132
MENSAJEROS DE VALOR EL INTREPIDO COLPORTAJE ADVENTISTA A INICIOS DE LOS ‘60 EDGARDO D IUORNO

MENSAJEROS DE VALOR - WordPress.com · trance de hacer su decisión entre buscar las riquezas y los honores de este mundo o hacer como estos dos jóvenes que he mencionado; que consideraron

  • Upload
    others

  • View
    10

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

MENSAJEROS DE VALOR

EL INTREPIDO COLPORTAJE ADVENTISTA A INICIOS

DE LOS ‘60

EDGARDO D IUORNO

MENSAJEROSde

VALOREl Intrépido Colportaje Adventista

de Inicios de los 60

Edgardo D. Iuorno

DESCUBRA EDICIONESParaná, Entre Ríos

2015

MENSAJEROS DE VALOR

PREFACIO

El título de este libro refiere a mensajeros valientes y

mensajeros valiosos. Los relatos que leerás van a sorprenderte,

emocionarte, sacudirte y hacerte reflexionar. El sacrificio, la fe,

la intrepidez y la consagración de los colportores y dirigentes que

estudiaremos te motivarán de una manera especial.

Considerando que este libro analiza tan solo las proezas

misioneras de los colportores a inicios de los 60 podemos ver la

grandeza de este ministerio. De sus luchas y logros, además,

extraemos principios perdurables para el trabajo misionero de

hoy.

Es probable que al leer estas páginas te sientas diminuto

al compararte con aquellos grandes hombres y mujeres que dio

la iglesia hacia medio siglo. Pero lo que Dios logró en ellos lo

puede lograr en cualquiera que se consagre a El de la misma

manera! En este libro verás como sumarte a los Mensajeros de

Valor.

2

MENSAJEROS DE VALOR

ÍNDICE

¡.MENSAJEROS CONSAGRADOS

Lo He Perdido Todo 6

Un Héroe Más 23

Niños Colportores 25

No Existen Impedimentos para Servir al Señor 27

II. MENSAJEROS CAPACITADOS

Formando Colportores 30

Educando Colportores entre las Sierras 33

Cursos Inspiradores 36

Curso de Colportaje en el Colegio Adventista del Plata 42

III. MENSAJEROS BENDECIDOS

Una Venta Asombrosa 45

Colportando Variado 45

Colportores Motorizados 46

Resultados Diferentes 47

Los Activos Colportores de Chile 48

Vendieron 70 Becas 49

3

MENSAJEROS DE VALOR

IV. MENSAJEROS AYUDADOS

"Mi Hermana Inolvidable” 53

Una Dupla Imbatible: Instructor y Colportor 59

Un Cura Ayuda A Un Colportor 63

Una Recomendación Honorable 64

V. MENSAJEROS ACOMPAÑADOS

Preservado para la Misión 67

“Veo Algo Raro En Usted” 69

Anunciado En Un Sueño 70

Ayuda Especial en las Entregas 70

VI. MENSAJEROS EN TODO LUGAR

Progresos de La Obra De Publicaciones En Interamerica 72

Un Colportor Chileno Relata Diez Casos Edificantes 73

Avances en el Ecuador 81

Colportores en Tierras Incaicas 83

El Pastor Delfín Gomez de Gira 89

Colportaje Reavivado en el Uruguay 91

4

MENSAJEROS DE VALOR

VII. MENSAJEROS QUE COSECHAN

Una Punta de Lanza 93

El Inicio de una Bendita Cadena 95

Sembrada En Jujuy, Cosechada En Liniers 99

Obra Misionera de Los Colportores 100

Un Tesoro Hallado en un Tacho de Residuos 101

Un Puntal en Necochea 103

Dio Mil Nombres 105

Una Iglesia Entera Se Convierte 107

Un Libro Gana A Un Medico 108

Ganó 141 Almas 110

Los Colportores Anticipando el Evangelismo Público 113

El Pastor Salim Japas Ganado Por Un Colportor 115

Una Revista Gana A Ocho Misioneros 117

Una Iglesia Entera Se Convierte 118

Mil Almas Por Año 119

VIII. EPÍLOGO 121

IX. SUPLEMENTO FOTOGRÁFICO 123

5

MENSAJEROS DE VALOR

I

MENSAJEROS CONSAGRADOS

Lo He Perdido Todo

El pastor Gómez comentaba haber leído en la revista El

Centinela, muy conocida y apreciada en todos los países

interamericanos, un artículo que lo entusiasmó. Trataba del

arquitecto chileno Enrique Niemann, quien dejó la arquitectura

para servir a Dios como predicador y pastor de la Iglesia Adven­

tista. Le causó mucha satisfacción espiritual que un joven recién

recibido de arquitecto, con un porvenir muy brillante, dejara a

un lado los honores y riquezas que le ofrecía el porvenir para

irse a un seminario, a estudiar durante cuatro años más la

carrera de teología a fin de poder dedicar su vida al servicio de

Dios por medio de la predicación del Evangelio lejos de su hogar

paterno, de sus amigos, de su patria.

“Este relato del hoy pastor Enrique Niemann me

entusiasmó al ver que hay jóvenes hoy, que como el

6

MENSAJEROS DE VALOR

joven Saulo de Tarso, que se convirtió al cristianismo y llegó a

ser el apóstol San Pablo, pueden decir: “Pero las cosas que para

mí eran ganancias, helas reputado pérdidas por amor de Cristo.

Y ciertamente, aún reputo todas las cosas pérdida por el

eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del

cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a

Cristo”.

Gómez recuerda que Saulo de Tarso era un joven

prominente; había recibido una buena educación, como pocos

hombres de su época. Educado, como él dice en sus escritos, por

el sabio Gamaliel, era un joven rico y había alcanzado ya en su

juventud la codiciada honra de ser miembro del Sanedrín, que

era el cuerpo legislativo judío más poderoso. Sin embargo este

joven, con un porvenir tan brillante, de acuerdo a los honores

que el mundo da a los hombres, dice en sus escritos; “Todo eso

para mí es basura, y lo he perdido todo para servir a mi Señor

Jesús”.

“Seguramente Saulo de Tarso, dio sus riquezas a los

pobres y renunció a todos los honores del mundo para

convertirse en un humilde predicador del Evangelio. Pero

7

MENSAJEROS DE VALOR

debido a la decisión que este joven hizo oportunamente, hoy

hasta los niños saben quién fue San Pablo, y su nombre está

escrito, como dice Jesús, en los libros del cielo”.

Gómez argumentaba que si Saulo hubiera seguido en su

carrera del mundo, su nombre estaría en el olvido como el de

los millones de millones de almas que han bajado al sepulcro

llenos de honores de este mundo pero que no han tenido a Dios

en su conocimiento ni le han servido.

Motivado por el testimonio de Niemann, Delfín pasó a

relatar el suyo, “por si fuera de utilidad para algún joven en el

trance de hacer su decisión entre buscar las riquezas y los

honores de este mundo o hacer como estos dos jóvenes que he

mencionado; que consideraron de más valor servir a Dios y

ayudar a nuestro Salvador Jesús a salvar a las almas del pecado”.

Desde muy joven Gómez trabajó en la construcción.

Trabajaba de día y estudiaba de noche para llegar a ser un

constructor diplomado, y a los 27 años consiguió en la

Municipalidad de Mendoza el título tan anhelado. Todos sus

8

MENSAJEROS DE VALOR

planes consistían en llegar a ser un constructor de renombre y al

mismo tiempo muy rico. Al poco tiempo de recibirse de

constructor, contraje enlace con Josefa Gelat, hermana melliza

de un sacerdote católico. El tema de la religión no le importaba

mucho, pues era un perfecto ateo, quería a aquella señorita y eso

le bastaba.

Tres años después de casado, en 1930, un amigo le

empezó a hablar del Evangelio y le regaló una Biblia. Delfín

creía que tenía argumentos irrefutables contra la religión.

Además, estaban construyendo en sociedad con otro colega un

hospital, una casa para un médico y un templo católico. Había

llegado a dominar tanto su profesión, que su socio se

desentendía de la marcha de las obras, para ocuparse de las

finanzas, dejándolo a Gomez con la dirección técnica de las

construcciones. Estaba encaminándose hacia la fama y la

riqueza, por lo tanto, ¿qué interés podían tener un ateo en las

cosas espirituales de la Biblia?

Pero, a pesar de todo, había aflicción en su corazón; y en

los ratos de nostalgia se distraía leyendo aquella Biblia que le

había regalado el amigo, con el propósito de hacerle ver la

9

MENSAJEROS DE VALOR

falsedad de la religión. Sin embargo le gustaba la vida de

Abrahán, Moisés, y otros personajes, aunque a su amigo le hacía

ver todo lo contrario, y cada entrevista con él era una discusión.

“Cuando llegué al capítulo 44 del profeta Isaías quedé

asombrado, porque allí se encontraban mis pensamientos que

abrigaba desde la niñez, y por los cuales me había convertido en

un ateo:

“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son

vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil. . . .

¿Quién formó un dios, ó quién fundó una estatua que

para nada es de provecho?”

Al leer estas declaraciones, quedó atónito. Pero siguió

leyendo que

“El herrero tomará la tenaza, obrará en las ascuas, darále

forma con los martillos, y trabajará en ella con la fuerza

de su brazo: tiene luego hambre, y le faltan las fuerzas;

no beberá agua, y se desmaya. El carpintero tiende la

10

MENSAJEROS DE VALOR

regla, señala aquella con almagre, lábrala con los cepillos,

dale figura con el compás, hácela en forma de varón, a se­

mejanza de hombre hermoso, para estar en casa.

Cortaráse cedros, y tomará encina y alcornoque, y entre

los árboles del bosque se esforzará; plantará pino, que se

críe con la lluvia. De él se servirá luego el hombre para

quemar, y tomará de ellos para calentarse; encenderá

también el horno, y cocerá panes: hará además un dios, y

lo adorará; fabricará un ídolo, y arrodillaráse delante de

él. Parte del leño quemará en el fuego; y con parte de él

comerá carne, aderezará asado, y se saciará; después se

calentará, y dirá: ¡Oh! Heme calentado, he visto el fuego;

y torna su sobrante en un dios, en su escultura;

humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo:

Líbrame, que mi dios eres tú. No supieron ni

entendieron: porque encostrados están sus ojos para no

ver, y su corazón para no entender. No discurren para

consigo, no tienen sentido ni entendimiento para decir:

Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus

brasas cocí pan, asé carne, y comíla; ¿he de tornar en una

11

MENSAJEROS DE VALOR

abominación lo restante de ello? ¿delante de un tronco

de árbol tengo de humillarme?”

¡Qué maravilla!, estos eran sus pensamientos, por esta

razón había renegado de la religión de sus padres, pero la

religión de la Biblia condenaba a los ídolos, a sus hacedores y

adoradores. Gómez entonces dedujo que si la religión de la

Biblia estaba de acuerdo a su razonamiento, debía conocer qué

decía la Biblia de ese Cristo que tanto se oía mencionar y que

tan poco conocía.

“Salté los demás libros que me faltaban del Antiguo

Testamento, y empecé a leer los Evangelios. A medida que

avanzaba en la lectura quedaba más extasiado. La personalidad

de Cristo se agrandaba más y más ante mí hasta que caí de

rodillas ante el Hijo de Dios, reconociéndolo como mi Señor y

Salvador; sus palabras de vida llegaban frescas hasta mi corazón,

mi mente y todo mi ser. Leí todo sin ningún esfuerzo, y

finalmente confesé a mi amigo Rafael Valderrama, quien me

había regalado la Biblia y con quien yo discutía, que había

12

MENSAJEROS DE VALOR

llegado a convencerme de que Cristo era el Hijo de Dios y que

lo aceptaba como a mi Salvador personal”.

Habló a su esposa de aquellas maravillas, y ella estaba

asombrada de que ahora su marido fuera un creyente más

ferviente que ella; habló a sus hermanos, a su padre, a sus

amigos; escribió cartas, siempre hablando de aquella maravilla.

Una noche me llevó su amigo Valderrama lo llevó a

escuchar una conferencia en la Iglesia Adventista; el

conferenciante era el pastor Luis Rojas Ayala. “Cuando salí de

allí en camino a mi casa, que distaba unos tres kilómetros, iba

tan absorto en las cosas bellas que aquel hombre de Dios había

dicho, que no tenía conciencia acerca de por donde iba

caminando. Yo podía decir como Andrés, hermano del que fué

después apóstol San Pedro, cuando se encontró con su hermano

Pedro y le dijo: “Hemos hallado al Mesías” (Juan 1: 41)”.

Al cabo de un año, su esposa, padre, su hermano Pablo y

un amigo íntimo aceptaron la religión de la Biblia. Y como allí

dice que el sábado, día séptimo de la semana, es el día en que

Dios descansó de toda su obra, y que por lo tanto es un día

santo en el que sus hijos tienen que reposar de sus trabajos

13

MENSAJEROS DE VALOR

comunes, y como en el mandamiento de la ley de Dios dice que

tampoco tienen que trabajar los obreros y animales de carga

propios, avisó a todos sus trabajadores que desde el sábado

próximo no trabajarían más en las obras en construcción.

Al segundo sábado le dijo su socio que no podrían

continuar más en sociedad si persistía en no trabajar en sábado.

“Le contesté que estaba bien, que podíamos deshacer la sociedad

cuando él quisiera. Deshicimos todo, y él quedó con casi la

totalidad de los bienes de la sociedad. No le ofrecí ninguna

resistencia. Unos años después él bajó a la tumba, sin poder

llevar nada de todo lo que había tomado”.

Delfín organizó otra sociedad, esta vez con todos los

requisitos de la ley. La sociedad Gómez, Domínguez y Cía. llegó

a tener fama de muy competente en construcciones. Llegaron a

tener siete obras al misino tiempo. Como siempre el se

encargaba de la parte técnica mientras que sus socios hacían los

planos y se encargaban de las finanzas. “Pronto me di cuenta de

que los que queremos ser fieles a Dios no podemos participar de

ganancias que, aunque los hombres consideren lícitas, Dios no

14

MENSAJEROS DE VALOR

puede aceptar” . Además Delfín sentía el llamado de Dios para

que le sirviera por medio del colportaje; luchó mucho tiempo

para no oir esa voz que lo llamaba, pero todo fué inútil. “Dios

me decía, Delfín, hay muchos constructores, pero yo necesito

colportores”.

“Por fin un día encontré una solución para mi problema.

Les propondría a los dos socios que yo renunciaría a todos mis

derechos y privilegios sobre la sociedad, y que ellos se quedasen

con todas las propiedades y la clientela. Cada uno vivíamos en

una casa de la sociedad, teníamos dos automóviles, máquina

hormigonera, y todas las herramientas que se necesitan en una

empresa constructora. Hice saber a los socios mi resolución, y

enseguida ellos me aceptaron. Fuimos ante un escribano público

y levantamos un acta donde constaba que yo renunciaba a todos

mis derechos y privilegios en la sociedad, incluso a la parte que

me correspondía de los bienes y propiedades. Firmé aquel

documento y a los pocos días les desocupé la casa donde vivía,

que yo mismo había hecho, y me fui a vivir en una casita

alquilada”.

15

MENSAJEROS DE VALOR

A los pocos días tomó el prospecto y empezó a colportar

entre sus amigos. Esto sucedía en el mes de septiembre del año

1939 en la ciudad de Mendoza (Argentina). Al primero que

visitó fué al gobernador de la provincia, el Dr. Rodolfo

Corominas Segura, a quien conocía, y además era muy amigo de

su secretario privado. Le puso su nombre y el sello de la

gobernación en el prospecto. Iba con Augusto Bacigalupi, luego

pastor de la Asociación del Sur de Chile, que en aquel tiempo

era colportor. Después visitó al intendente municipal. El

intendente quedó sorprendido de que fuera a venderle un libro.

Le preguntó al Ing. Marín, secretario suyo, de quien era amigo,

qué debía hacer, y éste le contestó que si Gómez le llevaba aquel

libro es porque era bueno. “Me compró y puso en mi

prospecto su firma y sello”.

