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41 SEMANARIO FARMACEUTICO. MEDICAMENTOS GALENICOS EXTRANJEROS. (Continuación.) ¿Qué interés para la salud pública puede reportar el que las fil- dorobs de carbonato ferroso procedan del Sr. Blaud de París, cuando en la Farmacopea oficial existe su fórmula obligada á los pro- fesores de las ciencias médicas de España? (1) ¿Por ventura peli- graría la salud pública si el farmacéutico español prepara el jara- be de zarzaparrilla compuesto con la escrupulosidad que prescri- be nuestra Farmacopea, si no pudiera entrar en la Península el Rob de Laffecteur de fórmula inconstante desde su primera con- fección, que elabora en París el Sr. Giraudeau de Saint Gervais? ¿Es charlatanismo el pretender que en nuestras oficinas podemos, sabemos y tenemos medios de preparar el jarabe de hipofosfito de cal, las pastillas de clorato de potasa, las pildoras de protoio- duro de hierro, tan pulcra y exactamente como pueden saber ha- cerlo Grimault, Dethan y Blancard? ¿Es codicia el poder ofrecer nuestros productos medicinales más baratos que sus similares ex- tranjeros?,¿Se especula con la humanidad doliente ofrecietido un medicamento de cuya buena confección é identidad se puede res- ponder, así como que se puede dar al consumidor por un precio más módico? Lo que hace parecer charlatán, codicioso y egoísta, es el obligar á los farmacéuticos españoles á vender productos ex- tranjeros, que no tienen otra recomendación que su charlóse pros- pecto y retumbante etiqueta, prometiendo curar todas las enferme- dades y dolencias habidas y por haber, poniendo en manos del público medicamentos siempre peligrosos, en cambio de un precio exorbitante y no en consonancia con el precio máximo de nuestra tarifa oficial (2), obligándonos á parecer partícipes de un lucro y de una exigencia de precio, con el cual sólo se granjean y enriquecen los defuera de España. La impremeditación, la codicia y el charla- tanismo se hallan en los que, so pretexto de favorecer á la humani- dad doliente, tan fácil de alucinar por medio de anuncios, haciendo un punible comercio con su credulidad, influenciaron para sorpren- der al Gobierno con unas medidas no conformes á la legalidad y á los derechos que tiene adquiridos una respetable clase facultativa: siendo causa repetidamente de accidentes desagradables en aque- llas personas que fiados de sobra con los halagos de los prospectos. (1) Real órden de 2b de Marzo de Í 8 M del Ministerio de la Gobernación.— «atendien- do S. M. á lo dispuesto en las Reales disposiciones de 18 de Abril de 1860 y 28 del mismo mes de 1861, se aprueba la farmacopea española, redactada por la Comisión, mandando que rija oficialmente para el ejercicio de las profesiones médicas; y que se inserte esta Real ordenen la primera página de la misma. (Gaceta, 9 Abril.) (2) Ordenanzas de Farmacia, art. 22: «Se publicará, por último, una Tarifa oficial que fije el máximum á que puedan expenderse las substancias y los medicamentos comprendi- dos en el Petitorio »—Art. 41: «Todos los farmacéuticos con botica abierta ¡sstán obligados á poseer un ejemplar del Petitorio, Farmacopea y Tarifa vigentes. NOVIEMBRE 5 DE 1876.—AÑO V, NUM. 6.° 6

MEDICAMENTOS GALENICOS EXTRANJEROS

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41 S E M A N A R I O F A R M A C E U T I C O .

MEDICAMENTOS G A L E N I C O S E X T R A N J E R O S .

(Continuación.)

