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Participación Ciudadana – Un Marco Teórico El presente Estudio fue elaborado a solicitud del Honorable Diputado Giorgio Jackson y entrega en esta primera parte un marco teórico y conceptual acerca de la participación en los procesos políticos, ofreciendo diversas tipologías y mapas conceptuales. Este texto debe leerse en conjunto con la segunda parte de carácter empírico-analítico que revisará tres ámbitos de participación política y ciudadana en concreto. Mariano Ferrero y Marek Hoehn – Asesoría Parlamentaria BCN Departamento de Estudios, Extensión y Publicaciones, Biblioteca del Congreso Nacional Email: [email protected], [email protected] Anexo: 1868, 01-07-2014

Marco Teorico Estudio Participacion Ciudadana

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participacion ciudadana en chile

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  • Participacin Ciudadana Un Marco Terico

    El presente Estudio fue elaborado a solicitud del Honorable Diputado Giorgio

    Jackson y entrega en esta primera parte un marco terico y conceptual acerca de

    la participacin en los procesos polticos, ofreciendo diversas tipologas y mapas

    conceptuales. Este texto debe leerse en conjunto con la segunda parte de carcter

    emprico-analtico que revisar tres mbitos de participacin poltica y ciudadana

    en concreto.

    Mariano Ferrero y Marek Hoehn Asesora Parlamentaria BCN Departamento de Estudios, Extensin y Publicaciones, Biblioteca del Congreso Nacional Email: [email protected], [email protected] Anexo: 1868, 01-07-2014

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    Tabla de Contenido

    I. EL ESPECTRO DE LA PARTICIPACIN CIUDADANA: GRADOS, TIPOS Y

    PROPSITOS. UNA APROXIMACIN CONCEPTUAL INICIAL .............................. 1

    1.1 Antecedentes generales .......................................................................... 1

    1.2 La ciudadana y la participacin en los asuntos pblicos ......................... 2

    1.3 Formas de implicacin ciudadana: grados, tipos y propsitos ................. 4

    1.3.1 Tipos y grados de la participacin .............................................................. 4

    1.3.2 Modelos de participacin: intensidad participativa y propsitos que orientan la

    participacin ................................................................................................... 8

    II. PARTICIPACIN EN LOS PROCESOS DE TOMA DE DECISIN ................. 13

    2.1 Introduccin .......................................................................................... 13

    2.2 De los Tipos de Participacin ................................................................. 14

    2.2.1 La Participacin Poltica ....................................................................... 14

    2.2.2 La Participacin Ciudadana ................................................................... 15

    2.2.3 Participacin Social y Participacin Comunitaria ...................................... 17

    2.3 Las dificultades de la participacin desde la oferta estatal. ................... 18

    III. PARTICIPACIN CIUDADANA Y CALIDAD DE LA DEMOCRACIA .............. 18

    3.1 Del rgimen democrtico a una democracia de calidad ......................... 18

    3.2 Las particularidades latinoamericanas .................................................. 21

    3.3 La desafeccin y falta de confianza en nuestra Democracia .................. 22

  • ii

    ndice de Tablas, Grficos, etc.

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    I. El espectro de la participacin ciudadana: grados, tipos y propsitos.

    Una aproximacin conceptual inicial

    1.1 Antecedentes generales

    Un espectro recorre el mundola participacin ciudadana. Desde hace varias dcadas, la intervencin ms o menos directa de los ciudadanos y ciudadanas de a pie en la

    toma de decisiones pblicas se ha convertido en un objetivo deseable en los discursos

    oficiales de gobiernos de todo nivel e instituciones internacionales de todo tipo. Esta

    nocin polticamente correcta de participacin ciudadana, sin embargo, ampara una importante polisemia que se refleja en formas y actuaciones muy diversas que

    pretenden atender a la preocupacin por el involucramiento de las personas en las

    decisiones que los afectan. En el presente documento se pretende entregar una

    aproximacin conceptual inicial a todo el espectro de la participacin ciudadana, esto

    es, sus diferentes grados y tipos, as como los distintos propsitos que los orientan, lo

    que puede resultar de utilidad como un marco para el anlisis.

    El actual inters por la participacin se remonta, en buena medida, a los debates y

    propuestas de los movimientos sociales y la contestacin poltica de los aos sesenta,

    que somete a crtica la lgica institucional formal y burocrtica de los Estados.1 En ese

    contexto, emerge la idea de complementar o suplementar, antes que reemplazar, la

    poltica institucional representativa y la gestin pblica de la burocracia estatal con el

    aporte de distintos mecanismos participativos. Ciertas instancias de participacin

    vienen a complementar al sistema de representacin poltica, en sus diversas escalas

    geogrficas (local, regional, nacional y, ms incipientemente, internacional), aportando

    a los procesos de decisin sobre las polticas pblicas sectoriales y/o las reglas bsicas

    -de carcter constitucional o sub-constitucional- para la convivencia de la comunidad

    poltica. En otros casos, las frmulas de participacin establecidas apuntan a permitir

    la intervencin ciudadana, de manera consultiva, resolutiva y/o fiscalizadora, en

    procesos de gestin pblica, esto es, en el diseo e implementacin de programas y

    proyectos, como tambin de grandes planes de desarrollo (planificacin estratgica,

    desarrollo urbano, etc.) que, por lo dems, se sitan a medio camino con el tipo de

    decisiones de poltica pblica.

    Este Estudio pretende abordar todo el espectro, es decir, la gama o rango de

    actividades que son abarcadas por la polismica nocin de participacin ciudadana. En este sentido, realiza una caracterizacin general de la nocin de participacin y sus

    relaciones con la ciudadana, sobre todo con el ejercicio de los derechos polticos. En

    un segundo momento, presenta diversas tipologas y modelos que permiten identificar

    las mltiples formas que puede tomar la participacin, poniendo nfasis en sus grados

    y tipos, como tambin en los propsitos por los cuales se busca la implicacin

    ciudadana.

    1 Al respecto, las consideraciones del politlogo canadiense C.B. MacPherson, citado por Eberhardt, Mara Laura, Participacin Poltica Directa en las Democracias Representativas Contemporneas: los Mecanismos de Participacin Ciudadana en la Ciudad de Buenos Aires, Tesis de Maestra en Ciencia Poltica y Sociologa, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)-Argentina, Buenos Aires, 2007, pp. 35-36.

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    1.2 La ciudadana y la participacin en los asuntos pblicos

    La participacin ciudadana en los asuntos pblicos es, conceptualmente, consustancial

    a la idea democrtica. La intervencin de los gobernados en el gobierno de su sociedad

    est presente en el lema gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Por otra parte, para que exista un rgimen estatal democrtico requiere de la existencia de una

    comunidad de ciudadanos como su contracara societal, en tanto son los ciudadanos la

    fuente de la autoridad que el Estado y el gobierno pueden invocar.

    La condicin de ciudadana2 conduce a pensar en el grado en que las personas estn

    participando en una determinada sociedad. En efecto, en un sentido amplio, la

    participacin remite tanto a la idea de ser parte -de un todo ms amplio, ser reconocido como parte de una colectividad o grupo social- como a la nocin de tomar parte -actuar, individual o grupalmente, promoviendo los propios intereses y expectativas. Por tanto, un ciudadano o ciudadana es quien posee ciertos derechos reconocidos y tiene un sentido de pertenencia a una comunidad, como tambin quien

    toma parte en el devenir de esa comunidad poltica. Es decir, el componente activo de la participacin (ciudadana) es integral a la condicin de ciudadana, e incluso

    puede decirse que es esencial.

    En este sentido, puede sostenerse que el ciudadano, antes que un mero titular de

    derechos conferidos y provistos por el Estado, es un sujeto que tiene la potestad de

    participar en los asuntos pblicos, de la comunidad, y contribuir a satisfacer

    determinados objetivos comunes. Desde esta perspectiva, los derechos civiles, por una

    parte, y los derechos sociales, econmicos y culturales, por otra, pueden ser vistos

    como las condiciones que favorecen el ejercicio efectivo pleno de los derechos

    inherentes a la condicin poltica de ciudadano. En tal orden de ideas, el filsofo

    alemn Jrgen Habermas afirma que son prerrequisitos necesarios pero no suficientes,

    ya que slo los derechos polticos de participacin dotan al ciudadano de esa capacidad [de hacer reflexivamente uso de esos derechos para cambiar su situacin,

    posicin o condicin jurdica material]. Los derechos liberales o negativos y los

    derechos sociales o positivos tambin pueden ser otorgados por una autoridad

    paternalista. En principio, entonces, el imperio de la ley y el Estado de bienestar pueden existir sin la existencia concomitante de una democracia3.

    Se trata de una participacin social, en sentido amplio, que implica la disposicin a

    organizarse con otras personas, tanto al nivel comunitario ms inmediato como en

    niveles sociales ms amplios, para definir metas compartidas, proponer iniciativas,

    realizar tareas y lograr incidir en las decisiones polticas, con el fin de obtener ciertos

    beneficios colectivos. De modo ms especfico, se asocia con las formas de

    movilizacin social y accin colectiva que permiten al ciudadano tomar parte e incidir

    en lo que se decide sobre los asuntos pblicos, en la vida poltica. En consecuencia, la

    participacin ciudadana se encuentra estrechamente vinculada con los derechos

    polticos, que constituyen el ncleo vital de la ciudadana en tanto condicin activa, y el

    componente dinmico de todo sistema de gobernabilidad democrtica.

