MECANICISMO Y FINALIDAD EN BIOLOGÍA

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    Ediciones Universidad de Salamanca Azafea. Rev. filos. 12, 2010, pp. 65-78

    MECANICISMO Y FINALIDAD EN BIOLOGA

    Mechanism and Finality in Biology

    Andrs L. JAUME RODRGUEZUniversidad de las Islas Baleares

    BIBLID [(0213-356)12,2010,65-78]

    Fecha de aceptacin definitiva: 5 de abril de 2010

    RESUMEN

    El presente artculo defiende una visin de la teleologa compatible con nues-tra imagen cientfica actual. Para ello se seala que podemos caracterizar a los orga-nismos como sistemas autnomos que se autorregulan y que tienden hacia un puntode equilibrio. Estos sistemas, a su vez, son plenamente caracterizables en trmi-nos puramente mecnicos La finalidad puede entenderse como la bsquedade ese equilibrio por parte del sistema en su proceso de adaptacin al medio. Deeste modo mecanicismo y finalismo son dos puntos de vista compatibles.

    Palabras clave: Teleologa, mecanicismo, explicacin cientfica, explicacin

    basada en mecanismos, filosofa de la biologa.

    ABSTRACT

    This article defends a teleological approach which is compatible with ourscientific image. It is held that organisms can be depicted as autonomoussystems in which occurs autorregulation processes and exhibits a teleologicalbehaviour oriented to an equilibrium. Furthermore, the aforementioned systemsare well depicted as mechanical ones. In sum, finality can be understood as a

    search of an equilibrium by the natural systems in their adaptation to environ-ment. So, we conciliate finalism and mechanicism.

    Key words: Teleology, mechanicism, scientific explanation, mechanical expla-nation, philosophy of biology.

    ISSN: 0213-3563

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    1. INTRODUCCIN: CAUSAS Y FINES: EL PRINCIPIO DE FINALIDADY NUESTRA IMAGEN CIENTFICA DEL MUNDO

    La moderna biologa evolutiva entiende que los distintos rasgos orgnicosson resultado de un proceso de seleccin natural y que en su mayora puedenconsiderarse adaptaciones. Una adaptacin es un concepto que involucra dealgn modo la finalidad. Sin embargo, el concepto de finalidad ha sido desterra-do de nuestra imagen cientfica actual. La nica causalidad a la que cabe ape-lar para explicar un fenmeno es la causalidad eficiente.

    Explicar un fenmeno natural consiste en aducir bsicamente las causasque lo producen. Para Aristteles la realidad se explica aduciendo el esquema

    cuatripartito de la causalidad. Conocer algo es conocer sus causas, pues identi-ficarlas es una manera de responder a un porqu1. Para la metafsica clsica decorte aristotlico-realista la finalidad es causa causarum. Este principio es repeti-do hasta la saciedad en la obra de Toms de Aquino2 o, ms modernamente, enla de Francisco Surez3. La finalidad se presenta como un principio metafsicocuya formulacin cannica la encontramos en Toms de Aquino a travs deldenominado principio de finalidad:

    Y debe saberse que todo agente, tanto natural como voluntario, pretende un

    fin; sin embargo, de esto no se sigue que todo agente conozca el fin o que deli-bere sobre el fin (Toms de Aquino,De Principiis Naturae, 3).

    El principio de finalidad afirma que las acciones imputables a una entidadestn dirigidas a un fin, no son fruto del azar. Decir que estn dirigidas a unfin es lo mismo que decir que tienen una razn y que por lo tanto son explica-bles. De hecho, a menudo se identifica el principio de finalidad con el de raznsuficiente, entendiendo el primero como una traduccin legtima del planolgico al de la filosofa natural. El principio de finalidad es mantenido en filo-sofa hasta la Modernidad, particularmente es Descartes quien de una maneradecisiva elimina el valor explicativo de la causalidad final y lo circunscribe ni-camente al mbito del conocimiento divino. La finalidad no tiene lugar en laimagen cientfica cartesiana porque no nos es dado conocer los designios lti-mos de la divinidad. Los modernos novatores se quedarn con el lema cartesiano,pero no con su argumento, de modo que la causalidad final queda estigmatizada

    1. Cf. ARISTTELES, Fsica, II, 7.2. Cf. AQUINO, Toms de, De Principiis Naturae, 4. TambinSumma contra Gen-

    tiles, III, 2.3. Cf . Disputationes Metaphysicae, XXIII.

