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MÓDULO 3:
LA AUTOESTIMA
La autoestima
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ÍNDICE
1 ¿Qué es la autoestima? .......................... ................................................... 3
2 El merecimiento: ................................ ........................................................ 6
3 Diferencias entre tener alta o baja autoestima: . ..................................... 8
4 Soltar creencias: ............................... ....................................................... 11
5 El poder creador de la palabra: ................. ............................................. 13
6 QUERER SIN JUICIOS: ............................. ............................................... 16
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1 ¿Qué es la autoestima?
La estima es amor.
La autoestima es el amor que tenemos por nosotros mismo, si tienen una
alta autoestima, tienes un alto amor por ti mimo, si tienes una baja
autoestima, tienes un bajo amor por ti mismo.
La autoestima es la definición o el auto concepto que tenemos de nosotros
mismos, este auto concepto viene de:
Las experiencias que hemos vivido (incluida nuestra infancia).
De cómo nos vemos a nosotros mismos.
De la comparación subjetiva de nosotros mismos frente a los demás.
De lo que lo demás nos dicen.
De las conductas que tienen hacia nosotros.
Cuando aprendemos a amarnos a nosotros mismos y a respetarnos, los
demás también harán lo mismo, ya que proyectaremos amor, seguridad y
respeto.
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Pero si no nos amamos a nosotros mismos y no nos respetamos, y nos
hablamos con un lenguaje negativo, nos criticamos e incluso nos
insultamos, no vamos a poder ser respetado por los demás.
Es muy importante tener esto en cuenta, no podemos dar amor si no nos
amamos a nosotros mismos primero, no podemos ser respetados si no nos
respetamos a nosotros mismos primero. Ya que no podemos dar algo que
No tenemos, si no tenemos amor por nosotros mismos, ¿qué amor vamos a
tener para dar a los demás?, si no nos respetamos a nosotros mismos
¿Cómo vamos a respetar a los demás?
Para dar amor y recibir amor, lo primero es amarse a uno mismo.
Para respetar y ser respetado, lo primero es respet arse a uno
mimo.
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El amor hacía uno mismo, el amor propio, es el verdadero Amor que primero
hemos de experimentar para entender el Amor hacia los demás.
Amarse es aceptarse con nuestras cualidades y defectos, con nuestras
luces y sombras, con nuestras debilidades y fortalezas con nuestros errores
y aprendizajes. Amarnos es sentirnos merecedores de la vida.
Sólo hay un amor para siempre:
¡El amor propio!
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2 El merecimiento:
Hemos aprendido desde nuestra infancia a culparnos por nuestros errores y
sentirnos mal por ello. Esto nos viene de creencias familiares y sociales
arraigadas muy atrás en el tiempo.
También hemos aprendido a dudar de nuestras capacidades y habilidades.
A eludir nuestra responsabilidad cuando las cosas no salen como queremos
que salgan o incluso cuando salen bien, dando el mérito, la responsabilidad
o el honor a otras personas.
Llevamos un látigo invisible con el que nos flagelamos con cada error. Cada
vez que hacemos algo que pensamos que no está bien nos flagelarnos.
Cada vez que nos equivocamos o que decimos algo indebido nos
flagelamos, o incluso nos flagelarnos ante las acciones ajenas.
Este látigo que adoptamos nos impide tener una vida mejor porque creemos
que No la merecemos.
De niños nos enseñaron a utilizar el látigo, a auto culparnos y
autocastigarnos. Adquirimos el vicio de la autocrítica y de la auto rotulación,
a ponernos etiquetas y a critícanos de forma poco constructiva, utilizando un
sistema de autoevaluación inadecuado.
Se nos ha enseñado a usar estándares internos con metas u objetivos a
conseguir con unos niveles de auto exigencia y competitividad cada vez
mayor, que hace la vida más difícil y nos desconectamos de nosotros y de
quienes somos en realidad, ya que centramos todo nuestra atención en
conseguir el siguiente objetivo, en llegar a la meta, en hacer o en tener. Esto
hace que cada vez vayamos desconectándonos más y más de quienes
somos, alejándonos de lo que en realidad queremos para nosotros mismos,
alimentando así nuestro ego y desvinculándonos de nuestro ser.
