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Materiales de apoyo - Entrepueblos · 2018-10-03 · [Material de apoyo 02] [Panel 01 • El mundo se muere de hambre] [¿Cómo nos afecta la crisis alimentaria mundial?] Las consecuencias

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[Panel 01 • El mundo se muere de hambre]

[¿Quién gana con la crisis alimentaria mundial?]

El precio de los alimentos y, en especial, de loscereales básicos ha aumentado espectacularmenteen estos últimos meses. Los medios de comunica-ción nos han mostrado nuevas revueltas delhambre en los países del Sur que nos recuerdanaquellas que se llevaron a cabo a mediados yfinales de los ochenta contra los planes de ajusteestructural impuestos por el Banco Mundial y elFondo Monetario Internacional.

En países como Haití, Pakistán, Guinea, Ma-rruecos, México, Senegal, Uzbekistán,Bangladesh… la gente ha salido a la calle paradecir: «Ya basta». Pero, ¿qué se esconde detrás dela crisis alimentaria mundial? ¿Todo el mundopierde? ¿Hay quien sale ganando?

El precio de sesenta productos agrícolas ha aumen-tado un 37% en el último año en el mercado inter-nacional. Un aumento que ha afectado sobre todoa los cereales con una subida del 70%. Entre éstos,el trigo, la soja, los aceites vegetales y el arroz hanalcanzado cifras récord. El precio del trigo, por ejem-plo, suma hoy un 130% más que hace un año y elarroz un 100%. Viendo estos datos no es de extra-ñar las explosiones de violencia en el Sur paraconseguir alimentos porque son los cereales básicos,aquellos que alimentan a los más pobres, los quehan experimentado una subida sin parangón.

Pero el problema hoy no es la falta de alimentosen el mundo, sino la imposibilidad para acceder

a ellos. De hecho, la producción de cereales anivel mundial se ha triplicado desde los añossesenta, mientras que la población a escala glo-bal tan sólo se ha duplicado.

Hay razones varias que explican este aumentoespectacular de los precios: desde las sequías yotros fenómenos meteorológicos en países produc-tores como China, Bangladesh y Australia quehabrían afectado a las cosechas; el aumento delconsumo de carne por parte de pujantes clasesmedias en América Latina y en Asia, especial-mente en China; las importaciones de cerealesrealizadas por países hasta el momentoautosuficientes como India, Vietnam o China,debido a la pérdida de tierras de cultivo; el au-mento del precio del petróleo que habría repercu-tido directa o indirectamente, y hasta lascrecientes inversiones especulativas en materiasprimas.

Es aquí donde creo importante centrarnos enestas dos últimas causas. El aumento del preciodel petróleo ha generado el uso de combustiblesalternativos como aquellos de origen vegetal. Go-biernos como el de Estados Unidos, la UniónEuropea, Brasil y otros han hecho especial énfa-sis en la producción de agrocombustibles comouna alternativa a la escasez de petróleo y al ca-lentamiento global. Pero esta producción de com-bustible verde entra en competencia directa conla producción de alimentos.

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Esther Vivas * (17/05/2008)FUENTE: http://www.cadtm.org/spip.php?article3500

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Por poner sólo un ejemplo, el año pasado enEstados Unidos el 20% del total de la cosechade cereales fue utilizado para producir etanol yse calcula que en la próxima década esta cifrallegará al 33%. Imaginémonos esta situaciónen los países del Sur. La FAO, la Organizaciónde las Naciones Unidas para la Alimentacióny la Agricultura, ya ha reconocido que «a cortoplazo, es muy probable que la expansión rápidade combustibles verdes, a nivel mundial, tengaefectos importantes en la agricultura de Améri-ca Latina».

Otra causa a resaltar es la creciente inversiónpor parte del capital especulador en materiasprimas. En la medida en que la burbuja inmo-biliaria estalló en los Estados Unidos y se pro-fundizó en la crisis financiera, los especuladoresempezaron a invertir en alimentos, empujandoal alza sus precios.

Pero esta crisis alimentaria mundial no es co-yuntural, sino que responde al impacto de laspolíticas neoliberales que se vienen aplicandodesde hace treinta años a escala global. Liberali-zación comercial a ultranza a través de lasnegociaciones en la Organización Mundial delComercio y en los acuerdos de libre comercio ylas políticas de ajuste estructural, el pago de ladeuda externa, la privatización de los servicios ybienes públicos son sólo algunas de las medidasque se han venido imponiendo por parte delBanco Mundial y el Fondo Monetario Interna-cional en las últimas décadas en los países delSur.

Unas políticas que han permitido la invasiónde estos mercados por productos del agrobusinessdel Norte altamente subvencionados y que hanacabado con la agricultura y la ganaderíaautóctona; reconvirtiendo y privatizando tierrasdestinadas hasta el momento al abastecimiento

local en tierras de producción de mercancías parala exportación. Unos territorios en manos de laagroindustria, quien ha sacado provecho de unamano de obra barata y de una laxa legislaciónmedioambiental.

Este modelo de agricultura y alimentación nosólo tiene consecuencias en el Sur global, sinotambién en las comunidades del Norte: acaban-do, en ambos lados del planeta, con una agricul-tura familiar y un comercio de proximidad vitalpara las economías locales; promoviendo unacreciente inseguridad alimentaria con una dietaque se abastece de alimentos que recorren milesde kilómetros antes de llegar a nuestra mesa, yfomentando una agricultura y ganadería inten-siva, desnaturalizada, drogodependiente (por elalto uso de pesticidas) y donde el beneficio eco-nómico se antepone a los derechos sociales ymedioambientales.

La crisis alimentaria global beneficia a lasmultinacionales que monopolizan cada unode los eslabones de la cadena de producción,transformación y distribución de los alimen-tos. No en vano los beneficios económicos delas principales multinacionales de las semi-llas, de los fertilizantes, de la comercializacióny transformación de comida y de las cadenasde la distribución al detalle no han paradode aumentar.

Los alimentos se han convertido en una mercan-cía en manos del mejor postor. Las tierras, lassemillas, el agua… son propiedad de multinacio-nales que ponen un precio exorbitante a unosbienes que hasta hace muy poco eran públicos.Frente a la mercantilización de la vida, debe-mos de reivindicar el derecho de los pueblos a lasoberanía alimentaria, a controlar su agricultu-ra y su alimentación. No se puede especular conaquello que nos alimenta.

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‘‘La crisis alimentaria global beneficia

a las multinacionales que monopolizan cada uno

de los eslabones de la cadena de producción’’

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¿Quién gana con la crisisalimentaria mundial?Ester VivasPúblico, 17.08.2008

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[Material de apoyo 02]

[Panel 01 • El mundo se muere de hambre]

[¿Cómo nos afecta la crisis alimentaria mundial?]

Las consecuencias de la crisis alimentaria mun-dial, con revueltas y protestas en todo el mundo,también se dejan oír en los países del Norte. Elpasado 30 de mayo, unos siete mil pescadores seconcentraban delante de la sede del Ministeriode Medio Ambiente y Medio Rural y Marinoen Madrid en protesta por la crisis que vive elsector debido al aumento de los precios de loscarburantes y por la falta de ayudas (el petróleoha subido más de un 320% en cinco años y elprecio del pescado se mantiene igual que hace20). Los transportistas también se han sumadoa las protestas, bloqueando las autopistas y lascarreteras, debido a la subida del precio del gasóleo,que ya les supone un 50% de sus costes.

A principios de mayo, miles de ganaderos se ma-nifestaban en Madrid para exigir al Gobiernouna nueva ley de márgenes comerciales que limi-tara la diferencia entre el precio pagado en ori-gen y el precio de venda al público, que llega hoyhasta un 400% de media. La gran distribución:supermercados, grandes superficies, cadenas dedescuento... son quienes más se benefician a cos-ta del productor y del consumidor.

En los últimos años, los precios de los productosque forman parte de nuestra dieta alimentariano han parado de crecer. En el transcurso del2007, el precio de la leche aumentó cerca de un26%, las cebollas un 20%, el aceite de girasolun 34%, la carne de pollo un 16%... y ésta hasido la tendencia de la mayoría de los alimentos,

según datos facilitados por el Ministerio de In-dustria, Turismo y Comercio a finales del 2007,mientras que el Índice de Precios al Consumo(IPC) tan sólo reflejaba una subida del 4,1%aquel mismo año.

Por contra, y según indicaba la Organizaciónpara la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), en el periodo 1995-2005, el Estadoespañol había sido el único país de la UniónEuropea con un descenso salarial de media, evi-denciando una creciente pérdida de poder ad-quisitivo de los trabajadores y trabajadoras. Unasituación que contrastaba con las ganancias delas empresas españolas, en este mismo periodo,con un aumento del 73%, más del doble que lamedia de la Unión Europea.

Es obvio que los efectos de la crisis alimentariaen ambos extremos del planeta son difícilmentecomparables. En el Norte, tan sólo destinamosentre uno 10 y un 20% de la renta a la comprade alimentos, mientras que en el Sur esta cifrase eleva al 50-60% y puede llegar incluso hastael 80%. Pero esto no quita la importancia deseñalar también el impacto de esta subida de losprecios entre las poblaciones de aquí, mientrasque los beneficios de las multinacionales siguenaumentando y los gobiernos defienden una ma-yor liberalización económica.

Causas estructurales. Si bien podemos indi-car una serie de razones coyunturales que han

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Esther VivasFUENTE: http://www.cadtm.org/spip.php?article3500http://www.cadtm.org/spip.php?article3500

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producido esta subida espectacular de los preciosde los alimentos, como pueden ser el aumento delas importaciones de cereales por parte de paíseshasta hace poco autosuficientes, la pérdida decosechas debido a fenómenos meteorológicos, elaumento del consumo de carne en países comoAmérica Latina y Asia y sobre todo la subidadel precio del petróleo, el aumento de la produc-ción de agrocombustibles y las crecientes inver-siones especulativas en materias primas, no po-demos olvidar las causas estructurales de estacrisis. Las políticas neoliberales aplicadasindiscriminadamente en el transcurso de los últi-mos treinta años a escala planetaria son las res-ponsables de la situación actual.

Instituciones como la Organización Mundial delComercio (OMC), el Banco Mundial, el FondoMonetario Internacional, con los Estados Uni-dos y la Unión Europea al frente, han sido susmáximos promotores. La aplicación sistemáticaen los países del Sur de políticas de ajuste estructu-ral, el cobro de la deuda externa y la privatizaciónde los servicios y bienes públicos han sido unaconstante en este periodo, junto con la liberaliza-ción comercial fruto de las negociaciones en laOMC y los tratados de libre comercio con Esta-dos Unidos y la Unión Europea.

Agricultura y alimentación monocolor.Estas políticas neoliberales han tenido una di-mensión global y han generalizado un modelo deagricultura y de alimentación, tanto en el Surcomo en el Norte, al servicio de los intereses delcapital. La función primordial de los alimentos,alimentar a las personas, ha quedado supedita-do a los objetivos económicos de unas pocasempresas multinacionales que monopolizan lacadena de producción de los alimentos, desde lassemillas hasta la gran superficie, y han sido és-tas las máximas beneficiarias de la situación decrisis.

Mirando las cifras: a finales del 2007, cuandoempezaba la crisis mundial de alimentos, corpo-raciones como Monsanto y Cargill, que contro-lan el mercado de los cereales, aumentaron susbeneficios en un 45 y un 60% respectivamente;las principales empresas de fertilizantes químicoscomo Mosaic Corporation, perteneciente a Cargill,dobló sus beneficios en tan sólo un año. Y asípodríamos poner ejemplos de otras multinaciona-les que monopolizan cada uno de los tramos de lacadena alimentaria desde las procesadoras hastalas grandes cadenas de distribución, todas ellascon ganancias crecientes año tras año.

En el campo, la situación también es difícil. EnCataluña, tan sólo un 1,2% de la poblaciónactiva se dedica a la agricultura y la mayor partede ésta la conforman personas mayores. En elEstado español, esta cifra sube a un escuálido5,6%. La renta agraria de los campesinos dis-minuye anualmente y hoy se sitúa en tan sóloun 58% de la renta general. Por contra, las gran-des explotaciones son las que reciben la mayorparte de las subvenciones a la agricultura. Comodato: el año 2005, seis familias de la oligar-quía andaluza recibieron casi unos 12 millonesde euros en ayudas al sector.

La globalización capitalista ha puesto fin a laagricultura familiar, vital para el cuidado del terri-torio y la alimentación de las comunidades; haaniquilado el comercio de proximidad, dañandogravemente las economías locales; ha deslocalizadola producción de alimentos, generando una crecienteinseguridad alimentaria con una dieta que se basaen una comida que recorre miles de kilómetros an-tes de llegar a nuestra mesa; y ha promovido unaagricultura y una ganadería industrial, intensiva,basada en el uso de pesticidas y productos quími-cos. Éste es el modelo de agricultura y de alimenta-ción global existente, las personas y el medio am-biente hemos quedado en un segundo plano.

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‘‘La globalización capitalista ha puesto fin

a la agricultura familiar, vital para el cuidado

del territorio y la alimentación de las comunidades’’

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¿Cómo nos afectala crisis alimentariamundial?Ester VivasPúblico, 17.08.2008

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[Material 03]

[Panel 02 • El campo no aguanta más]

[La revolución verde]

Revolución verde se llama un período que abar-ca más o menos de 1960 a 1990, cuando huboun gran auge en la productividad agrícola en elmundo en desarrollo. En esos decenios, en mu-chas regiones del mundo, especialmente en Asiay América Latina, la producción de los princi-pales cultivos de cereales (arroz, trigo y maíz) seduplicó con creces. También aumentó mucho laproducción de otros cultivos.

¿POR QUÉ HUBO ESA REVOLUCIÓN?ENTONCES ¿QUÉ PRODUJO ESA REVOLUCIÓN?

• Se debió sobre todo a que los gobiernosde los países desarrollados y los países endesarrollo invirtieron mucho en investiga-ción agrícola.

• Se utilizó la ciencia moderna para en-contrar formas de producir más alimentos,lo que revolucionó la actividad agrícola.La cría intensiva y la selección genéticapermitieron producir variedades de alto ren-dimiento de cultivos y razas más producti-vas de ganado. También hubo grandes in-novaciones en la agroquímica, para pro-ducir nuevos plaguicidas y fertilizantes.

• Y para llevar la revolución directamen-te al campo, los gobiernos apoyaron a losproductores fomentando el uso de estas nue-vas técnicas y tecnologías agrícolas.

• Al principio se consideró un éxito enor-me la revolución. Con el crecimiento de-mográfico y de la demanda de alimentos,aumentó el suministro de alimentos y susprecios se mantuvieron estables.

•Pero desde el decenio de 1990 se ha ob-servado que el auge de la revolución verdeen la productividad tuvo un alto precio.

COSTOS DE LA REVOLUCIÓN

¿CUÁLES HAN SIDO LOS COSTOS

DE LA REVOLUCIÓN VERDE?

•Por una parte, se ha perdido una granparte de la biodiversidad agrícola. Cuan-do los agricultores decidieron producir lasvariedades mejoradas de cultivos y de ga-nado, se abandonaron muchas variedadestradicionales, locales, que se extinguieron.Infórmate sobre la biodiversidad.

• Además, en muchos países el gran usode plaguicidas y otras sustanciasagroquímicas causó un grave deterioro delmedio ambiente y puso en peligro la saludpública.

• Los sistemas agrícolas de la revoluciónverde también requieren una abundanteirrigación, lo que ejerce una presión enor-me en los recursos hídricos del mundo.

FAOFUENTE: www.fao.org/kids/es/revolution.html

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• Por último, a pesar de que aumentóla productividad agrícola, sigue habien-do hambre. Para aprovechar los adelan-tos de la revolución verde, los agriculto-res necesitan tener dinero y acceso a re-cursos como la tierra y el agua. Los agri-cultores pobres que no tenían estos re-cursos quedaron excluidos de la revolu-ción verde. Muchos se hicieron todavíamás pobres.

UNA REVOLUCIÓN SOSTENIBLE

El cometido de la FAO es ayudar a los países agarantizar que el suministro de alimentos se man-tenga al paso de la demanda. Pero la revoluciónverde mostró que no basta incrementar la producti-vidad. Para poner fin al hambre de una vez portodas, es necesario que la producción sea sostenible.Esto significa asegurar que nadie quede excluido desentarse a la mesa y que las generaciones futuras nocorran el peligro de pasar hambre.

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‘‘La revolución verde mostró

que no basta incrementar la productividad.