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    y desterrada del mbito cientfico; la finalidad as slo es legtima como liber-tad de accin y queda plenamente circunscrita al mbito de moralidad4.

    De este modo el mecanicismo defendido por autores como Descartes,

    Locke, Huygens, Newton, Hobbes, etc. es la gran alternativa a la explicacin dela naturaleza en trminos de fines. Ahora bien, qu supone una explicacinmecanicista y en qu difiere claramente de una explicacin finalista? Rossi(1998) seala que el trmino mecanicismo es bastante ambiguo. A su juicio lascaractersticas definitorias seran las siguientes: (1) la naturaleza no est regidapor fuerzas vitales; es materia en movimiento regida por leyes; (2) las leyes sonmatematizables; (3) no se necesita un gran nmero de ellas y (4) las explicacio-nes no requieren ni del concurso de fuerzas vitales ni de causas finales.

    De este modo, el mecanicismo supone una determinada manera de com-prender la realidad bastante distinta del aristotelismo. Para el mecanicista lo realno es la apariencia de los objetos naturales tal como aparecen en la experien-cia cotidiana, sino el hecho de que sean algo material y mvil. Que la materiatenga una forma determinada y que se mueva es lo nico que puede reconocer-se como real. Son las denominadas cualidades primarias las que pueden sercuantificadas y convertirse en objeto de la ciencia. As, la distincin entreambos tipos de propiedades responde tambin a un inters puramente epist-mico que encuentra su razn de ser en el dualismo cartesiano, el mbito de lo

    objetivo, la res extensa, que se me presenta objetivamente a travs de esasmismas propiedades primarias y, por otra parte, el mbito de lo puramentefenomnico, la res cogitans, en el que el fenmeno se me hace patente con cier-ta coloratura irrelevante para el conocimiento cientfico. Por lo tanto, explicarun fenmeno implica construir

    un modelo mecnico que sustituye al fenmeno real que se pretende anali-zar. Esta reconstruccin es tanto ms verdadera (tanto ms adecuada almundo real) en la medida en que el modelo haya sido construido slo median-

    te elementos cuantitativos tales que puedan ser reducidos a formulaciones dela geometra (Rossi, 1998, p. 136).

    El mecanicismo no triunfa porque sea ms simple desde un punto de vistaepistemolgico que no lo es sino porque posibilita claras intervenciones en lanaturaleza. En la Modernidad el conocimiento no tiene que ser slo verdadero

    4. Sin embargo, pese a la precipitacin interpretativa de los modernos, Toms deAquino distingue claramente entre fin voluntario y fin natural; este ltimo es propiode los agentes racionales por oposicin a los agentes meramente naturales. As, Toms deAquino en el mismo lugar aade: Pero en los agentes naturales las acciones estndeterminadas, por lo que no es necesario elegir lo que conduce al fin.

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    o de carcter contemplativo, sino tambin til; conocer es poder como seala-r el propio Bacon. La finalidad posibilita contemplacin, pero no intervencinen la naturaleza. El conocimiento de la causalidad final, si es que es posible, no

    da pautas para intervenir en la naturaleza.

    2. EXPLICACIONES MECANICISTAS

    Con lo anterior tenemos algo as como unos fundamentos ontolgicosdel mecanicismo, pero en qu sentido podemos decir que el mecanicismo esexplicativo? Para los filsofos modernos era explicativo porque aplicaban el

    principio de si puedes reproducirlo entonces sabes cmo funciona, es decir,la capacidad de explicar la naturaleza acudiendo a explicaciones puramentemecnicas o ingenieriles en el sentido ms prximo al tecnolgico era el prin-cipio explicativo. Decir que un organismo es una mquina no es ninguna trivia-lidad, pues implica que los mismos principios que empleamos para construiruna mquina son los que rigen en los organismos. En el caso del estudio de lanaturaleza se trata pues de un caso de ingeniera revertida.

