48

MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i
Page 2: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i
Page 3: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

MARQ

Publicación de la exposición “Prestigio y eterni-dad. Los ajuares funerarios del Peñón de laZorra”, en la que se exhiben las piezas halladas enel interior de la Cueva Oriental de este yacimientovillenense, que sirvió de tumba en los momentosfinales del Calcolítico.

Octubre de 2012- Febrero de 2013

Hace casi 4500 años las cuevas abiertas en las pa-redes del espolón rocoso sobre el que se alzabael poblado del Peñón de la Zorra sirvieron de úl-tima morada para unos pocos individuos, ente-rrados allí en compañía de sus ajuares funerarios,algunos de ellos muy relevantes. El conjunto másimportante se halló en 1964 en la llamada CuevaOriental, compuesto por un gran puñal y un parde puntas de jabalina de cobre, un arete de platay 14 vértebras de pez perforadas que probable-mente formaron parte de un collar. Lamayoría deestos objetos debieron obtenerse a través deredes de intercambio, destinadas no sólo a queestas incipientes jerarquías del final de la Edad delCobre exhibiesen objetos de distinción, sino tam-bién a fortalecer sus relaciones con otros gruposjerárquicos que en aquellos momentos estabanconsolidando su poder en otros puntos de la pe-nínsula Ibérica.

Page 4: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

2

MARQ

giones del occidente europeo, está compuestopor varios recipientes cerámicos (cazuelas,cuencos, etc.) que presentan diversos estilosdecorativos según cada una de las regiones, di-ferentes tipos de armas como hachas, puñalesy puntas de jabalina elaboradas sobre cobre, yelementos de adorno entre los que destacanlos elaborados sobre materias primas exóticascomo el marfil, metales preciosos o rocas sin-gulares (fig. 2). Estas primeras élites se distin-guirán, además, por participar de rituales

Figura 1. Distribución del Campaniforme por Europa.

Si por algo se caracteriza el ser humano es porhaber creado conceptos, ideas y símbolos quese sitúanmás allá de la realidad física. Esta par-ticularidad nos diferencia del resto de seresvivos y es tan antigua como la propia especiehumana ya que, desde su aparición, ha des-arrollado distintos tipos de rituales que deja-ron huella en aquellos lugares en los que serealizaban, algo que permite ser rescatados einterpretados desde la Arqueología. Entre losrituales más extendidos estarían el arte, en-tendido como la creación mediante la cual seexpresa una visión sensible en torno al mundoque nos rodea, sea éste real o imaginario, o losrituales funerarios, que muestran la visión quecada sociedad ha tenido sobre el mundo delmás allá y la consideración que de sus difuntostenían aquellos que les sobrevivían.

A lo largo de la Prehistoria, especialmente apartir del Neolítico, contamos en las comarcasalicantinas con un buen número de ejemplosde manifestaciones funerarias. Su estudio nospermite conocer la evolución de lasmentalida-des y las creencias simbólicas, así como las dis-tintas formas de organización social. El casoque ahora nos ocupa, las cuevas funerarias delPeñón de la Zorra (Villena), resulta paradigmá-tico pues nos informa de una sociedad en tran-sición, no solo en lo que afecta al mundofunerario sino también al resto de facetas de lavida, momento de cambio que se conoce bajola denominación de Campaniforme.

A mediados del 3er milenio a.C. (2600-2200a.C.) las sociedades asentadas en Europa occi-dental (fig. 1) empiezan a evidenciar una seriede cambios en sus formas de organización so-cial. Este momento se conoce como Campani-forme, manifestación arqueológica propia demomentos avanzados del Calcolítico en la queuna de las características quemejor va a definira estos grupos va a ser el surgimiento de unospocos individuos como líderes sociales o,cuantomenos, como personajes con una ciertadistinción social. Estas primeras élites encon-trarán en el llamado ajuar campaniforme laforma de distinguirse. Este ajuar, o conjunto deobjetos que tienden a repetirse en diversas re-

Figura 2. Ajuar cerámico campaniforme del yaci-miento de Cova dels Gats.

El campaniforme y el nacimientode las clases sociales

Page 5: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

3

MARQ

funerarios de carácter individual, que con-trastan con los rituales colectivos de momen-tos anteriores. En este nuevo mundofunerario los inhumados se hacían acompañaren su viaje al otromundo por estos ajuares deprestigio, algo que ahonda en la especial con-sideración que tenían para aquellos que les so-brevivieron y que se encargaron de darlessepultura.

En nuestras tierras contamos con un magní-fico ejemplo de estamanifestación cultural enlos yacimientos del Peñón de la Zorra. Entorno a esta elevación situada unos 4 km alnorte de Villena (Alicante) se abren dos pe-queñas cuevas que fueron empleadas paradar sepultura a los difuntos de los habitantesdel poblado que se ubica en su parte superior(fig. 3). Las características de estos enterra-mientos y de los ajuares que les acompañaronhacen de estos yacimientos unos lugares sin-gulares para el estudio y comprensión de unasociedad en transición en la que las diferen-cias sociales empiezan a desarrollarse, mos-

trándose éstas a través de la ostentación, en lavida terrenal y en la del más allá, de armasme-tálicas y adornos elaborados sobre metalespreciosos.

Cuando José María Soler García intervino en1964 en las cuevas sepulcrales abiertas en lasladeras del Peñón de la Zorra, seguramenteaún no era consciente de la trascendencia quesus hallazgos iban a tener en la historiografíaprehistórica española. Los ajuares funerarios,especialmente los metálicos, han sido emple-ados desde su publicación como un hito esen-cial para la explicación de unos procesos dedesigualdad social que empezarían a docu-mentarse entre la Edad del Cobre y los iniciosde la Edad del Bronce. Entendidos tradicional-mente como bienes de prestigio, su presenciaen estas cavidades se ha asociado a la apari-ción de las primeras élites sociales con capaci-dad de atesorar, incluso tras su muerte, unaserie de objetos de origen foráneo que debie-ron ser conseguidos a través de intercambioscon otras sociedades.

Figura 3. Localización de los yacimientos del Peñón de la Zorra.

Page 6: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

Las excavaciones de J. Mª Soler en los tres ya-cimientos situados en el Peñón de la Zorra, elpoblado y las dos cavidades sepulcrales, las re-aliza acompañado de su habitual equipo de co-laboradores entre los que cabe destacar aMiguel Flor quien, con su cámara, inmortalizóalgunos de losmomentos de aquella incipienteArqueología a la cual tanto debemos los inves-tigadores del presente (fig. 4). Lameticulosidadcon la que llevó a cabo estos trabajos, pococomún en la Arqueología de la época, nos per-mite ahora reconstruir las características deaquellos enterramientos, permitiendo acercar-nos a las costumbres funerarias de este mo-mento de la Prehistoria.

El impacto de este yacimiento en la investiga-ción se asociará siempre con la intensa laborque J. Mª Soler desarrolló en el término de Vi-llena, trabajo que le valió el reconocimiento dela comunidad científica y que tuvo su punto ál-gido en su nombramiento comoDoctorHonoriscausa por la Universidad de Alicante (fig. 5). Suexcelsa formación, en su mayor parte autodi-dacta, le permitió reconstruir buena parte de laPrehistoria de Villena a partir de las interven-ciones que realizó en distintos yacimientos,tanto poblados como cuevas sepulcrales.

4

MARQ

De estos trabajos debemos destacar los referi-dos a los asentamientos de Arenal de la Virgeno Casa de Lara, que permitieron proponer porprimera vez la existencia de yacimientos al airelibre durante el Neolítico antiguo en una épocaen la que la visión aceptada era que sólo se vivíaen las cuevas, los referidos al Cabezo Redondo,yacimiento clave para explicar los procesos his-tóricos habidos en la segundamitad del II mile-nio a.C. en el sureste de la península Ibérica, y,muy especialmente, el descubrimiento del Te-soro de Villena.

Figura 4. Foto tomada porM. Flor durante los traba-jos en la Cueva Occidentaldel Peñón de la Zorra.

Figura 5. J. Mª Soler durante su nombramiento comoDoctor honoris causa de la Universidad de Alicante .

El Peñón de la Zorray José María Soler

Page 7: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

5

MARQ

Los ajuares funerarios objeto de esta exposi-ción proceden de la Cueva Oriental del Peñónde la Zorra, oquedad abierta en la ladera Estede uno de los contrafuertes situados en la ver-tiente meridional de la sierra del Morrón. En laladera occidental de este mismo contrafuertese abre otra cavidad en la que también se do-cumentaron restos funerarios asociados aajuares.

La Cueva Oriental, ubicada en la parte superiordel espolón y por debajo del propio poblado,presenta una boca con un ancho de poco másde 2,50m y una altura de apenas 0,50m (fig. 6).Su interior presenta una planta ovalada con 3m de profundidad máxima, 5,50 m de anchuray 0,50mde alturamáximamarcada por la bocade acceso (fig. 7). Según noticias del propio J.Mª Soler, la entrada estaba delimitada por unarco de grandes piedras, hecho que le permiteplantear la posibilidad de que estuviera ce-rrada, abriéndose cada vez que se requería unnuevo sepelio (fig. 8).

La intervención arqueológica en esta cavidaddebió resultar notablemente compleja pues elreducido tamaño de la boca impedía acceder asu interior, debiendo extraerse los primeroscentímetros de sedimento desde el exterior.

Figura 7. Planta y secciones de la CuevaOriental delPeñón de la Zorra.

Figura 6. Imágenes de la boca de acceso de laCueva Oriental en 1964 y en la actualidad.

Figura 8. Trabajos de excavación en la Cueva Orien-tal del Peñón de la Zorra.

Arqueología de la arqueología:Las excavaciones de J.Mª Soleren el Peñón de la Zorra

Page 8: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

6

MARQ

A pesar de estas dificultades, J. Mª Soler supoubicar espacialmente los ajuaresmetálicos en elinterior de la cavidad (fig. 9), además de recu-perar otros objetos, algunos de muy pequeñotamaño, gracias al empleo de tamices, prácticapoco habitual en la Arqueología de aquellaépoca (fig. 10).

