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, 23 ' Susana B :-'Iurph~ • I{aul (), Fradkm. "\lcnl¡¡I".I8UC~. rCJlre~cnLaLII"IC'. comparacron" • prohlJtorlo. Año 11. numero 2. 1998 pp 23·3-1. I El presente Ir.¡bdjo Iue presentado en el .J9 Congreso l nternucumul de Arncru antstu» (E, uudor}, en el slmposlo .Hi,loria de las ment.didadcv v nueva historia cultural ». Julio de 1997. A pnncrpios de Siglo el vocablo no pertenecía al vocabulano de la disciplina mstérica su signifi- cado expresaba formas de «comportamiento». «actitudes» de carácter colccuvo reflejado en la Consideramos apropiado rastrear los indicios de las mcutalués con el lin de abordar el debate instalado acerca de las representaciones y1 a nueva hístona cultural. La hrstoria de las memalidades constituyó una «marca» en la historiografía francesa que ha sido diffcrl de definir y codificar por constituir un campo de prácticas y versiones heterogéneas. Las circunstancia" han precipitado una evolución historiográfica que las ciencias sociales lleva- ban sin duda en ellas pero que estas nuevas tendencias han contribuido a clanficar-. Esta recreación de las representaciones ha relanzado hacia la mvesugación histónca todas las acepciones universales SOCialese individuales de la palabra (cultura»: una más ontológica. que disungue la existencia hu, mana de un estado de naturaleza. con los signos distintivos y marcas simbólicas. SISH.. mas de funcio- nes y prácticas. apropiación colecuva 'f estados de crvíhzacrón. otra más aruropolégica. que hIZOde la cultura el ensamblaje de hábitos y representaciones mentales de un grupo específico en un mo- mento dado con su conejo de costumbres) creencias. de leyes y técnicas. de artes y lenguajes. de pensamientos y mcdiacicnes. es la cultura que esclarece el proceso en el curso del cual el sujeto pensante ejercita las facultades de su espíritu' y su expresión es la sOCICd:.HJ de nuestro tiempo. en OlTOS térrnmos la necesidad de rescatar la dimensión Individual de lo sociar'. así al fin del milenio la historia como verdadera hija de su tiempo evoca. registra e interroga lodos los cambios y perspectivas que afectaron a nuestra disciplina a lo largo del siglo y hoy ... ", recrea en una nueva coyuntura los cambios que se han instalado y que afectan el centro de las representaciones. las ideas. las maneras de ser y las rnerualidadcs. La histona misma no es más una resultante de fuerzas sino un rumbo interrumpido. una memoria que vaga. un misterio de los orígenes o una dramaturgia oculta. Esta postura por discuuble que SC<.l justiñca plenamente que la historia de los historiadores al fin del milenio sea predom inamernente cultural, Siglo veinte, cambalache problemático yfebril . SUSANA B. MURPHY - RAÚL O. FRADKIN U:--':IVERSIDAD NAOONAI DE LUJÁN U"'IVERSIDAD Busxos A tRES Mentalidades, representaciones ... comparación:

Mentalidades, representaciones comparación - … representaciones ...comparación: ... Posteriormente esta nocrón entra en una crisis paulatina según J.Revel entre muchas razones

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Susana B :-'Iurph~ • I{aul (), Fradkm. "\lcnl¡¡I".I8UC~. rCJlre~cnLaLII"IC'. comparacron" • prohlJtorlo. Año 11. numero 2.1998 pp 23·3-1.I El presente Ir.¡bdjo Iue presentado en el .J9 Congreso lnternucumul de Arncru antstu» (E, uudor}, en el slmposlo.Hi,loria de las ment.didadcv v nueva historia cultural ». Julio de 1997 .•

A pnncrpios de Siglo el vocablo no pertenecía al vocabulano de la disciplina mstérica su signifi­cado expresaba formas de «comportamiento». «actitudes» de carácter colccuvo reflejado en la

Consideramos apropiado rastrear los indicios de las mcutalués con el lin de abordar el debateinstalado acerca de las representaciones y 1a nueva hístona cultural. La hrstoria de las memalidadesconstituyó una «marca» en la historiografía francesa que ha sido diffcrl de definir y codificar porconstituir un campo de prácticas y versiones heterogéneas.

Las circunstancia" han precipitado una evolución historiográfica que las ciencias sociales lleva­ban sin duda en ellas pero que estas nuevas tendencias han contribuido a clanficar-. Esta recreaciónde las representaciones ha relanzado hacia la mvesugación histónca todas las acepciones universalesSOCialese individuales de la palabra (cultura»: una más ontológica. que disungue la existencia hu,mana de un estado de naturaleza. con los signos distintivos y marcas simbólicas. SISH..mas de funcio­nes y prácticas. apropiación colecuva 'f estados de crvíhzacrón. otra más aruropolégica. que hIZOdela cultura el ensamblaje de hábitos y representaciones mentales de un grupo específico en un mo­mento dado con su conejo de costumbres) creencias. de leyes y técnicas. de artes y lenguajes. depensamientos y mcdiacicnes. es la cultura que esclarece el proceso en el curso del cual el sujetopensante ejercita las facultades de su espíritu' y su expresión es la sOCICd:.HJde nuestro tiempo. enOlTOS térrnmos la necesidad de rescatar la dimensión Individual de lo sociar'.