    Cuando contraponemos la imagen tradicional de la ciencia aristotlica a laciencia moderna, la ciencia de los novatores, en lo que pensamos es en un recha-

    zo a la causalidad final o al vitalismo. Sin embargo, el poder explicativo de laciencia moderna puede ser analizado desde diversos presupuestos, y estos pre-supuestos son muy distintos del tipo de justificacin que esperaramos encon-trar en el siglo XVII. La filosofa de la ciencia del neopositivismo es heredera dela Modernidad filosfica en el sentido ms filosfico del trmino. Acepta elmaterialismo y el mecanicismo como ontologa en la medida en que lo asumecomo punto de partida incuestionable pero lo acepta desde un punto de vistaepistemolgico? No, pero epistemolgicamente tambin son modernos, pues

    dudan de los sentidos y dudan de la posibilidad de conocer la realidad noum-nica. La filosofa de la ciencia propia de la Concepcin Heredada no duda enasumir el fenomenismo propio de la tradicin moderna y no se pronuncia res-pecto de las cuestiones ontolgicas. Para la Concepcin Heredada la ciencia esexplicativa porque apela a la existencia de leyes cientficas, pero no hay queolvidar que esas leyes tienen un carcter lingstico y no sustantivo. Las leyesexplican en virtud de su poder lgico. As, las leyes no descartan de por s elfinalismo; a las leyes apelaban tambin los filsofos premodernos y la totali-dad del esquema explicativo aristotlico de la naturaleza est basada en la

    formulacin de leyes. El finalismo no encaja en la Concepcin Heredada pordos motivos principales. En primer lugar por la asuncin implcita de la ima-gen cientfica actual que, como he sealado, destierra el finalismo por las razo-nes ya apuntadas. En segundo lugar porque el finalismo genera un problema

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    dentro del modelo nomolgico-deductivo. Hay que advertir, adems, que en elcontexto de la Concepcin Heredada la finalidad a menudo se entiende comofuncionalidad, de modo que el problema de la finalidad se entiende no en el

    sentido slo de la causacin retroactiva, sino principalmente como el proble-ma de las explicaciones funcionales. Finalidad y funcionalidad son equivalen-tes, ya que podemos pensar que no existe diferencia alguna entre afirmar (a)La finalidad del corazn consiste en bombear la sangre y (b) El corazntiene la funcin de bombear la sangre. Tanto (a) como (b) afirman lo mismo,a saber, la actividad propia del corazn que justifica su existencia dentro delorganismo y, por lo tanto, (a) y (b) son enunciados equivalentes.

    La teora de la explicacin cientfica dentro del contexto del positivismo

    lgico se desarrolla a partir del clebre artculo de Hempel y Oppenheim(1948). Para estos autores, la explicacin depende de la existencia de enuncia-dos legales; explicar un fenmeno implica establecer una relacin de dependen-cia lgica entre las leyes y el fenmeno, de tal manera que del explanans seinfiera el explanandum. Esta estrategia se aplica con bastante xito a los fen-menos objeto de estudio de la fsica o la qumica, pero presenta serias dificul-tades cuando se enfrenta a los fenmenos propios de las ciencias de la vidacomo tempranamente advirtieron Hempel y Oppenheim, ya que en estas lti-mas parece ineliminable el recurso a la finalidad que se atribuye a los sistemas

    biolgicos en tanto que sistemas supuestamente dirigidos a fines. El principalproblema de las explicaciones funcionales, desde el punto de vista del modelonomolgico-deductivo, es formal; una explicacin funcional es formalmentefalaz y, en consecuencia, la relacin de deducibilidad entre el explanans y elexplanandum en la que se funda la explicatividad es dbil. Las explicacionesfuncionales incurren en la denominada falacia de afirmacin del consecuente.Si consideramos una explicacin funcional como: Los vertebrados son anima-les vascularizados y en stos la presencia de un rgano que haga circular la

    sangre es condicin necesaria para que el organismo funcione adecuadamen-te, veremos que el objeto de anlisis en estas explicaciones es un determinadorasgo al que atribuimos una funcionalidad dentro del sistema en el que se halla,de manera que para que el sistema funcione adecuadamente bajo unos deter-minados requerimientos o condiciones internas y externas debe satisfacer unacondicin necesaria como es la posesin del rasgo funcional. Ahora bien, talargumento no constituye una inferencia deductiva vlida y, por lo tanto, no hayrelacin deductiva entre el explanans y el explanandum. Veamos por qu:

    Explanans: (1) En el tiempo t el sistema funciona adecuadamente -i.e. circu-la la sangre [p]. (2) Si funciona adecuadamente es porque se cumple unadeterminada condicin necesaria [pq]. (3) Esta condicin necesaria consis-te en la presencia del tem funcional -i.e. el corazn-, de modo que si el tem

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    funcional est presente en el sistema entonces se cumple la condicin nece-saria [rq].Explanandum: La funcin del corazn es hacer que circule la sangre (o En los

    vertebrados est presente un rgano funcional que es el corazn) [r].

    Lo nico que se infiere de la anterior argumentacin es que se cumple unacondicin necesaria para que el organismo funcione adecuadamente, pero noque se d el tem funcional concreto [r]. De las premisas mencionadas es impo-sible obtenerlo. Que el corazn est presente en el organismo es una condicinsuficiente para que circule la sangre, pero no es una condicin necesaria y sufi-ciente, pues puede haber otros equivalentes funcionales que consigan el mismoobjetivo. Slo si fuera una condicin necesaria y suficiente [rq] podra-mos obtener ese tem funcional concreto. La deducibilidad slo la podemossalvar argumentando que si, y slo si, est presente un corazn en el sistema/organismo entonces se cumple la condicin de buen funcionamiento. Peromientras que esto no es materialmente plausible en contra de lo que opinabaNgel (1961), la alternativa propuesta por Hempel (1965) consistente en con-siderar el conjunto de todos los equivalentes funcionales, no resulta explica-tiva. Este ltimo paso salva el argumento a la vez que lo convierte en trivial.Las conclusiones de Hempel son desazonadoras, ya que relega las explicacio-

    nes funcionales y teleolgicas a recursos heursticos que, si bien son de gran uti-lidad en la prctica cientfica, estn a un nivel distinto de las genuinasexplicaciones cientficas. Las disciplinas que recurren a este tipo de pseudoex-plicaciones pueden nicamente aproximarse heursticamente al tipo de fen-menos que pretenden estudiar. La gran aportacin del modelo hempeliano esque apela a la existencia de leyes en la ciencia y recurre a ellas para justificar laexplicatividad de las teoras cientficas. No obstante, hay que advertir que estasleyes no tienen por qu tener un carcter sustantivo, las leyes en realidad son

    enunciados legales y tienen ese carcter de legalidad porque se apoyan encontrafcticos. Las leyes, adems, dependen de una concepcin fenomenis-ta del conocimiento para su formulacin. Por otra parte, hay que distinguirentre leyes bsicas y leyes derivadas y tener en cuenta que el poder predictivode las leyes bsicas es mnimo y que el conocimiento que nos aportan acerca dela naturaleza de ciertos fenmenos resulta poco interesante. Obviamente sabe-mos que estas leyes actan, sin embargo, no nos interesan para explicar, porejemplo, la actividad de un circuito o el funcionamiento del corazn. Pero esque adems el recurso al modelo nomolgico-deductivo no es la nica estrate-

    gia para justificar la explicatividad de la ciencia moderna post-aristotlica. Almargen de las modificaciones causales del mismo modelo que ha sugeridoSalmon (1984), tambin encontramos otras justificaciones filosficas de la expli-cacin cientfica. De hecho, puede afirmarse que a partir de las dos ltimas

