Marzo, 2012, Vigésimo tercera Edición

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SUMARIO

Dirección. Alicia Piso, profesora del Taller Entrelíneas.

Maquetación. Rosa María Gallardo y Alicia Piso.

Encuadernación. Alumnos del Taller Entrelíneas.

Portada. Lucio Gat Alba y Rosa María Gallardo 1

Sumario.

2

Entreabierto. Juana Machio 3

Entreversos. Poemas de Óscar Ocaña, Mª José Melo, Carmen Serrano, Juan Pedro López,

José González, Juana Machio y Ernesto Jacobero 4

Entrecuentos. Relatos de Annabel Gómez, José Luis Sánchez Pascual,

Queta Casado, José Vicente Mollón y Oscar Ocaña.

11

Entresueños. Sueños de Queta Casado, Gloria Poza, Salud Gamero y

Annabel Gómez. 18

Entreveros.

Textos de Paz Palomo, Carmen Sagrado, Annabel Gómez, Coán Gómez, María Coimbra,

Salud Gamero, Queta Casado, Mari Ángeles Beneyto, Rosa Gallardo, Gloria

Poza, Carmen Serrano, Armando Moreno, José Luis Sánchez Pascual, Mª José Melo,

Juana Machio. 23

Entrelibros.

Recomendaciones y contrarrecomendaciones Literarias de Armando Moreno, María

Coimbra, Annabel Gómez y Mayte Sacristán. 49

Entrecomillas. Recopilación de citas de Paul Valery 52

Entrelíneas. Príncipe Asturias de las letras. Por Carmen Serrano 53

Entreamigas La frase de una amiga especial 54

Entrembustes.

De Juana Machio, Queta Casado, Rosa Gallardo y Gloria Poza. 55

1

Entrecerrado. Por Alicia Piso. 58

Entreabierto

Envejecer

Sentado, cabizbajo, con cara seria pero soñadora. En las manos un álbum de fotos,

lo mira una y otra vez, como si cada que vez que pasara las hojas, el tiempo se

fuera a detener.

Un suspiro profundo rompe el silencio de la noche. Yo te observo y pienso en lo

duro que es para ti envejecer.

Una honda tristeza me invade, no se pueden parar los años, te vuelvo a mirar, ese

pelo plateado que sin quererlo te regaló el tiempo, ese leve temblor en tus manos

delata la intranquilidad, nerviosismo. Te pones de pie, echas a andar y te paras,

pareciera que no supieras donde tienes que dirigir los pasos, entonces retrocedes y

vuelves a coger el álbum de fotos y empiezas a mirar una y otra vez.

Yo desde la cocina te miro, una lágrima me recorre la mejilla, si pudiera, si en mi

mano estuviera volverían esos años de plenitud de la vida, de esa hermosa y vital

juventud.

Cuando eras joven, te querías comer el mundo, hacías mil proyectos, tenías mil

ilusiones, a veces me mirabas y me decías: todo esto lo hago para nosotros porque

quiero estar contigo toda la vida.

Han pasado cuarenta y dos años, cuatro hijos, unos cuantos nietos y unas cuantas

arrugas en la piel, pero yo te diría, cariño, que ha merecido la pena ese recorrido a

tu lado, he sido yo la mujer más feliz del mundo. No tengas miedo a envejecer, con

los años somos como el vino, es la calidad, el sabor, la prestancia lo que cuenta.

Debes estar orgulloso y contento, pues dejarás un legado como lo dejaron tus

padres, unos hijos buenos como tú, te sentirás orgullosos de ellos, pues ellos

continuarán la obra que tu empezaste, y tras de ellos, sus hijos.

No tengas miedo al paso de los años, envejece junto a mí y

debemos pedirle a Dios que no nos borre la memoria para

recordar el día que nos conocimos.

2

Juana Machio ValladaresEntreversos

SONETO PARA UN HADA

En la fábula cuentan que llegó

de la mismísima luz alborada

que tiembla en el cielo norteño,  hada

magnífica que al mal dar se negó.

Es hada de Abril, dama que entregó

sus alas de muselina dorada

para que un alma feliz y enamorada

volara hasta esa estrella que la cegó.

Tierna, pura, intensa, plena, señora

de sus besos, de sus abrazos dueña,

enamorada a ratos, poema, oda,

verso que vuela, soneto que sueña,

mujer, ninfa, musa, música, coda,

hada de mis sueños señora y dueña.

Óscar Ocaña.

3

POEMA DE MIO CID

Hace muchísimos años,allá por el 1000 y picofue derrotado el gran Cidinjustamente y muy dolido

La ciudad de Burgos es la que visita primerodejando su esposa e hijasen aquel gran monasterio

Se va por tierra de morosluchando con todo su esfuerzoganando varias batallasy muchísimo dinero

Mandándole parte al reyA ver si le va metiendopoco a poco en el bolsillo y así terminar cediendo

Devolviéndole su honorposición y rango muertoy poder ver a su esposa y sus hijas lo primero

Conquista la gran Valenciay al rey moro de Sevillaganando así un gran botínque al rey le manda enseguida

Derrota el rey de Marruecosy envía un tercer presentey el rey le perdona entoncesporque ha sido suficiente

Los infantes de Carriónse casan con sus dos hijasdurante muy poco tiempo y con una gran desdicha

En el robledal de Corpes les dan buenas palizasinterviniendo el gran Cid que al rey le pide justicia

Convocan cortes en Toledopara vengar la desdichadeclarándoles traidorescobardes injustos y miedicas

Y terminan felizmenteDoña sol y Doña Elviracontrayendo nuevas nupcias con Navarra y Aragónlos infantes de las villas

Y hasta muerto el gran Cidcon su caballo Babieca derrota a los Sarracenosechándolos de Valencia

Mª jose Melo

SONETO A LA GALLINA

Cacareo de triste felicidad,

4

Condenada en cárcel descubierta,

Gestando óvulos de mortalidad

En celda luminosa y abierta.

Cual diligente doncella concedes

Plácida algarabía silente.

Sin conocer tu destino cedes

El sustento al que te alimente.

Del presumido, amante desleal

Que con querencia detestable ruega

Tu cotidiana ración de cereal.

Gallinita clueca, gallinita ciega,

Soberana feudataria del corral

A ti rindo mi pleitesía colega.

Carmen SerranoHOGAR

Un hombre va a rodear la manzana

ignorando la zona álgida,

ignorando que el alma férrea

las almacena en su rincón favorito,

sus vitaminas, proteínas, grasas...

su antesala culinaria y su función.

Le seducen sus ritmos, alimentándose, descansando,

vive su delirio materno.

El puede viajar al lugar más lejano y

5

puede imaginar una línea recta unificadora

que le promete un resplandor

en la punta más occidental de la antena.

Ella teme al insecto avezado

porque las fotos y su insuficiencia

hablan como el peor terremoto,

disimulado falsamente por minúsculos coletazos,

se siente casa y sufre, sin circulación,

otorga calor y ella no es de piedra,

aunque venera a sus orígenes.

Necesita jactarse de la fortaleza de su estructura,

la lluvia ahora moja

ayer no

el viento ahora arremete

ayer no.

Representa su doble bostezo mañanero

y el de su descanso.

Su olfato detecta al huérfano,

allí está impertérrita por fuera

tan hospitalaria en su interior

--- ¿Te apetece descansar?

Ven, ven, pasa, pasa, cuéntame.

--- Hogar dulce hogar ---

Un hombre va a rodear la manzana

más ignorante aún.

INMENSA MINORÍA

La calle se viste de gente,

unas chicas juegan al futbol,

la radio mastica rocas,

mientras una conductora

maneja un autobús

el periódico denuncia machismo,

detrás una taxista baja bandera

para transportar a otra valiente.

La televisión reclama igualdad

a la vez que un grupo piropea

a un Adonis siendo éste recogido

por una motorista.

Estas minorías nutren de exotismo

nuestro entorno.

La calle se queda sin luz

pero no de toque minimalista.

MARÍA

María pedaleó hasta caer,

su padre se inventaría un cebo para el viento,

pactaba con el Sol,

mañana, pasado, incide, no habrá gemido,

sus manos obreras fabricaban delicadeza,

la auparía un millar de veces

por un millar de motivos:

sus pupilas rizadas, su pelo durmiente,

por el futuro de cada palabra,

por el juego cuerdo de su corazón...

Un padre puede disfrazarse de niño y luego debatir,

daría todo lo que lleva dentro menos a su hija.

Ella dejó de caerse de la bicicleta

pero en la vida siempre corre el tiempo

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hasta que se gana la lupa descifradora.

Su padre falló,

no sus manos obreras, fue su corazón.

Solo mira manos y dedos y uñas

y solo mira y solo mira

hasta la irrupción de una brisa natural

que le devuelve inexorablemente manos, dedos, uñas,

El viento pudo escapar, ella no.

- La muerte no le desea,

no figura en sus registros,

la muerte le ignora - se decía -

Al lugar donde se desgastaban voluntariamente

volvió para morir, nacer, morir, nacer...

Tras un recorrido placentero

dominado por pedaladas voraces

una piedra la trasladó al suelo,

la trasladó a la realidad,

cada lágrima le arañaba

con fuerza, insistentes, con peso,

cada lágrima alimentó su rostro.

MANIFESTACIÓN

Pasos camuflados en el éxito

les van a conducir más allá

de lo que ellos caminarán.

Se miran más que nunca,

se escuchan mas que nunca.

Protesta madura por su ritmo

protesta ambiciosa por su ritmo,

el pueblo no llora, canta,

canta la autónoma e indómita, que ya es bella,

grabada de trayectoria y recovecos,

pero puede multiplicarse

cuando impacte en los tímpanos

del más sordo

y sobre todo cuando sea tangible,

tanto que hasta los niños la reconocerán.

Cada soldado de la justicia

desemboca cristalino con más fe

entre abrazos impulsores

en la plaza de la hora cero.

El ingenio reivindicativo

se extiende como una ola inmortal

hasta las fachadas,

desde arriba los gestos van rotando

en diferentes dibujos de ajedrez.

Al solicitar silencio se consuma

y alguna voz huye.

Firmamento y lámparas, suelo universal,

fijados por paredes reinventadas,

el pueblo ha conquistado su casa

con su urna,

para en el peor de los casos

morir altivos en la vuelta.

Juan Pedro López Sanz

EntreCuentos

El Guía.

Hubo un tiempo en el que muchos fueron los llamados por la diosa fortuna al

conocido como desierto singular, origen de fantásticos e inigualables tesoros. Tres

de aquellos aventureros, no pudieron evitar que la juventud, reñida con la sensatez,

obtuviera la victoria en la contienda por viajar al nombrado desierto. Pronto

descubrieron que las leyendas e historias de aquel lugar, lejos del glamour, del

misterio y de la veracidad, eran ante todo incompletas, pues nada contaban de las

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terribles e ignotas criaturas que les esperaban, ni de lo inhóspito del clima en aquel

enclave, cuya orografía era trampa común para ingenuos.

Después de sufrir una terrible tormenta de arena , los tres amigos, derrengados y

agotados tras luchar por su vida, descansaban en las cercanías de un sendero

mientras comprobaban que lo habían perdido todo: sus caballos, sus mapas, sus

ropas, su comida.., todo. Tan solo contaban con la suerte y con que esta encauzara

algo de ayuda a aquel simulado camino. Aun se preguntaban con las miradas que

era realmente lo que les había llevado a cometer aquella locura, cuando

distinguieron una sombra creciente en la linde del horizonte. A medida que pasaba

de la imaginación a la realidad, advirtieron que la sombra, no era sino un nutrido

grupo en el que destacaba la figura de un anciano, el cual guiaba la marcha con

pasos lentos y firmes a través del camino en el que esperaban nuestros amigos.

Estando a su altura y viendo que no hacían ademán de detenerse, uno de los tres

intentó llamar su atención, a lo que el anciano respondió: "el tiempo se detendrá si

yo también lo hago". Antes de poder siquiera asimilar la frase, uno de sus acólitos

les espeto:"no os preguntéis si el tiempo se detendrá o no, lo que debéis

preguntaros es el tiempo al que se refiere". Dicho esto les instó a que les siguieran.

Tras horas de caminar en silencio, y comprender que la salvación les había llegado

envuelta en un enigma, toparon con una extensa jungla que transformó los rumores

en temores, al contemplar una franja blanca que cortaba el verde en la espesura. La

muralla infranqueable crecía ante ellos; miraras donde miraras una línea nívea

parecía rodearlos. Uno de los tres amigos grito "Anciano, ¿no te das cuenta de lo

que está ante ti?". Omitiendo el comentario, el anciano siguió andando hacia el

muro y a medida que se aproximaban comprobaron como la muralla hacía honor a

su nombre legendario. No solo crecía infinitamente a izquierda y derecha, sino que

su altura dejaba como simple follaje a los árboles más altos que osaban

comparársele. "Anciano, ¿no comprendes que tus pasos nos han llevado al

imposible?", le dijo otro de nuestros amigos. El anciano hizo un gesto con su mano y

el grupo se detuvo a pocos metros del gigante blanco. Observaron como el

venerable se acercaba hasta tocarlo y mirando hacia arriba exclamaba

"Ciertamente es impresionante, pero solo es infranqueable para el que quiere que

así sea". Acto seguido, se puso a caminar paralelamente al muro, mientras el grupo

le seguía a una distancia prudencial. Al poco tiempo volvió a apoyar su mano en la

piedra y con un movimiento lateral la atravesó. El misterio del muro infranqueable

se desveló como un ingenioso efecto visual que impedía ver una abertura ínfima en

su estructura. Cómo lo adivinó el anciano, era algo que nuestros amigos no se

dejaron de preguntar durante todo el trayecto hasta el anochecer.