¿Qué interés para la salud pública puede reportar el que las f i l -dorobs de carbonato ferroso procedan del Sr. Blaud de París, cuando en la Farmacopea oficial existe su fórmula obligada á los pro­fesores de las ciencias médicas de España? (1) ¿Por ventura peli­graría la salud pública si el farmacéutico español prepara el j a r a ­be de zarzaparrilla compuesto con la escrupulosidad que prescri­be nuestra Farmacopea, si no pudiera entrar en la Península el Rob de Laffecteur de fórmula inconstante desde su primera con­fección, que elabora en París el Sr. Giraudeau de Saint Gervais? ¿Es charlatanismo el pretender que en nuestras oficinas podemos, sabemos y tenemos medios de preparar el jarabe de hipofosfito de cal, las pastillas de clorato de potasa, las pildoras de protoio-duro de hierro, tan pulcra y exactamente como pueden saber ha­cerlo Grimault, Dethan y Blancard? ¿Es codicia el poder ofrecer nuestros productos medicinales más baratos que sus similares ex­tranjeros?,¿Se especula con la humanidad doliente ofrecietido un medicamento de cuya buena confección é identidad se puede res­ponder, así como que se puede dar al consumidor por un precio más módico? Lo que hace parecer charlatán, codicioso y egoísta, es el obligar á los farmacéuticos españoles á vender productos ex­tranjeros, que no tienen otra recomendación que su charlóse pros­pecto y retumbante etiqueta, prometiendo curar todas las enferme­dades y dolencias habidas y por haber, poniendo en manos del público medicamentos siempre peligrosos, en • cambio de un precio exorbitante y no en consonancia con el precio máximo de nuestra tarifa oficial (2), obligándonos á parecer partícipes de un lucro y de una exigencia de precio, con el cual sólo se granjean y enriquecen los defuera de España. La impremeditación, la codicia y el charla­tanismo se hallan en los que, so pretexto de favorecer á la humani­dad doliente, tan fácil de alucinar por medio de anuncios, haciendo un punible comercio con su credulidad, influenciaron para sorpren­der al Gobierno con unas medidas no conformes á la legalidad y á los derechos que tiene adquiridos una respetable clase facultativa: siendo causa repetidamente de accidentes desagradables en aque­llas personas que fiados de sobra con los halagos de los prospectos.

(1) Real órden de 2b de Marzo de Í 8 M del Ministerio de la Gobernación.— «atendien­do S. M. á lo dispuesto en las Reales disposiciones de 18 de Abri l de 1860 y 28 del mismo mes de 1861, se aprueba la farmacopea española, redactada por la Comisión, mandando que rija oficialmente para el ejercicio de las profesiones médicas; y que se inserte esta Real ordenen la primera pág ina de la misma. (Gaceta, 9 Abri l . )

(2) Ordenanzas de Farmacia, art. 22: «Se publ icará , por úl t imo, una Tarifa oficial que fije el máximum á que puedan expenderse las substancias y los medicamentos comprendi­dos en el Petitorio »—Art . 41: «Todos los farmacéuticos con botica abierta ¡sstán obligados á poseer un ejemplar del Petitorio, Farmacopea y Tarifa vigentes.

NOVIEMBRE 5 DE 1876.—AÑO V, NUM. 6.° 6

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42 S E M A N A R I O F A R M A C E U T I C O .

se medican á troche y á moche sin aconsejarse con facultativo competente que les dirija j pueda vigilar los efectos del medica­mento y la conveniencia de tomarlo en el caso que lo aplican.