así al fin del milenio la historia como verdadera hija de su tiempo evoca. registra e interrogalodos los cambios y perspectivas que afectaron a nuestra disciplina a lo largo del siglo y hoy

... ", recrea en una nueva coyuntura los cambios que se han instalado y que afectan el centro delas representaciones. las ideas. las maneras de ser y las rnerualidadcs. La histona misma no

es más una resultante de fuerzas sino un rumbo interrumpido. una memoria que vaga. un misterio delos orígenes o una dramaturgia oculta. Esta postura por discuuble que SC<.l justiñca plenamente que lahistoria de los historiadores al fin del milenio sea predom inamernente cultural,

Siglo veinte, cambalacheproblemático yfebril .

SUSANA B.MURPHY - RAÚL O. FRADKINU:--':IVERSIDAD NAOONAI DE LUJÁN

U"'IVERSIDAD Busxos A tRES

Mentalidades, representaciones ...comparación:

novelística de Proust o formas de «ingenio» que evocaban la cosmovisión alemana. Para 13mismaépoca la palabra mentalidad se incorpora al vocabulano científico de otras disciplinas como la psico­logía. la etnología, Lévy-Bruhl la utiliza para referirse a comportamientos emocionales prclógicos.En general observamos que su uso designa algunos comportamientos que han sido tradicionalmentedespreciados por el análisis cultural por considerárseJos residuales. En los años J920-1930 la nociónde mentalidad es incorporada por los historiadores franceses M. Bloch y L. Févbre, con maticesparucularcs. influidos por la sociología durkhcimíana'. Marc Bloch consideraba que la historia era elresultado de un juego de interrelaciones de los tres niveles de la realidad histórica: el económico.social y mental y al abordar los problemas de las «formas de sentir y de pensar» lo hacía desde unaopuca antropológica y SOCIOlógicaatendiendo a la diferenciacrón SOCIalde los comportamientosculturales. A su vez L. Févbre entendía que las grandes transformaciones históricas debían ser com­prendidas en el marco de la psicología, en consecuencia. las ideas, las obras y los comportamientosdebían analizarse en el contexto social en que aparecen y para ello crea la noción de «utillaje mental»que perrnue Indicar que las formas de pensar de una época dependen de los «instrumentos mentales»de la misma.

Durkheim se refiere a las representaciones colectivas como el modo en que el grupo piensa de símismo en su relación con objetos que lo afectan y establece como la premisa necesaria premisa deconsiderar la naturaleza de la SOCiedady no la de los individuos". Esta construccrón durkheimianafue decisiva en ~1.Bloch y esen este sentido que una de las obras mstéricas que a nuestro JUicio poneclaramente en evidencra el mundo de las representaciones colectivas en dos sociedades comparativa­mente ducrcrucs fue el estudio de Bloch sobre Los reyes taumaturgos. donde profundizó en laslógrcas que gohiernan los comportamientos colectivos menos voluntarios y menos conscientes. Eneste libro bajo la influencia de L. Gernet. ~1.Mauss y M. Granet semanifestó la preocupación de M.Bloch por concebir al hecho social en su totalidad anticipando así la antropología histórica y poste­normente la historia de las mentalidades.

La preocupación creciente en el marco de esta nueva comente francesa era de que forma se podíaconjugar lo Individual y lo colectivo en la historia cultural. y de que fonna SI.! podía aunar en unamisma historia órdenes de componamieruo tan distintos. Sin embargo es preciso recordar que haciafines de siglo cinc luso para la misma época esta inquietud se había planteado en otros ámbnos. En elcaso de Aby Warburg", histonador del arte en Alemania. oportunamente señaló que era necesarioreconstruir a través de una documentación heterogénea el \ ínculo entre las representaciones y lasexigencias prácucas, los gustos, la mentalidad de una sociedad determinada. y lo definía tomandouna palabra de Burkhardt. «la vida». Al mismo tiempo se lamenté de que la historia del une nohubiese puesto sus materiales a disposición de la psicología histórica de la expresión humana. CarioGinzburg quien considera a la historia como «ciencia de 10vivido» en un estudio realizado hace tresdécadasanalizó los aportes de Warburg! destacando que su programa de fines de siglo pasado con­sistió en el estudio de las continuidades, fracturas y sobrevivencias de la tradición clásica y su meto­dología fue la utüización de los testimonios figurativos, pi nturas , como fuentes históricas DeWarburg,Ginl.burg destaca una noción clave: la pathosformeln a través de la cual. las representaciones demilos legados por la anuguedad eran entendidas como «tcsumomos de estados de árurno convenidosen Imágenes», en los que «las generaciones posteriores ...buscaban las huellas permanentes de lasconmociones más profundas de la existencia humana». Posteriormente Panofsky dentro dc la mismadisciplina Intentó identificar los habitus mentales y las «fuer/as formadoras de hábitos» en la cultura

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y esto nos conduce a formularnos una pregunta: cómo se incorporó :JI vocabulario hrstónco eltérmino «representación»? Es conocidc que el vocablo llene una larga trayectoria en el ámbito de lahistona del arte. En el diccionario de Furctiére en la edición de 1727 existen dos acepciones del

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de la Edad Media estableciendo una interesante relación entre la arquiteci ura géuca y el pensam lentoescolástico. Ese concepto de habltus permitía la comprensión de las homotogfas estructurales exis­tentes entre las producciones intelectuales de un tiempo dado. Anticipando el uso mucho más retina­do que hará posteriormente P. Bourdieu". Por su parte E. Cassirer hizo hincapié en la «la historia delos síntomas culturales o símbolos en general. como marco o «ámbito correctivo» de la Interpreta­cién iconológica. A su vez N. Elias consideraba que si bien era conveniente pensar las homologías dela sincronía también debía considerarse las evoluciones a largo plazo y Frcud había planteado In­quietudes de esta índole en su artículo «El malestar de la cultura».