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Esa misma noche, cuando se sentaron alrededor del fuego, los tres amigos

decidieron cocinar y servir a sus anfitriones como agradecimiento por su salvación.

Los miembros del grupo, les correspondieron con sonrisas y gestos de gratitud de

muy diversas formas y lenguajes. Cuando ofrecieron al anciano el cuenco de

comida, éste no pareció darse cuenta de ello. Rápidamente el compañero más

cercano al anciano le susurro algo al oído y el venerable empezó a palpar el aire

hasta encontrar el calor del cuenco. Asombrados, los tres amigos no pudieron

retener la misma exclamación llena de sorpresa: "Eres ciego". El Anciano, calmando

su burbujeante incredulidad con un gesto de paciencia les dijo: "Antes de que las

preguntas os emboten la cabeza, lo que os debería empezar a preocupar no es que

un ciego os guíe, sino que solo sea capaz de hacerlo el único que no tiene ojos.".

Muchas fueron las reflexiones y enseñanzas que el anciano les impartió no solo esa

noche, sino el resto de su estancia en el desierto singular. Cuando comprendieron al

anciano, su destino y su lugar en el mundo, se despidieron, no sin pesar, y le

guardaron gratitud eterna pues habían vuelto sanos y salvos de donde muy pocos

lo hacían y con un tesoro mayor que cualquier sueño dorado les pudo proporcionar.

José Luis Sánchez

復仇 FÚ CHÓU

(Venganza)

Apenas comenzaba a saborear su mayoría de edad cuando las circunstancias de la vida le hicieron abrir los ojos y mirar de otra forma a las personas. Aquella noche se encontraba de pie frente a la cama donde reposaba su padre moribundo. Ella sabía bien que él no volvería a ver otro amanecer, en unas horas sería huérfana y se encontraría sola en el mundo. Sola como lo habían estado ellos dos los últimos 10 años después de que su madre muriera en un accidente de trafico mientras volvía de su trabajo una noche tormentosa y fría. Miraba a su padre con pena. Él lo había sido todo para ella: madre y padre a la vez. No comprendía por qué su padre había roto con su antiguo trabajo de químico en una empresa farmacéutica cuando enviudó, aunque lo agradeció enormemente. Ambos se mudaron de ciudad y al final su padre aceptó un trabajo menor remunerado pero con muchísimo más tiempo libre para dedicárselo a su hija. Ella lo quería con locura, lo idolatraba. Siempre que lo necesitaba lo encontraba a su lado.

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La pena volvió a inundar su corazón. Las lágrimas anegaron sus ojos y pronto volvieron a desbordarse por sus carrillos como dos ríos de aguas amargas. Ella gimoteó y su padre intentó elevar el brazo derecho para una vez más secar las lágrimas de su hija. No pudo levantarlo más de dos palmos y el brazo cayó como un peso muerto sobre la cama. Ella se apresuró a recogerle la mano y se la acercó a su boca donde la colmó de besos. A continuación miró a su padre y le preguntó.

— ¿Quién ha sido, papa? El padre movió la cabeza para mirar a su hija, despegó sus labios y respondió pausadamente. — ¿No te lo imaginas?— ¡Maldita sea! Dime, papa ¿cómo puedo hacerlo?

El padre tomó aire dos veces antes de comenzar a contestarle, parecía estar cogiendo fuerzas. Volvió a mover sus labios y pronto sus palabras comenzaron a sonar débiles en la habitación.

—No tengas prisa, haz que él se acerque a ti, así nunca sospechará nada de lo que tramas en realidad. Haz lo que sea necesario para mantenerte a su lado, trágate tu orgullo, escóndelo bien dentro de ti aunque éste sea tan amargo como la hiel, y mantente tranquila. No puedes tener dudas. Poco a poco ve entrando más en su mente, en su cabeza; no te será difícil hacerlo. Incúlcale tus ideas, confúndele, que no sepa hacer nada sin ti. Y cuando haya madurado en su cabeza esa dependencia de ti. Apártale poco a poco de su camino, condúcele directo a la desesperación. Hazle ver que no tiene otra salida más que el fin y disfruta viendo su autodestrucción, consumando tu venganza...

(CONTINUARÁ.)

José Vicente Mollón Díez

TAN CERCA, TAN LEJOS

David llegó de clase dando un fuerte portazo en la puerta. Su madre asomó la

cabeza por la puerta de la cocina recriminándole las maneras. A lo que él contestó

con un gruñido. Se encerró en su habitación, encendió el ordenador y se introdujo

en Facebook: escribió su correo electrónico, contraseña y… apareció el logotipo de

la red social. Vio las últimas novedades del día colgadas por sus amigos mientras se

colocaba los cascos y descargaba algo de música.

Su madre tocó en la puerta para que saliera a comer. Dio la callada por respuesta.

Finalmente entró para recibir un cansino “ya voy, espera un momento”. Momento

que se prolongó durante algo más de cinco minutos. Por fin se sentó a la mesa

acompañando a su madre que ya había empezado a comer. Ésta intento sacarle

algo de conversación pero al final desistió porque el diálogo terminó siendo un

monólogo de preguntas monótonas con respuestas gestuales, y se encontraba

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cansada para arrastrar una charla que no la llevaba a ninguna parte. Terminó

fijando, como todos los días, su atención en el locutor del telediario. “Cómo está el

mundo”.

Cuando terminaron de comer, mamá, de nuevo, a la cocina. Recoger pronto para

descansar un rato viendo “Amar en tiempos revueltos”. David volvió a encerrarse

en su cuarto acompañado de su ordenador y de un buen número de amigos

internautas. Intercambiaron chismes, jugaron “on line” a los últimos juegos de

moda, pusieron al día apuntes, fardaron por el último ligue. Así, durante toda la

tarde, a la espera del toque en la puerta que anunciara la hora de la cena.

Mientras, mamá sentada en el sofá tenía el pensamiento en la tarta que había

hecho para festejar su cumpleaños.

Carmen Serrano

Cuento pesimista cómico

Nací hace sesenta y nueve

años, varón desde ese día hasta hoy, sin

embargo siempre he tenido pánico a los hombres. Mi temor, mi terrible temor a los

hombres lo llevo en secreto desde que nací. Nadie sabe lo que he padecido durante

tantos años.

Crecí entre niños y niñas y todo fue bien hasta que llegue a la pubertad

y entonces empezó mi pesimismo, algo me iba a ocurrir. Huía de los chicos como si

alguno me fuera a matar; -hoy estoy a salvo pero mañana seguro que ocurrirá- esa

era la letanía que oraba cada noche antes de acostarme.

Cada vez que me cruzaba, a solas con un hombre, mi cuerpo empezaba

a temblar –ahora si que me ocurre, ahora me va a pasar- esa idea me horrorizaba,

me hacia llorar, casi gritar.

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A los veinte años hice la “MILI”, aquello si que fue terrible, todos eran

hombres, me miraban como animales que me fueran a devorar. Por fin pasó ese

episodio y nada me sucedió. Me licenciaron, que así llamaban ellos a dejarme en

libertar y me fui a casa con los míos.

Al poco empecé a trabajar en una oficina, doce hombres y una mujer,

aquí si que seguro me va a ocurrir, pensaba yo. Mis compañeros me miraban con

ojos asesinos, acabarían con migo, seguro que ahora si. Pero no ocurrió nada,

bueno si, me case, no tuve hijos y por fin me jubile.

Y a mis sesenta y nueve años ocurrió, una mañana temprano paseando

con mi perro Thyson, casi de noche, me ataco un hombre en un callejón. Hoy hace

tres meses de eso y después de mil pruebas esta confirmado……..estoy

embarazado.

Armando Moreno EntreSueños

Sueños del bosque

La niña llegó hasta allí atraída por el sonido confuso del agua corriendo entre las piedras: había abandonado la cesta medio llena de castañas. Una vez alcanzado el manantial y antes de agacharse a beber no se resistió a contemplar aquel rincón, embargada por una emoción para ella desconocida.

Desde las enredadas ramas del hermoso y gigantesco árbol que abrazaba todo el lugar, llegaba hasta sus pies un resplandor sombrío. Pequeños seres revoloteaban entrando y saliendo de los rayos de luz que caían rectos atravesando el follaje.

De libélulas eran sus alas brillantes y coloreadas. Sus cuerpos tenues y esbeltos, casi transparentes, apenas se cubrían con largos cabellos rubios. Al mover sus alas, frotándose una con otra, producían sonidos desconocidos que en conjunto armonizaban en vibrantes flautas dulces, produciendo en la niña un efecto sedante.

De repente, un estruendo de olas rompiendo contra las rocas de un mar inexistente interrumpió aquella atmósfera, haciendo desaparecer las hadas como absorbidas por una niebla.

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En la base del tronco del grandioso árbol vio un enorme hueco donde raíces gruesas luchaban por introducirse en la tierra con la única misión de afianzarlo en la eternidad, a pesar de su vejez revelada por una corteza llena de grietas, cicatrices y toscos agujeros donde habitaban toda clase de minúsculos seres vivos. En aquel hoyo, sentado sobre una Amonita roja con sus pintas blancas, un ser pintoresco con larga barba, tocado con un gorro de caperuza inclinada, golpeaba con fuerza una vara contra el suelo provocando el efecto del sonido del mar bravío, haciendo señas a esos seres que pululaban despreocupados convocándolos a su presencia. La niña se asustó lo que hizo que, en un descuido Y para evitar caerse, tuviera que apoyarse en el tronco violentamente. Sorprendida al no arañarse con la corteza que más bien sintió suave y cálida, con algo de repugnancia se separo de ella creyendo haber tocado algún gusano u oruga, una vez pasada la primera impresión miró atentamente y alargo su mano acercándola hasta la grieta más próxima, esperando con paciencia. Los instantes se alargaban pero permaneció inmóvil hasta que con movimientos muy lentos al principio uno de los seres que ocupaban las cicatrices del árbol bajó hasta su mano con un grácil salto. Un duendecillo de largos y delgados brazos se acomodo en la palma de su mano y cruzo sus piernas sentándose con los hombros apoyados en los dedos de la niña.

– ¿Quién eres?– Pregunto la niña, conteniendo la risa que le producían las cosquillas en su mano.

–Soy un Trasgu, las que has visto antes son Xanas, muy tímidas pero adorables.-

– ¿Y ese anciano del bosque?– El Busgosu: Es el señor y a la vez el defensor de los bosques, protege y defiende su flora y su fauna, sólo se porta mal con los que dañan a la naturaleza, es el que os trae hasta aquí para que nos hagáis compañía, ese ruido del mar lo has provocado tu con las setas que has dejado abandonadas, no le ha gustado que las arrancases.

–Lo siento, no sabía –Con su aguda vocecilla continuó el Trasgu contando cosas a la niña,

cada vez más sorprendida. Puso al personaje sobre su hombro con la intención de tener movilidad mientras se acercaba al manantial para saciar su sed, se arrodilló con cuidado sobre una piedra de la orilla y vio con asombro que el manantial estaba rodeado de Xanas, que vistas más de cerca, eran en efecto muy hermosas. Alguna sujetaba en una mano un farolillo proyectando luz que no era llama, otra hacían ovillos de un hilo finísimo dorado que procedía del fondo del manantial, por debajo de las piedras que lo rodeaban.

La niña, con la intención de coger un sorbo de agua con las manos, se incorporó cuando un coro de vocecillas la interrumpió, todas querían hablar a la vez con lo que no se entendía nada, el Trasgu dio unas palmadas para hacerlas callar y a continuación procedió a explicar el por qué se habían alborotado las Xanas.

–Debes saber que si bebes de este manantial notaras una transformación en ti, y pasaras a convertirte en uno de los personajes mitológicos como somos nosotros. –

Que terrible duda, la niña tenía sed, mucha sed, pero no tuvo que decidirse: Las aguas del manantial se cubrieron con una red de oro, como una tela de araña brillante y maravillosa que no permitió que sus manos alcanzasen el agua. Del centro de esa telaraña dorada asomó un Culebrón, personaje con cabeza de serpiente alada que guarda los tesoros del bosque, que hablando con voz cavernosa se dirigió a la niña.

–No bebas, te están esperando a la orilla del camino ––Pero tengo sed, mucha sed-En ese momento se encendió una fuerte luz, unas manos levantaron la

cabeza de la niña, acercando un vaso de agua hasta sus labios.–Bebe hija bebe y vuélvete a dormir.– Pero ¿cómo puedes dormir con juguetes en la cama?