Después visitaron a todos los ministros, diputados,

senadores, y concejales. Luego visitó a sus amigos los ingenieros,

arquitectos y comerciantes; y claro, todos le compraban, no

podían decirle que no. Algunos de estos hombres decían:

“Nuestro amigo Gómez se ha vuelto loco”.

16

MENSAJEROS DE VALOR

El trabajo se hacía pesado y duro, pues una vez

terminados los amigos y colegas tuvo que empezar casa por casa.

Un día se le hizo tan duro que se sentó abatido en un banco de

la plaza. Había dejado una vida cómoda donde todos lo

alababan para convertirse en lo que la gente consideraba como

un simple vendedor. Pero allí sentado en ese banco de la plaza

hizo su resolución definitiva: sería colportor o no sería nada.

“Me sostuve como dice la Biblia que se sostuvo Moisés: mirando

al Invisible, mirando a mi Señor en la cruz. Colporté casi toda la

provincia de Mendoza en un Ford T. Pasó después a San Juan, y

después del terremoto fue a La Rioja. Colportó toda la provincia

de La Rioja, unas veces a pie, otras en bicicleta, en burro muchas

veces, en mula y a caballo. No dejó rincón de la provincia sin

recorrer. Algunas veces caminando largas distancias a pie por

esas serranías, pensaba: “¿Quién tendrá en cuenta los sacrificios

que estoy haciendo para hacer llegar el Evangelio a estos lugares

difíciles?”

Algunas veces le tocó dormir en camas que eran un

hormiguero de chinches, otras veces pasó meses alimentándose

de cualquier forma, pues como no comía carne, y la gente que lo

17

MENSAJEROS DE VALOR

hospedaba no sabía nada de vegetarianismo, tenía que

alimentarse muy deficientemente. Pero Dios estaba controlando

todo.

Mientras colportaba en el campo, su esposa colportaba

en las ciudades donde vivían, y así ambos lograron ganar

familias enteras para la verdad. El primer bautizado de La Rioja

fué fruto del trabajo de su esposa. De La Rioja se trasladaron a

Catamarca. El matrimonio ya había colportado casi toda la

provincia, incluso la ciudad, cuando recibieron una invitación

de los dirigentes de la obra adventista en Argentina, para dirigir

la obra de publicaciones en la Misión del Norte Argentino, que

comprendía las provincias de Corrientes, Misiones, Formosa, El

Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. A esta

altura había servido al Señor como colportor casi 7 años.

En la Misión del Norte lideraron los colportores durante

cuatro años. Después de ese tiempo lo invitaron a dirigir el

departamento de Publicaciones en la Asociación Bonaerense,

que comprendía la Capital Federal, las provincias de Buenos

Aires, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Comodoro

Rivadavia, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En esa Asociación

18

MENSAJEROS DE VALOR

trabajaron durante tres años y para sorpresa suya los invitaron a

dirigir el departamento de Publicaciones de la Unión Incaica:

Perú, Bolivia y Ecuador.

“Nunca habíamos pensado ir a esas tierras; pero damos

gracias a Dios por el privilegio que tuvimos de servirle en ese

lugar de la América Latina. Seis años hemos trabajado en la

Unión Incaica, y muy buenos amigos y queridos hermanos

hemos dejado allí, y almas ganadas para el reino de los cielos”.

Estando ya de vuelta en Buenos Aires, recibieron la

noticia de que un profesor a quien su esposa vendía Vida Feliz,

les escribió: “Les mando el mejor regalo de Navidad, ya fui

bautizado”.

Ya habían hecho planes de pasar los últimos años de

servicio a Dios trabajando en la querida tierra Incaica. A la hija

de ambos, Rosita, que terminaba sus estudios de enfermera en el

Sanatorio Adventista del Plata, en Puiggari, Entre Ríos la íban a

enviar a Estados Unidos tres años para que se perfeccionara en

todo lo relacionado con la enfermería. Ella era una buena

19

MENSAJEROS DE VALOR

colportora desde nina, y quería colportar un tiempo después de

graduada para ayudarse a costear sus estudios.

Entretanto recibieron nuevamente otra invitación para

dirigir el departamento de Publicaciones de la Unión Austral,

que comprende Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, y

“nuevamente tuvimos que poner a un lado nuestros proyectos

particulares y venir a servir al Senor en nuestra querida tierra y

en las naciones vecinas”.

En ese tiempo Rosita sufrió un revés, pues sus planes de

ir a Estados Unidos quedaron truncos; pero siguió estudiando y

trabajando como enfermera en la Clínica Belgrano, de Buenos

Aires.

Luego de 21 años del momento en que dejaron la

antigua vida, Gomez declaraba: “No he vuelto nunca mi vista

atrás; mirando a mi Señor en la cruz me he sostenido siempre

con el mismo ánimo con que empecé hace 21 años. Sin

esperarlo, Dios ha recompensado con creces nuestra dedicación.

Al poco tiempo de llegar a la Unión Incaica fui consagrado

20

MENSAJEROS DE VALOR

pastor de la Iglesia Adventista. Durante estos ventiún años

hemos trabajado con mucha alegría, y con mucho entusiasmo

hemos hecho la segunda milla. Cuando trabajaba como director

de colportaje en la Asociación Bonaerense, dirigí la construcción

de dos templos, y en Junín construí con los hermanos de la

iglesia un departamento para un colportor. En la Unión Incaica

proyecté y dirigí varios templos, los edificios de aulas de los

colegios del altiplano Peruano y Boliviano y el edificio que sirve

como sede de la Unión Incaica”.

Siempre daban gracias a Dios con su esposa por la

decisión que hicieran hace 21 años; en aquel tiempo tenían 39

años, “hoy ya hemos cumplido los 60; pero gracias a Dios

podemos decir como Caleb que tenían misma fe hoy que

cuando decidieron servir a nuestro Dios”.

Siguieron siendo amigos con sus ex socios; uno de ellos

se hizo muy rico, millonario, y el otro no tanto. Estaban muy

contentos porque les ha ido bien; pero “el privilegio de servir en

este mundo al que sufrió por nuestras culpas y murió por

nuestros pecados vale más que todas las riquezas de este mundo.

21

MENSAJEROS DE VALOR

Y nuestro único anhelo, lo único que es de valor para nosotros,

es poder escuchar de los labios de nuestro Salvador en él día

glorioso de su venida las palabras que dirá a los redimidos por su

sangre: “Bien has hecho buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu

Señor”.

La historia del pastor Gomez, el principal dirigente de

las publicaciones en la Unión Austral durante el período que

estudia este libro, es la historia de muchos colportores que

abandonaron un trabajo próspero y una vida más cómoda por

ser misioneros de sostén propio.

A la hora de reclutar obreros se aprecia que había una

gran sinceridad de parte de los dirigentes. No se citaban solo

relatos de triunfos notables sino también de luchas, sacrificios y

momentos duros, todos ellos compensados por la conciencia del

deber y la compañía permanente de Dios.

A la hora de reclutar colportores y de promover la

distribución de las publicaciones es necesario dejar bien claras

22

MENSAJEROS DE VALOR

las verdaderas motivaciones de este ministerio: las misioneras y

evangelizadoras.

Pueden venderse muchas cosas buenas en este mundo,

y puede ganarse dinero honradamente bajo la bendición de Dios

en muchas buenas tareas. Pero el colportor, para ser un

verdadero ministro de la página impresa, debe serlo en todo

momento, no solo en el de los triunfos y las cuantiosas ventas.

Así como se espera que un pastor no renuncie ante el primer

año escaso de bautismos, se espera también que el colportor

persevere, y si lo hace siempre contará con el favor de Dios.

Un Héroe Más

En el boletín de publicaciones de la Misión del Alto

Magdalena (Colombia) se daba la triste noticia de la

desaparición de Alirio Sandoval. Después de terminar un año de

estudios en el Colegio Emmanuel de Bogotá, salió a colportar a

Ibagué durante sus vacaciones, para regresar nuevamente a

proseguir sus estudios.

23

MENSAJEROS DE VALOR

Como no le fue tan bien como esperaba, resolvió

cambiar de zona, le fue bien y estaba muy contento. Pidió libros

a la oficina y salió a entregarlos. Como pasara el tiempo, después

de veinte días y de mucho averiguar el corregidor de Juntas tuvo

la triste historia de que mientras Alirio estab entregando un

libro en un rancho, departiendo con los de la casa, llegaron dos

hombres armados con grandes machetes y lo insultaron. Cómo

él no respondió nada a la provocación, enojados lo sacaron

afuera. En el patio le dieron un salvaje machetazo que lo tumbó

al suelo, herido, y cuando vieron que aún no había muerto lo

llevaron al monte donde entre cuatro lo remataron. De estos

cuatro lograron apresar a dos.

El colportor Sandoval fue un buen cristiano; por su buen

testimonio muchas personas conocieron el evangelio. Fue un

soldado más que cayó en las filas de avanzada y tuvo el privilegio

d morir sirviendo a Cristo. Sus sueños de graduarse se vieron

truncados, pero luego de un breve sueño le espera una

recompensa infinita.

Muchos padres dudan de enviar a sus hijos a colportar

debido a los peligros de hoy en día. ¿Cómo saber que nos espera

24

MENSAJEROS DE VALOR

detrás de una puerta desconocida? Situaciones como ésta hacen

que el enemigo saque ventaja, impidiendo que algunos alumnos

ganen experiencia, crezcan en la fe y avancen más rápido en sus

estudios.

Pero la vida es frágil esté donde uno esté. Nadie tiene la

vida comprada, y el que la arriesga visitando gente con Cristo la

coloca en el lugar más seguro de todos.

Niños Colportores

La escuela primaria de la Iglesia de Bahía Blanca

desarrolló una obra emcomiable a través de sus años le servicio.

Varios de sus primeros alumnos fueron misioneros de la obra

adventista. Su directora, Olinda Arn de Márquez, junto a las

maestras Griselda Lancione y Teresa Providenza trabajaro con

un espíritu abnegado, detrás del ideal de hacer de cada niño un

verdadero misionero.

Durante las vacaciones varios niños se dedicaron a

vender Vida Feliz, constituyéndose en pequeños alumnos

colportores. Es digno de destacarse el trabajo de Guillermo

25

MENSAJEROS DE VALOR

Potes, alumno de sexto grado. Este diminuto colportor de

revistas se ganó íntegramente la beca de su escuela vendiendo

nuestra publicación misionera en la plaza, los bares y los hoteles.

Guillermo salió a trabajar sin contar on la ayuda de ninguna

persona experimentada. Su perseverancia mereció la bendición

de Dios. Sus estudios hechos con esfuerzo en una escuela

cristiana fueron parte de su buena formación.

De esto se desprende que los primeros que debieran reclutar

a los alumnos como colportores debieran ser sus mismos

maestros. De hecho en el pasado, durante el receso escolar del

verano, los maestros salían a colportar. El pastor Walter

Schubert comenzó siendo maestro en la escuela adventista de

Seguí, Entre Ríos, y trabajó como colportor durante los veranos.

Los maestros no descansaban dos meses, sino que los

aprovechaban haciendo obra misionera.

Es probable, sin embargo, que esto no sea viable hoy por el

mayor desgaste de la docencia actual. Sin embargo el ministerio

de las publicaciones no es solo parte de los obreros del área. Si el

26

MENSAJEROS DE VALOR

colportaje es visto como parte de la formación educativa del

alumno adventista, el capellán y el docente deben animar a los

alumnos a aprovechar el verano colportando. Si así aumentaría

la matrícula y se despertarían más temprano las vocaciones

misioneras.

No Existen Impedimentos para Servir al Señor

Delfín Gómez cuenta que Carlos Schmidt, recién llegado

a la Argentina procedente de Alemania, quería servir al Señor

por medio del colportaje, pero no conocía nuestro idioma. Sin

embargo se propuso aprender la presentación de Heraldos del

Porvenir. Esto le llevó un mes, pero después de saberla, Schmidt

sabía pronunciar las palabras pero no conocía el significado. En

estas condiciones dijo a los dirigentes de la obra que él ya podía

colportar!

Lo enviaron a la ciudad de Córdoba con otro colportor

de experiencia, dividieron la ciudad en dos partes iguales, y

empezó el trabajo. Fué una sorpresa que el hermano Schmidt

llegara a tomar hasta diez pedidos por día para Heraldos del

27

MENSAJEROS DE VALOR

Porvenir y que el otro colportor de experiencia casi no tomara

pedidos. Este colportor se quejó y dijo que a Schmidt le habían

dado el mejor territorio. Nuestro hermano alemán dijo: “Yo no

quiero perjudicar a mi hermano, así que vamos a cambiar el

territorio: que él trabajé donde yo estoy trabajando, y yo tomaré

la parte de él que es peor”

Después de trabajar unos días los papeles cambiaron y el

territorio bueno volvió a ser nuevamente el que trabajaba el

Carlos Schmidt, por los muchos pedidos que tomaba. De esta

modo los dirigentes vieron que no era cuestión de territorio sino

de fe y trabajo. Dios sigue bendiciendo a los hombres del temple

de Josué, valientes, esforzados y consagrados.

El hermano Carlos Schmidt siguió colportando unos 13

años, y así pudo educar a sus hijos. De este hombre valiente

Dios ha dado dos varones que sirvieron muy eficientemente en

la obra. Enrique, en la División Inter Americana, en la rama

administrativa, y Arturo, un activo pastor evangelista en la

Unión Austral, Interamérica y la Asociación General.

28

MENSAJEROS DE VALOR

Gracias a Dios por este varón esforzado que no vaciló en

servirle en el colportaje a pesar de la ignorancia del idioma! Dios

sigue diciendo: “Mira que te mando que te esfuerces y seas

valiente, no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios será

contigo en donde quiera que fueres” (Jos. 1:9).

29

MENSAJEROS DE VALOR

II.

MENSAJEROS CAPACITADOS

Formando Colportores

Por esos días se celebró un curso de colportaje donde se

notó mucho entusiasmo entre los alumnos. Treinta y siete

estudiantes decidieron servir al Señor durante las próximas

vacaciones escolares por medio dela distribución de

publicaciones. Fue muy animador ver a ocho señoritas

preparándose para luchar por medio del colportaje a favor de la

causa que aman.

La dirección y el personal docente del colegio

colaboraron muy eficazmente para que el curso fuera todo un

éxito. En determinadas reuniones participaron los

administradores de la Asociación Chilena del Sur, pastor

Carlos Ayala, presidente de la asociación, y el tesorero, Hno.

Belarmino Torres. Los directores de colportaje de la Asociación

Central Norte de Chile, Benoní Saavedra, con su ayudante,

Sergio Morales, y Pedro Pereira, de la Asociación Chilena del

Sur, se conquistaron la simpatía de los alumnos en tal forma

30

MENSAJEROS DE VALOR

que hicieron que ese curso fuera muy provechoso.

Terminado el curso de los alumnos colportores en el

Colegio de Chillán, se desarrolló el curso para los colportores

regulares. Ocho colportores y dos colportoras asistieron a dicho

curso, entre ellos el colportor de la segunda ciudad más austral

del mundo, el Hno. Amoldo Vázquez. El Hno. Vázquez trabajó

con mucho éxito en Punta Arenas; cerca del estrecho de

Magallanes, ciudad que en ese entonces rondaba los 50.000

habitantes. “De esta manera los confines de la tierra eran

alcanzados por nuestras publicaciones, de acuerdo a la promesa

del Señor hecha a su sierva, la Hna. White, de que el mensaje

contenido en nuestras publicaciones circuiría toda la tierra”.

Se llevaron a cabo también otros cursos de colportaje en

la Asociación Central, la Asociación Bonaerense y Misión de

Cuyo.

Los colportores, reconociendo los tiempos solemnes que

vivían, se aplicaron y consagraron plenamente al trabajo y el

estudio. Varios colportores veteranos, que habían asistido a

31

MENSAJEROS DE VALOR

muchas asambleas, dijeron que estaban ansiosos de que llegase

la fecha de la reunión anual para estudiar nuevos métodos y

reconsagrarse a un leal servicio para el Salvador.

