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Mensajero Año 5 No. 138 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 29 de septiembre de 2013 Donativo: $5.00 TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO Pág. 10 Pág. 3 Pág. 8 Voz del Pastor Pág. 2 Pág. 6 Pág. 5 Hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón “Manuel” e “Ingrid” una enseñanza Inauguran Instituto de Migración... La Iglesia y el Medio Ambiente Educar a los hijos en la fe... Aquel amor que viene de Dios… hace que nos ayudemos entre nosotros La Iglesia en México hace un fuerte llamado a la Caridad

Mensajero 138

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Page 1: Mensajero 138

MensajeroAño 5 No. 138 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 29 de septiembre de 2013 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Pág. 10

Pág. 3

Pág. 8

Voz del Pastor

Pág. 2

Pág. 6

Pág. 5

Hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón

“Manuel” e “Ingrid” una enseñanza

Inauguran Instituto de Migración...

La Iglesia y el Medio Ambiente

Educar a los hijos en la fe...

Aquel amor que viene de Dios… hace que nos ayudemos entre nosotros

La Iglesia en México hace un fuerte llamado a la

Caridad

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2 Mensajero

P. Antonio Spadaro S.J.Director de la Civiita Cattolica

¿POR QUÉ SE HIZO JESUITA?

Santo Padre, ¿qué le movió a entrar en la compañía de Jesús?, ¿qué le llamaba la atención de la Orden de los Jesui-tas?

Papa Francisco: “Quería algo más. Pero no sabía qué era. Había entrado en el seminario. Me atraían los dominicos y tenía amigos dominicos. Pero al fin he elegido la compañía, que llegué a conocer bien, al estar nuestro seminario confia-do a los Jesuitas. De la compañía me impresionaron tres cosas: su carácter misionero, la comunidad y la disciplina. Y esto es curioso, porque yo soy un indisciplinado nato, nato, nato. Pero su disciplina, su modo de ordenar el tiempo, me ha impresionado mucho.”

Y después algo fundamental para mí: la comunidad. Había buscado desde siempre una comunidad. No me veía sacer-dote solo: tengo necesidad de comunidad. Y lo deja claro el hecho de haberme quedado en Santa Martha: cuando fui elegido ocupaba, por sorteo, la habitación 207. Esta en que nos encontramos ahora es una habitación de huéspedes. Decidí vivir aquí, en la habitación 2012, porque, al tomar posesión del apartamento pontificio sentí dentro de mí un “no”. El apartamento pontificio del palacio apostólico no es lujoso. Es antiguo, es grande y puesto con buen gusto, no lujoso. Pero en resumidas cuentas es como un embudo al revés. Grande y espacioso, pero con una entrada de verdad muy angosta. No es posible entrar sino con cuentagotas, y yo la verdad sin gente no puedo vivir. Necesito vivir mi vida junto a los demás”.

Y PARA UN JESUITA, ¿QUÉ SIGNIFICA SER PAPA?

El discernimiento, responde el papa Francisco. “El dis-cernimiento es una de las cosas que Ignacio ha elaborado más anteriormente. Para él es un instrumento de lucha paras conocer mejor al Señor y seguirlo más de cerca. Me ha impresionado siempre una máxima con la que suele descri-birse la visión de Ignacio: Non coerceri máximo, sed conti-neri minimo divinum est. He reflexionado largamente sobre esta frase por lo que toca al gobierno, a ser superior: no tener límite para lo grande, pero concentrarse en lo pequeño. Esta virtud de lo grande y lo pequeño se llama magnanimidad, y a cada uno desde la posición que ocupa, hace que pongamos siempre la vista en el horizonte. Es hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón grande y abierto a Dios y a los otros. Es dar su valor a las cosas pequeñas en el marco de los grandes horizontes, los del Reino de Dios.

Esta máxima ofrece parámetros para adoptar la postura correcta en el discernimiento, para sentir las cosas de Dios desde su punto de vista. Para San Ignacio hay que encarnar los grandes principios en las circunstancias de lugar, tiempo y personas. Es posible tener proyectos grandes y llevarlos a cabo sobre cosas mínimas. Podemos usar medios débiles que resultan más eficaces que los fuertes.

Un discernimiento de este tipo requiere tiempo. Son muchos, por poner un ejemplo, los que creen que los cam-bios y las reformas pueden llegar en un tiempo breve. Yo soy de la opinión que se necesita tiempo para poner las bases de un cambio verdadero y eficaz. Se trata del tiempo del discernimiento”.

DIRECTORIO

OBISPOS

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar

Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N.

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOMaricruz Reyes Lugo

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación

de la Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la

Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se

distribuye en la Arquidiócesis de

Tlalnepantla, y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Ecatepec, Texcoco, Teo�huacán,

Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

Hacer las cosas pequeñas de cada día con el corazón

Page 3: Mensajero 138

3Mensajero Editorial

Por: Dr. Manuel Gil Antón

El tema de la Reforma Educativa creo que tiene que eludir varias cosas. Una es para atenderlo como tal, la simplifica-ción. La Reforma Educativa no la enten-demos y decimos, le vas a los que se quieren evaluar o a los que no se quieren evaluar. No es un partido de fútbol; es una cuestión muchísimo más compleja.

Una imagen o una metáfora valen más que mil palabras. Yo me imagino a un camión, un autobús, que está muy mal-tratado, con la palanca de velocidades amarrada a un mecate, el parabrisas estrellado, los asientos rotos, las llantas mal, un motor bastante dañado que está en un camino de terracería cuesta arriba y lleno de baches. Y un grupo de perso-nas dicen,” vamos a arreglar este asunto porque necesitamos que vaya mas rápi-do el autobús porque el mundo no nos va a esperar”. Paradójicamente dicen: "la solución es capacitar a los choferes".

Si hacemos una analogía, el camión es el sistema educativo, y está tan dañado con tantos problemas, y la terracería son las condiciones del país. Una cosa que es paradójica es que llamemos Reforma Educativa, a un proceso en el cual se dice que la solución es evaluar a los cho-feres. Tendría que estar acompañado con un proyecto de mejorar el autobús en serio, y reparar la carretera. Si no, apostar a que la única causa y la exclusi-va solución del problema son los profe-sores y evaluarlos, conduce a una situa-ción que no va a modificar la calidad del sistema educativo; lo que sí va a hacer es que el Estado va a recuperar, no la recto-ría de la educación, sino el control del magisterio que antes lo había cedido al sindicato.

En consecuencia, me parece que lla-mar Reforma Educativa a lo que está ocurriendo es excesivo. Sí, toca a un actor fundamental de la educación: los profesores, pero sin tener contemplado un horizonte educativo. No se puede hacer una reforma que arregle todo, pero por lo menos sí comprometerse a una

modificación de la infraestructura y de los planes de estudio.

Yo creo que en realidad hay el riesgo de que esta reforma se haga para que no suceda nada, en el sentido de que, vol-viendo a mi metáfora, por más conoce-dor que sea del sistema educativo o del proceso educativo, con ese camión y ese camino no podemos avanzar. Finlandia avanza, porque tiene una supercarretera y una Toyota 2030; nosotros tenemos un autobús fundado hace 50 años maltrata-do, y ahora lo quieren echar a andar capa-citando a los choferes. Vamos a ponerles corbata y con esto ya subió el servicio.

No comparto la forma en que actúa la coordinadora, pero tampoco la violencia y el racismo de los medios de comunica-ción hacia los maestros. Debemos salir-nos de ese dilema para pensar la refor-ma. La decisión del Estado de entrar al tema educativo hay que aplaudirla, pero también es nuestra responsabilidad observar la complejidad del fenómeno y decir lo que le falta a esta reforma; y el riesgo de solo ponerle corbata a los cho-feres.

Manuel Gil Antón es Doctor en Cien-cias, con especialidad en Metodología y Teoría de la Ciencia, por el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (CINVESTAV). Maestro en Ciencias Sociales, con Especialidad en Sociolo-gía, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Licenciado en Filo-sofía por la Universidad Iberoamerica-na. Investigador en temas educativos desde hace 30 años, además de realizar investigación académica sobre la edu-cación en México, especialmente en relación a la educación superior, ha realizado artículos periodísticos y de divulgación en torno a estos temas. Fue Profesor e Investigador en la Universi-dad Autónoma Metropolitana, en la Unidad Azcapotzalco como en Iztapala-pa. A partir de 2010 ingresó al Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México.

Por: CODIPACS ECATEPECMons. Luis Martínez Flores

Hace unos días, nuestro país se vio afec-tado por la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid”, concentrando la atención pública nacional e internacio-nal. Durante nuestro pasado reciente, hemos sufrido los embates de la natura-leza: en 1985 el terremoto que afectó principalmente a la Ciudad de México, el huracán Gilberto en 1988, el huracán Paulina en 1997, el huracán Wilma en 2005, las inundaciones en Tabasco en 2007; solo por mencionar algunos. Por desgracia estos fenómenos naturales han dejado muertos, heridos y desapare-cidos en gran número y pérdidas econó-micas y materiales muy elevadas.

El universo tiene movimiento y nues-tro planeta es parte de este cosmos; el movimiento en las placas tectónicas, el cambio en el clima, son actividades de la misma naturaleza. No obstante hay que analizar las actividades humanas, que tanto en sociedad como de manera indi-vidual condicionan la gravedad de los daños que provoca naturaleza.

Es muy recurrente la afirmación: “llovió como nunca”, “fue un temblor de gran proporción”, pero, ¿qué tanto ha afectado la construcción de viviendas en zonas que son de alto riesgo?, ¿quiénes tienen la responsabilidad de permitir los permisos o de haber hecho la toma de predios irregulares?, ¿cuál es el efecto de la tala indiscriminada de árboles, de la construcción de carreteras, presas, pozos petroleros, industrias, etc. pasan-do por alto el impacto al medio ambien-te? Cómo individuos, ¿cuál es el impac-to de tirar basura, el abuso de generación en contaminantes, el no implementar un plan de contingencia en nuestra casa?, ¿cuál es el papel de sociedad civil, de la misma comunidad parroquial y diocesa-na?

