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Taller y laboratorio por Marc Boada Ferrer 84 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, mayo 2015 Materia luminosa En poco más de cinco décadas después de su invención, el láser se ha convertido en una herramienta indispensable en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad, incluido el de la divulgación científica E n una noche de primavera, un grupo de personas permanece a la intempe- rie; desafían las condiciones ambientales junto a un tubo blanco montado sobre un sofisticado soporte mecánico. Alguien se- ñala al cielo y explica suculentos detalles sobre la dinámica de los cuerpos celestes. Se ayuda para ello de un rayo verde que emerge de sus manos como por arte de magia. Es un láser, un puntero que emite un rayo de luz prácticamente lineal que se pierde, absorbido por la atmósfera, en la lejanía. El puntero láser ofrece una maravillo- sa metáfora del control que tenemos hoy sobre la luz. Y son tantísimas las áreas cien- tíficas y técnicas que lo emplean, que la UNESCO ha declarado el 2015 Año Inter- nacional de la Luz y sus Aplicaciones. La ciencia que ahonda en la genera- ción, el control y la detección de la luz es la fotónica. Se centra en el estudio de las pro- piedades y aplicaciones de un fragmento del espectro electromagnético que ofrece una gran variedad de comportamientos: el que incluye las radiaciones infrarroja, visible y ultravioleta. Quizás es por esa diversidad de fenó- menos que las mentes más despiertas de todos los tiempos han tratado de com- prender qué es exactamente la luz. En esta colaboración seguimos sus pasos con siete experimentos de facilísima reproducción. Antes que nada, necesitamos encon- trar un puntero láser. Por pocos euros po- demos conseguir una extraordinaria fuen- te de luz de color verde, algo inexistente hace solo diez años. Se convertirá en una herramienta fundamental para interrogar la naturaleza, descubrir las sutilidades de la luz y —atención— para demostrar todo ello de forma visual ante nuestros alum- nos y audiencias. Manos a la obra. 1 Luz para empujar. Apuntemos con nuestro rayo verde a las aspas de un radió- metro (un instrumento que se utiliza para medir la intensidad de la energía térmica radiante y que puede encontrarse en las tiendas de los museos de ciencia). Para sorpresa de todos, empezarán a girar. Sí, la luz es información, pero también energía, algo que todos tenemos claro por- que a menudo la percibimos asociada al calor. Pero el radiómetro nos ofrece una visión más impactante de esa energía, ya que convierte la radiación en movimiento mecánico. Algo interesante de esta de- mostración es que podemos imaginar la luz como un conjunto de misteriosas partículas invisibles que chocan contra las aspas del molinete, transfiriendo su energía [véase «El molinete de luz», por Wolfgang Bürger; Investigación y Ciencia, junio de 2001; «Empuje lumínico», por Jean-Michel Courty y Édouard Kierlik; Investigación y Ciencia, marzo de 2010]. 2 Luz que produce luz. Centrémonos ahora en otro experimento esclarecedor y fácil. Sabemos que la luz es una excelente aliada a la hora de analizar compuestos químicos, ya que cada elemento emite un espectro característico cuando tiene la energía suficiente. Si esparcimos sal co- mún sobre una llama poco luminosa, esta se tornará de un vivo color amarillo. Sa- bremos así que en la sal de mesa se escon- de un metal, el sodio. Y si quemamos com- puestos de diversos elementos químicos obtendremos espectros característicos. Pero la propia luz puede forzar la apa- rición de firmas lumínicas. Armados con nuestro puntero láser, podemos detectar (científicamente) la calidad de un aceite de oliva sin abrir la botella. Al iluminar el aceite de oliva virgen, y solo este, veremos cómo el intenso rayo verde muta mági- camente para tornarse rojo. Hemos esti- mulado la aparición de una radiación se- cundaria, menos intensa que la primaria. De alguna forma, la luz verde procedente del láser ha sido absorbida por moléculas que solo se hallan presentes en los aceites obtenidos en frío. De nuevo, resulta práctico imaginar la luz como paquetes de energía capaces de ser absorbidos por una molécula específi- ca, un pigmento en este caso, la clorofila. Cuando esta absorbe energía, los elec- TODAS LAS ILUSTRACIONES SON CORTESÍA DE MARC BOADA FERRER Marc Boada Ferrer es divulgador científico y experto en ciencia experimental. Bombillas de luz infrarroja, visible y ultravioleta Radiómetro Cápsula con aceite de oliva