En una reunión de testimonios Mauro Mele, de la

Asociación Bonaerense, contó cómo había ganado a una familia

de cinco personas, cuyos dos hijos varones estaban también

colportando con mucho éxito. En otra reunión José González

dijo que había ganado a cuatro almas para la verdad. Estas se

fueron poniendo de pie a medida que las nombraba, y sus

rostros manifestaban el gozo que sentían.

A inicios de los 60 los colportores de la Unión Austral

ganaron 124 almas, número que basta para fundar dos iglesias.

Todos los resultados de la semilla sembrada por estos obreros

solo serán evidentes en la eternidad. “Que Dios bendiga a estos

valientes colportores es nuestro más ferviente deseo y oración”,

decía el pastor Delfín Gómez.

32

MENSAJEROS DE VALOR

Educando Colportores entre las Sierras

Se relata de una hermosa asamblea celebrada en el

pintoresco Embalse del Río Tercero, en Córdoba, Argentina, en

la que estuvieron presentes 38 valientes ministros de la página

impresa de la Asociación Bonaerense, 18 de la Asociación

Central y 16 de la Misión del Norte, un total de 72 colportores.

La asamblea fue presidida por el pastor Delfín Gómez,

director del Departamento de Colportaje de la Unión Austral.

Participaron en las diferentes reuniones de instrucción y

edificación espiritual el pastor Nicolás Chaij, de la División

Sudamericana, Bruno Kaercher, gerente de la Casa Editora

Sudamericana, el pastor Humberto Cairus, presidente de la

Asociación Bonaerense, el pastor Benito Kalbermatter, en

representación de la Asociación Central, Mario Soto, en

representación de la Misión del Norte, los directores de

colportaje de los tres campos mencionados, sus ayudantes, los

tesoreros de las sociedades de publicaciones respectivas y el

pastor Víctor E. Ampuero Matta de la redacción de la Casa

Editora Sudamericana.

33

MENSAJEROS DE VALOR

El programa diario incluyó cultos inspiradores,

reuniones de técnica especializada, sesiones de práctica y

reuniones de “mesa redonda”. Se puso énfasis especial en la

importancia de hacer circular nuestras dos revistas misioneras

Vida Feliz y Juventud; se trazaron planes muy provechosos

referentes a los libros ya en uso y a los que estaban en

preparación y se resaltó, como nota dominante, el hecho de que

cada colportor es un misionero que está cumpliendo una tarea

del más alto valor espiritual.

El sabado final, por la tarde, en una reunión especial se

narraron emocionantes casos de personas traídas a la verdad

gracias a los abnegados esfuerzos de los colportores. Tal fue

también la nota que predominó en todas las partes que es­

tuvieron a cargo del pastor Nicolás Chaij, que a su larga y

fructífera experiencia en este tipo de obra, unía la profunda

convicción de que la comunión con Dios y el carácter misionero

que se dé al colportaje son dos elementos indispensables para el

verdadero éxito.

34

MENSAJEROS DE VALOR

Los 72 colportores presentes recibieron, como obsequio

de sus respectivos campos, un ejemplar de la nueva obra titulada

El Colportor de Exito, verdadera joya en su género, fruto de la

pluma del pastor Nicolás Chaij.

Al terminar la asamblea se fijaron los blancos de horas

de trabajo. El promedio estuvo cerca de las 40 horas semanales.

En lo que atañe al número de suscripciones de Vida Feliz y

Juventud, los colportores de la Asociación Bonaerense llegaron

en conjunto a una cifra que sobrepasa las 650 suscripciones

mensuales. Los de la Asociación Central estuvieron muy cerca

de las 300 suscripciones. Los de la Misión del Norte pasaron de

las 200 suscripciones. En cuanto al número de ejemplares

sueltos, los colportores de la Bonaerense se fijaron blancos que

sumados dan más de 4.000; los de la Asociación Central, más de

2.200, y los de la Misión del Norte una cifra muy cercana a los

2.000. El blanco mensual de entregas alcanzó en la Asociación

Bonaerense a 1.000.000 de pesos mensuales, en la Asociación

Central a algo más de 550.000 y en la Misión del Norte a

475.000.

35

MENSAJEROS DE VALOR

V. Ampuero declaraba “Ojalá esas cifras sean

ampliamente superadas. Y, sobre todas las cosas, quiera el cielo

que cada uno de los decididos colportores sea un eficaz ganador

de almas para el reino de los cielos”.

Cursos Inspiradores

El pastor José Galante viajó a la ciudad de Oruro

(Bolivia), a 4.100 m sobre el nivel del mar, para llevar a a cabo el

curso de colportaje de la Misión Boliviana. Veintidós valientes

mensajeros de la página impresa acudieron a esta cita de honor,

bajo la eficiente dirección del pastor Fortunato Lazo, y su nuevo

colaborador, Alfredo Marín Millán.

Para esa ocasión especial contaron con la valiosa

colaboración del pastor Nicolás Chaij, y del gerente de la Casa

Editora, Bruno C. Kaercher. La asamblea resultó de gran

inspiración para los colportores, como también para los obreros

que colaboraron en las distintas partes del programa. Aunque la

temperatura era bastante fría en Oruro disfrutaron sin embargo

de un ambiente de cálida fraternidad cristiana.

36

MENSAJEROS DE VALOR

El día sábado los colportores en un magnífico programa

relataron sus incidentes misioneros, y a través de ellos todos

pudieron ver cómo la mano de Dios guía a los fieles misioneros

de la página impresa.

El colportor Eduardo Vacaflores estaba colportando en

los pueblos de la selva, en el oriente boliviano. Allí, en cuatro

meses de labor pudo colocar en manos de la gente la buena

cantidad de 126 ejemplares del libro El Conflicto de los Siglos y

180 tomos de libros medianos, además de numerosas Biblias y

revistas. Relató cómo en un pueblo Dios le ayudó a entregar El

Conflicto en las manos de casi todas las autoridades y

principales personas del lugar. Como resultado de esa siembra

surgió gran interés por conocer la verdad. Luego comenzó a

estudiar la Biblia con varios de ellos, y luego el hermano

Vacaflores cultivó un hermoso grupo de catorce personas

simpatizantes, seis de las cuales tenía listas para el bautismo.

Faustino Limache por varios años fue maestro de escuela

y director de estación misionera. Al realizarse la asamblea estaba

37

MENSAJEROS DE VALOR

colportando con gran éxito. Contó que fue a visitar la

importante mina de Atocha, y después de afrontar diversas

dificultades, Dios abrió las puertas, y pudo comenzar su labor

allí, haciendo arreglos con la administración para entregar los

libros por descuento de caja. Dijo que en seis meses de labor en

ese lugar había entregado 280 ejemplares de El Conflicto de los

Siglos, 55 juegos del Nuevo Tratado Médico y 171 libros en

rústica, además de Biblias y revistas. Una entrega por

valor de 32 millones de pesos bolvianos, equivalentes a 2670

dólares! El hermano Limache, como buen colportor misionero,

estaba cultivando ese interés, pues había allí un buen grupo de

creyentes, y entre ellos a ocho almas listas para ser bautizadas.

Al terminar ese bendecido curso en Oruro, se

trasladaron al Colegio Adventista Boliviano, en Cochabamba,

donde se realizaba el congreso de jóvenes de la misión. Allí tuvo

lugar una solemne ceremonia de ordenación al santo ministerio.

Después de unos diez años de abnegada labor en la obra de

Dios, Fortunato Lazo, director de colportaje de la Misión

Boliviana, y el Dr. Jorge Talbot, obrero evangelista en el mismo

38

MENSAJEROS DE VALOR

campo, fueron ordenados como ministros del Señor. El pastor

Nicolás Chaij, pronunció la oración de consagración.

La siguiente semana el pastor Galante continuó la gira

en compañía del pastor N. Chaij y del Hno. Bruno Kaercher,

viajando rumbo a Lima, donde los esperaban con el programa

para el curso de la Misión Peruana Central. Esta misión, con

sede en la hermosa ciudad de Lima, capital del Perú, contaba

con 37 colportores, dirigidos por el pastor Luis Díaz y dos

ayudantes. Todos ellos estaban animados por un ferviente

espíritu misionero.

Los colportores de la Misión Peruana se destacaron

como ganadores de almas. Muchos de ellos tenían que viajar por

lugares difíciles y peligrosos, pero confiando en la protección de

Dios avanzaban intrépidamente internándose en los valles y

escalando montañas; unas veces a lomo de muía y otras

caminando largas horas hasta llegar a las más apartadas

poblaciones, para entregar a la gente el pan de vida espiritual.

Uno de los valientes colportores que trabajó con mucho

éxito en estas regiones fue Edilberto Muñoz. Por su abnegado

39

MENSAJEROS DE VALOR

trabajo en 1959 se ganaron 28 almas para Cristo; y en 1960

llevó a la verdad a 42 preciosas almas.

La tercera semana se reunieron con los soldados de la

nueva Misión Peruana del Norte, cuya sede estaba en la ciudad

de Chiclayo, aunque la asamblea se realizó en la ciudad de

Chepén, en la casa quinta del Prof. Guillermo Bernal, director

del nuevo Colegio Porvenir de aquel lugar.

Disfrutaron allí de hermosos días de cálido clima

primaveral, y grata camaradería cristiana junto a los valientes

colportores del norte. El director de colportaje, Víctor Amaro

Castro, y sus dos ayudantes trazaron muy buenos planes de

acción y los estaban llevando a la práctica con excelentes

resultados para la buena marcha de este departamento.

El día sábado, en la Iglesia de Chepén los colportores

relataron hermosos incidentes misioneros. El colportor César

Galdo, que fué el campeón de ventas en 1960, relató lo

siguiente: “Mientras viajaba en un ómnibus entregué algunos

folletos y comencé a hablar del mensaje con varias personas que

escucharon con vivo interés. Más tarde, cuando llegué al hotel

40

MENSAJEROS DE VALOR

donde me hospedaba, me notificaron que debía presentarme a

la policía de investigaciones. Fui allá y me interrogaron,

diciéndome que yo estaba esparciendo propaganda comunista.

Les contesté que no era comunista ni político, sino adventista.

Como no estaba el jefe superior me tuvieron detenido 24 horas,

hasta su llegada. Aproveché esta ocasión para hablar con los

oficiales y otras personas y testificar de nuestra fe adventista.

Varios de ellos escucharon con interés. Luego en ese lugar pude

organizar un grupo de diez personas que ahora se preparan para

el bautismo”. Tales colportores son una bomba donde estén.

Libres o presos, con o sin libros a mano, saben de que se trata

predicar “a tiempo y fuera de tiempo”.

El colportor Teodoro Vázquez dijo: “Visité a un

abogado, fiscal de la corte, y al presentarle nuestros libros

espirituales me preguntó con cierto prejuicio: ¿Estos son libros

evangélicos? Vazquez le respondió. “Es verdad Dr., y usted sabe

que el evangelio ha hecho y está haciendo mucho bien, pues

combate los vicios, la inmoralidad y la delincuencia. Además

contribuye al progreso del mundo, pues en el evangelio están

41

MENSAJEROS DE VALOR

basadas las leyes de justicia y bien social. Entonces el abogado se

interesó vivamente y encargó los libros y la Biblia que le ofrecía”.

En verdad el evangelio es “potencia de Dios” (Rom. 1: 16).

Curso de Colportaje en el Colegio Adventista del Plata

Hace medio siglo los caminos que conducían al Colegio

Adventista del Plata tenían barro cuando llovía. Parecía natural

que hubiera barro hasta que los dirigentes hicieron una visita al

CAP con motivo de un curso de colportaje.

La camioneta del Sanatorio Adventista trasladó a un

grupo de obreros desde Paraná hasta el colegio. Recorrieron

velozmente el buen camino asfaltado en medio de una

persistente llovizna. Cuando faltaban quince o dieciséis

kilómetros para llegar al destino, entraron en un camino de

tierra, el cual en pocos minutos se convirtió en una vía de barro

resbaloso y pegajoso sobre la cual la camioneta resbalaba de lado

más de lo que andaba de frente.

42

MENSAJEROS DE VALOR

Finalmente no quedó otro recurso que descender y

empujar el vehículo. Al poco rato llegó un tractor que lo arrastró

y puso fin a nuestros esfuerzos, pero no a los padecimientos, ya

las últimas cuadras las recorrieron a pie. El pastor Nicolás Chaij

buscaba ir por el pastito del borde del camino para andar con

menos esfuerzo y mayor seguridad.

Asistieron a este fructífero curso Juan Busso y Luis

Torres, directores de Publicaciones de la Asociación Bonaerense,

Benito Ferrando, de la Misión del Norte, Armando Grau de la

Asociación Argentina Central, Esdel Bouvet de la Misión de

Cuyo, Daniel Arn, de la Misión Uruguaya y Alejandro

Davidovich, de la nueva Misión Patagónica. Ellos tuvieron a su

cargo la importante tarea de la preparación práctica de los casi

ochenta alumnos que ese verano se dedicarían a la obra de

vender las publicaciones adventistas portadoras de la

amonestación final de Dios a un mundo pecador.

Los pastores Nicolás Chaij y Delfín Gómez se encargaron

de las clases técnicas y de los aspectos teóricos, reglamentos, etc.

43

MENSAJEROS DE VALOR

Los alumnos manifestaron un excelente espíritu de colaboración

e interés por aprender, lo cual autorizaba a pensar que serían

muchos los que al fin del verano volverán con sus becas y una

nueva experiencia.

La dirección del colegio colaboró en todo sentido para

facilitar el desarrollo del curso. Los instructores del arte cristiano

de vender tomaron sus comidas en el hermoso comedor nuevo

de la institución, eficientemente preparadas y servidas.

El pastor S. Collins suspiraba pensando: “Ojalá que

cada año sean más los alumnos que utilicen el colportaje como

medio para obtener los fondos que les permitirán seguir sus

estudios hasta llegar a ser eficientes obreros de la viña del

Señor”.

44

MENSAJEROS DE VALOR

III.

MENSAJEROS BENDECIDOS

Una Venta Asombrosa

En agosto de 1959 la Asociación Río Minas (Brasil) tuvo

172 colportores, entre efectivos y estudiantes. Realizó su mayor

venta de revistas sueltas, alcanzando las 51.200 unidades, y

alcanzó la mayor entrega mensual de su historia: 3.600.000

cruzeiros. En ese mes, 52 colportores vendieron cuatrocientas o

más revistas cada uno, catorce vendieron más de mil revistas

cada uno, y una colportora vendió 3.380 revistas. Además,

tomaron 2.260 suscripciones, la mayor venta de suscripciones

hechas en ese mes en la División Sudamericana hasta aquel

entonces.

Colportando Variado

Heriberto Dupertuis, colportor de la Misión de Cuyo

mereció las felicitaciones de la Unión Austral por hacer el

trabajo más completo. En dos años vendió 2.799 libros, 918

45

MENSAJEROS DE VALOR

Biblias, 900 suscripciones a Vida Feliz y Juventud y 5.805 revistas

sueltas. El valor de los libros y revistas vendidos por e1 ascendía

a medio millón de pesos argentinos.

Es interesante destacar la variedad de las presentaciones

de Dupertuis. Muchas veces el colportor se encariña más con un

libro que con otros, o presenta mejor un determinado libro, y

sus ventas se concentran en un punto determinado. Pero no

todas las necesidades pueden ser atendidas por un solo libro, de

modo que el misionero atento sabrá que mostrar a cada cliente,

y donde aplicar mejor sus esfuerzos. Los buenos colportores de

antaño enseñan a vender de todo, porque hay material para

todos!

Colportores Motorizados

En otro curso realizado en la Asociación Bonaerense

participaron 52 colportores, el mayor número y la mejor calidad

de asistentes que se había tenido hasta la fecha. En esos días la

Junta votó comprar transporte a dos colportores más, con lo que

46

MENSAJEROS DE VALOR

tenían catorce colportores motorizados. Emplearon también al

tercer director auxila, Juan Neira.

