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Mario Emilio Pérez - Estampas dominicanas

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Dominicanas[ Primera Enrregr,z }

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Mario Emilio P{:~rez

estampasdominicanas

Primera Entrega

,..ruellCAC10 NH

't~PUBl.lCAClONf.~AMf.RIc.A. S. A.

Santo Domineo, R. D.1981

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PROLOGO

Esencialmente, Mario Emilio Pérez escribe conla vida. Con la vida y con su vida. Y es que no hayotra manera de hacer. literatura, salvo los muycontados casos de misticismo.

Lo personal encuentra su verdadera y grandeimportancia cuando coincide con lo personal demucha otra sente o cuando se convierte eninterpretaqién y versión de ese personal colectivo.

Quizá vivir en una casa de dos pisos, en SanMiguel, 'permitió al normalista, estudiante dederecho, aficionado a la literatura y periodistaprofesional, una visión pormenorizada y al mismotiempo amplia de la vida barrial.

Desde el balcón de la Restauración, MarioEmilio Pérez observó a la gente. y debe haber sido,variando en cada caso, risueño espectador, forzozoprotagonista o simple parte de lo que son hoy susEstampas.

A todos nos ha ocurrido pero pasa aquí comocon el huevo de Colón o con el Cristo de natí.Mario Emilio Pérez rompió una punta al primero yvió desde arriba al segundo. A eso se llama,también, talento.

Desde una época que se remonta al Oriente delperiodismo nacional, los reporteros han llenadomuchas cuartillas con la descripción de personas y

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lugares pintorescos de los diferentes pueblos delpaís.

Hasta Mario Emilio Phez, sin,embargo -por sucalidad y por su constancia-, el periodismo nohabía hecho un aporte tan valioso al estudio delser, del espíritu, de la idiosincrasia dominicanos.

Dentro de no muchos años, Las Estampasserán un libro de eonsulta para antropólogos ysociólogos, para historiadores, literatos y todoaquel que, por una u otra razón, se interese enbuscar pistas para llegar a lo que es el corazón de lacultura nacional.

Ahí está la gran aportación de Mario EmilíoPérez, Esta obra deja inaugurada una suerte deantropología cultural domestica, de barrio, deciudad, cuya trascendencia empieza ya anotarseporque e~pezó a sentirse, como necesidad, desdehace ya tIempo.

Esteban Montejo, negro cubano, cimarrón,debe contar hoy 111 años de edad. Vivíamansamente en un asilo de ancianos hasta que eletnólogo Miguel Barnet, de la misma nacionalidad,lo descubrió; vale decir, tropezó con ese pedazovivo de la histo.ria de Cuba.

La "Biografía de un Cimarrón" es el relato delviejo Montejo, escuchado y transcrito por Barnet,Una contribución inestimable al estudio de lacubanidad.

Aquí, Cayo Báez o Antonio (Toñito)Fernández quizá tengan algo qué decir. Falta, sólo,quién les pregunte, aunque sea muy cómodo yusual, siempre, ubicar físicamente el hechohistórico, tener a mano un parte y cuatro cartas, einventar el resto de acuerdo alinterés personal o ala apreciación subjetiva.

El trabajo de Mario Emilio Pérez en LasEstampas es, más que todo, un llamado a buscar"en el seno del pueblo" -como repiten los

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políticos-, la causa ser-nacional que engendrainvariablemente el efecto Historia.

Mientras, aquí está un puñado de indicios paraque dominicanos conozcan mejor a susconnacionales y para que los connacionalesconozcan mejor a dominicanos que, por sercapitaleños, "migueletes", de San Antón, SanLázaro o Villa Francisca, no dejan de compartirfundamentalmente idiosincrasia común con el restode los criollos.

juan josé ayuso

Santiago,Primavera de 1971.

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el humor deldominicano

Se ha dicho en reiteradas ocasiones que eldominicano es triste, que no tiene el sentido de ladiversión colectiva, y que vive amargado como undueño de compraventa.

Pero nadie puede negar que este es un paísdonde continuamente se pone de manifiesto unhumor seco y cortante en frases oidas al azar, en unpiropo o en un apodo genialmente aplicado.

Recuerdo que una noche paseaba por laavenida Balitar a altas horas de la noche, cuandome encontré de golpe frente a una discusión quesostenían dos trotacalles de las que ejercen elantiguo oficio en esa moderna vía de la capitaldominicana.

Luego de un despliegue de palabras obscenasyfrases duras, una de ellas gritó: "ay, no embromes,para lo que tu alumbras, apágate".

Cuando un transeunte trató de intervenir en elsacar de "trapitos a la luna", otra maripositanoctámbula le voceó: "cállate, chulo aserenao JI.

Más tarde me enteré que las dos mujeres quediscutían respondían a los motes de Mercedesnalgas de bombillo y Ramontta Tutamblumen.

En eso de apodos el criollo es genial. Por

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ejemplo, las diversas formas de cráneo ;Y susdimensiones han provocado motes como •medionun d o ", "casco de puya", "casquite de

malapalabra" y "martillito de jue't".Si un hombre está mal vestido for razones de

estrechez económica se dice de é que viste derobalagallina, Tarzán o pan de fruta.

Si al,guien demuestra en su anatomía endebleque esta consumiendo más calorías de las queingiere, se dice de él que "tiene más hambre que unmaestro de escuela".

Cuando alguna persona intenta mezclarse en elcírculo de otras que la consideran social ointelectualmente inferior, se le dice medio en serio,medio en broma: 'cucaracha, busca tu seto". O seda el caso de una mujer hablando despectivamentedel último embullo de su marido, de la que diceque "vale menos que un pestillito de letrina".

En el piropo ~l 'dominicano tiene chispa,cachet, verunte, sabor y talento.

Cinco de la tarde, calle El Conde, grancantidad de mujeres en minifalda recomendo lavía. De pronto se acerca una chica cimbreando eltalle con donaire, y surge el piropo oportuno: "sicomo caminas cocinas, me guardas el concén",

Pero, esperen un momento. Por ahí se acercaotra. Y el pepillito de cabellera abundante y bienpeinada, con bigotito a lo Omar Shariff, le dice:"Por ti seda capaz de trabajar"

Pero no solo en el piropo se pone demanifiesto este humor agridulce del criollo.

Resulta que Pollollo es un hombre que pidetantos cigarrillos que los fumadores del barriodonde reside le han puesto de sobrenombre" laaduana ". Y es que todo aficionado alelegantemente inútil vicio de aspirar y expelerhumo con nicotina, [urfural y monóxido decarbono, debe pagar el impuesto correspondiente aPollollo.

Un día en que se discutían los efectos nocivosdel tabaco, nuestro héroe manifestó que estaba

lO

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fumando demasiado. A lo que respondió Doroteo:"Claro, te fumas más de una cajetilla de colillas

al día".y volvemos al arte del piropo, pues este .ba

evolucionado tanto que a veces se emplea ante elpaso de una mujer hermosa una frase en la que nose dice nada de sus ojos, ni de su pelo, ni de sus"guardalados" exhuberantes. Y esta frase podríausarse y se usa casi cotidianamente en los temploscatólicos o protestantes: "aplaca señor tu ira, tujusticia y tu rigor".

También resulta interesante el caso del pobreempleado público que a costa de privaciones detodo género logró reunir 800 pesos para unpequeño auto de diez años de uso.

Transita con aire de satisfacción por elmalecón, cuando de repente el motor comienza afallar. Entonces un muchacbo parado con cuadrede "timacle" le grita: "cámbialo por pollos de libray media".

Ru(Jerto se está robando el público en elsancocho preparado por Domitila en su casa de lacalle Caracas. Lanza un chiste aquí, otro allá, peroes interrumpido por la voz de Claudia el zapatero: .."diablo, Ruperto se ha portado hoy mejor quenunca. Solamente ha metido la pata dos veces",

Vale la pena mencionar el caso de Pirulo, quiencon disimulo le suelta un coco tazo a Pellé. Este sevoltea, pero no puede determinar quién es elgracioso que le "aJlojó" el golpe en la mamerria.

Sin embargo, y con aire de circunstancias,pregunta: équién le dió un cocotazo al marido desu mamá?

Luis barquilla es un hombre que tiene la maniade introducir en las conversaciones frases contemas muy ajenos al que se está tratando. Cansadode esa actitud, su amigo Cachirulo lo esperópacientemente en una conversación sobre beisbol(fe Grandes Ligas, y cuando Luis barquilla iniciabaun monólogo acerca de la gran cantidad de mujeresque le estaban pegando cuernos a sus esposos en el

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país, le tiró de sorpresa esta frase, extraída de unacanción que interpretaba el desaparecido cómicodominicano Paco Escribano: "ay, Luis, como séque te gusta el dulce de lecbs, por debajo de lapuerta te metí un ladrillo".

Ramoncito trata de opinar sobre todos lostemas, pero lo hace con tan mala pata que ya susamigos le aplicaron el mote de "ñame concorbata JI.

En la avenida Dúarte, de la capital, una mujer",,'e bajisima estatura camina con aire resuelto a lasdiez y treinta minutos de la noche. Un paletero lamira con curiosidad y le suelta la frase picaresca:

-Esta mujer uno la mira, y como que se acabade una vez.

Otro más atrevido le gritó: "Ave María, peroque "chin" de mujer.

No está de más relatar la tragedia de Gollito,quien trata de demostrar a sus compañeros de laborque fue él quien terminó los amores con MaTUca.

La reacción no se hace esperar, y aquí está lavoz de Nené:

- Yo siempre he dicho que Gollito es unhombre orgulloso. Desde que Maruca lo botó, élterminó con ella los amores.

Por eso aunque sociólogos, sicólogos ysiquiatras continúen hablando de la tristeza del.dominicano, .Yseñalen que vive amargado co~o unmaestro rural, nosotros estaremos de placemessiempre que nos encontremos con lasmanifestaciones de su humor seco y cortante enuna frase oida 171 azar, un piropo, o un apodogenialmente aplicsdo.

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el peatón no esun ser humano

El joven tiene fascinada a la concurrencia. Susgenialidades han sacudido también a la bijacasadera del hogar que visita. Todo marcha bien.La muchacha le gusu, y hasta considera que podriacasarse con ella~luego de un noviazgo de tres añosen lo que él "se prepara".

Es empleado de la sección de archivo de unadependencia oficial, quizás periodista, taloezprofesor de escuela primaria o dependiente de unatienda de calzados.

Pero tiene deseos de superación. Estudia en U1l

liceo nocturno con la esperanza de "ser alguien enla vida".

La chica le mira con coquetería mientras seroba el show entre las carcajadas y expresioneselogiosas de los presentes.

Cuando todos.se marchan, él le habla acerca dela plácida vida que podrían tener juntos, y delamor, y el ensueño, y la poesía.

Pero comienza a llover. Pasa una hora. Lalluvia no cesa. Son las 11.30 de la noche. La madrebosteza y exclama: "Esta agiiita no va a dejar decaer por abora". No es mnguna indirecta, sinodirecta.

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y entonces el joven de talento decidemarcharse. Pero la sombrilla de la casa la cogióp!estado Ramonita la hermana de Polín y no la ha.'deoueíto.

Madre e bija comienzan a rebuscar por tolfo$los rincones de la casa algún periódico f1ieto paraque eljoven seproteja de la lluvia almarcharse.

El espectáculo del galán corriendo con elperiódico en la cabeza hacen dudar a la joveny a lamadre si es realmente el bombrefue c01l11Íene.Después de todo es algo pedante, untocbe, y legusta hablar mucho y robarse e show en lasreuniones. Además parece que "no 'Va a lleg..r muylejos en lavida".

Esta es una de las innumerables situaGÍonesenojosas en que se ve continuamente sumido eseser de dolor, sacrificio, resignación y martirologiocotidiano que es e(peatón.

Una de las razones de su diario viacrucis es lanecesidad en que se ve de abordar carros o guaguasdel servicio publico.

Cuando el peatón aborda alguno de estosvehículos inmediatamente: pasa por la primeraestación del viacrucis, cuando elJX!sajero que tiene­al lado le lanza una mirada bomicida. Laspersonasque montan en autos del servicio público piensanque con los quince o veinte centavos que pagaronlo han comprado. Por eso les molesta et colegapeatón que se mete en "su carro".

Pero a veces la primera estación tiene carácterdiferente cuando al montar en el vehículo públicoe( peatón se encuentra con algún invertidosolapado o abierto.

El peatón toma asiento y el "cundango" serueda iémidamente media pulgada más allá. Elpeatón le mira colérico i y entonces el afligidosodomita se rueda hacia el extremo opuesto delasiento, lamentando no haber podido dar "piernamuerta"al desdichado pasajero.

En ocasiones el »iacrucis se produce cuandoalgún chofer de carro público pone "tuche" al

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peatón al meter ocho pasajeros en el asientoposterior, algunos afectados de CIma/acrianzasobacal".

El peatón es continuamente objeto de bromaspor parte de sus amiros automotiílistas, quienesarremeten contra él a ~n reloeidad para frenarbruscamente a escasas pulgadas de su anatomía encualquier calle.

Luego del confortante jueguito el amigoautomovilista hace un gesto de amabilidad francesay le cede el paso con ironia, quizás con pena. Elpeatón se ve obligado a sonreír, a agradecer.

En el terreno de la competencia amorosa elpeatón pasa momentos amargos frente alautomooilista. Muchas veces el peatón cree que ha"levantado" una muchacha en un baile porque alterminar cada pieza se queda de manitas cogidascon ella. Pero se oye el chirrido de los frenos en lapuerta. Del flamante automóvil se desmonta elconductor, y el infeliz peatón comienza a escucharla voz de Lucho Gatica sin calor de pareja.

Otra situación diffcil para el peatón es cuandollega a una oficina publica y comienza a cortejar ala empleada que momentos antes ha solicitadopermiso para "una diligencia", zUien le preguntacon coqueteria. "usted tiene ve iculo, ¿verdad?Tengo que ir al centro de la ciudad".

Frente al peatón los padres 1 hermanos decualquier muchacha casadera mantienen un códigode moral más estricto que frente al automovilista.

Así, cuando el peaton enfoca algún temaescabroso sobre el sexo, aún lo baga en len~ajecientífico, los parientes de la chica lo calificaran enconversaciones "por trasmanos" de atrevido,fresco, propasado y confianzudo.

Cuando lo hace el automovilista, los parientesdirán que "demostré cultura y tacto al enfocar condelicadeza un tema tan escabroso como el sexo".

Si el pretendiente peatón se da 1111 [umo y lelleva una serenata a la muchacha es "UII borrachónque amanece en la calle". Si lo hace el

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automovilista es "un hombre que, ~se a que tieneun carro de pescuezo largo, todavía conserva elalma romántica para la serenata a la amada, aúncon el sacrificio de una mala noche "..

y así, día tras día y noche tras noche, elpeatón camina por las calles bajo el sol, bajo lalluvia. Se encuentra en el carro público con elinvertido que no quiere rodarse en el asiento, osufre los rigores ae una axila fogueada en eltrabajo.

Pero tiene afectos, ama, va al cine, y esfanático de tal o cual equipo en el beisbolprofesional criollo. Todas estas cosas demuestranque el peatón es un ser humano. iO no lo es?

La duda no tiene el deseo de herir a nadie. Elautor de este artículo es peatón de nacimiento yorigen.

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el "ti anca" y

el "pariguayo"

Obséruenlo. Está párado en la esquina formadapor la avenida Duarte y la calle Barabona. Davueltas a un llavero. Luce un pantalón tan estrecbo,tan ceñido a su cuerpo, que parece que en lugar deesa importante pieza de vestir ttene sobre laspiernas y sectores adyacentes una mano de pintura.

Al hablar, su boca gira en forma petulante,como si '1.uisiera juntarse con la oreja derecha.Cuando inicia la marcha, se mira con detenimientola camisa, el pantalón y la punta de los zapatos. Siestos no estan lustrosos, les da un toquecito en lapierna contraria para que "no pierdan el brillo".

Camina con los brazos algo separados delcuerpo, mirando alternativamente al suelo 'Y haciaadelante. Cuando le pasa por el lado una cbica bienformada da un toquecito de cocote, la mira dearriba a abajo, y le suelta la frase salerosa: "oye,tiemta, équé es lo tuyo? iponte clara! .

De seguro que ustedes ya lo han reconocido.Efectivamente. Es el tiguere tranca.

Este simpático personaje el figura habitual enlos barrios de la parte alta de la capital dominicana.Vive del cuento, y no tiene reparo en afirmar quemientras sus amigos trabajen él no dara un golpe.

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Levanta los cigarrillos picoteando a todo el quele pasa por el lado con cara de conocido.

Entra a los bares, colmados, restaurantes yfondas con mirada escudriñadora, y cuandodistinp¡e a algún "enllave". se le sienta al ladoobligandolo a compartir con él la comida o el pote.

Afirma con aire jactancioso que está "enllado"con una señora que tiene "unos cuartos rendidos"y que le corta las uñas de los pies y le empolva laespalda después del baño.

Si oisita un prostíbulo le dice al amigoacompañante que él nunca ha pagado un "cbele aninguna de las mujeres que alli "hacen sala".

Se desabotona la camisa, y afirma que es lamejor manera de lograr que las mujeres "de lavida" hagan cerebro con un hombre de pelo enpecho.

Su hablar está salpicado de refranes y palabrasobscenas. Alardea de valiente, ~ero se mete pordebajo cada vez que le sale al frente alguno que"los tiene bien puestos".

Apela a todos los recursos y trucos p'araengañar al prójimo, y en las reuniones "romlles"bebe y fuma más que todos los que han hecho suafJf1'fe en metálico.

Conoce la vida de la mayoría de los habitantesde 1" capitaJ, y no 1, tiembla el pulso tara destruirla reputación de una dama o un hombre respetable.

Este conocer está fundamentado en las horasque pasa dándose "baños de malanocbe ". De estaforma sabe las chicas que regresan tarde a casa enautomóviles imparqueables con algún apuesto galáno una destacada invertida.

Según sus relatos, ha visto desnudas a la mitadmas un« de -las mujeres bellas de la ciudad, einvente las formas acrobáticas en que ha podidodarse ese [esun visual.

Existe otro personaje antípoda del "tiguer«tranca". Es ingenuo y fácil victima de los másvivos. Su andar es desgarbado; usa los pantalonesmuy alto, hasta el extremo de que alguien afirmó

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que "quien intenta darle una nalgada a unpariguayo lo que consigue es darle un coco tazo ".

Es el mejor recipiente para un allante, puestodo lo cree a pie juntillas. No sabe decir que no, yun ventrílocuo podría sacarle unos cuartos largosvendiéndole un pollo que habla Ingiés.

Cuando se enamora tarda dos meses por lomenos en atreverse a dirigir la palabra a la chicaobjeto de su amor. Claro que en el interin llegaalgún tranca que se levanta a la muchacha, enmedio del dolor y el desconcierto del pariguayo.

y cuando conquista una mujer cae en el errorde presentársela a sus amigos más civilizados,incluyendo uno que otro "serie palito".

Entonces surge la "serrucbada de palo", ynuestro amigo comienza a darse cuenta de que "nose puede creer ni en hermanos de padre y madre enmateria de faldas".

Cuando el "lego" asiste a un burdel lasmeretrices tratarán de sacarle un oro" rápidamente.

y abundarán la! miraditas insistentes sobre elparigupj'o, quien tendrá la convicción de que "estágustando hasta de espaldas':

Llamará a una de las "maripositasnoctámbulas" y la sentará en su mesa. Pero fa chicale hablará de que tiene un compromiso con unhacendado que acostumbra pagarle de 30 a 50pesos for noche.

E pari~ayo protesta, y entonces la chica "devida alegre' se dzrige al teléfono para meterle unallante al hacendado y pasarlas horas de la noche yla madrugada "con el hombre que le gusta".

Claro que ya el lego se habrá "canteado" condos pesos para mandar a uno de los mozos abuscarle un pollo a la barbecue a la meretriz, puesesta "no había cenado".

A la hora de pagar la cuenta, el pariguayo veráconsiderablemente abultada la suma, pues latrotacalles se habrá combinado con el mozo paraque le ponga de más.

y tendrá que pagar el doble de lo estipulado

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por la "salida" a la dueña del establecimiento.El pariguayo por lo general prOf1Íene de las

zonas rurales. Por eso los trancas acostumbranllamarle "campesino embullado".

Nuestro amigo se encariña {ácilmentb con lagente, y saluda a todo el mundo con afecto encalles y avenidas.

Su debilidad son las domésticas, y aquí losemos abrazado con Pascuala en el malecón cercade las once de la nocbe, mientras sus za1Ja.tos reciénestrenados dibujan sus contornos sobre el banco degranito.

La ciudad con sus luces, sus barrios y clubeselegantes, y sus callejones huérfanos de bombillasdonde florece el amor salpicado de sustos de los sinfortuna, alberga a dos simpáticos personajesantipodas que no tienen aparentemente nada encomún, pero que no podrían existir el uno sin elotro.

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los amores consentidos,{ los escondidq~~

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-. \~En este país paradojal, una de las más notables

paradojas puede traducirse en esta frase: "en losamores "consentidos" no se consiente nada, y enlos "escondidos" todo se puede hacer.

Analicemos. Torcuato Gutiérrez es un jovenserio. Cursa el tercer año de Derecho, y paracostear sus estudios labora en horas de la mañanaen una dependencia gubernamental. No "aploma"

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tragos. Fuma moderadamente y solo "amanece"cuando está "fajado" estudiando de campana acampana en vísperas de examen.•

S e enamoró como un -adolescentepetromacorisano de Brunequilda Rosario,estudiante de secundaria con una madre "muyembromona", que vive repitiendo continuamenteque "amores y estudios no p'ueden ir juntos".