Otra dé l a s razones alegadas por los protectores de los medi­camentos galénicos extranjeros, es que cuando los españoles han acudido á otros países para curar sus dolencias y les han prescrito una especialidad, al regresar á su patria no pueden continuar cu­rándose con aquellos medicamentos que les han proporcionado algún aiivio. Tan flaco es este razonamiento, que es imposible pueda sos­tenerse en serioj porque si el medicamento fuera de fórmala cono­cida, y se pide en las boticas españolas, es creer muy inhábil al farmacéutico que no esté en el caso de podérselo preparar y sumi­nistrar; 'pues si no halla la fórmula en nuestra farmacopea oficial, ó no le indica los ingredientes la receta, la hallará en otras farma­copeas ó formularios extranjeros, que, en prueba de su ilustración y deseo de ponerse al corriente de los adelantos, poseen todos los farmacéuticos españoles, sobre todo los que viven en los centros y capitales, donde es posible y fácil el consumo de medicamentos ex­tranjeros. Mas si el medicamento fuera de fórmula ignorada, tam­poco podría proporcionárselo el paciente, á no ser qué ántes de entrar en la Aduana un analista se encargara de desvelarnos los misterios que encierra la cajita, bote ó pomo milagraso, para que­darse el análisis envuelto entre los legajos de las oficinas de la Aduana; y decimos esto porque ignoramos se haya publicado nun­ca ni se haya mandado dar publicidad á los análisis, en virtud de los cuales vernos penetrar por las Aduanas una verdadera nube de productos galénicos extranjeros.

Se ha dicho ya que era vago y absurdo el modo como dispone el decreto para permitir la entrada de los medicamentos galénicos extranjeros en España, y añadimos que tales disposiciones son además ilusorias y risibles, á lo ménos por lo que sucede prácti­camente y nos ofrece la experiencia y la observación de los hechos.

Para demostrarlo volvamos á las preguntas: ¿qué debemos en­tender por fórmula conocida? ¿Qué se entiende por descubrirla com­posición de un medicamento secreto? Si un formulario ó farmacopea estampa, por ejemplo, la fórmula de la. Tisana secade P o l l i n i , aun -que el poseedor de la verdadera receta se valga de todos los medios y tonos para decir al público que son falsas y mentirosas cuantas recetas se han publicado y se han dado á conocer de su medicamen­to, ¿tendrá entrada perla Aduana, por más que junto con las botellas ó cajas vaya una instrucción dando un solemne mentís á todos los químicos y analistas y confeccionadores de formularios que han querido desvelar la composición de tan misterioso secreto? (1) Si el introductor del E l i x i r antigotoso de Gfuillié se presenta á la Adua-

(1) Del fármaco antisifilitico de l'ollini.—'Milán, 1872, pág ina 249:—« me es me­nester todavía una vez declarar que todas las fórmulas de una supuesta decocción de Pol/ini, registradas en las farmacopeas, en los formularios, en los tratados de farma­cología ó de sifi loyatría son erróneas ó mentirosas.»

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na con la fórmula de dicho fármaco, inserta en la mayor parte de los formularios extranjeros, ¿se le permitirá la entrada, por más que cualquiera con la fórmula conocida y publicada al tratar de hacer aquel elíxir se parezca tanto al suyo, al que nos viene de Francia, lo mismo que un huevo á una castaña? Y quien dice de estos, dice de otros muchos que tienen su fórmula para servirles de pasaporte y tarjeta de entrada en nuestro país; que tanta es su confor­midad con la fórmula de su verdadera constitución, como la que prestó Ovidio á los deseos de su padre, al prohibirle que hiciera versos.

(Se concluirá.)

A c t o s oficiales.

M I N I S T E R I O D E F O M E N T O .

Meal órden.

limo. Sr.: Vacante en la Facultad de Farmacia de la Universi­dad de Barcelona la cátedra de Práctica de operaciones farmacéuti­cas, por muerte de D. Vicente Munner y Valls, ocurrida en 28 de Setiembre último, S. M. el Rey (Q. D. G.) se ha servido disponer que se anuncie para proveerla por traslación, conforme al regla­mento de 15 de Enero de 1870 y Real decreto de 21 de Julio de este año.

De Real orden lo digo á V . I . para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde á V. I . muchos años. Madrid 14 de Octubre de 1876.—C. Toreno.—Sr. Director general de Instrucción pública.

D I R E C C I O N G E N E R A L D E I N S T R U C C I O N P U B L I C A .