Uno de los problemas que enfrenta el colportor es el de

los traslados. Las entregas se hacen pesadas cuando no hay

movilidad. La bicicleta es práctica pero también cansadora. Por

la gracia de Dios hoy en día un vehículo está más al alcance que

hace 50 años, a inicios de los 60. Sin embargo es notable la

visión de los dirigentes de aquella época: motorizar a los

colportores para que rindan más. Cuando el colportor invierte

en su movilidad, invierte en más ventas y en una mayor misión!

Resultados Diferentes

En cierto lugar arribó un alumno colportor para ofrecer

al público nuestros libros. Cuando supo de la oposición previa

se desanimó y quiso abandonar el lugar, pero el colportor Kanna

oró con él y lo animó a iniciar el trabajo. En la primera casa que

visitó le dijeron: “No, nosotros ya tuvimos estos libros y se los

dimos al sacerdote para ser sepultados. Tenemos prohibición de

leerlos por ser protestantes”. El colportor, muy avezado en su

47

MENSAJEROS DE VALOR

oficio, les dijo que eran libros adventistas y recomendados por

hombres eminentes del país, y que eran sumamente importantes

para los hogares. Esa familia y muchísimos más que habían

entregado sus libros y asistido al acto funerario los compraron

nuevamente. En pocas semanas vendió por valor de tres becas.

Los libros fueron finalmente leídos y dieron sus frutos.

Los Activos Colportores de Chile

Benoni Saavedra, director de colportaje de la Asociación

Norte de Chile, informaba de una bendecida campaña de

alumnos. En cuatro semanas cuatro estudiantes entregaron

2.340 libros. Eso equivalía a doce becas del Colegio Adventista

de Chile por cada uno! Además, dieron conferencias por radio,

realizaron reuniones evangélicas y ganaron a cuatro familias para

la verdad. Dos de ellas ya guardaban el sábado y enviaron

prontamente a sus hijos al colegio de Chillan”.

Muchos de los clientes ven en los alumnos colportores lo

que quisieran ver en sus hijos. Y muchos jóvenes traban amistad

con ellos. Los buenos estudiantes colportores son una

48

MENSAJEROS DE VALOR

publicidad gratuita e inmejorable de nuestros colegios y

universidades.

Cuando los directivos educativos acomodan el

cronograma del año a las necesidades del colportaje no están

rebajando la universidad, sino por el contrario, están

permitiendo una mejor promoción de la institución. Aquellos

que han tenido una experiencia feliz en el colportaje

reconocerán el valor de cuidar y animar a los alumnos

colportores.

Vendieron 70 Becas

Delfín Gómez cuenta que cuatro alumnos colportores

del Colegio Adventista de Chillán (Chile) habían vendido libros

en el verano de 1959-60 por valor de más de setenta becas.

Durante la asamblea de alumnos colportores realizada en

Chillán habló con estos cuatro alumnos y el auxiliar, Sergio

Morales, que fué quien les acompañó. Le contaron el siguiente

emocionante relato.

49

MENSAJEROS DE VALOR

“Antes de la llegada de los alumnos colportores, Higinio

Morande, Hildebrando Saldía, Obel Villalobos y Hugo Moyano,

el auxiliar Sergio Morales había visitado al gerente general de las

minas de cobre de Chuquicamata, en el norte de Chile, que

tiene sus oficinas en Santiago. Este distinguido señor le compró

los libros y elogió la noble misión de trabajar por la elevación

moral del pueblo. Aprovechando esta buena disposición del

gerente, Morales le sugirió el plan de trabajar con estos libros de

elevación moral entre los miles de empleados y obreros de la

mina.

De inmediato el gerente pidió a la secretaria que

escribiera una carta de recomendación para este amigo, como así

lo consideraba ya a Sergio Morales. La carta iba dirigida al jefe

del sindicato de la mina. Así que el joven Morales se fué a

Chuquicamata con los cuatro alumnos colportores mencionados

y después de una larga serie de trámites y presentaciones ante

jefes, ingenieros y el tesorero, consiguieron la autorización para

vender los libros en todo el campamento, con libertad para

andar por donde mejor les pareciera. También consiguieron que

los pedidos que hicieran los empleados y obreros fueran pagados

50

MENSAJEROS DE VALOR

por caja. Además les dieron una oficina y un automóvil con

chofer a la puerta para llevarlos donde ellos quisieran!

Cuentan valientes alumnos, que una vez que la gente

supo de la oferta y la facilidad de adquirir las obras, ya no

necesitaron más andar por la mina, oficinas o casas. La gente

venía a la oficina de ellos para comprar los libros, y varias veces

tuvieron que hacer cola para encargarlos. Como en la oficina de

la asociación no estaban preparados para tal evento, tuvieron

que telegrafiar a los alumnos que no tomasen más pedidos, pues

se habían agotado los libros, de manera que sólo pudieron

trabajar dos meses. Lo difícil fué cuando anunciaron a los

mineros que no había más libros. Hubo hombres que les

suplicaron que de alguna forma les consiguieran los libros; pero

los alumnos colportores tuvieron que mantenerse firmes porque

no había manera de entregar lo que no había, y tuvieron que

convencerlos de que tenían aue esoerar hasta que se

imprimieran más. Tiempo despúes fueron colportores regulares

a satisfacer los pedidos de los mineros.

51

MENSAJEROS DE VALOR

El resultado fué el siguiente. Entre los cuatro alumnos

vendieron en dos meses por valor de 16.400,00 dólares, el

equivalente de 74 becas. Además ganaron a tres familias para la

verdad y siete alumnos para el colegio. Vendieron 320 Nuevos

Tratados Médicos, 320 Conflictos de los Siglos y 720

Colecciones de Cultura. Esta venta notable fue hecha gracias a

que un auxiliar se preocupó en preparar oportunamente el

campo de acción de sus colportores.

De este evento legendario se desprende la importancia

de abrir puertas de empresas e instituciones a nuestros libros.

Muchas personas hoy en día solo pueden ser encontradas en sus

trabajos, y el colportor que llega allí lleva el mensaje a los que de

otra manera no lo recibirían.

También se destaca la importancia del trabajo previo del

asistente, no solamente en preparar el hospedaje de sus

compañeros sino al explorar la zona, colportando unos días

antes. De la manera en que los espías debían abrir camino para

el pueblo, o los 70 para la llegada de Jesús, el trabajo bien

preparado será más rendidor.

52

MENSAJEROS DE VALOR

IV.

MENSAJEROS AYUDADOS

"Mi Hermana Inolvidable”

El pastor Delfín G. Gómez, director de Publicaciones de

la Unión Austral, refería de un artículo de la revista Selecciones

denominado “Mi Personaje Inolvidable”. “Si yo dispusiera de

tiempo escribiría acerca de hermanos inolvidables para mí, que

me sirven de inspiración; pero me conformaré, por ahora, con

escribir el presente relato, el cual creo, será de mucha ayuda para

toda la hermandad”.

Esa hermana inolvidable era Ana de Cortés, viuda de

Simón. En ese tiempo salía de una pobreza larga y penosa. Si no

hubiera sido por el amor profundo que ella tenía por su

Salvador le habría sido difícil soportar tanta contrariedad.

Gomez recorrió casi 400 km con su Ford A, desde la ciudad de

Mendoza hasta Alvear, que queda al sur de la provincia. Hizo

este viaje con el pastor Alfredo Aeschlimann, su esposa y sus

hijos, Carlitos y Lucy, y la esposa e hija de Gomez, Rosita.

53

MENSAJEROS DE VALOR

“Cuando llegamos, ya de noche al hogar de la Hna.

Simón, pudimos observar como esta madre vivía con sus cuatro

hijitos en un humilde rancho construido con chilca revocada

con barro, en algunas partes, pero éste ya se había desprendido y

dejaba penetrar entre la chilca la luz de la luna. De alguna ma­

nera nos proporcionó con mucha satisfacción lecho para todos.

Cuando nos levantamos por la mañana, quedamos

sorprendidos, pues el salón para los cultos lo había construido

con sólidas paredes de adobes, bien revocadas y pintadas. No

dije ni una palabra; pero en mi mente y corazón se grabó un

cuadro que nunca olvidaré. Esta madre de Israel vivía con sus hi-

jitos en un pobre rancho, pero para el Señor había construido

un salón muy decente”.

A pesar de su pobreza se notaba en su rostro paz y

alegría. Sus hijos eran obedientes y muy respetuosos. Pasaron

horas muy felices en la visita a estos hermanos.

“Tres años después visitamos nuevamente a la Hna.

Simón y su familia con el pastor A. Aeschlimann. Llevaba el

54

MENSAJEROS DE VALOR

plan de hospedarme en su hogar y desde allí colportar con mi

Ford entre los chacareros de Colonia Alvear, que comprende

una zona muy grande. Para entonces nuestra Hna. se había

construido una linda y espaciosa casa de adobes, con paredes

revocadas y pintadas; al construir su casa no olvidó de incluir

una pieza para hospedar a los pastores y colportores que

trabajaran en esa zona. Mi compañero de pieza era el Hno.

Francisco Cortés, que trabajaba en la finquita de nuestra

hermana”.

Por más de un año Delfín colportó la extensa zona de

Alvear, hospedándose en la casa de la Hna. Simón primero y

después en la casa de la familia de Agustín Díaz. Un oportuno

día le contó la Hna. Simón su emocionante historia.

Siendo una niña de unos catorce años viajó con sus

padres y hermanos desde Colonia Alvear al África. Sus padres

eran oriundos de España, pero querían probar suerte en África;

de manera que abandonaron su finca en Alvear y se fueron a

aquel lejano continente. Allá conocieron a los adventistas, y muy

especialmente ella abrazó el mensaje con todo ardor. Estuvieron

55

MENSAJEROS DE VALOR

pocos años en África y luego regresaron a Alvear. Ella se había

casado allí con Adolfo Simón, y cuando volvieron adquirieron

una finquita de diez hectáreas de tierras incultas que el gobierno

vendía con facilidades.

El grupo de adventistas, compuesto por los padres y los

hermanos de la Sra. de Simón, se fue enfriando por no tener

contacto con la Iglesia Adventista, y al fin quedó firme en la

verdad solamente la familia Simón y muy especialmente la

esposa, pues el esposo también se alejó de la vida espiritual. El

pastor de la Iglesia de Mendoza, Luis A. Rojas, tuvo noticias de

que en ese lejano lugar había una familia adventista; y con

muchas dificultades llegó hasta allá y de esta manera se

estableció contacto con estos adventistas venidos del África.

A los pocos meses de haber nacido la cuarta hijita del

matrimonio Simón, el esposo falleció, pero entregándose antes a

Él. La esposa entonces quedó sumida en la pobreza. Encontró

en los bolsillos de su esposo sólo cincuenta pesos, con los que le

dio sepultura. Sus familiares estaban tan fríos en la verdad, que

prácticamente ella quedaba sola con sus hijitos. Después de

56

MENSAJEROS DE VALOR

sepultar a su esposo, buscó con sus hijitos dinero en todas partes

donde les parecía que el extinto podría haberlo guardado; pero

no encontraron nada. Los pocos alimentos de que disponían

pronto se terminaron, y ella no sabía qué hacer ni a quién

recurrir, pues el pastor estaba a casi 400 km y el servicio postal

era muy deficiente.

Ana había dejado para sus hijitos los últimos pedazos de

pan y ella pasaba todo el día orando en un bosquecillo. Al tercer

día de estar orando en ayuno, vino corriendo su hija mayor toda

alborozada, y le dijo: “¡Mamá, mamá, hay plata en el cajón de la

mesa! ¡Hay plata!” La madre le contestó: “Pero hija, hemos

abierto tantas veces ese cajón sin hallar nada”. “¡Hay plata! —

seguía diciendo la nena—. ¡Hay plata!”

Hacía tres días que casi no comían. Y aunque Ana

Simón tenía cinco pesos de diezmo, prefería padecer necesidad

antes que tocar lo que no le pertenecía.

Corrieron juntas y, efectivamente, en el cajón de la mesa había

quince pesos en billetes nuevos. Ataron el caballo al sulky y se

fueron al pueblo. Cambió la plata y apartó el diezmo, y con el

57

MENSAJEROS DE VALOR

resto compró comestibles para un mes. En aquel tiempo una

bolsa de harina costaba siete pesos. Desde ese día no les faltó

más el alimento. La hermana Simón cree que un ángel puso ese

dinero en el cajón de la mesa.

Francisco Cortés era el trabajador que tenía el esposo de

la Hna. Simón antes de fallecer. Había compartido las

privaciones de la familia Simón. Trabajó con sus hijos y con ella

la tierra hasta pagar lo que debía el difunto. Con el tiempo

contrajeron enlace el Hno. Cortés y la Hna. Simón. Dios los

prosperó y agregaron dos finquitas más a la primera. Ambos

fueron puntales fuertes de la iglesia, pues el grupo se ha

convertido ahora en una linda iglesia con templo propio, en la

ciudad de Alvear.

La casa de los esposos Cortés fue por mucho tiempo el

hospedaje de los misioneros adventistas. En ese hogar se

descansaba, allí había una paz especial.

Tan importante como son los colportores son también

los hogares que los alojan, o los hermanos hospitalarios que los

ayudan mientras están en la zona esparciendo publicaciones. De

58

MENSAJEROS DE VALOR

hecho la familia de los colportores son los hermanos de la

iglesia. Luego de todo un día o toda una semana de ver

solamente desconocida es necesario “volver a casa”, aunque sea

por unas pocas horas.

Si el invitado mantiene su lugar, y el anfitrión es

hospitalario el trabajo se hace más agradable y la obra sin duda

será más próspera.

Una Dupla Imbatible: Instructor y Colportor

El pastor Delfín Gómez manifestaba que “cada alma

que se convierte hoy al Señor es un verdadero milagro, pues

nunca el hombre tuvo que pelear una batalla contra los vicios

como la que se está librando en nuestros días. Millones y

millones de almas bajan prematuramente a la tumba, vencidas

por algún enemigo social como la nicotina, el alcohol y toda

clase de narcóticos que no se conocían en otros tiempos.

Algunas personas que hoy desean aceptar a Jesús como su

Salvador tienen que librar una batalla tan grande contra los

59

MENSAJEROS DE VALOR

vicios, que solamente por el milagro que Dios realiza en ellas es

posible que salgan victoriosas”.

De esta maner el pastor Gómez introducía un incidente

ocurrido en 1960, cuando la instructora bíblica de la Iglesia de

Las Acacias de Montevideo, Fidelina Pino, daba un estudio

bíblico a una familia que había solicitado al pastor de la iglesia

dichos estudios. Durante el desarrollo del mismo, llegó a ese

hogar un hombre completamente ebrio que molestó bastante la

visita misionera de Fidelina.

Días después, cuando llegó la Srta. Pino realizaba su

tercera visita, el marido comerciante se escondió de ella, pero la

instructora alcanzó a ver que se había escondido en la cocina.

De manera que le dijo a la esposa: “Mire señora, esta vez no me

voy sin estudiar con su esposo, pues a él le hace mucha falta este

estudio, y como sé que él está aquí, usted me va a permitir

buscarlo, porque creo que está en la cocina”. Hacia allá se

dirigió la decidida hermana Pino, y amablemente le dijo: “No se

esconda, Sr. Passeggi, venga y estudiemos, pues necesita saber lo

que trataremos hoy”.

60

MENSAJEROS DE VALOR

El Sr. Alberto Passeggi salió todo avergonzado y escuchó

el estudio. La Srta. Pino siguió yendo cada semana, y un día

cuando notó que algún interés había en este matrimonio, les

dijo que les iba a enviar un misionero para que les vendiese

unos libros que les ayudarían.

El pastor Daniel Arn, director de colportaje de la Misión

Uruguaya, fue el hombre a quien le pidió que fuese a vender

unos libros a este matrimonio. Le compraron varios libros; entre

ellos la Biblia y Paz en la Angustia. Al leer este libro, contó luego

el Sr. Passeggi, que quedó muy impresionado al ver que Dios

podía perdonar aun a una persona tan dominada por el vicio del

alcohol como él. Lleno de alegría leyó con su esposa.