No obstante, Brunequilda se las ha ingeniadopara tener más de un "embullito ", y por sucoqueteria sin par es conocida en el liceo con elmote de "nalga alegre':

Pero como "el último tonto es el de casa",doña Simplicio vive repitiendo en todo lugar que"su hija puede dar tres vueltas en redondo sin quenadie le pise la cola".

Pero la gente le saca la lengua por la espalda, yafirma con malicia popular que "Brunequildacambia de novio como de prendas íntimas, y esmuy aseada".

o Pues bien. Torcuato tiene fama entre suseompa¡leros de labores y de estudios de"parigúayo ", ~stos han /legado -a afirmar que, enmateria de mujeres, Torcuato "no se levanta ni porla mañana "..

El joven serio y formal ha despertado"cerebros" en más de una representante del mal//111111,do sexo débil, pues según dicen "está entero".

Pero Torcuato babia resistido con tenacidad de[raile'los .'ataques" de las féminas.

Pero cuando conoCIó a Brunequilda en elbailecito de Piluco el pulpero sintió que el quintoespacio intercostal izquierdo latía como "un potrodesbocado que no sabe donde va". Y al bailar conel/a, los apretones y contoneos 'de la chica lopusieron "al borde de la yola".

Brunequilda, graduada Cun Laude en launiversidad del amor, hizo un' trabajo "de relojerofino" y se "levanto" a Torcuato en menos tiempodel que etnple, un mozo de restaurante en

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"poner/e de más" a la cuenta de un parroquiano aquien acompaña una tnucbacba.

COJllO es natural, Bruncquilda queria "darsevida" C011 S1f último "levante" pero Torcttato elP,¡rÍfr;;,7YO consideró que dcb ian . "[ortnalizar lasrel'¡~'i011es ",

Habló con dalia Sinrplícia, la cual accedió tl

regañadientes ,1 consentir/e los amores a la bija,luego de averiguar con sus amistades que"Torcttato era 1In muchacho serio y de porvenir".

Pero dccia en son de broma que los amores deBrunequilda no eran consentidos: sino "tolerados".

y se constituyó' en uigilaute estricta de losamores del fruto de sus entra/las.

Torcuato solo podia visitar a la amada losviernes, sábados y domingos, de siete a die: de /.¡noche, para no obstaculizar los estudios de ambos.

Cuando el joven llegaba a la casa se encontrabacon doña Simplicia en la sala, con una cara de [uc:de Primera Instancia minutos antes de dictarsentencia condenatoria, .

La vieja no daba "cbance" en Ilingú11

momento, Torcuato solo pudo darle un besoasustado y ráp'ido a su novia una nocbe en queSimplicia su[nó un atae¡,ue de tos y salió a la glllaí"de la casa a 'coger aire "

Las peripecias y sufrimientos de Torcuato IlOterminan ahi. Si invita a su novia al cine, tienenque ir acampa/lados de la suegra. por /0 cual se veImposibilitado de dar "mano muerta" a la chica,Todo esto con el agravante de tener que pagartambién la entrada a Sirnpltcia.

No puede encontrarse con la muchacha enningún sitio público, porque inmediatamente lavieja se entera y empicu a decir que "a mi no mevan ustedes a coger de JIlojiganga. So cs justo qucyo los este cuidando por /a noche, y ustedes"matándose" en e/ dia por esas calles de Dios ",

Sin embargo, los que tienen amores"escondidos" pasean a plena /11: del dia, y sialguien "chivatea" a la muchacha con sus padres,

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siempre tiene la oportunidad de decir que era uncompañero de estudios o de labores, o simplementeun amigo.

Para ir al cine a "dar pelicula"; la chica sale dela casa con una amiga. Naturalmente,;ra el novio laestá esperando en el teatro con un 'enllaoe" queestá "enredado" con la amiga.

A la hora de salida, los muchachos abandonanel cine primero para evitar problemas.

La muchacha que tiene sus amoritos "baiocuerda" pelea en la casa porque "no puede estudiar.por la bulla que hay siempre ',y se va n "repasar laslecciones" en casa de una amiga.

Pero naturalmente que esto no es más que un"agüaje", y aqui la vemos en las ruinas de SanNIColás o en algún banco semioculto del parqueHostos, "gomeando con banda" con el novio.

Si la invitan a un bailecito familiar, se loparticipa "por trasmanos" a su interfecto. Y pasa lanoche sin susto bailando con la cara tan pegada dela del novio, que el sonido que producen alsepararse se asemeja mucho al de un bofetón.

Mientras hala mundo habrá amores"consentidos" y 'escondidos". Pero solo en unpaís paradojal como el nuestro en los"consentidos" no se podrá hacer nada, y en los"escondidos" todo se podrá hacer.

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aquí hay prejuicios,

cojollo

Vivimos repitiendo continuamente, con lasecreta esperanza de llegar a creerlo al~n día, queeste es un país donde no existen prejuicios socialesni raciales.

Pero la cotidianidad del vivir nos dacontinuamente en .el "tu tú " para que veamos loque nos empeñamos en negar.

y es que también en esta media isla dehombres que tratan de paliar los estragos de una"amanecida" apelando a un cocido de pata de vacao un mondongo en alguna fonda de la calleBarabona, se dan la mano la discriminación y elprejuicio.

Aqui todo el mundo habla de $ente "decente"y "chamuchina ", de personas •Importantes""tigueres de Villa" de "la sociedad" y el"tigueraje".

Claro que "decentes, importantes y desociedad" son aquellos que tienen una posicióneconómica holgada, que bailan en los clubes "deprimera", y transitan¡;or calles y avenidas en

d 1 "oor vard "carros e os que se ven en por yar as .Los otros son obreros, desempleados, o gente

Ul1 poquito "quemada" por la perpendicularidad

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del í'tramposo l sugust 6n ti sol tropical.La gente 'decente" oioe en repartos alejados

de fos barrios de gente "plebe ", porque "cada cualdebe buscar su nivel ", Además la miseria es"con tagiosa", y "el que se junta con jodías lo más'lue p'u~de coger es un "grajo " de los que necesitanlitargirio.

De manera que el que no tiene ni en qué caerse

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muerto, sea por'Jue no consigue empleo o porquetiene una familia numerosa a la cual buscar "elmoro nuestro de cada día" siempre será calificadode "tiguere" y mirado por encima delbombro condesdén por aquel/os que están "en la pomada".

Un ejemplo que pone de manifiesto laveracidad de esta afirmación es la actitud de lapersona que abre una puerta en el barrio eleganteluego que tocan a el/a.

Lo primero que hará será lanzar una rápida yescrutadora mirada a la vestimenta del que tocó. Siluce ropas humildes, desteñidas por la acción delsol, el sudor JI el jabón de cuaba, le preguntará entono a~o :y desconfiado:

-lQue desea?.Si por el contrario va vestido con traje

elegante, despidiendo efluvios de "Vetiver" ydando vueltas en los dedos a las llaoes de unqutomóvil parqueado junto a la acera, entonces eltono de voz será suavemente hospitalario y abierto:

-Buenos dias, cabal/ero, pase adelante. ¿Enqué podemos servirle?

Pero donde la discriminación tiene coloracióntragicómica es en la actitud de los padres de chicascasaderas, frente a los pretendientes.

Si el aspirante a convertirse en ese bue)' socialque es un f.adre de familia es de color I moradolila" y humilde empleado de tienda de calzados dela avenida Duarte, entonces se armará la.del "no temenees".

Los padres de la muchacha comenzarán abuscarle defectos, y si el curriculum del Romeo esi,,!,pecable, sin historias de burdel con ribetes de"fulleria" y "cubos", entonces apelarán arazonamientos como este:

-Mi b]«, yo sé que tienes derecho aenamorarte de quien quieras, pero debes saber queel amor no es todo en la vida. Existen prejuicios detipo social, económico y hasta racial. Estemuchacho es muy bueno, pero sinceramente yo nole veo porvenir. En cualquier momento lo puedenbotar del empleo, y no tiene una profesión ni

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"relaciones", Imagínate lo que seria tu f1Ída aliadode un bombre así.· Despues de todo, nunca haspasado "crujía", y jamás te ha faltado aunque seaun trapo para ponerte.

Terminado el sermón del padre, interr1iene lamadre con fingida bondad:

-Mi btjita querida, los ~res quieren lo mejorpara sus muclJacbos. Tú dices que lo quieres'mucbo, y yo te creo. Pero ponte a pensar que elamor, lo que se dice el amor, dura pocos mesescuando bay "fuácata ". Te mantendrás aburridadentro de la casa, con una recua de macacosllenosde "~pú", y tú sestida de "pan de fruta",ecbando más maldiciones que un carpintero almajarse un dedo con el martillo.

y él se beberá de ron todos los cuartos, yllegará tarde en la nocbe con un "tufo" de esos queno tienen madre. Y cuando le señales que no haydinero para la "cbaúcba" te dará golpes hasta debarriga, porque "el mal comido no piensa, ycuando uno está jodlo quiere darle mordidas bastaa lasearedes de concreto armado. Así que "ponteclara y acaba los emorito« con el muerto debambre ese.

Si por fin acceden a consentirle los amores a labija, entonces ama'!ara" la existencia del infeliznooio, baciéndole ' caer el cerquillo" con ultrajesdisimulados o no disimulados.

Por ejemplo, si llegaal~n amigo "importante"de la familia le Jn:Csentarán al JOfH!n como un"compañero de oficina de Pituquita":

Si ban puesto las diez de la nocbe como "noratope" fJtl.ra las "';sitas del galán, entoncescomenzarán a "[oder la pista" desde las nuerN! y'treinta minutos, llamando a la Dulcinea.

-Pituquita, ya es hora de que entres. Noabuses, que tú sabes que yo s0'1_ muy buena, perocuando se me monta un cambieo endo basta aMaria Santísima. Asi que vete des . renda.

Si el novio se bace el "cbif1o oca", entonces lamadre llega basta el extremo de salircon ralos en la

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cabeza y bata de dormir a la sala, bostezando de talforma que se le podría notar por la boca abiertaque tiene sucio el dedo pulgar del pie izquierdo.

Pero si el nooio es hombre que "carga plata ",la actitud de los "viejos" será muy distinta.Temerosos de que el joven se desencante de lamuchacha tratarán por todos los medios de"echarle el ¡;uante", apelando en ocasiones arecursos béroicos.

Así, pretextan que tienen un sueño cedepelícula" Y se van a dar el abrazo con M0'ieo,~rocon la secreta esperanza de que la chica' le [ie" alno"';o, ~ra entonces Ilevano a la justicia parareparar 'el bonor de la familia".

También se barán de la vista gorda cuandosorprendan al ga!án haciendo incursiones manualesen zonas estratégicas de la anatomía de la niña,pues saben que ''las costumbres de ahora no son lasde antes".

La gente de clase media en el país hacemalahares para mantener sus bijos en colegios carosy "que se rocen con lo mejor".

Por eso no es raro el caso de un padrediciendo, como al azar, a un amigo que le visita ensu bogar:

-Ramoncito tiene que estudiar esta tarde conel bijo del Jn:esidente del Club Rotano, y esta es labora en que ;'0 ha venido a su casa.

Pero estos lujos lo hacen a costa del mangÍldiario, ignorando juella célebre frase de Piriningoel cojo: "Si uste l"uega San con el estómago,cobran réditos los pu manes".

El código moral de la sociedad dominicana estáfundamentado en el dinero. No importa que donProcopio baya hecho fortuna macuteando,robando, estafando, asesinando.

Sera bien recibido en todas partes,), en lugardel agrio y desconfiado ¿qué desea? , OIrá siempreun suavemente hospitalario y abierto:

, r-Buenos días, cabal/ero, pase adelante. ¿Enque podemos servirle?

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los prestamistas del"módico veinte"

Puede ser que el aspecto de la casa en quereside nos dé la Impresión de "p'rángana".

Al llegar se stente el "ba¡ito a descuido" queimpertr en los lugares donde p'rodiga sus caricias lamiseria, y nos duelen los nudillos de tocar la puerta"vuelta una etcéstera" por el paso del tiempo.

Tres de los ocho hijos, con los ombligos cualteteras, corretean en la sala, mientras el máspequeño bebe la leche en una botella de ron conuna mamila.

Pero no se engañen. En esta casa donde susmoradores salen a la calle cada vez que llueve paramojarse menos, y donde no aparecen ratonesporque "dejaron el claro" al no encontrar quécomer, vive nada más ni nada menos que doñaHermenegilda, la dulce y comprensiva mujer quepresta "al módico veinte por ciento mensual".

Doña Hermenegilda no es nada avara en libras,pues pesa 210. No cree en las institucionesbancarias, y por esa razón tiene el dinero guardadoen el armano, o en cualquier rincón difícil delocalizar, >:a que los hijos tienen las manos ágilespara el "VII metal".

Comenzó el negocio cuando murió Procopio,

H

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su mando, dejándole como herencia la destartaladacasa en que reside, con grandes rendijas y goteras, y200 pesos que tenia "dpuñaleados" en su armario.

Pensó en instalar un ventorrillo, pero su primaCutimba le dijo que ese negocio "no dejaba ".

y fue entonces cuando llegó la luz a sucerebro, materializada en Rafucbe el barbero,quien tenía un bijo enfermo de colerin ynecesitaba 20 pesos para los medicamentos que lerecetó un panente que cursaba el cuarto año deMedicina.

Rafucbe insistió en que se lo pagaría con 24pesos el día 25, fecha en que cobraba su hijoSimplicio, el que trabaja de peón en ObrasPúblicas.

Doña Hermenegilda p,rotestó. Claro que eraimposible que le cobrara 'réditos" a Rafucbe, "suamigo de 20 años". Pero cuando.llegó el día 25 y elbarbero se presentó con los 24 pesos, ella se vió"obligada" a cogerlos.

Al ver la .facilidad conque los 20 pesos seconvirtieron en 24 sin sudor de faena, la gorda ybondadosa señora comprendió que era una formahonesta de ganarse la vida, porque "se puede hacerde todo menos coger lo ajeno ".

Con alzas y bajas, doña Hermenegilda fueaumentando sus ingresos. Es cierto que pasaba susrabietas, como en el caso de Gollito, a quien prestó50 pesos confiando en su seriedad)' por ser hijo dePolin el dentista, hombre de qu,en nadie podíadecir nada malo.

La dulce prestamista, a quien le gusta evitarpleitos, llamaba por teléfono a Gollito al trabajo, asu casa, sin ningún resultado. Pues parecía que eljoven no daba importancia a la deuda que teníacontraida con una mujer "sola en la vida".

Por fin doña Hennenegilda se vio obligada ahablar con don PoUn, el cual regaiio al bi]o, "lopuso en su puesto" y lo bizo pagar el dinero.

La illcl1/ijic"ble, poco honeste e inhumanaactitud del bija de un hombre tan serio como Polín

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el dentista, convenció a la buena mujer de que "nose .pu~de cre~~,en nad~e". A partir de entonceseXtge garantta a sus citen tes.

Esta garantía consiste en cualquier objeto demayor valor que el monto del préstamo, con el cualse 'queda la prestamista en caso de que el cliente noresulte tan serio como se esperaba.

La mayoría de los prestamistas lo hacen almódico veinte por ciento mensual, aunque existenalgunos que tienen los "timbales" de hacerlo al 40.

Si el cliente no paga esa suma al cumplirse elplazo de un mes, entonces debe abonar los réditos.Así se' da el CflSO de personas que han pagado enréditos más de la suma que cogieron prestada.

Aunque los prestamistas no quieran admitirlo,es cierto que casi todos tienen un fuerte complejode culpa, por lo cual viven justificándosecontinuamente y "allantando" a los clientes yamigos sobre las razones que los "obligan" a

prestar. da . ". "Las mujeres casa s que tienen este negocro

generalmente expresan que el marido no les da'dinero extra fuera de "las tres calientes", por loque tienen que buscarlo en la calle, "sin caer en lomal hecho".

Por eso dicen a sus clientes que no lesentreguen ni les pidan dinero delante del esposo,porque este es un hombre tan "embroman" que sise entera es capaz de abandonarla.

Las opiniones sobre los prestamistas varían.Mientras la gran mayoría de las personas,incluJlendo sus mei,ores clientes, consideran queson 'unos ladrones " otros creen que el lío del quepueda sacar a cualquiera este personaje no se pagacon todo el oro del mundo.

y señalan que si 30 "globos" prestadosoportunamente traen al hogar el médico y lamedicina que salva la vida a un pariente, este hechonoble no está debidamente pagado con los 6 pesosde rédito que se da al prestamista.

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y son muchos los dolores de cabeza que evitaeste personaje de los países desarrollados ysubdesarrollados a los que se han "pasado" en lacuenta de un restaurante, o a aquellos que iban aperder el radio o la consola por estar atrasados conmás de 6 pagarés.

Mientras continuen las injusticias sociales y losprivilegios, materializados en grandes riquezas paraunos pocos y mediana o gran pobreza ptlra lamayoría, seguirá existiendo ese simpático y "vivo".personaje que es el prestamista.

y seguirá acumulando dinero en un armario oen un banco nacional o extranjero. Aunque alentrar en la casa donde reside en busca de unpréstamo de 30 pesos para paJ!.árselo con 36 "el díade. pago", nos llegue el "bajito a descuido" queim'per~ en los lugares donde prodiga sus caricias lamtsena.

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el "allantoso"

Todos están atentos al relato. El joven describela forma en que puso fuera de combate a doshombres que se pusieron de "frescos" con ladestacada. bailarina con la que sostiene un ardientey oculto romance.

Todo ocurrió cuando el joven salía de un clubnocturno con la bailarina.. Dos hombres que seencontraban en la puerta del establecimientolanzaron piropos subidos de tono a la muchacha.

El joven les l/amó la atención cortesmente, locJ4al lúe confundido con cobardía por los doshombres, quienes acto seguido dieron "manomuerta" a la vedette.

Entonces el joven se lanzó sobre lospropasados, dió un fuerte puñetazo en la barbillaalmás corpulento que lo hizo caer de bruces, einmediatamente echó una zancadillaal otro.

Cuando este último se incorporó, el jovenreparó en que tenía en la mano una sevillana. Peroesto no lo atemorizó. Como había a,Prendido alftode Karate en su último viaje al Japon, le fue fácildominar al alevoso contrincante con una certerapatada en el estómago que lo puso fuera de

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combate y al borde de la asfixia entre frenéticosretortijones.

Vencer en combate cuerpo a cuerpo a más deun adversario es una de las historias quefrecuentemente inventa ese personaje de nuestromedio que es el "allantoso".

Todos conocemos a este simpático mitómanopor habérnoslo encontrado en algún bar orestaurante, en los grupos de la calle El Conde osimplemente porque es nuestro amigo de infancia,o compañero de estudios o de labores.

Todas las mujeres del mundo aman afallantoso, aunque en los últimos días le va muy malen las lides amorosas: solamente tiene relacionescon seis mujeres.

Si alguien le vió en el cine con una muchacharesulta que tuvo que "atenderla" debido a lasmúltiples llamadas telefónicas que le hacíadiariamente, tanto a su casa como a la empresadonde labora.

Lo lamentable del caso es que por ir al cinecon la muchacha perdió a una rica mujer de la altasociedad que desde hacía tiempo estaba pordibujarle los ornamentos frontales al marido con él.

Pues resulta que la dama de alcurnia seencontraba en el cine y lo vió con la chica. Se pusotan rabiosa que abandonó la sala inmediatamente.Desde entonces se ha negado hasta a hablar con élpor teléfono.

Esta circunstancia ha impedido que ande condinero en grandes cantidades pues la dama rica selo prodigaba a manos llenas.

El allantoso tiene un "allante" para cadacircunstancia. Cuando se sienta sin ser invitado a lamesa de dos amiq,os en un restaurante, a la hora depagar la cuenta 'se tira a muerto" señalando quesolo tiene un billete de cien pesos o un cheque sincambiar.

A unque los amigos del allantoso reparan enque tiene pocas prendas de vestir, resulta que loque ocurre es que tiene más de treinta camisas y

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veintidós pantalones, pero no se los pone porque"él 110 vive con el mundo".

El allantoso tiene un duro empleo malremunerado en una pequeña compañía, pero eso sedebe a que a él no le gusta ocufX!r a los amigos quetiene en los altos círculos sociales y en las esferasgubernamentales. Además, es enemigo de "darcoba".

Sin embargo, nuestro personaje trata por todoslos medios de que los demás reparen en sus"eullaoaduras" con gente "importante".

As¡' cuando está en un bar, restaurante ozualquier sitio público, habla en voz alta sobre ladiscusión que sostuvo con su amigo el Secretario deObras Públicas, a quien calltó "unas cuantasverdades". El funcionario no se disgustó eorque lafamilia del allantoso lo había "mantenido ' durantemeses cuando estaba "desbaratado".

La familia de nuestro amigo ahora está en U11amala situación económica, pero sus miembros sonincapaces de pedirle dinero o empleos en elgobierno al funcionario porque "son muyorgullosos". Prefieren morirse de hambre antes quepedir. .

Al allantoso le gusta hacer alarde de cultura.Por eso se va a las bibliotecas circulantes, t01111l unlibro prestado .')1 anda con la obra debajo del brazopor calles ')' avenidas. Este libro, del cual solo leedos o tres 'páginas aparte de 1" SOIIlf.I' J' el prólogo,podria titularse por ejemplo: • Las corrientesirracionalistas en 111 filosofio contemporánea" oquizás "Frecuencia de los trastornos de 1"personalidad en los intelectuales".

Como el allantoso 1/0 se ba "quemado laspestLlIias" en largas boras de lectura, se limiu acitar títulos de obras con aire pedantesco, que setraduce en 1111 rápido abrir de boc. .,1 [inal de cada[rase.