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    dcadas del pasado siglo encontramos un anlisis filosfico de la explicacincientfica que, en lugar de recurrir directamente a leyes, apela a la descrip-cin de mecanismos y se centra en el concepto de sistema como particular onto-

    lgico sobre el que versan las explicaciones (i.e. Machamer, Darden y Craver,2000). As, las explicaciones que ofrecen las teoras cientficas no son de fen-menos, sino de sistemas. Estas explicaciones consisten en descripciones acercade los mecanismos subyacentes a los sistemas y sus operaciones, de modo queal describir el sistema podemos decir que ste queda explicado. Este procederes frecuente en bioqumica, en fisiologa o en gentica. Glennan (1996) defineel concepto de mecanismo de la siguiente manera: A mechanism underlying abehaviour is a complex system which produces that behaviour by the interac-

    tion of a number of parts according to direct causal laws.Describir un mecanismo no es simplemente modelizarlo (Craver, 2006),sino que implica describir cmo est constituido el sistema objeto de estudio ycmo opera. Es decir, las condiciones de identidad de un mecanismo o sus lmi-tes vienen dados por el tipo de conducta que se desea explicar (Glennan, 1996),ya que un sistema no hace una sola cosa, sino que interacta y puede ser des-crito a diversos niveles. As mi sistema respiratorio contribuye a la economa demi organismo aportando oxgeno, pero desde una perspectiva ecolgica mi sis-tema respiratorio junto con otros muchos es una fuente de dixido de carbono

    y, epidemiolgicamente puede ser un mecanismo difusor de enfermedadescomo la gripe o la tuberculosis. Los sistemas son identificados a travs de deter-minados puntos de vista, lo que no implica que los sistemas tengan condicionesde identidad completamente arbitrarias o que no puedan ser clases naturales.Las buenas descripciones describen lo que hay, no se lo inventan. Su relatividadrespecto del observador no es equivalente a una neutralidad ontolgica o aalgn compromiso con el relativismo o el antirrealismo.

    Cuando identificamos un mecanismo identificamos alguna o muchas de sus

    partes constituyentes; otras pueden ser incgnitas. Adems, un mecanismotambin puede estar formado de otros mecanismos. En cualquier caso, el com-promiso con el realismo de entidades en la explicacin basada en mecanismosno tiene por qu ser consubstancial a la misma. Podemos suponer que existentales entidades y no identificarlas, podemos pensar que muchos de los trminosque empleamos para identificar las partes constituyentes del mecanismo refie-ren tpicamente, pero puede suceder que no sea el caso o que en realidad elmecanismo sea nicamente postulado. Idealmente Glennan (1996) es partida-rio de que las partes constituyentes sean objetos, sin embargo, es obvio que este

    ideal no siempre se cumple y, no obstante, s se explican muchos fenmenos apartir de mecanismos.

    La explicacin basada en mecanismos no se opone a la idea de que existanleyes cientficas, slo afirma que el concurso de estas no siempre es necesario

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    material blando como la mantequilla. La rigidez, pues, es una propiedad intrn-seca a esa parte del mecanismo que ejerce un poder causal sobre otras partes.Obviamente al referirnos a estas propiedades o disposiciones intrnsecas a los

    elementos no postulamos leyes, simplemente enunciamos atributos de elemen-tos que distinguimos con cierta autonoma y eficacia causal. La rigidez, el tenerun elevado punto de fusin o el ser buen conductor de la electricidad son pro-piedades o disposiciones que exhiben los diferentes elementos en tanto que par-tes del mecanismo. Las leyes quedan a otro nivel, relacionan propiedades en tantoque regularidades nomolgicas de diversos elementos. Una ley es un enunciado,una propiedad es algo que se atribuye a un particular. La diferencia est entreafirmar x (Px Qx) y afirmar Px. En el primer caso tenemos un enunciado,

    decimos que existe una relacin de implicacin entre dos atribuciones pre-dicativas de dos elementos y que, adems, esa relacin exhibe nomologici-dad, tal como sucede, por ejemplo, en la ley de Boyle o en la ley de Ohm. Enel segundo caso decimos algo de algo, le atribuimos una propiedad, que muybien puede ser intrnseca para los fines perseguidos a la hora de hacer cien-cia, como, por ejemplo, cuando decimos que el oro es un excelente conduc-tor o cuando enumeramos las propiedades de cierta substancia. Que el orosea conductor es algo intrnseco al ser oro, no a ninguna ley cientfica, es unapropiedad que, sin embargo, muy bien puede tener un papel explicativo en

    la ciencia. A su vez, decir de algo que tiene una propiedad no implica afir-marlo irreductiblemente, la existencia de propiedades puede ser sobrevenida ala existencia de mecanismos ms bsicos subyacentes a las mismas propieda-des. Por ejemplo, la buena conductividad del oro puede ser explicada ape-lando a la estructura subatmica del oro y sta puede ser descrita en base amecanismos.