Para poner fin al hambre de una vez por todas

es necesario que la producción sea sostenible, es decir,

que nadie quede excluído de sentarse a la mesa y que las

generaciones futuras no corren el riesgo de pasar hambre’’

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La revolución verdeFAO

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[Material de apoyo 04]

[Panel 02 • El campo no aguanta más]

[‘‘Revolución verde’’. Lecciones]

INTRODUCCIÓN

Con un número estimado de 786 millones depersonas que padecen hambre en el mundo, loslíderes de nuestro orden social han creído encon-trar una solución fácil: «vamos a producir másalimentos, con el uso mágico de los químicos yla ingeniería genética».

Para aquellos que recuerdan las promesas de quela «Revolución Verde» iba a terminar con el ham-bre en el mundo, deben entender los engaños conque se promueve la anunciada Revolución Ver-de II. Empresas como Monsanto, Novartis,AgrEvo, DuPont, y otras transnacionalesagroquímicas que se están «re- inventando» comoempresas biotecnológicas, y junto con el BancoMundial y otras agencias internacionales, estánlegando a los «enemigos del hambre en elmundo», un camino con más agroquímicos ycultivos transgénicos. Esta es la «Segunda Revo-lución Verde», nos dicen, y salvará al mundo delhambre y la inanición, si dejamos que estasempresas, impulsadas por el libre mercado, ha-gan su acto de magia.

El mito de la Revolución Verde es más o menosasí: «Las semillas milagrosas de la revoluciónverde incrementan las cosechas de granos y porlo tanto son la clave para acabar el hambre enel mundo. Cosechas mayores, significan másingresos para los agricultores pobres, ayudándo-los a superar la pobreza, lo que significa menos

Peter Rosset, Joseph Collins, y Frances Moore Lappé.FUENTE: http://www.eco-sitio.com.ar

http://www.biotech.bioetica.org/docta20.htm

hambre. Atacar las raíces que originan la po-breza, y que conducen al hambre, toma muchotiempo, y la gente padece hambre ahora. Por lotanto, debemos concentrarnos en lo que haceincrementar la productividad ahora. La Revo-lución Verde compra tiempo de los países delTercer Mundo que desesperadamente necesitanabordar las causas sociales subyacentes que ori-ginan la pobreza, y por lo mismo deben reducirsu tasa de fecundidad. En cualquier caso, unconsultor externo que promueve la revoluciónverde no puede decir a un país la clase dereformas económicas y políticas que debeimplementar, pero puede contribuir con suinmensa experiencia en la producción de ali-mentos. Aunque la Primera Revolución Ver-de pasó por alto a los más pobres, con tierrasmás marginales, podemos aprender lasinvalorables lecciones que esta nos dejó, paralanzar la segunda Revolución Verde para ven-cer la guerra contra el hambre de una vez ypara siempre».

En realidad, las semillas mejoradas que son ob-jeto de experimentación son aquellas que la gen-te ha usado y mejorado desde los inicios de laagricultura, pero el término «Revolución Verde»fue acuñado a principios de la década de 1960,para resaltar un experimento concreto en elNoroeste de México, donde unas variedades«mejoradas» de trigo incrementaron la cosechadramáticamente.

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Muchas de las razones por las cuales estas «varie-dades modernas» producían más que las varieda-des tradicionales era porque respondían mejor ala irrigación controlada, y a los fertilizantes artifi-ciales, permitiendo una transformación más efi-ciente de los insumos industriales en alimento. Conun fuerte apoyo de los Centros de InvestigaciónAgrícola, creados por las Fundaciones Rockefellery Ford, las «semillas milagrosas» rápidamente seexpandieron en Asia, y pronto se desarrollaronnuevas variedades de maíz y arroz.

En la década de 1970, el término «revolución»estaba bien establecido para definir a una agri-cultura basada en fertilizantes, pesticidas y enla mayor parte de casos, por irrigación, reempla-zando las prácticas agrícolas tradicionales demillones de campesinos en el Tercer Mundo.

En la década de 1990, casi el 75% de la pro-ducción de arroz en el Asia provenía de estasnuevas variedades. Lo mismo es verdad para la mitad del trigo producido en Africa, y másde la mitad del producido en Asia y AméricaLatina. Lo mismo sucedía con el 70% de maízproducido a nivel mundial. En general, se esti-ma que el 40% de los agricultores en el TercerMundo están utilizando semillas de «la Revolu-ción Verde», la mayoría de los cuales se encuen-tran en Asia, seguidos por América Latina.

Claramente, el incremento en la productividadde la «Revolución Verde» no es un mito. Gra-cias a sus semillas, se obtiene decenas de millo-nes de toneladas adicionales de granos cada año.Pero, ¿Ha demostrado la «Revolución Verde» seruna estrategia exitosa para acabar con el ham-bre?. Realmente no.

Partiendo del enfoque totalmente estrecho queusa la «Revolución Verde» de mirar sólo la pro-ductividad, ésta no puede acabar con el hambreen el mundo porque no ha sido capaz de alterarla distribución del poder y la riqueza, especial-mente en lo que se refiere al acceso a la tierra.

Hasta el Banco Mundial concluyó, en un docu-mento realizado en 1986 sobre el hambre en elmundo, que el incremento en la producción dealimentos no necesariamente significa seguridadalimentaria, esto es, aliviar el hambre. El pro-blema del hambre puede ser aliviado sólo me-diante «la redistribución del acceso al poder y alos recursos, a aquellos que están sub alimenta-dos», concluye el estudio. Si los pobres no tienendinero para comprar alimentos, el incrementoen la productividad no les va a ayudar.

La introducción de cualquier nueva tecnologíaen un sistema social, irá en favor de los ricos encontra de los pobres, si no se abordan las cuestio-nes sociales relacionadas con los beneficios queel acceso a esa tecnología genera. Esto, a largoplazo significará una concentración aún mayorde los beneficios de la agricultura, que es lo quepasa ahora en los Estados Unidos.

Nosotros hemos comprobado que sin una estra-tegia para cambiar la falta de poder entre loscampesinos pobres, el resultado trágico será quetendremos cada vez más alimentos y aun máshambrientos.

MÁS ALIMENTOS Y AUN MÁS HAMBRIENTOS

A pesar de que en las últimas tres décadas hahabido una rápida expansión en el abastecimien-to de alimentos, se estimaba que en la década de

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1990, aun había 786 millones de hambrientosen el mundo. ¿Dónde están estas personas quepadecen hambre? Desde inicios de la década de1980, los medios de comunicación han repre-sentado el hambre en el Africa, lo que llamó laatención de la gente occidental sobre el proble-ma del hambre allá, pero en el Africa se encuen-tra menos de un cuarto de la población queenfrenta hambre en el mundo.

A mediados de la década de 1980, algunos titu-lares noticieros decían que India e Indonesiahan logrado convertirse en países autosuficientesen lo que a producción de alimento se refiere, yaun más, están exportando alimentos. Pero esprecisamente en Asia donde las semillas de la«Revolución Verde» han contribuido con mayoréxito a incrementar la productividad, donde seencuentran casi las dos terceras partes de la po-blación desnutrida en el mundo.

La revista «Business Week» ha dicho que: «aun-que en la India los graneros se derraman ahora»gracias al incremento en la producción de arroz ymaíz generada por la «Revolución Verde», «cincomil niños mueren cada día de desnutrición. Unode cada tres indios tiene que enfrentar la pobreza(de una población de 900 millones de personas)».Dado que la gente pobre no puede comprar losalimentos que son producidos, «el Gobierno estátratando de almacenar millones de toneladas dealimentos. Ahí, los alimentos se descomponen, yse cree que los alimentos descompuestos seránvendidos en los mercados públicos». El artículoconcluye que la «Revolución Verde» puede habercontribuido a reducir las importaciones de granosen la India, pero no ha tenido el mismo impactoen reducir la pobreza y el hambre.

Este análisis levanta algunas serias interrogantessobre la cantidad de personas que padecían ham-bre en la década de 1970, comparada con lade 1990, donde se produjo la mayor expansiónde la «Revolución Verde». Dando una miradasuperficial, parecería que se han hecho grandesprogresos, con un incremento en la productivi-dad y una reducción del hambre. La cantidadde alimentos per capita en el mundo seincrementó en un 11% en las dos últimas déca-das, mientras que la población desnutrida bajóde 942 millones, a 786 millones, lo que signifi-ca una reducción del 16%. La «Revolución Ver-de» tomó estos créditos.

Pero miremos estos números de cerca. Si se elimi-na a la China de este análisis, la poblacióndesnutrida del resto del mundo incrementa de536 a 597 millones. En América del Sur, porejemplo, la cantidad de alimentos per cápitaaumentó en un 8%, y la población desnutridaincremento en un19%.

En el Sureste de Asia había 9% más alimentospor personas en 1990, pero también habíaincrementado un 9% de población desnutrida.El incremento de desnutridos no estaba en rela-ción con el crecimiento de la población, ya quela cantidad de suministros alimenticios por per-sona había aumentado. Lo que habíaincrementado el porcentaje de población quepadece hambre, era que no se había podido re-solver el problema de la inequidad en el acceso alos alimentos, y a los medios para producir ali-mentos.

En contraste, en China, el número de poblaciónhambrienta cayó de 406 millones a 189 millo-

‘‘A pesar de que en las últimas tres décadas

ha habido una rápida expansión en el abastecimiento

de alimentos, se estimaba que en la década de 1990,

aún había 786 millones de hambrientos

en el mundo’’

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nes. Surge entonces la pregunta» ¿Quién ha sidomás efectivo en reducir el hambre; la «Revolu-ción Verde» o la Revolución China? En Chinahan habido importantes cambios en lo referenteal acceso a la tierra, lo que se ha reflejado en unincremento en la calidad de vida.

La cuestión de si la «Revolución Verde» o cual-quier otra estrategia que incremente la produc-tividad agrícola va a aliviar el problema delhambre, dependerá del contexto político, eco-nómico y social en que se apliquen esas tecno-logías. Las reglas que se establecen, indicaránquienes se benefician del incremento de los su-ministros alimenticios y a qué precio, la tierrade quién es usada y a quién beneficiará suproducción.

Los pobres dan más de lo que reciben. Los po-bres no pueden comprar los fertilizantes otrosinsumos en las cantidades que lo hacen los gran-des productores. Los pequeños productores noobtienen los mejores precios, como si lo hacen losgrandes. En muchas partes del mundo, el aguaes un factor limitante en la agricultura. Los sis-temas de irrigación están fuera del alcance delos pequeños productores. Los canales de riego yotros sistemas de irrigación promovidos por lasagencias de desarrollo, con frecuencia favorecena los grandes productores quienes pueden ofrecerla inversión inicial, y producir a menor costopor unidad de área. Ocurre con frecuencia quelos campesinos pobres dependen de prestamistaslocales y que pagan impuestos muchos más al-tos (en proporción) que los grandes productores.El crédito también es crítico. Los créditossubsidiados por los gobiernos favorecen con fre-cuencia a los grandes agricultores.

Con la «Revolución Verde», los agricultores sehan hecho dependientes del petróleo. Algunas delas semillas recientemente «mejoradas» producenbien sin insumos externos, pero su mayor rendi-miento se obtiene si se aplica fertilizantes, pesti-cidas y agua.

En la India, la adopción de las nuevas semillasha estado acompañada con un incremento enla aplicación de fertilizantes (en base de petró-leo) de 6 veces más por acre. Sin embargo, laproducción agrícola por tonelada de fertilizanteusado, ha caído en 2/3 durante los años de la«Revolución Verde». En los últimos 30 años, elconsumo anual de fertilizantes usados en la pro-ducción de arroz en Asia ha crecido entre 3 y 4veces más rápido que el crecimiento que se haalcanzado en la productividad del arroz.

Dado que estos métodos agrícolas dependen tan-to de fertilizantes químicos, hay problemas conla fertilidad natural del suelo, y porque los pesti-cidas generan resistencia en las pestes, los agri-cultores necesitan cada vez mayor cantidad depesticidas para obtener los mismos resultados.Al mismo tiempo, los que se benefician por elincremento en el uso de agroquímicos, han usa-do las ganancias generadas para entrar en elnegocio de los tractores otra maquinaria agríco-la aunque no se necesiten con las nuevas semi-llas. Esto ha conducido a la industrializaciónen el campo.

Una vez que se ha entrado en la agriculturaindustrial, hacer agricultura cuesta más. Puedegenerar más ganancias, pero solo si los preciosque se obtienen por esos cultivos son superiores alos costos del uso de petroquímicos y maquina-

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ria. Los proponentes de la «Revolución Verde»dicen que han habido incrementos en las ga-nancias netas, una vez que los agricultores adop-tan el uso de semillas que respondan mejor. Peroestudios recientes revelan que los desembolsos porfertilizantes y pesticidas crecen más rápidamen-te que la productividad.

En Luzon Central - Las Filipinas, la producti-vidad del arroz incrementó en un 13% durantela década de 1980, pero el costo por el uso defertilizantes aumentó en 21%. En las sabanascentrales, la cosecha aumentó sólo en 6.5%,mientras que el precio de los fertilizantes aumentóen un 24% y los pesticidas en 53%. En Javaoccidental, hubo un incremento del 23% en lacosecha, mientras que el incremento en fertili-zantes y pesticidas creció en 65 y 69% respecti-vamente.

ECOLOGÍA INSUSTENTABLE

El estilo agrícola de la «Revolución Verde» no esecológicamente sustentable, aun en el caso de lasfincas grandes. En la década de 1990, los pro-pios investigadores de la «Revolución Verde» sealarmaron por algunas evidencias que salían ala luz. Luego de haber alcanzado incrementosfabulosos en los primeros años de esta transfor-mación tecnológica, las cosechas empezaban acaer en varias zonas donde se había aplicado la«Revolución Verde». En Luzon Central la cose-cha de arroz incrementó durante la década de1970, llegando a su pico más alto a inicios de1980. Desde entonces, está bajando. Experimen-tos a largo plazo hechos en el Instituto Interna-cional de Investigación sobre el Arroz (IRRI),en Central Luzon y en la provincia Laguna -Las Filipinas, confirman estos resultados. Se ha

encontrado la misma tendencia en sistemas arroz-trigo en India y en Nepal. Las causas de estefenómeno están relacionadas con la degradacióndel suelo a largo plazo, un fenómeno que no estácompletamente entendido por los científicos.

Un agricultor indio contó su historia a «Busi-ness Week»: Dyal Singh conoce que el suelo desu finca de 3.3 Ha en Punjab es cada día me-nos fértil. Aun no se han afectado las cosechasde trigo y maíz. «pero tendré un gran problemaen 5 o 10 años» dijo este agricultor de 63 años,que por años ha usado semillas de alto rendi-miento acompañadas con irrigación y fertilizan-tes químicos. Hasta ahora, el 6% de la tierraagrícola está produciendo menos.

Donde la productividad no ha declinado, la tasade crecimiento es lenta o no hay crecimiento.Esto se ha documentado en China, Corea delNorte, Indonesia, Birmania, las Filipinas,Tailandia, Paquistán y Sri Lanka.

ALGUNAS LECCIONES DE LA REVOLUCIÓN VERDE

Habiendo evidenciado que el incremento en laproducción de alimentos no se revierte en reducirel hambre, surge la pregunta ¿Bajo qué condicio-nes el incremento de cultivos ha fracasado en suintento de remediar el problema del hambre?

1. La tierra se ha convertido en una mer-cancía como cualquier otra y se da unaacumulación de tierras agrícolas en ma-nos de «superfincas» que reemplazan a launidad familiar agrícola.

2. Los principales productores de alimen-tos - pequeños agricultores y trabajadores

‘‘Una vez que se ha entrado

en la agricultura industrial, hacer agricultura

cuesta más. Puede generar más ganancias, pero sólo

si los precios que se obtienen son superiores a los costos

del uso de petroquímicos y maquinaria’’

‘’

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agrícolas- han perdido control con relaciónal abastecimiento de insumos agrícolas ymercados, lo que ha reducido sus ganan-cias y beneficios.

3. La tecnología dominante destruye la baseproductiva del futuro, degradando el sueloy generando pestes y problemas con male-zas, lo que hace a la actividad agrícola,costosa y difícil.

Bajo estas circunstancias, montañas de alimen-tos no pueden eliminar el hambre.

CONCLUSIONES

En un análisis final, si las historias de la «Revo-lución Verde» se ha contado, podría resumirseasí: que ha incrementado la productividad dealimentos, pero también el hambre en el mundo.Si la única forma de mantener la competitividaden la agricultura es el uso de insumos externoscaros, entonces, son los agricultores acaudaladosaquellos que ganarán inexorablemente. Los agri-cultores pobres tendrán problemas de encontrarun empleo adecuado que les ayude a compensarel haber perdido su estilo de vida campesino. El

hambre no se origina por la falta de alimentos,y no se puede eliminar produciendo más.

