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Marco teórico: El periodismo es como el derecho a la educación, en un concepto inmediato, sin entender lo que esto ha implicado, es un acto que refiere a la vida cotidiana, a la monotonía que sienten muchos estudiantes, al no darse cuenta del precio que se tuvo que pagar por el acceso al conocimiento. Así es, el derecho a la información, una actividad realizada y/o manipulada por muchos y pocos, que siguen, mayormente, intereses mediocres y particulares. Cuando se habla del ejercicio periodístico en México, claro, relacionando con aquel que tiene características inteligentes, rigurosas y excepcionales, se hace referencia a Granados Chapa, un revolucionario contemporáneo, un luchador sin mascara, cuyas armas era su “memoria enciclopédica”, su juicio serio, preciso y los valores enseñados por Doña Florinda Chapa, su madre. Al tratar de interpretar el alcance del periodismo de Miguel Granados Chapa, siendo el título de esta investigación, tiene que partir de las circunstancias peculiares en las que se formo como individuo, no sólo en el ámbito profesional, sino en aquel que proviene del hogar. Nació un 10 de marzo de 1940, fue el tercero de seis engendrados por su madre. En su niñez y en su vida la única influencia de su padre, don Dionisio Granados Mendoza, es que lo ponía a leer el periódico La Prensa. El motivo de distanciamiento hacia su progenitor fue la irresponsabilidad, la insensibilidad ante su obligación económica. “No le guarde coraje, sí indiferencia”, señalo Granados Chapa 1 . El mejor ejemplo lo obtuvo de su madre, siendo que era maestra de escuela, elegida a los trece años por el gobierno de esa época. Enseñaba a mineros y campesinos, tiempo después decidió continuar con el arte de la enseñanza con niños de nivel preescolar desde casa, bajo su tutela, Miguel Ángel a los cinco años aprendió a leer y a escribir. Con la compensación económica recibida por su labor le era difícil sacar adelante a sus hijos a doña Florinda, de tal manera que completaba el presupuesto trabajando como costurera, y en algún tiempo atendiendo una panadería. Uno de los recuerdos vívidos que tenía Granados Chapa fue ver a su madre trabajando hasta terminar los pendientes de costura. Los padres tienen una influencia muy grande en el futuro de sus hijos, está, se hizo presente por su madre, dejándole un legado no solo de

Marco teórico parte 1

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Marco teórico:

El periodismo es como el derecho a la educación, en un concepto inmediato, sin entender

lo que esto ha implicado, es un acto que refiere a la vida cotidiana, a la monotonía que

sienten muchos estudiantes, al no darse cuenta del precio que se tuvo que pagar por el

acceso al conocimiento. Así es, el derecho a la información, una actividad realizada y/o

manipulada por muchos y pocos, que siguen, mayormente, intereses mediocres y

particulares.

Cuando se habla del ejercicio periodístico en México, claro, relacionando con aquel que

tiene características inteligentes, rigurosas y excepcionales, se hace referencia a

Granados Chapa, un revolucionario contemporáneo, un luchador sin mascara, cuyas

armas era su “memoria enciclopédica”, su juicio serio, preciso y los valores enseñados por

Doña Florinda Chapa, su madre.

Al tratar de interpretar el alcance del periodismo de Miguel Granados Chapa,

siendo el título de esta investigación, tiene que partir de las circunstancias peculiares en

las que se formo como individuo, no sólo en el ámbito profesional, sino en aquel que

proviene del hogar.

Nació un 10 de marzo de 1940, fue el tercero de seis engendrados por su madre.

En su niñez y en su vida la única influencia de su padre, don Dionisio Granados Mendoza,

es que lo ponía a leer el periódico La Prensa. El motivo de distanciamiento hacia su

progenitor fue la irresponsabilidad, la insensibilidad ante su obligación económica. “No le

guarde coraje, sí indiferencia”, señalo Granados Chapa1.

El mejor ejemplo lo obtuvo de su madre, siendo que era maestra de escuela,

elegida a los trece años por el gobierno de esa época. Enseñaba a mineros y

campesinos, tiempo después decidió continuar con el arte de la enseñanza con niños de

nivel preescolar desde casa, bajo su tutela, Miguel Ángel a los cinco años aprendió a leer

y a escribir. Con la compensación económica recibida por su labor le era difícil sacar

adelante a sus hijos a doña Florinda, de tal manera que completaba el presupuesto

trabajando como costurera, y en algún tiempo atendiendo una panadería. Uno de los

recuerdos vívidos que tenía Granados Chapa fue ver a su madre trabajando hasta

terminar los pendientes de costura. Los padres tienen una influencia muy grande en el

futuro de sus hijos, está, se hizo presente por su madre, dejándole un legado no solo de

amor hacia sus semejantes, sino por su inquebrantable moral y ética, además de

direccionar la tendencia de su hijo por la vida intelectual.

Fue un niño consentido por todos los miembros de su familia, aunque no era el hijo

mayor o el menor de ellos. Era una familia que vivía en condiciones humildes, de tal

manera que desde pequeño Miguel y sus hermanos comenzaron a trabajar, siendo este el

único que tuvo la oportunidad de estudiar. Este trabajo hasta que fue universitario, su

hermano Horacio laboró para su manutención en mientras estudiaba en México.