En muchos lugares de nuestro país han habido afectaciones y se trabaja por restablecer en la medida de lo posible las pérdidas materiales, pero por desgracia,

la recuperación no puede ser total, por-que son cantidades exorbitantes en dine-ro, que se pierden en unos instantes; además, no puede hacerse al mismo tiempo ya que la recuperación es más lenta en los lugares pobres e inaccesi-bles.

Ante estas situaciones, hay que reconstruir no solo infraestructura mate-rial o casas, sino reconstruir nuestros pensamientos y acciones. No podemos esperar que el gobierno reconstruya todo, sino ayudar desde nuestras posibi-lidades, actuando con responsabilidad.

Debemos organizar a nuestra familia en un plan de contingencia, ante posibles eventualidades. Ponernos de acuerdo con los vecinos de la comunidad para actuar solidariamente y en comunión, adquirir conciencia de los riesgos que hay en el lugar donde vivo: ¿Es zona sísmica? ¿Hay un volcán cercano? ¿Es lugar de posibles inundaciones? ¿Está construida mi casa en un afluente, barranca?, localizar la unidad de protec-ción civil más cercana a nuestro domici-lio, tener los teléfonos de emergencia a disposición, ubicar los lugares que fun-cionarían como refugios temporales, contribuir no tirando basura, sino lim-piando la calle y los espacios públicos, tener rutas de evacuación, realizar en coordinación con las autoridades locales un simulacro.

Hay muchas cosas que podemos hacer para evitar en la medida de lo posible estas catástrofes o disminuir el impacto de los mismos. Corresponde a cada uno de nosotros hacer lo que nos toca siendo responsables y enseñando a las genera-ciones futuras a ser responsables con todo lo que nuestro Padre Dios pone en nuestras manos. Y ahora seamos solida-rios con nuestros hermanos que tanto necesitan de nuestra ayuda; acude a los centros de acopio y lleva tu donativo, si cada uno de nosotros lo hace, pronto volveremos a ver a nuestros hermanos de pie. “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber” (Mt 25,35).

La Reforma“Manuel” e “Ingrid”una enseñanza

La reciente entrevista que le han hecho al papa Fran-cisco me recuerda a uno de los tres rasgos que le impresionaron de los jesuitas: LA COMUNIDAD.

Los primeros cristianos al vivir su proceso de con-versión “catecumenado”, vivían en comunidad. Hoy la Iglesia, dice el Vaticano II, tiene que volver al catecumenado; un proceso por etapas vivido en comunidad.

Aparecida señala que las parroquias deben tener como esencia de su vida la iniciación cristiana con un proceso catecumenal. Por eso el catecumenado es un proceso comunitario y en comunidad. No existe catecumenado en solitario ni al margen de la comu-nidad de referencia. Siempre es un proceso en comu-nidad y con comunidad. Decir que es en comunidad

quiere decir que debe hacerse en grupo, uniéndose a quienes quieren seguir el mismo proceso, buscan la misma verdad, tienen idéntico objetivo y están dis-puestos a vivir la misma experiencia iniciándose en el misterio de Cristo y de la Iglesia.

El proceso con la comunidad, no puede dejar de implicar a la comunidad entera, puesto que ésta debe estar presente desde el primer momento, con su aco-gida y acompañamiento, con la instrucción, el ejem-plo, la oración y la participación activa. Esto supone que la comunidad debe estar formada e informada, es decir, debe existir como comunidad de referencia y debe interesarse como comunidad que se juega su propio futuro.

El catecumenado debe estar presente en la comu-

nidad, la comunidad debe estar presente en el Cate-cumenado. Los miembros de la comunidad deben tomar parte activa en el catecumenado: catequesis, padres, personas cuyo testimonio es más calificado, padrinos, un representante del Obispo o el mismo Obispo. No debe nunca olvidarse que la comunidad es una meta del catecumenado y un punto de referen-cia necesario. Un curso no necesita de la comunidad, al contrario, se puede prescindir de ella; en cambio, no puede haber catecumenado si no hay comunidad, de ahí que es esencial y no se puede separar.

Cuando se habla de comunidad no se refiere a un número determinado de fieles, sino precisamente a los que forman la Iglesia particular, Diócesis, Parro-quia, o bien Capilla.

Educativa

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Por: Pastoral de la Comunicación

El pasado miércoles 11 de septiembre, con una Celebración Eucarística en la Parroquia de San Bartolomé Apóstol, Mons. Carlos Aguiar Retes, junto con sus obispos auxiliares, inició la Visita Pastoral en la Arquidiócesis de Tlalne-pantla.

Esta Visita Pastoral, la cual comenzó

con la Vicaría de San Bartolomé Após-tol en el municipio de Naucalpan, dura-rá aproximadamente dos años y abarca-rá todos los municipios de nuestra Arquidiócesis y las siete zonas pastora-les.

Al comenzar la homilía y al explicar que así se describe el proceso de la vida cristiana personal y para todos en comu-nidad, Mons. Carlos Aguiar dijo: "Re-

vístanse del nuevo yo, el que se va renovando conforme va adqui-riendo el conocimien-to de Dios que lo creó a su propia imagen" ya que todos estamos en un proceso de trans-formación permanen-te de forma individual y comunitaria tenien-do nuestra mira en el cielo, pero teniendo siempre en cuenta nuestra vida terrena. La relación con la trascendencia es indispensable para esta vida terrenal.

A esta celebración asistieron los sacer-dotes del decanato 1 de la zona II, junto con su vicario episcopal y algunos otros sacerdotes del resto de la Arquidiócesis; también acudieron algunas autoridades civiles que trabajan en el municipio de Naucalpan de Juárez.

Al finalizar la eucaristía Mons. Aguiar invitó a todos los asistentes, sacerdotes y fieles laicos, a trabajar en conjunto haciendo el bien, no de forma aislada, sino uniéndose para influir en la socie-dad de forma positiva como lo ha pedido el papa Francisco para que así "empiece

a manifestarse la revolución de la ternu-ra de Dios con nosotros, que empiece a manifestarse el amor misericordiosos que Dios nos tiene a todos".

Para continuar con las actividades de la Visita Pastoral, Don Carlos Aguiar Retes, junto con sus obispos auxiliares Mons. Francisco Ramírez Navarro y Mons. Efraín Mendoza Cruz, visitaron a los enfermos de los principales hospita-les de Naucalpan y después tuvieron un encuentro con los fieles de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en la Colonia El Conde.

4 MensajeroCaminar DiocesanoInicia Visita Pastoral en laArquidiócesis de Tlalnepantla

“Que empiece a manifestarse la revolución de la ternura de Dios con nosotros”

En el marco de la Visita Pastoral en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, el sába-do 14 de septiembre, los obispos auxi-liares Don Francisco Ramírez y Don Efraín Mendoza visitaron la Parroquia de San Esteban teniendo un encuentro con los catequistas del Decanato 1 de la Zona II de nuestra Arquidiócesis.

Durante el encuentro Mons. Efraín explicó la gran responsabilidad que

tiene los catequistas diciendo que "no se es catequista por afición, sino por voca-ción para que vaya y anuncie el Evange-lio con el testimonio alegre de saber ser hijo amado por Dios" y agregó que "es necesario utilizar las nuevas tecnolo-gías para catequizar a las nuevas gene-raciones".

Después hubo un espacio de alabanza a Dios con cantos y al finalizar Mons.

“No se es catequista por afición, sino por vocación”

Carlos Cardona explicó el sistema de la catequesis escolarizada que tiene como objetivo una mejor formación en la fe de los niños y adolescentes.

El encuentro concluyó con la bendi-ción impartida por los dos obispos auxi-liares que regalaron un compendio del Catecismo de la Iglesia Católica a todos los catequistas que asistieron a este encuentro.

Por la tarde de ese mismo día se reu-nió Mons. Francisco Ramírez con los jóvenes del decanato en la Parroquia de San Bartolomé Apóstol y Mons. Carlos Aguiar presidió la Celebración Eucarís-tica en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en la Colonia el Centenario.

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5Mensajero Caminar Diocesano

Por: CODIPACS Valle de Chalco

Berenid Mantilla Pabón, misionera de origen colombiano, vino a recordarnos el potencial evangelizador que somos por ser Iglesia y que debemos vivir con convicción por ser hijos de Dios. “Dar a conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir una persona”, subra-yó, indicando la alegría de ser discípulo misionero, puesto que es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida.

Junto con el Pbro. Marcos Aragón Espadas, responsable diocesano de Pastoral de la Misión y nuestro Obispo, Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, encabezaron una reunión convocada a

fin de conformar el equipo diocesano para la misión pastoral, enfatizando que todas las pastorales derivan de la misión: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt. 28,19)

El Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), se celebrará de manera significativa el 20 de octubre, fecha en que toda la Iglesia Universal pide de manera especial por la actividad evan-gelizadora de los misioneros que se encuentran en tierras de misión; apor-tando de manera espiritual y con la colaboración económica para el soste-nimiento de los misioneros en estos territorios.

El Instituto Nacional de Migración (INM) a través de su delegación federal, inauguró las nuevas instalaciones de la delegación local en Tlalnepantla en el interior del Edificio CROSA Tlalne-pantla, ubicada en la esquina de Aveni-da Hidalgo y Atenco, Colonia La Roma-na.

La directora general de Regulación y Archivo Migratorio del INM, María Fernanda García Villalobos, en repre-sentación del comisionado del Instituto Nacional de Migración, Ardelio Vargas Fosado, señaló que esta delegación busca contribuir al desahogo de los trámites concentrados en el Valle de México y mejorar la atención que reci-ben los extranjeros que se ubican en la zona norte del Distrito Federal y poniente del estado de México.

La funcionaria explicó que se atenderá a la demanda de extranjeros que viven o laboran en la zona conurbada, evitando que tengan que ir a la delegación federal de Toluca”.