Es por eso que debemos ser escépticos cuandoMonsanto, DuPont, Novartis y otras compañíasbiotecnológicas-químicas nos dicen que la inge-niería genética va a incrementar la productivi-dad y por lo mismo, reducir el hambre en elmundo. Las tecnologías que ellos promueventienen dudosos beneficios y riesgos bien documen-tados, y la «II Revolución Verde» que ellos pro-mueven no solucionará los problemas delhambre, que la «I Revolución Verde» no pudoresolver.

Demasiada gente no tiene acceso a la alimenta-ción que existe, porque vivimos en condicionesde inequidad profunda y creciente. Si la agricul-tura puede jugar un rol en aliviar el problemadel hambre, se debe revertir el sesgo que favorecea los grandes agricultores y trabajar alternativasque apoyen a los pobres, como son la reformaagraria, la agricultura sustentable, reduciendola inequidad y hacer que el centro de la econo-mía agraria esté centrada en la agricultura apequeña escala.

«Revolución verde»LeccionesPeter Rosset,Joseph Collinsy Frances More Lappé

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‘‘Demasiada gente

no tiene acceso a la alimentación porque vivimos

en condiciones de inequidad profunda y creciente’’

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[Material de apoyo 05]

[Panel 02 • El campo no aguanta más]

[Un modelo de agricultura sostenible]

En las últimas décadas la agricultura ha experi-mentado una reconversión de tremendo alcance.De explotaciones agrarias diversas y adaptadasa distintos ecosistemas, que aprovechaban losrecursos de la Naturaleza sin apenas degradar-los, hemos pasado a un modelo agrícola que en-venena y agota la tierra y las aguas, consumegrandes cantidades de energía fósil, destruye pai-sajes y diversidad biológica y supone un graveriesgo para nuestra salud. Esta agriculturaindustrializada arruina y margina a millonesde campesinos en todo el mundo, concentrandoel control de la producción y de la venta de ali-mentos en media docena de multinacionales.El desembarco de la industria biotecnológica enel sector agroalimentario ha reforzado este siste-ma de producción y distribución de alimentos,acelerando de forma vertiginosa el proceso de con-centración industrial y potenciando una agri-cultura cada vez más dependiente en insumos,más desligada de equilibrios naturales y menossostenible. La experiencia de Argentina es unejemplo claro del impacto de los cultivostransgénicos en la agricultura1.

Ecologistas en AcciónFUENTE: http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article3184

La mayor amenaza de las aplicaciones de laingeniería genética en la agricultura es la des-aparición de una agricultura campesina adap-tada al entorno y de la agrobiodiversidad asocia-da a este tipo de agricultura. En efecto, uno delos mayores problemas a los que se enfrenta lahumanidad es la erosión del saber tradicional yla diversidad biológica, base del equilibrioecológico y de una agricultura sostenible. Perio-dos de sequía extrema, lluvias torrenciales y otrasconsecuencias del cambio climático, así como laamenaza de nuevas epidemias como la gripeaviar hacen que hoy sea más necesario que nun-ca conservar la biodiversidad -tanto silvestre comoagrícola- y los conocimientos sobre su manejo.La capacidad de una determinada variedad deresistir la sequía o la inundación, medrar ensuelos pobres o ricos, resistir a una plaga de in-sectos o una enfermedad, dar mayores rendimien-tos proteínicos... pueden ser característicascruciales para la producción futura de alimen-tos2. Sin embargo, estamos perdiendo diversidada un ritmo sin precedentes, tanto a nivel agríco-la como silvestre, y la desaparición de especies

05

[1] Altieri M.A. y Pengue W. A. Roundup Ready Soybean in Latin America: a machine of hunder, deforestation and socio-

ecological devastation. Informe publicado por CHASQUE y la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para

América Latina. Septiembre 2005

[2] Maguire, R.J. 2000. Report of the Environment Canada Workshop on the Potential Ecosystem Effects of Genetically

Modified Organisms. NWR Contribution No. 00-034. Burlington, ON. Ver también: Documentación sobre recursos

genéticos de la FAO

85 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 05

no se debe a procesos naturales, sino fundamen-talmente a las actividades humanas. Durante elsiglo XX han desaparecido el 75% de las varie-dades utilizadas en la agricultura, y 1.350 de las6.300 razas animales catalogadas están en peli-gro de extinción. La principal causante de estatrágica pérdida ha sido la agricultura industrial,que promovió el cultivo de enormes extensionescon variedades comerciales uniformes, sustituyen-do a las variedades locales3.

Esta uniformidad hace que los cultivos seanmuy vulnerables a plagas y enfermedades, pro-vocando grandes pérdidas de cosechas y aumen-tando la dependencia de los agricultores en losplaguicidas. Al potenciar el monocultivo deunas pocas variedades diseñadas para una agri-cultura de tipo industrial y para la venta enmercados globales, desplazando a las varieda-des locales y a los pequeños agricultores en laproducción de alimentos, las nuevasbiotecnologías de ingeniería genética acentúaneste proceso4.

Por otra parte, no hay que olvidar que el proble-ma del hambre no es un problema de escasez dealimentos, sino un problema de reparto y de ac-ceso los recursos básicos para producir (semillas,tierra...). Según la FAO para más de 850 millo-nes de personas que padecen hambre en el mun-do, la mayoría de ellas en las zonas rurales, laagricultura constituye el único medio para salirde su situación de pobreza y de carencia crónicade alimentos5. El coste de las semillas patentadasy las características de los nuevos cultivostransgénicos, ventajosas para las grandes explo-taciones muy mecanizadas, amenaza el mediode subsistencia de cerca de la mitad de la pobla-ción mundial que todavía vive de la agricultu-ra, agravando el problema de acceso a los ali-mentos para los más pobres6.

Conviene recordar, además, que en 10 años deaplicaciones comerciales de la ingeniería genéticaen la agricultura, las grandes promesas de estatecnología no se han cumplido7. Salvo algunasexcepciones, las variedades transgénicas no han

[3] FAO. 2004. Biodiversidad al Servicio de la Seguridad Alimentaria. Publicación para el Día Mundial de la Alimenta-

ción. 16. Oct. 2004

[4] Para más información ver GRAIN

[5] FAO. 2005. Agricultura y diálogo de culturas. Publicación para el Día de la Alimentación. 16. Oct. 2005

[6] Rosset P, Collins J y Lappé FM. 2000. Lessons from the green revolution: do we need new technology to end

hunger?. Genewatch. April 2000. Vol. 13. No. 2 Kuyek D. 2002. Patents and Intellectual Property Rights in African

Agriculture: implications for small farmers. GRAIN publications. 2002. Action Aid report: GM technology is likely to

exacerbate food insecurity, leading to more hungry people, not fewer. May 2003

[7] Friends of Earth International. 2004. Cultivos modificados genéticamente: una década de fracasos. FOE. Feb.

2004. Gregory Jaffe. 2005. Withering on the vine: will agricultural biotech’s promises bear fruit? Center for Science

in the public interest. Feb. 2005. Tom Sinclair. 2005. Integrating the GM approach to improve crop yield. Science and

Development Network. 18 August 2005.

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Un modelode agriculturasostenibleEcologistas en acción

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supuesto un aumento del rendimiento de los cul-tivos, sino todo lo contrario. En EE UU, porejemplo, el rendimiento de la soja resistente alherbicida Roundup se calcula que es entre un 5y un 10 por ciento inferior al de variedades con-vencionales similares8. Por otra parte, el tiempoha dado la razón al movimiento ecologista, quedesde un principio denunció que la introducciónde variedades manipuladas genéticamente supon-dría una mayor dependencia de agroquímicos:en EE UU las aplicaciones de pesticidas aso-ciadas a los cultivos transgénicos han ido en au-mento, tras un fugaz descenso en los primerosaños, suponiendo en 2003 una utilización

[8] Elmore RW, Roeth FW, Nelson LA, Shapiro CA, Klein RN, Knezevic SZ y Martin A. 2001. Glyphosate-resistant soybean

cultivar yields compared with sister lines. Agronomy Journal, 93: 408-412 Elmore RW, Roeth FW, Klein RN, Knezevic

SZ, Martin A, Nelson LA y Shapiro CA. 2001. Glyphosate-resistant soybean cultivar response to glyphosate. Agronomy

Journal, 93: 404-407. Sullivan D. 2004. Is Monsanto’s patented Roundup Ready gene responsible for a flattening of

US soybean yields that has cost farmers an estimated 1,28 billion?. The New Farm. 28. Sept. 2004

[9] Benbrook, C. M. 2004. Genetically Engineered Crops and Pesticide Use in the United States: The First Nine Years.

BioTech InfoNet. Technical Paper Number 7.

media un 4,1% superior en los campos MGque en la agricultura convencional9. La apari-ción de super-malas hierbas resistentes a losherbicidas y de plagas resistentes a los insec-ticidas y el deterioro de los equilibrios bioló-gicos que contribuyen a conservar la fertili-dad de los suelos y la salud de los cultivosson otras de las consecuencias negativas dela introducción de cultivos transgénicos entodo el mundo. Todo ello, sumado a los ries-gos de inestabil idad de las variedadestransgénicas y a sus potenciales efectos noci-vos para la salud, supone una grave amena-za para el futuro de la agricultura.

‘‘Conviene recordar,

además, que en 10 años de aplicaciones comerciales

de la ingeniería genética en la agricultura,

las grandes promesas de esta tecnología

no se han cumplido’’

‘’

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[Material de apoyo 06]

[Panel 02 • El campo no aguanta más]

[Agrocombustibles: catalizador del capitalismo global]

[Agrocombustibles]

Catalizador del modelo de libre comercio

re-colonizador y parte de la fórmula

de supervivencia del capitalismo global

Los agrocombustibles son una vía más para pro-fundizar el antagonismo entre el ser humano yla Tierra y entre los mismos seres humanos. Esuna herramienta más de un sistema que buscala imposición de jerarquías a través de la colo-nización de los remanentes de una identidadque se siente la realidad misma, sin ningunaseparación entre todos los seres que la ‘habitan’.

Maya Rivera M. y Sergio Arispe B.FUENTE: http://www.ecoportal.net/content/view/full/73179

Son un medio más para desposeer a la tierra desu esencia. Son parte de una ideología que de-fienden los más acaudalados en el mundo y quepermite hacer más ricos a los menos y más po-bres a los más.

Busquemos en nuestro interior que no está separa-do del exterior, el sentimiento de unidad con la tie-rra y con nosotros mismos, y encontraremos quevolver a la tierra en combustible para la industriaen general es un atentado contra nuestra identi-dad, es una cara más del modelo recolonizador.

A modo de introducciónLa bioenergía es un término bastante amplioque abarca a todos los productos energéticosobtenidos por procesos de conversión de pro-ductos o residuos agrícolas y animales1. Entree l los tenemos a los biocombustibles oagrocombustibles, considerados para atenderfundamentalmente la demanda del parqueautomotriz de los países desarrollados. Delalcohol etílico, el biodiesel y el alcoholmetílico, el más utilizado es el primero. Elalcohol etílico o etanol se obtiene de vegetales

LOS AGROCOMBUSTIBLES SON UNA VÍA MÁS

PARA PROFUNDIZAR EL ANTAGONISMO ENTRE

EL SER HUMANO Y LA TIERRA Y ENTRE LOS MISMOS

SERES HUMANOS. SON PARTE DE UNA IDEOLOGÍA

QUE DEFIENDEN LOS MÁS ACAUDALADOS EN EL

MUNDO Y QUE PERMITE HACER MÁS RICOS

A LOS MENOS Y MÁS POBRES A LOS MÁS.CABE PREGUNTARSE ¿CUÁL ES LA RAZÓN DE LOS

AGROCOMBUSTIBLES SI SEGÚN LOS DATOS

ANALIZADOS NO SON RENTABLES NI BENEFICIOSOS,SINO, MÁS BIEN, TODO LO CONTRARIO?

06

89 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 06

1 | Es importante mencionar que esta definición de bioenergía considera únicamente la visión filosófica occidental

que se sustenta en la dicotomía energía-materia, así como en la partición vivo-no vivo, entre otras separaciones.

Debido a que el tema de la definición requiere de un análisis profundo, hemos decidido hacerlo en otra ocasión y en

otro artículo. De todos modos, es importantísimo mencionar que esta definición de bioenergía es colonizadora y no

asume aquellas visiones para las cuales no hay separación entre el ser y la realidad y, por lo tanto, entre la materia

y la energía ni entre lo vivo y lo muerto.

ricos en azúcares como la caña de azúcar, elmaíz, la yuca y otros; es el combustible vege-tal equivalente a la gasolina. El biodiesel odiesel vegetal se obtiene de oleaginosas o vege-tales ricos en aceites como la palma africa-na, la jatropha, la linaza, palta y otros; es elagrocombustible más usado después del etanol.

Los agrocombustibles son una realidad en variospaíses en el mundo, incluidos países latinoame-ricanos, y se han constituido en una moda de laagroindustria que pretende insertarse en otrospaíses más. Uno de los pocos países latinoame-ricanos en los que aún no han tenido cabida esBolivia, pero hay iniciativas que están pujan-do para que este país se «suba al tren delagrocombustible»2 o, en su defecto, deje pasar lagran oportunidad de este negocio. Si bien la in-formación que ha corrido por los medios de comu-nicación es mayormente defensora de esta campa-ña, es menester realizar un análisis más profundodel tema a partir de las experiencias ya vividas enel mundo, las cuáles no muestran precisamenteque el agrocombustible haya sido una gran solu-ción a los problemas socioeconómicos y culturalesque vive Latinoamérica y el mundo entero.

El presente documento ha nacido con la in-tención de mostrar resumidamente todos losaspectos que atañen a los agrocombustiblespara ser considerados por Bolivia en especialy por todos los países llamados subdesarrolla-dos. Más allá de mostrar datos técnicos, he-mos pretendido realizar un cotejo sintético,pero lo más completo posible, de lo que signi-fican los agrocombustibles. Vale resaltar que

la mayoría de la información utilizada pro-viene de experiencias vividas en diferentespaíses. No es preciso especular sobre el tema,ya es una realidad.

Contexto InternacionalComo consecuencia de las alzas de precio delpetróleo, ocurridas a fines de los años 70 y en losaños 80, los países altamente dependientes derecursos fósiles tomaron gran interés en la gene-ración de combustibles a partir de materia pri-ma orgánica, desde cultivos específicos, entre loscuales se destacan la caña de azúcar, el maíz, lapalma africana y especies forestales de rápidareproducción como el eucalipto, por nombraralgunas. Tal previsión tiene como objetivo el deun día terminar con la dependencia que tienenlos grandes consumidores energéticos hacia loscombustibles fósiles que se encuentran en reser-vas de países denominados «políticamente ines-tables» o contrarios a los intereses imperialistas,como Irán, Venezuela, Nigeria y otros. Conside-rando la importancia de la energía a nivel polí-tico, económico y cultural, no podemos dejar detomar en cuenta que la pugna inter-imperialentablada para custodiar las regiones ricas enyacimientos petrolíferos, se agudiza, debido a quelos intereses económicos y energéticos de los paí-ses imperialistas son cada vez más difíciles de«subvencionar». Asimismo, es de extrema impor-tancia recordar que no son solamente los recur-sos petrolíferos los que mueven intereses interna-cionales; el quid del asunto radica en que hayuna guerra imperialista por recursos naturales,tierras y territorios en todo el planeta para sol-ventar la lógica capitalista de consumo.

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Agrocombustibles:catalizador delcapitalismo globalMaya Rivera M.y Sergio Arispe B.

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2 | Dicho publicitario utilizado en seminarios y foros a favor de la producción de agrocombustibles.

En este contexto, la industria de la agroenergíase constituye en una arremetida más del neo-neoliberalismo3 para insertarse en las economíasde los países del Tercer Mundo, ya que es enellas en donde se encuentran las fuentes de ener-gía y materias primas que necesitan4. Para lo-grar este cometido en la Cumbre de Países G8realizada en Alemania-Heiligendamm, por ejem-plo, se ha determinado la exigencia de estableceralianzas estratégicas con las economías emergen-tes, reforzar su compromiso de promover y forta-lecer el libre comercio para garantizar la libreinversión y ofrecer colaboración y transferenciade tecnología, a modo de reducir los puntos deresistencia en el mundo 5. Los agrocombustiblesencajan perfectamente con estos objetivos. Sonlas alianzas estratégicas entre los inversores, losEstados y actores sociales, y la transferencia de atecnologías importadas, los timones de estaagroindustria. En cuanto al aspecto tecnológicoes imprescindible tomar en cuenta que éste abrelas puertas a los transgénicos, productospetroquímicos y otras variables que establecenla obligación de la entrada de megaempresas es-pecializadas en estos rubros, afianzando la im-

posición del modelo agroindustrial sobre la agri-cultura tradicional específicamente y sobre mo-delos de soberanía nacional en general que es-tán emergiendo en algunos países como Boliviapor ejemplo.