Materia Luminosa

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Conociendo la tecnología láser.

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  • Taller y laboratoriopor Marc Boada Ferrer

    84 INVESTIGACIN Y CIENCIA, mayo 2015

    Materia luminosaEn poco ms de cinco dcadas despus de su invencin, el lser se ha convertido en una herramienta indispensable en casi todos los mbitos de nuestra sociedad, incluido el de la divulgacin cientfica

    En una noche de primavera, un grupo de personas permanece a la intempe-rie; desafan las condiciones ambientales junto a un tubo blanco montado sobre un sofisticado soporte mecnico. Alguien se-ala al cielo y explica suculentos detalles sobre la dinmica de los cuerpos celestes. Se ayuda para ello de un rayo verde que emerge de sus manos como por arte de magia. Es un lser, un puntero que emite un rayo de luz prcticamente lineal que se pierde, absorbido por la atmsfera, en la lejana.

    El puntero lser ofrece una maravillo-sa metfora del control que tenemos hoy sobre la luz. Y son tantsimas las reas cien- tficas y tcnicas que lo emplean, que la UNESCO ha declarado el 2015 Ao Inter-nacional de la Luz y sus Aplicaciones.

    La ciencia que ahonda en la genera-cin, el control y la deteccin de la luz es la fotnica. Se centra en el estudio de las pro-piedades y aplicaciones de un fragmento del espectro electromagntico que ofrece una gran variedad de comportamientos: el que incluye las radiaciones infrarroja, visible y ultravioleta.

    Quizs es por esa diversidad de fen-menos que las mentes ms despiertas de todos los tiempos han tratado de com-prender qu es exactamente la luz. En esta colaboracin seguimos sus pasos con siete experimentos de facilsima reproduccin.

    Antes que nada, necesitamos encon-trar un puntero lser. Por pocos euros po-demos conseguir una extraordinaria fuen-te de luz de color verde, algo inexistente hace solo diez aos. Se convertir en una herramienta fundamental para interrogar la naturaleza, descubrir las sutilidades de la luz y atencin para demostrar todo ello de forma visual ante nuestros alum-nos y audiencias. Manos a la obra.

    1 Luz para empujar. Apuntemos con nuestro rayo verde a las aspas de un radi-metro (un instrumento que se utiliza para medir la intensidad de la energa trmica radiante y que puede encontrarse en las tiendas de los museos de ciencia). Para sorpresa de todos, empezarn a girar.

    S, la luz es informacin, pero tambin energa, algo que todos tenemos claro por-que a menudo la percibimos asociada al calor. Pero el radimetro nos ofrece una visin ms impactante de esa energa, ya que convierte la radiacin en movimiento mecnico. Algo interesante de esta de-mostracin es que podemos imaginar la luz como un conjunto de misteriosas partculas invisibles que chocan contra las aspas del molinete, transfiriendo su energa [vase El molinete de luz, por Wolfgang Brger; Investigacin y Ciencia, junio de 2001; Empuje lumnico, por Jean-Michel Courty y douard Kierlik; Investigacin y Ciencia, marzo de 2010].