La cueva de la ladera occidental se sitúa en laparte central del espolón, siendo demayores di-mensiones que la anterior con una boca de 2,50m de anchura y 1,75 m de altura. Su interior esbastante irregular, presentando una profundi-dad de algo más de 1,50 m. Por delante, a esca-sos centímetros de la boca, se sitúa un granbloque de piedra que, al igual que en la cavidadde la ladera oriental, permite plantear la posibi-lidad de que funcionase como cierre (figs. 11 y12).

La intervención en la Cueva Occidental se ca-racterizó por el rigor demostrado por J.Mª Soleren todos sus trabajos ya que, antes de retirar elsedimento que la rellenaba, dividió la cavidad encuatro sectores para facilitar la ubicación espa-

Figura 10. Labores de cribado de los sedimentos ex-traídos del interior de la Cueva Oriental del Peñón dela Zorra.

cial de los hallazgos, algo que ha permitido aso-ciar los ajuares a los distintos individuos identifi-cados.

En el poblado se efectuó un sondeo de 2 x 2 men la parte superior del cerro, detectando unasencilla estratigrafía que las excavaciones re-cientes han completado. Sin que pudiera identi-ficarmuros o pavimentos, la excavación tan sólopermitió recuperar pequeños hallazgos entre losque destacan varios fragmentos de cerá-

Figura 9. Localización de los ajuares metálicos en elinterior de la Cueva Oriental.

Page 9: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

7

MARQ

Figura 11. Vista de la Cueva Occidental en 1964 y en la actualidad.

Figura 13. Fragmentos de cerámica campaniformeprocedentes del poblado del Peñón de la Zorra.

Figura 14. Trabajos de excavación de los restos hu-manos aparecidos en la Cueva Oriental.

Figura 12. Planta y sección de la Cueva Occidental delPeñón de la Zorra.

mica campaniforme (fig. 13) que, asociados aotros restos de la Edad del Bronce, permiten re-lacionar temporalmente la ocupación del asen-tamiento y el uso de las cavidades funerarias.

Las excavaciones que hemos emprendido re-cientemente vienen a demostrar que se trataríade un poblado articulado en varias terrazas, de-limitadas por muros que Soler interpretó comomurallas, dentro de las cuales se llegan a identi-ficar varias viviendas adosadas de planta cua-drangular (fig. 16).

Page 10: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

8

Del interior de las cavidades J. Mª Soler recu-peró va-rios restos humanos (fig. 14) que aso-ció a sendas inhumaciones, afirmación ésta queha sido empleada durante años para plantear laexistencia de enterramientos de carácter indi-vidual, práctica que contrastaba con el mundofunerario de épocas anteriores que se caracte-rizaba por el enterramiento colectivo en el in-terior de cavidades. Esta primera interpretaciónfue seguida por buena parte de la investigacióndel último tercio del siglo XX, planteándose apartir de estos restos la existencia de las pri-meras élites sociales y, con ellas, la aparición delas primeras sociedades no igualitarias.

Sin embargo, la detenida revisión y análisis delos restos humanos por parte de Mª Paz de Mi-guel Ibáñez ha permitido identificarlos mejor,no sólo a nivel morfológico sino también desdeel punto de vista paleopatológico (fig. 15).

De esta manera, los restos de la Cueva Orientalse corresponden con, al menos, seis individuos,tres adultos y tres infantiles, estos últimos conedades comprendidas entre los 4, 6-8 y 10-12años, estando representados ambos sexos. Elestado de salud de estos individuos resulta com-plejo de establecer ya que los huesos aparecie-ron muy fragmentados, pudiendo indicarseúnicamente que los individuos adultos mues-tran un elevado desgaste de sus piezas denta-rias, algo que puede relacionarse con la edad.

De la Cueva Occidental se recuperaron restoscorrespondientes a dos individuos adultos, po-siblemente un hombre y unamujer. El individuomasculino presenta en sus huesos signos de ar-trosis, alteraciones que deben ponerse en rela-ción con su avanzada edad y con un modo devida adaptado a caminar por terrenos escarpa-dos. Por otra parte, la dentición de ambos indi-viduos evidencia caries, pérdidas dentales antemortem y enfermedad periodontal, alteracionesque se vinculan aunadieta basadaenel consumode cereales.

MARQ

Figura 15. Restos humanos recogidos por J. Mª Soleren la Cueva Occidental (A) y Oriental (B).

Sobre los inhumados...

Page 11: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

9

MARQ

Asociados a estos restos aparecieron varios ob-jetos que debemos interpretar como ajuares fu-nerarios depositados junto a los difuntos poraquellos que les sobrevivieron. La condición deajuar que actualmente otorgamos a estos obje-tos viene dada por su colocación intencionaljunto a los difuntos, aunque también por el valorsocial alcanzado por esas piezas dentro de la co-munidad que los depositó.

Desgraciadamente, la remoción del sedimentodel interior de ambas cavidades dificulta esta-blecer asociaciones claras entre algunos de losobjetos funerarios y los distintos individuos, im-posibilitando rastrear la existencia de vínculosideológicos o el significado social de cada uno delos ajuares en relación al sexo o la edad.

De la Cueva Oriental se recuperaron varios obje-tos metálicos, siendo el más significativo un pu-ñal de lengüeta de sección lenticular yenmangue rectilíneo de sección rectangular quepresenta una longitud superior a los 27 cm, unaanchura máxima de 6,6 cm y un espesor de 0,3cm. La zona de unión entre la lengüeta y la hojapresenta una serie demuescas, posiblemente re-alizadas para facilitar el enmangue fabricado conalgún tipo dematerial perecedero, posiblementemadera, hueso o cuero (fig. 17).

El análisis metalográfico llevado a cabo por J.L.Simón García revela que está compuesto en sumayor parte por cobre (94,72%), aunque tambiénse determinó una alta proporción de arsénico(4,58%), mezcla que al ser trabajada por marti-lleado proporcionaría a la pieza mayor tenaci-dad; además de estos componentes principales,se determinaron otros en porcentajes minorita-rios como zinc (0,40%), hierro (0,14%), plata(0,14%) y plomo (0,06%). La pieza estaba colo-cada con la punta orientada hacia el sur sobre unescalón rocoso situado en la parte izquierda delinterior de la cavidad (fig. 9).

Este tipo de objetos tienen una notable disper-sión geográfica por toda Europa durante el Cam-paniforme, aunque es en laMeseta norte dondeesta pieza encuentra sus mejores paralelos. Sus

características morfológicas, así como su ten-dencia evolutiva en el Levante peninsular, per-miten situarla cronológicamente en losmomentos finales del 3er milenio a.C.

Se trata, claramente, de un arma personal quepor sus dimensiones podría definirse como “es-

Figura 17. Puñal de lengüeta de la CuevaOriental delPeñón de la Zorra.

...Y sus ajuares

Page 12: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

10

MARQ

pada corta”, pudiendo considerarse una de lasevidencias más antiguas para el ámbito valen-ciano, hecho que le otorga un alto valor socialque distinguiría a su propietario como individuosingular.

De esta misma cavidad, J. Mª Soler recuperó unpar de puntas metálicas tipo Palmela, piezas dehoja ovalada de sección lenticular y pedúnculoalar-gado de sección cuadrangular, de 16,9 y 15,6cm de longitud, con una composición similar a laobservada en el puñal de lengüeta (fig. 18).Estas dos puntas también aparecieron sobre elmencionado escalón rocoso, a escasos centíme-tros del puñal de lengüeta, y situadas una sobrela otra en forma de aspa (fig. 9).

Este tipo de piezas, interpretadas como puntasde jabalina, debieron conferir a su propietario,que posiblemente fuese el mismo que el delpuñal si nos atenemos a la proximidad entreestas piezas, una significación especial dentro dela comunidad, consideración que debió perdurarmás allá de su muerte al haber sido enterradojunto a estas armas. Este tipo de piezas presen-tan una notable expansión por toda la penínsulaIbérica a partir del Campaniforme, perdurandodurante los primeros estadios de la Edad delBronce, horquilla cronológica que encaja per-fectamente con los otros ajuares y con la ocu-pación del poblado.

Figura 18. Puntas de Palmela halladas en el interior dela Cueva Oriental del Peñón de la Zorra.

Figura 16. Peñón de la Zorra. Panorámica de la excavación. Campaña de 2011.

Page 13: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

11

MARQ

La última de las piezas metálicas aparecidas enesta cavidad es un arete de 1,3 cm de diámetro,de sección circular y extremos sin unir, posible-mente empleado como anillo (fig. 19). Los análi-sis realizados revelan una composición formadamayoritariamente por plata (88,11%), aunquetambién se detectaron otros metales como es-taño (9,10%), cobre (2,69%) y plomo (0,10%), ade-más de otros elementos en porcentajesminoritarios. Este arete se recuperó al cribar lastierras de la parte izquierda de la cavidad con loque no podemos descartar la posibilidad de quepudiera asociarse a las armas de cobre. La os-tentación de este tipo de adorno personal, ela-borado con materia prima ausente en estaregión, debe vincularse nuevamente con la es-pecial posición que suposeedordebióocuparden-tro de la comunidad.

Dentro del ajuar funerario cabe destacar tambiénun conjunto de 14 vértebras de pez, posible-mente piezas de un collar empleado comoadorno personal (fig. 20). Si bien este elementode adorno no implica a priori un elemento quepudiéramos catalogar como de prestigio, su pre-sencia en estas tierras de interior apunta a rela-ciones con la costa. Como comentábamos antes,el valor de estos ajuares no sólo radica en suma-teria prima, sino también en el significado socialque, en el caso de este collar, reflejaría los con-tactos con las sociedades que en este momentoocupan asentamientos costeros como la Illetadels Banyets de El Campello o la Playa del Cara-bassí de Elche.

El ajuar lo complementan una veintena de frag-mentos de cerámica, ninguno decorado, perte-

necientes a pequeños cuencos que debieroncontener algún tipo de ofrenda alimentaria de lacual no quedaba rastro en el momento de la ex-cavación. En contextos funerarios contemporá-neos, la presencia de recipientes cerámicos se havinculado no sólo con ofrendas de alimentospara el difunto en el más allá, sino también a ce-remoniales realizados durante el sepelio poraquellos que le sobrevivieron.