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– ¿Qué es este ovillo de hilo dorado?– La niña no supo responder a su mamá.

Carmen Sagrado

Sueño

Estaba durmiendo la siesta, cuando en mi sueño, soñaba que era una niña que me

encontraba en un prado verde con muchas flores y como me sentía tan a gusto y

con tanta paz me quede dormida, mi madre me despertó diciéndome; me duele

aquí en el lado pero no te preocupes porque este dolor no es de los malos, como

estaba adormilada no supe reaccionar, cuando lo hice mi madre tenia la mano

puesta en el costado y se encontraba un poco lejos, me puse en pie y empecé a

llamarla, ella caminaba junto a mi padre, y no parecían oírme yo les gritaba

llamándoles, ellos seguían hacia delante yo corría y corría pero no les daba

alcance, los vi que se incorporaron a una calle llena de gente, yo corría y los

llamaba ellos no me oían y con tanta gente menos, a mi eso no me impedía

seguirles a un que de lejos; unas mujeres me sujetaron por el brazo preguntándome

“¿niña, a dónde vas?” Yo quería soltarme porque si los dejaba de ver los perdía la

pista y me quedaría sola y abandonada, yo estaba muy angustiada estas personas

no permitían que me soltara y hablaban entre ellas. Yo estaba desesperada, quería

ir tras mis padres y los llamaba.

En este forcejeo y gritos me desperté.

Fue un minuto de confusión, pues en ese instante yo era una niña peleando con

unas mujeres, y me miraba y veía a una vieja, este desorden en mi cabeza duró

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poco, pero lo suficiente para pasarlo mal, porque por unos instantes perdí la noción

de cómo había pasado mi vida.

Queta Casado

EntreVeros

Amigo el Río

Contemplo el viejo río en su variado caminar, aquel en el que yo me bañaba y

jugaba hace ya tiempo y veo como pasan mis recuerdos ya casi olvidados siguiendo

el camino del agua y su corriente, y veo en él cómo va moviendo toda una vida que

parecía parada en el recuerdo.

Avanzo unos pasos y dejo la alegre corriente y, ya en el remanso, me regala su

tranquilidad y el sosiego, me habla pausadamente, enseñándome todo mi pasado,

toda la verdad que él posee.

Me deja su espejo mágico para que me mire y me vea como era antes, ha pasado

mucho tiempo, y ya no me acuerdo, él me va mostrando recuerdos que ya tenía

olvidados o archivados Dios sabe dónde, diciéndome: ese eras tú, el niño que me

visitaba todas las tardes.

Veo como desde el fondo va surgiendo la vida, lo que guarda, y veo pequeños

movimientos que van emergiendo desde dentro, los peces y toda la vegetación que

reposa plácidamente en el interior

En la orilla hablan las plantas que adornan el conjunto despertando del sueño en

que estaban sumergidos todos los recuerdos.

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Suben hacia arriba las que en el fondo sirven de refugio a los pececillos y me

tocan, moviendo mis recuerdos y me veo de niño jugando en sus orillas rodeado de

otros niños que se han ido como se va cada año la exuberante y alegre primavera,

para dar paso al caluroso verano, entrando en un otoño gris de paz, reflexión y

sosiego, y presiento que se acerca un invierno seco y frío.

Veo de nuevo como se va enfriando en mí el calor de la vida y mi tiempo,

arrastrando con él todo lo vivido, mis abuelos, mis padres, algún familiar y mis

amigos mayores, aquellos que ya no están, a los que no puedo ver ni saludar como

hacía antes. Corre el mundo arrastrando a la vida con un tiempo que cada vez se va

haciendo más corto.

Cierro mis ojos y ya no veo la alegría y fantasías de antes, ni al niño que dicen que

todos llevamos dentro, le llamo y no viene, no aparece, se ha marchado o quizás se

ha hecho mayor.

Me gustaría, amigo río, ser como tú, seguir sonriendo en tu corriente y avanzando

como lo haces tú, con esa variedad que demuestra que estás vivo con tus aguas,

unas veces lentas en tus remansos de paz, otras en cascadas alegres y sonrientes,

llenas de vida y de ilusión.

Sigues estando ahí, defendiéndote, regalando vida, todo responsable, ayudando a

los demás porque sabes que te necesitamos.

Dicen que la experiencia es la madre de la ciencia y la sabiduría, tú sabes mucho

de eso, amigo río, por eso sabes cómo conservarte y reservarte, eres un sabio y

como todos ellos, eres generoso y libre como la sabiduría, sin limite para poder

ofrecer más al que venga detrás y a los que te necesitan, compañero de caminos y

caminantes, fuente de salud y vida.

A cuántas generaciones habrás ayudado y alimentado con tus aguas, tus peces

desde tú sitio.

Lo tienes todo, esa envidiable libertad, que muestras con tanto orgullo y de la que

carecemos los humanos, nosotros no podemos ser libres, nos han programado y

planificado nuestra vida.

Estamos sometidos a leyes y obligaciones que no nos dejan ser nosotros mismos,

hasta la conciencia nos martillea con rígidas normas morales que nos hacen ser

nuestros propios esclavos y cuando nos alteramos, y nos desbordamos con algún

exceso, nuestras aguas no son como las tuyas, no vuelven al cauce de antes, se

quedan entrecortadas, entre charcos y lagunas, estancadas y putrefactas, a modo

de rencores, envidias y desilusiones que arruinan lo mejor que tenemos, la vida. Tú

tienes a tú favor la naturaleza pura que te guíe y te ayude, yo tengo una naturaleza

manipulada, conducida por caminos que me llevan donde otros quieren,

conduciendo a los mismos sitios y lugares que nos han trazado. Que no me gustan,

y en los que no quiero vivir como otros me digan, a la sombra de una libertad

dirigida sin vida propia. La cárcel que nos impone la sociedad manipulada en que

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vivimos, la que nos limita de tal forma, que jamás dejara brillar el sol que todos

llevamos, somos esclavos de los de más.

Quiero que mis aguas circulen libremente por el cauce de una vida limpia y

trasparente y ser útil desde la libertad de la sana naturaleza, útil y libre como tú,

amigo río...

José González

MI LIBRO, PRINCIPIO Y FINAL

(Texto sin “E”)

“Salir al balcón y notar un único rayo. Mi sol cruzando mi propia sombra. Como un

galán aficionado, sin una sola palabra cordial. Solo polvo capturando mi orilla más

calma, más tranquila. Como humo tiznando un cristal......”

Así nació mi principio, mi inicial libro o carta, la cual ya no sonaba a propósito, ni

ilusión, ni ansia, sino a olvido y angustia. Ya no hay oportunidad, ha volado hacia la

inmortalidad junto a mi propia gloria.

Aún así hoy, al cruzar mi rayo luminoso traspasando mi vida, una asustadiza visión

ha pasado por los ojos, por mi alma. Ha sido un latido nada más. Ha sido un trozo,

un soplo robado a un minuto...

Yo tumbada con mi cojín favorito aguardando una aparición saltarina y bulliciosa. Mi

oración póstuma y novísima!!! Mas mi haz lo ha arrasado todo y no ha habido ni un

ínfimo rincón para dar cabida a ninguna otra cosa, ni ilusión. Y así, un nubarrón ha

borrado todo con un soplo, como la calima torna todo más oscuro, aún más sucio.

Ha sonado una llamada al portal. Su “ring” ha tronado por toda mi casa. Atontada lo

oí tras unos cuantos timbrazos, no sabría contar cuantos.

Sin prisa y adivinando – No hay nada primordial, nada significativo, lo intuyo– fui a

abrir. Para mi confusión o quizá mi gozo no había ningún individuo tras mi portalón.

17

Mirando asombrada a un lado y otro, tras un largo y caduco pasillo no vi ni una sola

sombra marchando, ni rumor, ni pasos por sus losas frías y sucias.

Lo conozco. Mi convicción fraguará con mi fin. Conmigo nunca, lo intuyo y lo sabía

ya mucho atrás, nunca digo, habrá ni una sola sombra a mi lado. Jamás ya. Y mi

corazón irritado y codicioso partirá tras rumores fantasmagóricos y paso a paso

vagará hasta su solitario final.

Mª Paz

El peor comienzo posible.

Abrió los ojos lentamente y tardó en comprender el mundo en el que despertaba. Su mente, aun funcionando a medio gas, tuvo la suficiente entereza para preguntar: "¿Por qué hay tanta claridad en la habitación? El ruido de fondo de la calle y un rápido vistazo al inerte reloj despertador, respondieron a su pregunta. La angustia emergió de su interior y detonó un tremendo escalofrió cuya onda expansiva vino a concentrase en torno a su boca con un sonoro "Mierda". Sin proponérselo, la electricidad los había abandonado por la noche, precipitando la serie de acontecimientos a los que tendría que enfrentarse desde aquel momento. El tempo de la responsabilidad humana había sucumbido al calor de las mantas y la pereza había hecho el resto. El día más importante de su carrera, aquel al que no podía faltar, había arrancado sin él.

Se incorporó de un salto y antes de poder arrepentirse de tamaña acrobacia, su pie izquierdo se convirtió en la rebanada superior de un sándwich, en el cual, la rebanada opuesta la formaba sus apuntes y el relleno, sus gafas. Sin detenerse, refunfuñando en arameo, corrió hacia el salón en busca de un reloj que le dijera si aún tenia esperanzas, a la vez que su pétrea mesa de madera, se empeñaba en devolverle sutilmente a la triste realidad humana, golpeándole con una de sus patas en el dedo meñique de su descalzo pie derecho. Cojeando de ambos pies, bailó hasta el baño, donde tuvo que darse una ducha fría, ya que la luz había desaparecido el tiempo justo para dejar tiesa el agua en su flamante calentador eléctrico. Una vez limpio y tiritando, siguió su bamboleo hasta la habitación momento en el cual recordó que, inteligente como era, había dejado para esa mañana el planchado de la ropa adecuada. Así que no le quedo otra que utilizar el viejo truco del olfato, eligiendo de entre sus ropas usadas, aquellas que no hubiesen abrazado entre sus fibras olores demasiado penetrantes. Una vez ataviado, se puso delante del espejo a la distancia suficiente para poder discernir con su verdadera vista la percha que ostentaba, diciéndose: "¡Que eso que resalta en el faldón de la chaqueta no sea mostaza, por Dios!" Ya en la cocina, su desesperada necesidad de cafeína fue futilmente satisfecha con un grumoso café soluble en leche fría, beneficios de la Vitro cerámica, mientras que un nauseabundo olor procedente del frigorífico le advertía de que esa misma tarde tendría problemas.

18

Vivir en el último piso tiene sus ventajas, pero entre ellas no se encuentra la necesidad casi obligatoria de ascensor, así que ignorando el persistente dolor de sus pies, bajo tan rápido como pudo los nueve pisos. Entre tanto, repasaba mentalmente las excusas por el retraso, que aun era permisible. En su representación mental se veía en las infinitas posibilidades y contemplaba las numerosas reacciones ante sus ruegos, mientras desplegaba los pliegos de sus diseños para que hablasen en su favor. En ese preciso instante algo crujió en su cabeza y una voz en off, casi paternalista, le dijo: "¿No serán esos pliegos con los que juegas en tu imaginación los mismos que en estos momentos reposan placidamente en tu cama, verdad?, dime que no, anda, sobre todo ahora que estás saliendo del portal". Algo salió de sus labios que el decoro me impide reproducir aquí. Escaló los pisos comiendo escalones de dos en dos. Jadeando por el esfuerzo entró como una exhalación en su casa, recogió los documentos de su dormitorio y antes de que el “clink” de las llaves en el plato de la entrada dejase de resonar, cerró tras de si con un enérgico portazo. El rostro de nuestro muchacho mostraba ya signos de que todo lo que le estaba sucediendo le empezaba a calar, más si cabe cuando empezó a sonar el teléfono en el interior de su piso y no el fijo precisamente.

No le quedaba otra que correr. Esa semana, para colmo, no disponía del coche y el tren era el único medio rápido y fiable de llegar a su trabajo. Entrando en la estación palpaba en su bolsillo las monedas que esperaba suficientes para el billete. Se acercó a una de las máquinas expendedoras y pronto comprendió que aquello no iba a ser tan fácil. La cola en la ventanilla manual y una mirada a izquierda y derecha le pusieron en alerta. Ninguna de las máquinas funcionaba. El apagón había afectado al software y los billetes se expendían a la vieja usanza; es decir, esperando.