    2 Luz que produce luz. Centrmonos ahora en otro experimento esclarecedor y fcil. Sabemos que la luz es una excelente aliada a la hora de analizar compuestos qumicos, ya que cada elemento emite un espectro caracterstico cuando tiene la energa suficiente. Si esparcimos sal co-mn sobre una llama poco luminosa, esta se tornar de un vivo color amarillo. Sa-bremos as que en la sal de mesa se escon-de un metal, el sodio. Y si quemamos com-puestos de diversos elementos qumicos obtendremos espectros caractersticos.

    Pero la propia luz puede forzar la apa-ricin de firmas lumnicas. Armados con nuestro puntero lser, podemos detectar (cientficamente) la calidad de un aceite de oliva sin abrir la botella. Al iluminar el aceite de oliva virgen, y solo este, veremos cmo el intenso rayo verde muta mgi-camente para tornarse rojo. Hemos esti-mulado la aparicin de una radiacin se-cundaria, menos intensa que la primaria. De alguna forma, la luz verde procedente del lser ha sido absorbida por molculas que solo se hallan presentes en los aceites obtenidos en fro.

    De nuevo, resulta prctico imaginar la luz como paquetes de energa capaces de ser absorbidos por una molcula especfi-ca, un pigmento en este caso, la clorofila. Cuando esta absorbe energa, los elec- TO

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    Marc Boada Ferrer es divulgador cientfico y experto en ciencia experimental.

    Bombillas de luz infrarroja, visible y ultravioleta

    Radimetro

    Cpsula con aceite de oliva

  • Mayo 2015, InvestigacionyCiencia.es 85

    trones de algunos de sus tomos pasan a un estado ms energtico; cuando estos caen a un nivel ms estable, emiten un nuevo paquete de energa (un fotn, o un cuanto) que percibimos en forma de luz roja. Tambin el lser verde que tenemos en las manos funciona de forma parecida! En su interior se esconde una fuente pri-maria, un diodo lser de infrarrojos, que, al atravesar un cristal adecuado, produce una emisin secundaria en el visible de color verde y, por supuesto, calor. He aqu el motivo por el cual estos dispositivos son tan baratos: los fabricantes se aprovechan de una argucia fotnica para simplificar su produccin.

    3 Luz absorbida. Podemos tambin experimentar con otro aspecto, ms rui-doso, de la absorcin selectiva. Sabemos que un filtro de color absorbe todas las radiaciones y deja pasar solo algunas, las que vemos. Si situamos un filtro rojo ante una fuente de luz blanca, vemos la lmpara perfectamente roja; ha absorbi-do todos los otros colores. Por tanto, si colocamos este mismo filtro ante el haz verde de nuestro lser, este no puede pasar. Aunque refleja buena parte de la luz, el filtro deber pagar un precio ener-gtico por absorber la energa e impedir su paso.

    Mirmoslo con atencin. Si es de pls- tico delgado, podremos observar una pe-quea quemadura: la energa se ha disipa-do en forma de calor. Pero nuestra audien-cia se merece mejores demostraciones. Pongamos un globo rojo bien inflado en el trayecto del rayo verde. Fijemos el globo y el lser de forma que este apunte siempre exactamente en el mismo punto. El globo explotar al instante, para sorpresa del pblico y nuestro regocijo. Si el lser hace esto con un globo, cun peligroso puede llegar a ser para los glbulos oculares de los astros del balompi o de los propios experimentadores?

    A estas alturas habremos descubierto que el lser se refleja y refracta continua-mente, tomando direcciones imprevistas. Vayamos por partes y recordemos las lec-ciones de la clase de ptica. All se nos ex-plic que, cuando atraviesa una sustancia o un medio denso, la luz viaja a menor velocidad que en el vaco. A la razn entre la velocidad de la luz en el vaco y en el seno del material a examen lo llamamos ndice de refraccin. Por otro lado, si la incidencia en el medio es perpendicular a la interfase, la trayectoria no sufre desvia-cin alguna y contina en lnea recta; eso s, a menor velocidad. Pero si la incidencia se realiza en cierto ngulo, sufre una des-viacin caracterstica.