Ante la presencia de autoridades del INM y del gobierno del estado, el dele-gado federal, Andrés González Nieto, señaló que la regularización de la esta-día de los extranjeros “les brinda la posibilidad de vivir de manera segura, justa, legal y evita que sea una peligrosa necesidad”.

La nueva sede del Instituto Nacional de Migración en el estado de México se contará con áreas de Regulación, Verifi-cación y Control Migratorio y una plan-tilla de empleados capacitados para brindar atención de manera eficiente y cordial a usuarios de 58 municipios entre ellos: Acolman, Amecameca, Atenco, Atizapán de Zaragoza, Chalco, Chicoloapan de Juárez, Chiconcuac, Chimalhuacán, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huehuetoca, Ixtapa-luca, Juchitepec, La Paz, Naucalpan de Juárez, Netzahualcóyotl, Nicolás Rome-ro, Tecámac, Teotihuacán, Texcoco, Tultepec, Tultitlán, Valle de Chalco Solidaridad y Zumpango.

En las nuevas instalaciones, los extranjeros podrán regularizar o actua-lizar su estancia migratoria, solicitar ingresos al país y recibir notificaciones, entre otros trámites.

Entre los invitados destacó la presen-cia de Monseñor Guillermo Ortiz Mon-dragón, obispo de Cuautitlán y encarga-do de la dimensión episcopal de Pasto-ral de Movilidad Humana.

Inaugura Instituto Nacional de Migración delegación local en Tlalnepantla

La Misión es de Todos

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6 MensajeroIglesia Universal / Iglesia México

Por: Christian Martínez AlfaroCODIPACS ECATEPEC

Hace unos días su Santidad el papa Francisco nos dirigió unas palabras muy alentadoras acerca de la materni-dad de la Iglesia en donde nos invita a buscarla con ese afecto para encontrar en ella regocijo y gozo…

“Queridos hermanos y hermanas:Retomo de nuevo hoy la imagen de la

Iglesia como madre a partir de lo que hace una mamá por sus hijos. En pri-mer lugar, ella con ternura, afecto y amor les enseña a caminar por el sen-dero de la vida y sabe orientarlos cuan-do se desvían del camino. De igual forma, la Iglesia enseña la senda de la vida a través de los mandamientos, que son una invitación a no hacer ídolos materiales, a recordar a Dios, a tener respeto por los padres, a ser honestos, a estar cerca del prójimo… En segun-do lugar, una mamá, a pesar de que sus hijos se hacen adultos, los acompaña en el camino, y aunque éstos se equivo-

quen, los comprende, protege y ayuda. Así es la Iglesia, una madre miseri-cordiosa, que busca ayu-dar y nunca cierra las puertas de su casa, sino que ofrece siempre su amor e invita a retomar el camino a quien lo ha per-dido. Por último, una mamá reza y confía sus hijos a Dios, en particular a los más débiles o necesi-tados. Lo mismo hace la Iglesia poniendo en las manos del Señor todas las situaciones de sus hijos; los confía a la fuerza de la oración, en la que Dios no permanece indiferente. Él sabe siempre sorprender-nos. La Madre Iglesia es consciente de ello.”

Es así como encontra-mos que la fuerza del amor es la que ayuda a la Iglesia, como

mamá a acompañar de cerca y con dis-creción el camino de sus hijos, también

cuando se equivocan, comprendiendo y ayudando a cada uno de los fieles.

¡Me gusta mucho la imagen de la Iglesia como mamá!: Papa Francisco

A los señores obispos, al clero, a la vida consagrada y a los fieles laicos de las arquidiócesis, diócesis y prelaturas de la República Mexicana, y a todas las personas de buena voluntad:

Como es de conocimiento público, el paso de las tormentas “Manuel” e “Ingrid” ha ocasionado des-laves, inundaciones y severos daños materiales que han afectado a muchos hermanos y hermanas, parti-cularmente en Guerrero, Jalisco, Colima, Chiapas, Hidalgo, Nuevo León, Tamaulipas, Oaxaca,

Michoacán, Nayarit, Vera-cruz, Colima, San Luis Poto-sí y Morelos.

Ante esta situación, el Con-sejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, al tiempo de invo-car la ayuda divina, invita a los obispos, sacerdotes, diá-conos, personas consagra-das, fieles laicos y a todas personas de buena voluntad a solidarizarnos con quienes están sufriendo esta emer-gencia, apoyando las iniciati-vas que muchos señores obis-pos están organizando.

La mejor forma de acercar nuestra ayuda es a través del recurso económico, que facilita los apoyos y reactiva la economía local. Los donativos en especie se recomiendan sólo a las diócesis vecinas o zonas cercanas y que cuentan con los medios para su transportación.

Aquellos que deseen apoyar económicamente y requieran que su donativo sea deducible de impues-tos, Cáritas Mexicana pone a su disposición su número de cuenta para la solidaridad en Emergen-cias:

Cáritas Mexicana I.A.P.Cuenta No. 100Clabe: 0021 8007 4600 0010 07Banamex Suc. 746

Para que les sea extendido su recibo deducible es importante que informen a la Institución sus datos fiscales y envíen imagen de su ficha de depósito a:

[email protected]/fax: 01800-685-27-28;

(55) 55 63 65 43 y 55 63 16 04

Encomendando a nuestros hermanos en necesidad a la protección de Santa María de Guadalupe, supli-camos al Señor que nos conceda a todos ser miseri-cordiosos como nuestro Padre celestial es miseri-cordioso (cfr. Lc 6, 36).

+ José Francisco, Card. Robles OrtegaArzobispo de Guadalajara

Presidente de la CEM

+ Eugenio Lira RugarcíaObispo Auxiliar de Puebla

Secretario General de la CEM

“Aquel amor que viene de Dios… hace que nos ayudemos entre nosotros”

(Papa Francisco, mensaje antes del rezo del Ángelus del 4 de agosto de 2013)

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7Mensajero Evangelización y Misión Continental

Por: Pbro. Efrén TorresOficina de Comunicación, Diócesis de Teotihuacán

La Sagrada Congregación de Ritos publicó el 16 de abril de 1962 el decreto de restauración del ritual bautismal por etapas, en donde se señalaba lo siguien-te: El Ordo del bautismo se reparte en diversas etapas que, según la antigua tradición de la Iglesia, vendrían a soste-ner al catecúmeno a lo largo de su for-mación y de su marcha hacia el bautis-mo. Este Ordo se puede utilizar ya allí donde los obispos lo estimen necesario. Pero el texto es todavía el del antiguo Ritual del bautismo de los adultos. Se han contentado con dividirlo en siete etapas, y nada ha sido modificado en los ritos y en las oraciones, que muchas veces están fuera de su auténtico lugar o constituyen implicaciones lamentables. Este Decreto, válido en cuanto al cami-no que abre, apela a una reforma del

ritual.La Constitución Dogmática sobre la

liturgia afirma la unidad de los tres sacramentos, y pide que se revisen los ritos para que se vea más claro su uni-dad. Se pide su "restauración" sino se dan algunos elementos claves a los que hay que tener muy en cuenta: la "ins-trucción" conveniente, los "ritos" sagra-dos y las "etapas" sucesivas. La Consti-tución Dogmática sobre la Iglesia (Lu-men Gentium 11;14;31): Claramente se pone la razón de ser de este Sacramento al ponerlo como esa fuerza especial que se recibe para difundir y defender la fe. También nos habla acerca de la función maternal de la Iglesia en la acción Cate-cumenal. Pone al obispo como ministro originario de la confirmación y no ordinario. El Decreto sobre el Misterio Pastoral de los obispos. Habla del deber que tienen los obispos de restaurar el Catecumenado.

El Decreto sobre el Ministerio de los

Presbíteros. Nos habla de la Eucaris-tía como sacramento central para la vida de los cristianos, y en la cual, hay que ir introduciendo, enseñando y haciendo participar poco a poco a los catecúmenos en ella. La Eucaristía es pues el punto culminante de toda predicación evangélica, del Catecu-menado y de la Iniciación Cristiana, y hacia ella conducen los otros sacra-mentos.

El Decreto sobre la Actividad Misio-nera de la Iglesia, es el documento que mejor expresa esta recuperación, reco-giendo muchos aspectos que hay que tomar en cuenta. Habla de "circunstan-cias" o de "condiciones enteramente nuevas", que exigen una actividad misionera nueva. También se subraya el triple elemento Catequético moral y ritual: "catequesis" sobre el Misterio (Historia) de la Salvación, entrena-miento en las "costumbres evangélicas" y celebración progresiva de los "ritos"

sagrados. Por eso se habla de un testi-monio de vida de los propios cristia-nos, de una evangelización explícita, es decir, del anuncio directo de la Pala-bra con el fin de obtener, bajo la acción del Espíritu, la conversión sincera al evangelio. El convertido se debe encon-trar entonces, en camino de iniciar el recorrido catecumenal, y la comuni-dad cristiana, entonces se convierte en una comunidad en donde los fieles, congregados ya en el único Pueblo de Dios, creen encontrar el espacio ade-cuado para encarnar el proyecto evan-gélico de fraternidad cristiana.

Autor: André Fossion del Lumen VitaeFuente: ISCA

Es en este contexto de crisis donde un nuevo paradigma de la catequesis está surgiendo. Yo quiero precisarlo, enu-merando aquí cuatro retos y, por ende, cuatro tareas fundamentales para la catequesis del mañana. Las propuestas que voy a presentar me parecen realis-tas y abordables. Ante todo, porque ya se están gestando sobre el terreno; y porque están haciendo evolucionar las cosas sin revolucionarlas. Estas cuatro propuestas se caracterizan por construir y mantener vínculos de humanidad que pueden revelarse como otros tantos lugares de la experiencia de Dios. De esta forma se busca establecer relacio-nes entre las personas, entre las genera-ciones, con el medio ambiente sociocul-tural, al tiempo que se invita a recono-cer en nuestras alianzas humanas el lugar de nuestra alianza filial con Dios.