Sobre los aspectossocioeconómicos importantesLA SUBIDA DE PRECIOS

DE LOS ALIMENTOS DE LA CANASTA FAMILIAR

Como prueba de lo mencionado hasta ahora,uno de los resultados de esta energía alternativaya se está avizorando en el mundo entero: variosproductos alimenticios han migrado a la pro-ducción de combustibles y han dejado de abaste-cer los mercados internos de alimentos. Expertosdeclararon que la inflación de los «commodities»(se refieren a productos agrícolas que, bajo reglasde flexibilización de comercialización de laOMC, tienen preferencias comerciales) que laproducción de biocombustibles está generando,es una tendencia global que puede tener conse-cuencias negativas para los países pobres y espe-cialmente para aquellos con bajo potencial

91 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 06

‘‘En este contexto

la industria de la agroenergía se constituye

en un arremetida más del neoliberalismo,

para insertarse en las economías

de los países del Tercer Mundo’’

‘’

3 | «Ante el fracaso del modelo, la economía neoliberal ha echado mano al componente ideológico como recurso

estabilizador y ha creado un sentimiento, fuertemente apuntalado por el discurso, de que no hay alternativa al capi-

talismo de libre mercado. Concomitantemente, y a partir del 11 de septiembre de 2001, ha reforzado el componente

político-militar, con lo que reconfigura el neoliberalismo en un neo-neoliberalismo armado e intervencionista, fuer-

temente anti-democrático, disfrazado de humanismo anti-terrorista, que pretende desarmar los sistemas de defensa

de todos los países del sur y el este que representan un obstáculo a las pretensiones norteamericanas de dominio del

planeta» (Graciela Mazorco, «De la competencia a la complementación», documento inédito).

4 | Esto lo ha sido reconocido en la Cumbre de Países G8 en Heligendamm-Alemania el 7 de junio de 2007.

5 | Maria Luisa Ramos. Cumbre de Países G8 realizada en Alemania-Heiligendamm. Breve Análisis sobres su Decla-

ración emitida el 7 de junio de 2007. Bolpress. 13/06/2007. Sección Opinión.

6 | Ego Ducrot, Victor. Agencia Periodística MERCOSUR (APM). Suba creciente de precios a la hora de comer.

10/08/2007. http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_print.php?idnota=349.

agropecuario 6. La soberanía alimentaria deestos países está sucumbiendo ante la importa-ción de alimentos altamente subsidiados, prue-ba fehaciente de que los agrocombustibles sonparte de una política internacional para impe-dir la consolidación de redes de producción,comercialización y consumo que no está acordecon la conveniencia de los grandes capitales.El Instituto de Investigación de Políticas de Ali-mentación Internacional (IFPRI, siglas en In-gles) en Washington D.C. ha realizado investi-gaciones que arrojan datos preocupantes sobreel potencial impacto de los biocombustibles.Mark Rosegrant, director de una división delIFPRI y otros colegas, proyectan que dados losincrementos constantes del petróleo, el rápidoincremento global en la producción debiocombustibles impulsará el aumento del pre-cio del maíz en un 20 por ciento para el 2010y un 41 por ciento para el 2020. Se estima quelos precios de semillas oleaginosas, incluyendosoya, colza y semillas de girasol, incrementaránen un 26 por ciento para el 2010 y en un 76por ciento para el 2020; lo propio con el preciodel trigo: en un 11 por ciento para el 2010 y enun 30 por ciento para el 2020 7.

De acuerdo a la correlación de factores, laspresiones especulativas han creado lo quepuede denominarse « la f iebre por losbiocombustibles»: el incremento de los precios

por especulación. Fondos de inversión estánapostando fuertemente en el maíz, lo que estácreando una estampida del mercado en tornoal etanol. La fiebre de biocombustibles estáocasionando que las reservas estratégicas degranos alimenticios a nivel global se dispon-gan mayormente para la agroenergía reforzan-do la posibilidad de desabastecer el mercadode alimentos. Aunque el etanol ha creadoenormes oportunidades para formidables ga-nancias al sector agroindustrial, al de especu-lación y algunas granjas, ha desequilibradosubstancialmente el f lujo tradicional decommodities y modelos de comercio y consu-mo de manera interna y externa en el sectoragrícola 8. La producción de biocombustibleses, a su vez, un enorme limitante para permi-tir la consagración de los objetivos del milenio,los que establecieron en las Naciones Uni-das, en el 2000, un compromiso de reducir, ala mitad, la población que crónicamente su-fre de hambre, del 16% en 1990 a 8% parael año 2015.

Considerando los factores expuestos veremos quelos agrocombustibles exasperarán más aún el ham-bre mundial. Varios estudios por economistas delBanco Mundial sugieren que el consumo calóricoalimentario de los pobres del mundo declina me-dio por ciento cuando los precios medios de losalimentos incrementan en un por ciento.

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Agrocombustibles:catalizador delcapitalismo globalMaya Rivera M.y Sergio Arispe B.

Apoyo067 | C. Ford Runge y Benjamín Senauer. (Foreign Affairs). How Biofuels Could Starve the Poor (Como los biosombustibles

podran hacer morir de hambre al pobre). mayo/junio 2007. http://www.foreignaffairs.org/20070501faessay86305-

p0 . Traducciones realizadas por nosotros.

8 | C. Ford Runge y Benjamín Senauer. (Foreign Affairs). How Biofuels Could Starve the Poor (Como los biosombustibles

podran hacer morir de hambre al pobre). mayo/junio 2007. http://www.foreignaffairs.org/20070501faessay86305-

p0 . Traducciones realizadas por nosotros.

Cuando un alimento importante se vuelve máscaro, la población trata de reemplazarlo con unomás barato y generalmente menos nutritivo; perosi todos los alimentos básicos suben no hay alter-nativa a la cual recurrir. Se estima que para elaño 2025 existirán 1.2 mil millones de perso-nas crónicamente hambrientas 9, ¿y que fue delos objetivos del milenio?

Un factor considerativo que tampoco estasiendo apreciado dentro de la ecuación delos agrocombustibles es el paulatino aumen-to de precios de las canastas básicas mun-diales debido a que el transporte navieromarítimo está sufriendo cambios de ruta delas cargas marítimas a puertos chinos, hin-dúes y otros, debido la creciente economíaasiática, hecho que: 1) esta aumentando lacongestión del canal de Panamá, subiendo,de por s í , l o s prec io s de l t ranspor teinteroceánico, 2) esta ocasionando que lasf lotas marítimas prefieran importar mine-rales (carbón, acero y hierro) para la Chi-na, solicitando más espacio en los buquespara estos insumos y, por lo tanto, fomen-tando el incremento de los precios del trans-porte de granos alimenticios 10. Si adicio-namos el hecho de que los granos o vegetalespara agrocombustibles son más rentables quelos alimenticios, entonces menos espaciohabrá en los navíos para los alimentos.

Finalmente, somos testigos de una mayor con-fraternización entre las corporacionestransnacionales. Empresas del petróleo que quie-ren reducir su dependencia con el petróleo, laindustria automovilística que quiere continuarsus ganancias de acuerdo al modelo de transpor-tación individual, y las industrias agrícolas quequieren seguir adelante monopolizando el mer-cado agrícola mundial, se alían para formaroligopolios que dejan sin oportunidades a lospequeños productores y pequeños empresarios.Ni mencionar el rol de los países desarrollados,como EE.UU. y la Unión Europea (U.E.), ensu deseo de mantener su hegemonía sobre la eco-nomía global. Ahora que existen países latinoa-mericanos grandes productores de petróleo que sehan atrevido a contrariarlos, se esfuerzan porotorgar ímpetu al tema de los biocombustibles.11

Sobre la factibilidad económicade los agrocombustiblesa partir del balance energéticoDentro de los factores más importantes paradefinir la factibilidad de la producción debiocombustibles está su balance energético (lacomparación entre la energía utilizada paraproducir agrocombustibles y la energía produci-da). David Pimental y Tadius Patzek, de lasuniversidades de Cornell y Berkeley, respectiva-mente, sostienen, según el balance de energía de

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‘‘Cuando un alimento importante

se vuelve más caro, la población intenta reemplazarlo

con uno más barato y generalmente menos nutritivo:

pero si todos los alimentos básicos suben

no hay alternativa a la que recorrer’

‘’

9 | Ibid.

10 | 10- APM. De cómo el Tercer Mundo no controla lo que producen Corporaciones, especuladores y

Agrocombustibles. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=56164. 14-09-2007.

11 |Saragih, Henry. Vía Campesina. It´s cars versus humans (Son autos contra humanos). Traducciones realizadas

por nosotros. 03/08/07. Saragih Henry es Secretario General de la Federación de Uniones de Granjeros de Indonesia

(FSPI). http://www.thejakarta.com/yesterdaydetail.asp?fileid=20070726 .E03.

todos los cultivos, que con los métodos de proce-samiento actuales se gasta más energía fósil paraproducir el equivalente energético enbiocombustible.

Producto de sus estudios se deduce que por cadaunidad de energía gastada en energía fósil el re-torno es: 0.778 de energía de metanol de maíz,0.636 unidades de etanol de madera y, en elpeor de los casos, 0.534 unidades de biodiesel desoya. En síntesis, el retorno por unidad es siem-pre menor. Si consideramos, además, los costosde investigación, mejoras productivas, mecani-zación del agro, el costo ambiental por lasobreexplotación de las tierras, los monocultivos,etc., entonces es un proyecto insostenible que nisiquiera ofrece modelos energéticos más equili-brados con el medio ambiente que los fósiles.Dichas apreciaciones realizadas por Pimental yPatzek para definir este balance de energía, con-sideran las siguientes variables: la energía usa-da para la construcción y funcionamiento delas plantas procesadoras, la maquinaria agríco-la y el trabajo.

Otros científicos han pronunciado muchasevaluaciones negativas sobre la agroenergíapor las implicaciones mediatas e inmediatasque ésta acarrea. A pesar de los resultados deestos estudios, se sigue propagando algunasvaloraciones positivas, dejando de lado inclu-so algunos factores que ni Pimental y Patzekhan incluido dentro de sus informes, como ser:los costos del tratamiento de desperdicio y de-sechos, los impactos ambientales de los culti-vos bioenergéticos intensivos -como la pérdida

de suelos-, la contaminación ambiental por eluso de plaguicidas y fertilizantes. Sin embar-go, a pesar de que se ha tratado de sacar esti-maciones positivas (existen seis estimacionesdespués de la investigación de Pimental yPatzek), el balance energético positivo siguesiendo, a lo sumo, modesto (1.130 a 1.340en la relación entrada/salida). Asimismo,resaltamos que la reducción de emisiones degases con efecto invernadero, estimada, es decerca del 13%: una disminución mínima.

Otros resultados obtenidos por la investiga-ción realizada por Patzek concluyen que lasconsecuencias económicas de la excesiva pro-ducción de maíz han sido devastadoras. Porejemplo, el precio de maíz en Iowa (departa-mento Estadounidense), que es el más grandeproductor de dicho grano, declinó 10 veces entrelos años 1949 y 2005, no obstante que lascosechas de maíz se triplicaban. Otro efectoconsiderativo es que los agricultores de Iowaganan una tercera parte de lo que ganaban hace50 años, pero sus costos de producción se hanmultiplicado, debido a que queman metano ydiesel para producir maíz. El precio de metanose ha incrementado varias veces en los últimos3 años. Patzek dice: «los subsidios a los cultivosde maíz que han suplido los precios del maíz enel mercado han aumentado hasta en un 50%entre 1995 y el 2004». A esto Patzek agregaque existirá más concentración en la produc-ción industrial del maíz en gigantescas fincasoperadas por las grandes corporaciones agríco-las, mientras que a los pequeños agricultores sóloles resta alquilarles su tierra12.

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12 | Ibid.

Sobre la factibilidad tecnológicaLa tecnología es un aspecto central. En un estu-dio realizado por Farrel y Colab (2006) se aler-ta a los países latinoamericanos que un uso engran escala de etanol para combustibles segura-mente requerirá tecnologías de celulosa 13 queamplían el rango de convertibilidad de las mate-rias primas utilizadas 14; esto quiere decir, porejemplo, que ya no necesitaríamos una hectáreade caña para producir 6000 litros de etanol,sino que podríamos hacerlo a partir de un pro-ceso enzimático, desde cualquier material orgá-nico, por ejemplo, el aserrín de la madera. Estatecnología aún no está plenamente desarrolladay se estima que de aquí a diez años, medianteinversiones fuertes e investigaciones, puede seralcanzada. Como los procesos de adquisición detecnología son caros y requieren de mucha inver-sión, lo más probable es que sean detentados porpocas manos con capacidad de invertir. Esto lesquita a los países latinoamericanos todo tipo desoberanía sobre la producción deagrocombustibles, además de la comercialización.

Mientras tanto, en Latinoamérica la tecnolo-gía actual utilizada para la producción deagrocombustibles, que se caracteriza porque re-quiere de cultivos a gran escala –hecho que con-lleva todo una problemática ambiental y social–va a seguir invirtiendo grandes montos de dinero

para el aglutinamiento de tierras, préstamos eco-nómicos y sistemas de producción, los cualespueden ser desestimados en su totalidad el mo-mento en que se consolide el tipo de tecnologíade segunda generación mencionada en el ante-rior párrafo, lo cual puede dejar a los países lati-noamericanos no solamente con tecnologías des-echadas, sino también con deudas, con la mayo-ría de sus tierras mal utilizadas por cultivos paracombustibles y, lo que es peor, con sus tierrasapropiadas por las transnacionales o grandesempresas interesadas en los agrocombustibles.

Considerando que los países latinoamericanosque están invirtiendo, como política nacional,en sistemas de agrocombustibles dan plazos ybeneficios tributarios para incentivar la inver-sión de capitales entre cinco y quince años, en-tonces están dando a los inversores la gran posi-bilidad de lucrar con nuestras tierras y recursossin dejar réditos tangibles para el futuro. Mien-tras tanto, esos mismos capitales están desarro-llando tecnologías de segunda generación paraque en un futuro cercano el proceso de acumula-ción de capital ni siquiera necesite de esas tie-rras para producir biocombustibles. Esto impli-ca que habríamos prácticamente subvenciona-do las ganancias de las megaempresas implica-das y nos habríamos perjudicado en términoseconómicos, ambientales, sociales y culturales.

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‘‘Como los procesos

de adquisición de tecnología

son caros y requieren de mucha inversión,

lo más probable es que sean obtenidos

por pocas manos con capacidad de invertir’

‘’

13 | Según, Martins de Carvalho, Horacio. (Alainet) en: La expansión de la oferta del etanol. 13/08/2007. (http://

alainet.org/active/19020&lang=es), existe la posibilidad de hacer etanol celulósico a partir del 2012, en Estados

Unidos, y en Brasil en los próximos 10 años. Éste tipo de etanol se produce a partir de residuos agrícolas y forestales.

Considerando que el proceso se basa en la hidrólisis enzimática del bagazo de caña, el principal problema actual-

mente es la producción y aplicación de enzimas en gran escala.

14 | Gerardo Honty y Eduardo Gudynas. Agrocombustibles y desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.

Situación, desafíos y opciones de acción. PROBIOMA (Productividad, Biosfera y Medio Ambiente). Santa Cruz. 2007.

Sobre las oportunidades laboralesEn el caso de Brasil, el principal exponente dela agroenergía a partir de biocombustibles enLatinoamérica, la oferta laboral referida a esterubro es bastante desalentadora. Existe informa-ción respecto a la baja de la PEA en el áreaagrícola en un 20%, aproximadamente, desdelos años 70, justamente en la etapa en la que seha incursionado en la industria de losagrocombustibles (año 75). En la experienciade Brasil se rescata el caso de Ribeiro Preto,municipio de Sao Paolo, paladín de la indus-tria de la caña de azúcar para producir etanol,en el cual la situación laboral en los cañaveraleses insignificante y, además, desoladora, ya quehay más gente en la cárcel que trabajando en laagricultura.

