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Dios concedió, a los que nos hizo a su imagen y semejanza, el don de la palabra para que a través de ella trabajemos en la misión universal: alcanzar nuestra salvación y la de todos los hombres. Mensajero Misión y Palabra: Una experiencia pastoral Año 5 No. 129 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 26 de mayo de 2013 Donativo: $5.00 TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO La Seguridad ¿La podremos lograr? Voz del Pastor Pág. 2 Pág. 6 La misión del laico en la Iglesia Pág. 15 Casa Hogar de las Niñas de Tláhuac Pág. 12 Juventud y modernidad Pág. 11 Pág. 8 De la pesadilla de las inundaciones...

Mensajero 129

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Dios concedió, a los que nos hizo a su imagen y semejanza, el don de la palabra para que a través de ella trabajemos en la misión universal: alcanzar nuestra salvación y la de todos los hombres.

MensajeroMisión y Palabra: Una experiencia pastoral

Año 5 No. 129 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 26 de mayo de 2013 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

La Seguridad ¿La podremos lograr?

Voz del Pastor

Pág. 2

Pág. 6

La misión del laico en la Iglesia Pág. 15

Casa Hogar de las Niñas de Tláhuac

Pág. 12

Juventud y modernidad Pág. 11

Pág. 8

De la pesadilla de las inundaciones...

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2 Mensajero

Antes que nada, recordemos que el ser humano es un ser en relación, que no tiene la posibilidad de vivir aislado completamente. Tiene necesidad de los demás y los demás necesitan de él. Por otra parte, es importante tener en cuenta la tensión que se da, natural-mente, entre la persona en cuanto sin-gular, y la persona en cuanto sociedad. ¿La sociedad forma al individuo? ¿El individuo construye su sociedad? Ambas preguntas tienen un sí como respuesta. Tanto la sociedad influye en el desarrollo y alcance de identidad de la persona, como la persona es capaz de influir en la transformación de su sociedad.

Estos elementos iniciales en nuestra reflexión nos sirven para encuadrar el tema, que es uno de tantos que entran en este contexto. La seguridad, ¿es asunto de algunos, de uno? como pudiera ser la autoridad. O es asunto de todos, como pudiera ser la sociedad. Ya vamos mirando una respuesta con el presupuesto: tanto el individuo, la persona concreta, usted, yo, somos responsables de lo que se da en el ámbito de la seguridad. La sociedad en sus representantes, las autoridades, son responsables de lo que se da en el ámbito de la seguridad.

Entonces ¿Qué hacer? Dentro de lo mucho hemos hablado acerca de las causas de la falta de seguridad, me permito sugerir algunos puntos.

La comunicación. Es el eje de la vida humana. Intentemos vivir sin co-municarnos y será igual que dejar de respirar. Podemos hablar mucho, aún interactuar, pero al mismo tiempo no comunicarnos. Comunicar ideas, datos, es una cosa; comunicarnos in-volucrándonos, es otra muy distinta. En este sentido, el ámbito de la familia es el primer núcleo para la comuni-cación.

El papel de la familia.- Parece que en ocasiones la familia queda en la penumbra, no se toca, por ejemplo, cuando hablamos de la violencia en la escuela: hay normas nuevas que han de atender maestros y alumnos. Si deja-mos fuera a la familia, estamos

soslayando el elemento básico en el tema. Con frecuencia, quien llega con ímpetus a la escuela es porque los trae desde la familia, sea porque la sufre, sea porque la aprende en sus horas de soledad ante el televisor o las “maqui-nitas”. La actitud violenta es una de las negativas consecuencias de la incomu-nicación en la familia.

El grupo de coetáneos. Cuando no hay comunicación en la familia y la escuela no ofrece lo suficiente, además de ser una tendencia por la edad, los adolescentes y jóvenes buscan entre sí la comunicación de donde brota la vida del grupo que es fuente de solidaridad, de identidad. Aparecen las bandas, las tribus, de las que alunas son en verdad generadoras de conductas violentas.

Es indicativo que los jóvenes y adultos que se integran al crimen orga-nizado han tenido las experiencias más negativas en este proceso. Otros lo van haciendo, y es en el mismo sentido, por la falta de valores, por el ocio, por falta de incentivos de familia y de ambiente para buscar un proyecto de vida, y les es más fácil tener dinero a corto plazo, involucrándose en estos ambientes.

Respecto a la realidad social, he-mos escuchado la resolución de cons-tituir, por un mando único, la policía única. Es una gran decisión realizable no a corto plazo, pero adecuada. Y es no a corto plazo porque la realidad de la policía municipal y, en cierto sen-tido la estatal, nos dice que el número de activos no es el suficiente; entre ellos hay personas de la tercera edad que pueden atender, desde luego, muchos aspectos, pero no el de la segu-ridad ciudadana directamente.

Como Iglesia tenemos la oportu-nidad de propiciar un ambiente de relación con las familias, los adoles-centes y jóvenes, como al natural por la pastoral ordinaria (evangelización inicial y permanente, comisiones y dimensiones…).

Con respecto a los cuerpos de segu-ridad, abrirles el espacio para aten-derlos en sus necesidades espirituales, como varias diócesis lo están ya ha-ciendo, adaptándonos a sus posibili-

dades de tiempo. Acogerlos e incorpo-rarlos a la comunidad como miembros valiosos, útiles, y en la posibilidad de desarrollar una vida no sólo aceptable ante la sociedad sino que sea significa-tiva para la misma.

En la medida que las autoridades lo consideren viable, es urgente, apoyar una campaña de promoción para cap-tar jóvenes que deseen ingresar a la policía. No es un sueño. Es posible. Para esto es importante presentar la realidad de nuestra sociedad necesi-tada de personas, hombres y mujeres, con valores, con principios, dispuestos a dar la vida por quien lo necesita, en pro de la seguridad social.

No se trata de un simple volunta-riado, sino de presentar a los jóvenes la importancia de su valiente y decidida participación en la transformación de su sociedad. Esto supone que el Estado presente la vocación al servicio de seguridad como una prioridad nacio-nal, estatal y municipal. Que sepa incentivar con el contenido de los programas de capacitación para este menester. Esto implica la profesiona-lización de esta carrera policiaca, la organización de programas integrales de habilitación, los incentivos lógicos de cualquier profesionista como son un lugar digno en la sociedad, con seguridad social, sueldo, habitación y todo lo que una persona preparada para este servicio no sólo necesita tener sino que lo merece.

No basta el tema de la comuni-cación. Además de trabajar por la familia, los adolescentes y jóvenes, tenemos que trabajar por devolver a los miembros de los cuerpos de segu-ridad su lugar en la sociedad, y presen-tar su servicio como un baluarte importante en el desarrollo integral de nuestro ambiente.

¿Participamos?

t Guillermo Ortiz MondragónObispo de la Diócesis de Cuautitlán

DIRECTORIO

OBISPOS

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar

Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N.

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Claudia Abril Villanueva Aguilar

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOMaricruz Reyes Lugo

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación

de la Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la

Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se

distribuye en la Arquidiócesis de

Tlalnepantla, y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Ecatepec, Texcoco, Teo�huacán,

Netzahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

La Seguridad ¿La podremos lograr?

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3Mensajero

Por: Santiago Hernández

La ciencia Económica, entendida des-de el sentido positivista, cientificista y materialista, imperantes en el siglo XXI, y teniendo la ley de la oferta y la demanda como centro de ella misma, hace un acento particular sobre el capital que se genera, y a partir de él, pretende satisfacer las necesidades del mismo hombre. Después del siglo XVIII, con el liberalismo propuesto por Adam Smith, las instituciones pierden la esencia primera de la eco-nomía para dar el paso del bien común al bien particular, que ha imperado en la actividad de la producción econó-mica desde entonces.

Diferentes posturas, teorías y cam-pos de acción se dejan vislumbrar desde el liberalismo, con diferentes matices pero bajo los mismos princi-pios, avanzando con el mismo tiempo y generando nuevas exigencias so-ciales. No obstante, las disímiles crisis que se han presentado, particular-mente en la última década, permiten observar que la vida económica de México, y del mundo, está en una crisis; una crisis no caótica, sino que cuestiona de inmediato sobre la vali-dez de este sistema, y que involucra al hombre en el proceso natural de Crisis-Revolución que Th. S. Kuhn, ya proponía.

Por otra parte, el hombre, desde la visión más profunda de su existencia, busca integrar su persona en un único ser, en donde coincida su ser con su actuar, donde coincidan sus aspira-ciones con su ser cotidiano, donde integre los diferentes aspectos de su vida misma, su ciencia, su familia, su fe, sus relaciones, su trabajo, en un mismo hacer.

Este deseo profundo se ve poten-ciado cuando el hombre encuentra la

razón de su ser en algo que lo supera, algo, o alguien, sublime que le da sentido a su vida y le permite actuar desde su libertad, es decir, el hombre logra integrar todo su ser cuando logra experimentar a Dios, y su amor, como motor y su sentido de vida.

La Economía de Comunión, como postura específica de la doctrina social de la Iglesia, hace un llamado al giro antropológico; es decir, invita a tener al hombre como centro de la actividad social, empresarial, política y econó-mica. Donde, las aspiraciones del hombre, logran integrarse y al mismo tiempo logran satisfacer su deseo más natural, ser feliz.

Es un proyecto de desarrollo econó-mico de carácter solidario llevado a cabo por el Movimiento de los Foco-lares, en el que se involucran empresas de los cinco continentes. Los dueños de empresas que libremente se adhie-ren al proyecto deciden poner en comunión las utilidades de las mismas en función de tres objetivos y con aná-loga atención:- Ayudar a las personas que se en-

cuentran en dificultades, creando

nuevos puestos de trabajo y sub-viniendo a las necesidades prima-rias, comenzando por quienes com-parten el espíritu que anima el proyecto.

- Difundir la cultura del dar y del amor, sin la cual no es posible rea-lizar una Economía de Comunión.

- El desarrollo de la empresa que es el factor principal mediante el cual se concreta esta nueva cultura.La Economía de Comunión nace de

una espiritualidad de comunión, lle-vada a la práctica en la vida civil; conjuga eficiencia y solidaridad; apunta a la fuerza de la cultura del dar para cambiar los comportamientos económicos; no considera a los pobres principalmente como un problema, sino como un valioso recurso. Se fun-damenta en la igualdad, considerando que cualquier persona tiene algo para dar, por lo que no apunta a una simple donación sino a la dignificación de la persona ya sea brindando lugares de trabajo o capacitándolos para que ellos mismos puedan ser agentes de Economía de Comunión.

La Economía de Comunión (I)

La Provincia Eclesiástica de Tlal-nepantla ha asumido el reto de imprimirle al periódico “Mensa-jero” una presencia renovada en su diseño y presentación. Pero es consciente de que el verdadero reto es enriquecer nuestra inicia-tiva con un periodismo infor-mativo y formativo: “compro-metido, objetivo y amable”, al ser-vicio de nuestras comunidades creyentes necesitadas de informa-ción confiable y veraz.

El periodismo está viviendo tiempos de profundos cambios. Las nuevas tecnologías están transformando las formas de

hacer periodismo. Las presiones tradicionales comerciales e ideo-lógicas también han aumentado. Para nosotros, la mejor noticia es la comunicación del Evangelio siempre nuevo, pero dicho ser-vicio de comunicación reviste for-matos e iniciativas intrépidas para lo cual necesitamos escudriñar con ojos de fe el mundo y “hablar de todo, pero cristianamente”.

La profesión del periodista no puede reducirse sólo a describir los acontecimientos del mundo, sino que el periodista debe colo-carse al servicio de la verdad y del bien moral y espiritual de los

individuos y de las comunidades. El periodismo ejerce influencia sobre la opinión pública y, por eso, no puede estar guiado exclu-sivamente por fuerzas econó-micas, por intereses de grupo o ganancias.

En nuestro caso, “Mensajero” es un periódico que quiere com-prometerse en el servicio a los creyentes, contribuyendo a la edi-ficación de una sociedad fundada en la solidaridad, la justicia y el amor, a través de la comunicación de la verdad sobre la vida humana y su realización final en Dios.