Nuestro 1"lís ('St17 Í11111l'rSO en III vor.íl{il1e delodio )' [L'S il1justick'S sociales. l' 1'11 ese' marco,sacndido por el ruido bomlcid. de 1,1 1",/" que lleva

·w

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dolor y luto al hogar ayer quizás alegre, el allantosovive el mundo mágico de su mentira. Muy lejostaloez del duro golpe con que la vida nos recuerda acada instante que somos débiles seres de dolor, enuna tierra de dolorosa cotidianidad. Estacircunstancia podría motivar la perennnidad de unpersonaje que se escapa con frecuencia a un mundodonde las cosas son como debieran ser: como unolas quiere.

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....,,-. ~..

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el arte de jugarbilletes y quinielas

En un país subdesarrollado los tablazos de lavida caen continuamente sobre la débil anatomíadel pobre, produciéndole heridas contusas en elalma curables después de muerto.

En la agoma que implica buscar "el moronuestro de cada dia" en esta media isla donde eldinero que cae de los bolsillos de los pocos quetienen no llepa a tocar el suelo porque algún"desbaratado' lo coge en el aire, la ilusion de vivirmejor mañana está simbolizada en el arte de jugarbilletes y quinielas.

Parece que fuera de pasar hambre, el pobre notiene aqui otro entretenimiento que dedicar losdias que preceden al sorteo dominical de la loteríaa hablarde asuntos relacionados con este juego.

La guía por excelencia de los hombres ymujeres que pagan religiosamente su "impuesto a lailusión" al jugar billetes y quinielas son los sueños.

De ah,' el "cantaleteo" constante de las"comadres de barrio" hablando del sueño"revelador" que tuvieron recientemente.

y se ha estructurado una especie de tabla delogaritmos mediante la cual las figuras queaparecen en los sueños tienen su número

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respectivo. Cuando se sueña con personas seestablecen reglas para descifrarel número que debejugarse.

Si una mujer sueña que está contemplando unvestido en un escaparate deberá jugar el 47, porquees el número que corresponde a esta prenda quecada día se acorta más, y más, y más.... felizmente.

Si durante el sueño aparece un agente delorden público que la detiene porque piensa que vaa robarse el vestido, el sueño se complica porque"policía dá 7".

Cuando aparece más de un elemento en elsueño, el jugador de billetes y quinielas apela a las"combinaciones ".

Pongamos un ejemplo que lleve a nuestras"mamerrias" una idea clara de este dificilísimo artede descifrarlos sueños.

Resulta que así como policía dá 7, niño dá 3.De lo que se infiere que si soñamos que un agentedel orden público conduce preso a un niflo porrobarse un plátano de un ventorrillo de la calleCaracas, el número qúe debemos jU,Kar es el 73,producto de la unión del 7 del pollera con el 3 delmuchachito.

Pero debemos tener sumo cuidado frente a lasveleidades del g/obazo cinico, char/atán, burlón,temperamental y supstón de la loteria, que vivecontinuamente "cantándonos bingo" en su lento y"remeneante" girar.

¿Por qué decimos esto? pues sencillamenteporque en el sueflo también aparece un plátano, yde todos es sabido que "plátano dá 9"

Y a s i se pueden hacer múltiplescombinaciones, ya sea juntando el 7 de policia conel 9 del plátano, 'l,ue daria 79 o 97. O nsde niñocon el 7 de policla, o el 7 del agente con el 3 delinfante.... de lo cual se desprende que para no caeren "gancho" tendríamos que jugar la mayoría deestas "reburujiñas": 79,91, 39,93,37, 73, etc.

En el lenguaje sueño-quíniela apa es el 8; unvehículo de cualquier clase, incluyendo los

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velocípedos, patinetas, bidrletas y cllrretilll/( es el4.

Mujer dá 6, un catÜÍ'Pn es 13, arroz dá 23 Ycualquier tip-o de carne es el 25. .

Si un fanático de los billetes y las 9l!inielassueña con su viejo amigo Replecio Berto1, debe.jugar el final del número de su cédula pendnal deiáentidad.. Pero si no le gusta el número p-uedeentonces Jugar el qU4corresponde a la casa dondeeside. Los números de la casa y la cédula deben

jUgarse al revésy al derecho para no tener sorpresasdolorosas.

Más de un esforzado padre de familia ba tenid«t[U,e pasarse el domingo con el estómago "enpiiamas" por no baber Jugado un número que "le'dieron clarito" al revésy al derecho.

Pero no solamente juegan billetes y quinielaslas jJenonas a[ecladas de "pranganitis Q~da","fuacata frónica" o aquellas que están "en la lona""en el lacre" o "comiéndose un cable"

También los ricosy lastersonas de clase media~stan de "tirar su cbinita al albur de un sorteo,'por si acaso"

Pero lo que ocurre es que estas persc~_.. tienenun poco de pudor [rente a los que juegan "pornecesidad':

Por eso es común ver a un hombre de aspectorespetable, con saco y corbata y gruesos anteojos,observar como quien no quiere las cosas losestantes repletos de números tentadores.

Nuestro amigo adopta un aire-de displicencia,saluda a su comadre Gollita, y trata de verifica,.cuál de los números que le hacen guiños desde elburro tiene "olorcito a premio",

Cuando ya tiene suficientemente ponderada sudecisión, el caballero "ensacado" mira a todoslados "con disimulo", saca un /W.so de la cartera ydice sin mirar el rostro del quinielero: "dame trespedacitos de la pareja de B.•..

Las "comadres de barrio" hablan todos los

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días de "números", razón por la cual al finalizar lasemana los han mencionado todos.

Por eso, sea cual sea el número que sal~a delglobo parejero y sinvergüenzón; exclamará: •me lodieron clanto, clarito. ¿No te acuerdas, Rufina,que te dije que soñé que al hijo de Piluco lo babiamordido un caballo? bueno, la casa de Piluco es 96y se metió al revés.

y domingo tras domingo el globo de la loteríadestruirá múltiples ilusiones y hará nacer unas

pocas. 1 d . o • •• d b011Pero e ommtcano segzlJra ¡ugan o tetes yquinielas con la ilusión de "salir de prángana" yvivir un poco mejor,)' no estar a las dos de la tardesentado en una si/la' reposando el hambre".

y también "por sr acaso", el viejo de holgadaposición económica llegará junto al burro delquinielero, mirará a todos lados y, con disimulo,como quien no quiere las cosas, preguntaráansioso: .

-¿Tienes la p.reja de 7.... y e124?

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el afán social

Don Ramón tiene ante sí un grave dilema, puesno sabe. a cual de dos clubes sociales le convieneingresar: si al "Amigos de la cultura" o "Artistas depies a cabeza".

Esto se debe a que "la gente. tiene que darseimportancia" y "andar con personas que le den yTlO que le quiten".

También porque "el que se¡unta con blancosaunque sea el perfume se le pega ' y "hay que teneramigos en la alta sociedad, porque las relacionesvnlen más que el dinero".

Las tribulaciones de don Ramón vienen desdela tarde en que se viro en la calle para piropear a unacuroilinea doméstica, y su amigo Pocbolo le gritó:"Este hombre no tiene ni agua en el buche, ypretende que las mujeres le hagan caso".

Nuestro amigo se puso "colorado como unguineo", dió un toque de cocote para el lado de lapared, y siguió su camino sintiéndose más infelizque un cobrador de empresa que vende a crédito..

A partir de ese momento, don Ramon sepropuso "ser alguien en la vida".

Siempre había sido orgulloso, pero empezo a

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"darle coba" al jefe de la empresa donde laboraparavers. progresaba.

Huta se biza de la Pista gorda cuando lo invitó(1 cenar una nocbe a su casa, y empezó a bailarapretado con su mujer despues de haberse lanzadounos "fogonazos" de Wbiskie.

E{ jueguito no le ba dado resultado, pues elJ'/' 1, bI pndidD ,1 poqu;,(" 111 ''''''0 'Iu, 1,""(,, Y ,})o", lo """. d, "1 ,,, fHtJrulo ,CDmpm, cip";¡IQ, y. e,!i,

1'1'0 do" R,m6" "0 '¡',d, ItJ' "p'm1fw d,qu, 1/,1'1' IR d"ipacio" ,,, U" CiriO mtl,(",po"",,,,,, " ,1aum,,,'o d, ,",Ido,Mi,,,,",, IR,,'o, "uf PO' "cod,an," can la1''''' "imponan',", 1 ' "0 " fhb, '" ald" po,'"1''''' , U" club ,ocw.

Su "",igo rra"tI'!iIi"o Tor"alba " ",ie",bro d,1# di"etiw d,1 "A",igo, d, la Cf4ltu"' ",Y 1,djó una.oIieitud P!!"' t1N

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Pno ~I e,,, fU' 1, corwi,,,, ",J, ,1 "Artista. depi" , etlbna tt

, 10'fU' di figura coma .ocio,.,1'N"t, ,1 docto, G,,,,rodo Platl"II, ",lImb,o deuna d, la. N' acaudalada. familia. del paj, )'quie" "tu;i6 el bacbillerato ,n un eolegfoPlrt,,,,ci,,,,,, una #a d, rru"tro b~'oe,

No .,b""ol cuál,mI ,1 "sultado firral de loselfutnos del pob,., Ramó", ~ro su actitud vienede 101.bata~0. ",0",1" ip' 1, han lido fJ1:opinadosdesde aquella t,rd' en qu', teniendo seis años deedad, daifa Justa B,ta"e,. y Goieoeebea le voceó""'I!o (I;ara,o ",

y 1(1 actitud d, la neja "0 le ju.tiJjcaba, ya que,1 ",,;CO d,li,o d, ~",o"c¡'o fue jugar alfftrNcam,lo"con GMeit" 'u f),cl"a.

En est, P!'r'1 la ,-"t, t1Íw a{anándole porffll'~r". D, ab; qu, se ap,l, a numeroso» actosqu, bordean la. {,ont"", ¡¡,I Código Penal con tal¡¡, "un" bate". E,t, IS ,1 oripn del "macuteo"l os "por la iaqu/erda" matrimonios deconveniencia y la discri",;nación,

Aunque ,e ar"""a que aquí no existen

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prejuicios raciales, esto está muy lejos de la verdad.Porque no pasa un día en que no se oigan lasclásicas 'expresiones: "no puede negar ,/ue esprieto", en mi casa negro yo y el caldero" ,yo soynegra, e,ero no me caso con prieto ni que estéloca". 'Hay que adelantar la raza y no atrasarla".

Hay familias que comen mal y poco con tal deahorrar dinero· para alternar en los clubes, tener unauto de lineas aerodinámicas comprado a plazos, ypoder hacer regalos caros a los magnates conocidosen las fiestas sociales.

Pero puede decirse a manera de justificaciónque las presiones del medio influyen decisivamenteen estas actitudes.

Por ejemplo, doña Clotilde gana 300 pesosmensuales en una oficina del gobierno. Vive en lacasa que le dejó su padre al morir. Tiene dos bijas.Es viuda.

Las entradas dt' la pobre señora apenasalcanzan para las tres comidas, pero ella se lasingenia para tener a las bijas en colegiosexclusioistas y en clubes aristocratizantes.

Afirma con aire jactancioso que sus "niñas"nunca se han puesto vestidos de "cuquicá", y queno se junta;l con todo el mundo.

Pero lo que no cuenta es que cada fin de messe rompe la cabeza haciendo numeritos y dejando"enganchado" a más de un acreedor. El ronroneode motocicletas de cobradores por lasmmediaciones de la casa de doña Clotilde es algoque mantiene en jocosa observación a la barriada.

Para la presentación en sociedad de Clotildita~astá un dineral en el vestido, sin que lograraatrapar al hijo de M,,";cusa Oropcli, el cual se"fletó" desde el inicio de la fiesta con Af"rtlcbiRiovcrdc, la bij., del propietario de una cadena deSil pcrmcrcados.

Aún entre las personas de escasos rC(1I rsos seJan los C"SOS de discriminación ,,1 '1111' est.i "másdesbaratado".

Por eso St' iuuit: ,,1 vecino ,/111· "pisa" el moro

Sil

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con dos centavos de biela a ver la nevera nuevasacada a plazos, Claro que el artefacto podría serbautiz.ado como. "Agua luz", debido a que soloesto tiene en su mtenor.

Entre la clase media existe una marcadapropensión a celebrar en grande los cumpleaños delas quinceañeras. Por eso los padres se "enllan"durante meses con el sueldo prácticamentehipotecado para lIMe las fiestecitas de sus hijos "seden en forma",

y los matrimonios son efectuados por logeneral con abundancia de bebidas y decenas deInvitados, que al fin y al cabo solo van a hacerchistes escarlatas a costa de los novios, y a criticarel afán de los contrayentes por querer aparentarque "vivirán en la papa",

Por eso debemos guardar respetuoso silenciopara no turbar las reflexiones de don Ramón,porque puede ser que se decida por el "Amigos dela cultura", cuando realmente le conviene más el"Artistas de pies a cabeza",

SI

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velorios dominicanos:dolor, indiferenciay carcajada

El que sufre la pérdida de un ser querido,experimenta un dolor-lacerante. En los momer tosde mayor desesperación llega hasta el asombrofrente a la indiferencia del mundo, que continua suanárquico transcurrir.

El espectáculo ae la muerte, pese a surepetición constante, inevitable, no ha perdidohasta hoy su carácter sobrecogedor.

La rigida mudez inmóvil de un cadáver haceque vuelvan a nuestra mente los miedos de laInfanc!a! entreteiid~s en.• relatos de viejassupersticiosas, al ritmtco uatuen de las meced-oras.

Sin embargo, todos sabemos que en este paíslos lugares donde hay un velorio se convierten encentros de humor, salpicados de la/rase oportuna yel cuento escarlata.

El autor de este artículo fue testigo de un casosingular ocurrido en el velorio de una amiga.

La mayoria de los presentes llevaba impresasen el rostro las huellas de la mala noche pasadavelando el cadáver.

Con la natural fatiga que da la "amanecida" yentre los gritos de los parientes, los dsistentes

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permanecían en un estado de somnolientamodorra.

De repente, alguien gritó: ülué pasa con elcafé? 1. en seguida la dl?lient~ quietud del velorioaJqutno caracteres de mtcromitm.

Al son de ritmicas palmetadas los presentescomenzaron a gritar: "El café, el café, el café",mientras los deudos de la difunta, entre dolidos yestupefactos, ~n!cia~tln l,!~ gestiones para prepararysermrla aromática tnJuston.

Los velorios varían de acuerdo a la clase sociala que perteneciera el difunto.

. Los ricos no acostumbran gritar fuerte ante elcadáver de. sus parientes. Por lo general permanecensentados con gafas ahumadas y aires de esfinge.Cuando alguno se acerca a darles el pésame, selevantan con estudiada parsimonia para recibir elmedio abrazo de rigor.

-Le acompaño en sus sentimientos.-Gracias, don Angelo, esto ha sido un golpe

duro, muy duro.-Resignación, doctor, resignación.Los pobres son más efusivos en sus

manifestaciones de dolor. Entre gritos estridentesrelatan anécdotas)' deseos del desaparecido.

-Ay, Procopio de mi alma, ayer me dijiste quele cogiera cinco pesos prestados al veinte a DoñaMonona para darte un [umo, porque tenías el picocomo un tirapiedras, sin saber que era el último"prendi" que te ibas a dar en la vida. Ay, qué va aser de mí, Dios mío.

Los gritos cesan para reaparecer tan pronto seacerca algún amigo o pariente del occiso.

-Ay Rafucbe, él siempre me decía que estabaarrepentido de la insultá que te dió el otro día en lacasa de Pocholo. Tú sabes que era bueno, pero se lemontaban cambios. Cada vez que me entraba agolpes, se arrepentía después y me trataba concariño por dos o tres días. Ay, mi pobre Procopio.

El "ataque" por lo ¡{eneral es cortado dando a

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oler a la v,'ctima hojas de guanábana o algún viejozapato deportivo.

Pero lo interesante de los velorios es quedespiertan reacciones diversas. Algunos evadenasistir a el/os porque el espectáculo de la muerte lesproduce terror.

Otros están a la caza de el/os para "matar eltiempo" y aumentar su repertorio de chistesobscenos.

Los más acuden a el/os para cumplir con unfrío deber social, y permanecen un rato en la casamortuoria o en la funeraria, repitiendoautomáticamente a los dolientes:

- Te acompaño en tus sentimientos.Frente a la inmóvil elocuencia de un cadáver

continuarán los gritos, el frío pésame y el chisteequívoco, en U71 país que, como dijera el poeta:"no merece el nombre de país, sino de tumba,féretro, hueco o sepultura".

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el chisme:

pasatiempo nacional

Fulano es buena gente, pero .Estas palabras son por lo p'eneral el inicio de

eso que atl".í se conoce como 'dar tijeras", "cortarun traje': "bandear" o "chismear".

El chisme existe desde que fue creado eseglobo $frante que es el planeta Tierra, y apareciosobre el el hombre. Todo el mundo le ha dado a lalengua para "comentar" sobre las virtudes ydefectos de algún bípedo pensante.

Existe en nuestro país la creencia de que "elchisme es cosa de gente de barrio", Pero tambiénen la llamada "Afta sociedad" se acaba con elprójimo "a lo callaito", y si es necesario se le da defrente su "pela de len$Ua ".

Pero quienes mas se destacan en el arte deroer una reputación son las llamadas "comadresde barrio"

En los sectores humildes la mayor prueba deamistad que se puede dar a una persona es ofrecerleque le bautice un hijo. Y el compadrazgo detieneun romance o una pelea "de boca ", o "al puño ",cuando los apostadores hubiesen dado "peso acabo de túbano" a que sonaría la galleta.

La comadre puede llamarse [uanita Pleguñé,

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Altagracia Soplatubo, Cacbita la gorda o Ramonala arepera.

Pero vivirá atenta a todo lo que OCurre en elbarrio, aún a costa de que se le' quemen lashabichuelas, o que el bijo de seis meses se le caigade la cuna.

y as'-comentará con su amiga Domitila que lahija de Pancho el gambao llegó a su casa demadrugada en un carro de pescuezo largo, .'Y queestaba tan pegada del conductor que, en lugar dedos personasparecian una sola muy gorda.

-Pues como te iba diciendo, Domitila, yo soyenemiga del chisme, pero te diré que estaba'n"dando suela" dentro del carro, y no se sabíadonde comenzaba uno y donde terminaba el otro.Yo no sé como' Pancho consiente esasvagabunderJ'as, porque hasta hoy lo he consideradoun hombre serio. Tú sabes que desde la rendija quetiene la puerta de casarse domina la calle entera. Yome babia desvelado porque estoy hasta el cuellode de,udas, as,' q~e desde /l~e,,~entí el carro measome a la rendija y me tire ese desagradableespectáculo. Me quedé ahí hasta que ella entró a sucasa, solo para ver hasta donde iba a llegar en sucbiueria. El tipo le dió "mano muerta" por todaspartes, y ella tan mal sentada en el carro que se leveía hasta un tío que tiene en Nueva York. En mistiempos no se veían estas perrerías. Bueno,comadre, la dejo, que a mí estas cosas no me gustani comentarlas. Odio el chisme y a la gente que lopractica. Bueno, hija mía, nos vemos....

Y la comadre se va con su conciencia tranquila.Pero la reputación de la hija de Pancho el gambaoquedará bastante maltrecha, ya que en un par dedías hablarán de su "amanecida" hasta lossordomudos. Esto, teniendo en cuenta que cuandola comadre sabe una cosa, solo se enterarán dos:ellay el pueblo.

En toda empresa pública o privada, el chismecampea por sus fueros, y es generalmente el

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preludio de la "serrucbada de palo" al compañero(le labores.

Por eso se usan mil fórmulas para "formarle ungancho" al compañero, entre el/as decirle al jefe loshorrores que este dice de él por la espalda. Ohaciendo que la atención del mandamás seconcentre en un error que cometió el colega. Claroque no se cuenta esto por chisme, sino con la sanatntención de que ,¡ muchacho "atienda más a sutrabajo",

T ntre los vecinos de barriada pobre seacostumbra prestar "los trastes". Pero esto da lugara discusiones y "sacaliñadas" entre el/os.

Por eso no es raro oir a Dorotea insultar en altavoz a la malagradecida de Picbuca, la CUQl se hapuesto a hablar mal de ella, "a pesar de que hastalos panties que tiene puestos se los regaléyo ",

En paises explotados como el nuestro, elchisme prolifera con rapidez vertiginosa, y lareputacion de todo hombre o mujer está a expensasde cual-quier "lengua larga" a quien le caiga mal.

y casi sin elementos deJuicio se afIrmará quefulano es homosexual, droga icto o estafador.

Así el dominicano sigue su lucha por lasubsistencia en una media isla agobiada por laexplotación de unos pocos sobre la mayoría. Esamayoría realizará esfuerzos titanicos cada día parapoder "pisar las tres bases".

A veces la frustración y el desaliento acercaraa sus labios la botella de ron o el frasco de raticida.

Pero dentro de ese marco doloroso, el escapemayor llegará en el chisme, casi siempre iniciadocon estas palabras: "fulano es buena gente,pero .

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el hombre dominicanono enamora hoycomo enamoraba ayer

Se han escrito gruesos volúmenes sobre elamor. y cada día los periódicos, el cine, latelevisión, nos traen el amor en tonalidades deternura, tragedia, abnegación, sacrificio y ensueño.

Pero si el amor es' eterno, si existe y existirámientras haya seres humanos sobre este planeta,también es cierto 1ue cambian las actitudes de losenamorados a traues de las épocas.

Aqui han variado estas actitudes de modonotable en los últimos veinte años.