Si bien la campaña de la agroindustria siempreha ofrecido grandes oportunidades de trabajo, sulógica de mecanización y maximización de lasganancias a partir de la eficiencia y competen-cia traducidas en mejores precios=bajos salarios,han constituido grandes problemas laborales, es-clavitud en la zafra y migración del campo a laciudad. El bajo rendimiento de conversión y laexigencia de subvenciones traducidas en ma-quinaria, sistemas de irrigación, grandísimasextensiones de tierra, insumos agroquímicos yotros, hacen del agrocombustible en un produc-to no rentable que no puede darse el lujo depagar salarios: la mecanización a gran escalaes la mejor opción y es, precisamente, la que seestá utilizando. Los biocombustibles no dantrabajo.

Agrocombustiblesy las cadenas productivas agrícolasLos agrocombustibles por su componente agríco-la se desenvuelven en las cadenas productivasagrícolas, las que se caracterizan porque el pe-queño productor ocupa la parte más baja y, porlo tanto, más desventajosa de la misma, siendolas transnacionales las que dominan las etapasmás lucrativas. El poder de las transnacionalesse traduce en los agrocombustibles a través dejoint ventures, es decir, emprendimientos conjun-tos de diferentes multinacionales para un mis-mo objetivo, en este caso, los agrocombustibles.Tenemos a transnacionales de tres sectores im-portantes: 1) petrolero, 2) agroindustrial ybiotecnológico, y 3) automotriz. Además, se es-tán dando procesos oligopólicos de control detodas las etapas de la cadena de producción deagrocombustibles.

La experiencia de los pequeños productores agríco-las en todo el mundo se caracteriza porque no segana nada en la producción, sino en lacomercialización. Vale decir, es el inversor el queva a definir los precios de la materia prima y delproducto final, a través de las negociaciones conotras redes transnacionales con las cuales el peque-ño productor no tiene oportunidad de tranzar porsus desventajosas condiciones. Éste hecho ha per-mitido en algunos casos que los pequeños produc-tores tengan que alquilar sus tierras a las grandesempresas pues no contaban con la posibilidad deobtener sistemas de riego y otros aspectos domina-dos por las megaempresas (ejemplo de la cadena dela Okra en México) 15.

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15 | Sánchez, Kim (México), «Tierra y trabajo para forjar una cadena de productos frescos en una región agrícola de

México», en Teoría y práctica del enfoque Cadenas Globales de Mercancías en América.

Este hecho debe alarmarnos pues es un primerindicio de la posibilidad de abrir las puertas alas transnacionales para que ingresen a apode-rarse de tierras, territorios y recursos naturalesque renueven la lógica de consumo capitalistaen la que son los países del Primer Mundo losque consumen y los países del Tercer Mundo losque avalan con sus recursos, tierras y mano deobra barata esa insostenible costumbre del siste-ma capitalista.

Algunas anotacionesrespecto al medio ambienteSOBRE LA REDUCCIÓN DE GASES EFECTO INVERNADERO

Se dice que los agrocombustibles serán una op-ción para reducir los gases de efecto invernaderoy otros daños ambientales relacionados con lacadena del petróleo, con lo cuál se estaría contri-buyendo con el problema del calentamiento glo-bal. La realidad se postra bastante distinta aldiscurso ya que no es la forestación una de lasintenciones de la agroenergía, sino, más bien, ladeforestación traducida en monocultivos exten-sos. Son varios los científicos que abogan por-que para una verdadera reducción de CO2 sedebe reforestar y no así «deforestar para culti-var».

La producción de agroenergía no va a reempla-zar al combustible fósil en más que un 10 o15% para el 2030 más o menos. La capaci-dad de conversión de los cultivos no es eficiente yrequiere de grandes extensiones de tierra y deluso de agroquímicos y biotecnología para

maximizar la producción, con lo que se destruyela tierra. Asimismo, la capacidad de recorridoen distancia que tiene un auto que funcionacon diesel es mayor a aquel que funciona conbiodiesel, hecho que implica que se requiere demayor cantidad de explotación de tierras y culti-vos para mantener los estándares de consumodel parque automotriz. En este sentido, la con-taminación que deviene intrínsecamente del com-bustible fósil no va a desaparecer con la energíavegetal.

Por otra parte, si consideramos que: 1) el gobier-no de EE.UU. prevé que el consumo mundialde energía aumentará en un 71% entre 2003 y2030, la mayor parte del cuál tendrá como fuen-te una mayor demanda de petróleo, hulla y gasnatural, y 2) se estima que, para el final de eseperiodo (2030), toda la energía renovable (in-cluidos los agrocombustibles) será un 9% del con-sumo mundial de energía, entonces es relativo ypeligroso considerar como cierto el supuesto deque los agrocombustibles tendrán un papel im-portante en la lucha contra el calentamientoglobal16.

Además, es preciso anotar que EE.UU. y otraspotencias como parte de su «discursos» deapoyo a la reducción de gases de efecto inver-nadero, ha optado por dejar libre a sus paísesde industrias contaminantes17. Al mismo tiem-po, como parte de sus «discursos» de coopera-ción al desarrollo de los países del tercer mun-do, han desarrollado procesos de traspaso de

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‘‘Los agrocombustibles

pueden implicar una nueva puerta

para que las transnacionales penetren

en nuevas tierras, territorios

y recursos naturales’’

‘’

16 | Martins de Carvalho, Horacio. (Alainet) La expansión de la oferta del etanol. 13/08/2007. http://alainet.org/

active/19020&lang=es.

17 | Ibíd.

las industr ias e lectrointensivas yambientalmente contaminantes del medioambiente a los países en desarrollo. Tal con-tradicción no es casual. A los países desarro-llados les resulta mucho más barato instalarsus industrias en estos países debido a los bajoscostos de producción traducidos en: mano deobra barata, ahorro en transporte de mate-rias primas y la predisposición de gobiernosfácilmente doblegables en materia ambiental.

Desde un punto de vista medioambiental, losbiocombustibles no necesariamente contribui-rán a disminuir la problemática de la polu-ción, y, en algunos casos, muy por el contra-rio, exacerbarán el calentamiento global. Deacuerdo Monbiot (2007), cada tonelada deaceite de palma que es convert ido enbiocombustible dispersa 33 toneladas de emi-siones de carbono dióxido (CO2); 10 vecesmás que las emisiones dispersadas por com-bustibles fósiles18.

Además, «los agrocombustibles industriales re-quieren amplias aplicaciones de fertilizantespetroquímicos, cuyo uso global (actualmente auna relación de 45 millones de toneladas por

año) tiene más que el doble de la disponibilidadbiológica de nitrógeno en el mundo, contribu-yendo intensamente a la emisión de óxido nitroso,un gas de efecto invernadero 300 veces máspotente que el CO2»19.

En caso que la actividad de producción deagrocombustibles se esfuerce en no deforestar, se-gún estudios realizados pro la FAO, el tipo deagricultura que deberá sustentar esta actividadson los monocultivos para producireficientemente, es decir, mayor cantidad de pro-ducto por hectárea y en el menor tiempo posi-ble. Para esto es un requisito indispensable elmayor uso de irrigación y fertilizantes de origenfósil, los cuales tienen un alto contenido de óxi-do nitroso (N2O), el tercer gas de efecto inver-nadero más importante en el mundo para elcalentamiento global20.

La Agencia de Protección Ambiental de Esta-dos Unidos (EPA, siglas en inglés) dice que lasemisiones de óxido nitroso por año son equiva-lentes a 3.114 mil millones de toneladas dedióxido de carbono anual. Sólo la agriculturaemite un equivalente a 2.616 mil millones detoneladas de dióxido de carbono21.

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18 | Saragih, Henry. Vía Campesina. It´s cars versus humans (Son autos contra humanos). Traducciones realizadas

por nosotros. 03/08/07. Saragih Henry es Secretario General de la Federación de Uniones de Granjeros de Indonesia

(FSPI). http://www.thejakarta.com/yesterdaydetail.asp?fileid=20070726.E03

19 | Eric Holt-Giménez. Phd. Director Ejecutivo, Food First/Institute for Food and Development Policy, Oakland-

California. «Biocombustibles: mitos de la transición de los agrocombustibles». Artículo publicado en

Ecoportal.net. 4/09/07.

20 | Biofuelwatch. «Agrofuel threaten to acelérate global warming» (Los Agrocombustibles amenazan con

acelerar el calentamiento global). Mayo, 2007. www.biofuelwatch.org.uk. Citas traducidas para este texto

por los propios autores.

21 | Íbid.

Según Mosier y Zhu, las emisiones de óxidonitroso se han incrementado en un 250%. Des-de la revolución industrial, las concentracionesde óxido nitroso se han incrementado en un 17%y, en total, los humanos han duplicado la canti-dad de nitrógeno biológico de manera global, cuyosefectos son desastrosos sobre la biodiversidad. Apesar de que este hecho es extremadamente, pre-ocupante, aún no se conoce totalmente sus con-secuencias, pero sí es sabido por los científicosque un aumento en la utilización de productospetroquímicos implica el aumento de óxidonitroso, el cuál, por efectos de evaporización delas aguas es trasladado a otros cultivos, con loque cultivos y bosques que no están acostumbra-dos a altos contenidos de nitrógeno pueden des-aparecer22.

Este hecho es muy preocupante debido a que loslugares óptimos para una mejor producción deagrocombustibles son aquellos que convierten elcarbón en oxígeno, como por ejemplo, el Amazo-nas o las selvas tropicales del sureste asiático.

Sobre la deforestacióny recuperación de suelosOtro aditivo del maquillaje discursivo que pre-tende hacer presentable a los agrocombustibles,se sustenta en que permite la recuperación desuelos y que no alimenta el proceso dedeforestación.

Son varias experiencias que han demostradoque los agrocombustibles significan un avan-ce de la frontera agrícola y ganadera, a costa

de la destrucción de los bosques primarios.Incluso se ha venido a denominarle el«biodiesel de la deforestación» por Eric Holt-Giménez. El caso de Brasil, nada más, es alar-mante. La industria del azúcar y el alcoholtiene la pretensión de alcanzar en Brasil elrecord de 110 mil millones de litros de etanolanuales; es decir, abastecer el 5%, únicamen-te, del mercado mundial de etanol, lo queequivale a aumentar su producción actualen seis veces. En esta perspectiva, mantenién-dose los actuales niveles medianos de produc-tividad de la caña de azúcar y de los rendi-mientos en la fabricación del etanol, los ca-ñaverales tendrán que ocupar 28 millones dehectáreas, casi la mitad de los aproximada-mente 60 millones que conforman toda el áreausada hoy por la agricultura nacional23.

En toda la bibliografía consultada, no se hanencontrado experiencias que hayan cooperadoen la reforestación y recuperación de suelos. Muypor el contrario se encuentran casos extremos dedeforestación como en Brasil, Indonesia y otros.Aquellos que defienden el hecho de que laagroenergía no significa deforestación en sí mis-ma, olvidan que utilizar tierras para la produc-ción de agrocombustible además de las tierrasque se necesitan para producir alimentos, impli-ca un aumento de actividades que requieren demás extensiones de tierra. Vale decir, la produc-ción de agrocombustible empuja a otras activi-dades agrícolas a buscar más tierras, con lo quela deforestación se convierte en una realidad másdifícil de paliar.

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‘‘En relación

con los agrocombustibles

no se han encontrado experiencias

que hayan cooperado en la reforestación

y recuperación del suelo’’

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22 | Íbid.

23 | Ibíd.

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ConclusionesCabe preguntarse ¿cuál es la razón de losagrocombustibles si según los datos analizadosno son rentables ni beneficiosos, sino, más bien,todo lo contrario? Como ya hemos anticipadosomeramente, los agrocombustibles tienen unarazón de ser, y esta no es, precisamente, de ordenecologista, social o cultural. Los agrocombustiblesson la punta de lanza de un modelo de librecomercio que posibilite a las transnacionales deEE.UU., y otras, mantener a flote su sistemafinanciero y político.

En este sentido, es urgente ser concientes de quelos agrocombustibles son parte de un contextointernacional caracterizado por importantesacaecimientos económicos que preceden a ungran colapso del modelo capitalista global refle-jado en el escenario económico que acontece enEE.UU. actualmente. El precio del petróleo semantiene en ascenso. Los indicadores no mien-ten: la marca de $us 80 por barril de petróleoya se superó, y se prevé alcanzar $us 100 porbarril prontamente. Asimismo, el precio de otros«commodities» también sube. Esta subida coin-cide con un dólar cada vez más débil y el aumen-to de la liquidez del sector financiero estadouni-dense (corporaciones del complejo energético-in-dustrial-militar, bancos y fondos financieros). Esposible que esta bonanza termine dirigiéndosehacia créditos de alto riesgo. Y es en esta partede la ecuación que encajan los agrocombustibles:su bajo rendimiento y su alta exigencia de sub-venciones caen como anillo al dedo a la necesi-

dad de mantener en movimiento, mediante cré-ditos, esos capitales que son, en realidad, espejis-mos, pues los precios de las materias primas es-tán subiendo por especulación y la inflación deldólar está creciendo24.

Este espejismo resulta muy atractivo para lospaíses exportadores de materias primas los cuá-les caen en el discurso de los grandes capitalesque hacen creer que con el incentivo de la pro-ducción agropecuaria, mediante créditos, van ahacer crecer las economías del Tercer Mundo.La historia es la portadora de la verdad y reflejaen su seno el fracaso del modelo de desarrollo(llámese este «desarrollo sostenible» o de otramanera, pero siempre «desarrollo») y sus falsaspromesas. Recordemos a América Latina en ladécada de los ´80 cuando Estados Unidos sa-neó su inflación dando ingentes cantidades decréditos, los cuales se tradujeron solamente en ladeuda externa insostenible25.

El caso de los agrocombustibles hace venia aaquella realidad no lejana debido a que por suinfactibilidad social, cultural, económica y tec-nológica, va a terminar endeudando, sin salida,a los países del llamado Tercer Mundo. Las ex-periencias en Colombia, por ejemplo, ya mues-tran que los pequeños productores se han endeu-dado hasta el cuello para comprar tierras queles permitan producir ya que, no olvidemos, sonmuchas tierras las que se necesitan para produ-cir algo de biocombustible. Por otro lado, haycasos en los que los pequeños productores no tie-

24 | Víctor Ego Ducrot. «Inflación y crisis: cuidado con las grandes mentiras. Petróleo, dólar y ´commodities´ a favor

de EE.UU».

25 | En: http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_print.php?idnota=3649

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‘‘Estamos

en una etapa

en la que los agrocombustibles

viabilizan la supervivencia del sistema

financiero y político capitalista’’

‘’

nen más que alquilar sus tierras, porque es loúnico que tienen, para acceder a los famososcréditos. Gracias a esto, las megaempresas se es-tán adueñando de tierras y, por lo tanto, de re-cursos naturales (incluidos recursos humanos).

Estamos en una etapa en la que losagrocombustibles viabilizan la supervivencia delsistema financiero y político capitalista, cada vezmás cruel. Una etapa que a diferencia de otrasrefleja un creciente rechazo a las políticas interna-cionales de ingerencia en los países denominadostercermundistas. El rechazo al ALCA y a los TLCes una prueba de ello. Pero hay que tener cauteladebido a que los agrocombustibles se posicionan

como parte de la salida del ciclo de crisis que caracteri-za al capitalismo actual, mediante la apertura a lainversión extranjera y a la ingerencia sobre tierras, terri-torios y recursos, medios fundamentales para la supervi-vencia de este sistema.

El modelo de libre comercio tan resistido en algunospaíses se camufla muy ágilmente en diferentes iniciati-vas como los agrocombustibles, la Iniciativa de Integra-ción Regional Sud Americana (IIRSA) y las cuencasdel río Madera 26, las cuales están integradas en unmodelo de recolonización que, evidentemente, no velapor las exigencias de los países denominados subdesa-rrollados, sino por la supervivencia del sistema capita-lista global. |WWW.ECOPORTAL.NET

27 | Como importante referencia sobre la relación entre los agrocombustibles, el IIRSA y las cuencas del río Madera,

el investigador boliviano Pablo Villegas ha trabajado de forma inédita, especialmente sobre el tema del río Madera.

* Maya Rivera Mazorco

y Sergio Arispe Barrientos trabajan

en la Comisión de Agricultura,

Campesinos, Comunidades Origina-

rias y Etnias del Senadot

Nacional de Bolívia.

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[Material de apoyo 07]

[Panel 2 · El campo no aguanta más]

[Argentina: a cinco años del ‘corralito’]

Imagínese cómo reaccionaría si hoy le dijeranque no puede retirar su dinero del banco. Pueseso es lo que les ocurrió a millones de argentinoshace exactamente cinco años. El 3 de diciembrede 2001, en medio de una profunda recesión, elgobierno del presidente Fernando de la Rúa im-puso por decreto el llamado «corralito». ( La me-dida restringía la extracción de depósitos banca-rios a una suma fija de 250 pesos semana (porentonces US$250). La intención era frenar unafuga de dinero del sistema que ya había llegadoa US$20.000 millones y respondía a rumoresde un colapso económico.

