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María Fernanda Velasco HernándezA01420592Política Exterior de México
LA AUTONOMÍA RELATIVA Y LOS PRINCIPIOS DE POLÍTICA EXTERIOR
DEL ESTADO MEXICANO
La Revolución Mexicana, trajo consigo grandes cambios al país tanto en materia
política como social. Estos cambios determinaron la creación de un sistema
institucionalizado bajo la un orden constitucional establecido en 1917. Los años
posteriores a la Revolución Mexicana hicieron notoria una ruptura a la tendencia
dictada por Plutarco Elías Calles y los presidentes que comprendieron el periodo
del Maximato. Una vez llevada a cabo esta ruptura, y tras la relativa
consolidación del sistema político mexicano, el país fue capaz de concentrarse
en la creación de una política exterior fuerte y clara en cuanto a los objetivos que
planea obtener.
Esta transición ha permitido que dentro del estado exista una capacidad relativa
de dictar la doctrina dirigente del país. A esto se le conoce como Autonomía
Relativa del Estado. La cual dictamina que el estado es considerado como un
sujeto potencialmente dotado de poder autónomo que varia de acuerdo a los
contextos históricos. Dentro del estado mexicano, la autonomía relativa ha
sufrido grandes cambios, la mayoría de ellos bajo las decisiones tomadas por el
poder ejecutivo, utilizando como principal pilar la Constitución Mexicana de
1917.
Uno de los ejemplos más notorios es a partir de 1934 cuando asume la
presidencia Lázaro Cárdenas del Río. Durante su sexenio, el estado mexicano
sufre una transición de tendencia socialista debido a que se presta mayor
atención a los segmentos de la población ignorados previo al movimiento
armado. Esto se fortaleció en gran parte cuando en 1938, bajo el Art. 27
constitucional, el petróleo y el subsuelo mexicano se nacionalizan. De acuerdo a
este artículo, el Estado tiene el control sobre todas las tierras y las aguas
comprendidas dentro de los límites del territorio y la facultad de cederlas a
particulares. Bajo esta premisa, existe un apoyo constitucional a la creación de
la propiedad privada, siempre y cuando esta cumpla ciertas modalidades que
partan de un interés público. Esta transición, también se sostuvo gracias al
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artículo 123 constitucional. Mediante el cual se establecían modalidades en
apoyo a los trabajadores.
El respaldo de estos artículos a la autonomía relativa mexicana se continuo
incluso pasado el sexenio Cardenista. La llegada del presidente Manuel Ávila
Camacho, se vio fuertemente influenciada el contexto bélico que trajo consigo el
estadillo de la Segunda Guerra Mundial. Si bien, México no participo
activamente en la guerra, la participación de los EE.UU como fuerza aliada
marco no solo la política interna sino la política externa. En eta ocasión los
artículos 27 y 123 respaldaron al estado mexicano basado en el contexto
internacional, puesto que uno de los elementos que marcaron el sexenio de
1940-1946 fueron los acuerdos bilaterales entre ambos países, siendo el
principal de ellos el Programa Bracero. De acuerdo con esto, una de las
prerrogativas del estado mexicano fue buscar la protección de los trabajadores
mexicanos dentro de los EE.UU. Por otro lado el hecho de que por medio de lo
establecido en el artículo 27 en materia de la creación de la propiedad privada,
la política exterior de la época bélica abrió se pudo orientar a la búsqueda de
acuerdos bilaterales comerciales entre México y EE.UU. Esto se vio de manera
más clara durante el periodo de la pos-guerra, cuando existía la amenaza de la
expansión socialista. Gracias a que dentro de la Constitución Mexicana existía
un apartado enfocado a la propiedad privada, la posibilidad de tener control
estatal de los particulares brindó un espacio propicio para el establecimiento de
un sistema capitalista. De esta manera las relaciones bilaterales no solo con los
EE.UU, sino también con los países democráticos, se vieron fortalecidas en
materia comercial.
Por otro lado, el desarrollo de la Autonomía Relativa, también se puede
sustentar por medio del artículo 89 constitucional, el cual provee al poder
ejecutivo de la capacidad de ejecutar y promulgar todas las leyes de expedidas
por el congreso. Como consecuencia, el margen de acción del presidente se
puede ampliar de tal manera que favorezcan los intereses nacionales por medio
de una política exterior orientada y especifica.
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La creación de una política exterior mexicana, debe no solo basarse en
principios constitucionales que le brinden legalidad, sino debe establecerse
como una institución en si misma. Se puede entender a la política exterior como
“aquellas acciones, que adopta un Estado más allá de sus fronteras, que se
fundamentan en el interés nacional y en objetivos concretos de carácter
económico y político. Dicha política debe sustentarse en un proyecto específico
y depende de la capacidad de negociación, internacional del Estado y de la
sociedad civil. A su vez, la política exterior es determinada por los factores de
situación tanto internos como externos y sigue las pautas de la política del poder
y la política de presión” (Velázquez, 1995, p.29).
De esta manera, la constitución, sólo debe servir a manera de medula espinal,
puesto que de acuerdo a Modesto Seara Vázquez, deben existir pilares que
sostengan por si sola a la política exterior nacional. De acuerdo con el autor
existen siete principios normativos o “pilares”, que sustentan la presencia,
participación e imagen de México en el sistema internacional.
En México estos siete pilares son: 1) la no intervención; 2) la autodeterminación
de los pueblos; 3) la solución pacifica de controversias; 4) la proposición de la
amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; 5) la igualdad
jurídica de los estados; 6) la cooperación internacional para el desarrollo y 7) paz
y seguridad internacional.