A pesar de que encontramos similitudes en relación al objeto de las formas de pensar el proble­ma. sin embargo para aquel momento no se logró establecer una corriente de comunicación entre losinvestigadores de las distintas disciplinas y países. lo que hubiera permuido un mayor enriqueci­miento metodotógico y CIentífico. Es atinado señalar que en la década del 50 se consagra entre loshistoriadores de Anuales la preocupación centrada fundamentalmente en el campo de lo económi­CO-SOClaJ produciéndose en consecuencia un desplazamiento en el quehacer hrstonográfico de lopsicológico y cultural.

Los años sesenta y setenta marcaron la etapa más fecunda y el resurgimiento en Francia de unaproducción muy diversa que abarca desde la sociología cultural del pasado a la antropología históri­ca y al ensayo psicológico. Este cambio se explica a partir de la expansión de la historia social y delos obstáculos que se presentaron almuluplicar tendencialrnente los objetos de estudio cuya máximaexpresión fue la «tristona de las mentalidades». Se asentaba en una concepción de lo cultural como«historia serial en tercer nivel» y esta historia cultural adopta en un principio la forma de psicohistoria".Posteriormente esta nocrón entra en una crisis paulatina según J. Revel entre muchas razones. por sucarácter holísuco pues su plasticidad metodológica era infinita. Otro problema que hizo estallar lanocién de mentahdad fue cuando el historiador se planteó como pensar la noción de subjetividad. y3 ello se sumó una amphacrén Sin Iímncs del campo de lo que puede consrdcrarsc hrstónco". Y elcorolario de esta declinación de las mentalidades condujo como se esbozó a otra forma de hacerhisrona.la histona SOCIO cultural. que poco a poco se reconvierte en histona cultural. cuyo objeto esla psique colecuva y el conflicto entre cl mundo marerial. «real» '! el mundo \'h Ido. «irucrpretado».En Francia.Ia exuosa y versátil historia de las mentalités se fue transformando en una historia de lasrepresentaciones. en algunos casos confundida con la totalidad de la historia de las mentalidades.

Esta «nueva» forma de desarrollo historiográfico condujo a un verdadero giro metodológico.pues es Importante denotar la transmutación que se produjo en el paso de las estructuras a las redes.de los sistemas de posiciones a las süuacrones vividas. de las normas colccuvas a las cstratcgrasindividuales. L:J historia cultural según Rogcr Chanier cambió por la mtroduccién de dos cunceptosque se articulan: prácticas sociales y represen/ación. Las prácticas sociales gozan de una regulari­dad de una lógica y de una razón que le son propias y que responden aJ patrón de cada SOCiedad enpanicular en lo que atañe a las expcnencias vividas a sus insutuciones ya sus relaciones de domina­ción. Esto no implica de ninguna manera un corte o un desplazamiento de las construcciones intelec­tuales que conocemos como rcprcscmacioncs".

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Natalie Zernon Davis en la década de los ochenta se cuestionaba: "(,'Qué es la historia SOCial ?"y en los intentos de proporcionar una respuesta sostenía que como mínimo es. además, historiacultural. La histona sociaJ clásica mantenía estrechos vínculos con la sociología y la economía; lanueva historia social parece mantenerlos más bien con la antropología y la literatura A través de surespuesta evidencia una de las transformaciones decisivas operadas en la historia social y encontrabauna de sus razones básicas en Jos campos disciplinarios con los que la historia privilegia su diálogo.Es así que N. Z. Davis nos presenta un tipo nuevo de historia social que se interesa por las formasdiversas de agrupamiento social. las redes y las interacciones y. en especial los factores culturalesque en lugar de ser analizados en forma cuantitativa o de correlaciones son ahora «leídos», «traduci­dos». «interpretados» a través de una perspectiva analística etnológica que aborda esencialmente lasdimensiones locales. Pero como ella misma advierte. estas novedades no son -SInembargo- tan re­cientes y tienen noiabtcs precedentes. en primer lugar la obra de Marc Bloch entre las que destaca­mos en pnmer lugar Los reyes taumaturgos y el Libro Segundo de La sociedad feudal titulado «Con­diciones de VIda y atmósfera mernal». En la actualidad existe un amplio consenso en situar a laprimera obra como un ejemplo precoz de antropología histórica que será retomado por la historia dela" mentalidades aunque sin el afán totalizante de M. Bloch".