1. El reto de la comunidad. Por una

catequesis permanente de las comu-nidades orientada hacia la proclama-ción de la Fe Pascual.

Esta primera propuesta me parece ser el fermento principal de toda renova-ción catequética actual. Consiste en considerar que las comunidades, como tales, son las destinatarias de la cateque-sis. El Directorio Catequético General de 1971 ya lo destacaba: “En la activi-dad pastoral, la catequesis es una forma de acción eclesial que trata de llevar a la madurez de la fe tanto a las comunidades como a los individuos” (§21). Y agregaba: “La catequesis se dirige a la comunidad sin olvidar a los fieles en particular” (§31). En esta misma línea, el nuevo Directorio Gene-ral para la Catequesis de 1997 estable-ce: "La atención a cada una de las perso-nas no debe hacer olvidar, sin embargo, que la catequesis tiene como destinata-ria a la comunidad cristiana, en cuanto tal, y a cada uno de sus miembros en particular" (§168). Y Monseñor Ricard, al finalizar la Asamblea Plenaria Anual del Episcopado Francés en Lourdes, en noviembre de 2004, reclamaba -cito textualmente- “propuestas catequéticas comunitarias dirigidas a todas las gene-raciones”. Lo que está en juego, preci-saba, es que las comunidades “ofrezcan a todos un medio portador de la fe, una inserción, una inmersión en la expre-sión de la fe y la oración de la comuni-dad cristiana”.

Por: SesgoDiócesis de Nezahualcóyotl

Este Año de la Fe ha sido significativo. En este periodo se han llevado a cabo muchas actividades en la mayoría de las diócesis del país, además, eventos como los encuentros de obispos, sacer-dotes, seminaristas, consagradas y, en esta ocasión, le tocó a los diáconos per-manentes.El XI Encuentro Nacional de Diáco-

nos Permanentes bajo el lema “El forta-lecimiento de la identidad misionera en el Año de la Fe”, ha sido muy prove-choso debido a que dentro de estas acti-vidades se tocaron temas de estudio en relación a fortalecer la fe, los símbolos de la fe, la esperanza, la caridad, y la relación con el conocimiento, los desa-fíos de la fe y los retos de su transmi-sión, entre otros.En este sentido, podemos advertir que

los diáconos y sus esposas recibieron buena preparación para vivir el estilo de vida de ellos, no obstante, también se dieron a conocer las formas de vida del ministerio diaconal desde el punto de vista de ministros, de padres de familia y de esposos; ¿Cómo fortalecer esta relación? con sus seres queridos y llevar una vida lo más recta posible como los apóstoles, quienes fueron elegidos para la evangelización y estuvieron compro-metidos con sus familias de apóstoles.Sin embargo, monseñor José Trinidad

Zapata, responsable de la Dimensión del Diaconado Permanente de la Confe-rencia del Episcopado Mexicano, seña-ló que de acuerdo a las estadísticas con referencia a la situación del ministerio diaconal en nuestro país va al alza, -no como se quisiera-, pero es por lo menos de 20 a 30 diáconos por año, tomando en cuenta que este ministerio solo existe en 45 diócesis del país que representa poco menos la mitad, y que esa mitad no cuenta con escuelas de formación por lo que es necesario fortalecer este ministerio en otras diócesis de México porque es una estructura de la Iglesia que necesita para cumplir su misión.En este mes de octubre será el encuen-

tro de laicos a nivel nacional en la Basí-lica de Guadalupe.

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La Iniciación Cristiana en el Magisterio de la Iglesia (II parte)

La reestructuración de la catequesis en tiempo de crisis

La estructura que necesita la Iglesia

(Segunda de Cuatro Partes)

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8 MensajeroIglesia y Actualidad

Por: Raúl Matienzo /Alejandro SotoOficina de ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

La posibilidad de conocer la verdad, quiere decir que de alguna manera cada ser humano, que es único y que es irrepetible, tiene un llamado de Dios a realizarse como hombre y como hijo de Dios. Este hombre siempre está en una búsqueda. De alguna manera todos estamos buscando. Algunas personas buscan a Dios y todavía no lo han encontrado. Otros lo han encon-trado, pero siguen buscando, como profundizando, porque Dios no puede ser abarcado totalmente en esta vida.

Por eso el Concilio llamaba biena-venturados a aquellos que habiendo encontrado la verdad, la buscan aún. A lo largo de la historia ha habido perso-nas que niegan que el hombre pueda conocer la verdad. Dicen que no existe tal cosa. Son los escépticos. Señalan que el hombre no puede conocer la verdad. Además están los relativistas, los que dicen que cada uno tiene su propia verdad y que por lo tanto, no hay una verdad fuera de mí. Estos últimos en el fondo son muy parecidos a los anteriores. Si cada quien tiene su propia verdad y no hay una verdad independiente de los hombres, todo

relativista en realidad es un escéptico. La Iglesia siempre ha creído que hay

una verdad independiente del sujeto que conoce, aunque haya más o menos dificultades para conocerla. La difi-cultad de conocer la verdad es que algunas personas por ignorancia o por temperamento, piensan que es muy fácil conocer la verdad, “esto es claro como el agua”, dicen, y la verdad es que los demás no ven tan claro aque-llo. Estas personas piensan que el

entendimiento revela la verdad como un espejo. Si una persona no ve esa verdad es que de plano tiene alguna enfermedad mental. Muchos sistemas políticos suprimen a quienes no pien-san como las autoridades, precisa-mente por esta razón. Aquellas perso-nas que piensan de forma distinta son candidatos a los sanatorios para enfer-mos mentales o a campos de concen-tración. Si piensan distinto deben estar mal de la cabeza.

La solución a todo este intrincado problema es que sí podemos conocer la verdad, pero nos es difícil. Hay muchos factores que nos dificultan este conocimiento. La dificultad de este conocimiento se demuestra por-que: existen como un hecho general las contradicciones en el pensamiento y en la diversidad de opiniones huma-nas. En la generalidad de los juicios, estos solo pueden ser admitidos dedu-ciéndolos de otras premisas ciertas y así llegar hasta las verdades más pri-mitivas.

El objeto que pretendemos conocer de alguna manera forma parte de la totalidad del universo. Por eso en el evangelio se nos prohíbe juzgar, es decir, dar opiniones globales de una persona. Podemos juzgar ciertos hechos o ciertas actitudes como malas, pero nunca podemos juzgar a una per-sona en su globalidad, es decir como persona. Para juzgar tendríamos que comprender o sea, abarcar la totalidad. Tendríamos que ser Dios.

Fuente: Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana

Por: José Miguel IturraldeCentro de Estudios Católicos

La preocupación por el cuidado ambiental es un tema relativamente nuevo. Se puede tomar como un hito histórico el libro Primavera Silenciosa de Rachel Carson publicado en 1962 que denunciaba los efectos de los pesti-cidas sobre los ecosistemas. Pasó una década para que en 1972 la Organiza-ción de las Naciones Unidas (ONU) creara una división dedicada al cuidado de la naturaleza: Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNU-MA). Antes de estas fechas, no se tenía una clara conciencia de los impactos negativos que podrían causar sobre el ambiente las actividades humanas.

En este contexto se entiende que docu-mentos oficiales de la Iglesia que abor-daban la problemática social, como la Constitución Pastoral GAUDIUM ET SPES (1965) o la Encíclica POPU-LORUM PROGRESSIO (1967) no hayan hablado explícitamente del cui-dado del medio ambiente. Sin embargo, sí hablaban claramente de la responsa-bilidad del hombre sobre la creación.

Juan Pablo II (Sumo Pontífice entre 1978 y 2005) contribuiría enormemente a definir, mediante escritos y discursos, la recta aproximación que debían man-

tener los católicos frente a la crisis ambiental, denunciando los impactos ambientales provocados por los abusos del hombre pero apartándose claramen-te de cualquier forma de panteísmo o ecologismo radical. Esta visión está plasmada en el Compendio de la Doctri-na Social de la Iglesia (2004), donde se destina un capítulo completo al tema de “Salvaguardar el Medio Ambiente”.

Los franciscanos muestran un fuerte acento hacia la fraternidad con la natu-raleza. Por un lado tienen una sólida escuela filosófica que nace desde San Buenaventura (1218–1274) y que ha prevalecido hasta nuestro tiempo en varias universidades. Por otra parte tienen proyectos concretos de reconci-liación con la creación, como el “pro-yecto ecológico franciscano” de Holan-da, que ayuda a las personas a entrar en contacto con Dios en la naturaleza.

Los jesuitas, fundados en 1540 por San Ignacio de Loyola, no se quedan atrás. Ellos cuentan con la revista digi-tal ECOJESUIT con la que buscan pro-mover la preocupación por la ecología y tomar conciencia de la responsabilidad de nuestro estilo de vida, a través de la formación y la reflexión, para crear una sensibilidad ecológica y un compromi-so de acción global. Es así como, en conjunto con otras comunidades reli-

giosas, apoyan la Red de Juventud Cató-lica para la Sostenibilidad Ambiental en África (CYNESA) para ofrecer una respuesta al doble desafío de la degra-dación medioambiental y del cambio climático, desde la perspectiva de la moral social católica, prestando aten-ción a los más vulnerables.