    Llevamos unos 2500 aos dedicados a la ptica, aprovechando estas propieda-des y construyendo elementos capaces de desviar la luz de forma controlada, con el objetivo de formar imgenes o concentrar la radiacin. Las primitivas lentes talla-das en cristal de roca, piedras preciosas o vidrio ms o menos transparente han sido sustituidas por materiales pticos extraordinarios. Fabricamos lentes a par-tir de monocristales de silicio, germanio, cloruro sdico o fluorita, capaces de focali-zar desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. Fundimos fibras del grosor de un cabello y kilmetros de longitud con un grado de transparencia tal que la luz viaja en su interior con atenuaciones mnimas. Y los polmeros tambin se han unido al selecto grupo de los materiales pticos, al que solo acceden compuestos de pureza perfecta-mente controlada, fruto, a su vez, del uso de la fotnica en las ciencias qumicas.

    Por todo ello, es hoy muy fcil demos-trar, mediante otro sencillo y fascinante experimento, el comportamiento refrac-tivo de los medios y superficies.

    4 Luz que se refracta. Busquemos una lente de metacrilato tanto da que sea positiva o negativa. Si decidimos fa-bricarla nosotros, podemos obtener una lente cilndrica a partir de una barra de metacrilato, que seccionaremos por la mitad y luego puliremos. Construyamos una fuente de luz extensa con una bom-billa mate y un difusor. Pongamos ante este una cubeta llena hasta la mitad con glicerina (una placa de cultivo a la que se ha recortado el cuello resulta ptima). Sobre el difusor y con un rotulador ne-gro, trazaremos un retculo. Si ante este ponemos la lente, la veremos deformada; si ahora la sumergimos en la glicerina, de-saparecer, convirtindose literalmente en invisible.

    Abusando del lenguaje, podramos decir que a la luz no le importa si algo es slido o lquido, lo nico que tiene en cuenta son los cambios en el ndice de re-fraccin. Dado que glicerina y metacrilato presentan un ndice de refraccin idn-tico, una vez sumergida la lente, el con-junto se convierte pticamente en un solo cuerpo, con todas las superficies perpen-diculares a la luz, y el retculo se observa sin deformaciones. Hemos conseguido la invisibilidad de la lente.

    En esas observaciones, el modelo men-tal que usamos para trabajar no necesita ni partculas ni ondas; solo rayos, unas entidades que definen la direccin en la que se propaga un flujo de energa o un estrecho haz de partculas. Por eso a una fuente de luz lser la llamamos rayo lser.

    Podemos fabricar fcilmente lentes de todo tipo en metacrilato o espejos en aluminio macizo. Cualquier tornero podr mecanizarlas y pulirlas. El resultado ser pattico desde el punto de vista del ptico, pero, junto con el lser, ser perfecto para mostrar a todos cmo lentes con diver-sos perfiles modifican el trayecto ptico y tambin cmo estas lentes sumadas per-miten ampliar imgenes, tal y como hacen microscopios y telescopios.

    La luz no solo se refracta; tambin se refleja. Tras el vidrio del espejo del bao hay una capa de aluminio pursimo. Un metal barato que refleja con igual intensi-dad todos los colores del espectro visible, de ah su aspecto plateado. Una capa

    Reflexin del verde en un filtro rojo

    Lente semisumergida en glicerina

    BombillaDifusor

    Glicerina

    Observador

    Lente semisumergida

    Cubeta transparente

  • 86 INVESTIGACIN Y CIENCIA, mayo 2015

    Taller y laboratorio

    de unos pocos centenares de tomos es ya totalmente opaca y, por tanto, refleja toda la luz posible (sin embargo, la reflexin no es perfecta; una parte de la radiacin incidente se absorbe y, por tanto, el reflec-tor se calienta). Para el experimentador, una de las muchas diferencias prcticas entre refraccin y reflexin es que esta ltima es idntica para todos los colores; es decir, en un espejo todos los rayos, sean de la frecuencia que sean, van a parar al mismo foco.