En la apacibilidad medio aldeana del SantoDomingo de Guzmán o Ciudad Trujillo de 1950 elamor llegaba generalmente a materializar en besosy abrazos luego de un largo periodo de cortejoconocido como "hacer esquina".

En efecto. H galán pasaba un día al azar poruna calle y veía a la puerta dealguna residencia unacbica. que le gustaba. Entonces decidia hacerleesqurna.

Desde entonces se paraba día tras día durantehoras e11 la esquina más pr(í:áma esperando que la1111l.ldc1 saliera a la pulpería, a visitar una lllll~~c1 osimplemente "a dar pascitos",

CU,lIlJo I" tenia cerca, inmcdiatumentc salí" el

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piropo de rigor, el cual era correspondido lamayona de las veces por un fingido disgusto decoque tena.

La aceptación del galán por parte de la chicatomaba tiempo. En esa época no estaban mu:yliberalizadas las costumbres, y toda mujer teniaque aparentar resistencia aún estando enamoradadel "atacante" para que no se dijera que "cayófi' '1"QCI •

Por eso el hombre que se "levantaba" unachica -en dos. meses sentia elevado su ego haciaalturas inconmensurables y lo pregonaba a voz encuello. Frente al amigo que también hada alardede donjuanismo afirmaba con jactancia: "yosolamente les doy dos meses".

La "esquina" se hacía recostado el galán de unposte de luz con una menta y un cigarrillo, yhaciendo girar cor aire de suficiencia un llavero decadenita para coger más "cuadre".

La mucbacba se daba importancia los primerosdías del cortejo, y solo de cuando en vez dirigíauna sonrisa ptcaresca al galán para que no perdieralas esperanzas.

Luego comenzaban los contactos,generalmente a través de una vecina amiga quienhacía las veces de "correo azul".

Cuando la chica había aceptado alpretendiente, entonces venía la cita, casi siempreen el anfiteatro de un cine.

Los observadores expertos del acontecer"atacatnz" comenzaron a darse cuenta de 'l.ue esteera un proceso lento y difícil en comparación conel del baile.

Pues en el abrazo legalizado de la danza lascosas siempre han marchado a mayor velocidad.

El joven llegaba al baile. Iniciabainmediatamente un proceso de "vistilla" a lasmuchachas presentes. Le-gustaba quizás la indiecita'l.ue estaba sentada en la mecedora, pero esta estaba'enllauada"con uno de los invitados.

La "enllauadura" se notaba al bailar, pues

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cuando terminaba cada pieza musical se quedabancon las manos cogidas. También era síntoma de"fletada" el bailar con las caras pegadas, aún en"teses de riguroso verano.

El galán seguía mirando las muchachas hastaque se encontraba con una que. "le hacía fiesta".Entonces la invitaba a bailar, buscaba laaproximación, y si no encontraba rechazo venía eljuguetear de dedos en las manos entrelazadas. En loadelante, la chica se convertía en su pareja.

Luego de las clásicas preguntas étienes novio?¿dónde vives? ¿ a cuál cine vas mañana? habíauna presunción de noviazgo que culminaba enbesos tan fogosos como los que aparecían en lapantalla situada frente a ellos al día siguiente en elteatro.

Pero el bailecito familiar ha ido desapareciendopaulatinamente, devorado por el club nocturno y elrestaurante.

Las chicas tienen mucho mayor independenciapor su rápida incorporación al trabajo profesional ypor la liberalización de las costumbres. De ahí quecasi no esperan la llegaaa del pretendiente, sino '1uelo encuentran en los sitios de diversión que oisitancon cierta frecuencia.

Las mujeres han perdido en parte en nuestropaís su aire de tímida espera, y tienen el valorsuficiente para decirle directamente a un hombreque le gusta, con palabras que salen envueltas enhumo de cigarrillosy fragancia de licor.

Los valore» .«morosos de la mujer dominicanahan ido también cambiando lenta peroinexorablemente en las últimas décadas. Laminifalda, el liberalismo y la competencia albombre en casi todas las act,vidades han hecho quelos corazones femeninos sean menos receptivos a la

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serenata y la poesía, y más asequibles al carro largoy la posición de ejecutivo.

Pero para que no desaparezt;a por completo laimagen del amor de ayer, todavía vemos concomplaciente nostalNa un bailecito familiar conparejas "enllaoadas o un hombre "atrasado"'baciendo esquina recostado de un poste de luz, conla menta y el cigtlrrillo, y haciendo girar el llaverode cadenita para "no perder el cuadre".

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el borrachón

Como sabemos que trabaja en la sección dearchivo de una dependencia gubernamental nosorprende verlo a las nueve de la mañana en una

burra anónima "largándose unos petacazos".

Al preguntarle por qué no asistió a la oficina,nos dice que tieñe una serie de. problemas que leimpedirían concentrarse en la labor diaria, por locual decidió "tirarse unos tragos" para "aclararlasideas".

Ahora bien. No debe pensarse que a él "lodomina el romo" pues "bebe cuando quiere".

Sin embargo, pese a lo temprano de la hora,estuvo a punto de prendernos con el "tufo" y lucíaya "prendido como el trapo de la plancha y másalto que un zócalo de cadenita".

¿ Cuáles son las características de estepersonaje que vemos a menudo caminar por callesy aceras en forma tambaleante frente a 7a miradacompasiva o iracunda de los transeúntes y ante lasbromas y risas de los niños?

En nuestro país se aplica el calificativo de"borrachón" a todo hombre que hace usofrecuente de las bebidas alcohólicas. Prefiere el ron,

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bautizado por el prócer cubano José Mart{ como"la dulce maldición de las antillas".

El borrachón puede ser un empleado público oprivado, un desocupado, un vago sempiterno, unpoeta y hasta uno que ""ive de susrenta:".

Cuando ya el alcohol ha destruido el últimoreducto de su voluntad, descuida su empleo y suapariencia personal, no importándole entoncesandar oestido de "pan de fruta".

Considera que todo dinero que no se gasta en .ron es dinero botado. Es frecuente el caso delborrachón que entra a una tienda preguntando elprecio de la camisa roja con rayas amarillas queestá en el escaparate.

Cuando el empleado le dice que ante: costaba1O pesos pero que está rebajadil a 5, el bombr,e"amigo de los tragos" se qtleja de que los dueños.de tiendas de tejidos son unos ladrones. Tres horasdespués sale "encendido" de cualquier restaurantede la calle El Conde, después de pacar la cuenta dela mesa en que estuvo compartiendo con tresamigos a los cNales invitó. La cuenta ascendió a 25pesos con 85 centavos, incluyendo ellO por cientoae propina al mozo. Pero nuestro amigo se"canteo" con dos pesos más porque "los habíaatendido en forma".

El borrachón vago o desocupado es por lo­general "picoteador" sempiterno e incurable. Unfarzático del béisbol diría de él que "pide más queun catcber".

Cuando se encuentra con algún amigo oconocido, inmediatamente "le marcha" por lapeseta o el medio peso para "completar el pote".

y es insistente hasta el fastidio, y capaz deprovocar devaneos de púgil hasta en un padreFranciscano.

Si el borrachón repara en que el amigo es delos que "no dan cuartos para romo ", entoncesapela al cuento o "allante ",

Ora es un hijo que tiene internado en unaclínica recién "operado de amígdalas", ya el peso

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que le falta para comprarle un libro al hijo quecursa el tercer año de secundaria. Después de todo,nose le puede matar el empuje al joven estudianteque está tan empeñado en sus estudios, que va a laescuela "con dibujitos en los fundillos".

El borrachón Ror lo general bebe el romo '.'de atercia", o sea la mitad de una botella pequeña. Peroes terriblemente cuidadoso de que e1 pulpero "nolo muerda" al vendérsela. Por eso midecuidadosamente el contenido de la botella "nueva"con el de la "vieja" para ver si las dos están parejas,al ser vaciada la mitad de una en la otra.

Si las "tercias" no están "parejas" el borrachonse incomoda, "coge velocidad' y comienza amencionarle al pulpero sus parientes, desde lamadre hasta un primo tercero que trabaja en unafactoría de un juiJío en Nueva York.

Cada vez que nuestro personaje se da u72"juma " le coge con abrazar a todo el vivo, mientraslanza a diestra y s;niestra su "bajito a níspero".

Cuando tenemos la desgracia de encontrarnoscon un amigo borrachón, comienza a recordar lostiempos en que estudiábamos las primeras letras enla escuelita iie Pancracio el bigotudo, y comíamosdulce de mani molido en el "puestecito" de[uanita la haitiana.

Luego que le entregamos la peseta para salir deél, comienza el largo proceso de despedida,interrumpido continuamente por el apretón demanos y el abrazo cordial, efusivo, cariñoso ""recordante" que nos da bajo el tufo "prendedor "

El borrachón gusta casi siempre de entonar,con voz que remeda el mugir de una vaca en laespesura, canciones de antaño. Y no es raro quenos topemos con él a altas horas de la madrugadaen un parque y nos obligue a oír su versión de"Orfelina" o "La triste realidad",

Nuestro héroe es romántico. Vive también enel mundo mágico de la mentira, en la semiinconsciencia que da el alcohol. Esta circunstancia motivaque interrumpa continuamente a los parroquianos

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de la barra donde se está "[umigando'" paracontarle alguna historia de los dias en que él vivía"como un prt'ncipe, sin dar un golpe y siempre concuartos. echándose fresco en el ombligo".

Por vivir en todos los ambientes, el borrachónes una enciclopedia de refranes, piropos, anécdotasy relatos de jumos jocosos o peleones.

Nos dice con aire serio que una disposición delAyuntamiento del Distrito obliga a los propietariosde burros y caballos a ponerles zapatos de goma ~

sus animales para que no dañen el asfalto de lascalles. Y de repente, ante la muchacha de "buenacarroceria" que pasa por su lado, lanza el piropoatrevido y gracioso:

- Vamos a "vivir" q,ue yo no sé teneramores .

y el borrachón sigue su vida multifacética.Puede ser un empleado público o privado. undesocupado, un vago sempiterno, un poeta y hastauno que vive de sus rentas.

Pero lo reconoceremos por su andartambaleante, por el tufo, o '[!lizás por estar vestidode roba la gallina, con un 'pote' en los bolsillo:traseros del pantalón.

y el sentimiento que despertará en nosotrospodrá ser la pena, la rabia o la envidia. La secretaenvidia de los que estamos uncidos al trabajo que"ennoblece y dignifica" frente a un personajeaparentemente feliz, y que anda todos {os días ytodo el dia "prendido como el trapo de la plancha"o "más alto que un zócalo de cadenita".

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el dominicano y

la brujería

Tiburcia está un poco asustada frente a lascontorsiones de la "metresa", poseida por elespíritu de Candelo, "el luá que la ilumina y laprotege f/.e la gente".

Pero todo se justifica con tal de recuperar aBartolo, 'luien desde hace meses la está castigando"con el latigo de la indiferencia".

La pobre Tiburcia se exprime la "azotea"pensando en las "malas influencias" que hanproducido un cambio radical en su marido, el cualse casó con ella "enamorado como un cajuil".

Bartolo no la saca a ninguna parte, y cuandollega en l«s noches trae al hogar una cara de dueñode compraventa en días flOJOS. Si su mujer se leacerca, le da una "cortada de ojos" tan grande zuela hace pensar en la letra de la guaracha: "bayvistas que tumban cocos".

Ella sospecha que su "bembro" tiene algún liode faldas, pero basta ahora ban resultadoinfructuosas las "mvestigaciones" que ba realizadopara tratar de descubrirlo. .

Ni siquiera la colaboracion sincera de doñaMonona, la mujer que por su afición al chisme esconocida con el mote de "lcneu, eléctrica" ba

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puesto 1'11 claro el origen de la actitud de Bartolobaci« su mujer.

Por eso Tiburcia se ha visto obligada a apelar a/., ".1'lld., de los "luases'Óy aquí la tenemos frente aProuidencia /111<' nuujcr que "se monta" .Y que es[ainos« /,or sus "ciertos.

Candclo /1., dicbo por boca de la metiese queBartolo cst.i medio "enredado" con una cibaeñit.de /,(,10 cr,'sl'o 'lile "lo trae .Ir IUl ala".

I:'.~/,' "1//,ill1" le l.", bccbo "trabajos" a Tiburcia/'''1'., que 1'1 nutrido "/a deie",

}' ti eso se debe, seguu el "Ser", la actitud fría,.11' I'mpll'tldo público tres dias antes del p,'go, quemantiene Bart ulo [rente " UII,' mujer quc siempre[uc cariñosa. le tcni. listas las chancletas al salir delbailo, le sacab« C"S/," intcrdiario. y le decíacariñosamente "Tol in".

Proridcuci« promete " 1" atribulada Tiburci,que "le Vtl " ,rrreg/l" Sil mundo". Pero antes deber.ofrecerle .lIgo .d "ser", y., '111(' cll, uo quiere nada.

Ti 1111 rc i., dc], cinco globos, tulipanes,tururuscs, jiÍquilll.,s, I/l/I/"S I~ Cl/¡r/qllier otro nontbrcqlll' usted ,/UIlTI1 "grt'g.,r a Ia lista con qUI' el pueblof.", bau f i·:.tldo.,1 /,e.~o dominicano,

y ,WII'/UC l os dias transrurrrn sin resultadopositivo, COII Bartolo c"d., di« 1/1I'S ('1111'1',,".10 en",,/,(1,,;>lI"le 1'1 biclo", nuestra bcroin« siguc COI/ su fe/'UI'SI.. 1'11 Proridcnci«, Candr}» y los otros"cspitit us ".

Cout.uuio con 1" ")111.1., dc' estos "seres ", la1I111jl'r SI' 1.1., tornado /111 ¡'oco ",I.,'1·,'sj¡.., y pcleon«. Almismo t icnrpo, los bl"l'b.,j"s '1"" 1,' 11I.1IIdtÍ /'1"1'1"'1'."Prouidcncia, l., IIMlltÍt'lIl'1I COII 1111 olorctto a tublitade 1111111/(' 'lul' p.ut« el alnu.

}' 111/., 1/"l/itlIM de dicicntbrc, [alt.uid« ÓIICO

dias (/¡l/'" lus 1/•.'l'i./"'!I'S, H,/:/I~/I!. "COgit1 1:1 1~IIIU/I' ",nutd» ., 1" Ob.I,'III/." ¡' /11100 los 1/".1/IIII,'S deldivorcio.

t. /),'sisfiI1 Tiburcia por /'So dI' "/,(,/,,1' 11 l., ,'yud.,.1,' los .\1''''.\ 1'.\'1 nucrrvnalcs? No. Sil';lIi¡) b.lcih,dolc"t ralnuitos" el Bart olu, cstu v('·;:. /,.".i '1111' rolricra al

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hogar que dejó por una "mal nacida, pelo malo,desbaratamatrimonios, que no me da a mi ni porlos tobillos JI.

El caso de nuestra amiga se repitecotidianamente en un país pobre, dondé "levantarlos cuartos del moro "liene cada día caracteres deodisea, y donde el refrán más citado es aquél quedice: "la esperanza mantiene".

Producto de la ignorancia en que la mantienensumida los que durante siglos han detentado elpoder en nuestro país, las grandes masasdominicanas son "supersticiosas hasta la pared deenfren te' '.

y se da el caso de que aquí creen en brujería,desde humildes campesinos de la frontera con Haitíhasta profesores unioersitarios y escritores.

Muchos de estos intelectuales, algunosseñalados como Marxistas i.eninistas, asisten confrecuencia a sesiones de brujeria, aunque aleganque lo hacen por curiosidad o "espíritu deInvestigador".

Una manifestacion del espíritu supersticiosodel criollo son las actitudes de los que se reunenpara: practicar algún juego de azar.

Si comienza a perder manos tras mano algun«de los jugadores inmediatamente se encolerizael que tiene aliado porque "lo está azarando JI.

Otra modalidad de la superstición que abundaen el país es la lectura de "la taza JI.

Por la módica suma de 25 centavos usted visitaalguno de estos "lectores" de tazas de café, paraque le diga algunas cosas sobre su pasado, presentey poruemr.

Luego de brindarle un poco de la aromáticainfusión en una tacita "preparada ", el "adivino"empieza a ver las figuras que se adivinan en elfondo del recipiente.

y surgirá de inmediato el pronóstico. Unasveces "pega JI, pero la mayoría "se va de boca".

Como estos "vivos" conocen que en la vida de

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todo ser humano se presentan invariablementedeterminados acontecimientos, apelan al recurso decitarlos para llevar la credulidad y la fe a losincautos.

A casi toda solterona que se presenta por suspredios, le dice que en los próximos meses tendrádos pretendientes: uno indio y el otro blanco.Cuando llegue el momento deberá decidirse por el"indio ", ya que el blanco se divorció de su terceraesposa, luego de darle una "golpeada" 'I.ue lamantuvo "en cama" dos semanas por una •picaaade ojo".

Como todo desempleado algún día encontrarácolocación, el experto en tazas le dice conseguridad y firmeza que "lo suyo está caminando"y que pronto volverá a comer tres veces al día.

A los que han solicitado visa para viajar alextranjero les dicen que, lue~o de algunasdificultades, "su viaje se va a dar " y van a estar"en la papa" muy pronto, aunque algo tristes porla nostalgia del terruño.

El que va- a abrir un negocio, emprender unviaje, o contraer matrimonio, por lo regular"consulta" a algún brujo para que le vaticine cómole irá en estas arriesgadas empresas.

En este pais se~irá vigente por mucho tiempoel arte de "brujear " debido a la mseguiridad quecaracteriza la vida de las mayorias- desposeidas,oscilando continuamente entre el hambre y laespe~anza! ~ ~ la poc~ fe de la clase media en eldestino bistorico dominicano.

Aunque muchos se dan, "para disimular" de laletra del merengue": "yo tengo un luá que meilumina y me protege de la gente, con cuatro velasde a centavo, y tres vasitos de aguardiente".

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semblanza del

"picoteador"

La ciudad, esplendente en la gama multicolorde sus arterias comerciales, o cruel en laindiferencia del transeúnte apresurado frente a las .l/agas del mendigo. encierra una serie de tiposhumanos interesantes.

"

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Uno de esos personajes anontmos, figuraobligada en calles, parques y bares, que obltga acambiar rápidamente de acera y que debilitanuest::o.presupu~~to después del halago oportuno,es el 'picoteador".

Hay dos clases de picoteadores: 1- El vagosempiterno y recalcitrante, que se levanta a lasdoce del meridiano para ahorrarse el desayuno, yque picotea en horas de la tarde, la noche y lamadrugada, y 2- el que trabaja de cuando en cuan­do, mayormente en labores manuales, y desaparececuando está "boyante" para reaparecer· cuandosiente sobre su anatomía los embates de la"prángana ".

El f,icoteador vago se las arregla para estar"pulido', quizás a expensas de la obrera oprostituta con quien está amancebado.

Este tipo gusta de las cosas buenas, no aceptani regalado un cigarrillo negro, piropea. a.rgueandolas cejas en gesto petulante y ven/tea coninsistencia el que la camisa esté sin a~gas dentro.tet pantalón.

Cuando alr;ún amigo, harto del consabidoestribillo: "leudntame peseta" "falta medio pesopara el pote ", , le sugiere que doble el lomo, asomaa sus labios, en oportuno alarde de nacionalismomusical, la letra del merengue: "el trabajo lo hizoDios como castigo ".

Por su parte, el pico teado r que trabajaocasionalmente no cuida mucho de su aparienciapor dedicarse mayormente a pintar con brochagorda, dar lustre a muebles de caoba o "arreglar"un contador de luz.

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Casi siempre los dos tipos de picoteador sonamantes del trago. Merodean por las proximidadesde los restaurantes, en espera del f1!mer conocidoque se sumerja en la atmosfera· de aireacondicionado, para entonces "beberle el romo",fumarle los cigarrillos, y en ocasiones hastaenamorarle la dama que lo acompañe.

El picoteador considera que el amigo estáobligado a darle el peso. De ahí su aire agresivocuando pienza que alguien se está apuñaleando".Muchas veces se coloca en pose casi pugilística paradecir: éte me vas a tirar a muerto?

Esta actitud hace que algunos le entreguen demala gana la peseta o el medio globo para evitarrozamientos con el susceptible personaje.

Ingrato y otoidadizo, el picoteador continuarásu ronda por las calles de la ciudad, inmune a losgolpes de la frustracción y el desaliento que hanllevado al consultorio del siquiatra a tantosconvencidos de que "el trabajo ennoblece ydignifica ".

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los juegos infantilesde ayer y de hoy

Siempre habrá niños en el mundo. Pero losjuegos de la infancia carian con las épocas. Por esocada ser humano tuvo su forma particular de serniño.

En los años del 40 y 50 había en los iuegosinfantiles un matiz de ingenuidad y emocion queparece haber desaparecido de los juegos de hoy.Estos aparecen enmarcados en la imitación deBatman y Robin, o en la representación de unaescena truculenta de algún Western italiano.

El niño de hoy parece que "nace sabiendo" ydesde los primeros años conoce los secretos de laprocreación y de los reyes magos.

y el solaryermo solo es un sitio para corretear,sin el misterio de la "combina ", ni el riesgo detreparse en lo más .alto de un árbol para "hacerlelujos" a la muchachita de la casa de aliado.

En pasadas décadas cada niño tenía su"combina ". Esta era cualquiersolar yermo dondeuno enterraba carretes vacíos de hilo, cuchillosinservibles, bolas y algunos "cbeles"

El solar simbolizaba el descanso después de lascomidas. Allí se reunía la barriada, y surgía laconversación amena, la "cuerda" al compañero, .Y

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en ocasiones la frase preludio de la pelea infantil:-¿Te quieres tirar dos trompadas conmigo?Generalmente las discusiones que se producían

entre los niños eran alentadas con o sin disimulopor los compañeros.