La urgencia del periodismo católico

Editorial“Porque la locura divina es más sabia que los hombres y la debilidad divina es más fuerte que los hombres” (1 Cor. 1, 25)

Por: Pbro. Lic. Jesús Melquiadez Gadea Navarro*.

Los caminos del Señor no siempre son comprensibles y en muchas ocasiones van en contra de nuestros propios intereses y anhelos. Tal es el caso de la enfermedad, el dolor y la muerte.

José Luis Perales compuso una canción titulada “Dime” en la cual encontramos algunas preguntas que de vez en cuando nos hacemos y que son a la vez reclamos a Dios; cuando pienso en esas cuestiones y otras más que pode-mos formularnos me imagino a Dios respondiéndome: “¿Quién hizo el cielo, la tierra y todas las cosas? ¿Quién creo al hombre? ¿Quién conoce sus nece-sidades? ¿Acaso crees que a mí me gusta verlos sufrir o llorar? ¡Claro que no! Pero en todo esto hay una razón de ser”... Esto me dice, que debemos aprender a ver las cosas buenas, una enluz, una esperanza.

“Dios escribe derecho en renglones torcidos” versa un dicho, y para dar consuelo a los familiares y amigos de un enfermo o de alguien que falleció suelo decirles: “Dios de lo que menos peca es de tonto” y es que su sabiduría no siem-pre la podemos comprender, de ese dolor brotará la fortaleza, de esa prueba la perseverancia, de esa caída el resur-gimiento, de esa necesidad la solida-ridad. Todos estos momentos son opor-tunidades que podemos y debemos aprovechar para seguir adelante.

El niño enfermo de 10 años es el vín-culo de amor en una familia que se reúne para ver por sus necesidades, el padre o la madre de familia que sufre por el peso de los años y la debilidad es motivo para que los hijos agradezcan los años que ellos los cuidaron y vieron por ellos.

Así que cuando llegue la duda, la turbación, la inconformidad con la voluntad de Dios, detengamos un mo-mento, respiremos profundamente y tratemos de buscar la enseñanza que el Señor nos quiere dar en ese momento, recordemos que “Así, mientras los judíos piden signos y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles” (1 Cor. 1, 22-23.)

*El Pbro. Jesús Melquiadez Gadea Navarro, es Licenciado en Administración por la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID). Actualmente es Vicario Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, en Amecameca, Méx., y responsable de la Radio por Internet de la Diócesis de Valle de Chalco.

Luz y esperanza

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Por: Equipo de Comunicación,Diócesis de Cuautitlán

Una de las prioridades de nuestro Obispo Don Guillermo Ortiz Mondra-gón es dar un impulso a la Pastoral de la Comunicación en toda la Diócesis de Cuautitlán.

El equipo de comunicación de la diócesis trabaja en un plan Diocesano de comunicación, retomando elementos del Plan Diocesano de Pastoral, de los documentos episcopales y de la enorme variedad de fuentes en materia de comunicación, con el fin de brindar un espacio para el trabajo de todos los agentes involucrados en la misión y no sólo para los responsables de dicha comisión. En efecto, la comunicación social es un componente esencial de la nueva evangelización, y por eso, es un derecho y un deber de la Iglesia com-prometerse para que la comunicación social sea cada vez más auténtica, respetuosa de la verdad y cuidadosa de

la dignidad de la persona. Además, la Iglesia, es consciente de que la comuni-cación de la fe está directamente relacionada con la comunicación y con los medios.

Con el Plan de Comunicación preten-demos promover en la diócesis una pastoral orgánica de la comunicación social, con una Comisión Diocesana más activa, con una Oficina de Comu-nicación adecuada y con responsables bien preparados, así como atender la formación de sacerdotes, seminaristas, comunicadores, agentes de pastoral y usuarios de la comunicación.

Dentro de esta perspectiva recono-cemos como una urgencia el diseño de cursos de comunicación; una educación propositiva y crítica en relación con los contenidos de los medios y con el sistema mediático vigente y, al mismo tiempo, alcanzar un aprendizaje de los lenguajes multimediales y de su evolu-ción hacia el futuro.

4 Mensajero

Por: Diác. José Luis Juárez Ramos

Si bien el reino de Dios es espiritual, Cristo nos propuso construirlo en la tierra para que todo hombre se salve.

Por ello, en la Arquidiócesis de Tlalnepantla hemos iniciado esta enor-me labor a partir de la metodología prospectiva.

Durante estos años hemos seguido sus pasos; primero, haciendo una primera aproximación a la realidad de nuestra Iglesia particular de Tlalne-pantla; después, a través de la metodo-logía de consenso desciframos el pro-blema fundamental de nuestro territorio diocesano. Actualmente nos encon-

tramos realizando el modelo de situación, tanto parroquial, como por cada una de las zonas vicariales para poder contar al final con el de la Arquidiócesis.

Los siguientes pasos a seguir es tener una visión retrospectiva de la realidad Eclesial, revisando las acciones que hemos realizado, cuáles son las aéreas de oportunidad para mejorar y, por último, hacer nuestro modelo ideal en el cual debemos ver cuáles son las líneas de acción para la Evangelización, la pastoral y la fe, atrayendo nuevamente a nuestros hermanos a nuestra Madre y Maestra la Iglesia, construyendo así el reino de Dios en la tierra.

Unida a esta actividad y como parte del proceso, el próximo mes de junio se iniciará la visita pastoral de parte de nuestros Obispos a las diferentes parro-quias de nuestra Arquidiócesis, moti-vando a la participación en este pro-yecto a los párrocos y agentes de pastoral de las parroquias, así como a todos los fieles.

Construyendo el Reinode Dios en la tierraMetodología Prospectiva

Impulso a la Pastoral de la Comunicación

Por: Equipo Vicarial de San Andrés

Texcoco, Méx. 26 de mayo 2013. Nuestro Padre Obispo Juan Manuel Mancilla Sánchez, continúa su Visita Pastoral en la Vicaría Episcopal San Andrés. Esta semana se encontrará con la parroquia de La Resurrección y sus comunidades San Simón y San José Texopa, del jueves 30 de mayo al do-mingo 2 de junio del año en curso; del 18 al 21 de junio en la parroquia de San Miguel Arcángel, Chiconcuac, y del 4 al 7 de julio en San Andrés, Chiautla. De

este modo, el rebaño de Cristo es bus-cado, visitado, encontrado y amado por su Pastor.

La visita pastoral es la oportunidad de expresar nuestro amor al sucesor de los Apóstoles en esta dichosa ocasión llena de significado porque es el primer en-cuentro que la parroquia de La Resurre-cción tendrá con su Obispo, por lo que para la comunidad es un momento irre-petible, de júbilo, gracia, bendición y esperanza.

El Sr. Obispo Juan Manuel llevará la

Caminar Diocesano

La Diócesis de Valle de Chalcoexpresa su dolor y su más hondo pesar por el

fallecimiento inesperado del

Pbro. José Guadalupe Méndez Gallegos,y eleva al Señor de la vida oraciones

por él y sus familiares. Que en estos momentos de dolor brille la esperanza y la confianza en el Señor Resucitado.

Caminando como Iglesia unidos en la fe a Cristo

bendición que la comunidad necesita para seguir caminando como Iglesia unidos en la fe a Cristo nuestro Señor y fortalecer la comunión con el Santo Padre y con el Plan Pastoral de nuestra diócesis.

De acuerdo con el Código de Derecho Canónico en el canon 397, parágrafo 1°,

se indica que es deber del Obispo visitar todo el territorio diocesano personal-mente, y para ello se hace ayudar del Vicario General, Secretario Canciller, Ecónomo Diocesano, Vicario Epis-copal de Pastoral, Vicario Episcopal de la Vicaría, Oficial de Sacramentos y del Decano.

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5Mensajero

Por: Comisión Pastoral de la Comunicación, Diócesis de Ecatepec

El sábado 18 de mayo, en la Univer-sidad Panamericana Campus México, se llevó a cabo la celebración de la 47ª Jornada Mundial de las Comunica-ciones. El encuentro dio inició con la ponencia del nuncio apostólico en Mé-xico, Mons. Christophe Pierre, quien recordó la vocación y misión de los fieles laicos, la cual se concreta en su ser comunicativo, siendo facilitadores del lenguaje entre Dios y los hombres; señaló que S.S. Francisco es un gran co-municador, que hace llegar el mensaje de Cristo al corazón de los hombres: “Existe la necesidad de salir de las parroquias, perder el ego, escuchar la Palabra de Dios y divulgarla”, así mismo, comentó la reveladora y profética intervención del entonces Cardenal Mario Bergoglio quien, previo al Cónclave, habló de la necesidad de un Papa, que desde la contemplación de Cristo diera un mensaje de salir de la periferia geográfica y personal, para anunciar con alegría el mensaje de Jesucristo.

Mons. Pierre mostró como el papa

Francisco, Jesuita de la antigua estampa, está cumpliendo con lo que él mismo señaló, concluyendo que el método del papa Francisco es el amor, la ternura y misericordia; anunciar con respeto y valentía, salir de nosotros mismos y buscar la oveja perdida. Exhorta además a los pastores a mezclarse y entregarse, lo cual los hará pastores “con olor a oveja”.

Pos ter iormente , en un v ideo mensaje, Mons. Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, se concretó en indicar la misión que tene-mos en el mundo digital, de hacer sonar la Palabra, anunciar a nuestro Señor a todos los rincones del planeta.

Aseguró que “la eficacia del aposto-lado requiere de unidad y esfuerzos de los comunicadores”, palabras de Mons. Luis Artemio Flores, presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de las Comunicación.

Los medios católicos deben de anunciar, desmentir e informar con verdad y claridad, ser oportunos y utilizar un lenguaje fluido. El comuni-cador católico debe de serlo de “sustan-tivo” y no de “adjetivo”, estas fueron

algunas de las palabras de Jorge Tras-losheros, investigador y académico de la UNAM.

El Mtro. Jorge Hidalgo, investigador y coordinador de comunicación de la Universidad Anahuac, precisó que en las redes sociales como facebook, twitter, youtube, etc., hay que tener

habilidad de comunicación, diálogo, imágenes , compar t i r y generar contenidos. Sobre todo interactuar, lo que hace indispensable conocer el tema y dar respuesta a la participación generada. Instó a crear portales de verdad y fe, de tal forma que podamos llevar el Evangelio a todo el mundo.

47a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2013, celebrada en México

Iglesia Universal / Iglesia México

“La eficacia del Apostolado, requiere de unidad y esfuerzos de los comunicadores”

Por: Belén Zata

(CNN-México) El oratorio en Guada-lajara dedicado a la madre Lupita, de-clarada santa el domingo 12 de mayo de 2013 por la Iglesia Católica, recibe desde este fin de semana mayor canti-dad de fieles de los acostumbrados, dijo a CNN-México Verónica Becerra Mar-tínez, hermana de la congregación Sier-vas de Santa Margarita María y los Po-bres, orden que fundó la religiosa cano-nizada.

María Guadalupe García Zavala

(Zapopan 1878-1963), mejor conocida como madre Lupita, fue declarada santa este domingo por el papa Francisco, junto a otra religiosa colombiana, Laura Montoya y unos 800 mártires del pueblo de Otranto, Italia.

“Ha estado viniendo mucha gente a visitarla en estos días, sobre todo ayer (domingo) que fue en Roma la canonización se aumentó el número de visitantes a la galería (oratorio) donde está ella”, agregó Becerra Martínez.

El oratorio erigido después de la

muerte de la religiosa fue construido donde la nueva Santa tenía su dormi-torio, al ingreso del Hospital Santa Margarita del que fue confundadora y donde llevó a cabo su principal obra: La de atención a los enfermos y a los más necesitados.

En el sitio hay una figura de tamaño real de la madre Lupita, algunos de sus objetos personales y un área de agrade-cimientos, donde enfermos y sus fami-liares dejan constancias escritas de “milagros” y “favores” recibidos.