De la Cueva Occidental se recuperó un ajuar bas-tantemás escueto compuesto por una punta deflecha de sílex de color marrón con pedúnculo yaletas incipientes y retoque plano invasor y va-rios elementos de adorno personal: una cuentade collar sobre concha de Dentalium de 45 mmde longitud y 8mmde diámetro, dos cuentas demineral verde, posiblemente variscita, de mor-fología ovalada(tipo“oliva”o“tonelete”)conunasmedidas de 13 x 8 mm y 8 x 6 mm, respectiva-mente. También se recuperó un pequeño aretemetálico de sección circular de 1,2 cm de diáme-tro y con los extremos sin unir y superpuestos,elaborado en plata (92,30%), estaño (7,70%) yplomo (0,07%). Acompañando a estos objetos serecuperaron varios fragmentos de cerámica per-tenecientes a un pequeño vaso de forma se-miesférica que cabe interpretar como elcontenedor de ofrendas de carácter alimentario.

Al igual que en el caso de la Cueva Oriental, lasmaterias primas sobre las que se elaboraron loselementos de adorno remiten a contactos conpoblaciones situadas en diferentes puntos de lageografía peninsular, insistiendo así en estasredes de intercambio como forma de relaciónsocial entre las distintas élites.

Figura 20. Cuentas de collar elaboradas sobre vértebras de pezFigura 19. Arete de plata.

Page 14: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

12

MARQ

Si bien no contamos aún con una cronología ab-soluta ni para el asentamiento ni para los restoshumanos, los elementos recuperados tanto en lasexcavaciones de J. Mª Soler como en las que re-cientemente hemos iniciado en el poblado gra-cias a un proyecto de investigación financiado porla Universidad de Alicante, apuntan hacia mo-mentos avanzados del Campaniforme e incluso alos inicios de la Edad del Bronce. Este momento,que podríamos situar entre los últimos siglos del3er milenio a.C. y los inicios del 2º milenio a.C., secaracteriza por un conjunto de cambios que afec-tan a varios aspectos de la organización social deestas comunidades.

Posiblemente, el más significativo sea el cambioen el emplazamiento de los poblados que ahorapasan a ubicarse en lo alto de pequeños cerros.Hasta estemomento, los lugares de hábitat se si-tuaban en la llanura, concretamente cerca de lasvegas de los ríos y, en el caso de Villena, asociadasa las antiguas lagunas que caracterizaban el pai-sajehasta sudesecaciónenépocamoderna (Fig. 21).

Este cambio de tendencia puede relacionarse conla necesidad de unmejor control del territorio, talvez asociado al momento de incertidumbre o in-estabilidad que supone la desaparición del grupocalcolítico de Los Millares y a la emergencia deuna nueva entidad social, El Argar, que supondráun cambio en las formas de relaciones socialesentre el Sureste de la península Ibérica y los terri-torios vecinos durante la Edad del Bronce. Esta in-estabilidad o preocupación defensiva han sidoasociadas a los amplios muros que cierran el po-blado del Peñón de la Zorra por la única ladera ac-cesible, o los que se observan en el vecinoasentamiento del Puntal de los Carniceros, tam-bién de cronología campaniforme. Pero este cam-bio de emplazamiento no debió resultar bruscosino que debió producirse una vez iniciado el Cam-paniforme y de una forma paulatina segúnmues-tra la presencia de materiales de similarcronología en yacimientos en el llano próximos,como es el caso del Casa de Lara de donde pro-cede, además de varios fragmentos con decora-ciones campaniformes similares a los del Peñón

Figura 21. Recreación de una aldea de finales del Neolítico.

Vientos de cambio

Page 15: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

13

MARQ

de la Zorra, un puñal de lengüeta de cobre seme-jante al de la Cueva Oriental.

Otro de los cambios advertidos en estemomentoes la aparición de los enterramientos individualesfrente a los colectivos en el interior de cavidadespropios de momentos anteriores (fig. 22).

Esta transformación se observa bien en yaci-mientos al aire libre contemporáneos como L’A-tacó en Bèlgida , Arenal de la Costa en Ontinyenty La Vital de Gandía en los que los difuntos erancolocados cuidadosamente dentro de silos ofosas abiertas en el subsuelo junto a los ajuares fu-nerarios (fig. 23).

No obstante, y a pesar de lo que se había mante-nido durante varias décadas, el empleo de cavi-dades para realizar inhumaciones seguirá siendouna constante durante el Campaniforme y la Edaddel Bronce tal y como ejemplifican cavidades pró-ximas como las de la Cueva del Puntal de los Car-niceros (Villena), la Cova del Cantal (Onil), la Covade la Pastora (Alcoi) o la Cova dels Anells, del Par-tidor o de la Reliquia en Banyeres de Mariola. Sinembargo, el número de individuos enterrados encavidades a partir de este momento contrastacon el contabilizado en las cuevas de enterra-miento del Neolítico final, en algunas de las cualesse han llegado a documentar más de 100 indivi-duos. De esta forma, el acceso cada vez más res-

Figura 22. Recreación idealde una escena de inhuma-ción en una cueva de ente-rramiento múltiple.

Page 16: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

14

MARQ

trictivo al ritual funerario acentuaría la idea de so-ciedades en las que existirían individuos, acasoclanes familiares, con ciertas prerrogativas nocompartidas por el resto de la comunidad, dife-rencias que se acrecentarían a través de la os-tentación de armas metálicas y adornoselaborados sobremetales preciosos.

Por otro lado, un último elemento sobre el quehay que llamar la atención es la asociación delmundo funerario al espacio habitado, tradiciónque empieza a documentarse en estas tierras apartir de la segunda mitad del 3er milenio a.C.Esta relación asentamiento-necrópolis contrastacon lo observado enmomentos anteriores en losque los enterramientos se localizaban en cavida-des alejadas de los poblados. Este binomio, quese advierte bien en el Peñón de la Zorra y en otrosasentamientos del Vinalopó como el Puntal de losCarniceros, supone un hecho novedoso en tantosólo unos pocos tendrán derecho a enterrarsecerca del lugar de residencia habitual, caracterís-tica que se generalizará a lo largo de la Edad delBronce, no sólo en la llamada cultura de El Argarsino también en yacimientos de la Edad delBronce de la cubeta de Villena como el CabezoRedondo, ámbitos para los cuales se habla abier-tamente de sociedades conclases socialesdiferen-ciadas.

Por lo tanto, las características del ritual y de losajuares funerarios, así como el emplazamiento delas cavidades en el mismo poblado, advierte unamayor proximidad a las pautas que se desarrolla-rán durante la Edad del Bronce, ya en el segundomilenio a.C. De este modo, los ajuares encontra-dos en las cuevas del Peñón de la Zorra, especial-mente en la Cueva Oriental, anuncian una seriede cambios sociales en los que paulatinamentese truncan las relaciones sociales de carácterigualitario que habían marcado el desarrollo delNeolítico y empiezan a desarrollarse otras mar-cadas por la existencia de clases sociales diferen-ciadas.

Gabriel García AtiénzarUniversidad de Alicante

Alicante , octubre de 2012

Figura 23. Proceso de excavación de una tumba cam-paniforme del asentamiento de La Vital (Gandia, Valen-cia).

Page 17: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

MARQ

Publicació de l’exposició “Prestigi i eternitat. Elsaixovars funeraris del Peñón de la Zorra”, on s’ex-hibeixen les peces trobades en l’interior de laCova Oriental d’aquest jaciment de Villena, que vaservir de tomba en els moments finals del calcolí-tic.

Octubre de 2012- febrer de 2013

Fa ben bé 4500 anys les coves obertes en les pa-rets de l’esperó rocós sobre el qual s’alçava el po-blat del Peñón de la Zorra van servir d’últimdomicili per a uns pocs individus, soterrats allí encompanyia dels seus aixovars funeraris, algunsd’ells molt rellevants. El conjunt més important elvan trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental,i està compost per un gran punyal i un parell depuntes de javelina de coure, una arracada de platai 14 vèrtebres de peix perforades que probable-ment van formar part d’un collar. La majoria d’a-quests objectes van haver d’obtindre’s a través dexarxes d’intercanvi, destinades no solament a queestes jerarquies incipients de les acaballes de l’e-dat del coure exhibiren objectes de distinció, sinótambé a enfortir les seues relacions amb altresgrups jeràrquics que, en aquells moments, esta-ven consolidant el seu poder en altres punts de lapenínsula Ibèrica.

Page 18: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

16

MARQ

regions de l’occident europeu, està compostper uns quants recipients ceràmics (cassoles,bols, etc.) que presenten diferents estils deco-ratius, diferents tipus d’armes com a destrals,punyals i puntes de javelina elaborades sobrecoure, i elements d’adorn entre els que desta-quen els elaborats sobre matèries primeresexòtiques com ara l’ivori, metalls preciosos oroques singulars (fig. 2). Aquestes primeres elitses distingiran, a més, per participar de rituals fu-neraris de caràcter individual, que contrasten

Figura 1. Distribució del Campaniforme per Europa.

Si per un fet s’hi caracteritza l’ésser humà ésper haver creat conceptes, idees i símbols quese situen més enllà de la realitat física. Aquestaparticularitat ens diferencia de la resta d’éssersvius i és tan antiga com la nostra existència ma-teix. Des dels temps més remots, l’espècie hu-mana ha desenvolupat diferents tipus de ritualsles empremtes del qual és possible reconéixeren aquells llocs en què es van realitzar, la qualcosa els permet ser-hi rescatats i interpretatsdes de l’arqueologia. Entre els més estesos es-tarien l’art –entés com la creació per mitjà de laqual s’expressa una visió sensible entorn delmón que ens envolta, siga aquest real o imagi-nari– o el món funerari, que mostra la visió quecada societat ha tingut sobre el món del mésenllà i la consideració que dels seus difunts te-nien aquells que els sobrevivien.