Argentina tenía en ese momento un sistema fijode convertibilidad por el cual un peso equivalíaa un dólar, pero este esquema ya había comen-zado a resquebrajarse debido a un contexto in-ternacional desfavorable y a un alto endeuda-miento del país.

«No sólo los ahorristas participaron de la fuga,sino también muchos bancos que transfirieronfondos al exterior», explica a BBC Mundo eleconomista Alan Cibils.

El «corralito» atrapó a las ahorristas que nohuyeron a tiempo, originó protestas en formade «cacerolazos» y precipitó la peor crisis fi-nanciera en la historia argentina. «Los quelograron escapar fueron los que tenían infor-mación y pudieron sacar el dinero antes deque se aplicara la medida. Estos fondos ter-

Max SeitzFUENTE: http://independent.typepad.com/elindependent/

minaron ‘bajo el colchón’, en cuentas en paí-ses como Uruguay o en paraísos fiscales», afir-ma Cibils.

Asfixia económicaSi bien salvó al sistema bancario del colapso -almenos ésa era su intención-, el «corralito» termi-nó asfixiando al argentino de clase media y tra-bajadora.

«Nuestra economía, gran parte de ella ‘en ne-gro’, funciona básicamente con efectivo y lasrestricciones dejaron a la población sin bille-tes. De modo que paralizaron la actividad yterminaron acelerando la caída», explicaCibils.

Miles de recursos de amparo llovieron sobre elPoder Judicial, mientras los bancos protegían lasentradas de sus sucursales con chapas y guardiasprivados para defenderse de los ahorristas enar-decidos.

Una mujer quiso prenderse fuego frente a unaentidad y un hombre pasó el verano del 2002en traje de baño ante una sede del HSBCporque no podía retirar dinero para irse devacaciones.

Para «confiscar» los ahorros, el gobierno llegó aderogar la llamada ley de intangibilidad de losdepósitos. Según Cibils, «fue una violación delprincipio de propiedad privada».

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103 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 07

El «corralito» tuvo un alto costo político. Provo-có la renuncia de dos ministros de Economía:Domingo Cavallo, su creador, y Jorge RemesLenicov, quien meses después quiso cambiar losahorros por bonos compulsivos.

El propio De la Rúa debió renunciar a fines dediciembre de 2001, en medio de la debacle. «Nose apropió de nada». El «corralito» terminaríaabriéndose casi un año después.

Tras la caída de la paridad peso-dólar, en2002 se «pesificarían» los ahorros en dólaresy surgiría el «corralón», un esquema dereprogramación de los plazos fijos en la mo-neda estadounidense, los cuales se devolveríanprogresivamente en pesos devaluados (un pro-ceso ya completado). Hasta hoy, De la Rúasigue defendiendo su desempeño.

«El ‘corralito’ no se apropió de nada, fue unmodo de enfrentar una corrida bancaria que erafruto de rumores», dijo recientemente el ex presi-dente en una entrevista con BBC Mundo.

«Todo eso estaba: la recesión, la crisis social, eldesempleo. Así recibí el gobierno. Fue una luchapara superar esa situación».

«Y no era fácil porque se agregó un contextointernacional desfavorable: el enfriamiento dela economía de Estados Unidos y el cambio deconducción en el Fondo Monetario Internacio-nal (FMI), con gente mal dispuesta hacia Ar-gentina como consecuencia de incumplimientosanteriores», aseguró.

Alternativas¿Puede decirse que el «corralito» -altamente im-popular- tuvo algún efecto positivo?

«La medida intentó salvar a los bancos y lo lo-gró, pero a costa de la población. No sabemosqué hubiera pasado sin no se aplicaba, porqueera cierto que había una importante fuga decapitales. Quizás los bancos hubieran acabadoen una situación más comprometida», dice eleconomista Alan Cibils.

«Creo que un alternativa hubiera sido aplicarmucho antes un control del flujo de capitales,pero el FMI, que por entonces dictaba la políti-ca económica de Argentina, se oponía a ello».El fenómeno del «corralito» -»little fence» en in-glés, algo que para Cibils sería «impensable» enEuropa o Estados Unidos, llegó a convertirse enmateria de estudio en todo el mundo.

Pero puertas adentro era un «malo conocido»,porque en la década de los años 90 el presidenteCarlos Menem había implementado una medi-da similar, conocida como «Plan Bonex».

Muchos ahorristas argentinos siguen desconfian-do de los bancos y prefieren invertir en el actual«boom» de la construcción o bien seguir durmien-do «tranquilos» sobre fajos de dólares antes deguardar su dinero en una cuenta.

A cinco años de su aplicación, el «corralito» con-tinúa siendo un recuerdo latente: todavía que-dan 50.000 juicios pendientes en tribunales detodo el país.

Argentina:a cinco añosdel ‘corralito’Max Seitz

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‘‘Muchos argentinos siguen desconfiando de los bancos

y prefieren invertir en el actual ‘boom’ de la construcción

o bien seguir durmiendo ‘tranquilos’ sobre fajos dólares’’

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[Material de apoyo 08]

[Panel 4 · El derecho a la alimentación]

[FAO: más libre comercio, más hambre]

Ayer terminó la Cumbre de Alto Nivel sobreSeguridad Alimentaria de la FAO (Organiza-ción para la Alimentación y la Agricultura dela ONU) que se celebró estos días en Roma.Las conclusiones del encuentro no indican uncambio de tendencia en las políticas que se hanvenido aplicando en los últimos años y que hanconducido a la situación de crisis actual.Las declaraciones de buenas intenciones y laspromesas de millones de euros para acabar conel hambre en el mundo realizadas por varios go-bernantes no van a poner fin a las causas es-tructurales que han generado esta crisis. Asímismo, las propuestas realizadas por el secreta-rio general de la ONU, Ban Ki-moon, de au-mentar en un 50% la producción de alimentosy rechazar las limitaciones impuestas a la ex-portación por parte de algunos países afectadosparecen reforzar más las causas de la crisis queconducir hacia salidas reales que garanticen laseguridad alimentaria de la mayoría de las po-blaciones en el Sur.

El monopolio de determinadas corporacionesmultinacionales de cada uno de los tramos de lacadena de producción de alimentos, desde las se-millas pasando por los fertilizantes hasta lacomercialización y distribución de lo que come-mos, es algo que no se ha tratado en esta cum-bre. Sin embargo, y a pesar de la crisis, las prin-cipales compañías de semillas, Monsanto,DuPont y Syngenta, han reconocido un aumen-to creciente de sus ganancias y lo mismo han

Esther VivasFUENTE: http://www.cadtm.org/spip.php?article3411

hecho las principales industrias de fertilizantesquímicos. Las mayores empresas procesadoras dealimentos como Nestlé o Unilever también anun-cian un alza en sus beneficios, aunque por de-bajo de las que controlan los primeros tramos dela cadena. Del mismo modo que las grandesdistribuidoras de alimentos como Wal-Mart,Tesco o Carrefour afirman seguir aumentandosus ganancias.

Los resultados de la cumbre de la FAO reflejanel consenso alcanzado entre la ONU, el BancoMundial (BM) y el Fondo Monetario Interna-cional (FMI) para mantener unas políticas eco-nómicas y comerciales de dependencia Sur-Nor-te y de apoyo a las multinacionales de laagroalimentación. Las recomendaciones lanza-das a favor de una mayor apertura de los merca-dos en el Sur, de subvencionar las importacionesde alimentos a partir de la ayuda al desarrollo yla apuesta por una nueva revolución verde apun-tan en esta dirección.

Aquellos que trabajan y cuidan la tierra, en ma-nos de quienes debería de estar nuestra alimen-tación, los campesinos y las campesinas, fueronexcluidos del debate. Cuando representantes deorganizaciones campesinas intentaron presentarsus propuestas, coincidiendo con la inaugura-ción oficial de la cumbre, fueron retirados por lafuerza. En reuniones anteriores de alto nivel, sehabía permitido una mayor participación delos colectivos sociales y en cambio ahora, ante la

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105 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 08

gravedad de la situación, las puertas se hanmantenido cerradas, como ha denunciado la redinternacional Vía Campesina.

Acabar con la situación de crisis implica ponerfin al modelo de agricultura y de alimentaciónactual que antepone los intereses económicos degrandes multinacionales a las necesidadesalimentarias de millones de personas. Es necesa-rio abordar las causas estructurales: las políticasneoliberales que se han venido aplicando de for-ma sistemática en los últimos 30 años, promo-vidas por el BM, el FMI, la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC) con EstadosUnidos y la Unión Europea al frente. Unaspolíticas que han significado una liberalizacióneconómica a escala global, apertura sin freno delos mercados, privatización de tierras dedicadasal abastecimiento local y su reconversión enmonocultivos de exportación… conduciéndonosa la grave situación de inseguridad alimentariaactual. Según el BM se calcula que la cifra de850 millones de personas que hoy padecen ham-bre aumentará en los próximos años hasta 950.

La salida a la crisis pasa por regular y controlarel mercado y el comercio internacional; recons-

truir las economías nacionales; devolver el con-trol de la producción de alimentos a las familiascampesinas y garantizar su acceso libre a la tie-rra, a las semillas, al agua; sacar la agriculturade los tratados de libre comercio y de la OMC; yponer fin a la especulación con el hambre.

El mercado no puede resolver el problema. Fren-te a las declaraciones del número dos de la FAO,José María Sumpsi, afirmando que se trata deun problema de oferta y de demanda, debido alaumento del consumo en países emergentes comoIndia, China o Brasil, hay que recordar quenunca antes se había dado una mayor produc-ción de comida en el mundo.

Hoy, se produce tres veces más que en los añossesenta, mientras que la población mundial tansólo se ha duplicado desde entonces. No hay unacrisis de producción de alimentos, sino una im-posibilidad para acceder a los mismos por partede amplias poblaciones que no pueden pagarlos precios actuales. La solución no puede sermás libre comercio porque, como se ha demos-trado, más libre comercio implica más hambre ymenor acceso a los alimentos. No se trata deechar más leña al fuego.

FAO:más libre comercio,más hambreEsther Vivas

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‘‘No hay una crisis

de producción de alimentos,

sino una imposibilidad para acceder

a los mismos por parte de amplias poblaciones

que no pueden pagar los precios actuales’’

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[Panel 6 · La política agraria de la UE]

[El privilegio de ser una vaca en Europa]

«No te preocupes por mí y lucha con todas tus fuerzas

contra la OMC» dijo a un amigo Lee Kyung-Hae, un

campesino coreano de 54 años, antes de clavarse un

cuchillo en el corazón. Sucedió hace un año en la

cumbre de la Organización Mundial de Comercio en

Cancún. Lee protestaba por las exportaciones a pre-

cios por debajo del coste de producción (dumping) de

la Unión Europea y los Estados Unidos. La disminu-

ción de los precios provocada por el dumping ha conde-

nado a la pobreza a millones de pequeños agricultores

como Lee en todo el mundo, incapaces de competir

con los productos subvencionados. La OMC, lejos de

proteger a los países pobres de los abusos de las econo-

mías del Norte, se ha regido por un principio fariseo:

proteccionismo para los países ricos y libre comercio y

apertura de los mercados para los pobres.

Los ejemplos son demoledores: según datos de Oxfam

International la UE y EEUU son autores de la mitad

de las exportaciones de trigo, fijando precios que son

alrededor de un 40% más bajos que sus costes de

producción. La UE por sí sola es el mayor exportador

mundial de leche desnatada en polvo, a precios que

representan el 50% del coste de producción y es ade-

más el mayor exportador mundial de azúcar blanco,

que vende por una cuarta parte del coste de produc-

ción.

Manuel Ansede Vásquez - Madrid, 18/10/04FUENTE: www.cafebabel.com - Le Magazine Européen

¿Ayuda al desarrollo?

Los efectos del dumping alimentario que practica la

UE son devastadores. La apertura de los mercados

jamaicanos obligada por el Banco Mundial a las im-

portaciones de leche en polvo subsidiada de la UE

arruinó con sus precios risibles a los productores loca-

les. Una actitud que se repite en todos y cada uno de

los países pobres, adornada a veces por el cinismo y la

incoherencia de la «ayuda al desarrollo» que lo acom-

paña. Por cada dólar donado a los países pobres en

concepto de ayudas, éstos pierden dos dólares a causa

de las barreras comerciales de los países ricos.

Tras las mortíferas inundaciones de 2000 en

Mozambique, por ejemplo, la UE donó a este país

170 millones de euros. Un ejercicio de hipocresía por

parte de una UE que impone su azúcar subvenciona-

do a este país, suprimiendo la competitividad del azú-

car de caña local, el más barato del mundo. Y va más

allá, ya que la UE no permite la importación de azú-

car procesada mozambiqueña, reservando los benefi-

cios del refinado para empresas europeas como la bri-

tánica Tate and Lyle, la alemana Sudzucker o la fran-

cesa Beghin Say, que han recibido subsidios a la expor-

tación por valor de 600 millones de euros.

A pesar de la bífida política comercial europea, puede

que la muerte de Lee no haya sido en vano. El desespe-

rado grito de ayuda del coreano quizás aceleró la lle-

gada de los símbolos en la lucha contra el dumping.

Tras declarar ilegal el sistema estadounidense de sub-

sidios al algodón en junio de 2004, la OMC, en una

sentencia histórica, ha declarado que la UE utiliza un

El dumping alimentario de la UE arruina a millones de pequeños

agricultores. La reforma de la PAC debe acometerse ahora que inclu-

so la OMC se ha pronunciado contra el dumping europeo.

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107 CONVIVIR CON LA TIERRA | MATERIAL DE APOYO 09

nivel de subsidios a la exportación de azúcar cuatro

veces superior a lo permitido. ¿El principio del fin del

dumping?

Otras víasLas políticas neoliberales han fracasado si es que al-

guna vez tuvieron como objetivo la erradicación del

hambre en el mundo. La propuesta de revisión a me-

dio plazo de la Política Agraria Común europea (PAC)

sigue apostando por un modelo intensivo de produc-

ción agraria que conlleva el progresivo despoblamiento

del medio rural y el empobrecimiento del pequeño

agricultor. La sociedad civil europea debe presionar

para conseguir una profunda reforma de la PAC, con

la vista puesta en la Soberanía Alimentaria: el dere-

cho de los pueblos a definir su política agraria y

alimentaria, sin dumping frente a países terceros. Es

una alternativa al neoliberalismo agrario y fue desa-

rrollada por Vía Campesina, debatiéndose por prime-

ra vez en la Cumbre Mundial de la Alimentación en

1996. Implica la marginación de la OMC, orga-

nismo totalmente inadecuado para tratar temas

de seguridad alimentaria, y la actuación de las

Naciones Unidas. La Soberanía Alimentaria da

prioridad a la producción local frente a la exporta-

ción, autorizando a los países a adoptar medidas

proteccionistas anti-dumping y permitiendo ayu-

das públicas a los campesinos si no son utilizadas

para exportar a precios inferiores. Además, garan-

tiza la estabilidad de los precios agrícolas a escala

internacional mediante unos acuerdos internacio-

nales de control de producción.

Sin embargo, siempre según datos de Oxfam

International, si África, el sudeste asiático y América

Latina aumentaran un insignificante 1% su partici-

pación en las exportaciones mundiales, los beneficios

podrían sacar de la pobreza a 128 millones de perso-

nas. Ésa es la utopía, pero la realidad la resumió per-

fectamente el escritor uruguayo Eduardo Galeano: «los

subsidios que recibe cada vaca en Europa –más de dos

euros al día- duplican la cantidad de dinero que en

promedio gana, por un año entero de trabajo, cada

granjero de los países pobres». Una vaca europea gana

más que un africano. ¿Acaso no merece esto

un haraquiri?

El privilegiode ser una vacaen EuropaM. Ansede Vásquez

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‘‘Las políticas neoliberales

han fracasado si es que alguna vez

tuvieron por objetivo la erradicación

de la pobreza’’

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[Panel 6 · La política agraria de la UE]

[La política agraria común cumple 50 años]

La PAC es sobre todo una historia de superlati-vos. Primera política europea, primer presupues-to de la Unión, primera potencia agrícola mun-dial, pero también primer donante de fondos, ¿yde lecciones?, y uno de los aspectos de la UE mássensible y que suscita debates más apasionados.Todo lo que se ha realizado tras el Tratado deRoma de 1957 corre el riesgo de desmoronarsecon las profundas alteraciones producidas en elpaisaje agrícola mundial. ¿Es la PAC a sus 50años demasiado vieja?