Los restos mortales de la religiosa descansan además en una urna colocada en la capilla del templo, donde el do-mingo el obispo auxiliar Miguel Ro-mano Gómez, ofició una misa en honor de la Santa.

Becerra Martínez, dijo que la capilla resultó insuficiente para recibir a los devotos de la madre Lupita que este domingo acudieron a la celebración eu-carística para celebrar la canonización de la religiosa.

En la misa dominical del medio día en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, celebrada por el cardenal Norberto Rivera, se hizo una

petición especial por “esas personas que dedican su vida a luchar por la paz”, como lo fue la religiosa que enfrentó la persecución religiosa del período revolucionario y fundó la congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.

Según la religiosa, el arzobispado de Guadalajara tiene previsto construir una parroquia en honor de la nueva san-ta, aunque aún no se conocen detalles.

Informó que el próximo dos de junio habrá una celebración religiosa en la catedral metropolitana, a la que podrán asistir todos los devotos de la madre Lupita.

La religiosa García Zavala nació en Zapopan, municipio de Jalisco, el 27 de abril de 1878 y falleció el 24 de junio de 1963 en Guadalajara.

La congregación religiosa de Siervas de Santa Margarita María de los Pobres brindan sus servicios en México, Perú, Islandia, Grecia e Italia.

García Zavala dedicó su obra de más de 60 años a la atención de los enfermos del hospital Santa Margarita en Gua-dalajara, que inició como un modesto hospital.

Fue canonizada después de que el Vaticano le atribuyó el milagro de haber sanado a una mujer de 81 años de edad en 2008, quien había padecido una hemorragia cerebral.

Devotos de la nueva santa mexicana la visitan en oratorio de Guadalajara

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Por: El Choco

La Pastoral de la Iniciación Cristiana, y más en específico la de la Confirma-ción, han sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo.

Hasta 1969, como tal vez en muchas diócesis, cuando llegaba el tiempo de la fiesta patronal o de la visita pastoral, se le presentaban al Obispo niños acompa-ñados de sus papás y padrinos, quienes mediante alguna preparación, si bien les iba, eran todos confirmados, por la sencilla razón de que habían sido bautizados y “ya eran cristianos”. De esta manera se evitaba muchas demo-ras, problemas y ya quedaban listos para que con la Primera Comunión ter-minara la formación Cristiana.

En algunas de nuestras diócesis todo cambió para la Iniciación Cristiana, sobre todo en dos puntos: la prepa-ración y exigencias para recibir algunos Sacramentos (llamadas pláticas) y la edad para recibir el Sacramento de la Confirmación. Sin embargo, actual-mente sigue habiendo muchos pro-blemas y malos entendidos para ubicar y llevar a cabo una verdadera y real pastoral que se pretendía en dicho momento del caminar de nuestras diócesis.

Ahora podemos encontrar un plura-lismo de opciones pastorales en las

diferentes diócesis que componen nuestra provincia eclesiástica de Tlal-nepantla. Opciones pastorales muy res-petadas, pero que en la práctica también presentan muchos problemas en la ma-nera concreta de entender los Sacra-mentos. Esto aparece más claro en lo referente al Sacramento de la Confir-mación. Un vistazo muy global a las distintas ofertas pastorales, encon-traremos desde cursos muy breves, con una metodología muy particular, conte-nidos muy propios, otros más largos, con distintas dinámicas, con ejercicios de todo tipo, o bien Retiros Espirituales de todas las tendencias y todo esto requiere un análisis más sereno para valorar todas estas experiencias.

Pero también en lo referente al Bau-tismo y a la Primera Comunión. No hay una preparación pre-bautismal clara, con objetivos comunes, sino que exis-ten toda una gama de contenidos, esque-mas, ejercicios, que más de las veces quedan al criterio del Párroco y en oca-siones hasta de los mismos Agentes de Pastoral. En la Primera Comunión no se diga, en lo que casi, por unanimidad estamos de acuerdo es en la edad, pero no así en un proyecto pastoral de evan-gelización que dé continuidad, profun-dización, complementación y culmi-nación de una verdadera Iniciación Cristiana.

¿Por qué toda esta diversidad? Bue-no, tal vez se deba esta situación a que hemos querido encontrar materiales ya hechos, y que más de las veces lo usa-mos indiscriminadamente, sin ningún sentido crítico, sin fijarnos, y esto tiene sus consecuencias graves que reper-cuten en errores pastorales. Además añadimos a que no estamos acostum-brados a reflexionar sobre nuestro que-hacer pastoral, entonces dejamos que así se quede todo, para no meternos en problemas, sin analizar sus causas.

Tenemos que entender que cualquier libro, práctica o acción pastoral en este sentido, requiere de tiempo para adap-tarlo, aplicarlo, armonizarlo, digerirlo, situarlo y enmarcarlo en el contexto que le da sentido y coherencia, pues ningún trabajo es absoluto, todo esto requiere de nuestra interpretación.

6 MensajeroEvangelización y Misión ContinentalProblemas y malos entendidos para ubicar la Iniciación Cristiana

Por: Pbro. Leonardo Barragán Solís

Dios concedió, a los que nos hizo a su imagen y semejanza, el don de la palabra para que a través de ella trabajemos en la misión universal: alcanzar nuestra sal-vación y la de todos los hombres. Hoy comparto la experiencia vivida en la pa-rroquia de Santa Clara, perteneciente a la Diócesis de Ecatepec en torno a la Pa-labra escuchada, vivida y compartida.

Nuestra parroquia de Santa Clara de Asís, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cuenta con 33 mil habitantes, de los

cuales, el 85 por ciento son católicos y los ubi-camos en la clasifi-cación siguiente:

Bautizados practicantes comprometidos, alrededor de 200 personas.

Bautizados practicantes, cerca de 5 mil.

Bautizados no practicantes, 24 mil.

El trabajo pastoral con los bautizados practicantes compro-

metidos, consiste en propiciar su perseverancia en la escucha, vivencia y acción apostólica en las pequeñas comu-nidades, así como el ejercicio de su servicio en un ministerio.

Con los bautizados practicantes apro-vechar la proclamación de la Palabra desde el ambón y profundizar su refle-xión a través de medios de comuni-cación tales como boletín parroquial, periódico de la Provincia, entre otros.

Finalmente, con los bautizados no practicantes, el medio más efectivo para su acercamiento es la misión, donde se

anuncia a los pobres la Buena Nueva y la liberación a los cautivos (cfr. Lc 4, 18). La misión la hemos diseñado a través de los sietes sectores que nos proporciona el INEGI compuestos por 280 man-zanas.

En este primer semestre cubrimos dos sectores con un total de 50 manzanas, teniendo la meta de conformar una pe-queña comunidad por cada una. Habrá tres misioneros por manzana donde la primera visita será para concertar una cita con la intención de que el mayor número de integrantes de la familia es-cuchen el anuncio del mensaje kerig-mático.

Posteriormente, las familias de las manzanas referidas se reunirán una vez a la semana durante cinco semanas para seguir profundizando el kerigma y pre-pararse a la vivencia del retiro kerig-mático.

Después, asistirán al curso de “Perma-necer y perseverar” concluyendo esta primera etapa con una liturgia de reno-vación de las promesas bautismales, para que enseguida se formen las pe-queñas comunidades con una catequesis progresiva, permanente, programada, evaluada, discipulada y testimonial.

Misión y Palabra: Una experiencia pastoral

Por: Pastoral de la Comunicación Arquidiócesis de Tlalnepantla

La Evangelización es un proceso dinámico

En el proceso de Formación de los discípulos-misioneros destacamos cinco aspectos fundamentales que apa-recen de diversa manera en cada etapa del camino, pero que se compenetran íntimamente y se alimentan entre sí: (Aparecida: No. 278).

1. El encuentro con Jesucristo

Es el Señor quien me llama (Mc 1, 14; Mt 9,9: “Sígueme”). Se ha de propiciar este encuentro que da origen a la inicia-ción cristiana, pero que debe renovarse constantemente por el testimonio perso-nal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la comunidad. El kerygma no es sólo una etapa, sino el hilo conduc-tor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo. Sin el kerygma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la esterili-dad, sin corazones verdaderamente convertidos al Señor. Sólo desde el kerygma se da la posibilidad de una iniciación cristiana verdadera. Por eso la Iglesia ha de tenerlo presente en todas sus acciones.

2. La Conversión

Es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor, cree en Él, por la acción del Espíritu, se decide a ser su amigo e ir tras Él cambiando su forma de pensar y de vivir, aceptando la cruz de Cristo, consciente de que morir al peca-do es alcanzar la Vida. En el Bautismo y en el Sacramento de la Reconciliación se actualiza para nosotros la Redención de Cristo.

3. El Discipulado

La persona madura constantemente en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesús-Maestro. Profundizar en el Miste-rio de su persona, su ejemplo y su doctrina. Para ello, son de fundamental importancia la catequesis permanente y la vida sacramental, que fortalecen la conversión inicial y permiten que, los discípulos-misioneros puedan perseve-rar en la vida cristiana y en la misión, en medio del mundo que los desafía.

4. La Comunión

No puede haber la Vida Cristiana sin comunidad. La comunidad son: las familias, las parroquias, las comuni-dades eclesiales, las pequeñas comuni-

El kerigma en Aparecida

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Por: Comisión de Comunicación, Diócesis de Texcoco

¿Sabías que los Misioneros de Guada-lupe, teniendo en cuenta que los laicos tenemos la obligación y el derecho de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra, desde hace 25 años asocian laicos en esta tarea de evangelización?

Muchos jóvenes profesionistas ponen sus habilidades al servicio de la evangelización y se han asociado al

“Instituto de Santa María de Guada-lupe para las Misiones Extranjeras” para vivir la experiencia misionera por un tiempo determinado.

Un Misionero Laico es una persona bautizada que quiere compartir su experiencia de Dios, con una con-ciencia clara de su compromiso cris-tiano y con el sincero deseo de llevarlo a cabo a través de su testimonio de vida y el desempeño de su profesión. Se bus-ca, por tanto, que el Misionero Laico no sólo ejerza su carrera, sino que, movido por su espíritu misionero, tenga alguna

expresión y acción evangelizadora directa.

En la actualidad los Misioneros Lai-cos Asociados están trabajando en Ke-nia, Perú, Guatemala y Mozambique.

Si te interesa vivir esta la experiencia, los requisitos son: 1. Ser profesionista titulado con experiencia laboral. 2. Edad: entre 25 y 40 años. 3. Experien-cia de trabajo pastoral de por lo menos un año. 4. Buena salud física y mental. 5. Capacidad de adaptación y de tra-bajo en equipo. 6. Disposición para salir al extranjero por un periodo de tiempo determinado, conforme al des-tino asignado.

La preparación consiste en asistir, en un fin de semana, a un retiro vocacio-nal, en la fecha programada. Participar, durante un fin de semana, en un inter-cambio de experiencias misioneras. Presentarse en un "encuentro de deci-sión", de una semana, en la casa de formación de Ixmiquilpan, Hidalgo.

El laico que decida ingresar tomará parte en el periodo de formación de un año, donde se entregará al estudio, a la acción pastoral y al cultivo de la vida espiritual y comunitaria. Previo al término de la preparación, el candidato solicitará ser admitido como Misionero Laico Asociado (MLA). Al ser acep-tado, se le dará un nombramiento para la Misión a donde será enviado.

Esta es la línea misionera: 01 800 00 58 100.

Misioneros Laicos Asociados

Por: Pastoral de la Comunicación,Diócesis de Cuautitlán

El problema de comunicación se ha convertido en uno de los asuntos cen-trales de nuestra sociedad. No obstan-te que paradójicamente la acumula-ción de información, la multiplicación de canales mediáticos aumenta frené-ticamente, nos encontramos menos comunicados y en ocasiones confun-didos. Se multiplican los encuentros, los congresos, las reuniones, redes sociales, pero de ninguna manera podemos afirmar que sirvan, al menos, como bálsamo contra la soledad humana. “Ay del que está solo” dice el Eclesiastés para manifestar el drama de nuestra sociedad tecnologizada: muchos medios, pero escasa comuni-cación. Por todas partes se forman masas de individuos anónimos que, en específicas coyunturas parecieran que alcanza a formar un cuerpo, pero en realidad el diálogo profundo y honesto no está presente y la soledad nos hiere.