A causa del vicio del esposo la vida en el hogar se había

tornado tan insoportable, por eso ambos querían el divorcio,

aunque tenían por delante el tremendo problema de su hijito.

¿Qué sería de aquel precioso niño? Pero no podían vivir más así.

Después de haber comprobado con la Biblia lo establecido por

Dios, Passeggi le dijo a la esposa, poniéndole el brazo en el

61

MENSAJEROS DE VALOR

hombro “Bueno, querida, vamos a ser buenos esposos en lugar

de divorciarnos como teníamos planeado”.

Desde que el Sr. Passeggi leyó Paz en la Angustia, no

bebió más, siguió estudiando junto con su esposa con la Srta.

Fidelina Pino, y, para gloria de Dios, ambos se bautizaron. El

mismo, en presencia de la instructora bíblica y el director de

colportaje, Daniel Arn, me contó su historia.

El hermano Passeggi luego de ser bautizado puso su

automóvil y su cooperación a disposición del pastor de la iglesia.

Contaba a los amigos y a todos con quienes se entrevistaba el

milagro que Dios ha hecho con él, utilizando a sus mensajeros

de la Iglesia Adventista.

El colportor alimenta la obra del instructor, y viceversa.

Es probable que sin la lectura del libro mencionada la tarea de

Fidelina Pino no hubiera arribado a la cosecha de estas dos

almas. Dios la iluminó para mandarles un colportor, así como el

colportor reconoce los verdaderos y sinceros intereses

espirituales y necesita un instructor que vaya detrás de el.

62

MENSAJEROS DE VALOR

Si la iglesia alienta, aún en detrimento de algunas buenas

y diversas iniciativas, alienta más el colportaje y el instructorado

bíblico aparecerán más frutos.

Un Cura Ayuda A Un Colportor

En cierto lugar de Chile, el director auxiliar de colportaje

del campo y un colportor visitaron al gerente y al subgerente de

una compañía comercial. Los dos rechazaron los libros diciendo:

“Visiten al cura primero, y si él compra, nosotros también

compraremos”.

Como vieron que ese lugar era muy católico, resolvieron

visitar al cura primero. Le dijeron con franqueza que eran

adventistas, explicaron su trabajo y le presentaron sus libros.

Para su agrado, el cura compró los libros y los recomendó.

Otro cura oyó hablar de estos colportores y los mandó

llamar. Cuando llegaron ante su presencia les dijo que ya sabia

qué clase de libros vendían, y añadió: “Que Dios los bendiga en

su trabajo. Yo también deseo comprar esos libros”. Tuvieron

63

MENSAJEROS DE VALOR

mucho éxito en su trabajo en aquel lugar. Una señora les

dijo:“En la hora de la misa el cura recomendó estos libros”.

En uno de mis veranos de colportaje me pasó algo

similar. Un sacerdote nos hospedaba en la parroquia, nos

alimentaba y hasta prestaba el auto para hacer las entregas. No

hay persona a la que no sea conveniente colportar. Dios bendice

la intrepidez de los colportores, y mediante ella aumenta nuestra

fe!

Una Recomendación Honorable

Entre los agentes de la Casa Editora en la Misión de

Cuyo se hallaba el hermano José González, quien protagonizó

un acontecimiento digno de destacarse. José era un misionero

egresado del Colegio Adventista de Puiggari con el título de

maestro nacional, pero eligió concentrarse en la noble tarea de

difundir los buenos libros y revistas publicados por nuestra

editorial. Era un colportor misionero, pues al margen de su

trabajo específico daba estudios bíblicos con resultados

64

MENSAJEROS DE VALOR

positivos, pues entre sus interesados varios ya se habían

bautizado.

Desde hace un tiempo venía trabajando en la venta a

plazos del Nuevo Tratado Médico, que incluía El Conflicto de

los Siglos y Vida Feliz por un año. Antes de iniciar su trabajo

entre los enfermeros, el director, Edsel Bouvet y el colportor

citado visitaron al director de la Escuela Mixta de Enfermeros de

la Provincia de Mendoza a efectos de pedirle una

recomendación, la que se concretó en los siguientes términos:

“He examinado la obra del Dr. Marcelo Hammerly

Dupuy, titulada Nuevo Tratado Médico, resultándome

grata y de gran utilidad para los estudiantes de

enfermería, igualmente como texto de consulta para los

enfermeros” .

Otro hecho de singular relieve lo ofreció oportunamente

el secretario de dicho establecimiento quien con los libros en la

mano animaba al estudiantado, en presencia de José González, a

que adquirieran los libros en virtud de las bondades que

65

MENSAJEROS DE VALOR

ofrecían. Los resultados de esta presentación fueron buenos y las

ventas se facilitaron.

66

MENSAJEROS DE VALOR

V.

MENSAJEROS ACOMPAÑADOS

Preservado para la Misión

El pastor Delfín Gómez, director de Publicaciones de la

Unión Austral, relata que “estábamos sentados con el hermano

Daniel Arn, su esposa y el colportor José Garzón, en un banco

del Rosedal de “El Prado”, en Montevideo, esperando la salida

del barco nocturno que me conduciría a Buenos Aires. Como

sucede siempre que se reúnen dos o más colportores,

comenzamos a relatar incidentes acaecidos en nuestra obra del

colportaje. Uno, referido por el hermano Arn, llenó nuestros

corazón de gozo al comprobar cómo Dios dirige y protege a sus

hijos.

Arn relata que “el último verano en que colporté como

alumno, regresaba de Necochea y Tres Arroyos en un Ford T,

feliz y agradecido a Dios por haber ganado dos becas ese verano.

Parecía que mi Ford venía muy cansado; tres cubiertas estaban

67

MENSAJEROS DE VALOR

tan gastadas que debía andar despacio y con mucho cuidado, y la

cuarta estaba mejores condiciones.

Poco antes de llegar al G Buenos Aires encontré en una

numerosos automóviles y camiones estacionados al costado de la

ruta. Inesperadamente apareció en sentido contrario al que yo

llevaba un auto de carrera que avanzaba toda velocidad. Sin

pérdida de tiempo lancé mi Ford contra uno de autos

estacionados, pero ni así pude salvarme del desastre. El auto de

carrera pasó como un bólido al lado, rozándome la punta del

tren delantero, pero eso fue suficiente para destrozar mi Ford,

que quedó con el radiador humeante descansando en el suelo.

Felizmente Daniel salió ileso, y más allá de las

ocasionales pérdidas pudo ser preservado para un largo y

fructífero ministerio. Fue director de publicaciones, presidente

de asociaciones, y luego de jubilado visitaba las iglesias del país

con su camioneta, acercándoles publicaciones de la Casa

Editora. De esta tarea, luego del fallecimiento de Daniel, pasó a

ocuparse el pastor José Luis López, dependiendo directamente

de la editorial. Gracias a la visión del incansable pastor Arn hoy

68

MENSAJEROS DE VALOR

las iglesias de todo el país pueden contar cada ano con las

novedades editoriales que alimentan la fe de la iglesia.

“Veo Algo Raro En Usted”

El siguiente caso inusitado le aconteció al veterano

colportor Teodoro Rodríguez Velázquez en Rosario. En una de

sus entrevistas, una señora le dijo:—Veo algo raro en usted.—

¿Qué ve, senora? Veo una luz morada en su frente. ¿Es usted

religioso? —Sí, señora. Soy adventista. Yo también soy religiosa.

Voy a una escuela espiritista. Allá mi maestro tiene una luz

blanca sobre su frente.

La señora se suscribió a nuestra revista. Un tiempo

después, el colportor volvió a visitarla, y ocurrió un incidente

providencial. Ella le preguntó: —¿Qué me trae en su cartera?

—Este hermoso libro, Palabras de Vida del Gran Maestro.

—Ya sabía que me traería ese libro. Soñé que usted me lo traería.

Ahora veo otra luz en usted, veo una luz superior, una luz

blanca. Y en mi maestro veo una luz oscura. —Esa luz que usted

69

MENSAJEROS DE VALOR

ve en mí, es la luz del cielo; por eso usted la ve brillante. La otra

luz no es de Dios.

La señora compró el libro y poco después se unió a la

iglesia verdadera.

Anunciado En U n Sueño

En la Asociación Argentina Central un colportor

presentaba su libro a un oficial de la policía, cuando éste lo

interrumpió se levantó, lo abrazó y le dijo:“Hace un tiempo tuve

un sueño en el que vi a un ángel que me dijo que pronto me

visitaría un maestro de la Biblia para enseñarme la verdad. Yo

soy católico, pero por mucho he buscado a Dios”. El policía

recibió estudios y al poco tiempo había interesado en el mensaje

a cuatro familias.

Ayuda Especial en las Entregas

En septiembre de 1960, un colportor entregaba sus

libros en Valparaíso, Chile. Estaba admirado al ver que todos los

70

MENSAJEROS DE VALOR

recibían sin objeción, cuando generalmente solía entregar

apenas la mitad de sus pedidos. Cuando entregaba la última

colección que tenía, la señora de la casa le preguntó:

—¿Cómo le ha ido en la entrega?

—Muy bien —respondió él.

—¿Por qué no vino su compañero también aquí? —agregó la

señora.

—Ando solo —le dijo el colportor.

—No, yo vi a su compañero. Iba con usted y dobló en esa

esquina.

El colportor quedó impresionado y reconoció que el

ángel de Jehová acompaña a los que le sirven, y coopera con sus

mensajeros.

Incidentes como estos nos hacen ver la importancia

especial del ministerio del colportor, el obrero adventista de

mayor contacto con el público secular. Ante una tarea tan

exigente, siempre la ayuda divina es mayor.

71

MENSAJEROS DE VALOR

VI.

MENSAJEROS EN TODO LUGAR

Progresos de La Obra De Publicaciones En Interamerica

J. C. Culpepper, director de Publicaciones de la División

Interamericana, relata que “en los primeros nueve meses de

1960, las ventas de libros en nuestra división alcanzaron a

760.921,46 dólares, lo que significa una ganancia de 58.636,81

sobre el mismo período del año anterior. Aun Cuba con sus

muchos problemas, ha tenido un animador aumento en las

ventas de publicaciones. Este año esperamos vender más de un

millón de dólares en libros. Un gran número de alumnos saldrá

a colportar en estas vacaciones. Noventa alumnos del Colegio de

la Unión Colombo-Venezolana hacen planes de colportar para

ganar sus becas”.

Los avances en Interamérica eran paralelos a los del sur

del continente. El colportaje abría ciudades y países, formaba

alumnos, pulía dirigentes y estimulaba la economía de los

campos. Aún ocurre lo mismo!

72

MENSAJEROS DE VALOR

Un Colportor Chileno Relata Diez Casos Edificantes

El pastor Nicolás Chaij, director de Colportaje de la

División Sudamericana, entrevistó a Francisco Jiménez quien se

hallaba colportando en la provincia de Atacama, al norte de

Chile, con gran éxito financiero y misionero. Jiménez contó

entonces algunos casos animadores, que condensamos aquí.

En cierto hogar, el dueño de casa pidió una colección de

cinco libros y una Biblia. El día de la entrega se encontraba

enfermo en cama, y desde allí pidió que su esposa recibiera los

libros, y que el colportor volviera más tarde por el dinero, lo cual

hizo al día siguiente.

En ese momento el padre, junto con el importe, dejó

dicho lo siguiente: “Estas son las revistas y libros que deseaba

obtener para mi familia. Desde ahora en adelante no se

comprarán más novelas ni romances. Habrá más bien muchas

Vida Feliz, Juventud, y colecciones completas de esta editorial.

Estas son las publicaciones que leeremos y la religión que

adoptaremos”.

73

MENSAJEROS DE VALOR

En vista de ese interés, Francisco les ofreció los cursos

bíblicos Juvenil y Universal, lo cual aceptaron y estudiaron con

gran entusiasmo. En una de sus visitas al hogar le dijeron: “No

sabíamos que existía lectura tan buena, sana y espiritual, que

conmueve el corazón”.

No todas las personas gustan de la basura que el mundo

les ofrece consumir. Algunos leen o ven lo malo porque no han

tenido a disposición lo bueno. Quienes suspiran por lo bueno

necesitan la visita de un colportor!

Jimenez también contaba de su visita a un joven

funcionario de la minera Andes Copper Mining que observaba

como diversas personas recibían los libros adventistas y

comentaban su contenido peculiar. Cuando Francisco se los

presentó, pidió una colección.

El día de la entrega, declaró: “Voy a ser sincero con

usted. No me interesaron los libros, sino la religión que

sugieren. ¿Puede Ud. venir a casa y enseñarme en una Biblia que

poseo, las doctrinas que sus libros contienen?”

74

MENSAJEROS DE VALOR

Jimenez relató que el joven minero“mucho se interesó en

los estudios bíblicos que le di. Convidó a otro amigo joven a

participar de ellos y empezaron a asistir a la escuela sabática.

Recientemente ese joven se trasladó a los Estados Unidos y

junto con su amigo buscó nuestra iglesia y asistió a un congreso

adventista de la Asociación Sur de California, en junio de este

año. Luego emprendió vuelo hacia el este, y en su última carta

me escribe que se afiliará a la clase bautismal de la Iglesia

Central de Nueva York”.

Su familia, sumamente católica antes, empezó a estudiar

el mensaje adventista, y terminó aceptándolo. El joven trabajó

luego como traductor en Nueva York, pero deseaba ingresar a

uno de nuestros seminarios para llegar a ser misionero.

Otro relato notable del colportor Jiménez refería de un

ex-coronel, alto funcionario de la Anaconda Copper Co., quien

observó que una señora joven leía las revistas que le había

entregado el misionero. La interpeló diciéndole: “Parece que

usted profesa la religión protestante de aquel señor de lentes que

difunde esos periódicos ¿verdad?”

75

MENSAJEROS DE VALOR

La valiente dama le contestó: “Sí, señor, porque es lo

mejor que se puede leer. Esta es mi religión”.

Posteriormente ese mismo dirigente se encontró de

nuevo con la dama en su puesto comercial, y ella le afirmó

categóricamente: “En mi almacén sería un crimen expender

licores alcohólicos. También esto es de la religión de mis

revistas”, y le mostró Vida Feliz.

Cierto día un alto empleado le dijo: “Usted me vendió

unos libros evangélicos el año pasado. ¿Qué libros tiene ahora

para ofrecerme?”. Le presentó entonces la colección médica con

El Conflicto. A la semana siguiente le entregó los libros y recibió

un cheque por 500 escudos, diciéndole: “Puede cobrar este

cheque y descontar de él lo que le debo. El resto me lo trae

cuando le quede bien”. A esto le preguntó el colportor “¿Cómo

me confía tanto dinero?” El ingeniero contestó: “Sé con quién

estoy tratando. ¿No es Ud. adventista? Sus buenos libros me

ayudan enormemente y le estoy muy agradecido”.

76

MENSAJEROS DE VALOR

Tiempo después de devolverle 450 escudos., saldo del

cheque, ese ingeniero ahora amigo suyo, le dijo: “No se

vaya. Quédese conmigo a tomar el almuerzo. Necesito su consejo

en cuanto a una propiedad mía que debo enajenar, pero más

necesito su consejo en cuanto a mi vida futura”.

El colportor no es un vendedor de libros como tantos.

Para sus clientes el colportor espiritual es un consejero, un

amigo, y un pastor. Si el colportor se ve a sí mismo como el

pastor de sus clientes verá que su tarea no termina cuando

entrega el libro sino que allí en realidad es cuando comienza.

Otro caso notable ocurrió en un hogar elegante, cuando

al momento de recibir y pagar los libros que el padre había

pedido, vino la señora y abruptamente preguntó al colportor:

“¿Es Ud. adventista?” A la respuesta afirmativa la señora añadió;

“¿Tienen Uds. algún colegio para educar niñas en la fe evan­

gélica?” “Sí, señora”, le contesté. “Bien, espere un momento”.