    3. LA PARTICULARIDAD DE LA BIOLOGAEn el XVII hay concepciones mecanicistas del cuerpo humano y de los orga-

    nismos en general. Por ejemplo, Hobbes en suDe corpore o Descartes en el Tra-tado del Hombre. Asistimos a una explicacin de los organismos que recurre ala analoga de lo vivo con lo artificial en lugar de postular fuerzas vitales o ten-dencias nsitas en la propia naturaleza del organismo que lo conduzcan a un esta-do de entelequia. El mismo Descartes en la seccin V delDiscurso del Mtodoseala que los animales son mquinas; lo vivo no se contrapone a lo mecnico,

    sino que se explica del mismo modo que lo artificial y en ambos dominios operaun solo tipo de causalidad; la causalidad eficiente. Descartes niega las formassubstanciales y, por lo tanto, tambin niega la causalidad final; la materia tienecomo atributo esencial la extensin y en consecuencia es geometrizable. El

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    cambio substancial que se opera en la res extensa nicamente puede explicarse atravs de procesos mecnicos y no por el recurso al hilemorfismo aristotlico.Sin embargo, y pese a la teora mecanicista5, si en algo vemos el desarrollo de un

    plan o el cumplimiento de una forma substancial es en los seres vivos. El terrenode las ciencias de la vida es el ms reacio a asumir los presupuestos cartesianos,as ser al menos hasta finales del XIX, existiendo prevalencia de teoras vitalis-tas o humorales en ciencias naturales y medicina. La tensin entre estas dosimgenes cientficas de la realidad aparece tematizada en la Crtica del Juicio deKant. Kant llega a formular la diferencia de puntos de vista respecto de lo org-nico y lo inorgnico a travs de la antinomia del juicio teleolgico6. Podemoshablar realmente de una mecanizacin de la vida con el surgimiento de la

    moderna fisiologa y, principalmente, con el advenimiento de la teora de la evo-lucin por medio de la seleccin natural. La teora darwiniana nos permite vertanto la forma como la funcin actual de un organismo y sus partes como elproducto de un proceso ciego puramente mecnico en el que no interviene nin-gn diseo previo. As, la fuente originaria que explica la morfologa adaptadade los diversos organismos es anloga a las fuerzas a las que apelamos al expli-car cualquier otro fenmeno fsico no intencional. Darwin contribuye decisiva-mente a unificar nuestra imagen del mundo vivo con el mundo inorgnico. Lossistemas vivos son sistemas que estn sometidos a las fuerzas selectivas del

    mismo modo que sobre cualquier entidad fsica acta la fuerza de la gravedad.No obstante, pese a esta unificacin, es cierto que los seres vivos exhiben unaserie de caractersticas definitorias que los hacen diferentes del resto de obje-tos que constituyen el resto de la realidad. Estos rasgos son los que tambinhacen que la biologa como ciencia sea una disciplina peculiar si la comparamoscon el resto de las ciencias naturales. As, la cuestin acerca de qu sea la vidatambin ha generado un importante debate filosfico y ha sido abordado pordiferentes cientficos interesados en el tema como Schringer, Mayr o Lorenz.

    Desde un punto de vista metodolgico autores como Mayr (1988) sealanque la biologa no solo es una disciplina autnoma sino que en ella la causa-lidad que opera debe ser entendida de un modo distinto a la causalidad a la

    5. Leibniz en suDiscurso de Metafsica procede a una rehabilitacin de la causa-lidad final limitando enormemente las pretensiones del mecanicismo.