-¿Cómo es que tú le dices a este, frente decachimbo?

y a veces, colocando alguna hoja de árbol a losposibles contendientes se les decía, con acento defanático de boxeo-

-Esta es tu mamá y ésta es la de él. A ver si sela tumban.

Por lo general ambos niños arroiaban de sushombros "la madre" del rival, iniciándose deinmediato el "rebú" entre el griterío y elentusiasmo de los compañeros.

Los niños eran celosos defensores de su"combina". Por eso ponían sumo cuidado en quenadie adivinara el secreto, repitiendo con orgullo:

-La combinita mía no la sabe nadie.Pero un dia cualquiera, el niño descubria que

alguien había sacado de la tierra su carrete vacío dehilo, sus bolas y sus cheles. La Combina había sidodescubierta.

El treparse en lo alto de los árboles eratambién una especie de ritual que cumplíanreligiosamente dos o tres "enllaues" de la barriada.

ALU se conversaba sobre la muchachita quecada uno se estaba "levantando" o de las hazañasde los padres.

Los devaneos tarzánicos de estas ocasionesterminaban algunas veces en aparatosas caídas queprovocaban durante varios días o semanas loscomentarios burlones de los chicos del barrio.

El juego más popular durante muchos años fueel de "dieciocho-veintiuna" a nivel del suelo.

To dos los participantes se "canteaban"lanzando la bola 'bacia la raya. Aquel cuya bolacayera más cerca de ella tiraba primero la bolahacia el hoyo. Le seguían los otros, de acuerdo a la

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distancia en que hubieran caido sus bolas conrelación a la raya.

S, alfJno de los que lanzaban las "uellugas" laintroducia en el hoyo, "salía" o sea, se sentaba aesperar a los otros para ver cual era el que iba a"aguantar taquitos".

Los participantes en el juego iban siendoeliminados, de acuerdo al clásico golpeo de algunabola con la suya, luego de ponerla a rodar con unempujón del dedo índice, mientras contaba:

-Dieciocbo veintiuna tres- seis- nueve- doce­quince- boté, y "al hoyo".

El que se quedaba a "aguantar" colocabaalguna de sus manos cerrada al borde del "hoyito".mientras los demás le golpeaban con las bolas enlos nudillos.

Para esto colocaban la bola en el otro extremodel hoyo y la empujaban hacia la mano, soltando elíndice previamente aprisionado con el pulgar.

Las "totumas" que esto producía ocasionabanmúltiples dolores a las víctimas del entretenido yrudo Juego infantil.

La dictadura de Trujillo sumió en una miseria"decente" a la mayoría de la población, la cualcomía tres veces al día, pero poco cada vez.

De abi que para paliar en algo el habersequedado "topao' los muchachos idearon hacealgunos años el "mamá que me dé, y fuera".

Según las reglas de este juego, cuando el niñoveía algún compUliero comiendo en le! calle, levoceaba: "mamá que me dé, y fuera". El amigoestaba obligado entonces a darle una parte de loque.estuviera ingiriendo en ese instante.

La "cubanita" era otro juego fundamentado endinero. Se lanzaban los centavos hacia una raya,igual que en el de "dieciocho veintiuna". Deacuerdo a la cercanía del cbele y la 1"aya, cada unode los participantes lanzaba las monedas nl 111"" Al

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caer en el suelo, se quedaba con las que tenían elescudo hacia arriba.

Este juego estaba prohibido por la ley. De ahílas "juideras" que se armaban cuando asomabaalgún policia.

Resultada interminable la descripción det an t os juegos infantiles. Tendríamos queextendernos sobre er "topao, escondio, pégate,desprecio. matarile, trompo, cbicbigua", etc.

Hoy, el niño criollo parece que nace con elconocimiento pleno de los problemas de la vida.Además, la supresión de las restricciones delrégimen tiránico han dejado el paso a una infanciay adolescencia, preocupadas por los problemassociales del pals. Y qlre a t'eces expresLl su protestaen el tumilito callejero, a dcj.mdose crecer elcabello, o manejando Ll ¡'c/OCiti¡ld vertiginosa unaII/Ol ociclcta.

De CI""1do ('11 t'C';:' vemos en el cielo unacbicbigua, o l/OS CI/COl1trLllllOS con el espectáculo de1111 niño lanzando Ul1 trompo. TL1I ¡'e: l. suerte nosdt'I'¡H'c ¡¡/l!;1Í1I dia !tl contemplación de rarias /JO/,'Srodando ¡lOr el sudo lanzadas por manos infantiles.

Pero tenemos la SCI/S¡lC1011 de que elconocimiento precoz de 1,IS iniusticías sociales basacado a los niños dominical/os dI'! inundo mágicode /". combina, el solar YI'mlO, el trompo .v /,,cbicbigu«.

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el fantoche

La camisa ajustada no presenta m unaarruguita en el punto donde se junta con elpanialon. Los zapatos "brillan" más que unestudiante desaplicado. El cabello no tiene ni unapumita que sobresalga debido al largo JI cuidadosoproceso de peine y cepillo que tuvo ante el cspe¡».

Cuando babia mira al interlocutor por encimadel hombro .Y arquea las cejas en gesto petulante. Siuna chica pasa junto a él le lanza U1'M mirada entrecomplacida .Y desdeñosa, con la cual !Jlm:ccpre¡.,rzUltar:

--i. Verdad que estoy bien hecho?

1\1f' iI//¡lgino que ustedes habrán adivinado dequién se trata. 1:'" efecto. es el fantoche.

l.u opini/m generalizada en nuestro paú es qn('"el que nacio fantoche no cambiará nunca, aUflqueesté hecho tiras y recomendado para bilacba "

La "[ant ocbcria" no uene edad. Todosrecordamos al compailcro de primeras 1('1Yi/\ '1/(/:pisab« duro Ilúru l/Uf' /lOS dicratnos cuento d,' '/ff('estaba "estrenando" -:,u!}¡llos.

De [allurl« ('.\U' truco publicitario, apclab«entonces ,ti (''./I,·dí('III(' .1(' decir. "estos //Ie/I,lilo.\

K3

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zapatos que estrene hoy me tienen los pies"desbaratados ':

El muchachito fantoche salia a la calle con unmuslo de pollo los escasos días que en su casacocinaban aves de corral para "echarle lujo" a susamtgos.

Esto ocurría por lo general en los barriospobres, donde las discusiones infantiles girabansobre los recursos económicos de los padres oparientes más próximos.

Por eso era común que un niño encolerizadodijera a su contrincante, con aire jactancioso deempleado público agraciado con dos r.edazos debilletes del /?rimer premio de la lotería: 'en mi casahay nevera '.

Cuando el chico fantochito se enamoraba dealguna niña del barrio, inmediatamente se tornabafrio con los compañeros, para que la causa de susdesvelos y noches de insomnio supiera que "él nose juntaba con tigueres".

Como no disponia de muchos recursos, y suvestuario era escaso, apelaba a las "combinaciones".De esta manera aparentaba tener más ropa de laque tenia.

Si el fantochito -ueia a la niña r.arada en lapuerta de su hogar, aprovechaba para 'meterle unallaue" a cuanto niño más débil le pasara por el ladopara "lucirsela".

Pero la mejor forma de "echarle plante" a lamuchacha era con una bicicleta prestada, Entoncescomenzaba a hacer "pindiius" en el vehículo; Estaspiruetas terminaban muchas veces con el !!,alán enel suelo, con dolores en el lugar donde la espaldapierde Sil nombre, entre las risas disimuladas oabiertas de sus amigos y de los transeúntes.

Como consecuencia del "mataso" el [antocbito"dcjaha el claro" .Y Si' iba a "amargar" por lat'rrp,ii('/l':a /"¡s,,da [rente ,¡ la chica que estaba"atacando .

1:'/ [aut ocb« dI' 15 a 25 años tiene muchas('OS,IS ('/1 ('o//liÍ/I ¡'tl/l id "ullantoso ". :\1 (l,r/(¡¡l l/lIe

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este, 111" (" ' ·,d l,I/HCS en cualquier OC1l5ió/1 "au nque.w' /WI111.h.lil C"

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)' avenidas.. Cuando ' ¡[~/I i(' 1I Ir' prc;..runta si está ' :cllrt''/.¡d ,, ''

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con la chica, se limita a nep'ar con una sonrisitaequivoca para por lo menos' 'dejaren la duda".

Aunque tenga novia, el [antocbe no se sienteseguro. Por eso gusta de "dar matanle" a sucompañera con cualquier muchacha que tengacerca. En ocasiones pasaR.0rla casa de la novia conalguna amiga para "mortificarla".

Cuando al fantoche juvenil lo cancelan delempleo dice a sus amigos que el jefe lo botó"porque su esposa vivía haciéndome fiestas ".

Si viaja en el carro de algún amigo saluda a"tutirimundacbe", para que reparen en que serelaciona con "gente de cachet".

El fantoche de edad madura vive hablando desus parientes que están en la papa Y. a los cuales"no ocupa" por orgullo.

Directivos de varias instituciones sociales lehan solicitado que Ingrese en ellas, pero él se hanegado porque "donde hay mucha gente siemprehay chismes, y yo odio esas cosas".

Ahora bien. Destaca que en sus años juvenilesbailó "en los mejores clubes" y andaba para arribay paraabajo con la "crema" del país.

Lo que más lamenta es tener que "vivir enbarrio", porque él tiene un espíritu refinado y sus~ustos chocan con la chabacanería de la'chamuchina" que lo rodea.

Aunque adora la música clásica, se ve obligadoa comprar boleros, guarachas y merengues,"porque si algun día se me ocurre comprar unasinfonia de Beetbouen, los incultos de este barrioson capaces de arrancarme la cabeza".

Con la camisa sin una arruga, mirando a lagente por encima del hombro, y con la convicciónde que "no se puede saludar a todo el mundo", el[antocbe camina por calles y avenidas con paso ygestos estudiados.

y cuando alguna chica pasa junto a él arquealas cejas, entreabre los labios. y sus ojosentrecerrados parecen preguntar:

-¿ Verdad que estoy bueno?

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el restaurante

El restaurante es un sitio donde se supone quereina un ambiente de quietud y plácida alegría.

Pero en este paú sumergirse en la atmósfera deaire a c o n d i c i o n a d o de uno de estosestablectmtentos tiene también sur ~ »n cenientes,enmarcados a veces en situaciones tragicomicas

Las dos tandas de la labor del empleado banllegado a su [in. Se siente algo cansado, lasfrustraciones comienzan a producirle heridascontusas en el alma curables después de un primerpremio de la lotería.

Es dia 21. Como cobra quincenalmcntc, está amitad de base del día en que cabrá .Y del que vaa cobrar.

Fl dia J5 paWJ todas sus deudas y le qurduron1(J pesos con 78 centavos. Pero reinicio J()\ diu»después la carrera "prestamcntista ", La cual LLevacinco mios.

Después de todo, doúu l lcrmcncyildu m'l/l/m'

tiene dinero, .Y presta al modtco uctnt c l''"' ("11'1110

mensual. Su corazon J;e:ru'TOso Le intpid« hac« rcomo otras prestamistas ahusad orus V .\1//

conciencia que cobran el J(J por ctcnt o /lN'flSII"!.Fl empleado /leK'J al [inul de Id dura !a!N)T

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cotidiana "con el pico como un tirapiedras ", por locual llamó a su amigo Taoitillo para "aplomar" en"lgiÍ11 restaurante.

Taoitillo estaba precisamente· esperando la1/"I1I"da de algún "tercio" porque iba a salir con lachica con quien tiene amores escondidos de la[ainilia.

Pero resulta que para poder "allantar" a lamamá, la chica metio el cuento de que iba aestudiar con Rafucbina, la cual pasaria a buscarla aIas siete de la nocbe.

Tauitillo dice que está un poco escaso dedinero, pero que con la ayuda de su amigo podrianllevar las dos chicas a algún restaurante a cenar.

La cita queda concertada, y aqui los' vemos enUIIO de los restaurantes de la calle El Conde.Acaban de sentarse. Esperan unos minutos. El lugarestá algo concurrido, 'y los mozos tratan demultiplicarse para atender las peticiones de laclientela.

El 'empleado quiere aparentar que frecuentaestos sitios de diversión, por lo cual se abstiene dedar palmetsdas I1lUY fuertes para que vengan aatenderlos.

La situación se torna embarazoza, pero al finlos mozos se deciden a prestarles atención. Estabanl1Iuy ocupados haciendo cucbi cucbis a los clientesconocidos que dan buenas propinas. Por eso babiandejado medio abandonados a los "caras raras".

COII la esperanza .de que las chicas les dejen laelección de la bebida para tirarse a ron o cervezacriollos, que son más baratos, preguntantimidamente: "é qué quieren tomar? .

Pero tal como babian calculado, las muchachasdijeron que tomarian lo 'lue el/os pidieran.

Se deciden por el 'pote de romo" con CocaCola, y luego del primer "petacazo" se entabla unaamena conuersacion, salpicada del chiste oportunoy las miradas coquetas de las chicas.

Pero resulta que las dos muchachas fuman cualmurciélagos enternecidos, y en menos tiempo del

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'lite tarda un gato en cerrar los párpados se han'largado'íuna cajetilla.

'Comienzan los sudores fríos de los dosempleados de comercio, pues no saben si lo quetienen alcanzará para estos imprevistos devaneosnicotinicos.

Pero la cosa se complica aún más cuando llegaPocbolo el timacle, borracho, y empieza arecordarle a Tavitillo los vínculos de amistad quelos unen desde la infancia, cuando ambos se"gaoiaban" en la mata de jobos de doña Monona,la mamá del que le decían "casquito melancólico".

Después 'de quince minutos hablando "españoly muchos disparates" se decide a "morder" aTavitillo con un peso.

Para no pasar verguenza delante de lasmuchachas Taoitillo le da el globo a Pocbolo, porlo cual están un poco más leJOS de poder pagar lacuenta.

Esta va un poco altá porque las muchachas seantojaron de sendos chicharrones de pollo, lo cualno estaba en el "presupuesto". Los desdichadosempleados se abstuvieron de pedir porque "notenían hambre".

A todo esto ya han "bajado" dos potes de ron,y. el tercero va por la mitad, en medio de lasmiradas aterrorizadas de los empleados.

Ya los dos han ido al teléfono en variasocasiones, pero los amigos a los cuales les han"girado" se les "tiraron a muerto".

Dalia Hermenegilda salió de su casa desde lasocbo de la noche, y los hijos no saben decirlesdónde se encuentra.

Por fin Tavitillo dice al mozo con un hilo devoz: "trae la cuenta", mientras las chicas sonríenC( mplacidas diciendo que han pasado una nocheexcelente y que "les gustaría volver cuanto antes".

La cuenta asciende a 25 pesos con 75 centavos.Aunque eso incluye' ellO por ciento de propina,los mozos se incomodan si no se les dá alg,o mas.

Felizmente, dalia Hermenegilda llego a tiempotI su casa, Llamó por teléfono al restaurante cuyo

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número le babian dejado con el hijo menor, enviá aeste ti rescatar a sus clientes, y salvá la situación.

Todos salen contentos. Después de todo "sej{oz.á" mucho durante el tiempo que estuvieron enel restaurante. l-s verdad que la cuenta de doñatlcrmencgilda subirá esta quincena un poco másque de costumbre, pero después de todo "la vidaes corta JI hay que gozarla "

y el empleado sigue su vida dura, con ladesesperanza de los aumentos de sueldo que nollegan, .v con la envidia del compañero que pana unpoco menos aunque tiene unos años mas en laempresa.

Pero no importa lo duro del trabajo. Despuésde todo, aún quedan restaurantes. donde uno seolvida de las penas y las frustraciones, aunque sea acosta de un susto pasajero y de "descuadrar" elpresupuesto para engrosar el de doñaHermcnegilda.

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los amoritos

de la infancia

Todos recordamos con nostalgia y algo detenue melancolia los días de la infancia.

Esa etapa de nuestra vida pasa entre perseguirde mariposas, sueños desmesurados y peleas con loscompañeros. También con un miedo difuso a lamuerte y a los muertos, entre relato .'Y. relatolúgubre de abuela regañona al vaivén crujiente devieja mecedora.

y todos nos hacemos con frecuencia lapregunta de si cambiaríamos nuestra vida deadulto, llena de sueños destruídos, desengaños ydesesperanza, por la del niño que pedalea con vigorfrente a nosotros su velocípedo, con el rostrorebosante de sana ale¡r;ría.

La frase "todo tiempo pasado fue mejor" tienepara algunos carácter de axioma, y para otros desolemne disparate. Pero es cierto que los golpes dela vida nos hacen evocar en la edad madura los díasde neblina paradisíaca de la niñez.

y nos aferramos a la idea de que en esa épocade nuestra vida los días de sol y de lluvia eran másbellos, los amí.gos más sinceros, y el amor mássensible y más ¡tel y consecuente.

En esos años surge el amor con una. rara

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mezcolanza de ensueño, dulce ardor ysentimientos de culpa. Sobre todo en un país conpadres de un subdesarroilo mental tan acentuado,que la frase t!,ás repetida a los oídos,~e las niñas esla que reza: no Juegues con varones .

El amor en la infancia puede nacer con lacontemplación por primera vez de la nueva vecinitaen el balcón de su casa, "chupando" una paleta, ocon un par de patines cruzando la acera o la calle agran velocidad.

y el niño siente el cosquilleo dulce que leinvade el pecho, :y la ternura honda que acerca unpoco más las lágrimas a sus ojos.

Busca el acercamiento, luego de días enterosde timido titubeo, en los cuales se tira en la cama atodas horas, imaginando mil aventuras donde es elhéroe intrépido que rescata a su amada de grandespeligros, obteniendo luego de sacrificios inmensosel tesoro de su amor.

y al fin, con el corazón latiendo como tamboren manos inexpertas, se atreve a acercarse a la niña,.Y la pregunta surge: ¿Cómo te llamas?

y quizás la conversación incoherente ysuperficial inicie un dulce lazo de afecto: O tal vezla niña diga con aire de fingido disgusto: "mi mamáno quiere que yo me junte con varones".

De ocurrir esto ultimo, el niño erigirá en centrode su existencia a la muchachita atada a la puertade su casa por el celo desmedido y Jos prejuicios desus padres.

y buscará cuanta oportunidad se le presPíllede abordarla en la calle, en la pulpería, en el parqueo en cualquier otro lugar.

Pero si a la niña no la dejan salir, entoncesapelará a todos los medios para que ella se fije ene7.

Cuando jue~a a "policías y bandidos" tratarásiempre de ser' el detective", y poner "tiqui mani"a sus compañeros de juego.

Al buscar a sus ami¡:os empuña el revólver dejuguete "con cuadre', y se esconde en los

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Ulguanes vecinos a la residencia de su amada paraque estos "no lo pongan manos arriba ".

y tratará de ganar en todos los juegos paralucirse ante la niña. Para calibrar el cariño de laniña por él: gusta de jugar. a "matanle ", y esperaansioso el acercarse de la hilera donde está suamada envuelta en la pregunta musicalizada:

-¿Cuál paje quiere usted, matarile rile rile,cuál paje quiere usted, matarile rile ron?

El corazón se le quiere salir por los labios, sulatir retumba en los oidos mientras la niña avanUl.El vestidito de "tafeta" rojo hace [rufrú, y la vozde la niña se 'eleva en la noche, llenando su corazónantes ansioso de júbilo:

- Yo quiero a Rafucbe, matarile rile rile.Yo quiero a Rafuche, matarile rile ron.El niño toma· esto como una aceptación de sus

requiebros, y esa noche oirá campanadas de relojpúblico anunciando horas que sólo sabía queexistían por referencias.

y desde ese momento considerará a la niñacomo S1' novia. Pero 'esto no pasará de algúnpapelito arrancado a un cuaderno, y que la ni/laverá surcado por una letra temblorosa e indecisaformando una frase: "yo te quiero".

Pero son escasas las posibilidades de un beso.Este puede llegar en la casa de alguno de los niños,o en algún callejón cómplice. O en algún cine si a laniña la dejan ir sola o acompañada de alguna amiga.

En los juegos de los niños casi siempre late elamor, abierto o escondido.

Por eso el jueKo preferido por los niños es elconocido como "el'.escondido ".

Todo hombre y mujer recuerdan de cuando e~cuando la dulce sensación experimentada en la m­ñez ante la proximidad del ser amado. Aunque losamores en esa época de la vida fueran fugaces.

O el beso con los labios cerrados, y el abrazoque producía "ahogo" de dulce gozo. Y las peleasentre niños y niñas rivales.

Las fiestecitas de cumpleaños de niños eran la

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cantera de donde surgían mayormente losromanees.

Pero también aparecian las "peleas al puño" delos niños, o a "jalones de moño",

La más ~ave humillación que podía sufrir unniño era ser 'paseado" a golpes por un rival frentea la amada. Entonces desistía del cortejo,repitiéndose "ue se vengaría de la afrenta "cuandofuera grande' .

La niña se pone "mona" cuando ve a dos niñosenfrascados en combate cuerpo a cuerpodisputándose su cariño. Y le dirá a la amiguita delcolegio: "ayer se emburujaron dos muchachos pormí en un cumpleaños".

El que es adulto fue niño. Y recordará connostalgia y algo de tenue melancolía los días de lainfancia, en su presente quizás matizado por eldesengañoy la desesperanza.

y tendrá para él caracteres de axioma o dedisparate solemne aquella frase tantas vecesrepetida: "cualquier tiempo pasado fue mejor",

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éson realmente locosnuestros locos?

é Son realmente locos esos personajespopulares de la capital dominicana que vemos casia diario por calles y avenidas provocando lasbromas y risas de los transeúntes?