Se fue al interior y volvió al instante con una niña de diez años,

y le dijo a Jiménez : “Señor misionero, ésta es mi hija mayor. Le

ruego que la haga ingresar en el colegio de ustedes. Quiero que

77

MENSAJEROS DE VALOR

sea educada como una misionera para Cristo y su santa causa”.

Y con el asentimiento del padre añadió: “Nosotros costearemos

su educación”.

En un remoto campamento minero de las cumbres

andinas, un joven carabinero se suscribió a las revistas Vida Feliz

y Juventud. Meses más tarde una señorita adventista le preguntó

si le gustaban las revistas. El joven policía contestó: “Me agradan

mucho y las espero cada mes. Ya renuncié a la cerveza y no bebo

más vino. Ya dejé de fumar. Me repugna ahora este vicio, y

empecé a combatirlo entre mis compañeros. Quiero saber ahora

más de la religión de estas revistas, porque be determinado

seguir la doctrina de Cristo'*. Como resultado, la señorita pidió

ahora la mayor instrucción doctrinal posible, para pasarla al

policía.

Tal como lo asevera la Elena de White el mensaje de

salud prepara a la persona que lo recibe para comprender las

cosas espirituales. El colportor sana para que la gente se pueda

salvar.

78

MENSAJEROS DE VALOR

En otro lugar una señora le dijo a Francisco: “Hace diez

años un agente como usted golpeó a mi puerta. No le

compramos sus libros pues estábamos enfermos casi todos en mi

familia. Entonces él dijo: ‘No importa, señora, permítame elevar

una oración a Dios, por el alivio de su enfermedad’. Y allí

mismo, de rodillas cerca de mi lecho, elevó una oración tan

conmovedora, que me parece estar oyéndola todavía. Nunca más

lo volví a ver, pero aquella misma noche todos sentimos un

extraño alivio, y al día siguiente sanamos rápidamente”.

Tráiganos, pues, la colección Primeros Auxilios, la Biblia y El

Conflicto de los Siglos”.

Impresionada por la sanidad obrada por sta oración de

fe, la señora manifestó su voluntad de unirse a la Iglesia

Adventista.

Un joven evangélico pidió la colección con la Biblia. Se

amistó rápidamente con el colportor Jiménez y empezó a asistir

a la escuela sabática que dirigía en la ciudad. Como resultado de

esa amistad cristiana y los estudios adventistas, el joven tomó la

79

MENSAJEROS DE VALOR

determinación de ir a al Colegio de Chillán, a prepararse para

ser misionero.

En otra casa, dos jóvenes compraron una colección de

revistas y se marcharon a leerlas. Días después, el más joven

preguntó: “Yo soy un ex seminarista franciscano, y quisiera

reanudar los estudios teológicos; pero ahora, no en un convento

católico, sino en un seminario adventista, ¿qué tengo que hacer?

¿Puede instruirme en estas cosas? Quisiera llegar a ser misionero

y ser útil a la humanidad. Tengo 19 años de edad, y quinto año

de seminario. Siento que Dios me habla por medio de estas

publicaciones que nos ha dejado. Siento un llamado para

emprender el rumbo que marca el evangelio. No puedo dejar de

ser sincero. Juntaré el dinero para ir a un colegio de estos

ideales”.

Estos casos puntuales y notables corroboran las varias y

variadas oportunidades que el Espíritu abre al paso de los

colportores. Cada puerta es una aventura, y en cada hogar hay

una chance de salvación. El colportor que se siente un

80

MENSAJEROS DE VALOR

instrumento de la Providencia, si se llegara a desanimar, se

recuperará rápidamente.

Avances en el Ecuador

Luis Alaña, director de colportaje de la Misión

Ecuatoriana, comentaba que los veintiséis ministros de la página

impresa que formaban el cuerpo de colportores de la Misión

Ecuatoriana, “están llevando adelante con la ayuda de Dios una

gran campaña agresiva en la distribución de publicaciones que

contienen el mensaje de salvación”.

En el primer trimestre del presente año 60 se logró

avanzar sobre la base del año anterior en un 173%. Esto

representa más libros, revistas y Biblias en centenares de

hogares.

Luego de un curso de colportaje muchos hermanos

nuevos se alistaron en las filas de los heraldos de la página

impresa. Entre ellos se encontraba Francisco Erazo, ex-profesor

de la Escuela de Bellas Artes, quien se hallaba realizando una

gran obra en la distribución de nuestras publicaciones.

81

MENSAJEROS DE VALOR

“Hay muchos lugares apartados en las urbes, donde el

colportaje está estableciendo nuestra obra y realizando una

verdadera obra de redención. Nuestros colportores son

verdaderos soldados de avanzada”, refería Alaña.

Algunos suponen que el colportaje es la salida para el

desocupado, o la persona despedida de su trabajo. Es probable

que ésta sea una de las circunstancias que Dios haya usado para

orientar el rumbo de algunos al colportaje. Sin embargo la

mayoría de las veces Jesús llamó a gente ocupada, porque la

gente ocupada es gente productiva. Y muchos de los llamados

que realizó Jesús los hizo a gente bien acomodada, que tuvo que

pagar un alto costo por abandonar los suyo y seguir a Jesús.

Si una persona deja su profesión o su trabajo para

colportar no se ha vuelto loca, sino que en todo caso ha

respondido al llamado del Señor. En ese caso, cuando Dios

llama provee, y los frutos serán evidentes de inmediato.

El colportor educado es mejor colportor, y lo mismo vale

para el que se educa mientras colporta. Que una persona

82

MENSAJEROS DE VALOR

colporte para estudiar es tan bueno como que una persona

estudie para colportar mejor!

Colportores en Tierras Incaicas

El pastor José Galante, al frente de los 140 colportores

de la Unión Incaica reconocía el interés de la iglesia en los

colportores. “Sabemos que nuestros hermanos siempre

manifiestan gran interés por conocer las actividades misioneras

de los colportores, y que constantemente elevan sus oraciones a

Dios en favor de ellos, lo cual agradecemos de todo corazón”,

decía.

La Unión Incaica constituía un vasto y promisorio

campo misionero, comprendido por Bolivia, Perú y Ecuador. Ya

sea en el frío altiplano como en las ciudades de la costa, en la

escarpada serranía como en la calurosa selva, los abnegados y

valientes colportores sembraban la semilla del Evangelio

mediante la página impresa, atentos además a la ganancia de

almas.

83

MENSAJEROS DE VALOR

En tiempos cuando los caminos y las comunicaciones

eran primitivas llegar a ciertos lugares ya de por sí era una

hazaña, y un esfuerzo previo al mismo colportaje.

Galante afirmaba que “con el fin de preparar

debidamente a nuestros colportores, para llevar adelante con

éxito esta magna obra, se imparten en cada campo, a través del

año, cursos de instrucción práctica”.

En la ciudad de Puno, a orillas del Lago Titicaca, el lago

más alto del mundo, a 3.800 metros sobre el nivel del mar,

estaba ubicada la sede de la Misión del Lago Titicaca. Allí

celebraron los cursos para los colportores de la zona. Tuvieron

reuniones espirituales y técnicas muy provechosas, y los

colportores quedaron muy animados y dispuestos a realizar

mayores cosas para Dios.

En ese entonces la misión tenía catorce colportores, pero

dirigidos por Elias J. Farall, determinados a trabajar fuerte para

aumentar el número de obreros y alcanzar mayores alturas en la

venta de nuestras publicaciones.

84

MENSAJEROS DE VALOR

En el Colegio Unión se realizó también un gran curso

para los colportores de la Misión Peruana. Al frente del Depto.

de Publicaciones de esta misión estaban el pastor Luis Días y sus

cuatro auxiliares. Para el buen desarrollo del programa, en el

que tomaron parte varios obreros locales, contaron además con

la eficaz ayuda del pastor Nicolás Chaij, director de

Publicaciones de la División Sudamericana, quien impartió, en

forma muy acertada, la enseñanza técnica sobre el “Arte

Cristiano de Vender”. Con los nuevos reclutas que llegaron para

reforzar las filas, la Misión Peruana llegó a 79 colportores.

El colportor Luis Roque Tena (le llamaban el doctor)

que trabajaba entre los cerros de Oxapampa, caminaba largas

horas por lugares difíciles. Un día se encontró en el camino con

un hombre que llevaba en sus brazos a su hijito muy enfermo; el

hombre, angustiado, solicitó ayuda, y Roque, señalando al cielo,

le dijo que allí estaba el médico que podía sanar a su hijo, y lo

animó a tener fe en él. Luego oró por el niño y lo llevó a un

lugar donde pudo aplicarle algunos tratamientos hidroterápicos,

gracias a los cuales niño sanó.

85

MENSAJEROS DE VALOR

La bendición de Dios acompañó el trabajo de este fiel

colportor, pues en esos lugares ha podido organizar cinco

escuelas sabáticas filiales con 52 miembros. Además pudo

reorganizar un grupo de 30 creyentes adventistas que habían

sido desviados por los disidentes reformistas.

El joven colportor César Galdo relató lo siguiente: “Con

mi compañero fuimos a colportar en la tradicional ciudad de

Cajamarca. Dios nos bendijo y pudimos colocar muchos libros,

y estudiamos la verdad con varias personas. Cuando el cura se

enteró, muy irritado ordenó a todos los católicos que ese día

a las cinco de la tarde debían marchar hasta la plaza de armas,

llevando todos los libros evangélicos para quemarlos al pie de

una cruz.

Poco antes de la hora convenida, el cielo se encapotó con

negros nubarrones y vino una terrible tormenta junto a una

imponente que lluvia que atemorizó a todos. De esta manera el

cielo impidió que se cumpliera el perverso plan”.

86

MENSAJEROS DE VALOR

Abraham Cayetano y Edilberto Muñoz, fueron dos

consagrados y valientes colportores que cada año ganaban para

la verdad a un buen número de almas. Además también solían

recuperar a muchos de nuestros hermanos de las manos de los

reformistas.

En Condormarca se habían hecho fuertes estos

disidentes, y habían llevado tras ellos a muchos de nuestros

hermanos, organizando un grupo de 50 miembros. El Hno.

Muñoz comenzó a trabajar entre ellos, y al final pudo rescatar a

45 miembros. Un día este intrépido colportor se presentó ante

el cura del lugar, y tuvo con él una interesante conversación,

quedando ambos amigos. A los pocos días se encontró con el

cura en el banco, y éste le solicitó El Conflicto de los Siglos. Luego

fue a visitar al obispo, y también pudo colocar en sus manos

otro ejemplar de El Conflicto.

Poco después el Hno. Muñoz fue a Huancayo donde

preparó a diez personas para el bautismo. Este fiel colportor

trajo a la verdad el mayor número de almas, pues, como fruto de

su labor, fueron bautizadas 48 personas. Agradecemos a Dios

87

MENSAJEROS DE VALOR

por los fieles y abnegados colportores que tenemos en la Unión

Incaica.

Relatando el trabajo misionero de los colportores, el

pastor Galante informaba lo siguiente:

Folletos regalados 25.911

Oraciones en los hogares 4.783

Inscripciones al curso bíblico 2.513

Estudios Bíbicos 6.473

Interesados en la verdad 988

Interesados guardando el sábado 281

Bautizados 263

“Confiamos en la juventud adventista de nuestro campo,

que está consagrando sus dones al servicio del Señor en la obra

del colportaje”, refería el dirigente.

Hoy en día hay muchos buenos radares, y la iglesia

también los necesita. Esos radares son los colportores, porque

llegan donde nadie puede y descubren ovejas que buscan el

redil, que abandonaron el redil, o que ni saben de redil alguno.

Para recuperar adventistas, ganar sinceros o interesar a los

88

MENSAJEROS DE VALOR

mundanos nada mejor que la visita personal del colportor.

Aunque la iglesia apueste a los medios, a la web, y a diversos

planes con los que movilizar a la juventud, el colportaje tiene

ingredientes únicos e imprescindibles.

El Pastor Delfín Gomez de Gira

El pastor Delfín Gómez refería de un curso de colportaje

desarrollado en Asunción, Paraguay. Durante muchos meses la

Misión Paraguaya no había tenido director de colportaje, de

manera que el mismo presidente, el pastor Jorge Iuorno, actuó

como director interino; manifestando virtudes para la tarea.

Luego de un tiempo el campo pudo tener un director efectivo,

Eduardo Hise, alumno graduado en el colegio de Puiggari, quien

aceptó gustosamente la invitación que se le hizo para dirigir el

colportaje en el Paraguay.

En la ciudad de Corrientes , Argentina, se celebró

también un curso para los colportores regulares de la Misión del

Norte con la presencia de veinte colportores, del director de

89

MENSAJEROS DE VALOR

Publicaciones, Benito Ferrando, y del director asociado, Juan

Carlos Silva.

Nueve colportores nuevos asistieron por primera vez a

estas clases, y los hermanos directores albergaban la confianza de

que pronto el departamento de colportaje de esa misión

necesitará un auxiliar más, debido a los muchos candidatos que

había para iniciar.

Al presentar los colportores el informe de las almas que

fueron bautizadas por su trabajo, los dirigentes quedaron

sorprendidos y llenos de alegría, pues comprobaron que 48

personas se añadieron a la iglesia como resultado del trabajo de

los colportores. El veterano colportor Juan Luiz presentó un

informe admirable, pues ganó a tres familias completas para la

verdad, con un total de once personas.

El Hno. Simón Kordysz dió su testimonio, diciendo

“Hace unos cuatro años dejé mi oficio de carpintero para servir

al Señor por medio del colportaje”. Siguiendo los pasos del

90

MENSAJEROS DE VALOR

Carpintero divino, Simón dejó las maderas por la misión. Lo

mismo han hecho muchos sin arrepentirse!

Colportaje Reavivado en el Uruguay

También se llevó a cabo un curso de colportaje en la

Misión Uruguaya, en nuestro Instituto de Progreso. Allí

estuvieron dirigiendo los temas el pastor Nicolás Chaij, el pastor

Enrique Collins, presidente del campo, y Orlando Cesán,

secretario-tesorero del mismo.

Este curso fue significativo, pues hacía tres años, cuando

el pastor Daniel Arn, entonces director de publicaciones de la

Misión llegó al Uruguay, había tan sólo dos colportores activos.

Para alabanza del Señor, asistieron diez mensajeros de la página

impresa a este curso.

Daniel Arn ha luchó como un Gedeón para colocar el

departamento de Publicaciones en el lugar que merecía. Habló

en las iglesias acerca de la necesidad de jóvenes que sirvieran al

Señor por medio del colportaje. Un hermano que invitó a

91

MENSAJEROS DE VALOR

almorzar a Arn, escuchó entusiasmado su conversación acerca de

la necesidad de fomentar la obra de colportaje, y cuando se

despidió de él, puso en sus manos 500 pesos uruguayos,

mientras le decía: “Para comprar equipo para los colportores”.

El pastor Arn no sólo ganaba colportores, sino que

también formaba auxiliares de colportaje, entre ellos José

Garzón, colportor de la Misión, luego llamado por la Asociación

Central Norte de Chile como auxiliar del director de colportaje.

Cada ministerio de la iglesia necesita hombres motivados

y motivadores. El ánimo siempre viene de lo alto, y por medio

de la fe podemos ver la realidad de las personas y de la iglesia no

solo como es, sino también como puede llegar a ser.

92

MENSAJEROS DE VALOR

VII.

MENSAJEROS QUE COSECHAN

Una Punta de Lanza

Delfín Gómez declaraba que “el colportaje sigue siendo

la punta de lanza para la difusión del Evangelio en campos

nuevos. El Señor cumple con su promesa expresada en Isaías 55:

10, 11: “Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve,

y no vuelve allá, sino que harta la tierra, y la hace germinar y

producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come. Así

será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, antes

hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la

envié”.