Las últimas décadas han visto el desplazamiento de buena parte de la histonograña hacia lasinvestigaciones antropológicas. la atracción por el cualitativismo, la interpretación. la reintroduccrónde la subjetividad y el individuo, de la reaJidad vivida y lo local. Sin embargo. Pcter Burke" conside­ró que esta nueva historia es más antigua de lo que su nombre sugiere y ha estado en circulacióndesde principios de siglo por lo menos en la obra de autores como J. Burckhardt y J. Huizinga.Probablemente su rasgo más distintivo sea el intento de fusionar la sociedad y la cultura }'así rebatirlos supuestos uadícronales de la relación cultura y sociedad. El mapa de estas orientaciones es múl­tiple y diverso: en Alemania. se expresa en la "la historta de lo cotidiano" y en Inglaterra. losestudios históricos culturales han tenido una fuerte influencia de la tradición marxista. A través deella el vocablo «cultura» se incorporó al discurso historiográfico con matices marcadamente socio­lógicos y contextuares y por tratarse de Inglaterra con un fuerte contenido empírico. En consecuen­cia. estos estudios se centraron en el estudio de los símbolos y su relación con los conflictos sociales.Sin duda, se destaca. la obra de E. P.Thornpson" y el Hlstory worksnop orientado por R. Samueí".En un horizonte lejano como es la India surgió una dinámica historiografía en tomo a los llamados"estudios subalternos':". En Italia. la expresión de las nuevas orientaciones puede verse claramenteen 13 microhistoria y especialmente en la obra de Cario Ginzburg.

En Estados Unidos, un ambiente rico y abierto a las combinaciones y experimentaciones ha per­mitido un replanteo de la historia de las mentalités a la francesa. Influida directamente por la antro­pología de C. Geen/ y es precisamente en Princeton que esta Inquietud fue recogida por L. Stone y

vocablo representación. Una de ellas se refiere a perrmur «ver el objeto ausente» a través de larepresentación de palabras y gestos. figuras. marcas, señales, En su segunda acepción indica la pre­sentación pública de una persona o de una cosa cuyo referente e imagen constituyen una totalidad.Según Max Weber la noción de representación se vinculaba con la formas histriónicas y «estilizadas»mediante la cual los individuos. los grupos y el poder coustruycn e imponen una imagen de sí. P.Bourdicu incorporó una Interesante reflexión al sostener que la noción de representación que losgrupos transmiten están estrictamente ligadas a sus prácticas sociales"

La cua nos permite advertir un aspecto importante: cn cste enfoque que se orienta a comprender

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"Comprender una cultura entonces es. sobre todo. recorrer las significaciones rcvcsudaspor las formas simbólicas que la cultura utiliza. Sólo hay un camino para hacer esto: ir'nuera atrás y hacia adelante entre textos y contextos': comparar cada uso específico ylocalizado de un símbolo u otro con el mundo de significación que le otorga significado.Tal programa es diferente al de '" tradición de Annales, que C(H1SIStcesencialmente en untratamiento histórico de objetos antropológícos y que se apoya en 10que Darnton denorru­na una 'concepción coherente' de la cultura que lleva 13 firma de Gccnz."

R.Darnton ( 1979-1980) quienes se inclinaron por la antropología para acercarse a la cultura. recha­zando los presupuestos durkheimianos de Annales. La crítica de Darnton se fundamentó en que losestudios sobre la mentaltté no lograron dar una dimensión coherente de la cultura I~.La histonacultural se definió como una historia antropológica.

Estas nuevas modalidades historiográficas llevan la «marcan de la antropología. de lafenomenología de Husserl y sin embargo debemos destacar que ha) un reverdecer de posturas querecuerdan a Dilthey en lo que respecta a su valorización de la comprensión mtuiuva y de la empanacon el propósito de enfrentar la expencncia ajena. recuperando así cienas termas de individualismometcdolégico". De esta manera. puede decirse que la quiebra episternolégrca de las disciplinashumanas y sociales operada en la actualidad. estaba contenida en el origen )' en la trama misma de lahistoria de estas disciplinas. Junto a ello. las perspectivas estéticas han cobrado renovado vigor yenellas reconocemos las huellas de Simmel y Warburg quienes a fines del Siglo pasado buscaron lotípico en lo singular. lo sistemático cn lo fortuito. la esencia y el significado cn lo superficial y tran­sitorio y el rechazo de las leyes y la explicación causal". En la historiografía se ha operado unaquiebra de certezas que sustentaron un modo de hacer historia seguro de su CIentificidad. inclinado ala lógica de la explicación y reduciendo al mínimo los intentos dc comprensión e interpretación. Esemétodo explicativo se caracterizó por la acumulación de conocimientos como vía para delectar ycomprobar regularidades y frecuencias seriales, La quiebra afecta a las diversas formas deestructuralismo, al cuanutauvisrno. al marxismo. El retorno del sujeto sigruüca un restablecimientode Joparticular. lo privado y lo concreto.

El nudo de la cuestión es la vuelta del sujeto que implica un cambio drástico dc método: lanarración frcmc a la comprensión. significado frente a explicación. fusiona lucrano-antropológica(cultural) frente a historia cconomico-social y la revalorización creciente de lo cualnaiivo. lo cont in­gente> lo accidental. Metodolégicamerue implica desplazarse a través de fragmentos y no de tota­lidades y expositivameme Significa la aceptación del discurso hrstoriogrüfrco en su calidad de relatocomo señalaban de Cencau y Ricocur- '.