Ya en el andén, mirando nervioso si había elegido el correcto, contempló lo inusual del aforo. El espacio de respeto apenas existía y la mayoría de la gente contemplaba la posibilidad de lluvia a tenor de la gran cantidad de paraguas que se esgrimían. Posibilidad que él, en su ajetreada mañana, ni siquiera había previsto. Lo único que le quedaba era esperar que la lluvia no hiciese acto de presencia, al menos hasta llegar a su oficina. Una locución interrumpió sus pensamientos: "Atención por favor, Atención. Debido a los problemas en la red eléctrica ajenos a Renfe, les informamos que las líneas C3 C4 y... ("la C5 no por favor, la C5" no se escuchaba rezar)... y C5 llevan un retraso de 20 minutos con respecto al horario previsto. Muchas gracias.". Un rayo cegó la estación y acto seguido una fuerte lluvia acompañada de viento racheado hizo acto de presencia empapando sin piedad a los desprevenidos. Los sonidos de los paraguas abriéndose y algún gritito por el susto del trueno, no sirvieron para sacar a nuestro muchacho de su estupor. Ni siquiera el amable ofrecimiento de una anciana a darle cobijo, le sirvió para despertarle de aquella pesadilla. Mojado, aterido de frío, con el portadocumentos rezumando, con la vista perdida y el semblante gris como el día, ni reaccionó cuando una chica le avisó:

“Perdona, pero creo que te has manchado la chaqueta de mostaza”. Solo soltó un gruñido de agradecimiento.

Alguna lágrima ya se mezclaba con la tormenta que le caía por el rostro y los 15 minutos que todavía le esperaban, mezclaban sus lazos con la eternidad.

José Luis Sánchez Pascual

19

Amor en tiempos de guerra.

Era invierno, la temperatura era de 15 grados bajo cero, se encontraban en unos

jardines junto a la plaza Roja de Moscú, estaba todo cubierto de nieve, pero a ellos

no les importaba.

Habían pasado la noche juntos y el amor que sentían el uno por el otro les hacia

olvidarse del frío. Eran sus últimas horas juntos y la tristeza les embargaba.

A el le habían ordenado incorporarse inmediatamente, y tenia que partir esa noche

para el frente. Ella se quedaba allí puesto que servía en el cuerpo de enfermeras.

Paseaban por el parque sus pies se hundían en la nieve pero ellos no lo notaban,

iban tan estrechamente unidos que parecían una sola persona. En los ojos de ella se

reflejaban las lagrimas que a duras penas intentaba contener, mientras que el la iba

susurrando al oído.

No te preocupes amor mío, nos volveremos a ver muy pronto, pero me gustaría que

siempre recordaras. Que si por cualquier motivo el destino quisiera que yo no

volviera. Pensaras siempre en nuestro amor que pase lo que pase perdurara para

toda la eternidad.

Y siguieron caminando

fundiendo ya no solo sus

cuerpos, sino también sus

almas En ese abrazo

interminable que les uniría

hasta el final de sus días…

20

Mari Angeles Beneyto

Rene Maltete

CAMARADAS

Un cuerpo en ruinas

imita la mutilación de su entorno.

Entre hierro moldeado seductoramente

ha llegado la mirada recriminadora,

sin apartar la vista de la guerra,

variando más de semblante

cuando utiliza los ojos que le aplastan,

no hay día que no los cierren

y la luz tarda

como tardó aquella noche sólida.

Se acomoda en su abrigo pesado

y recibe su mano en la tela

sin pasar a mayores

porque un gladiador nunca rehúsa.

Al mirar su alma sin piel ni carne

su respiración cambia el paso,

su camarada perseguiría

un olor con las manos

pero al encontrarlas

el puño se impone y se mantendría

férreo siempre en este lugar.

La otra cara del muro espera,

su abrigo demostrará que estuvo allí.

Juan Pedro López Sanz

21

Rene Maltete

Tiempo de Guerra

Dos antiguos amigos se encuentran después de mucho tiempo.

_.Hola Pepe, cuánto tiempo sin saber de ti –dice Juan, que le falta una pierna y lleva

una muleta para poder andar.

_.Sí, desde antes de la guerra –dice Pepe un poco cortado –chico, no sabía que te

hubiera ido tan mal.

_.No, no me fue mal, todo lo contrario.

Y mirando a esa parte de su cuerpo mutilada le dice:

_. ¿No?

_.Me ves así pero sigo en pie

_.Sí, eso sí, pero…

_.Igual que este edificio, aunque se encuentra apuntalado sigue en pie, no como

otros que se derrumbaron y sepultaron a mucha personas, por uno de ésos me

encuentro en estas condiciones, mi familia estaba dentro cuando esto pasó,

entonces entré y salvé a muchas vidas, entre ellas a mí mujer y mis hijos, por eso

cuando miro a mi familia me siento orgulloso de haber realizado esta hazaña.

Aunque me falte una pierna soy feliz.

Queta Casado

Apuntalado en una muleta

–Pero, ¿qué te ha pasado Satur? Hace tan sólo quince días que nos encontramos en

la boca de metro de Chamberí y tenías las dos piernas.

– ¡Calla, Cipri, no grites! La pierna aunque no la veas la tengo. Estoy disimulando.

–No puede ser, a ver la bravuconada que me vas a contar ¿No llevarás la muleta

para librarte de luchar en el frente? Siempre has sido un poco miedica.

22

–No me insultes, Cipri, yo estoy con los rojos porque me hice espía por casualidad.

En la taberna, escuché a esos de la CNT murmurando que habían encontrado una

pócima para convertir en invisibles a las personas .Eso sí para volver a ser visible se

ha de tomar un antídoto. El otro día tenía como misión espiar a los de la Falange,

cuando terminé de anotar todo, me bebí el frasco con el antídoto, con tan mala

suerte, que no debía de haber suficiente y aquí me tienes esperando que alguien

contacte conmigo para traerme el resto del bebitrajo y así hacer aparecer mi pierna

invisible.

– ¡Qué cosas tan raras te pasan siempre Satur!

-Es verdad, cuando me recupere me quedará en casa sin salir a ver si paso una

buena temporada tranquilo, sin que me persigan increíbles aventuras.

Annabel Gómez

Mala pata.

Por fin lo ha hecho. Así, sin despedirse. Me ha dejado tirada en el suelo.

Obligándome a mirar mientras le cuenta a su amigo Princhard el porqué. Yo te lo

diré Princhard, yo aún estaba presente cuando tomó la decisión. Simplemente ya no

podía mas, había encontrado una solución a sus problemas de dinero. Ya sabes,

por la guerra, que todo lo pudre, hasta el alma. Conoció a un hombre con su misma

estatura, su mismo número de pie y con su mismo problema, pero en la pierna

contraria, así que acordaron comprarse los zapatos a medias, los calcetines a

medias, desechar el uso de ropa interior y negociar un buen precio con una

costurera por los arreglos. Una sola pierna, una sola pernera. Ni tan caro como unos

pantalones ni tan barato como medio. Un buen apaño. Deshacerse de mí no solo le

viene bien a su bolsillo, ya no seré un recuerdo agrio, ni un sucedáneo insípido, no

le evocaré su imperfección, su ser incompleto. Ahora puede empezar a olvidar y a

sobrevivir de otra manera. Lo único que me molesta es que me haya abandonado

de esta forma, como a un perro, después de todo lo que le he soportado. Podría

haberme buscado un hogar, otro dueño, un lugar en el que ser útil. Al menos un

vistazo con un amago de lágrima. Sin embargo aquí tirada, entre la miseria, me

convertiré en parte de los escombros, en inmundicia, en perpetuo olvido.

José Luis Sánchez Pascual

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DESCENDIENTE DE GARGOUILLE

“Cuenta la leyenda que mi nombre, Gárgola, proviene de un dragón

verdaderamente monstruoso y fiero que escupía agua en lugar de fuego; se

caracterizaba por custodiar el río Sena de una manera un poco exagerada,

comiéndose los barcos y atacando sobre todo a doncellas indefensas, se llamaba

Gargouille. Parece ser que un sacerdote gabacho muy persuasivo, dominó al

monstruo con tan sólo hacerle la señal de la cruz. Al parecer terminó quemado en la

hoguera, pero como ni su cuello ni su boca ardían, decidieron plantarlo en el

Ayuntamiento en memoria de los malos ratos que hizo pasar a los habitantes de la

ciudad. Una de nuestras misiones en las catedrales de todo el mundo es escupir

agua con gran facilidad como lo hacía Gargouille, pero a mí con este frío se me

hiela hasta el alma y tengo siempre la garganta fatal. Si al menos estos

carámbanos tuvieran sabor a fresa o a limón, sería otra cosa, no tendría siempre

esta cara de pocos amigos ¿Cómo voy a mantener alejado al diablo de este templo

si se me está borrando hasta la expresión de la cara? A lo único que puedo aspirar

ya es a contagiar un resfriado, ¡con lo que yo era antes, qué pena!”

Annabel Gómez

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La Partida

Me siento solo, abatido, Pienso en esas navidades tan próximas, en la felicidad que

deben sentir tantísimas personas. En cambio yo por la situación en que me

encuentro, me engulle la tristeza, mi economía va mal, no encuentro trabajo, las

deudas, me ahogan la probabilidad de que me arrebaten la vivienda por no poder

pagarla me aterra.

Pienso, pienso y sigo pensando. La cabeza me estalla, no encuentro salida, saco un

tablero de ajedrez, quizás eso haga que olvide por un rato esos pensamientos que

me están atormentando.

En ese momento me doy cuenta de que estoy solo, no tengo a nadie con quien

jugar, en el fondo de la sala hay un espejo se me ocurre la idea de sentarme

enfrente de el, Así quizás al ver algún movimiento aunque sea de mi mismo no me

haga encontrarme tan solo

Veo mi propia imagen reflejada en el espejo y segundos mas tarde, desvió la mirada

hacia el tablero, Me quedo mirándolo fijamente y lo único que veo, (Quizás por mi

estado de animo) es el fiel reflejo de mi propia soledad.

En el tablero se encuentran todas las piezas del ajedrez las veo y mentalmente las

comparo con sociedad. Personajes de todas las clases sociales, reyes reinas,

ministros, políticos etc. Sobre todo en lo que mas me fijo, es en los peones, que

como en toda clase trabajadora son los que defienden, luchan y son los primeros en

caer.

Empiezo solo la partida, mi primer pensamiento, como todo buen ajedrecista, es

Pensar en las figuras más importantes de la partida, y a las que te interesa liquidar

lo más rápidamente posible.

Intento concentrarme y crear una estrategia pero no puedo, solo veo que a derecha

y a izquierda de las piezas mas importantes se encuentran los alfiles, Pienso en

ellos como si fueran personajes reales, gobernantes o grandes empresarios que se

encuentran junto a los caballos, (que es como en la vida real, se asemejaran a sus

“grandes cochazos” y estuvieran a su lado dispuestos a montarlos, saltar por

encima de quien sea y salir cabalgando del país he irse a los paraísos fiscales, Y en

las esquinas se encuentran esas torres totalmente vacías, como si fueran torres de

viviendas que simbolizan, los embargos, las familias en las calles, etc.. y por ultimo

25

miro al resto de las piezas, me doy cuenta de que todos las que están delante son

peones, a los que primero les atacan, saltan por encima de ellos o se los comen

“Me siento un peón”.

Levanto de nuevo la mirada, veo mi imagen de nuevo reflejada en el espejo, no

quiero mirar, bajo los ojos, tengo miedo de empezar a jugar, incluso de que aunque

juegue y consiga dar jaque mate, con esa pieza colocada estratégicamente que me

pueda hacer ganar la partida.

Pienso que no estaré luchando contra nadie, si no contra mi mismo y al que le iré

intentando dando jaque mate no es al contrario, si no a mi.

Estaré compitiendo conmigo mismo, como lo estoy haciendo ahora con mis propios

pensamientos.

Después me levanto dejando el tablero y las fichas intactas y pienso Para que jugar

si gane o pierda, yo siempre seré el perdedor.

Oigo sonar el teléfono, lo descuelgo.- quien es. Pregunto. Soy el Sr. Martínez le

estuve haciendo una entrevista de trabajo y le llamo para comunicarle que a sido

usted admitido. Como ya hablamos su sueldo será de 1.500€ mensuales Le espero

el lunes.

Atónito miro el tablero y pienso no hay que darse tan rápido por vencido, y mucho

menos pensar que eres un perdedor. Porque no sabemos nunca lo que nos deparara

la vida. Por eso

¡Siempre hay que jugar la Partida!

María Ángeles Beneyto

Rene MalteteParadoja humana

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Érase un ser humano, con su cuerpo y su mente dentro. Los dos nacieron

juntos y no se puede decir que también crecieran en tal armonía.

Al poco de su venida a este mundo empezaron los problemas; la mente

crecía mucho más rápidamente que el cuerpo, la mente empezó pronto a dar

órdenes: - vamos, pequeño cuerpo, espabila. –levanta esas manitas y pon tus

piernas arriba. El cuerpecillo decía: - no puedo, tengo los bracitos cortos y sin

musculatura. La mente se enojaba y por los ojitos de la cara que poseía ese cuerpo

caían ya grandes lágrimas.

Cuando ese cuerpecito ya podía acatar las órdenes de su mente la

convivencia parecía ser más armónica.