    Las consideraciones precedentes entregan algunas pistas respecto a la complejidad de

    2 A este respecto, se retoman las reflexiones realizadas en Ferrero, Mariano, Representacin, Ciudadana y Gobernabilidad democrtica en las sociedades contemporneas. Un marco general de anlisis e interpretacin, Serie Estudios N 01-08, Departamento de Estudios, Extensin y Publicaciones, Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), Santiago de Chile, 28-02-2008, pp. 32-49. 3 Habermas, Jrgen, Citizenship and national identity, en: van Steenbergen, B. (Ed.); The Condition of Citizenship, Sage, London, 1994, pp. 20-35, en p. 31.

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    definir la nocin de participacin ciudadana, as como a la amplitud, polisemia, y diversidad de sentidos parcialmente traslapados en la idea de participar. Existe una amplsima literatura que aborda la problemtica desde los puntos de vista ms

    distantes, y que privilegia diferentes aristas de la misma. En trminos concretos, se

    entiende la participacin ciudadana, tal como propone Mara Laura Eberhardt tras una

    extensa revisin bibliogrfica, como toda accin individual o colectiva que pretende provocar/producir -de forma directa o indirecta- algn tipo de resultado poltico en los

    distintos niveles del sistema poltico.4

    Se trata, por ende, del campo de la participacin poltica la que, durante buena parte del pasado siglo, se circunscribi al ejercicio de la ciudadana poltica pasiva -en tanto

    elector o votante- y la militancia en partidos polticos que permitan en ocasiones tener

    un rol activo como candidato/a o ser elegido como representante popular y/o ejercer

    un cargo de autoridad pblica. Sin embargo, el auge del fenmeno de la participacin ciudadana de las ltimas dcadas implica ir ms all de la participacin electoral en los perodos regulares de elecciones, e incluso de la adscripcin a organizaciones

    partidarias.

    Esta participacin ciudadana dice relacin con la accin de ciudadanos comunes y

    ordinarios, que no pertenecen a las elites polticas, actuando individualmente o como

    parte de organizaciones de la sociedad civil, dirigida a tener acceso e incidir en las

    decisiones sobre los asuntos pblicos de manera independiente y autnoma, es decir,

    sin formar parte de partidos polticos ni ser funcionarios de la administracin pblica.

    En este sentido, la participacin surge como un instrumento que permite a la ciudadana intentar hacer que el sistema poltico -ms all de los periodos electorales-

    tenga en cuenta su voluntad5, sea receptivo a sus opiniones, perspectivas y prioridades.

    Es una intervencin ciudadana que est guiada, por lo dems, por la defensa o

    promocin de ciertos intereses colectivos, de un grupo o colectividad, o bien de

    alcances ms difusos o genricos, que se pretende instalar en la definicin de los

    intereses generales de la comunidad, antes que por la bsqueda de intereses de

    carcter personal o beneficios de orden estrictamente particular. Por otra parte, la

    intervencin en los asuntos pblicos que las personas realizan en calidad de expertos o

    en el rol de acadmicos, atendiendo esencialmente a sus conocimientos especializados

    de ciertas materias, no deberan entenderse, en principio, como actividades de

    participacin ciudadana.6

    Finalmente, la literatura sobre participacin ciudadana suele diferenciar ese concepto

    de otros que, en principio, podran parecer afines como la participacin social o asociativa y la participacin comunitaria.7 Ambas categoras hacen referencia a la intervencin de las personas en distinto tipo de actividades organizativas voluntarias

    en el campo de la sociedad civil, sea a nivel de base o de pequeas comunidades de

    carcter inmediato (identificadas en ingls como grassroots) tales como centros de padres o juntas de vecinos, o bien en organizaciones sin fines de lucro de la ms

    variada especie, desde sindicatos o cooperativas, hasta agrupaciones culturales o

    4 Eberhardt, Mara Laura, Participacin Poltica Directa, op. cit., p. 45, in extenso, la revisin bibliogrfica en pp. 40-57. 5 Ibd., p. 43. 6 Al respecto, se siguen las consideraciones de Hoehn, Marek, La Participacin Ciudadana en los Gobiernos Locales chilenos, Serie Informes N 49-10, Departamento de Estudios, Extensin y Publicaciones, Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), Santiago de Chile, 30-06-2010, pp. 4-5. 7 Ibd., p. 4; Eberhardt, Mara Laura, Participacin Poltica Directa, op. cit., p. 44.

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    clubes deportivos, pasando por federaciones estudiantiles o colegios profesionales.

    Pero, sin duda, la existencia de este tejido asociativo y comunitario es un activo social

    relevante, que condensa un potencial de lazos de cooperacin, confianza interpersonal

    y social, experiencia de dilogo y reciprocidad en el trato que dan cuenta de las

    capacidades sociales de las personas, que suele referirse como capital social. La experiencia cotidiana de participacin en estas organizaciones sociales, cuyo propsito

    es defender y promover los intereses de sus miembros, constituye un potencial para la

    accin poltica ciudadana porque la participacin social desarrolla la conciencia cvica de las personas, refuerza los lazos de solidaridad, hace ms comprensible la nocin de

    inters general, y permite que los individuos y grupos ms activos intervengan en la

    gestin pblica [] Permite establecer una identificacin entre necesidades y soluciones a los problemas que se enfrentan, aprovechar mejor los recursos con que

    cuenta la comunidad, comprometer a los ciudadanos, y evitar el paternalismo.8

    Adems, estos espacios de interaccin ofrecen oportunidades para la articulacin de

    iniciativas de accin ciudadana, y permite las relaciones de los potenciales

    participantes con los movilizadores poltico-ciudadanos que juegan frecuentemente un rol decisivo para inducir, alentar y coordinar la movilizacin y participacin de las

    personas.9 Por otra parte, dependiendo de las caractersticas y el tipo de organizacin,

    as como de las circunstancias contextuales, la participacin asociativa puede ser, o

    convertirse en cierto momento, tambin en participacin poltica ciudadana si se dirige

    a influir ms o menos directamente en la arena poltica, esto es, aquella marcada por

    las relaciones de poder y autoridad, y en que se decide sobre los asuntos pblicos.

    1.3 Formas de implicacin ciudadana: grados, tipos y propsitos

    La participacin en los procesos decisorios sobre los distintos asuntos que los afectan

    pueden tener estar originados en reivindicaciones desde abajo, de la propia ciudadana, o ser producto de iniciativas desde arriba, de parte de las autoridades

    gubernamentales. En el primer caso, cuando el impulso proviene de los propios actores

    sociales, se puede hablar de accin ciudadana que empuja el proceso participatorio; por el contrario, si el proceso participatorio es iniciado y controlado por el Estado (sus

    autoridades y representantes) para obtener apoyo a sus propuestas y decisiones, o

    para mejorar sus programas y proyectos, se debe hablar de implicacin ciudadana.10

    1.3.1 Tipos y grados de la participacin

    La proliferacin de procesos, iniciativas y mecanismos de participacin ciudadana en

    las ltimas dcadas ha respondido, primordialmente, a la lgica de la implicacin de los

    ciudadanos por parte de las autoridades. En vista del carcter polticamente correcto de la retrica de la participacin suele pasar inadvertido que, bajo su manto, se cobijan

    muy diversas formas que permiten hablar de distintos grados o niveles de intensidad

    participativa, diferentes tipos de acciones participativas, y diversos propsitos u

    8 CEPAL, Cohesin Social: Inclusin y sentido de pertenencia en Amrica Latina y el Caribe, CEPAL-Publicacin de las Naciones Unidas, Santiago de Chile, Enero 2007, p. 91. 9 Como se plantea en parte de la literatura reseada por Eberhardt, Mara Laura, Participacin Poltica Directa, op. cit., pp. 51-56. 10 Tal como lo define Hoehn, Marek, La Participacin Ciudadana, op. cit., p. 7.