Resultado vacante en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona la cátedra de Práctica de operaciones farmacéuticas, dotada con 3.000 pesetas, que según el art. 226 de la ley de 9 de Setiembre de 1857 y el 2.° del reglamento del 15 de Enero de 1870 corresponde al concurso^ se anuncia al público, con arreglo á lo dispuesto en el art. 47 de dicho reglamento, á fin de que los Catedráticos que deseen ser trasladados á ella, ó estén comprendi­dos en el art. 177 de dicha ley, ó se hallen excedentes, puedan so­licitarla en el plazo improrogable de 20 dias, á contar desde la publicación de este anuncio en la Q-aceta.

Sólo podrán aspirar á dicha cátedra los Profesores que desempe­ñen ó hayan desempeñado en propiedad otra de igual sueldo y categoría de la mi»ma ó análoga asignatura, y tengan el título de Doctor en Farmacia. Los Catedráticos en activo servicio elevarán sus solicitudes á esta Dirección general por conducto del Decano de la Facultad ó del Director del Instituto ó Escuela en que sirvan, y

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44 SKMANAHIÜ FAKiVJAOEUTICO.

los que no estén en el ejercicio de la enseñanza lo harán también á esta Dirección por conducto del Jefe del Establecimiento donde hubieren servido últimamente.

Según lo dispuesto en el art. 47 del expresado reglamento, este anuncio debe publicarse en los Boletines oficiales de las provincias; lo cual se advierte para que las autoridades respectivas dispongan que así se verifique desde luégo sin más aviso que el presente.

Madrid 14 de Octubre de 1876.—El Director general, Antonio Mena y Zorrilla.

C o r p o r a c i o n e s f a c u l t a t i v a s .

ÓOLEGIO D E F A R M A C É U T I C O S D E M A D R I D .

Acta de la junta general celebrada el día 21 de Setiembre de 1876.

Presidencia, del Diputado 2.° Sr. D . Pedro Bíesa. Reunidos los Sres. Blesa, L . Girón, Pardo Bartolini, Argenta,

M . Crespo, Pérez (D. Cándido), González de Prado, Iñiguez, Gó­mez Pamo, Losarcos, Bernoulli, Ruiz del Cerro, Andéchaga, ülzur-run, Marin, Paredes, ürquidi . Dueñas, Delgado, Arribas, Ubeda, Font (Secretaria), leida el acta de la sesión anterior, después de una rectificación hecha sobre la misma por el Sr. Marin y Sancho, fué aprobada por unanimidad.

Se dió cuenta de haber recibido una circular de la casa de dro­gas y froductos químicos de D. C. Losarcos, de varios ejemplares de la Memoria Medicamentos galénicos extranjeros, leida al Colegio de Farmacéuticos de Barcelona en sesión general del dia 17 de Ju­lio del presente año por el Dr. D. Ramón Codina Langdin, Secreta­rio primero de dicha corporación; del Manual del Practicante de Farmacia, regalado por su autor D. Angel Bellogin Aguasal, con destino á la biblioteca, como asimismo de algunos ejemplares del discurso y rectificación del Excmo. é limo. Sr. Obispo de Avila, pronunciados en la sesión del Senado el dia 12 de Junio de 1876, al defender su enmienda al art. 11 del proyecto de Constitución de la monarquía española,- acordándose dar las gracias á todos por tal deferencia.

Leida una comunicación de D. Nicanor de la Peña solicitando se le dejase el cuadro de objetos prehistóricos que regaló al Cole­gio, accedióse á ello con el correspondiente recibo.

Dióse cuenta de haberse recibido la obra titulada Curso de práct ica de operaciones farmacéut icas , regalada por su autor Don Ricardo de Sádaba, con oficio en el cual manifestaba su satisfac­ción si el Colegio en su elevado criterio emitiera su juicio autori­zado é imparcial acerca de la misma, acordándose, por indicación del Sr. Marin, pasase á la Sección científica con el carácter de turgente.