El Eclesiastés no quiere ofrecernos análisis psicológicos o sociológicos sobre el drama de la incomunica-

bilidad humana. Quiere, como toda la Sagrada Escritura, ofrecer una refle-xión sobre la comunicación suprema que, de parte de Dios, tiene como destinatario al hombre. La Biblia, des-de el principio, coloca la Palabra de Dios como aquella que rompe el si-lencio, se hace revelación, diálogo y acción salvadora.

La imagen bíblica más sugestiva sobre el problema de la comunicación, la podemos encontrar en la Torre de Babel. Aquí los lenguajes no poseen ya transparencia y su obscuridad im-pide el paso de la luz de la verdad, de manera que los hombres terminan confundidos, divididos y en conse-cuencia alejados y extraños.

Ya Octavio Paz Lozano, nuestro premio Nobel de literatura (1989), escribió con agudeza: “Una nación se corrompe cuando se corrompe su sintaxis”. Es decir, que cuando un pue-blo no es capaz de comunicar, pierde también su moral. Somos testigos de una degeneración de la comunicación y del lenguaje: nuestros diputados apenas y utilizan 300 palabras de las aproximadamente 283 mil que com-

ponen nuestro idioma; los jóvenes de hoy utilizan un poco menos. Existe por tanto una pobreza en el lenguaje.

“La palabra, el discurso, es imagen del alma”, así como es la vida es el len-guaje, es la palabra.

La Palabra de Dios nos invita a revi-talizar nuestro lenguaje para revi-talizar el alma.

Comunicación y Palabra de Dios

7Mensajero Evangelización y Misión Continentaldades y movimientos apostólicos. Como los primeros cristianos, que se reunían en comunidad, el discípulo par-ticipa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna soli-daria. También es acompañado y esti-mulado por la comunidad y sus pastores para madurar en la vida del Espíritu.

5. La MisiónEl discípulo, a medida que conoce y

ama a su Señor, experimenta la necesidad de compartir con otros su ale-gría de ser enviado, de ir al mundo a anunciar a Jesucristo, muerto y resu-citado, a hacer realidad el amor y el servicio en la persona de los más nece-sitados, en una palabra, a construir el Reino de Dios. La misión es inseparable del discipulado, por lo cual no debe en-tenderse como una última etapa de la formación, aunque se la realice de diver-sas maneras de acuerdo a la propia vocación y al momento de la madura-ción humana y cristiana, en que se encuentre la persona.

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NUESTRO CAMINAR

Por: José Luis Ramírez

En estos momentos en que los hechos de violencia siguen asolando la convi-vencia humana y que ha cimbrado los cimientos de la sociedad mexicana, las celebraciones eclesiales, como la que realizó en estos días la Iglesia Católica, son un bálsamo para aliviar esas heridas

La Iglesia celebró con gran alegoría el día del Espíritu Santo, a quien se atri-buye la luz que ilumina el camino, el sendero que guía a los cristianos en su fe hacia Dios, también es propicio recor-dar sus frutos.

Los tres primeros frutos atribuidos al Espíritu Santo son: la caridad, el gozo y la paz. De estos, la paz, según la ense-ñanza de la Iglesia, es el lazo que une al Padre y al Hijo. Estos tres frutos están unidos y se derivan naturalmente uno del otro.

La paz que, según San Agustín; es la tranquilidad en el orden, mantiene al alma en la posesión de la alegría contra todo lo que es opuesto. Excluye toda cla-se de turbación y de temor.

Junto con la población, los integrantes del presbiterio de Nezahualcóyotl han sido objeto de la inseguridad, pero lo más alarmante que en ocasiones esa insegu-ridad ha provenido de quienes dicen que la vigilan.

No estaría de más que las autoridades municipales se acerquen a buscar en rea-lidad la paz y la seguridad que la comu-nidad desea y no tengan que ser rebasa-das y tener que ir en la búsqueda de la autoridad estatal, la cual a decir de algu-nos sacerdotes, está más receptiva a atender las denuncias.

La Paz, ansiado frutodel Espíritu Santo

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drenaje, la corrección y regulación de causes, elaboración de mapas de riesgo, aplicación de las normas que regulan el tema y contratación de seguros.

¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros? Por desgracia hay un factor muy importante que desemboca en inundaciones: “la basura”. Esta hace que se obstruya el drenaje y desalojo del agua, teniendo como consecuencia el estancamiento del agua que daña el medio ambiente y la salud humana. El Estado de México, por su densidad poblacional produce el 10% de la basura en el país; Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Toluca, Atizapán, Chi-malhuacán, Coacalco, Valle de Chalco y Ecatepec son los municipios que gene-ran el 60 por ciento de la basura en nuestro estado: alrededor de cinco mil toneladas diarias. El 25% de estos desechos van a la calle: botellas de PET, papel, bolsas, envolturas, empaques, colillas de cigarro, escombro y diversos desechos orgánicos e inorgánicos. La falta de educación y negligencia tiene consecuencias devastadoras para noso-tros mismos.

En la Iglesia tenemos una tarea urgen-te: “Evangelizar a nuestros pueblos para

descubrir el don de la creación, sabiéndola contemplar y cuidar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsa-blemente el señorío hu-mano sobre la tierra y los recursos, para que pueda rendir todos sus frutos en su destinación universal, educando para un estilo de vida de sobriedad y austeridad solidarias” (DA 474 a).Cuando vayas en la

calle observa la basura que hay y soli-darízate para quitarla y no contribuyas a la desgracia de inundarnos por la negli-gencia de muchos.

8 Mensajero

Por: Dra. Xóchitl Zarate G.

Un sábado por la tarde en la parroquia vi a un grupo de jóvenes hablando entre sí como buscando con ansiedad explicaciones, me dirigí hacia ellos; era un grupo aproximadamente de 20 hombres y mujeres entre los 16 y 18 años; al acercarme los salude: ¡Bue-nas noches jóvenes! ¿Les puedo ayudar en algo? Una de las chicas más cuerdas o centradas emocionalmente me contestó ¡por favor señora ayú-denos! Ya le pedimos ayuda a esa señora y no nos escuchó, empezamos a explicarle cuando nos detuvo y nos dijo muy molesta que nos saliéramos del Templo porque estábamos dro-gados, además que nos amenazó con llamar a la policía de no salirnos…

¡Ayúdenos! Tras escucharla, dirigí mi mirada hacia el fondo de la parroquia y dirigí mis pensamientos al Señor: “míralos ellos están en tu casa, vienen a buscarte y ahora tienen un proble-ma; Tú eres el único que les vas ayudar y mi persona la ubico como una intermediaria”.

De manera casi inmediata, invité a los jóvenes a tener una actitud de con-templación; a ellos, con los ojos cerrados y en condiciones de relaja-miento, receptivos, los invito a ver a Jesús como cada quien lo conciba. “Él se acerca a ti, está contento, tiene los brazos extendidos, tu descubres su mirada y en su mirada Él te dice que responde a tu llamado, su mirada es llena de amor y te da las gracias por este acto tuyo, este acto de humildad,

sin palabras te dice que tú no sabes cuánto te ama; su presencia te borra todo miedo, angustia y preocupa-ción”, les dije.

ReflexiónTe invito a meditar con calma ¿Qué

hubiera hecho Jesús ante esta situa-ción? Ante situaciones que te conflic-túan.

Hoy te invito que dejes a un lado tus prejuicios personales en las circuns-tancias que no cuadran con tu esque-ma, ubica el pensamiento de Jesús, date la oportunidad y deja que Él guíe tus actitudes tus respuestas, es lo más probable que las cosas te salgan mejor y lastimes menos a tus semejantes. No es fácil pero inténtalo.

No hagas el mal queriendo hacer el bien y aceptemos que nos podemos equivocar.

El prejuicio, elemento contra la Caridad

Por: Ramón Martínez Flores

En la Homilía del inicio de su pontifi-cado, el papa Francisco dedicó un mo-mento especial al cuidado del medio ambiente: “Quisiera pedir, por favor, a todos cuantos ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito econó-mico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la natu-

raleza; custodios del otro, del medio ambiente; ¡no dejemos que signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro!” (19-III-2013).En los últimos días se ha elevado la

concentración de partículas que gene-ran mala calidad del aire, desembo-cando en pre contingencia ambiental y restringiendo el uso de los automóviles.De acuerdo a datos de la Secretaría de

Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en el 2011 había en México en circulación 32, 096,708 vehículos, 15, 511,916 unidades más que en el 2000, lo que corresponde a un incremento del 100% del parque vehicular en poco más de una década.Más de 34 millones de personas están

expuestas a la mala calidad del aire en M é x i c o , g e n e r a n d o c o m o consecuencia 14,734 muertes de acuerdo a la Organi-zación Mundial de la Salud. En términos económicos, el

costo de las importaciones de México en gasolina, es el equivalente al 28% de las exportaciones totales de petróleo del país. Se estima que las pérdidas anuales por congestión vial en México ascien-den a 200 mil millones de pesos anuales.En la Zona Metropolitana del Valle de

México, se dan casi 31 millones de viajes persona/día en malas condicio-nes de vialidades y de sistemas de transporte, y un constante aumento del número de vehículos y de las distancias y tiempos de traslado. En el Estado de México, los municipios conurbados de Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, y Tlalnepantla concentran el mayor número de viajes metropolitanos. El 53% de los viajes que se realizan se efectúan en transporte público. Los usuarios emplean en promedio dos horas de viaje al día dentro del Distrito Federal y en casos metropolitanos, pasan hasta 5 horas de su tiempo en traslados.Hagamos un uso racional del auto-

móvil y busquemos que las autoridades pongan políticas adecuadas para el cuidado del medio ambiente y la salud pública.

Iglesia y Actualidad

Pre contingencia Ambiental, un llamado a la reflexión

Por: Mons. Luis Martínez Flores

Iniciamos la temporada de lluvias de este 2013 desde el 15 de mayo al 30 de noviembre, teniendo de julio a septiem-bre los meses más intensos. Las lluvias son una bendición ya que el agua es vida; sin embrago, para la Zona Metro-politana del Valle de México es una temporada de mucha preocupación por las inundaciones que, por desgracia, se dan frecuentemente causando graves daños: muerte, pérdidas económicas y un ambiente de desaliento y de irri-tación. En Ecatepec, Nezahualcóyotl,

Tultitlán, Cuautitlán, Valle de Chalco, Chalco, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, por mencionar algunos casos, se pueden verificar las conse-cuencias cuando el agua cubre casas, automóviles y terrenos.

El origen de estas inundaciones es multifactorial; desde lluvias intensas “atípicas”, por el calentamiento global, hasta las acciones humanas como la tala de bosques, el asfaltado de grandes extensiones y la ocupación de los cau-ses de agua por asentamientos regu-lares e irregulares. La solución de estos problemas no es fácil, requiere la parti-

cipación de todos. Por parte del gobier-no: Obras hidráulicas como el “Túnel emisor oriente”, plantas de bombeo y diferentes ductos; el desazolve del

De la pesadilla de las inundacionesal sueño de la participación de todos

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9Mensajero

Por: Pbro. Lic. Israel Romero Tirado

Muchos laicos, en la actualidad, van a misa, pero no participan en ella; van a misa, pero “no están en misa”; van a ella pero sin saber por qué o para qué.

Algunos lo hacen por costumbre, otros por tradición y algunos cuantos por no infringir el precepto y otros tantos no sabemos el por qué lo hacen. Lo cierto es que muy pocos saben dar una respuesta satisfactoria al por qué o para qué ir o muy pocos saben vivirla. Los que saben a qué van desearían tener una participación más consciente, plena, eficaz, fructuosa, etc., en pocas palabras les gustaría vivirla con más intensidad, pero no saben cómo.