El papa Benedicto XVI continuó impulsando la toma de conciencia por parte de los creyentes sobre los proble-mas ambientales, enfatizando la impor-tancia de la ecología humana. También ha dado ejemplo, realizando algunos cambios en la infraestructura del Vati-cano para reducir su impacto ambiental. El papa Francisco lo ha hecho también parte central de su pontificado, y en la audiencia general del 5 de junio de este año se centró en la cuestión del medio ambiente, afirmando que "Cuando ha-blamos de medio ambiente, de la crea-ción, mi pensamiento se dirige a las primeras páginas de la Biblia, al libro del Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultivaran y la custodiaran (cf. 2, 15). Y me surgen las preguntas: ¿qué quiere decir cultivar y custodiar la tierra? ¿Estamos verdaderamente culti-vando y custodiando la creación? ¿O bien la estamos explotando y descui-dando? El verbo «cultivar» me recuerda

el cuidado que tiene el agricultor de su tierra para que dé fruto y éste se compar-ta: ¡cuánta atención, pasión y dedica-ción! Cultivar y custodiar la creación es una indicación de Dios dada no sólo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con respon-sabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos"

Pero la Iglesia somos todos y es el gran pueblo fiel el que puede hacer una diferencia significativa. ¡Esforcémonos por dar gloria a Dios mediante el cuida-do de su creación!

Podemos conocer la verdad pero nos es difícil

La Iglesia y el Medio Ambiente

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9Mensajero Celebremos la Fe

ACTO DE FE

¡Señor mío Jesucristo!, creo firmemente que voy a recibir tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad.

ACTO DE ESPERANZA

Espero, Señor, que ya que te das todo a mí, en la Eucaristía tendrás misericordia de mí y me otorgarás las gracias necesa-rias para mi salvación eterna.

ACTO DE CARIDAD

Dios mío, te amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas y sobre todas las cosas.

ACTO DE ADORACIÓN

¡Señor!, te adoro y te reconozco como mi Creador, Redentor y soberano Due-ño.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre, con el espí-ritu y fervor de los Santos.

Oraciones para antes de la Comunión

Por. Ruth RiveraDiócesis de Cuautitlán

En una respuesta de Fe, el día viernes 20 de septiembre del año en curso, la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro Apóstol en Nicolás Romero, se reunió para analizar el “ser y quehacer del Consejo de Pastoral Parroquial”, como parte de los trabajos de prepara-ción a la Asamblea Diocesana de acuer-do al Plan Diocesano de Pastoral.

Lo anterior, recurriendo a algunos fundamentos del Concilio Vaticano II sobre la participación de los laicos como sujetos de la acción pastoral para la edificación de la Iglesia y su proyec-ción de cara a los ambientes del mundo; puesto que la iglesia, como levadura, está llamada a fermentar toda la masa con el anuncio del Evangelio, Buena Noticia para los hombres y mujeres de todos los tiempos.

El vicario episcopal, Pbro. Juan

Gabriel García Mota durante la asam-blea, explicó que el Concilio afirma que los pastores son conscientes de que Cristo no los puso para que por sí solos se hagan cargo de toda la misión de la Iglesia para salvar al mundo. Saben que su excelsa función consiste en pastorear a sus fieles y reconocer sus servicios y carismas, de tal manera que todos, cada uno a su manera colabore unánimemen-te en la tarea común. Conviene, señaló, que todos, realizando la verdad en el amor, crezcamos en todo en Él que es la Cabeza, Cristo. Por Él, todo el cuerpo compactado va creciendo, construyén-dose a sí mismo por el amor (Ef. 4, 15-1

El Consejo de Pastoral Parroquial, es un organismo de comunión y corres-ponsabilidad entre presbíteros, religio-sos y laicos; y se encarga de animar, coordinar, planifica los procesos de pastoral en la parroquia de acuerdo a las comisiones y dimensiones en sintonía con el Plan Diocesano de Pastoral.

Los Consejos dePastoral Parroquial

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10 MensajeroFamilia

Por: Pbro. Rafael González Beltrán ssp. Diócesis de Cuautitlán

La sociedad mexicana que, en su mayo-ría se dice católica, desconoce la rique-za de la fe cristiana. Menos aún valora la necesidad de formar el espíritu de sus hijos y de fortalecerlo. Por si fuera poco, muchas personas, católicas y no, evitarán hablar de temas que tengan que ver con la fe y la religión, pero fingirán que están de acuerdo con el asunto.

Ser padres de una familia cristiana significa actuar teniendo en cuenta la fe. La vida de todo ser humano debe enfrentarse con situaciones y experien-cias que provocan temores y debilitan la fe. Si la fe es fuerte los temores dismi-nuyen. La vida de un cristiano está en las manos de Dios, por lo que la enfer-medad, las fuerzas de la naturaleza, el poder del mal y la muerte no son más que desafíos a la fe.

Para educar a los hijos en la fe, el pri-mer trabajo de los padres es revisar y fortalecer la propia fe. Superar la fe que recibimos, pero que quizás nunca pro-fundizamos, se convierte en una tarea que debemos realizar si queremos com-partir la fe en Cristo con nuestros hijos. En segundo lugar, debemos vivir con mayor intensidad nuestra relación con la comunidad parroquial a la que perte-necemos y frecuentar a personas cristia-nas que viven con alegría y convenci-miento la propia fe. La familia completa estrecha más sus vínculos si vive y cele-

bra la fe, domingo a domingo. Ningún otro evento social, deportivo o super-fluo debe sustituir la misa dominical.

El hombre es lo que comunica a través de su lenguaje. Por lo tanto, los padres deben emplear un lenguaje positivo todos los días, sea para comunicarse

entre ellos y para hablar con los hijos. Utilizar palabras amables, de consuelo, esperanza y respeto significa apoyar la autoestima de los más pequeños, ver con esperanza el mundo y entregar a la sociedad personas no resentidas. Final-mente, debemos hablar de Dios tal

como nos lo presentó Jesús en los evan-gelios. Leyendo en familia el Evangelio el espíritu de los hijos aprenderá a per-donar, a ser misericordioso, justo y a rechazar el mal con la fuerza de Cristo.

Por. CODIPACS ECATEPECPbro. Marcelino Monroy Tolentino

Grandes alcances en la comunicación tecnológica se han logrado en las últimas décadas, lo cual evidentemente han sido de gran ayuda al hombre contemporá-neo; sin embargo también tiene sus des-ventajas: las redes sociales se han utili-zado para delinquir de muy distintas maneras y en los diversos ámbitos, pro-vocan un aislamiento de la persona, al grado de crear una dependencia enfer-miza de forma compulsiva, nos desvir-túa de actividades debidamente articula-das, el peligro de sustituir las relaciones afectivas reales por relaciones mera-mente virtuales, etc.

Tales desventajas hacen victima al núcleo de nuestra sociedad, “la familia” que es opacada por las redes sociales, perdiendo su riqueza, la relación fami-liar, laxando los valores familiares por

una fuerte influencia de muchos conte-nidos carentes; los miembros de la fami-lia que acceden a estas, las toman como un ducto preferencial de fácil desahogo, un espacio para compartir sueños, cosas, vivencias, agobios, más que la familia misma, sin temor a ser recriminados, juzgados, viviendo así al filo entre la realidad y la fantasía.

Lo que más ha favorecido las redes sociales es: relacionarse-comunicarse. Contradictoriamente surge un deterioro de las relaciones personales en nuestro entorno, principalmente la familia; ten-demos a comunicarnos cada vez más por el ordenador, dejando de lado la calidez humana de la persona, principalmente la de los padres, adultos mayores, los más indefensos. En muchas familias actua-les, la incomunicación es cada día más constante entre sus integrantes; viven y se desviven por y para él ordenador, dependiendo exclusivamente de él para

establecer relaciones con los demás.Junto a los otros peligros que asechan a

la familia, estemos atentos a este, que no dando un sano y equilibrado uso, puede silenciar este tesoro maravilloso. Lo que uno deje de hacer, será siempre menos

importante que el amor entre padres e hijos; los silencios en familia es una triste realidad, empobrecida humana-mente porque no hay palabras que com-partir, no hay ya nada nuevo que decir.

Educar a los hijos en la fe, tarea de los padres cristianos

La familia opacada por las redes sociales

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11Mensajero @joven

Por: Jorge A. Hidalgo Toledo

Según cifras publicadas en México, 41.7% de la población ubicada entre los 12 y los 29 años se declaran bebedores actuales, lo que representa que en el último año al menos una ocasión han bebido hasta cinco copas. La cifra, sin lugar a dudas, llama doblemente la aten-ción cuando se observa que 25.8%, corresponde a menores de 17 años y que el 40.4% de los consumidores entre los 18 y 29 años, son mujeres.

El consumo de alcohol en menores y el incremento en la población femenina por imitación del patrón de abuso de los varones es una situación que preocupa a todos los sectores de la población, desde los padres de familia, educado-res, instituciones de salud pública e incluso, a la misma industria de bebidas con alcohol. Más aún, si se considera que la media de iniciación en el consu-mo se da entre los 12 y los 13.5 años. Entre las principales causas y motiva-ciones para el consumo y abuso de bebi-das en menores de edad se encontró: 1) que en su casa o familia beben; 2) la familia y la sociedad lo ve como una práctica normal; 3) es parte de la cultura en la que están inmersos los jóvenes; y

4) los padres son tolerantes y permisi-vos ante el consumo de bebidas.

En México, al consumo de alcohol en menores hay que sumar el problema derivado de los accidentes viales debi-do al abuso de bebidas con alcohol. Hoy día los accidentes viales son la séptima causa de muerte en la población en gene-ral y la primera entre los jóvenes. En promedio, dos mexicanos fallecen cada hora y más de 17 mil personas mueren cada año, siendo siete mil de ellos, jóve-nes. Aunada a esta cifra, 23% de las defunciones por accidentes de tráfico, ocurrieron a conductores que abusaron del alcohol todos ellos entre los 15 y 24 años.

Experimentar es natural en la adoles-cencia y la juventud; buscar nuevas alternativas y formas de convivencia, sin embargo, existen riesgos que no se ven a simple vista, además de las malas influencias.

Infórmate, no imites por imitar y sé responsable de tu propia salud evitando riesgos innecesarios. No seas parte de las estadísticas fatales y aprende a cui-dar el tesoro más valioso que Dios te dio: Tu Vida.