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Estas auto exigencias, que creemos que nacen de nuestro interior, de
nuestro ser, en realidad proceden de una necesidad de reconocimiento,
necesidad de amor, de ser amado y querido, pero no por lo que uno
realmente es, sino por hacer o tener o llegar a
algo.
Cuando estamos conectados con lo que
realmente somos, con nuestra esencia, con la
persona que soy, con su totalidad, cuando nos
queremos y nos aceptamos tal y como somos,
esas metas y esos objetivos van alineados con
nosotros mismos, con nuestro ser, con nuestra
esencia. Entonces el camino hacia esos objetivos o metas marcadas, nos
hacen felices y plenos, y no existe ningún esfuerzo para alcanzarlo.
Además tampoco necesitamos el reconocimiento de los demás, ya que no
necesitamos ser amado o sentirnos querido a través de hacer o tener o
llegar a algo. El reconocimiento lo agradecemos y aceptamos.
La autoestima es el sentir que somos merecedores de todo aquello que se
nos brinda. Somos merecedores del amor, de la amistad, del éxito, de los
aprendizajes, de las personas que nos acompañan en el camino, de todo
aquello que nos hace sentir bien y avanzar, ya que en nuestro interior nos
reconocemos y nos aceptamos tal y como somos. Somos merecedores de
todo lo que soñamos.
El No merecimiento, es algo muy común en personas con baja autoestima,
personas que viven desde el miedo, la culpabilidad, los apegos, la
necesidad de reconocimiento, etc.
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3 Diferencias entre tener alta o baja autoestima:
Una persona con baja autoestima:
Suele ser alguien inseguro, que desconfía de sí mismo, de sus propias
facultades y que le da miedo tomar decisiones por temor a equivocarse.
Tiene muchos complejos, por lo que necesita de la constante
aprobación de los demás para auto identificarse.
Tiene una imagen
distorsionada de sí
mismo en todos los
sentidos, de sus rasgos
físicos, capacidades
intelectuales, etc.
Tiene miedo al rechazo, al
que dirán de él y al ser
abandonado.
Le cuesta mucho expresar sus sentimientos , por miedo al rechazo, a
no ser correspondido.
Se siente culpable , cuando en una relación algo no va bien, se auto
culpa.
Tienen baja tolerancia a la frustración.
Una persona con una buena autoestima:
Posee una visión de sí mismo realista y positiva , no necesita de la
aprobación de los demás.
Facilidad para gestionar las emociones y de expresarlas.
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Tiene una buena tolerancia a la frustración , toma los obstáculos como
oportunidades de aprendizaje.
Se comunica con facilidad y es buen hacedor de relaciones sociales y
buen amigo de sus amigos.
Posee una mayor aceptación de las responsabilidades personales.
Es una persona
independiente en todos los
sentidos.
Tiene una mayor
capacidad de escucha activa
y empatía .
Disfruta de estar acompañado y también de la soledad .
Aumenta su sentido del humor , la confianza y la creatividad.
Posee un mayor entusiasmo e ilusión por disfrutar de las pequeñas
cosas y placeres de la vida.
En definitiva, las personas con una alta autoestima son personas más
felices e independientes, son más honestas y coherentes con lo que
piensan, sienten y dicen, por lo tanto son más saludables.
Son personas que no se molestan en ocultar sus sentimientos, son
reflexivas y se conocen muy bien a sí mismo, saben los que le pasan y
buscan el aprendizaje de ello. No tienen miedo de ser como son, en realidad
no tienen miedo. Tampoco valoran por encima de su propia opinión la
buena o mala opinión de los demás, tienen la suya propia.
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También tener una alta autoestima es sentirse valioso, confiado, apto para
la vida y para sus retos, mientras que tener una baja autoestima es sentirse
incapaz e inútil para la vida, preocupándole los retos que esta le plantea.
