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Memoria anual de exploración. Speleoclub Cántabro
Memoria anual de las actividades de exploración y topografía de cavidades en el Término Municipal de Valdáliga (Cantabria) año 2018
2018
Juan Montero Martín, coordinador equipo de exploración del Speleoclub Cántabro.
Memoria de exploración 2018 (Juan Montero, Coordinador equipo exploración) Página 2
Indice:
Resumen…………………………………………………………………………………………………………….Pag. 2
Breve crónica del ejercicio………………………………………………………………………………….Pag. 3
La zona explorada……………………………………………………………………………………………...Pag. 4
Los resultados…………………………………………………………………………………………………….Pag. 6
El trabajo topográfico…………………………………………………………………………………………Pag. 8
Perspectivas para 2019………………………………………………………………………………………Pag. 11
Conclusiones………………………………………………………………………………………………………Pag. 13
RESUMEN
Durante el año 2018, varios miembros del Speleoclub Cántabro han continuado con la
labor de exploración en el municipio de Valdáliga, (Cantabria) centrando la actividad
en una nueva zona de este la cual, poco a poco, va aportando resultados muchos de
ellos con una buena perspectiva a la hora de “pinchar” con un nuevo sistema.
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Breve crónica del ejercicio.
Tras el parón navideño, los componentes del grupo de exploración inicialmente, se
centran en repasar y volver a chequear las zonas del municipio que anteriormente
habían sido exploradas, con escasos o nulos resultados en esta labor.
La aportación por parte de uno de los miembros del grupo de un trabajo topográfico
bastante preciso en un sector concreto, despierta el interés del equipo y dirigen sus
esfuerzos en la exploración de este sector.
Dicha zona, consiste en una vega situada entre las zonas denominadas “Cotera del
Taladro” y “Vega de Yudero”, esta última ya explorada con anterioridad pero en
dirección este del último.
Los trabajos de exploración dan fruto en la primera jornada, siendo localizadas varias
torcas y simas que, por los sondeos realizados (Simples piedras arrojadas al fondo),
hacen renovar de nuevo la esperanza de localizar algo interesante en la zona.
Por desgracia, el trabajo de exploración se realiza de forma intensiva en los primeros
meses del año (de enero a junio), pues obligaciones laborales, familiares y de salud de
algunos de los miembros de exploración, hacen que, a partir del mes de Junio, las
salidas sean cada vez más espaciadas y menos frecuentes.
El grupo, confía en que el año próximo (2019) se retome con fuerza la zona y los
trabajos sigan aportando los satisfactorios resultados que hasta ahora ha aportado la
zona, confiando también que, un mayor número de socios del club, decida
incorporarse a las labores de exploración de forma más comprometida y estable.
El grupo de exploración.
Todos componentes del
Speleoclub Cántabro,
comprometidos con la
zona y esperanzados por
localizar un desarrollo
importante.
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La zona explorada.
La Cotera del Taladro, es un pequeño collado que separa dos pequeñas cuencas
hidrográficas entre la Sierra de Arnero y la Sierra del Escudo de Cabuérniga
manteniendo una dirección este/oeste, al igual que el resto de pliegues de la zona.
Dicho collado, por su vertiente este, da acceso a una vaguada flanqueada por zócalos
calizos en cuyo fondo, los días de fuerte pluviometría corren regueros de agua, los
cuales, se sumen en innumerables dolinas y torcas.
Dicha vaguada, desemboca en la denominada “Vega de Yudero”, mucho más al este,
aportando esta última sus arroyos en dirección a la localidad de Bustriguado, en el
municipio de Valdáliga.
Es este sector entre la cotera y la vega el explorado por el S.C.C. con intensidad este
ejercicio de 2018.
A lo largo del sector explorado, se aprecian innumerables dolinas, muchas de ellas con
desarrollo vertical en su fondo, todas ellas se están siglando con las iniciales VD
(Valdáliga). Algunas de ellas son totalmente impenetrables a pesar de observar como
tienen mucho desarrollo vertical.