Por: Hno. Alfredo A. MoralesDe La Salle

Ustedes los jóvenes han realizado muchas cosas importantes en sus vidas. Pero ahora tienen que enfrentarse a su mayor responsabilidad: VIVIR, es decir, extraerle a ese precioso don de la vida toda su riqueza y orientarla, no tanto para su beneficio propio, sino el de su generación y de la humanidad en general. Se trata de una MISIÓN: darle sentido a sus vidas. ¿Han pensado en esto? ¿Se sienten preparados para asu-mir ese desafío ante ustedes mismos, ante su pueblo, ante la Historia? Para eso les escribo este mensaje: para que comprendan a tiempo y asuman con gallardía esa hermosa misión.

Alguien ha dicho que “para ser feliz, hace falta una sola cosa: ESTAR VIVO “POR DENTRO”. Esta impactante afirmación requiere aclaración. Nos dice que lo más valioso de ustedes resi-de dentro de cada uno, en su mundo interior.

Pero en la vida actual, todo conspira contra esa vida interior en los jóvenes. A

ustedes les ha tocado vivir en una socie-dad del ruido, de la publicidad escanda-losa, de la algarabía permanente. Si a esto añadimos la mediática (TV, revis-tas de modas, telenovelas que se nutren de vanidades) con sus inmensos recur-sos de fascinación y confusión de valo-res, sin ningún criterio moral y un único interés económico, tenemos un cuadro bien preocupante de lo que les ofrece el mundo de hoy. Porque esta publicidad abrumadora y persistente va dirigida sobre todo a ustedes los jóvenes, el grupo más frágil y más susceptible de aceptar todo lo que se les ofrezca, si no tienen suficiente formación moral para distinguir lo bueno de lo malo e inacep-table.

Para hacerle frente a esa avalancha de falsas ofertas de felicidad, tienen que cultivar su vida interior. “La interiori-dad es la dimensión perdida en la con-ciencia del hombre y la mujer de hoy. De ahí, su permanente insatisfacción: buscan afuera de ellos y ellas lo que solo conseguirán mirando hacia den-tro, o sea, dentro de uno mismo”.

Consumo de alcohol Mensaje a la juventud de hoy

La vida como tareaen menores

¡Por favor, no vendan su juventud a los que venden muerte!Por: Francisco EsquedaDiócesis de Nezahualcóyotl

En la visita pastoral del Papa Francisco a Cagliari fue con los jóvenes que lo esperaban en Largo Carlo Felice, ahí comentó el relato evangélico de la pesca milagrosa, invitando a cuantos le escu-chaban a no dejarse vencer nunca por el pesimismo o el desánimo.

En ese sentido, el Sumo Pontífice les dijo que “cuando un joven no confía en la vida, cuando pierde la esperanza busca un poco de paz en los mercaderes de muerte, los que ofrecen un camino

para cuando se está triste, sin valor, sin esperanza. ¡Por favor no vendan su juventud a los que venden muerte! Saben de qué hablo”, subrayó.

“Fíense de Jesús. Y cuando lo digo quiero ser sincero: Yo no vengo aquí a venderles una ilusión; vengo a decir que hay una Persona que puede sacarte ade-lante; fíate de ella. Es Jesús y no es una ilusión... Las dificultades no tienen que asustarlos... Remen mar adentro y echen las redes... La palabra del Señor ha llenado las redes y... ha hecho eficaz el trabajo misionero de los discípulos. Seguir a Jesús exige esfuerzo, significa

no contentarse con metas pequeñas, sino apuntar a la cima, con valor”, dijo en una sentida reflexión.

“Cuando parece que todo está parado, cuando los problemas personales se inquietan, cuando el malestar social no encuentra las respuestas adecuadas, no hay que darse por vencidos. El camino es Jesús: hacer que suba a nuestra barca y remar mar adentro con Él...porque con Jesús todo cambia. Sin hacer dema-siados cálculos humanos y sin preocu-parse de verificar si la realidad que les circunda coincide con sus seguridades. Mar adentro y salgan de ustedes mis-

mos; salgamos de nuestro pequeño mundo para abrirnos a Dios y cada vez más a los hermanos”, remarcó.

Hace 60 años, cuando el Papa tenía 17, sintió la vocación sacerdotal. Fran-cisco relató que nunca se había arrepen-tido de la decisión que había tomado porque “incluso en los momentos más oscuros, en los momentos del pecado, de la fragilidad, del fracaso, he mirado a Jesús y me he fiado de Él y nunca me ha dejado sólo”.

www.diocesisdeneza.mx

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12 MensajeroDios te llama

Por: Oficina de comunicaciónDiócesis de Teotihuacán

El llamado Universal a la Santidad, así como los carismas, son un don de Dios para toda la humanidad y los cristianos católicos estamos llamados a vivirlo de un modo especial. Muchas son las for-mas en que podemos vivir nuestra vida de fe.

Todos los católicos estamos llamados al seguimiento de Cristo. Por el bautis-mo nos hacemos Hijos de Dios, Herma-nos de Jesucristo y Templos vivos del Espíritu Santo. Por lo tanto, la vida de los católicos, si quieren ser fieles y coherentes con su bautismo no puede ser la misma que la de una persona no bautizada. La imitación de Cristo será la tarea fundamental en su vida.

Una forma muy común de vivir nues-tro proceso de santidad es a través de una consagración de nuestra vida a Dios. Para ello, hablamos de vocacio-nes específicas: al matrimonio, la más común; para los varones se encuentra la vida sacerdotal; la vida como soltero; y la llamada Vida Consagrada, de la que nos referiremos en este número.

Así, pues, hay personas que por una invitación especial de Dios, bajo una moción del Espíritu Santo, se proponen seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios amado por encima de todo y procurar que toda su vida esté al servi-cio del Reino. Esto es lo que se llama en la Iglesia católica, la vida consagrada.

Las personas que asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada

viven los así llamados consejos evangé-licos por amor al Reino de los cielos. Los consejos evangélicos son la pobre-za, la castidad y la obediencia. Se les llama consejos evangélicos porque fueron predicados por Cristo en el evan-gelio y aparecen como una invitación para seguir más de cerca el camino que Él recorrió en su vida. Si bien todos los católicos estamos llamados a vivir estos tres consejos. La pobreza es el despren-dimiento de todo lo creado para utilizar-lo de forma que pueda dar mayor gloria a Dios. La castidad es lograr que toda nuestra persona: inteligencia, voluntad, afectos y cuerpo estén dominados por nosotros mismos. Y por último, la obe-diencia, es hacer todo para realizar la voluntad de Dios.

Las personas consagradas a Dios pueden vivir su consagración de muy diversas formas y así vemos como a lo largo de la historia de la Iglesia, desde las primeras comunidades cristianas en el Asia Menor hasta los florecientes centros urbanos de nuestros días, la vida consagrada asume diversidad de for-mas. Las hay de aquellos que se dedican a la oración y a la contemplación en un lugar apartado de toda civilización. Hay quienes inmersos en el mundo, viven su consagración entre las más diversas actividades de la vida diaria. Todas estas formas de consagración las pode-mos agrupar en las siguientes divisio-nes: Vida Eremítica, Vírgenes Consa-gradas, Vida Religiosa, Institutos Secu-lares y Sociedades de Vida Apostólica.Fuente principal: http://es.catholic.net

Por: Ruth Rivera

El pasado domingo 22 de septiembre en las instalaciones de lo que fuera el Semi-nario Menor, ubica-do en Progreso In-dustrial, la Comisión de Familia Juventud y Laicos; de la Vica-ría Episcopal Territo-rial San Pedro Após-tol llevó a cabo una exposición de los d i fe ren tes movi-mientos y asociacio-nes que hay en la vicaría, en donde cada coordinador expuso cuál es el objetivo, su misión, visión, carisma y cómo nace.

El Concilio Vaticano II enseña que <<cuando Dios se revela hay que pres-tarle la obediencia de fe>>, esta es una apertura radical del laico en el cual Dios llama al hombre para confiarle una misión, el hombre responde con sus actos con sus obras y con toda su vida.

Es por ello que se dan a conocer los diferentes movimientos y asociaciones, en los cuales Dios de una manera muy especial invita a participar a todas aque-llas personas que quieran sumarse a la viña del Señor Jesús; es una forma de poder colaborar en la formación desde las familias y en familia para que otros conozcan a Dios. Los laicos por los mismos dones que ha recibido, es a la vez testigo e instrumento vivo de la misión de la Iglesia misma “según la medida del don de Cristo” (CV II 913).

Todo esto se da en un ambiente de oración y comunión entre los diferentes dones y carismas permitiendo conocer-se y compartir como lo hacían las pri-meras comunidades cristianas (Hch, 2,42) en donde cada párroco, envía a los movimientos y asociaciones que hay en cada parroquia.

Durante la Expo, que inició a las 09:00 horas, se llevó a cabo una convi-vencia y diversas dinámicas dirigidas por el animador de la Comisión de Familia, Juventud y Laicos, el presbíte-ro Ramón Chávez de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima de la misma vicaría.

También se expuso el Santísimo Sa-cramento y concluyó con una celebra-ción Eucarística donde se invitó a amar la vida en el necesitado para lograr la evangelización en las familias y educar a los hijos en la fe.

Encuentro de Jesús y llamado a hacer-le compañía

"Al día siguiente, Jesús resolvió partir para Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y de Pedro" (S. Juan I, 43-44).

Un encuentro intencionalJesús "encontró a Felipe". Aparente-

mente era un encuentro casual. De hecho, adivinamos que Jesús encontró a Felipe en el camino porque lo quería encontrar. Desde hacía tiempo había preparado este encuentro por un trabajo secreto en el alma de Felipe; no hubiese podido lanzar su llamado al que no estu-viera dispuesto de algún modo. Encuen-tro y llamamiento solo se improvisan en apariencia; por mucho tiempo han sido meditados por Cristo, que encuentra al que quiere, en el momento que quiere y en las circunstancias que quiere.

La vocación viene de un encuentro con Cristo, quizá en el momento menos pen-sado. Jesús se adelanta al que quiere llamar. Como lo ha preparado para escu-char el llamado, el encuentro puede mover inmediatamente las profundida-des del alma.

