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Meditación de un amanecer en tiempo de sementera Ya es tiempo de sementera y en los surcos de mi arada, se escucha ya la tonada que ayer se escuchó en la era. Ya va el Bullaque alventando riega alegre y sosegado, el prado, cuyo verdores marchitaron los colores; Y al calmar su sed el prado se lo agradece con flores. Ya va el gañán a sembrar las tierras de sementera, con la mano en la macera yen sus labios un cantar. ¡Tierra prodiga y jugosa de mi fértil heredad! ¡En esta tierra hermosa lección de fecundidad! Toda esta tierra está henchida de preñez de sementera..., ¿Y yo qué de hacer de mi vida rama estéril y podrida digna sólo de la hoguera? Dios me ha dado el poderío del sentir hondo y con brío y el pensar derecho y claro..., ¿He de sentirme yo avaro de lo que al cabo no es mío? No he de guardar mis ardores, avaro en el corazón; ha de seguir la lección de los campos de las flores. Jamás una flor sencilla nos negó la maravilla que en sus pétalos encierra, jamás le negó la tierra su calor a la semilla. Y yo, que deban Señor un alma y un cuerpo llenos de fecundidad y amor..., ¿me resignaré a ser menos que la tierra y que la flor? La vida que no florece y es estéril y escondida, y ni fecunda y crece, ¡El cariño y el trabajo hacen dulce la subida!. Por eso yo, con profunda ansias de vida y de amor, quiero regar con sudor y hacer mi vida fecunda como lo quiere el Señor. Quiero que la vida mía no sea un germen enfermo en tierra rasa y bravía; quiero remover el yermo y hacer fecunda la ería; y quiero darme en amores cuando mi espíritu encierra, y deshacerme en sudores para que, al dar en la tierra produzca la tierra flores. ¡Cuerpo mezquino y cansado! ¡El espíritu amedrantado! ¡Hasta de necio temor... ¡A devolver al Señor! cuanto el Señor os ha dado! ¡Alma de cuanto poseas, hasta las últimas sobras! ¡Tu voluntad, date en obras! ¡Tu inteligencia, en ideas! ¡Y tú, hirviendo de pasión cual deshace el ventarrón las nieves sobre las cimas, entrégate corazón, deshecho en cantos y rimas! Este alma mío abrasada en un anhelo encendido, no ha de ser grana perdido en los bordes de la arada. Ha de ser como esas flores que, en medio de esos rastrojos; Sin cuidado ni labores, Se ofrecen a nuestros ojos y nos brindan sus olores. Que este anhelo de poesía de mi ser, que no se harta jamás de luz y armonía Dios se lo dio al alma mía para que yo lo reparta. Por eso buscó los modos de cantar mis poesías pasiones que, siendo mías son las pasiones de todos. en surcos de mi besana. Van a mí a aprender lo que es vivir corazón, que es debida la lección de este hermoso amanecer. ¡Corazón de vida espera! ¡Las manos en la mancera y en los labios a cantar, que es tiempo de comenzar, corazón las sementera. ¡Ven te espero en la besana, verás mis surcos derechos, pero no las obras mías que quiero hacerlas barbecho para hacerlas más queridas. Y quisiera conseguir hacer a todos sentir un mismo anhelo infinito y, ante mis versos oír a cada uno decir: "Es sólo viera y escrito si yo supiera escribir. Quiero hacer bien en mi vida para sentir en mi pecho esa dulzura escondida que engendra la indefinida satisfacción del bien hecho. Que es verdad que, aunque haya quien nunca lograra entenderlo, hay un goce en hacer bien por sólo el goce de hacerlo. Y es que al que siembra esté suelo de rosas y poesías de esperanzas, de alegrías de fortaleza y consuelo; y al que leída a sus hermanos rosadas de consejos sanos y palabras bondadosas... ¡Le queda siempre en las manos algún perfume de rosas! Siente en mi pecho bullir ansias de amar con fervor.... ¡Que quien no derrocha amor no sabe lo que es vivir! Compartir quiero mis días con otras al más hermanas, y partir mis alegrías que, en lo que tienen de humanas, son tan suyas como mías; abrir a todos mis brazos y consolar sus pasares,

Meditación de Un Amanecer en Tiempo de Sementera

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Meditacin de un amanecer en tiempo de sementera

Ya es tiempo de sementeray en los surcos de mi arada,se escucha ya la tonadaque ayer se escuch en la era.

Ya va el Bullaque alventandoriega alegre y sosegado,el prado, cuyo verdoresmarchitaron los colores;Y al calmar su sed el pradose lo agradece con flores.