De lo anterior se desprende la necesidad de la formación litúrgica de los laicos. Esta debe ser una formación que no sólo ataque los aspectos negativos que he enumerado, sino que, además, debe promover los aspectos positivos de la participación, como son el enseñarlos a saber «ofrecer víctimas espirituales agradables a Dios por Jesucristo» (1 P 2,5) y «de ofrecerse a sí mismos como hostia viva, santa y grata a Dios». Que son algunos de los derechos y obligaciones que han

contraído con su bautismo.Para poder l levar a cabo una

formación litúrgica eficiente, me parece que debemos par t i r desde una Iniciación Litúrgica, porque, como he mencionado más arriba, en nuestras comunidades tenemos gente que va a misa, que se sienta, se pode de pie, se inca, etc., pero en la realidad no tenemos unos verdaderos iniciados en la vida litúrgica.

(2/4 Continuará.)

Necesidad de la formación litúrgica de los laicos (II)

Celebremos la Fe

Por: Comunidad de Nuestra Señora del Rosario.

Chicoloapan, Méx. 23 de mayo 2013. La parroquia de Nuestra Señora del Rosario, realizó la celebración solem-ne de la recepción de la Sagrada ima-gen de la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario, procedente de Olías de Rey, Toledo, España.

Los fieles se prepararon espiritual-mente para este gran acontecimiento de fe y vida; principalmente con la oración del Santo Rosario para recibir las bondades y gracias de nuestro Señor y así estrechar los lazos de solidaridad y reconciliación entre las familias de la

comunidad.

Breve semblanza histórica de la imagen

Con toda cautela se puede afirmar que sus orígenes se remontan a finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII cuando se instala un constante fervor entre los habitantes de Olías del Rey hacia la Virgen del Rosario.

De estilo Gótico, se ignora el autor que la talló en madera al final del siglo XV, por lo que bien pudiera en un principio haber s ido concedida con ot ra advocación Mariana.

La imagen actual fue restaurada por los afamados restauradores sevillanos, hermanos Cruz Solís, y fue en este momento en el que realizan una copia exacta, siendo cardenal de Toledo el Excmo. Sr. Don Marcelo González Martín. El 14 de julio de 1981 la imagen fue donada por la parroquia de Olías del Rey, los Operarios del Reino de Cristo y Cofradía, al Excmo. Sr. Don Magín Torreblanca Reyes, II Obispo de Texcoco para que fuera expuesta a la veneración.

A lo largo de casi 405 años, la Virgen del Rosario en Toledo, España, ha unido al pueblo de Olías, uniendo sen-timientos que recuerdan y pasan de generación en generación. También es este el anhelo del párroco Rafael Mendoza Hernández y de la comu-nidad que ahora la recibe.

Recepción sagrada de la Imagen de Ntra. Sra. del Rosario de Olías del Rey

Por: Pastoral de la ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

Felipe Neri, el Apóstol de Roma, nació en Florencia, Italia, el 22 de julio de 1515 y murió el 26 de mayo de 1595 en Roma. Fundador de la Congregación del Oratorio.

El 23 de mayo de 1551, entró en el sacerdocio y se fue a vivir a San Girolamo della Carità (San Jerónimo de la Caridad), donde la principal regla era vivir en caridad con sus hermanos.

En 1559, Felipe comenzó a organi-zar visitas regulares a las Siete Igle-sias, en compañía de sacerdotes y religiosos, así como de laicos. Estas visitas fueron la ocasión de una corta pero aguda persecución religiosa al haber sido denunciado como creador de nuevas sectas.

En 1562, aceptó el cargo de párroco de la iglesia San Giovanni dei Fioren-tini, sin embargo, como se resistía a abandonar San Girolamo, permaneció en este templo a pesar de convertirse en párroco de San Giovanni.

La Hermandad del Pequeño Oratorio fue creciendo y en 1575 fue formal-mente reconocida por Gre-gorio XIII

como la Congregación del Oratorio, y se le concedió la iglesia de Santa María in Vallicella, donde los religiosos se instalaron en 1577. En 1593 dimitió del cargo de superior que le había sido conferido de por vida. San Felipe Neri fue beatificado por Pablo V en 1615, y canonizado por Gregorio XV en 1622. En el Santoral Católico su onomástica se celebra el 26 de mayo.

San Felipe Neri

Por: Pastoral de la ComunicaciónArquidiócesis de Tlalnepantla

Fundadora de la Congregación reli-giosa de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, nació en Zapo-pan, Jalisco, el 27 de abril de 1878.

Santa Lupita tenía fama de ser una joven muy bonita y simpática, sin dejar de ser sencilla y transparente en su trato, amable y servicial con todos. Tuvo un noviazgo con el Señor Gustavo Arreola y, ya prometida en matrimonio a la edad de 23 años, sintió la llamada del Señor Jesús para consagrarse a la vida reli-giosa sobre todo en la atención a los enfermos y a los pobres. Le contó esta inquietud a su director espiritual, el padre Cipriano Iñiguez, quien le dijo que a su vez, él había tenido la inspira-ción de fundar una Congregación Reli-giosa para atender a los enfermos del hospital y la invitaba a comenzar esta labor.

La Madre Lupita ejerció el oficio de enfermera arrodillándose en el piso para atender a los primeros enfermos en el hospital que, por cierto, al inicio care-cía de muchas cosas, sin embargo siem-

pre reinó la ternura y compasión, procu-rando sobre todo para los enfermos un buen cuidado en la vida espiritual.

Fue proclamada Superiora General de la Congregación, cargo que tuvo duran-te toda su vida y, aunque provenía de una familia de buen nivel económico, se adaptó con alegría a una vida extrema-damente sobria y enseñó a las Herma-nas de la Congregación a amar la pobreza para poder donarse más a los enfermos.

El domingo 12 de mayo, el Papa Francisco dio a México y al mundo una nueva santa Madre María Guadalupe García Zavala, para la gloria Dios.

Santa María Guadalupe García Zavala

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10 Mensajero

Por: Pbro. Rafael Peralta

¿Quién soy yo? ¿Quién soy? ¿Para quién soy?... soy persona. Como persona soy muy importante, soy un ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, único e irrepetible, con valores específicos y con una misión conferida por Él y por lo tanto no delegable.

Yo soy yo… Y mis circunstancias… decía José Ortega y Gasset, debo ser flexible, capaz y abierto al cambio,

conforme al Plan de Dios.

Debo descubrir para que estoy en este mundo, tener un proyecto de vida, crecer de acuerdo a mis características biológicas, sociales, espirituales y psicológicas.

No puedo cambiar el mundo, pero si puedo cambiar yo. Debo ser capaz de discernir y entender que el matri-monio, es un trabajo de equipo, el de nosotros, en lugar de lo mío y lo tuyo, es el compartir y complementar fuer-zas, posibilidades, tendencias, poten-cialidades y ayudar a corregir defectos y debilidades.

Debo ser capaz de una relación armónica con mis semejantes a: La dignidad de la persona humana, el res-peto y aceptación para ella, sus dere-chos al desarrollo y crecimiento humano, su libre albedrio y libertad,

actitud de servicio, respeto a ideas y maneras de vivir, respetando costum-bres y tradiciones (culturales), capa-cidad de donarse con mayor eficiencia y eficacia, todo con una recta con-ciencia.

DiscrepanciasEn el Génesis, Creados por Dios, como fuente de complementariedad y riqueza.

Su integración se logra en la llama y convivencia del amor, en la confianza y transformación del yo en nosotros. En la simbiosis o sea hombre y la mujer, dejaran a su Padre y a su Madre, para ser una sola carne.

Es trabajar, en el cambio de concien-cia, pero con conciencia de cambio, para crecer y alcanzar a Dios. Las dife-rencias pueden ser físicas, orgánicas, funcionales, psicológicas, espi-rituales, religiosas, culturales, afectivas, nutricionales, etc. El grado y calidad para el logro de la integra-ción de las diferencias, va a depender de la historia personal de cada uno, vivencias, aspectos genéticos y hereditarios, entre otros.

PersonalidadSin que sean términos universal-mente aceptados, podríamos men-cionar que, en diferentes grados y niveles, contribuyen a integrar la personalidad.

a) Temperamento, actualmente perfil de conducta, corresponde a aquellos aspectos de la personalidad, que h e m o s r e c i b i d o d e n u e s t r o s antepasados a través de la herencia, afectan nuestras formas primarias de reacción, a veces sub-conscientes, es innato, no aprendido y permanece sin mayores cambios a lo largo de la vida.

b) El carácter, es una parte adquirido, procede de las vivencias y de la rela-ción con el medio ambiente, es como un sello personal que marca la con-ducta y se relaciona con las maneras o proyectos que tiene la persona de pensar, actuar y de situarse ante el mundo, como se señala en la prueba de madurez.

c) El término personalidad, es un tér-mino complejo y no fácil de definir, se estructura con diferentes partes de los conceptos anteriores, pero se podría decir que es la estructura global de la persona, la que la hace única y dife-rente a los demás y con un modo propio y habitual de respuesta.

La voluntad es trascendente, en la formación de la personalidad y, aunque la madurez es un proceso continuo, puede distinguirse una

personalidad madura por su capacidad de adaptarse a la realidad, su flexi-bilidad al cambio, su deseo de servicio, capacidad de alegría y manejo de frustraciones, prevención y conocimiento de sus limitaciones, pero sobre todo, capacidad de amar y perdonar.

En consecuencia, para la prevención de los trastornos de la personalidad y para la adaptación e integración como pareja, discutir y analizar en profun-didad, los proyectos o modelos de vida que pueden visualizarse con la prueba de madurez, el perfil de personalidad y el inventario prematrimonial. � �

d) Cultura. Son las formas o hábitos de vida de un país, comunidad o familia, todas muy respetables, pero que sin duda influyen.

ConclusiónPara crecer en el amor y en la relación conyugal, es muy importante el conocer, valorar, aceptar e integrar las diferencias para una vida más armónica y permanente, desde luego también con la ayuda y fuerza del Espíritu Santo.

Tribunal Eclesiástico y Matrimonio

El matrimonio esconocimiento de sí mismo (SEGUNDA PARTE)

Familia

Las diferencias en el matrimonio. (Psicobiológicas, funcionales, orgánicas, culturales, religiosas, afectivas, etc.)

Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Ecatepec

Al hacer referencia al Sacramento del Matrimonio, podemos tomar en cuenta lo que dijo Jesús: “Lo que Dios ha unido no lo separe el hom-bre” (Cfr. Mt 19, 3-6).

En el Código de Derecho Canónico se expresa: “La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer consti-tuyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados”. (1055 § 1).

Es para el hombre y la mujer la posibilidad de santificarse a través de su unión conyugal.

El sacramento debe cumplir con características y normas para su vali-dez. Debe existir libertad para contraer

matrimonio y no tener ningún impedi-mento para realizarlo. El tribunal eclesiástico tiene entre sus funciones analizar si algún matrimonio “aunque haya parecido que existe”, en realidad es inválido. El tribunal procede a través de normas perfectamente establecidas y con sacerdotes especializados en la materia.

Para poder acceder al tribunal ecle-siástico, se debe considerar que en la Iglesia no hay divorcio, pero si puede haber elementos que planten la nulidad matrimonial, para ello es necesario contar con suficiente información, la cual se puede dar en un primer mo-mento con el Párroco respectivo, por si hay elementos suficientes sean cana-lizados al Tribunal Eclesiástico.

En Ecatepec, el tribunal eclesiástico está en la curia diocesana (San Cris-tóbal Centro, a un costado del Templo expiatorio) y los horarios son lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:00 a

14:00 horas. Las personas que lo necesiten, pueden acudir para recibir la orientación necesaria. Es bueno vivir en gracia de Dios y corregir posibles

situaciones irregulares y de pecado que puedan existir respecto a la vida matri-monial.

Pbro. Lic. Fernando Correa Morales.