En les comarques alacantines comptem amb unbon nombre d’exemples de manifestacions fu-neràries prehistòriques, especialment a partirdel neolític. El seu estudi ens permet conéixerl’evolució de les mentalitats i les creences sim-bòliques, així com les diferents formes d’orga-nització social. El cas que ara ens ocupa, lescoves funeràries del Peñón de la Zorra (Villena),resulta paradigmàtic perquè ens informa d’unasocietat en transició no sols en el que afecta almón funerari sinó també a la resta de facetesde la vida: un moment de canvis transcenden-tals que es coneix sota la denominació de“Campaniforme”.

A mitjan del 3r mil•lenni a.C. (2600-2200 a.C.) lessocietats assentades a l’Europa occidental (fig.1) comencen a evidenciar tot un seguit de can-vis en les seues formes d’organització social.Aquest moment es coneix com a Campani-forme, manifestació arqueològica característicade moments avançats del calcolític o edat delcoure. Una de les característiques més recog-noscibles d’aquesta etapa serà el sorgimentd’uns pocs individus com a líders socials o, coma mínim, com a personatges amb una certa dis-tinció social. Aquestes primeres elits trobaranen l’anomenat aixovar campaniforme la formade distingir-se. Aquest aixovar, o conjunt d’ob-jectes que tendeixen a repetir-se en diferents

Figura 2. Aixovar campaniforme del jaciment de laCova dels Gats.

El campaniforme i el naixementde les classes socials

Page 19: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

17

MARQ

amb els rituals col•lectius de moments ante-riors. En aquest nou món funerari els inhumatses feien acompanyar en el seu viatge al mésenllà per aquests aixovars de prestigi, un fetque aprofundeix en la consideració especialque tenien per a aquells que els van sobreviurei que es van encarregar de soterrar-los.

En les nostres terres comptem amb un magní-fic exemple d’aquesta manifestació cultural enels jaciments del Peñón de la Zorra. En aquestaelevació, situada uns 4 km al nord de Villena(Alacant), s’obrin dos coves menudes que vanser emprades per soterrar els difunts dels ha-bitants del poblat que s’ubica en la seua partsuperior (fig. 3). Les característiques d’aquestssoterraments i dels aixovars que els van acom-panyar fan d’aquests jaciments uns llocs sin-gulars per a l’estudi i comprensió d’unasocietat en transició en què les diferències so-cials comencen a desenvolupar-se, i s’hi mos-tren aquestes a través de l’ostentació, en lavida terrenal i en la del més enllà, d’armesmetàl•liques i adorns elaborats sobre metallspreciosos.

Quan José María Soler García va intervindre el1964 en les coves sepulcrals obertes en les ves-sants del Peñón de la Zorra, segurament encarano era conscient de la transcendència que elsseus troballes tindrien en la historiografia pre-històrica espanyola. Els aixovars funeraris, es-pecialment els metàl•lics, han sigut empratsdes de la seua publicació com una fita essencialper a l’explicació d’uns processos de desigual-tat social que començarien a documentar-seentre l’edat del coure i els inicis de l’edat delbronze. Entesos tradicionalment com a bénsde prestigi, la seua presència en aquestes cavi-tats s’ha associat a l’aparició de les primereselits socials amb capacitat d’atresorar, fins i totdesprés de la seua mort, tot un seguit d’objec-tes d’origen forà que van haver de ser aconse-guits a través d’intercanvis amb altressocietats.

Figura 3. Localització dels jaciments del Peñón de la Zorra.

Page 20: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

Les excavacions de J. Mª Soler en els tres jaci-ments situats en el Peñón de la Zorra, el poblati les dues cavitats sepulcrals, les realitza acom-panyat del seu habitual equip de col•laboradorsentre els quals cal destacarMiguel Flor qui, ambla seua cambra, va immortalitzar alguns delsmoments d’aquella arqueologia incipient a laqual tant li devem els investigadors del present(fig. 4). Lameticulositat amb què va dur a termeaquests treballs, poc comú en l’Arqueologia del’època, ens permet ara reconstruir les caracte-rístiques d’aquells soterraments, cosa que enpermeté acostar-nos als costums funeraris d’a-quest moment de la prehistòria.

L’impacte d’este jaciment en la investigaciós’associarà sempre amb la intensa tasca que J.Mª Soler va desenvolupar en el terme de Villena,treball que li va valdre el reconeixement de lacomunitat científica i que va tindre el seu puntàlgid en el seu nomenament com a Doctor Ho-noris causa per la Universitat d’Alacant (fig. 5).La seua formació excelsa, majoritàriament au-todidacta, li va permetre reconstruir bona partde la prehistòria de Villena a partir de les inter-vencions que va realitzar en diferents jaci-ments, bé siguen poblats com coves sepulcrals.

18

MARQ

D’aquests treballs hem de destacar els assen-taments d’Arenal de la Mare de Déu o Casa deLara esmentats adés, que van permetre propo-sar per primera vegada l’existència de jaci-ments a l’aire lliure durant el Neolític antic enuna època en què la visió acceptada era que lla-vors només s’habitaven les coves, els esmen-tats al Cabeçó Redó, jaciment clau per aexplicar els processos històrics haguts en la se-gonameitat del II mil•lenni a.C. en el sud-est dela península Ibèrica, i, molt especialment, eldescobriment del Tresor de Villena.

Figura 4. Foto presa perM. Flor durant els treballsen la Cova Occidental delPeñón de la Zorra.

Figura 5. J. Mª Soler durant el seu nomenament coma Doctor honoris causa de la Universitat d'Alacant.

El Peñón de la Zorrai José María Soler

Page 21: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

19

MARQ

Els aixovars funeraris objecte d’esta exposicióprocedixen de la Cova Oriental del Peñón de laZorra, esvoranc obert en la vessant est d’undels contraforts situats en la vessant meridio-nal de la serra del Morrón. En la vessant occi-dental d’aquest mateix contrafort s’obri unaaltra cavitat en què també es van documentarrestes funeràries associades a aixovars.

La Cova Oriental, ubicada en la part superiorde l’esperó i per sota del mateix poblat, pre-senta una boca amb un ample de poc més de2,50 m’i una alçada de 0,50 m aproximada-ment (fig. 6). El seu interior presenta unaplanta ovalada amb 3 m de profunditat mà-xima, 5,50 m d’amplària i 0,50 m d’altura mà-xima marcada per la boca d’accés (fig. 7).Segons les notícies del mateix J. Mª Soler, l’en-trada estava delimitada per un arc de grans pe-dres, fet que li permet plantejar la possibilitatque estiguera tancada, i s’hi podia obrir cadavegada que es requeria un nou sepeli (fig. 8).

La intervenció arqueològica en aquesta cavitatdegué resultar notablement complexa perquèla dimensió reduïda de la boca impedia accediral seu interior, i s’hi havia d’extraure els pri-mers centímetres de sediment des de l’exte-rior.

Figura 7. Planta i distintes seccions de la Cova Orien-tal del Peñón de la Zorra.

Figura 6. Imatges de la boca d’accés de la CovaOriental el 1964 i en l’actualitat.

Figura 8. Treballs d’excavació en la Cova Orientaldel Peñón de la Zorra.

Arqueologia de la arqueologia:Les excavacions de J.Mª Soleren el Peñón de la Zorra

Page 22: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

20

MARQ

Malgrat aquestes dificultats, Soler va saber ubi-car espacialment els aixovars metàl•lics en l’in-terior de la cavitat (fig. 9), a més de recuperaraltres objectes, alguns de grandària menor, grà-cies a la utilitació de garbells, pràctica poc habi-tual en l’arqueologia d’aquella època (fig. 10).

La cova de la vessant occidental se situa a lapart central del contrafort, que és de major di-mensió que l’anterior amb una boca de 2,50 md’amplària i 1,75 m d’alçària. El seu interior ésprou irregular, i hi presenta una profunditatd’un poc més de 1,50 m. Més endavant, a es-cassos centímetres de la boca, se situa un granbloc de pedra que, igual que en la cavitat de lavessant oriental, permet plantejar la possibilitatque funcionara com a tancament (figs. 11 i 12).

La intervenció en la Cova Occidental es va ca-racteritzar pel rigor demostrat per J. Mª Soleren tots els seus treballs ja que, abans de retirarel sediment que l’omplia, va dividir la cavitat enquatre sectors per a facilitar la ubicació espacialde les troballes, un fet que ha permés associarels aixovars als diferents individus identificats.

Figura 10. Tasques de garbellament dels sediments ex-trets de l’interior de la Cova Oriental del Peñón de laZorra.

En el poblat va efectuar un sondeig de 2 x 2 m enla part superior del turó, i s’hi detecta una senzi-lla estratigrafia que les excavacions recents hancompletat. Sense que poguera identificar murso paviments, l’excavació tan sols va permetre re-cuperar petites troballes entre els que desta-quen diversos fragments de ceràmicacampaniforme (fig. 13) que, associats a altres res-tes de l’edat del bronze, permeten relacionartemporalment l’ocupació de l’assentament i l’ús

Figura 9. Localització dels aixovars metàl•lics en l’in-terior de la Cova Oriental.

Page 23: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

21

MARQ

Figura 11. Vista de la Cova Occidental el 1964 i en l’actualitat.

Figura 13. Fragments de ceràmica campaniformeprocedents del jaciment del Peñón de la Zorra.

Figura 14. Treballs d’excavació de les restes huma-nes aparegudes en la Cova Oriental.

Figura 12. Planta i secció de la Cova Occidental delPeñón de la Zorra.

de les cavitats funeràries. Les excavacions quehem emprés recentment demostren que es trac-taria d’un poblat articulat en unes quantes te-rrasses, delimitades per murs que Soler vainterpretar com a muralles, dins de les quals s’a-rriben a identificar diversos habitatges adossa-des de planta quadrangular (fig. 16).

Page 24: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

22

De l’interior de les cavitats J. Mª Soler va recu-perar diverses restes humanes (fig. 14) que vaassociar a dos inhumacions, afirmació aquestaque ha estat emprada durant anys per a plante-jar l’existència de soterraments de caràcter in-dividual, pràctica que contrastava amb el mónfunerari d’èpoques anteriors que es caracterit-zava pel soterrament col•lectiu en l’interior decavitats. Aquesta primera interpretació va serseguida per bona part de la investigació de l’úl-tim terç del segle XX, i s’hi planteja a partir d’a-questes restes l’existència de les primeres elitssocials i, amb elles, l’aparició de les primeres so-cietats no igualitàries.