Aferrándose a esta promesa, los fundadores del mensaje

adventista enviaban publicaciones y colportores a cuantas partes

del mundo podían. Muchas veces esos primeros colportores no

sabían hablar el idioma del país, y es emocionante cómo Dios

los dirigía para que encontrasen almas que respondían al

llamado de Dios. Podríamos contar decenas y decenas de

93

MENSAJEROS DE VALOR

incidentes de colportores que llegaron, sin conocer el lugar ni el

idioma, y al poco tiempo ya había allí observadores del sábado.

El historiador adventista Gary Land, en su Historical Dictionary of

the Seventh Day Adventists refiere que la mayoría de los países

penetrados con el mensaje adventista lo fueron gracias a

colportores.

Otras veces cuando llegaba el colportor, encontraba

grupos de adventistas gracias a alguna publicación con el

mensaje que había llegado a ese lugar con anterioridad.

Gomez cuenta que por 1940 “éramos tres colportores en

toda la misión de Cuyo. El pastor Alfredo Aeschlimann,

presidente de la misión en aquel tiempo, quería iniciar la obra

en la zona de San Rafael, Mendoza. No contaba con evangelistas

pero envió a todo su fuerza de publicaciones: Carlos Larravide,

Augusto Bacigalupi y Gomez.

Augusto Bacigalupi se presentó una noche para predicar

en una finca de San Rafael. Continuó colportando y

94

MENSAJEROS DE VALOR

predicando a interesados, y con el tiempo se fundó una filial en

el pueblo.

El Inicio de una Bendita Cadena

Benito S. Ferrando, director de Colportaje de la Misión

del Norte, comentó que un estudiante interrumpió sus estudios

para colportar un año completo. La junta de la misión lo

destinó a la ciudad de Salta (Argentina) donde el pastor

Aeschlimann daba comienzo a un ciclo de conferencias.

Trabajando con El Conflicto de los Siglos llegó a una casa

donde lo atendió un señor que se interesó en el libro, pero que

no pudo comprar la obra en ese momento. Siendo que este

material se presta para comentarios espirituales, continuaron

conversando sobre el particular. Antes de despedirse, el joven

colportor le ofreció la Biblia, que gustosamente adquirió el

visitado, pues no la conocía no obstante ser un sincero creyente.

La situación fué bien aprovechada por el colportor

invitándolo a las conferencias que se dictaban en la ciudad. El

hombre asistió y desde ese primer momento no dejó de

95

MENSAJEROS DE VALOR

concurrir a las reuniones sucesivas. Fue instruido y luego

bautizado con la más absoluta convicción, no obstante que en su

hogar tenía cubiertas las paredes con más de quince imágenes de

santos, cada uno de los cuales, según él, le había ayudado en

alguna forma. El amor por la verdad lo llevó a trabajar por los

suyos hasta ganar a siete de sus hijos mayores. Esta conquista no

lo dejó satisfecho, sino que en la próxima campaña de

Recolección salió casa por casa interesando así a otras personas,

de las cuales se unieron a la iglesia diez almas más. Como si esto

fuera poco, dos de sus hijos terminaron trabajando en la obra,

mediante la cual, él conoció la verdadera iglesia.

¡Cuán variados son los caminos del Señor! En esa cadena

de sucesos, donde varias almas fueron ganadas para Cristo, han

coincidido diversos medios para el logro de esa magnífica

realización. Las publicaciones iniciaron ese trabajo, buscando y

hallando al hombre que ama a Dios. De ninguna manera

podemos pretender que el evangelista sea quien realice todas las

actividades, por eso el espíritu de profecía dice: “Muchos que

están hambrientos del pan de vida no tienen el privilegio de oir

la palabra de los ministros delegados por Dios. Por tanto es

96

MENSAJEROS DE VALOR

esencial que nuestras publicaciones sean esparcidas por todas

partes; de esta manera llegará el mensaje donde el ministro no

puede ir”.

Muchos otros casos similares testifican lo acertado de

esta declaración. Juan Luiz visitaba la ciudad de Güemes casa

por casa, y así llegó a una donde vivía el jefe de una repartición

nacional. El visitado en seguida se dió cuenta de quién era su

visitante, pues en varias oportunidades tuvo contacto con

algunos evangélicos. La conversación giró en torno a temas

bíblicos, a raíz de la cual este señor juntamente con su numerosa

familia frecuentó la Iglesia de Salta, donde el pastor

Aeschlimann continuaba con su ciclo de conferencias.

Las visitas menudearon recíprocamente, y el hermano

Luiz y los suyos tuvieron activa participación. El resultado fue

que allí donde antes nada teníamos se formó un grupo de diez

personas bautizadas que pertenecían a familias de respeto y

estima en la ciudad.

97

MENSAJEROS DE VALOR

Ferrando concluía diciendo que “la iglesia sabe que está

cercano el tiempo de su visitación. Vivimos ya cuando se

cumplen las postreras profecías; una de ellas, la predicación del

Evangelio, está a cargo de la iglesia, que es la depositaría de todo

aquello que el mundo necesita para la salvación. Nos resistimos

a pensar en que no anhele el progreso, el crecimiento de la

iglesia, en lo cual cada uno tiene su parte. Muchos medios se

usarán y muchos serán llamados de actividades importantes para

dedicarse a otra más valiosa aún, porque nada es más

importante en este mundo que la tarea del colportaje, que el

Señor ha ordenado que se haga”.

Como se ve en el caso relatado por Benito Ferrando, a la

hora de reclutar interesados en colportar los directores contaban

más historias de conversiones que de bendiciones monetarias.

De esta manera enaltecían el colportaje como un ministerio

evangelizador, puntapié de muchos grupos y primer eslabón de

una bendita cadena de conversiones que conquistaron muchas

buenas familias para la iglesia.

98

MENSAJEROS DE VALOR

Se necesitan personas capaces de vender bien y mucho,

pero la iglesia no es una editorial, sino una agencia ganadora de

almas. Vender muchos libros es parte de la misión, pero la

mayor alegría del colportor siempre será la conversión de sus

clientes.

Sembrada En Jujuy, Cosechada En Liniers

“A los llamados hechos en oportunidad de los cuatro

bautismos han respondido 115 preciosas almas. Y hasta ahora se

han unido a la iglesia mediante el bautismo 56 perzonas”,

declaraba Grieve. “El Señor llama a sus elegidos de diversas

maneras y de diferentes lugares. Un joven fué llamado de las

filas del ateísmo. Una señora procedía de un pueblo de Jujuy,

desde donde había venido buscando a los adventistas como

resultado de haber leído unos folletos entregados por un

colportor; actualmente está bautizada y hace planes para volver a

su lugar natal para levantar un saloncito donde celebrar

reuniones. Y así podríamos seguir citando más casos

interesantes”, remarcaba el citado pastor.

99

MENSAJEROS DE VALOR

Como hace evidente este testimonio de Liniers, el

evangelismo, una vez que se inicia, es una rueda que gira dentro

de otra y no se puede detener. Los intereses se multiplican, los

lugares se abren al mensaje, y se deben asumir las

responsabilidades que esto conlleva.

Por otra parte vuelve a notarse la trascendencia de una

iglesia plantada en una ubicación estratégica. De hecho una

iglesia así colocada está destinada a ser madre de otras

congregaciones, como pasó con la iglesia de Liniers.

Obra Misionera de Los Colportores

Unos 579 colportores que trabajaban en la División

Sudamericana en 1958 distribuyeron 110.291 folletos con

misioneros, hicieron 10.473 oraciones con sus clientes, tomaron

7.679 inscripciones para la Escuela Radiopostal; dieron 42.070

estudios bíblicos; interesaron a 4.006 personas, de las que 1.079

guardan el sábado, y 670 fueron bautizadas.

100

MENSAJEROS DE VALOR

Estas cifras muestran el interés misionero de los

colportores del 60. No se conformaban con entregar el material,

sino que anhelaban ganar almas mientras se ganaban el

sustento. Es probable que la asombrosa cantidad de ventas

tuviera que ver con el interés misionero de los colportores.

Un Tesoro Hallado en un Tacho de Residuos

Un libro desechado y arrojado al tacho de los desperdicios

llevó la verdad a Miguel Ferrero, abnegado colportor de la

Asociación Bonaerense a quien Dios bendijo con la ganancia de

muchas almas.

Por el año 1942 un joven dio en la ciudad de Santa Fe

con la ayuda de Dios y de la iglesia, dos pasos de trascendental

importancia para su vida: dejó su trabajo en una importante casa

de comercio, con nueve años de antigüedad, recibió el bautismo

que lo uniría a Ja iglesia, e inmediatamente viajó a otra ciudad

santafecina para iniciarse en el colportae.

101

MENSAJEROS DE VALOR

Luego del sagrado rito recibió el saludo de sus hermanos

en Cristo; entre ellos algunos de ellos algo desalentadores. Uno

le dijo: “Que Dios lo ayude, hermano; ahora va a saber lo que es

el colportaje, no debía haber dejado su trabajo en . . .” El otro,

abrazándolo, le dijo: “Cuán feliz me siento, querido hermano,

por su decisión de colportar”.

Aquellos dos hermanos que saludaron al futuro

colportor bien pueden representar dos principales corrientes de

opinión respecto del colportaje. ¿A cuál de ellas perteneces? ¿No

te parece que el último pensaba correcta y cristianamente?

Debemos no sólo orar por el colportaje, sino también

hablar más de él e interesarse más en los colportores. Cuando en

nuestra iglesia surge algún joven con cualidades y deseos de

colportar, debemos alentarlo a dar ese paso tan significativo.

Muchas almas pueden ser alcanzadas de esta manera, porque

para pregonar las verdades del sábado y del segundo

advenimiento de Cristo, “no se puede emplear método mejor y

más afortunado”.

102

MENSAJEROS DE VALOR

Si la iglesia local no alienta las vocaciones misioneras,

sino que las apaga y enfría, compromete su futuro. Que

bendición sería tener un colportor misionero por cada iglesia!

Sería una fuente permanente de interesados y bautismos, ¿no te

parece?

Un Puntal en Necochea

El pastor Humberto Cairus, presidente de la obra en

Buenos Aires, compartía la alegría del grupo de Necochea

cuando el día 29 de abril descendieron a las aguas bautismales

cinco almas, quienes por ese acto sellaban su pacto con Dios

resueltas a ser fieles a las verdades salvadoras hasta el fin.

En esa localidad estaba destacado el colportor Lino

Miguel Ferrero, quien preparó a estas personas en el

conocimiento del Evangelio. Es digna de señalar la labor

misionera de dicho colportor. No pudo conformarse con ver

que tenían interés en el conocimiento de las Escrituras, sino que

tomó tiempo e invirtió recursos hasta ver su obra terminada.

Cuatro de los bautizados fueron interesados por él; y una

103

MENSAJEROS DE VALOR

señorita profesora de piano había sido interesada por los esposos

Gedovich. Ferrero entonces les dio todos los estudios a los cinco

y los preparó bien para la ceremonia.

Como había inconvenientes para encontrar un lugar

adecuado para realizar el bautismo, Lino construyó él mismo un

bautisterio en el patio de su casa, donde pudieron llevar a cabo

la ceremonia en un lugar que ofrecía el marco apropiado tanto

para la administración del rito como para la predicación y

llamamiento después del bautismo, al cual respondieron varios

interesados presentes quienes exteriorizaron su anhelo de unirse

también a la iglesia en un próximo bautismo.

Como Ferrero realizaba su trabajo en automóvil,

mayormente en el campo y pueblos pequeños, cosechaba buenos

interesados, algunos a más de cien kilómetros de distancia de su

casa, a quienes sin embargo visita periódicamente.

En varios lugares los colportores son las columnas de las

iglesias que se incian, como se ve en la experiencia del hermano

Ferrero en Necochea. Ellos dirigían los cultos y preparaban

104

MENSAJEROS DE VALOR

personas para el bautismo hasta que iba surgiendo lentamente el

liderazgo local.

Así como Pablo, Prsicila, Aquila y otros penetraron las

ciudades como fabricantes de tiendas, los colportores, siendo

obreros de sostén propio, pueden hacer lo mismo con un plan

paciente, de largo plazo. Esta tarea merece el mejor apoyo de

parte de la iglesia, porque se asemeja a la obra que realiza el

evangelista o el pastor distrital.

Dio Mil Nombres

Desde 1950 Emilio Stanimirov colportaba en el norte

argentino. Un día supo que cierto señor quería verlo. Cuando

fué a visitarlo, le dijo: “No sé cómo agradecerle: Gracias a la

revista y el Nuevo Testamento que Ud. me vendió, ahora estoy

bautizado junto con mi familia”. Después que el hermano

Stanimirov contó ese caso en una reunión, un doble cuarteto

cantó un himno, y se presentaron cuatro de los participantes de

esa familia ganada por la revista y el Nuevo Testamento.

105

MENSAJEROS DE VALOR

En 1957 un evangelista fué a dar conferencias en la

ciudad donde colportaba Stanimirov. El, que llevaba algunos

años colportando ahí, le dió al evangelista mil nombres de sus

compradores, a quienes enviaron invitaciones a las conferencias.

Ese año se bautizaron 16 clientes, y al año siguiente se

bautizaron quince más!

Los colportores de antaño cuidaban con mucho celo su

cartera de clientes. No iban solamente en busca de gente nueva,

sino que conservaban y cultivaban los contactos anteriores. Esto

mismo era muy recomendado desde la División por el pastor

Nicolás Chaij.

Esta es una lección vigente. En tiempos actuales

sembramos millones de libros, pero perdemos contacto personal

después de que los entregamos. Esperamos que la gente

interesada llame al contacto impreso, pero no muchos de los

que leen lo hacen. Puede ser recomendable, a la par que se

siembran libros entre los desconocidos, visitar luego de un

tiempo a los que recibieron el material de manera que se

106

MENSAJEROS DE VALOR

compruebe si la semilla brotó o no. El que siembra pero no

vigila no podrá cosechar.

Una Iglesia Entera Se Convierte

En 1960 Diomar Dos Santos estaba colportando al sur

de Mato Grosso, en la Villa de Panambí, y encontró una iglesia

peculiar, llamada Iglesia de la Sana Doctrina, con más de cien

miembros, que eran en cierto modo espiritistas pero guardaban

el sábado.

El colportor empezó a darles el mensaje. El jefe de ellos

se disgustó y lo despidió de su casa, pero Dos Santos siguió

estudiando con los miembros. Al ver la conmoción que estaba

produciendo entre sus feligreses, el jefe decidió enterarse del

mensaje del colportor, para poder combatirlo. Ese estudio lo

convenció de la veracidad de la fe adventista. Lo mismo ocurrió

con los demás miembros de su iglesia, y finalmente casi todos

fueron bautizados en la fe adventista.

107

MENSAJEROS DE VALOR

Un Libro Gana A Un Medico

El Dr. Edgardo Rodríguez recuerda con admiración al

colportor Manuel Pereira, quien le vendió el libro El Amanecer

de un Nuevo Día, y le ofreció estudiar con él la Biblia, “para

aprender juntos”, le dijo. Luego durante un mes Pereira estudió

con él.

El Dr. Rodríguez era espiritista. Después de la partida del

colportor estudió el libro. Cuando llegó al capítulo acerca del

espiritismo, que no le gustó, puso ahí una señal y lo guardó.

Siete años pasaron desde entonces.

Un día, cuando él era intendente de la ciudad de

Alenquer, estado de Amazonas, su secretario le habló del

espiritismo. El Dr. Rodríguez le dijo que él no creía en Satanás.

El secretario le preguntó: “¿Cree Ud. en Jesús?” “Ciertamente”,

respondió el médico. “Entonces vea lo que él dice aquí”, añadió

su secretario, señalándole Lucas 10: 18, donde leyó: “Yo veía a

Satanás, como un rayo, que caía del cielo”.

108

MENSAJEROS DE VALOR

Eso fué suficiente. El Dr. Rodríguez creyó. Se acordó de

su libro. Volvió a leerlo y aceptó su mensaje. Siendo médico, fue

a un colegio adventista, donde estudió y enseñó durante dos

años; y después se dedicó a la obra misionera médica. Durante

diez años fue director del Hospital del Pénfigo, donde realizó

una obra abnegada, y luego dirigió la clínica adventista en la

ciudad de Campo Grande.

