cantan por mi; revitalizando mi mente y acariciando mi rostro.

En medio del canto es más agradable buscar las razones del desastre ocurrido; buscar una flor.

Me dolió profundamente que personas tan indiferentes a mi vida le hicieran tanto daño a ésta. Obviamente ninguna conoce mi vida y el sentido de ella. Ninguno, ni la universidad misma, sabe el profundo dolor que pueden causarle a muchas vidas al cortar sus amplitudes determinando sus vuelos.

Mi caso específico no es tan específico, a veces me siento identificado con una conciencia colectiva que no ha podido manifestarse. El ser humano no está hoy en condiciones de que le construyan su vida, pues su capacidad es enorme y sus sueños son altos. Y justo en aquel lugar

donde reluce muchas veces el potencial de un ser humano, se clasifica en competencias y se tacha evaluaciones.

Sinceramente quisiera simplemente alejarme de este mundito hipócrita y orgulloso. Pero parece que el alcance de éste, llega hasta el último escondite al que yo podría llegar. Incluso, es capaz de acechar en mi futuro.

Creo que perdí el anzuelo que usaba el destino que destina desde la creación de las industrias. Ahora sin él (o intentando soltarlo), puedo dirigirme a donde yo quiera y quedarme quieto por el tiempo que quiera. En gran parte me siento libre, pero en gran parte siento miedo.

Me he enamorado de peces con anzuelos, lo bueno es que me gustan aquellos que buscan liberarse. ¿Y si en algún momento al soltarme, desee volver a tener el anzuelo?, ¿Y si me pierdo en aguas desconocidas?, ¿Y si el pez sin anzuelo muere?

Creo que por aquí está mi petición para estos ejercicios. Definitivamente quiero pensarme cambios para mi vida:

¿Cómo quiero vivir?