Ya va el gan a sembrarlas tierras de sementera,con la mano en la macerayen sus labios un cantar.

Tierra prodiga y jugosade mi frtil heredad!En esta tierra hermosaleccin de fecundidad!

Toda esta tierra est henchidade preez de sementera...,Y yo qu de hacer de mi vidarama estril y podridadigna slo de la hoguera?

Dios me ha dado el poderodel sentir hondo y con broy el pensar derecho y claro...,He de sentirme yo avarode lo que al cabo no es mo?

No he de guardar mis ardores,avaro en el corazn;ha de seguir la leccinde los campos de las flores.

Jams una flor sencillanos neg la maravillaque en sus ptalos encierra,jams le neg la tierrasu calor a la semilla.

Y yo, que deban Seorun alma y un cuerpo llenos de fecundidad y amor...,me resignar a ser menos que la tierra y que la flor?

La vida que no florecey es estril y escondida,y ni fecunda y crece,es vida que no mereceel santo nombre de vida.

La vida es campo que espera que lo cruce la mancera,y la renueva la azada,y es bregar de sementera....

La vida es cuesta empinadade una montaa cimera...Mas no temis en la vida que si la cumbre es erguida y es pedregoso el atajo....,El cario y el trabajohacen dulce la subida!.

Por eso yo, con profundaansias de vida y de amor,quiero regar con sudory hacer mi vida fecundacomo lo quiere el Seor.

Quiero que la vida mano sea un germen enfermoen tierra rasa y brava;quiero remover el yermoy hacer fecunda la era;y quiero darme en amorescuando mi espritu encierra,y deshacerme en sudorespara que, al dar en la tierraproduzca la tierra flores.

Cuerpo mezquino y cansado!El espritu amedrantado!Hasta de necio temor...A devolver al Seor!cuanto el Seor os ha dado!

Alma de cuanto poseas,hasta las ltimas sobras!Tu voluntad, date en obras!Tu inteligencia, en ideas!Y t, hirviendo de pasincual deshace el ventarrnlas nieves sobre las cimas,entrgate corazn,deshecho en cantos y rimas!

Este alma mo abrasadaen un anhelo encendido,no ha de ser grana perdidoen los bordes de la arada.

Ha de ser como esas floresque, en medio de esos rastrojos;Sin cuidado ni labores,Se ofrecen a nuestros ojosy nos brindan sus olores.

Que este anhelo de poesade mi ser, que no se hartajams de luz y armonaDios se lo dio al alma mapara que yo lo reparta.

Por eso busc los modosde cantar mis poesaspasiones que, siendo masson las pasiones de todos.

All sobre mis ardoresvuelvo mis ojos all,que all he dejado unas flores...y ellas te hablarn de mi!Ya sonre la alborada,y en la llanura mojada,la tierra abierta y partida,ya est preada de vidaen surcos de mi besana.Van a m a aprenderlo que es vivir corazn,que es debida la leccinde este hermoso amanecer.Corazn de vida espera!Las manos en la manceray en los labios a cantar,que es tiempo de comenzar,corazn las sementera.Ven te espero en la besana,vers mis surcos derechos,pero no las obras masque quiero hacerlas barbechopara hacerlas ms queridas.

Y quisiera conseguirhacer a todos sentirun mismo anhelo infinitoy, ante mis versos ora cada uno decir:"Es slo viera y escritosi yo supiera escribir.

Quiero hacer bien en mi vidapara sentir en mi pechoesa dulzura escondidaque engendra la indefinidasatisfaccin del bien hecho.

Que es verdad que, aunque haya quiennunca lograra entenderlo,hay un goce en hacer bienpor slo el goce de hacerlo.

Y es que al que siembra est suelode rosas y poesas de esperanzas, dealegras de fortaleza y consuelo;y al que leda a sus hermanosrosadas de consejos sanosy palabras bondadosas...Le queda siempre en las manos algnperfume de rosas!Siente en mi pecho bulliransias de amar con fervor....Que quien no derrocha amorno sabe lo que es vivir!Compartir quiero mis dascon otras al ms hermanas,y partir mis alegrasque, en lo que tienen de humanas,son tan suyas como mas;abrir a todos mis brazosy consolar sus pasares,y, entre rimas y cantaresdarles mi vida en pedazos.

Y al fin rendido quisierapoder decir cuando muera;Seor, yo no traigo nadade cundo te amor me dieras.Todo lo dej en la aradaen tiempos de sementera!

Fdo. Raferro