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    objetivos perseguidos con estas iniciativas. Como ha sostenido Sarah White, su aparente transparencia -apelando a la gente- oculta el hecho que la participacin puede tomar mltiples formas y servir a muy distintos intereses. De hecho, es

    precisamente esa capacidad para acomodar tan amplia gama de intereses lo que

    explica por qu la participacin puede ser aplaudida de manera tan generalizada.11

    En consecuencia, propone una tipologa que permita distinguir analticamente, dentro

    de este concepto cajn de sastre (catch-all), cuatro grandes tipos teniendo en cuenta los siguientes cuatro criterios:

    la forma de participacin

    los intereses en la participacin desde la perspectiva de arriba-abajo (top-

    down), es decir, que esperan o pretenden las autoridades -quienes disean e

    implementan las polticas, programas o proyectos- de la participacin de otros

    los intereses en la participacin desde la perspectiva de abajo-arriba (bottom-

    up), esto es, cmo ven los participantes su participacin y que esperan de ella

    la funcin que cumple cada tipo de participacin

    Cuadro 1. Tipos de Participacin

    FORMA ARRIBA-ABAJO ABAJO-ARRIBA FUNCIN

    Nominal Legitimacin Inclusin Publicidad

    (Display)

    Instrumental Eficiencia Costo Medios

    Representativa Sustentabilidad Influencia Voz

    Transformativa Empoderamiento Empoderamiento Medios / Fines Fuente: Elaboracin y traduccin propia, en base a Sarah White, 1996

    Por su parte, hace dcada y media la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo

    Econmico (OCDE) desarroll un marco analtico que aborda el involucramiento de los

    ciudadanos con el gobierno, en que distingue tres grandes tipos de acciones

    participativas. En base a la naturaleza y direccin de las relaciones entre ambos, define tres acciones que implican un creciente nivel de involucramiento e influencia

    ciudadana en el proceso de formulacin de polticas12, a saber:

    Informacin: se da una relacin unidireccional desde el gobierno a los

    ciudadanos, en que aqul produce y distribuye informacin para el uso de

    stos; incluye el acceso pasivo a la informacin cuando es demandada por los ciudadanos, como medidas activas del gobierno para difundir informacin. Tcnicas tpicas: acceso a los registros y documentacin oficiales, diarios

    oficiales, sitios del gobierno, etc.

    Consulta: existe una relacin bidireccional en que los ciudadanos retroalimentan

    al gobierno que, previamente, defini el asunto sobre el cual se solicita el punto

    de vista de los ciudadanos, y requiere, adems, que ste les haya provisto la

    informacin pertinente. Es el gobierno quien define los asuntos a consultar,

    establece las preguntas y maneja el proceso, en que los ciudadanos son

    11 White, Sarah, Depoliticising development: the uses and abuses of participation, Development in Practice, Vol. 6, 1996, citado en: Karsten, Andreas, Participation Models. Citizens, Youth, Online: A chase through the maze, 2nd edition, November 2012, p. 6, disponible en: http://www.youthpolicy.org/library/documents/a-potpourri-of-participation-models/ [acc. 25/06/14]. 12 OECD, Citizens as Partners - Information, Consultation and Public Participation in Policy-Making, 2001, citado en: Karsten, Andreas, Participation Models, op. cit., p. 9.

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    invitados a aportar sus opiniones. Tcnicas tpicas: encuestas de opinin

    pblica, comentarios a proyectos de ley, etc.

    Participacin activa: se establece una relacin basada en una colaboracin

    (partnership) con el gobierno, en que los ciudadanos se involucran activamente

    en la definicin del proceso y contenido de la formulacin de polticas, siendo

    reconocidos en pie de igualdad para fijar la agenda, proponer opciones de

    poltica y dar forma la dilogo sobre polticas. Sin embargo, la responsabilidad

    respecto a la decisin final o a la formulacin de la poltica contina siendo del

    gobierno. Tcnicas tpicas: consensus conferences (instancias en que participan ciudadanos de a pie escogidos para ser demogrficamente

    representativos, y cuyo objetivo es deliberar y alcanzar un consenso sobre un

    asunto en particular), jurados ciudadanos, etc.

    Sin embargo, el propio ttulo del estudio OCDE habla de ciudadanos como socios del gobierno, dejando fuera cualquier consideracin respecto a transferir o compartir el

    poder de decisin con los ciudadanos. Este es, precisamente, un factor clave en la

    perspectiva de varios estudiosos de la participacin ciudadana, antes y despus de la

    publicacin de la OCDE. De hecho, en un artculo pionero y muy influyente, la

    trabajadora social estadounidense Sherry Arnstein sostena que hay una diferencia fundamental entre pasar por el ritual vaco de la participacin y tener el poder real

    necesario para afectar el resultado del proceso. Para Arnstein, la participacin es la redistribucin del poder hacia los ciudadanos olvidados o sin derechos; en fin, la participacin ciudadana es un trmino categrico para el poder ciudadano.13

    De un modo u otro, con mayor o menor nfasis, la posibilidad de compartir el poder de

    decisin entre autoridades gubernamentales y rganos representativos, por un lado,

    con instancias participatorias, por otro, est presente en diversas propuestas para

    identificar los grados de intensidad participativa de los instrumentos y mecanismos de

    implicacin ciudadana. A tal efecto, Sherry Arnstein propuso la ya clsica escalera de la participacin, que distingue ocho peldaos o niveles de acuerdo al alcance del poder ciudadano para determinar el producto o decisin final, en este orden:

    1- Manipulacin: es una forma ilusoria de participacin, que significa su distorsin para

    convertirla en un instrumento de relaciones pblicas de los poderosos/autoridades. Se

    manifiesta en la creacin de consejos asesores en que se incorpora de manera

    decorativa a algunos ciudadanos de a pie, y que son convocados cuando es conveniente para que den su apoyo a iniciativas de las autoridades. Se manifiesta

    tambin en reuniones con los ciudadanos, e incluso en esos mismos consejos asesores,

    donde los funcionarios y autoridades son quienes educan, persuaden o aconsejan a los

    ciudadanos, y no a la inversa. En este proceso los ciudadanos no son correcta y

    cabalmente informados, ni tampoco consultados de manera adecuada.

    2- Terapia: es una forma engaosa -tal vez ms deshonesta y arrogante14 que la anterior, sostiene la autora- en que quienes administran este proceso pretendidamente

    participatorio conducen a formas de terapia grupal a las personas participantes, por lo general pertenecientes a los sectores ms desfavorecidos y marginados de la sociedad.

    En ese entorno se permite que las personas se desahoguen, como una suerte de

    13 Arnstein, Sherry, A ladder of citizen participation, Journal of American Planning, Vol. 35, N 4, 1969, pp. 216-224, en p. 216, disponible en: http://www.historyofsocialwork.org/1969_ENG_Ladderofparticipation/1969,%20Arnstein,%20ladder%20of%20participation,%20original%20text%20OCR%20C.pdf [acc. 25/06/14]. 14 Ibd., p. 218.

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    catarsis de sus frustraciones y molestias, y sobre todo intentan educarlos o curarlos (con apoyo experto de mdicos psiquiatras, psiclogos o asistentes sociales) a fin de mejorar problemas que obedeceran a su desadaptacin.15

    3- Informacin: si bien informar a los ciudadanos de sus derechos, responsabilidades y

    opciones podra ser un primer paso importante para una legtima participacin

    ciudadana, es frecuente que el proceso se reduzca a eso. En tal caso se establece un

    canal unidireccional por el cual fluye la informacin de las autoridades a los

    ciudadanos, sin un canal para la rplica y los comentarios, ni poder alguno para

    negociar. Los instrumentos ms habituales son las noticias o anuncios en los medios,

    los panfletos, posters, y las respuestas a preguntas; incluso las reuniones (en terreno, se dira en Chile) pueden desvirtuarse cuando se limitan a la entrega de informacin

    superficial, se desalientan las preguntas, o se entregan respuestas evasivas,

    irrelevantes o, por el contrario, en un lenguaje tcnico o legal extremadamente

    inaccesible al pblico.

    4- Consulta: se crea un espacio para invitar a los ciudadanos a expresar sus opiniones

    pero, si no se combina con otros modos de participacin, no se ofrece ninguna

    seguridad de que sus preocupaciones e ideas sern tenidas en cuenta por lo que sigue

    siendo, segn la autora, un ritual superficial, de pura apariencia. Los mtodos ms

    habituales para consultar a la gente son las encuestas sobre actitudes o preferencias,

    las reuniones barriales (o en terreno) y las audiencias pblicas. Estas reuniones son conducidas exclusivamente por las autoridades y/o funcionarios, y el xito de las

    mismas es valorado cuantitativamente (cuanta gente asiste, cuantos cuestionarios se

    responden, cuantos folletos se reparten, etc.).

    5- Apaciguamiento: en este nivel se comienza a entregar algn nivel de influencia,

    pero en buena medida pervive la lgica de una participacin simblica de los ciudadanos. Ocurre cuando se crean comits, comisiones o consejos asesores en que

    las autoridades ubican a algunos escogidos de grupos sociales minoritarios o

    contestatarios, aunque estos no son representantes ni estn legitimados ante el grupo del que proceden. Otra variante es admitir la integracin de representantes de esos

    grupos de ciudadanos, pero los poderosos/autoridades, y/o los tcnicos, expertos y

    funcionarios, mantienen la mayora dentro del consejo o comit de tal modo que

    pueden neutralizar los argumentos de los participantes ciudadanos. Existen, adems,

    instrumentos adicionales como mantener en la ambigedad la definicin de

    competencias y responsabilidades del consejo o comit, o permitir/alentar una

    discusin ad infinitum en esa instancia, como formas de asegurar que el control sobre

    la admisin de las recomendaciones que le hagan y sobre la decisin a adoptar

    permanezca en manos de las autoridades/poderosos.