Si n0.5 ponemos a analizar las caracteristicas decada uno, su forma de expresarse sobre temas queno están directamente relacionados con su locura ya observar algunas de sus actitudes, la duda nosasalta.

y como los vemos fuera del marco cientificode la siquiatria, con nuestros ojos de periodistaquizás muy lejos de esa noble rama de la medicina,nos resultan simpáticos y hasta geniales.

Por ejemplo, el caso de "Capitán". Es comúnver por los barrios de la parte alta de la capital a unjoven alto, delgado, caminar con aire marcialvestido de kaki y llevando en la mano derecha unarústica vara a manera de "bastón de mariscal",

De estos locos populares ~eneralmente nadieconoce la verdadera historia, y sobre ellos teje lafantasía mil leyendas: , . ,

Se dice que Capitán nacto en cuna de oro, peroque una tía lo llevó a la locura a base de ~nyec­ciones con el fin de apoderarse de la berencia que

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le dejó su padre. Esto podría servir de argu.men.toa Agatba Crbistie para alguna novela de mtsteno.

Lo cierto es que Capitán actúa como si fueraoficial de la Fuerza Aérea Dominicana.

Habla de que "ayer hice un vuelo rasante sobrelas islas Hauai en un p-51 " o aterrizó sin ruedas enel mismo aparato en la base aérea de Santiago delos Caballeros.

Capitán tiene una marcada debilidad por lasfaldas. y por eso se le ve en las competencias deuolibol femenino repitiendo continuamente: "a míhay 9,ue buscarme donde hay mujeres".

'Bonilla" es diferente. Desaseado, buenbebedor de cerveza, camina casi siempre descalzocon paso lento y mirada hosca.

Se encuentra a menudo en "rebuses" por sutemperamento violento. Las mujeres le temen, puesen ocasiones suele serfrocaz.

También sobre é se ha tendido el velo de lalevenda. De acuerdo a ella eraun eficiente empleadopublico que veía pasar los días envueltos en el8"Í.sde la tranquilidad de "tranca" de la tiraníatrujillista.

Un día su padre enfermó. Internado en uno delos centros de salud del Estado, murió a los dos otres días.

Bonilla tenia un cariño inmenso a su padre, yla tragedia nubló de tal manera su entendimientoque consideró que los médicos del hospital nobabian hecho todos los esfuerzos para salvarle lavida.

Se fue tornando hosco. Se dió a la bebida.Perdió el empleo. Y entonces comenzó a descuidarsu persona. Ahora deambula por las calles de laciudad en lamentable estado de abandono,lanzando palabras soeces a diestra y siniestra, y enocasiones libando sobre la marcha una tercia deron.

Otro personaje éloco o medio loco? popularen las calles y avenidas de Santo Domingo es el"doctor" Anamú.

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Este tiene 101 debilidad de la medicina. y andapor esos mundos de Dios con un anacrónicoestetoscopio y gruesos volúmenes sob re la materiadebajo del brazo.

Anamú hace KiJla de un vocabulario médico

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pintoresco, el cual provoca la risa en los 9ue seacercan a él con aire grave para "consultarlo'.

"Ejerce" en el Hospital Padre Billini, y puedevérsele con frecuencia en los pasillos y salas de estecentro de salud.

Otros dos personajes populares de la ciudadprimada de América ap'arecen en un marco lúgubrede muerte. Son "Pelao ' y "Cbocbueca".

Desarrollan "sus labores" dentro del marco delos entierros de gente pobre.

Visitan las funerarias para que se les informeacerca de los sitios donde alguien ba: estirado elombligo. Luego se presentan al lugar para cargarsillas, repartir el café y realizar otros menesteresindispensables para llevar a un'íex-tnvo" a la últimamorada.

Recuerdo que cuando era apenas unadolescente la presencia de Cbocbueca o Pelao porlas inmediaciones de mi barrio era interpretada porsus moradores como signo de que alguien pasaría amejor vida.

De abi el temor supersticioso de los familiaresde alguna persona enferma cuando aparecía por lascercanias de la casa alguna de esas dos figurasagoreras.

"El maco" es otro "notable" en esta gal~ría detipos populares de la ciudad de Santo Domingo.

Catolico [eruoroso, es presencia inevitable enlas procesiones y en los templos, donde su rostrodeforme proyecta la mirada torpe y mistica de susojos verdes.

La.5 mujeres embarazadas huyen de Rl Macopensando que la contemplación del pintorescopersonaje influirá en las características físicas ymentales de la criatura por nacer. .

Santo Domingo, que crece más JI más cada díaborizontalmente, nos bu escondido fin poco ,1 estas[igu ras de leyenda 'lile aparecen ahora,csporádicurncntc en las avenidas, en un velorio, enlos p,lrques, en 105 templos cutolicos.

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el buscabailesy el paracaidas

Algunos campesinos de simpático cachimboafirman que el dominicano nace con el baile en lasangre.

y esta al parecer anticientífica y románticaafirmación parece encontrar asidero en losmovimientos semiacompasados de niños de pocosmeses ante un ritmo tropical bien interpretado.

Frente al merengue, la guaracba o el bolero, elcriollo siente el llamado de la sangre, y goza y seenternece, olvidando por momentos los sustos yangustias inevitables en un país donde la vida esmaterial gastable, según la expresión de unconocido periodista.

Los bailecitos familiares de hace algunos mioshan desaparecido casi por completo del panoramaurbano criollo.

Ahora se prefiere el club nocturno con buenasorquestas y combos, .y donde un mozo afable o unacamarera en minifalda se dcsoiuen por atendernos.

Todas estas circunstancias ban determinado ladesaparición del "buscabailes" para dar paso al.. 'das".paracat as .

El buscabailes tuvo su apogco en 1" década del50. Este pintoresco personaje dedicaba los sábadosy domingos de cada semana ti buscar 101 bailccuofamiliar donde colarse.

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Previamente desempolvaba su único traie, o lepeqía algfm sacf prestado a ~al9uier amtgo,. De'abi surgtan multtples combinaciones, que ibandesde un pantalón blanco con un saco amarillo,hasta un saco verde con un pantalón marrón claro.

Luego de "picotear" a [os "enllaues" y hasta aalgún distraido transeúnte, nuestro hombrecompraba diez centavos de cigarrillos Holliuiood,tres mentas y una cajita de chic7ets y comenzaba subúsqueda de bailes.

En los tiempos en que el busca bailes campeabapor sus respetos era común el bailecito "concontribución ",

Los tocadiscos que amenizaban. estas fiestas[amiliares eran alt¡uilados, por lo cual losorganizadores pedtan una contribución queoscilaba entre cincuenta centavos y un peso a loshombres. Las mujeres estaban liberadas de estedebilitante de l!resupuesto masculino.

Para distinguir a los que habían pagadocontribución, los organizadores de la fiesta lescolocaban un lacito en la solapa del saco o en lacamisa si pertenecía a los "de fJUayabera".

Pero el buscabailes tema una colección deestos lacitos, que obtenía pidiéndolos a losasistentes de una fiesta, una vez que esta finalizaba.

Con lacitos de diferentes colores nuestro héroese ubicaba en la puerta de cualquier bailecito,verificaba qué tonalidad tenía el distintivo de los"contribuyentes", e inmediatamente se colocaba"con disimulo" uno igual en la SOI'IP'1 del saco,

Cuando el baile no era de contribución sino"con invitación" el héroe observaba un rato desdela pucrt. en busca de algú" conocido.

Entonces se topaba con UII muchacho trigueiioque estndio con él el seguudo curso ··dt: primaria.Luego de saludarlo cOIlIIl ejitsh,i'¡.r'¡ y /,' cOllj'i,l/I-:'"a qur Ir daba derecho esta circunst.mcia, /e ccbab«el brazo y sr colaba en e/ bailc.;

O tri) r ru e o ('o IlÚ S t i.t /'11 ,'OllrCI/1plaratentamente las jc)roj!.r"(i,,s (010(".(;" ,'/1 l., sa!«

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donde se efectuaba el baile y. luego elogiar concalor las líneas de cualquiera ae los rostros que lesonreían desde las paredes.

Podía ocurrir que el rostro correspondiera a lajovencita cuyo cumpleaños se estuviese celebrando.La gratitud de la chica o de su madre ante el elogiolimpiaban de abrojos el camino del buscabailes ensu trayecto hacia el danzar y "aplomar" sinproblemas.

El "paracaídas". es un personaje de la décadadel 60. Desocupado o va$o, este tndividuo nuncacarga el "vil metal", razon por la cual no puedeincitar damas a bailar a clubes nocturnos oestablecimientos similares.

Pero como gusta de "las cosas buenas de lavida ", no puede prescindir del bailesque es una deellas.

Por eso asiste a los sitios "bailables" sin dineroy sin pareja, conocedor de que en alguna' mesahabrá alguna muchacha "que sobre".

y pasa la novbe bailando ion fruición, singastar un Centavo. Y a veces tiene la suerte deencontrar un amigo que lo invite a su mesa, lo cualle da lil oportunidad de "levantarse" alguna de laschicas que lo acompañan.

L"Os bailecitos familiares van desapareciendo.Con él se va el buscabailes con sus combinacionesestrafalarias producto de la diferencia de gustoscon el amigo que le prestó el saco. El personaje dela' lécada del so no nos asombra con su alarde deastucia materializado en los lacitos de diversoscolores que lleva en uno de los bolsillos delpantalón.

Pero nos dejó en la "grata" compañía delparacaidas, quien ronda la pista de baile del clubnocturno para tratar de "enllauarse" con lamuchacha que sobre" en alguna de las mesas.

Por eso consideramos que tendrá vigencia pormuchos años la frase "el criollo nace con el baile enla sangre" tantas veces pronunciada por campesinosde simpático cachimbo.

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la cuestión no es ser

SIno parecer

Piluco está sentado en calzoncillos en la sala desu casa a las siete de la noche, conversando con sucompadre Monchín.

Está disgustado con la humanidad "que critica,pero no mantiene", y vive sumergida en el fango dela "uagabunderia, la inmoralidad y el relajo".

"Pues como le iba diciendo, compadre, yo nocomprendo a la gente. Todo el mundo vive dentrode la falsedad, la hipocresía y la maldad. Pero lomío es la moral, la honradez, la virtud, lasinceridad. Si todo el mundo fuera como yo, lavida seria un paraiso sin problemas de intriga,serruchadera de palo ni inmoralidades".

Piluco levanta las piernas y se coloca enposición de Yoga, lanza una breve miradamdiferente a su ombligo, y continúa:

-Pero la gente buena como yo no tiene suerteen la vida, y se mantiene todo el tiempodesbaratado, sin un chele en los bolsillos, y fajadode sol a sol para poder meter las tres calientes en lacasa".

Nuestro amigo hace una pausa para llevarse losdedos a la nariz y hurgar dentro de ella algunapart icula que le molesta. Luego limpia

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meticulosamente el dedo con el calzoncillo, yprosijue con la cbarla.

-Pero todo es cuestión de costumbre ymodales que no se aprenden en escuela ni en loslibros, sino en el bogar. A mi' la vieja Selenia mecrió para que fuera gente entre la gente.

En ese instante se oye en la cocina el ruido deuna botella al quebrarse en el piso, y la voz deRamona, la esposa de Piluco.

- ¡Ay, María Santisimal . Se rompió la botellade aceite de maní que compré ayer, y estaba llena.Es cierto que cuando uno está de malas, se cae deespaldas y se rompe el ombligo.

Piluco salta del asiento como si le hubiesenpinchado los glúteos con un alfiler de cabecita, yempieza a lanzar improperios bacia todos .lospuntos cardinales.

-Carajo, esta maldita mujer tiene las manos demelcocha. No puede negar que es del campo.Perra, abusadora, desconsiderada, vagabunda.Parece que crees que yo me robo los cuartos, o quese dan en matica. Mujer de la mala [é, yo te entroaquí mismo a patadasy después les doy a todos loshombres con los que tú te acuestas. Maldita,insignificante, cuero de cortina.

Ya nuestro béroe ha cogido cuerda, y baencampanado la cbicbigüa de la cólera bastaregiones estratosféricas.

El bijo menor corre a esconderse en su cuarto,pero Piluco lo agarra por el cuello, y le da un fuertepellizco en la meiilla.

- Y tú, mucbacbito del diablo. Ponte donde yono te vea, antes de que se me monte un cambio, yte dé una pescozada que te vire la cara para el Sur.

No creo que ustedes se sorprendan de quePiluco esté bablando de moral en calzoncillos en lasala de su hogar, pues es una característica delcriollo bablar convencido de cosas en las que nocree.

Y se presenta también el caso de la mujer quedesde las primeras horas del domingo se dirige

íos

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hacia la iglesia a oir misa y comulgar, luego dehaberle suministrado al marido su cuota diaria demalas palabras e insultos.

Pero esto no se presenta solo en el hogar, sinotambién en el seno de instituciones que preconizanla igualdad y el amor entre los hombres.

Por ejemplo, veamos el caso de don Pepillo. Sesiente transfigurado de virtud y de amor por sussemejantes, mientras habla en el banquete de unade las instituciones a las que pertenece.

- "Nuestros postulados son de amor, deigualdad, de solidaridad. Vivamos siempre para el

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bien, y así podremos noche tras noche conciliar elsueño tranquilamente, sin los sobresaltos deaquellos que no están en paz con su conciencia.Tratemos a los demás con cariño, con dulzura, sindiscriminación, con sentido de igualdad y dejusticia, y pronto tendremos un mundo de amor,de alegría, de perdón, sin odios, sin rencores, sincrímenes ni robos",

Emocionado por las palabras del orador, yluego de los estruendosos aplausos que seprodujeron al final de ellas, se acerca un joventimidamen te.

- "Don Pepillo, ,quisiera poder explicarle elgoce que me han producido sus palabras. Yademás, decirle que en mi opinión la cuotade ingreso del club es muy alta. Si la rebajamossiquiera a la mitad, estoy seguro que entrarianmuchos jóvenes valiosos de condición modesta".

Don Pepillo se vuelve hacia él y dice confirmeza:

- "Eso ni pensarlo, porque inmediatamenteentrarian al club una serie de gente baja, inferior, yhasta uno que otro negrito de Villa Francisca secreería con derecho a mezclarse con la gentedecente ".

Otra situación que se dá con frecuencia es ladel padre de familia que sorprende a su hijobesando a una amiguita en la galería de su casa.

Lo regaña en forma violenta, lo envía aacostarse stn cenar como castigo, y jura que en elfin. de semana no tendrá m un centavo paradiversiones.

Cuatro horas después, luego. de fuertesvibraciones de la pólvora líquida conocida comoron, el virtuoso padre de [amilia llega "prendido" ala casa. Tras media hora de discusión, se va a lacama convencido de que hay 9ue retirar a ladoméstica po« que "no dá cbance'

Por eso en esta media isla tiene veracidad deaxioma aquella frase tan repetida: "La cuestión noes ser, sino parecer".

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el guitarreo

en los patios

Suenan las guitarras y los palitos, y en el patiogra nde se elevan en la noche las vocesaguardentosas:

"Hoy la triste realidad me ahoga, la dulcegloria de mi amor Si: ha ido......

Es la vieja canción que llegó a tantos corazoneshace unas décadas en las voces de Eduardo y RosaElena Brito. O podría ser otra:

"Orfelina, recuerdo aquella tarde,tenia el cielo una sonrisa azul.. ..Pero en el patio l{[ande, entre trago y trago de

ron, muchas veces 'a pico de botella ", quizásfrente a una lata de sancocho que deja oir sumonocorde "reburujar" de víveres, la melodía traerecuerdos al viejo odfelo e inquietud de ternura alos jóvenes.

Pero el "guitarreo en los patios" va quedandoatrás, rebasado por la velocidad del combo, o la yatradicional expresión:

"Vamos a dar codos para la feria....Porque parece que solamente "los viejos de

logia" tienen la pasión del patio, el sancocho .Y laguttarra.

El ambiente para el entonar del "habanero" se

lU9

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da generalmente los sábados y domingos.Desde las primeras boras de la tarde van

llega:ldo los "tercios" y comienza el afinar degllltarras, entre los preparativos de rigor.

- Vamos a mandar a buscarel romo.- Yo me canteo con medio globo para el

r;

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serrucho.- Yo no sé para qué. 11 tí. nada más con la

invitación se te puede dar un junto.-Rl'gci¡iI111le bien CSIl guitarra, Arscnilio, que

cstov amargado C01110 UII bombero,·-SI'¡pl~c.l1IIe de cariño, ncgra.-Vel/ de rCVl'rsa JI dame una patada en d

ombligo. Y luego de completado el "pote"comienza la búsqueda de los vasos en el vecindario,'}la que los escasos enseres de la btonildc casa de"Tas alturas" de 1., capital no son suficientes paralos invitados, IlIIligos de los invitados, .Y amigos delos inuttados de los amigos.

<Donde Cutimba })a'}l vasos de sobra. Tambiéndonde; Caján. Búscalos. .

-¿No bay por tlt/uí llingú,? muchacho quevala 11 buscar cigarrillos? oye tu, boca de taplta,comprame media cajetilla de cigarrillos y quédatecon "la vuelta ".

Cuando la mayoria de los presentes está"sugustán" for .e{,ecto del alcohoL, entonces searma "la de gato' porque todos quieren que losdel "conjunto" musical los complazcan con sumelodia favorita.

¿Qué pasa con "dos rosas"? Vamos arriba,mucbacbos.

- Te llevó el zeppelin, abara viene la guaracbitaesa que me vacila, rúiiele mamá".

y todos se creen poseedores de un buen estilo~ra c~mtar. Yempieza el coro.y el desafinar, y lasdiscusiones.

-Fellito siempre dalia el momento bablandode sus problemas.

-No más que tú amargado con Ra[:Jchina todoel tiempo. Y ella "haciendo cerebro' con el que"despacha" en la barrita de don Procopio.

-Haz como que te vas a callar y cállate.-Perucbo tiene voz de soprano coloratura.-Lo que no vas a mejorar no lo interrumpas.<Pero Tribilin nunca "procede. Siempre se

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está "apuñaleando"los cuartos".-No vengas con "solfas", que muchas "pelas"

que tú me has dado. Ojalá tener de "cbeles" lospotes que te he brindado.

Pero cuando laguitarra está "acompasada"conlas voces, entonces todos. guardan respetuososilencio. Al finalizar, el aplauso.

-Te la comiste, Rodolfo.-Que bien toca Piluco la guitarra. Y yo que

pe~é que no tocaba ni puertas.y a veces surgen las discusiones sobre-la edad

de alguno de los presentes, o quizá alguien "cogiócuerda" frente a una broma pesada.

y cuando el sancocho está listo, todos seacercan plato en mano, y el chiste y la "pulla"surgen de inmediato.

-Diablo, f'Jate que pedazo de plátano le pusola india a Bartolo. Parece que el negro la tiene"tuche", •

-Que va, si Bartolo es un "pari¡;iiayo" enasuntos de mujeres. Acuérdate la apreta que se diócon Rufina.

-Tú eres más lego que yo en eso, frente decachimbo. Casi siemwe me estás pidiendo consejocuando comienzasa 'atajar" una niña.

Cuando los presentes se han "regañado"conelsancocho los ánimos decaen ante el sopor naturaldel hartazgo.

Las melodías van haciéndose más espaciadas,éste tiene que marcharse porque mañana tiene quehacer "una diligencia" temprano. Aquél va a misacon la mujer a las seis de la mañana, y el otro vinopor "cumplir" porque desde hace algunos días sesiente "tumbado con lagripe".

En el marco de los patiosgrandes de los barriosde "las alturas" de la capital, van siendo cada vezmenos frecuentes los "guitarreos", siempreañorados por los "viejos de logia", p'ero dejadosatrás por el impulso del "combo" y la ya clásicaexpresión:

"T' da " d" 1 J:' •- vamosarco os para arena......

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la lluvia

Ver caer la lluvia ha sido fuente de inspiraciónpara los poetas de todas las épocas.

Los hombres y mujeres afectados de la .divinaneurosis poética han cantado a la lluvia, que llegópuando en sus almas anidaba 111l alegría o la tristeza,o cuando en sus brazos vibraba de amor el seramado.

En el campesino la lluvia es ale$ría al llegarcomo poderosa enemiga de la sequi». o dolor ytristeza cuando su caída continuada traeinundacién, desbordar de río.

En la ciudad un ()r;fIacero puede ser oportuno oinoportuno, bien recibido o maldecido, fuente desatisfacción o de disgusto. Todo depende de la horaen que traiga su carga de agua, y del oficio oprofesión del que lo ve caer.

Para el niño de barrio pobre el aguacerosignifica salir de la rutina del pequeño mundo dehogar. Sale desnudo o con pantalón corto paradisfrutar de la caricia del agua, corre por calles yavenidas dando saltos y gritos. Y en ocasiones suspies chapotean en el charco formado a golpe de'desidío edilicia.

Recordamos nuestros años de infancia, cuando

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salunnos C0/110 fuimos traidos al ütundo a bañarnos('1/ el '¡gIú¡cero aprovecbando que la lluvia metía enSI/S e.¡S.15 a las vtejas regaiionas J' ., las niñas con susojos indiscretos.

Sos alejábamos varias cuadras del bogar, delbarrio donde 110 nos daba vergüenza andar cualAdán infantil. )' de repente el aguacero cesaba,sacando ., la calle, a puertas y ventanas, los ojosantes escondidos.

Entonces se iniciaba el rápido y ruborizado

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correr ante las miradas estupefactas o burlonas delos transeúntes.

Hay tres esforzados trabajadores que ven caerla lluvia con mal disimulado disgustomercantilizado. los propietarios de lavanderías, loschoferes del servicio público y los limpiabotas.