Este desarrollo replantea la tensión que ha recorndo durante más de un slg lo a las e icncues huma­nas: ¡.cxplicaclón o Interpretación'?

Para analizar este problema examinamos comparativamente: las propuesta mcrodológrcas queunhzaron Cario Grnzburg y Roben Darnion y verificaremos las mñucncias que recibieron las fuen­tes que seleccionaron para el desarrollo de 'iU'" obras y su uulización de la perspecuva comparativa.

R. Chartier". en su respuesta a los plantees críticos dc R. Darmon a la noción rmsrna de mentalitéspone en claro la diferencia de Darnton frente a Annales:

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¿Pueüe verse \;11 estas líneas la raíz de una oposición entre las formas uortcamericanas y france­sas de la hístona cultural? En principio. parecería que sí si se piensa que la crítica de Darnton sedirige a dos conceptos claves de la tradición francesa (representación colectiva y utillaje mental). Lainsatisfacción de Darnton con las nociones de representaciones colectivas (Durkheim y Mauss) yutillaje mental (Févbre) alude a que ven a la cultura como algo inerte no como un fenómeno activo.Lo importante es que para Bourdieu la geneaJogía de estos conceptos en ambos países tiene losmismos antecedentes. Por un lado Kant-Durkheim y la noción de mentalidad: por otra Kant-Cassirer­Langer-los antropólogos norteamericanos contemporáneos. "se introduce 11110 diferencia allí dondeno la hay. Di' hecho desde el Plinto de "isla de la historia de las Ideas. la diferencia me parece

El enfoque de Darmon de acuerdo a la postura de P.Benedict es "exquisitamente hcrmcnéuuco'?'.En su opinión. las récmcas y las aproximaciones que Darnton postula como contrapuestas tienen una"sustancial complementanedad de naturaleza" y en realidad lo que hace es retornar una dicotomíaque recorrió durante SIglos la historia de la cultura: por un lado. una que prov lene de Vico y Herdery que tiene su exponente más alto en Dilthey: es la tradición que sostiene que la esencia de lasciencias humanas estaría en la comprensión sirnpatérica de las formas culturales. el proceso de laYerstehen. El enfoque de Geertz tiene así una deuda profunda con esta tradición como con Weber.Collingwood y Parsons. Por otro. la tradición que postula una indagación más objetiva y que seremonta a los aritméticos políticos y pasa por Comte y que recorre la historiografía francesa contem­poránea. Ante ello. Benedict. post ula la necesidad de ..reconocer los lími tes de ambos y su sustancialcomplementanedad ..

De lo expuesto emerge la comparación orientada a precisar y enfauzar las diferencias antes quelas semejanzas. Se partiría de elementos que ofrecen analogías aparentes y por medio de la compara­ción se develarían las especifidades.

La comparación le permite acercarse a descifrar las opacidades y afrontar la alteridad pues supo­ne la comparación con el universo cultural del investigador. En términos de Darnton:

"Si se compara sistemáticamente estos cuentos con sus análogos alemanes. italianos emgleses.Ias diferencias saltan a la vista .... He empleado el térmlnofrellchnesscomo unaboutade . una provocación y una interrogación: ¿existe una larga duración cultural? ¿Sepuede trazar sus grandes corrientes gracias al folclore comparativo? La cosa me pareceposible y no incompatible con la noción de opacidad o de alteridad. ¿No es concebibleque un cieno estilo perviva más allá de ciertos usos que lo acompañan?'?'

e interpretar antes que a explicar. aparecería un uso del método comparado como medio para eldesciframiento específico del significado de los símbolos. Esta posibilidad. no es especulativa sinoque es formulada por el mismo Darnton y nos permite ubicarlo en el enfoque radicalmenteInterpretativo. Dice Darnton:

"Confrontar estas contradicciones no es un asunto de definiciones ni de un simple va yviene entre texto y contexto. Es un esfuerzo por pensar al otro. por trasladarse a un sistemacultural en el que el sentido de las palabras y de las cosas se nos escapa conunuarnente"

En otras palabras propugna una leCIUrJ del quehacer humano como texto y de la acción simbóli­ca como drama. reivindicando la capacidad expresiva de una retórica autoconsciente".

En una entrevista posterior realizada por Jeremy Adclman." Darmon no descarta que su obra seavista como «unaforma diJIIIIIO de mlcrohistoria», En este punto aparece una cuestión central relau­va a los problemas metodológicos que afronta la historia cultural desde su ópuca. Darnton sostieneque.

"13 rnicrohrstoria o la historia aruropológica han abordado el estudio del poder de unamanera más sustancial que la historia política convencional. Pero. por otro lado. creo queel peligro reside en que hemos hecho demasiada rrucrolustona ...la gente puede preguntar­se si la histona es sólo una coleccrón de pequeñas piezas de un mosaico que no pueden ser

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«el método antropológico cn mi opinión es leer el código. desenterrar la gramática de unSistema que es otro. y de comunicarse. de traducir, Y veo el trabajo de Interpretación cul­tural como un trabajo de traducción: el ir y venir entre yo ) el otro. Es (;O~ que pide tacto,olfato ... irnpatía por los otros. pero que no dispone de una metodología muy precisa ..