Todas estas dolinas y torcas, tienen una marcada dirección y la mayoría de ellas se
encuentran prácticamente en línea a lo largo de la vaguada, lo que nos hace pensar
que todas ellas son conexiones que tienen como destino final, un sistema que discurre
muy por debajo del suelo, los sondeos en casi todas ellas nos dan un resultado medio
de aproximadamente 35/40 metros de profundidad.
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El trabajo del grupo, a día de hoy, se está centrando en localizar la torca que,
definitivamente, “pinche” con ese más que probable sistema subterráneo al que todas
ellas van a parar.
Añadir lo complejo de moverse por la vaguada, ya que su vegetación en ocasiones se
hace casi impenetrable, con unos pisos muy embarrados. Zarzas, escajos y bardales
hacen que su recorrido sea dificultoso, lo que no nos desanima, pues el ambiente que
aporta la zona es para el grupo, uno de los acicates a seguir su exploración.
Como se aprecia en la imagen, el terreno y la vegetación no ayudan en las labores de
exploración, lo que no desanima al grupo, pues la vega aporta a cada paso, nuevas
expectativas de localizar una torca escondida por la maleza que definitivamente
conecte con el sistema que presumimos está por debajo.
En origen, se decidió realizar la aproximación desde la Cotera del Taladro, pero a
medida que la zona iba siendo “pateada” decidimos acometer la exploración desde la
Vega de Yudero. En ocasiones, la vegetación es tan densa que nos obliga a la
comunicación con walkie talkie, pues muchas veces, a pesar de estar a escasas decenas
de metros unos de otros, la conexión de forma visual es prácticamente imposible.
Es por esto, por lo que el grupo decidió bautizar como Torca Recompensa a la primera
de las cavidades que se localizó con desarrollo suficiente como para ser objetivo de
labor topográfica, habían sido muchas jornadas de llegar a casa con las piernas
destrozadas por las zarzas y reventados de pelear contra la maleza, era obvio y
evidente que esa primera cavidad era toda una RECOMPENSA con mayúsculas a
nuestros esfuerzos.
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Los resultados.
Los resultados, al menos para nosotros y teniendo en cuenta que el municipio, por su
geología y por su morfología, no es fácil para encontrar grandes cavidades, es muy
satisfactorio.
Se han localizado más de 20 torcas y cavidades, y a pesar de que algunas de ellas
resultan impenetrables para su topografía, el desanimo no entra dentro de la actitud
del grupo de exploración.
En la imagen, puede apreciarse el marcado rumbo oeste/este que las cavidades hasta
ahora localizadas mantienen a lo largo de la vega, cabe destacar que las sigladas como
VD5 y Torca Meandros, quedan fuera de ese trazado, lo que nos obliga a no solo
centrarnos en el recorrido y exploración por el fondo del valle, también en las aledañas
La densidad de la vegetación de la zona obliga a
ser, por una parte prudentes a la hora de
transitar por ella y por otra a ser minucioso en su
observación, pues detrás de cada arbusto, zarza
o escajo, puede aparecer un nuevo agujero.
Cada Torca avistada, cada cueva localizada,
reúne al grupo y se realiza un sondeo previo, si lo
que se observa o escucha, llama la atención, se
procede a siglar, marcar GPS y por supuesto a
explorar.
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El fondo de un pozo explorado (-35 m.) es otro de los resultados de la labor de
exploración, dicha cavidad, aún está pendiente de su total exploración y topografía,
encontrándose también ya equipada con anclajes tipo parabolt.
Marcada de momento como
VD-5, y en cuyo fondo
encontramos con sorpresa los
esqueletos de un perro y un
jabalí juntos e intactos, esta
pequeña torca ya se
encuentra equipada con
parabolt en su cabecera para
su futura labor topográfica.
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El trabajo topográfico.
Al cierre del ejercicio, y debido a que se han concentrado todos los esfuerzos en dar
prioridad en explorar concienzudamente la zona, aún así, se han realizado dos
topografías, quedando pendiente de esta labor tres cavidades, una de ellas con altas
expectativas “Torca meandros” a pesar de mostrase técnica, compleja y exigente
desde su boca. Dos componentes del equipo consiguieron llegar a -60 metros y la
cavidad continúa.