Puede pasar que una persona
fluctúe entre ambas autoestimas,
en algunas ocasiones pueda
sentirse seguro y confiado y en
otras ocasiones entre en pánico.
La confianza, el respeto y la
valoración por lo que somos está
ligado a nuestra propia naturaleza, por ello es por lo que todo el mundo
debería tener una alta autoestima. Lo que pasa es que las experiencias que
vamos viviendo a lo largo de nuestra vida, como la interpretamos y como
nos enseñan a interpretarlas desde niño hace que esa valoración, confianza
y respeto se vayan mermando poco a poco.
Por lo tanto la autoestima está muy ligada al niño que fuimos alguna vez en
la vida, está ligada a nuestro niño interior.
Dependiendo de las experiencias que hayamos vivido en nuestra infancia
podemos recordar a ese niño que todavía vive en nosotros con angustia,
rabia, impotencia, miedo, dolor, etc., o incluso olvidarnos de ese niño que en
realidad somos nosotros.
En cambio si vivimos una infancia en la que los sentimientos estaban
presentes, había una buena comunicación, el niño se sentía respetado,
oído, querido, alentado, etc… seguramente nuestro niño interior haya
crecido siendo el adulto que ahora somos con un buen auto concepto de
nosotros mismos.
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4 Soltar creencias:
Vivimos la mayor parte de nuestra vida, apegados a sistemas de creencias
falsos e inútiles. Creencias que hemos adoptado como nuestras, pero que
en realidad no lo son.
La mayor parte de las personas ni tan siquiera son consciente de esas
creencias, las han interiorizadoscomo propias formando su personalizada y
su vida alrededor de ellas, sin tan siquiera cuestionarse si esas creencias
les llevan a algo, les limita, o les acerca o aleja de su ser más esencial.
Es importante saber que no es necesario aceptar ciertas cosas como
verdaderas, ya que la verdad tarde o temprano, se revela por sí misma,
siempre que estamos abiertos a abrir los ojos y ver, y a escucharnos.
Mientras tanto es importante poner en tela de juicio todo aquello que hasta
ahora no nos ha servido, o no nos ha aportado nada, o no nos han hecho
sentir bien, o no nos ha ayudado a ser mejores.
Para llegar a conocernos tal cual somos, es necesario identificar aquellas
creencias que tenemos instaladas y qué a día de hoy no nos sirven, sino
todo lo contrario nos limitan.
Por ejemplo:
“No se puede tener todo en la vida”.
“El dinero no da la felicidad”
“Para amar hay que sufrir”, etc.
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Muchas creencias vienen de nuestra infancia,
otras están instaladas en la sociedad como dichos
populares, y otras viven en nuestros inconsciente
gravadas en nuestro ADN de generación a
generación, estas son las más difíciles de
detectar, pero cuando las detectamos y tomamos
conciencia de ellas, la liberación es inmediata.
Para amarnos tal cual somos es muy importante liberarnos de creencias
obsoletas y que no nos llevan a nada más que limitar nuestra existencia.
Para ello es fundamental estar atento a nuestro dialogo interno, a cómo nos
hablamos, qué nos decimos, cómo nos tratamos, etc.
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5 El poder creador de la palabra:
Muchas veces hablamos y nos hablamos, como si las palabras se olvidasen
con el tiempo, como si lo que decimos o nos decimos no tiene importancia o
no tiene consecuencias. La mayoría de las veces, somos completamente
inconscientes de lo que decimos o de lo que nos decimos a través de
nuestros pensamientos y lenguaje interno, y esto es porque no le estamos
dando importancia a la palabra, al poder creador y destructor de la palabra.
Por lo tanto es fundamental que cuidemos la forma en la que nos hablamos
(dialogo interno) y en la que hablamos a los demás, a la familia, amigos, etc.
Con la palabra, nosotros pensamos, hablamos, recreamos nuestras
visualizaciones, generamos emociones propias y ajenas.
A través del lenguaje, de las palabras, expresamos quienes somos, lo que
somos capaces de hacer, nuestras capacidades y habilidades, lo que
creemos de nosotros mismos, y lo que es importante para nosotros,
expresamos lo que hacemos, donde estamos y donde vivimos. A través del
lenguaje expresamos tanto interna como externamente quienes somos.