    Esa ausencia de aberracin cromtica se aprovecha para construir con espe- jos cocinas solares y objetivos para gran-des telescopios; tambin para microsco-pios, aparatos donde las condiciones de calidad ptica s son extremas. Por suer-te, nuestro pequeo lser es una fuente prcticamente monocromtica en la que todos los paquetes de energa o todas las ondas tienen exactamente las mismas ca-ractersticas. Ello nos permite acceder a los lmites de la ptica de forma sencilla y sin lentes carsimas. Dnde estn esos lmites? Pues en el mundo de la fsica ondulatoria. Expliqumonos. Tal y como hicieron grandes pensadores, ha llegado el momento en que debemos abandonar, al menos temporalmente, nuestra con-cepcin corpuscular de la luz. Sale ms a cuenta abrazar una visin ondulatoria porque, en caso contrario, lo que obser-varemos ser inexplicable. Visualicemos algunos fenmenos.

    5 Luz que se dispersa. Antes no lo he-mos dicho, pero la refraccin en un medio transparente tambin depende de la lon-gitud de onda de la luz y de las propieda-des intrnsecas del medio es por ello por lo que Newton pudo descomponer la luz blanca con un prisma de vidrio al plomo mejor que con cualquier otra cosa de la poca. Hoy los vidrios densos han sido superados por los materiales fotnicos o no lineales que imitan y mejoran el com-portamiento y fulgor de ciertos minerales, como los palos.

    Buscando un poco o mucho en tiendas de minerales y esoterismo quizs encontremos alguna pequea figurilla realizada en palo artificial de las que se utilizan para abrir los chacras. Noso-tros le podemos dedicar una buena sesin de pulido ptico para convertirla en un prisma de propiedades fascinantes [vase La mquina de Draper, por Marc Boa-da Ferrer; Investigacin y Ciencia, junio de 2008].

    En la masa vtrea de un material fo-tnico hay redes simtricas de defectos [vase palos y cristales fotnicos, por Francisco J. Meseguer y otros; Investiga-cin y Ciencia, febrero de 1999]. Imagine-mos estructuras diminutas que se repiten una y otra vez o agrupaciones de tamao equiparable a las ondas luminosas; su in-teraccin con la luz hace que la respuesta sea sensible a la longitud de onda.

    Un vidrio fotnico presenta un com-portamiento similar al de la atmsfera du-rante una puesta de sol. Los rayos azules procedentes del astro rey son fuertemente dispersados, de ah el color azul del cielo. Los rayos rojos, en cambio, no son disper-sados y pueden alcanzar al observador; por ello nuestra estrella se torna rojiza. Los cristales fotnicos pueden ser de co-lor azul cuando se observan por reflexin y rojos cuando se observan por transmi-sin. Jugando un poco, comprobamos que tambin la reflexin total interna solo es posible para el rojo; vendra a ser la suma de un prisma y un filtro selectivo.

    Aqu, la visin ondulatoria resulta adecuada para explicar el fenmeno, pero es ms til todava para comprender lo que sigue.

    Todo observador astronmico sabe que, al aumentar mucho la imagen de un astro, este deja de ser puntual para con-vertirse en una bonita y estrellada figu-ra de difraccin. El motivo es simple: el frente de luz proveniente de una luz muy lejana es una onda plana. Al atravesar la atmsfera y luego el sistema ptico, in-corpora retrasos diferenciales que, al su-perponerse en el foco, interfieren entre s. Lo mismo sufre el microscopista, por muy bueno que sea el microscopio; llegado a determinado aumento, los microorganis-mos aparecen rodeados por anillos lumi-nosos que se alternan con otros oscuros creando ruido e inutilizando la imagen. Precisamente una ptica de calidad es aquella que es capaz de minimizarlos.