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11Mensajero

Por: Pastoral de la ComunicaciónDiócesis de Cuautitlán

Nuestra Iglesia Diocesana de Cuau-titlán, heredera del maravilloso inter-cambio entre la profunda experiencia religiosa de los antiguos mexicanos y el Evangelio de Jesucristo, bajo la pre-sencia de Santa María de Guadalupe, es una Iglesia en misión permanente que desea dialogar con la cultura de la comunicación que está dando rostro y corazón a todos los hombres y en par-ticular a los jóvenes confiados a nuestro cuidado pastoral.

Nuestra época está caracterizada por una difusión de los instrumentos de la comunicación social siempre más rápi-dos e invasivos. Desde el Concilio Vaticano II hasta el día hoy la Iglesia ha crecido en la conciencia de la impor-tancia de la comunicación y de los medios, y está aprendiendo a conjugar su potencial en todos los ámbitos de la vida eclesial en donde los jóvenes jue-gan un rol de vital importancia.

Es necesario encontrar formas creí-bles para comunicar la fe en un con-texto cultural en donde el Evangelio debe encarnarse, pero sin perder su fuerza transformadora o perderse en la

vorágine de tantas voces que le hablan al hombre y lo distraen de la trascen-dencia del Evangelio y de la identidad cristiana. Hay que caminar más allá del espectáculo y de lo aparente, en un esfuerzo de auténtico discernimiento cristiano.

Los medios no son instrumentos “neutros”. Ellos son medio y mensaje, portadores de una nueva cultura, con nuevos lenguajes, nuevas técnicas, nuevas dinámicas psicológicas. La Iglesia no puede renunciar a compro-meterse más profundamente en el tra-bajo pastoral que significa la comuni-cación, los medios y la cultura que promueven. Urge integrar el mensaje mismo del Evangelio en esta nueva cultura creada por la comunicación moderna y de la cual los jóvenes son profesionales.

Por: Pastoral de la ComunicaciónArquidiócesis de Tlalnepantla

“La sociedad siempre ha creado redes de comunicación, no es una invención nueva. Hoy día, tenemos una tecnolo-gía que favorece estas aplicaciones y conecta muy bien con el deseo de comunicarnos", explica a Vida Nueva Javier Valiente, ponente del Curso de Redes Sociales de CONFER, que tuvo lugar el pasado diciembre.

Entre las iniciativas que pretenden testimoniar los valores del Evangelio por Internet, destaca con fuerza iMisión. Se trata de una red de usuarios católicos que nació tras un encuentro, una mañana de junio 2012, entre

Xiskya Valladares, hermana de la Pureza de María, y Daniel Pajuelo, religioso marianista.

No se trata de un proyecto, sino de un ágora de encuentros virtuales y presen-ciales entre sus miembros, que actual-mente son unos 300 colaboradores de España, Nicaragua, R. Dominicana, Uruguay, Ecuador, Mozambique, Boli-via, EE.UU., Venezuela, Italia, Méxi-co, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Brasil.

Trabajo desde TwitterFundamentalmente, basan la evange-

lización digital a través de Twitter (@iMision20), también están presen-tes en Facebook y YouTube, con el hastag #iEvangelizar. "Un día, convo-

camos una quedada tuitera y, en una hora, recibimos casi 4.000 tuits. Reco-gimos estos mediante una herramienta y luego se redactó un borrador en clima de oración", recuerda Xiskya.

De esta forma, Twitter les permite compartir gracias a los TT (Trending Topic) las esperanzas y angustias de las personas de este siglo, estar disponi-bles para el diálogo y aprender unos de otros. Es lo que Javier Valiente define como "el acompañamiento, el acercar-nos a la gente. Las personas buscan información y eso nos puede servir para dar a conocer nuestra información y ofrecer así visibilidad a la Iglesia. Nos puede servir para compartir, para el activismo y movilizar a las personas. Cuando un joven te deja entrar en su grupo, en su red quiere decir que ya estás formando parte de su vida".

"Un iMisionero debe vivir una vida cristiana responsable, en comunidad, acompañado espiritualmente para no

caer y sucumbir a la tentación narci-sista, que es de las más fuertes en el sexto continente" (internet), añade Daniel.

Hoy, desde su propia plataforma digital, este sacerdote organiza diver-sos encuentros. Y lo hace de un modo sistemático: los lunes, un obispo español aborda dos o tres apartados del YouCat [el Catecismo que se entregó a cada joven participante en la JMJ de Madrid del pasado año]; los martes, el obispo de Palencia, Esteban Escudero, explica el Compendio del Catecismo de la Iglesia en 54 catequesis; los miércoles, hay un taller de oración y lectio divina; los terceros jueves de mes, hay charlas sobre familia y adolescencia; y los últimos jueves de mes, los talleres son sobre el Atrio de los Gentiles, "para que los no creyen-tes, pero que son buscadores de la verdad, y quieran dialogar sobre razón y fe".

Por: Pastoral de la ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

Nuestra infancia la mecieron con cuentos. Cuentos para la luz del día y cuentos para enviarnos a la noche. En ellos comenzamos a comprender el mundo incluso, antes de entender el significado de las palabras. Y desde entonces nos queda el deseo de comu-nicar algo y la conciencia de que no podemos formularlo del todo. Podemos re-contar a los niños aque-llos mismos cuentos, y sentir que algo se queda escondido y no se deja atrapar por las palabras. Ahora nos atrevemos a esperar a que el niño crezca para que pueda comprendernos de otra manera; y vemos que el discurso que elabora-mos nos lleva, con frecuencia, al fraca-so. Es ahora, cuando ya se es capaz de entender todo, cuando volvemos al cuento.

Símbolo y realidad

¿Qué hay más allá de las cosas? ¿Se intuye algo detrás de las palabras? Cada cosa y cada palabra tienen su propio significado, pero también go-

zan de una cualidad que les da resonancia, expansión, connotación. Si una palabra o un objeto pueden abarcarse en su primer significado, no así en su simbolismo.

Sabemos qué es un lobo: nos lo define la zoología, nos lo muestran los documentales, conocemos sus corre-rías y sus luchas. Hasta aquí es el animal, “la cosa”, lo que un niño puede aprender en su casa y en la escuela. ¿Y ya sabe todo sobre el lobo? Precisa-mente se queda sin el más allá de la realidad, sin el simbolismo, sin la fiereza, la agresividad, la maldad, el engaño… Menos mal que el niño puede oír estos significados en el cuento.

La realidad tiene significados estre-chos. El simbolismo nunca se agota, no está delimitado por significados ni por realidades; cuanto más se ahonda en su sentido, más caras muestran y deja entrever profundidades insospe-chadas.

Del Libro: “Educar con cuentos” de José María Martínez Beltrán

Juventud y modernidad@joven

No hay que tener miedo de convivir con la modernidadsin perder nuestra identidad de cristianos

La magia de los cuentosUna forma sencilla de entender la vida más allá de las palabras

Misión o Evangelización Digital, experiencias que buscantestimoniar la fe en InternetPasos de éxito en los que se emplean los medios digitales en la Nueva Evangelización

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Por: Leandro Medina

Un sitio que no sólo ha servido de refugio y consuelo, sino también de formación; ya que en los 22 años que tiene de vida, la Casa Hogar de las Niñas de Tláhuac ha atendido a niñas en situación de abandono total o parcial, procurando una formación integral física y espiritual.

Desde que uno entra a la casa se respira el ambiente de un hogar, pues encuentra todo dispuesto para una convivencia y un desarrollo diario en la vida de estas pequeñas.

Actualmente este lugar atiende a 36 niñas de entre 6 y 12 años de edad, víctimas de violencia física, psi-cológica, emocional y hasta sexual; procurando corregir su situación bajo cuatro premisas: Asistencia - Edu-cación - Salud Emocional y Correspon-sabilidad de Tutores. Aquí se les proporciona un lugar para vivir durante su estancia, contando con dormitorios, comedor, un programa nutricional, la-vandería, áreas sanitarias y de espar-cimiento.

Se les garantiza educación primaria de acuerdo al programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), además de una formación de valores, y la impartición de talleres de compu-tación, danza, artes y lenguas extran-

jeras. Cuentan con salones para los grupos, sala de cómputo, sala de usos múltiples, patio de actividades y biblioteca. Lo reducido de los grupos proporciona una mejor atención y mayor eficacia en los métodos de aprendizaje. El desarrollo emocional de las niñas es supervisado por tera-peutas individuales y de grupo, con la asistencia de los tutores y un acom-pañamiento a las egresadas por parte de las religiosas. Cuentan con su capilla de

oración.A los tutores se les involucra en el

desarrollo de las niñas, orientándolos acerca del quehacer como correspon-sables en su formación. También se les hace participes de algunas actividades grupales y de fomento a la convivencia.

La casa-hogar fue fundada por la hermana Dulce María Bouchán de la congregación de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe en 1990, y hoy es dirigida por la hermana Rafaela Mar-

tínez Romero, con el apoyo de dos religiosas más: Hna. Carmen y Hna. Raquel, y una pequeña plantilla de laicos colaboradores, quienes a pesar de ser pocos han dado vida y fiel testimonio de su lema:

“Dormí y Soñé, que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y descubrí que

en el servicio se encuentra la alegría”.

Dios te llamaElementos importantes que ayudan a discernir mejor la vocación sacerdotalPor: Andrés Barraza Soria. Seminario de Vocaciones en la edad Adulta

La vocación sacerdotal es una gracia y el recorrido para llegar a descubrir-la también lo es. El punto funda-mental para percibir la llamada de Dios a servirle en el sacerdocio es sentirse alcanzado por el reino y la persona de Jesucristo, que nos revela la plenitud del misterio de Dios, nos enseña a responder en fidelidad a la voluntad del Padre.

La condición básica para poder encontrar la vocación

sacerdotal es querer hacer la voluntad de Dios

La vocación tiene mucho que ver con la maduración de la fe y con el tiempo oportuno para el discer-nimiento vocacional, es una con-junción de elementos variados: madurez humana básica, actitud de disponibilidad, relación de acompa-

ñamiento, proceso de discerni-miento y adhesión a la persona de Jesucristo.

Este camino de maduración vocacional puede ser lento y se va fraguando diariamente; ahí se van poniendo las bases para que la llamada de Dios pueda resonar en el corazón del creyente. Este proceso requiere, en el momento adecuado, unos días dedicados al discerni-miento vocacional para preguntarse: ¿Qué sentido está teniendo mi vida? y ¿en dónde estoy fundamentando mi existencia?

Los rasgos de madurez vocacional son: la estabilidad psicológica, la sexualidad y la afectividad enten-dida como amor oblativo (consiste en considerar el bien del otro tan real y tan importante como el propio), la orientación de la vida desde el servi-cio a los demás, la fidelidad a las decisiones, la aceptación de las propias limitaciones, un estilo de vida sencillo y, desde el ejemplo evangélico, entregarse en lo coti-diano. El santo Evangelio pide una actitud transformadora, que se acer-

que lo más posible al proyecto de salvación de nuestro Padre miseri-cordioso.

Una vocación concreta, como la de aspirar al Sacerdocio Ministerial, supone un proceso de discerni-miento que debe estar vinculado en el servicio en alguna parroquia o comunidad, asistiendo y comul-

gando con agrado y regularidad a la Santa Misa. El prospecto a la vida consagrada debe dejarse orientar con docilidad. Luego, decidirse valientemente por contactar la co-munidad sacerdotal a la que desea integrarse para su formación semi-narística.

La Casa Hogar de las Niñas de Tláhuac

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Por: Luis Alberto Alvarado Azpeitia

La música es muy relevante dentro de la religión ya que desde el principio se utilizó para la alabanza y la adoración de Dios.

La música cristiana es la música dedicada a Jesucristo, este término engloba la gran diversidad de estilos musicales cuya motivación principal es la fe, y que además suele transmitir en muchas ocasiones mensajes bíblicos.