Sígueme"Sígueme". La invitación dirigida a

Felipe prueba que el llamado de Cristo pide ante todo el apego a su persona. Jesús no le dice a Felipe qué actividad va a desempeñar. Sencillamente le pide que lo acompañe en el camino y se abandone a Él con confianza para todo su porvenir.

El término que traducimos como "se-guir" quiere decir más exactamente "acompañar". Jesús no quiere que lo sigan como un siervo sigue a su amo. Quiere que lo acompañen, que vivan a su lado como amigos. Seguir, es dejarse conducir por un llamado de amor y

comenzar una amistad.La expresión "sígueme" es, en su

brevedad, la fórmula más caracterís-tica del llamado a una vida entera-mente entregada al Señor. Subraya la unión de persona a persona que se establece en una vocación. El que acepta el llamado no sabe por adelan-tado lo que tendrá que hacer ni las situaciones a las que tendrá que enfrentarse. Pero está seguro de Cris-to; su compromiso de fidelidad perso-nal.

Compromiso y fidelidad se funda-mentan en el que ha sido llamado sobre el compromiso y la fidelidad absoluta del Señor. Al decir "sígue-me" Jesús se obliga a trazar el camino y a sostener con su fuerza divina al que se confió a Él. Le promete una fideli-dad sin desmayo. El que sigue a Cristo jamás puede perderse, ni encontrarse sin apoyo. Con tal que no se detenga en su

seguimiento, infaliblemente se salva y salva a muchas almas.

Fuente: www.churchforum.org

La Vocación de FelipeEl que sigue a Cristo jamás puede perderse, ni encontrarse sin apoyo.

Vida ConsagradaUn llamado Universal a la Santidad

Expo Carismas

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1Mensajero 3Iglesia y Cultura

Por: Mons. Carlos Enrique Samaniego

¿Qué tipo de sociedad estamos constru-yendo a través de la educación que pro-porcionamos a las nuevas generacio-nes? Los Obispos de nuestro país nos quieren ayudar a responder, pues ya desde noviembre de 2011 se reunieron para tocar el tema de la Educación en México. En dicha Asamblea nos invita-ron a todos los miembros de la Iglesia a asumir, como responsabilidad priorita-ria, la decisión de colaborar de manera efectiva desde la propia misión, en la respuesta a la emergencia educativa por la que nuestra Nación y la Iglesia transi-tan. El lema de la Asamblea fue “Educar evangelizando y evangelizar educan-do”, dado que la Iglesia al educar lo hace desde su derecho y misión de anunciar a Cristo, Camino, Verdad y Vida del hom-bre.

Ante las diversas crisis que afronta nuestro país por la violencia, el narco-tráfico y el crimen organizado, surge una esperanza fiable que puede ser el “alma de la educación, como de toda la vida”: los Obispos de México, siguiendo la enseñanza del papa Benedicto XVI nos hacen una cordial invitación a poner nuestra esperanza en Dios. Solo él es la esperanza que supera todo tipo de crisis, “solo él nos estimula a educarnos recí-

procamente en la verdad y en el amor”. Llena de esperanza saber que las comu-nidades de nuestra diócesis cuentan, actualmente, para esta educación en la verdad y en el amor, con padres de fami-lia preocupados seriamente por el futuro de sus hijos; sacerdotes, catequistas y profesores que, por vocación, buscan ser un faro de luz potente que oriente la vida de sus alumnos; esta educación “la solicitan -dice el Papa- los mismos muchachos y jóvenes, que no quieren

verse abandonados sino acompañados ante los desafíos de la vida”.

La educación, que debemos ofrecer no es mera instrucción, es amistad que busca alcanzar un ideal: quiere ayudar a las nuevas generaciones a descubrir el significado último de la vida, quiere seguir siendo parte de la aportación histórica de la Iglesia en el terreno de la educación formando así personas “adul-tas” en la fe y sólidas en su propia huma-nidad.

CODIPASC-ECATEPEC Parroquia San Andrés ApóstolC. Hugo Granados Fitz

¿Qué relación tienen la cultura, el arte y la Iglesia? Y más aún, ¿cuál es la diná-mica que sostiene la relación entre cul-

tura, arte y los jóvenes?, la respuesta es una gran herramienta que el papa Emé-rito Benedicto XVI ha heredado desde su experiencia joven a los jóvenes de todo el mundo.

Nos referimos al YOUCAT, “una especie de catecismo en lenguaje adap-

tado a los jóvenes”, la excusa per-fecta nos la brinda el deseo de los jóvenes por dar a conocer sus ideas, emociones y sentimientos que en uso de su inventiva, inspiración, imaginación y creatividad buscan el sentido de aquello que se les da a conocer como arte y cultura.

En YOUCAT, en el número 461 nos deja en claro que ante aquello que no podemos expresar con pala-bras, ni transmitir con el pensamien-to, se expresa en el arte y nos enseña que el arte puede considerarse como el desbordamiento gratuito de la riqueza interior del ser del hombre, es decir, el arte desborda, saca de dentro, lo que el hombre tiene en su interior. Pero el Catecismo joven de la Iglesia Católica va más allá y establece una similitud entre el Ser Creador de Dios y el ser creativo del artista, dicha similitud se sostiene

por la inspiración para dar forma válida a algo nuevo.

El arte logra sensibilizar al hombre, apenas se abre la puerta para que dicha manifestación del ser interior de hom-bre, lo ponga de frente, lo lleve al

encuentro con aquel que es Uno, Bueno, Verdadero y en armonía de estas tres primeras, BELLO, por excelencia.

Cuando los jóvenes buscan la Verdad; el arte es un camino para llegar al Todo y a Dios, ya que:

“La belleza es un reflejo de la Verdad” nos enseña Santo Tomas de Aquino, y, en consecuencia, quien busca la verdad por los senderos de la belleza del arte está potencialmente en camino de encontrar a Dios.

Emergencia educativa

Joven, Arte y Fe necesarias para vivir la experiencia desbordante de la cultura

Tarea del día

México está muynecesitado de

oración, alimentos y economía

“Que el Señor incremente en todas las personas de buena voluntad

sen�mientos de fraterna solidaridad para colaborar decididamente en la

reconstrucción de las zonas afectadas y ayudar de modo efec�vo a cuantos están sumidos en el dolor

y la desesperación.”(Mensaje de amor y solidaridad del

Papa Francisco a México)

AYUDAR

Prac�ca la Solidaridad¡Contamos con�go!

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1 Mensajero4 Sección Infantil

Te invitamos a buscar las 8 diferencias que hay entre estos dos dibujos

Rumbo al camino de Jesús

Jesús es nuestro amigo ¡Por yo eso confío en Él!

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Por: Pbro. Mariano I. Montiel, Diócesis de Nezahualcóyotl

La Iglesia en la Diócesis de Nezahualcó-yotl ha vivido intensas jornadas a través de la acción evangelizadora que em-prendieron todas las parroquias que integraron un Equipo Misionero Parro-quial. Integrado por laicos, pero con la bendición del párroco del lugar, salió al encuentro de las personas, de las fami-lias. Algunas personas agradecieron a las religiosas y sacerdotes por su sonri-sa, su apoyo, acompañamiento, escucha, consejos, animación, comprensión y tiempo.

Las parroquias de la zona norte de esta diócesis realizaron una evaluación de su experiencia en esta misión urbana, la cual a decir de diversos testimonios ha dejado en las familias un buen sabor. Esta misión ha sido convocada por mon-señor Héctor Luis como resultado del mandato en la asamblea diocesana reali-

zada en noviembre del año pasado.

Una cosa quedó clara, sigue la inquietud de con-tinuar con esta misión urbana. No solo se invita a misa sino a celebrar su fe, a formarse y con ello vivir con esperanza con accio-nes concretas en bien de la comunidad.

La misión llevó la Corona de Adviento a cada casa de los sectores con un salu-do, oración y comentario de un texto bíblico. Se comparte con los hermanos enfermos ancianos, se detecta la caren-cia de seguridad en las calles, además los sectores con mas necesidades socia-les, estructurales y espirituales. El traba-jo ha sido en equipo, en cuaresma se realizó el viacrucis en los sectores que culminaba con un acto penitencial y de reconciliación. En pascua el cirio pas-cual visitó los sectores donde de consta-tó el entusiasmo de los equipos de la misión urbana.

Cabe mencionar que el padre Benja-

mín Martínez quien es el responsable de

la reflexión y animación pastoral, moti-

vó la evaluación donde se compartió los

frutos de llevar una buena noticia. Se

busca con esta misión urbana y perma-

nente, una ciudadanía celestial y la iden-

tidad de pueblo de Dios.

1Mensajero 5La Sal y Luz del mundo

Por José Luis RamírezDiócesis de Nezahualcóyotl

Si algo ha caracterizado al papa Francis-co es su franqueza e insólito acerca-miento al tratar de manera pública asun-tos que antes solo se trataban entre las paredes del Vaticano. Y aún más, las posturas que ha adoptado el recién nom-brado jerarca eclesiástico francamente vienen a refrescar la cultura del catoli-cismo. Es necesario que la Iglesia se muestre con debilidades, pero también con sus muchas fortalezas.Hablar, como lo hizo hace unos días en

una extensa entrevista de la necesidad de “curar las heridas”, pero más aún dijo que a los “gays y divorciados “antes que condenarlos, debido a que “Dios en la creación nos ha hecho libres” y por ello “no es posible una injerencia espiritual en la vida personal”.Nuestra cultura cristiana debe ampliar

su repertorio del perdón y la compren-sión, pues no se puede hablar de amar al hombre, como Dios mismo, si lo prime-ro que hacemos es juzgarlos y ponerlos en tela de juicio.Antes que nada, como señala el Sumo

Pontífice, “tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de nai-pes, de perder la frescura y el perfume del Evangelio”.En ese sentido, al analizar la situación

actual de la Iglesia, el Papa latinoameri-cano reconoció que la milenaria institu-ción necesita reformas y considera urgente “curar heridas”, “dar calor” y “acompañar a las personas a partir de su condición”, lo que incluye a los homose-xuales y a los divorciados que se han vuelto a casar.Explicó que la religión católica “es la

casa de todos, no una 'capilla' en la que cabe solo un grupito de personas selec-tas. No podemos reducir el seno de la Iglesia universal a un nido protector de nuestra mediocridad”.Por ello, el pontífice consideró que “en

esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición. Hay que acompañar con misericordia. “La propuesta evan-gélica debe ser más sencilla, más pro-funda e irradiante”, concluyó.