    6- Colaboracin: se trata de un momento en que el poder es redistribuido a partir de

    una negociacin entre los ciudadanos y las autoridades/poderosos; las reglas que se

    acuerdan no pueden ser modificadas de manera unilateral. En la experiencia de la

    autora, suele ser habitual que esta forma de implicacin ciudadana se logre articular

    como producto de la accin ciudadana, es decir, por impulso desde abajo.16 Acuerdan compartir las responsabilidades de formulacin de propuestas y toma de decisiones,

    habitualmente con la forma de comits conjuntos o mixtos, comisiones de

    15 En el ejemplo de la propia Arnstein, se los rene para ayudarlos a ajustar sus valores y actitudes a aquellos del conjunto de la sociedad. Ver: Ibd., p. 219. 16 Las negociaciones fueron gatilladas por ciudadanos que estaban enfurecidos por formas precedentes de supuesta participacin. Eran personas enfurecidas y lo suficientemente cultivadas/preparadas como para rechazar ser tomadas por tontas otra vez. Ver: Ibd., p. 222.

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    planeamiento, y mecanismos para resolver impasses entre ciudadanos y autoridades.

    Sin embargo, el poder de decisin final, al menos formalmente, sigue permaneciendo

    en las autoridades y rganos representativos. En todo caso, si existen organizaciones

    sociales bien organizadas, que cuentan con recursos, y que pueden contratar expertos

    para que los apoyen, esta participacin puede ser ms efectiva.

    7- Poder delegado: en este nivel, las negociaciones con las autoridades han llevado a

    que los ciudadanos logren un predominio en el proceso de toma de decisiones sobre un

    programa o plan. De este modo, obtienen la suficiente capacidad para garantizar que

    dicho plan o programa salga adelante, es decir, sea adoptado e implementado. Si

    existen diferencias entre los ciudadanos y las autoridades/poderosos, la resolucin

    negociada del problema debe ser iniciada por estos ltimos; en fin, no son los

    ciudadanos quienes deben pedir una respuesta a las autoridades, que permita

    solucionar la diferencia, sino a la inversa. Otra forma de poder delegado consiste en el

    trabajo separado y paralelo de grupos de ciudadanos y organismos estatales, pero

    asegurando un poder de veto a los ciudadanos si existen diferencias de opinin que no

    pueden ser resueltas en una negociacin. En este peldao, es usual que se establezca

    de manera especfica cules son los poderes esenciales que se han delegado.

    8- Control ciudadano: a este nivel, los ciudadanos cuentan con el poder o control, as

    como los recursos e instrumentos de gestin, necesario para garantizar que ellos,

    como participantes, puedan gobernar un programa o una institucin concreta

    (corporacin barrial, cooperativa de pequeos productores, escuela bajo control

    comunitario, corporacin de desarrollo local, etc.). Estn a cargo, por completo, de la

    poltica y la gestin del programa o institucin, y tienen el poder de negociar las

    condiciones en las que los ajenos (outsiders) pueden hacerle cambios.

    Mientras los peldaos 1 y 2 constituyen tipos de no-participacin disfrazadas como formas participativas, los peldaos 3, 4 y 5 constituyen, a juicio de Arnstein, formas

    de participacin simblica (tokenism, en ingls); slo habra efectiva y genuina participacin en los tres peldaos superiores.

    1.3.2 Modelos de participacin: intensidad participativa y propsitos que

    orientan la participacin

    Como parte de su trabajo con el South Lancashire Council de Escocia, Scott Davidson

    desarroll un modelo diferente para definir y presentar los distintos grados de

    intensidad participativa: la rueda de la participacin.17 Basado en la experiencia de generar mecanismos participativos en la planificacin del desarrollo local, y tomando

    los aportes hechos por otros autores, propone este modelo para contrarrestar las

    limitaciones de la metfora de la escalera. A su entender, estas consisten no slo en

    que parece indicar que existe una secuencia progresiva especfica que debe seguirse,

    sino en sugerir que el objetivo es siempre subir hasta lo ms alto de la escalera. Por el contrario, la metfora de la rueda promueve el nivel adecuado de involucramiento comunitario para lograr objetivos claros, segn el propsito de la autoridad sea informar, consultar, lograr la participacin stricto sensu -que, para evitar confusiones,

    podra denominarse intervencin- o el empoderamiento de los ciudadanos.

    17 Davidson, Scott, Spinning the Wheel of Empowerment, Planning, Vol. 1262, April 1998, pp. 14-15, disponible en: http://www.sarkissian.com.au/wp-content/uploads/2009/06/Davidson-Spinning-wheel-article1998.pdf [acc. 25/06/14].

  • 9

    Grfico 1. Rueda de la Participacin

    Fuente: Davidson, 1998, p. 15.

    Una ventaja adicional de este modelo es que permite visualizar los matices en cada

    uno de los tipos de participacin, concepto que, en sentido amplio, abarca la

    informacin, la consulta, la intervencin y el empoderamiento. En el rea de la informacin se puede transitar de la mnima comunicacin a la informacin de alta calidad, con la informacin limitada en el medio. Por su parte, en materia de consulta se transita de una consulta limitada a una consulta genuina, dejando a medio camino una forma que denomina preocupacin por el cliente que sigue el formato de quejas y comentarios de clientes/usuarios/beneficiarios. En el cuadrante de

    la intervencin se ubica la existencia de un consejo asesor efectivo y, en el otro extremo, la transferencia de una capacidad decisoria descentralizada limitada, quedando entremedio el formato de la colaboracin. En relacin con el empoderamiento, se piensa en la existencia de un poder delegado, un control independiente y un control garantizado en manos de los mecanismos participatorios ciudadanos, como tres variantes. En todo caso, este esquema radial permite visibilizar

    de mejor modo los indudables solapamientos, en el margen, entre uno y otro tipo de

    participacin, tal como sucede en las experiencias concretas.

    Tomando en consideracin buena parte de los criterios antes sealados, la

    International Association for Public Participation (IAP2) dise una matriz en que se

    identifican distintos grados y tipos de participacin en relacin con los propsitos

  • 10

    especficos para los que se establece el mecanismo participatorio.18 Cada tipo de

    participacin pblica se define sobre la base de la meta o propsito especfico con que

    se busca la implicacin ciudadana, y la promesa que las autoridades hacen a los

    potenciales participantes. Cada categora corresponde, de abajo hacia arriba en la

    tabla, a un nivel o grado mayor de intensidad participativa en relacin a su impacto

    pblico.

    Tabla 2. Matriz de la Participacin Pblica: tipos, propsitos y niveles de

    impacto

    Meta o propsito de

    la participacin

    pblica

    Promesa hecha al

    pblico

    Tcnicas o

    mecanismos

    tpicos

    Informar

    Proporcionar

    informacin

    equilibrada y objetiva

    al pblico, para

    ayudarlo a entender

    el problema, las

    alternativas,

    oportunidades y/o

    soluciones

    Estarn informados -Cartillas

    informativas

    -Sitios web

    -Jornadas de

    puertas abiertas

    Consultar

    Recibir opiniones y

    comentarios del

    pblico sobre anlisis,

    alternativas y/o

    decisiones

    Estarn informados,

    sern escuchados y se

    tomarn en cuenta sus

    preocupaciones y

    aspiraciones,

    recibiendo despus

    informacin sobre el

    modo en que los

    aportes del pblico

    influyeron en la

    decisin

    -Reuniones de

    rganos de

    gobierno abiertas

    al pblico, en que

    se reciben

    opiniones y

    comentarios sobre

    algn proyecto o

    asunto (Public comment) -Grupos focales

    (Focus groups) o grupos de

    discusin dirigido

    -Encuestas

    -Reuniones

    pblicas, en

    general

    Involucrar

    Trabajar directamente

    con el pblico durante

    todo el proceso para

    asegurar que sus

    preocupaciones y

    aspiraciones sean

    entendidas y

    consideradas de un

    Trabajaremos con

    ustedes para asegurar

    que sus

    preocupaciones y

    aspiraciones estn

    reflejadas

    directamente en las

    alternativas que se

    -Talleres,

    seminarios o

    reuniones de

    trabajo

    -Encuestas o

    sondeos

    deliberativos

    (Deliberative

    18 IAP2, Spectrum of Public Participation, International Association for Public Participation, 2007, citado en: Karsten, Andreas, Participation Models, op. cit., p. 25.