No obstant això, la revisió detinguda i anàlisi deles restes humanes per part de M. Paz de MiguelIbáñez ha permés identificar-les millor, no solsa nivell morfològic sinó també des del punt devista paleopatològic (fig. 15).

D’aquesta manera, les restes de la Cova Orientales corresponen amb, almenys, sis individus, tresadults i tres infantils, aquests últims amb edatscompreses entre els 4, 6-8 i 10-12 anys, estant re-presentats ambdós sexes. L’estat de salut d’a-quests individus esdevé complex d’establir jaque els ossos van aparéixer molt fragmentats, is’hi pot indicar únicament que els individusadults mostren un elevat desgast de les seuespeces dentàries, un fet que pot relacionar-seamb l’edat.

De la Cova Occidental es van recuperar restescorresponents a dos individus adults, possible-ment un home i una dona. L’individu masculípresenta en els seus ossos signes d’artrosi, al-teracions que han de posar-se en relació amb laseua avançada edat i amb una manera de vidaadaptat a caminar per terrenys escarpats. D’al-tra banda, la dentició d’ambdós individus evi-dència càries, pèrdues dentals ante mortem imalaltia periodontal, alteracions que es vincu-len a una dieta basada en el consum de cereals.

MARQ

Figura 15. Restes humanes arreplegats per J. Mª Soleren la Cova Occidental (A) i Oriental (B).

Sobre els inhumats...

Page 25: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

23

MARQ

Associats a aquestes restes van aparéixer diver-sos objectes que hem d’interpretar com a aixo-vars funeraris depositats amb els difunts peraquells que els hi van sobreviure. La condiciód’aixovar que actualment atorguem a aquestsobjectes ve donada per la seua col•locació in-tencional amb els difunts, encara que també pelvalor social aconseguit per aquestes peces dinsde la comunitat que els hi va dipositar.

Desgraciadament, la remoció del sediment del’interior d’ambdues cavitats dificulta establir as-sociacions clares entre alguns dels objectes fu-neraris i els diferents individus, cosa queimpossibilità rastrejar l’existència de vincles ide-ològics o el significat social de cadascun dels ai-xovars en relació al sexe o l’edat.

De la Cova Oriental es van recuperar diferentsobjectes metàl•lics, entre els quals el més signi-ficatiu és un punyal de llengüeta de secció lenti-cular i manegue rectilini de secció rectangularque presenta una longitud superior als 27 cm,una amplària màxima de 6,6 cm i una grossàriade 0,3 cm. La zona d’unió entre la llengüeta i elfull presenta una sèrie de mosses, possiblementrealitzades per a facilitar el manegue fabricatamb algun tipus de material perible, possible-ment fusta, os o cuir (fig. 17).

L’anàlisi metal•logràfica dut a terme per J.L.Simón García revela que està compost majorità-riament per coure (94,72%), encara que també esva determinar una alta proporció d’arsènic(4,58%), mescla que al ser treballada per marte-llejat proporcionaria a la peça major tenacitat; amés d’aquests components principals, es van de-terminar altres en percentatges minoritaris coma zinc (0,40%), ferro (0,14%), plata (0,14%) i plom(0,06%). La peça estava col•locada amb la puntaorientada cap al sud sobre un esglaó rocós situaten la part esquerra de l’interior de la cavitat ( fig.9).

Aquest tipus d’objectes tenen una notable dis-persió geogràfica per tot Europa durant el cam-paniforme, encara que és en l’Altiplà nordpeninsular on aquesta peça troba els seus millors

paral•lels. Les seues característiques morfolò-giques, així com la seua tendència evolutiva enla zona Mediterrània peninsular permeten si-tuar-la cronològicament en els moments finalsdel 3r mil•lenni a.C.

Es tracta, clarament, d’una arma personal queper les seues dimensions podria definir-se com

Figura 17. Punyal de llengüeta de la Cova Oriental delPeñón de la Zorra.

...I els seus aixovars

Page 26: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

24

MARQ

a “espasa curta”, s’hi poden considerar una deles evidències més antigues per a l’àmbit valen-cià, fet que li atorga un alt valor social que dis-tingiria el seu propietari com a individu singular.

D’aquesta mateixa cavitat, J. Mª Soler va recu-perar un parell de puntes metàl•liques tipus pal-mela, peces de full ovalada de secció lenticular ipeduncle allargat de secció quadrangular, de16,9 i 15,6 cm de longitud, amb una composiciósemblant a l’observada en el punyal de llengüeta(fig. 18). Aquestes dues puntes també van apa-réixer sobre l’esglaó rocós esmentat, a escassoscentímetres del punyal de llengüeta, i situadesuna sobre l’altra en forma d’aspa (fig. 9).

Aquest tipus de peces, interpretades com a pun-tes de javelina, van haver de conferir al seu pro-pietari, que possiblement fóra el mateix que eldel punyal d’acord a la proximitat entre aques-tes peces, una significació especial dins de la co-munitat, consideració que va haver de perdurarmés enllà de la seua mort a l’haver estat soterratjunt amb aquestes armes. Aquest tipus de pecespresenten una notable expansió per tota la pe-nínsula Ibèrica a partir del campaniforme, queperduraren durant els primers estadis de l’edatdel bronze, agulla de ganxo cronològica que en-caixa perfectament amb els altres aixovars i ambl’ocupació del poblat.

Figura 18. Puntes de palmela trobades en l’interior dela Cova Oriental del Peñón de la Zorra.

Figura 16. Peñón de la Zorra. Panoràmica de l’excavació. Campanya de 2011.

Page 27: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

MARQ

25

L’última peça metàl•lica apareguda en aquestacavitat és una arracada de 1,3 cm de diàmetre, desecció circular i extrems sense unir, possiblementemprat com a anell (fig. 19). Les anàlisis realitzatsrevelen una composició formada majoritària-ment per plata (88,11%), encara que també es vandetectar altres metalls com a estany (9,10%),coure (2,69%) i plom (0,10%), a més d’altres ele-ments en percentatges minoritaris. Aquesta arra-cada es va recuperar al garbellar les terres de lapart esquerra de la cavitat amb el que no podemdescartar la possibilitat que poguera associar-sea les armes de coure. L’ostentació d’aquest tipusd’adorn personal, elaborat amb matèria primeraabsent en aquesta regió, ha de vincular-se nova-ment amb l’especial posició que el seu posseïdorva haver d’ocupar dins de la comunitat.

Dins de l’aixovar funerari cal destacar també unconjunt de 14 vèrtebres de peix, possiblementpeces d’un collar emprat com a adorn personal(fig. 20). Si bé aquest element d’adorn no implicaa priori un element que poguérem catalogar comde prestigi, la seua presència en aquestes terresd’interior apunta a relacions amb la costa. Comcomentàvem abans, el valor d’aquests aixovarsno sols radica en la seua matèria primera, sinótambé en el significat social que, en el cas d’a-queste collar, reflectiria els contactes amb les so-cietats que en aqueste moment ocupenassentaments costaners com la Illeta dels Ban-yets del Campello o la Platja del Carabassí d’Elx.

L’aixovar ho complementen una vintena de frag-ments de ceràmica, cap decorat, pertanyents abols menuts que van haver de contindre algun

tipus d’ofrena alimentària de la qual no quedavarastre en el moment de l’excavació. En contex-tos funeraris contemporanis, la presència de re-cipients ceràmics s’ha vinculat no sols a ladeposició en el seu interior d’aliments per al di-funt en el més enllà, sinó també a cerimonials re-alitzats durant el sepeli per aquells que li vansobreviure.

De la Cova Occidental es va recuperar un aixovarprou més concís compost per una punta defletxa de sílex de color marró amb peduncle i ale-tes incipients i retoc pla invasor i diversos ele-ments d’adorn personal: un compte de collarsobre petxina de Dentalium de 45 mm de longi-tud i 8 mm de diàmetre, dues comptes de mine-ral verd, possiblement variscita, de morfologiaovalada (tipus “oliva” o “tonelete”) amb unesmesures de 13 x 8 mm i 8 x 6 mm, respectiva-ment. També es va recuperar una arracadametàl•lica menuda de secció circular de 1,2 cm dediàmetre i amb els extrems sense unir i super-posats, elaborat en plata (92,30%), estany(7,70%) i plom (0,07%). Acompanyant a aquestsobjectes es van recuperar diversos fragments deceràmica pertanyents a un vas menut de formasemiesfèrica que cal interpretar com el conteni-dor d’ofrenes de caràcter alimentari.

Igual que en el cas de la Cova Oriental, les matè-ries primeres sobre les quals es van elaborar elselements d’adorn remeten a contactes amb po-blacions situades en diferents punts de la geo-grafia peninsular, tot insistint així en aquestesxarxes d’intercanvi com a forma de relació socialentre les diferents elits.

Figura 20. Comptes de collar elaborades sobre vèrtebres de peix.Figura 19. Aret de plata.

Page 28: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

26

MARQ

Si bé no comptem encara amb una cronologia ab-soluta ni per a l’assentament ni per a les resteshumanes, els elements recuperats tant en les ex-cavacions de J. Mª Soler com en les que recent-ment hem iniciat en el poblat, apunten cap amoments avançats del campaniforme i fins i totals inicis de l’edat del bronze. Aquest moment,que podríem situar entre els últims segles del 3ermil•lenni a.C. i els inicis del 2n mil•lenni a.C., es ca-racteritza per un conjunt de canvis que afectendiferents aspectes de l’organització social d’a-questes comunitats.