Un día, ese cuerpecito, algo ya mas crecido, le expuso a la mente un

pequeño problema que tenia – mira mente, me preocupa mi yo, o sea mi cuerpo, se

me han irritado mis órganos llamados eróticos y parece que la sangre me hierve.

¿Qué puedo hacer para aliviar mis males?.............la mente contesto……-eso ya lo

he sentido yo también, Lánzate a la conquista de otro ser humano, ya sea de tu

genero o no, el que mas te guste, de lo demás me encargo yo.

Así lo hizo el cuerpecito y por una dama optó y no le costo mucho

conquistar su corazón, porque, digo yo aparte, que no es lo mismo la mente que el

corazón.

Estos dos seres humanos comenzaron a jugar dándose a los placeres que a

sus cuerpos les placía. Casualmente en estos juegos las mentes también se

divertían, en esto si que había armonía.

Cuando el ser humano tenia ya casi treinta años, los familiares le

plantearon la necesidad de empezar a trabajar para ganar dinero y ayudar en la

casa; este mismo planteamiento le expuso el cuerpo a la mente que se negó

rotundamente. –ni hablar, lo estamos pasando bomba- y el cuerpo le dijo –pero si

trabajan todos, tendremos que hacerlo también-………..bueno, dijo la mente, pero

trabajaremos lo justito.

Así lo hicieron durante muchos, años hasta que el cuerpo empezó a

cansarse. El cuerpo le dijo a la mente –nos vamos a jubilar- y la mente, horrorizada

replico – no nos podemos jubilar, seguiremos trabajando para ganar mucho mas- .

El cuerpo aguanto lo que pudo y siguió trabajando hasta que murió

exhausto y la mente lo hizo detrás.

Armando Moreno

Minidesgracias

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Tengo en casa una cortinilla cutre, en un sitio tonto, que no se sujeta de ninguna manera. Bueno, pues intento pegar uno de los colgadores enanos que tiene, con el pegamento ese que lo pega todo, y sí, sí, claro que pega, se ha salido el pegamento del colgador, me ha caído en la mano, se me han pegado los dedos en un pispás, y ! no había manera de despegarlos !, al fin, convencida de que con la fuerza no conseguiría nada, me cojo un frasco de quitaesmalte de uñas, yo sé que eso lo quita casi todo, pues sí, me ha quitado el esmalte de tres uñas y media, de las otras no, porque les había caído encima pegamento. Los dedos seguían pegados, y yo mosqueadísima. Al final veo en las instrucciones, que se puede disolver con agua caliente, pues hala a meter la mano en agua caliente. Jo, y tan caliente, me abraso. Nada, fuera. Entibio el agua un poco, vuelvo a sumergir la mano, y cuando al cabo del rato se empieza a arrugar toda la mano, siento que se empiezan a despegar. Uf! menos mal. Ya tengo los dedos independientes uno de otro, pero con unos pellejitos duros que no puedo quitar. Lo intento poco a poco, y claro, es de imaginar lo que sigue, uno de los pellejitos no era pegamento, era mi piel. Venga tirita al canto, más pegamento, como si tuviera poco. Ahora tengo los dedos tiesos, no me sale el pegamento, las uñas a medio pintar, una tirita en medio. ¿Y se termina aquí todo? pues no, si se hubiera quedado ahí casi que me daba por contenta.

Mañana me harán una pequeña reforma en casa, tengo que quitar cosas del medio, así que ánimo. Si cierro la mesa tendré más sitio, voy a cerrarla, con el pico doy a un cuadro que está en la pared, y claro, se cae. El puto cuadro al caer, hace un desconchón en la pared y se lleva por delante, el único enchufe que hay libre en todo el comedor. Se queda colgando, mi hijo lo quiere arreglar, pero, ¿hay un enchufe sin usar en casa? la pregunta del millón, bueno, del medio, la otra es "mamá, dónde cojones está la cinta aislante", al final, sí hay cinta, se arregla el enchufe, se cuelga el cuadro, estoy por enmarcar el desconchón. Ya están todos los libros esos de ahí, en el suelo, en un rincón. El barco de madera no se ha roto, aunque todavía no es tarde, tendré cuidado.

Lo que me sorprende es que mientras tanto, estaba haciendo la cena, y ! no se ha quemado ! Menos mal.

Luego falta otra media mudanza en el cuarto de mi hijo, por supuesto eso va acompañado del consiguiente cabreo, que si así no, que ponte ahí, que quita de en medio, que déjame en paz.

Al final, arañan los dedos, no sé ni cómo he podido escribir, intentaré pintarme las tres uñas y pico esas que se han pifiado, y espero poder dormir esta noche, porque jo qué día, a lo mejor tengo que acostarme ya para que se acaben las minidesgracias.   

  María Coimbra

PESIMISMO EN EL LADO BRILLANTE DE LA VIDA

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La vida está llena de casualidades y tópicos, muchos tópicos. Anoche, justo

al terminar de ver la película de Monthy Pyton “La vida de Brian”, después de veinte

años juntos, va mi marido y me deja. Según intentaba justificarse y darme

explicaciones sobre su recién comunicada decisión, a mi lo único que me daba

vueltas en la cabeza era la dichosa canción del final; veía a aquellos pobres

crucificados moviendo la cabeza de un lado a otro mientras cantaban: “Always look

at the bright side of life”, los moribundos miraban el lado brillante de unas vidas a

punto de extinguirse. Yo intentaba ponerme en situación de mujer abandonada,

pero los crucificados seguían allí y mi ahora ex marido se estaba convirtiendo en un

personaje borroso y secundario.

Por la mañana, me he despertado con la sensación nueva de disfrutar yo

solita de un metro cincuenta centímetros de descanso silencioso, aunque ahora he

de madrugar más, pues la responsabilidad de atender y malcriar a mi hijo recae en

mi al cien por cien, en vez de al noventa y cinco por ciento, como venía siendo

hasta ahora, es decir, pierdo un cinco por ciento de tiempo para mí.

Una vez masticados y digeridos mis remordimientos por dejar al niño tan

temprano y reconocer que va a tener que pasar más horas en el cole, me encamino

hacia la oficina donde mi jefe es, oficialmente desde ayer, mi ex marido. De nuevo

la cancioncilla aparece como por arte de magia cuando pienso en él y su amante-

aspirante a secretaria quince años más joven que él (y que yo), con muy poco

cerebro, pero muy delgada y provista de unas tetas inverosímiles para ese

escuálido cuerpo.

Mientras voy conduciendo, pensando en todo este lío, ensayo caras de mujer

abandonada en el espejo retrovisor, las de cornuda ya las tenía muy dominadas.

Dejo de lado las caras para observar el sol radiante de una primavera recién

estrenada, de tal manera que termino llorando totalmente deslumbrada por el lado

brillante del sol.

Al parecer he chocado con una farola, eso me acaba de comunicar un agente

de policía que insiste en llevarme al hospital pues me he golpeado la cabeza. Me

resisto con todas mis fuerzas porque no quiero llegar tarde al trabajo mi primer día

de separada y encima sin coche. Es inútil mi total oposición, al final me llevan a

urgencias.

En el hospital paso tantas horas esperando, que temo no llegar a recoger a Dani al

cole, ni siquiera con el horario ampliado, pensaré en

alguien para ir a buscarlo; a su padre no le llamo ni loca, mi madre está en un

balneario descansando porque mi situación sentimental le producía mucho estrés,

por tanto no tengo muchas opciones. En esto veo pasar a un médico, sólo me falta

ponerme de rodillas para suplicarle : –Doctor Clooney, míreme bien y dígame que

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todo está perfecto, mi vida en el exterior me reclama– Por fin atienden mis ruegos,

me hacen un montón de pruebas de todo tipo. Afortunadamente mi cerebro sigue

funcionando igual, para bien o para mal, ¿qué más quiero?

Miro el reloj, ya no llego al cole, tendré que llamar a Mari Pili “esa mamá

perfecta con tiempo para todo”.

– ¿Pili? Oye, por favor recógeme a Dani, no tardaré en llegar.

– ¿Otra vez? ¿Qué te ha pasado ahora? ¿Te han atacado unos cocodrilos?

–Casi, bueno no, me atacó una farola. Estoy en el hospital tardo diez minutos en el

metro.

–Vale, no te preocupes Eva, voy a por el niño a las extraescolares.

–Muchas gracias Pili, te debo una.

–De nada guapa, pero no es sólo una.

Pili siempre me echa en cara su ayuda, pero al final lo hace. Me fijo en el teléfono,

veo diez llamadas perdidas de la oficina. Ahora recuerdo, apagué el móvil antes de

entrar en urgencias y no he avisado en el trabajo. Voy a llamar:

– ¿Antonia? (se hace llamar Toñi pero a mí no me da la gana), oye soy Eva, pásame

con tu amante (se acaba de quedar muerta, seguro).

– ¿Qué te ha pasado Eva, estaba preocupado por ti?

–Hola Víctor, me he tomado el día libre, necesitaba ir al masajista, a la peluquería,

hacerme la depilación brasileña, ya sabes, esos días de “asuntos propios” que

necesitamos las mujeres de vez en cuando, sobre todo si estamos pendientes de

una cita.

– ¿De verdad estás bien?

–Sí, estoy como nueva, mañana nos vemos a las ocho mirando el lado brillante de la

vida. Adiós.

Annabel Gómez

Visita a los grandes almacenes

El despertador suena, son las 8 de la mañana, me levanto, hace frío y pienso: “hoy

no salgo para nada a la calle, a ver si hago algo de provecho en casa.”

Me preparo el desayuno, leche con cereales integrales, por eso de dar trabajo al

intestino.

30

Me siento y pongo la tele para entretener el tiempo mientras degusto este manjar,

a estas horas de la mañana.

En la tele no hay nada que no sean anuncios –qué pesadez –me resigno, uno salta

con las rebajas de El Corte Ingles, y me viene a la memoria que tengo una tarjeta

de ellos con veinte € –pienso: “sería el momento de ir a gastármela, ya que no

tengo ninguna gana de ponerme a hacer limpieza.”

Termino de desayunar y preparo la ropa para vestirme después de ducharme.

Primero tengo que hacer una visita al señor Roca – sigo penando, no me gusta ir a

la calle con los deberes sin hacer – bueno, mientras me ducho me vendrán las

ganas.

Me termino de arreglar y decido irme, al pasar por el pasillo miro al water y no

siento ningún deseo de sentarme en él –bueno, esta noche me tomare un sobre de

esos y mañana todo listo y sigo para delante.

El camino a los grandes almacenes se me hace corto, al fin llego y me pongo a

mirar las perchas de ropa, una señorita me pregunta.

_. ¿Necesita ayuda? Si quiere alguna talla que no encuentra me llama.

_.Vale, gracias.

Sigo mirando y ahí viene otra señorita, qué pesadas, me voy deprisa porque no

tengo ganas de que me enrolle y me haga comprar lo que no quiera, es que tienen

un poder de persuasión que no veas, bueno ya la he perdido de vista, qué bien.

Yo sigo mirando y mirando y lo que me gusta está caro y lo que está barato es una

birria, mas sigo dando vueltas

De repente me da un retortijón de tripas: “¡Aaaay, Aaaay! Qué dolor. Éste me

dobla y me da unas ganas de hacer lo que tendría que haber hecho en casa antes

de salir, ahora se convierte en necesidad, miro hacia un lado y hacia otro queriendo

encontrar a alguna de esas señoritas para que me digan dónde están los servicios,

no se donde se han metido, un sudor frío me recorre todo el cuerpo, sube mientras

otro me baja, la necesidad apremia, yo me cruzo de piernas para poder aguantar

más, nada, que ahora que las necesito no hay ninguna para poder pedir ayuda, no

puedo más, siento que me pongo de todos los colores, las piernas se me doblan, me

apoyo en un stand de jerseys para no caer y lo que dice que viene, viene y no hay

nada que lo detenga, qué apuro, yo quiero morirme, qué vergüenza, y notas que va

saliendo poco a poco y a la vez el cuerpo se va relajando, el dolor cede.

Cuando ha terminado, una paz inunda mi cuerpo e inconsciente una de mis

manos se desliza a dicho sitio y, qué sorpresa, no pesa, tampoco moja, “fiuuuu”

falsa alarma, solo fue aire.

Queta Casado

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UN DÍA CUALQUIERA DE 1966

Eran las seis y media de la mañana cuando me levantaba, me asomé a la

pequeña ventana de madera y por los cristales pude ver que estaba nevando.

Salí de casa. Una casa de planta baja como tantas otras que había entonces en

un barrio obrero de Madrid.

El impacto del aire gélido de la mañana me daba en la cara, a pesar de llevar un

abrigo de lana con el cuello subido y una bufanda que me tapaba hasta los ojos. Los

zapatos de tacón fino se clavaban en los veinte centímetros de nieve acumulados

durante la noche. Como pude, pisando las huellas de otras pisadas llegué a la

parada del autobús, eso sí, con los pies empapados.

Los autobuses esa mañana no venían con la frecuencia que era habitual, cuando

nevaba el retraso era seguro. Tras media hora de espera, conseguí subir en el

primero que llegó. Después de ir muy despacio, por miedo a que patinara y

tuviéramos un accidente, llegamos al final del trayecto.