Durante los dos mil años de cristia-nismo, se ha hecho música, con el fin de expresar de forma personal y comuni-taria las creencias con respecto a la vida cristiana y la fe en Dios. Ya lo dice el Concilio Vaticano II: “La tradición musical de la Iglesia universal consti-

tuye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expre-siones artísticas, principalmente por-que el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte nece-saria o integral de la Liturgia solemne” (SC 112). La definición de música cristiana, así como su papel funda-mental, su composición e importancia llegan a tener diversas perspectivas.

Es en la Iglesia donde se ha dado oportunidad de hacer música con distintos instrumentos (como de viento, cuerda y percusión; sobresa-liendo el órgano de tubos) hasta la actualidad, pero sobre todo el instru-mento que es más utilizado es el vocal (así como cantantes y coros), teniendo prioridad el canto polifónico y el canto gregoriano, los cuales deben ser pro-

movidos en todas las parroquias.

Para poder hacer de la mejor manera esta actividad musical dentro la liturgia es indispensable conocer en qué consisten los tiempos litúrgicos como el Adviento, Navidad, Ordinario, Cuaresma, Pascua, etc., y en qué momento se pueden realizar los cantos para cada ocasión, dando de esta manera mas realce a la parte espiritual.

Los estilos musicales varían en diversas ocasiones dependiendo la solemnidad y la celebración litúrgica y de esa manera encontramos ritmos diversos tanto tradicionales, clásicos, contemporáneos y modernos.

Dentro de tu parroquia se encuentran grupos y ministerios que se encargan

de esta actividad. En la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Jardines de Santa Clara, Diócesis de Ecatepec, desde 1997, formamos el “Coral Cum Jubilo”, hemos cantado en muchos foros y festivales, como Bellas Artes, Sala Netzahualcóyotl de la UNAM, la Basílica de Guadalupe, la Catedral de Ecatepec, pero lo mejor de todo esto, es cantar para Dios.

Por: Pastoral de la ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

En esta nueva visión que nos ofrece el cosmos, la materia, y la vida también nosotros resultamos profundamente cambiados. Nos descubrimos a noso-tros mismos de otra manera. Porque nos habían dicho; siempre lo pensaron así nuestros mayores que éramos distintos, que éramos también «otra cosa», que veníamos «de arriba», que fuimos introducidos por Dios «desde fuera» cuando ya estaba preparado todo el escenario... (y como si el mundo no fuera más que un simple escenario sin otra razón de ser que la de acoger la representación de nuestro drama huma-no).

Hoy sabemos que no es así. Sabemos que somos verdaderamente hijos de esta tierra, que somos el último eslabón de la evolución, la flor en la copa del árbol de la vida. No es que seamos ideas inmortales venidas a menos por haber tenido la desgracia de caer en la materia (Platón), ni nos encontramos en este planeta como unos desterrados o exiliados, sino que somos Tierra, estamos en nuestro hábitat natural, en nuestro propio hogar, en nuestra cuna, porque somos la Tierra misma que ha evolucionado durante millones de años des-plegando toda su potencialidad y creatividad. Somos tierra que ha llega-do a pensar, a sentir, a admirar, a amar... Somos humanos, animales, naturaleza, vida, Tierra, polvo de estrellas auto-organizado, Cosmos... Tenemos una edad de 13.700 mda, y llevamos en nosotros el resultado de los esfuerzos evolutivos de esa historia inabarcable.

Esta nueva visión nos transforma. Nos permite reinventar lo humano como parte del nuevo relato cósmico. Hoy nos

descubrimos a nosotros mismos como parte de esta dinámica cósmica en su despliegue constante autocreativo. Somos una creación del despliegue de la Tierra: hemos sido creados para dis-frutar y enriquecer la riqueza de la Tierra. Pensarnos a nosotros mismos como aparte, o por encima, alienados de la vida de la Tierra, es un espejismo que nos falsea y que nos aliena. Ocurre que, además, somos los últimos, somos unos recién llegados en el registro de la historia evolutiva. Y, a pesar de ello, nos hemos comportado como depreda-dores inmisericordes, que sólo han sabido mirar para sí mismos -y de un modo miope-, poniéndolo todo a su servicio, explotando la naturaleza sin miramientos, violentándola, inva-diendo el 85% de la superficie planetaria (¿somos una plaga para ella?), destruyendo los pulmones y las entrañas de la Tierra, contaminando las aguas y el aire ¿somos un cáncer para la Tierra?, como una verdadera fuerza geológica destructiva de alcance plane-tario... todo ello, en contradicción con nuestro propio ser, como si no fuéramos Tierra, como si nos realizáramos más bien estando en guerra contra ella.

Son contradictorios los sentimientos que en esta nueva hora de la historia tenemos sobre nosotros mismos, porque descubrimos que nos hemos comportado hasta ahora como lo que no somos, como si fuéramos otra cosa, como contra la Tierra y contra nosotros mismos... Urge que nos reconciliemos con nuestro ser, con nuestro propio cuerpo, con la Tierra que somos...

Tomado del documento “Cartilla popular para una nueva conciencia ecológica de la agenda latinoamericana”.

Iglesia y Cultura¿Qué importancia tiene la música dentro de la Iglesia?

Somos tierra que ha llegado a pensar

Por: Mauro Daniel García Olvera

Con estas palabras quiero hacer notar que la música y el canto en el culto católico son un aspecto muy importante de la fuerza evangelizadora y de acción en la Iglesia actual.

Dice el Concilio Vaticano II: “La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inesti-mable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne”. A lo largo de la historia la Iglesia católica a jugado un papel muy importante en el desarrollo del ser humano, tanto aca-démico, técnico y artístico. Gran parte del patrimonio cultural de la humanidad ha sido impulsado por la Iglesia, especialmente en el rubro de la música. Los grandes compositores, Verdi, Bach, Mozart son un ejemplo de la grandeza y la fuerza que este arte imprime en el hombre para elevarlo a la meditación e inspirarlo a la vivencia de la fe.

El papa Benedicto XVI tiene en gran estima este arte, e incluso, ha expresado su admiración por la obra de Mozart, de la cual expresa que: “consigue reflejar la respuesta luminosa del amor divino que da esperanza incluso en medio del dolor”. Esta afirmación del Santo Padre permite ver que la música responde a una de las necesidades que el hombre en la actualidad busca: llevar esperanza en medio del dolor. En una sociedad hedonista la música puede ser la medicina que le ayude a encontrar

sentido a su vida, y paciencia en la dificultad impulsando la superación y desarrollo humanístico de la sociedad, pues la música al ser un arte sensible y sensibilizador, naturalmente atrae al hombre y se apodera de él con su encantadora naturaleza.

Es por eso que la Iglesia, tendría que poner hoy, especial atención en este rubro, pues este medio, no sólo atraería a los creyentes, como clientes a una tienda de novedad, sino que también por la naturaleza pedagógica de la música entraría a la mente y al corazón de los que escuchan el mensaje cris-tiano haciéndolo más cercano y atrac-tivo.

Del mismo modo la música en las reuniones litúrgicas, no sólo las hace más amenas, sino que refuerzan el men-saje dado en la lectura de la Sagrada Escritura, crean un ambiente de frater-nidad al unir a todos en una sola voz, eleva las almas a Dios por la belleza del arte y significa la alabanza perfecta de la Iglesia a Dios nuestro Padre, en Jesu-cristo su hijo.

Podemos decir entonces que la música en la actualidad puede potencia-lizar la acción de la Iglesia católica al promover el acervo histórico-musical y al recrear con elementos nuevos y actuales nuevas obras que expresen la fe en la Iglesia del siglo XXI.

Valoremos el tesoro que los grandes compositores inspirados en los más profundos sentimientos humanos, nos han dejado como patrimonio universal de cultura y como instrumento eficaz para confesar, vivir y transmitir la fe.

“La música en el culto católico, es un instrumento pedagógico, catequético y simbólico que ayuda a vivir y a promover la fe”

Sabemos que somos verdaderamente hijos de esta tierra

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Este domingo el Evangelio nos enseña a perdonar; el perdonar nos sirve a nosotros para no guardar rencor y ser felices.

Es una señal de un buen cristiano el perdonar. Jesús nos dice este día “si sólo amas a quien te ama, eso no tiene mérito. Eso lo hace cualquiera” pero un buen cristiano sabe perdonar.

Esto no significa que no tengamos que buscar el cumplimiento de la justicia si no, buscar esa justicia sin rencor, sin venganzas.

Si tu compañero en la escuela te molesta, o te hace pasar malos ratos, no le guardes rencor; pero busca ayuda en tu maestro o tus padres así, ellos podrán encontrar la forma de resolver el problema.

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo; la presencia de Jesús en la Eucaristía.

Esta fiesta comenzó cuando santa Juliana de Mont Cornilon tuvo una visión de la Iglesia bajo la apariencia de la luna l lena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta fiesta. Ella contó esta visión al papa Urbano IV y así en el año 1247 comenzó a celebrarse.

En México hay una tradición el día de Corpus Christi de la que seguramente habrás oído. Cuentan que un hombre, llamado Ignacio, tenía dudas acerca de su vocación sacerdotal y un jueves de Corpus le pidió a Jesús que le enviara una señal. Al Pasar el Santísimo Sacramento frente a

Ignacio en la procesión, Ignacio pensó: "Si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían" y, en ese mismo instante, su mula se arrodilló. Ignacio interpretó esto como señal y entregó su vida a Dios en el sacerdocio.

Por eso, ponerse una mulita en la ropa o comprar una mulita para adornar la casa, significa que, al igual que la mula de Ignacio, nos arrodil lamos ante la Eucaristía, reconociendo en ella la presencia de Dios, y así, los niños se visten de inditos para agradecer la infinita ternura de Jesús.

JUEGO: Encuentra las siguientes palabras en esta entretenida sopa de letras.

Sección Infantil

Diviértete coloreando

EucaristíaIglesiaUrbanoCorpusChristiJueves

IgnacioSantísimo

DiosSacerdocio

MulaJesús

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1Mensajero 5

Por: Lissette y Jesús Trejo

“¿Por qué no trabajan para la Iglesia?” nos preguntó un día nuestro sacerdote y un matrimonio de amigos. Inmedia-tamente surgió la primera pregunta: ¿Nosotros?, “pero si no tenemos mu-chas habilidades para eso, de hecho, no somos el mejor matrimonio, no tene-mos tiempo y sí mucho trabajo”, respondimos. ¡¡Que casualidad!! Algo así deben

haber pensado los Apóstoles y algunos sacerdotes y laicos de todas las épo-cas”, comentaron nuestros amigos.Las cosas se fueron dando a su tiempo

y poco a poco nos fuimos integrando al servicio pastoral en la Parroquia, al principio por curiosidad y después por convicción hemos seguido nuestro apostolado como laicos dentro de la Iglesia. ¿Por qué hemos continuado

este camino?, hoy queremos compartir algunos de los frutos que por añadidura hemos encontrado:1. Nos hemos acercado más a Dios. Al principio pensamos que con la

Misa dominical era suficiente, pero Dios es más que eso, lo hemos encon-trado en cada momento de nuestra vida y, sobre todo, en el servicio. Después de estos años cuando recordamos la sonrisa de alguno de nuestros herma-nos diciendo “gracias”, la frescura del agua o el sabor de un alimento que nos han ofrecido, cuando hemos estado cansados o asoleados; la mirada de alguien que ha rescatado un matri-monio que creía perdido y el abrazo recibido en los momentos más difíciles para otros o para nosotros, podemos decir con toda seguridad que ahí ha estado Dios. Esa cercanía entre ellos y Dios que los primeros cristianos sen-

tían al orar y apoyarse los unos a los otros, la hemos sentido cada vez que servimos. El testimonio de amor que hemos

encontrado no sólo nos permite crecer espiritualmente a nosotros, sino im-pregna y tiene sentido en las personas de nuestro alrededor, familia, amigos y comunidad, colaborando juntos laicos y sacerdote por el Reino de Dios en la tierra. Misión que ha sido dada por el mismo Jesucristo: Y les dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16,15)2. Ser mejores personas y descubrir

y desarrollar habilidades.Cuando nos ponemos al servicio

como matrimonio o familia de la Igle-sia y del prójimo, abriéndose a la comunión con Dios y entre los hom-bres, hemos descubierto en el otro y en nosotros mismo dones que no cono-

cíamos y hemos experimentado como se van desarrollando; algunos somos mejores para cocinar y otros mejores para cantar, animar o sólo acompañar a otros en silencio. Cada don que Dios nos dio lo encontramos más profunda-mente en el servicio, el de alguien que le gusta escuchar, a otro hablar, otro que abraza, o alguien que es bueno para los números, para organizar… en fin a todos se nos ha otorgado un don (1Cor. 12: 8-10) y la mejor manera de descubrirlos es poniéndolos al servicio del pueblo de Dios. Por lo tanto, creemos y sabemos que

cada uno, con sus dones, estamos invitados al llamamiento de Cristo, a trabajar en su viña, a tomar parte activa, consciente y responsable en la misión de la Iglesia.