    Nuestro lser proporciona un frente de onda prcticamente plano, continuo y, adems, colimado: un haz de luz que

    permite construir un microscopio donde la interferencia aparece con enorme facili-dad, mostrndonos imgenes muy intere-santes, similares a las que ofrecen los ins-trumentos pticos ms potentes cuando trabajan a su mximo rendimiento.

    6 Luz para observar el microcosmos. Fijemos el lser a un soporte de madera y, con una escuadra y algn ingenio, colo-quemos ante l y en posicin vertical una jeringuilla llena de agua, de la que cuel-gue una sola gota. Ajustemos el lser para que incida sobre la gota y proyectemos la mancha de luz sobre una pantalla situada a algunos decmetros de distancia.

    Enfoquemos acercando el lser a la gota y aparecer ante nosotros un bello espectculo. En la proyeccin de la gota bailan sin descanso objetos diminutos ro-deados por intensas auras verdes; si hay pocos, podemos usar agua impura o so-plar un poco.

    Trabajemos en un soporte estable y libre de toda vibracin. Comprobaremos que el baile de las partculas no cesa; lo que ocurre es que el agua se evapora por-que parte de la energa del haz lser es absorbida, calentndolo todo y formando corrientes de conveccin.

    Parte de la fotnica trabaja precisamen-te en esos dominios, intentando eliminar esas auras verdes, es decir, el ruido inhe-rente al trabajo con ondas que interfieren continuamente entre s. Pero a veces son los propios fenmenos de interferencia los que nos permiten investigar la materia a escala submicroscpica. La interferome-tra es una herramienta extraordinaria que se aplica tambin en los ms dispares mbitos de conocimiento; para nuestra fortuna, observar elegantes franjas de in-terferencia puede ser muy sencillo.

    7 Luz que interfiere. Solo necesita-remos un pequeo vidrio de reloj (sirven una esfera hueca de vidrio o la pared del propio radimetro). Montemos el lser de forma estable y proyectemos el rayo verde

    Prisma de palo artificial

    Impurezas en una gota de agua

  • Mayo 2015, InvestigacionyCiencia.es 87

    Taller y laboratorio

    contra l, vidrio o esfera. Observemos que, en su mayor parte, atraviesa el material; este haz principal no nos interesa. Si gi-ramos la pieza de vidrio hasta formar un ngulo de unos 20o o 30o, observaremos un haz secundario, ms dbil: el haz refle-jado. Ahora, a uno o dos metros, situemos una cartulina blanca que lo intercepte.

    La imagen que observaremos ser muy curiosa: un patrn regular de franjas brillantes y oscuras. Su origen radica en que el haz lser se ha convertido en dos al impactar contra las dos superficies del vidrio, pero solo uno ha sufrido el retraso impuesto por el trnsito por su interior; el otro se ha reflejado en la cara externa y, por tanto, le ha adelantado un poco. Los dos trenes de ondas ligeramente desfasa-das se superponen, interfiriendo y gene-rando un patrn de luz y oscuridad.

    El fenmeno es ultrasensible a todo: un ligero incremento en el espesor del medio, algn defecto en la composicin, incluso minsculos cambios superficiales se hacen perceptibles en el patrn de franjas; por supuesto, tambin es adecuado para de-tectar las diferencias de recorrido ptico.

    Con instrumentos delicadsimos se ha conseguido topografiar la superficie de elementos pticos a escala casi atmica. Alguien puede superar esto? Y es que solo la luz, ese misterioso fenmeno ora corpuscular ora ondulatorio, es nuestra aliada desde la dimensin csmica a la nanomtrica, pasando por la tecnolgica y la divulgativa.

    Patrn de interferencias de un cristal delgado

    Haz principal

    Esfera hueca de vidrio

    Haz reflejado

    Lser

    Pantalla de proyeccin

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