Possiblement, el més significatiu siga el canvi enl’emplaçament dels poblats que ara passen a ubi-car-se en la part alta de turons menuts. Fins aaquest moment, els indrets d’hàbitat se situavenen la plana, concretament prop de les riberes delsrius i, en el cas de Villena, associades a les anti-gues llacunes que caracteritzaven el paisatge finsa la seua dessecació en època moderna (Fig.21).Aquest canvi de tendència pot relacionar-se ambla necessitat d’un millor control del territori, talvegada associat al moment d’incertesa o inesta-

bilitat que esdevé la desaparició del grup calcolí-tico Los Millares i a l’emergència d’una nova enti-tat social, L’Argar, que esdevindrà un canvi en lesformes de relacions socials entre el sud-est de lapenínsula Ibèrica i els territoris veïns durant l’edatdel bronze. Aquesta inestabilitat o preocupaciódefensiva han sigut associades als amplis mursque tanquen el poblat del Peñón de la Zorra perl’única vessant accessible, o les que s’observen enl’assentament veí del Puntal de los Carniceros,també de cronologia campaniforme. Però aquestcanvi d’emplaçament no va haver de resultarbrusc sinó que va haver de produir-se una vegadainiciat ja el campaniforme i d’una forma gradualsegons mostra la presència de materials de sem-blant cronologia en jaciments en el pla pròxims,com és el cas del Casa de Lara d’on prové, a mésde diferents fragments amb decoracions campa-niformes semblants als del Peñón de la Zorra, unpunyal de llengüeta de coure semblant al de laCova Oriental.

Un altre dels canvis que s’hi observen en aquestmoment és l’aparició dels soterraments indivi-

Figura 21. Recreació d’una aldea de finals del Neolític.

Vents de canvi

Page 29: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

27

MARQ

duals davant dels col•lectius en l’interior de cavi-tats característics de moments anteriors (fig. 22).

Aquesta transformació s’observa bé en jacimentsa l’aire lliure contemporanis com ara La Vital deGandia, L’Atacó a Bèlgida o Arenal de la Costa aOntinyent en els quals els difunts eren col•locatsamb cura dins de sitges o fosses obertes en elsubsòl amb els aixovars funeraris (fig. 23).

No obstant això, i malgrat el que s’havia mantin-gut durant diverses dècades, l’ocupació de cavi-tats per realitzar inhumacions continuarà sentuna constant durant el campaniforme i l’edat delbronze tal com exemplifiquen cavitats pròximescom les de la Cova del Puntal de los Carniceros (Vi-

llena), la Cova del Cantal (Onil), la Cova de la Pas-tora (Alcoi) o la Cova dels Anells, del Partidor o dela Relíquia a Banyeres de Mariola. No obstantaixò, el nombre d’individus soterrats en cavitatsa partir d’aquest moment contrasta amb el comp-tabilitzat en les coves de soterrament del Neolí-tic final, en algunes de les quals s’han arribat adocumentar més de 100 individus. D’aquesta ma-nera, l’accés cada vegada més restrictiu al ritualfunerari accentuaria la idea de societats en quèexistirien individus, potser clans familiars, ambcertes prerrogatives no compartides per la restade la comunitat, diferències que s’acreixerien através de l’ostentació d’armes metàl•liques iadorns elaborats sobre metalls preciosos.

Figura 22. Recreació ideald’una inhumació en unacova de soterrament múlti-ple.

Page 30: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

28

MARQ

D’altra banda, un últim element sobre el qual calparar esment és l’associació del món funerari al’espai habitat, tradició que comença a docu-mentar-se en aquestes terres a partir de la se-gona meitat del 3r mil•lenni a.C. Aquesta relacióassentament-necròpolis contrasta amb allò ques’ha observat en moments anteriors en els qualsels soterraments es localitzaven en cavitats allun-yades dels poblats. Aquest binomi, que s’adver-teix bé al Peñón de la Zorra i en altresassentaments del Vinalopó com ara el Peñón dela Zorra, esdevé un fet nou en tant només unspocs tindran dret a soterrar-se prop del lloc de re-sidència habitual, característica que es generalit-zarà al llarg de l’edat del bronze, no sols enl’anomenada cultura de l’Argar sinó també en ja-ciments de l’edat del bronze de la cubeta de Vi-llena com el Cabeçó Redó, àmbits per als quals esparla obertament de societats amb classes so-cials diferenciades.

Per tant, les característiques del ritual i dels aixo-vars funeraris, així com l’emplaçament de les ca-vitats en el mateix poblat, s’hi pot observar unamajor proximitat a les pautes que es desenvolu-paran durant l’edat del bronze, ja en el segonmil•lenni a.C. D’aquesta manera, els aixovars tro-bats en les coves del Peñón de la Zorra, especial-ment en la Cova Oriental, anuncien un seguit decanvis socials en què gradualment es trunquenles relacions socials de caràcter igualitari que ha-vien marcat el desenvolupament del neolític i co-mencen a desenvolupar-se altres marcades perl’existència de classes diferenciades.

Gabriel García AtiénzarUniversitat d’ Alacant

Alacant , octubre de 2012Figura 23. Procés d’excavació d’una tomba campani-forme de l’assentament de la Vital (Gandia, València).

Page 31: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

MARQ

Publication of the exhibition: “Prestige and Eter-nity. The Grave Goods of the Peñón de la Zorra”.The exhibition displays finds from the EasternCave of this site in Villena, which was used as atomb at end of the Chalcolithic Period.

October 2012 - February 2013

Around 4,500 years ago, the caves along a rockyoutcrop, just below the settlement site of thePeñón de la Zorra, were used as the final restingplace for a few people. They were buried in thecaves accompanied by grave goods, some ofwhich are outstanding. The most important co-llection of finds was discovered in 1964 in the Eas-tern Cave. These include a large copper daggerand spearheads, a silver hoop and 14 perforatedfish vertebrae, probably from a necklace. The ma-jority of these objects would have been obtainedthrough exchange networks. They were not justtraded as prestigious objects to be shown off bythe emerging elites at the end of the Copper Age,but would have strengthened relations with otherelite groups, which were also consolidating theirpower in various parts of Spain during this period.

Page 32: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

30

MARQ

(pots, bowls, etc…) with different decorativestyles, various types of weapons, such as cop-per axes, daggers and spearheads, and ele-ments of personal adornment. The mostimportant objects are made from exotic rawmaterials, such as ivory, precious metals or pre-cious stones (fig 2). These first elites also stoodout through their individual burials, which con-trast with the collective burial practices of ear-lier periods. In these new burial customs, thedead were accompanied on their journey to the

Figure 1. Distribution of the Beaker Culture for Europe.

One way to define what it is to be human is ourability to create concepts, ideas and symbolswhich are separate from the physical reality.This trait distinguishes us from the rest of the li-ving creatures and is as ancient as our own exis-tence. Since remote times, human beings haveengaged in different types of rituals. These ri-tuals have left behind their marks, which can bediscovered and interpreted by archaeologists.One of the most widespread forms of ritual isArt. Art is the act of creating, whether expres-sing a vision of the world around us, – real orimaginary – or of the funerary world, which ex-presses the vision that each society has on theafterlife and the care shown by the living to thedead.

There is a lot of evidence of prehistoric fune-rary practices in the Alicante Province, espe-cially from the Neolithic period onwards.Studying these has enabled us to understandthe evolution of human comprehension andsymbolic beliefs, as well as the different typesof social organisation. The subject of this exhi-bition, the burial caves of the Peñón de la Zorrain Villena, is a good example of this. They pro-vide us with an understanding of a society intransition, which not only influenced their fu-nerary world but every single facet of life.These transcendental changes are associatedwith what is known as the Beaker Culture.

Around the middle of the 3rd millennium BC(2,600 -2,200 BC) the sedentary societies inWestern Europe (fig. 1) began to go through aseries of changes in their form of social organi-sation. This period, corresponding to the evo-lution of the Beaker Culture, dates to the lateChalcolithic or Copper Age. One of the most de-fined characteristics of this period is the emer-gence of a few individuals as leaders, or atleast, as having a certain social distinction.

These first elites differentiated themselvesfrom their communities through their Beakergrave goods. These were a set of similar or astandardised series of objects that are oftenfound together in various regions of WesternEurope. They include various pottery vessels

Figure 2. Beaker grave goods from the site of Covadels Gats.

The beaker culture and theemergence of social classes

Page 33: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

31

MARQ

afterlife by high status grave goods. This sta-tus was emphasised by the special treatmentgiven to the dead by the living responsible forburying them.

In the local Alicante area, evidence of this newBeaker culture has been found in the archaeo-logical sites on the Peñón de la Zorra. Here,high up on a rocky outcrop, about 4 km northof Villena, two small caves were discovered.These were used to bury the inhabitants of thenearby settlement, located on the upper partof the hill (fig. 3). The characteristics of theseburials and their grave goods, have resulted inthese sites playing an important role in thestudy and understanding of a society in transi-tion. Here, social differences began to be de-veloped, displayed openly through metalweapons and adornments make out of pre-cious metals, - in death as well as in life.

When José María Soler García excavated theburial caves on the sides of the Peñón de laZorra in 1964, he was most likely unaware ofthe significance his finds were going to have onSpanish Prehistory.

The grave goods, especially the metal objects,have, since their publication, become impor-tant exemplars used to explain the emergenceof social hierarchies that begin to be recordedbetween the Copper Age and the beginning ofthe Bronze Age. The presence of these highstatus goods in these caves has been associa-ted with the emergence of the first social eli-tes. These elites were able to obtain theseforeign goods through exchanges with othersocieties. They even took them with them afterdeath.

Figure 3. Location of the sites on the Peñón de la Zorra.

Page 34: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

J. Mª Soler excavated three sites on the Peñónde la Zorra – a settlement and two burial caves.One of his team, Miguel Flor, immortalized withhis camera some of the key moments of thatearly archaeological work, which we, today’s in-vestigators, owe so very much (fig. 4). The me-ticulous nature of J. Mª Soler’s excavations wasrelatively rare for archaeology of the time. Ithas enabled us today to reconstruct the detailsof the burials, and to further our understandingof burial customs of this period of Prehistory.

The impact of this site on archaeological inves-tigations of the time will always be associatedwith the great work carried out by Soler in themunicipal area of Villena. This work was recog-nised by the scientific community and he wasawarded an Honorary Degree by the Universityof Alicante (fig. 5). Although J. Mª Soler’s greatknowledge and skill was mostly self-taught, hisinvestigations on various sites – both settle-ments and cave burials – enabled him to re-construct a great deal of the prehistory ofVillena. These investigations included the im-portant settlements sites of Arenal de la Virgenand Casa de Lara.