La misión del laico en la Iglesia

Por: Mons. José Trinidad González R., Obispo Auxiliar de Guadalajara

Uno de los aspectos negativos en el caminar de dos mil años en la vida de la Iglesia ha sido, en algunos momentos y en algunos lugares, creer y asumir que la inmensa tarea pastoral depende únicamente del clérigo. Esto es un grave error que tiene su recurrencia.

En el principio de la vida de la Iglesia el papel de los laicos fue muy impor-tante, tanto de los hombres como de las mujeres. El primer impulso evange-lizador de la Iglesia se realizó a través de laicos.

Posteriormente, poco a poco por la idea de que la perfección cristiana obli-ga a concentrarse más en la vida interior y cambiar el modo de vestir y de actuar, se creyó que lo importante era el estado clerical, y por lo tanto se requería vestir un hábito y pertenecer a una orden, lo que contradecía los inicios de la tradi-ción cristiana donde la orden de las viudas, de las vírgenes, entre otras, eran órdenes laicales.

En 1962, en la celebración del Con-

cilio Vaticano II, uno de los temas obligatorios y centrales fue restituir al laico, al seglar, su lugar imprescindible en la actividad de la Iglesia Católica, para que los laicos no sólo fueran objeto de la evangelización sino protagonistas y responsables de esta tarea; de ahí surgió el Documento del Concilio lla-mado «Apostolicam actuositatem» que está de dedicado al laico.

Los laicos, pues, deben ser los prin-cipales protagonistas de la evangeli-zación; ellos deben llegar a donde no llega el sacerdote o la religiosa; ellos deben ser los evangelizadores de avan-zada. Esta es la hora del laico, de los seglares conscientes que no deben sepa-rarse del mundo para realizar su labor.

Por lo mismo, no es correcto que cuando a un laico de una parroquia lo llamen a ser ministro o ministra de la Comunión le quieran imponer un hábito o distintivo; lo más correcto es que mantengan su vestimenta seglar. Que los laicos no se clericalicen y que los clérigos no se laicisen.

Fuente: Semanario de Guadalajara.

Por: Francisco Esqueda

En la fiesta de Pentecostés, donde el Espíritu Santo se manifestó a los após-toles, los ministros de la Palabra, de la Caridad y extraordinarios de la Euca-ristía recibieron o renovaron su minis-terio, mediante el cual sirven en cada una de las parroquias de nuestra diócesis.

Los candidatos a recibir el ministerio se dieron cita en la catedral, donde monseñor Héctor Luis Morales Sánchez presidio la Eucaristía, acompañado de los sacerdotes encargados de cada uno de los diferentes ministerios.

En su homilía el obispo dijo a los presentes que “nunca se desanimen en su quehacer, ya que su labor es de gran importancia, porque ustedes son los brazos de Dios que se mueven por todos lados y llegan a los lugares que los sacer-dotes no pueden llegar, están siempre presentes en la vida de la iglesia, ya sea apoyando en la parroquia o sirviendo fuera de la parroquia en alguna misión

especial”.Mons. Héctor Luis hizo énfasis en

“desempeñar cualquier servicio con entusiasmo para ser testimonio del amor de Dios presente en cada uno de las acciones que realizamos, pero se tiene que mostrar principalmente en nuestra vida diaria, muchas veces nos critican por el cambio de actitudes, una dentro de la parroquia y otra fuera, estas cosas son por la cuales debemos esforzarnos más para dar ejemplo de cómo vivir según el mandato del amor”.

La Sal y Luz del mundo

El resurgimiento de los laicos en la vida de la Iglesia

Sean testimonio del amor de Dios: Mons. Héctor LuisRenovación de los Ministerios Laicales

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16 Mensajero

Por: Pbro. Efrén Torres

Junto con otros actores de la sociedad, participamos en la construcción de nuestra cultura. Haciendo un análisis de la cultura, se puede decir que ésta se ha caracterizado principalmente por un deseo desmedido de autonomía del hombre, lejos de referencia trascen-dente alguna. Hoy presenciamos mani-festaciones culturales que hunden sus raíces en la crisis del sujeto que es cada vez más egocéntrico, contradictorio consigo mismo en tanto que busca afirmar “sus propios derechos”, recha-zando todo elemento objetivo. Esta forma de ser y de expresarse se basa más en impulsos instintivos y en emociones que en una racionalidad y una concep-ción coherente sobre el hombre. Esta cultura llega incluso a una cierta concepción de Dios, entendido como

una vaga e impersonal divinidad, o bien a “un creer sin pertenecer”, es decir una fe puramente subjetiva. La verdad en este contexto cultural tiene una connotación negativa, asociada por conceptos tales como dogmatismo, intolerancia o imposición.

Estamos convencidos de que el hombre debe reconocerse creado y participe de una realidad mucho más amplia que una visión individualista, relativista y egocéntrica. El hombre está llamado a reconocerse dentro de la historia, el cosmos y en relación con un principio creador, que en nuestra experiencia cristiana; es aquel que tiene una identidad y entra en relación providente hasta darse a conocer como Padre, y no puede sustraerse de sus vínculos connaturales en los que está inmerso, ni del principio rector del que depende. Por ello, no puede pretender

regir su vida sin dar cuenta, objetiva-mente, de sus razones y de su comporta-miento. La superación de una visión fragmentada de la realidad, apoyada en un relativismo con que interpreta su propia naturaleza, solo puede ser lograda a la luz de la razón humana lla-mada a conocer la verdad, y a la luz de la revelación Divina que se manifiesta al corazón humano como plenitud del amor en Jesucristo.

“Hemos creído en el amor de Dios”, así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comien-za a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una per-sona, que da un horizonte nuevo a la vida y, con ello una orientación deci-siva.

Ante una cultura fragmentada en su camino hacia la verdad e imposibilitada

para encontrarse con el sentido de trascendencia, la auténtica religiosidad abre espacios nuevos para la expe-riencia humana, necesitada siempre de algo más que respuestas inmediatas que lo lleven a dar sentido pleno a su existencia. La religión cristiana y las otras religiones pueden contribuir al de-sarrollo solamente si Dios tiene lugar en la esfera pública, con específica refe-rencia a la dimensión cultural, social, económica y, en particular política.

Es una urgencia impostergable para los fieles laicos que su vida de fe se transforme en responsabilidad y creati-vidad ciudadanas.

Tomado de la Carta pastoral: Conmemorar nuestra historia desde la fe para comprometernos hoy con nuestra patria.

Por: Pastoral de la Comunicación Diócesis de Ecatepec.

En la Diocesis de Ecatepec, el Pbro. Eduardo Sánchez Pas tén , nos comparte su experiencia de estudiante de teología en Roma (1961-1965), en plena época del Concilio Vaticano II. Ordenado Sacerdote e l 19 de diciembre de 1964, por el Emmo. Sr Cardenal Carlo Confa-lonieri, en la Capilla del Seminario Pio Latino-americano, fue primicia sacer-dotal de la Diócesis de Texcoco.

Llegó el 1961 a la ciudad de Roma en plena preparación del Concilio Vaticano II. Vio al papa Beato Juan XXIII de quien se decía sería un Papa de “transición”, cuyo papado fue de 1957 a 1963, recuerda sus palabras: “Abran las puertas y ventanas de la Iglesia para que se ventile la Iglesia”. El proceso del Concilio fue continuado por el papa Pablo VI. Entre los padres conciliares mexicanos que fueron más de 50 entre arzobispos y obispos, recuerda el padre Eduardo al Emmo. Sr. cardenal de México, Miguel Darío Miranda, el Excmo. Sr. Francisco Ferreira y Arreola, obispo de Texcoco y el Excmo. Sr. Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuer-navaca; cuyo pensamiento era muy de avanzada, ya que impulsó una reforma de la Iglesia Universal en los estudios bíblicos, en la liturgia y en la pastoral.

La reflexión del padre Eduardo a 50 años del Concilio, es que aún no se han dado los cambios que se esperaban en esos momentos. Sí ha habido un crecimiento en la Iglesia, pero no a la altura de las expectativas. En primer

lugar, porque muchos desconocen los documentos del Concilio; en segundo lugar, porque algunos pastores y fieles no han hecho los esfuerzos necesarios para poner al día las enseñanzas del Concilio Vaticano II.

El padre Eduardo resume en estas palabras su experiencia: “Fue un tiempo de gracia y un privilegio estar en Roma en los tiempos del Concilio Vaticano II, vivir de cerca como estudiante, sacer-dote y acompañante de los Obispos Mexicanos que asistieron a este gran acontecimiento de la Iglesia. Invito a todos los fieles a estudiar los docu-mentos conciliares y documentos ema-nados de éste como el Documento de Aparecida”.

El papa Benedicto XVI al convocar a la celebración del Año de la Fe, hizo referencia al Concilio Vaticano II y dijo: “He pensado que iniciar el Año de la Fe coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II puede ser una ocasión propicia para compren-der que los textos dejados en herencia por los padres conciliares” (Porta Fidei 5). El padre Eduardo tiene muy presente este regalo de la Iglesia.

Año de la FeProtagonistas todos en la construcción de un futuro con esperanza

Por: Pastoral de la ComunicaciónDiócesis de Valle de Chalco

Tiempo de especial reflexión sobre la fe.

Redescubrimiento de la fe. Para reanimarla purificarla

confírmala y confesarla.

CONCILIO VATICANO II: Para comprender los textos dejados en herencia por los padres conciliares es necesario leerlos de manera apropiada, que sean conocidos y asimilados, pues son textos cualificados y normativos del magisterio con su hermenéutica correcta pues son la fuente necesaria para la renovación de la Iglesia.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA: Es la ayuda para ilustrar a todos los fieles la fuerza y la belleza de la fe subsidio precioso e indispensable para acceder a un conocimiento sistemático de los contenidos de la fe.

LOS SIGNOS DEL AÑO DE LA FE: La sal la luz el agua viva la palabra de Dios el pan de la vida.

SENTIDO DEL AÑO DE LA FE: Invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor que afecte pensa-mientos y comportamiento; la fe crece y se vive como una experiencia de amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo.

CELEBRACIÓN DEL AÑO DE LA FE: Es una feliz conmemoración de manera digna y fecunda intensificando la reflexión sobre la fe a todos los

niveles para profesar públicamente el credo celebrando la fe en la liturgia y animado el testimonio de los creyentes.

SENTIDO DE LA FE: Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida, y rezada; la fe es dedicarse a estar con el Señor para vivir con él. Por ella el conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento es decir la adhesión plena.

GRANDES TESTIGOS DE LA FE: La virgen María, los apóstoles, los discípulos, los mártires, hombres de fe nosotros.

CONCLUSIÓN: Que este Año de la Fe haga cada vez más fuerte nuestra relación con Cristo el Señor.

ENCOMIENDA DEL AÑO DE LA FE: A la Virgen María proclamada bienaventurada porque ha creído (Lc 1,45), confiemos a ella este tiempo de gracia.

“Gracia y privilegio estar en el Concilio Vaticano II”: Pbro. Eduardo Sánchez Pastén

Credencial de servicio del P. Eduardo Sánchez

Finalidad del Año de la Fe