  • 11

    modo cabal elaboren, recibiendo

    despus informacin

    sobre el modo en que

    los aportes del pblico

    influyeron en la

    decisin

    polling)

    Colaborar

    Asociarse con el

    pblico en cada

    aspecto de la

    decisin, incluyendo

    la elaboracin de

    alternativas y la

    identificacin de la

    solucin preferida

    Recurriremos a su

    consejo e innovacin

    para formular las

    soluciones e

    incorporaremos su

    consejo y

    recomendaciones en

    las decisiones en la

    mayor medida posible

    -Comits

    ciudadanos

    asesores

    -Solucin

    colaborativa de

    problemas

    (Collaborative problem solving), mtodo de

    mediacin que se

    conoce tambin

    como Consensus-building -Proceso de toma

    de decisiones

    participatorio

    Empoderar

    Poner en manos del

    pblico la toma de la

    decisin definitiva

    Implementaremos lo

    que ustedes decidan

    -Jurados

    ciudadanos

    -Votaciones

    -Decisin

    delegada Fuente: Elaboracin y traduccin propia, en base a IAP2, 2007

    Algunos aos despus, Pedro Prieto-Martn compar y contrast las diversas

    perspectivas sobre la participacin19, sus formas y alcances, en los modelos de

    Arnstein, la IAP2 y la OCDE. Una conclusin interesante consiste en mostrar que

    ciertas propuestas recientes, como la de la OCDE, apenas superan los grados de

    participacin simblica que identificaba Arnstein a fines de la dcada de los sesenta.

    19 Prieto-Martn, Pedro, E-Participation at the local level: the path to collaborative democracy, 2010, citado en: Karsten, Andreas, Participation Models, op. cit., p. 31.

  • 12

    Grfico 2. Comparacin de perspectivas sobre la participacin

    Fuente: Prieto-Martn, 2010

    Estos distintos modelos permiten reflexionar sobre los tipos y grados de participacin

    en que est proponiendo implicar a la ciudadana, calibrando as sus posibilidades y

    lmites. Por otra parte, esquemas analticos como los de Davidson y la IAP2 ponen de

    manifiesto, tambin, que los diferentes niveles o grados de participacin son legtimos

    -no se trata de subir en todo caso hasta lo ms alto, como dice Davidson-,

    dependiendo de los propsitos, plazos temporales, recursos y otras circunstancias que

    enmarquen la apertura de un proceso participatorio para tomar una determinada

    decisin.

    En este sentido, tambin se debe considerar la distinta naturaleza de la participacin

    en el diseo e implementacin de programas y proyectos (experiencia que ha inspirado

    los modelos de Arnstein o Davidson, entre otros), respecto de aqulla que tiene lugar

    en la decisin sobre legislacin, polticas pblicas, e incluso planificacin local o

    sectorial, que tienen un alcance general, lo que incidir en los mecanismos de

    participacin ms adecuados y en los grados de redistribucin del poder que pueden

    ser alcanzables y deseables en trminos de legitimidad democrtica.

  • 13

    II. Participacin en los procesos de toma de decisin

    2.1 Introduccin

    Cada cierto tiempo la participacin vuelve al centro del debate, ya sea por los bajos

    niveles de participacin, especialmente poltica, o por el repentino aumento de los

    esfuerzos de la ciudadana por influir en los procesos de toma de decisin.20 En un

    primer acercamiento al concepto de participacin, este podra ser definido como: un conjunto de actividades voluntarias mediante las cuales los miembros de una sociedad

    participan en la seleccin de sus gobernantes y, directa o indirectamente, en la

    elaboracin de la poltica gubernamental. La participacin es tomar parte activa.21

    Estas actividades voluntarias han tenido las ms diversas caractersticas y valoraciones

    a lo largo de nuestra historial social y existen dificultades inherentes al concepto de

    participacin, no slo porque no hay una concepcin unvoca de su relacin con el

    poder poltico, sino por que el vocablo se refiere por igual tanto a los efectos globales

    del poder como a ciertos mbitos del poder sectorial, espacial o funcional. Es indudable

    que no siempre son claras las diferencias entre la participacin ciudadana, la

    participacin poltica la participacin social o la comunitaria. Menos an cuando esos

    trminos se recubren de nociones ms amplias como participacin popular o cuando,

    como es usual, son utilizados como sinnimos.

    Durante la dictadura militar chilena (1973-1990), la participacin se relacionaba con la

    externalizacin de la responsabilidad social del Estado por lo que el concepto de

    participacin estuvo relacionado al de despublificacin22, es decir, al traspaso de funciones desde el Estado a manos privadas bajo criterios de eficacia econmica,

    situacin que se dio en nuestro pas en el contexto de rpido proceso de reduccin del

    aparato estatal. Esta ltima situacin es una muestra de la inexistencia de consenso

    terico en relacin al concepto de participacin, cuya ambigedad se torna peligrosa

    debido a que esta posee [...] una carga valorativa de carcter positivo que la convierte en una plataforma de fcil uso para construir artificialmente consensos y

    legitimar desigualdades.23 Esta situacin es producto de la presencia de varias corrientes de pensamiento que tratan el tema de la participacin y que le conciben de

    forma particular la relacin existente entre el Estado y la sociedad civil.

    La explosin discursiva sobre la participacin se ha acrecentado durante los ltimos

    aos y su uso lo han hecho propio los ms diversos actores sociales: El Banco Mundial,

    los organismos multilaterales, los Estados nacionales y diversas organizaciones de

    base, entre otras. Chile no estuvo al margen de este proceso y el gobierno chileno

    desde hace dcadas presenta un discurso valorativo de la participacin al indicar que

    [...] la existencia de una sociedad civil fuerte y provista de legitimidad, es un objetivo

    20 Consultar por ejemplo el ndice de Participacin Ciudadana 2005 elaborado por la Red Interamericana de la Democracia (RID), que muestra a Chile como uno de los pases con ms baja participacin poltica. 21 Ministerio Secretaria General de la Presidencia. Participacin Ciudadana en la Gestin Pblica. Marco Conceptual. [en lnea]. Gobierno de Chile, 2001. [Fecha de consulta: 15 de marzo de 2007]. Disponible en: http://www.modernizacion.cl/1350/articles-48014_pdf.pdf. 22 Cunill Grau, Nuria. Participacin ciudadana: dilemas y perspectivas para la democratizacin de los Estados latinoamericanos. Caracas, CLAD, 1991. 23 dem Pg. 9.

  • 14

    poltica y socialmente deseable24 y que el incremento de la participacin en los asuntos pblicos constituye un elemento clave de un ejercicio eficiente y prudente del

    poder poltico.25

    A continuacin proponemos aportar a la desambiguacin conceptual en torno a la

    participacin y seguiremos para ello la argumentacin de la autora chilena Nuria

    Cunill26.

    2.2 De los Tipos de Participacin

    2.2.1 La Participacin Poltica

    El politlogo italiano, Norberto Bobbio, sostiene que tanto el exceso de participacin

    poltica (sobrecarga al sistema poltico) como su ausencia (despolitizacin) generan

    crisis, ya que ambas son sensores de la deslegitimacin del rgimen.27

    Su coterrneo, Gianfranco Pasquino, define que la participacin poltica es aquel conjunto de actos y de actitudes dirigidas a influir de manera ms o menos directa y

    ms o menos legal sobre las decisiones de los detentadores del poder en el sistema

    poltico o en cada una de las organizaciones polticas, as como en su misma seleccin,

    con vista a conservar o modificar la estructura (y por lo tanto los valores) del sistema

    de inters dominante28. Con ello hace referencia, por un lado, a la legalidad o ilegalidad del acto de participar, poniendo de manifiesto que participar polticamente no

    slo implica hacerlo de acuerdo a la normativa vigente. Adems explicita que esos

    actos y actitudes pueden ser directos (como por ejemplo votar) o indirectos

    (mantenerse informado acerca de la coyuntura poltica entre otros).

    Lo anterior nos permite introducir una primera sistematizacin al definir como

    participacin poltica convencional las acciones llevadas a cabo durante un proceso

    electoral. Claramente esta participacin es requerida por parte del sistema poltico para

    legitimar los poderes del Estado y sus mecanismos estn previstos en la Constitucin

    poltica de cada pas. La participacin poltica convencional indica el derecho de

    ciudadana; es decir, un derecho al sufragio universal.

    Entenderemos por participacin poltica no convencional toda actividad dirigida a

    influir en decisiones polticas por mecanismos informales, es decir, acciones tales como

    las manifestaciones, huelgas, campaas de boicot y presiones sociales de todo tipo.

    Este tipo de participacin no requiere de mecanismos institucionales de participacin y,

    en algunas ocasiones, hace oposicin a la legalidad constitucional establecida.

    24 Ministerio Secretaria General de la Presidencia. Gobierno de Chile. Proyecto Ley de Bases sobre Participacin Ciudadana. [en lnea]. Santiago de Chile, 2004. .[Fecha de consulta: 15 de marzo de 2007]. Disponible en: http://www.modernizacion.cl/1350/article-58426.html. 25 dem. 26 Cunill Grau, Nuria. Participacin ciudadana: dilemas y perspectivas para la democratizacin de los Estados latinoamericanos, op. cit. 27 Sabucedo, Manuel, |Psicologa poltica: Articulacin y desarrollo de una nueva disciplina. En: |Revista de investigacin psicolgica. 4 (1): 55-81. 1986. 28 Fernndez de Mantilla, Lya . Algunas aproximaciones a la participacin poltica. En: Reflexin Poltica. [en lnea].Marzo 1999, n 1. [Fecha de consulta: 15 de julio de 2007] Disponible en: .