    6. En laDialctica del juicio teleolgico ( 69-78) encontramos la antinomia deljuicio teleolgico, que puede formularse de la siguiente manera: La primera mximade la misma es la tesis: Toda produccin de cosas materiales y de sus formas debe serjuzgada como posible segn leyes meramente mecnicas. La segunda mxima es la ant-tesis: Algunos productos de la naturaleza material no pueden ser juzgados como posi-bles slo segn leyes meramente mecnicas (su juicio exige una ley de la causalidadtotalmente distinta, a saber, la de las causas finales) ( 70).

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    que apela la mecnica clsica, pues los sistemas biolgicos deben analizar-se desde una perspectiva histrica o filogentica. Esta restriccin temporal haceigualmente imposible la prediccin, de suerte que las ciencias biolgicas no

    estn al mismo nivel que las ciencias fsicas. Ahora bien, Mayr comete el error deanalizar la causalidad en biologa en trminos que a menudo confunde la dimen-sin epistemolgica con la ontolgica. Es cierto que la biologa se encuentracon un objeto de estudio radicalmente distinto de la fsica o la qumica, pero nopodemos sino pensar que en todos sus dominios opera una y la misma causali-dad, si bien hay que advertir que esa misma causalidad resulta ser tambin elnivel ms bsico a partir del que sobrevienen otros procesos ms complejosy que dota al sistema viviente de unas caractersticas que estn ausentes por

    completo en otros sistemas pertenecientes al mundo fsico. En cualquier caso,todos ellos coinciden en que un rasgo esencial de lo vivo es la autoorganizacinque exhiben los diferentes sistemas orgnicos.

    El nfasis anterior en los aspectos sistmicos de las entidades orgnicas apa-rece no slo en los cientficos preocupados por las cuestiones metatericas dela biologa, sino que tambin ha estado en el punto de mira de filsofos comoNagel (1961), Cummins (1975), Davies (2001), Christensen y Bickhard (2002)o Edin (2008). Todos ellos se centran en la idea de que un organismo es unsistema en el que cabe distinguir entidades y procesos componentes. Algunos

    discrepan respecto de qu componentes sean los constituyentes bsicos delos sistemas, por ejemplo, si son las entidades, y lo procesos seran activida-des de las mismas, o si, por el contrario, no es posible un conocimiento de lasentidades sino es por sus acciones y, por lo tanto, slo estas ltimas tienen uncarcter sustantivo7. Pero en cualquier caso, resaltan la retroalimentacin, laautorreproduccin, la cohesividad o, en definitiva, la autonoma, como la carac-terstica bsica de estos sistemas. De este modo no es que la biologa sea unaciencia autnoma, que en muchos sentidos lo es, sino que sus objetos de estu-

    dio exhiben comportamientos claramente autnomos, pues son entidades a lasque la nocin clsica de substancia se adecua a la perfeccin.

    4. CAUSALIDAD FINAL Y MECANICISMO

    Como he sealado anteriormente, la causalidad final parece desterrada conla revolucin cientfica y la consiguiente mecanizacin del mundo, sin embar-go, cierto tipo de teleologa inmanente es compatible con asunciones claramen-

    te mecanicistas. Esto ocurre de manera especfica en el mbito orgnico en

    7. Cf. MACHAMER, DARDEN y CRAVER (2000).

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    el que podemos identificar sistemas autnomos que se autorregulan y que tien-den hacia un punto de equilibrio. Estos sistemas, a su vez, son plenamentecaracterizables en trminos puramente mecnicos. Ejemplos de lo anterior son

    la homeostasis, el equilibrio cido-base o los mecanismos de reparacin delADN. En cualquier caso, la identificacin de estos sistemas no es ya un comosi kantiano, no es meramente que slo se pueda tener un conocimiento de losmismos como si operara una fuerza vital sobre un mecanismo ciego, tal comoafirma Kant en el 70 de la Crtica del Juicio, sino que pueden ser entendidoscomo dispositivos en los que no opera otra causalidad ms que la eficiente yque, por lo tanto, son caracterizables en trminos puramente mecnicos. Ade-ms, entendemos que estos sistemas son reales, su identificacin no es mera-

    mente una construccin aleatoria por parte del investigador, sino que se acercaal concepto de clase natural. De otra manera no tiene sentido postular sistemassi no creemos en su existencia real, pese a que sus condiciones de identidadpuedan depender del punto de vista del observador.