Para Giovanni LeYI en "Los peligros del geertzismo"," para quien el hbro de Damton es una"sintesu extrema de IInCIerto modo de imaginar la antropologla de Geert:" . que traslada mecánica­mentea la historia los problemas originados para la antropología. Según Levi en Gccnz y Darnton elcontexto de referencia se toma rígido como un fondo inmóvil. Es para él un enfoque irracionalista yestetízame que impide formular un criterio para escoger interpretaciones válidas o no. A su vez. lainterpretación esta cerrada en sí misma y falta un criterio de validez y relevancia por lo cual la inves­ligación no agrega nada y sólo lo confirma débilmente y de manera superflua. Sin embargo. Geertzsostieneque en sus Investigaciones busca la explicación. interpretando expresiones sociales. que sonenigmáticas en su supcrñcic".¿Cuálesson las fuentes de inspiración de Darnton? ¿las que descifra Lcv I? Sin duda Gccnz. En unreportaje reahzado por Pamcia Neuel". se observa que Darnton se nutre de la mfluencia de Evans­Pritchard. Burckhardt. Huizinga. Foucauh.

La perspectiva de Damton apunta a delinear no una "metodologia bien definida SIlla 11111'"1110 de"isla"

minima o nula". Gecrtz se mueve en el ámbito de la reílexión hermenéutica. una "rico corriente defilósofos que pone en el centro de su Interés el [enámeno de la interpretación" y que remite aSchleiermacher. Dilthey, Heidegger, Gadamer. Ricoeur. Su programa es suscepuble de interpretarsecomo un movimiento de restauración del ideario humanista de K.roeber o de Boas. A diferencia deLévi-Strauss. Geenz propone un conjunto politético de acutudes para encarar una antropología con­cebidacomo acto mterpretauvo". Geenz es lo suficientemente perspicaz en relación a la tensión queoportunamente planteamos en tomo al problema de la ¿explicación o interpretación? y lo expuso enBlurred Genres de 1980 estos conceptos no presentan disyuntivas insuperables ni desgarramientosCataJes.C. Reynoso sosuene al respecto que -la explicacián interpretativa es, de todos modos expli­cación, y 110 glosografla exaltada o lmaginacíán en libertad. lo que necesua 110 es renunciar ameuforas sino revitolizar nuestros mecanismos de comprensián y nuestra sensibilidad incorporan­do nuevos analogías. preferentemente las de carácter estético que son más expresivas y oportunas.

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El pasaje es importante pues señala la convergencia de las perspectivas de Darnton y Ginzburg ysitúa de manera evidente uno de los usos de la comparación en la historia cultural: ante Iodo es 11110

de sus técnicas básicas de trabajo para el desciframiento del stgnlficado cultural contenido en lostextos. A su vez. cómo por ese camino. se llega a otro uso: el de la ubicación de esos textos en sustradiciones culturales. Las crrucas que Darnton menciona como recibidas por Ginzburg no son -eneste sentido- muy diferentes de las que recibió su Gran Motan:o ele galos. Darnton compara lasexperiencias de los dos lectores estudiados -Menocchio por Ginzburg y Ranson por Darnton- y pro­pone una hipótesis acerca del lugar de la lectura en el sentido de la vida en la Edad Moderna. Peroadvierte que antes de «saltar a las conclusiones, necesitamos revisar más archivos, comparar losirformes de las experienctas de los lectores con las retaciones de lecturas que aparecen en sus librosy. ruando sea posible. con su conducta». Nuevamente. entonces. aparece la comparación comorecurso metodológico asociado directa e intensamente en esta perspectiva interpretativa a la críticatextual.

Es importante pues reconocer que la comparación aparezca tan asociada a dos perspectivashistoríográñcas arni-cuantitivistas: la hermenéutica de Damton y la rnichohistoria de Ginzburg. Y.justamente, una de las críticas de Darnton a las perspectivas macroanalíticas y cuantitativistas de lahistoria de la lectura se encuentra la necesidad de afinar sus categorías de clasifícacién y que «suslogros serian aún más impresionantes si tncrementaran sus esfuerzos por establecer comparacionesentre 1111 país)' otro. pues «Las comparaciones estadísticas proporcionan también ayudas paratrazar el mapa de las corrientes culturales ....Entonces. podemos decir. que la perspectiva de historiacultural de Darnton no rechaza por completo los métodos cuantitativos sino que los usa en función

Es en este punto que podemos situar mejor las posibilidades de los usos del método comparativopara este tipo de historia cultural. L1S perspectivas microanalíticas no le son ajenas pero existe lafirme preocupación por encontrar modos controlados de generalización que hace menos light laimprecisión metodológica que se postula.