Una Iglesia más abierta La Misión Urbana ha

Por Pbro. Juan Manuel Martínez Mer-los. Diócesis de Cuautitlán

“Salió luego hacia las nueve de la maña-na, vio otros que estaban en la plaza desocupados y les dijo:” Id también a mi viña” (Mt. 20,3-4).

El llamamiento del Señor Jesús no cesa de resonar en el curso de la histo-ria, desde aquel lejano día; se dirige a cada hombre que viene a este mundo.

Nuestra Diócesis de Cuautitlán reco-noce la presencia activa de un gran número de laicos, hombres y mujeres, de distintas edades, que han sido sostén de la vida de Fe de las comunidades (CEC.904-L). La llamada no solo se dirige a los Pastores, a los sacerdotes o religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos.

También los fieles laicos, son llama-dos personalmente por el Señor, de quien reciben una misión a favor de la Iglesia y del mundo. Invita de nuevo a todos los laicos, a que se unan cada día más íntimamente a Él y a que haciendo propio todo lo suyo (Flp. 2,5), se aso-cien a su misión salvadora; de nuevo los envía a todas las ciudades y lugares a donde el está por venir. (Lc. 10,1).

A nadie le es lícito permanecer ocioso. Hay que responder con ánimo generoso

y prontitud de corazón a la voz de Cris-to, que en esta hora invita a todos con mayor insistencia. La voz del Señor resuena en lo más íntimo de cada cris-tiano que, mediante la fe y los sacra-mentos de iniciación cristiana, ha sido configurado con Cristo, ha sido injerta-do como miembro vivo de la Iglesia, y es sujeto activo de su misión de salva-ción.

Por ello es necesario mirar cara a cara este mundo nuestro con sus valores y problemas, sus inquietudes y esperan-zas, sus conquistas y derrotas; un mundo cuyas situaciones económicas, sociales, políticas y culturales presen-tan el gran reto de nuestro tiempo.

De todas formas, es esta la viña y este el campo en que los fieles laicos están llamados a vivir su misión. Jesús les quiere, como a sus discípulos, sal de la tierra y luz del mundo. (Mt. 5,13-14).

dejado buen sabor

“Id también vosotros a mi viña”

II Encuentro Diocesano deGrupos. Movimientos, Institutos

y Asociaciones Laicales

Domingo 20 de octubre de 2013De 08:00 a 15:00 hrs.

Sede

Seminario Mayor de TexcocoTulantongo, Texcoco, Méx.

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16 MensajeroAño de la Fe

Por. Samuel Nájera Mata

A unos días de celebrar exactamente un año de la apertura del Año de la Fe (11 de octubre de 2012), promovido por el papa Benedicto XVI, la Iglesia entera se pre-para para vivir los últimos aconteci-mientos de este año de gracia, en el cual Católicos y personas de buena voluntad han conocido, fortalecido y testimonia-do la fe en el Señor Jesús, que es el Cen-tro de la vida de todo bautizado, en su verdadera Iglesia, que es comunidad de comunidades, en la práctica de los sacra-mentos, que son vehículos de salvación constituidos por el mismo Jesucristo, y en la experiencia de vida cristiana que se fundamenta en el amor, en la caridad y en la relación de encuentro con los más pobres, sufrientes, vulnerables y necesi-tados.

El Año de la Fe nos ha mostrado la infinita misericordia de la Providencia Divina que concede un alto en beneficio de toda la humanidad para reconstituirse Pueblo de Dios, creer y confiar en su Palabra, en su Eucaristía y en el camino de la cruz, que nos hace volver la mirada hacia Dios, formarnos y reconocernos discípulos misioneros de Jesús para dar vida a nuestros pueblos e irradiar los dones del Espíritu Santo siempre al ser-vicio de los demás, desde la familia, la comunidad, hasta la sociedad, para la instauración del Reino de Dios, que es de justicia, perdón, reconciliación, soli-daridad, comunión y paz.

El próximo 24 de noviembre, Solem-nidad de Jesucristo, Rey de Universo,

culminará este momento histórico, no así para el pueblo cristiano que fortaleci-do durante este año ha aprendido a levantar a una sola voz, con fuerza y gran esperanza, la profesión de Fe, en la declaración a Dios que realizamos en el Credo. No termina porque debemos continuar conmemorando, estudiando y transmitiendo las verdades de la fe con-tenidas en los documentos del Concilio Vaticano II (en su 50 aniversario) y del Catecismo de la Iglesia Católica (en su 25 aniversario); promover y alentar la meditación activa de la lectura Bíblica y práctica de la Lectio divina, y la ense-ñanza de la caridad vivida, a la que tanto ha llamado el Santo Padre Francisco, porque justo esto, la caridad cristiana, ofrece los signos vitales de una fe salu-dable, firme, inquebrantable y capaz de transmitirse. Así lo ha comunicado el papa Francisco al mundo entero: “En este Año de la Fe, no olvidemos que la fe no es para guardarla, sino para compar-tirla”. Aún estamos a tiempo.

Por: CODIPACS ECATEPEC

Recordemos aquellas palabras de nues-tro Santo Padre Benedicto XVI: “Quie-ro anunciar en esta Celebración Euca-rística que he decidido convocar un «Año de la Fe» Este Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo”

Con aquel mensaje se espera que todos los creyentes aprendan de memoria el Credo “Símbolo de nuestra Fe”, reci-tándolo todos los días como una ora-ción, por ello es necesario que aprehen-damos y conozcamos la oración del Credo, y aclarar por qué hay dos Cre-dos.

“Entre todos los símbolos de la fe (Cre-dos), dos ocupan un lugar muy particu-lar en la vida de la Iglesia:

194 El Símbolo de los Apóstoles, llamado así porque es considerado con

justicia como el resumen fiel de la fe de los Apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma. Su gran autoridad le viene de este hecho: “Es el símbolo que guarda la Iglesia romana, la que fue sede de Pedro, el primero de los apóstoles, y a la cual él llevó la doctrina común”.

195 El Símbolo llamado de Nicea-Constantinopla debe su gran autori-dad al hecho de que es fruto de los dos primeros Concilios ecuménicos (325 y 381). Sigue siendo todavía hoy el sím-bolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.”

196 Nuestra exposición de la fe segui-rá el Símbolo de los Apóstoles, que constituye, por así decirlo,“el más anti-guo catecismo romano”. No obstante, la exposición será completada con referencias constantes al Símbolo Nice-no-Constantinopolitano, que con frecuencia es más explícito y más deta-llado. (el tradicional que se reza en las misas).

Recitar con fe el Credo es recordar nuestro Bautismo y entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

(Catecismo de la Iglesia Católica)

El papa Benedicto XVI destacó, recor-dando las palabras de San Juan Clíma-co, que "solo la esperanza nos hace capaces de vivir la caridad"; y que la fe, la esperanza y la caridad constituyen "la escalera" que nos permite alcanzar la verdadera vida.

Se trata de un símbolo profético que revela que la vida del bautizado, en comunión con Cristo, con su muerte y resurrección. Y para mí es particular-mente importante el hecho que el vérti-ce de la 'escalera', las últimas gradas sean al mismo tiempo las virtudes fun-damentales, iniciales, más simples: la fe, la esperanza y la caridad".

Benedicto XVI precisa luego que estas virtudes "no son solo accesibles a los héroes morales, sino que son un don de Dios para todos los bautizados: en ellas crece también nuestra vida. El inicio y también el fin, el punto de partida y de llegada: todo el camino apunta siempre a una radical realiza-ción de fe, esperanza y caridad. En estas virtudes la escalada está presente. Fun-damentalmente en la fe, porque tal vir-tud implica que deba renunciar a mi arrogancia, a mi pensamiento, a la prisa de juzgar solo, sin confiarme a los otros". Es necesario, dice el Papa, "este camino hacia la humildad, hacia la

infancia espiritual" para superar pen-samientos de arrogancia".

Lo que ha de hacerse, alienta el Santo Padre, es "confiarse solamente a las Sagradas Escrituras, a la Palabra del Señor, confiarse con humildad al hori-zonte de la fe, para entrar así en la vaste-dad enorme del mundo universal, del mundo de Dios. De este modo crece nuestra alma, crece la sensibilidad del corazón hacia Dios". Solo la esperanza nos hace capaces de vivir la caridad. La esperanza en la cual trascendemos las cosas de cada día, no esperamos el éxi-tos en nuestros días terrenos, sino que esperamos al final la revelación de Dios mismo."

Finalmente, Benedicto XVI explicó que "solamente si está Dios, esta espe-ranza grande a la que tiendo, puedo cada día dar pequeños pasos en mi vida y así aprender la caridad. En ella se esconde el misterio de la oración, del conocimiento personal de Jesús: una oración sencilla, que tiende sobre todo a tocar el corazón del divino Maestro. Y así se abre el propio corazón, se aprende de Él su misma bondad, su amor. Usando entonces esta 'escalera' de la fe, de la esperanza y de la caridad, llegaremos así a la verdadera vida".

Fuente: aciprensa.com

El Credo¿Por qué existen dos Credos?

La profesión de la fe cristiana

Vivirlo, acrecentarlo y testimoniarlo, en lo personal y comunitario¡Qué no se nos vaya el Año de la Fe!

Fe, esperanza y caridad“son la escalera” a la verdadera vida