32

MARQ

J. Mª Soler’s work on these sites provided himwith enough evidence to propose for the firsttime that open-air sites existed in the early Ne-olithic Period. This was contrary to the pre-viously accepted theory that only caves wereinhabited during this period. Another site in-vestigated by Soler was Cabezo Redondo. Thisis a key site for explaining the historical pro-cesses that occurred in the second half of the2nd millennium BC in the southeast of Spain. Itwas also where the Villena Treasure was disco-vered.

Figure 4. Photo taken byM. Flor during the excava-tions of the Western Caveof the Peñón de la Zorra.

Figure 5. J. Mª Soler receiving his Honorary Degreeof the University of Alicante.

The Peñón de la Zorraand José María Soler

Page 35: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

33

MARQ

The grave goods, which are the subject of thisexhibition, come from the Eastern Cave of thePeñón de la Zorra. This small cave is located inthe eastern side of one of the rocky outcropson the southern slopes of the Morrón moun-tain range. On the western side of this samerocky outcrop, another cave was discoveredwhich also contained burials with grave goods.

The Eastern Cave is located below the settle-ment site on the upper part of a spur. Its en-trance is a little more than 2.5 metres wide andis just 0.5 metres high (fig. 6). The interior isoval in shape and is 5.5 metres wide, 0.5 me-tres high (at the entrance) and has a maximumdepth of 3 metres (fig. 7). According to J. MªSoler, the entrance was marked by an arch oflarge stones, which could indicate that thecave was sealed, only opened when a new bu-rial was added (fig. 8).

The archaeological investigation of this cavemust have been quite complicated due to therestricted size of the cave’s entrance impedingaccess to the interior. This meant that the firstfew centimetres of cave sediments had to beexcavated from the outside. Despite these dif-ficulties, J. Mª Soler knew how to spatially re-cord the metal finds within the cave (fig. 9).

Figure 7. Plan and various sections of the EasternCave of the Peñón de la Zorra.

Figure 6. Photos of the entrance to the EasternCave taken in 1964 and today.

Figure 8. Excavation of the Eastern Cave of thePeñón de la Zorra.

The Archaeology of archaeology:Excavations by J.MªSolerin the Peñón de la Zorra

Page 36: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

34

MARQ

He was also able to recover some very small ob-jects using sieves – a practice which was relati-vely unusual in archaeology at the time (fig. 10).

The cave on the western side is located in thecentre of the rocky outcrop and is larger thanthe Eastern Cave. Its entrance is 2.5 metres wideand 1.75 metres high. It has a relatively irregularinterior plan and a depth of little more than 1.5metres. A few centimetres in front of the en-trance is a large stone, which may have been acapping stone to seal the cave, just like the Eas-tern Cave. The investigations of the WesternCave were undertaken using the same highstandards that Soler demonstrated throughouthis career. Before removing the sedimentsfrom within the cave, he divided the area intofour sections so that the finds could be plottedaccurately. This allowed Soler to be able to as-sociate the various grave goods with individualburials (figs. 11 and 12).

J. Mª Soler dug a 2 by 2 metre test pit in the set-tlement site in the upper part of the hill and

Figure 10. Sieving the sediments removed from insidethe Eastern Cave of the Peñón de la Zorra.

identified a clear stratigraphy, which has beenextended by the recent excavations. He didn’tuncover any walls or surfaces, however amongstsome smaller finds he did find various fragmentsof Beaker pottery (fig. 13). This pottery togetherwith some finds dating to the Bronze Age, indi-cate that the settlement was occupied at thesame time that the burial cave was in use. The re-cent excavations have revealed more about theplan of the settlement, which was laid out on va-

Figure 9. Location of the metal grave goods insidethe Eastern Cave.

Page 37: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

35

MARQ

Figure 11. Photos of the Western Cave in 1964 and today.

Figure 13. Fragments of Beaker pottery from thePeñón de la Zorra.

Figure 14. Excavating human remains found in theEastern Cave.

Figure 12. Plan and section of the Western Cave ofthe Peñón de la Zorra.

rious terraces, marked out by small walls. Solerhad previously interpreted these as being partof the perimeter wall. Within these areas, wehave been able to identify various attacheddwellings with square floor plans (fig. 16).

Page 38: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

36

J. Mª Soler recovered a number of human re-mains (fig. 14) from inside the caves, whichwere associated with two burials. This was fi-nally the evidence he needed to prove his long-standing theory for the existence of individualburial customs; a practice that contrasts withearlier periods characterised by collective bu-rials inside caves. J. Mª Soler’s initial interpre-tations were the catalyst for a large number ofinvestigations undertaken in the last 30 yearsof the 20th century. These were the basis forthe development of new theories for the emer-gence of the first social elites and with them theevolution of hierarchical societies.

The detailed study of the human remains by MªPaz de Miguel Ibáñez has provided an accurateidentification, as well as a paleopathologicalanalysis, of the bones (fig. 15).

The analysis showed that the remains from theEastern Cave corresponded to at least six indi-viduals – three adults and three children – withboth male and females represented. The chil-dren were aged 4, 6-8 and 10-12. It is difficult toassess the state of health of the individuals, asthe bones are very fragmented. The only indi-cator is that the teeth of the adults are veryworn, which could be associated with their age.

The remains corresponding to two adults – pos-sible a man and a woman – were found in theWestern Cave. The male’s bones have signs ofarthritis, which may indicate an advanced ageor a lifestyle adapted to walking around rockylands. In addition the teeth of both adults showevidence of caries, missing teeth (before death)and gum disease. These pathologies are linkedto a diet based on eating cereals.

MARQ

Figure 15. Human remains recovered by J. Mª Soler inthe Western (A) and Eastern (B) Caves.

The burials...

Page 39: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

37

MARQ

Various objects were found associated with thehuman remains. These have been interpreted asgrave goods, which were deliberately buriedwith the body. This indicates that they held animportant significance for the deceased, as wellas for the community that buried them. Unfor-tunately, the movement of the sediments withinboth caves made it difficult to directly associatesome of the objects with specific burials. Thishas made it impossible to identify any ideologicallinks or the social significance of each one of thegrave goods in relation to the sex or age of thedead buried with them.

Various metal objects were found in the EasternCave. The highlight is a copper tanged dagger,which is lenticular in section with a long rectan-gular-sectioned hilt. It measures more than 27cm in length with a maximum width of 6.6 cmand a thickness of 0.3 cm. There are a series ofnotches around the join between the tang andthe blade, probably to attach the hilt. This wouldhave been made of some sort of perishable ma-terial, probably wood, bone or leather (fig. 17).

The metallographic analysis carried out by J.L.Simón García revealed that the metal composi-tion of the dagger contains a high percentage ofcopper (94.72%) and arsenic (4.58%). This alloywould have given the dagger a great deal ofstrength when it was hammered into shape.Trace elements of zinc (0.4%), iron (0.14%), silver(0.14%) and lead (0.06%) were also found. Thedagger was placed with the point towards thesouth on a rocky area in the left hand side of thecave (fig. 9).

This type of tanged dagger is widely distributedall over Europe during the Beaker Period, al-though its closest parallels are found in thenorth Meseta of Spain. Its physical characteris-tics, as well as its evolutionary role in the Le-vante Peninsula, enable it to be dated to the endof the 3rd Millennium BC.

It is clearly a personal weapon, which due to itssize can be defined as a “short sword”. It isthought to be one of the earliest forms of sword

found in the Valencian region, which wouldhave given it a high social value and would havedistinguished its owner as an important mem-ber of the community.

Figure 17. Tanged dagger from the Eastern Cave ofthe Peñón de la Zorra.

...And the grave goods

Page 40: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

38

MARQ

J. Mª Soler also found a pair of metal “Palmela”type points in this cave. These are oval blades oflenticular section with long quadrangular-sec-tioned shafts. They are 16.9 and 15.6 cm long andhave a similar metallographic composition as thetanged dagger (fig. 18). These two points werealso found on the same rocky area, a few centi-metres from the tanged dagger, and were pla-cedoneontopoftheotherformingacross (figure9).

These points have been interpreted as spearhe-ads. Their presence in the burial indicate thattheir owner had an important status within thecommunity, which would have continued evenafter death. As these points were found so closeto the dagger they may have belonged to thesame person. These types of objects are widelydistributed throughout Spain from the BeakerPeriod into the first phases of the Bronze Age.This date range fits perfectly with that of theother grave goods and of the occupation of thesettlement site.

Figure 18.“Palmela” points found inside the EasternCave of the Peñón de la Zorra.

Figure 16. Peñón de la Zorra – Panoramic view of the excavation. 2011 Campaign.

Page 41: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

39

MARQ

A silver loop or ring was the last metal objectfound in the cave. It is 1.3 cm in diameter, circularin section and its ends do not join together (fig.19). Analysis carried out on it has shown that it ismostly composed of silver (88.11%), with smallerpercentages of tin (9.1%), copper (2.69%) and lead(0.1%), as well as some trace elements. This ob-ject was found by sieving the sediments from theleft hand side of the cave, which means that itcould be associated with the copper weapons.The showy nature of this type of personal adorn-ment, as well as it being made from a raw mate-rial not found in this region, would suggest itsowner held a privileged position within the com-munity.

Another important find from the burial is a co-llection of 14 fish vertebrae, which were used asa personal adornment, possibly a necklace (fig.20). Even if this piece of jewellery does not im-mediately stand out as a high value good, its pre-sence so far inland does indicate some importantlinks with the coast. The value of these gravegoods does not just lie in the raw material theywere made out of, but also in their social signifi-cance. In the case of the necklace, this reflectsthe contacts with other contemporary groupsthat occupied coastal settlements, for example,la Illeta dels Banyets in El Campello or the Playadel Carabassi in Elche.

Accompanying these grave goods are abouttwenty fragments of undecorated pottery.These are from small bowls, which most likelywould have contained some type of liquid tomake an offering with. No remains of this liquid

have survived. In other contemporary burial con-texts, the presence of pottery vessels has beenassociated with containing food for the decea-sed in the afterlife as well as being used in burialceremonies undertaken by the living.