Llegué al taller de bordados una hora más tarde de lo habitual. Era un taller

pequeño, que se encontraba en el madrileño Barrio de Salamanca. Por entonces

hacíamos jornada partida y teníamos dos horas para comer.

Mis compañeras y yo pensamos ir al Retiro. Estábamos relativamente cerca.

Queríamos disfrutar de la nieve, jugando y tirándonos bolas como adolescentes.

Una pareja agarrada del brazo pasó a nuestro lado, cruzaron sus miradas y

sonrieron. ¿Qué pensarían? Siguieron por el paseo hacia delante y se perdieron

entre los árboles cubiertos de nieve.

Salud Gamero

Historia de la muñeca

La historia de las muñecas se remonta a épocas prehistóricas aunque es muy

difícil de determinar, Pero se cree que este juguete nació en la civilización egipcia

porque en algunos grabados se percibe ya como los niños con muñecas pudiendo

32

ser, de barro, madera o trapo. Desde tiempos inmemoriales, los niños han utilizado

siempre muñecas para sus juegos, imitando así la vida real de los padres e hijos. Y

suplir así algunas veces la compañía de sus progenitores. Con el paso del tiempo

fueron adoptando distintas formas, distintos usos, y principalmente el material con

el que se fabrican. Pero no será hasta bien entrado el siglo XVII cuando comienzan

los primeros talleres de muñecas. La mayoría hechas en Inglaterra en pequeñas

empresas familiares las cuales la mayoría se realizaban  en madera y fue a

principios del siglo XIX cuando empezó a introducirse la cera, siendo este otro

material muy usado en esa época, sobre todo a la caída de la industria maderera a

mediados del siglo XVIII Aunque estas muñecas por ser tan delicadas, mas que para

jugar era quizás de decoración Se vertía el líquido en moldes calientes, se hacía

en cera la cabeza, brazos y piernas siendo el cabello de pelo natural injertado, los

ojos se realizaban en cristal mientras que los cuerpos iban rellenos de paño. Las

más relacionadas a las actualmente conocidas, son las surgidas durante el siglo XIX

y XX. Por el  año 1850 surgió la idea de fabricar muñecas con cara de porcelana,

cuya figura representaba a mujeres vestidas con prendas, de la época, como

modelos de líneas de moda.

Leonor Coello, hija del Conde Coello de Portugal, era una dama de la nobleza

madrileña que residía en San Sebastián al inicio de la guerra civil la que se inspiró

en su hija de dos años, Leonor de Góngora, para crear una muñeca. Leonor que

solía pasear con su hija por la Playa de la Concha, con una muñeca alemana de

porcelana, y que se entretenía vistiendo a la muñeca igual que a la niña. Empezó a

despertar la sorpresa y el interés de bañistas y transeúntes. La curiosidad que

deparaba, era tal, que la gente se paraba para ver a aquella niña rubia y de ojos

azules, que llevaba entre sus brazos una muñeca con un vestido idéntico al suyo.

En ese momento no imaginaba que esa muñeca, la cual llegó a sus manos

procedente de Alemania, iba a ser el embrión del negocio de su vida. Leonor que

era una emprendedora nata con enorme visión comercial, tuvo la idea de convertir

a su hija en modelo dando así su imagen a una nueva muñeca, especial y distinta a

las demás, una muñeca que se vistiera con ropa de verdad, igual a la de las niñas

que la compraran Naciendo así, la tan famosa Muñeca “Mariquita Pérez” .

Mari Angeles Beneyto

Instrucciones para tener una lipotimia en el metro

33

Una lipotimia es un estado dramático, por lo que debemos analizar reflexivamente

un buen motivo para querer o desear que nuestro cuerpo se de un considerable

mamporro contra el suelo. Los motivos pueden ser variopintos y dependerán de la

personalidad y del modus vivendi del individuo en cuestión: perderse la visita

semanal a la suegra, la consulta al dentista o, por qué no, librarse de empezar un

lunes la jornada laboral.

Encontrado el motivo podemos examinar las causas que nos provocarán el

desmayo y ponerlas en práctica de modo exagerado y simultáneo para mayor

efectividad. La búsqueda de una bajada de presión sanguínea galopante es nuestro

objetivo. No comer o hacerlo en exceso, estar en un ambiente caluroso o

permanecer durante mucho rato de pie son las posibles causas para toparse con el

deseado desvanecimiento. Evidentemente, si optamos por coger el metro en hora

punta la mitad del trabajo lo tenemos hecho, porque no encontraremos un asiento y

viajaremos todos pegaditos como sardinas en lata; pero las probabilidades

aumentarán si además llevamos un anorak bien cerrado, bufanda, guantes y gorro

de buena lana de oveja merina. En verano la situación puede ser mortal además de

estrambótica. Finalmente, podemos aderezar el cóctel con una suculenta comida a

base de sopa castellana, guiso de cordero, postre, café, copa y puro.

¡Señores! El soponcio está asegurado. La sudoración fría y la palidez de la jeta no

nos las quita nadie, aunque quizás evitemos el porrazo si la circulación del aire

entre nuestra masa y la de nuestros vecinos de viaje es nula.

Carmen Serrano

Instrucciones para tener una lipotimia en el metro.

En el apartado anterior ya vimos como lograr en un entorno controlado la obtención

de una lipotimia plena y satisfactoria siguiendo unos sencillos pasos previos al

experimento. En este apartado contemplaremos la consecución de los mismos

resultados pero en ambientes que favorezcan la aparición de los síntomas que

acompañan al suceso. El metro es un lugar idóneo para reproducir de manera

inequívoca tres de las seis causas * que provocan el sincope, a saber: el miedo, el

estrés y el calor. Si bien el dolor, la deglución y la tos también podríamos

conseguirlas, no estarían relacionadas de una manera directa con el suburbano

siendo posibles en otros entornos mas favorecedores.

Primer escenario experimental: El miedo. Elegir una parada de metro lo mas alejada

posible en el entramado de la red para potenciar el factor soledad, que lograremos

34

incrementar al esperar a la caída del día y al ultimo tren de servicio. Asegurarse de

acometer la entrada a la estación con solemnidad y con un calzado adecuado para

el característico "eco de tacón", sin olvidar trotar mirando de vez en cuando hacia

atrás y atribuyendo las causas de ruidos y luces a factores sobrenaturales y/o

potencialmente mortales. La mentalización es un factor determinante y deberemos

esforzarnos mas cuanto menor sea nuestro valor en la "escala de collet-lester". Si

damos negativo en este test, no lograremos nuestro objetivo sin la aparición del

elemento suerte, es decir, que creyéndonos solos aparezca alguien de manera

sorpresiva.

Segundo escenario experimental: el estrés. Sin entrar en sesudos discursos

patológicos, psiquiátricos o médicos, equipararemos el estrés al conocido como

estrés laboral, que, aunque erróneamente, culturalmente se asimilan como un solo.

Por lo tanto será necesario planificarse un día con múltiples e irrealizables tareas

que exijan dedicación plena, pleno esfuerzo, nada de descanso, deficiente

alimentación e hidratación y cuyo colofón sea el inexcusable logro de la mas

importante de todas ellas, a ser posible unida a la continuidad de otra cadena de

tareas en manos de una segunda persona a la que corramos el riesgo de defraudar.

La sincronización es crucial, así que esperaremos a que el tren llegue al anden y

una vez que escuchemos el freno, introduciremos el billete en la ranura de las

puertas automáticas y correremos como posesos mientras visualizamos el rostro

del defraudado si contamos con esa opción. Si logramos ver como el tren abandona

la estación en nuestra narices, tenemos un 90% de posibilidades de lograr la

lipotimia. No contamos con datos del interior debido a la ausencia de mediciones

adecuadas pero también hay un gran porcentaje de éxito debido a la imposibilidad

de frenar a tiempo una vez cerradas las puertas.

Tercer escenario experimental: el calor. Con particularidades estacionales es el mas

sencillo de reproducir. En periodos de altas temperaturas podemos optar por la

siguientes acciones acumulativas: abrigarnos, seleccionar una línea de metro muy

utilizada en hora punta abrigados o no, y correr, sin llegar a desfallecer, para llegar

a una línea de metro muy utilizada en hora punta, abrigados o no. Con

temperaturas bajas, las opciones no son acumulativas sino de obligado

cumplimiento para obtener la deseada lipotimia.

Recordar, que si aun así, no lográsemos el efecto deseado, podríamos utilizar el

movimiento conocido como "velocidad absurda" del doctor Brooks, es decir, nos

sentaremos con la cabeza semi-inclinada y rápidamente nos incorporaremos

haciendo que la sangre abandone el cerebro el tiempo suficiente para producir la

35

anoxia o mareo. Se recomienda el uso de casco por el alto porcentaje de perdida de

consciencia de esta maniobra.

*factores cardíacos han sido controlados y excluidos.

José Luis Sánchez

Si quieres sufrir una lipotimia en el metro es necesario que sigas las siguientes

instrucciones: No te precipites a la entrada pues has de permanecer en pié y

proceder al estudio demográfico siguiente:

De pié, en el centro del vagón, has de contar el número total de pasajeros

del compartimento; después procederás a identificar a los latinos, a quienes

sumarás los de rasgos orientales, mas los de color y los “guiris”, restando la suma

del total inicial; si la diferencia es cero, deduces que no vas en horario de entrada o

salida de la universidad y por eso no hay autóctonos.

En este punto cerrarás los ojos y tratarás de identificar mentalmente los

distintos acentos de las conversaciones, y notarás que vas arrugándote lentamente

y descendiendo como si cayeras en un abismo, hasta que, semiinconsciente sientes

que unos vigorosos brazos te sujetan con fuerza y te acomodan en un asiento

mientras se te hace de noche.

Gloria Poza

Hoy quiero empezar el día de una manera distinta.

Me he levantado atontoliná, como siempre y en la cocina decido cambiar el

desayuno. Nada de fruta con vitaminas y energía, ni café espabilador con pan

caliente.

Me preparo una infusión de manzanilla que es genial para lavar los entresijos y no

alimenta, ni espabila, ni engorda, ni nada.

Me meto en la ducha con una sensación de andar flotando, y después me visto con

desgana.

Salgo a la calle. Aún no brilla el sol. Es ese rato entre la noche y el día que invita a

volver a casa y meterse entre las sábanas que todavía no se han enfriado.

36

Entro en el metro y noto el calor y el olor de mucha gente. Colonias, jabones y falta

de ellos. Según cada cual.

Noto cómo la manzanilla se revuelve en el estómago. Y me acuerdo de las olas del

mar.

Me dejo llevar al compás de esas olas y pienso qué pasaría si en ese momento me

cayera hacia un lado.

¿alguien me sujetaría? ¡qué tentador!.

Entre todas aquellas caras serias, somnolientas y aburridas, sería una nota que

llamaría su atención y les entretendría un ratito.

Me voy hacia un lado, pero como un tentetieso, recupero el equilibrio.

Pensar con claridad es dificilísimo. Me dejaré caer hacia el otro lado, por

compensar. Y vuelvo a la vertical.

El tran tran del metro y los frenazos en las paradas me embotan el cerebro y

remueven la manzanilla.

¡No!, no quiero montar el numerito. Me agarraré fuerte a la barra. Pero la barra está

blandita. Noto que se me escurre de las manos. No me puedo sujetar. Me estoy

cayendo hacia atrás.

Lo conseguí, aún después de cambiar de opinión. Estoy en el suelo. Rodeada de

gente. Algunas mujeres me abanican.

Pues no era tan difícil. Dicen que llevo diez minutos sin sentido. Y yo buscando la

manera de tener una lipotimia.

Pues ya está. Desayunar manzanilla y dejarse caer.

María Coimbra

Una lipotimia se puede tener cualquier día y en cualquier lugar, pero si

queremos una buena lipotimia yo detallare aquí las instrucciones de la mejor

manera de cómo tenerlas.

Pero que no pase lo que paso a Pepiño –el tonto del pueblo – que como era un poco

escaso de entendimiento oyó que los políticos decían que había que ajustarse el

cinturón y el se apretaba un agujerillo de la correa, al día siguiente lo volvía a oír y

se apretaba otro, así hasta que le dio una lipotimia por ajustamiento de correa.

37

Ya que hemos dicho que queremos una buena lipotimia en el metro, habrá que

escoger que el tiempo sea caluroso, y justo a eso de las 8 de la tarde en plena hora

punta, entras en el vagón, y si el trayecto es largo mejor así puedes aspirar todos

los efluvios que durante el día han ido atesorando los viajeros, aunque algunos son

mas aprovechados y no se lavan en toda la semana, entonces el perfume es mas

potente.

No tienes más que arrimarte a uno de estos que por cierto le gusta agarrarse a la

barra para no caerse, aunque ninguno se cae por que va tan lleno que te mantienen

de pie quieras o no quieras.