Es durante el ejercicio del próximo año cuando las primeras labores serán las
topográficas, con el fin de ir cerrando la carpeta de “pendiente de topografía” y a la
vez ir añadiendo metros a la espeleometría total del municipio.
Entrada a la VD-3
Marcada como VD-3, esta
pequeña torca de escasa
profundidad y desarrollo,
forma parte de las labores de
topografía. Una pequeña y
modesta cavidad que,
podemos dar por finalizado
su trabajo en ella. Se trata de
un pequeño pozo de 19
metros de vertical sin
desarrollo en su base ni
aparente continuidad por
desescombro.
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Otro de los trabajos topográficos realizados en la zona corresponde a la Torca
Recompensa, el motivo de su nombre ya está más arriba expuesto. Se trata de un pozo
inicial que se localiza en el fondo de una dolina, el cual da acceso a una cavidad que, de
momento, nos arroja un desarrollo total de 160 metros llegando a una cota máxima de
profundidad de -30,5 metros.
Dicha cavidad, posee un punto pendiente de forzar, en el cual confiamos para que en
un futuro, puedan ser añadidos más metros a la espeleometría total de nuestra
querida “Torca Recompensa”.
El acceso a Torca Recompensa, tiene dos opciones,
no exentas ninguna de ellas de una cierta
complejidad. Bien resueltas por el equipo de
exploración. Actualmente la cabecera se
encuentra equipada con Parabolt de 10mm.
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Añadir al capítulo de “Resultados” tres cavidades más.
Por una parte un pozo muy prometedor, con un desarrollo vertical de 40 metros, una
cueva VD-5 con un pequeño pozo de 8 metros la cual está pendiente de ser explorada
mas concienzudamente, y la denominada “Torca Meandros” hasta la fecha la cavidad
que más desarrollo vertical nos a aportado (-60 metros aprox) cuya complejidad y
exigencia a la hora de su instalación y descenso esperamos que sea definitivamente
resuelta el año que viene.
Son estas tres cavidades los objetivos más inmediatos por parte del equipo de
exploración del Speleoclub Cántabro, sin olvidar por supuesto que la zona aún está
lejos de considerarse totalmente explorada.
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Perspectivas para el ejercicio 2019.
No se pueden definir de otra forma que no sean, “buenas”.
El grupo de exploración mantiene la confianza en que, a lo largo del año que viene,
definitivamente se pueda conectar con el sistema que suponemos se encuentra a una
cota inferior a todas estas cavidades detalladas.
Como primer objetivo el año 2019 debe empezar por cerrar las topografías pendientes
así como la total exploración de las cavidades ya referenciadas.
Confiamos en que al cierre del ejercicio del año que viene, la espeleometría total
sumada, añada una buena cantidad de metros totales al municipio de Valdáliga, tanto
en desarrollo total como en vertical.
A pesar de las dificultades en la
exploración como se aprecia en
las imágenes adjuntas, el equipo
de exploración del S.C.C.
mantiene sus expectativas y su
ánimo intacto para “pinchar” con
algo importante en el municipio.
Es cuestión de tiempo y
perseverancia el obtener la
“recompensa” merecida al
esfuerzo.
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La conexión vía radio entre los miembro del equipo, se hace imprescindible.
Añadir a nuestras perspectivas de cara al año que viene que, el Speleoclub Cántabro,
ha decidido apostar por incorporar las últimas innovaciones en tecnología para la
realización de esta labor. Aprobado en asamblea general recientemente, se va a
incorporar en breve un Drone de larga distancia, lo que facilitará mucho la labor de
aproximación y exploración a los integrantes del equipo, así como la adquisición del
último modelo de dixto concebido específicamente para la labor topográfica en
cuevas.
Una de las aproximaciones a la zona de exploración.
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Conclusiones.
La zona es, por lo expuesto en esta breve memoria de lo acontecido este año en la
zona, merecedora de nuestra total atención y colaboración por parte de los miembros
del S.C.C. así como de su renovación por parte de la Federación. A la vista está que los
resultados de cara a la próxima temporada, pueden ser buenos y prometedores.
La clave está en la perseverancia e implicación por parte de la mayor cantidad de
miembros del club.
Juan Montero Martín, coordinador del equipo
de exploración del Speleoclub Cántabro.