La palabra crea nuestra realidad y repercute en nue stro entorno.
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Por lo tanto, en vez de utilizar un lenguaje limitante y negativo, podemos
utilizar un lenguaje positivo, motivador, generador de emociones positivas.
Por ejemplo,
Si utilizamos palabras positivas, dichas en el momento adecuado
seguramente tenga una repercusión o una respuesta positiva.
Si hablamos en negativo, con palabras o expresiones inadecuadas y
expresando sentimientos negativos, tendrán una repercusión muy
alejada a la anterior, seguramente generará conflictos y confusión.
También es importante tomar mucha conciencia de nuestro diálogo interno,
esa vocecilla que nos habla continuamente de todo y sobre todo, esa
vocecilla que se permite el privilegio de juzgar, de criticar, de limitar, etc.
Podemos cambiar nuestra realidad con solo cambiar n uestro
lenguaje.
¿Te has visto a ti mismo muchas veces diciéndote?:
“¡Qué bien lo he hecho hoy!”
“Este trabajo me ha salido genial, es un trabajo ef icaz y con
una gran destreza matemática”
“¡Yo puedo hacerlo!”
“Cuanto me conmueve este abrazo”.
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Es difícil escucharse a uno mismo dándose ánimos y palmaditas en la
espalda por lo bien que lo has hecho, pero es muy fácil escucharse a uno
mismo auto limitándose y criticándose. Si eres de los que no sueles hablarte
en estos términos, estate muy pendiente de lo que te dices.
Por lo tanto es importante estar pendiente de lo que te dices a ti mismo, y
de lo que dices a los demás.
Muchas veces, no tenemos conciencia de cuál es nuestro nivel de
autoestima, si tenemos una autoestima baja o alta, o aceptable.
De hecho ni tan siquiera sabemos cómo nos dirigimos a nosotros mismos, ni
como nos tratamos, ya que vivimos la mayor parte del tiempo en modo
automático dando rienda suelta a nuestros pensamientos.
Es fundamental tomar conciencia de ello, para saber cuál es nuestro nivel
de autoestima.
Si nos dirigimos a nosotros mismos con adjetivos po sitivos,
potenciadores y talentosos tendremos una buena auto estima.
Pero si nos referimos a nosotros mismos con adjetiv os limitantes,
negativos e incapacitantes, tendremos una baja auto estima de
nosotros mismos.
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6 QUERER SIN JUICIOS:
Estamos acostumbrados a enjuiciar todo aquellos que nos pasa o que pasa
en nuestro alrededor. A opinar sobre todo, sobre nosotros y sobre los
demás. Creemos realmente en aquello que juzgamos y creemos lo que
opinamos, alimentando así nuestro ego. Y al creer, limitamos nuestra visión
de lo que es realmente verdad y real, de mirar las cosas de forma objetiva.
Como dice Kabat-zinn,
La cualidad de no juzgar es fundamental.
En vez de juzgar lo que hemos de hacer es discernir. Que es la capacidad
de ver el panorama completo, la película completa, ver 360º, con todos sus
detalles y matices.
Esta capacidad de discernimiento se consigue estando en atención plena en
el momento presente sin juicios que empañen la realidad.
“En la medida en que nos apeguemos a nuestras ideas y a nuestras
opiniones, estaremos limitándonos y reprimiéndonos. Y nuestras
posibilidades de crecimiento disminuirán.”
Kabat-zinn
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Cuando integramos la atención plena y el discernimiento, es cuando nos
damos cuenta de cuanto juzgamos a nuestros hijos, a nuestra pareja, a
nuestros alumnos y a nosotros mismos. Nos damos cuenta de que tenemos
opiniones limitadas de quienes son nuestros educandos y de quienes
deberían ser, según nuestro patrón mental heredado.
La atención plena y el discernimiento nos llevan a conocer a las personas
tal cual son en ese momento, pero siendo consciente de que no sabemos
quiénes son en su totalidad, los respetamos tal cual son.