  • 15

    2.2.2 La Participacin Ciudadana

    Nuria Cunill define que la participacin ciudadana se refiere a la intervencin de particulares en actividades pblicas en tanto portadores de determinados intereses

    sociales29. Con ello establece dos parmetros para delimitar la participacin ciudadana de otros tipos de participacin. Para Cunill el trmino participacin implica

    asumir que se esta tomando parte. En el caso de la participacin ciudadana se supone

    que los individuos en tanto ciudadanos intervienen en el curso de una actividad

    pblica.

    Pero para Cunill no cualquier tipo de intervencin en la esfera pblica corresponde a la

    expresin de un inters social. Para ella, la participacin ciudadana es la intervencin

    de los individuos en actividad pblica en tanto portadores de intereses sociales.

    As claramente hay casos de intervencin de particulares en actividades pblicas que

    no constituyen participacin ciudadana. Este es el caso de ciudadanos que intervienen

    en la administracin pblica como expertos en algn tema o por sus conocimientos en

    ciertas reas, estos si bien participan en la esfera pblica, no lo hacen representando

    intereses sociales. Otro ejemplo recurrente son los mecanismos de defensa de los

    ciudadanos individuales frente a la administracin y las oficinas de informaciones y

    reclamos, en este caso no estamos hablando de la expresin de intereses sociales, al

    igual que en el ejemplo anterior, debido a que estos mecanismos se reducen a

    intereses particulares y por lo tanto estos aluden a sujetos singulares.

    Las modalidades de la participacin ciudadana ser mltiples y stas dependern

    de dos factores: (1) los niveles y mbitos en los que recaiga la participacin y (2) el

    carcter de la intervencin en las actividades pblicas. De acuerdo al primer factor

    distinguimos dos planos: (a) el plano estrictamente poltico y (b) el plano de la gestin

    pblica. En cualquiera de ellos existen tres niveles de participacin.

    La participacin ciudadana en el mbito o plano poltico se relaciona con la

    elaboracin de las decisiones de inters pblico, es decir, con las actividades del

    gobierno. En este contexto, Cunill distingue tres niveles de participacin: La macro-

    participacin, que dice relacin con los procesos que determinan el orden pblico

    (poltico, social y econmico) que convoca el inters general y otros valores de

    dimensin nacional, siendo determinante la estructura de poder. Es el mbito de lo

    propiamente poltico, de las decisiones que comprometen el destino de la colectividad

    en su conjunto (politics). La participacin de nivel intermedio tiene por objeto las

    polticas pblicas (policy) de alcance sectorial o regional las cuales, an afectando a un

    amplio grupo, no comprometen la sustancia del rgimen poltico. La participacin de

    base refiere a grupos reducidos y a materias cercanas a la vida cotidiana de estos. Por

    lo reducido de mbito de accin, no ejercen mayor influencia en el devenir poltico de

    la comunidad poltica.

    La participacin ciudadana en el mbito o plano de la gestin est vinculada

    directamente a la produccin de bienes y servicios por parte de la administracin

    pblica y a las actividades que derivan de este proceso. Los niveles de participacin

    estn constituidos por la participacin consultiva y/o asesora que generalmente se

    presenta en la fase de planificacin, ya sea, en el diagnstico o en la formulacin de

    alternativas; en la fase de definicin de las polticas pblicas o bien respecto a la

    implementacin de las existentes. En este contexto, la participacin se expresa como

    opinin respecto a un tema en particular, sin embargo, no obliga a quien toma la

    29 Cunill. Op. Cit. Pg 56.

  • 16

    decisin finalmente a incluir dicha opinin. La participacin resolutiva y la participacin

    fiscalizadora implican una intervencin en el curso de la actividad pblica, es una

    participacin decisoria y, a diferencia de la anterior, tiene un carcter obligante para la

    administracin pblica. La diferencia entre ambas radica en que la primera supone

    compartir el poder de decisin sobre alternativas relativas a la formulacin de polticas,

    en cambio en la segunda, slo implica un control sobre aquellas. La participacin en la

    ejecucin consiste en la intervencin directa en la realizacin de alguna actividad y/o

    en la prestacin de algn servicio.

    Otro elemento a considerar es lo que Nuria Cunill denomina el origen del impulso a

    la participacin. Al respecto, la autora distingue entre (1) la accin ciudadana y (2)

    la implicacin ciudadana. La accin ciudadana est definida como el proceso

    participativo es iniciado y controlado por los propios sujetos sociales, en relacin a

    objetivos determinados por ellos mismos. En el caso de la implicacin ciudadana la

    participacin es iniciada y controlada por el Estado, con el fin de obtener apoyo para

    sus decisiones o para mejorar la entrega de bienes y servicios.

    Nuria Cunill tambin distingue tres tipos de participacin en la gestin pblica

    chilena. Si por gestin pblica entendemos la manera de organizar el uso de los recursos para el cumplimiento de los objetivos y tareas de Estado, la participacin

    ciudadana en la gestin pblica se refiere al rol del ciudadano en cuanto partcipe y en

    cuanto usuario de las decisiones y gestiones asociadas a la implementacin de

    acciones pblicas30. De este modo, una efectiva participacin ciudadana se traducir en la capacidad de la sociedad civil de influir en la toma de decisiones sobre asuntos de

    inters pblico, en la priorizacin de necesidades o problemas, en la formulacin y

    diseo de polticas y programas, en la ejecucin de los mismos y en la evaluacin,

    fiscalizacin y control de los programas y sus resultados.31

    Para tales efectos, la participacin decisoria busca garantizar que las decisiones

    tomadas en la administracin pblica, no se realicen en funcin de los intereses

    propios sino de los intereses definidos polticamente. Corresponde a un tipo de

    participacin ms cercana a la participacin poltica que a objetivos meramente

    administrativo. La participacin de las personas y grupos es convocada en la

    perspectiva de influir respecto de un tema especifico a travs de un proceso de

    negociacin entre las partes involucradas se establecen acuerdos. Estos acuerdos

    tienen carcter vinculante. La participacin a este nivel combina la participacin en la

    toma de decisiones con la expresin de los derechos y demandas. Es un tipo de

    participacin en la cual la sociedad civil acta con un sentido de identidad e intereses

    propios. A la vez logra proponer temas al Estado, influir directamente en la toma de

    decisiones e incrementar su capacidad de negociacin e interlocucin con el sector

    pblico. El sujeto que participa se siente as mismo como coproductor y tambin

    velador en relacin a la toma de decisiones de la administracin pblica.

    La participacin consultiva se plantea como expresin de opinin y ejercicio de control

    por parte de los interesados en el cumplimiento de los objetivos polticamente

    definidos por parte de la administracin pblica. Aqu se interceptan la participacin

    que permite ejercitar los propios derechos y simultneamente utilizar la oferta

    existente, velando por el adecuado cumplimiento de los objetivos, y las reglas del

    juego preexistentes. Un prerrequisito a esta modalidad de participacin es el acceso a

    la informacin por parte del usuario. En el nivel local se visualizan las experiencias tipo

    30 Ministerio Secretaria Gral. de la Presidencia. Op. Cit. Pg. 15. 31 Serrano Op. Cit. Pg. 12.

  • 17

    cabildos o consultas locales, las que abren espacios de conversacin y consulta sobre

    temas a los que convoca la autoridad.

    La participacin ejecutora y administradora es la participacin de los interesados en la

    gestin pblica que busca romper el formalismo burocrtico por un tipo de solucin,

    ms directa. Este tipo de intervencin ciudadana incluye desde la participacin en el

    diagnostico hasta la ejecucin y evaluacin de las polticas pblicas. Desde esta

    perspectiva se proponen acciones de perfeccionamiento de la descentralizacin en la

    toma de decisiones sea esta regional o local, simplificacin de tramites, mediciones de

    productividad, mejoramiento comunicacional, mejoramiento de los servicios pblicos,

    mejoramiento de los recursos humanos, cumplimiento de parmetros de eficiencia,

    cobertura y calidad. La participacin ejecutora y administradora combina la

    participacin asociada a la toma de decisiones en la gestin pblica y la satisfaccin de

    necesidades bsicas. Esta modalidad considera a los beneficiarios como gestionadores

    de programas pblicos para dar respuesta a problemas que los afecta. Debe existir

    tambin liderazgo social e informacin para actuar como interlocutor de las agencias

    estatales. Es, adems, un incentivo para una gestin pblica eficiente y eficaz, ya que

    surge en el contexto de los problemas derivados del formalismo. Esto es, al predominio

    estricto de una racionalidad formal que dificulta que la gestin de la administracin

    obtenga los objetivos perseguidos entre las deficiencias detectadas, se sealan en el

    personal, en los recursos, en los procedimientos independientemente de la significacin

    poltica que pueda tener el no logro de los objetivos propuestos, lo cierto que la falta

    de eficiencia y eficacia de la administracin pblica impacta negativamente en los

    intereses de los involucrados.

    La modalidad de la participacin instrumental rene la participacin que tiene por

    propsito la satisfaccin de necesidades bsicas, y por ende, la relacin con la

    administracin pblica, interesa slo en cuanto permita acceder a estos recursos. Este

    tipo de participacin instrumental utiliza la oferta tal cual viene predefinida desde los

    canales institucionales correspondientes. En este tipo de participacin el sujeto acta

    fundamentalmente como un usuario-cliente, no buscara incidir en la gestin pblica en

    tanto obtenga los resultados deseados.