Cuando el día comienza con calor de sol ellavandero ordena la ropa con cuidado en los"burros" para chequearla antes de enviarla a losclient;s. Mient!a.s t~mto, calcula los beneficios quetraeran estos tnajecttos.

Pero el cielo se torna gris, y el sonrientecomerciante cambia su rostro por uno de juez dePrimera Instancia minutos antes de dictarsentencia. A partir de ese momento, todos pagaránlas consecuencias de la lluvia, hasta el gato que leregaló la vecina para que acabara con los ratonesque estaban acabando con la ropa.

y no es pora menos. El cliente fijo a quien hayque llevarle la ropa a su casa protesta por latardanza, o llama por teléfono diciendo 'lue no sela envíen porque "no vaa salir con esta agúita".

Por su parte, el cliente pobre que se encuentraen su casa desnudo o con Uf pantalón corto porhaber mandado a lavar los dos únicos a lalavandería no envía a buscarlos por la misma causa.

El caso del chofer es aún más patético, sobretodo cuando el automóvil que conduce esalquilado.

Pues resulta que el aguacero es malo sicomienza antes de iniciar la faena, o cuando casiestá completando el dinero del alquiler.

Hay una especie de mentiroso consuelo que elchofer de carro público esgrime para sacar fuerzasde su tragedia. Es el repetirse que en los diaslluviosos se van los pasajeros de "por la linea" paradar paso a 103 "de a carrera".

Pero sus ilusiones se desvanecen cuando"dando medas" por la avenida San Martín ve a unhombre de aspecto respetable enfundado en grueso

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capote y bajo un paraguas solemne, con cara depasajero de carrera.

Frena con entusiasmo .Y dirige su miradaesperanzada al hombre con aspecto de VenerableMaestro de Logia Masónica, quien preguntatimidamcntc. i.va por la avenida Bolivar?

lil limpiabotas es quizás el ser más golpeadopor la lluvia. Esta parece una implacable vengadorade los que han muerto víctimas de ataquescardiacos producidos por la insistencia de estoshumildes y tenaces maestros del betún, liquido,cepillo y palio.

Los ojos aterrados del limpiabotas contemplanel cielo nublado, mientras repite al cliente que "eseagüacero no cae porque la brisa está del otro lado".Convincente argumento cargado de sapienciamcteorologica que el mismo quiere creer.

Un aguacero cerrado es un buen pretexto paralos empleados de empresas públicas y privadas,quienes se precipitan a "enfermar o matar" segúnlas circunstancias y el carácter del jefe, a parientesafines y colat!?ra!es para no asistir al trabajo queennoblece y dignifica.

Los sueños de! empleado público en laalmohada aparecen con ribetes de la poesía y labienaventuranza que le falta a su vida, entreinútiles oficios yel ocio bostezante del siete)! mediaa una y media de la tarde. También en los' sustosinevitables cuando cancelan al jefe o cambia elgobierno.

La lluvia le trae un poco de tranquila modorra.y en la tarde el pote de ron o la cerveza "paraabogar la pena que le produjo la muerte de su tíoLuis".

Pero e! aguacero seguirá llegando en visitasespaciadas o continuas al campo )' la ciudad.Traerá alegria o tristeza al campesino. Furorcontenido ai chofer de carro público y allimpiabotas. Carreras y saltos al niño de barriopobre, inspiración al poeta.

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el arte estudiantilde brillar

El introducir conocimientos en el "cacumen" ala fuerza es una de las grandes torturas de la vida detodo ser humano.

Por eso se explica el pataleo y las"malacrianzas" de los niños pam no ir a la escuela.Algunos exigen de uno a cinco "cbeles" pamsumergirse durante cuatro o álICO horas en lascárceles docentes.

y es' ~lle la disciplina escolar choca con losimpulsos "tiguenles" de niiiosy jó¡'cnes, a quienessolo les gusta, les fascina, les sacude, una cosa delos centros docentes: el recreo.

y esa circunstancia ba orighh1do 1111<1

pintoresca institución escolar: el "brillo "El arte estudiantil de brillar consiste en //0

asistir ala escuela pam p'1se.1r por callesy avenidas.sumergirse en aguas saladas o dulces,' pescar,"hacer esquina" o JU~'lY beisbol.

En los años de 'tranquilidad de tranc..t' de 1.,era de Truji/lo, la mayoría de los brilladores se ibaal balneario de Gúibia, a la pl.,)'., de 5.111 Jerónimo,o a "'marotear" frutas en residencias de"tutumpotes ".

Esto se hacía tomando precauciones extremas

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para evitar que los pr-ires se enteraran por el"chivateo" de algún amigo o conocido de lafamilia.

En las escuelas públicas eran varios los ardidesque se utilizaban para brillar y estar "presente" enla lista.

Uno de ellos consistía en decirle a uncompañero que "cantara presente" cuando semencionara su número. Otro era asistir a la primerahora de clases, aprovechando que los maestros queimpartían docencia en las otras asignaturascopiaban la lista.

Pero en la. mayoría de los hogares los padressiempre estaban 'chivos y broncos" frente a lauocacton "brillil" de sus bijos.

y de aln que de cuando en vez los progenitoresse presentaran a los planteles para verificar cómoiba la asistencia de sus retoños

Para verificar si sus hijos se habían ido a brillara alguna playa, los padres apelaban al expediente.de saborear los cabellos del mozalbete para ver SI

estaban "sulaos ".Los estudiantes de hace dos décadas eran

mucho más tímidos que los actuales para brillar, y('/1 ocasiones andaban con una camisa debajo de ladel uniforme para disfrazarse de "civil" cuandoIIcgdra el caso.

U marotco era la más valiosa diuersi/m delbrillador, aúll a costa de un glúteo o una pional1IL1gulldl!os por la dentellada que se pudo evitar si1'1 cntustasmo no hubiese imr.edido ver el clásicolctrerito: "cuidado, bay perro '

Las frutas que más abundaban en esasincursiones extraescola res eran los limoncillos11"/llgoS, cajuiles y algarrobos. '

f "/bit! varios métodos para "apearlos". Se/I(}d/;/. hacer a pedrada limpia, o encaramándose01// nesgo de romperse el apellido al coxo/lito del.ír/>III.. .\1U(':'IIS flro/,iet~rios o. inquilinos de casa:~ con

árboles [rutales tcnian actitudes condescendientes

1 II!

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con el "maroteador", y le permitían cOJ:erlimoncillos o mangos en sus predios.

Pero otras veces le "cbubában" el perro, cuyosdientes por lo rs: se clavaban en la /,arteana tó mica de estudiante-brillador-marotcadordonde la espalda pierde su decoroso nombre.

Más que la fruta, al estudiante brillador leatraía la aventura, el riesgo contenido en unaescopeta de perdigones, en la dentellada de unbulldogyen las olas encrespadas del mar Caribe.

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Por eso nos asombramos al cabo de los años dehabernos bañado día tras día en la playa de SanJerónimo, donde merodeaban. continuamente lostiburones.

Pero bien valía la pena el riesgo, frente alplacer del trayecto a todo lo largo del malecón parallegar a Gúibia o al baño del Carmelo. Este trayectoestaba matizado por el "tumbar" de almendras ycocos de agua.

y luego el correr por la arena de la playa, yalcanzar a nado los trampolines más distantes deGüibia, como era el conocida como "Peñita". Ypensar con cierta pena en los "pari~ayos" y"legos" que se quedaban en las aulas recibiendo losregaños de los maestros cuando no repetían al piede la letra la lección de Historia y Geografía.

Rero a veces llegaba el "chivateo en forma"ante el maestro y de ahí al padre.

Entonces las "pelas" nos hacían pensar endejar de brillar. Pero estos arranques dearrepentimiento "correácicos'' duraban poco­tiempo, y de nuevo nos veían las mañanas y lastardes en la playa o "maroteando" a trocbe ymoche.

Hoy el brillo estudiantil tiene. característicasde movilización de protesta frente a las injusticiassociales y la represión.

y el estudiante, con sus libros bajo el brazo,corre por calles y avenidas, lejos de las aulas,llevando consigo el riesgo de la bomba lacrimógena,el disparo, la macana o1a cárcel.

Pero a veces el brillo tiene la estridencia de ladiscoteca, el humo de la marihuana, el saborardiente del alcohol.

Todo esto motivado en parte por ía torturt:{contenida en fl meterse conocimientos a la fiJerzaen el "cacumen". Tortura que lleva pataleo ymalacrianza al niño frente a una palabra que tienepara él ribetes de fastidio: "Escuela".

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las navidadesdominicanas

Desde que se inicia el mes de diciem bre, consus brisas frescas, comienzan a aparecer en calles yavenidas las señales de lo que aquí se llama "laspascuas".

Frotas JI dulces importados dibujan suscontamos en la mesa del buhonero o en losestantes del supermercado y el colmado, mientras através de las emisoras y en los tocadiscos familiaresresuena la música con aires navideños.

. Pero poco a poco las navidades han idoperdiendo colorido en el país, y en los últimos tresalias han pasado casi'inadvertidas, sin estampido decohetes, garbanzos ni "buscapiés",

En los aiios no tan lejanos de la .década del 50cuando se acercaban los días pascuales se notaba enel ambiente de la capital el entusiasmo febril de laespera de Nochebuena y Año Nuevo.

Losjóvenesde ambos sexos hablaban de lo que.hadan en esos dos días extraordinarios, mientrasresonaban de cuando en vez los "montantes" ysurcaba el cielo la luz coloreada de la vela romana.

y como era raro el espectáculo hoy común deadolescentes aficionados al "trago ", todos los

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~?venes. pensaban ~Ol1 ansiedad. de, espera en elprendt que se darian en esos dos dias.

y cuando llegaba la nochebuena se csuiblccianlos contactos desde las primeras horas del día /klr«saber cuáles hogares visitaría cada uno en plan de"fiesta y aplome ".

y se hacia más elástico el recibimiento demuchachos y muchachas en las casas.y rápidainrntcse improvisaban el bailecito .Y la "beben tina ".

Más de un joven enamorado que bubi« pasadomeses en espera de poder danzar con SI(

"dcrriengue", apelaba al expediente fácil de colarseen su bogar. Asi podia acercarse al "esquivocordzoncito cruel", como diria la letra de unbolero de los que se oyen en las velloneras "de porallá arriba".

Pero el joven no se detenia ahi, sino quc decíacon aire jactancioso de dueño de pulpcria alestrenar un traje: "todauia me faltan UllOS cuantoscruces para buscar canes".

Como no estaba acostumbrado a beber lapólvora liquida, se daba unos "[umos de película"traducidos en el cantar a todo galillo mientras setambaleaba por las calles con un frasco de ron enlos bolsillos.

Pero la causa fundamental de esos "[umoslocos" era que en cada hogar que oisitab, lebrindaban una bebida distinta.

Al I/elfar donde Emilio el barbero se largaba un"pctaca:o ' de anis. Luego iisitabu /,' cus« deTauitillo, donde estaban "tirando" ron. Al salir dealli lo invita su amigo Cunano .( beberse UllOS

traguitos de Sidra de un frasco qUI! mandó su t ioTomasito, subsecretario de estado.

Cerca de 1"S doce de la noche nuestro .1II1igo"pica" para su casa "vuelto loco ", con II/M

borrachera In ul ticolo r, co 11 los "faroles" .,p",}!",dos,"en dos ruedas".

AlU vomita "basta la cédula ", CUI1 sudores[rios y sintiendo que la cama d,í vueltas o se hundeen un precipicio interminable. Y por su mente

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pasan rápidamente las incidencias del día, con elrostro de la amada y las formas variadas de los"potes". También la letra de la melodía con la quese "amargó" en la casa de Cunano: "ay, que tnstenavidad voy a pasar sin ti, solito aqui en mi hogar,.Y tú lejos de mí".

Nochebuena y Año Nuevo transcurren en elpaú matizados fundamentalmente de explosionesde cohetes .Y garbanzos, sonsonete de radios ytocadiscos puestos "a todo lo que dá", saludosefusivos con abrazos y griterío de balcón a balcón.

La gente espera el 31 de diciembre las docecampanadas que anuncian el advenimiento de unanueva iomada de existencia rara gran parte delmundo: y sale a felicitar a "Villegas y todo el quP/lega".

La fecha es aprovechada por personas quebabian roto sus vínculos de amistad para "hacer laspaces". El dominicano cree que "no se puedecomenzar el año con odios, porque terminará conodios".

Pero también las doce de la noche del últimodia del afio son un marco propicio para labipocresia y el "merenguismo".

Gente que está deseando que Perencejo semuera inmediatamente o antes, se precipita en esafecha a desearle felicidades, larga. vida, y "que,todas sus aspiraciones se realicen este año. Pero de;todos es sabido que cuando a una persona la,despiden de algún trabajo los amigos a quienesparticipa la noticia ponen de inmediato una falsacara de tristeza, aunque un buen observadornotada un rictus en los labios y una expresión enlos ojos que parecen decir: "ay, que bueno".

Por esa razón muchas personas se esconden losdías 31 de diciembre para evitar que en ellos seensañe la mala fé y la hipocresía de tantos DoctorI\ierengue que pululan por esos mundos de Dios.

De nada les valdrá esta medida berolca Nisiquiera que la prolonguen hasta el día dos deenero. Al retornar al trabajo, en la calle, en un

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Centro de diversión, aparecerá el amigo o elpariente que no lo saludaba cuando estaba"cruzando el Niágara en bicicleta" para decirle enmedio de un fuerte abrazo:

<Como no te había visto desde el año pasado,aprovecho la ocasión para desearte muchasfelicidades, .Y ojalá que todos t?JS sueños se realicenen este año que comienza.

Las navidades han perdido en nuestro país elcolorido, el entusiasmo, la fuerza de ternurahumana contenida en arios anteriores.

Pero está presente en la brisa[resca, en la frutaimportada, en el buhonero con esneranza de trescomidas calientes en su ho({ar de maderascarcomidas, y en el "prendi' multicolor deladolescente.

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el día de los

santos reyes

Nada iguala en el alma de un niño dominicanoal gozo que experimenta el día de los SantosReyes, cuando debajo de la cama o en algún otrolugar de la casa aparecen los juguetes que pidió aMelcbor, Gaspar o Baltazar.

Ese día surge ante los ojos infantiles con ruidosde cornetas, de pistolas y revólveres" de los de ajugando", y de tambores.

Pero el entusiasmo de los niños por esta fechaha ido decreciendo, debido a que desde losprimeros alias se enteran por boca de amiguitos demayor edad que "los Reyes son los papás y las

, "mamas.Se ha discutido mucho sobre si conviene o no

eXf/icarles a los niños que no es cierto que la nochede día 5 de enero descienden en camellos tresReyes Magos tiara proveerlos de juguetes.

Pero es innegable que se han originado muchostraumas sicológrcos debido al desengaño queexperimenta un niño cuando ve que a su amiguitolos reyes le pusieron más juguetes que a él.

Recuerdo el caso de un amigo de infancia encuyo hogar se estaba pasando una prángana que"mandaba madre".

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Peleó dos o tres días antes de Reyes con unvecinito cuyos padres tenían una estable posición·económica. Como era de esperar el "mal comido"perdió el combate. Su amiguito, qtfe se largaba lastres comidas y luego, "para completar" picaba unsandwich de jamón y queso con un vaso de leche[ria antes de irse a la cama, le dió "hasta con elcubo del agua",

Los padres del mal comido armaron tremendo"repcrpero", [ueron a la casa del niño "paReado" yLograron que sus progenitores le dieran 'tremendapcl» "

Estos también dijeron a su hijo que los Reyesno le iban a poner nada por haber abusado de suamiguito 17ItÍS débil.

'Pero el día ansiado se presentó ante el malcomido con el panorama de una mariposita de lasque cbocan las alas ,al rodar arrastradas por un largoJIestrecho pedazo de madera.

y mientras con cara de pena el niño débil quese portó bien rodaba su lánguida mariposita.1 m arilla y negra, el papeado confrontabaproblemas para bajar de la acera pedaleando uncarrito de juguete de gran tamaño. Al mismotiempo lanzaba al aire con displicencia una enormepclot« de volibol.

Los niños de padres pobres pasan las de Caíntratando de leoantar los centavos con los cualescomprar el tabaco .Y los refrescos para su rey[auorito.

.y discuten apasionadamente sobre el monto dela n(I'I('za de cada uno de los reveso

Otra circunstancia traumatizante es el furor delpadre de niiio pobre cuando este rompe el juguete'lile quizás (011 enorme sacrificio pudo comprarle.

Por eso se sorprende ellaudo su progenitorarremete contra él con 1" correa (} la tabla porbaba perdido un juguete que "le trajeron losreyes".

o Sin embargo, 110 todo es tristeza para el niñopobre en este dia. Pues ocurre quc: si le dejan una

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pistola o un revólver de juguete tendrá laoportunidad de lucirscla ante la muchachita demirada lánguida J' mediecitas azules que se mudórecientemente por el barrio.

y se vertÍ su figura agacbada tras las paredesacecbando a los amigos que juegan con él a"policías y bandidos".

-¿Qué tepusieron los Reyes?-Nada. Me porté mal.-Pero mi mamá dice que yo me porto mal, y

me pusieron una patineta, una pelota, un bate, unbipodromo, un velocípedo y un par de guantes deboxeo.

- iQué dichoso!Las carreras, el averiguar lo que le trajeron los

Reyes al amiguito, la secreta envidia frente aljuguete caro de este, enmarcan el panorama delniño pobre, con su alma corriendo tras la quimerade la hierba, la cartita y el 'túbano".

y todavía no se han puesto de acuerdo lospadres para decidir si conviene que sus hijos sepanque "los Reyes son los papásy las mamás".

Quizás valga la pena romper con la leyenda.Así se evitarían dolores como el que experimentoel niño mal comido que se portó bien y tuvo unamariposita, frente al amigo papeado que se portó111al y confrontaba problemas para bajar de la aceracon su carrito de pedales.

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la doméstica criolla

Es respondona, tierna, violenta, malcriada,coqueta, laboriosa, holgazana. Una y múltiple.Explotada, humillada, Jeliz en el idilio con elalistado o el mecánico de automóvil. Es ladoméstica criolla.

La vida de nuestras fregatrices es dura. Por unsalario que oscila entre los quince y treinta pesosmensuales tiene que lavar grandes cantidades deropa, fregar los platos, cocinar, y en ocasioneshasta cuidar de los niños de la casa.

La mayoria de esas esforzadas muchachas, aquienes muchos llaman despectivamente "cbopas ",vienen de nuestros campos a "bandeárselas" solas.

Se ubican en algunos de los mercddos de lacapital, en espera del ama de casa que esté "sinsirvienta", generalmente porque el maltrato quedió a las que tuvo las hizo poner pies en polvorosa.

Las amas de casa las examinancuidadosamente, buscando la fealdad en ellas, a finde que no despierten los devaneos cerebrales delmando o los hiJOS.

Luego vienen las preguntas de rigor acerca delas partes donde ha laborado y del salario que aspira

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ganar. También lo que espera que realice en la casa,y si el trabajo es "con dormida".

Algunas veces la campesina en busca decolocación como sirvienta acude a los hogarespreguntando con timidez éno necesitan unatrabajadora? .

Pero de esta forma se le dificulta conseguirempleo, ya que las amas de casa son renuentes acolocar muchachas sin referencias precisas depersonas conocidas.

Muchas veces las recomendaciones vienen deparientes del ama de casa. -Ramonita, tú dizqueestás buscando sirvienta? Te voy a mandar una quetrabajó hace como un año en casa. Es seria ytrabajadora. El único problema es que hablamucho, y como que se compa,ra. Pero como me hasdicho que Hermenegildo m las mira, pues no hayproblema.

y la muchacha de campo inicia su labor dura,agobiante. Su hora de llegada a la casa es por logeneral a las siete de la mañana. De inmediato esenviada a la panadería o al colmado para buscar losproductos necesarios para el diario batallar.

Cuando regresa, es sometida a un rigurosochequeo del dinero gastado y sobrante.

¿Cuánto es que vale la libra de salchichón?No. Devuélvelo. Donde Piculin lo venden másbarato. Ladrones, estafadores.

Luego de preparar y servir el desayuno, ladoméstica comienza las labores de limpieza de lacasa, por lo $eneral peleando con algún miembrode la familia que cruza el piso cuando están"trapeando ".

Cerca de las nueve de la mañana se dirige almercado con la dueña de la casa, y mientras éstaescoge la mercancia, ella sigue detrás con su bultoo una funda.

Cuando va sola, generalmente "se da vida"ahorrándose unos centavos aquí, poniendo de másallá, o aceptando el obsequio del dependiente quetiene "un cráneo" con ella.

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La doméstica se ve frecuentemente sometida alos requiebros ora disimulados, y,a violentos, delpadre de familia o alguno de los bijos de la casa.

Estos apelan con frecuencia al chantajedisimulado para obtener las caricias de la [regatriz:

Los contactos doméstica-hijo de la casa hanprovocado más de un embarazo, con elconsiguiente escándalo y las medidas duras y"cientificas" para "desaparecerlo".

La doméstica criolla tiene marcadapredilección por. los alistados y clases militares,policiales y hasta bomberiles. Las enloquecen losuniformes, aún sean de boy scouts.

Al finalizar sus labores en la noche seencaminan a los parques del centro de la capital,algunas veces llevando su "sopita en botella' parael policía de tránsito de la esquina.

En Gazcue y Ciudad Nueva se les ve conversarcon el alistado, al amparo de un zaguán o un árbolfrondoso. También intercambia caricias muchasveces incendiarias con su galán en la zona delmalecón de la capital.