La aplicación de estos pilares ha sido constante a lo largo del desarrollo histórico
y político de país y en determinados sexenio esta ha sido notoria. Si bien la
postura de México ha sido consolidada como ser de carácter neutralista, su
activa participación en foros y organismos internacionales ha llevado al país a
establecer declaraciones con base al contexto que se presenta. Muchos son los
ejemplos en los que estos pilares han sido puestos en practica de manera
congruente. Algunos autores consideran que existe una relación directa con el
principio de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. Modesto
Seara, establece como ejemplos dinámicos las declaraciones hechas durante la
X Conferencia Interamericana realizada en Caracas en 1954 en contra del
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contenido agresivo y anticomunista plasmado en la “Declaración de Caracas”1.
El argumento principal del estado mexicano fue que a pesar de que mantiene
una postura interna anticomunista, considera que cada país tiene el derecho de
establecer el régimen de su elección y que estas decisiones son de carácter
intrínsecamente interno. De la misma manera, la postura de México ante las
crisis internas que se dieron lugar en los estados de Hungría y Cuba en 1965,
sirven como ejemplo de la forma en que el país interpreta y practica los
principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. La base
fundamental de estos principios se puede encontrar dentro de la misma Doctrina
Estrada cuya naturaleza se enfoca en el derecho de autodeterminación que
posee cada país. Además se sustenta en una visión un tanto limitada del
concepto de soberanía, que aboga porque los gobiernos extranjeros no deberían
juzgar los cambios políticos internos dentro de otros países puesto a que esto
implica una violación al principio de soberanía del estado.
El tercer principio, aboga por la solución pacifica de controversias, en el cual
México a destacado notablemente al declararse por vocación como un país no
comprometido a formar parte de alguno de los bloques históricos. Esto lo ha
mostrado con su actitud de rechazo a la creación de un tercer bloque, el cual se
puede conformar por países del llamado “tercer mundo” durante las conferencias
internacionales realizadas en Belgrado y El Cairo. Esto no solo se ha limitado al
rechazo participativo del país, además este ha consolidado un relativa
independencia con los EE.UU al condenar la intervención de este en los asuntos
internos de Republica Dominicana.
En cuanto al cuarto principio, se puede decir que para México se ha opuesto
fervientemente al uso de la fuerza dentro de las relaciones internacionales.
Explícitamente se ha manifestado esta postura dentro de los diferentes
organizaciones y foros mundiales en los que México a llegado a participar. Esta
1 Declaración de Caracas, 1 de marzo de 1954. Del 1-28 de marzo de 1954, se efectúo la X Conferencia Interamericana de Caracas o la Conferencia Anticomunista de Caracas resultado de las presiones estadounidenses contra el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala. http://www.ecured.cu/index.php/Declaraci%C3%B3n_de_Caracas,_1_de_marzo_de_1954
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contribución también ha sido de manera normativa, un claro ejemplo de esto es
cuando el país participo en el Comité Especial constituido con ocasión al XXV
Aniversario de las Naciones Unidas . El objetivo principal fue la creación de una
declaración sobre los principios de Derecho Internacional referente a las
relaciones de amistad y cooperación entre los estados. Todo esto en
conformidad con lo estipulado en la Carta de las Naciones Unidas que culminó
en la Resolución 2625 de la ONU2.
En referencia a la igualdad jurídica de los estados, la visión mexicana parte de lo
que Modesto Seara describe como el principio de organización internacional.
Dentro de su explicación se plantea la necesidad de crear una organización
universal con la capacidad de garantizar las seguridad del sistema. De la misma
forma, se establece que dentro de dicha organización debe existir un igualdad
entre todos los estados miembros. Ante esto, se puede decir que México ha
actuado en pro de un orden internacional basado en la cooperación al formar
parte activa como miembro de la Organización de las Naciones Unidos (ONU) y
la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Finalmente tanto el principio de paz y seguridad y cooperación para el desarrollo
se puede mencionar la participación destacada en el desarme nuclear en
América Latina con la firma del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares,
el cual se firmo el 26 de julio de 1968. Al mismo tiempo México promueve una
postura a favor de la contribución de los países industrializados hacia los países
en vías de desarrollo. Los ejemplos tangibles de la actuación mexicana se
pueden remontar durante la política externa dirigida durante los años de la
Segunda Guerra Mundial y el periodo de la pos-guerra. A pesar de que hubo una
tendencia a mantener las relaciones bilaterales con EE.UU, tanto en materia
económica como ideológica. Esto llevo al Estado mexicano a posicionarse
dentro de un régimen democrático y capitalista, permitiendo la
La política exterior de México, se ha consolidado a lo largo de la historia y
permanece no solo como una institución por si sola, sino además como un pilar
2 http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoInternacional/1/art/art6.pdf
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fundamental de la naturaleza mismo del país. El apoyo que brinda la
Constitución Mexicana de 1917, permite a la política exterior la capacidad de
entrar en un margen de acción basado en el concepto de Autonomía Relativa del
Estado. Esto demuestra que existe una relación directa entre los asuntos
internos del país con la postura que se mantiene dentro del sistema
internacional.
Referencias:
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Virtual - Estantería de libros. Retrieved September 09, 2014, from:
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/352/16.pdf
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- Flores, R. (1995). Introduccion al estudio de la política exterior de Mexico (1. ed.). México, D.F.: Editorial Nuestro Tiempo.
- Meyer, L. (2010). La marca del nacionalismo. México y el mundo: Historia de sus relaciones exteriores (pp. 113-153). México: Colegio de México.
- Vázquez, M. S. (1985). Política Exterior de Mexico. 3ª. Ed. México: Colección de textos universitarios en ciencias sociales.