La PAC, en su inicio, era una coordinacióncomún de las agriculturas nacionales para ha-cer de la recién creada UE el primer exportadormundial. Entendible, en una Europa cuyas eco-nomías habían resultado devastadas por la Se-gunda Guerra Mundial y en la que todo estabapor reconstruir. La falta de medios, las desigual-dades, la disparidad de salarios… la PAC vuel-ve, poco a poco, a poner las cosas en su sitio.

Para impulsar el mercado interior fue necesarioen primer lugar aislarlo del exterior. Tasas en lasfronteras limitaron las importaciones y subven-ciones a los agricultores ayudaron a las exporta-ciones. Se importaba poco, se exportaba mucho:¡el non plus ultra! Se ponía así fin a lavolatilidad del mercado mundial, pero se podía -sin embargo- vender en él nuestros productos. Lasventajas sin los inconvenientes, ciertamente todoeran beneficios, pero esto no gustaba a todo elmundo.

Franck Lirzin - Paris 19/11/07FUENTE: www.cafebabel.com - Le Magazine Européen

Los países pobres acusaron por ello a la Uniónde competencia desleal. La ronda de Doha, ini-ciada en 2001 por la OMC con el objetivo deliberalizar los intercambios y ayudar a los paísesmás pobres se paralizó en 2006. La Organiza-ción de la ONU para la Alimentación y laAgricultura (FAO) opina que este fracaso fueprovocado por la negativa de los grandes paísesproductores a perder sus ventajas competitivas.

En el interior de la Unión, la PAC distribuyesubvenciones a los agricultores para fomentar eldesarrollo de sus producciones. Pero como los sub-sidios son proporcionales a la cantidad produci-da, los agricultores son animados a producir cadavez más, a pesar de que no resulte ya rentable.Cuanto más se produce, más dinero se consigue,aunque no se venda.

A comienzo de los años ochenta, las produccio-nes agrícolas pasan a ser excedentarias. La bús-queda del beneficio a cualquier precio destruyelas economías locales rurales, absorbidas por lasgrandes explotaciones. Se prima la cantidad so-bre la calidad. Todo ello termina por costar muycaro a una Unión debilitada frente a los agri-cultores que se enganchan a sus subvenciones ylos Estados que se benefician de la PAC.

Por ello, el objetivo fue limitar la producciónmediante cuotas, barbecho y desacoplamientoentre las ayudas y las cantidades producidas. Estasegunda PAC se propuso reconstruir el mundo

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rural que había destruido antes. Siguiendo losconsejos de la OCDE, comenzó a medir mejorsus acciones prefiriendo la promoción del mun-do rural al éxito económico, aunque ello supu-siese tener que subvencionar a las explotacionesdeficitarias.

Y a pesar de todo, hace ya 25 años que laPAC va a contracorriente. Tempestades, inun-daciones, catástrofes naturales…, las cosechasmundiales son cada vez peores. Si a ello seañade un aumento de la demanda debido ala utilización masiva de biocarburantes, cam-bios en los comportamientos alimentarios yuna oferta en descenso, el resultado es claro:los precios por las nubes. Sólo por poner unejemplo los cereales han subido un 95,8% enel último año. Los consumidores están cogi-dos por el cuello, pero los agricultores se la-mentan de no poder beneficiarse de estas su-bidas debido a las cuotas de producción quese les han impuesto con la PAC.

Antes, los precios eran tan bajos que se necesita-ban las subvenciones para poder sobrevivir. Aho-ra, son lo suficientemente altos como para

forrarse. Por ello, los que defendían ayer sus ven-tajas financieras no quieren hoy oír hablar deellas.

Como consecuencia, Francia, primer productorde cereal y principal beneficiario de la PAC,solicita une remise à plat, un cambio en la PAC.Sin embargo, todos somos conscientes de que lagestión administrativa de la agricultura es condemasiada frecuencia ineficaz, bien sea por lafluctuación de los precios agrícolas mundiales olas dificultades para intermediar entre el merca-do interior y el mercado mundial.

Tras mucho tiempo, la Unión intenta igualarsus precios a los del mercado mundial. Para ello,ha disminuido las subvenciones del 38% al 27%en veinte años, según datos de la OCDE. Elobjetivo es adaptar la producción a las necesida-des de los consumidores. Ahora bien, la subidade precios acelera la necesidad de maniobra. LaComisaria de Agricultura, Mariann Fisher Boel,ha propuesto suspender desde 2008 los derechosde aduana, pero algunos temen que, en caso derecuperación de los mercados, la Unión se en-cuentre indefensa.»

La política agrariacomún cumple50 añosFranck LirzinParis, 19.11.2007

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‘‘Antes, los precios eran tan bajos

que se necesitaban las subvenciones para

poder sobrevivir. Ahora, son lo suficientemente

altos como para forrarse’’

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[Material de apoyo 11]

[Panel 1 · El mundo se muere de hambre]

[Entrevista a Sergio Latouche:decrecimiento y sostenibilidad]

P.- ¿Nos podría explicar en pocaspalabras qué es el decrecimiento?

R.- El decrecimiento no es un modelo. Es antesde todo un lema provocador para marcar lanecesidad de una ruptura, impactar losespíritus como un eslogan publicitario.Estrictamente se tendría que hablar de «a-crecimiento », del «a» privativo griego, como«a»-teísmo. Es necesario salir de la religión delcrecimiento, del culto al progreso, a lasmercancías, mejor dicho habría quedesintoxicarse.

Como lo comento en mi libro: Sobrevivir aldesarrollo: de la descolonización del imagina-

Audrey Boursicot y Audrey Dye – ENTREPUEBLOS

FUENTE: Boletín Nº47- Entrepueblos

rio económico a la construcción de unasociedad alternativa, es imprescindible uncambio de valores, sobre todo en cuanto alcomportamiento del ser humano frente a suentorno natural. Es un rasgo específico deOccidente la idea del hombre prometéico, dela cual viene la famosa frase de Descartes: «elhombre maestro y dominador de la naturaleza». Sin embargo el hombre pertenece a lanaturaleza, es menester que el hombre pare sudepredación de la naturaleza, y que encuentreun modo de vivir en armonía con la naturale-za, como un jardinero fiel.

Se quiere sustituir el mundo natural por elartefacto, o sea un mundo artificial. Con latécnica conseguiremos sustituir el mundo queha creado al hombre por un mundo creadopor el hombre. Pero si se mira al planetadesde el punto de vista de la hipótesis Gaia(lo que correspondería a la Pachamama enAmérica Latina), el hombre es solamente unelemento del conjunto del ecosistema terrestre.No sólo tiene que cambiar su modeloeconómico y político, sino que tiene quecambiar su manera de considerar al planetay a sí mismo.

Entonces la reapropiación del futuro de cadapueblo pasa por la redefinición del contenidode su política general y éste es el sentido deldecrecimiento.

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, FENÓMENOS COMO EL CAM-BIO CLIMÁTICOY LA CRISIS ENERGÉTICA HAN VUELTO

A PONER A LA ORDEN DEL DÍA, CON MÁS FUERZA

QUE EN EL PASADO, LA ADVERTENCIA QUE EL CLUB

DE ROMA HIZO EN LOS AÑOS 70 SOBRE LOS «LÍMI-TES DEL CRECIMIENTO». PRINCIPALMENTE EN

FRANCIA E ITALIA, SE HA CONSOLIDADO UNA FUER-TE CORRIENTE TRANSVERSAL A DIFERENTES MOVI-MIENTOS Y ORGANIZACIONES SOCIALES, QUE SE AR-TICULA A TRAVÉS DE LA CRÍTICA AL CONCEPTO DE

«DESARROLLO SOSTENIBLE» Y DE LA REIVINDICA-CIÓN DEL «DECRECIMIENTO». SERGE LATOUCHE, UNO

DE LOS TEÓRICOS DE REFERENCIA DE ESTE MOVI-MIENTO FUE ENTREVISTADO POR ENTREPUEBLOS DU-RANTE SU ÚLTIMA ESTANCIA EN BARCELONA.

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P.- ¿Por qué no le parece viable laglobalización?

R.- El decrecimiento es sin duda un proyectoanti-globalización. Pero la globalizaciónestá condenada a largo plazo, incluso segúnlas personas que no pertenecen al movi-miento del decrecimiento, con el agotamien-to del petróleo. La globalización sólo esviable teniendo en cuenta los costes detransportes artificialmente bajos. Con unadesaparición de las energías fósiles, loscostes de transporte van a multiplicarse por10, 20 o 30, por lo que no se utilizarámás el transporte aéreo y se reducirá eltransporte terrestre. Sólo se transportaránlas mercancías que no pueden producirse enla misma zona. J. M. Keynes, economistafamoso del fin del siglo XIX, ya decía en suépoca, cuando todavía no se sabía lo queiba a ocurrir, que las ideas tienen quecircular libremente, pero las mercancías lomenos posible y los capitales para nada.Desde este punto de vista, el decrecimientocumplirá las aspiraciones de J. M. Keynes.

Antes de llegar a tal punto, es necesarioreducir los transportes terrestres y plantearseuna relocalización. Hoy en día, viajamos todoel tiempo porque no estamos a gusto enninguna latitud, lo que es muy malo para elplaneta, porque consumimos mucha energía yel coste ecológico de estos viajes es muy alto.Mientras vivimos cada vez más en un mundovirtual, en cambio viajamos realmente. En elfuturo, tendremos que aprender a viajarvirtualmente y redescubrir el arraigo alterritorio.

P.- ¿La redistribución equitativa delas riquezas pasa por el decreci-miento del Norte?

R.- La respuesta es sí. Es simplemente mate-mático: un 20% de la población mundialque vive en el Norte consume un 86% de losrecursos, pues nada más queda un 14% deestos recursos para el Sur. Es necesaria unaredistribución más justa. Significa quetenemos que restringir nuestra sangría en lospaíses del Sur para que respiren. Por ejemplo,durante la gran hambruna en Etiopia ySomalia, estos países seguían exportandoalimentos para las mascotas de las clasesmedias del Norte.

Eso pasa por un cambio de nuestro modeloalimentario, comemos demasiada carne, grasa,azúcar, sal…Un 50% de los jóvenes enEstados Unidos son obesos, en Europa un30%. Aquí se vislumbra la irracionalidad detal modelo. Un 40% de la producción decereales sirve para la alimentación delganado. Pero se tira un 30% de la carne quese encuentra en los supermercados, es undespilfarro enorme. La producción de carne deEuropa se basa en el uso de un territorio 4veces superior al de Europa bajo forma de laimportación de torta de orujo, de soja, maíz,etc. para el ganado.

P.- ¿Cómo concibe Vd. el decreci-miento en un país del Sur, porejemplo?

R.- Siempre digo que no voy a proponer a lospaíses del Sur emprender el decrecimiento

Entrevista aSergio LatoucheEntrepueblosBoletín 47

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cuando todavía no han conocido el crecimien-to. En cambio, si el decrecimiento significaconstruir una sociedad diferente de la sociedadoccidental basada en el crecimiento sin límite,entonces tiene sentido a la vez para los paísesque todavía no tomaron este camino, quetienen aún un patrimonio que preservar. Ypara los que ya tomaron este camino estodavía posible cambiar de camino. Lespermitiría romper con la dependencia econó-mica, que se ejerce a través de «l’Etau de ladette» (Aminata Traoré), pero también através de las estructuras económicas. A estadependencia económica se suma la dependen-cia cultural. Se les ha privado de sus propiasilusiones para vivir, 700 millones de africa-nos no quieren vivir más en África, sino venira Europa. A través de los nuevos medios decomunicación (internet, el teléfono móvil)tienen la cabeza en la «aldea global» y «lospies en la mierda africana». El fenómeno dela inmigración, tal como lo conocemos hoy endía, está sólo iniciándose, no basta consobrevigilar las fronteras con muros de reten-ción y metralletas, pero eso es ahora mismo loque va imponiéndose. Somos nosotros mismosquienes hemos creado este deseo, porque ellosno lo tenían antes. Hace 20 años los africa-nos no pensaban en marcharse de su pueblo,mientras hoy nada más quieren irse.

P.- ¿Pensando en la soberaníaalimentaria cómo se aplicaría eldecrecimiento en un continentecomo África?

R.- No me preocupo por África. Ladesmundialización será más fácil para ellos

que para nosotros. Su sistema económicofunciona ya mayoritariamente fuera delmercado, ya están acostumbrados a vivir encondiciones muy difíciles. Con la quiebra delsistema ya no podrán exportar sus cultivosespeculativos, como ha sucedido en el pasado.Comerán mejor porque empezarán a diversifi-car sus cultivos, cultivarán productos para supropia satisfacción. Un inmenso país como esla República Centroafricana, poco poblado,tendría que hundirse por abundancia, perotiene una organización muy débil comoresultado de la colonización y del imperialismode los países del Norte. Esta organizacióntiene como consecuencia un nivel de vida queno permite aumentar la producción agrícolaque posibilitaría el abastecimiento de lapoblación urbana.Un ejemplo de alternativa podría ser el deCuba, que a consecuencia del embargo supoconstruir una agricultura ecológica, quepropicia una alimentación abundante y sana.Si los países del Sur pudieran autogestionarse,encontrarían una solución. Seguramente nosería la solución en la que pensamos, ya queson ellos mismos los actores de su cambio.

P.- ¿Por qué le parece que el desa-rrollo sostenible es una trampa?

R.- Es una cortina de humo porque eldesarrollo no es sostenible. El desarrollo essólo una palabra, que conlleva todo unimaginario y una historia. Es la historia delcrecimiento insostenible. Hoy en día elcrecimiento es nada más una transformacióncuantitativa y no cualitativa. El término«desarrollo sostenible» es un lindo hallazgo del

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‘‘El desarrollo

es una cortina de humo. No es sostenible.

El desarrollo es sólo una palabra

que comporta un imaginario y una historia.

Es la historia del crecimiento insostenible’’

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mundo publicitario. Según mis fuentes, seríael mismo Henry Kinsinger quien durante laConferencia de Estocolmo en el año 1972presionó para que el término de«ecodesarrollo » fuera sustituido por «desarro-llo sostenible». En efecto, a los grupos depresión de las industrias estadounidenses lesparecía demasiado ecologista el término«ecodesarrollo». Es un hallazgo a la vezpolítico, publicitario y técnico, o sea la mejorcortina de humo. Es prometer a las personasel oro y el moro, salvar el planeta sin cam-biar nada.

Recuerdo una conversación que tuve con unbusinessman que me decía: «queremos salvarel business y el planeta», pero es el businessquien está destruyendo el planeta, entonceshay que escoger. Por esta razón, la palabra«decrecimiento» tiene como objetivo marcar laruptura, mientras el «desarrollo sostenible»marca una continuidad. A tal punto que elWorld Business Council for SostainableDevelopment, el grupo de presión más potentedel planeta, está compuesto por todos losgrandes contaminadores del planeta, que son:Montsanto, Novartis, Total-Elf-Fina, etc.•

‘‘La palabra ‘decrecimiento’

tiene como objetivo marcar la ruptura,

mientras que el desarrollo sostenible

marca la continuidad’’

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Entrevista aSergio LatoucheEntrepueblosBoletín 47

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[Material de apoyo 12]

[Panel 1 · El mundo se muere de hambre]

[El poder de las grandes cadenas de distribución.Entrevista a Christian Jacquiau (fragmento)]

¿Qué impacto tiene laimplantación de un supermercadoen un pueblo o un barrio? ¿Quésucede con el campesinado? ¿Ycon el tejido social?

El impacto es inmenso, si tomamos el ejemplode Francia, desaparece el comercio deproximidad. En Francia hay 36.000pueblos, hay 18.000 que ya no tienen ningúncomercio de proximidad. Cuando desaparecenlos comercios de proximidad tambiéndesaparecen los comerciantes, los trabajadoresy los artesanos. Tiene impacto sobre el mundoagrícola: la gran distribución quiere preciosbajos a la producción, para ello lo quenecesita es eliminar a los campesinos lo másposible y mecanizar, recurrir a la química, amáquinas grandes etc. Es en 1945 despuésde la guerra que empieza a desarrollarse laagricultura productivista intensiva, había 6millones de campesinos en Francia, ahora soloquedan 500.000 y perdemos 30.000 cadaaño, es decir uno cada veinte minutos, simiramos a nivel europeo a causa de esemodelo económico perdimos una pareja decampesinos cada minutos.

Por último, el impacto sobre las empresas, lagran distribución pretende que los precios al

FUENTE: Boletin Entrepueblos N°48Periodico Diagonal N° 82

consumo sean competitivos, pero, a su vez,quiere precios cada vez más bajos a laproducción para que la margen de beneficiossea cada vez más importante. Estamos enplena aceleración de la globalización, es labúsqueda de precios bajos por todas partes ylos distribuidores comparan los precios, buscanen los países que tienen menos protecciónsocial.