Leido un oficio de D. Eduardo López Menchero, remitiendo dos

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SKMAlNARIO F A R M A C E U T I C O . 45

muestras de soluciones acuosas de brea y bálsamo de copaiba con su correspondiente Memoria, se acordó pasase á informe de la Sec­ción científica.

Dióse lectura de otro oficio de D. Francisco García Cabrero y Pérez, en el que manifestaba á la Corporación la muerte de su her­mano D. Ignacio, triste noticia que fué oida con gran sentimiento. Y después de dar cuenta de los oficios de aceptación de los cole­giales que fueron admitidos en la anterior sesión, se procedió á la votación de los que quedaron propuestos para individuos de número en la celebrada el dia 21 de Junio, Sres. D. Eduardo López Men-chero y D. Andrés Garci-Nuño, siendo elegidos por unanimidad.

Leida la propuesta para socio corresponsal á favor de D. Fran­cisco Calvo y Sebastiá, firmada por los Sres. L . Girón, Dueñas y Font, se acordó siguiera los trámites reglamentarios.

E l Secretario que suscribe participó al Colegio haber recibido de la Sección científica el informe relativo al vino de naranja elaborado por D. Francisco Calvo, trabajo concienzudo y minucioso llevado á cabo en breve tiempo por los Sres. L . Girón, Dueñas y Garrido (D. Luciano), comisionados por la referida Sección para el objeto.

Leid^ en el acto por el Sr. Girón y el Secretario el dictámen relativo al mismo aprobado por la Sección científica, y por indica­ción de algunos colegiales el art. 26 del reglamento, fué declarado urgente.

Puesto á discusión, hizo uso de la palabra el Sr. Argenta para manifestar que el Colegio debía.desechar la oscuridad que al pa­recer envolvía el informe acerca del procedimiento seguido por el autor del producto, no debiendo en este caso premiarle con la me­dalla de oro para que se le proponía.

E l Sr. Dueñas demostró no existía en el informe la oscuridad que en él encontraba el señor Argenta, afirmando que en la Memo­ria del Sr. Calvo se precisaban todos los detalles indispensables para la elaboración del vino de naranja.

E l Sr. Argenta, rectificando, dijo que no existiendo, según ha­bía expresado el Sr. Dueñas, el menor secreto, retiraba sus pala­bras, votando en este concepto en pro de los acuerdos propuestos por la Sección científica á la superior aprobación del Colegio.

E l Sr. Paredes pidió la lectura de la Memoria, lo cual provocó una larga discusión por haberse opuesto á ello los Sres. Pardo Bar-tolini, Girón, Ubeda, Ruiz del Cerro y Delgado, que demostraron en aquel momento no procedía otra cosa que la discusión del dic­támen, siendo en el caso contrario absurdo el trabajo de la Comisión en quien la Sección científica y el Colegio en general habían depositado toda su confianza.

E l Sr. González de Prado, que al parecer estaba más conforme con el Sr. Paredes, elogió, sin embargo, el dictámen, rogando al propio tiempo al Colegio cumpliera en el presente caso lo que en los estatutos y reglamento se previene.

Declarado el punto suficientemente discutido, se aprobaron por unanimidad los siguientes acuerdos;

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46 S E M A N A R I O FARMACÉUTICO.

1. ° Dar un voto de gracias á la Comisión por el acierto con que ha desempeñado su cometido.

2. ° Que se imprima por cuenta de la Corporación el referido i n ­forme, precedido de la Memoria correspondiente, unido el impreso á la reseña que ha de leerse, según costumbre, en la inmediata se­sión de aniversario.

Procedióse después á la votación de la medalla de oro propues­ta á favor de D. Francisco Calvo, acordándose fuese nominal.

E l Sr. Argenta explicó su voto favorable en virtud de las acla­raciones hechas por el Sr. Dueñas.

Señores que dijeron sí.