Tú te arrimas a él y dejas que la fragancia te envuelva, veras que no duras más de

unos segundos sin caer redonda al suelo, bueno al suelo caerás cuando el convoy

llegue a sol y todos se bajen.

Queta Casado

INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR UN RIPIO PERFECTO

Si buscas elaborar un ripio hondo, trascendente, ha se cavar un pozo o túnel e introducirte en el mismo a la hora de confeccionarlo, solo así harás un ripio profundo; o bien levantarás un muro alto con una escalera ascendente, y subido al mismo, construirás un ripio de altura. Mas, como el ripio es algo banal, imperfecto, impreciso, innecesario; un algo que no es, inútil y sobrante, que solo complace a su hacedor, lo mejor es acomodase en un sillón, imprescindible con brazos, y dejar sobre el papel en blanco un lápiz debidamente afilado y después dormir una buena siesta, lo que aparezca al despertar eso es el ripio perfecto. ¡Ah!, que no ves nada, en eso consiste la perfección del mismo.

INSTRUCCIONES PARA PONERSE NERVIOSO

Para ponerme nerviosase me piden instrucciones

si es mi estado naturalporque me sobran razones;

no es que yo busque y deseeel vivir siempre alteradaes que recojo los frutos

propios de esta temporada. Un día es la Haciendo Pública

que me hace una paralelay resulta divergente

y me resta buenas pelas;y, aunque a reclamar me apunto

y creo tener razón,por recobrar la cordurarenuncio a devolución. La Seguridad Social

me anuncia a bombo y platillosque me sube la pensión,

38

¿creen que soy un chiquillo?,cinco euros, que mogollón. Y si sumo enfermedades

y problemas de familia,y le resto diversiones

y alicientes y pitanzas,solo me queda por ver

lo que marca mi balanza. Instrucciones yo reclamo

para ahuyentar los problemas,o encontrar algún gestor

que me administre las penas;que las transforme al instante

en industria provechosa,si son fuente de riquezaya me sentiré dichosa.

Gloria Poza

Ponerse nervioso

Requisito indispensable para ponerse nervioso es encontrarse calmado. A

continuación pensemos en la siguiente actividad que debemos ejecutar, y, desde la

tranquilidad más absoluta, miremos el reloj. Este elemento es indispensable porque

va a ser el dinamizador de nuestro ánimo; el tamaño es indiferente, puede ser un

reloj de pulsera, despertador, de pared, de cocina, moderno, antiguo, de sol, de

bolsillo…

Miremos el reloj al mismo

tiempo que decimos: “NO

TENGO TIEMPO, NO TENGO

TIEMPO”. Esta acción debemos

repetirla varias veces a lo largo

de un intervalo corto. A cada

locución sentiremos como

nuestro grado de excitación va

subiendo y sin darnos cuenta

los nervios se apoderaran de

nosotros. Enhorabuena.

Carmen Serrano

39

Instrucciones para parpadear con garbo

Con garbo se parpadea ante el original de la fotografía que

muestro en este documento, pero a falta de este pan, buenas

son tortas, o sea, instrucciones:

Primero te rizarás debidamente las pestañas, para ello existen

en el mercado unas tenacillas similares a las de rizar el cabello,

pero de dimensiones adecuadas a este menester; puedes

también colocarte durante cinco minutos, un huevo de gallina

recién puesto sobre cada ojo; después te aplicarás, por espacio

de quince minutos aproximadamente ,una llave grande (de las

antiguas), que habrás tenido al sereno toda la noche; este

invento era utilizado por nuestras tatarabuelas para curar los “orzuelos”, pero se ha

comprobado que, como efecto secundario producía un parpadeo garboso,

sugerente y provocador, debido a que la llave, durante la noche, se cargaba de

polvo de estrellas.

Gloria Poza

Instrucciones para parpadear con garbo.

Dos opciones existen para parpadear con gracia y salero. Una de ellas exige

entrenamiento y práctica, y la otra únicamente esta al alcance de unos pocos.

Para la primera de ellas tenemos que alzar ambas cejas en posición de asombro

para tensar lo más posible la zona ocular y favorecer el aleteo. Deberemos a su vez

cerrar la boca y apretar los labios en forma de círculo, de beso familiar o lejano, o

bien como decía mi abuelo poner boca de pitiminí para estirar pómulos y mejillas.

Tensados ambos extremos de la cara ahora nos toca entrecerrar los ojos y dirigir la

vista hacia arriba mientras subimos y bajamos los párpados rápidamente sin llegar

a cerrarlos ni abrirlos del todo, con ritmo de colibrí y durante unos dos segundos.

Cuanto mas análogas sean las subidas y bajadas mejor el efecto logrado. Una vez

que terminemos la secuencia se hace necesaria una sonrisa cómplice a quien

dirigíamos nuestro parpadeo.

El segundo tipo de parpadeo exige un control excelso e innato de los parpados. Al

contrario del anterior no se aletean los párpados sino que se bajan y se suben una

sola vez. Empleada en malas manos, esta cualidad, es una arma mortífera capaz de

atrapar en lazos invisibles las miradas de sus presas. Parece un mero parpadeo

pero el ritmo que se imprime es tal, que actúa como telón de ilusiones, provocando

cortes de respiración, un flujo de mirada que roza el corazón y lo comprime, un

40

continuo del que solo se puede ser espectador con suerte y que acompañado de

unos ojos color esmeralda y unas pestañas largas como sueños provoca temblores

involuntarios.

Si bien el parpadear es posible tanto en hombres como en mujeres, el hacerlo con

garbo en cualquiera de las dos modalidades, es exclusivo de féminas, pues en

manos, o en ojos más bien, de ellos, se vuelve poco menos que fruto de chanza y

mofa.

José Luis Sánchez

Es sencillo, consiste en hacer aire con las pestañas a ser posible con ritmo

sexi.

Si no tienes apenas de esos apéndices pilosos, o son muy rubios, se puede

recurrir a artificios, que no siendo fiables dan el pego. Las pestañas postizas pueden

hacerte lucir maravillosa, siempre que no te las pongas tú sola, por que el resultado

puede ser inesperado, expresiones como sorpresa, pena, terror o incluso imbecilidad.

Otra solución puede dar resultado, aplicarse mascara en las susodichas, lo

que antes llamábamos rímel, pero eso sí, con paciencia, digo esto porque a más capas

más volumen, mas encanto, más bonito el parpadeo, pero más tardara en secar, con

la consecuencia del derramamiento de lágrimas por efecto de lo que escuece,

resultando que la cara se cubre de tizne negro hasta la barbilla y claro se pierde el

encanto y hasta la dignidad.

Carmen Sagrado

Aparece la imagen de Marlene DietrichAparece la imagen de Marlene Dietrich ocupando la pantalla de celuloide. Su ocupando la pantalla de celuloide. Su

mirada irónica, velada por el humo del cigarrillo que sostiene en la comisura de lamirada irónica, velada por el humo del cigarrillo que sostiene en la comisura de la

boca, invita a su antagonista masculino a perder la vida y el alma por mirarse en elboca, invita a su antagonista masculino a perder la vida y el alma por mirarse en el

azul cristalino de sus ojos.azul cristalino de sus ojos.

Mirada de femme fatale.Mirada de femme fatale.

Invitación al pecado.Invitación al pecado.

¿Cómo conseguir que nuestros ojos luzcan con tan hermoso atuendo?¿Cómo conseguir que nuestros ojos luzcan con tan hermoso atuendo?

Sin querer ser machista, es condición importante ser mujer o en su defecto señoritoSin querer ser machista, es condición importante ser mujer o en su defecto señorito

sevillano porque son los únicos que poseen intrínseco el adjetivo garboso. El garbosevillano porque son los únicos que poseen intrínseco el adjetivo garboso. El garbo

se tiene o no se tiene. Si nos encontramos en uno de estos dos grupos esse tiene o no se tiene. Si nos encontramos en uno de estos dos grupos es

indispensable la práctica habitual de este don porque corre el riesgo deindispensable la práctica habitual de este don porque corre el riesgo de

aletargarse y su uso no tenga el efecto deseado.aletargarse y su uso no tenga el efecto deseado.

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Los ojos pueden se grandes o pequeños y de cualquier color porque actualmenteLos ojos pueden se grandes o pequeños y de cualquier color porque actualmente

hay multitud de afeites que nos los embellecen; y dependiendo de nuestro gusto ohay multitud de afeites que nos los embellecen; y dependiendo de nuestro gusto o

el de nuestra víctima incluso podemos cambiarlos de color con lentillas de colores.el de nuestra víctima incluso podemos cambiarlos de color con lentillas de colores.

Lo que no da la naturaleza nos lo suministra la cosmética.Lo que no da la naturaleza nos lo suministra la cosmética.

Por último, el pestañeo no sería tal sin unas buenas pestañas. Es condiciónPor último, el pestañeo no sería tal sin unas buenas pestañas. Es condición

indispensable tener unas largas y pobladas pestañas que darán el toque saleroso.indispensable tener unas largas y pobladas pestañas que darán el toque saleroso.

Tampoco debemos preocuparnos por la densidad y longitud de las susodichasTampoco debemos preocuparnos por la densidad y longitud de las susodichas

porque también el mercado del artificio nos provee de ellas. porque también el mercado del artificio nos provee de ellas.

De forma natural o artificial pasaremos a ejercitar el pestañeo, es decir, mover losDe forma natural o artificial pasaremos a ejercitar el pestañeo, es decir, mover los

párpados de arriba a abajo rítmicamente. párpados de arriba a abajo rítmicamente.

No debemos frustrarnos si en nuestros primeros pestañeos sólo conseguimos queNo debemos frustrarnos si en nuestros primeros pestañeos sólo conseguimos que

nos examinen los ojos para ver si se ha introducido algún objeto diminuto en ellos.nos examinen los ojos para ver si se ha introducido algún objeto diminuto en ellos.

La práctica es la madre de la ciencia. Se aconseja realizar los primeros ejerciciosLa práctica es la madre de la ciencia. Se aconseja realizar los primeros ejercicios

frente a un espejo para no originar malos entendidos. frente a un espejo para no originar malos entendidos.

Carmen SerranoCarmen Serrano

Me miro al espejo y veo lo de siempre, mi cara, tan conocida.

Gesticulo, abro la boca, cierro, sonrío, me pongo seria, y entretanto, mis ojos a su

aire. En plan intermitente, cerrar, abrir y ya está.

Los miro fijamente y empiezo a cerrarlos despacio, hasta que no queda ni una

rendija para asomarme un poquito. Repito la operación y recuerdo a las grandes

divas del cine en blanco y negro, que con un parpadeo nos dejaban a todos con la

boca abierta.

Tengo que intentarlo, trataré de imitarlas.

¡Atención! Ojos abiertos de par en par. Ventanas al aire. Ahora dejar caer los

párpados despacio, despacio, mirando hacia un lado, como aprovechando los

ángulos y llegar hasta el final. La oscuridad absoluta. Pero no volver a abrir como si

tuviéramos prisa. Más bien hacerlo con pereza, muy despacio, como si no me

interesara lo que voy a ver a continuación. Y descubrir por vez primera lo que se

esconde detrás de ese párpado persiana enrollable. ¡Ahí están! Marrones vulgaris

con el centro negro, bordeado de pestañas protectoras.

42

Otra vez, repetir, prestando mucha atención al subir y bajar. Con muchísimo

cuidado. Mirando al frente, hacia abajo con timidez, a los lados con curiosidad de

espía.

Volver a cerrar y a abrir, pero no por impulsos, si no sabiendo lo que hago.

Controlando los ojos como el movimiento de las manos.

Pues sí. Mucho mejor. Mi cara cambia. Aunque creo que se pierde espontaneidad.

Tanto control rompe la inocencia.

Para ser garbosa con las pestañas hay que estar muy pendiente y eso no se

consigue en un abrir y cerrar de ojos.

María Coimbra

1ª -Observa detenidamente en el espejo tus ojos.

2ª- Hazte la siguiente pregunta ¿Tengo las pestañas lo suficientemente grandes?

Contesta con sinceridad.

3ª- En la mayoría de los casos la repuesta será no.

4ª- Si es sí, pasa directamente al número siete.

5ª -Acude a un pestañólogo de prestigio.

6ª-Compra unas buenas pestañas postizas.

7ª - Ponte una buena capa de rímel bien negro y espeso o toma tu tiempo en

adaptarte a tus nuevas pestañas.

8ª -Ensaya frente al espejo creyéndote por un día la reina del cabaret, incluso

puedes imitar a Liza Minelli bailando alrededor de una silla.

9ª-Vuelve a centrarte en tus ojos, proyecta en esta parte de tu cuerpo toda tu

capacidad de seducción.

10ª-Sal a la calle. Practica observando a los demás su reacción, mientras pones tu

cabeza ligeramente ladeada y agitas con salero tus preciosas pestañas.

11ª-Si la repuesta de los transeúntes es satisfactoria al menos en un 51%, ya estás

preparada para elegir a la víctima deseada y parpadearle a solas sin parar hasta

crear una corriente de aire comparable a la de un tornado.