    2.2.3 Participacin Social y Participacin Comunitaria

    Adems de la participacin poltica y ciudadana, Cunill conoce tipos de participacin

    que no influyen en los procesos de toma de decisin. Si la participacin ciudadana se

    refiere a la intervencin de particulares en actividades publicas en tanto portadores de determinados intereses sociales32, se la entiende como una interaccin entre el Estado y actores de la sociedad civil. De esta forma, hay dos tipos de participacin que

    quedaran al margen de la participacin ciudadana y de la participacin en los

    procesos de toma de decisiones en su dimensin convencional:

    La participacin social se produce en agrupaciones de personas para la defensa de

    sus intereses sociales, es decir, en organizaciones a nivel de la sociedad civil. Estos

    intereses estn asociados, por lo general, a la satisfaccin de necesidades concretas

    mediante formas de organizacin social. La relacin que se establece no es con el

    Estado, como en el caso de la participacin ciudadana, sino que con otras instituciones

    sociales. De esta forma el cooperativismo, el asociativismo, la autogestin, etc., no

    32 Ibidem Pg. 56.

  • 18

    forman parte de la participacin ciudadana en relacin a los criterios establecidos por

    la autora; exceptuando aquellos casos en que exista una relacin con la actividad

    pblica, ms all de la mera obtencin de recursos.

    En el caso de la participacin comunitaria la relacin con el Estado, de existir sta,

    es meramente asistencial con el fin de impulsar acciones que son ejecutadas por los

    propios ciudadanos, las cuales estn vinculadas a necesidades que afectan su vida ms

    inmediata. La diferencia fundamental entre este tipo de participacin y la participacin

    ciudadana radica en que, en los primeros, la participacin de estos grupos no se

    plantea respecto a una actividad pblica sino de una actividad social, la cual

    eventualmente requerir la asistencia tcnica y/o econmica por parte del Estado. Ms

    precisamente, esta ayuda se enmarca en la funcin protectora de los individuos la que

    se expresa en trminos asistenciales, por lo tanto la participacin de estos es mnima.

    2.3 Las dificultades de la participacin desde la oferta estatal.

    Mayoritariamente, la accin estatal visualiza al nivel local como mero receptor de

    polticas, planes, programas o proyectos y son muy escasas las acciones que logran

    generar un mayor activismo social. Si bien se ha abierto canales de participacin

    ciudadana, estos se acotan a mecanismos excesivamente instrumentalizadores y

    predefinidos desde los programas a nivel central. Las evaluaciones existentes muestran

    que los mecanismos creados no generan espacios de autonoma y empoderamiento, no

    distribuyen poderes, no inciden en el acceso a la toma de decisiones y no generan

    capacidades propias en la comunidad. Pero que si aportan a una nocin de derechos

    ciudadanos que an esta lejos de constituirse en capacidades para el ejercicio del

    control de la funcin pblica.33

    III. Participacin Ciudadana y Calidad de la Democracia

    3.1 Del rgimen democrtico a una democracia de calidad

    La democracia es ms que un rgimen poltico. Es una bsqueda histrica de igualdad

    y libertad, de justicia y progreso. Como tal, la democracia es una tarea inconclusa. Es

    ms, si la democracia no logra perfeccionarse, su propia sustentabilidad y perduracin

    est en riesgo, debido a que el impulso intrnseco por el poder y la dominacin puede

    destruir la democracia. Por el otro lado, donde no haya libertad, justicia y progreso,

    nacer la lucha para alcanzarlos. Hoy en da la democracia es un camino para alcanzar

    estos valores, para un acceso legtimo al poder y para organizar los conflictos de

    intereses. Pero la democracia tambin representa el resultado de stos.

    El siglo XX es el siglo en el que la democracia se impuso como principio organizador

    legtimo de los Estados y lo hizo en tres olas democratizadoras. Segn el politlogo

    estadounidense Samuel Huntington34, la primera de ellas concluy en 1926, la

    segunda dur entre 1943 y 1962 mientras la tercera se inici en 1974 con la

    Revolucin de los Claveles, la transicin desde un rgimen autoritario en Portugal.

    33 Garcs Op. Cit. Pg. 21-22. 34 Huntington, Samuel: The Third Wave: Democratization in the Late Twentieth Century Norman and London: University of Oklahoma Press 1991.

  • 19

    Para el cientista poltico alemn Klaus von Beyme35, la cada del Muro de Berln y el

    colapso del bloque socialista constituyen una cuarta ola democratizadora. Actualmente

    est en debate si la llamada Primavera rabe es parte de una transicin desde regmenes autoritarios en el Medio Oriente y el norte de frica y por ende de una

    quinta ola democratizadora.

    Independiente del resultado de este debate y de las posiciones que podemos tener

    respecto de la propuesta analtica de las olas democratizadoras, la imposicin de la

    democracia como only game in town36 y el repudio masivo por parte de la opinin pblica internacional frente a eventuales recadas autoritarias, constituye un hecho

    poltico muy relevante, tal vez el ms relevante de la historia de la humanidad.

    En 1921, James Bryce haba publicado la obra37 ms completa y ms reconocida

    acerca de las democracias contemporneas que fueron seis, a parte de su propio pas,

    Inglaterra: Francia, Suiza, Estados Unidos, Canad, Australia y Nueva Zelanda. En

    1996 ya eran 118 pases que disponan de democracias electorales, es decir, un

    61,8% de los pases del mundo. Probablemente las democracias de la primera ola no

    cumplan con nuestros criterios actuales de una democracia. En Suiza, por ejemplo, el

    sufragio universal se hizo realidad recin despus de 1971. As que podemos afirmar,

    que durante el siglo XX no solo aument la cantidad de pases democrticos sino

    tambin la cualidad democrtica.

    El optimismo acerca de la estabilidad institucional de las democracias electorales junto

    a un aumento cualitativo de la democracia como mecanismo de seleccin de

    autoridades, de toma de decisiones y de resolucin de conflictos no es unnime, tal

    como lo refleja una serie de publicaciones38, entre las que se encuentra el informe de

    Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) La Democracia en Amrica Latina. Hacia una Democracia de Ciudadanas y Ciudadanos39 publicado en 2004, as como el Anuario de Derechos Humanos40 publicado en 2010 por el Centro de

    Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Estas

    publicaciones coinciden en que, a pesar de notar un avance sostenido y

    aparentemente irreversible de las democracias electorales, hay que constatar una baja

    calidad o baja intensidad de las democracias, lo que genera no un malestar con la

    democracia sino un malestar en la democracia. Hoy en da, probablemente los riesgos

    de sufrir golpes de Estado hayan disminuido, pero acechan otros peligros: Ha crecido

    la desconfianza en la democracia y en su capacidad de mejorar las condiciones de vida

    para la mayora. Los partidos polticos tienen hoy su ms bajo nivel de confianza. El

    mpetu democrtico se ha debilitado. La sociedad civil est movilizada prescindiendo

    de las instituciones clsicas de nuestra democracia.

    35 Von Beyme, Klaus: Systemwechsel in Osteuropa, Frankfurt am Main 1994. 36 Expresin anglosajona que se usa para indicar que la democracia se ha establecido como nico mecanismo de seleccin de autoridades, de toma de decisiones y de resolucin de conflictos aceptado por los pueblos. Su traduccin al espaol dice: nica regla del juego aceptada en el pueblo. 37 Bryce, James: Modern Democracies, Kessinger Publishing 2005 (primera edicin 1921). 38 Arce, M./ Bellinger, P. jr: Low-Intensity Democracy Revisited. The Effects of Economic Liberalization on Political Activity in Latin America, en: World Politics, No 60 (Octubre 2007), pp. 97-121; Weylandt, Kurt: Neoliberalism and Democracy in Latin America: A Mixed Record, en: Latin American Politics and Society, Vol. 46, No. 1 (Spring 2004), pp. 135-157. 39 PNUD: La Democracia en Amrica Latina. Hacia una Democracia de Ciudadanas y Ciudadanos, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, New York 2004. 40 Couso S., Javier: "Los desafos de la democracia constitucional en Amrica Latina: entre la tentacin populista y la utopa neoconstitucional", en: Centro de Derechos Humanos: Anuario de Derechos Humanos 2010, No. 6 (2010), pp. 33-47. DOI: 10.5354/0718-2058.2010.11480

  • 20

    Las revueltas de la primavera 2011 en el mundo rabe son un claro ejemplo de lo

    anterior. En Tnez, Argelia, Egipto, Libia, Yemen, Bahrein y en Siria, pero hay que

    considerar tambin los Indignados en Espaa, Francia y Alemania, las movilizaciones de la juventud desempleada o con empleos precarios y estudiantes altamente

    endeudados y sin perspectiva de un empleo decente fueron posibles gracias, por

    cierto, a la valenta de los ciudadanos organizados pero gracias, tambin, a las nuevas

    tecnologas de informacin y comunicacin, la Internet 2.0 y la comunicacin

    inalmbrica. Los manifestantes no slo organizaron sus protestas por intermedio de

    celulares y redes sociales sino que la opinin pblica internacional pudo conocer los

    acontecimientos y diversos puntos de vista no slo accediendo a la prensa

    internacional sino tambin a la informacin publicada por Bloggers independientes.