Pardo Bartolini, Argenta, Pérez, Losarcos, Delgado, Dueñas, Ruiz del Cerro, Girón, übeda , Font y Blesa (Presidente): total, 11.

Señores que dijeron no. Iñiguez, González de Prado y Paredes: total, 3. Quedando premiado con medalla de oro por 11 votos contra 3. Y después de dar cuenta el Secretario que suscribe de un telé-

grama recibido durante la suspensión de las sesiones del Subdele­gado López, de Murcia, dirigido al Sr. Presidente del Colegio, y de la contestación dada, de que todos los señores colegiales quedaron satisfechos, siendo ya hora muy avanzada, se levantó la sesión, de que certifica.—El Secretario, José Font y Martí.

S E C R E T A R Í A .

Esta Corporación celebrará la junta pública del aniversario 139 de su instalación oficial el dia 21 de Noviembre próximo, á las ocho de la noche, en su local, calle de Santa Clara, núm. 2, debiéndo­se en esta sesión sortear el premio de 300 rs. en metálico en favor de los Practicantes de Farmacia, y para solicitarle se requiere que el candidato reúna las siguientes condiciones:

1. a Haber practicado en una oficina de colegial de número ó de establecimiento benéfico regentada por Profesor que reúna aquella cualidad por espacio de tres años consecutivos, acreditán­dolo con certificación expedida por el farmacéutico respectivo.

2. a No haber merecido en su carrera ninguna nota de suspenso, cuyo extremo lo probará con certificado librado por la Universi­dad correspondiente.

De entre los aspirantes se otorgará el premio al que haya obte­nido mejores censuras en sus estudios, y cuando hubiese más de uno en las mismas condiciones, decidirá la suerte.

Lo que se anuncia para que los que lo deseen presenten sus so­licitudes acompañadas de los expresados documentos en esta Secre­taría de mi cargo hasta el 21 de Noviembre próximo, á las doce de la mañana.

Madrid 21 de Octubre de 1876.=E1 Secretario l.e, José Font y Martí.

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S E M A N A R I O FARMACÉUTICO. 47

A s u n t o s c i e n t í f i c o s .

N U E V A A D U L T E R A C I O N D E L S U L F A T O D E Q U I N I N A .

La Union pharmaceutique reproduce una advertencia que hace otro periódico (Álger Medical) acerca de una nueva falsifi­cación del sulfato de quinina. '

Denunció este último colega la aparición en Francia de frascos iguales álos que acostumbra usar para la venta del sulfato de qui­nina la casa Pelletier, JDelondre et Levaillant, revestidos de eti­quetas iguales, pereque contiene en su mayor parte una sal de potasa, cristalizada en agujas como el sulfato de quinina, y que se cree sea el salicilato de potasa, mezclado con una pequeña porción de la sal alcaloidea.

Esta mezcla tiene sabor amargo mucho menos intenso que el del sulfato de quinina, se disuelve rápidamente en el agua produ­ciendo descenso de temperatura.

E l Repertoire de PTiarmacie también da cuenta de esta falsificación y presenta nuevos datos sobre el asunto debidos á ensayos químicos que el doctor P. Jaillard ha hecho con el producto falsificado. Según este químico la sal de potasa empleada en esta falsificación no es el salicilato, sino el nitrato, el cual se encuentra en la enorme proporción de 70 por 100.

Los caracteres que Jaillard asigna á la mezcla son los siguien­tes: preséntase en masas formadas por agujas entrelazadas, de aspecto sedoso, semejantes á las del sulfato de quinina; examinadas detenidamente se observa que tienen sabor amargo algo salado; se disuelve en gran parte en el agua; en mayor proporción en el alco­hol de 90°. Arde con llama y deflagra dejando un residuo alcalino que presenta todos los caracteres de la potasa. Tratada por el ácido sulfúrico diluido en su peso de agua y en presencia de las limadu­ras de cobre produce vapores rutilantes, y presenta las demás reacciones del nitrato de potasa y del sulfato de quinina. Ensaya­da con el cloruro férrico no ofrece la coloración cliocolate que revela la existencia del ácido salicílico, y examinada al microscopio deja ver gruesos prismas de nitrato de potasa mezclados con las agujas finas del sulfato de quinina. Se presenta en frascos de 15 á 30 gra­mos revestidos con la etiqueta y sello de la casa Pelletier, Delon-dre y Levaillant, y se vende á bajo precio.