Lo que me parece esencial es que detrás deesta lógica hay todo un cuestionamiento delsistema de redistribución de la riqueza denuestra sociedad, es decir que, si hay menosagricultores, menos comerciantes, empresas,pymes, etc, esto significa, menos salariosdistribuidos, menos cotizaciones patronales,menos cotizaciones salariales, menosimpuestos recaudados sobre toda esa gente quetiene demasiadas rentas, etc.

En Francia tenemos 8 millones de personasque tienen un salario debajo del umbral depobreza, 1 millón de niños que tienen sólouna comida por día, 5 millones de gente enparo. En todo caso esto sigue, la maquinaavanza, mañana habrán 9, 11 millones, perono es una fatalidad, hay una mecánica queestá detrás de todo eso es la gran distribuciónpero la gente nunca hace la relación.

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¿Qué opinión le merece la entradadel comercio justo y de laagricultura ecológica en lossupermercados?Al principio el comercio justo era para los quelo concibieron, una herramienta detransformación de la sociedad, era unamanera de luchar contra el capitalismo, FransVan der Hoff el fundador de Max Havelaardice «éramos anticapitalistas». Algunosmilitantes altermundialistas reivindicaronproductos de comercio justo en las grandessuperficies. Al principio los distribuidores noestaban interesados. Pero pronto loconsiguieron,… a costa de quitarle al conceptocontenido político. Pasamos de unplanteamiento de transformación de lasociedad a un «producto» de comercio justo.

Hay actores de comercio justo que van a«vender» sus productos a las grandessuperficies. Eso es sólo una manera demaquillar la imagen de estas empresas,porque entre 60.000 referencias, los grandistribuidores van a proponer sólo algunosproductos de comercio justo, lo que norepresenta casi nada, pero a partir de ahí vana comunicar mucho sobre eso. Hoy Leclerc esel que más comunica, porque es el número 1en Francia de la difusión de productos decomercio justo. Si el consumidor va alsupermercado, va a llenar el carro deproductos inequitativos a veces fabricados porniños en los subsuelos del tercer mundo, peroagrega un producto Max Havelaar y se va acasa con la conciencia tranquila.Justamente ahí hay un enorme debate sobre loque significa comercio justo, algunos dicen

que consiste en pagar un poco más unproducto para darle un poquito más alpequeño productor, es el enfoque de MaxHavelaar. No es el que prefiero. Otros dicenque el comercio justo plantea el tema delreparto de la riqueza, es decir, tiene que estarpresente a lo largo de la cadena del productoral consumidor, no se puede vender un productosupuestamente de comercio justo en uncomercio que no lo es.

Con la agricultura ecológica es lo mismo, elmodelo francés fue creado hace treinta añospor el movimiento Nature et Progrés con dosideas: primero, en la agricultura ecológica notiene que haber productos químicos,pesticidas, insecticidas. Pero también hay unplanteamiento social muy importante, laagricultura ecológica es también la ruralidad,el campesinado, la vida en los pueblos, elrespeto a la persona, el aspecto ético.

En las grandes superficies el aspecto humanodesapareció, la gente quiere productos sinquímicos para su salud pero hay una presióninmensa sobre los precios, lo que tiene comoconsecuencia que hay gente aquí en España ytambién en el Sur de Francia que trabaja ensituación de esclavitud, como todos esostrabajadores clandestinos que van a recogerfrutas y verduras ecológicas para las grandessuperficies que necesitan precios cada vez másbajos para obtener el máximo de beneficios. Elcolmo es que hoy, se importa la agriculturaecológica de China por avión, tenemos lindosAirbus nuevos que tiran queroseno por todospartes del mundo y todo eso para importarproductos ecológicos, así que la trazabilidad

El poder de lasgrandes cadenas dedistribuciónEntrevistaa Christian JaquiauEntrepueblosBoletín 48Diagonal nº82.

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ecológica, hay que buscarla. Mientras que laagricultura ecológica normalmente tiene que vercon la proximidad, la producción local, latemporalidad, etc. Ahora se están creandograndes superficies especializadas en productosecológicos creadas por una gran cadena dehipermercados, con 1.000 m2. Losconsumidores pueden comprar todo lo quequieren, todo es ecológico, pero no hay quepreguntar mucho de donde vienen los productos.

¿Qué opina de las condicioneslaborales?

En Francia por ejemplo, se conocen casos desupermercados que han instalado cámaras en loslavabos, trabajadores que han sido seguidos yfilmados en la calle, para saber dónde van,cuáles son sus compañías, los lugares quefrecuentan, etc. Se conocen casos en los que lascajeras han de pedir permiso para ir al lavabo, ono tienen derecho ni a hablar entre ellas ni ahablar con el cliente, la receta es SBAM –porsus siglas en francés–: sonrisa, buenos días, adiósy gracias. Además se fomenta la competenciaentre los trabajadores, la máquina registradoracuenta el número de objetos que pasan por elescáner, han de pasar por lo menos 22 objetospor minuto; se genera competencia.

¿Puede explicarnos lo que significa«marge arrière»?El «marge arrière» («margen hacia atrás») esuna invención francesa, es un margen debeneficio abusivo que los distribuidores aplicansobre los proveedores que tuvo mucho éxito yque permitió a los grandes grupos franceses ir ala conquista del mundo. Hoy las grandes

superficies copian este modelo por todas partes.Los distribuidores reclaman sumas adicionalesa los proveedores por la exposición de susproductos en lugar privilegiado de venta, en suscatálogos, etc. Hace 15 años las «margesarrières» representaban un 10% y se decía «esuna locura, va provocar deslocalizaciones,empresas que van a declararse en quiebra»,después la gran distribución se concentró, hubola globalización, etc. Hoy si tomamos el modelofrancés sólo quedan 6 centrales de compra quecontrolan 90% de los productos queconsumimos en las grandes superficies. Sitomamos la imagen de un reloj de arena, escomo si arriba hubiesen 70.000 empresas deproveedores, 300.000 explotaciones agrícolasque tratarán de alcanzar 62 millones deconsumidores y en el medio están las 6 centralesde compras que dicen, o ustedes pagan o nopasan, si no pagan no tendrán accesos anuestros estantes y a nuestros consumidores.Entonces a fuerza de fusiones y absorciones enel mundo de la gran distribución, llegamos auna tasa de «marge arrière» creciente, que hoyoscila entre 40 y 50% del precio del producto yfinalmente el que paga es el consumidor final.

Esta presión ejercida sobre las empresas hacedesaparecer una gran cantidad de actoreseconómicos como las pymes que ya no puedenseguir, o se declaran en quiebra o se tiran a losbrazos de grandes grupos como Nestlé, Danoney desaparecen. Este modelo permitió generarfortunas en la gran distribución y le permitióa ésta conquistar el mundo. Los distribuidoressaben que un hipermercado se amortiza en unaño y se han convertido en verdaderasmáquinas de beneficios.

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‘‘En Francia, por ejemplo,

se conocen casos de supermercados que han instalado

cámaras en los lavabos, trabajadores que han sido seguidos

y filmados en la calle, para saber dónde van, cuáles son

sus companías, qué lugares frecuentan’’

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[Material de apoyo 13]

[Panel 13 · El medio ambiente en nuestro plato]

[Productos ecológicose inclusión social en el comedor del cole]

Con el apoyo de la Fundación Futur, cuatroescuelas de Barcelona han transformado sus co-medores escolares en espacios que promueven laeducación en salud, la defensa de productosecológicos y comercio justo y la inclusiónsociolaboral.

Desde hace cinco meses, profesorado, padres,alumnado, monitores y personal de cocina de laescuela Torrent de Can Carbassa, en el barriobarcelonés de Horta-Guinardó, trabajan juntosen un proyecto que pretende convertir el come-dor de la escuela en un espacio que tambiéntenga en cuenta aspectos éticos ambientales ysociales.

Cada día, en el menú de los alumnos que sequedan a comer en este colegio se incluyen fru-tas y verduras que proceden de la agriculturaecológica y productos de comercio justo. «Empe-zamos probando en la escuela de verano y ahoradamos 300 menús al día en una apuesta porotros hábitos alimentarios», explica la directoradel centro, Pepa Carreras.

La escuela Torrent de Can Carbassa lleva acabo junto a la Fundación Futur un proyectoque apuesta por un nuevo concepto de la ges-tión de los comedores escolares, en los que cues-tiones sociales y ambientales también tenganprotagonismo. La iniciativa la puso en marchaFutur en septiembre de 2005 y ya son cuatro

Silvia TorralbaFUENTE: http://www.canalsolidario.com/web/noticias/noticia/?id_noticia=8487

los centros educativos que participan en este pro-yecto que combina la restauración sostenible yjusta con la inclusión sociolaboral.

Se trata de apostar por «una gestión ecoconscientede los comedores escolares, con valores sociales yambientales», señala Isabel Coderch, responsa-ble de la iniciativa ‘Comedores EscolaresSostenibles’ de Fundación Futur.

Esto significa no sólo utilizar alimentosecológicos de campos de cultivos cercanos y nue-vos ingredientes como la quinoa y el cuscus, sinotambién promover el reciclaje y la recogida selec-tiva de residuos en las cocinas escolares, realizaractividades en las escuelas como la gestión dehuertos, y facilitar la inclusión laboral. En laactualidad, cinco mujeres con responsabilidadesfamiliares y en situación de paro de larga dura-ción se han beneficiado del programa de la Fun-dación Futur y forman parte de un proceso deinserción sociolaboral como ayudantes de coci-na, monitoras o en el servicio de limpieza.

El comedor, un aula más de la escuelaDe momento, las escuelas que participan en elproyecto de Comedores Escolares Sostenibles hanmodificado la manera de gestionar sus comedo-res y han apostado por incluir productos ecológicosy de comercio justo. Sin embargo, la idea es irmás allá y aprovechar el potencial de la inicia-tiva para promover en toda la escuela activida-

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des de sensibilización, como visitas de los agri-cultores que proveen productos ecológicos y talle-res sobre hábitos alimentarios.

En la escuela Torrent de Can Carbassa, porejemplo, los alumnos colaboran en el manteni-miento de un huerto escolar y en algunas ocasio-nes incluso han utilizado los productos cultiva-dos en la elaboración de los menús del comedor.

La iniciativa, además, supone apoyar a agri-cultores locales promotores de agriculturaecológica. Esto significa «dar una salida a pro-ductos agrarios llegando de manera directa alconsumidor, sin intermediarios», explica Rubén

Productos ecológicos einclusión socialen el comedor del coleSilvia TorralbaCanal Solidario

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Valls, agricultor proveedor de alimentos ecológicosa las escuelas, que habla de la importancia deque «los comedores escolares fomenten la agricul-tura local y ecológica».

Para llevar a cabo el proyecto de ComedoresEscolares Sostenibles, en el que en estos mo-mentos participan 1.200 escolares, la Fun-dación Futur trabaja de manera coordinadacon las escuelas, asesorando a las asociacio-nes de padres y madres de alumnos y la direc-ción de las escuelas. La idea de Futur, ade-más, es poder asesorar centros educativos paraque de manera autónoma también apliquenel proyecto.

‘‘Para tirar adelante el proyecto,

la Fundació Futur trabaja de forma coordinada con

las escuelas, asesorando a las AMPA’s y al equipo directivo’’

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[Material de apoyo 14]

[Panel 13 · El medio ambiente en nuestro plato]

[Andalucía siembra comedores ecológicos]

Los colegios andaluces se tiñen de verde. La Jun-ta de Andalucía ha decidido acercar a los come-dores escolares el menú más saludable del merca-do: el de la agricultura ecológica.

El proyecto comenzó el año pasado y ha dadode comer ya a 2.000 niños repartidos en 15colegios y dos guarderías de Andalucía. Para elnuevo año escolar 2006-2007, serán 5.000los niños que se beneficien del régimen ecológicoen 40 colegios de todas las provinciasandaluzas. «No lo hacemos sólo por la saludde los niños y por la educación alimentaria»,explica Manuel González de Molina, directorgeneral de Agricultura Ecológica de Andalu-cía.

«También queremos apoyar a los pequeños pro-ductores para que ellos mismos puedan asegurarel suministro». La Junta obtendrá de producto-res de otras regiones las materias que escaseanen Andalucía, como es el caso de la lecheecológica, obtenida de Cantabria y Galicia, olas manzanas y peras, de Navarra. Pero uno delos objetivos prioritarios es fomentar la pequeñaproducción en Andalucía mediante la agrupa-ción de los agricultores de forma que puedancompetir en el mercado. Y ya lo están consiguien-do: «En algunos pueblos se ha disparado la de-manda del consumo interno», se congratulaManuel González. «En Humilladero [Málaga],por ejemplo, los supermercados han incorporadoproductos ecológicos».

FUENTE: http://ecoboletin.blogia.com/2006/100402-andalucia-siembra-comedores-ecologicos.php

¿La respuesta de los niños? «Ha sido muy buena, y eso que lo que les gustacomer son otras cosas. Curiosamente hay platos comolas verduras que normalmente no toman y que es-tán tomando sin problemas. Porque es algo másque comer. Hay unidades didácticas, juegos, aulas...»,añade el director general. Así, la comida no sirve alos niños sólo para llenar sus barrigas, sino tambiénpara aprender sobre alimentación y salud –losnutricionistas han diseñado un menú basado enuna dieta equilibrada–, por un lado, y sobre la agri-cultura ecológica y el medio ambiente, por otro. Elmenú contará con un 100% de alimentos ecológicos,incluido el pescado, procedente de piscifactoría cer-tificada. Sin embargo, éste es aún poco variado,por lo que la Junta tiene pensado ampliarlo apescados salvajes mientras se debate en la UniónEuropea la reforma de las normativas de cultivoecológico, que hoy por hoy no incluyen a los pro-ductos marinos.

A partir de octubre no sólo serán los niños sinotambién los pacientes y el personal médico delHospital Virgen de las Nieves de Granada quie-nes puedan disfrutar de la alimentación ecológica.Las cuatro comidas diarias servidas en el centrohospitalario han sido diseñadas por la unidad denutrición del mismo hospital y el presidente de laAsociación de Cocineros de Andalucía «para darlemás sabor», en palabras de Manuel González.Aprovechando el proyecto, un grupo de investiga-ción hará un seguimiento para evaluar el impac-to sobre la salud del nuevo menú.

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[Material de apoyo 15]

[Panel 3 y 12 · Género y soberanía alimentaria]

[Documentales]

[Campesinas, semillas de cambio]

[Pan y rosas]

Título: «Campesinas. Semillas de cambio» (Documental)

Resumen: Este documento audiovisual muestra el trabajo de tres organizaciones de

mujeres campesinas que tratan de generar cambios en las relaciones de desigualdad de

género que experimentan en sus comunidades y familias, al tiempo que tratan de forta-

lecer la economía familiar campesina con producción orgánica de alimentos para mer-

cados locales y nacionales. El documental narra la actividad de la asociación de muje-

res ANANEL, en Santa Catarina de Ixtahuacán, en Guatemala; el Centro de Mujeres Xochilt

Acalt, en Malpaisillo, Nicaragua; y el sindicato de mujeres campesinas CONAMUCA, en

República Dominicana. El vídeo se acompaña de un documento escrito que sirve como

material de apoyo a la pieza audiovisual y que cuenta con cuatro textos que analizan

diversos aspectos de la soberanía alimentaria desde una perspectiva de género. El docu-

mental quedará a disposición de las organizaciones de la sociedad civil, centros educa-

tivos, organizaciones e instituciones para su visionado.

Realización: Joaquín Zúñiga Producción: Ernest Cañada | Una producción de Alba Films

para Entrepueblos, con la colaboración de la Fundación Luciérnaga y Vía Campesina y

el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).

País y año de producción: Nicaragua, 2007. Duración: 25’.

Título: «Pan y rosas»

(Informe sobre el estado de la cuestión

de género en la Soberanía Alimentaria). [en castellano y catalán]

Estudio específico sobre Soberanía Alimentaria y género. Se trata de una valoración

sobre el estado de esta cuestión tanto en países del Sur como del Norte, que permi-

tirá profundizar en la Soberanía Alimentaria desde la perspectiva de género.

El informe ha sido realizado por personas expertas en género y desarrollo proce-

dentes del ámbito universitario y de las ONGs. El estudio se ha hecho a partir de

fuentes bibliográficas y documentales existentes.

Los resultados del informe se presentan en un DVD divulgativo que muestra las

situaciones de desigualdad de las mujeres y, al mismo tiempo, su protagonismo y

contribución al desarrollo.

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