Su vida estudiantil, desde la infancia su notable talento y capacidad sobresalieron.

Al comenzar a ir a la primaria, debido a lo aprendido por su madre, fue promovido del

primero al segundo año, “pues ya sabia leer, escribir y realizar las operaciones aritméticas

elementales”2. Una de sus maestras, la profesora Carmen Alvarado, admiraba la inquietud

por el conocimiento y la capacidad para aprender que tenía el pequeño, de tal manera

que le invitaba a su casa para que leyera uno de sus primeros libros, México a través de

los siglos. Dentro de sus primeros discursos se encuentran aquellos que la profesora

Alvarado le encargara escribir y pronunciar en las fiestas cívicas, siendo esto los

antecedentes del orador catalogado, como escribe Musacchio, como: correcto, preciso,

directo y elocuente.

En el segundo grado de secundaria Miguel Ángel Granados Chapa tuvo en esos

años el primer contacto con el periodismo, trabajaba de mozo en un imprenta, entre las

actividades que realizaba: aseo, ordenar papeles y limpiar las prensas de mano sonde

estampaba, El Observador, que era el periódico local. “En los ratos libres en medio del

olor a tinta se ponía a leer ese periódico” escribe Musacchio.

En los años de preparatoria en el Instituto Científico y Literario Autónomo del

estado, se unió a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), señaló

Granados Chapa que la participación en este grupo le permitió entender el credo que

había profesado y que en realidad no conocía, pasando del credo religioso al credo

político. Asimismo en esta etapa se reafirmó el habito de leer periódicos, “pues un

hermano de su mamá obrero, solía comprar uno y hasta dos diarios, además que en casa

se solía escuchar los noticieros de la radio. Culminó el bachillerato con altas

calificaciones, su madre lo animó a estudiar la carrera de derecho en la Universidad

Nacional Autónoma de México (UNAM), aunque su deseo era cursar la carrera de

periodismo no se atrevió a contrariar a quien con tanto sacrificio lo había dado muchos

privilegios, sin embargo, también obtuvo su ingreso a la carrera de periodismo. Al notorio

en su rigidez con el derecho escribe Musaccchio es que la intransigencia para defender la

legalidad se explica por lo aprendido en la escuela de leyes y los principios que recibió en

el hogar, nuestro personaje solía practicar aquello que predicaba.

En esa época, en el ambiente de la Escuela de Ciencias políticas pululaba en el

aire el interés mayoritario de los estudiantes y los profesores de agregarse en la política

priista, puesto que siendo el partido político que tenía el poder, equivalía a obtener dinero

y posición. En ese entorno “conoció la historia de las ideas políticas y de la economía

mundial que le permitieron definir, formalizar y afianzar su credo en la izquierda,

sustentado en una franca vocación por la justicia social.” - escribió Silvia Cherem. Si algo

que se puede afirmar es que el su conocimiento estaba a la vanguardia intelectual de

aquellos días, su facultad era un hervidero de ideas políticas y sociales. En su

preparación para el ejercicio real de los conflictos e ideologías partidistas en la política

federal, la Sociedad de Alumnos pretendía ser una “República” y lanzó la propuesta de

crear partidos estables. La mayoría de los estudiantes eran marxistas, formando así el

Partido Estudiantil Socialista (PES). Además se creó también el Partido Revolucionario

Estudiantil (PRE), que albergaba a priístas, y que según Granados Chapa, escribe Silvia

Cherem - Eran sólo oportunistas y demagogos tras los puestos del gobierno -. En el

marco de estas dos corrientes ideológicas en su facultad, fundó junto con uno de sus

compañeros el Partido Autentico Universitario (PAU), dando así una opción diferente, un

socialismo donde el ser humano era importante pero al mismo tiempo promovía un

régimen de propiedad de acuerdo a la relevancia del trabajo. “Mi posición era más social

que religiosa. Sosteníamos que se podía ser demócrata cristiano, sin ser cristiano –

puntualiza. Creíamos que el trabajo es el generador de la riqueza. Partíamos de la

premisa que si se deja una olla de dinero en una isla desierta, al cabo de los años se

mantiene intacta, sin mejora; pero que si, en cambio, ese dinero se trabaja, se reproduce

el capital”.

Su posición personal ante las diferencias de ideología política es: “He sido un típico

compañero de viaje, un amigo que los ha acompañado con tibieza, sin criticarlos y sin

comulgar con ellos”.

1 Señala Granados Chapa en las entrevistas hechas por Silvia Cherem en el libro Por la

Izquierda: medio siglo de historias contadas por Granados Chapa pág. 37

2 Escribe Musacchio en Granados Chapa un periodista en contexto en la pág. 35 - 36

Bibliografía

Musacchio, H. 2010. Granados Chapa: Un periodista en contexto. Editorial Planeta

Mexicana S. A. de C. V. México

Cherem, S. (2010). Por la izquierda: medio siglo de historias en el periodismo mexicano

contada por Granados Chapa. Khálida Editores. México, D. F.