Para ello puede verse el propio balance que Darnton realiza del campo de los estudios del librodevenidos en historia de la lectura ,~.Allí revisa las dos grandes perspectivas desarrolladas macro ymicroanalfucas. En ella es interesante registrar la visión que ofrece de la obra de Ginzburg porqueella revela fuerte convergencias:

Juntadas de manera lal de ofrecer una visión de conjunto. De este modo podríamos teneruna visión macro del poder. Yo creo que podemos hacerlo. pero será un argumento difícilde desarrollar,»

«Al comparar los textos y los comentarios. Ginzburg descubrió que Menocchio habíaleído una gran cantidad de relatos bíblicos, crónicas y libros de viaje del tipo de los queexistían en muchas bibliotecas patricias. Menocchio no se limitaba a recibir los mensajesuunsrnitidos a través del orden social. Leía con beligerancia. transformando los conteni­dos del material que tenía a su disposición en una visión del mundo radicalmente nocristiana. Se discute SI esta visión puede remontarse. como pretende Ginzburg. a una anti­gua tradición popular: pero Ginzburg demuestra. sin duda. la posibilidad de estudiar lalectura como una actlvídad practicada por la gente común hace cuatro siglos.»

Es sugestivo que al escribir Historia nocturna. se planteara el problema de que los mitos y obraspictóricas tienen en común por un lado. el hecho de haber nacido y sido uunsmiudos en contextosculturales y SOCialesespecíficos y. por el otro. sus dimensiones formales. Ello permitiría realizar unaindagación a través del contexto y a partir del análisis formal. Los mitos y ritos esbozaban un contex­to simbólico en los que se insertaban los elementos folklóricos en el estereotipo del aquelarre. Lajustificación teórica se fundamentaba en las reflexiones de Wittgenstein sobre la obra de Frazer Lorama dorado: «La explicación histórica. la explicación como hipotésis de desarrollo es sólo un modode recoger los datos. su sinopsis. Es igualmente posible ver los datos en su relación recíproca yrecogerlos en una imagen general que no tenga la forma de un desarrollo cronológrco». Esta «repre­sentación perspicua». «mediatiza la comprensión. que consiste cabalmente en ver las conexiones»,es así que cobra magnitud la necesidad de hallar eslabones Intermedios. Sin embargo. este enfoquetenía el peligro de sustraer el ámbito temporal por lo cU31a invcstigacron morfológica no puedesustituir la rcconstruccién histórica pero si se puede acudir a cIJo cuando hay lagunas de documenta­ción> utilizarla como una sonda para catar estratos profundos y es en esta dirección que se relacionacon la metáfora de interpolación de curvas de M. Bloch. Lévi-Strauss. en su obra Lo crudo \ lo

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«En ningún caso la microhistoria podrá lirnuarse a venficar, en la escala correspondiente.reglas macrohistéricas (o macro-antropológicas). elaboradas en otra parte. Una de las pri­meras expencncias del estudioso de rnicrohistoria es. de hecho. la escasa y a veces nularelevancia de las divisiones (empezando por las cronológicas) elaboradas a escala macro­histórica, En este scnudo. se puede Observar que la historia comparada. impopular enItalia por motivos conocidos. incluso Francra. a pesar de todo está en sus comienzos»."

de rastrear las pistas que le interesan. Lo importante. yen cierto sentido paradójico. es que la pers­pectivaque aparece como menos rigurosa metodológicamente reconozca un uso más posiuvo de lacomparación que la hrstona sociocultural más dura.

En relación a Ginzburg en 1979 publicó junto a Cario Poni un artículo metodológico en el queintentan situar la mícrornsroria en relación al conjunto de la histonogruffa". Este desafío de loshistoriadores uahanos encuentra en la antropología los cuadros de referencia pero. al mismo tiemporeconocen que la convergencia no es sencilla. ante todo. por la diversidad de la documentación y quese manifiesta en una fragmentación de la disciplina y que trae como consecuencia el riesgo de «per­der la complejtdad de relaciones que ligan un individuo o lino sociedad .. El método que se postulase inspira y asimila al de la antropología al circunscribir el ámbito de la Investigación y superponerlasseries documentales en el tiempo y en el espacio «de mollera que nos permita encontrar al mismomdividuo o grupos de mdtviduos en contextos sociales diferentes". El hilo de Ariadna que guía alinvestigador es el nombre rechazando así como instrumento significativo el estadísuco y es de estaforma que emerge la clave de la obra de Ginzburg "Los cosos marginales palien en discusián elvieio paradigma funcionan como pruebas o indicios de una realidad escondida «, El análisismicrohistórico permite una" reconstrucción de lo rindo" y «se propone tuve stigar las estructurasinvisibles en CII)'O interior se articulo lo vivido». Esta metodología Jleva Implícito el método lingüís­rico que se expresa en la relación entre lengua y palabra formulado por Saussure. En ese «molde»convergen las nociones que había lomado de la perspectiva estética de Warburg y se lamenta el lugarque por entonces ocupa la historia comparada.

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Para Ginzburg el desciframiento de los muos y ritos requiere seguir el camino trazado para elámbuo lingürsuco por E. Bcnveniste quien proponía combinar comparacion y análisis diacrónicopara que emerja un significado donde sólo había una designación. De esta manera la dimensióntemporal se conviene en cxplicauva y gracias a la comparación retrospectiva se accede al significadoprimario es decir el más antiguo a1canzable. En el libro de Ginzburg el núcleo primario está consti­luido por el viaje del vivo al mundo de los muertos. El autor manifiesta explícitamente que se mueveen una perspectiva al mismo tiempo diacrónica y comparada y como acaba de verse apela al métodoretrospectivo: la influencia de Marc Bloch no puede ser más evidente.

