MARI Y LUCÍA, ALGO MÁS QUE MADRE E HIJA

Dos historias de emprendimiento y liderazgo consciente en Mercería Sarabia

Nos gusta glosar historias reales y motivadoras de emprendimiento, innovación y liderazgo. Veréis, hoy fuimos a conocer a Lucía de @merceriasarabia.

La conocimos en el #SED19 y nos sorprendió su historia: Cómo transforma la mercería de su madre - un negocio clásico- en una tienda on-line, una escuela de costura, y promueve un trabajo en redes sociales fresco y diferente en el sector de la mano de su ahora mentor Raúl @soy.es.

Entramos en la mercería y todo se conjuga para darte energía, colores y flores por doquier, cintas, cremalleras, botones, todo lo que puedas imaginar. Una sonrisa de bienvenida acompaña a algo tan cálido como un “¡hola!”.

Preguntamos por Lucía y nos acompañan a conocer su “campo de batalla”. Nos sorprende no encontrar una oficina “al uso” sino que admiramos un local maravilloso con cajas, con bordados, y unas mesas. Lucía está al teléfono caminando mientras habla, termina y nos invita a sentarnos.

Llega la segunda sorpresa ya que, si hablamos de historias de motivación y emprendimiento, hablamos de su madre; y sin más pronuncia un rotundo “¡mamá!”, y entonces aparece de entre unas estanterías nuestra segunda protagonista, Mari.

Madre e hija nos hablan de su historia. Mari monta la tienda a raíz del cierre de su primer trabajo; no tiene ni idea de negocios y se rodea de proveedores que, además de venderle, le enseñan pequeños y grandes secretos del ramo. Invierte todos sus ahorros y lucha con la realidad social del momento: Ser mujer y emprendedora no era tarea fácil.

Ella habla de independencia y libertad como motores que le llevaron a luchar por su negocio, y que le hicieron luchar contra sus miedos… ¿Qué hacía si perdía el dinero invertido? ¿A qué se iba a dedicar? ¿Merecería la pena todo el riesgo y esfuerzo?

Lucía de pequeña acompañaba a su madre; creció entre botones, lanas, agujas y bordados, pero no quiso saber nada de la mercería. Estudió informática y seguía sin querer atender el negocio; su forma de ser inquieta, intuitiva, retadora le invitaban a buscar otras cosas.

¡Hasta que se le ocurrió hacer una aplicación informática para la mercería! Ahí comenzó la revolución del sistema: La tienda on-line es su bebé, su pasión, su niña bonita.

Trabajan en mejorar constantemente la trazabilidad del producto, entregan en 24 horas, y ofrecen constantemente productos nuevos e ideas de cómo sacarle partido a los materiales. Innovación es marca de la casa, ¡y tanto! ya que Lucía comenta que, si pasa un tiempo y no hay nada en nuevo en la aplicación, “me revuelvo y me inquieto, necesito explorar”.

Vosotr@s mism@s, querid@s lector@s, habrías hecho esta pregunta obvia y necesaria, que nos salió al unísono: ¿Cómo vio tu madre el cambio, y como te apoyó?

¡¡¡Se ríen las dos!!!

Y tal como son de rápidas y decididas contestan cosas como: “Me dejó”, “yo sé lo importante que es delegar”, “mis clientes de ahora no son como los de hace 20 años”, “confiar”.

Eso sí, y vuelven a fluir las dos apostillándose y reafirmándose una a la otra: “Con prudencia”, “creciendo desde la base”, “gano e invierto”.

- ¿Y quién de las dos manda más?

- Yo la dejo, dice Mari.

El equipo es de 6 personas actualmente. Lucía es consciente de sus fortalezas y tiene claro el equipo que necesita para conseguirlo; se rodea de personas que complementen, que aporten, que la paren cuando es necesario y sobre todo que sean personas de valor.

Mari piensa en jubilarse pronto, con la tranquilidad que da un “lo hice bien” y con un nuevo reto: Escribir un libro. ¡Ya tienes aquí a dos compradoras Carolina Juárez y Loli Domínguez, admiradoras para siempre!

Salimos de la mercería en modo redes sociales –la modernidad e innovación de este establecimiento lo requiere- con muchos hashtags en la cabeza que expresan las ideas potentes que nos inspiran Mari y Lucía, o Lucía y Mari, tanto da: Sentimos #empresasconcorazon #complicidadmadrehija #elpoderdelosvalores #naturalidadysencillez #liderazgonatoyconsciente.

Hoy hemos aprendido que el esfuerzo, constancia y tesón son importantes; también del poder de los valores y la seguridad que proporciona un liderazgo consciente a cualquier nivel, y que, aún con todo esto, la vida es coser y cantar.

Carolina Juárez y Dolores Domínguez