Much planer grave goods were found in theWestern Cave. These include various elementsof personal adornment and a brown colouredflint arrowhead, with tang and incipient barbsand flat invasive retouch. The adornments con-sist of a necklace bead made from a dentaliumshell, measuring 45 mm long and 8 mm in dia-meter, and two oval shaped (“olive” or “barrel”type) beads of a green mineral, possibly Varis-cite. These measure 13 by 8 mm and 8 by 6 mmrespectively. A small metal loop was also found,which is circular in section and measures 1.3 cmin diameter. Its ends do not join but are supe-rimposed one on top of the other. It is mostlycomposed of silver (92.3%) with some tin (7.7%)and lead (0.07%). Various pieces of pottery froma small hemispherical cup were also found. Thishas been interpreted as a ritual vessel containingofferings of food.

Just like in the Eastern Cave, the raw materialsused to make these personal adornments camefrom elsewhere. This indicates that that theremust have been contact with other groups in dif-ferent parts of Spain and that goods were ex-changed between the various elite groups as aform of social relations.

Figure 20. Necklace beads made from fish vertebrae.Figure 19. Silver loop.

Page 42: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

40

MARQ

We still do not have a concrete date range for thesettlement nor for the human remains. However,the finds from J. Mª Soler’s excavations and re-cently by us in the settlement site, do point to-wards a date in the late phases of the BeakerPeriod and even into the beginnings of theBronze Age. This period, dating between thefinal centuries of the 3rd Millennium and the be-ginning of the 2nd Millennium, is characterisedby a series of changes that affected various as-pects of the social organisation of these com-munities.

Possibly the most significant change is the esta-blishment of settlements in elevated locationson top of hills. Before this period, occupationwas concentrated on the plains, specifically nearriver banks or in the case of Villena, associatedwith ancient lakes which characterised the lands-cape until they dried up in modern times (fig. 21).This change in settlement pattern may be asso-ciated with the need for better territorial control,perhaps linked with a period of uncertainty or

instability. This may be associated with the disap-pearance of the Chalcolithic group of Los Millaresand the emergence of a new social entity, the Ar-garic culture. This would have brought a changein the form of social relations between the Sou-theast of Spain and the neighbouring territoriesduring the Bronze Age. This period of instabilityor preoccupation with defence is associated withthe building of walls protecting the settlement onthe Peñón de la Zorra on its only accessible side.Another example of defences also dating to theBeaker Period are found on the neighbouring set-tlement site of the Puntal de los Carniceros. Thischange in settlement pattern would not have oc-curred immediately but, once initiated in the Bea-ker Period, would have been a gradual process.Evidence of this is the presence of materials of asimilar date in sites on the nearby plains, such asCasa de Lara. Here, various fragments of potterywith Beaker decoration similar to those from thePeñón de la Zorra, as well as a copper tanged dag-ger similar to that discovered in the Eastern Cave,have been found.

Figure 21. Recreation of a small settlement at the end of the Neolithic period.

Winds of change

Page 43: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

41

MARQ

Another of the changes recorded in this period isthe appearance of individual rather than collec-tive burials within caves, which were characteris-tic of earlier periods (fig. 22). This change is alsorecorded in contemporary open-air sites such asLa Vital in Gandía, L’Atacó in Bèlgida and Arenalde la Costa in Ontinyent. In these sites the bodieswere carefully placed within silos or open pits inthe ground next to the grave goods (fig. 23).

However, despite what has been thought in thelast few decades, burials in caves continued to bethe norm during the Beaker Period and into theBronze Age. Evidence of this has been found inthe nearby caves of the Cueva del Puntal de losCarniceros (Villena), the Cova del Cantal (Onil),

the Cova de la Pastora (Alcoi) or the Cova delsAnells, del Partidor or de la Reliquia in Banyeresde Mariola. However, the smaller number of indi-viduals buried in caves from this moment on con-trasts significantly with the large numbers ofburials in caves at the end of the Neolithic Period;in some burials more than 100 individuals havebeen recorded. This shows that the right to thistype of burial had become more and more res-tricted, further emphasizing the theory that thereexisted individuals, perhaps family clans, whichhad a special role or position in society. These dif-ferences were accentuated through the displayof metal weapons and adornments made of pre-cious metals.

Figure 22. Recreation of aninhumation in a communalburial cave.

Page 44: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

42

MARQ

The last change to be highlighted is the associa-tion between the funerary world and the domes-tic setting. This relationship, between cemeteryand habitation area, begins to be seen in the Ali-cante area from the second half of the 3rd Mi-llennium BC. It contrasts with the burial customrecorded in previous periods, which took place incaves away from the settlement sites. Evidenceof these two types of burial customs have beenfound in the Peñón de la Zorra and in other set-tlements in Vinalopó, such as the Puntal de losCarniceros. This suggests that this practice of bur-ying the dead near domestic areas was also res-tricted to the elite in society. This custom wouldhowever become much more generalised in theBronze Age; not only in the Argaric Culture butalso in sites during the Bronze Age in the Villenariver basin, such as Cabezo Redondo. In all thesesites there is strong evidence of societies with dif-ferent social classes.

The characteristics of the burial rituals, the gravegoods, as well as the location of the burials wi-thin settlements, all indicate a close associationwith the models of Bronze Age society that evol-ved in the 2nd Millennium BC. Therefore, thegrave goods found in the caves of the Peñón dela Zorra, particularly in the Eastern Cave, are evi-dence of a series of social changes which saw thegradual decline in the social relationships of anegalitarian nature, which had marked the evolu-tion of the Neolithic Period, and the beginning ofthe development of others marked by the exis-tence of differentiated classes.

Gabriel García AtiénzarUniversidad de Alicante

Alicante , october 2012Figure 23. Excavating a Beaker Burial in the site of LaVital (Gandia, Valencia).

Page 45: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

43

MARQ

BERNABEU AUBÁN, J. 1984. El vaso campani-forme en el País Valenciano. Trabajos Varios delSIP, 80. Diputación Provincial de Valencia. Va-lencia

GARRIDO-PENA, R. 2000. El Campaniforme en laMeseta Central de la Península Ibérica (c. 2500-2000 A.C.).. British Archaeological Reports, In-ternational Series, 892. Oxford

JOVER, F.J. y DEMIGUEL,Mª.P. 2002. Peñón dela Zorra y Puntal de los Carniceros (Villena, Ali-cante): revisión de dos conjuntos de yacimien-tos campaniformes en el corredor del Vinalopó.Saguntum, 34: 59-74

LÓPEZ PADILLA, J.A. 2006. Consideraciones entorno al Horizonte Campaniforme de transición.Archivo de Prehistoria Levantina, XXVI, 193-243.

Further reading

Para saber másy en profundidad

Per a saber-nemés i ambprofunditat

SIMÓNGARCIA, J.L. 1998. Lametalurgia prehis-tórica valenciana. Serie de Trabajos Varios delSIP, 93. Diputación Provincial de Valencia. Va-lencia

SOLER DÍAZ, J.A. 2002. Cuevas de inhumaciónmúltiple en la Comunidad Valenciana. Diputa-ción Provincial de Alicante – Real Academia deHistoria. Alicante

SOLER GARCÍA, J.Mª. 1981. El Eneolítico en Vi-llena (Alicante). Universidad de Valencia, serie ar-queológica, 7. Valencia.

Page 46: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i

44

MARQ

Créditos Crèdits Credits

Comisario/Comissari/Exhibition CuratorGabriel García Atiénzar

Director Gerente de la Fundación MARQ/DirectorGerent de la Fundació MARQ/Managing Directorof the MARQ FoundationJosep Albert Cortés i Garrido

Director Técnico del MARQ/Director Tècnicdel MARQ/Technical Director of MARQManuel H. Olcina Doménech

Director de Exposiciones/Director d’Exposicions/Director of ExhibitionsJorge A. Soler Díaz

Diseño/Disseny/DesignLorena Hernández Serrano

PRODUCCIÓN EXPOSICIÓN.Unidad de Exposiciones MARQ/PRODUCCIÓ EXPOSICIÓ.Unitat d’Exposicions MARQ/EXHIBITION PRODUCTION.Exhibition Department of MARQJuan A. López PadillaJosé L. Menéndez FueyoTeresa Ximénez de Embún SánchezLorena Hernández SerranoAndrés Bedmar Vidal

Audiovisual/Audiovisual/AudiovisualGuión/Guió/ScriptGabriel García AtiénzarDiseño/Disseny/DesignLorena Hernández Serrano

Página Web/Pàgina Web/WebsiteIgnacio Hernández TorregrosaLorena Hernández Serrano

Conservación y Restauración/Conservació iRestauració/Conservation and RestorationSilvia Roca AlberolaElena Santamarina AlbertosAntonio Chumillas Sáez

Institución Prestataria/Institució Prestatària/On loan fromMuseo José Mª Soler. Villena

Texto/Text/ Text byGabriel García Atiénzar

Traducción de textos al valenciano/Traducció de textos al valencià/Translation of the texts in valencianDavid Azorín Martínez

Traducción de textos al inglés/Traducció de textos a l’anglés/Translation of the texts in EnglishDan Miles

Diseño y construcción del soporte de la pieza/Disseny i construcció del suport de la peça/Design and construction of the exhibit displayFRASA2

Impresión publicación/Impressió publicació/Printed publicationImprenta Provincial de la Diputación de Alicante

Impresión panel/Impressió panell/Panel printed byFotograbados

Material Gráfico/Material Gràfic/ ImagesGabriel García Atiénzar... Figs 6, 11, 13, 16 ,19 y 20Archivo MARQ... Figs 17, 18, 22 y 21Fundación José Mª Soler. Villena... Figs 4, 8, 9, 10 y 14Equipo de investigación del Yacimiento Arqueológicode La Vital (Gandía)... Fig 23Museu de Prehistòria de València... Fig 2Mª Paz de Miguel Ibáñez... Fig 15

Seguro/Assegurança/InsuranceAon

Seguridad/Seguretat/SecurityTomás Jiménez Pareja

ISBN. : 997788--8844--669955--44667777--22

D.L. :

Page 47: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i
Page 48: MARQ · 2016. 1. 14. · companyia dels seus aixovars funeraris, alguns d’ells molt rellevants. El conjunt més important el van trobar el 1964 en l’anomenada Cova Oriental, i