La Historia nocturna de Ginzburg nos pone frente a frente con una de las posibilidades del méto­do comparativo y su utilización en historia cultural. Esto es. frente al desc.Iramiento de mecanismosy procesos históricamente producidos de contacto, difusión y/o reclaboración cultural que resultanopacos u oscuros a la observación empírica y, con ello. al dcscríramieruo histórico de su significado.La relación entre continuidades y permanencias. por un lado. y significado tnstórico cultural encontextos específicos es en este sentido crítica y constituye uno de los nudos más problemáticos delmétodo comparanvo. Este puede caer rendido ante dos tentaciones": dc un lado. una perspectivaevolucionista; de otro. una perspectiva esencialista que rescate una supuesta universalidad humanabásica e inmutable.

En este punto conviene volver a las conclusiones de Darnton en La gran matanza de gatos . yretener dos de sus reflexiones. Por un lado. las preocupaciones metodológicas sobre las que no en­cuentra soluciones plenamente satisfactonas: ...mi fracaso ('1/ resol, el el problemas de las pruebas )'el problema de la representatividad» 10 inclina a una posible solución «buscar las portes oscuras delos textos ". Se presenta así una fuerte analogía con los indicios de Ginzburg: estos son igualmentefragmentarios oscuros. opacos. profundos ....La clave para Darruon parece residir en una premisa quecomo el mismo adviene no llega a ser una metodología y Sin embargo tiene sus ventajas: «trabajaruna y otra \'e: COII los textos y los contextos». En tales condiciones Darnton sostiene que no está deacuerdo con las palabras definitivas pero es significativo que postule que si las hubiera ellas seríanlas de Marc Bloch ... El historiador debe confiar en su Instinto y su olfato como el ogro de la leyendatras la carne humana. Encontramos así en ambos autores las mismas metáforas (01 historiador comocazador, la historia como viaje) y la misma fuente de inspiración central: Marc Bloch.

Lo notable es observar que el término representación que tiene una larga historia que se vinculaestrechamentc al universo estético ya las prácticas sociales haya sido incorporado por historiadoresde la talla de R. Charucr, Cario Ginzburg. R. Damton en sus obras con el mstrumcrual metodológicode la comparación. Se retomó así la experiencia irucial francesa de la escuela de Annales cuyo expo­nente más destacado en este aspecto fue Marc Bloch. Es a.'ií que tanto Ginzburg como Darnton hanseleccionado y analizado fenómenos aparentemente residuales y es posrble observar que han reco-

7(Era preciso intentar. por medio de la comparación. traducir en términos históricos ladístribución de los datos. presentados hasta el momento sobre la base de afinidades inter­nas, formales. Así pues. habría sido la morfología. aunque acrónica la que fundamentara ...Iadiacronfa»

cocido. invierte la tesis de Wittgenstein: en histona la relación formal puede ser concebida comogenéuca, formulada de modo disunto.

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Notas2 RIOUX. J. P.... Introduction. Un domame ~t un regard» en RIOUX. J. P y SIRI:\ELLI. J. F.. POI/' une Htstoire

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17 eL SAMLI-L. K (cd l. HISIQTlU popuiar v tcoria soctaltsta, Barcelona. Cnuca, I'IM-I En panu ular, \cá\o:. él debateacerca del culturahsmo

18. Cna excelente reVI.IÓn y replanteo devde una óptica latinoamericana en MALLO:\. F.. "Promesa y dilema de losestudios subahernos: perspecuvas a parur de la historia latinoamcncana". en 8()/t'ltn del /'L~liIIlIU dI! l hstona Argen­mIO -' Amertcuna Dr E HangllUm. 12. 1995. pp.88,115.

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~~ eHAKTIf-R. R "Texto. vuuholo- ~ F'CII.Jlllt·_I\ 0, 1..'0' hl~tunn), de la anlrl'pí,I"I·I" ,"110011<..1en 1I0LRC,\DI:.. t...C,OOOy (; y HOT,\II..\.II t»: \ r",:II"I,,~ di' 11110 htuorur (/n'fiIf'0lól!uo.)\, '\'. BIt>II',. I\)Cl5.rp. ~5,~9

!~.DAR:'\10':\, K. La eran nuuun:a (le flO("1 I otros episodio: {'II la JIISlolIU di' la 1IIIIIIru trunrcsu, fCr:. ~1e\I(;".199-1. pp.l.5,SO.

nido un cammo común que conduce a la búsqueda de las '<marcas..... huellas .._«señales .. que evo­can el mundo de las rcprcscnraooncs mentales de las sociedades analizadas pero que al mismotiempo les permitió vincularlo con las formas de exhibición del poder social o político. Con estoqueremosseñalar que estas nociones y la metodología empleada llenen una antigua dala y que hoyse actualizan de manera renovada en contextos diferentes dando lugar a un mayor enriquecimientode lo que fue la noción de mcntahdad ya una mejor comprensión de este uernpo largo cultural en elquepuedeobservarse la conformación. la transformacrón y la larga VIda de las estructuras mentalesdeunasoctcdad específica .•

15. BE1\EOICT. P, "Roben Oamton y la masacre de!los gatos. Historia mterpretauvn o cuanutauva" en 1I0URCAOE. E.y otros. Op.CII .• pp.61-72

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