    Esta autocomunicacin de las masas y el nuevo liderazgo, descentralizado, horizontal,

    autogestionado, con voceras con mandato imperativo y con una fuerte presencia

    femenina cuestionan el rol predominante de los partidos polticos y movimientos

    sociales clsicos (como el sindical) en la articulacin y canalizacin de los intereses y

    demandas de la ciudadana.

    Uno de los lemas centrales de los Indignados espaoles fue No votis a ningn partido poltico. Miles de personas en ms de 50 ciudades del pas manifestaron su rechazo a todos los partidos polticos porque ya no los representan. El movimiento

    Democracia Real Ya! exige una revolucin moral, un cambio profundo en los procesos de toma de decisin democrticos. Exige el fin de lo que consideran una

    dictadura partidaria de los grandes partidos PSOE y PP, y rechazan un sistema poltico

    en el que simplemente se alternan los dos grandes partidos que no se distinguen

    mayormente en lo que respecta a su praxis poltica autoritaria e incluso a la

    corrupcin.

    Los nuevos movimientos rechazan la concentracin de poder en manos de unos pocos

    la que es considerada como la causante de la desigualdad, la injusticia y la falta de

    cohesin social que conduce a la violencia. Rechazan un sistema econmico obsoleto y

    anti-natural por medio del cual se enriquecen unos pocos para empobrecer a la gran

    mayora. Este manifiesto del movimiento constituye una plataforma mnima en torno a

    la cual se articulan las ms diversas demandas, grupos y movimientos de las ms

    diversas caractersticas y todo ello, recurriendo a la Internet, una herramienta hoy en

    da muy interactiva y muy amigable para que todo ciudadano pueda usarla para sus

    fines. El modelo de organizacin en red, a partir del cual se estructuran las principales

    actividades de la sociedad de la informacin, tambin es un modelo referencial para

    los movimientos y redes sociales de resistencia y oposicin al proceso de globalizacin.

    En este escenario con base tecnolgica de Internet, las redes sociales de resistencia

    emplean de manera innovadora las redes informticas, la poltica informativa y las

    formas organizativas en red. Dentro de esta nueva lgica, la capacidad de influir en la

    opinin pblica constituye un medio muy importante para acrecentar el poder social.

    Al mismo tiempo, el modelo comunicativo de Internet contribuye a reducir la

    dependencia de los canales tradicionales de comunicacin. Las organizaciones cuentan

    con la oportunidad de difundir sus discursos y acciones ms all de las fronteras

    locales, logrando apoyos y reconocimientos a escala mundial. La mediatizacin de sus

    mensajes forma parte de las nuevas herramientas de lucha, la visibilidad de la accin

    se constituye en un requisito indispensable. Sin desconocer las dificultades de acceso,

    tanto a nivel de recursos materiales como en lo relativo a la necesidad de poseer

    ciertos conocimientos especficos, Internet ofrece a los movimientos la posibilidad de

    ser los creadores de sus mensajes y no depender de la voluntad poltica y econmica

  • 21

    de los grandes conglomerados multimedia. La ampliacin del acceso a la informacin y

    la posibilidad de producir su propia informacin, modifica los estilos de la intervencin

    poltica.

    3.2 Las particularidades latinoamericanas

    Amrica Latina, probablemente sea la regin que ms ha reivindicado la democracia

    en el siglo XX, an para interrumpirla por medio de golpes de Estado e invocando su

    futura restauracin. En nuestra regin, la democracia naci y muri decenas de veces,

    se consagraba en las constituciones polticas, pero se destrua en la prctica. Tras dos

    dcadas de diversas formas de transiciones desde regmenes autoritarios, hoy la

    democracia como rgimen poltico se ha extendido ampliamente. Hace 35 aos, solo

    Colombia, Costa Rica y Venezuela podan ser considerados democrticos. Hoy en da

    todos los pases latinoamericanos son democracias electorales.

    Un diagnstico de la democracia en Amrica Latina arroja que la regin ha alcanzado

    altos niveles de democracia electoral pero se enfrenta al desafo de avanzar hacia una

    democracia ciudadana. La primera nos dio libertades y el derecho a decidir por

    nosotros mismos; pero la segunda, muy carente en tiempos actuales, es necesaria

    para que estos derechos y libertades puedan hacerse efectivos. De no lograr este salto

    cualitativo, lo conquistado en materia democrtica podra perderse.

    Amrica Latina tiene algunas particularidades muy importantes que afectan el

    desarrollo democrtico. Nuestros pases presentan un andamiaje institucional

    democrtico similar al de los pases europeos, que podran ser considerados ms

    maduros en materia de desarrollo democrtico. Contrasta con lo anterior, una realidad

    social muy distinta por lo que se da una realidad sin antecedentes en el mundo: una

    democracia muy extendida en un contexto de la mayor y ms duradera desigualdad

    del planeta. Esta singularidad de la cohabitacin de las libertades polticas con severas

    privaciones materiales de la mayora de sus ciudadanos conduce al PNUD a afirmar

    que las nuestras son democracias pobres y desiguales, cuyos hombres y mujeres, a la vez que consolidan sus derechos polticos, deben tambin completar sus

    ciudadanas civil y social.41

    No tener en cuenta lo anterior conducir a consecuencias graves en dos dimensiones:

    (a) el riesgo para la viabilidad econmica de la democracia, ya que superar la pobreza

    y la desigualdad es fundamental para la sustentabilidad democrtica, y (b) ignorar la

    viabilidad poltica de los programas econmicos, lo que implica considerar los efectos

    de la liberalizacin econmica sobre las garantas democrticas. Pensar la economa

    separadamente de la democracia constituira un grave error, segn el PNUD, pero que

    lamentablemente es muy recurrente. Es falso afirmar, contina el informe del PNUD,

    que la democracia es inviable mientras no se resuelvan los problemas de la pobreza y

    de la desigualdad, y que los dficit democrticos pueden ser superados una vez

    alcanzado un determinado nivel de desarrollo econmico. Al contrario, ms y mejor

    democracia conducirn a una mayor igualdad y desarrollo.

    La cohesin y estabilidad social son considerados requisitos para el crecimiento

    econmico. Ambas, sin embargo, se han visto perjudicadas por las reformas

    estructurales (neoliberales). La supuesta relacin virtuosa democracia-mercado ha

    41 PNUD, op. cit., p. 39.

  • 22

    mostrado ser una relacin viciosa: La combinacin entre libertad poltica y libertad econmica en contextos de pobreza y desigualdad puede no generar como resultado el

    fortalecimiento de la democracia y el desarrollo econmico.42

    3.3 La desafeccin y falta de confianza en nuestra Democracia

    Radica ah el gran desafo para nuestras democracias. Para contrarrestar el

    escepticismo respecto a la representacin democrtica y la desafeccin poltica en

    general, con el objetivo de re-encantar a la ciudadana con la participacin en la

    poltica, debemos superar el distanciamiento de la poltica y la clase poltica respecto

    de la gente. Y son justamente Internet y las nuevas tecnologas de informacin y

    comunicacin las que ofrecen las soluciones que buscamos. En la era de Internet es

    mucho ms factible realizar consultas ciudadanas, sean stas vinculantes o no. Somos

    capaces de conocer, prcticamente en tiempo real, la cambiante opinin pblica y

    podemos disponer de ms y mejores canales de participacin.

    Una democracia ms participativa, es ms legtima desde el punto de vista de los

    ciudadanos y los obstculos objetivos que existan an hace 50, 100 o 200 aos han

    sido superados hoy en da. Estamos en condiciones de construir una mejor democracia

    y recuperar la confianza en los partidos. Esta democracia involucrar a muchos

    actores sociales y polticos en los procesos de toma de decisin de todas las esferas de

    la poltica nacional y contribuir a fortalecer una sociedad civil dispuesta a resolver sus

    conflictos por las vas institucionales democrticas. La ampliacin de nuestro actual

    concepto de democracia a todas las esferas de la sociedad esto incluye por cierto la econmica es un desafo al cual nos vemos enfrentados y que debemos asumir.

    Una democracia representativa con ms participacin ciudadana ser movilizadora en

    torno a intereses comunes, incentivar los debates polticos y la comunicacin

    deliberativa. Esta democracia no ser ms un mero rgimen poltico sino una forma de

    organizar nuestra convivencia, un cdigo de conducta. Ella estimular la organizacin

    ciudadana y la iniciativa individual para aportar a construir una sociedad en la que

    todos viviremos mejor. Como resultado recuperaremos la legitimidad de la democracia

    como forma de gobierno y de los partidos polticos como los principales canales de

    transmisin de demandas y apoyos entre la sociedad civil y la poltica.

    42 Idem, p. 41.