Annabel GómezINSTRUCCIONES PARA FASTIDIAR UNA FIESTA FAMILIAR

Deberás esperar pacientemente a que llegue ese muy esperado evento, si tú

eres el protagonista… mucho mejor.

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Te pones tus mejores galas y te diriges al hogar donde se va a celebrar esta

fiesta. Procura llegar el último para que el resto de los invitados te esperen

ansiosamente.

A tu llegada, llamas a la puerta, te abren, te invitan a entrar, entras y

contemplas las caras con una sonrisa que hace extender los labios de oreja a oreja.

Tú te quedas con cara de sorpresa y muy tímidamente exclama: ¡Huy, tenéis

una fiesta, no quiero molestar; volveré mañana! Y te vas.

Armando Moreno

INSTRUCCIONES PARA SER UN HADA CHUNGA

El primer punto es aclarar que un hada chunga está a medio camino entre una bruja

malvada y un hada bienintencionada, pues sólo utiliza sus malas artes con aquellos

que son merecedores de éstas. La varita mágica es necesaria para todo tipo de

hadas, pero si quieres ser chunga ha de estar cargada de mala leche. Ésta es

producto de aguantar durante muchos años todo tipo de injusticias, vejaciones,

abusos de poder, en definitiva ser alguien que encaja bien los golpes de unos

cuantos imbéciles insensibles. Si no eres capaz de expulsar la carga de desánimo

que te provocan aquellos seres ignorantes y osados, capaces de desalentar al hada

más indulgente, entonces la mala leche acumulada se corta y te conviertes en el

hada chunga más perversa del mundo, cuya meta en la vida será ser invitada por

brujas practicantes de magia negra, a un aquelarre destinado a destruir la vida de

necios y necias de todo tipo.

Annabel Gómez

EntreLibros

Cómo leer y por qué. Harold Bloom

Igual que hicieron conmigo, recomiendo este libro. Hago la transcripción de una crítica publicada en The New York Times Magazine:

Harold Bloom explora de un modo sencillo y directo como hay que leer y por qué. Este ensayo no va destinado a eruditos y universitarios, si no al público en general amante de la lectura, al que ofrece un brillante análisis de las obras literarias fundamentales. En sus diversas secciones dedicadas a los cuentos, los poemas, las novelas y las obras de teatro. Como leer y por qué examina las obras de autores como Shakespeare, Ernest Hemingway, Jane Austen,

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Walt Whitman, Emily Dickinson, Charles Dickens o William Faulkner, adentrándose en las obras fundamentales de esos escritores, enseñándonos ilustrativamente acerca del mejor modo de leer un texto.

Además de todo esto es entretenido y muy agradable. Podéis solicitarlo en la biblioteca del centro de Loranca.

Carmen Sagrado

UNA DIOSA PARA EL REY. Autora: Mª Pau Domínguez.

Salamanca: Año 1543. Con 16 años Felipe de Habsburgo está a punto de

contraer matrimonio con su prima, la poco agraciada Mª Manuela de Portugal; el

destino le impone su deber como hombre de estado; pero el impulsivo joven no

puede renunciar a la pasión que le inspira la dama de compañía de su madre y

hermanas, Isabel de Osorio; y contraviniendo las órdenes de su padre Carlos IV se

enamora de ella perdidamente.

Esta novela histórica narra de manera amena pero magistral el amor, bellamente

romántico, de una mujer que ocupó el corazón de Felipe II; aunque los intereses

estratégicos de España en Europa sepultaran sus sueños empujándolos al rincón de

los proscritos, en donde han dormido en soledad hasta nuestros días.

Gloria Poza

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Entrecomillas

Paul Valéry (1871-1945)

Escritor francés, poeta y ensayista

-Lo que ha arruinado a los conservadores es la mala elección de las cosas que deben conservarse - El perro (...) ¿Qué es lo que ve en el hombre para rendirle ese culto y a veces a pesar de los malos tratos?

- El hombre es el enemigo del género humano.

- Los animales piensan, puesto que son capaces de conversaciones.

-Hay que entrar en uno mismo armado hasta los dientes.

- El niño ve y no sabe, el hombre sabe y no ve.

- Los animales, que no hacen nada inútil, no meditan sobre la muerte.

- La violencia es una forma de necedad.

- Los imbéciles no son tan numerosos - pero ¡están tan bien elegidos!

- Escribir es necesitar a los demás. -Una enseñanza que aburre al maestro aburre al alumno. - En cuánto un escritor es bueno para mucha gente, desconfío de él del mismo modo que desconfío de mucha gente.

- ¡Literatura, no eres nada si no me das la sensación de  descubrimiento!

- El universo es sólo un gesto envolvente y en el interior de ese gesto, todas las estrellas.

 - Las cosas nos hablan a su manera- A veces cantan.

- La amistad, el amor, es poder ser débiles juntos.

- Es lo que llevo de desconocido en mí mismo lo que me hace ser yo. - ¿Qué y cuánto de lo que no pensamos influye en lo que pensamos? - El tiempo. Distancia interior. - La memoria es el porvenir del pasado. - Cada cosa que es, si no fuera, sería enormemente improbable. - Estamos hechos para ignorar que no somos libres. 

46

- He tenido la manía de querer dar al lector más de lo que éste pide y, por tanto, más de lo que puede soportar.

EntreLíneas

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, escribió a principios del siglo XIV algunos de

los primeros poemas de la lengua castellana. En su Libro de buen amor incluye

varios Cánticos de serrana, en los que relata sus encuentros amorosos con pastoras

de la sierra:

A la deçida

di una corrida,

fallé una serrana

fermosa, loçana,

e bien colorada.

Un siglo más tarde, don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, continuó la

tradición de cantar a las pastoras. En mi época, todos los niños leíamos el poema de

La vaquera de la Finojosa:

Moza tan fermosa

non vi en la frontera

como una vaquera

de la Finojosa.

Y es que, durante siglos, las vaqueras y lecheras fueron admiradas

en toda Europa por su belleza. Ocupaban en la imaginación varonil el lugar que más

tarde correspondería a las actrices, azafatas y modelos. Los jóvenes de buena

familia leían cánticos de serranas y más tarde églogas y novelas pastoriles, se

disfrazaban de pastores y se iban a pastorear, como hoy se irían a la discoteca a

ligar. Don Quijote encontró en varias ocasiones a grupos de pastores aficionados,

como en el capítulo LVIII.

¿Qué tenían las vaqueras para convertirse en un auténtico mito

erótico? ¡Una cara bonita! En un mundo en que muchos adultos (en algunas épocas,

casi todos), ricos y pobres, tenían la cara marcada de viruelas, las vaqueras podían

mostrar una piel lisa y perfecta. «La cara placiente, fresca como rosa».

Muchos se dieron cuenta, pero pocos comprendieron la causa. Fue

un médico inglés, Edward Jenner (1749-1823), el primero que supo extraer las

implicaciones prácticas. Se dio cuenta de que las ordeñadoras solían contagiarse de

la viruela de las vacas o viruela vacuna, una enfermedad que ya en la vaca es leve,

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y en el ser humano más leve aún. Más leve que los efectos de la variolización.

También los caballos, ovejas y otros animales pueden enfermar por el mismo

virus

GRAFICO

Armando Moreno y Carmen Sagrado

Entrembustes

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FUTURO DE METACRILATO

Por fin una empresa española ha inventado un móvil de metacrilato con pantalla

plana, contiene todos los carnets que necesita una persona adulta.

Se compone de carnet de conducir, tarjeta sanitaria, pasaporte, carnet de

biblioteca, D.N.I. y tarjetas bancarias. Este móvil, cuyas siglas son M.P.T., que

significan Móvil Para Todo. Por supuesto es muy seguro, donde vayas no tienes que

presentar ningún documento, solo los datos cuando te los requieran los sitios

oficiales. Cada documento tiene su clave personal, por lo cual si lo pierdes o te lo

roban, inmediatamente se bloquea con una alarma y avisa al soporte técnico de la

empresa, y estos a su vez avisan a la policía para que nadie manipule tus datos

personales. En pocas horas te mandarán otro de iguales características, previo de

algún recargo.

La empresa como todas tiene un logotipo, al igual que Apple tiene una manzana,

ellos tienen una rama de olivo, por aquello del aceite español.

Este producto sirve también de llave del coche personal, es decir si te lo roban,

salta un mecanismo donde inmediatamente el automóvil se bloquea. Otra de sus

cualidades es que sirve de llaves de nuestro domicilio mediante un moderno

software basado en el sistema Java.

Este invento es un gran paso en la tecnología española que dará el salto al nivel

mundial, dejando a España en un lugar privilegiado de las nuevas eras del siglo XXI.

Este móvil esta todavía en la fase de pruebas con óptimos resultados, se espera su

salida al mercado a finales de 2013.

Juana Machío Valladares

Último comunicado:

El presidente del gobierno ya ha dado por fin con la clave de cómo finalizar el paro.

Tan solo en tres pasos lo conseguirá.

1º importación –2º limpieza.–3º exportación. Estos son los tres puntos clave para

que el país vuelva a ser libre y la gente viva feliz en sus casas.

1º–. Importar los puestos de trabajo que emigraron a China.

2º–. Hacer una buena limpieza en el gobierno.

3º–. Exportar cerdos y chorizos, que de ésos, nosotros, tenemos la palma.

Queta Casado

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Real Decreto Ley 3/2012 de 10 de febrero, de medidas urgentes para la

reforma del mercado laboral. En las disposiciones generales, capítulo I dice: “El

Gobierno encarna y sirve a los intereses generales y tiene la obligación de

garantizar y satisfacer los intereses de todos aquellos que están buscando empleo.

La reforma propuesta trata de garantizar tanto la flexibilidad de los empresarios en

la gestión de los recursos humanos de la empresa, como la seguridad de los

trabajadores en el empleo y adecuados niveles de protección social. Esta es una

reforma en la que todos ganan, empresarios y trabajadores, y que pretende

satisfacer más y mejor los legítimos intereses de todos.” ¿¿¿¿¿??????? Sin

comentarios.

Annabel Gómez

EntreCerrado

Puesto que ha comenzado usted la lectura de este mi humilde escrito le prevengo de que

avanzando unas cuantas líneas más sin duda terminará por darse cuenta de que aquí los

signos de puntuación están brillando por su ausencia por qué se preguntará usted la razón

es bien sencilla por lo menos a mi parecer no los soporto me producen mucha ansiedad y

lo cierto es que de un tiempo a esta parte cuarenta años más o menos me siento saturada

de infinidad de actividades situaciones personajillos y otros que me alteran hastían

incomodan o cabrean pero que no dejan de resultar necesarios para mantener mi

condumio o una razonablemente feliz vida familiar y aunque últimamente me he desecho

de algunos pesados lastres y a día de hoy no es tanto el hartazgo he decidido darme un

caprichito y ser libre cual paloma torcaz o el señor que no café ex-preso más antiguo de

España recién indultado por nuestro flagrante digo exultante nuevo gobierno no es ésta mi

sección pues escribo lo que y como me da la gana qué incoherente pensará una profesora

de lengua y literatura que no puntúa sus escritos mas si lo piensa no me lo diga porque

también estoy hartita de los que exigen coherencia a los demás y con razón puesto que

ellos son tan tan coherentes en su pasividad estultez maldad ignorancia insensibilidad etc

o vaya ejemplo que da a sus alumnos irá diciendo usted por ahí y me consta que no será

la primera persona humana que me provoca pitidos en los oídos incluso delante de mi jeta

pues sí pero no me cuente que no es capaz de seguirme acaso hay que dárselo todo

mascadito antiguamente era así como leían es más con todas las letras bien juntitas y

nadie se quejaba no sea usted como los necios barra as que inopinadamente me salpican

de vez en cuando como ciertos coprolitos recios y compactos cuando caen de plano en las

mansas aguas del inodoro ponga algo de su parte además no creo que le esté apuntando

a las rodillas con una pistola de clavos puede abandonar cuando desee hombre ya está

bien de tonterías que si esto que si lo otro que si lo de más allá y yo en medio con mi

mejor cara de tonta porque si vierto la mala leche que me roe y corroe y corre por las

venas esto va a ser el Armagedón auténtico sin esperar hasta diciembre así que mejor

relájese y goce o sueñe por ejemplo con un mundo mejor el cual sí es posible aunque para

conseguirlo tenemos que plantearnos en serio qué hacer de tantos impresentables que

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ensucian la atmósfera con sus alientos corrompidos deberíamos habilitar para ellos una

colonia en la luna en asuntos menos acuciantes nos estamos gastando las perras y

mandarlos allí a todos a ver si con un poco de suerte llega mi querido Alien ese espléndido

ser de reproducción alternante que incapaz de merendarse un gato no duda en trepanar la

frente o reventar el esternón a todo lo que huela a ser humano o similar animalito tan

borde él y como va siendo una constante en mi vida me voy quedando sin tiempo ni

espacio por lo que acabemos de una vez y ya sabe por si acaso perdón imposible que

cumpla mi condena

Yo

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