En el seno de las familias de todas las clasessociales la muchacha campesina enganchada asirvienta tiene que pasar continuamente pordiversas humillaciones. Come generalmenteapartada de "los de la casa", muchas veces sentadaen una silla y con el plato sobre las p'iernas.

Respondona, explotada, humillada, tierna oviolenta, laboriosa u bolgazana, la doméstica criollaes un ser simpático y abnegado, que quizás sólotiene momentos fugaces de jeucidad en el idiliocon el alistado o el mecánico de automóvil.

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las muchachas del 50y las del 70

"Todas las mujeres , son iguales", "creer enmujer es cavar su propia tumba", "el que cree enmujer no cree en Dios", "por ellas aunque malpaguen ", "si las mujeres son el infierno. que melleve el diablo", "si se trata de faldas yo enamorohasta a un sacerdote".

De las mujeres se ha hablado desde que elmundo es inundo, en bien l' en mulo

Sobre ellas se teje el velo de la leyenda, l' se lesatribuyen ora virtudes sobrcbumanas, ya pecados.deslealtades y caprichos mezquinos.

Los representantes del mal llamado "sexofuerte" caemos frecuentemente en el ganchobistorico de s!lbestimar a es"s complicadas yencantadoras criaturas.

Pero lo que interesa es destacar la [onna enque han cambiado en dos décadas en este pais lasactitudes de las mucbacbas.

Hu la década del 50, en luXur de las atrevidasminifaldas de boy, se usaban vestidos "a mediacanilla" reforzados con "cretonas ", los cualesdificultaban enormemente las aproxísnacioues delos "quemadores" en los bailes.

De todos es sabido que no tiene nada de

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embustera la letra del merengue: "todo el que bailaes por interés". Por eso se explica la protesta ~een los jóv~nes del 50 provocaba el despliegue demurallas imf,edidoras del roce conocidas como"crinolina', o hablando mas criollamente"cretona".

Consistía esta en una especie de "antefalda"endurecida con grandes dosis de almidón, que da alas chicas un aspecto de embudo boca abajo, oantena de televisor al revés.

Pero este entusiasmo "cretonil" de lasmuchachas era el reflejo de una li~era timidez altratar con los hombres. Esto se poma de manifiestoen lo lento del proceso amoroso.

Cuando a una chica le interesaba algúnbembrose lo daba a entender a través de "miraditaschulas" "p'ullitas disimuladas", y"amargamientos ' con discos de Lucho Gatica, ElIndio Araucano, o José Antonio Salamán, loscantantes populares'que más "jalaban" en aquellaépoca.

Y as" cuando su "debilidad" pasaba con aireindiferente por su casa comenzaba a entonar lacanción que "sonaba" en la voz de Lucho: "si demirarme dejaras, mi vida se acabaría......

Si el galán ponia "truño" ante la indirecta,entonces le tiraba suavecito una canción de"Salamán el amargao": "odiarte quisiera, más alláde la muerte, y lo que consigoes tan solo quererte,mucho, mucho más.....

Si el joven daba señales de estar en la cosa, lamuchacha se talia de una amiga para que hiciera lasveces de "correo azul".

y aquí vemos a la amiga llevando un papelito,o el "mandado" de rigoral esquivo elegido.

Las diversiones principales de las quinceañerasdel 50 eran dar paseitos, asistir a las retretasdominicales en los parques, organizar bailecitos, "sentarse en la puerta de sus hogares a "dar tijeras '.

Eran pocas las que fumaban, y en las xrandes

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ocasiones bebían a regañadientes 11110 o dos vasitosde Coca-Cola con ron.

Abundaban las románticas y soñadoras que sepasaban horas muertas leyendo novelitas de CorinTellado, Caridad Bravo Adams, y poemas de JoséAnl(el Buesa.

Cuando se ',enredaban" con un muchacho, losescasos besos de la semana los recibían en lastandas dominicales de los cines. Los apretones enlos zaguanes eran esporádicos.

La evolución amorosa de la muchachadominicana coincidió con la aparición de lospantalones femeninos, y que fue agradablementerecibida por los hombres.

Muchas chicas con rjúteos protuberantes ycanillas flacas encontraron la fórmula mágica delgustar en los pantalones, debido a que esta piezadestacaba los [undillos y tapaba las piernas.

Hoy las chicas se pelan y peinan "a lo macho ",y su mayor aspiracion es ir borrando lenta peroinexorablemente toda apariencia de femineidad.

LO$ zapatos "machihembra ", las camisas dehombre arremangadas hasta la mitad del brazo, elreloj de pulsera con esfera grande y los pantalones"campana" ponen el toque "bombril" en nuestrasquinceañeras Go-Go y Ye- Ve.

Beben las chicas de hoy licor "a dos manos" enrestaurantes exclusivistas y hasta de dudosa fama yse van solas hasta el fin del mundo, y un poquitomás al/á.

En los amores "consentidos" se permiten todaclase de "samadas" con el novio, ante la miradacomplaciente o indiferente de los padres ybermanos.

Si en un baile encuentran un parejo que "lesbace sangre", se dan unas "metidas' que el hombretiene que buscarlas por detrás de él para continuardanzando.

Tienen poco respeto a la autoridad delhombre, y cuando salen con algún amigo opretendiente saludan, a veces hasta con besitos en

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l., 1111'jil/." a cuanto conocido, primo segundo,cecino. ex-cuitado o 1111ti},TlIO novio le cruza por.icl,1I/t1'.

C0l/10 es natural, el acompañante pasará las deedil .I/It(' lo "soludablc" de su compañera. YS"t'.,r.í 1111" risita cstu diada del fondo de su disgustocu.tn.!« •l,'.~ !J/U;S de I/lM brcuc presentación la chica.,,' "llli'"s'llIt' ('11' 1111<' amena, "manoseante" 'Y"COII!I,lII:lId,," cb.u], con el amigo encontrado.i.ri. i"II/t,ll/1ell te ('111., calle El Conde.

l.u« cbica« de boy S011 audaces, coquetas y·'t'bi;'iric.,s"basta irse de boca. Por eso no es decxt r,l/l.,r el espectáculo de una joven dando"taqnvcitostnacabics" de pierna por debajo de la1I1<'S., de IIn restaurante al amigo del novio que josim'itiÍ ., cenar.

,\ucntras asi se. "desenvuelve" tiene las manosdel novio entre las suyas, JI le lanza miradas capacesde incendiar en Sil totalidad el cuartel de losbomberos de Santo Domingo, incluyendo lasmanguerasy los extinguidores.

La cbica del 70 hace "cerebro" con la mitadmás lino de los galanes de la pantalla. Y no tienerep¡¡ro en "firmar delante del hombre qlle la llevará,,1 altar 'lile "Marlon Brando está más bueno que unc(,<,millo después del cafecito de las siete de la

- "nlll/la na .Cuando siente llegar IIn acceso de tos pide

permiso al novio "para ir al cuarto de losdesesperados a botar un gargajo ".

Si el novio /leva un libro de poemas .'Ycomienza a recitar algunos, le dice tras bostezoscapaces de lesionar lfl mandíbula de Ul1 boxeadorde Peso Completo: "mi hijo, tú estas muy atrasado.Ya esa vaina de poesías no se lisa. si me siguesleyendo poemas, me duermo aquí mismo",

Los aiios devoran costumbres, tradiciones,lcycn das, modas y actitudes, pero el alma humanasigue' siendo la misma: impredecible, inconstante,oolublc, insaciable, insatisfecha. Y dentro de lascaracteristicas del alma humana se destaca la

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contradictoria naturaleza de la mujer.Esta contradicción se pone de manifiesto en la

diferencia abismal de las actitudes de unamuchacha de 1950 y otra de nuestros días.

Pues mientras aquella esperaba pacientementeel bailecito familiar para estar "de carita pegada"con el novio, la última investiga con el ginecólogolas excelencias y problemas de los anticonceptivos.

y el eco de la voz de la del 50 parecesilenciado por una frase admonitoria de la del 70:'ya esa vaina de poesías no se usa".

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el dominicano éesbueno o malo?

Continuamente oimos expresiones como estas:"el dominicano es malo por naturaleza" "en estepais no se puede ser bueno" "el instinto criminaldel criollo".

Pero estas frases son lanzadas sin pensar por lamayoría de quienes las pronuncian. Pocos se hanpuesto a ahondar en la sicología del criollo, y lostrabajos publicados sobre el tema han despertadoencendidas polémicas.

El conocido siquiatra Antonio Zaglul haseñalado en varios artículos lo que llama "elgancho, o la paranoia del dominicano".

Según la tésis de Zaglul los nacionales de estamedia isla sufren de una especie de delirio depersecución que los hace vivir "broncos" y"chivos" frente a personasy situaciones.

El profesor Juan Bosch afirma en su obra"Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo" que lasusceptibilidad es un rasgo sicológico común a casitodos los dominicanos. Tambien señala que enmuchos casos la susceptibilidad está suplantada porla envidia.

Analizando con el ojo práctico y la objetividaddel periodista vemos al criollo en sus

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manifestaciones cotidianas que van desde lasusceptibilidad basta la más fría calma, y desde ladesconfianza paranoide basta la confianza másmgenua. ,

Una de las características del criollo que másllama la atención de los extranjeros que nos visitanes su actitud frente al saludo.

Todos bemos pasado por el trance de llegar a lacasa de algún amigo en momentos en que laresidencia es visitada por varias personas..

Cuando decimos el clásico "buenas"inmediatamente se producen actitudes diferentesfrente al saludo.

Mientras unos responden fría yprotocolarmente, los más se ecban bacia atrás enlos asientos con aire desconfiado y hostil mientrasnos lanzan una mirada examinadora que tualternativamente de los pies a la cabeza.

Aún cuando el llmlgo baga las presentacionesde rigor se mantendrá durante unos minutos laactitud de fría reserva cargada de bostilidad de losprimeros momentos.

Pero esta reacción del dominicano anteel saludo del extraño también se manifiesta frente alamigo o al conocido.

Todo el mundo ba pasado por el trance de queun amigo "le baga bielo" o "lo deje fabricando"cuando' le saluda en la calle o en algúnestablecimiento comercial o sitio de diversion.

Dicen algunos que el criollo es malagradecidocomo un gato. Pero parece que la ingratitud se daen el mismo grado en todos los países del universo.

Es sabido que cuando se le da dinero al amigoque está "cruzando el Niágara" este no sólo no loagradece sino que se ofende cuando en algunaocasión "le fallamos".

Una actitud común en el dominicano es la derecordarnos que "mañana es su cumpleaños" a finde que le demos algún regalo. Pero no tiene la másmínima idea de cuándo es el cumpleaños nuestro.

Otra característica de la mayoría de los

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nacidos en esta tierra es la gran capacidad parahablar mentiras o "allantar".

Aquel que está sin empleo es porque harechazado varias ofertas de colocación porque él nole trabaja a todo el mundo. Cuando lo despidenresulta que "renunció". Los sueldos de ISO pesosmensuales son de 250, y la camisa quc luce cadacriollo cuesta varios pesos más de los quc costá.

El dominicano gusta de baccr favores. Perogeneralmente con el fin de "sacaliñársclo" albeneficiario.

Pero el criollo es tierno )' afectuoso con elamigo o conocido a cuya púerta se presentó laadversidad.

De abi las "amanecidas" frente al lecho delenfermo o en un velorio. Los extranjeros ponderanel calor de relación e intimidad que existe entre loshabitantes de un mismo barrio en nuestro país.

En los sectores humildes llega hasta el Krado deprestarse los enseres de cocina, aiÍ11 cuandoprovoque riñas que en ocasiones llegan basta la"pela de lengua".

Otra negativa actitud nacional es el chisme.I\qu'- se destruye una reputación ganada en aiios dedura labor honesta en menos tiempo del que tardaun dueño de c-olegio privado en cancelar unmaestro.

No es necesario ser socióloKo ni sicrí/oKo parareparar en el alto grado de violencia contenida quesubyace en toda amistad entre criollos. Est» puedeeo m probarse lácilmente al observar a dos"enllaues" que inician un "pctaqueo" de trayos enun patio.

Cuando se destapa el primer pote todo essonrisas, apretones de manos y abrazosesporádicos. .

-Compadre, yo lo aprecio.<Pero no como yo a usted, mi hermano.1\1 finalizar el primer frasco w!neralmente se

inicia la discusión, pues resulta que en el

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"serrucho" alguno de los dos quiere "apuñalearsc"1os "cuartos".

<Compadre, u~ted,esun vivo, y e 'ee que .vasoy tonto. Pero ro se mas que usted.

- Yo no discuto por cbeles. Usted es unridiculo.

y lo que comenzó como un agradableintercambio se convierte en riña verbal que lleva enocasiones a la violencia física.

Muchos se equivocan al considerar comocarac teristica exclusiva del dominicano latendencia a "serrucbarle el palo" a los amigos enmateria de trabajo o amores.

Esto existe en todos los países. y parece serconsustancial con la naturaleza humana, siempreempeñada en desear lo que no tiene cy no 'darmucha importancia a lo que tiene.

Algunos extranjeros que nos visitan aseguran'que el criollo no tiene el sentido de la diversióncolectiva. Y señalan que en todo sitio de diversióno acto social se forman grupos reducidos que"gozan por su lado".

Pero [rente- a los ojos curiosos de cualquierpersona con un mínimo de objetividad eldominicano aparecerá cotidianamente variable enla susceptibilidad y la ingenua confianza. O en laternura .Y la abnega~ión mostradas frente al vecinoa cuyu puerta golpeo la adversidad.

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el matrimoniocriollo

Procopia ha logrado conmotera la concurrenciacon el relato de 70S líos [alderiles de su esposoGumersindo.

y señala, con lágrimas en las ojos, que sumedia naranja atravesaba el aposento en plantillade medias cuando llegaba tarde en la noche paraponerse horizontal con Mocholonga, la siroienta"chivirica". Claro que despidió a la "taquisrasa"por "fresca .Y comparona ", aunque reconocta queel bandido de Gumersindo tenía "su poquitin deculpa".

Pero lo que más le dolió a la pobre ama de casafile aquella "sinvergüencería" que le hizo sumarido cuando se "enredó" con Picbucba lamaipiola que vivía en el 1/Iisl110 barrio.

y debe hacerse resaltar que cuando Procopiaconoció a Gumersindo este se encontraba con m.íshambre que un miembro del Cuerpo de Bomberosde Santo Domingo. Vestía de mameluco deEssolube, y despedía un olorcito a sobaco depitcber en extrainning:

La infeliz mujer afirma que su marido no seaguanta cuando anda con ella para "dar vistilla" acuanta falda le pasa por el lado. En una ocasión en

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que andaban por la Avenida Mella, t'CIIi., ,'11

dirección contraria una muchacha con nuis curvasque el pitcber Rubén Gomez. Y el maluado no tuc»ningún reparo en decir a la desp"III/""hll/('quinceañera:

-Por ti seda capaz de hacer ~,írg'lr<l.\ buc«abajo.

La concurrencia está pasmada, y con g,II"'s d('arrancarle la cabeza y sectores ady.iccntc« ,,1desconsiderado esposo de Procopia.

La desdichada mujer. y su marido l'sr.íl/"terminados". No. hay ninguna posibilid.u! d,'arreglo.

Doña el/timba es la que más ha protrstado porlas vagabllnderúJs de Gumersindo, y se /I.¡ ere ido ('11

el deber de in[ormar a Procopi, sobre (,1"embullito" que este tiene con Pancbola la IlIi" deldueño del hotel "COIIIO quiera dicen".

Pues bien. Cuan do l'rocopia s(~ mascbú rruncerca de las doce de la noche, por lo 'lile J)oii"L/illa y Nepornuccna decidieron acompañarla IA¡Sr.1su casa.

Cual no seria su sorpresa al encontrar aGumerstndo en calzoncillos en la sala, ovendodiscos del jibarito de Lares en la consola ll"ecompró su esposa cuando "cogió el SIJU" di'Mercedes la bizca.

Pero esta sorpresa por !}()CO se convierte NI

infarto del miocardio cuando Procopia, lll(',!!.o JI'una débil protesta se lanztÍ 'en los brazos de Sil

"hombre" dándole besos por toneladas en el"cocote ".

Al despedirse de las pobres muieres qlll' .\('babian pasado toda la noche oyendo sus diatrtbuscontra Gumersindo, Procopia 'les dijo con unasonrisa picara y tramposa:

_. Vayan con Dios, mis hijas. Y no sufran, qlu'cuando el hambre dá calor, la batata es un rc[resco.

Al dia sipúente, Gumersindo se pr('wlI/IJbecbo una [uria en la casa de doiia Cutiinba, y la"rellenó" de arriba a abajo con una pela de 1('l/gulJ.

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Mencionó a todos sus parientes, incluyendo a sutio don Lico, 'j,,;en había muerto hacía más dediez años practicando el amor en todos sus tonos,luego de babcrsc "1<1rgado" un cocido de pata devaca en una [ondu de la calle Barabona.

La actitud del marido de Procopia se debía aque esta le babia contado las cosas que sobre élbabia dicho 1'1 .busadora de Cutimba.

Esta es U1/1.1 demostracion más de la veracidadde a.quel ref~án popular que dice: ':fn pleito demando y mujer, nadie se puede meter.

En la República Dominicana está cambiandomucho la fisonomia de los matrimonios. En lasdécadas del 40 al 60 el hombre era el "patomacho" en la casa. Su palabra era ley,convirtiéndose en toda ocasion en batuta yconstitución. •

y se teta el espectáculo de la pobre mujer quese levantaba a altas horas de la madrugada ante laspatadas que el marido le daba en la puerta. Cuandola abria, reparaba en .que su compañero estaba"encendido como un cachimbo" y acompañado dedos "tercios".

y a esa hora tenía que fajarse a hacer unsancocho al rey de la casa :Y sus "enllaues". ycuidado con poner mala cara, porque podía perder,como diría un sastre, "la entretela del forro delborde de la costura de la hilacha y la baceta" anteel impacto de una "tabanada" de su amo y señor.

Actualmente las mujeres están desplazando alhombre del mando, aunque usando a veces tácticasespeciales lavadas con "champú de cariño".

Por eso, en lugar de gritarle al marido que no.salga a la calle a "parrandear", se le acerca solícitay le dice con ardor mientras le abraza:

-Ay, Puchun$o, yo sé que tú tienes derecho asalir cuando te de la gana. Por algo eres el hombre.Pero cuando te marchas, yo me siento tandesamparada. Ay, mi amor, cariñito, cucbi-cucbi,dáme un besito, viejo.

y el flamante marido, elevada su vanidad hacia

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alturas inconmensurables, se queda en la casaporque "su mujer es muy miedosa, JI sin él sevuelve una etcétera de noche".

Hoy ld mujer "le desbarata los líos" al hombre.Le registra los bolsillos para ver si encuentra algunacarta comprometedora o una fotografía de fémina.

y si esto ocurre, se vuelve una fiera y arremetecontra la usurpadora, sea por teléf011o opersonalmente I!:'ra que "deje de estar fijándose enhombres ajenos :

El1 lo que toca al pobre marido, este tendráque "hablar inglés" para explicar la aparición, l'durante días enteros vivirá homenajeando (' laesposa. Estos homenajes podrían culminar en 'elclásico paquetico de bizcochos al retornar al bogaren las noches.

Ul1 periodista amigo decía e1J son de broma.aunque los qlle conocemos los entretelones de SIl

matrimonia sabemos 'Iue es la pura verdad:-En mi casayo siempre dIgo la última palabra.

tú tienes razón, querida.y u n sastre ex-libertino afirmaba con

jactancia: "en mi casa mando yo. A mi mujer lepuedo permitir 'lúe me -dé una bofetada, pero lasegunda sí que no se la consiento".

En este país -narido y mujer continuarán suspeleas interminables; producto quizás delresentimiento acumulado por siglos de explotacióny atropello.

y la mujer dolida, o el marido disgustado,relatarán a sus amigos las "desconsideraciones" de.« cányuge.

Pero, por favor, absténgase de opinar. Porqueen la noche de ese día, los besos y abrazos borraránel disgusto irremisiblemente.

y entonces en la puerta de su casa resonaráuna voz colérica que "Ie sacará los trapitos" .,1 sal.y al igual 9,lte Cutimba, usted experimentará en"carne viva ' el dolor de haber olvidado que "enpleitos de marido y mujer" nadie se puede meter.

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Page 148: Mario Emilio Pérez - Estampas dominicanas

INDICE

Pá~na

Prólogo por Juan José Ayuso.................................. 5El humor del dominicano........................................ 9El peatón no es un ser humano............................... 13El "tranca" y el ..pariguayo.................................... 19Los ~mores c?n.s~ntido~ y los escondidos................ 23Aqut hay preJuICIOS, cOJollo.................................... 27Los prestamistas del "módico veinte"..................... 33El ..allantoso........................................................... 37El arte de jugar billetes y quinielas.......................... 43El afán social. ,. 47Velorios dominicanos '" 53El chisme: pasatiempo nacionaL............................ 57El dominicano no enamora hoycomo enamoraba ayer... 61El borrachón........................................................... 65El dominicano y la brujería............... 71Semblanza del ..picoteador...................................... 75Los juegos infantiles de ayer y de hoy..................... 79El fantoche.............................................................. 83El restaurante............... 87Los amoritos de la infancia..................................... 93¿Son realmente locos nuestros locos? 97El busca~iles y el par~caidas.................................. 101La cuestión no es ser sino parecer........................... 105El guitarreo en los patios........................................ 109La lIuvia.................. 113El arte estudiantil de brillar.................................... 117Las navidades dominicanas..................................... 121El día de los santos reyes........................................ 127La doméstica criolla............ 131Las muchachas del 50 Ylas del 70........................... 135El dominicano ées bueno o malo? 141El matrimonio criollo.............................................. 145