No es posible juzgar prontamente la obra del colportaje,

porque es mayormente una siembra a largo plazo. Aunque se

ven frutos tempranos, la mayor parte de ellos prenden mucho

después.

La ventaja es que un libro no puede discutir. Los

argumentos en un diálogo van y vienen, pero lo que un libro

dice podrá gustar o no, pero si es sólido o inspirado resulta

inapelable. Aquellos que son sabios en su propia opinión son

complicados de abordar por un instructor, pero resultan las

presas ideales para nuestras publicaciones.

109

MENSAJEROS DE VALOR

Seis Casos Emocionantes

La obra de las publicaciones seguía rindiendo

abundantes frutos. En Bahía (Brasil) ocurrieron seis casos que

confirmaban este hecho. En un lugar denominado Calculé, el

colportor Lucindo Barreto ganó a cuatro personas, que estaban

guardando el sábado. En Brumado, el mismo colportor ganó a

cuatro más. En otro lugar del interior, encontró un grupo de

más de cien personas guardando el sábado. En Contendas

encontró a doce más observando el sábado. Una carta del citado

colportor decía: “Tengo 50 almas para ser bautizadas en breve, y

espero en el Señor preparar a 60 más. En Jequié, un libro chico,

La Vida y sus Problemas, despertó un grupo de interesados que

también estaban preparándose para ser bautizados.

Ganó 141 Almas

Uno de los casos más notables de almas ganadas por un

colportor lo protagonizó Edilberto Muñoz, quien trabajó en el

norte del Perú, en regiones altas, frías y peligrosas, y también en

zonas bajas y cálidas.

110

MENSAJEROS DE VALOR

Muñoz encontró varios grupos de reformistas y

cabañistas que nunca habían sido miembros de nuestra iglesia.

Muñoz buscó a esas ovejas esparcidas, les dio estudios, tuvo

reuniones con ellos, y los persuadió de que la Iglesia Adventista

es el verdadero pueblo de Dios.

Primero se bautizaron 20 de esas almas. Un año

despuúes se bautizaron 28 más. Al tercer año se bautizaron otras

48 personas de esos grupos. A inicios de los 60 el director del

distrito anunció que 45 personas más estaban listas para ser

bautizadas en breve. En total, 141 almas ganadas en tres años a

consecuencia del trabajo del Hno. Muñoz!

Lo que realza más este admirable resultado es que

Edilberto Muñoz asistió sólo tres años a la escuela primaria.

Hacía diez años que colportaba. En ese tiempo continuó

estudiando, y la escuela del colportaje le desarolló en gran

manera.

Edilberto Muñoz, además de vender libros que llevan el

mensaje de la salvación, da estudios bíblicos en los hogares con

111

MENSAJEROS DE VALOR

solidez, y sabe demostrar las verdades bíblicas con elocuencia.

Hace poco un predicador graduado decía de el: “Quien me

enseñó cómo hacer obra misionera fue el Hno. Muñoz”.

Nicolás Chaij, director de Publicaciones de la División

Sudamericana, señalaba que “este es el maravilloso privilegio

que goza el colportor. Al trabajar en esta obra con amor, des­

arrolla sus facultades, gana almas, se llena de gozo y se prepara

para el cielo. Esa es verdadera educación. “Ve, y haz tú lo

mismo” (Luc. 10: 37).”

Cuando los colportores trabajan con continuidad son

desarrollados de manera notable. Día a día trabajan bajo la

directa influencia del Espíritu Santo y llegan donde pocos lo

pueden hacer. La intrepidez de aquellos valientes colportores del

pasado es digna de admiración y de mayor estudio, de modo que

los nuevos colportores regulares y estudiantes sean motivados

por el verdadero espíritu misionero del ministerio de las

publicaciones.

112

MENSAJEROS DE VALOR

Los Colportores Anticipando el Evangelismo Público

El pastor José Galante comentaba que el colportor

Rolando Patzi llegó al pueblo de Yacuiba, situado al sur de

Bolivia, casi en la frontera con Argentina. Visitó al alcalde y le

presentó El Conflicto de los Siglos. El hombre encargó el libro

pidiendo tres ejemplares, uno para él y dos para la biblioteca de

la alcaldía. Luego el colportor Patzi, con la buena firma del

alcalde visitó con buen éxito a otros funcionarios públicos y a

todo el pueblo, realizando una buena siembra del mensaje

impreso. Siempre iban de arriba hacia abajo. Si el mayor en la

institución compraba, casi todos seguían su ejemplo.

Después de un tiempo, llegaron a Yacuiba el pastor

Carlos Christensen, presidente de la Misión Boliviana, y el

pastor Jorge Talbot, con el fin de conseguir un salón y comenzar

allí un ciclo de conferencias. Visitaron al dueño del cine que

poseía una sala grande e importante en el pueblo, y le

expusieron el plan; pero este caballero era muy católico y no

mostró mucho interés. Después de una larga e infructuosa

113

MENSAJEROS DE VALOR

conversación les preguntó: “¿Visitaron al alcalde?” Respondieron

que no. “Es mejor que vean al alcalde y lo que él diga se hará”.

Cuando nuestros dirigentes vieron al alcalde, al saber

éste que eran de la Misión Adventista, dijo: “A ustedes hace

tiempo que los estoy esperando para que hagan una gran obra

en este pueblo”.

“Justamente hemos venido a verlo con ese fin, respondieron,

pero necesitamos una sala grande como el cine para nuestras

conferencias”. El alcalde contestó: “Eso no es problema, van a

tener el cine para sus conferencias. La propaganda correrá toda

por cuenta de la alcaldía”.

Después de completar los arreglos, mandaron imprimir

tarjetas especiales invitando a todas las personas importantes del

pueblo. En la primera conferencia que dictó el pastor Talbot,

hubo una asistencia de más de 1.200 personas! A los pocos días,

por causa de disturbios políticos, se decretó el estado de sitio en

toda Bolivia. En Yacuiba se suspendieron los actos públicos y

hasta se prohibieron unas conferencias que los evangélicos

habían iniciado para contrarrestar a los adventistas; pero gracias

114

MENSAJEROS DE VALOR

a Dios, las conferencias adventistas continuaron con buena

asistencia y mucho interés de parte del público. Un colportor

había preparado el camino para el evangelismo. Si se colporta

una ciudad antes de hacer un ciclo en ella, se la conocerá mejor

y se podría hacer una obra más profunda en ella. El colportaje

prepara prepara mejor que nada el terreno para la predicación

pública.

El Pastor Salim Japas Ganado Por Un Colportor

El pastor Salim Japas tuvo una larga y fructífera

actuación en el frente evangelístico, y fue uno de los

protagonistas misioneros de la década del 60. Ha llevado a cabo

conferencias evangélicas en Argentina, Chile, Estados Unidos y

Uruguay, siempre con renovado éxito.

Relata que después de completar el curso secundario en

el Instituto Florida ingresó en el Colegio Adventista del Plata.

“Completé el curso ministerial, con la ayuda de Dios, en 1945.

Al año siguiente me inicié como aspirante al ministerio en la

Iglesia de Palermo, al lado del pastor Hugo Beskow”.

115

MENSAJEROS DE VALOR

Conoció el mensaje en 1936. Visitaba el comercio de su

padre un vendedor ambulante. Era adventista y no lo sabían. El

le hablaba al padre en idioma árabe, acerca del Evangelio.

“Cuando papá notó mi gran interés me dijo que compraría una

Biblia. Se la compró a un colportor evangélico, y pagó $ 0,80

por ella. Ese colportor se hizo adventista después de 18 años”.

Su nombre era Iginio Ramón, quien se unió a la Iglesia de

Liniers por 1960. Ese vendedor adventista que visitaba a mi

padre había sido ganado por otro colportor, el Hno. Cayetano

Gigliotti”.

La familia de Salim no podía avenirse a la idea de que

abandonara la fe de sus mayores. La situación se tornó tan

difícil, que tuvo que salir del hogar. “Fui a Florida y estudié en

el instituto. Ese año pasé días muy penosos por la escasez de

dinero. Primero vendí mercancías de casa en casa, y luego me

dediqué al colportaje. Los padecimientos me hicieron perder

varios kilos de peso, y sin embargo no quise decir nada en mi

casa por temor a que me hicieran volver, lo cual habría

significado dejar de estudiar”.

116

MENSAJEROS DE VALOR

Una Revista Gana A Ocho Misioneros

Se contaban de manera constante historias sobre como

las publicaciones habían conquistado a buenas familias

adventistas, a fin de motivar y reclutar más misioneros de la

página impresa.

Uno de esto relatos cuenta que en 1915 un hombre que

viajaba de Miguelete a Tarariras, en el Uruguay, posó en cierta

casa. Allí vió un ejemplar de El Atalaya regalado por Armando

Hammerly. Cuando los dueños de casa vieron el interés que esta

persona manifestaba en la revista, se la obsequiaron. Cuando

llegó a su casa y releyó la publicación, quedó entusiasmado con

ella. La mostró a sus familiares y amigos, y escribió a la misión

pidiendo diez suscripciones para él y sus vecinos. Durante tres

años este señor estuvo renovando esas diez suscripciones,

después de lo cual escribió solicitando un misionero que los

instruyera más.

Cuando el misionero llegó a esa colonia encontró a

cuatro familias interesadas en el mensaje adventista. La de Elias

117

MENSAJEROS DE VALOR

Cayrus, José Cairus, Salomón y dos jóvenes Plenc. En total se

ganaron 28 conversos al mensaje por aquella revista! De esas

familias han salido ocho obreros, dos de ellos presidentes de

campo en la Unión Austral.

Cuando la obra adventista estaba en pañales, la única

manera de penetrar nuevos lugares era por medio de obreros de

sostén propio. Así como Pablo fabricaba tiendas para

mantenerse y poder vivir donde predicaba, los colportores

mantenidos por sus ventas avanzaron antes que nadie. La misma

clave es válida hoy, donde hay tantas ciudades considerables

donde no existe presencia adventista.

Una Iglesia Entera Se Convierte

En 1960 Diomar Dos Santos estaba colportando al sur

de Mato Grosso, en la Villa de Panambí, y encontró una iglesia

peculiar, llamada Iglesia de la Sana Doctrina, con más de cien

miembros, que eran en cierto modo espiritistas pero guardaban

el sábado.

118

MENSAJEROS DE VALOR

El colportor empezó a darles el mensaje. El jefe de ellos

se disgustó y lo despidió de su casa, pero Dos Santos siguió

estudiando con los miembros. Al ver la conmoción que estaba

produciendo entre sus feligreses, el jefe decidió enterarse del

mensaje del colportor, para poder combatirlo. Ese estudio lo

convenció de la veracidad de la fe adventista. Lo mismo ocurrió

con los demás miembros de su iglesia, y finalmente casi todos

fueron bautizados en la fe adventista.

Mil Almas Por Año

El pastor Sergio Collins comentaba que en1959, en la

División Sudamericana, 969 personas fueron bautizadas como

resultado directo del ministerio de los colportores; y en 1960

fueron bautizadas 1.174 almas como fruto de su labor. Además

de esto, en 1960 había 1.381 personas que guardaban el sábado

después de recibir instrucción doctrinal impartida por los

colportores.

Estos frutos no le costaron un centavo a la iglesia,

porque los misioneros de sostén propio recibieron su

manutención directamente de sus bendecidas ventas. Aún en

119

MENSAJEROS DE VALOR

términos monetarios, el colportaje es un bendición completa

para la misión de la iglesia.

120

MENSAJEROS DE VALOR

VIII.

EPÍLOGO

Todos los libros que se escriban para relatar los hitos del

colportaje sudamericano, año por año y década por década, no

bastarán para subrayar la grandeza de este método ideado por el

cielo para llegar a las personas donde están, llenándolas de salud

y fe.

De todo lo que se ha relatado y analizado podemos

subrayar la necesidad de colportores intrépidos y de fe, que se

animen a más y que no teman ninguna puerta, escritorio,

oficina ni persona.

Detrás de cada cliente hay una persona a la que salvar.

Vender el libro es el comienzo visible de una preparación que el

Espíritu hace con antelación en el corazón de cada comprador

de nuestras publicaciones. Con la entrega del material comienza

el proceso por el cual la persona ve más allá de su casi siempre

complicada, vislumbrando una vida mejor para el y su familia.

121

MENSAJEROS DE VALOR

Aunque hoy la gente vive enfocada en pantallas, la

página impresa perdurará hasta la venida de Cristo. En el reino

de la gloria podremos encontrarnos con algunos de estos

Mensajeros de Valor, quienes nos contarán lo que no apareció

en esta obra.

Si estás pensando en colportar de manera ocasional,

regular o en tus vacaciones escolares o laborales no tienes más

que pedir que tu pastor o director de publicaciones del campo te

informen como hacerlo. No te pierdas la oportunidad de probar

el colportaje. Las lecciones que aprendes en este ministerio

molderán tu fe y tu servicio será una bendición muy anhelada

por muchos.

122

MENSAJEROS DE VALOR

SUPLEMENTO FOTOGRÁFICO

Edilberto Muñoz, colportor que ganó 141 almas

Dirigentes y colportores en el Colegio de Chillán.

123

MENSAJEROS DE VALOR

Pastor Delfín Gómez, director de Publicaciones de la Unión Austral a inicios de los 60.

Higinio Morande, Hildebrando Saldía, Obel Villalobos y Hugo Moyano, el auxiliar Sergio Morales (al medio), alumnos

colportores que en 1960 vendieron por valor de 70 becas del Colegio de Chillán.

124

MENSAJEROS DE VALOR

Dirigentes y colportores en el Colegio de Chillán

Benito Ferrando, director de colportaje en el norte argentino

125

MENSAJEROS DE VALOR

Carlos Schmidt, aunque no hablaba castellano vendió donde otros no podían hacerlo. Su hijo Arturo fue evangelista de la

Asociación General

126

MENSAJEROS DE VALOR

Catecúmenos del colportor Miguel Ferrero (a la izquierda). Construyó un bautisterio en su casa de Necochea para que el

pastor H. Cairus pudiera bautizarlos.

Francisco Jimenez, colportor en Chile

127

MENSAJEROS DE VALOR

Un excelente libro para todoA D V E N T I S T A

La Casa Editora Sudamericana acaba de imprimir una esti­mulante publicación escrita por el pastor Nicolás Chaij. Con numerosas ilustraciones y amenizada con veintenas de relatos interesantes y conmovedores, el pastor Chaij historia y descri­be la noble y divina obra del colportaje y estudia sus princi­pios- , ,.Este libro es de irán valor y una verdadera inspiración pa­ta todo

V Z Z g • MAESTRO,

• CONTADOR.

Íl S K J • EVANGELISTA,

y por excelencia para los coiportores, porquea) presenta la técnica práctica de cómo vender con posi­

tivo éxito; 'b) estudia cómo es el ser humano y cómo conseguir las

decisiones;c) enseña cómo hallar interesados, cómo darles el mensa­

je y qué hacer con ellos.Todo lector encontrará nutrido material en sus casi S00 pa­

ginas, las cuales no dudamos serán leídas ávidamente hasta el mismo final de este formidable libro titulado:

“ EL C 0L P 0R T 0R DE EXITO”Pídalo hoy mismo en su Sociedad de Publicaciones.Sólo cuesta $ 144.00 m/arg., o U$S 1.80.

Aviso promoviendo el colportaje entre los hermanos

128

MENSAJEROS DE VALOR

Dirigentes y asistentes reunidos en Puiggari

Dirigentes y alumnos luego de un curso de colportajPuiggari

e en

129

MENSAJEROS DE VALOR

Colportores y dirigentes de la Asociación Argentina Central luego de una asamblea de colportaje.

Colportores de la Asociación Bonaerense

130

MENSAJEROS DE VALOR

Colportores de la Misión Ecuatoriana

Pastor José Galante, director de Publicaciones de la UniónIncaica.

131