Para distinguir esta mezcla del sulfato de quinina puro, el autor propone dos medios, á saber:

. I.0 Colóquense 5 decigramos del sulfato sospechoso sobre una lámina de hierro y expóngase á la llama de una lámpara de alcohol. Si el producto contiene nitro deflagra y deja un residuo ampollóse de carbón.

2.° Póngase en un tubo un gramo del sulfato que se ensaya^

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48 S E M A N A R I O F A R M A C E U T I C O .

añádase solución ácida de cloruro férrico y hágase hervir. Si el pro­ducto es puro uo se advierte cambio alguno; si, por el contrario, estuviere mezclado con nitro, el líquido se enturbia, adquiere color verde, que pasa al amarillo y después al rojo anaranjado, deposi­tando una materia resinosa del mismo color. Esta reacción es muy sensible, en opinión del autor.

Notic ios v a r i a s .

ENSEÑANZA PRIVADA.—Conforme á lo dispuesto en los decretos de 4 de Junio y 27 de Octubre de 1875, los que aspiren á sufrir exá-men como alumnos de enseñanza privada en los grupos de asigna­turas correspondientes á las facultades de derecho (secciones del civil y canónico y administrativo), medicina, ciencias, farmacia y filosofía y letras, presentarán en la Secretaría general de la Uni­versidad de Madrid, hasta el dia 31 del corriente, la instancia acompañada de la partida de bautismo y certificación por la que acrediten ser Bachilleres en artes, á tenor de lo preceptuado en los citados decretos.

TRIBUNAL DE OPOSICIONES.—El que ha de juzgar los ejercicios de oposición á la cátedra de Materia farmacéutica animal y mineral, vacante en laüniversidaddeSantiago, le componen: Presidente, Don Manuel Rioz^y Pedraja, Consejero de Instrucción píiblica; y vocales, D, Rafael Sáez Palacios, D. Pedro Lletget y Diaz-Ropero y Don Gabriel de la Puerta y Rodenas, catedráticos de la facultad á que pertenece la vacante en Madrid; D. Magin Bonet y Bonfill, Don Cárlos Ferrari y D. Francisco Iñiguez y Villanueva, Doctores en la mencionada facultad.

CONTINUACIÓN.—Hemos recibido los cuadernos 16, 17, 18 y 19 &e\ Tratado de Farmacia operatoria, ^or e lBr . D. Raimundo de Fors y Cornet, cuya segunda edición está publicando en Barcelona el Sr. D. Federico Prats y Grau, á quien agradecemos el obsequio.

NECROLOGÍA.—El dia 16 del corriente ha fallecido en Vitoria el reputado médico de aquella capital Dr. D. Jerónimo Roure^ cola­borador de JEJl Siglo Médico y representante que fué en la primera Asamblea médico-farmacéutica que se celebró en Madrid en 1871.

Acompañamos en su dolor á la afligida familia del Dr. Roure. ANTÍDOTO DE LOS HIPOCLORITOS.—Según refiere la Union fhar -

macéutique, se obtienen excelentes resultados en los envenena­mientos producidos por los hipocloritos alcalinos administrando el sulfito sódico disuelto en agua. Parece ser que Mr. Caries, farma­céutico, fué el que administró la citada sal en un caso de envene­namiento por el hipoclorito potásico ocurrido á un trabajador. D i ­cho farmacéutico tenía ya conocimiento de que los sulfitos é hipo-sulfitos alcalinos son antídotos del cloro.