    Por otra parte, es obvio que el sistema est dirigido a un fin objetivo, a saber,mantener su cohesin8 o, en trminos ms metafsicos, permanecer en su ser. Estaactividad slo se explica recurriendo a una explicacin de carcter finalista enla que cabe ver el concurso de los distintos elementos y procesos que compo-nen el sistema interactuando causalmente en aras del mantenimiento del

    propio sistema. Las diversas adaptaciones, tales como el pico de las aves, ladentadura de los mamferos o las aletas de los peces, tienen un valor funcionalmoldeado a lo largo de la historia filogentica de la especie a travs de la selec-cin natural. Estos rasgos son funcionales en virtud de que permiten que elorganismo est adaptado y sea eficaz en su medio. Lo mismo puede decirse deprocesos fisiolgicos como la homeostasis o el mantenimiento del Ph corporal.Los distintos procesos fisiolgicos tienen un valor funcional en la medida enque son el resultado de interacciones entre los elementos del sistema al que per-

    tenecen y tienen efectos de retroalimentacin sobre la economa del sistema9

    .Tales procesos son, adems, fenmenos regulares, acaecen siempre, y no sonfenmenos accidentales. Por esa misma razn decimos que tienen una finalidado que estn dirigidos a un determinado estado que se considera sustantivamen-te bueno para el sistema y que, en fin, constituyen su actividad caracterstica10.

    Hablemos de funciones o de adaptaciones, nos estamos refiriendo a unafinalidad intrnseca. sta no debe ser entendida como el diseo de un disea-dor consciente, sino como el resultado del diseo ciego de un proceso causalque ocurre en la naturaleza. El antiguo principio de finalidad al que me refera

    8. Cf. CHRISTENSEN y BICKHARD (2002).9. Cf. EDIN (2008).

    10. Cf. MCLAUGHLIN (2001).

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    Ediciones Universidad de Salamanca Azafea. Rev. filos. 12, 2010, pp. 65-78

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    al inicio de este artculo se entiende hoy como funcionalidad de los procesos,rganos y conductas que poseen y exhiben los diversos organismos en tantoque sistemas vivos. No hay entelequias ni fuerzas vitales a las que recurrir, slo

    causalidad mecnica. Curiosamente el mecanicismo que destrona al principio definalidad de su lugar privilegiado es el que finalmente la restaura.

    5. CONCLUSIN

    El principio de finalidad pervive de una manera moderada en nuestros dasy es compatible con nuestra imagen cientfica del mundo. De manera ms expl-

    cita, puede decirse que en biologa nunca ha desaparecido, sino que se ha meca-nizado, entendiendo esta mecanizacin como una eliminacin de cualquierinfluencia vitalista. La finalidad, se entiende en biologa como funcionalidad yadaptacin. El darwinismo constituye el trasfondo terico de la contemporneateleologa, pues ofrece una explicacin no teleolgica en el sentido vitalista ode una supuesta teleologa divina o csmica del surgimiento y evolucin desistemas y rasgos claramente teleolgicos por medio del mecanismo de la selec-cin natural. As, frente a la imagen que contrapone finalidad a mecanicismo,podemos decir que actualmente tal separacin es inexistente, pues explicamos

    la finalidad intrnseca que exhiben los diversos sistemas orgnicos en trmi-nos puramente mecnicos. De hecho este tipo de explicacin cientfica es elgenuinamente moderno tal como he apuntado en la seccin 2. La explicacin,al menos en biologa, muy bien puede ser entendida como explicacin basadaen mecanismos. Apelar a stos permite dar cuenta satisfactoriamente tanto dela naturaleza de los organismos como de la finalidad que hemos sealado comointrnseca a los mismos.

    Mis agradecimientos a J. L. Lujn, M. Liz y Sebastin lvarez Toledo. Estetrabajo se enmarca dentro de los proyectos de investigacin Puntos de vista,una investigacin filosfica (FFI2008-01205) y El principio de precaucin enla evaluacin de riesgos (HUM2006-12284/FISO).

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